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Libro: Las nuevas ciencias y las humanidades

Las nuevas ciencias y las humanidades

De la académia a la política

Pablo González Casanova. [Autor] 

Colección Clásicos Recuperados. 
ISBN 978-987-722-265-4
CLACSO.
Buenos Aires.
Octubre de 2017

Este libro es una introducción a las Nuevas Ciencias y Humanidades. Incluye la forma de acercarse a ellas desde la academia hasta la política, desde la cultura general hasta la especializada. No es un libro de divulgación. En él se analizan los cambios de la dialéctica que provienen de las tecnociencias, y la forma en que la dialéctica alterada opera en un capitalismo complejo. Es un libro para científicos y humanistas que han terminado sus estudios escolares, y también para quienes los inician. En el terreno de las ciencias humanas busca abrir el camino a una comprehensión más profunda de los conocimientos fundamentales sobre la transformación de la sociedad contemporánea actual y virtual, dominante y alternativa.
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1307&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1247
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Argentina Educación pública: sudor y lágrimas en las escuelas bonaerenses

Argentina/Noviembre de 2017/Autor: Carlos M. Reymundo Roberts/Fuente: La Nación

Todos los números de la educación estatal bonaerense son un himno a la voluptuosidad: 16.000 escuelas, 275.000 docentes, 125.000 auxiliares, 80.000 licencias de enfermedad por mes entre maestros y profesores, 3,5 millones de alumnos, un presupuesto anual de 140.000 millones de pesos, mil escuelas con menos de 10 alumnos.

En la era de la economía del conocimiento, la realidad en la mayor provincia del país cruje por todos lados. De cada 10 alumnos que empiezan la primaria en escuelas públicas, la mitad no completa la secundaria. Quedan fuera del sistema educativo. El 65% de los chicos de secundaria no sabe operaciones básicas de matemáticas, y el 50% tiene graves deficiencias en lengua, según los resultados de las pruebas Aprender. Unos 2,5 millones no completaron la primaria, y 1,7, la secundaria.

En un ministerio que cuenta las monedas, se dan circunstancias insólitas: tiene 5000 hectáreas en la pampa húmeda -la zona de producción rural más rica del país-, distribuidas en escuelas agrotécnicas con superficies de hasta 600 hectáreas. Los expertos afirman que para los fines pedagógicos de esos establecimientos, con 50 hectáreas alcanza. Sólo en la ciudad de La Plata el gobierno destina 110 millones de pesos por año en el alquiler de 46 edificios escolares, en su mayoría viejos y con un costo muy alto en mantenimiento. Por lo menos, 25 escuelas tienen más docentes que alumnos. «No tenemos plata, y la poca que tenemos se gasta mal. Son problemas que llevan décadas y nunca se han solucionado», dicen en la cartera de Educación.

Sin maestros

Tigre. Los vecinos de la escuela N° 7 tiraron abajo una pared para poder usar la cancha de fútbol del patio principal; cuando la pared fue reconstruida, le hicieron un boquete
Tigre. Los vecinos de la escuela N° 7 tiraron abajo una pared para poder usar la cancha de fútbol del patio principal; cuando la pared fue reconstruida, le hicieron un boquete. Foto: LA NACION / Ricardo Pristupluk y Santiago Hafford

El altísimo nivel de ausentismo de los docentes es uno de los fenómenos más alarmantes de la educación pública provincial y causa de estragos pedagógicos y económicos. En junio hubo 92.000 licencias por enfermedad (equivale a la tercera parte del total de docentes), 12.000 por encima del promedio. Las normas indican que «docente que falta, docente que debe ser reemplazado», y muchas veces se necesitan hasta dos y tres para cubrir al que está con parte de enfermo. En junio, las 92.000 licencias originaron la contratación de 140.000 suplentes. En el primer semestre hubo 356.000 horas cátedra perdidas por ausentismo, y el costo económico anual que implica reemplazar a los que faltan es de 19.000 millones de pesos.

Sánchez Zinny dice que, en las reuniones grupales que tiene semanalmente con padres de todos los distritos de la provincia, el ausentismo de los maestros y las malas condiciones de la infraestructura son, siempre, los principales reclamos; después, que los chicos se aburren, lo cual es amenaza de abandono, y que no aprenden ni a dividir ni a redactar correctamente. Según datos del Ministerio de Educación, sólo el 28% de los docentes tiene asistencia perfecta, y el 25% falta más de 50 días por año.

Moreno. Incendio intencional de la escuela N° 27, hace dos meses; cuatro aulas quedaron destruidas
Moreno. Incendio intencional de la escuela N° 27, hace dos meses; cuatro aulas quedaron destruidas. Foto: LA NACION / Ricardo Pristupluk y Santiago Hafford

«Hoy está con el segundo grado una maestra que este año ya hizo más de 40 suplencias -dice el director de una escuela de La Matanza que pide reserva de su nombre-. Si hacemos memoria, cuando éramos chicos los profesores nunca faltaban. Ahora es cosa de todos los días.» En esa escuela, la mañana en que estuvo LA NACION habían faltado dos maestras de la primaria y tres profesores de la secundaria. Durante un recreo, en voz baja, una maestra de más de 50 años dio su explicación: «Parece que a esta profesión la aqueja una enfermedad. Una enfermedad contagiosa: faltar».

Del tercio de los docentes que se ausenta por problemas de salud, el 75% son licencias ordinarias (menos de 25 días), y el 25% restante, extraordinarias, que suelen extenderse durante meses. En agosto, en 18 días hubo 55.000 licencias médicas. «En promedio, hay unas 3000 por día. Son cifras escandalosas -dice Ignacio Sanguinetti, subsecretario administrativo del Ministerio de Educación provincial-. Hay muchos abusos, por ejemplo, en las licencias psiquiátricas. Hasta tenemos el caso de una maestra con cáncer de próstata… Y otras dan parte de enfermas y aparecen en Facebook de vacaciones en una playa. Pero también es cierto que nuestro régimen de control es muy ineficiente. Nos enteramos de las licencias sólo por la liquidación de sueldos. Ahora vamos a recibir la información en tiempo real.»

Luján. Camila, única alumna de la primaria N°20; en la provincia hay 1000 escuelas con menos de 10 alumnos
Luján. Camila, única alumna de la primaria N°20; en la provincia hay 1000 escuelas con menos de 10 alumnos. Foto: LA NACION / Silvana Colombo

La comparación con las escuelas privadas que tienen subvención estatal y también dependen de esa cartera deja la realidad al desnudo.

El 30% de faltas en la esfera pública cae al 0,2% en la privada. Otro dato alimenta las sospechas de abuso. Los viernes y los lunes son los días en que se producen más inasistencias: de las 3000 diarias se pasa a 6000. También hay un pico los días previos a las vacaciones de invierno. Los funcionarios admiten que el fenómeno se explica, además, por «resabios machistas» de la sociedad: «El 70% de los docentes son mujeres, y cuando en una familia se enferma un hijo, la que se queda a cuidarlo es la madre, no el padre».

Romina Del Pla, secretaria general de Suteba La Matanza y diputada nacional electa, no niega que el ausentismo es un problema, pero lo atribuye a las condiciones de trabajo. «Los docentes tenemos que hacer hasta dos y tres turnos para llegar a fin de mes, los edificios son un desastre, no se planifica la actividad ni se previenen las lesiones y enfermedades más habituales, sufrimos agresiones… ¡Y nadie nos protege!»

Ensenada. En septiembre, un profesor de Educación Física de la escuela N° 16 fe amenazado por el padre de un estudiante; todos los docentes se solidarizaron con él y pidieron licencia
Ensenada. En septiembre, un profesor de Educación Física de la escuela N° 16 fe amenazado por el padre de un estudiante; todos los docentes se solidarizaron con él y pidieron licencia. Foto: Ricardo Pristupluk y Santiago Hafford

Aun así, coincide con los responsables del área educativa en que fallan los controles. «La empresa prestataria [que certifica los partes de enfermedad], Dienst Consulting, y las que trabajan para ella, son un verdadero desastre. Lo único que hacen es maltratar a la gente.»

Es un secreto a voces la existencia de médicos particulares -primera instancia a la que debe recurrir un maestro cuando se enferma- que extienden certificados falsos a cambio de dinero. Algunos fueron denunciados. También se sabe que la convalidación de esos certificados por parte de las prestatarias suele convertirse en un trámite.

Las autoridades están poniendo la lupa sobre un fenómeno que se repite cada vez más: docentes que son designados en un cargo y al día siguiente piden licencia médica. Empiezan a cobrar, pero no a trabajar. En 2016 hubo 130 casos. Carlos D., nombrado a partir de febrero, inmediatamente pidió licencia por enfermedad crónica hasta febrero de este año, y todavía no se reintegró. Mirta S. tomó licencia por ART (aseguradora de riesgo del trabajo) a 24 horas de haber asumido en una escuela, pero se desempeña activamente en otra. Marcela F. tiene enfermedad crónica desde 2015, lo cual no le impidió aceptar un cargo a partir del 29 de febrero de 2016, en el que también pidió licencia por la misma enfermedad. El año pasado, 29 docentes que tenían sólo un día en sus cargos pidieron licencia gremial permanente. «El estatuto del docente es generoso en temas de licencia y algunos se aprovechan», dice Silvia Cardarelli, inspectora jefa regional del Ministerio de Educación.

Vocación, no: salida laboral

Para Jorge Ceballos, secretario general del Movimiento Libres del Sur y que durante años fue profesor en escuelas bonaerenses, el ausentismo se explica en parte por el hecho de que cada vez más jóvenes eligen la docencia como salida laboral y no por vocación. «Es una profesión en la que se consigue trabajo rápido, tenés un salario seguro, obra social…». Otras causas, dice, son el bajo nivel de los centros de formación docente y los llamados «profesores-taxi», que van saltando de escuela en escuela y toman más horas de las que pueden cubrir. «Entonces apelan al recurso de ir alternando las faltas.»

En la escuela N° 7 de Pacheco, con alumnos que en su mayoría provienen de dos villas vecinas, se vive cotidianamente una realidad común a cientos de escuelas bonaerenses de zonas marginales: chicos sin hábitos de convivencia, padres que amenazan a los maestros, ataques a los edificios, robos. Su directora, Lucía Rolón, dice que todo eso repercute en los docentes. «Nuestra escuela está en un barrio de alta vulnerabilidad y debemos lidiar con la droga, el alcohol y situaciones familiares muy complejas. Nuestra integridad física está permanentemente en riesgo, y eso cansa y enferma.»

Una maestra de esa escuela dice que de hecho muchas veces tienen más trabajo «conteniendo a los chicos que dándoles clase».

Chapadmalal. El ministro de Educación de la provincia, Sánchez Zinny, en una reunión con padres de alumnos la semana pasada; los mayores reclamos son por infraestructura y ausentismo docente
Chapadmalal. El ministro de Educación de la provincia, Sánchez Zinny, en una reunión con padres de alumnos la semana pasada; los mayores reclamos son por infraestructura y ausentismo docente. Foto: Ricardo Pristupluk y Santiago Hafford

También la integridad de los edificios está en juego. En la madrugada del 2 de septiembre, el fuego consumió casi por completo cuatro aulas de la escuela primaria N° 27, de la localidad de Trujui, partido de Moreno. «Vienen a robar y, como no encuentran nada, queman todo», explicó la presidenta del Consejo Escolar local cuando las aulas todavía ardían. Antes habían sido víctimas de incendios intencionales otras dos escuelas primarias y un jardín de infantes.

En el conurbano se producen mensualmente unos cinco robos o ataques a escuelas, cifra que no incluye acciones de ratería y de vandalismo menor. «En general, ocurren los viernes y sábados a la noche, y el blanco preferido de los ladrones son los insumos informáticos, que después cuesta mucho reponer», dice Roberto Angrisani, director provincial de Gestión Educativa.

Las cenizas a las que quedaron reducidas las aulas de la escuela de Moreno son la expresión más feroz del desafío en que a veces se convierte la educación de millones de chicos. Muchos docentes hablan de «agotamiento» y «hartazgo».

En los pizarrones de una escuela primaria de Boulogne pegaron una consigna de la que se pueden sacar varias conclusiones: «Estudiando se forja el futuro de nuestra patria».

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2081602-educacion-publica-sudor-y-lagrimas-en-las-escuelas-bonaerenses

 

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¿Cómo educar chicos con conciencia de género?

Por: La Nación

Diálogo para poner fin a los estereotipos y acciones que funcionen como ejemplo son los caminos que eligen padres y docentes.

«Vos partí de la base de que todo es un no». Así de rotunda fue la frase que Alejandra, mamá de Ramiro, de 16 años, le dijo en medio de una charla surgida a raíz del caso de la alumna del Nacional de Buenos Aires que denunció haber sufrido un abuso por parte de un chico de 5° año durante una de las últimas tomas del colegio. «No es no, así de simple. No quiere decir ni sí, ni tal vez, ni quizás. Un no de una chica es siempre no. Y si vos no parás, entonces podés tener un problema serio», le dijo, sin dejar lugar para las dudas.

Desde pequeñas, a las chicas les abrimos los ojos acerca de los cuidados que tienen que tener porque lamentablemente se sabe que pueden sufrir este tipo de situaciones. «No hagas nada que no quieras hacer»; «no te dejes presionar por tu novio o tus amigas». Hasta les pedimos que sean ellas las que sean responsables y se cuiden de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Pero no suele pasar lo mismo con los varones. «Como padres les enseñamos a las niñas a prevenir el abuso, pero no les enseñamos a los varones a no cometerlo. Si yo tuviera un hijo varón, sin duda haría que se cuestionara ciertas actitudes -sostiene la autora de Diván King Size para padres-. Por ejemplo, si una chica que está alcoholizada te dice que sí, ¿vale? Si una chica te dice primero que sí, pero después te dice que no, entonces ese primer sí ¿cuenta? Por supuesto que no, hay que parar. Me parece importante invitar a los chicos a ponerse del otro lado, a ser empáticos con el otro. Algo que sirve mucho es plantearle la situación con la hermana como posible víctima: «¿Te gustaría que eso se lo hicieran a ella?»», propone Russomando.

Para Russomando, es ideal que estas charlas en las familias empiecen a darse de forma más temprana, ni bien los chicos entran en la pubertad, cuando empiezan a despertar el interés sexual. «Sirve tomarnos de cosas que pasan en la realidad, como lo del Buenos Aires, o las series que ven los adolescentes -dice la especialista-. En 13 Reasons Why, por ejemplo, a la chica la violan en una fiesta después de que arranca una situación íntima y ella no quiere seguir. Pero el chico sigue. Es un buen ejemplo para señalar que una puede decir que sí y después que no cuando se le antoja y que el otro debe respetarlo. Hace poco, en la novela Las estrellas, volví a escuchar esa frase tan remanida «cuando una minita dice que no, está diciendo que sí». Es preocupante, porque estamos habilitando a todos los hombres a dar el paso pese a un no dicho. Por eso como padres, si estamos viendo eso con nuestros hijos, tenemos que reaccionar y decir que lo que están diciendo está mal».

El fútbol, deporte que apasiona a Theo, le sirve a Valeria como disparador para tratar temas de violencia de género
El fútbol, deporte que apasiona a Theo, le sirve a Valeria como disparador para tratar temas de violencia de género. Foto: Victoria Gesualdi / AFV

Marcela Bordenave, mamá de Augusto y Oriana, sostiene que la línea de respeto que bajan en la casa no es con las chicas en particular, sino a nivel general. «La que más habla es Oriana, ella está todo el tiempo señalando cosas que están mal. Pero que a raíz de todo lo que está pasando con temas de violencia de género lo estamos abordando bastante más. Una de las charlas que tuvimos fue a raíz de lo del Buenos Aires. Discutimos si era o no era abuso y llegamos a la conclusión de que mientras uno no quiera, lo es. El abuso en sí no tiene que ser algo violento, para mí es no tener registro de lo que quiere el otro, aprovecharse de tu lugar de poder para jorobar a los demás».

Marcela reconoce que habla de temas de género más con Oriana que con Augusto. «Charlamos mucho de todas las cosas que te pasan por ser mujer. La mujer no está en un lugar de poder, por eso suceden este tipo de cosas -plantea-. Augusto sin duda tiene mayor empatía con lo que puede sentir una chica por tener una hermana, que además es mayor. Pero ni siquiera es necesario tener una hermana, si vas a un colegio mixto una compañera tuya puede ocupar ese lugar. Los que fueron a colegios de varones o mujeres no saben cómo tratar o relacionarse con los del otro sexo», reflexiona.

Machismo y más

Según los especialistas, no sólo el machismo que pervive en varios sectores e instituciones de la sociedad explica que las mujeres sigan sufriendo abusos de todo tipo. También habría que sumar a las causas padres ausentes o con poca autoridad y el acceso de los adolescentes a situaciones que antes eran propias del mundo adulto y que aceleran los tiempos de maduración. «Hay chicos que se sienten muy solos y buscan el cariño fuera de casa y acceden a contactos que los exceden en su edad biológica y psíquica. Hablar sólo no alcanza, hay que acompañarlos, estar pendientes de lo que los chicos miran. Hoy ven pornografía a muy temprana edad, son películas con escenas muchas de ellas violentas donde el hombre es el que avanza y la mujer la que está siempre dispuesta. Los chicos están sobreexcitados. Hay una erotización que los padres no registran y los hijos viven situaciones que no corresponden a la edad», plantea Eva Rotenberg, miembro didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y directora de Escuela para padres.

Russomando coincide y agrega que muchas veces los adolescentes se encuentran en situaciones en las que después no saben bien qué hacer. «No tienen las herramientas para manejarse en algunos escenarios. Lo ideal sería que ningún chico se encuentre en una situación que no pueda discernir si está bien o mal. Aveces, en su afán por parecer más grandes, las chicas de 12, 13 años se lookeany parecen más grandes de lo que en realidad son, entonces viven situaciones que no corresponden con su edad y no saben cómo manejarlas», resume la especialista en crianza y familia.

«Cuando avanzan en situaciones que no son para su edad se están exponiendo mucho y después lo sienten, tanto chicos como chicas. Para el varón es un riesgo muy grande el que corre si no puede detenerse. Hay algunos que no creen cuando la chica dice basta y puede quedar marcado en su círculo cercano como el que abusó -advierte Rotenberg-. Es importante que los hijos sepan los riesgos, enseñarles a que desarrollen recursos internos para decir que no. Como padre uno puede ver si ante determinados «no» que le ponemos a nuestro hijo actúa de forma reflexiva o impulsiva. Si ellos se sienten respetados, si comprenden los límites en casa, es más probable que sepan respetar al otro». En este sentido también es fundamental no forzar el contacto físico: si el chico no quiere ser besado o abrazado, no hay que insistir. Nadie debería recibir un beso que no desea, por más que sea el padre el que lo dé.

Alumnos de 4to grado del Beth School trabajan en clase para romper con estereotipos de feminidad y masculinidad
Alumnos de 4to grado del Beth School trabajan en clase para romper con estereotipos de feminidad y masculinidad. Foto: Patricio Pidal / AFV

Desde chiquitos

Criar hijos con conciencia de género es uno de los desafíos que se plantean los padres que buscan desterrar mitos arraigados en la sociedad. Se calcula que hacia los 3 años los niños ya son conscientes del propio género y hacia los 5 o 6 ya empiezan a separarse según él. Por eso es importante en esta etapa no reforzar estereotipos. Si bien es cierto que todavía siguen mandando el rosa para las nenas y el celeste para los varones o las cocinitas para ellas y los autitos de carrera para ellos o las princesas y los superhéroes, algo está cambiando. Cada vez hay más padres que buscan una crianza lejos de lo que la cultura le atribuye a lo femenino y lo masculino. Hay padres que piden, incluso, que los regalos a sus hijos sean juguetes «neutros», que no puedan asociarse con uno u otro género.

Sin embargo todavía falta mucho, y varios expertos señalan que se ha evolucionado bastante más en términos de educación hacia las mujeres pero no tanto en lo que se refiere a los varones. «Hoy es más probable que le digamos a nuestras hijas que pueden ser lo que quieran pero no hacemos lo mismo con nuestros hijos. Ellas tiene más opciones para elegir, pero el mundo de los varones sigue siendo muy limitado. Se los desalienta cuando tienen intereses considerados femeninos. Se les dice que tienen que ser rudos a toda costa. Si queremos una sociedad equitativa, también debemos darles más opciones a los nenes», dijo Tony Porter, un activista norteamericano que combate las ideas arraigadas en el imaginario popular de lo que es «ser hombre» en un artículo reciente publicado por The New York Times.

Entre otras cosas, Porter, que creció en Nueva York entre Harlem y el Bronx, creó la fundación A call to men a través de la que intenta combatir lo que él llama «el kit de la masculinidad». «A los chicos se les permite el enojo o la ira cuando son pequeños, pero no tienen permitido llorar. No se espera de ellos que muestren otros sentimientos como la vulnerabilidad -dice-. Sin duda, hay que redefinir y reconstruir nuestra masculinidad», clama cada vez que toma la palabra, ya sea en las charlas TED o las que organiza a través de su fundación.

En la Argentina, el debate está más abierto que nunca, sobre todo a partir de las leyes de género y el colectivo Ni una menos. «Una de las peores consecuencias de criar a un niño o niña bajo estereotipos socialmente adjudicados a varones o mujeres es la reducción de las posibilidades de desarrollo y libertad -dice Paula Chinelato, docente universitaria y directora de comunicación de Latinlab, plataforma desde donde se abordan este tipo de temas-. No es el sexo de los chicos y chicas el que determina sus gustos, actividades o preferencias, sino los caminos que van trazando, influidos por aquello que los adultos habilitan o censuran desde pequeños. Esta mirada, aunque pueda parecer inofensiva, genera fuertes desigualdades.»

Conscientes de la importancia de empezar a trabajar estos temas desde chicos, varios padres están atentos a no caer en los típicos estereotipos de género. Valeria Feder, mamá de Theo, de casi 12 años, intenta generar en él conciencia no tanto desde las charlas -aunque las tienen cada vez que la realidad impacta en la casa como el caso de Micaela García-, sino desde los hechos. «En casa confiamos más en las acciones que en las conversaciones. Theo es el más chico de tres hermanos, un varón y una mujer. Acá no hay roles o funciones enquistadas, todos hacemos todo. El padre y yo trabajamos y asistimos siempre a las marchas de Ni una menos y él está atento, pregunta, sabe de qué se trata. En el colegio tiene dos o tres compañeritas que juegan al fútbol y las incluyen en los partidos y los festejos de cumpleaños donde el fútbol es protagonista con total naturalidad. Jamás escuché de él o de los amigos un comentario machista o discriminador, al contrario.»

Como Theo es fanático del fútbol, Valeria aprovechó el caso de Alexis Zárate, jugador de Temperley, que fue separado del plantel luego de que la Justicia lo hallara culpable del delito de violación para abordar el tema de la violencia de género. «Estuvo bueno conversarlo con él, que es tan futbolero, en el momento en que surgió el tema. Theo puede separar su admiración por el futbolista de lo que hizo. El decía que era uno de los mejores, pero estaba de acuerdo en que se lo separe del plantel».

En los colegios, el tema del respeto hacia el otro género también está en el centro del debate entre padres, alumnos y docentes. En el Lenguas Vivas los alumnos formaron una comisión de género donde se debaten todas cuestiones relacionadas con el respeto a la diversidad y los derechos en relación con la sexualidad. Con bastante actividad en las redes sociales, en el Facebook de la comisión se difunden actividades, charlas y hasta se juntan firmas para terminar con el acoso verbal que sufren las alumnas para que haya «un colegio libre de violencia de género».

En el nivel primario, varias escuelas también están abordando la temática. Una de ellas es el Beth School. La idea es romper con los estereotipos de feminidad y masculinidad tradicionales. «Le damos mucha importancia al cuidado de uno mismo y del otro, a la valoración y aceptación de lo diferente. Y ponemos en cuestión estereotipos de género -describe Alejandra Mizrahi, directora del colegio-. También trabajamos sobre las maneras que tenemos de manifestar el afecto haciendo especial hincapié en que esas formas no vulneren los derechos de nadie».

Aunque el trabajo con los chicos se da en el marco de la Ley de Educación Sexual Integral, el colegio venía planteando el tema desde antes de la ley. «No es una actividad o charla aislada, sino un eje que atraviesa todas nuestras propuestas. Desde el nivel inicial hasta séptimo grado se proponen proyectos, modos de nombrar, intervenciones en lo cotidiano, que apelan a complejizar lo socialmente dado», enfatiza Mizrahi.

Por supuesto, el cambio no es automático ni inmediato. Pero tal vez algo de él empieza a divisarse en acciones mínimas aunque determinantes. «Hace poco a mi hija le levantaron la pollera en la escuela y un compañerito salió a defenderla. Cuando fui a agradecerle, me quedé duro con la contestación -relata un padre de un colegio de Belgrano-. Me dijo que además de que estaba mal, él tenía una hermanita y que no le gustaría que le hicieran lo mismo. Me quede helado. A mí jamás se me hubiera ocurrido decir algo así.»

Consejos para aplicar en casa

Conversar

Se puede tomar un hecho de la realidad o una serie de las que miran para tratar de tocar el tema del abuso o del respeto de género. Lo ideal es empezar desde chicos.

Acompañarlos

Las charlas no sirven si no van acompañadas de acciones concretas. Evitar que en casa los roles estén fijos y no refuercen estereotipos de género.

Contacto respetuoso

El contacto entre padres e hijos es esencial y marcará, en muchos casos, cómo serán esos contactos futuros. No forzar a que el hijo dé un beso, no robarle uno o respetar cuando dice que no quiere ser besado o abrazado porque probablemente él reproduzca esa actitud en un futuro.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2081227-como-educar-chicos-con-conciencia-de-genero

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Libro: Un boletín con regulares y aplazos

Reseña: Rovner y Monjeau apuntan contra el progresismo educativo que terminó fabricando desigualdad y exclusión.

El debate sobre la educación en Argentina giró en las últimas décadas en torno de varios mitos: los efectos intrínsecamente integradores e igualadores de la escuela pública; el incremento presupuestario como solución a los problemas de retención y desempeño de los estudiantes; las consecuencias inherentemente estigmatizantes, discriminatorias y excluyentes de toda evaluación del desempeño de alumnos y docentes; el carácter socialmente deletéreo de toda vinculación de la educación secundaria con el mercado laboral; las virtudes esenciales de toda institución que conceda a los estudiantes poder para decidir sobre los contenidos y la gestión de las unidades educativas; la naturaleza antidemocrática y racista del legado de Domingo Faustino Sarmiento. La mala educación (Sudamericana), el libro de Helena Rovner y Eugenio Monjeau, desmantela sistemáticamente cada uno de esos mitos.

Este sistemático desmantelamiento se apoya, rigurosamente, en los fundamentos del pensamiento científico cuya ausencia caracteriza, precisamente, a esos mitos: la consistencia lógica de los argumentos y la evidencia empírica válida para contrastarlos. Rovner y Monjeau confrontan al discurso del progresismo educativo, apuntalado por el ocultamiento y la manipulación estadísticas perpetrados por los gobiernos kirchneristas, con las consecuencias absurdas de su lógica y con la evidencia concreta que refuta sus planteos sobre la educación pública argentina. Así van mostrando que esta integra e iguala cada vez menos a los estudiantes, pues ellos se desempeñan cada vez peor en comprensión de textos y en matemática y tienen cada vez menos jornadas de clase, por lo cual acuden cada vez más al sector privado en busca de una mejor oferta. Que el incremento presupuestario impuesto por la Ley de Financiamiento Educativo no resultó en mejoras en la retención ni en el desempeño de los alumnos, sino en aumentos de salarios docentes y en acceso a tecnologías de información que acompañaron la profundización del deterioro. Que las evaluaciones de desempeño no discriminan, ni estigmatizan, ni excluyen, sino producen información necesaria para planificar políticas orientadas a abordar esos problemas, y así se utilizan provechosamente en países de distintas regiones y niveles de desarrollo, con gobiernos de variadas orientaciones políticas. Que la vinculación tanto de los contenidos como de las actividades prácticas de la secundaria con el mercado laboral aumenta las probabilidades de obtener empleo y mejores salarios. Que las instituciones de cogobierno en la Universidad de Buenos Aires y sus colegios secundarios han conducido menos a la participación y la discusión democráticas que a la imposición autoritaria de decisiones y discursos ideológica y políticamente discriminatorios. Y que la denuncia de algunas opiniones políticas de Sarmiento fue utilizada por los gobiernos kirchneristas para difundir una versión manipulada y maniquea de la historia que despreciaba el legado esencialmente democrático del fundador de la escuela pública argentina, tanto como para ocultar, bajo esa retórica pretendidamente antiautoritaria y emancipatoria que el progresismo educativo reivindica para sí, la complicidad de esos mismos gobiernos con la continua decadencia de la educación.

La antropología estructural y la historia cultural han enseñado que los mitos perduran y que los ataques de sus contradictores no hacen más que fortalecerlos. Pero ni la educación argentina, ni las experiencias de otros países, han sido consistentes con la dogmática mítica progresista.

Este libro contribuye, poniendo los mitos en su lugar y sacando, a través de la comparación, al debate argentino de su empobrecedora autorreferencialidad, a confrontarnos con la dolorosa realidad de nuestro sistema educativo. En el camino demuestra que los mitos del progresismo educativo argentino, a diferencia de otros, no mueven a transformar la realidad sino a reproducir la desigualdad y la exclusión que pretenden combatir y que, al contrario, es en su denuncia donde radica el principio  del cambio.

Fuente: https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/boletin-regulares-aplazos_0_rySUwRgkz.html

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Educación, ni inclusiva ni de calidad

Por: Rodolfo Terragno

Unos la exigen y otros la reclaman: la «educación inclusiva y de calidad» va de boca en boca sin que nadie (o casi nadie) explique en qué consiste ni qué hacer para lograrla.

El acceso a la educación puede estar garantido a la población toda y, sin embargo, no haber inclusión. La política educativa no puede hacer mucho cuando la economía es frágil y la distribución del ingreso injusta. La inclusión educativa depende de la inclusión social.

A su vez, la calidad de la educación depende de la capacidad de los docentes, los métodos de enseñanza, las metas y los plazos que se fijen y las periódicas evaluaciones.

Es cierto que las mediciones internacionales, como PISA, TIMSS, PIRLS, tienen márgenes de error altos, entre otras cosas por las diferencias de idiosincrasia y condiciones políticas, económicas y sociales de los distintos países.

No obstante, si a lo largo de los años cierta medición muestra una constante y, más aun, otras mediciones son coincidentes, los resultados deben tenerse en cuenta. Sobretodo en materias universales como las matemáticas.

Hace años que, en matemáticas, los chicos de Singapur, Hong Kong y Japón superan a los chicos de la mayor parte del mundo. En el índice PISA, desde el año 2000. En el TIMSS, desde 1995.

Los métodos de esos países son similares.

Para ellos, el objetivo de las matemáticas es uno solo: la resolución de problemas. Nunca empiezan por lo abstracto (como lo son las fórmulas) sino que comienzan por la manipulación objetos, luego pasan a las representaciones gráficas y, sólo al final, a lo abstracto.

La misma estrategia ha adoptado hace poco Estonia, cuyos chicos figuran ya, en el último PISA, entre los diez primeros países en todo: matemáticas, ciencias y comprensión de textos.

En países como el nuestro es difícil seguir esos criterios.

Hay algo que conspira, tanto contra la inclusión como la calidad. Es la interferencia de la ideología. O de los prejuicios y slogans que muchos llaman ideología.

Por un lado, sostener que la distribución del ingreso debe ser justa, y relacionar los fracasos educativos con la pobreza, no es ser «de izquierda».

Tampoco es «de izquierda» sostener que la educación debe estar, principalmente, a cargo del Estado.

Un precursor de la escuela pública subrayó décadas atrás que «la sociedad está dividida entre aristócratas, que tienen la tierra y ocupan el poder, y los que no tienen fortuna», razón por la cual propició la constitución de «escuelas públicas y gratuitas, dondequiera que flamee la bandera» argentina. Escuelas laicas, «sin religión», a cargo de maestras que no fueran discriminadas, como en Estado Unidos, donde se capacitaba «a la mujer por razones pecuniarias», ya que «los maestros» costaban «caros», y las mujeres — que carecían de «profesiones» y tenían «vedados los otros empleos»– resultaban “baratas”.

El que sostenía todo eso no era precisamente un hombre de izquierda. Se llamaba Domingo Faustino Sarmiento. Sus idea quedaron plasmadas en una ley, la 1420, promulgada por alguien que era (aun menos) de izquierda: el Presidente Julio Argentino Roca, quien llegó a expulsar al nuncio apostólico y cortó relaciones con el Vaticano por la oposición de la Iglesia católica a la enseñanza laica.

Y así como los defensores de tales criterios no son “de izquierda”, tampoco son “de derecha” los que defienden los exámenes de ingreso o promoción, las evaluaciones y el re-entrenamiento de los docentes. Todo eso se practicaba en el mundo comunista y se practica en los países socialistas o socialdemócratas.

En América Latina, un Presidente que hizo ingresar a su país ALBA (la alianza promovida por Venezuela, que integran Cuba, Bolivia y Nicaragua) llevó a cabo en su país una reforma educativa que aquí muchos progresistas llamarían conservadora.

Rafael Correa, ex jefe de Estado de Ecuador, a cuyo impulso se sancionaron leyes que afectaban a los ricos, proclamaba que “cuando la oligarquía está de luto, el pueblo está de fiesta”. Él hacía esfuerzos por transformar (son sus propias palabras) “un Estado burgués en un Estado popular”.

Ese Presidente, a quien no se le podía llamar reaccionario, llevó adelante una reforma educativa impensada: Prohibió las huelgas de docentes.

Ligó los sueldos de los maestros a los méritos, no a la antigüedad.

Estableció que nadie puede enseñar sin un título universitario.

Creó, a ese efecto, una universidad para “formar formadores” e “importó” profesores europeos.

Subsidió la radicación de maestros provenientes de países que lideran los rankings de educación Impuso el examen de ingreso a las universidades.

Fijó cupos para cada carrera.

Introdujo evaluaciones periódicas a todos los niveles de la enseñanza.

Cerró 14 universidades que no alcanzaban los standards de calidad fijados por el Estado.

Claro que Correa fue demasiado lejos cuando, frente la resistencia sindical a las reformas, disolvió la Unión Nacional de Educadores. Salvo uno que otro exceso, inevitable, la reacción del gremio, como la de los estudiantes, no había violado la ley. Y el país no se había paralizado. No había escuelas tomadas ni manifestaciones violentas.

Una reforma tan profunda como la que impulsó Correa requiere del gobernante prudencia y paciencia.

Sin embargo, los objetivos del ex presidente ecuatoriano eran inobjetables. Y hace falta mucha decisión para evitarle a la sociedad una educación de mala calidad..

Como lo saben por igual los visionarios de izquierda y de derecha, un país en desarrollo debe adoptar políticas educativas muy audaces.

No es fácil, pero es imprescindible, terminar con el facilismo y las falsas ideologías.

Con tino y gradualismo, un gobierno realmente progresista debe aumentar las exigencias y tolerar las resistencias, para lograr así mejores educadores y mejores educandos. En definitiva, para hacer realidad el slogan. Educación inclusiva y de calidad.

Fuente: https://www.clarin.com/opinion/educacion-inclusiva-calidad_0_r1SiBxrkf.html

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Argentina: Educación permanente para jóvenes y adultos

Argentina/13 de Noviembre de 2017/Agencias San Luis

Integrantes del Área Diseños Curriculares, dependiente del Ministerio de Educación, se reunieron con directores y profesores de diferentes establecimientos educativos e instituciones que ofrecen programas de estudios para personas que por diferentes motivos no pudieron terminar su educación secundaria a tiempo.

La referente del Área, Priscila Caminos, explicó que el objetivo del encuentro giró en torno a la revisión de las estructuras curriculares vigentes de esta modalidad y el armado de los diseños curriculares para jóvenes y adultos del 2018, es decir, los contenidos de las materias, el perfil del egresado, las finalidades formativas y las estrategias pedagógicas definidas.

Dentro de la modalidad de Educación Permanente para Jóvenes y Adultos (EPJA) se encuentra el primer grupo que se refiere a los jóvenes de entre 15 y 18 años que por alguna razón han tenido una trayectoria frustrada en sus estudios. Por otro lado están los mayores de 18 años, que corresponden al grupo de adultos que también abandonaron o no pudieron continuar su educación permanente.

Por lo tanto, la EPJA es parte de un proyecto educativo que garantiza el derecho a la educación a los ciudadanos a lo largo de toda la vida. Esta modalidad debe procurar diferentes alternativas que permitan a los jóvenes y adultos completar los niveles obligatorios de escolaridad y brindar las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida.

Fuente: http://agenciasanluis.com/notas/2017/11/10/educacion-permanente-para-jovenes-y-adultos/

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Argentina: Se realizará una correcaminata por la «Educación Pública Inclusiva»

Argentina/13 de Noviembre de 2017/El Popular

El próximo martes se llevará adelante en el Parque Mitre una caminata con la participación de las escuelas especiales de la ciudad. Convocan a las instituciones que trabajen proyectos de inclusión. 

Bajo la consigna de «Caminamos, trotamos, corremos por una Educación Pública Inclusiva», el martes próximo a partir de las 9.30 se realizará una correcaminata en la que participarán las escuelas especiales de la ciudad. Coordinan el encuentro Inspección Educación Especial y Educación Física.

La actividad, que se llevará adelante en el marco de la semana de la Educación Pública Inclusiva, dará inicio en Dorrego y Brown, y convocan a participar a las escuelas de nivel que cuenten con proyectos de inclusión. Invitan también a integrantes de CEC, CEF, ISFD, Centros de Día, Talleres, entre otros.

Para una mejor organización solicitan confirmar la asistencia hasta el lunes 13. Invitan a llevar un detalle colorido.

Fuente: http://www.elpopular.com.ar/nota/103662/se-realizara-una-correcaminata-por-la-educacion-publica-inclusiva

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