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Mueren 750 pelícanos por gripe aviar en un santuario de aves de Senegal

Mueren 750 pelícanos por gripe aviar en un santuario de aves de Senegal

La gripe aviar se ha cobrado la vida de 750 pelícanos blancos del santuario Parque Nacional de Aves de Djoudj en Senegal.

El Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Senegal ha informado del desastre ocurrido el 23 de enero en el santuario ornitológico PNOD, y confirmó luego de las autopsias que las muertes de los 750 pelícanos, en su mayoría jóvenes, se debieron a la gripe aviar.

El santuario ha cerrado sus puertas y se están extremando las medidas de seguridad para evitar que el virus se propague a otras especies silvestres.

El santuario

El Parque Nacional de Aves de Djoudj fue creado en 1971 y es la tercera reserva ornitológica del planeta con una superficie de 16.000ha. Alberga a unas 400 especies de aves y por él transitan anualmente unas 3 millones de aves.

Se caracteriza por sus lagos, embalses y pantanos y está formado por zonas húmedas y de sabana, brindando un ecosistema ideal para las aves.

El origen de los contagios

El ministro de Ganadería de Senegal, Aly Saleh Diop, informó a inicios de año, que unas 48.000 aves de corral fueron víctimas de un brote de gripe aviar conocido como H5N1 y para evitar su propagación, se sacrificaron otras 52.000. El hecho ocurrió en una granja al oeste del país, en la región de Thiès.

La Organización Mundial de Sanidad Animal dio por finalizado el brote unos días después, luego de desinfectar la granja, y realizar análisis con resultados negativos en los trabajadores del establecimiento.

gripe aviar, H5N1, aves de corral, granjas, pelícano blanco, santuario

Las aves afectadas

Esta organización informó que el virus H5N1 puede propagarse entre aves como pollos, gallinas, pavos y codornices, pero que las aves silvestres también son susceptibles de contagio y que puede transmitirse a algunos mamíferos y en algunas ocasiones a los humanos.

Durante el período de migración y alta concentración de aves acuáticas en el PNOD (norte de Senegal), a veces se reportan casos de mortalidad entre las poblaciones de pelícanos, especialmente entre los juveniles”, según se informara en un comunicado oficila, por ello en primera instancia no se le dio relevancia a las muertes de los pelícanos blancos.

Cerrado al público

El parque es uno de los atractivos turísticos del país por la diversidad de aves que alberga, allí se realizan actividades como avistaje de fauna y paseos en canoa. Todo ha sido suspendido y no se permite el ingreso al público.

Según la OIE, la cepa de gripe aviar H5N1, originada en el sudeste asiático a finales del año 2003, es “altamente patógena” y en los últimos años ha originado “importantes focos que han afectado a las aves domésticas y silvestres en todo el mundo“.

Ecoportal.net

Fuente de la Información:https://www.ecoportal.net/paises/pelicanos-gripe-aviar/

 

 

 

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Niños talibés: le llaman 007…

África/Senegal/Noviembre 2020/elpais.com

Esta es la historia ilustrada de los niños mendigos en Senegal. Privados de sus derechos más básicos, sobreviven gracias a su creatividad

El libro 'Petit bout de bois' (Pequeño trozo de madera) recoge el argumento de un espectáculo de teatro escrito e interpretado por Patricia Gomis, e ilustrado por DAUD. Son las historias de pequeños talibés, niños en situación de calle, privados de sus derechos más básicos, que sobreviven gracias a su creatividad. Porque, a pesar de todo, no pierden la esperanza de ver sus sueños hechos realidad. Reproducimos algunos fragmentos del libro editado en francés por Lansman Editeur.1El libro ‘Petit bout de bois’ (Pequeño trozo de madera) recoge el argumento de un espectáculo de teatro escrito e interpretado por Patricia Gomis, e ilustrado por DAUD. Son las historias de pequeños talibés, niños en situación de calle, privados de sus derechos más básicos, que sobreviven gracias a su creatividad. Porque, a pesar de todo, no pierden la esperanza de ver sus sueños hechos realidad. Reproducimos algunos fragmentos del libro editado en francés por Lansman Editeur.

  • "Los pequeños mendigos de la esquina de mi calle viven en casas donde cuelgan botes de tomate por todas partes. Los usan para mendigar. En ellos ponen sobras de comida, monedas, azúcar... Lo que la gente les dé. Pequeños talibés, así se les llaman. O incluso niños de la calle. Siempre con su bote de tomate debajo del brazo".
    2«Los pequeños mendigos de la esquina de mi calle viven en casas donde cuelgan botes de tomate por todas partes. Los usan para mendigar. En ellos ponen sobras de comida, monedas, azúcar… Lo que la gente les dé. Pequeños talibés, así se les llaman. O incluso niños de la calle. Siempre con su bote de tomate debajo del brazo».
  • "Cuando era pequeña, pensaba que ellos habían nacido en los botes de tomate. Yo quería ser como ellos, como esos niños de los botes de tomate. Sin familia. Sin padre. Sin madre. Sin casa. ¡Y siendo libre! Durmiendo donde quiera, en las calles, en las aceras, en coches abandonados, en casas abandonadas, en las estaciones, en garajes, en las escaleras, en las aceras. ¡Estar sucia y que nadie me diga que me lave!".
    3«Cuando era pequeña, pensaba que ellos habían nacido en los botes de tomate. Yo quería ser como ellos, como esos niños de los botes de tomate. Sin familia. Sin padre. Sin madre. Sin casa. ¡Y siendo libre! Durmiendo donde quiera, en las calles, en las aceras, en coches abandonados, en casas abandonadas, en las estaciones, en garajes, en las escaleras, en las aceras. ¡Estar sucia y que nadie me diga que me lave!».

    "Yo quería ser como los niños 'botes de tomate' para pasar el tiempo en las calles desde la mañana hasta la noche. Pero mi madre decía: 'Un niño debe descansar, dormir bien para crecer bien...' Quería ser un niño 'bote de tomate' para hacer lo que yo quisiera, dónde y cómo quisiera. Pedir dinero de la mañana a la noche y tener muchas monedas en los bolsillos rotos. Pero mi madre me dijo: 'El dinero no es para los niños, un niño no debe pedir dinero. Las calles no son para los niños'.
    4«Yo quería ser como los niños ‘botes de tomate’ para pasar el tiempo en las calles desde la mañana hasta la noche. Pero mi madre decía: ‘Un niño debe descansar, dormir bien para crecer bien…’ Quería ser un niño ‘bote de tomate’ para hacer lo que yo quisiera, dónde y cómo quisiera. Pedir dinero de la mañana a la noche y tener muchas monedas en los bolsillos rotos. Pero mi madre me dijo: ‘El dinero no es para los niños, un niño no debe pedir dinero. Las calles no son para los niños’.
    Un día vi a una mujer en un coche muy grande y se detuvo en el semáforo. Llevaba unas grandes gafas. Inmediatamente, los niños con botes de tomate corrieron a pegarse a la ventana del auto, como moscas que se abalanzan sobre un mango maduro que cae de un árbol. En el coche había niños con grandes piruletas. Las chupaban mientras miraban a los 'botes de tomate' a través del cristal. Y ellos les miraban de vuelta con ojos muy abiertos que decían: 'Nosotros también queremos piruletas'.
    5Un día vi a una mujer en un coche muy grande y se detuvo en el semáforo. Llevaba unas grandes gafas. Inmediatamente, los niños con botes de tomate corrieron a pegarse a la ventana del auto, como moscas que se abalanzan sobre un mango maduro que cae de un árbol. En el coche había niños con grandes piruletas. Las chupaban mientras miraban a los ‘botes de tomate’ a través del cristal. Y ellos les miraban de vuelta con ojos muy abiertos que decían: ‘Nosotros también queremos piruletas’.
    En la esquina de mi calle había una casa en construcción, abandonada, sin puerta, sin ventanas, sin techo y sin baños. Un día, un hombre vino a instalarse allí con niños 'botes de tomate': Mamadou, Mor, Moussa, Daouda, Demba, Pathé, Alassane, Amadou, Alioune, Fallou, Fodé, Thierno, Tidiane, Tapha, Omar, Ousmane, Ousseynou, Sidy, Seydou, Saliou, Lamine, Elimane, Boubacar, Bala, Bassirou y 007.  A nosotros, los niños del barrio, nos gustaba mirarlos por la ventana que no tenía ventana. Yo quería descubrir cómo los niños crecían en los botes de tomate. Un día, el 21 de marzo, llegó una señora con un niño, Ndongo. Tenía cinco años.    Su padre, no lo conocemos; su madre, ella... Perdió la cabeza. Quiero que le enseñes el Corán. No es como su madre, tiene cabeza, aprende muy rápido, pero es terco. Si no obedece, golpéalo. Y el 'morabito' respondió: '¿Él es terco? Déjalo ahí. Si le agrada a Dios, le meteré algo en la cabeza. El pequeño Ndongo, con sus grandes ojos, no entendía lo que le acababa de pasar. Tampoco por qué estaban todos los niños a su alrededor mirándolo con sus botes de tomate bajo el brazo.  Ese día entendí que los niños talibés, los niños de la calle, no nacen en ellos. Es su familia quien los lleva a una daara, la escuela coránica, y los confía al hombre al que los niños llaman 'marabout' o maestro.
    6En la esquina de mi calle había una casa en construcción, abandonada, sin puerta, sin ventanas, sin techo y sin baños. Un día, un hombre vino a instalarse allí con niños ‘botes de tomate’: Mamadou, Mor, Moussa, Daouda, Demba, Pathé, Alassane, Amadou, Alioune, Fallou, Fodé, Thierno, Tidiane, Tapha, Omar, Ousmane, Ousseynou, Sidy, Seydou, Saliou, Lamine, Elimane, Boubacar, Bala, Bassirou y 007.A nosotros, los niños del barrio, nos gustaba mirarlos por la ventana que no tenía ventana. Yo quería descubrir cómo los niños crecían en los botes de tomate. Un día, el 21 de marzo, llegó una señora con un niño, Ndongo. Tenía cinco años.

    Su padre, no lo conocemos; su madre, ella… Perdió la cabeza. Quiero que le enseñes el Corán. No es como su madre, tiene cabeza, aprende muy rápido, pero es terco. Si no obedece, golpéalo. Y el ‘morabito’ respondió: ‘¿Él es terco? Déjalo ahí. Si le agrada a Dios, le meteré algo en la cabeza. El pequeño Ndongo, con sus grandes ojos, no entendía lo que le acababa de pasar. Tampoco por qué estaban todos los niños a su alrededor mirándolo con sus botes de tomate bajo el brazo.

    Ese día entendí que los niños talibés, los niños de la calle, no nacen en ellos. Es su familia quien los lleva a una daara, la escuela coránica, y los confía al hombre al que los niños llaman ‘marabout’ o maestro.

    Los talibés de la esquina de mi calle van todos los jueves al mar a lavarse. El pequeño Modou nunca deja la camiseta azulgrana que le regaló un turista. Sueña con convertirse en un gran futbolista. Con los calcetines enrollados en forma de bola en lugar de una pelota, Modou es capaz de regatear hasta el último de sus compañeros para marcar un gol. Demba transforma su bote, siempre vacío, en un instrumento porque le encanta la música. Los días que hay bautismos o funerales son una fiesta para ellos porque sus botes de tomate se desbordan con las sobras de las comidas que comparten.
    7Los talibés de la esquina de mi calle van todos los jueves al mar a lavarse. El pequeño Modou nunca deja la camiseta azulgrana que le regaló un turista. Sueña con convertirse en un gran futbolista. Con los calcetines enrollados en forma de bola en lugar de una pelota, Modou es capaz de regatear hasta el último de sus compañeros para marcar un gol. Demba transforma su bote, siempre vacío, en un instrumento porque le encanta la música. Los días que hay bautismos o funerales son una fiesta para ellos porque sus botes de tomate se desbordan con las sobras de las comidas que comparten.
    Todas las mañanas, de camino a la escuela, me cruzaba con uno de los pequeños talibés de mi barrio. Ese día, di unos pasos con aquel al que llamaban 007.  - Oye, ¿no has olvidado tu bote? ¿Dónde están tus padres? ¿Tienes familia? ¿Por qué te llaman 007?   - Mi nombre es Souleymane, los otros talibés me llaman 007 porque esta es mi séptima daara. Cada vez que me escapo de una, mi tío me envía a otra. Mi padre se fue a España en un cayuco. Desde ese momento, mi tío ha ocupado su lugar en la casa. Si tuviera alas volaría a casa, recogería a mi madre y nos iríamos muy, muy lejos. El 'morabito' solo piensa en dinero, tenemos que traerle monedas por la mañana y por la noche. Si no tienes el dinero, te encadena uno o dos días y, a veces, te golpea con un cable eléctrico hasta que tu espalda se ennegrece de sangre.
    8Todas las mañanas, de camino a la escuela, me cruzaba con uno de los pequeños talibés de mi barrio. Ese día, di unos pasos con aquel al que llamaban 007.– Oye, ¿no has olvidado tu bote? ¿Dónde están tus padres? ¿Tienes familia? ¿Por qué te llaman 007?

    – Mi nombre es Souleymane, los otros talibés me llaman 007 porque esta es mi séptima daara. Cada vez que me escapo de una, mi tío me envía a otra. Mi padre se fue a España en un cayuco. Desde ese momento, mi tío ha ocupado su lugar en la casa. Si tuviera alas volaría a casa, recogería a mi madre y nos iríamos muy, muy lejos. El ‘morabito’ solo piensa en dinero, tenemos que traerle monedas por la mañana y por la noche. Si no tienes el dinero, te encadena uno o dos días y, a veces, te golpea con un cable eléctrico hasta que tu espalda se ennegrece de sangre.

     Hoy, las daaras están creciendo en cada rincón. Con talibés que vienen del norte, del sur, centro e incluso de países vecinos, muchas veces acompañados de falsos 'morabitos'. Los talibés mendigos son tan numerosos como las hormigas. Parece que solo en Senegal hay 30.000. En los periódicos, hemos leído en los últimos años: "Nueve niños talibés son quemados en su daraa en la medina". "Un talibé golpeado hasta la muerte por su marabú".    Y también: "Una veintena de niños talibés de seis a 14 años han sido encontrados encadenados con hierros en los pies, como en el templo de la esclavitud". Sin mencionar los abusos.
    9Hoy, las daaras están creciendo en cada rincón. Con talibés que vienen del norte, del sur, centro e incluso de países vecinos, muchas veces acompañados de falsos ‘morabitos’. Los talibés mendigos son tan numerosos como las hormigas. Parece que solo en Senegal hay 30.000. En los periódicos, hemos leído en los últimos años: «Nueve niños talibés son quemados en su daraa en la medina». «Un talibé golpeado hasta la muerte por su marabú».

    Y también: «Una veintena de niños talibés de seis a 14 años han sido encontrados encadenados con hierros en los pies, como en el templo de la esclavitud». Sin mencionar los abusos.

    Estamos tan acostumbrados a verlos que ya no los vemos. Se han convertido en los fantasmas de nuestras calles. Memorizan oraciones que nos hacen desenvainar monedas. Modou, Souleymane o Ndongo se aferra a tus pies y te ruegan que le des una moneda, porque tal vez esta noche será golpeado sin pausa. Le damos dinero para tener todas esas promesas de riqueza y paraíso. El talibé te tiende la mano para pedirte una moneda, pero en sus ojos puedes ver que te está pidiendo una pequeña mirada, un poco de atención, una sonrisa, una ayuda o únicamente un poquito de amor.
    10Estamos tan acostumbrados a verlos que ya no los vemos. Se han convertido en los fantasmas de nuestras calles. Memorizan oraciones que nos hacen desenvainar monedas. Modou, Souleymane o Ndongo se aferra a tus pies y te ruegan que le des una moneda, porque tal vez esta noche será golpeado sin pausa. Le damos dinero para tener todas esas promesas de riqueza y paraíso. El talibé te tiende la mano para pedirte una moneda, pero en sus ojos puedes ver que te está pidiendo una pequeña mirada, un poco de atención, una sonrisa, una ayuda o únicamente un poquito de amor.
    Patricia Gomis Mamby Karowar es una actriz y comediante comprometida, que eligió hacer teatro para el público infantil y juvenil. Forma parte de los fundadores y creadores de Côté Jardin, la primera compañía de clown nacida en Senegal. Es directora artística de Pôle Culturel Djaramà, un centro artístico para niños y jóvenes en Senegal que creó conjuntamente con su marido. Ha co-escrito diferentes espectáculos como '¡Avanti!', con Gérard Corbion, de la Compañía Casquette, Jeannine Gretler de la Compañia Orange Sanguine y Pierre Richards; 'Moi, monsieur, moi', con Márcia de Castro. 'Petits bouts de bois' es su primer texto (escrito en noviembre de 2018).
    11Patricia Gomis Mamby Karowar es una actriz y comediante comprometida, que eligió hacer teatro para el público infantil y juvenil. Forma parte de los fundadores y creadores de Côté Jardin, la primera compañía de clown nacida en Senegal. Es directora artística de Pôle Culturel Djaramà, un centro artístico para niños y jóvenes en Senegal que creó conjuntamente con su marido. Ha co-escrito diferentes espectáculos como ‘¡Avanti!’, con Gérard Corbion, de la Compañía Casquette, Jeannine Gretler de la Compañia Orange Sanguine y Pierre Richards; ‘Moi, monsieur, moi’, con Márcia de Castro. ‘Petits bouts de bois’ es su primer texto (escrito en noviembre de 2018).

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/11/18/album/1605736030_976988.html#foto_gal_11

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Asociación para fortalecer la resiliencia de 80.000 agricultores senegaleses

La Cooperación ICCO y la Fundación Mastercard han unido fuerzas para apoyar a los pequeños agricultores de Senegal que quedaron aturdidos por el impacto del COVID-19. El Proyecto de Agrofinanzas de Recuperación y Resiliencia COVID-19 (CORRAP), creado conjuntamente con productores senegaleses, tiene como objetivo ayudar a los pequeños agricultores a recuperarse de la pandemia y emerger más fuertes y más resistentes a futuras crisis y choques.

La estrategia se basa en que las organizaciones de productores y los actores de las cadenas de valor agrícolas trabajen juntos para ayudar a aumentar la productividad agrícola y aumentar el empoderamiento de los productores, incluidos los jóvenes y las mujeres.

“Para que los pequeños agricultores prosperen, existe una necesidad urgente de incrementar la inversión en la producción de semillas certificadas adaptadas mediante un fuerte apoyo a institutos de investigación como el Institut Sénégalais de Recherche Agricole (ISRA). Al hacerlo, los pequeños agricultores en sinergia con los actores de la cadena de valor harán una contribución sostenible a la seguridad alimentaria y nutricional en Senegal ”, dijo Idrissa BA, Líder de País de Cooperación ICCO en Senegal.

El Proyecto de Recuperación y Resiliencia COVID-19 (CORRAP) verá a varios actores (Cooperación ICCO, la Fundación Mastercard, organizaciones de productores, actores de las cadenas de valor del arroz, mijo, sorgo, maíz y caupí, así como productores de papa y cebolla). sus esfuerzos para facilitar:

(i) Acceso sostenible a insumos de calidad para los pequeños agricultores;

(ii) Servicios de capacitación en línea y creación de capacidad de calidad continua mediante la digitalización de las cadenas de valor agrícolas; y

(iii) Acceso eficiente al mercado mediante el uso de servicios digitales para conectar a los productores directamente con los consumidores.

“Ahora más que nunca, necesitamos un esfuerzo concertado para comenzar el proceso de reconstrucción y fortalecer la resiliencia de los grupos de agricultores locales y las organizaciones de productores como primer paso hacia la recuperación. Nuestra asociación con ICCO Cooperation es el comienzo de este proceso para los agricultores de Senegal. Al aprovechar la tecnología, estamos permitiendo el acceso a insumos y mercados de calidad, además de desarrollar la eficiencia de toda la cadena de valor ”, explicó Nathalie Akon Gabala, Directora Regional de la Fundación Mastercard para África Occidental, Central y del Norte.

Se prevé que 80.000 pequeños agricultores de 11 regiones de Senegal se beneficiarán del proyecto a medida que se fortalezca su resiliencia y se movilicen sus recursos para producir en las dos próximas campañas agrícolas.

“El Proyecto de Recuperación y Resiliencia COVID-19, co-creado por la Fundación Mastercard e ICCO, está perfectamente alineado con la política agrícola de Senegal, especialmente con la estrategia esbozada en el marco del Programa Agrícola para la Soberanía Alimentaria Sostenible. De hecho, contribuirá no solo al objetivo de fortalecer las bases productivas, sino que lo más importante, promoverá la digitalización de las cadenas de valor agrícolas al tiempo que fortalece las capacidades de las organizaciones de productores y sus redes ”, dijo el Sr. Issa BARRO, Asesor Técnico de Senegal. Ministerio de Agricultura y Equipamiento Rural.

El Proyecto de Recuperación y Resiliencia COVID-19 (CORRAP) verá a varios actores (Cooperación ICCO, Fundación Mastercard, organizaciones de productores, actores de las cadenas de valor del arroz, mijo, sorgo, maíz y caupí, así como productores de papa y cebolla). sus esfuerzos para facilitar el acceso sostenible a insumos de calidad para los pequeños agricultores.

El Proyecto de Agrofinanzas de Recuperación y Resiliencia COVID-19 es un programa de dos años y medio, con un compromiso de USD 3,38 millones de la Fundación Mastercard. Los socios de este proyecto incluyen redes de agricultores, organizaciones de productores, proveedores de productos digitales y otras partes interesadas relevantes, como agencias agrícolas públicas, servicios de desarrollo empresarial, proveedores de servicios financieros y MIPYMES.

Acerca de ICCO Corporation

ICCO Cooperation es una ONG global independiente, establecida en 1964 en los Países Bajos, con 20 oficinas en América Latina, Asia y África, entre las que se encuentra Senegal. El objetivo de ICCO es construir sistemas agrícolas sostenibles y asegurar los medios de vida y los derechos de los pequeños agricultores y las empresas en los países de ingresos bajos y medianos. En particular, nuestros proyectos aumentan la seguridad alimentaria y nutricional de mujeres y jóvenes y amplían sus ingresos y oportunidades laborales. Nuestro enfoque principal está en los ODS 2 y 8.  www.icco-cooperation.org

Sobre la Fundación Mastercard

La Fundación Mastercard trabaja con organizaciones visionarias para permitir que los jóvenes de África y las comunidades indígenas de Canadá accedan a un trabajo digno y satisfactorio. Es una de las fundaciones privadas más grandes del mundo con la misión de promover el aprendizaje y promover la inclusión financiera para crear un mundo inclusivo y equitativo. La Fundación fue creada por Mastercard en 2006 como una organización independiente con su propia Junta Directiva y administración. Para obtener más información sobre la Fundación, visite: www.mastercardfdn.org

Acerca del programa de recuperación y resiliencia COVID-19 de la Fundación Mastercard

El Programa de Recuperación y Resiliencia COVID-19 de la Fundación Mastercard tiene dos objetivos principales. En primer lugar, brindar apoyo de emergencia a los trabajadores de la salud, los socorristas y los estudiantes. En segundo lugar, fortalecer las diversas instituciones que son la primera línea de defensa frente a las secuelas sociales y económicas de esta enfermedad. Estos incluyen universidades, proveedores de servicios financieros, empresas, empresas emergentes de tec00nología, incubadoras, agencias gubernamentales, organizaciones juveniles y organizaciones no gubernamentales.

Contactos con los medios:

ICCO Corporation
Amadou KEITA
Correo electrónico: amadou.keita@icco.nl

Fundación Mastercard
Kweku Ahiagble
Correo electrónico: rkahiagble@mastercardfdn.org

Fuente: https://allafrica.com/stories/202010191074.html
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Coronavirus: el país que con solo 12 camas con oxígeno se enfrentó a la pandemia de covid-19 y logró contenerla

A pesar de tener solo siete médicos por cada 100.000 habitantes, Senegal se ha ganado no pocos elogios por su manejo de la pandemia de coronavirus. Mayeni Jones y Naomi Scherbel-Ball, de la BBC, analizan cómo este país africano logró mantener a raya a la covid-19.

«Cuando llegó el primer caso, estábamos muy ansiosos y yo me enojé porque era un caso importado», cuenta la doctora Khardiata Diallo, quien coordina el centro de tratamiento epidémico del Hospital Fann en la capital, Dakar.

«Nos preocupaba la falta de equipamiento para tratar el coronavirus, había solo 12 camas con suministro limitado de oxígeno para todo el país«.

Los médicos del Hospital Fann ahora pueden monitorear a los pacientes usando cámaras, como medida para minimizar el contacto.
Pie de foto. Los médicos del Hospital Fann ahora pueden monitorear a los pacientes usando cámaras, como medida para minimizar el contacto.

Eso fue a finales de febrero, cuando un ciudadano francés regresó a Dakar, después de unas vacaciones en un centro de esquí, con fiebre, dolor de garganta y dolor de cabeza.

Fue el primer caso de covid-19 en Senegal y el segundo caso reportado en África subsahariana.

Diallo, que formó parte del equipo que trató el único caso de ébola del país durante el brote que afectó a África occidental en 2014 y tiene experiencia en brotes de cólera en los últimos 15 años, sabía que debían actuar rápido para contener la pandemia.

Tests gratuitos las 24 horas

Sus colegas del prestigioso Instituto Pasteur de Dakar, que en febrero fue uno de los dos laboratorios de África que podían realizar pruebas de coronavirus, capacitaron a personal de decenas de otros países sobre cómo realizar las pruebas.

Ibrahima Diop, quien contrajo coronavirus en Senegal en abril.
Pie de foto. Ibrahima Diop fue primero diagnosticado y tratado por malaria cuando contrajo el nuevo coronavirus en abril.

En abril, 43 países del continente africano podían diagnosticar covid-19 de manera efectiva.

Hoy en día, el laboratorio en Dakar funciona las 24 horas y las pruebas se han extendido por todo el país.

Los tests para aquellos que tienen síntomas son gratuitos y los resultados se obtienen en ocho horas.

Si bien ha habido preocupaciones sobre el bajo número de pruebas en todo el continente, el Centro Africano para el Control de Enfermedades está apoyando a los países para aumentar los niveles de testeo y hay esperanzas de que los kits de diagnóstico baratos puedan ayudar.

El Instituto Pasteur ha sido crucial en este esfuerzo, ya que su virólogo jefe, Amadou Sall, se asoció con la firma británica Mologic para desarrollar dos kits de prueba caseros:

  • Uno para probar si alguien tiene el virus actualmente, similar a las pruebas PCR de laboratorio
  • El otro para comprobar si alguien ha desarrollado anticuerpos contra el coronavirus de una infección anterior

La fabricación de la prueba de anticuerpos ya comenzó y deberían lanzarse en las próximas semanas, explica Sall.

Funcionará como un test de embarazo, con un costo cercano a US$1 y con resultados en solo 10 minutos.

Mientras, la prueba para determinar si alguien tiene coronavirus se ha retrasado y está siendo validada por la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, pero hay esperanzas de que aún esté disponible antes de fin de año.

Un mayor nivel de pruebas también deberían ayudar a realizar diagnósticos tempranos.

Gente con mascarilla en un autobús en Dakar.
Pie de foto. El uso de mascarillas es obligatorio en Dakar.

Ibrahima Diop, de 29 años y quien trabaja en un call center en Dakar, se enfermó en abril y fue tratado inicialmente por malaria.

Ante la insistencia de su madre, quien trabajaba en un hospital, fue a que le hicieron la prueba y le diagnosticaron coronavirus, junto con 60 de sus colegas. Recibió rápidamente tratamiento y fue dado de alta del hospital en una semana.

Su caso mostró la necesidad de que las personas se realicen pruebas en un país donde los síntomas pueden confundirse fácilmente con la malaria, algo que las autoridades han enfatizado durante sus sesiones informativas televisadas diariamente sobre el coronavirus.

Cantar para combatir el virus

Un índice de respuesta global a la covid-19 de la revista Foreign Policy otorgó a Senegal la puntuación más alta posible por su estrategia de comunicación, a la que se unieron los mejores músicos del país para informar a la gente.

En abril, se juntaron para lanzar Daan Corona, que significa «Derrotar al coronavirus» en wolof, el idioma local.

En la canción, el famoso músico senegalés Youssou Ndour pide a la gente que se quede en casa y se lave las manos.

También hay coloridos murales en la universidad más antigua de Senegal que muestra a los estudiantes las técnicas adecuadas para evitar la transmisión del coronavirus.

En algunas áreas se instalaron lavabos públicos para que la población pueda lavarse las manos.

En los primeros días de la pandemia, se implementaron otras medidas preventivas, incluida la declaración del estado de emergencia, el cierre total de las escuelas y un toque de queda nocturno.

Los restaurantes, supermercados y bancos se apresuraron a introducir controles de temperatura en sus entradas.

Mural en Dakar de un hombre tosiendo en su codo.
Pie de foto. Murales en Dakar muestran los métodos para evitar la propagación del virus.
Lavabos públicos en Dakar.
Pie de foto. Los lavabos públicos se ven en varias calles de Dakar para que la gente pueda lavarse las manos.

Si bien algunas de esas medidas fueron levantadas, en las calles de Dakar las mascarillas siguen siendo obligatorias, una regla que se introdujo ya en abril.

Hoy en día, las 14 regiones de Senegal están equipadas para tratar a pacientes con coronavirus.

En la sala para los enfermos graves de coronavirus del Hospital Fann de Dakar, Oumar Kane monitorea a su último paciente con coronavirus que depende de un respirador.

El hombre de 58 años ha sido tratado allí durante poco más de una semana, y es diabético.

Para minimizar el contacto, las cámaras de la sala se conectan a una pantalla fuera.

Anuncio de la hermandad musulmana Mouride en el que le pide a la población que use mascarillas.
Pie de foto. La popular hermandad musulmana Mouride le pide a la población que use mascarillas.

Pero en marzo, cuando los casos en Senegal comenzaron a aumentar, el doctor Kane recuerda una situación muy diferente.

«El problema era que solo teníamos 10 camas con respiradores y había momentos en que recibíamos llamadas pidiendo una cama pero no podíamos recibir al paciente», recuerda.

«Esa demanda continuó durante unas tres semanas, hasta que se equiparon otros hospitales».

El número de casos diarios registrados ha ido disminuyendo desde mediados de agosto.

Senegal, que tiene una población de 16 millones de personas, solo había registrado hasta esta semana 15.000 casos positivos y poco más de 300 muertes.

Su estrategia para contener el virus se ha adaptado y muchos pacientes con síntomas leves ahora son tratados en casa, con personal médico monitoreando su estado de forma remota desde el hospital y entregando medicamentos.

El desafío de la peregrinación musulmana

Cuando los vuelos internacionales reabrieron en julio, existía la preocupación de que hubiera un aumento en los casos.

Senegal, como muchos otros países africanos, ha pedido a los visitantes que presenten una prueba negativa fechada no más de una semana antes del viaje.

A su llegada, se toma la temperatura de los pasajeros.

 

En la tumba del fundador de la hermandad Mouride se suelen concentrar grandes concentraciones durante la peregrinación de Grand Magal.
Pie de foto. En la tumba del fundador de la hermandad Mouride se suelen concentrar grandes concentraciones durante la peregrinación de Grand Magal.

Estas medidas parecen haber funcionado, como muestra el bajo número de casos importados.

Se espera que esta semana cuatro millones de personas asistan a la fiesta anual más grande del país, el Grand Magal de Touba.

Es una peregrinación histórica a Touba, que se encuentra a 190 km al este de Dakar y es el hogar espiritual de la hermandad musulmana Mouride.

Los peregrinos hacen cola durante horas en las calles de la ciudad para llegar a la Gran Mezquita y al mausoleo del fundador de la hermandad.

Si bien los carteles alrededor de la capital muestran al líder de la comunidad pidiendo a sus seguidores que usen mascarillas, reunir a un número tan grande de fieles en un solo lugar será una prueba crucial cuando el país busca mantener el progreso logrado.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54436248

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Senegal: ‘Koronaawiris’, o cómo luchar contra la pandemia en lengua wolof

África/Senegal/07 Mayo 2020/elpais.com

Un grupo de estudiantes, profesores, activistas y profesionales de Senegal han compuesto y lanzado esta original campaña de sensibilización como arma frente a la covid-19

«¿Y si en vez de jugar un partido de fútbol aprovechas esta crisis para mejorar tu control del balón? ¿Y si en lugar de dar la mano a tu vecino, te la llevas al corazón y le dejas ver lo importante que es para ti su salud?». Estas son frases de la campaña Koronaawiris (coronavirus en idioma wolof, hablado en Senegal y Gambia), diseñada por el Grupo de Acción y el Estudio Crítico (GAEC), un colectivo formado por alumnos, profesores, investigadores, vecinos, pensadores, artistas, activistas y profesionales senegaleses, entre ellos, el antropólogo Abdourahmane Seck, como arma frente a la covid-19.

“Cuando a principios de marzo el Gobierno de Senegal comenzó a explicar los hábitos necesarios para luchar contra el coronavirus en el país, nos pusimos manos a la obra para adaptar los mensajes a nuestra realidad. La premisa fue evitar las prohibiciones: queríamos dar alternativas viables y seguras que la población pudiera adoptar sin frustrarse”. El que lo explica es Bruno Faye, estudiante de Ciencias Sociales de la Universidad Gaston Berger (UGB) de Saint Louis quien, junto a un grupo de otras nueve personas, se ha lanzado a montar una estrategia de comunicación contra la covid-19.

El equipo de GAEC se puso manos a la obra y analizó las recomendaciones de instituciones de referencia como la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Se quiso ir más allá de las consignas universales: el ajuste de mensajes globales a las situaciones particulares son clave para que las campañas de salud pública hagan mella y la adaptación de los consejos y recomendaciones al contexto senegalés era vital para nosotros”, explica la traductora Alba Rodríguez-García, profesora de la UGB y otra de las impulsoras de esta iniciativa.

‘Koronaawiris’, o cómo luchar contra la pandemia en lengua wolofampliar foto
LUSMORE DAUDA

Tras las consignas estatales de suspensión de toda actividad pedagógica universitaria, el grupo se dispersó y, desde sus diferentes lugares de residencia, estudiaron los comportamientos de sus vecinos para ver “cómo podría hacer la ciudadanía para apropiarse de la nueva situación”, comenta Bruno Faye desde su Diourbel natal. Las claves fueron: reflejar a la juventud (la edad media nacional es 19 años), así como la cotidianidad, los hábitos culturales y los mecanismos de cohesión social.

Los materiales se hicieron en la lengua vernácula mayoritaria en Senegal, el wolof, extendida oralmente pero cuya codificación escrita plantea problemas para sus hablantes, al no estudiarse en la escuela. A juicio del colectivo, esta era una buena ocasión para “exponer a la gente a su escritura, a su descifrado, a un juego de lectura y de descubrimiento, que por otra parte afianzara la confianza en su lengua para transmitir tantos o más mensajes que cualquier otro idioma colonial, y con capacidades de sobra para ello”, apunta Rodríguez-García. Además, un equipo de traductores trabaja ya para poder difundir la campaña en lenguas bambara, en seereer, en jóola, en fon…

Boxear contra la pandemia

Recurrir al componente artístico para sensibilizar o apropiarse de las recomendaciones existentes para hacerlas atractivas y comprensibles a la población son algunas de las iniciativas que se han ido multiplicando en las últimas semanas en torno a la pandemia. El street art, las acciones musicales, las propuestas de diseñadores, y tantas otras expresiones artísticas senegalesas han atravesado el país en estas semanas y han servido para completar los esfuerzos múltiples que se están llevando a cabo a nivel institucional en la lucha contra el virus.

Para el GAEC este elemento fue clave en su reflexión sobre la apropiación de los mensajes y para ello contaron con el ilustrador Lusmore Dauda, que vive en Senegal, y con la artista gráfica canaria Elisa Armas. “El proceso creativo se basó en simplificar mucho las imágenes para que fuesen altamente comprensibles, basadas en hechos como toser o estornudar, y no conceptos. Pretender aplicar el confinamiento a la población senegalesa es complicado”, explica Dauda. «El 80% de la gente vive al día y necesita la calle para buscar sustento, solo aquellas familias bien situadas económicamente podrían respetar esa medida», completa.

La única licencia que se dio el ilustrador, quien trabaja también bajo el nombre de Daud, fue transformar unos guantes de boxeo en protecciones sanitarias, haciendo el símil de luchar contra el virus, sabiendo que en Saint Louis la referencia visual al boxeo está muy asimilada, al ser de allí el primer campeón de boxeo africano, Battling Siki.

‘Koronaawiris’, o cómo luchar contra la pandemia en lengua wolofampliar foto
LUSMORE DAUDA

El saber africano

Además de la campaña visual, el colectivo ha puesto en marcha una segunda herramienta a disposición de las poblaciones: el blog covid-19 que pretende establecer un diálogo entre las comunidades africanas y las instituciones académicas, así como con la diáspora en todo el mundo. “Se trata de una acción pedagógica tridimensional que nos permite informar, concienciar y reflexionar críticamente sobre la época del coronavirus”, asegura Abdourahmane Seck. En él se pueden encontrar tres tipos de contenidos: información, incluyendo los documentos del ministerio senegalés, pero también los de la actualidad de otros países africanos o debates internacionales; tutoriales, en donde se encuentran explicaciones sobre diferentes cuestiones prácticas, con atención especial a colectivos vulnerables (sensibilización en lengua de signos, vídeos educativos para niños y niñas, consejos para las embarazadas y lactantes, etcétera) y un espacio de opiniones y análisis.

“Este apartado es nuestro valor añadido respecto a otras iniciativas puestas en marcha y a la cantidad de información que corre por las redes sociales”, explica Bruno Faye. “Se trata de un aporte militante, donde visibilizamos contribuciones provenientes de países y posiciones diversas, desde humanistas senegaleses como Boubacar Boris Diop, hasta filósofos surcoreanos, pasando por intelectuales sudafricanos, políticos… Queremos animar un debate crítico y capitalizar puntos de vista importantes en donde los saberes producidos en África tengan un lugar importante”.

En estos tiempos de prohibición de la reunión, ese espacio comunitario que permitía al colectivo recoger e integrar saberes ciudadanos, la bitácora invita abiertamente a contribuciones externas, en un intento de llevar al espacio virtual su entendimiento de coproducción del saber común. “De todas formas, esperamos seguir con esta iniciativa cuando se levanten las restricciones y entonces sí nos acercaremos a la gente para seguir aprendiendo de lo que nos deja esta pandemia”, asegura Faye.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/04/planeta_futuro/1588583253_415044.html

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COVID 19: how Senegal intends to ensure #LearningNeverStops

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By Rokhaya Fall Diawara and Tidiane Sall, UNESCO

The spread of COVID-19 is a growing worry for Africa. Among the 47 African countries that have closed their schools and universities to more than 280 million African children, 10 have not yet identified a single case of the virus. These closures will hold back education even further on a continent where already more than 200 million children and adolescents were not learning. The government of Senegal closed its schools on March 16 – one of the first to do so on the continent. What measures have been taken to ensure that learning doesn’t stop?

Following school closures in Senegal, the Minister of Education recognized openly that there were limits to the response plan envisaged by the State. This emergency plan takes place in a school context characterized by teachers who do not have enough teaching hours to cover the curriculum and already weakened by repeated strikes in recent years. The idea was to to start with something and then work towards a more efficient model.

A plan based on a strategic partnership

The Ministry of National Education (MEN) has developed a response plan consistent with the national strategy led by the Ministry of Health and Social Action. This plan covers not only the period of the pandemic, but also looks at the idea of revising the school calendar in its aftermath and assesses different ways of evaluating learning.

Monitoring this plan will happen by a Monitoring Committee, chaired by the Minister of National Education. The Executive Secretary is the Head of the School Medical Control Division sitting on the National Response Unit fighting against the virus. Its members also include the directors and heads of national MEN departments, representatives of parents’ organizations, teachers’ unions, associations of Daaras (Koranic schools) and students.

What options for continuing learning?

The Online Resource Platform – an option with limitations

The main tool deployed by the government is a platform that will make teaching and learning resources available online. In its first phase, this platform will collect and classify digital resources. In its second phase it will be opened up to teachers, learners and parents. The MEN has created an online space on its website, “Learn at home“, inspired by that in France “My class at home“.

In a country that sits at place 132 on the ICT Development Index, it will be difficult to see this paying off. The first drawback is that it not equitable. While 116% were found to have mobile access in 2016, the cost of using such platforms remains too high for many : 31% of the population lives on less than $ 1.90 in purchasing power parity. In short, less than 20% of senior students have access to these resources online.

The second drawback is that the content offered is not sufficiently well aligned with teaching and learning standards. The resources are static; they offer no possibility of interactivity.

The third drawback is that the presentation of the resources could be improved. They are not grouped by type of educational need. Resources are mixed up, ranging from self-directed and auto-corrected learning content to exam tests and their answers.

Learning through television – an intermediate option

To limit the disadvantages suffered by those who do not have access to digital resources, MEN has put a lot of weight on the use of radio and television, which reach 75% of the population, according to the CNRA in 2018. Thus was born a strategic collaboration between MEN and the Ministry of Communication with its technical wings, Radio and Television of Senegal (RTS) and Television of Senegal TDS-SA.

The programs being proposed fall under the responsibility of the Radio and Television School Division (DRTS) within the Ministry of Education, its technical arm, which has 20 years of experience in the media sector. These programs will be repeated across its television partners, RTS regional TV and radio stations, on community radio, as well as all the websites of the various stations.

The Virtual University of Senegal (UVS), which supports thousands of students with not only teaching and learning materials but also with assessments, is a melting pot of experience that the MEN is using as well as the technological wing within the Information and Management System of the Ministry of National Education (SIMEN).

Private television stations are also supporting with programs such as “Salle des Profs” on TFM and “e-school” on the E-TV channel, among others.

The first challenge with this option is getting it working in time and to find suitable technical means and audiovisual equipment. In addition, it requires rapidly finding qualified teachers who can provide distance training. A specific challenge is to script the courses and communicate on the programme schedule, as well as quality assure the programs on offer: image quality, approach, style, visibility and legibility must all be up to standard.

What are the most urgent needs?

Senegal is showing a clear desire to take the first steps towards educational resilience in the face of this crisis. In the case of the solutions proposed, it is urgent to examine a) the need to give teachers more professional training in distance education; b) how to extend strategic partnerships such as that with RTS to telephone companies, for example, to overcome the thorny question of connection and data; c) how to equip the DRTS and acquire ICT materials to support learners and teachers; and d) how to create real digital platforms capable of meeting the challenge of home learning.

UNESCO has just launched the Global Coalition for Education facing COVID-19. Several agencies, private companies, philanthropists and countries are members. UNESCO has already started supporting Senegal in the development of its action plan and especially in mobilising resources for its implementation. Interesting projects on teacher training to provide quality distance education for students in emergencies are also under consideration. Nothing is guaranteed in an unexpected crisis such as this, but the will to find solutions, as we can clearly see in Senegal, constitutes an opportunity for real multilateral support, which UNESCO intends to respond to.

Fuente: https://gemreportunesco.wordpress.com/

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Nacer y existir (o no) en los papeles

Por: Alejandra Agudo

Miles de niños en Senegal carecen de documentos que demuestren su existencia. Esto supone que no puedan cursar la educación secundaria, entre otras trabas. Un proyecto de Cáritas ayuda a evitarlo

Hace unos meses, las plegarias de Sire Dia, recibieron respuesta. Este maestro y director de una pequeña escuela en Ndiebeen Gandiol, un pueblo en la región de Saint Louis (Senegal), llevaba años viendo cómo la mayoría de sus alumnos de primaria no podían acceder a la secundaria. El motivo: carecían de documentos de identidad. No existían. Al menos, no oficialmente… hasta ahora. Un equipo de Cáritas se puso en contacto con su centro para identificar los casos de niños indocumentados y comenzar los trámites legales para acabar con esa situación.

«Era muy doloroso», recuerda el profesor. Los niños que completaban la primera etapa educativa, en torno a los 12 años, veían su esfuerzo tirado por los suelos. Solo en su centro, este curso detectaron que de 139 alumnos, 106 no estaban registrados. Fue cuando Cáritas contactó con Dia para hacer un recuento, convocar a los padres con sus documentos y comenzar el proceso de registro.

«No tenemos datos recientes de todos los niños sin registrar en el país, pero sí de los que hemos ayudado. Los que llegan de la inspección regional de educación, de niños que estaban el año pasado en la escuela sin papeles. Encontramos 2.262; y este 2019 hemos atendido 3.449 casos», explica Agnes Seck, responsable de proyecto en Saint Louis. Según estadísticas de la ONG, en el departamento de nombre homónimo que la región tan solo el 38% de los alumnos de primaria están inscritos en el registro civil. Los últimos cálculos oficiales de la Agencia Nacional de Estadística, publicados en 2015 con encuestas de 2013, el 17,6% de los habitantes de la región no tenía certificado de nacimiento, una cifra por debajo de la media nacional (20,3%).

Casi siempre por desconocimiento, muchos padres no saben ni creen que sea necesario inscribir a sus hijos en el registro civil al nacer. Otros viven muy lejos de las oficinas administrativas, son agricultores nómadas o pescadores que pasan muchos meses fuera del hogar. «Al dar a luz, a las mujeres les dan un papel, pero esa no es la cédula de identidad. Las matronas les tienen que decir que vayan al registro», apunta Seck. Pasado un año, si no han realizado este trámite gratuito, tienen que acudir a instancias judiciales y pagar 4.900 francos centroafricanos (7,50 euros). Una cantidad que la mayoría no se puede permitir. Menos si tienen varios críos en la misma situación.

«Esos niños crecen sin papeles. La consecuencia es que, dese 2004, el Estado permite a los maestros recibir alumnos sin documentos de identidad durante la primaria, que dura seis años; y cuando acaban, si no los tienen no pueden acudir a la enseñanza media y lo que han estudiado hasta entonces no les sirve de nada, tienen que dejar su educación», resume Seck. La sanidad pública es universal, continúa la especialista, pero no es el caso si no están registrados. De adultos, tampoco podrán votar, ni obtener un pasaporte para viajar, entre otras trabas. «Jurídicamente, no tienen nombre ni nacionalidad», destacan desde la organización.

Impulsada con fondos propios y del Gobierno de Canarias, la actividad principal del proyecto de Cáritas es la sensibilización y comunicación directamente en los pueblos. «Y la puerta de entrada son las escuelas. La organización hace la petición al centro, y vienen también personas del registro civil que conocen todo el proceso. Cuando llegamos, ya el director de la escuela tiene identificados a los alumnos sin papeles y hace ir a sus padres», detalla Seck. Es lo que llaman charlas y han realizado 68 en cada una de las dos fases del programa, que cuentan con 125.000 euros de presupuesto repectivamente, una cantidad que aporta la oficina española de la ONG.

Según estadísticas de Cáritas, en el departamento de Saint Louis tan solo el 38% de los alumnos de primaria están inscritos en el registro civil

Uno de los problemas que enfrentan es que a menudo los progenitores, incluso los abuelos, también carecen de documentación. Por lo que primero hay que registrares a ellos y después a los niños. Para evitar fraudes, se pide la presencia de testigos —el imán, el jefe del pueblo, el profesor— que atestigüen que el niño es de esos padres. La ONG se encarga de todo lo demás, también de los costes.

El complejo trámite funciona así: como los maestros saben qué casos tienen, hacen un censo y se lo manda al equipo de Cáritas. Ellos se lo envían al tribunal, que gestiona los papeles y se los remite al Ayuntamiento para que la gente esté registrada. Después el consistorio hace llegar los papeles a Cáritas. La organización se los da a la inspección educativa departamental que los distribuye a cada escuela en los diferentes pueblos. Allí, los padres pueden recoger sus documentos y los de sus hijos.

A una de esas charlas fue convocado Ndake Diop, padre de seis —cinco chicos y una chica— de sus dos mujeres. «Un día, nos llamó el director para hablarnos de que Cáritas ayudaba a la gente para obtener papeles». Acudió a la cita con las madres, pero tampoco ellos tenían documentación. «No sabía que tenía que declarar a mis hijos. Yo no he ido a la escuela y no tenía a nadie cerca que me lo explicase», justifica este pescador y agricultor. Un tiempo después, sin coste alguno, todos recibieron sus carnets de identidad.

«Ahora, alabado sea Dios, este problema ya no existe», celebra Diop mientras se deshace en agradecimientos hacia la ONG. Algunos de sus hijos habían tenido que abandonar el colegio porque no estaban inscritos. «Eran niños brillantes en la escuela y la tuvieron que dejar. Perdieron un año y al siguiente, cuando ya habíamos conseguido sus documentos, regresaron. Pero estaban desmotivados por lo que les había pasado», rememora. «Cáritas está resolviendo este problema. Nos están quitando pena», zanja. Él mismo se ha convertido en embajador de la causa: «A todos mis amigos, cuando tienen hijos, les digo que lo tienen que hacer».

Además de las charlas en las escuelas, en cada fase de proyecto, se organizan cuatro sesiones de sensibilización más generales en las que se convoca a todo el pueblo. Basta un escenario en la plaza, un equipo de música y sillas de plástico, y la gente empieza a acudir atraída por el movimiento. En Mouit han asistido más de un centenar de personas a las que se les explica la importancia de hacer existir a sus niños. «La satisfacción es que cada vez que pasamos por un pueblo, al día siguiente el Ayuntamiento nos llama para decir que la gente está inscribiendo a sus hijos», asegura orgullosa Seck.

Para expandir el mensaje están los talleres de capacitación de líderes de las comunidades y que continúen la actividad de sensibilización. El siguiente objetivo es conseguir que los padres inscriban a los niños al menos en el primer año de vida e idealmente en los primeros 45 días.

«Ahora, como comunidad podemos dormir tranquilos», zanja Dia, que ya no impartirá clases a alumnos que después tendrán que abandonarlas por no tener una identidad.

Nacer para existir

Antes de cualquier trámite burocrático es imprescindible que se produzca el más importante: venir al mundo. En la calle principal del barrio de pescadores de Guet Ndar, en la ciudad de Saint Louis, la capital regional, un cartel descolorido señaliza una clínica que hace más de una década fue financiada por la Cooperación Española. El logo apenas se aprecia, pero está. Ahora, ya sin dicho apoyo, este centro público se sostiene con donaciones de los vecinos y la venta de medicamentos, según explica el responsable de la botica, Abdu Fall.

De aspecto decrépito, con la mejor higiene posible pero insuficiente a simple vista, ahí es donde van las futuras madres a los controles prenatales y a parir cuando llega el momento. La matrona Maimuna Sen trabaja aquí desde hace cinco años. Sin salario, remarca. «El personal somos gente benévola, vivimos de lo que nos da la gente», asegura cansada. La noche anterior, atendieron cinco partos. «Hay problemas de materiales y de medicamentos. Algunos nos los da el distrito sanitario, pero a veces faltan y si lo tuviéramos sería mejor. Para que cada mujer que venga, tenga acceso a ellos», relata.

Según los datos de la Agencia Nacional de Estadística hay carencia de personal cualificado. En 2016, había en la región un médico para 11.045 habitantes —en lugar de uno por cada 10.000 como indica la OMS— y una enfermera para 5.585 habitantes —en vez de una por cada 3.000—. Sin embargo, en lo que respecta a parteras, tienen buena cobertura: una por cada 1.858 habitantes en la región, muy por encima de una por cada 6.000 que recomienda la organización de la ONU.

Preguntada por las muertes maternas y de bebés durante el parto debido a esa falta de medicamentos, además de la evidente falta de higiene e instrumental, Sen asegura que no hay. «Cuando surgen complicaciones, las derivamos al hospital», apunta. Por ser atendidas, las madres no tienen que pagar nada, solo por las medicinas. No es así en la clínica privada en la que trabaja Ndeye Khady Khalil Diallo, donde es la matrona jefe. Allí, las mujeres son atendidas por un ginecólogo apoyado por el equipo de Khalil.

«Las complicaciones a nivel médico se dan en todo tipo de estructura, pública y privada, pero en esta última hay un mejor control y tomamos todas las medidas para que estén bien atendidas. Tenemos cuidado de no cometer errores porque puede destrozar la reputación de la clínica», opina. En un hospital, dice, las mujeres pagan 30.000 francos al dar a luz (alrededor de 46 euros), en el centro que ella trabaja, entre 200.000 (300 euros) y 300.000 (460 euros). «El parto en casa hoy es muy raro», anota.

Para hacer sus sueños realidad, Khalil necesita más formación.»Me encanta ayudar a las personas. Estoy feliz de mi trabajo, pero no quiero ser matrona toda la vida, sino hacer un máster en obstetricia, diploma en ecografía, tener conocimientos de nutrición y puericultura para trabajar en una ONG, e incluso abrir una clínica propia», detalla.

En definitiva, toda la información posible, más recursos y mayores conocimientos son útiles y necesarios para nacer y existir en Saint Louis.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/11/05/planeta_futuro/1572948424_150718.html

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