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Menos niños de color regresan a escuelas en ciudad de Nueva York debido a COVID-19, la brecha racial se ampliará: Medios

Cuando las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York reabrieron esta semana para 3-K, Pre-K y K-5, muchas familias blancas han regresado en grandes número a las aulas, mientras que la mayoría de las familias de color han optado por aprender desde casa por tiempo indefinido, lo que ampliará la brecha racial, informó hoy The New York Times (NYT).

La disparidad queda evidenciada en una estadística alarmante: cerca de 12.000 niños blancos más están regresando a las escuelas públicas que estudiantes negros, aunque hay muchos más estudiantes negros que niños blancos en el sistema en general, indica el reporte.

«En Nueva York y en todo el país, los políticos y los funcionarios de educación han descubierto que muchas familias no blancas no están listas para enviar a sus hijos de regreso a las aulas, a pesar de sus luchas con el aprendizaje a distancia, en parte debido al impacto desproporcionadamente severo que ha tenido el virus en sus comunidades «, agrega.

El hecho de que tantos estudiantes de color hayan optado por el aprendizaje remoto en lugar del aprendizaje presencial está generando alarmas de que las disparidades existentes en el sistema escolar más grande del país se ampliarán, ya que el aprendizaje remoto ha sido mucho menos efectivo, dijeron padres, educadores y funcionarios en decenas de entrevistas.

Más que nunca, dicen, la ciudad debe reforzar rápidamente la instrucción en línea, o corre el riesgo de que los niños más necesitados se queden irrevocablemente rezagados.

Los problemas de Nueva York con la instrucción a distancia comienzan con la falta de infraestructura básica para que los estudiantes aprendan desde casa. Muchos estudiantes de bajos ingresos, incluidos algunos que viven en refugios para personas sin hogar, ni siquiera pueden iniciar sesión en las clases porque todavía no tienen dispositivos o Wi-Fi, dijo NYT.

Los educadores también dijeron que estaban luchando por hacer que las lecciones fueran más atractivas para los estudiantes sin mucha orientación útil de la ciudad. Entonces, aunque los maestros y las escuelas individuales han perfeccionado estrategias creativas para mejorar la instrucción en línea, no existe un plan claro para toda la ciudad para hacer lo mismo, lo que deja un sistema de aprendizaje desigual en las 1.800 escuelas de la ciudad, agregó.

Existen alrededor de 1,1 millones de estudiantes en el sistema de escuelas públicas de Nueva York, lo que constituye el distrito escolar más grande de Estados Unidos. Las aulas de 3-K, Pre-K y K-5 se reabrieron para el aprendizaje presencial esta semana, mientras que las aulas de la escuela intermedia y secundaria aún están cerradas debido al impacto de la pandemia de la COVID-19.

El esfuerzo de varios meses del gobierno de la ciudad para reabrir las aulas de la ciudad de Nueva York se complicó por importantes desafíos logísticos, una fuerte resistencia política y una serie de crisis que culminaron en un breve cierre de todo el sistema el mes pasado.

Hasta el martes por la tarde, las muertes por coronavirus sumaban 24.416 y los casos confirmados ascendían a 337.232 en Nueva York, según The City, un proyecto que rastrea la propagación de infecciones confirmadas de la COVID-19 y muertes en la ciudad de Nueva York, según la información proporcionada por el el Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, la oficina del gobernador, el Proyecto de Seguimiento de la COVID y el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-12/10/c_139576966.htm

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Estados Unidos: Lo que la presidencia de Biden significa para la educación

Para los votantes de Estados Unidos, entre los factores más importantes a considerar a la hora de votar en las elecciones es la educación. Según una encuesta de Gallup realizada en septiembre a los votantes registrados, el 82 % consideró esta área como «extremadamente importante» o «muy importante».

Las votaciones han concluido, Joe Biden ha quedado como el candidato ganador, después de superar por más de cuatro millones de votos a su rival, Donald Trump. Si la educación es parte clave de todo programa electoral, ¿cuál es el plan educativo del presidente electo?

El periodo Trump-DeVos

La importancia de votar según las propuestas educativas se acentúa después de cuatro años de un manejo problemático del sistema de educación del país. Al inicio de su presidencia, Donald Trump designó a Betsy DeVos como Secretaria de Educación de Estados Unidos. DeVos, filántropa y donante política del Partido Republicano, fue la primera Secretaria de Educación en el cargo en 35 años que no asistió ni mandó a sus hijos a escuelas públicas. Esto fue altamente criticado ya que muchas personas consideraron que no contaba con el conocimiento necesario para desempeñar su puesto.

Desde que asumió el cargo, DeVos ha propuesto recortes de miles de millones de dólares en su departamento, dejando como resultado reducciones en el tamaño de las clases, programas extracurriculares, entre más casos. Además, DeVos propuso a las universidades llevar a cabo contrainterrogatorios de los acusadores de agresión y acoso sexual, lo cual podría disuadír a las víctimas de abuso a denunciar a sus agresores. También se le acusa de promover las pruebas estandarizadas, las escuelas operativas a través de un modelo comercial, y de favorecer a las escuelas autónomas a expensas de las públicas, ya que su esposo, Dick DeVos, fundó una escuela de aviación. La actual Secretaria de Educación también ha fallado en combatir  la violencia con armas de fuego en las escuelas. Este es el legado que la actual Secretaria de Educación deja al próximo en su cargo.

El plan educativo de Biden

Aunque aún no entra en poder ni ha anunciado quién estará a cargo del programa educativo del país, Joe Biden promete brindar a los educadores apoyo y el respeto que necesitan para “preparar a sus alumnos a triunfar en la economía del mañana”.

“Para los educadores estadounidenses, este es un gran día: van a tener uno propio en la Casa Blanca y Jill será una gran primera dama”, dijo Biden en su discurso de aceptación. Biden se refiere a Jill Biden, su esposa, quien es profesora en el Colegio Comunitario de Virginia del Norte, quien además pretende no dejar su trabajo como docente durante la presidencia, siendo la primera vez en la historia que una primera dama seguirá trabajando durante su mandato en la Casa Blanca. Además, el propio Joe Biden cuenta con más de 30 años de experiencia trabajando como docente, lo que emociona a la comunidad educativa que incluye maestros, asistentes, trabajadores sociales, choferes, cocineros e intendentes.

En cuanto a políticas, lo que propone Biden son cinco promesas distintas para educadores, estudiantes y el futuro de la educación:

  1. Apoyar a los educadores dándoles el salario y la dignidad que merecen.

  2. Invertir en recursos para las escuelas para que los estudiantes se conviertan en adultos física y emocionalmente sanos y los educadores puedan concentrarse en la enseñanza.

  3. Asegurarse de que el futuro de ningún niño esté determinado por su código postal, los ingresos familiares, etnia o alguna discapacidad.

  4. Brindar a cada estudiante de secundaria y preparatoria un camino hacia una carrera exitosa.

  5. Invertir en las nuevas generaciones desde que nacen.

Además, incluye tres puntos para la educación más allá de la preparatoria:

  1. Invertir en colegios comunitarios y capacitación para mejorar el éxito de los estudiantes y desarrollar una clase media más fuerte, próspera e inclusiva.

  2. Fortalecer la universidad como el camino confiable hacia la clase media, no como una inversión que brinda retornos limitados y deja a los graduados con montañas de deudas que no pueden pagar.

  3. Apoyar a los colegios comunitarios y universidades que desempeñan roles únicos y vitales en sus comunidades, incluidos los colegios y universidades históricamente afroamericanos y las instituciones que sirven a las minorías.

Apoyar a los maestros dándoles el salario y la dignidad que merecen

Una de las propuestas más fuertes del programa electoral de Biden es dar a los docentes el salario y dignidad que se merecen. El tema económico es un problema grave en el país, tanto así que el 66 % de los estadounidenses creen que la docencia es una profesión mal pagada, lo cual se refleja en que cada vez menos personas quieren dedicarse a la enseñanza.

El próximo presidente también reconoce que 20 % de los maestros tienen que tener un segundo trabajo porque no ganan lo suficiente para mantenerse ellos mismos ni a sus familias. Más allá de los ínfimos salarios, el problema también se deriva de que muchos educadores tienen que desembolsar de su propio bolsillo para comprar útiles escolares y material para sus clases. Por si esto fuera poco, muchos de ellos son responsables de capacitar a sus compañeros y ejercen la labor de trabajadores sociales, enfermeros y mucho mas, sin recibir apoyo extra.

En su plan educativo, Biden detalla que desde 1996 el salario semanal promedio de los maestros de escuelas públicas no ha aumentado, lo que es preocupante porque considera a la profesión como una de las más importantes y difíciles de ejercer. Para contrarrestar este problema, Biden propone triplicar los fondos para el Título I, el programa federal que financia aquellas escuelas, con un porcentaje alto de familias de bajos ingresos. El propósito es que utilicen estos recursos para ofrecer mejores salarios y permitirá que los distritos escolares y los educadores decidan cuál es la mayor necesidad de su comunidad.

Asimismo, invertirá en tutorías, liderazgo y educación adicional para los docentes para que puedan avanzar en sus carreras, incluso, ser remunerados por los trabajos adicionales que realicen. El Título I también se puede utilizar para obtener certificaciones adicionales en áreas de alta demanda, como educación especial o bilingüe.

Invertir en recursos para que los estudiantes se conviertan en adultos física y emocionalmente sanos

Para lograr su segunda promesa al sector educativo, Biden propone duplicar el número de psicólogos, consejeros, enfermeras y trabajadores sociales en las escuelas para que cada niño reciba la atención física y mental que necesitan.

Uno de cada cinco niños en Estados Unidos experimenta problemas de salud mental y no cuentan con un profesional capacitado para atenderse. Por más ayuda que pueda proporcionar un docente, éste generalmente no tiene la capacitación necesaria para ejercer como psicólogo. Lamentablemente, los centros educativos no cuentan con suficiente personal. Los expertos recomiendan que haya un máximo de un psicólogo por cada 500 a 700 alumnos pero actualmente hay aproximadamente un psicólogo por cada 1400 estudiantes, creando una brecha de alrededor de 35,000 a 60,000 psicólogos escolares. Biden planea invertir en los profesionales de la salud mental escolar para duplicarlos, así como también consejeros, enfermeros, trabajadores sociales, entre otros y planea asociar universidades para expandir la trayectoria de los futuros graduados.

Igualmente, propone ampliar el modelo de escuelas comunitarias que trabajan con familias, estudiantes, maestros y líderes comunitarios para identificar las necesidades de las familias. Una vez identificadas, crear un plan para aprovechar los recursos y acoplarlos a las escuelas y convertirlos en centros comunitarios. Esto podría beneficiar hasta 300 mil estudiantes adicionales y sus familias.

Por otro lado, la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles calificó con una D +( o 6.44) las instalaciones de las escuelas públicas de Estados Unidos. La infraestructura escolar está desfinanciada en $46 mil millones de dólares, dejando como resultado miles de instituciones obsoletas, inseguras y no aptas. Durante su presidencia, Biden incluirá en la legislación federal fondos para mejorar la infraestructura de los centros educativos. En primer lugar se planea evaluar los riesgos de los edificios actuales, para después construir edificios de vanguardia con tecnología y laboratorios “para enfrentar los desafíos del futuro”.

Otro aspecto importante de la propuesta educativa de Biden es la seguridad de los estudiantes y frenar la violencia con armas de fuego. Para enfrentar esta problemática, Biden propone leyes regulatorias para las armas, en lugar de armar a los docentes. Impedirá las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad y exigirá verificaciones de antecedentes universales para mantener las pistolas o armas de gente que las utilice de una manera peligrosa o que sean accesibles para los alumnos.

Ningún niño debe estar determinado por su código postal, los ingresos familiares, su etnia o alguna discapacidad

Para Biden, la escolarización primaria y secundaria (K-12 en Estados Unidos) ya no es suficiente para garantizar la competitividad de la fuerza laboral ante un mundo globalizado, donde Estados Unidos contiende a otros países con mejor educación. Aproximadamente 6 de cada 10 trabajos en los Estados Unidos requieren educación más allá de un diploma de bachillerato , sin embargo, muchas familias no cuentan con los recursos necesarios para continuar con la educación de sus hijos, provocando una brecha de rendimiento desde que los niños entran a preescolar.

El presidente electo reconoce que parte del problema es el racismo sistémico que permea incluso en las escuelas. Para él es importante dar a todas las personas la oportunidad de desarrollarse sin importar su código postal, su nivel socioeconómico, su etnia o si tiene alguna discapacidad. En su gobierno promete construir un sistema educativo que invierta en los niños desde su nacimiento para ayudarlos a obtener educación más allá de la preparatoria, ya sea un certificado profesional o una carrera universitaria.

Existe una brecha de financiamiento anual estimada en $23 mil millones de dólares entre distritos escolares de gente blanca y no blanca. Para combatir este problema, plantea triplicar los fondos del Título I para primero destinarlo no sólo a los salarios de los maestros pero también a las escuelas de familias de bajos recursos y que niños de tres y cuatro años puedan acceder a una educación preescolar de calidad. Una vez que se aseguren estas tres mejoras, los distritos tendrán la flexibilidad de usar estos fondos para sus prioridades locales. Los estados sin un sistema financiero suficiente y equitativo deberán igualar una parte de los fondos federales.

Para combatir el racismo sistémico, Biden planea mejorar la diversidad del profesorado. Según estudios, tener una plantilla diversa de maestros de distintas etnias tiene un impacto sustancial en alumnos de minorías racializadas. Para ellos, tener este tipo de figura en las escuelas reduce la probabilidad de que abandonen la escuela. Asimismo, ayudará a los paraprofesionales a obtener sus certificados de enseñanza y trabajar con colegios y universidades históricamente negros y otras instituciones que atienden a minorías para contratar y preparar maestros.

Para Biden también es importante construir mejores escuelas, que sean más innovadoras, especialmente para aquellos de bajos recursos y comunidades minoritarias. La fuerza laboral necesita estudiantes que no sólo tengan estudios rigurosos, sino también habilidades técnicas, de resolución de problemas y colaboración. Es por eso que creará un nuevo programa que desafíe a las comunidades locales a reinventar las preparatorias para que satisfagan estas demandas.

Al igual que sucedió en la administración de Obama, en donde se diversificaron las escuelas, Biden buscará restablecer la orientación del Departamento de Educación para que apoye a las escuelas en la búsqueda legal de estrategias de eliminación de la segregación e instituciones reconocidas por sus intereses en crear diversos cuerpos estudiantiles en la educación superior.

Biden también apoyará a los niños y niñas con discapacidad asegurando que el gobierno federal cubra el 40 % del costo adicional de la educación especial requerida por la Ley de Educación para Personas con Discapacidades, promulgada en 1990 (actualmente sólo se cubre el 14 %).

Brindar a cada estudiante de secundaria y preparatoria un camino hacia una carrera exitosa

Joe Biden critica que las escuelas estadounidenses ya no cuentan con clases de instrucción en oficios y carreras técnicas, así que planea invertir en capacitación vocacional escolar y asociaciones entre bachilleratos, universidades comunitarias y empleadores.

Estas asociaciones crearán programas que permitirán a los estudiantes obtener el conocimiento que necesitan para tener un futuro profesional exitoso. Este tipo de clases también puede proporcionar preparación técnica y profesional en informática para preparar a los alumnos en temas como realidad virtual e inteligencia artificial.

Invertir en las nuevas generaciones desde que nacen

Biden planea proporcionar fondos para garantizar que haya un experto en desarrollo de la primera infancia en cada centro de salud comunitario. Como el consultorio de un pediatra es el único lugar donde muchas familias con niños pequeños interactúan con proveedores de servicios antes de que sus hijos ingresen a la escuela, Biden cree que es el mejor lugar para evaluar que los niños estén teniendo un buen desarrollo y poder apoyarlos en caso de necesitar apoyo adicional, como visitas domiciliarias. Si tienen un buen desarrollo desde pequeños, tendrán mayor éxito al entrar al jardín de niños.

El plan biden para la educación más allá del bachillerato

Siguiendo su mentalidad de que la educación media superior no es suficiente para preparar alumnos capaces de enfrentar los desafíos de una economía cada vez más globalizada e impulsada por la tecnología. Seis de cada diez trabajadores requieren una formación más allá del bachillerato, sin embargo, esta opción es inalcanzable para muchas personas. Por lo tanto, Biden cree que una preparación más allá de la preparatoria será esencial para ampliar la clase media y ser competitivos como nación.

Invertir en colegios comunitarios y en capacitación para mejorar el éxito de los estudiantes y crecer una clase media más fuerte, más próspera e inclusiva

Los colegios comunitarios son una herramienta de alta calidad que permite brindar educación a la clase media ya que ofrecen programas accesibles y de calidad para que los estudiantes completen los primeros dos años de una carrera universitaria con menor costo. A pesar de que estas instituciones cuentan con recursos limitados, aún así proporcionan una educación rentable y de alta calidad, sin embargo, gobiernos como el de Donald Trump no invierten en ellos para mejorar sus programas o tasas de finalización.

La administración de Biden promete que hará todo lo posible para apoyarlos ya que conoce muy de cerca su potencial, especialmente porque su esposa, Jill Biden, es profesora de un colegio comunitario. Por eso buscará proporcionar a los trabajadores que busquen aprender dos años en estas instituciones u otros programas de capacitación sin necesidad de contraer deudas estudiantiles. Mediante legislaciones, garantizará que cualquier trabajador, aquellos inmigrantes que llegaron al país siendo niños, e incluso personas que nunca tuvieron la oportunidad de estudiar, puedan hacerlo sin pagar matrícula por hasta dos años. Su propósito es que el gobierno federal cubra el 75 % del costo y los estados cubran el resto.

Además, Biden apoyará a las escuelas comunitarias para que implementen prácticas innovadoras que se basen en evidencia para retener a sus estudiantes. Sus reformas buscarán incluir servicios de asesoramiento académico y profesional, mejorar el salario, beneficio y desarrollo profesional para contratar y retener a los profesores.

En su gobierno, el presidente electo abordará las barreras que impiden que los alumnos obtengan un título de un colegio comunitario. Biden entiende que muchos estudiantes no terminan sus estudios porque tienen que trabajar a la vez que mantener una familia, cuidar de menores de edad, entre otras situaciones. Su gobierno ofrecerá distintas oportunidades como el programa de becas Pell, becas estatales, y otro tipo de ayudas para que cubran sus gastos de cuota y matrículas. Además, Biden dará incentivos financieros a los estados para que colaboren con las instituciones y las organizaciones comunitarias para apoyar de manera integral a los alumnos, veteranos, padres y madres solteras, aquellas personas de bajos ingresos, de etnias racializadas, y con discapacidades. El apoyo incluirá libros de texto, transporte, cuidado infantil, salud mental, tutoría de profesores y grupos de apoyo.

Su programa educativo incluye una inversión de $50 mil millones de dólares en programas de capacitación para apoyar colaboraciones entre empresas, universidades comunitarias, sindicatos, gobiernos estatales, locales, otras universidades y bachilleratos, para identificar las demandas de habilidades y crear más oportunidades de prácticas profesionales. Aunado a esto, invertirá $8 mil millones para ayudar a mejorar la salud y seguridad de las instalaciones y equipar las escuelas con la tecnología para tener éxito en la economía globalizada.

Fortalecer la universidad como un camino viable hacia la clase media (pero sin deudas)

Aproximadamente 44 millones de estadounidenses tienen deudas estudiantiles que asciende aun total de $1.5 trillones en préstamos para sus estudios. Uno de cada cinco de estos adultos están atrasados en sus pagos, exacerbando la deuda y creando una brecha de riqueza que impacta especialmente a la comunidad negra. Incluso, actualmente una de cada diez personas entre 40 y 50 años siguen pagando sus préstamos estudiantiles.

Aunque parte del problema ha sido que se ha  duplicado prácticamente el costo de la educación superior desde mediados de la década de los 90, los estados han reducido drásticamente el apoyo. Con esto en mente, el plan educativo de Joe Biden ofrecerá los dos primeros años completamente gratuitos en colegios comunitarios. Además planea reducir a la mitad el costo de la matrícula para una carrera universitaria de cuatro años. Así como también crear alianzas federal-estatal para garantizar que cada estado invierta en los colegios comunitarios.

Por otro lado, Biden planea hacer que los colegios y universidades públicos sean gratuitos para todas las familias con ingresos inferiores a $125,000 dólares. Dirigirá el apoyo a personas de bajos recursos y clase media por medio de las becas Pell, las cuales en la década de 1970 cubrían del 70 % al 80 % del costo de un título universitario de cuatro años y que ahora cubre aproximadamente tan solo el 30 %. Biden planea duplicar el porcentaje de estos apoyos con el objetivo de cerrar la brecha entre personas de bajos recursos y los ricos. Durante la presidencia de Trump, los DREAMers no eran elegibles para estas becas, un error que Biden planea corregir durante su presidencia. Igualmente, este plan busca reducir a la mitad los pagos de los préstamos federales para estudiantes de pregrado y basarlo en los ingresos que reciben los afectados. Aquellos que ganen menos de $25,000 dólares al año no deberán pagar préstamos federales ni tendrán intereses sobre su deuda. Los demás pagarán 5 % de sus ingresos menos impuestos y gastos esenciales. Si en 20 años la persona pagó de manera responsable pero no ha terminado de cubrir completamente, su deuda será perdonada. Biden también planea crear un programa que ofrecerá $10,000 de dólares de alivio para las deudas estudiantiles de los servidores públicos por cada año de servicio hasta cinco años.

Con la ayuda del Título I, apoyará a aquellos alumnos de bajos recursos que están en una universidad de cuatro años para que completen sus estudios. Además de que otorgará fondos para fomentar la colaboración entre instituciones y organizaciones comunitarias para brindar un apoyo integral a los estudiantes.

Apoyo a las universidades que juegan papeles únicos y vitales para las minorías

Las universidades y los colegios comunitarios que apoyan a una minoría, como negros, asiáticos, hispanos, indígenas o personas que carecen de recursos. Biden incluirá a estos estudiantes en su plan de préstamos basados en sus ingresos y proporcionará matrículas gratis, especialmente para la comunidad negra y aquellas personas que pertenecen a pueblos nativos. Además, invertirá más de $ 70 mil millones en estos colegios comunitarios y universidades públicas para hacer que las instituciones históricamente negras, universidades tribales y de minorías de bajos recursos sean más accesibles. Adicionalmente, Biden planea invertir $18 mil millones para retribuir a las universidades de cuatro años, lo que equivale a hasta dos daños de matrícula.

Para que las escuelas privadas que apoyan a minorías no se ven socavadas por su propuesta, invertirá fondos adicionales para que reduzcan sus costos, mejoren las tasas de retención, graduación y cerrar las brechas de equidad para los estudiantes de minorías y etnias racializadas. La Administración Biden invertirá $10 mil millones en la creación de 200 nuevos centros educativos que sirvan de incubadoras de investigación, especialmente enfocados en cambio climático, globalización, desigualdad y salud para crear oportunidades de aprendizaje y carrera. Además, impulsará la investigación agrícola en las instituciones con concesión de tierra, especialmente aquellas de estudiantes negros e indígenas. Y dedicará flujos de fondos prioritarios adicionales en las agendas federales para pagos y contratos para minorías. Impulsará además la construcción de laboratorios e instituciones con tecnología nueva e infraestructura digital invirtiendo $20 mil millones para que las minorías tengan donde aprender, investigar e innovar. También usará estos fondos para proporcionar banda ancha en zonas rurales.

El próximo presidente de Estados Unidos también busca asegurar que todas las universidades públicas de estudiantes de minorías tengan acceso a programas de financiamiento de capital federal de bajo costo y buscar cómo los estados pueden aprovecharlos e incentivar más inversiones públicas, privadas y filantrópicas en infraestructura escolar. Para lograrlo, invertirá $10 mil millones de dólares en programas que aumenten las tasas de inscripción, retención, financiamiento y empleo para las minorías. Incluso estos programas pueden incluir asociaciones con preparatorias, universidades y empleadores; clases de recuperación, servicios de tutoría o asesoramiento y mejorar los salarios, beneficios y desarrollo a profesionales así como maneras de retenerlos.

Más allá de los apoyos para obtener títulos universitarios, Biden invertirá $5 mil millones en programas de posgrado en áreas de educación, atención médica y STEM, así como para desarrollar pasantías y programas profesionales en las principales instituciones de investigación, incluyendo los Laboratorios Nacionales del Departamento de Energía, los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación Nacional de Ciencias y el Departamento de Defensa.

Triplicar el apoyo estudiantil para las minorías por medio del Título III y el V de la Ley de Educación Superior servirá como un salvavidas para las universidades públicas enfocadas en minorías con escasos recursos, asegurando el éxito de sus estudiantes. Para evitar el desvío de fondos, Biden exigirá que cada estado publique informes de sus asignaciones de los fondos para asegurar que atiendan las desigualdades y problemáticas que se buscan combatir con estos apoyos.

El presidente electo, Joe Biden, reconoce el rol que jugará la educación para mantener a Estados Unidos como un país competitivo en una economía donde estudiar una carrera universitaria ya no es suficiente. Además, debido a su trayectoria y la de su esposa, conocen las carencias que hay en el sector educativo público. Para realmente mejorar el sistema educativo de cualquier país se necesita empezar por apoyar a los maestros, de manera económica y profesional, proporcionar maneras de apoyar el desarrollo de los niños desde que nacen hasta después del bachillerato, especialmente aquellos menores de familias de escasos recursos. Finalmente, estas son sólo propuestas que tienen el potencial de transformar la educación en este país, sin embargo, queda mucho camino por recorrer.

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Lo que la presidencia de Biden significa para la educación

Por: Paulette Delgado

El programa educativo del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, plantea cinco promesas para transformar la educación de este país.

Para los votantes de Estados Unidos, entre los factores más importantes a considerar a la hora de votar en las elecciones es la educación. Según una encuesta de Gallup realizada en septiembre a los votantes registrados, el 82 % consideró esta área como «extremadamente importante» o «muy importante».

Las votaciones han concluido, Joe Biden ha quedado como el candidato ganador, después de superar por más de cuatro millones de votos a su rival, Donald Trump. Si la educación es parte clave de todo programa electoral, ¿cuál es el plan educativo del presidente electo?

El periodo Trump-DeVos

La importancia de votar según las propuestas educativas se acentúa después de cuatro años de un manejo problemático del sistema de educación del país. Al inicio de su presidencia, Donald Trump designó a Betsy DeVos como Secretaria de Educación de Estados Unidos. DeVos, filántropa y donante política del Partido Republicano, fue la primera Secretaria de Educación en el cargo en 35 años que no asistió ni mandó a sus hijos a escuelas públicas. Esto fue altamente criticado ya que muchas personas consideraron que no contaba con el conocimiento necesario para desempeñar su puesto.

Desde que asumió el cargo, DeVos ha propuesto recortes de miles de millones de dólares en su departamento, dejando como resultado reducciones en el tamaño de las clases, programas extracurriculares, entre más casos. Además, DeVos propuso a las universidades llevar a cabo contrainterrogatorios de los acusadores de agresión y acoso sexual, lo cual podría disuadír a las víctimas de abuso a denunciar a sus agresores. También se le acusa de promover las pruebas estandarizadas, las escuelas operativas a través de un modelo comercial, y de favorecer a las escuelas autónomas a expensas de las públicas, ya que su esposo, Dick DeVos, fundó una escuela de aviación. La actual Secretaria de Educación también ha fallado en combatir  la violencia con armas de fuego en las escuelas. Este es el legado que la actual Secretaria de Educación deja al próximo en su cargo.

El plan educativo de Biden

Aunque aún no entra en poder ni ha anunciado quién estará a cargo del programa educativo del país, Joe Biden promete brindar a los educadores apoyo y el respeto que necesitan para “preparar a sus alumnos a triunfar en la economía del mañana”.

“Para los educadores estadounidenses, este es un gran día: van a tener uno propio en la Casa Blanca y Jill será una gran primera dama”, dijo Biden en su discurso de aceptación. Biden se refiere a Jill Biden, su esposa, quien es profesora en el Colegio Comunitario de Virginia del Norte, quien además pretende no dejar su trabajo como docente durante la presidencia, siendo la primera vez en la historia que una primera dama seguirá trabajando durante su mandato en la Casa Blanca. Además, el propio Joe Biden cuenta con más de 30 años de experiencia trabajando como docente, lo que emociona a la comunidad educativa que incluye maestros, asistentes, trabajadores sociales, choferes, cocineros e intendentes.

En cuanto a políticas, lo que propone Biden son cinco promesas distintas para educadores, estudiantes y el futuro de la educación:

  1. Apoyar a los educadores dándoles el salario y la dignidad que merecen.

  2. Invertir en recursos para las escuelas para que los estudiantes se conviertan en adultos física y emocionalmente sanos y los educadores puedan concentrarse en la enseñanza.

  3. Asegurarse de que el futuro de ningún niño esté determinado por su código postal, los ingresos familiares, etnia o alguna discapacidad.

  4. Brindar a cada estudiante de secundaria y preparatoria un camino hacia una carrera exitosa.

  5. Invertir en las nuevas generaciones desde que nacen.

Además, incluye tres puntos para la educación más allá de la preparatoria:

  1. Invertir en colegios comunitarios y capacitación para mejorar el éxito de los estudiantes y desarrollar una clase media más fuerte, próspera e inclusiva.

  2. Fortalecer la universidad como el camino confiable hacia la clase media, no como una inversión que brinda retornos limitados y deja a los graduados con montañas de deudas que no pueden pagar.

  3. Apoyar a los colegios comunitarios y universidades que desempeñan roles únicos y vitales en sus comunidades, incluidos los colegios y universidades históricamente afroamericanos y las instituciones que sirven a las minorías.

Apoyar a los maestros dándoles el salario y la dignidad que merecen

Una de las propuestas más fuertes del programa electoral de Biden es dar a los docentes el salario y dignidad que se merecen. El tema económico es un problema grave en el país, tanto así que el 66 % de los estadounidenses creen que la docencia es una profesión mal pagada, lo cual se refleja en que cada vez menos personas quieren dedicarse a la enseñanza.

El próximo presidente también reconoce que 20 % de los maestros tienen que tener un segundo trabajo porque no ganan lo suficiente para mantenerse ellos mismos ni a sus familias. Más allá de los ínfimos salarios, el problema también se deriva de que muchos educadores tienen que desembolsar de su propio bolsillo para comprar útiles escolares y material para sus clases. Por si esto fuera poco, muchos de ellos son responsables de capacitar a sus compañeros y ejercen la labor de trabajadores sociales, enfermeros y mucho mas, sin recibir apoyo extra.

En su plan educativo, Biden detalla que desde 1996 el salario semanal promedio de los maestros de escuelas públicas no ha aumentado, lo que es preocupante porque considera a la profesión como una de las más importantes y difíciles de ejercer. Para contrarrestar este problema, Biden propone triplicar los fondos para el Título I, el programa federal que financia aquellas escuelas, con un porcentaje alto de familias de bajos ingresos. El propósito es que utilicen estos recursos para ofrecer mejores salarios y permitirá que los distritos escolares y los educadores decidan cuál es la mayor necesidad de su comunidad.

Asimismo, invertirá en tutorías, liderazgo y educación adicional para los docentes para que puedan avanzar en sus carreras, incluso, ser remunerados por los trabajos adicionales que realicen. El Título I también se puede utilizar para obtener certificaciones adicionales en áreas de alta demanda, como educación especial o bilingüe.

Invertir en recursos para que los estudiantes se conviertan en adultos física y emocionalmente sanos

Para lograr su segunda promesa al sector educativo, Biden propone duplicar el número de psicólogos, consejeros, enfermeras y trabajadores sociales en las escuelas para que cada niño reciba la atención física y mental que necesitan.

Uno de cada cinco niños en Estados Unidos experimenta problemas de salud mental y no cuentan con un profesional capacitado para atenderse. Por más ayuda que pueda proporcionar un docente, éste generalmente no tiene la capacitación necesaria para ejercer como psicólogo. Lamentablemente, los centros educativos no cuentan con suficiente personal. Los expertos recomiendan que haya un máximo de un psicólogo por cada 500 a 700 alumnos pero actualmente hay aproximadamente un psicólogo por cada 1400 estudiantes, creando una brecha de alrededor de 35,000 a 60,000 psicólogos escolares. Biden planea invertir en los profesionales de la salud mental escolar para duplicarlos, así como también consejeros, enfermeros, trabajadores sociales, entre otros y planea asociar universidades para expandir la trayectoria de los futuros graduados.

Igualmente, propone ampliar el modelo de escuelas comunitarias que trabajan con familias, estudiantes, maestros y líderes comunitarios para identificar las necesidades de las familias. Una vez identificadas, crear un plan para aprovechar los recursos y acoplarlos a las escuelas y convertirlos en centros comunitarios. Esto podría beneficiar hasta 300 mil estudiantes adicionales y sus familias.

Por otro lado, la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles calificó con una D +( o 6.44) las instalaciones de las escuelas públicas de Estados Unidos. La infraestructura escolar está desfinanciada en $46 mil millones de dólares, dejando como resultado miles de instituciones obsoletas, inseguras y no aptas. Durante su presidencia, Biden incluirá en la legislación federal fondos para mejorar la infraestructura de los centros educativos. En primer lugar se planea evaluar los riesgos de los edificios actuales, para después construir edificios de vanguardia con tecnología y laboratorios “para enfrentar los desafíos del futuro”.

Otro aspecto importante de la propuesta educativa de Biden es la seguridad de los estudiantes y frenar la violencia con armas de fuego. Para enfrentar esta problemática, Biden propone leyes regulatorias para las armas, en lugar de armar a los docentes. Impedirá las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad y exigirá verificaciones de antecedentes universales para mantener las pistolas o armas de gente que las utilice de una manera peligrosa o que sean accesibles para los alumnos.

Ningún niño debe estar determinado por su código postal, los ingresos familiares, su etnia o alguna discapacidad

Para Biden, la escolarización primaria y secundaria (K-12 en Estados Unidos) ya no es suficiente para garantizar la competitividad de la fuerza laboral ante un mundo globalizado, donde Estados Unidos contiende a otros países con mejor educación. Aproximadamente 6 de cada 10 trabajos en los Estados Unidos requieren educación más allá de un diploma de bachillerato , sin embargo, muchas familias no cuentan con los recursos necesarios para continuar con la educación de sus hijos, provocando una brecha de rendimiento desde que los niños entran a preescolar.

El presidente electo reconoce que parte del problema es el racismo sistémico que permea incluso en las escuelas. Para él es importante dar a todas las personas la oportunidad de desarrollarse sin importar su código postal, su nivel socioeconómico, su etnia o si tiene alguna discapacidad. En su gobierno promete construir un sistema educativo que invierta en los niños desde su nacimiento para ayudarlos a obtener educación más allá de la preparatoria, ya sea un certificado profesional o una carrera universitaria.

Existe una brecha de financiamiento anual estimada en $23 mil millones de dólares entre distritos escolares de gente blanca y no blanca. Para combatir este problema, plantea triplicar los fondos del Título I para primero destinarlo no sólo a los salarios de los maestros pero también a las escuelas de familias de bajos recursos y que niños de tres y cuatro años puedan acceder a una educación preescolar de calidad. Una vez que se aseguren estas tres mejoras, los distritos tendrán la flexibilidad de usar estos fondos para sus prioridades locales. Los estados sin un sistema financiero suficiente y equitativo deberán igualar una parte de los fondos federales.

Para combatir el racismo sistémico, Biden planea mejorar la diversidad del profesorado. Según estudios, tener una plantilla diversa de maestros de distintas etnias tiene un impacto sustancial en alumnos de minorías racializadas. Para ellos, tener este tipo de figura en las escuelas reduce la probabilidad de que abandonen la escuela. Asimismo, ayudará a los paraprofesionales a obtener sus certificados de enseñanza y trabajar con colegios y universidades históricamente negros y otras instituciones que atienden a minorías para contratar y preparar maestros.

Para Biden también es importante construir mejores escuelas, que sean más innovadoras, especialmente para aquellos de bajos recursos y comunidades minoritarias. La fuerza laboral necesita estudiantes que no sólo tengan estudios rigurosos, sino también habilidades técnicas, de resolución de problemas y colaboración. Es por eso que creará un nuevo programa que desafíe a las comunidades locales a reinventar las preparatorias para que satisfagan estas demandas.

Al igual que sucedió en la administración de Obama, en donde se diversificaron las escuelas, Biden buscará restablecer la orientación del Departamento de Educación para que apoye a las escuelas en la búsqueda legal de estrategias de eliminación de la segregación e instituciones reconocidas por sus intereses en crear diversos cuerpos estudiantiles en la educación superior.

Biden también apoyará a los niños y niñas con discapacidad asegurando que el gobierno federal cubra el 40 % del costo adicional de la educación especial requerida por la Ley de Educación para Personas con Discapacidades, promulgada en 1990 (actualmente sólo se cubre el 14 %).

Brindar a cada estudiante de secundaria y preparatoria un camino hacia una carrera exitosa

Joe Biden critica que las escuelas estadounidenses ya no cuentan con clases de instrucción en oficios y carreras técnicas, así que planea invertir en capacitación vocacional escolar y asociaciones entre bachilleratos, universidades comunitarias y empleadores.

Estas asociaciones crearán programas que permitirán a los estudiantes obtener el conocimiento que necesitan para tener un futuro profesional exitoso. Este tipo de clases también puede proporcionar preparación técnica y profesional en informática para preparar a los alumnos en temas como realidad virtual e inteligencia artificial.

Invertir en las nuevas generaciones desde que nacen

Biden planea proporcionar fondos para garantizar que haya un experto en desarrollo de la primera infancia en cada centro de salud comunitario. Como el consultorio de un pediatra es el único lugar donde muchas familias con niños pequeños interactúan con proveedores de servicios antes de que sus hijos ingresen a la escuela, Biden cree que es el mejor lugar para evaluar que los niños estén teniendo un buen desarrollo y poder apoyarlos en caso de necesitar apoyo adicional, como visitas domiciliarias. Si tienen un buen desarrollo desde pequeños, tendrán mayor éxito al entrar al jardín de niños.

El plan biden para la educación más allá del bachillerato

Siguiendo su mentalidad de que la educación media superior no es suficiente para preparar alumnos capaces de enfrentar los desafíos de una economía cada vez más globalizada e impulsada por la tecnología. Seis de cada diez trabajadores requieren una formación más allá del bachillerato, sin embargo, esta opción es inalcanzable para muchas personas. Por lo tanto, Biden cree que una preparación más allá de la preparatoria será esencial para ampliar la clase media y ser competitivos como nación.

Invertir en colegios comunitarios y en capacitación para mejorar el éxito de los estudiantes y crecer una clase media más fuerte, más próspera e inclusiva

Los colegios comunitarios son una herramienta de alta calidad que permite brindar educación a la clase media ya que ofrecen programas accesibles y de calidad para que los estudiantes completen los primeros dos años de una carrera universitaria con menor costo. A pesar de que estas instituciones cuentan con recursos limitados, aún así proporcionan una educación rentable y de alta calidad, sin embargo, gobiernos como el de Donald Trump no invierten en ellos para mejorar sus programas o tasas de finalización.

La administración de Biden promete que hará todo lo posible para apoyarlos ya que conoce muy de cerca su potencial, especialmente porque su esposa, Jill Biden, es profesora de un colegio comunitario. Por eso buscará proporcionar a los trabajadores que busquen aprender dos años en estas instituciones u otros programas de capacitación sin necesidad de contraer deudas estudiantiles. Mediante legislaciones, garantizará que cualquier trabajador, aquellos inmigrantes que llegaron al país siendo niños, e incluso personas que nunca tuvieron la oportunidad de estudiar, puedan hacerlo sin pagar matrícula por hasta dos años. Su propósito es que el gobierno federal cubra el 75 % del costo y los estados cubran el resto.

Además, Biden apoyará a las escuelas comunitarias para que implementen prácticas innovadoras que se basen en evidencia para retener a sus estudiantes. Sus reformas buscarán incluir servicios de asesoramiento académico y profesional, mejorar el salario, beneficio y desarrollo profesional para contratar y retener a los profesores.

En su gobierno, el presidente electo abordará las barreras que impiden que los alumnos obtengan un título de un colegio comunitario. Biden entiende que muchos estudiantes no terminan sus estudios porque tienen que trabajar a la vez que mantener una familia, cuidar de menores de edad, entre otras situaciones. Su gobierno ofrecerá distintas oportunidades como el programa de becas Pell, becas estatales, y otro tipo de ayudas para que cubran sus gastos de cuota y matrículas. Además, Biden dará incentivos financieros a los estados para que colaboren con las instituciones y las organizaciones comunitarias para apoyar de manera integral a los alumnos, veteranos, padres y madres solteras, aquellas personas de bajos ingresos, de etnias racializadas, y con discapacidades. El apoyo incluirá libros de texto, transporte, cuidado infantil, salud mental, tutoría de profesores y grupos de apoyo.

Su programa educativo incluye una inversión de $50 mil millones de dólares en programas de capacitación para apoyar colaboraciones entre empresas, universidades comunitarias, sindicatos, gobiernos estatales, locales, otras universidades y bachilleratos, para identificar las demandas de habilidades y crear más oportunidades de prácticas profesionales. Aunado a esto, invertirá $8 mil millones para ayudar a mejorar la salud y seguridad de las instalaciones y equipar las escuelas con la tecnología para tener éxito en la economía globalizada.

Fortalecer la universidad como un camino viable hacia la clase media (pero sin deudas)

Aproximadamente 44 millones de estadounidenses tienen deudas estudiantiles que asciende aun total de $1.5 trillones en préstamos para sus estudios. Uno de cada cinco de estos adultos están atrasados en sus pagos, exacerbando la deuda y creando una brecha de riqueza que impacta especialmente a la comunidad negra. Incluso, actualmente una de cada diez personas entre 40 y 50 años siguen pagando sus préstamos estudiantiles.

Aunque parte del problema ha sido que se ha  duplicado prácticamente el costo de la educación superior desde mediados de la década de los 90, los estados han reducido drásticamente el apoyo. Con esto en mente, el plan educativo de Joe Biden ofrecerá los dos primeros años completamente gratuitos en colegios comunitarios. Además planea reducir a la mitad el costo de la matrícula para una carrera universitaria de cuatro años. Así como también crear alianzas federal-estatal para garantizar que cada estado invierta en los colegios comunitarios.

Por otro lado, Biden planea hacer que los colegios y universidades públicos sean gratuitos para todas las familias con ingresos inferiores a $125,000 dólares. Dirigirá el apoyo a personas de bajos recursos y clase media por medio de las becas Pell, las cuales en la década de 1970 cubrían del 70 % al 80 % del costo de un título universitario de cuatro años y que ahora cubre aproximadamente tan solo el 30 %. Biden planea duplicar el porcentaje de estos apoyos con el objetivo de cerrar la brecha entre personas de bajos recursos y los ricos. Durante la presidencia de Trump, los DREAMers no eran elegibles para estas becas, un error que Biden planea corregir durante su presidencia. Igualmente, este plan busca reducir a la mitad los pagos de los préstamos federales para estudiantes de pregrado y basarlo en los ingresos que reciben los afectados. Aquellos que ganen menos de $25,000 dólares al año no deberán pagar préstamos federales ni tendrán intereses sobre su deuda. Los demás pagarán 5 % de sus ingresos menos impuestos y gastos esenciales. Si en 20 años la persona pagó de manera responsable pero no ha terminado de cubrir completamente, su deuda será perdonada. Biden también planea crear un programa que ofrecerá $10,000 de dólares de alivio para las deudas estudiantiles de los servidores públicos por cada año de servicio hasta cinco años.

Con la ayuda del Título I, apoyará a aquellos alumnos de bajos recursos que están en una universidad de cuatro años para que completen sus estudios. Además de que otorgará fondos para fomentar la colaboración entre instituciones y organizaciones comunitarias para brindar un apoyo integral a los estudiantes.

Apoyo a las universidades que juegan papeles únicos y vitales para las minorías

Las universidades y los colegios comunitarios que apoyan a una minoría, como negros, asiáticos, hispanos, indígenas o personas que carecen de recursos. Biden incluirá a estos estudiantes en su plan de préstamos basados en sus ingresos y proporcionará matrículas gratis, especialmente para la comunidad negra y aquellas personas que pertenecen a pueblos nativos. Además, invertirá más de $ 70 mil millones en estos colegios comunitarios y universidades públicas para hacer que las instituciones históricamente negras, universidades tribales y de minorías de bajos recursos sean más accesibles. Adicionalmente, Biden planea invertir $18 mil millones para retribuir a las universidades de cuatro años, lo que equivale a hasta dos daños de matrícula.

Para que las escuelas privadas que apoyan a minorías no se ven socavadas por su propuesta, invertirá fondos adicionales para que reduzcan sus costos, mejoren las tasas de retención, graduación y cerrar las brechas de equidad para los estudiantes de minorías y etnias racializadas. La Administración Biden invertirá $10 mil millones en la creación de 200 nuevos centros educativos que sirvan de incubadoras de investigación, especialmente enfocados en cambio climático, globalización, desigualdad y salud para crear oportunidades de aprendizaje y carrera. Además, impulsará la investigación agrícola en las instituciones con concesión de tierra, especialmente aquellas de estudiantes negros e indígenas. Y dedicará flujos de fondos prioritarios adicionales en las agendas federales para pagos y contratos para minorías. Impulsará además la construcción de laboratorios e instituciones con tecnología nueva e infraestructura digital invirtiendo $20 mil millones para que las minorías tengan donde aprender, investigar e innovar. También usará estos fondos para proporcionar banda ancha en zonas rurales.

El próximo presidente de Estados Unidos también busca asegurar que todas las universidades públicas de estudiantes de minorías tengan acceso a programas de financiamiento de capital federal de bajo costo y buscar cómo los estados pueden aprovecharlos e incentivar más inversiones públicas, privadas y filantrópicas en infraestructura escolar. Para lograrlo, invertirá $10 mil millones de dólares en programas que aumenten las tasas de inscripción, retención, financiamiento y empleo para las minorías. Incluso estos programas pueden incluir asociaciones con preparatorias, universidades y empleadores; clases de recuperación, servicios de tutoría o asesoramiento y mejorar los salarios, beneficios y desarrollo a profesionales así como maneras de retenerlos.

Más allá de los apoyos para obtener títulos universitarios, Biden invertirá $5 mil millones en programas de posgrado en áreas de educación, atención médica y STEM, así como para desarrollar pasantías y programas profesionales en las principales instituciones de investigación, incluyendo los Laboratorios Nacionales del Departamento de Energía, los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación Nacional de Ciencias y el Departamento de Defensa.

Triplicar el apoyo estudiantil para las minorías por medio del Título III y el V de la Ley de Educación Superior servirá como un salvavidas para las universidades públicas enfocadas en minorías con escasos recursos, asegurando el éxito de sus estudiantes. Para evitar el desvío de fondos, Biden exigirá que cada estado publique informes de sus asignaciones de los fondos para asegurar que atiendan las desigualdades y problemáticas que se buscan combatir con estos apoyos.

El presidente electo, Joe Biden, reconoce el rol que jugará la educación para mantener a Estados Unidos como un país competitivo en una economía donde estudiar una carrera universitaria ya no es suficiente. Además, debido a su trayectoria y la de su esposa, conocen las carencias que hay en el sector educativo público. Para realmente mejorar el sistema educativo de cualquier país se necesita empezar por apoyar a los maestros, de manera económica y profesional, proporcionar maneras de apoyar el desarrollo de los niños desde que nacen hasta después del bachillerato, especialmente aquellos menores de familias de escasos recursos. Finalmente, estas son sólo propuestas que tienen el potencial de transformar la educación en este país, sin embargo, queda mucho camino por recorrer.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/programa-educativo-biden

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Perspective | Career and College Promise: A premier college access program with room for growth

Perspective | Career and College Promise: A premier college access program with room for growth

Sarah A. Deal

Inequities within our society that have persisted over decades have never been more evident than in 2020. The COVID-19 pandemic has illuminated the digital divide for learners and has laid bare the challenges that today’s college students face around ensuring their basic needs are met. In addition to the pandemic, racial injustice in America further highlights the need to eliminate equity gaps.

“Like a flash of lightning in the night, the pandemic revealed all the cracks and fissures hidden in the landscape and gave us a stark and unsparing look at the cavernous wealth and attainment gap before us in our Black and Brown urban communities, in the immigrant communities of our gateway cities and in our poor, white communities in the rural regions,” Dr. Pam Eddinger, president of Bunker Hill Community College, said in the recent Dallas Herring lecture, entitled Insights from the Pandemic: The Reckoning and the Hope at Our Nation’s Community Colleges.

To reduce inequities within our society, we have to address the root causes of these disparities. And while there are many potential solutions, wide-open access to education has long been a hallmark of the American dream — though one that is not realized for Black, Latinx, and Native American populations. North Carolina’s Career and College Promise program provides college coursework through the local community college to high school juniors and seniors. Career and College Promise increases access to the state’s higher education pipeline and has the potential to reduce college attainment gaps.

Community colleges can be a catalyst for this needed change given their open access missions, embedded nature within the community, and credential programs intended to meet the needs of lifelong learners and the local workforce. North Carolina’s Community College System (NCCCS) is uniquely positioned to achieve these aims. The 58 community colleges within NCCCS were specifically designed to be within 30 minutes of any North Carolinian, and my research confirms this is true for more than 99% of residents. Simply being located near a community college reduces barriers to access because a prospective student does not have to travel far and is likely to have more familiarity with their local college.

Another benefit of having community colleges embedded locally across the state is the partnerships between the college and the K-12 schools. These partnerships can lead to early and increased exposure for K-12 students to the college environment. Many of North Carolina’s community colleges conduct campus tours as early as eighth grade, community colleges are home to Early College High Schools, and most importantly, community colleges provide opportunities for high school students to earn college credit through the Career and College Promise program.

Within Career and College Promise, there are two pathways for students to choose from. The first is the College Transfer Pathway which consists primarily of general education courses meant to transfer to one of the University of North Carolina System (UNC) institutions. That pathway is governed by the state’s Comprehensive Articulation Agreement (CAA). The CAA is a joint effort between NCCCS and the UNC System and it establishes the foundation of course transfer between the two systems with the goal of increasing students’ degree completion through maximizing applicability of credit. While the agreement is not perfect, the CAA establishes the necessary structure and organization around successful between-system transfer. The second pathway is Career and Technical Education meant to prepare students with the knowledge, skills, and credentials to enter the workforce.

The goal of Career and College Promise is to increase the number of completed associate and bachelors degrees for North Carolina’s residents by providing early access to college while a student is in high school. Early access to college allows students to “try on” college while in the more familiar environment of high school. Students are able to practice their new time management skills, study skills, and experience the academic rigors of college with the added support often offered by faculty and staff. College courses taken early in high school that apply to students’ associate and bachelor’s degrees also save students valuable time and money as they pursue higher education.

While these benefits are common across many dual enrollment programs, North Carolina takes further steps to broaden access. For instance, the North Carolina state legislature has recognized the value of creating a pipeline into and through postsecondary education and covers the cost of tuition for the Career and College Promise. This funding allows students to take advantage of the program without fewer financial constraints.

There are costs such as transportation, books, and supplies which are not covered by the program. However, tuition is the largest college expense, making it an important factor when thinking about how to reach low-income and historically underserved students. Career and College Promise is offered statewide, further reducing geographic barriers in access to education.

Further, the legislature has funded career coaches who are professional staff members that help high school students explore their college and career options. Community colleges across the state also have designated Career and College Promise liaisons who facilitate the delivery of the program. These factors combined not only “promise” to cover tuition but open the promise of a college education to many students who may not have considered going to college otherwise.

The benefits of Career and College Promise extend beyond increasing student access to higher education. In my own research, I found that students who participated in the program in 2015-2016 and/or 2016-2017 had a higher probability of enrolling in a North Carolina community college after high school, had higher persistence rates, had higher community college graduation rates, and had a higher college GPA when compared to students who did not participate in the program. The Career and College Promise program has all of the right components: free tuition, broad accessibility, support for students, and participation is associated with positive educational outcomes. As of the 2019-20 academic year, the program enrolls more than 70,000 students across the state.

While the foundation of the program is firmly established and there is broad support and participation in the program, Career and College Promise is not equitably reaching populations of students that are historically underserved in higher education. Relative to all North Carolina 10th graders in the 2014-2015 academic year, students who go on to participate in the College Transfer Pathway are more likely to be female (63% compared to 50%) and white (76% to 56%), to speak English at home (93% compared to 86%), and to have a higher high school GPA (4.0 on average, compared to 3.2).

In another aspect of my research that focuses specifically on historically underrepresented students, it is apparent that students that meet these criteria are more likely to participate in the Career and Technical Education Pathway. Relative to their counterparts in the College Transfer Pathway, students in the Career and Technical Education Pathway are more likely to be Black (20% compared to 11%), Latinx (11% compared to 6%), to be economically disadvantaged (48% compared to 30%) and to speak Spanish at home (11% compared to 5%).

Given we know that Black, Latinx, and low-income students are among the groups of students least likely to access higher education, it is important that state-wide marketing, recruitment, and retention policy focus on these populations so that North Carolina’s College Transfer Pathway provides postsecondary opportunities for students who may not already be college-bound. The postsecondary pipeline from the high schools through the community colleges and to the universities in North Carolina is strong, and Career and College Promise has already opened access to more than 27% of high school graduates across the state.

However, for North Carolina to fully realize the potential impact of Career and College Promise on postsecondary attainment, to reduce inequities and close postsecondary attainment gaps, the program must provide equitable access for Black, Latinx, and Native American populations.

Fuente de la Información: https://www.ednc.org/perspective-career-and-college-promise-a-premier-college-access-program-with-room-for-growth/

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COVID-19 study will let some Medicare patients receive at-home antibody treatment

COVID-19 study will let some Medicare patients receive at-home antibody treatment

More than 5,000 Medicare beneficiaries will have access to at-home infusions.

UnitedHealth Group is launching a study that will let thousands of Medicare patients receive in their homes a new COVID-19 treatment that could prevent hospitalizations.

In partnership with the drug company Eli Lilly, Minnetonka-based UnitedHealth said Friday it would enroll in the study up to 500,000 people across 46 states, including Minnesota, with at least 5,000 patients expected to receive the monoclonal antibody treatment. In high-risk patients with mild or moderate disease, the treatment is thought to reduce the risk of hospitalization or serious illness.

Last month, Mayo Clinic became the first health system in Minnesota to begin administering the drug therapy, which is similar to a treatment received earlier this year by President Donald Trump. Vaccines for COVID-19 have been getting a lot of attention in recent weeks, but the development of effective treatments remains crucial, said Ken Ehlert, the chief scientific officer at UnitedHealth Group.

“In most diseases, the way these things work is, even if you have a vaccine you still need treatments that actually can help avoid the consequences of some of these diseases,” Ehlert said.

The treatment is manufactured by Indiana-based Eli Lilly and called bamlanivimab. It must be infused and is thought to work best when administered to patients early in their disease.

The study will let patients track their symptoms on a daily basis and get tested quickly if it looks like they might have been infected by the virus that causes COVID-19. UnitedHealth’s division for health care services would then send a nurse to a patient’s home to administer the treatment, which includes a one-hour infusion.

The process of developing the treatment, which is being made available without charge to patients through a federal contract, has been challenging from the start, said Dr. Daniel Skovronsky, the chief scientific officer at Lilly.

In February, the National Institutes of Health obtained blood from a patient who was among the first in North America to recover from the disease, Skovronsky said. Researchers from Lilly and a biotech company looked in the patient’s blood to identify antibodies that could bind the spike protein and neutralize the virus.

In March and April, the companies found “a very potent antibody that could fully neutralize the virus” and is the basis for the therapy, Skovronsky said. The companies then launched studies in patients before receiving emergency use authorization from federal regulators last month.

“That was an incredibly busy 10 months from identifying the virus to the first authorization of the first therapy that was built to fight the virus,” he said. “That process normally takes us about 10 years across the pharmaceutical industry.”

UnitedHealth Group is the parent company of UnitedHealthcare, which is the nation’s largest health insurer. The study will be open to people with Medicare Advantage health plan coverage through the company, which will help identify those with a health history that puts them at greatest risk from COVID-19.

“Intercepting the disease before it escalates may help to keep people out of the hospital and reduce the overwhelming burden on the health care system,” Ehlert said in a statement.

While bamlanivimab has been approved for emergency use, it is not yet known if the drug is safe and effective for the treatment of COVID-19, although results so far are encouraging. One goal of the study, Ehlert said, is to help learn if there are subgroups of patients who could benefit most.

This is a developing story. Check back for updates.

Fuente de la Información: https://www.startribune.com/unitedhealth-group-launches-covid-19-at-home-treatment-study/573289011/

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UNESCO pide a EEUU “renovar su compromiso” con la ciencia, la educación y la cultura

Audrey Azoulay, directora general de la organización, felicitó a Joe Biden y Kamala Harris por el triunfo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. También se manifestó muy contenta por la llegada de una profesora como primera dama.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, saludó el lunes la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, y expresó su deseo de que regrese la primera potencia mundial a las instituciones abandonadas por la administración Trump, especialmente la Unesco.

“Felicitaciones al presidente electo @joebiden y a la vicepresidenta electa @KamalaHarris. Los desafíos internacionales hoy piden un compromiso renovado de Estados Unidos a favor de los bienes comunes #Science #Education #Culture”, señaló por tweet Azoulay y agregó, refiriéndose a la esposa de Joe Biden: “Muy contenta de ver a una profesora @DrBiden llegar a la Casa Blanca”.

Estados Unidos abandonó la agencia de la ONU para la educación, la ciencia y la Cultura con sede en París a fines de 2018, como fue anunciado en octubre de 2017 en una conferencia general que eligió a Azoulay como jefe de la organización.

Estados Unidos le reprocha haber tomado un partido antiisraelí. Ya en 2011 había suspendido el pago de sus cotizaciones cuando los palestinos ingresaron a la Unesco.

Esta retirada estadounidense de la Unesco decidida por la administración de Donald Trump se inscribe en un movimiento de fondo de cuestionamientos de las instituciones multilaterales heredadas de la postguerra por parte de Estados Unidos.

La Unesco había lamentado a nombre de su ideal de “universalidad” la decisión estadounidense.

Pero no era la primera vez que se retiraba, pues Estados Unidos lo hizo entre 1984 y 2002, para protestar contra una gestión que para ellos era fallida.

Desde la elección de Joe Biden “se perciben en la Unesco signos positivos”, indicó antes una fuente cercana al caso.

La esperanza podría venir también de la esposa de Joe Biden, que Azoulay saludó en su tuit, una maestra comprometida en los asuntos educativos, que estuvo dos veces en la Unesco.

Fuente: http://www.lanacion.cl/unesco-pide-a-eeuu-renovar-su-compromiso-con-la-ciencia-la-educacion-y-la-cultura/

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Nueva York reabrirá en diciembre las escuelas primarias pese a avance del coronavirus

El alcalde Bill de Blasio dijo que todos los alumnos que regresen a clase serán sometidos a test de covid-19 semanales en vez de mensuales.

La ciudad de Nueva York reabrirá las escuelas primarias y ofrecerá clases presenciales para alumnos con necesidades especiales de todas las edades desde el 7 de diciembre pese al aumento reciente de casos del coronavirus, anunció el domingo el alcalde Bill de Blasio, bajo presión de los padres.

El alcalde anunció el abandono de la orden que estipulaba el cierre de todas las escuelas si la tasa de pruebas positivas supera el 3% durante siete días seguidos, en momentos en que los casos aumentan en Nueva York y la tasa actual es de 3,1%.

Ahora tenemos muchas pruebas de lo seguras que pueden ser las escuelas“, precisó De Blasio en una conferencia de prensa. Agregó que todos los alumnos que regresen a clase serán sometidos a test de covid-19 semanales en vez de mensuales.

“Cuando sea posible avanzaremos hacia un aprendizaje en persona cinco días a la semana” para estos alumnos, indicó asimismo en su cuenta de Twitter.

Hasta ahora las clases presenciales solo fueron ofrecidas dos o tres veces por semana.

“Queremos a nuestros chicos tanto tiempo como sea posible en el salón de clases. Nuestras familias también lo quieren. Trabajaremos para que eso suceda”, indicó el alcalde demócrata.

Mejor en la escuela

“La reapertura de las escuelas en la ciudad de Nueva York es la dirección y la decisión correctas”, dijo por su lado el gobernador Andrew Cuomo en una teleconferencia de prensa.

“Literalmente en todo el mundo, funcionarios de organizaciones, expertos europeos y estadounidenses, todos dicen que si la tasa de infección en escuelas está bajo control, y está por debajo del nivel de la comunidad, es mejor que los niños estén en la escuela”, añadió.

Las clases para estudiantes que no están en primaria ni tienen necesidades especiales seguirán siendo 100% remotas.

Nueva York canceló todas las clases presenciales el 19 de noviembre, en medio de una segunda ola de covid-19, porque la ciudad alcanzó el umbral de test positivos de 3% acordado con el sindicato de maestros para decretar un cierre.

La decisión enfureció a miles de padres que protestaron frente al ayuntamiento porque bares y restaurantes permanecen abiertos, mientras las escuelas están cerradas. Señalaban asimismo el ejemplo de Europa, donde las escuelas han permanecido abiertas a pesar de la pandemia.

Los padres argumentan que la tasa de test positivos en escuelas es muchísimo más bajo que en el resto de la ciudad, y que el cierre castiga a los niños más desfavorecidos -como los 60.000 que no tienen computadora- y a las madres que trabajan.

Anthony Fauci, director del gubernamental Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, advirtió el domingo sobre un fuerte aumento en la curva de contagios después de la celebración de Acción de Gracias, y recomendó que cierren los bares y mantengan abiertas las escuelas.

Las escuelas de Nueva York cerraron por primera vez el 16 de marzo, cuando la ciudad se convirtió en el epicentro nacional de la pandemia que ha dejado más de 24.200 muertos, hasta el fin del año escolar en junio.

Tras el verano boreal, en septiembre, Nueva York fue la única gran ciudad estadounidense que reabrió las escuelas parcialmente para clases presenciales, aunque con un mes de atraso para instalar medidas de seguridad negociadas con el sindicato de maestros.

No obstante, de los 1,1 millones de alumnos solo 300.000 aceptaron acudir a las clases presenciales, y el resto optó por un modelo 100% remoto.

Fuente: https://www.elnacional.com/mundo/nueva-york-reabrira-en-diciembre-las-escuelas-primarias-pese-a-avance-del-coronavirus/

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