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Nigeria: Govs urged to support education of visually-impaired

África/Nigeria/23 Julio 2016/Fuente:paxnigerian /Autor: Emma Elekwa

Resumen: Gobernadores de los estados del Sureste se ha impulsado para equipar la biblioteca para los discapacitados visuales para ayudar a competir favorablemente con sus homólogos.

Awka — Governors of the South-eastern states have been urged to equip the library for the visually impaired to aid them compete favourably with their counterparts.

A director in the Ministry of Women Affairs and Social Development, Emma Nweke, made the call while distributing teaching and learning materials to some selected schools in the zone in Awka, Anambra State.

He said the centre which was specially designed to cater for the needs of the blind had not received attention from governments in the area, calling for community based inclusive education where every person could learn under the same environment.

Nweke said: «This Braille library is set up to facilitate the education of visually impaired in the South- east but unfortunately, the governors do not know we exist. We need them to help equip this library. Not being able to see is not the end of life, they can still be useful to themselves and the society. We want inclusive education for them and full integration after school».

Fuente de la noticia: http://www.paxnigerian.com/nigeria-se-govs-urged-to-support-education-of-visually-impaired-allafrica-com/

Fuente de la imagen: http://www.itnewsafrica.com/wp-content/uploads/2015/06/visually-impaired-students.jpg

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Acceso a los medicamentos: Un reto colectivo

RSC/ Compromiso Empresarial/MARÍA LÓPEZ ESCORIAL

Uno de los caballos de batalla de las farmacéuticas es su papel a la hora de facilitar el acceso universal a los medicamentos. Según la OMS, uno de cada tres pacientes no accede a los fármacos necesarios para llevar una vida digna. En Asia o África este porcentaje sube al 50%. Alrededor de diez millones de muertes al año podrían ser evitadas mejorando el acceso a medicinas y vacunas; de ellas, cuatro millones en esos dos continentes.

El acceso a los medicamentos está reconocido como derecho fundamental de todo ser humano por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo cada año millones de personas mueren de enfermedades prevenibles o con tratamiento conocido como el sida, neumonía, malaria o tuberculosis, entre otros.

Alrededor de 300.000 mujeres mueren a consecuencia de embarazos y multitud de personas sufren de enfermedades crónicas u olvidadas que podrían ser eliminadas.

Según la OMS, los países en desarrollo acogen a un 93% de los enfermos del planeta, teniendo solo un 18% de los ingresos y con el 11% del gasto sanitario. Pero las ONG y la sociedad civil alertan que el problema de acceso a los medicamentos afecta ya a todo el mundo y que si no se cambia el modelo de innovación médica muy pronto no se podrá garantizar el derecho fundamental de la salud en todo el mundo.

Los pacientes y los contribuyentes de decenas de países –ricos, emergentes y pobres– se preguntan si se desarrollarán los medicamentos que necesitan y de dónde saldrá el dinero para costearlos.

En los últimos años hemos sido testigos de cómo pacientes y sistemas públicos de salud de países desarrollados sufren para pagar facturas de cientos de millones de euros por nuevos medicamentos para la hepatitis C o el cáncer.

El alto coste de estos tratamientos, junto con la resistencia a los antibióticos, la escasa investigación desarrollada para generar nuevos o las peticiones de los pacientes con enfermedades raras, han puesto de manifiesto que se trata de un problema mundial y de carácter sistémico.

Esta situación se agrava en los países en desarrollo dadas sus severas carencias en los sistemas sanitarios, gobiernos e infraestructuras.

No solo se enfrentan a la dificultad de pagar el precio de los tratamientos: la falta de infraestructura hace imposible llegar a los pacientes; la escasez de agua potable, tomarlas; la falta de cadena de frío, conservar las vacunas; la inexistencia de dosis pediátricas adaptadas, administrarlas, y la carencia de beneficio para la industria, el desarrollo de soluciones para las enfermedades olvidadas causantes de la muerte de 8.000 personas al día.

Pero ¿en qué medida este problema y su solución son directamente atribuibles a la industria farmacéutica? El sector farmacéutico se mueve en el ámbito empresarial y, como cualquier compañía, realiza su actividad con una finalidad lucrativa.

Dada la naturaleza específica de este sector, este beneficio debe ser “responsable”. Y ahí radica el quid de la cuestión. ¿Se puede determinar un “beneficio adecuado”? ¿Cómo se incentiva la innovación, y por ende el riesgo en el que incurre la industria, sin el estimulo de los beneficios?

Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial, declaraba recientemente que “el actual modelo de investigación no está dando respuesta a las necesidades de la población. Estamos protegiendo las patentes tan férreamente que estamos poniendo precio a la vida”.

Pero ¿puede la industria farmacéutica sobrevivir y tener beneficio para seguir investigando y distribuyendo los medicamentos sin la protección de las patentes? El profesor Nicholas Capaldi, en su tesis Corporate Social Responsibility and Business Ethics in the Pharmaceutical Industry, se pregunta: “¿Le pedimos a la industria armamentística asumir el coste de atacar al terrorismo igual que le pedimos a la industria farmacéutica subsidiar el coste de atajar las epidemias?”.

Cambio sistémico de modelo de investigación

Según las principales ONG involucradas en luchar por el acceso generalizado a los medicamentos, como Salud por Derecho, IS Global o Médicos sin Fronteras, el problema no radica solo en el acceso o en el aumento de la cobertura, sino en la reforma del actual sistema de investigación biomédica.

Para estas organizaciones, el sistema actual de innovación tiene algunas características que dificultan la falta de acceso:

• El sistema de patentes.

• La falta de transparencia en la investigación.

• Un sistema de fijación de precios poco transparente.

Según Vanessa López, directora general de Salud por Derecho, existen numerosas disfunciones del sistema que generan: altos precios de los fármacos; que no se desarrollen las medicinas que la población necesita; el uso ineficiente de los recursos, sobre todo de investigación, y el poco valor terapéutico de los nuevos fármacos.

“El sistema de patentes actual sobre el que se sostiene la industria corre el riesgo de convertirse en una amenaza para el acceso a la salud global”, advierte Gonzalo Fanjul, director de análisis de IS Global.

Por ello, las propuestas de las ONG para atajar este problema se centran entres soluciones principales:

• Impulsar la transparencia en el sistema para garantizar un debate público informado.

• La inclusión de criterios de interés general en las ayudas públicas.

• La promoción de nuevos modelos de innovación que no dependan exclusivamente de las patentes como incentivo a la innovación.

Estas se recogen en el manifiesto de la campaña No es sano, una iniciativa coral de estas organizaciones, que lucha para defender y promover el acceso universal a los medicamentos como parte indispensable del derecho a la salud, lanzada hace un año en España.

Las principales ONG reconocen el legítimo derecho de las compañías farmacéuticas a un beneficio razonable por su actividad.

Su propuesta se centra en separar el modelo de innovación del precio de los productos y financiar la innovación con incentivos distintos a los actuales,cuestionando que la recuperación del coste se base en el monopolio.

“Como la patronal farmacéutica expresa en público –señala Vanessa López–, parece que el sector está preocupado por ‘triangular innovación, acceso y sostenibilidad’; sin embargo, esta es una tarea imposible a menos que se introduzca en la ecuación modelos alternativos a los actuales para reconducir la innovación de medicamentos hacia áreas de mayor relevancia para la salud pública y desarrollar tecnologías sanitarias asequibles”.

Pero ¿puede la industria farmacéutica obtener un “beneficio razonable” si se sustituye el actual modelo? La primera discrepancia surge en relación con el coste y sobre quién financia actualmente la investigación farmacéutica. Según una reciente campaña de Pfizer en Reino Unido, crear un medicamento cuesta 1.300 millones de euros.

La respuesta de las ONG no se ha hecho esperar; Médicos sin Fronteras ha lanzado una contracampaña argumentando que el coste real se sitúa en los 150 millones de euros. La diferencia en las cifras se encuentra en los distintos criterios de imputación de costes.

Según las ONG, gran parte del gasto de investigación se financia con dinero público a través de universidades y gobiernos, sin repercutir el coste a la industria.

La segunda discrepancia surge en relación con el monopolio garantizado por las patentes. Según las ONG, la industria farmacéutica es la más rentable del mundo, debido a su protección por las patentes y su falta de transparencia a la hora de negociar el precio de los fármacos.

Según la industria, el modelo actual de patentes se puede revisar y mejorar, pero es necesario para incentivar la investigación, producción y distribución de medicamentos esenciales.

Como señala José Zamariego, director de la Unidad de Supervisión Deontológica de Farmaindustria: “Se puede abrir un debate sobre las patentes, qué aportan y si habría que mejorarlas premiando mejor a quien consigue introducir un medicamento innovador en el mercado. Pero la sociedad tiene que ser consciente de que la investigación y el medicamento son cada vez más complejos y tienen que ser retribuidos”.

“El incentivo, bien gestionado, tiene consecuencias positivas en la sociedad. No se puede estigmatizar la patente; este concepto es fundamental porque remunera y estimula la innovación. Desarrollar un medicamento es costoso, largo y de alto riesgo”, concluye.

La industria farmacéutica sí responde

Un estudio realizado por la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (IFPMA) y validado por el Centro de Salud y Cuidados de la London School of Economics en 2013 muestra la contribución total de la industria en los últimos cinco años.

Desde que se lanzara por Naciones Unidas la campaña para la consecución de los Objetivos del Milenio, las 126 alianzas creadas por los departamentos de I+D de las principales empresas farmacéuticas han prestado asistencia sanitaria a 539 millones de personas o, lo que es lo mismo, más de dos tercios de la población de los países subsaharianos.

En este periodo la industria ha proporcionado medicinas, vacunas, equipos, educación en salud y mano de obra por un valor estimado de 4.300 millones de dólares. Esta cifra supera a toda la ayuda oficial al desarrollo de Canadá durante el año 2004 o la de Holanda, y es tres veces mayor que la de Suiza. Y mucho más alta que el presupuesto conjunto de las principales ONG que trabajan en este campo.

En enero del 2012, trece empresas farmacéuticas, los gobiernos de UK, US y Emiratos Árabes, la Bill & Melinda Gates Foundation y el Banco Mundial anunciaban la donación durante la próxima década de 14.000 millones de tratamientos para diez enfermedades tropicales olvidadas, equivalente a 1.400 millones por año.

Este grupo confirmó también que mantendrán o expandirán los actuales programas de donación, compartirán conocimiento y componentes para acelerar la investigación y proveerán más de 785 millones de dólares para investigación, desarrollo de la distribución y programas de implementación.

Solo MSD ha donado desde 1987 más de 2.000 millones de tratamientos de Mectizan para ayudar a erradicar la ceguera del río, y acaba de anunciar la donación de un millón de dólares para realizar la verificación de su erradicación en África.

Los esfuerzos de las veinte principales farmacéuticas para responder a este desafío están siendo monitoreadas desde hace casi diez años por la Fundación Access to Medicine Index, con su índice de acceso a medicamentos.

El índice está especialmente diseñado para fomentar el desarrollo de estrategias por parte de la industria farmacéutica para incrementar el acceso a este derecho universal.

Lo hace a través de, por un lado, poner en valor los esfuerzos que se están haciendo y, por otro, compartir conocimiento entre la industria de las distintas estrategias y sus avances, para comunicar buenas prácticas e impulsar la industria en su conjunto.

El índice publica cada dos años un ranking de las veinte empresas farmacéuticas más grandes del mundo, midiendo el compromiso, la transparencia, la actuación e innovación en siete áreas técnicas que consideran como esenciales para impulsar el acceso a los medicamentos: gestión empresarial y estrategias de acceso, política pública e influencia en el mercado, investigación y desarrollo, política de precios, producción y distribución, gestión de patentes y políticas de licencias, mejora de las capacidades locales y donación y filantropía.

ranking acceso

Con GlaxoSmithKline (GSK) a la cabeza del ranking de 2014, seguida de Novo Nordisk, Johnson & Johnson, Novartis, Gilead Sciences y Merck, el índice señala que estos líderes tienen importantes proyectos de investigación, estrategias de precios focalizadas en los más desfavorecidos y gestionan cada vez más la propiedad intelectual de manera que estimule la competencia.

Según el informe, hay tres áreas con importantes avances: cada vez más compañías están experimentando con nuevos modelos de negocio enfocados a mejorar el acceso; se está incrementando el número de licencias concedidas para la fabricación de genéricos, y las empresas han mejorado el control interno sobre sus actividades y políticas para facilitar el acceso a los medicamentos.

Sin embargo no han avanzado igual en todas las áreas. El informe advierte quela industria sigue siendo muy conservadora en la gestión de patentes, y todas las compañías, exceptuando a dos, Gilead y Abbvie, han tenido casos relacionados con marketing no ético, soborno o corrupción en los dos últimos años.

La mayoría de las estrategias se focalizan en la falta de acceso en los países menos desarrollados, ya que es donde hasta ahora se había puesto el foco en este problema. Pero con la llegada del problema a los países desarrollados la industria tendrá que volver a repensar sus políticas y estrategias para incorporar el creciente coste de los fármacos en todo el mundo.

El acceso a los medicamentos en España

El precio de los medicamentos también es una variable de acceso importante en España. Según la campaña No es sano, en España 2,4 millones de ciudadanos tuvieron que interrumpir el año pasado al menos uno de sus tratamientos a causa del precio de los medicamentos y el 19% de los médicos de familia afirma que tuvo que cambiar sus prácticas de prescripción a causa de los problemas de sus pacientes para pagarlos.

El caso de la hepatitis C ha puesto de manifiesto además el problema de coste para el sistema sanitario de ciertos tratamientos. Según Elena Villanueva, de IS Global, se estima que unas 700.000 personas en España padecen hepatitis C, de las cuales unas 50.000 se encuentran en la fase avanzada de la enfermedad.

Las autoridades sanitarias establecieron inicialmente un presupuesto de 125 millones de euros para la compra del fármaco que cura la enfermedad en tasas superiores al 90% de los casos, Sovaldi (Sofosbuvir), a un precio estimado (el Ministerio de Sanidad no ha dado números oficiales) de 25.000 euros por cada tratamiento de tres meses.

Esta cantidad permitiría tratar a 5.000 pacientes durante el 2015, una cifra muy por debajo de las necesidades reales. Las asociaciones de pacientes en movilizaciones por todo el país, lograron que el Gobierno español se comprometiera a poner en marcha un plan nacional sobre hepatitis C por el que 11.000 pacientes adicionales accedieron al tratamiento durante ese año. En septiembre de 2015 ya se contabilizaban 30.000 pacientes tratados con Sovaldi.

Un gran logro pero todavía muy lejano de los 700.00 que lo necesitan.

Además, el Estado de las Autonomías hace que la existencia de 17 servicios de salud distintos provoque importantes desequilibrios. Cuando la AEMPS (Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios) aprueba un medicamento debería estar disponible en las farmacias de todos los hospitales de España, pero la realidad es muy distinta.

Entre los trámites de las comunidades autónomas y los de las farmacias de hospitales, pasan muchos meses hasta que finalmente llegan al paciente, dependiendo del lugar donde viva. “El paciente no alcanza a entender el porqué de la inequidad en función de dónde se viva, la comunidad, la ciudad o incluso el hospital donde se trate”, explica la secretaria de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Esther Sabando.

Según un estudio presentado a finales del 2015 por la Sociedad Española de Oncología Médica, no se cumple el principio de equidad en el acceso a fármacos en los distintos centros de oncología de las 17 comunidades autónomas.

Una vez que un medicamento se aprueba por las agencias oficiales, debe fijarse el precio de reembolso; un proceso que varía en tiempo de espera dependiendo de las autonomías y de los propios centros hospitalarios. En un cómputo general, el rango de meses que transcurren desde la aprobación hasta la primera prescripción de los fármacos analizados muestra una variabilidad desde cero hasta 74 meses, con una media de 24.

Además, cada hospital español decide basándose en sus presupuestos si puede afrontar el coste de un fármaco y negocia individualmente con la industria el precio, con lo que el acceso depende de la capacidad de negociación y de gestión del presupuesto del hospital que tengas asignado por la Seguridad Social.

Estrategia de negocio de las farmacéuticas

Las empresas farmacéuticas ya reconocen el acceso a los medicamentos como un área clave en su estrategia y lo están gestionándolo como tal. Para ello, tiene que estar muy presente en la agenda de la alta dirección con una clara estrategia a medio y largo plazo, supervisado por sus órganos de dirección, e incluido en sus programas de incentivos.

Continuando con el Access to Medicine Index, por primera vez todas las empresas han establecido alguna forma de supervisión de esta cuestión por parte del consejo de administración y algunas tienen comités específicos para impulsarlo.

Es muy llamativo que siete de las principales empresas farmacéuticas liguen los incentivos de la alta dirección a la consecución de objetivos de acceso.

Además, algunas de las empresas han establecido unidades de negocio para este segmento y están en coordinación con los principales grupos de interés.

También el número de estrategias empresariales abordando este problema está creciendo. Es dudoso que las empresas farmacéuticas vayan a invertir grandes sumas en este tema si solo vieran un coste y no percibieran la posibilidad de un beneficio a largo plazo.

Por eso, como ocurre en otros sectores, los negocios en la base de la pirámide(negocios para proveer productos adecuados a las necesidades del segmento más bajo de la pirámide económica con ingresos inferiores a cuatro dólares al día) se están consolidando como una de las estrategias más sostenibles para involucrar al sector privado en la lucha contra los problemas sociales.

Un buen ejemplo en este sentido lo representa Novartis, que ha creado una división específica, Social Business Group, y lanzado el programa Familia saludable. El programa nació en la India en 2007, se extendió en 2012 a Kenia y Vietnam y actualmente cuenta con tres pilotos en Indonesia.

Para ello, Novartis ha establecido un grupo de Health Educators (educadores en salud) cuya misión es recorrer las zonas rurales de la India educando en nutrición, enfermedades infecciosas, alergias o tuberculosis.

Muchos de estos educadores son mujeres, favoreciendo también su empoderamiento. Además, ha creado Health Camps con médicos procedentes de la ciudad para hacer diagnosis una vez al mes en las zonas rurales.

Otra de las claves de éxito es que los productos estén disponibles en las zonas más remotas y alejadas de los centros urbanos. Para ello la farmacéutica ha desarrollado acuerdos con su red de distribuidores habitual para que extiendan su radio de cobertura a las zonas rurales a través de vendedores locales. Además, los medicamentos tienen que ser extremadamente asequibles.

En este sentido, Novartis ha ajustado precios y creado versiones con menor número de unidades para acomodar el flujo de caja de los clientes a la vez que incrementa el seguimiento y la educación en la importancia de terminar los tratamientos.

Según la empresa, el programa ha educado en salud a más de 4,5 millones de personas de zonas rurales en 2013, y más de 230.000 han sido diagnosticadas en los campos de salud. Los productos distribuidos incluyen una amplia gama de medicinas esenciales.

El programa comenzó a ser financieramente viable a los treinta meses de su lanzamiento. Esta estrategia, que está siendo exitosa en muchas otras industrias, podría constituir una buena opción para incrementar el acceso en las zonas más remotas de forma sostenible y rentable.

Estrategia de precios de los medicamentos

Uno de los factores clave del acceso es la capacidad de pago de los pacientes. Por mucho que el medicamento esté disponible, si los pacientes no lo pueden pagar no sirve de nada.

Para facilitar la asequibilidad de los medicamentos, las empresas farmacéuticas están diseñando estrategias para hacer sus productos más accesibles a los más desfavorecidos, predominando la diferenciación de precios para los segmentos o países más pobres.

El informe destaca algunos ejemplos, como Merck & Co, que ofrece a pacientes sin cobertura de salud en once localidades indias un precio más bajo unido a un crédito sin interés para la compra de su tratamiento contra la hepatitis.

GSK, por su parte, ha lanzado un microseguro de salud por un dólar al mes.Para favorecer su adopción, este se puede adquirir y mantener con ingresos continuos en el teléfono a lo largo del mes. Los pacientes pueden ir pagando el precio del seguro diariamente según van teniendo excedentes.

Entre otras políticas, Novo Nordisk ha lanzado dosis únicas de insulina; Merck, pastillas masticables que no requieren agua y son más baratas de producir, y Bayer un sistema de precios diferencial basado en variables de segmentación.

Patentes, el gran reto pendiente

Pero el hueso más duro de roer es el uso de patentes. Y en este punto es donde menos avances se han producido a pesar de la presión social. Las empresas farmacéuticas, en general, siguen sin publicar el estado actual de sus patentes: dónde están activas y cuándo caducan.

Esta información es clave para la introducción de los genéricos, y según el índice, ninguna empresa farmacéutica ha publicado información referente al estado de sus patentes en el periodo de estudio.

Además, están ejerciendo grandes presiones para la aplicación de tratados de comercio restrictivos como el TPP (Trans-Pacific Partnership) o para la regulación en la introducción de genéricos en determinados países, especialmente la India, que por su política de genéricos se ha convertido en “la farmacia de los países en desarrollo”.

Sin embargo, según el índice, sí se han producido avances muy relevantes en la concesión de licencias en determinados territorios.

Ocho empresas de las 16 que pueden legalmente proporcionar la información, han otorgado licencias para las enfermedades consideradas en el estudio, habiendo evidencia de 250 licencias.

Cada vez proporcionan más información pública sobre las licencias e incluyen cláusulas que fomentan el acceso. Aunque la amplia mayoría de las licencias son para los antirretrovirales, se están haciendo avances para expandir las licencias a otras enfermedades como la hepatitis C o el cytomegalovirus.

Las compañías líderes en este punto –según el índice–, Gilead y GSK, muestraninnovación, apertura y un modelo más abierto para la gestión de la propiedad intelectual; si ellas pueden, el resto más pronto o más tarde les seguirán.

Ambas empresas tienen patentes en algunas de las enfermedades clave y ambas han concedido voluntariamente licencias para facilitar la producción de genéricos en un gran porcentaje de ellas, teniendo acuerdos que cubren amplios territorios y alto grado de flexibilidad en las licencias. Por otro lado, no hay que olvidar que, según la OMS, el 96% de las “medicinas esenciales” (necesarias para satisfacer las necesidades prioritarias en países en desarrollo), están ya fuera de la protección de la patente.

Es muy difícil generar un cambio que afecte a los fundamentos de la industria. Aun así, el sector reconoce que debe aceptar un límite razonable a las patentes. Su razón de ser está en el fomento de la investigación, pero los monopolios a largo plazo van en detrimento de la innovación. Están de acuerdo en abrir la discusión, pero siempre con la premisa de compensar el riesgo en el que están incurriendo.

La clave se encuentra en mantener un diálogo claro y constructivo entre todos los actores sobre los límites económicos y técnicos de las patentes, teniendo en cuenta las diferencias entre las distintas industrias y la realidad económica. Como dice Óscar Fernández-Capetillo, director de innovación CNIO: “Sería importante definir marcos de coexistencia que además sean lucrativos para todos”.

¿De verdad otro modelo es viable?

Hasta ahora, los intentos por desarrollar un modelo alternativo al actual han sido infructuosos.

En el año 2000, Victoria Hale, que había trabajado como investigadora farmacéutica para la Food and Drug Administration y para el gigante de la biotecnología Genentech, decidió crear el Institute OneWorld Health, la primera compañía farmacéutica no lucrativa en los Estados Unidos.

“Las compañías farmacéuticas miden sus resultados en términos de beneficios, nuestra idea es poner en marcha una compañía que mida su éxito por el número de vidas salvadas y de enfermedades curadas”, declaraba Victoria.

Han transcurrido quince años y OneWorld Health no ha logrado consolidarse como empresa farmacéutica y se ha convertido en el brazo para el desarrollo de medicamentos de PATH, organización no lucrativa líder en innovación en el terreno de salud.

Años más tarde, en 2009, se lanzó Medicines360, una compañía farmacéutica no lucrativa con la misión de extender el acceso a las medicinas a todas las mujeres, independientemente de su estatus o situación geográfica. De momento han conseguido desarrollar y patentar un tratamiento contraceptivo hormonal que se está distribuyendo con éxito en África.

Existen otras iniciativas similares que persiguen la misma loable intención, pero lo cierto es que a día de hoy no se ha logrado consolidar un modelo viable fuera del sistema de patentes.

Si se quiere solucionar el problema puntual de la falta de agua potable de una aldea en África, un proyecto de una ONG podría ser la solución. Igualmente, si lo que se pretende es incrementar los niveles de escolarización de una comunidad específica en Latinoamérica, un programa de becas y desarrollo económico financiado por una fundación puede ser la respuesta más adecuada.

Pero el desafío actual no se encuentra en solucionar casos aislados, siempre urgentes y necesarios, sino en desarrollar modelos y estructuras que sean capaces de incidir en varios frentes al mismo tiempo y generar un cambio sistémico; por utilizar los ejemplos anteriores, de ofrecer una respuesta económicamente viable al problema de la carencia de acceso al agua potable de miles de millones de personas o a la falta de escolarización de millones de niños en las poblaciones del tercer mundo.

En este sentido, no es previsible que las propuestas de las organizaciones sociales (fundaciones, asociaciones, ONG, etc.) vayan a resolver los desafíos sociales del acceso a los medicamentos a una escala global sin la colaboración de la industria farmacéutica.

Ni siquiera la Fundación de Bill y Melinda Gates, que lleva años intentándolo, lo ha conseguido a pesar de sus ingentes recursos.

Diálogo y colaboración por el acceso a los medicamentos

Como se ha visto, la industria está haciendo grandes esfuerzos para mejorar el acceso tanto en la búsqueda de nuevas soluciones como en la donación de grandes sumas y dosis de medicamentos. Pero la encrucijada continúa.

Como señala IS Global y la campaña No es sano en su informe publicado en marzo 2016, Innovación biomédica y acceso a medicamentos esenciales: alternativas a un modelo roto, para desarrollar otro modelo la transparencia es clave en tres campos:

– Transparencia financiera. Datos fiables sobre su inversión, márgenes de beneficio y fondos públicos a los que tienen acceso.

Como ya se hace en otras industrias como la extractiva, deberían declarar todos sus impuestos, beneficios y subvenciones en cada uno de los países en los que operan.

– Transparencia en los acuerdos comerciales. Negociaciones de los tratados comerciales, bilaterales y regionales (con una influencia definitiva en las normas de propiedad intelectual).

– Transparencia en los mecanismos de compras públicas. Negociaciones entre los diferentes gobiernos y las empresas farmacéuticas para las compras de medicamentos con dinero público.

Para Vanessa López, estas medidas son importantes pero deben ir acompañadas por cambios legislativos propugnados por los gobiernos: “Es necesaria una transformación sistémica y sería deseable que la industria participara de esta visión para sumarse a la misma. No obstante, la mayoría de esos cambios tienen que ser propiciados por los gobiernos”.

Este documento contempla un paquete de 16 reformas del modelo actual de innovación y desarrollo de medicamentos. Entre ellas la condicionalidad de las inversiones públicas, premios a la innovación, investigación abierta o el pago por resultados, como se está proponiendo en Inglaterra con el uso de bonos de impacto social para financiar la investigación farmacéutica.

No se sabe cuántas de ellas serán asumibles por la industria y hasta dónde pueden llegar garantizando su beneficio y su incentivo a la innovación, pero lo importante es establecer un diálogo fructífero entre todos los actores implicados –industria, gobiernos, ONG, sociedad civil– que ponga de manifiesto las necesidades individuales y se intenten entender y acoger para acometer la reclamada reforma.

Se trata de desarrollar un programa de cambio paulatino sin estigmatizar a la industria farmacéutica. Porque el acceso a los medicamentos es un problema multidimensional y la responsabilidad de atajarlo debe repartirseequitativamente entre los diferentes actores –gobiernos, ONG, academia, empresas farmacéuticas, financiadores y organizaciones multilaterales como la OMS–.

La realidad actual es que el diálogo entre ellos es todavía muy pobre y los recelos mutuos siguen siendo importantes. Fomentar este diálogo y comprensión mutua es clave para desarrollar un modelo que tenga en cuenta: el coste real de investigar y fabricar los medicamentos; la investigación y producción de fármacos que cubran las necesidades más graves de la sociedad; el beneficio necesario para incentivar a la industria; los retos de los gobiernos para atajar los problemas de salud pública; los incentivos a los investigadores, o la sostenibilidad del sistema sanitario.

Ninguna de estas cuestiones puede contestarse aisladamente sin relación con el resto, ni tampoco puede abordarse la solución del problema global sin una colaboración entre los diferentes actores implicados: gobiernos, industria farmacéutica y ONG.

Cada vez existe un mayor consenso en la necesidad de identificar y desarrollar ecosistemas que permitan abordar de manera integral los problemas sociales. Solo descubriendo las interconexiones entre las diferentes variables que afectan a los problemas sociales y coordinando los esfuerzos entre los diversos actores será posible diseñar una estrategia eficaz de cambio social e incrementar exponencialmente el impacto.

Este compromiso colectivo no se crea por generación espontánea. Todos y cada uno de los actores implicados deben impulsar y facilitar las condiciones para que ese ecosistema de colaboración funcione y pueda darse el salto del impacto individual al colectivo. Ese es el reto que queda por delante.

Fuente: http://www.compromisoempresarial.com/carrusel/2016/07/acceso-a-los-medicamentos-un-reto-colectivo/

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South Africa: Higher Education and Training On 2017 Higher Education Fees

South Africa/23 Julio 2016/Fuente: Allafrica

Response to media inquiries on 2017 Higher Education fees

The Ministry and Department of Higher Education are currently engaged in the prescribed and necessary processes to reach an understanding on fees for universities and other institutions of higher education for the 2017 academic year.

These processes, which among others include receiving a thorough and considered report and recommendations from the Council on Higher Education, consultations with Vice Chancellors and Principals, and discussions with democratically elected student representatives, are currently underway.

Once these prescribed processes have been completed, an announcement regarding fees for the 2017 academic year will be made.

Issued by: Department of Higher Education and Training

Fuente: http://allafrica.com/stories/201607200388.html

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Nuevas luces para África: conectarse es un derecho

Mozambique/23 Julio 2016/Autora: Alicia Oliva/Fuente: El Diario

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) forman parte de nuestra vida cotidiana; de hecho, resulta difícil imaginar nuestro día a día sin poder hacer una búsqueda en Google o consultar nuestra bandeja de emails.

En los últimos quince años, las TIC han experimentado un crecimiento sin precedentes. El mundo avanza a pasos agigantados y todo transcurre a una velocidad vertiginosa que a muchos asusta. El tiempo y el espacio no se perciben de la misma manera que hace unos años y es que, hoy en día, vivimos en el mundo de lo inmediato. Un mundo en el que gracias a las TICs muchos procesos se han visto facilitados. Sin embargo, no todo el mundo participa en esta revolución tecnológica por igual, son muchos los que viven desconectados.

En el ámbito educativo, cada vez con mayor fuerza se tiene en cuenta la necesidad de incluir las TIC, pues son una herramienta fundamental que permite que miles de niñas y niños, estudiantes y docentes puedan acceder a un sinfín de información y conocimientos en la red. Las TIC potencian las estrategias de trabajo docente y enriquecen los aprendizajes de los alumnos; mejorando de esta forma la calidad del sistema educativo. Es fundamental que estas nuevas tecnologías y las oportunidades que crean se utilicen para acortar la brecha digital, sobre todo, entre el campo y la ciudad, y luchen por democratizar la educación.

De la mano de la OEI, «Luces para aprender»

Ante esta realidad nace « Luces para aprender» en septiembre de 2011. Aprobado en la XXII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación, «Luces para aprender» es un proyecto liderado por la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura) con el objetivo de llevar energía solar y acceso a internet a más de 66.000 escuelas en Iberoamérica. La mayor parte de ellas se encuentran ubicadas en zonas rurales y de difícil acceso donde conectarse a la red eléctrica es complejo, además de suponer enormes gastos.

Desde el inicio de la implementación de este programa, se ha puesto en marcha en 13 países latinoamericanos llegando a 482 escuelas rurales, 22.815 estudiantes y 1.041 docentes beneficiados. Los países que han desarrollado esta iniciativa hasta la fecha son: Argentina, Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay (gracias al proyecto, se ha llegado a electrificar el 100% de las escuelas rurales sin energía eléctrica) y Panamá. Costa Rica ha iniciado su ejecución en 2016 y en México, Brasil y Ecuador se está realizando negociaciones con los Ministerios de Educación Nacionales para desarrollar el programa.

Se trata de un proyecto sin precedentes que aporta un cambio completo de paradigma y lucha por la justicia social. Se presenta como una oportunidad deampliar horizontes para niñas y niños de escuelas en las zonas rurales, pero también para los docentes y las comunidades. Las niñas y niños que, gracias a este proyecto acceden a internet, viven un cambio crucial en la escuela, se conectan al mundo. Desde los puntos más remotos logran con una sencilla búsqueda no solamente resolver todas las dudas y preguntas que les rondan la cabeza; sino transmitir y contar la realidad de su comunidad dándole voz y situándola en este mundo conectado. El cambio ocurre en la escuela, pero desconectarse al salir por la puerta no es una opción. Los más pequeños trasladan lo aprendido a sus familias y, en consecuencia, toda la comunidad se ve beneficiada.

En el ámbito educativo se tiene en cuenta cada vez con mayor fuerza la necesidad de incluir las TIC. Foto: OEI

En el ámbito educativo se tiene en cuenta cada vez con mayor fuerza la necesidad de incluir las TIC. Foto: OEI

Gracias a la iniciativa de Ayuda en Acción, «Luces para aprender» llega a África. La OEI y Ayuda en Acción han suscrito a finales del mes de junio un convenio de colaboración para implementar el proyecto en el continente africano, comenzando por Mozambique.

“Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”

Ayuda en Acción y la OEI no tienen prisa, pero sí quieren llegar lejos; es por ello que, juntos, dan un salto de continente: permitir la extensión del proyecto en otras zonas es un paso muy importante.

El proyecto se ejecutará en primer lugar en Mozambique, donde Ayuda en Acción trabaja desde el año 1998. Gracias a su profundo conocimiento del país y, en concreto, de las comunidades donde se llevará a cabo el proyecto, y a la experiencia de la OEI en su implementación previa y consolidada de «Luces para aprender», se esperan resultados tan satisfactorios como los que presentan las regiones de Iberoamérica.

En un mundo como el actual, la tecnología vino para quedarse. Vivir desconectado no es una opción, pero estar conectado sí es un derecho. «Luces para aprender» abre una puerta al exterior en aquellas comunidades que han sido durante mucho tiempo relegadas al aislamiento. El proyecto se fundamenta en el derecho a la igualdad de oportunidades que tienen todas las niñas y niños, en el derecho de recibir una educación de calidad y en la necesidad de mejorar los procesos de aprendizajes y de la información.

La educación es la clave para el desarrollo sostenible; por ello Ayuda en Acción y la OEI quieren proporcionar una educación de calidad en aquellas comunidades rurales que tradicionalmente han sufrido bajos niveles educativos y altas tasas de deserción. Se busca generar un cambio en los modelos de enseñanza y en las vidas de las comunidades a través de la conectividad.

Fuente: http://www.eldiario.es/ayudaenaccion/Nuevas-luces-Africa-conectarse-derecho_6_539706031.html

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Zambia: First Lady backs sex education

Africa/Zambia/22 de Julio de 2016/ Fuente: ZNBC

RESUMEN: Primera Dama Esther Lungu dice que existe la necesidad de llegar a las intervenciones apropiadas para que los niños comienzan a acceder a la sexualidad con enfoque de género y la educación reproductiva. Sra Lungu dice que la educación debe ser científicamente exacto, cultural y apropiada para su edad. Dice que la desaparición de los valores tradicionales dan como resultados, junto con los avances tecnológicos que los niños reciban información inadecuada sobre temas de sexualidad.

First Lady Esther Lungu says there is need to come up with appropriate interventions for children to start accessing gender sensitive sexuality and reproductive education.

Mrs Lungu says education should be scientifically accurate, culturally and age-appropriate.

The First Lady says this will help children make informed decisions about their sexuality and lifestyle.

She says the disappearance of valuable traditional arrangements coupled with technological advancements results in children getting inappropriate information on sexuality issues.

Mrs. Lungu says it is anticipated that with the right information and skills youths will not get pregnant when they are not ready.

She said this through her representative, Fridah Kazembe at the 17th General Assembly of the Organization of African First Ladies Against HIV/AIDS -OAFLA- in Kigali, Rwanda.

The Assembly was held under the theme, Advancing Sustainable Partnerships to end pediatric AIDS and improve Adolescent Sexual Reproductive Health and Rights.

Fuente: http://www.znbc.co.zm/?p=41818

 

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South Africa: Minister Blade Nzimande Calls for Increased Public-Private Partner

Africa/Sudafrica/22 de Julio de 2016/Fuente: All Africa

RESUMEN: El Ministro de Educación Superior y Capacitación, Dr. Blade Nzimande, ha pedido soluciones para hacer frente a los enormes desafíos que Sudáfrica se enfrenta en la provisión de vivienda para estudiantes universitarios. Hablando en UNISA en Pretoria hoy, en un primer simposio que fue organizado por el Departamento de Educación Superior y Capacitación,  el Ministro Nzimande también anunció la resolución del Gobierno, en colaboración conjunta con el sector privado, para poner en práctica una serie de proyectos de desarrollo este año que abrirá 15 000 nuevas camas en 11 universidades y centros de FTP en todo el país. Entre los cientos de asistentes al simposio son los ministros del gabinete, vicerrectores universitarios, promotores inmobiliarios, los estudiantes y los representantes de los trabajadores organizados, y los líderes de las instituciones bancarias y financieras de desarrollo. «Hemos estado hablando durante mucho tiempo por la escasez de viviendas para estudiantes. Las soluciones que diseñamos hoy en día tienen que ser grande y en negrita, un partido para el reto al que nos enfrentamos, para proporcionar alojamiento para estudiantes que es asequible», dijo.

The Minister of Higher Education and Training Dr Blade Nzimande calls for increased public-private partnership to deliver critically needed student housing

The Minister of Higher Education and Training, Dr Blade Nzimande, has called for «big and bold» solutions to tackle the enormous challenges that South Africa is facing in providing housing for university, as well as technical vocational education and training (TVET) college students.

Speaking at UNISA in Pretoria today, at the country’s first ever student housing symposium that was organised by the Department of Higher Education and Training, Minister Nzimande also announced the government’s resolve, working with the private sector, to implement a number of development projects this year that will unlock 15 000 new beds at 11 universities and TVET colleges around the country.

Among the hundreds of attendees at the symposium are cabinet ministers, university vice chancellors, property developers, student and organised labour representatives, and leaders of banking and development finance institutions.

«We have been talking for a long time about the shortage of student housing. The solutions we devise today have to be big and bold, a match for the challenge we face, to provide student housing that is affordable,» he said.

Minister Nzimande said research into student housing at universities that the government had undertaken in 2011 had revealed a «chilling view» of the shortage of student housing at all the country’s institutions of higher learning.

That study had revealed that the entire university sector provided a mere 107 000 beds, with six or more applicants for every available place — resulting in an estimated overall bed shortage of 195 817, and with historically disadvantaged universities the worst affected.

«The Review showed us appalling pictures of students living in derelict buildings, unfit for habitation, let alone for students who were expected to study and emerge as young graduates with the skills needed for employment and economic growth.

«Of the 583 000 students at the time, only 18% could be housed in university residences. It was shocking to discover that only 5% of first year students were housed in university residences.

«These are the most vulnerable young people in our system, away from home for the first time and expected to perform in a post-school environment, very different to the schools where most of them matriculated,» Minister Nzimande observed.

This state of affairs was despite mounting evidence from local and international academic research that showed that students who live in university residences performed better academically and coped better socially than their peers who did not live on campuses — especially in the crucial first year of study.

It was projected that by this year (2016), the bed shortage at all universities stood at 216 000, and that by 2030 an extra 400 000 beds would be needed to meet the enrollment targets set out in the National Development Plan.

The challenge was no less daunting at TVET colleges, where a survey carried out at the country’s 50 public TVET colleges last year by the Department of Higher Education and Training had shown that for the 710 000 college students, there were only 10 120 beds — which meant that these colleges could provide accommodation for only 1,4% of their students, that is 1 in 70 students.

Many of those students travelled hundreds of kilometres from their homes in rural areas to the nearest college, amid estimates that the country needed at least 100 000 student beds at TVET colleges to meet the immediate demand.

«We now have a wealth of knowledge and experience to draw on. One clear lesson is that the challenge is big enough for all interested parties to participate in resolving it.

«This year, working together with many of the powerful partners gathered here today, we can implement projects with 15 000 new beds at the first 11 universities and TVET colleges, from the University of Venda in the far North, to the University of the Western Cape on the southernmost tip of Africa.

«In the next six months, we will start projects with more beds than were built by the sector in the past three years. Moreover, we are committed to maintaining the momentum,» Minister Nzimande said.

«In closing, I have been saying recently that students must tell us what must rise, not only what must fall. #FeesMustFall gave us the impetus to address the challenge of rising tuition fees in a context of falling subsidies, and we now have a national dialogue on finding a lasting solution.

«We must not wait for student housing to be a crisis. Students, universities, TVET colleges, banks, investors, we need to come up with smarter solutions to solve this problem than the ones we have found working apart.

«In addition to what government is already doing, there must be a national consensus that one of the things that must definitely rise is a sustained Student Housing Infrastructure Programme, supported by both the public and private sectors,» Minister Nzimande added.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201607211004.html

 

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En Africa: Poblaciones desplazadas bajo tensiones múltiples, asegura estudio

Roma, 21 jul (PL)

descargaEl creciente número de refugiados y desplazados en el mundo genera nuevas tensiones por déficit de combustible para cocinar alimentos, incrementa daños ambientales y riesgos de conflictos con la población local, indicaron hoy organismos internacionales.

Ante el fenómeno en ascenso, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), presentaron este jueves un manual técnico a fin de proporcionar herramientas que puedan ayudar a los necesitados.

Según Acnur, a fines de 2015 más de 65 millones de personas en el planeta se encontraban desplazadas a causa de persecuciones, conflictos, violencia generalizada o violaciones de los derechos humanos.

El desplazamiento forzoso ejerce a menudo «gran presión sobre los bosques, debido a la mayor demanda de combustible de biomasa, como madera y carbón vegetal. Si no se controla, este aumento de la competencia por los recursos naturales puede elevar también el riesgo de conflictos con la población local», evaluó el reporte.

En opinión de la FAO, la sobreexplotación de los recursos forestales para obtener combustible puede conducir a la degradación de los bosques o la deforestación en zonas aledañas a los campamentos de refugiados.

Otro motivo de preocupación son las enfermedades respiratorias provocadas por cocinar a fuego abierto o por el uso de tecnologías ineficientes, señaló el análisis.

Además, donde la madera es escasa, la gente a veces dedica su salario o vende sus raciones de alimentos para comprar combustible, advirtió el informe. Los alimentos cocinados de forma insuficiente o saltarse las comidas debido a la escasez de combustible para cocinar también puede representar un problema, insistieron FAO y Acnur.

Con el título de «Evaluación de la oferta y la demanda de combustible de madera en situaciones de desplazamiento», el manual contiene una metodología que los trabajadores humanitarios y los administradores de los campos pueden utilizar para hacer frente a este desafío.

El texto describe paso a paso un proceso para evaluar las necesidades de energía y la naturaleza y disponibilidad de las fuentes locales de leña, y utiliza sistemas de información geográfica y de teledetección para mapear la distribución y los cambios en el tiempo de la biomasa leñosa, detalló la FAO.

Según distinguió, la metodología se basa en datos de inventario de campo e imágenes satelitales de alta resolución y datos técnicos y socioeconómicos relevantes.

Uno de los lugares donde fue probada la herramienta es el campo de Shimelba, en la región de Tigray en el norte de Etiopía, el cual alberga a seis mil personas con un acceso muy limitado a los recursos naturales.

En Shimelba, el proceso de evaluación ayudó a los administradores a calcular las existencias de biomasa leñosa superficial disponible y a prever las variaciones de estas reservas, argumentó la FAO.

lma/mjm

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=5086041&Itemid=1

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