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México: En Veracruz: adolescente fue violada a metros de la Fiscalia Especializada

Por: Alba Alemán

A escasos metros de la Fiscalía Especializada en Delitos contra Mujeres Niñas y Niños, ubicada en la colonia Vistamar, del municipio de Veracruz, una joven de 17 años que fue violada posteriormente de ser asaltada.

De acuerdo con sus familiares, la joven transitaba por el parque Superación Ciudadana situado sobre las calles Sol de Verano y Prolongación Cuauhtémoc, junto con su novio, en el lugar un sujeto les golpeó y posteriormente abusó sexualmente de la adolescente.

De acuerdo con los hechos el joven fue golpeado brutalmente y aunque solicitaron apoyo a la policía estatal que custodiaba la entrada de la Fiscalía, cuando llegaron al lugar el agresor ya había huido.

Posterior a la agresión la víctima fue llevada a un hospital junto con su novio, para ser atendidos, posteriormente la familia acudió a presentar la denuncia.

Es de mencionar que cerca de este parque dónde fue atacada se encuentra un Sendero Seguro, espacio que fue habilitado como parte de la estrategia municipal para atender la Alerta de Violencia de Género por Feminicidios.

Fuente de la información e imagen:  Testigo Púrúra
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El efecto Penélope en la Educación

POR: MANUEL ALBERTO NAVARRO WECKMANN

«A diario podemos ver múltiples propuestas de mejora que son bien vistos por el magisterio que son emitidas como “sugerencias” desde lo que teje en materia educativa MEJOREDU…»

Una política pública es, de manera muy general, algo que el Estado hace y tiene ciertas consecuencias en la resolución de los problemas que la sociedad enfrenta, sin embargo, también lo es cuando el estado es omiso o deja de hacer para resolver, pues igualmente la sociedad enfrenta consecuencias que le impactan en aquello que desea solucionar.

En el caso de la educación, para el caso mexicano, el magisterio enfrenta un nivel de estrés muy complejo, no solo debido que las circunstancias que reviste su condición profesional per se, sino que, en el marco su actuar legislativo o gubernamental en el uso de sus funciones, impacta en la labor del día a día de su ejercicio profesional en el aula en cada una de las más de un cuarto de millón de escuelas a lo largo y ancho de nuestro país.

En la legendaria obra de Homero, La Odisea, se narra lo que fue la guerra de Troya, y durante 20 años, Penélope tejía de día un sudario para el funeral de su suegro, el rey Laertes, y para evitar tener que casarse con alguno de los pretendientes al trono de Itica, destejía de noche lo que había tejido de día. Algo similar sucede en la educación de nuestros días.

Para delimitar lo que sucede, es necesario remontar al tiempo al inicio del presente sexenio federal en el momento en que se determina el “no dejar ni una coma” de la denominada “mal llamada” reforma educativa del gobierno del presidente Peña Nieto y se envía al Congreso de la Unión, una propuesta de reforma cuya base se sustenta en un modelo completamente diferente al establecido y se somete a una discusión en donde la mayoría oficial, para no “aplastar” con su mayoría calificada, obtiene por “consenso” cambios a las leyes en materia educativa, lo que conlleva dejar una gran parte de la reforma anterior “vivita y coleando” con los consiguientes efectos colaterales.

Los principales cambios en materia operativa, que son los que finalmente llegan a sentirse en la base magisterial, fueron en dos grandes demandas de ésta, la eliminación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y del entonces muy criticado Servicio Profesional docente (SPD). Ambos fueron sustituidos en la legislación, por la Comisión para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU) y por la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM).

A diferencia del entorno que ofrecían el INEE y el SPD cuya base ideológica y política estaban orientados por la misma sustancia, las definiciones que se dejaron en la ley que da vida al USICAMM contradicen en los hechos, el espíritu de la promesa de hacer un cambio de la raíz de los problemas de la educación en México, especialmente en el magisterio.

Así, a diario podemos ver múltiples propuestas de mejora que son bien vistos por el magisterio que son emitidas como “sugerencias” desde lo que teje en materia educativa MEJOREDU, sin embargo, en los hechos, a la manera de Penélope a diario se desteje por lo que se hace desde la USICAMM.  Por supuesto que no se habla de personas, sino del marco jurídico y regulatorio que envuelve a ambas instituciones, que parte de una lógica completamente diferente y cuya operación, en la realidad, se contrapone al razonamiento de lo que debería de ser un verdadero impulso para las labores que a diario realizan las y los Trabajadores de la Educación en nuestro País.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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México: profesor desaparecido en el Estado de Chiapas

Por: Fernando David García Culebro

El día 29 de enero del año 2023, desapareció en el estado de Chiapas, México, el profesor Misael Ramírez Ojeda, de 47 años de edad, maestro rural y ex estudiante de la escuela Normal  Mactumatzá.

Sus familiares refieren que la última vez que lo vieron fue en la fecha 29 de enero a las 10:00 horas aproximadamente, al salir de su domicilio, ubicado en la colonia Álvaro Obregón, perteneciente al municipio de San Fernando, Chiapas, con dirección a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, sin retornar a su casa. Por lo que, se desconoce de su ubicación.

 Diversos sectores del magisterio Chiapaneco han manifestado su apoyo para la pronta localización del querido profesor, a quien algunos lo recuerdan con cariño, haciendo mención de su distinción como un gran atleta en su tiempo de estudiante en la escuela normal.

En ese mismo sentido, amigos, vecinos y familiares, convocan a una marcha pacífica para el día de hoy jueves 2 de febrero, en la capital chiapaneca, partiendo del parque de la Juventud (Morelos-Bicentenario) a las 16:00 horas, con dirección al parque central de Tuxtla, Gutiérrez.

 

Desde el Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación, manifestamos nuestra solidaridad con la familia del profesor Misael Ramírez Ojeda y solicitamos el apoyo de la sociedad en general para su pronta localización.

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América Latina es la región más mortífera para periodistas, México la más letal

Fuentes: SEMlac
El número de periodistas asesinados/as durante el año pasado creció un 50 por ciento y la mitad falleció fuera de las horas de trabajo. América Latina y el Caribe fue la región más mortífera para los comunicadores y México, la ciudad más letal.

Tras varios años de descensos consecutivos, 86 periodistas y trabajadores/as de los medios de comunicación fueron asesinados en todo el mundo en 2022, uno cada cuatro días, informó el 17 de enero la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El alza de homicidios durante el año pasado supone romper una tendencia a la baja observada recientemente: de los 99 asesinatos en 2018, la cifra había descendido a una media de 58 asesinatos al año entre 2019 y 2021, según el Observatorio de Periodistas Asesinados de la Unesco.

La Organización entiende que estos registros representan «un recordatorio de las crecientes fisuras en los sistemas del Estado de derecho en todo el mundo, y ponen de relieve el incumplimiento por parte de los Estados, de sus obligaciones de proteger a las y los periodistas y prevenir y perseguir los crímenes contra ellos».

América Latina y el Caribe fue la región más mortífera para las y los profesionales de la información en 2022, con 44 homicidios, más de la mitad de todos los asesinados en el mundo.

México encabeza la lista de los países que registraron un mayor número de homicidios, con 19 asesinatos, seguidos por Ucrania con 10 y nueve en Haití.

Casi la mitad de los informadores/as fallecidos se encontraban de viaje, en sus domicilios, en aparcamientos y otros lugares públicos fuera de su lugar de trabajo. Una tendencia al alza durante los últimos años que, según la Unesco, «implica que no existen espacios seguros para los periodistas, ni siquiera en su tiempo libre».

Se dobla el número de muertes en naciones sin conflictos

Aunque creció el número de reporteras y reporteros asesinados en países en conflicto -de 20 en 2021, a 23 en 2022-, el aumento global se produjo mayoritariamente naciones con ausencia de enfrentamientos, donde casi se doblaron los fallecimientos, al pasar de 35 casos en 2021 a 61 en 2022.
Las principales causas de los asesinatos fueron las represalias por informar sobre el crimen organizado, los conflictos armados o la cobertura de temas comprometidos como la corrupción, los delitos contra el medio ambiente, el abuso de poder y las protestas.

Un 86 por ciento de asesinatos queda sin castigo

Pese a ciertos avances durante los últimos cinco años, el índice de impunidad de los asesinatos de periodistas sigue siendo extremadamente alto, un 86 por ciento.

Además de asesinatos, otras formas de violencia contra las y los periodistas fueron las desapariciones forzadas, los secuestros y las detenciones arbitrarias, el acoso y la violencia en las redes, en particular contra las mujeres que ejercen esta profesión.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, instó a las autoridades a «redoblar sus esfuerzos para poner fin a estos crímenes y garantizar que sus autores sean castigados, porque la indiferencia es un factor importante en este clima de violencia».

Con motivo de la celebración del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, celebrado a principios de noviembre, el secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que es esencial «poner fin a una cultura común de impunidad y permitir que los periodistas hagan su trabajo».

Para que una democracia funcione es vital que haya una prensa libre; sin embargo, sólo este año más de 70 periodistas han sido asesinados por desempeñar su labor, además de que un número récord está en la cárcel y las amenazas de violencia y muerte son cada vez más, añadió Guterres.

Mencionó también el aumento de la desinformación, el acoso en línea y el discurso de odio, en particular contra las mujeres periodistas, entre los factores que sofocan a las y los trabajadores de los medios en todo el mundo.

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Aprenden primero a disparar y después a leer

Por: Renan Vega Cantor

“‘Acaba de vaciar el segundo cargador y dice que quiere seguir disparando. Hace muchos progresos. Estoy muy orgulloso de ella’, cuenta un padre que está enseñando a manejar una escopeta a su hija de cinco años”.

Ciertos hechos de la vida cotidiana rebelan las características fundamentales sobre una determinada sociedad, mucho más que sofisticados análisis académicos. Hechos aparentemente puntuales y anecdóticos ‒o así es como lo muestra falsimedia mundial‒ tienen un profundo contenido para comprender la violencia que carcome a los Estados Unidos y que los está destruyendo desde dentro, desde las propias entrañas del monstruo, para retomar la famosa frase de José Martí.
La violencia con armas de fuego, los tiroteos, las masacres indiscriminadas en escuelas, centros comerciales, iglesias son el pan de cada día en los Estados Unidos. Eso no es novedad, es tan reiterativo que es casi una banalidad registrar semana tras semana una nueva masacre con armas de fuego en el “país de la libertad” [libertad de matar, incluida].

Esta normalización de la violencia no ayuda a desnudar la militarización consustancial a la vida estadounidense, como lo evidencia lo acontecido el 6 de enero de 2023 en una escuela pública de una pequeña ciudad de los Estados Unidos. Ese día en la Escuela de Primaria Richneck en la ciudad de Newport News, Estado de Virginia, fue abaleada una joven profesora de primaria por uno de sus alumnos, léase bien y frotémonos los ojos de espanto, cuya edad es de seis [6] años. Esto es lo novedoso de la noticia, como cuando un hombre muerde a un perro.

El hecho puntual fue el siguiente: a las 13:35 de la tarde un niño, cuyo nombre no se ha revelado, del primer grado, desenfundó un arma de fuego y disparó directamente a la profesora Abby Zwerner, de 25 años que resultó gravemente herida, hasta el punto de que se encuentra en peligro de muerte. La maestra, tras recibir el disparo, «les gritó a los alumnos que salieran corriendo», suponiendo que su agresor iba a seguir disparando. En el resto de los salones de la escuela, sus 550 estudiantes se escondieron asustados debajo de sus pupitres. Al cabo de unos diez minutos llegó la policía y detuvo a un “sospechoso” que “ha sido identificado como un estudiante varón de seis años de edad en la Escuela Primaria Richneck”.
Lo que siguió es lo de siempre: ruido mediático instantáneo y desechable, las autoridades civiles y policiales declaran que el hecho es inaudito, que no puede volver a pasar, que no se explican cómo sucedió. Se cerró la escuela durante una semana, supuestamente para que la comunidad se recupere del trauma creado por la agresión armada, textualmente para que los niños y sus familias tuvieran “tiempo para sanar”.

Otros datos sorprenden: el niño hizo un solo disparo que fue certero, lo cual indica o que es un tirador adiestrado o estaba muy cerca de la profesora; y el disparo se produjo, según la información del jefe de Policía local, luego de un “altercado” entre la maestra y el estudiante.
Hasta acá la información somera y superficial que se ha dado sobre este acontecimiento. Vale la pena profundizar en la cuestión, por sus implicaciones pedagógicas, sociales y culturales.

Varias preguntas de fondo se derivan del asunto: ¿Por qué razones un niño de escasos seis años lleva un arma de fuego, de verdad y no de juguete, consigo a clase? ¿Quién le suministró el arma o cómo la consiguió? ¿Qué tipo de controles se ejercen en las escuelas de los Estados Unidos con respecto al ingreso de armas? ¿Qué lleva a que un niño, que apenas está aprendiendo a leer y a escribir ‒que, de pronto, ni garrapatear su nombre puede‒ le dispare intencionalmente a su profesora en plena clase y en presencia de todos los alumnos de su curso? ¿Por qué un niño tiene el deseo de matar a su profesora? ¿Quién o quiénes y cómo le inculcan ese odio asesino a una mente infantil, cuyos intereses deberían estar centrados en el juego, el aprendizaje y el goce de la vida? ¿Qué puede considerarse como un “altercado” entre una profesora y un niño pequeño? ¿Una simple reconvención, un regaño, una orden pueden concebirse como un “altercado” que lleva a una de las “partes” (un estudiante) a dispararle a la otra (a la profesora)?

Aunque no se cuente con información exacta para responder con detalle y precisión a estas preguntas si se pueden realizar inferencias a partir de algunos elementos que cuando se difunden este tipo de noticias nunca se mencionan y atañen al conjunto de la sociedad estadounidense, y a la situación particular de la localidad a donde se llevó a cabo el criminal atentado. Empecemos por esto último.

Contexto de militarización institucional

En la pequeña ciudad de Newport News y en sus inmediaciones se encuentra la sede de empresas militares o ligadas a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Entre ellas están la Vertex Aerospace Flight International Aviation, una entidad que opera vuelos chárter para el Departamento de Defensa desde hace más de 35 años.  Allí se encuentra la base de Fort Eustis, fundada desde la Primera Guerra Mundial, que alberga el Comando de Entrenamiento y Doctrina del Ejército de los Estados Unidos. En localidades adyacentes se encuentran otras instalaciones militares: la Base de la Fuerza Aérea de Langley , la Estación de Armas Navales de Yorktown , Camp Peary, el Centro de Entrenamiento de la USCG Yorktown.  En sus inmediaciones se encuentra la Estación Naval de Norfolk, el cuartel general y el puerto de base del Comando de Fuerzas de la Flota de la Armada de Estados Unidos. Esta es la estación naval más grande de Estados Unidos y del mundo, donde se concentra la mayor cantidad de fuerzas de la Marina, con 75 barcos, 14 muelles. 134 aviones y 11 hangares de aviones.
Como es obvio por estos datos, gran parte de los habitantes de esta pequeña ciudad trabajan directa o indirectamente con empresas militares o que abastecen a las fuerzas armadas o laboran en la Newport News Shipbuiding, una instalación conjunta de la Fuerza Aérea y el Ejército de los Estados Unidos. Allí se construyen los portaaviones y submarinos con los que Estados Unidos amenaza y agrede al resto del mundo.

La Newport News Shipbuilding reabastece de combustibles y supervisa la revisión de los portaaviones de la llamada clase Nimitz [portaaviones de propulsión nuclear]. También se ubica en la región el Camp Peary, centro de Entrenamiento Experimental de las Fuerzas Armadas, directamente dependiente del Departamento de Defensa (sic) y donde se alberga una instalación encubierta de la CIA, conocida como La Granja. En este lugar se entrena a los oficiales de la Dirección de Operaciones de la CIA y a los del Servicio Clandestino de defensa de la DIA. [Agencia de Inteligencia de la Defensa]
Todos estos datos nos indican que la pequeña ciudad de Newport News es un lugar profundamente militarizado porque se encuentra, literalmente, rodeado de instalaciones y bases militares. De ahí se deriva que gran parte de sus habitantes deben transpirar “disciplina militar” hasta por el último poro de su cuerpo.

Contexto de inseguridad y criminalidad

En esta dirección, y este es un segundo tipo de datos para tener en cuenta, en esta pequeña ciudad se muestren indicadores de violencia que superan con creces la media nacional de los Estados Unidos. En efecto, un cuadro de hace quince años es indicativo al respecto:

Una simple mirada nos indica que con respecto a Estados Unidos ‒un país profundamente violento‒ esta pequeña ciudad de 185 mil habitantes es mucho más violenta. Y por supuesto, esa criminalidad debe estar ligada a la militarización institucional de la vida cotidiana de Newport News. No debe ser raro que esos delitos sean efectuados por miembros activos o en retiro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que habitan en la región o por personas con algún tipo de vínculo con esas instancias. Esta no es ninguna especulación, porque como está bien establecido muchos de los tiroteos y actos delictivos en los Estados Unidos son protagonizados por veteranos de guerra.
Al respecto, sería bueno saber si el niño de seis años que le disparó a sangre fría a su profesora es hijo o familiar de militares o de personas que han trabajado en algunas de las empresas bélicas de la zona. No sabemos con precisión si el arma que uso el niño-agresor pertenecía a un militar, o si es un arma privada, que se adquiere fácilmente en el mercado bélico de ese país, es decir, en un centro comercial de la esquina.

Militarización mental

El asunto no se reduce a la militarización fáctica de la vida en una pequeña ciudad como la de Newport News. A eso debe agregársele la militarización mental, es decir, la construcción de un imaginario en el cual las armas y la violencia forman parte esencial del American Way of Life [en verdad, American Way of Death]. Como parte de ese imaginario bélico y asesino se genera una cultura de guerra, de violencia y de muerte. No es raro que, desde la más tierna edad, los niños convivan con las armas de fuego, que sus padres o familiares cercanos manipulan a diario y exhiben en forma cotidiana a sus hijos. Tampoco sorprende que, como parte de esa cultura de la muerte, se inculque a los niños a usar las armas y se les adiestre en ese propósito. De ahí que jóvenes, adolescentes y, más recientemente, niños sean responsables de la muerte de numerosas personas, en algunas casos de sus propios progenitores que les suministran las armas o las dejan al descubierto en algún lugar de la casa. Al respecto, vale recordar lo sucedido en Orlando (Florida) el 26 de mayo de 2022, cuando un niño de dos años mató a su progenitor con una pistola de 9 mm, que encontró en casa abandonada.

Pero además se está consolidando la pedagogía de la muerte, porque los padres enseñan conscientemente a sus hijos cómo usar las armas, cargarlas y disparar. En un video puede observarse a un niño de cuatro años manejar con propiedad un rifle, cargar y descargar el cartucho, siendo felicitado por una mujer. E incluso en redes sociales una mujer llamada Kendal sostuvo que “Este video es increíble”, muestra lo que es “una buena educación”. Muchos padres en los Estados Unidos les profesan un culto abierto a las armas y sostienen que no ven ningún problema en enseñarles a matar a sus hijos, porque tienen derecho a defenderse.
En el fondo, en los Estados Unidos es más importante aprender a disparar que a leer y eso se lo inculcan una gran parte de los padres a los hijos. En lugar de libros en las casas se tienen verdaderos arsenales de guerra. Esto no es raro en un país con elevadas tasas de analfabetismo funcional y a donde a sus niños y jóvenes se les forma en la cultura de la muerte, algo que se aprende en casa y se práctica adentro [en las escuelas, por ejemplo] y afuera, como lo evidencian las miles de agresiones que ha sufrido el mundo por parte de los Estados Unidos en los últimos doscientos años.

La corrección política en la escuela

Un último hecho que no puede pasar desapercibido, por sus implicaciones pedagógicas, es el del lenguaje políticamente correcto que se usa para referirse a este caso de violencia con armas de fuego en una escuela de los Estados Unidos. Resulta revelador que se diga que un “altercado” entre la profesora y el niño fue el que produjo el ataque a bala contra la maestra. ¿De cuando acá se puede considerar como una disputa, pelea, discusión, riña, choque, discordia, reyerta, trifulca, para usar algunos de los sinónimos de altercado, la relación entre una profesora y un niño de seis años? ¿En qué habrá radicado el tal altercado? ¿Es que acaso la profesora le dijo al niño que hiciera silencio, que no molestara, que se sentara? ¿Le solicitó alguna tarea o le pidió que respondiera a una pregunta? O el altercado radicó, como sucede en un video célebre sobre la corrección política en la educación de los Estados Unidos, en que la maestra enseñó que 2+2=4 y el niño y sus padres sostienen que 2+2=22, porque como no hay verdades ni conocimientos universales, cualquier opinión es válida y debe ser admitida por los profesores, so pena de ser calificados de intolerantes y querer imponer verdades cuando la verdad no existe y cualquier opinión es válida y debe ser aceptada. A la profesora del video se le acusó de querer implantar su verdad matemática, esto es que 2+2=4, algo que, para el relativismo posmoderno es solo una opinión entre muchas y todas son igualmente validas, como la de decir que 2+2=22. Y la profesora del video fue matoneada por alumnos, padres de familia, rectores de escuelas y jueces, hasta expulsarla de la escuela en la que trabajaba. En la vida real, la profesora de Escuela de Primaria Richneck, fue abaleada por uno de sus pequeños alumnos.

Vale preguntarse, y la cuestión es totalmente válida y legitima en las actuales circunstancias de la dictadura de lo políticamente correcto en la educación, sí se atacó a una profesora, ya no discursivamente sino a punta de plomo, porque el pequeño estudiante-monstruo, de pronto azuzado por sus padres, supuso que la profesora no tenía el menor derecho a corregirlo ni hacerle ningún tipo de sugerencia. Es posible, entonces, suponer que solo porque la maestra procedió a hacerle una reconvención o le dijo algo el niño armado decidió dispararle. Puede ser, también es posible, que en días o en clases anteriores el niño se haya molestado por alguna sugerencia o recomendación de la profesora y haya decidido “vengarse” mediante el uso de una arma de fuego. A tal nivel de intolerancia se ha llegado en la educación de diversos lugares del mundo y esto, además, se trata de justificar en la lógica de lo políticamente correcto, presentando un brutal ataque como producto de un supuesto “altercado”. Como la corrección política ha llegado a las escuelas de los Estados Unidos no sorprende el lenguaje que se utiliza para tratar de explicar una agresión con un arma de fuego por parte de un pequeño niño: fue resultado de un altercado. Así las cosas, con la corrección política de índole pedagógica se pueden justificar hasta los asesinatos de profesores por parte de sus alumnos. Y andando el tiempo entonces llegaremos a admitir que está bien que a los profesores les peguen un tiro y los maten simplemente porque no pueden tener altercados con sus estudiantes al decirles que están equivocados, que hagan caso, que hagan las tareas y cosas elementales como esas, que son propias de la educación en esta y en cualquier época, pero que ahora se pretende cobijar diciendo que los profesores no pueden generar una “angustia emocional” en los niños cuando los corrigen o les hacen alguna observación.

A ese paso, en los Estados Unidos la suma de violencia homicida y corrección política puede llevar a que en un momento determinado se justifique que los profesores se armen, no de valor, sino de artefactos de fuego, para protegerse y responde a ataques con armas de fuego. Así, en Estados Unidos la educación deviene en una especie de Lejano Oeste [Far West] en la que se proclama el sálvese quien pueda y cómo pueda. Si se aplica en esta lógica aquello de ojo por ojo, entonces en Estados Unidos las escuelas van a ser un nido universal de ciegos y tuertos, frente a la cual el Ensayo sobre la Ceguera de José Saramago termina siendo un juego inocente de niños, por supuesto no propio de los niños-gánsteres que se están formando en el país que debería llamarse Esclavos Unidos por el odio y la muerte.
Fuente: https://contrahegemoniaweb.com.ar

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México: Tres millones de docentes en universidades ganan menos de un salario mínimo

Con una pérdida del 160% del poder adquisitivo en sus salarios durante dos décadas, la precarización laboral de docentes en universidades en México es crítica. A 3 millones de profesores de asignatura no les alcanza para comer de forma nutritiva, aunque hay directivos que gastan 4 mil pesos en una comidadice informe del CAM.

Con lo que gana un profesor de asignatura en cualquiera de las universidades públicas del país no le alcanza ni para comprar el 0.5 por ciento de una canasta básica alimentaria. En esa condición están más de 3 millones de profesores en el país, asegura un estudio de la Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM.

“Este es un análisis que hacemos, que no es el primero, para saber no solo las condiciones laborales de los profesores de la UNAM, sino de todo el país”, aseguró el economista con estudios de doctorado David Lozano, coordinador del Centro de Análisis Multidisciplinario, en una entrevista en el programa Momentum de este 24 de enero.

“Este estudio toca una parte muy sensible de la UNAM, que no toca pero que afecta otras crisis como la que existe respecto al plagio y demás; es la base de la parte académica”.

El Reporte de investigación especial 135 mide los cambios en el poder adquisitivo del salario de las profesoras y los profesores en la UNAM desde 2001 hasta 2021 y desde entonces se ha ido actualizando. Esto les permitió observar una tendencia salarial que, según dice el doctor Lozano, data de los años ochenta.

Una política de los neoliberales fue incrementar menos los salarios a todos los académicos. Esto fue acumulando una pérdida del poder adquisitivo. La diferencia entre entonces y ahora es brutal, notamos una pérdida de 160 por ciento del poder adquisitivo. Esto no solo es responsabilidad de los gobiernos federales, sino de las mismas autoridades universitarias. Un ejemplo es este año, que nos ofrecen un incremento de 4 por ciento, mientras que  al área administrativa se le incrementa el siete por ciento. Es un maltrato a los académicos y a los investigadores”.

Los bajos salarios no afectan solo a los académicos de la “máxima casa de estudios”, que tiene uno de los pagos de salarios más bajos a nivel nacional, sino que se replica en otras universidades. Según los datos analizados, entre el 70 y 85 por ciento de los docentes de las universidades públicas del país no cuentan con una situación contractual que les dé certeza laboral, sino que tienen contratos eventuales en los que cobran por las horas que pasan frente a grupo, que suele rondar entre los mil 200 y los mil 500 pesos al mes.

El problema no solo abarca a la UNAM, sino a otras como la Autónoma Metropolitana, la UAM; la Nicolaíta de Michoacán, las Benito Juárez, la Universidad Veracruzana y la Universidad Autónoma de Nuevo León, entre otras. En la mayoría de las instituciones públicas de educación superior del país tienen una condición laboral que no corresponde ni con los niveles de preparación ni con los resultados ni con el valor de las investigaciones que se hacen en ellas.

¿Ustedes creen justo que los científicos, los investigadores, todos los docentes de las universidades de este país merezcamos ingresos de este tamaño, mientras que hay funcionarios que en los desayunos del Consejo Técnico, Universitario gastan entre 4 mil y 5 mil pesos en una sola comida?”.

“O trabajas en otras tres universidades o en alguna institución pública o en otros trabajos para completar la quincena, porque un maestro no solo gasta en transporte: compras libros y un montón de materiales para apoyarse académicamente para las clases. Así, con este salario, no te alcanza. No vives con lo que ganas de profesor. Hay compañeros académicos que entran a dar clases a las siete de la mañana, salen de la Universidad, se van a otro lugar, trabajan 6 o 7 horas y regresan a otra escuela, privada o pública, a dar clases y regresan a su casa a las once de la noche”, aseguró el investigador.

Antes de acabar su intervención en el programa de Momentum, el académico de la Facultad de Economía lanza una advertencia sombría para la educación pública en el país:

Si la situación no cambia, no se quejen después, ni la sociedad ni las autoridades universitarias ni el propio gobierno, si tenemos más allá de una rebelión en las universidades de este país, porque ya no podemos más. El semestre pasado no nos pagaron. No se conformaron con decirnos que era por el Espíritu Universitario, que aguantáramos, ahora nos van a pagar menos de lo que subió la inflación. Llegamos a un punto en donde al rato nadie se puede quejar si les quitamos la Universidad y no se las volvemos a regresar. ¿De qué nos van a acusar? ¿De ser una bola de académicos violentos que piden que se les pague mejor, que toman las universidades, que no quieren dar clases de forma gratuita y en la que nos pagan 75 pesos la hora?”.

Fuente: https://www.chiapasparalelo.com/noticias/2023/01/tres-millones-de-docentes-en-universidades-ganan-menos-de-un-salario-minimo/

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La sociedad enfrenta una violencia estructural creada y recreada por la modernidad

Por: Comunicación Social UAM

 

*Existe un estado de violencia hacia la mujer que parece ser incontenible, señala académico de la UAM

La sociedad se encuentra ante una violencia estructural que la modernidad ha creado y recreado hasta el día de hoy en la que para los grupos delictivos el cuerpo es una mediación para obtener riqueza y, en particular, el de la mujer es una forma de demostrar dominio, aseguró el doctor Carlos Juan Núñez Rodríguez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al participar en el ciclo El estado que necesitamos después de la pandemia, el académico de la Unidad Azcapotzalco explicó que existe un estado de violencia hacia la población femenina que parece ser incontenible, en el que hay una hiper-corporalización que exalta, tanto en varones como en mujeres, ser atractivo y dejarse operar las veces que sea necesario para mantenerse siempre joven y fuerte.

En particular, el cuerpo de ellas es una forma de ostentar autoridad, poder e incluso, apropiación territorial, lo “que nos hace estar ante violencias patriarcales”, consideró el profesor adscrito al Departamento de Administración.

El doctor Núñez Rodríguez destacó que las doctoras Rita Segato y Rossana Reguillo, entre otras autoras, abordan cómo el cuerpo femenino procede a ser objeto de actividades delincuenciales ante el desempleo, el fetiche del capital, el deseo compulsivo por objetos y en donde un sujeto endriago, al no tener suficiente capital para obtener lo que quiere, decide mercantilizarlo.

“Eso es un rasgo muy importante, pues empieza a haber una violencia estructural hacia ellas, que en principio no responde a la de Estado, sino al estado de criminalización”.

Incluso, Segato hace una propuesta del término Femigenocidio para describir los asesinatos de mujeres basados en el género, al considerar que los feminicidios son todos, pero el término femigenocidio es plenamente genérico, porque en los crímenes íntimos la relación entre el agresor y la agredida es de uno a uno, explicó el investigador.

El académico consideró que “estamos ante lo que se denomina un Homo Demens y una crisis civilizatoria, en la que se experimenta –desde la perspectiva del necropoder: ecocidio, epistemicidio, etnofagia y violencia de Estado– un proceso social genocida, genocidio económico, estado de excepción y golpe de Estado, entre otros múltiples aspectos.

“El Homo Demens está dispuesto a matar, asesinar, secuestrar, violar, descuartizar y desaparecer a cualquier persona, todo por ciertos recursos, todo por control territorial y por seguir la tendencia del propio capital”.

De acuerdo con el autor de Genealogía del Estado desde América Latina, volumen III, el estado de violencia en parte tiene que ver con procesos del tipo a partir del neoliberalismo, hasta llegar a la construcción de redes extraestatales, paraestatales, infraestatales, paralegales e infralegales, así como la producción de una subjetividad Demens en múltiples niveles que operan y son impulsadas desde la banca internacional.

“La delincuencia organizada en México aporta miles de millones de dólares a los circuitos financieros en este país y en el mundo; se sabe que se compran armas de manera ilegal y en Estados Unidos en particular; no podemos olvidar cómo a final de cuentas en nuestra nación el tráfico de armas es el pan nuestro de cada día”.

La conferencia El estado de violencia formó parte del ciclo El estado que necesitamos después de la pandemia, organizado por el Departamento de Administración de la Unidad Azcapotzalco y coordinado por la doctora Susana García Jiménez, profesora del Departamento de Economía de la sede Iztapalapa.

Fuente de la información e imagen:  Comunicación Social UAM

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