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Fernando del Paso: Sexto mexicano en recibir el Premio Cervantes

Allí va Fernando del Paso todo envuelto en una suntuosa cauda de palabras. Allí va cargado en una cultura enciclopédica que lo hace hablarnos de Bouvard y Pécuchet, Gargantúa y Pantagruel, El lazarillo de Tormes y Jonathan Swift, el barón de Charlus y Marcel Proust, Jean Genet y Gertrude Stein, Mallarmé y William Blake.

Allí va sobre los durmientes de los rieles que cubren el mundo entero enseñándonos a jugar al “¿Ahí va un tren cargado, cargado de…?” que él empaca con todos los diccionarios leídos, todos los sinónimos acumulados a lo largo del tiempo.

Allí va el sobrino nieto de Francisco del Paso y Troncoso ahora convertido en eje vial. Allí va el locutor y traductor de la BBC de Londres. Allí va el Premio Rómulo Gallegos 1982, allí va el ganador del Premio al Mejor Libro Extranjero en Francia en 1985; allí va el Premio Radio Nacional de España por el mejor programa cultural, por su Carta a Juan Rulfo, allí va el cónsul general de México en París, allí va el Premio Villaurrutia 1966, allí va el Premio Nacional de las Artes 1991, allí va el Premio Juan Rulfo 2007.

Allí va el piloto Palinuro, personaje de la Eneida, que en Virgilio cae al mar durante la tormenta; allí va el que sueña con los ojos abiertos, allí va el que se pone al servicio de sus personajes. Allí va el artesano que engarza las palabras como diamantes, allí va el escritor que ha contribuido a escribir la historia de nuestro país, allí va enfundado en sus trajes color pastel y en sus camisas de libertad, allí va libre y desenfadado, a muy buen paso, sus mejillas enrojecidas por el esfuerzo mantenido por su inexorable fidelidad a sí mismo, a su lenguaje barroco, auténtico, abigarrado, trabajoso, irritante, mágico y deslumbrador.

Lo conocí cuando Arnaldo Orfila Reynal decidió que su novela José Trigo iniciara la colección literaria de Siglo XXI Editores. Del Paso, quien comparte su segundo apellido, Morante, con Elsa Morante (la gran novelista italiana), nacido en 1935 en la Ciudad de México, artesano de sí mismo, ha producido una obra maestra que cambiaría la literatura, así como James Joyce la transformó con suUlises.

“José Trigo se comenzó a imprimir antes de que yo lo terminara de escribir, me faltaba un capítulo: el del Puente de Nonoalco-Tlatelolco, el de en medio, y ya estábamos corrigiendo galeras…” –nos cuenta Del Paso.

“Fue algo fantástico, prácticamente me lo arrebató Orfila pero qué bueno, si no me quedo diez años más escribiéndolo (…) Me angustia muchísimo escribir pero, al mismo tiempo, lo disfruto y para mí lo importante no es tanto haber escrito sino escribir. Lo que me da sentido a mí como escritor es el momento en que estoy escribiendo.”

Fernando del Paso quiso ser médico, pero al igual que Palinuro, resultó incapaz de ver sangre y eligió la poesía, la publicidad, el dibujo, la pintura, la gastronomía. Volverse escritor, diplomático, poeta, dibujante, repartidor de palabras, publicista, esposo de Socorro, padre de cuatro hijos, gourmet y maniquí lo convirtió en un personaje singular y todas estas profesiones le confieren a la envoltura humana de Del Paso un color sonrosado que le da aspecto de manzana.

El escritor desparrama palabras. Las palabras lo tejen, lo amasan, lo hacen vivir y logran que su corazón de manzana enrojezca, madure y tome la pluma; las palabras lo obligan. Fernando es su súbdito y su amo a la vez, su verdugo y su víctima, su patria grande y su patria chica, su presa y su vertedero de demasías.

“Un día pasé por Nonoalco en camión, quise hacer un cuento porque vi a un hombre cargando sobre el hombro un pequeño ataúd y lo seguí. Escribo según la inspiración. Fíjate que el tercer capítulo de José Trigonació prácticamente de esa visión, meramente plástica; pasé un día por Nonoalco-Tlatelolco en un camión y vi esos campamentos a lo lejos y me gustaron muchísimo y un día fui especialmente a caminar por allí; observé los vagones transformados en casas con las macetas de geranios colgando, las cortinitas que les ponen, los tendederos de ropa de uno a otro vagón y me gustó muchísimo ¡es tan plástico todo eso! y eché a andar a un ferrocarrilero con una cajita blanca en el hombro y atrás una mujer que cortaba esos enormes girasoles que crecen en los baldíos y de esta imagen nació José Trigo, mi primera novela. Después iba los sábados a tomar notas y apuntes y escribí un texto que se fue haciendo inmenso y abarcó 536 páginas escritas a lo largo de siete años.”

Así de sencillo es el arranque de una novela formidable: José Trigo,que asombró e irritó a la vez. Edmundo Valadés, autor de La muerte tiene permiso, lo saludó como el mayor acontecimiento literario de México y sostuvo siempre que si algún novelista merecía el Nobel en nuestro país, ése era Del Paso.

Juan Rulfo declaró: “José Trigo es la más formidable empresa que en el territorio idiomático se haya intentado en Hispanoamérica. Es una novela barroca, sí, pero como dice Carpentier: en América Latina si no somos barrocos no somos novelistas”.mex fernando del paso, escritor

Soberbio, Fernando pasó por encima de las críticas buenas y malas con la suprema fortaleza que lo caracteriza. Para él, en México la gente se junta en gremios: zapateros, plateros, barrenderos. Y los escritores se reúnen para no sentirse tan solos. “A las personas a quienes quería que les gustara José Trigo, les gustó. Y eso me basta” –me dijo en aquella ocasión–. “Sé que el libro es muy difícil y necesita la colaboración del lector, pero así me salió. No hice otro libro. Hice José Trigo”.

Cuando pienso en Fernando del Paso me invade un sentimiento de asombro; sus novelas están infinitamente documentadas, pulidas, trabajadas, cinceladas, re-escritas, intencionadas y a la vez libres, porque él no le hace una sola concesión al lector.

Aunque en Palinuro de México no buscó el juego lingüístico, resultó otra obra monumental a la manera de Joyce.

En Palinuro de México se sumerge en la medicina, pero su Palinuro no es sólo un estudiante de medicina que acaba muriéndose en 1968, sino un hombre fascinante que abarca todos los temas de la ciencia, el amor y la cultura. Cualquiera puede escribir una novela sobre un estudiante muerto en 1968, cualquiera también puede documentar la vida de un ferrocarrilero y hacer una historia de los ferrocarriles, consultar libros técnicos sobre cómo se instalan los durmientes y los rieles, cómo se alinean las vías, cualquiera puede investigar y leer obsesivamente acerca de una huelga, pero nadie puede –como Del Paso– escribir una obra maestra en la que el tracatraca del ferrocarril punteé la tragedia ferrocarrilera, la tragedia de los sindicatos blancos, la tragedia de nuestra corrupción y la tragedia individual de un líder.

Noticias del Imperio fue una fiesta no sólo para Fernando, sino para sus múltiples lectores. Maximiliano y Carlota me llevaron de la mano del castillo de Miramar en Trieste al de Chapultepec, pasando por todos los castillos que Fernando dibuja con esmerada obsesión.

Probablemente seas una de las pocas personas que conozca el Castillo de Miramar en Trieste –me dijo Fernando–. Junto con otros visitantes pasé de la recámara nupcial de baldaquino de terciopelo rojo al pequeño salón fumador decorado a la oriental siguiendo la moda de la época: bambús, porcelanas, sedas bordadas a mano y biombos convertidos en encaje.

Durante el recorrido me acompañó Fernando del Paso en el pensamiento y descubrí que la biblioteca le rinde homenaje al liberalismo de Maximiliano, ya que los cuatro bustos de mármol que la presiden son de Dante, Shakespeare, Homero y Goethe. Pude comprobar que los libreros contienen obras de otros pensadores igualmente liberales.

Por eso, el enorme éxito en librería de Noticias del Imperio. Convertirse de la noche a la mañana en bestsellerfue para él una sorpresa, como para quienes lo seguimos de cerca.

Fernando del Paso sabe de lo que habla al considerar que Maximiliano era un poco despreciable, un déspota ilustrado en el sentido de su liberalismo pero naif porque creía que Dios le había conferido el derecho divino a gobernar. Más que condenar su despiste, me conmueve la ingenua fragilidad de Miramar y sus ilusos habitantes.

La salita Novara, réplica de la popa de la fragata Novara en la que los futuros emperadores habrían de llegar a México, condensa sus ilusiones. Todas las ventanas de Miramar, absolutamente todas, tienen vista al mar, por eso, al llegar a México, las ventanas, las terrazas, los balcones de Chapultepec dan al oleaje verde del bosque, al valle de México, al mar de ahuehuetes, una infinita playa de verdor arbolado.

Con mucha razón Maximiliano quiso llamarlo Miravalle, según lo explica Del Paso. Vestido de charro el emperador bajaba frívolo y confiado hacia su valle y gustaba de estar entre la gente. Participó en muchos encuentros con el pueblo. Carlota, más realista, intuyó que por más que les sonrieran, no los amaban y sintió miedo.

“Mira, Elena –me dijo Del Paso– sobre Maximiliano y Carlota y la intervención francesa hay la más extensa bibliografía que pueda imaginarse, entre 90 y cien volúmenes. La mayoría están en alemán, aunque muchos se han traducido al español, al inglés y al francés.

“Acudí a los periódicos de la época, el Diario Oficial del Imperio,L’Estafette, La Orquesta y L’Ére Nouvelle, dos de ellos publicados en francés en México, y uno antes de la intervención francesa. Acudí también al Ceremonial de la Corte de Maximiliano que localicé en el Archivo General de la Nación y al libro del Conde Egon Corti, quien fue quizá el primero en hacer en los años 30 un trabajo serio sobre la tragedia de Maximiliano y Carlota.

“De ese enorme caudal de material, sólo utilicé 10 por ciento, a veces ni 10 por ciento. No soy historiador y me decidí por una especie de carrera entre la imaginación y la documentación y en el caso de Maximiliano y Carlota gana la imaginación. Partes de la novela son la narración de hechos básicos e históricos desde que se planeó el imperio hasta la intervención francesa, la llegada de Maximiliano, el derrumbe del imperio, el retiro de las tropas francesas y la locura de Carlota; pero otras muchas páginas son pura imaginación o creación como debe llamársele.

“No retrato sólo a Carlota, voy mucho más lejos. Noticias del Imperioes Carlota, es Maximiliano, es Juárez, es todo lo que provocó la intervención francesa. Podría haber escrito la historia de uno solo de los personajes, quizá de Carlota, pero me fui a lo grande.

Carlota enloqueció muy joven, a los 26 años, murió 60 años después, en 1927, el año en que Al Johnson hace la primera película hablada y Charles Lindbergh atraviesa el Atlántico.

¿Cuál es la función de las palabras de Del Paso además de embrujarnos? ¿Cuál es el poder de seducción de Del Paso al resucitar la huelga ferrocarrilera, la medicina, el amor, la derrota, la muerte, la locura?

Más que ningún otro escritor, Del Paso nos enseña a convertir la lectura en una iniciación hacia la vida interior que en México tanta falta hace a nuestros representantes políticos.

Ojalá la Cámara de Diputados y el Senado se agotaran leyendo José Trigopara que ya no tuvieran fuerzas para pedir aumentos más que inmerecidos.

 Fuente: Fernando del Paso: sexto mexicano en recibir el Premio Cervantes

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Entrevista a Miguel Tovar, periodista “El fotoperiodismo es un compromiso social”

Katy García /PrensaRed

El periodista visual cuenta su experiencia en la cobertura de la masacre de los 43 normalistas ocurrida en México. Varias de las fotografías publicadas en el capítulo Vidas del libro Ayotzinapa, Horas Eternas, de Paula Mónica Felipe, le pertenecen. Manifestó su preocupación por los asesinatos de periodistas en su país asolado por el narcotráfico.

Miguel Tovar (38) es mexicano. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y además realizó estudios sobre cine. Trabaja para la agencia internacional de imágenes Getty. Antes, fue corresponsal de Associated Press (AP). A fines de marzo estuvo en Córdoba acompañando a Paula Mónaco Felipe, en las presentaciones del libro Ayotzinapa. Horas eternas. El texto cronica desde la mirada de las víctimas los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre de 2014 que derivaron en la masacre.
(1) No solo comparten el trabajo. Son pareja. De esa unión nació Camilo, que tiene seis años.

La noche anterior a su regreso a México, luego de compartir en el Archivo Provincial de la Memoria la inauguración de una página interactiva que brinda información sobre los detenidos desaparecidos de Córdoba, el fotoperiodista accedió a conversar con Prensared.

Sentado en el umbral de una de las puertas laterales de la Iglesia Catedral de Córdoba le contó a este medio cómo fue el proceso vivido por las familias de los jóvenes normalistas que de un día para otro tuvieron que hacerse fuertes, vencer el dolor y emprender una búsqueda a ciegas. Día a día lo registró con sus cámaras.

Llano, directo, habló de los riesgos de la profesión en un contexto de violencia política y la necesidad de organización del sector. Le preocupa que 115 periodistas hayan sido asesinados. Y destaca que los ataques siguen pero se ocultan.

También cubrieron otras temáticas sociales de fuerte impacto. “Para mí, el fotoperiodismo, es un compromiso social, es mostrar las problemáticas y las injusticias. No es para obtener beneficios, ni premios”, define, convencido. Dice que en México es común encontrar fosas y cadáveres. Pero fue la mirada de una mujer en Haití la que lo hizo reflexionar sobre los límites de la profesión.

“Cubrimos historias de terror allá en México”, manifestó. En el capítulo Solidaridad,precisamente, el poeta David Huerta habla del drama de aquel país y sus tragedias. “Esto es el país de las fosas/señoras y señores/Este es el país de los aullidos/Este es el país de los niños en llamas/Este es el país de las mujeres martirizadas/Este es el país que ayer apenas existía/ Y ahora no se sabe dónde quedó”. (Pág. 173, Ayopzinapa).

-Has participado junto a Paula Mónaco Felipe en la realización de un libro que reconstruye la desaparición forzada de los alumnos de una escuela rural. ¿Cómo ha sido esa experiencia?

-El libro fue prácticamente una consecuencia, un accidente. Nunca lo planeamos, mucho menos yo. No pensé que esas imágenes pudieran ser parte de una reconstrucción de las historias de los chicos o del trayecto que se vivió durante un año y del movimiento que se creó. Fue una cobertura como otras que hicimos sobre los migrantes, los femicidios, los deportados. Yo digo que son historias de terror las que cubrimos allá en México. Fue una nota más al principio. Luego nos fuimos comprometiendo y adentrando.

-¿Cómo era el contexto que rodeaba la noticia y en ese marco cómo has organizado y compilado el trabajo desde el principio?

-Todos pensaban que en algún momento los jóvenes aparecerían. Era una sensación, un tema muy fuerte, y empezamos a documentar la noticia como periodistas. Después vimos que era más complejo. El gobierno empezó a decir que los restos que aparecían en fosas comunes eran de ellos. Algo que podría ser creíble porque en México es bastante común que haya desapariciones, que aparezcan fosas y se muestren restos. El panorama era desalentador pero al final veíamos que no era cierto y que todo tenía relación con la complicidad entre las autoridades y el crimen organizado. Desde los primeros días prácticamente en la primera semana junté bastante material.

– Al poco tiempo arriban los padres de los jóvenes y surge otra historia ¿Cómo viviste este proceso?

-Fuimos testigos de la formación del movimiento. Los padres empezaban a llegar, no se conocían entre ellos porque los jóvenes eran de nuevo ingreso. Apenas se empezaban a conocer con sus compañeros. No sabían sus nombres, si eran 43 o menos, o si se habían vuelto a sus casas. Era un total descontrol allí en el normal Isidro Burgos. Hemos visto cómo empezaron a resolver cuestiones básicas como la alimentación. La constante es que son personas de muy bajos recursos. Son campesinos, albañiles. Hemos visto, entonces, cómo se gestó esa organización desde lo más elemental que era resolver la comida para 80 personas que esperaban noticias de sus familiares. Con el tiempo, se armaron las brigadas y se hicieron acciones como volanteadas. Las giras, la búsqueda en las fosas en Iguala y otros pueblos. Abrazamos a los familiares y desde nuestro particular punto de vista como periodistas exigimos justicia. Sino cuando va a ser.

-¿Cómo ha sido la experiencia laboral compartida?

-El trabajo más importante lo hizo Paula. La reconstrucción y la investigación. Lo mío ni siquiera intenta ser cronológico sino que exhibe el apoyo popular, lo que fue ocurriendo. Pero hay imágenes claves por ejemplo la que muestra la quema de la puerta del Palacio Nacional. Fue muy simbólico. No lo hizo un familiar o un compañero, pero fue parte de la gente que se enardeció. Son fotos importantes para el proceso. No son los padres y sus rostros y cómo lo vivieron.

-Las noticias internacionales reportan con frecuencia asesinatos de periodistas y fotógrafos en México. ¿Tienen algún tipo de organización, cómo es?

-La realidad de los periodistas y comunicadores en general es que estamos en una de las etapas más negras. No tengo registro de tantos asesinatos de fotoperiodistas y periodistas. Sobre todo en la zona de los carteles. Mucha violencia, se produce una agresión cada dos horas. Es tremendo. Y puede venir de civiles o de personal del estado. Hasta ahora son 115 las víctimas. Existe la preocupación y entre compañeros se habla sobre la posibilidad de organizarnos.

¿Se visibiliza la problemática?

-En cierto momento parece que ha dejado de pasar. Pero no es así. Se ha dejado de hablar del tema. Los asesinatos son reales. Estamos en una de las peores situaciones de agresión a los periodistas pero hay un vacío de información de lo que realmente está pasando en México. A veces se sabe más afuera. Hay mucha presión y a veces los dueños de los medios ejercen la autocensura por diferentes causas. Pero hay gente que lo sigue haciendo de manera autónoma aunque reciben amenazas.

-¿Qué hecho o situación ha influido en tus convicciones o miradas sobre la profesión?

-Pienso que me cambió haber estado en Haití. Porque estamos acostumbrados a tener una barrera pero es innegable que te afecta ver el sufrimiento y el dolor de los demás. Nunca me interesé por premios. Para mí el fotoperiodismo e s un compromiso social, es mostrar las problemáticas, las injusticias. No para obtener beneficios ni premios. No va a cambiar el mundo por mis imágenes, he visto el sufrimiento de las personas y eso me ha cambiado.

– El fotoperiodista pone en juego el cuerpo, mucha adrenalina…

-Sí. No lo voy a negar. Antes era más arriesgado. Pero la vida me ha cambiado. No me meto a lugares jodidos. Si hace falta, lo hago. Pero tengo un hijo a quien cuidar. Guerrero es un lugar muy peligroso. Pero fue en Haití que tuve una experiencia muy fuerte. Llegué el segundo día del terremoto y me dediqué a tomar fotos de muertos y de cuerpos apilados. Trabajaba para AP. Una señora en la calle hizo que cambiara mi mirada. Eran varias, sentadas en unas sillas. Ella tenía un bebé todo vendado hasta el rostro. Le saqué varias tomas –dice gesticulando-y cuando bajé la cámara la mujer me miraba como si fuera un buitre. Eso cambió en mí la visión y me hizo reflexionar.

-¿Un aprendizaje que da el oficio?

-Creo que también fue una lección muy dura. Me volví. Había viajado sin llevar nada, en un avión de la Cruz Roja, como una aventura. Lo que tengo muy claro es que uno va aprendiendo del propio trabajo y hacer visible las cosas que suceden y aportar para que se sepan es mi objetivo.

Notas

1-Paula Mónaco Felipe es argentina, licenciada en Ciencias de la Comunicación Social egresada de la UNC. Tenía 25 días cuando sus padres Luis Mónaco (Periodista) y Ester Mónaco (Psicóloga) fueron secuestrados y asesinados durante la última dictadura cívico militar. Actualmente se están juzgando estos crímenes en el marco de la megacausa La Perla.

Fuente de la entrevista: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=211161&titular=%93el-fotoperiodismo-es-un-compromiso-social%94-

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México: UNESCO celebra el Premio Cervantes otorgado a Fernando del Paso

NoticiasMVS/23 de abril de 2016

El autor mexicano de 81 años recibió el galardón al cumplirse 40 años del aniversario de este premio de las letras españolas, lo que además coincide con la conmemoración del IV Centenario de la muerte del autor que le da nombre al reconocimiento, Miguel de Cervantes.

En una ceremonia celebrada en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, España, el escritor mexicano Fernando del Paso recibió el Premio Cervantes 2015, un galardón que se le ha otorgado por el conjunto de su obra literaria, tanto por su notable aportación en la novela como por su obra ensayística.

El autor mexicano de 81 años recibió el galardón al cumplirse 40 años del aniversario de este premio de las letras españolas, lo que además coincide con la conmemoración del IV Centenario de la muerte del autor que le da nombre al reconocimiento, Miguel de Cervantes.

Fernando del Paso, nacido en la Ciudad de México en 1935, es el sexto mexicano en recibir el premio, después de Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco y Elena Poniatowska.

El autor de novelas como José Trigo, Palinuro de México, Noticias del Imperio y Linda 67: historia de un crimen ha sido una de las figuras centrales en este mes de celebraciones cervantinas en el mundo de habla hispana.

En España, las celebraciones incluyen, entre varios eventos, la exposición «40 años del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, 1976-2016», que homenajea a los 41 premiados que han tenido el galardón en estas cuatro décadas de historia (en 1979 lo ganaron ex aequo Gerardo Diego y Jorge Luis Borges).

En México, la Oficina de la UNESCO lleva a cabo una campaña digital para promover la lectura (#DíadelLibro), la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual a través del derecho de autor.

La campaña cuenta con la participación de importantes personalidades del mundo la literatura como los escritores y ensayistas Elena Poniatowska, Sandra Lorenzano, Silvia Molina; Juan Villoro, Paco Ignacio Taibo II y Laura Emilia Pacheco.

A la iniciativa también se sumaron Leonardo Curzio, académico y periodista; Marisol Schultz, Directora General de la FIL Guadalajara, Eduardo Vázquez, Secretario de Cultura CDMX; Carmen López-Portillo, Rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana; Jose Manuel Romero Coello, Director General del Imjuve; Maya Dávalos de Camacho, presidenta de ICOM México y Georgina Abud, Gerente Comercial de Librerías Porrúa.

El 23 de abril es una fecha simbólica para el mundo de la literatura. En ese día, en 1616, murió Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el poeta Garcilaso de la Vega, El Inca. El 23 de abril es también la fecha de nacimiento de otros prominentes autores.

Este día brinda la oportunidad de reflexionar sobre la mejor manera de difundir la cultura escrita y de permitir que todas las personas, hombres, mujeres y niños, accedan a ella a través del aprendizaje de la lectura y el apoyo al oficio de la edición, las librerías, las bibliotecas y las escuelas.

Fuente: http://www.noticiasmvs.com/#!/noticias/unesco-celebra-el-premio-cervantes-otorgado-a-fernando-del-paso-436

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Círculo vicioso en la educación

Celia Rosado Romero

Es un hecho, ante la aprobación de la Cámara de Diputados, que cada plantel educativo podrá ajustar su calendario escolar, en el nivel básico y normal. Tal propuesta fue provista por el Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, como una nueva estrategia para cumplir los lineamientos que establece la dependencia, en relación a los múltiples factores, tanto climáticos como burocráticos, que reducen el ciclo escolar.

Las políticas educativas han sufrido infinidad de cambios, sobre todo desde la época de Luis Echeverría, siempre buscando cumplir con el mínimo de horas 185, a un máximo de 200, y al mismo tiempo, abatir el rezago educativo y el alfabetismo que a la fecha no se cumple.

Muy a pesar de que el Presidente Enrique Peña Nieto felicitó a los legisladores por apoyar la iniciativa, en donde los Consejos Escolares de Participación Ciudadana, puedan opinar al respecto, no es una acción que dé como fruto mejora en la enseñanza.

La llamada flexibilidad del calendario escolar bajo el esquema de mayor autonomía dentro del Plan de Nueva Escuela, fue pensada en la localización de los planteles. Sobre todo en regiones con climas adversos, resulta con posibilidades de ser aplicable en beneficio de la salud de los infantes, pero, la experiencia demuestra que es complicado juntar las opiniones de padres de familia y los docentes.

Superando los obstáculos que presentaba la Ley General de Educación, en un debate con resultado de 364 votos a favor, 10 abstenciones y 59 en contra, pasó a manos del Ejecutivo de la Nación para ser publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Para las zonas donde los disidentes que no aceptaron la Reforma Educativa, podría ser la salida para retomar el programa y sacar adelante a los alumnos, cumpliendo las horas que se marcan como necesaria para la enseñanza del grado.

Sin embargo, el reto que enfrenta México para dar calidad en la educación, requiere no sólo cambios de horarios, sino de afrontar el desafío económico social para brindar a la población estudiantil calidad de vida.

Un alumno al que no se le proporciona lo elemental: alimentación, vivienda, salud, lo básico para su crecimiento, es la razón que las estadísticas proporcionadas por la OCDE, en su evaluación, arrojen datos en sus habilidades de insuficientes. La mitad de los jóvenes de 15 años de edad no alcanzó el nivel básico 2 de PISA. Y en lo referente a la educación media superior, un alto porcentaje de jóvenes no la termina.

Bajo ese esquema, México necesita desarrollar una estrategia educativa a largo plazo para garantizar un nivel general de habilidades y conocimientos más altos, lo que facilitará el crecimiento económico y mejores condiciones de vida para todos los mexicanos, es una de las propuestas de la OCDE.

Señalar la flexibilidad de los horarios no es la mejor estrategia. Se requiere además apoyo a las escuelas, directores y docentes para mejor los resultados de las escuelas y los estudiantes

Fortalecer los multifactores que incentivan a mejorar el nivel, van desde la eficiencia escolar, liderazgo, gestión y participación social. Mientras, sólo las autoridades escolares se apropien de las políticas y no acepten recomendaciones de los actores que influyen en la enseñanza, no habrá cambio.

El sistema educativo mexicano, a pesar de los resultados del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educativa –INEE-, cuyo objetivo fue retomar la evaluación con el sentido de mejorar la calidad educativa, sino es acompañada del crecimiento económico del país, no funciona.

Existe una reflexión colectiva de la sociedad sobre la expectativa de encontrar la explicación del porqué no se logran lo estándares educativos y mantienen al país en el rezago, sobre todo en entidades como Oaxaca, Chiapas, Yucatán y Veracruz donde se concentra el 46.9 por ciento de la población indígena del país, según informa el INEGI.

Ellos, los indígenas, cuya oportunidad de ingresar al sistema básico y medio superior, es menor, y ni siquiera considerar el nivel superior.

Es de meditar lo que los datos del XII Censo de la Población y Vivienda del 2000 señalan como ingreso per cápita anual de escasos 3 mil 500 dólares en las zonas marginas; en comparación a lo percibido por los habitantes de la Ciudad de México que es de 22 mil dólares.

Una diferencia que refleja la existencia de calidad de las clases sociales, con una desigualdad que se imprime en toda América Latina.

Por eso no extraña que las mejores escuelas y los maestros mejor capacitados están destinados a las familias e ingresos medios y altos, con lo que no se cumple lo que establece el Artículo Tercero de la Constitución Mexicana, circulo vicioso que debe romperse.

Habrá de entender que una política eficaz e integral es la verdadera solución al problema educativo.

Fuente del articulo: http://www.cambiodigital.com.mx/mosco.php?columna=10075

Fuente de la imagen: http://hoy.com.do/wp-content/uploads/2004/10/540CBC53-0DAF-4A39-96AF-3582387708EC.jpeg

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¿Tienen caducidad los modelos educativos?

Los cambios pueden ser en diferentes niveles: modelos, técnicas, políticas y muchas cosas más; sin embargo, pocas veces nos hemos puesto a pensar en la evaluación primordial de la necesidad. Los puristas de la educación (entre docentes, directivos, políticos y ciudadanos) generalmente opinan que la educación que se otorgaba décadas atrás era de mejor calidad, por lo que los cambios necesarios no serían novedades sino regresiones a un sistema y modelo previo.

Por otro lado, los innovadores se pueden basar en cifras recopiladas por empresas como LinkedIn o Forbes en donde se reconoce que varios de los empleos más solicitados ni siquiera existían tan solo cinco años antes. Estos cambios en la oferta y demanda en el mercado laboral son suficiente para exigir un cambio en las escuelas: si nuestra realidad social está cambiando, también debería hacerlo la forma en que aprendemos.

Es por eso que las reformas tendrían que estar basadas primeramente en un estudio de los cambios sociales, para luego entrar en detalles sobre las innovaciones aplicables. A continuación, a manera de reflexión, se encuentran algunos de los indicadores del cambio social sufrido a partir de las últimas décadas, intentando descifrar su pertinencia en el proceso reformador de la educación.

La era de la revolución tecnológica

Hoy se vuelve extremadamente difícil pensar en una sociedad sin aparatos electrónicos (ahora llamados gadgets) como la computadora, los teléfonos inteligentes o las tabletas. Una época en que Samsung y Apple no eran empresas líderes en el mercado, y en donde los periódicos o las bibliotecas eran la fuente más importante de información. Muchas de las empresas con mayor penetración en el mercado actual son digitales y no aparecieron sino hasta avanzada la década pasada: Facebook (2004), YouTube (2005) o Twitter (2006).

Según las estadísticas reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, alrededor del 90% de hogares cuenta con televisión y poco menos del 80% cuenta con radio.

La cifra de este último ha disminuido más del 10% desde 2001. Las líneas telefónicas aparecen en poco más del 40% de hogares, mientras que los teléfonos celulares tienen un 80% de presencia; un cambio significativo en las telecomunicaciones del país, pues la cifra anterior creció alrededor del 60% desde 2001. La conexión a internet tiene un crecimiento más lento, con una presencia del 30% en los hogares mexicanos.

En otra estadística, se calcula que un 44% de los habitantes mayores de 6 años era usuario de internet en 2014, reportando un crecimiento alrededor del 40% en 13 años. De esos usuarios, el 74.2% era menor de 35 años.

La tecnología ya es parte importante de la vida de muchas personas. Ya no es un instrumento para ciertas instancias del día, sino que se vuelve un aditamento permanente en las labores diarias. Las estadísticas anteriores no nos permiten identificar al total poblacional como entes tecnológicos, como algunas veces se hace erróneamente. Sin embargo, una gran parte de ellos sí lo son, y no podemos ignorarlo.

La computación/informática es tan solo la punta del iceberg en la revolución tecnológica. Ejemplos abundan: la empresa Tesla, a través de su dueño y creador Elon Musk, presentó hace pocos días el esperado Model 3, un automóvil eléctrico de grandes condiciones técnicas y precio accesible. Pocos días pasan sin que los medios anuncien algo relacionado con el avance sobre la inteligencia artificial, que puede estar más cerca de lo que pensamos. El entendimiento del universo avanza a grandes pasos, como lo hizo con el descubrimiento de las ondas gravitacionales. Llegar a Marte es una frontera posible de alcanzar. La ciencia crece a pasos agigantados, pero, ¿Cuál es el porcentaje de la sociedad que crece con ella?

Pensar en que la tecnología más novedosa es mundana para todos es simplificar lo que no se debe simplificar. La educación debe ser eficaz, pertinente y relevante en un contexto específico antes que general.

Las tendencias generacionales

Los hechos históricos generalmente marcan a la sociedad. Una aseveración que podemos revisar con mayor cercanía al analizar las diferentes características de las distintas generaciones.

GENERACIÓN CONTEXTO HISTÓRICO
Baby Boomers Nacidos entre 1946 y 1964, al terminar la Segunda Guerra Mundial.
Generación X Nacidos entre 1965 y 1976, años en qué continúa la Guerra Fría, se realiza la intervención militar estadounidense en Vietnam y en México ocurre la matanza de Tlatelolco.
Generación Y Nacidos entre 1977 y 1994, en el inicio de la computadora personal y el internet.
Millennials Nacidos después de 1995, también conocidos como nativos digitales puesto que nacen en una época donde las computadoras y dispositivos son cada vez más comunes.
Philip Kotler. Fundamentos de Marketing (2008).

Cada generación es diferente una a la otra. Tomando en cuenta las palabras escritas por Octavio Paz en El Laberinto de la Soledad (1963), tendríamos que preguntarnos entonces: ¿estamos en la historia o somos historia? La simple justificación de los cambios generacionales por simple deseo de nuestro ambiente. Los hechos pedagógicos y sociales han sido desencadenantes de lo que sucede con las personas que conforman cada generación.

Las diferencias sociales de nuestros tiempos con aquellos anteriores, como ya se mencionó, tienen que ver mucho con la tecnología que nos acompaña, pero no debemos dejar de lado que eso marca un medio y no un fin. La forma en que conseguimos información ha cambiado y es mucho más fácil que antes: acceder a noticias sobre otras partes del mundo, libros, videos y opiniones.

Por otra parte, modelos a seguir para los jóvenes han cambiado en sus características. Los reyes de Sillicon Valley, revolucionarios de la tecnología y la forma de hacer negocios, millonarios y presentes siempre frente a cámara, forman una visión de éxito distinto a la que teníamos épocas atrás.

El proyecto de vida que consistía en una primera etapa de vida dedicada al estudio ha caducado en estos modelos. Bill Gates (Microsoft), Mark Zuckerberg (Facebook), Steve Jobs (Apple), Jack Dorsey (Twitter) y Michael Dell (fundador de Dell Computers) son algunos ejemplos de personajes exitosos que desertaron de la Universidad. En el mundo del espectáculo, una referencia para todos los jóvenes desde hace décadas, también encontramos varios de estos ejemplos: Leonardo DiCaprio, James Cameron o Johnny Depp.

Incluso en el ámbito latinoamericano encontramos ejemplos: Gustavo Cerati no terminó la carrera de Publicidad, mientras que Emmanuel Lubezki (tres veces ganador del Oscar) ni Alfonso Cuarón (Ganador de un Oscar) terminaron su carrera en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“El mensaje es claro: de cara a sus metas de carrera, los Millennials dan igual importancia a cómo las empresas desarrollan a sus gente y contribuyen a la sociedad, así como al manejo de sus productos y su rentabilidad”, dice Barry Salzberg, CEO de Deloitte (firma mundial sobre servicios profesionales). Las nuevas generaciones mantienen grandes ideales y tienden a durar menos en los trabajos donde su opinión ni crecimiento es tomado en cuenta. Conceptos como el compromiso social y la ecología se vuelven más importantes en su vocabulario. La meta ya no es el trabajo como en generaciones anteriores, el estilo de vida tiene que ser trascendental.

La revolución tecnológica ha marcado una generación, pero no ha sido el único factor. Vivimos en el mundo post-11 de Septiembre, situado entre la crisis económica de 2008 y aquellas que aún no podemos delimitar en su sentido histórico. Los jóvenes necesitan herramientas para la realidad que viven hoy, pero también la que vivirán mañana.

La necesidad de la especialización

The Theory of Everything: The Origin and Fate of the Universe (1996) es una compilación de ideas presentadas por Stephen Hawking en sus conferencias. Un libro centrado en el estudio de la física, pero que también contiene una visión fascinante de nuestra realidad social.

Casi al finalizar el libro, Hawking realiza algunos apuntes referentes a los filósofos: al inicio, en la civilización griega, ellos eran científicos en todas las disciplinas (matemáticas, física, química o ciencias sociales), no había distinción simplemente porque no hacía falta, los conocimientos sobre el universo eran tan pocos que estos podían ser científicos altamente eficientes, con descubrimientos y teorías, sobre todas las ciencias; la creación de la democracia, una teoría sobre la creación del Universo y observaciones sobre reacciones químicas podían ser objeto de estudio y trabajo para un solo hombre.

Con el avance científico, las ideas dentro de la ciencia se fueron complicando y, en nuestros tiempos, un filósofo ya no puede ser un hombre de todas las ciencias sin perderse en nimiedades. Según Hawking, la única esperanza de los filósofos es el descubrimiento de una teoría unificada sobre el universo; es decir, encontrar la respuesta a cómo se creó todo, para dejar paso al por qué.

Algunos filósofos podrían negar que la ciencia madre esté perdida, pero es una realidad que la mayoría de ciencias requieren cada vez mayor especialización y el mercado laboral reacciona. Las universidades ofrecen cada vez más carreras, así como cursos, diplomados, especialidades, maestrías, doctorados y más. Los médicos, abogados, psicólogos, administradores y otros profesionistas necesitan de una actualización constante, marcando rumbo en áreas específicas, si quieren destacar. Cada vez se vuelve más cierta aquella frase: “no podemos ser todólogos”.

¿Son necesarios los cambios en los modelos educativos?

La mejora continua es necesaria en cualquier actividad humana y la evaluación no tendría nunca sentido si no se aplicará sobre procesos sujetos a errores y, por lo tanto, a su perfeccionamiento constante. La educación no es tema aparte y necesita de una evaluación que mantenga un marco conceptual y referencial bien establecido. La evaluación de la educación necesita no solamente fijarse en el centro educativo, sino que también tendrá que buscar en la sociedad para fijar su sentido de pertinencia y relevancia.

El cambio del mundo debe en alguna manera afectar al sistema educativo. Es imperante dejar de pensar en las escuelas como ambientes cerrados, pues la exclusión del mundo nunca creará lugares propensos al aprendizaje significativo. Tenemos que revalorar muchas de las situaciones que damos por sentadas en las escuelas, como los centros de cómputo o las bibliotecas.

En México, las diferencias geográficas, socioeconómicas o psicológicas son sumamente variables entre una escuela u otra. Estados como Baja California, en el norte más alejado del país, son muy diferentes a Chiapas, Oaxaca o Guerrero. Si pensamos tal vez en un cambio en el mundo tecnológico, con mayor acceso al mundo virtual del internet, sería de dudosa aplicación en el total de las escuelas. En este sentido, la Secretaría de Educación Pública (SEP) reporta que hasta la fecha aún el 10% de las escuelas en el país no cuentan con energía eléctrica; ¿Cómo podríamos aplicar estrategias que involucren teléfonos inteligentes o una computadora ahí?

Es imperante que las escuelas tengan libertad de acción para realizar estos cambios según sus propios medios lo permitan. Tan solo en las escuelas que atienden alumnos de nivel socioeconómico medio hacia arriba, es necesario que acabemos con los reglamentos anticuados que prohíben en todo momento el uso de celulares, computadoras portátiles o tabletas. Para bien o para mal, esto se convierte en una forma de cerrar la escuela y tratarla como un ente apartado de la sociedad, un ambiente cerrado.

Sin embargo, es también importante recalcar que, como ya se ha mencionado, el modelo educativo para las nuevas generaciones no tiene por qué ser exclusivamente relacionados a la tecnología sino a las tendencias que siguen las nuevas generaciones. Las escuelas cerradas a la sociedad que les rodea no son ideales. Si bien las cuestiones de seguridad en Latinoamérica siguen siendo un gran problema para pensar en escuelas totalmente abiertas, estas si pueden realizar acciones para que los padres (a su libre intención) puedan participar en la educación de sus hijos.

La especialización, siendo tendencia global, es todavía negada por muchos de los modelos educativos de nivel medio superior, en donde los jóvenes no tienen injerencia sobre sus campos de estudio, si acaso en alguna materia optativa extracurricular o carrera técnica. Los temas carecen de sentido práctica para los alumnos, por lo que urge una evaluación clara para disolver la duda: ¿esto es problema de simple percepción o es un problema de fondo?

Por lo ya visto, no podemos tratar los cambios sociales/históricos de los últimos años sino con adjetivos de tintes revolucionarios, ya que han operado bajo modelos agresivos: el mundo de hoy no es el de ayer, pero tampoco será el de mañana.

El cambio es necesario en el sistema educativo, pero no es solamente de cuestión tecnológica. Los docentes actuales necesitan de actualización pedagógica constante, mientras que los centros educativos deberán revisar a profundidad sus currículos para adecuarlas a las necesidades sociales así como a las propias características psicológicas de sus alumnos.

El modelo educativo exitoso no es solamente uno, incuestionable ni atemporal, sino que debe ser revisado, reformado y cuestionado en distintos pasos. No pensarlo así es la forma más fácil de caer en sistemas perpetuos basados en modelos que seguirán produciendo jóvenes y adultos frustrados, incompetentes y grises.

Bibliografía

  • Hawking, S. (1996). La Teoría del Todo. Londres: Colección Gandhi.
  • Paz, O. (1963). El Laberinto de la Soledad. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.
  • Kotler, P. (2008). Fundamentos de Marketing. México: Pearson Educación.
  • Meraz, A. (2016). SEP ‘dará luz’ a las escuelas. Excélsior, Versión en Línea.
  • Deloitte. (2015). Encuesta Deloitte 2015: Generación del Milenio. México: Deloitte Internacional.

Fuente: http://vinculando.org/educacion/caducidad-modelos-educativos.html

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Mudos e invisibles

Manuel Gil Antón

Las profesoras y los maestros mexicanos han sido concebidos, en la reforma educativa, como infantes. No es baladí: infancia proviene del latín, infans, que por su etimología significa “el que no habla”. Infantia equivale a  la incapacidad de hablar. Los que de esto saben aclaran que no solo se alude a la carencia de elementos para enunciar palabras: implica que no se cuenta con las condiciones para expresarse de una manera inteligible para otros. Es quien no sabe hablar.

Para los antiguos romanos el sentido del término rebasa la referencia literal. Indicaba a los que “no podían expresarse por mandato jurídico”. Dada su precaria condición intelectual, era menester un apoderado: quien ejerciera la patria potestad. Padre o tutor. La ley no daba valor a sus palabras: otros deberían hacerlo en su nombre. Mudos o sin habilidad alguna para que su voz fuera socialmente válida. Sin palabra, o arrebatada su voz: silenciados.

El Ogro Educativo, dueño de la pretendida reforma, decidió que los docentes no sólo fueran apreciados como cosas a transformar (objetos, no sujetos; marionetas, no actores) sino algo más radical si acaso: incapaces de decir algo inteligible. Carentes no de años, pero sí de entendederas. Infantes plenos. Sin ideas propias, mucho menos palabras confiables sobre los entresijos de su quehacer cotidiano, son desvalidos a validar desde las alturas. El Ogro se otorga la potestad de hablar por ellos porque detenta el poder, porque construyó a sabiendas la leyenda del docente como un pequeño torpe a tutelar, ayuno de expresión propia y por ende peligroso. Son infantería: obedecen sin chistar.  Y si opinan, van al calabozo: para eso hay mandos. Los soldados rasos acatan, no deliberan.

Leviatán dizque ilustrado, conformó un berenjenal de normas e instituciones orientadas a la construcción simbólica de los que sí saben de lo que hablan, porque hablan desde el poder sordo  y se apoyan en los que tienen el monopolio del saber que se admira y certifica a sí mismo: son mayores de edad. Adultos, padres y tutores de esos incapaces de articular palabra. Mudos o a enmudecer porque son ignorantes, no saben nada, ni pizca, como se piensa, desde el mundo adulterado por la edad y la soberbia, de los niños. A callar, o bien a hablar en la forma en que las visitas esperan que un niño recite o una niña toque el piano: cual merolico y pianola.

Hurtada la palabra, hablar en su nombre fue preciso. Y el parlamento esgrimido desde arriba, por el poder, el saber y el hacer y deshacer legalizados, se estableció como verdad educativa. Evaluar ha sido eso: sojuzgar al que se le quitó la posibilidad de decir lo que sabe, porque se determinó que ignora. Es más: no sabe ni decir. No tiene voz: entonces que repita y, según lo haga, hará sentir bien al Ogro y sus tentáculos si es satisfactorio, bueno o destacado en el arte de repetir, memorioso,  como eco  lo que señala el Altísimo. De no salir bien librado, si, y solo si se allana y acepta que no tiene nada que decir porque es infante y carece de palabra y de palabras, será salvado. En caso de rebeldía, si desobedece, queda fuera de la paternal relación del Ogro y el infante: con sus bártulos irá a otro lado, al sin sitio. La Patria (potestad) Educativa está en riesgo si el mudo resulta hablante y descubre al monstruo sin oídos.

Si los docentes carecen de voz, hay otros actores, cruciales, que ni siquiera son visto: los alumnos. ¿No tienen nada que decir, desde prescolar hasta la media superior, sobre su experiencia educativa? Si los docentes son acallados, las y los alumnos desaparecen: sin voz ni cuerpo: números para la estadística.

Así, el Ogro va solo acompañado por los sabios. No llegarán lejos. Los profes y alumnos tienen voz: los otros no tienen oídos, se escuchan a sí mismos. Soliloquio altivo, estéril.

 

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México: Disminuye 50% número de aspirantes a ingresar a escuelas Normales

América del Norte/México/Abril 2016/Fuente:Tabasco Hoy /Autor:Crystyan Vinagre

La directora de la Normal de Primaria afirma que es resultado de la desinformación en torno a la Reforma Educativa.

La doctora en pedagogía explicó que actualmente los jóvenes han desistido de su interés por ingresar a las escuelas normales.

Derivado de la mala información que se ha generado en torno a la Reforma Educativa, el número de aspirantes que solicitan fichas para ingresar a las escuelas normales ha disminuido en un 50%, reveló la directora de la Normal de Educación Primaria, Rosario María Gutiérrez Eskildsen, la maestra Natividad Gama Pérez.
Entrevistada en el marco del primer foro de seguimiento a egresados Normalistas, la doctora en pedagogía explicó que actualmente los jóvenes han desistido de su interés por ingresar a las escuelas normales debido a que piensan que ya no tendrán las mismas oportunidades de adquirir un empleo o plaza.
Destacó además que esto se debe a la desinformación que se tiene en torno a los lineamientos de la reforma educativa, destacó que esta desinformación que existe se ha reflejado en el número de solicitantes que representa al adquirir fichas; es decir, que si antes se presentaban 300 egresados, ahora únicamente llegan entre 150 a 200 a presentar el examen para ingresar a la Normal.
Dijo que a partir de este ciclo escolar se abrió la convocatoria para ingresar, pero se modificó y ahora cualquiera que tenga el bachillerato terminado sin importar su edad podrá ser aspirante para prepararse como normalista.
También se bajó el promedio de calificaciones que se requieren, que si antes era de 8 hoy es de 7; dijo que la convocatoria está abierta desde el 13 de abril y termina en mayo.
Fuente de la noticia: http://tabascohoy.com/nota/308462/disminuye-50-numero-de-aspirantes-a-ingresar-a-escuelas-normales
Fuente de la imagen:http://www.grupocanton.com/all/imagenes/1/2016/04/22/308462_grande_MubDOt6t.gif
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