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Global Partnership for Education Grants US$5.6 million for Quality Education for Children in the Puntland State of Somalia

Somalia/October 24, 2017/Source: education.einnews.com

The Global Partnership for Education (GPE) is pleased to announce a US$5.6 million grant for Puntland. The grant will be implemented by the Puntland Ministry of Education to address the north-eastern state’s wide ranging education needs and challenges. UNICEF is the grant agent, and the European Union is the coordinating agency for the GPE across Somalia.

The grant will focus on strengthening the Ministry of Education through capacity building and technical support to provide effective and efficient services to the most marginalized children in Puntland. It aims at strengthening the quality of teaching and learning through teacher training, producing much needed learning materials, and addressing financial barriers to access education with scholarships.

“The support from the Global Partnership for Education is highly appreciated by Puntland,” said Puntland’s Minister of Education and Higher Education, Professor Abshir Aw-Yusuf Isse. “It will help us realize our vision of a quality education system that guarantees and fosters success for learners regardless of their abilities, and responds to and recognizes the potential of all learners, enabling them to make fulfilling life choices.”

The grant will support 2,650 children from the poorest households, thereby helping families.

«This key investment in educating children in Puntland is critical for their future wellbeing and for building a prosperous and peaceful Somalia,” said Steven Lauwerier,
UNICEF Representative in Somalia. “There is a huge demand for education. Families know how important it is and we are moving forward with building on our positive partnership with the Puntland Ministry of Education.”

In recent years, primary school enrollments have increased, but with larger numbers of children entering school and limited capacities in the school system to absorb all children, more needs to be done to ensure every child gets a quality education. In Puntland there are still some 200,000 children not in school, and who need to be reached.

“GPE’s work in Somalia and Puntland focuses on strengthening their capacity to improve equity and access to quality education, and improving teaching and learning,” said Alice Albright, Chief Executive Officer of the Global Partnership for Education. “This grant will help thousands of children in Puntland go to school, stay in school and learn with qualified teachers.”

Somalia has been a Global Partnership for Education partner since 2012. Since then a total of US$14.5 million was allocated to Somalia for 2013 to 2016. The current GPE funding for Somalia is almost US$33 million for the entire country, with US$ 9.6 million for Somaliland, US$ 5.6 million for Puntland and US$ 17.9 million for the Federal Government.

About The Global Partnership for Education

The Global Partnership for Education (GPE) works with developing countries to ensure that every child receives a quality basic education, prioritizing the poorest, the most vulnerable and those living in countries affected by fragility or conflict. GPE mobilizes financing for education and supports developing countries to build effective education systems founded on evidence-based planning and policies. Its partners include developing countries, multilateral organizations, donors, the private sector, teachers, civil society/NGOs, and private foundations.

For more information visit www.globalpartnership.org and follow us on Facebook,
Twitter and Instagram

Media contact; Alexandra Humme, +1 202 458 5511; ahumme@globalpartnership.org

About the Ministry of Education and Higher Education for Puntland

The Ministry of Education and Higher Education for Puntland, is responsible for all matters pertaining to the development and delivery of education services. This includes policies on education, curriculum development, and national examinations at all levels of education, certification, supervision of schools and all educational institutions, monitoring and evaluation. This is in line with Puntland’s national development plans, which the Education Sector Strategic Plan, is aligned to and contributes to.

For more information about MoEHE and its work visit: www.moepuntland.com

About UNICEF

UNICEF works in more than 190 countries and territories to help children survive and thrive, from early childhood through adolescence. The world’s largest provider of vaccines for developing countries, UNICEF supports child health and nutrition, good water and sanitation, quality basic education for all boys and girls, and the protection of children from violence, exploitation, and AIDS. UNICEF is funded entirely by the voluntary contributions of individuals, businesses, foundations and governments. For more information about UNICEF and its work visit: www.unicef.org

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For more information, please contact:

Susannah Price, UNICEF Somalia, +254 722 719867, sprice@unicef.org

Source:

education.einnews.com/article/411288318/qgyXaAxuNj1D_Mx4?lcf=eG8zt30RHq4WcGF5PkFdHg%3D%3D

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Afganistán: Las ONG piden el fin de los ataques a los trabajadores humanitarios

Afganistán/21 de Agosto de 2017/Telemadrid

Las ONG han pedido hoy, en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el fin de los ataques contra los trabajadores humanitarios en conflictos, catástrofes y crisis.

Médicos del Mundo precisa que, en el primer semestre de este año, 62 miembros del colectivo sanitario han sido asesinados, han desaparecido, han resultado heridos o han sido asaltados en trece países como Siria, Pakistán, Afganistán, El Salvador, Ucrania, México o Nigeria.

«No solo queremos denunciar lo que se incumple, sino también proponer caminos alternativos a través de nuestra experiencia, como el refuerzo de los sistemas preventivos de seguridad», señala el presidente de Médicos del Mundo en España, José Félix Hoyo.

Desde su punto de vista, «el personal sanitario local debe estar amparado por el mismo sistema de protección que los equipos internacionales».

Médicos del Mundo ha puesto en marcha una campaña consistente en distorsionar su logotipo para mostrar que aquello en lo que no quiere convertirse: «Objetivos del Mundo».

«Las instalaciones sanitarias deben ser protegidas y, en ningún caso, atacadas deliberadamente. Hoy en día, el derecho humanitario no se respeta en absoluto: curar no debe ser considerado como un acto de guerra», indica la vocal de Programas Internacionales de Médicos del Mundo, Iria Galván.

Desde Acción contra el Hambre, su director general, Olivier Longué, subraya que los países donde los trabajadores humanitarios están más amenazados por la violencia y los ataques son los que necesitan ayuda humanitaria de manera más urgente.

«En 2016, cinco países afectados por conflictos concentraron la mayor parte de los principales ataques contra actores humanitarios, Afganistán, Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen, zonas de guerra donde el derecho internacional humanitario ha quedado relegado», resalta Longué.

De Afganistán a Ucrania, de Nigeria a Yemen, de Sudán del Sur a Siria, «a pesar de los riesgos por falta de seguridad en estos países, nuestros equipos se han movilizado para desplegar la respuesta humanitaria necesaria», precisa Longué.

Acción contra el Hambre no solo pide el fin de estos conflictos, sino el respeto del derecho internacional humanitario para que las personas tengan acceso a los servicios básicos mínimos para tener una vida digna.

World Vision se ha unido a la campaña «No son un objetivo» para invitar a los líderes mundiales a garantizar la protección de civiles y trabajadores humanitarios.

Esta entidad pone de relieve el valor de los trabajadores humanitarios y reclama el fin de la violencia contra los niños, así como de la destrucción intencionada de los servicios médicos y educativos.

El Programa Mundial de Alimentos, la mayor agencia humanitaria que lucha contra el hambre en el mundo, expresa su apoyo a las personas que se encuentran atrapadas en conflictos y rinde homenaje a los trabajadores humanitarios que se preocupan por ellas.

Destaca el compromiso de los que trabajan para aliviar el sufrimiento y cubrir las necesidades de los más vulnerables en todos los rincones del mundo, con frecuencia, poniendo en peligro su propia seguridad.

 Fuente: http://www.telemadrid.es/noticias/sociedad/noticia/las-ong-piden-el-fin-de-los-ataques-los-trabajadores-humanitarios
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ONU advierte del riesgo de hambruna en cuatro países

10 agosto 2017/Fuente: El Tiempo

Según la organización, 20 millones de personas son afectadas por esta crisis humanitaria.

La hambruna amenaza a más de 20 millones de personas en Yemen, Somalia, Sudán del Sur y el noreste de Nigeria, advirtió este miércoles el Consejo de Seguridad de la ONU, que vinculó el problema con los conflictos armados en marcha en esos países.

 «El Consejo de Seguridad deplora el devastador impacto que genera sobre los civiles los conflictos armados en marcha y la violencia», destaca una declaración del presidente de esta instancia, adoptada por consenso por sus 15 miembros.

El texto enfatiza que la violencia actual dificulta «una respuesta humanitaria efectiva a corto, mediano y largo plazo, y en consecuencia es también una de las causas principales de hambre» en esos países.

Producto de una iniciativa sueca, la declaración requirió una fuerte negociación previa pues con ella las Naciones Unidas establece por primera vez un vínculo formal entre la existencia de conflictos y el hambre.

Fuente: http://www.eltiempo.com/mundo/africa/onu-advierte-de-hambruna-en-el-mundo-118002

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Fuerza africana devuelve universidad al estado somalí

África/Somalia/15 Julio 2017/Fuente: Prensa Latina

El gobierno somalí recuperó hoy los edificios de la Universidad Nacional, hasta ahora empleados como base de la Misión de la Unión Africana para este país (Amisom, acrónimo inglés) desde hace una década.
Como gobierno priorizamos la seguridad, el desarrollo económico y, más importante, la educación, porque consideramos es el ancla para el desarrollo sostenible, dijo el ministro de esa esfera Abdirahman Dahir Osman en la ceremonia de entrega del plantel.

La recuperación de la Universidad Nacional es un símbolo del renacimiento de Somalia, añadió.

De su lado, el jefe del contingente, embajador Francisco Caetano Madeira, confirmó que el plantel, cuyos edificios e instalaciones sufrieron grandes daños durante la estancia de los militares, recomenzará sus funciones tan pronto las autoridades lo estimen pertinente.

La Amisom es un contingente multinacional integrado por 11 países africanos, cuenta con más de 16 mil 500 elementos y su tarea es combatir a los grupos armados terroristas que han convertido a Somalia en un estado fallido en el cual proliferan, además, las bandas de piratas.

Entre los proveedores de soldados al contingente aparece Kenya, un país del Cuerno de Africa al igual que Somalia, en cuyo territorio miembros del grupo terrorista Al Shabab realizan frecuentes ataques armados y atentados como represalia.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=100424&SEO=fuerza-africana-devuelve-universidad-al-estado-somali

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Matrimonio forzado, trabajo infantil y guerra: la infancia robada de 700 millones de niños en el mundo

Por: Icíar Gutiérrez

Uno de cada cuatro menores en el mundo «no puede disfrutar de su infancia» por el matrimonio precoz, el trabajo infantil o el desplazamiento forzoso, denuncia Save The Children

«Cuando mi padre decidió casarme, me rompió el corazón. Nadie me preguntó ni se preocupó», relata una menor afgana obligada a contraer matrimonio.

Ahlam, Kamal, Majerah, Tawa, Yassira, Juan y Saida son niños que han dejado «demasiado pronto» de ser niños. El matrimonio forzado, el trabajo infantil, el hambre, los embarazos precoces, el abandono de la escuela o la violencia truncan cada año la infancia de muchos menores en el mundo, según el informe Infancias robadas elaborado por Save The Children.

En el estudio, la organización analiza cómo estos factores han creado «una crisis global para la infancia de enormes proporciones». A pesar de los avances, las cifras aún se cuentan por millones: s e estima que uno de cada cuatro niños en el mundo, al menos 700 millones, «no puede disfrutar» de su niñez por alguna de estas situaciones.

La causa última, casi siempre, es la misma: la pobreza. La investigación, que clasifica a 172 países en función del impacto de estos factores en la infancia, revela la brecha existente entre los países ricos y los países empobrecidos e n un ranking encabezado por Noruega y con Níger en el último puesto. 

Ahlam, desplazada en Irak

La historia de Ahlam es la de dos huidas. La primera, cuando el ISIS tomó el control su ciudad, Baiji, al norte de Irak. La segunda, cuando el grupo terrorista llegó dos años después a Hawija, de donde tuvo que volver a escapar junto a su familia. «Caminamos siete horas durante la noche por las montañas. Íbamos por la carretera y se producían explosiones. Había minas que explotaban. Las vimos», recuerda Ahlam, de 12 años, en un testimonio recogido por Save The Children.

Ahora vive en un campo de desplazados en Qayyara, al sur de Mosul. «Allí dejé mis juguetes, mi escuela… Lo tenía todo. Aquí no tengo juguetes. Prefiero volver a casa. Hace mucho que no vemos nuestra casa. También tenía un columpio. Teníamos un televisor en casa. Solía ver dibujos animados», comenta la menor, que ahora cursa quinto curso y quiere ser «ingeniera o médica» de mayor.

Casi 17 millones de niños y niñas como Ahlam se convierten en desplazados en sus países. Otros 11 millones son refugiados y solicitantes de asilo. En total, uno de cada 80 niños ha abandonado su hogar. El informe denuncia que en «demasiados casos» los menores migrantes son detenidos, lo que tiene «unos efectos demoledores en su desarrollo».

Irak es uno de los países donde los niños «sufren más por los conflictos», según la ONG, junto a Siria, Sudán del Sur, Somalia, República Centroafricana, Colombia, Afganistán, Yemen, Sudán y Eritrea.

Kamal, forzado a trabajar en India

Kamal se vio obligado a abandonar la escuela a los 11 años debido a la pobreza. Su padre es adicto, y Kamal creció en un ambiente violento donde el abuso físico y verbal eran comunes.

Kamal se vio obligado a abandonar la escuela a los 11 años debido a la pobreza. Su padre es adicto, y Kamal creció en un ambiente violento donde el abuso físico y verbal eran comunes. NILESH NIKADE/SAVE THE CHILDREN

Empujado por la pobreza y forzado por sus padres, Kamal, de India, tuvo que dejar la escuela a los 11 años y ponerse a trabajar en un restaurante de carretera. Pasó dos años cocinando, limpiando y sirviendo mesas para ganar los únicos ingresos que entraban en su casa, 73 dólares al mes.

Tras varios obstáculos y la negativa de sus padres, Kamal pudo matricularse de nuevo en el colegio con el apoyo de una ONG local y Save The Children. Ahora tiene 14 años y ha empezado a ganar carreras de atletismo. «Yo trabajaba, nunca pensé que podría volver a estudiar o representar a mi distrito en competiciones deportivas», dice el adolescente.

Cerca de 168 millones de menores en el mundo son forzados a trabajar para mantener a sus familias, según la investigación. La mitad, 85 millones, lo hace con trabajos peligrosos como la pesca en aguas profundas, las fábricas textiles, la recogida de algodón, la minería o la construcción. Las tasas nacionales más altas de trabajo infantil se encuentran en países del África subsahariana como Camerún, (el 47% de los niños), Somalia (49%), Guinea-Bissau (51%), Benín (53%) y Malí (56%).

Majerah, obligada a casarse en Afganistán

El sueño de Majerah de convertirse en médica se «hizo añicos» cuando la obligaron a contraer matrimonio y abandonar sus estudios. Tenía 14 años. «Cuando mi padre decidió casarme, me rompió el corazón. Nadie me preguntó ni se preocupó», lamenta la joven, que vive con su marido, que es 10 años mayor que ella y «la ha golpeado en varias ocasiones».

También vive con su familia política, quienes «la tratan como a una esclava» y la menosprecian «porque no ha sido capaz de tener un hijo», según la ONG. «Ya no me siento viva. No se puede vivir sin esperanzas y sueños», lamenta Majerah, que ahora tiene 17 años.

El matrimonio precoz tiene «consecuencias devastadoras» para la vida de las niñas, según Save The Children, que calcula que 40 millones de menores de entre 15 y 19 años están casadas o viven en pareja. Cada año, cuatro millones de niñas menores de 15 años contraen matrimonio.

«Es un problema mundial que trasciende países, culturas, religiones y etnias», concluye la ONG. África subsahariana y Asia meridional presentan las mayores cifras con países como Sudán del Sur (40% de niñas de entre 15 y 19 años casadas) y Bangladesh (44%), aunque también varía por regiones en función de sus índices de pobreza.

Tawa, madre adolescente en Sierra Leona

Tawa *, de 17 años, se quedó embarazada de su hija Mary *, 10 meses, en el final del brote de Ebola.
Tawa *, de 17 años, se quedó embarazada de su hija Mary *, 10 meses, en el final del brote de Ebola.MICHAEL DUFF/SAVE THE CHILDREN

Cuando el brote de ébola estaba llegando a su fin en Sierra Leona, Tawa se quedó embarazada de un joven con el que tuvo relaciones una sola vez. Al enterarse, el chico huyó a Liberia y Tawa no ha vuelto a saber nada de él. Durante el embarazo, tuvo que enfrentarse a los comentarios y las burlas de sus vecinos. Ahora tiene 17 años y una hija, Mary, de 10 meses.

«Estoy muy estresada, cuando mi hija se pone enferma, incluso me cuesta trabajo encontrar el dinero para llevarla al hospital. Es difícil hasta obtener alimento que darle», explica la joven.

Se estima que cada dos segundos, una menor da a luz en el mundo. Cada año, 17 millones de menores tienen un hijo. Un millón de ellas no llega a los 15 años. Las complicaciones en el embarazo y el parto son «la segunda causa de muerte» de la adolescentes en el mundo, alerta Save The Children. Siete países concentran la mitad de todos estos embarazos: Bangladesh, Brasil, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Nigeria y Estados Unidos.

Juan perdió a su primo en El Salvador

«Era como mi hermano». Así recuerda Juan, un salvadoreño de 13 años, a su primo, asesinado por las bandas el año pasado. «Llegué a casa y me encontré a mi hermano y a otra prima llorando. Sentí algo extraño, la cabeza me daba vueltas. Le pregunté a mi prima qué pasaba y no me respondió, seguía llorando. Me dijo ‘Le han matado’. Sentí que mi corazón se partía por la mitad», relata.

«He soñado con él tres veces. En el sueño me abraza y me dice que siempre estará conmigo. Hace la maleta, se da un baño y me dice que se va a hacer un largo viaje del que no volverá. Me desperté del sueño y quería compartir mi tristeza. Decidí que nunca me autolesionaría como hacen otros cuando tienen problemas, porque pienso que no es bueno» añade el menor, que recibe terapia psicológica de la ONG.

«Sufrir, presenciar o temer la violencia no debería formar parte del crecimiento», sentencia el estudio, que revela que más de 75.000 niños y niñas menores de 20 años fueron asesinados en 2015. El Salvador, forma parte de los cinco países con mayores tasas de homicidio infantil junto a Honduras, Venezuela, Colombia y Brasil.

Saida padece desnutrición en Yemen

Saida, que está recibiendo tratamiento en el hospital Al-Sabeen de Save the Children en Sana'a, tiene 18 años pero se parece más a una niña de ocho años.

Saida, que está recibiendo tratamiento en el hospital Al-Sabeen de Save the Children en Sana, tiene 18 años pero se parece más a una niña de ocho años. SAVE THE CHILDREN

Pasar hambre ha marcado para siempre la vida de Saida. Sufrió desnutrición de pequeña y, como consecuencia, tuvo retrasos en su crecimiento: no pudo desarrollar todo su potencial, ni mental y físico. A sus 18 años, Saida parece que tiene ocho. Según la ONG, aunque su alimentación mejoró, tras el estallido de la guerra en Yemen ha vuelto a caer en la desnutrición y está siendo tratada en Saná.

En Yemen, el 47% de los niños sufre retrasos en su crecimiento como consecuencia del hambre. Que un bebé no obtenga nutrientes suficientes durante sus primeros 1.000 días de vida es «en gran medida irreversible», según Save The Children, que denuncia que los niños que sufren estos retrasos –156 millones de menores de cinco años en total– «afrontan una vida de oportunidades perdidas en cuanto a educación y trabajo».

Yassira abandonó la escuela en Níger

Yassira, de 11 años, tuvo que dejar los estudios para ayudar económicamente a sus padres. Atrás dejó su escuela, y a sus amigos. «Ahora van por delante de mí. Me han dejado atrás», apunta la pequeña. Con el apoyo de la ONG, su madre se ha unido a un grupo de agricultoras y Yassira ha vuelto a la escuela en febrero. «Mi asignatura favorita es la lectura, cuando sea mayor quiero ser profesora», dice.

En África subsahariana las escuelas «suelen estar demasiado lejos y las familias son demasiado pobres como para sostener la educación de sus hijos», explica el informe. En el mundo, hay más de 263 millones de niños y niñas fuera del sistema educativo.

Amina perdió a dos hijos en Nigeria

En una aldea del noreste de Nigeria vive Amina, que ha perdido a dos de sus cuatro hijos por enfermedades «tratables» y «evitables», según la ONG. Su primer hijo, de seis meses, murió en 2009.

«No sé por qué murió, pero sufría diarrea severa y estaba muy desnutrido. No tenía ni idea de cómo ayudarle porque en nuestra aldea no hay centro médico, hospital o enfermería. Me sentí muy triste cuando murió. En segundo lugar tuve una niña, que hace cuatro años que murió», dice.

El estudio revela que cada día mueren 16.000 niños antes de cumplir cinco años por causas que se pueden «evitar» y «tratar» como los nacimientos prematuros, la neumonía, las complicaciones en el parto y la diarrea.

(*) Algunos de los nombres utilizados son ficticios para preservar la identidad de los menores.

Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/Historias-infancias-matrimonio-infantil-embarazo_0_651985176.html

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Un programa de alfabetización cambió la vida de una adolescente en Somalia.

“Desde que aprendí a leer y a escribir soy una persona diferente”, afirma Fardowsa Bile Abdullahi, de 17 años de edad, originaria de Mogadiscio, en Somalia. “Mi familia me confía sus negocios porque sé contar y efectuar transacciones comerciales gracias a los conocimientos adquiridos en el centro”.

Africa/Somalia/06.06.2017/Autor y Fuente: http://www.unesco.org

Fardowsa es una de las jóvenes que se beneficiaron de un proyecto de alfabetización y de competencias a lo largo de toda la vida financiado por Al Maktoum e implementado por la UNESCO en Somalia. Perdió a sus dos padres muy joven y vive actualmente con personas allegadas de su familia. Debido a los disturbios civiles y a las rivalidades enconadas entre diferentes clanes del país, Fardowsa no tuvo oportunidad de aprender y de acceder a la enseñanza durante su infancia. Sólo tenían acceso a la enseñanza básica algunas personas que disponían de los medios necesarios, ya que la mayor parte de las instituciones educativas eran privadas.

La inexistencia de un gobierno estable en el sur y en el centro de Somalia hacía imposible la prestación de servicios educativos para niños como Fardowsa. Gracias a amigos cercanos ella pudo enterarse de la posibilidad de realizar estudios en un centro educativo comunitario de Mogadiscio, con el respaldo de la Fundación Al Maktoum, de la UNESCO y del Ministerio de Educación. “Un día, mientras me dirigía hacia el mercado, un amigo me habló de esta oportunidad que ofrecía el Centro Nacional de Capacitación Comunitaria de Mujeres de Somalia. Me inscribí enseguida en los cursos de lectoescritura, cálculo e iniciativa empresarial de dicho centro”.

Fardowsa no da por sentado lo adquirido. Contempla el futuro con optimismo y quiere profundizar en sus estudios para mejorar su calidad de vida.

El nivel de alfabetización en Somalia

Somalia posee una de las tasas de escolarización de niños más bajas del mundo. Sus 4,4 millones de niños sin escolarizar constituyen aproximadamente la mitad de la población de un país que cuenta con 9,2 millones de personas. Sólo cuatro de cada diez niños están escolarizados. El país está lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible con miras a garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa como única vía para fomentar una educación normalizada de calidad en aras de la alfabetización y adquisición de las competencias necesarias a lo largo de toda la vida, lo que contribuye a mejorar el acceso a la educación y a la equidad en el ámbito de la alfabetización de dichos niños.

La cuestión de la seguridad en la capital, Mogadiscio, y en el resto del país, sigue siendo inestable y peligrosa. Los ataques terroristas, a menudo perpetradosmediante ataques suicidas, son frecuentes en toda Somalia. Por ello, para jóvenes como Fardowsa resulta difícil acceder a un centro educativo comunitario y asistir a los cursos.

“A pesar de los múltiples ataques y atentados que han ocurrido cerca de nuestro centro educativo comunitario seguiré cumpliendo mi sueño de completar mi educación y de obtener mis propios medios de subsistencia”. Fardowsa afirmó: “Estoy muy agradecida a la Fundación Al Maktoum, al Ministerio de Educación, a la UNESCO y al Centro Nacional de Mujeres de Somalia por haberme brindado esta segunda oportunidad”.

La UNESCO ha estado en la vanguardia de los esfuerzos mundiales de alfabetización desde 1946 al promover la visión de un mundo alfabetizado para todos.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/how_a_literacy_programme_in_somalia_changed_the_life_of_a_te/

Imagen: http://www.unesco.org/new/typo3temp/pics/3ef828e049.jpg

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Trabajo infantil, violaciones y palizas a los niños, la otra cara del hambre en Somalia

Somalia/05 junio 2017/Fuente: eldiario.es

  • El desplazamiento de la población azotada por la sequía ha elevado los niveles de violencia contra los menores, según denuncia Save The Children
  • Al abandonar el hogar, las familias pierden el entorno seguro para los niños cuando salen a buscar agua o a recoger leña, explica la ONG
  • La apatía y los problemas cognitivos y de autoestima son las otras secuelas que deja el hambre en los más pequeños, según una experta de MSF.

En Somalia, las miradas se dirigen al cielo. Las lluvias no llegan y, cuando llegan, no son suficientes. Los cadáveres del ganado salpican el seco paisaje. La sequía ha traído consigo una grave escasez de alimentos que empuja a su población a abandonar sus hogares. Este desplazamiento en busca de alimentos ha expuesto a «más de un millón de niños» a «altos niveles de violencia», como el trabajo forzoso o los abusos sexuales, según ha detectado en las últimas semanas Save the children.

Los trabajadores de la ONG denuncian un aumento de los casos de «violaciones y palizas» a niños y niñas cuando van a recoger leña, a buscar agua o a cuidar el rebaño. «Los que se han visto obligados a trabajar, o habían aumentado considerablemente sus tareas domésticas, están también en un alarmante riesgo de explotación», asegura Hassan Saadi Noor, director de Save the Children en el país.

Un estudio de la organización ha constatado que, desde que comenzó la sequía, la violencia contra los niños ha crecido casi dos tercios. El 30% de las personas encuestadas sostiene que los menores están en mayor riesgo de violencia sexual.

Las causas, dicen, hay que buscarlas en el desplazamiento. Y las causas del desplazamiento, en el hambre. Dos temporadas consecutivas de lluvias escasas han diezmado las cosechas, han disparado los precios de los alimentos y han matado al 70% de los animales. Los pueblos y las ciudades se están superpoblando por miles de familias que se dedican al pastoreo y, tras perder parte de su cabaña, se han desplazado lejos de su hogar en busca de agua y comida, sin medios para regresar.

«Se pierde el ambiente seguro de estar en comunidades donde cada uno se conoce. Las familias están separadas unas de otras. A menudo viven cerca de extraños. Los baños también pueden estar en áreas abiertas donde las niñas pueden sufrir abusos», explica Devendra Tak, portavoz de Save the children en Hargeisa –en la región autónoma de Somalilandia–, durante una entrevista con eldiario.es.

En busca de la lluvia que salve a Somalia
Un rebaño de ovejas bebe agua que ha sido transportada por camiones para los pastores de Bandar Beyla (Somalia). EFE

La ONG también asegura que los niños están sufriendo «altos niveles de angustia psicológica con síntomas inusuales como lloros y gritos constantes» y ha identificado cambios en su comportamiento. Más de la mitad, detallan, se han vuelto «más agresivos». «Muchas familias se encuentran en campamentos para recibir la ayuda de las agencias humanitarias y el Gobierno. Allí los niños tienen mucho miedo por estar con extraños y en la noche quedan expuestos a animales salvajes como las hienas, cuyas llamadas escuchan», puntualiza Tak.

Por otro lado, existe el riesgo de que abandonen el colegio, «el lugar más seguro para ellos», apunta la organización. Más del 80% de las personas, según la investigación, dijo que los niños «asistían a la escuela con menos frecuencia» desde el inicio de la sequía.

«Algunas escuelas pueden estar cerradas, en muchas de ellas no hay agua disponible. Además, algunas familias quieren ahorrar la pequeña cantidad de dinero de las tasas de la educación secundaria», precisa la portavoz de la ONG. Muchos menores, sostiene la entidad, «han sido separados de sus padres y están siendo presionados para mantener a sus familias con el trabajo infantil».  

El hambre oculta: problemas para aprender y apatía

Asha Abdi (nombre fiticio) viajó 120 kilómetros junto a su marido y sus ocho hijos a un pueblo a las afueras de Burao (Somalilandia) en busca de otro pasto para sus animales, que comenzaron a morir en agosto de 2016. De las 400 cabras que tuvieron una vez, solo les quedan 20. «No quiero quedarme aquí, pero no sé a dónde podemos ir. Este no es mi pueblo y no conozco a nadie», relata en un testimonio recopilado por Save the children.

«No le doy a mis hijos de comer durante el día porque no podemos pagarlo. Si recibimos arroz de parientes u otros miembros de la comunidad, se lo damos por la noche, pero de lo contrario no comemos», añade.

Somalia aún no se ha recuperado de la hambruna que, según datos de Naciones Unidas, dejó más de 250.000 muertos hace seis años, cuando el hambre ha vuelto a convertirse en una seria amenaza para la población. «El riesgo de hambruna es muy fuerte», lamenta Tak.

Cerca de 6,2 millones de personas se han visto afectadas por la escasez de lluvias y 360.000 niños sufren desnutrición aguda. En zonas devastadas por la hambruna de 2011, como Hudur, se han detectado tasas «excepcionalmente altas» de menores con retraso en su desarrollo, alerta Save The Children.

La falta de alimentos, señalan, genera incertidumbre y «niveles abrumadores de estrés» en las comunidades. «El hambre conduce a la ira, a las peleas y a los malentendidos. Tampoco está claro cuándo volverá la situación a la normalidad y eso crea una sensación de temor que incluso les hace perder la esperanza», detalla la portavoz de la ONG, quien explica que también se ha producido un repunte de los casos de cólera y diarrea aguda en el país.

Asha (nombre ficticio), de 4 años, con su abuela Sulekha en el centro de tratamiento del cólera del hospital Bayhaw en Baidoa (Somalia). Sulekha está cuidando a su nieto mientras su hija está con los otros niños en un campamento fuera de Baidoa.
Asha (nombre ficticio), de 4 años, con su abuela Sulekha en el centro de tratamiento del cólera del hospital Bayhaw en Baidoa (Somalia). Sulekha está cuidando a su nieto mientras su hija está con los otros niños en un campamento fuera de Baidoa. Mustafa Saeed/Save the Children

Pero la carencia de nutrientes no solo produce una considerable bajada de defensas en un grupo en pleno crecimiento como son los niños. También afecta a su desarrollo mental y cognitivo, así como a su socialización. Les deja secuelas de por vida.

«Los pequeños se vuelven más apáticos y retraídos, menos curiosos. Dejan de explorar el mundo», comenta Liliana Palacios, médica y responsable de las operaciones de Médicos Sin Fronteras en República Centroafricana, Sierra Leona, Angola y República Democrática del Congo. En este último país, la organización humanitaria ha detectado también niveles de malnutrición alta en zonas afectadas por la violencia donde las personas «no tienen acceso a su cosecha», asegura Palacios en una conversación con eldiario.es.

«Piensa en un niño sano. Corre, juega, tiene una energía plena. Los menores que sufren desnutrición cambian su actitud hacia el juego. No tienen ganas, les faltan nutrientes», recalca. «Estar ingresados también les afecta al vínculo con su familia. Por eso hay que trabajar mucho la relación con los cuidadores», añade.

A diferencia de la desnutrición aguda, «que si no se ataja a tiempo [la pérdida de peso] produce una mortalidad alta», el hambre crónica –aquella prolongada en el tiempo y «menos notoria»– conlleva «problemas de memoria» y afecta al autoestima, también a largo plazo, en la vida adulta, según resume la experta de MSF.

Una de las secuelas más dañinas de sufrir hambre durante la infancia se da en el aprendizaje, debido tanto a circunstancias sociales tan básicas como no acudir a la escuela, como al propio desarrollo del cerebro, y con él, la capacidad intelectual. Por ejemplo, se estima que la carencia de micronutrientes como el yodo puede traducirse en un coeficiente de inteligencia menor, según explica el Programa Mundial de Alimentos en su informe sobre el hambre y el aprendizaje.

Un mundo con cuatro emergencias alimentarias

Las alarmas se disparan en Somalia cuando se han cumplido dos meses desde la declaración oficial de hambruna en Sudán del Sur, sumido en una guerra civil desde 2013 que ha dejado más de 1,8 millones de refugiados, de los cuales un millón son niños, según UNICEF.

Las ONG también advierten de la situación de la cuenca del Lago Chad, azotada por la guerra contra Boko Haram, donde el hambre afecta a más de siete millones de personas en Nigeria, Níger, Chad y Camerún. En Yemen, dos años de guerra han desatado «la peor crisis humanitaria en el mundo». Según el Programa Mundial de Alimentos, en este país árabes ya hay casi 2,2 millones de niños desnutridos, 500.000 de ellos sufren desnutrición grave.

Se trata de una carrera contrarreloj. La respuesta humanitaria, según las organizaciones que trabajan en estos países y la ONU, debe llegar antes de que sea demasiado tarde. Pero, si en algo insisten ONG especializadas como Acción contra el Hambre, es que «estas graves crisis alimentarias son causadas por el hombre y no producto de una fatalidad».

Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/Trabajo-infantil-violaciones-palizas-Somalia_0_642535966.html

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