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El pueblo que lee», una editorial y librería que reivindica la literatura binnizá

Juchitán, Oaxaca. Juan Carlos Vásquez Aquino es fundador de la editorial y librería independiente “El pueblo que lee”, cuyo proyecto comunitario busca reivindicar la literatura y a los escritores binnizá.

“El Pueblo que lee” nació en plena pandemia y desde entonces ha vendido cerca de 6 mil ejemplares, y aunque su principal objetivo es vender literatura indígena, también incluye ejemplares de literatura universal.

Con su bicicleta –su fiel compañera, a la que nombró “Rocinante”–, Juan Carlos distribuye sus libros por todo Juchitán y también hace entregas por toda la región del Istmo. El libro más vendido por este joven de 32 años de edad es el de la escritora Binnizá, Irma Pineda, llamado “Xilase qui rié di’ sicasi rié nisa guiigu’ /La nostalgia no se marcha como el agua de los ríos”.

De 32 años de edad, Juan Carlos también aprendió a encuadernar libros, comenzó con cuadernos y hoy en día su editorial ha impreso su primer ejemplar: La Mar Morena, del escritor binnizá Dalthón Pineda.

También acerca los libros por medio de la biblioteca callejera, donde de manera libre y gratuita los niños y jóvenes pueden leer, llevarse un libro y devolverlo al terminarlo.

Al preguntarle por qué decidió emprender este proyecto de manera independiente, Juan Carlos explica que es para seguir preservando la literatura de su comunidad, y apoyar a escritores, quienes por la falta de recursos se quedan sin publicar textos escritos desde la profundidad de ser y para conservar la memoria que ya no se quiere contar y ver.

“Estoy muy contento con este proyecto, y lo mejor es que lo hago de forma independiente. Por ejemplo, todos los libros de mi editorial los hacemos a mano, cuidamos los detalles, básicamente es un trabajo valioso y estamos para servirles”, dijo.

Por ser originario de la novena sección de Juchitán, Juan Carlos habla el zapoteco desde el vientre de su madre y es una de las razones principales por las que que desea retomarlo a través de libros.

Para el joven creativo y de tez morena, vender libros no es el mero acto de revalorizar su lengua, sino la acción de llevar literatura indígena, textos escritos en diidxazá, a donde los deseen y en cualquier fecha.

“Los escritores que tengan libros publicados pueden acercarse a la librería para que desde aquí se difundan sus textos. Hay escritores que por trabajo o edad ya no pueden vender o dar a conocer sus libros, y a través de la librería hacemos la promoción y difusión su literatura”, agregó.

Juan Carlos recorre todos los días la ciudad de Juchitán, y en sus ratos libres toma la aguja, el hilo y comienza a confeccionar libros, después de plasmar las letras en papel.

Asimismo, invita a toda persona que desee publicar un texto, un poemario o historias en lengua indígena y castellano a la editorial, porque “El pueblo que lee” está abierto y con muchas ganas de publicar textos de escritores indígenas, como una forma resistencia ante las grandes editoriales y librerías que existen en el país.

“Yo sólo ocupo la noche para hacer libros e invito a quien tenga un texto que desee publicar, me diga, porque de eso se trata, de que haya más libros escritos por zapotecas, por gente que se preocupe por recuperar nuestra lengua, porque eso es lo que hacemos, recuperar historias de nuestra comunidad”, recalcó.

Otro de sus proyectos es el rescate de los libros de zapoteco que están en peligro de extinción. Él los replica por ser literatura comunitaria, para que estén disponibles al público y en las bibliotecas, y así el texto y los autores no queden en el olvido.

El Pueblo que Lee, cuyo lema es “Yo sueño con un pueblo que lee, porque un pueblo que lee, es un pueblo libre“, llegó para quedarse, recalca Juan Carlos, quien asegura que mientras viva su proyecto seguirá acompañado, como lo ha hecho siempre, de su fiel bicicleta “Rocinante”, en alusión a Don Quijote de la Mancha.

Fuente: https://desinformemonos.org/el-pueblo-que-lee-una-editorial-y-libreria-que-reivindica-la-literatura-binniza/

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El ‘Chernóbil de México’, el mayor incidente nuclear de América

El ‘Chernóbil de México’, el mayor incidente nuclear de América

Las relaciones México-Estados Unidos dieron un giro inesperado en enero de 1984, cuando ocurrió un incidente nuclear y ambos países tuvieron que trabajar juntos para manejar y contener la crisis. Esto marcó una transformación significativa en su relación.

Vicente Sotelo Alardín trabajaba en un hospital privado de Ciudad Juárez y se encargó de sacar de su depósito una máquina de radioterapia en desuso. Lo hizo sin permiso ni autorización. Hace siete años, el Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez lo había comprado e importado sin capacitar a ninguno de sus empleados para usarlo.

A pesar de la obligación de notificar a la Comisión Nacional de Seguridad y Salvaguardias Nucleares (CNSNS) sobre cualquier compra de artefactos radiactivos, nunca se les informó que la máquina de teleterapia había ingresado a territorio nacional mexicano. Este fue el comienzo de una serie de errores cometidos por la organización, que dieron lugar a un incidente desafortunado.

A pesar de los diferentes relatos sobre lo dicho exactamente, Sotelo Alardín decidió sacar la máquina del centro de salud y subirla a su camioneta. Parece que tomó esta decisión de forma independiente, con o sin permiso de su superior.

Desafortunadamente, el artefacto no podía mantenerse unido porque no encajaba, por lo que intentó desmontarlo. Desafortunadamente, esta acción perforó el núcleo radiactivo y dispersó partículas de cobalto-60 por todas partes.

Este radioisótopo todavía se usa hoy en día para tratar pacientes con cáncer, pero en este caso especial, se mezcló con varillas y acero de 12 ciudades de México.

Chatarra nuclear

Al ser sacada de la clínica, Sotelo Alardín llevó la máquina a una chatarrera en Ciudad Juárez llamada El Yonke Fénix.

Afortunadamente, se utilizó un imán industrial para evitar que los trabajadores tocaran el centro contaminado radiactivamente. Sin embargo, terminó dispersando partículas radiactivas por todo el material de desecho.

El propósito de Yonke Fénix era fundir varias piezas de metal y venderlas como acero a empresas constructoras. Como resultado, el material de cobalto-60 terminó en Aceros de Chihuahua SA, quienes luego lo vendieron como material de construcción.

Alarma nuclear detectada por los Estados Unidos

El 16 de enero de 1984, Xataka denunció un incidente en el Laboratorio de Los Álamos. Las alarmas de los dosímetros se activaron indicando niveles inusuales de radiación más allá del rango normal. Esto causó gran preocupación y puso énfasis en la necesidad de tomar medidas correctivas.

Mientras buscaban la fuente de radiación, finalmente se dieron cuenta de que provenía de un camión fuera del laboratorio en una calle cercana. Este camión transportaba tubos de acero y circulaba por la carretera.

En consecuencia, las autoridades de Texas optaron por avisar al gobierno mexicano ya que el logo del camión indicaba que se trataba de una carga de Aceros de Chihuahua.

La CNSNS recibió notificaciones que luego les permitieron iniciar sus pesquisas en la ciudad mexicana. Los niveles de cobalto-60 eran extremadamente altos, sin embargo, lo que seguía siendo un misterio era cómo se había incluido en el acero utilizado para la construcción en Chihuahua.

Después de realizar varias entrevistas con los trabajadores de Aceros de Chihuahua, pudieron rastrear el origen de su problema hasta el depósito de chatarra El Yonke Fénix en Ciudad Juárez.

Agentes de la CNSNS visitaron recientemente otra ciudad y descubrieron que el depósito de chatarra estaba lleno de cobalto-60.

Una camioneta radiactiva

Además de los niveles detectables de radiactividad en el depósito de chatarra, los investigadores también descubrieron rastros de radiación en otra sección, donde sus medidores registraron un pico. Vicente Sotelo Alardín fue encontrado en una camioneta, ubicada en medio de un barrio residencial, perteneciente al ingeniero de mantenimiento del Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez.

El trabajador necesitaba ayuda para retirar la máquina del hospital, por lo que buscó la ayuda de Ricardo Hernández, quien valientemente manipuló el núcleo de cobalto-60 con sus propias manos.

Luego de que el Servicio Central de Supervisión y Seguridad Nuclear (CNSNS) descubriera que el camión de Sotelo Alardín emitía altos niveles de radiación, tuvo que trasladarlo de la zona residencial. Sin embargo, alejarlo demasiado no era una opción, ya que eso haría que los oficiales de la CNSNS Nuclear estuvieran en contacto con la radiación por un período prolongado.

Optaron por llevarla al parque El Chamizal ya que estaba a poca distancia del pueblo. Esto proporcionó el equilibrio perfecto entre comodidad y tranquilidad.

Según la ‘BBC’, la furgoneta que transportaba materiales radiactivos se movió sin dejar señales de advertencia. Peor aún, se vio a personas muy cerca de esta camioneta sin darse cuenta del peligro potencial al que se exponían.

Las personas expuestas a la radiación y desaciertos

Tras una intensa investigación de la CNSNS, se descubrió que 4.000 personas estaban expuestas al cobalto-60. Afortunadamente, los radioisótopos se descomponen naturalmente con el tiempo; esto reduce la intensidad de los efectos del material radiactivo.

Seis años después de que se compró la máquina de radioterapia, la BBC informó que solo unos 450 de los aproximadamente 1,000 gránulos de cobalto-60 todavía estaban allí. Si bien este sigue siendo un número significativo, es mucho más seguro que antes.

La CNSNS se acercó a los afectados por la situación y les realizó pruebas de sangre, médula ósea, conteo de espermatozoides y cromosomas. A pesar de que se realizaron algunas pruebas iniciales con la exposición al cobalto-60 en 1984, no se ha realizado una evaluación de seguimiento de los pacientes para determinar si alguno de ellos quedó con secuelas a largo plazo. En consecuencia, no es posible saber si tales circunstancias se dieron o no.

Después de un exhaustivo esfuerzo de limpieza en El Yonke Fénix, se descubrió que quince territorios mexicanos habían recibido las peligrosas varillas. En consecuencia, cientos de construcciones realizadas con estas vigas necesitaron ser demolidas.

Se descubrió que Vicente Sotelo Alardín no presentaba signos de angustia, sin embargo Ricardo Hernández, quien era su compañero, sufrió una quemadura en la mano luego de manipular el núcleo de cobalto-60.

La CNSNS concluyó su investigación sin éxito, por lo que Sotelo Alardín permaneció fuera del ojo público hasta el día de hoy. Además, no se ha revelado más información sobre ellos desde entonces.

Con información de eltiempo.com

 

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/el-chernobil-de-mexico/

 

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UNICEF: El número de niños y niñas desplazados alcanza un nuevo máximo de 43,3 millones

El número de niños y niñas desplazados alcanza un nuevo máximo de 43,3 millones

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, UNICEF advierte que el creciente número de desplazados pone de manifiesto la incapacidad del mundo para hacer frente a las causas de los desplazamientos y ofrecer soluciones para los niños en tránsito

Sashko, de 6 años, de la ciudad de Ukrainka, camina hacia la frontera entre Ucrania y Eslovaquia.

NUEVA YORK, 14 de junio de 2023 – A finales de 2022, una cifra sin precedentes de 43,3 millones de niños y niñas vivía en situación de desplazamiento forzado, muchos de ellos durante toda su infancia, según estimaciones de UNICEF.

El número de niños y niñas desplazados forzosamente de sus hogares se duplicó en la última década a pesar de los esfuerzos para incluir y proteger a todos aquellos que se encuentran refugiados o están internamente desplazados. La guerra en Ucrania ha obligado a más de 2 millones de niños y niñas ucranianos a huir del país y ha desplazado a más de 1 millón dentro de Ucrania.

“Durante más de una década, el número de niños y niñas que se ven obligados a huir de sus hogares ha aumentado a un ritmo alarmante, y nuestra capacidad mundial de respuesta sigue sometida a una gran presión”, declaró Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “El aumento es un reflejo de los conflictos, crisis y desastres climáticos que se producen de manera constante en todo el mundo. Pero también pone de manifiesto la insuficiente respuesta de muchos gobiernos para garantizar que todos los niños y niñas refugiados y desplazados internos puedan seguir aprendiendo, mantenerse sanos y desarrollar todo su potencial”.

De los 43,3 millones de niños y niñas que tuvieron que huir de sus hogares por la fuerza a finales de 2022, casi el 60% (25,8 millones) habían quedado desplazados internamente debido a los conflictos y la violencia. El número de niños y niñas refugiados y solicitantes de asilo alcanzó los 17,5 millones, una cifra también sin precedentes que ni siquiera incluye a los nuevos desplazados en 2023 por el conflicto en Sudán, entre otros. UNICEF calcula que hasta la fecha más de 940.000 niños y niñas han tenido que desplazarse a causa de un conflicto. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones en Pakistán y la sequía en el Cuerno de África, provocaron otros 12 millones de desplazamientos de niños y niñas a lo largo de 2022.

De todos los desplazados internos y refugiados, los niños y niñas suelen estar entre los más vulnerables. A muchos se les niega el acceso a la educación y la atención de la salud, no reciben la vacunación sistemática y no pueden acceder a la protección social.

Para muchos niños y niñas, el desplazamiento es cada vez más prolongado. La mayoría de los que están desplazados hoy en día suelen pasar en esa situación toda su infancia. Además, se prevé que los desplazamientos inducidos por el clima aumenten rápidamente si no se toman medidas urgentes para mitigar el calentamiento global y preparar a las comunidades que viven más expuestas a la crisis climática.

“Se necesita una mayor voluntad política para abordar las causas de los desplazamientos y ofrecer soluciones a largo plazo para los niños y niñas que se desplazan”, afirmó Russell. “El número sin precedentes de niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados –una población mundial que es casi la misma de Argelia, Argentina o incluso España– exige una respuesta acorde. Hemos comprobado que se produce un cambio sostenido cuando los gobiernos invierten adecuadamente en la inclusión de los niños y las familias desplazadas. Si trabajamos juntos podemos lograr que sigan aprendiendo y mantenerlos seguros, sanos y protegidos”.

UNICEF pide a los gobiernos que tomen las medidas siguientes para no dejar a ningún niño ni niña atrás:

  • Reconocer a los niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados como niños y niñas ante todo, con derechos a la protección, la inclusión y la participación
  • Proporcionar vías seguras y legales para que los niños y niñas se desplacen, soliciten asilo y se reúnan con sus familias
  • Garantizar que no se detiene a ningún menor de edad debido a su situación migratoria ni se le devuelve sin garantías, a menos que se haya determinado que la devolución responde a su interés superior
  • Reforzar los sistemas nacionales de educación, sanidad, protección de la infancia y protección social para incluir sin discriminación a los niños y niñas desplazados
  • Invertir en sistemas nacionales de protección de la infancia para atender mejor a los niños y niñas que se desplazan y corren el riesgo de sufrir actos de explotación y de violencia, en particular los que no están acompañados
  • Escuchar a los niños y niñas desplazados e implicarlos de forma significativa en la búsqueda de soluciones sostenibles e integradoras que puedan ayudarles a desarrollar todo su potencial.

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Notas para los editores:

* Esta cifra incluye a solicitantes de asilo, refugiados y personas en situación similar a la de refugiado bajo mandato del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y los refugiados palestinos registrados en el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, así como a los niños y niñas que se encuentran entre “otras personas necesitadas de protección internacional”, según informa por separado el ACNUR.

Las estimaciones sobre el número de desplazamientos internos de niños y niñas como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos se basan en los datos comunicados por el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno.

UNICEF preside la Secretaría de la Alianza Internacional de Datos para los Niños en Movimiento, que coordina los esfuerzos mundiales para mejorar la disponibilidad y la calidad de los datos con el fin de mejorar los resultados para los niños y niñas en tránsito. Más información aquí.

Contactos de prensa

Tess Ingram
UNICEF Nueva York
Teléfono: +1 934 867 7867
Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/numero-ninos-desplazados-alcanza-nuevo-maximo-43-millones

 

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Violencia escolar

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

Es fundamental reconocer que la responsabilidad no recae únicamente en el personal educativo, sino en un sistema que debe trabajar de manera conjunta …

Un tema que suele ser recurrente tiene que ver con la violencia y acoso en las escuelas, la cual muestra elementos cuya expresión superficial se da en la escuela, sin embargo, cuenta con profundas raíces en la familia y en el tejido social. Es un argumento que desnuda la realidad que viven día a día en su hogar y colonia, en una normalidad aprendida que simplemente trasladan a la escuela, por lo que un planteamiento erróneo, es buscar criminalizar al personal educativo, promoviendo castigos en los códigos penales, sin ver las razones de fondo y sobre todo evadiendo la responsabilidad con la aplicación integral de soluciones para enfrenar el problema.

Corresponde al centro escolar por supuesto ser el vínculo y el canal para la detección oportuna que permitan favorecer el conocimiento y orientación al promover programas de sensibilización y prevención en todos los niveles educativos, brindando información y herramientas a estudiantes, docentes, padres y comunidad educativa en general. Estos programas deben abordar temas como el respeto, la empatía, la resolución pacífica de conflictos y la promoción de una cultura de convivencia sana.

Para lograr esto, el Estado debe brindar capacitación y formación continua a docentes y personal educativo en la identificación, prevención y manejo de situaciones de violencia y acoso. Esto incluye desarrollar habilidades de comunicación efectiva, gestión de conflictos y promoción de un entorno escolar seguro y respetuoso.

Por otra parte, los diferentes niveles de gobierno deben establecer mecanismos de coordinación entre las instituciones educativas, los servicios sociales, la policía y otros actores relevantes para abordar de manera integral los casos de violencia y acoso, garantizando una respuesta rápida y eficaz, así como la derivación a los servicios de apoyo necesarios.

Así, es esencial que se establezcan políticas y marcos legales sólidos para prevenir y combatir la violencia y el acoso en los centros educativos. Estas políticas deben enfocarse en la protección de los derechos de los estudiantes, establecer protocolos claros de actuación y sanciones adecuadas para los casos de violencia y acoso.

Es claro que la participación de la comunidad educativa, incluyendo a padres, madres, tutores y otros actores sociales, es fundamental para abordar eficazmente el problema. Se deben promover espacios de diálogo, colaboración y participación para buscar soluciones conjuntas y crear un entorno de apoyo y protección para los estudiantes.

Entonces, la solución a la violencia y al acoso requiere de una respuesta integral y coordinada que involucre a diferentes niveles de gobierno, instituciones educativas, docentes, comunidad educativa y sociedad en general. Es fundamental reconocer que la responsabilidad no recae únicamente en el personal educativo, sino en un sistema que debe trabajar de manera conjunta para reconstruir el tejido social y promover entornos educativos seguros y respetuosos. La educación es el camino.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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¿Y el calendario escolar 2023-2024?

Por: Abelardo Carro Nava

El magisterio, como ha sido una costumbre, esperará pacientemente la llegada del calendario escolar 2023-2024.

¿Y el calendario escolar 2023-2024? Ha sido una de las preguntas que recurrentemente se han formulado en los últimos días en las escuelas de, prácticamente, todos los niveles educativos. Pregunta que para alguien ajeno al medio escolar probablemente no tenga mucho sentido o relevancia, sin embargo, para quienes se encuentran dentro del Sistema Educativo Nacional (SEN) su valor es enorme, en virtud que dicho calendario permite, por un lado, la organización pedagógica, didáctica y administrativa en cada uno de los planteles escolares, así como el conocimiento de la política educativa del gobierno en turno para el 2023-2024. No obstante, lo anterior, hasta el momento en que cierro estas líneas el calendario escolar para el siguiente ciclo sigue siendo un misterio.

Se entiende que, quien se encuentra detrás de un escritorio, y que muy probablemente no haya pisado un salón de clases, no tenga ni la más remota idea de lo que en el párrafo anterior he expuesto, pero también, de lo que significa organizar los tiempos y las diversas actividades de fin de ciclo y del que está por iniciar. Imagino, que por su mente se ha de construir una fotografía donde se observa a un director sentado con sus maestros y éstos con los padres de familia de sus alumnos, dándoles a conocer las fechas y acciones que se van a realizar en un momento dado, y listo, con eso ya puede operarse un calendario en las escuelas. Esto sería un absurdo por donde quiera que se mire porque, como se sabe, independientemente de ese diálogo que sí se realiza en los planteles escolares, movilizar todos y cada uno de los actores en los diferentes procesos, así como los materiales, recursos, infraestructura, etcétera, implica un reto mayúsculo.

Entonces, si tal es la importancia de este documento ¿por qué la Secretaría de Educación Pública (SEP) no lo ha dado conocer si, en años anteriores, a finales del mes de mayo o en los primeros días del mes de junio ya lo había hecho? Las ideas derivadas de los diversos acontecimientos que en los últimos meses se han observado en el medio educativo se vienen a la mente a raudales, sin embargo, la más fuerte que ha retumbado en diversos espacios o redes sociales en estos días, tiene que ver con las dificultades y/o problemáticas que se están haciendo visibles para la implementación del Plan de Estudios 2022 en las escuelas de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) en el siguiente ciclo escolar.

Hay que decirlo, se observan problemáticas externas, dado los amparos que ciertas organizaciones conservadoras y poco interesadas en la educación de los niños, niñas y adolescentes (NNA), como la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), interpusieron con la finalidad de detener un proceso formativo trascendental en la vida de los seres humanos como lo es el educativo/formativo que ocurre en cada una de las escuelas, pero también, problemáticas internas, es decir, lo que tras bambalinas sucede dada la lucha férrea de poderes que se vive al interior de una SEP que, tal y como lo he dicho en otros textos, pareciera ser un archipiélago donde cada isla tiene su propio virrey, motivo por el cual se hace evidente una desarticulación entre esas diversas fuerzas que la componen.

No hay duda, hoy por hoy se vive una lucha desmedida y podría decir que hasta despiadada por el control de la educación en nuestro país. Aquí lo preocupante es lo que está en medio de esas fuerzas: los NNA y los diferentes actores que integran las escuelas.

Para nadie es desconocido que en estos días las temperaturas en nuestro país han alcanzado niveles nunca antes vistos, por ejemplo, el gobernador de Nayarit hace unos días declaró que estaba considerando adelantar el cierre de ciclo escolar; Sinaloa y Tamaulipas han hecho lo propio, es decir, el próximo 30 de junio estarían cerrando el ciclo escolar por la ola de calor referida; San Luis Potosí y otras entidades de la República Mexicana, como Durango, han hecho ajustes en sus horarios de entrada y de salida, pero también, en la realización de actividades escolares, tanto al aire libre como en los salones de clase. Y si esto no fuera suficiente, el consumo de alimentos en esta temporada, así como el beber una buena cantidad de líquidos, se ha vuelto un tema en las escuelas que no es menor, por el contrario, reviste de una singular importancia.

Pero, ¿y qué tiene que ver la ola de calor con el calendario escolar? Todo, porque con las decisiones tomadas por las autoridades gubernamentales y educativas, los colectivos docentes y directivos realizan todos los ajustes necesarios para abordar los contenidos, materiales, recursos, etcétera.

Ahora bien, se sabe que al término del presente ciclo escolar en las escuelas, los colectivos docentes estarían trabajando en eso que la SEP denominó formación continua para la implementación del Plan de Estudios 2022; estas acciones, derivadas del actual calendario (con los ajustes de la SEP recién hechos y conocidos) son de conocimiento del magisterio y, muy probablemente de los padres de familia, pero ¿antes de iniciar el siguiente ciclo escolar también se tendrá contemplado otra “formación” para las maestras y maestros sobre el mismo Plan de Estudios 2022 que fue analizado, dialogado y discutido en las diferentes sesiones de los Consejos Técnicos Escolares en el ciclo que aún no termina? Si se hará efectiva esa “formación” ¿será para todo el profesorado puesto que, hasta donde se sabe, el Plan de Estudios 2022 solo entraría vigor en el primer grado y no en todos porque aún estaría operando el Plan 2017? O caso contrario, ¿esa formación sí será para todos los maestros y grados porque sí se implementará en todos esos grados, pero, para ello, se haría necesario la modificación del acuerdo 14/08/2022 por el que se establece dicho plan en preescolar, primaria y secundaria dado a conocer hace unos meses?

Muchas preguntas, pocas respuestas y muchas suposiciones. En fin.

Independientemente de lo expuesto hasta aquí, yo estaría pensando en la imperiosa necesidad de contar con calendarios escolares regionalizados; curiosamente, estamos ante la implementación de un Plan de Estudios que habla de las comunidades y de los territorios desde la diversidad, pero… ¿con un calendario unificado? Insisto, hoy por hoy, el cambio climático evidencia las afectaciones al medio ambiente producto de la emisión de gases contaminantes (solo por citar un ejemplo), ¿no habría la imperiosa necesidad de que cada región o estado formule sus propias propuestas a partir de un marco general común?

No imagino a un funcionario de la SEP, de esos cuyo salario es superior a los 90 o 100 mil pesos mensuales, en un salón de clases, con techado de lámina, con una temperatura superior a los 22 grados a las 8 de la mañana llegando a los 35 al medio día, y con una sensación térmica de 40 o superior, atendiendo a un grupo de 35 a 40 niños; no, no lo imagino.

El magisterio, como ha sido una costumbre, esperará pacientemente la llegada del calendario escolar 2023-2024; el misterio quedará resuelto, y a marchas forzadas las maestras y maestros organizarán lo que tengan que organizar, aunque la SEP no los conciba como unos profesionales de la educación, éstos, una vez más, demostrarán que pueden con cualquier reto.

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen: https://profelandia.com

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Violencia y trabajo infantil en la Montaña

Por: Tlachinollan

 

El trabajo de niñas y niños en México se ha extendido entre las familias pobres, cuyos padres y madres no cuentan con un ingreso seguro y con lo poco que ganan sería imposible atender las necesidades más apremiantes de sus hijos. Además de que la canasta básica se ha tornado inalcanzable para millones de familias pobres, los niños y niñas no asisten a la escuela por onerosa que se ha vuelto la educación pública y porque tienen que dedicar parte del día a realizar algún trabajo que les dé la oportunidad de obtener un ingreso.

De acuerdo con el último reporte del INEGI hay alrededor de 3.3 millones de niñas y niños involucrados en algún trabajo, lo cual representa el 11.5 por ciento de la población de entre 5 y 17 años. Un gran número de niñas y niños no sólo enfrentan el flagelo de la pobreza que por varias generaciones se ha reproducido ante la imposibilidad de romper con este círculo de la exclusión social, sino que muchas de ellas son víctimas de la violencia familiar y delincuencial.

Hemos documentado casos graves de niñas que se encuentran en total indefensión y que luchan a brazo partido para no sucumbir ante la tragedia familiar. Cinco niñas del municipio de Alpoyeca quedaron huérfanas de madre a causa de la violencia del padrastro que fue el autor del feminicidio. Ninguna autoridad las auxilió y el Ministerio Público las revictimizó. Las obligaron a declarar cuando ellas no estaban en condiciones de hacerlo. Las cuatro niñas menores se refugiaron con la hermana mayor que estudiaba el bachillerato. El mundo se les vino encima porque no encontraron redes de apoyo familiar que las cobijara y les brindara la ayuda necesaria para enfrentar esta trágica muerte de su madre. Las cinco niñas que antes habían acompañado a su mamá para trabajar como jornaleras agrícolas en el estado de Sinaloa, y que los sueldos de tres menores y la mamá les permitieron levantar su casa, se vieron obligadas vender memelas y atole. De manera esporádica las hermanas mayores han trabajado en las casas como empleadas del hogar. Han pasado cinco años del feminicidio de su madre y las cinco niñas se han sobrepuesto para sostenerse con las diferentes actividades que realizan. Las hermanas mayores ya no pudieron continuar sus estudios y decidieron trabajar para asegurar que sus dos hermanitas puedan asistirá la escuela.

Dos niñas me’phaa de Juanacatlán, municipio de Metlatónoc, no sólo vivieron la agresión sexual de su propio padre, sino que tuvieron que desplazarse del domicilio donde vivían porque los abuelos paternos las echaron de la casa. No les permitieron sacar sus cosas, ni la carcacha que habían logrado comprar de los ahorros de la mamá que vende tostadas. Tuvieron que refugiarse en una comunidad de la Montaña para evitar que algún familiar del padre las amenazara o las agrediera. Su mamá desde que tuvo conocimiento de que su esposo abusaba sexualmente de sus dos menores hijas se armó de valor para denunciarlo, asumiendo las consecuencias de lo que implicaría esta denuncia.

Fue muy difícil para la mamá de las niñas encontrar un lugar para vivir, sobre todo, rentar una casa donde pudieran rehacer su vida. Actualmente las niñas tienen que ayudar a su mamá para sobrevivir. Le ayudan a elaborar las tortillas, las ponen en el comal, después las secan al sol para que queden doradas y puedan venderlas como tostadas. Su mamá las guisa en aceite y las deja escurrir varias horas para que sus pequeñas hijas se encarguen de empaquetarlas y salir a las calles a venderlas. En un principio intentó venderlas en el mercado, sin embargo, no le convino porque la competencia era desleal y una docena la tenía que vender a 15 pesos para que los clientes se animaran a comprarla. Salía perdiendo porque no le alcanzaba para costear el aceite que utiliza. No tuvo otra opción que empezar a vender casa por casa. Desde hace dos años ha encontrado personas que le compran semanalmente 300 tostadas, sin embargo, sus ganancias son de 300 pesos al día, por eso sus hijas le ayudan con otros trabajos para completar los gastos de comida de la casa que ascienden a 600 pesos por semana. La hija mayor aprendió a elaborar pulseras de hilo y chaquira y las logra vender en la escuela Sor Juana Inés de la Cruz. Hay días que vende tres o cuatro pulseras por 35 pesos. Este dinero le alcanza para comprar un cono de huevo o dos bolsas de frijol para comer. La segunda hija le ayuda a vender bolis en la escuela Felipe Ángeles Ramírez, donde ha logrado tener varias amigas. Diariamente carga con su cubeta para llevar los bolis que ahora con el calor vende todos. Por su parte, su mamá les ha enseñado a elaborar canastitas y bolsas de palma, que logró aprender en las comunidades nahuas de Tixtla. Estas artesanías son baratas y accesibles para incrementar un poco su ingreso. El gran logro de su mamá es que animó a sus hijas a que continuaran sus estudios que a pesar de las precariedades han sabido organizarse para trabajar y estudiar. Su mayor sueño es que sus hijas no vuelvan a ser víctimas de la violencia y que encuentren en la escuela el modo más seguro para enfrentar este trauma y encontrar en la educación un camino más seguro para fortalecer su espíritu y seguir el ejemplo de su mamá para no permitir que nadie más atente contra su dignidad.

Lucino, un niño me’phaa de 12 años, que vive con su mamá y su abuela, junto con su hermano Braulio de 10 años y otro hermano menor han tenido que soportar el desprecio de su padre. Es muy común en la Montaña que los papás abandonan a sus parejas, sobre todo cuando saben que están embarazadas. La historia se repite, el papá no los quiso reconocerlos como sus hijos y dejó abandonada a su madre. La mayor desilusión de los tres hijos es ver a su padre alcoholizado negándoles cualquier apoyo con el argumento de que no tiene dinero.

Ante la irresponsabilidad del papá, Lucino empezó a trabajar como peón desde que tenía 9 años para ganar 50 pesos al día y compartir con su abuela y su mamá ese precario ingreso. Fue un ejemplo para la familia porque continuó estudiando la secundaria y con el poco dinero que gana le ayuda a su hermano Braulio para que pueda terminar la primaria.

Desde pequeños salieron a trabajar en el campo con su mamá. Iban a comunidades de la misma región de la Montaña. Se han alquilado para chaponear y pizcar. Salen en temporada de lluvia que es cuando logran conseguir trabajo. Poco dinero logra juntar, y sólo les alcanza para comer y comprar algunos útiles de la escuela. A veces se dan el lujo de comprarse algunos huaraches. Regularmente la gente les regala ropa porque ven que por más que trabajen los niños no mejora su situación económica. En ocasiones se levantan a las 6 de la mañana para cortar leña. Les alcanza para comer una tortilla que remojan con una taza de té. Así se van al cerro con un burro prestado y cuando no consiguen trabajo, la leña que cortan la venden en las casas para tener algún recurso extra. También van a cuidar sus cinco chivos que con mucho trabajo han criado para que cuando ocurra una enfermedad puedan venderlos. Todo el tiempo están pendientes de los trabajos que salen, por eso siempre cargan un garabato cada quien porque en cualquier momento los pueden llamar para trabajar.

Su situación empeoró porque hace unos meses a su mamá le detectaron un cáncer cérvico uterino. Hace más de un mes Braulio acompañó a su mamá al hospital de Acapulco para que le den el tratamiento que requiere. El viaje y la atención médica tienen un alto costo. Para las familias pobres de Guerrero no existen los servicios médicos gratuitos, por eso Braulio tuvo que conseguir 20 mil pesos con un familiar. Se echó a cuestas una deuda que no saben en cuánto tiempo va a cubrir, pero el amor por su madre puede más que cualquier sacrificio para luchar por su salud. En la casa materna se quedaron Lucino y su hermano el más pequeño. Ahora ellos hacen el trabajo de Braulio. En la mañana y en la tarde muelen con un molino de mano el nixtamal para hacer tortillas. En algunas ocasiones su tía visita a su abuelita que desde hace años no camina. Los nietos ya aprendieron a darle de comer y atender sus necesidades fisiológicas. Además de trabajar también son los que cuidan a su abuela.

El niño Lucino, como centenares de niños y niñas de la Montaña no sólo tiene que trabajar en el campo y en las calles para recibir un ingreso que mitigue el hambre de su familia, sino que es víctima de la violencia que se expande en las comunidades y que se reproduce en el ámbito familiar. Las autoridades de los tres niveles de gobierno se han desentendido de esta violencia y son cómplices de la tragedia que padece la niñez indígena. Los han dejado en el olvido como si se tratara de personas sin derechos. La niñez indígena es víctima del racismo institucionalizado. En este gobierno que supuestamente les da prioridad a las familias pobres, las autoridades educativas del Estado son un ejemplo claro de la demagogia en que han caído al negarles a las madres y padres de familia el derecho a tener un maestro o maestra en sus comunidades. Es inconcebible que se escuden en la falta de presupuesto y que condenen como han hecho los demás gobiernos corruptos y mestizos a la niñez indígena ser parte de la población analfabeta que padece los estragos del desempleo y del desprecio de los políticos y patrones.

El actual gobierno de Evelyn Salgado no ha emprendido acciones de gran calado para proteger a la niñez indígena, para garantizar la educación básica, para crear un entorno seguro en las comunidades donde viven.

La niñez indígena no sólo crece en la orfandad institucional, sino que padece la violencia de un gobierno racista que les niega a los niños y niñas el derecho a soñar un mundo donde reine la magia, el encanto, el juego y la felicidad tan ausente en la Montaña de Guerrero.

Fuente de la información e imagen:  Tlachinollan

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Los libros de texto: la crítica y los poderes

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza

No entramos en polémicas. Son una pérdida de tiempo.[1] No aportan nada, salvo el espectáculo de las descalificaciones. Por eso no nos detendremos en los obvios problemas de comprensión lectora, las disonancias y distorsiones cognitivas, las falsedades y demás. Quedan ahí, para solaz esparcimiento del respetable.

Otra cosa son los debates; pero nadie se los plantea en estos tiempos, menos aún en las redes sociodigitales. No es su lugar, y en realidad casi siempre son formas edulcoradas de las diatribas o reuniones entre colegas que piensan igual.

Los textos están ahí: a quienes les sirvan para pensar cosas de otros modos, lo celebramos; a quienes no, siempre pueden desecharlos. Búsquense otros, o háganlos, sería mejor. O repitan una y otra vez que algunos argumentos no son científicos, ni pedagógicos, ni didácticos, ni de la edad adecuada, ni de los autores correctos, ni están con los políticos pertinentes, ni con …

Sabemos muy bien cómo funcionan los poderes del discurso. No se preocupen, no citaremos a Foucault ni a otros tantos. Los teóricos son para usarlos, no para revestir las intervenciones con mantos sagrados, o presuntamente sagrados, siempre para unos, no hay que suponer que quienes conformaron la Coalición por la Calidad de la Educación reconozcan a Enrique Dussel. ¡Por Dios!

Ni que los exfuncionarios del INEE adviertan que Lazzarato tenga algo interesante que decir; o que el Bifo pueda aportar cosas relevantes para la comprensión del mundo que se está formando y en el que se van a desarrollar los niños, niñas y adolescentes; mucho menos que Haraway sea una voz indispensable en la configuración ético-política de un porvenir alterativo.

Tampoco que los de Educación con rumbo consideren las co-creaciones de Gustavo Esteva, o piensen que los pluriversos de Escobar sean importantes para pensar mundos y educaciones en las que quepan muchos mundos y múltiples formas educativas. ¡No hay que pedirle peras al olmo!

Sobre todo, desde hace mucho tiempo pensamos que a los autores que amamos hay que usarlos más y citarlos menos; machacarlos, sorberles el tuétano, para luego abandonarlos, pensar por cuenta propia y cuestionar, formular problemas y estrategias. En eso radica el pensamiento crítico. No en la reverencia a otros, sean quienes sean.

La teoría es gris, decía el clásico, verde el árbol resplandeciente de la vida. Lo que se le olvidó es que la teoría también forma parte de los juegos del poder. Los expertos lo saben muy bien, pretenden ser los poseedores de la verdad, por eso se venden, o se juntan con los poderosos, como lo vimos con Calderón y la ACE, o con Peña Nieto y la reforma constitucional 2012-2013, o en aquella iniciativa entre académicos y el PRIANRD, más  MC, en la reforma constitucional de 2019, llamada  Mantiene, Mejora e Innova, que terminó apoyando MORENA.[2]

Así que no vale la pena involucrarse en polémicas con quienes fueron desplazados, o desplazadas, de las oficinas y las mentes de la SEP, pero mantienen, ¿cómo no va a ser?, cercanías con los opositores del gobierno actual, que son los mismos que pidieron la represión al magisterio en lucha -¿necesitan ver el video de Claudio X. González?; los mismos que callaron frente a los asesinatos de maestros; quienes voltearon la vista cuando el ejército transportaba docentes a las evaluaciones; quienes colaboraron con la guerra mediática contra los maestros, mientras durante años y años ignoraron las corruptelas y las múltiples formas de violencia del SNTE.

Son también los mismos que ahora se desgañitan con la presunta falta de respeto a los procedimientos normativos en los libros de texto, cuando se quedaron bien calladitos en diciembre de 2013, mientras el Senado aprobaba la reforma constitucional del Pacto por México en menos de 24 horas.[3]

Ética de la insolencia

Consideramos que la crítica es una tarea indispensable; hay que mostrar una y otra vez cómo funciona el poder, cómo se ejerce, cómo ensambla los discursos, las ciencias y los saberes, con la violencia ruda y cruda;[4]  cómo se acoplan organismos empresariales, oficinas de gobierno, departamentos universitarios, revistas, comunicadores, periodistas, comentaristas, bots y demás, para imponer cursos de acción, conceptos, teorías, libros y demás.[5]

Y peor aún: cómo esos ensamblajes penetran hasta críticos y adversarios; cómo son recuperados por algunas resistencias magisteriales que no son capaces, o no quieren, o no saben cómo fugarse de esas cárceles cognitivas vueltas sentido y lugar común. [6]

Advertimos, y también se enojaron algunas dirigencias de la CNTE, que la reforma constitucional de 2019 no cancelaba la del Pacto por México, sino la mantenía, legitimaba y profundizaba; por eso lamentamos aquel fatídico grito de la Comisión Nacional Única de Negociación en Palacio Nacional “Ya cayó, ya cayó, la reforma ya cayó”. No era cierto, era un engaño; hoy lo reconocen.

El trabajo de la crítica no es acomodar los discursos o los hechos a los deseos del poder, ni del Estado, ni de las resistencias, ni mucho menos de los señores del capital y sus corifeos, sino el desafío de lo existente, el cuestionamiento de las verdades y las certezas. Las que sean.

Sin embargo, es necesario recordar que no basta comprender al mundo, hay que transformarlo.  ¡Ahora más que nunca! Junto al desmontaje de los poderes, es necesario vislumbrar las líneas de fuga, las rendijas por las que se puede escapar para no reproducir los poderes, que siempre se meten en los discursos, las mentes y los corazones de todos. Ese es el desafío.

Cuando aparecen otros gobernantes, otros funcionarios que insisten en el fin del neoliberalismo, en la cancelación de la reforma, en una revolución educativa, la crítica no debe callar.

Los derechosos no lo harán, repetirán sus glorias pasadas en nombre de la ciencia y la pedagogía, pero nosotras tenemos más trabajo que nunca, no sólo para desmontar los nuevos poderes, sino para profundizar, llevar más lejos, posibilitar lo nuevo, lo que no alcanza a surgir, lo que está atrapado todavía por los poderes de antaño. También los engaños y las simulaciones, las falsedades y las mentiras, porque de todo eso hay en los procesos convulsos y las transformaciones.

En el caso específico de los libros de texto, y en general del Nuevo Marco Curricular y Plan de Estudios de Educación Básica 2022 (MC-PE 22), hemos señalado algunas cuestiones que nos parecen relevantes para una crítica inconformista:

  1. La reforma constitucional de MORENA y aliados en 2019 NO canceló la reforma neoliberal del Pacto por México; en términos conceptuales y de gestión la mantuvo, legitimó y profundizó.
  2. La pretendida reforma de los libros de texto de 2019 fue un fracaso, en términos conceptuales, de diseño, de gestión y de resultados.
  3. Lo nuevo, lo verdaderamente nuevo propuesto por la IV T en educación fue la versión inicial del MC-PE 22, presentada a finales de enero de 2022.
  4. Los procesos de discusión y legitimación del Plan no pudieron desembarazarse de las viejas prácticas de los foros de participación social. Ahí están los hechos para quienes los quieran ver. Aunque también hay que reconocer: esta vez se reunieron también con las resistencias de la CNTE y otros colectivos magisteriales, quienes presentaron sus propuestas de educación alternativa.
  5. Lo más importante de la versión inicial del MC-PE 22 fue la problematización y los ejes articuladores. Pasar de la focalización en la trifecta pedagógica neoliberal -calidad, aprendizajes clave y evaluaciones- a la relevancia de la lucha contra desigualdades y exclusiones, representa un cambio paradigmático. Por fin alguien rompió, desde el gobierno, la hegemonía neoliberal en las concepciones pedagógicas de los últimos treinta años en México. No es para desdeñarse ni menospreciarse. Todas las diferencias, críticas y enojos de las oposiciones actuales se entienden desde ahí.
  6. En las versiones subsecuentes del MC-PE 22, estos planteamientos se fueron deslavando. Se puede entender por la correlación de fuerzas al interior y exterior de la SEP. Conceptos potentes y prometedores como el común, se fueron cambiando por otros más convencionales, como el de comunidad, y en su peor versión: la comunidad escolar; la lucha antipatriarcal se redujo a la igualdad de géneros; y así, hasta terminar en el berenjenal infumable de los programas analíticos y sintéticos, el codiseño y la contextualización; o las fases de aprendizaje que nunca se desarrollaron, o los campos..o…. En otro momento regresaremos sobre este punto.[7]
  7. Si el MC-PE 22 tuvo problemas, la familia de libros de texto está encontrando todavía más; otra vez en términos conceptuales, de diseño, de legitimación y de gestión política y administrativa. Hay algunos problemas en donde hasta la derecha tiene razón, y eso es preocupante.
  8. Una de las mayores dificultades de la nueva política curricular y de materiales, es la gestión de la SEP. Los tiempos para operarla se reducen y el magisterio ni la entiende, ni la comparte como para garantizar que la transformación sea efectiva. Al menos en este momento. No es necesario citar a Rockwell o a Ball para saber lo que eso significa en la puesta en acto.
  9. Los riesgos de que la revolución educativa termine como el parto de los montes, o como el engaño de la cancelación de la reforma educativa neoliberal, están ahí. No advertirlos es un desatino que a nadie de los que hemos luchado durante años contra la educación neoliberal nos interesa o nos conviene.
  10. Por eso no hay que callar. Hay que criticar, en el tono que sea, porque el silencio conlleva el peligro de re-editar lo que ocurrió en 2019.

Seguiremos por ahí, en investigaciones y textos de crítica y divulgación.

P. D.

El 6 de junio encontramos el tuit del Dr. Arriaga sobre nuestro artículo Libros de texto: entre fachos y arrogantes. Celebramos el tono jocoso. No le conocíamos ese rostro de funcionario con sentido del humor, esperamos lo muestre más seguido. El humor y la ironía siempre son agradables.

En una cuestión esencial estamos de acuerdo: las políticas educativas son el resultado de múltiples aspectos, no solo didácticos o curriculares, también económicos, políticos, espaciales, ecológicos y demás. Es lo que ocultan los pedagogos de la derecha, porque se escudan en la política de la verdad de los poderosos.

En otras ocasiones no le gustarán nuestros textos. Así es esto. Ojalá recordemos siempre el buen humor. Y esperemos que pronto podamos llamarlo palurdo peligroso. Será nuestro reconocimiento de que el Plan de Estudios 22, sus libros y sus prácticas, en verdad son una revolución educativa. Mientras tanto…


[1] No citaremos a Deleuze sobre el tema, no se preocupen.

[2] Como mostramos en La continuidad neoliberal .

[3] Los poderes percutidos

[4] Que Nochixtlán no se le olvide nunca, ni  al sargento Nuño y a los académicos que callaron.

[5] Anatomía política de la reforma educativa

[6] El canon crítico de la reforma educativa. Un devenir subordinado   

[7] De eso va nuestro próximo Cuaderno de batalla: Lo que usted quería saber sobre el Plan de Estudios 22 pero no se atrevía preguntar.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

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