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Argentina: El Gobierno lanzó el programa de escuela secundaria con oficios, con apoyo de los sindicatos

Argentina/Agosto de 2017/Fuente: Télam

El Gobierno lanzó, en el municipio bonaerense de La Matanza, el programa de escuela secundaria con oficios, una iniciativa que apunta a articular ese nivel educativo con la formación técnica, con el objetivo de mejorar el acceso de los egresados a empleos de calidad.

El programa de escuela secundaria con oficios, tiene el apoyo del Ministerio de Trabajo de la Nación, del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), del Sindicato de Luz y Fuerza, del Sindicato de Plásticos y de la Cámara de Industria y Comercio de La Matanza.

Los talleres incluidos en el plan abarcan mecánica, electricidad, energía, administración, plomería, gastronomía y hotelería, entre otras actividades, que en una primera etapa se implementarán en La Plata, Morón, San Miguel y La Matanza.

El programa es impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Secretaría de Economía Social, y de la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires.

“Durante un año y medio estuvimos pensando en un proyecto que pudiera articular la escuela con el trabajo y así surgió la idea de que, quien finalice sus estudios, obtenga un título secundario y, además, un oficio con certificado habilitante”, señaló el secretario de Economía Social, Matías Kelly.

El secretario de Educación provincial, Sergio Siciliano, agregó que “este es un ejemplo para los chicos que están en la escuela y a veces piensan en dejarla, que vean a estos jóvenes y adultos que se esfuerzan por progresar, trabajando y estudiando”.

El lanzamiento se realizó en el Polo Formativo y Productivo de La Matanza con la presencia de alumnos avanzados que participan del plan FinEs, orientado a personas de más de 18 años para que concluyan la educación secundaria en forma gratuita.

Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201708/198906-escuela-secundaria-con-oficios-lanzamiento-la-matanza-gobierno-smata-uocra-ministerio-de-desarrollo-social.html
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Argentina: El viernes comienza el Congreso Internacional de Educación

Argentina/24 agosto 2017/Fuente: El Litoral

El objetivo es conformar espacios de reflexión y análisis, a partir del lema: “Aprendizajes en Contexto, Emociones y Convivencia Humana”. La actividad académica empieza mañana, con los talleres previos al congreso.

Durante el viernes y el sábado, en la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) se desarrollará el VIII Congreso Internacional de Educación, un evento que reunirá en la ciudad a referentes de todo el país y también de España, Chile, Colombia y Uruguay.

La Facultad de Humanidades -organizadora del evento- viene trabajando ininterrumpidamente desde el 2000 en estas acciones. “Siempre tratamos de buscar temáticas que representen los emergentes del momento dentro de las instituciones educativas. Nuestros congresos buscan ofrecer miradas amplias acerca de la educación, que sean de valor tanto para un docente de nivel inicial como para uno de aulas universitarias”, explicó la Dra. Anabel Gaitán, decana de la unidad académica.

El Comité Científico acordó un tema que está, en este momento, muy trabajado, pero buscando darle una impronta particular. “La idea es que quienes participen tengan la posibilidad de escuchar disertaciones responsables, hablar de los aprendizajes puestos en contexto, y de las emociones en clave de convivencia humana”, indicó Gaitán.

La decana explica que el desarrollo de esta temática adquiere una relevancia fundamental porque las emociones cobran sentido cuando se piensa en el otro, en la convivencia humana, por el bien de todos. “Individualmente nuestros aportes son mínimos. Tenemos que aprender con otros, ser con otros, trabajar con otros. Por eso el congreso va a girar en torno de las emociones y la convivencia humana”, adelantó.

Los disertantes

Al hablar con el equipo organizador, coinciden en que esta edición del congreso es la más fuerte. “Más contundente en cantidad y calidad de disertantes, con 19 profesionales de primera línea”, contó Gaitán. El programa completo se encuentra disponible en la web del congreso: www.ucsf.edu.ar/congreso-educacion.

El componente internacional de la propuesta se plasma en la presencia de expertos de Colombia, Chile, España y Uruguay. “Tratamos de no mirar siempre a los países más desarrollados, sino de mirar también los expertos que pueden aportarnos su pensamiento desde realidades más parecidas a la nuestra”, aseguró la decana.

Las visitas destacadas son Julio Fontán, creador del método de educación relacional y fundador de las Escuelas Fontán; Ana María Aron -que se referirá al clima social escolar-; César Bona finalista del Global Teacher Prize; Manu Velasco, que se enfocará en una mirada hacia la educación del futuro; y Alejandro De Barbieri, quien hablará de la pedagogía de la esperanza buscando educar sin culpa.

Simultáneamente participarán diversos profesionales de distintas provincias del país. “Lo que para nosotros es muy importante -indicó la decana-, porque no es lo mismo la mirada de una persona que trabaja exclusivamente en Ciudad de Buenos Aires”. La selección de los conferencistas nacionales estuvo enfocada en una mirada federal. Habrá disertantes de Río Negro, San Juan, Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe.

Fuente: http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/154293-el-viernes-comienza-el-congreso-internacional-de-educacion-se-realizara-en-la-universidad-catolica-de-santa-fe.html

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La guerra del régimen de Macri contra el pueblo mapuche

Por: Raul Zibechi

Una buena parte de las tierras mapuche en Argentina pertenecen actualmente a Benetton, que posee casi un millón de hectáreas

Esta es la nueva Campaña del Desierto, pero no con la espada sino con la educación, dijo Esteban Bullrich, entonces ministro de Educación y Deportes al inaugurar un hospital-escuela en septiembre del año pasado.

Más allá de la brutalidad de las palabras del actual candidato a senador que compitió con Cristina Fernández en la provincia de Buenos Aires, la frase desnuda lo que piensan los de arriba de los pueblos originarios.

La Campaña o Conquista del Desierto fue un genocidio perpetrado por el Estado argentino entre 1878 y 1885, cuando arrebató grandes extensiones de territorio a los pueblos mapuche, ranquel y tehuelche. Los indígenas derrotados por las fuerzas comandadas por Julio Argentino Roca fueron deportados por la fuerza a campos de concentración, exhibidos en museos o trasladados para servir como mano de obra forzada.

El objetivo de fondo, ese que no se puede expresar en público pero es la fuerza motriz oscura de las acciones, fue la expropiación de sus territorios para incorporar tierras al mercado y expandir la república en zonas que, antes y ahora, son consideradas como desierto, porque son espacios poco fértiles para la acumulación de capital.

Los Bullrich (el candidato macrista y su tía Patricia, actual ministra de Seguridad) forman parte de una distinguida familia de la oligarquía argentina, que jugó un papel directo en la Campaña del Desierto.

El historiador Osvaldo Bayer mostró, con base en documentos de la Sociedad Rural, que entre 1876 y 1903 se otorgaron casi 42 millones de hectáreas a mil 800 familiares y empresarios amigos del presidente Roca. Algunas familias, como la del ex ministro de Economía de la última dictadura, Martínez de Hoz, obtuvieron gratis 2.5 millones de hectáreas.

Según un informe de la BBC, una buena parte de esas tierras pertenecen actualmente a Benetton, que posee casi un millón de hectáreas, siendo uno de los principales dueños de la Patagonia, en conflicto permanente con las comunidades mapuche, ya que la multinacional ocupa parte de sus territorios ancestrales (http://goo.gl/73JZTy).

El extractivismo es la continuación de la Campaña del Desierto. Según el periodista Darío Aranda, de los 40 proyectos mineros en estudios (en 2003), se avanzó hasta 800 proyectos (en 2015); de 12 millones de hectáreas con soya transgénica se pasó a 22 millones en el mismo periodo. Amnistía Internacional contabilizó un piso de 250 casos conflictivos, entre los que detectó un punto en común: detrás siempre hay empresas (agropecuarias, petroleras y mineras, entre otras) que actúan en complicidad, por acción u omisión, de los gobiernos (http://lahaine.org/fI0h).

Los medios hacen un trabajo sucio al vincular a los mapuche a las FARC, a grupos kurdos y a ETA, sin prueba alguna, sólo apoyados en declaraciones del gobernador de Chubut, al servicio del avance de la frontera extractiva. La ministra de Seguridad, Bullrich, dio un paso más al señalar que los mapuches son un problema para la seguridad nacional y acusarlos de terroristas, a la vez que asegura que enarbolan un proyecto secesionista.

No vamos a permitir una república autónoma y mapuche en el medio de la Argentina. Esa es la lógica que están planteando, el desconocimiento del Estado argentino, la lógica anarquista, dice quien en los setenta militaba en el entorno de la organización armada Montoneros (http://goo.gl/yp2hfU).

Detrás de todo este cacareo hay una realidad que es la que realmente molesta: en los últimos 15 años, luego de agotar la instancia administrativa y judicial, el pueblo mapuche recuperó 250 mil hectáreas que estaban en manos de grandes terratenientes, asegura Aranda. O sea, pese a la represión, la criminalización y la difamación, los mapuche están ganando.

El conflicto del Estado con la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia, en la localidad de Cushamen, provincia de Chubut, se intensificó en 2015 a raíz de la represión y criminalización de sus líderes. El lonko Facundo Jones Huala, autoridad mapuche de la comunidad, fue detenido el 28 de junio de este año, el mismo día en que se reunieron los presidentes Mauricio Macri y Michelle Bachelet, acusado por los gobiernos de terrorismo, incendios, robos, amenazas e, incluso, haberle declarado la guerra a Chile y Argentina (http://goo.gl/1khbBy).

El primero de agosto efectivos de la Gendarmería Nacional allanaron y quemaron instalaciones de la comunidad. En el marco de la represión desapareció el activista solidario Santiago Maldonado, cuando no pudo cruzar un río junto a sus compañeros perseguidos por los policías. Hasta ahora nada se sabe de su paradero, el gobierno se niega a responder mientras arrecian las marchas y concentraciones exigiendo su aparición con vida.

Hay tres hechos que desesperan a los de arriba y explican la brutalidad represiva.

Uno, el pueblo mapuche sigue vivo, no se rinde y recupera tierras, que es la base de su reconstrucción como nación.

Dos, la campaña nacional e internacional en su apoyo. Un centenar de organizaciones de pueblos originarios, el Servicio de Paz y Justicia y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, emitieron un comunicado titulado La lucha indígena no es delito, donde dicen que el Estado privilegia los intereses de las petroleras y criminaliza al pueblo mapuche.

Tres, que los mapuche han construido las más diversas organizaciones, entre ellas la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), dedicada a recuperar tierras. Daniel Loncon, integrante de la Cátedra Libre de Pueblos Originarios, dijo que entre los mapuche algunos prefieren la vía diplomática, pero también hemos sido testigos de nuestros abuelos que se han muerto yendo de oficina en oficina buscando la legitimación de sus tierras. El RAM en ese sentido es una expresión del pueblo mapuche cansado de esta injusticia histórica, pero consciente de dónde está el poderío económico que maneja todo esto. Porque la recuperación no se hizo a un vecino, sino a una multinacional (http://goo.gl/GEqKq9).

¡Marichiweu!

La Jornada

Fuente: http://www.lahaine.org/la-guerra-del-regimen-de

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Reseña de Libro: Juventud y desigualdades en América Latina y el Caribe.

Pablo A. Vommaro. 

Florlenis Chévez Ponce. Iván Francisco Porraz Gómez. Luisina Castelli Rodríguez. María de los Angeles Peña. Marialina García Ramos. Marvin Rodríguez Vargas. Melissa Villegas Quispe. Paola Viera Córdova. Vanina van Raap. Vivian Boza Chacón. Yannet López Verdecia. Creación Colectiva/ Tejidos del Viento. Bruna Rossi Koerich. Cecilia Millán La Rivera. Gianne Neves Oliveira. Arquímides Romero. Gonzalo Assusa. [Autores de Capítulo]
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Colección Estudios sobre las Desigualdades.
ISBN 978-987-722-189-3
CLACSO.
Buenos Aires.
Junio de 2017
En América Latina las juventudes se encuentran atravesadas por dos características fundamentales: desigualdades y diversidades. Situaciones como el desempleo o la pobreza se duplican o triplican en este segmento, que no solo atraviesan desigualdades materiales, sino también étnicas, sexuales y de género, territoriales, culturales, educativas, laborales, políticas y religiosas, entre otras. Los estudios relevados siguen mostrando un conjunto complejo y preocupante de paradojas y contrastes, junto con un profundo malestar social, evidente en las irrupciones de movimientos juveniles que hasta no hace mucho tiempo permanecían poco visibles en el espacio público y que en los últimos años han ocupado calles y plazas en lucha por diversos temas, por ejemplo, educación pública, gratuita, democrática y de calidad.

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20170719113307/Juventud_y_desigualdades_en_ALyC.pdf
Imagen: http://www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/1255_Tapa.gif
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Argentina: Corte Suprema argentina debate enseñar religión en escuelas públicas.

América del Sur/Ecuador/22.8.2017/Autor y Fuente: http://www.elcomercio.com

Una denuncia contra la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas de una provincia argentina llegó esta semana a la Corte Suprema, y abrió un debate nacional sobre uno de los orgullos de su sistema educativo, que es su carácter laico. La ley provincial de educación de Salta, una provincia al norte del país, incluyó en 2008 la materia de forma obligatoria, y el caso llegó ahora a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que deberá decidir si esta medida es constitucional o no al contradecir una ley de 1884 que define la educación pública como “laica, gratuita y obligatoria”.

La decisión que emita esta corte sentaría un precedente para el resto del país, pero su acatamiento no es de carácter nacional en Argentina, como sucede en otros países con los fallos del máximo tribunal. En Salta, a diferencia del resto del país, la educación católica en las escuelas siempre estuvo presente como si fuera matemáticas o lengua. La educación religiosa “es muy importante porque forma parte de la educación integral, la consideramos como uno de los fines”, defendió el miércoles 16 de agosto de 2017 la ministra de Educación de la provincia, Analía Berruezo.

Los demandantes son una asociación civil y un grupo de madres, que sostienen que la Ley de Educación de Salta y ciertas disposiciones de la cartera provincial imponen “el adoctrinamiento de menores en la religión católica aún cuando sus padres poseen otras creencias”. Los magistrados de la Corte Suprema tienen cuatro días para escuchar posturas a favor y en contra en la causa. El abril de 2016 el exministro de Educación nacional, Esteban Bullrich, de la alianza macrista de centro-derecha Cambiemos, defendió que “vendría muy bien que todas las religiones tengan su espacio” en las escuelas públicas.

“Por más que soy católico, trato de ser un apóstol y buen discípulo, sí creo que en las escuelas debemos enseñar otras religiones también, que también tienen lecciones para aprender”, dijo Bullrich, actual precandidato a senador por la poderosa provincia de Buenos Aires como rival de la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) . Desde 1884 está vigente en este país la ley 1420 que define la educación pública como “laica, gratuita y obligatoria”. Como en otros países de América Latina, la iglesia católica cuenta con subsidios estatales para sus escuelas con aranceles más económicos que el resto de colegios privados.

Fuente: http://www.elcomercio.com/tendencias/cortesuprema-argentina-religion-educacion-escuelaspublicas.html

Imagen: http://www.elcomercio.com/files/article_main/uploads/2017/08/17/5996000d94d94.jpeg

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Argentina: Proyecto escolar de revalorización de la historia, tradiciones y costumbres.

La comunidad educativa del colegio “Los Lapachos” invitó a la profesora Lilian Batallanos a compartir con los estudiantes y docentes del establecimiento, la ceremonia en honor a la Pachamama. En la oportunidad, la docente presentó a los alumnos, profesores y directivos de dicha escuela, el proyecto que impulsa a través del Archivo Histórico del Poder Legislativo, que se denomina “Revalorizando nuestra historia, tradiciones y costumbres”.

América del Sur/Argentina/22.08.2017/Autor y Fuente:http://www.pregon.com.ar/

 

La comunidad educativa del colegio “Los Lapachos” invitó a la profesora Lilian Batallanos a compartir  con los estudiantes y docentes del establecimiento, la ceremonia en honor  a la Pachamama. En la oportunidad,  la docente presentó a los alumnos,  profesores y directivos de dicha escuela, el proyecto que impulsa a través del Archivo Histórico del Poder  Legislativo, que se denomina “Revalorizando nuestra historia, tradiciones y costumbres”.

Recordó que dicho proyecto “es  planificado y concretado cada año”  desde el Archivo Histórico Legislativo, “teniendo en cuenta lo importante que es fortalecer nuestra identidad  cultural”, expresó Batallanos.
En este marco puso en relieve que  “es aún más relevante para los jujeños, desde que nuestra Provincia se  convirtió en sede nacional de la Pachamama, a través de la Ley Nacional 26.891/2013”.
Por otro lado agradeció haber sido  invitada, una vez más, por las autoridades del Colegio Los Lapachos para  ser parte de esta experiencia” y destacó “el conocimiento que posee esta  comunidad educativa sobre las actividades culturales que realiza el Archivo Histórico del Poder  Legislativo de Jujuy”.
Luego puso en relieve “el entusiasmo de los niños y adolescentes” y  también hizo mención a “la activa  participación de los padres, abuelos  y familiares en general, que se sumaron a estas actividades que fueron  coordinadas con la directora del establecimiento, Miriam Rodríguez y la  vicedirectora, María Terrazas. Consideró que “los alumnos pudieron  volcar todos los conocimientos recibidos en las aulas para posteriormente realizar el ritual de la Pachamama”. Finalmente aseguró que “de esta manera se pudo cumplir con el  objetivo de concientizar a los estudiantes sobre la importancia de conocer y revalorizar nuestras tradiciones, fortaleciendo así el sentido de  pertenencia a la comunidad“.
Fuente: http://www.pregon.com.ar/nota/24157/proyecto-escolar-de-revalorizacion-de-la-historia-tradiciones-y-costu.html
Imagen: http://www.pregon.com.ar/uploads//2017/08/19/5c39fddf0eaf2b462382bf2443f635e5.jpg
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Entrevista as David Rieff: ¿Qué precio pagarías por la memoria?

David Rieff presenta su polémico ensayo “Elogio del olvido”, en el que argumenta contra el culto al pasado colectivo.

Todo será olvidado, tarde o temprano”, afirma David Rieff en un bar de Las Cañitas. Esa convicción suena cuanto menos paradójica en alguien que se licenció en Historia. Pero el ensayista estadounidense (intelectual heterodoxo y hombre de usar sombrero y corbata, incluso los fines de semana) presenta por estos días un libro titulado Elogio del olvido, así que la definición viene a cuento. “Quizá no sea sólo pesimista sino ‘mórbidamente radical’, como señaló una de las reseñas”, continúa, “pero creo que en 100 años, cuando los testigos y sus vivencias ya no estén, nadie se acordará del 11-S, para hablar de algo cuyas consecuencias aún sacuden el mundo”, sostiene Rieff, mientras detrás de los cristales persiste una garúa metálica.

El libro, escrito en 2015, analiza tragedias colectivas del siglo XX y es un alegato contra el culto a la memoria histórica como “imperativo moral”. Consciente de lo polémico de su postura (“voy a Chile luego; van a ser días difíciles”), Rieff aboga por el “olvido activo” de Nietzsche como una opción posible en sitios donde recordar conduce “a la guerra más que a la paz, al rencor y al resentimiento”. “Si nuestras sociedades dedicaran al olvido una parte mínima de la energía que aplican a recordar, la paz en algunos de los peores lugares del mundo podría estar más cerca”, argumenta. Y, sin embargo, quizá para probar que toda hipótesis debe ser metódicamente refutada, en un español que alterna entre el tú y el vos, recuerda: “Cada vez que vengo a Buenos Aires pienso que podría haber tenido otro destino. La familia de mi padre tomó un barco a vapor que la llevó a Nueva York. Pero al día siguiente, salía uno hacia aquí. A ellos les daba lo mismo; eran judíos y sólo querían salir de Rusia. Pero mi vida habría sido totalmente distinta”.

Rieff es hijo de Susan Sontag (1933-2004), una de las pensadoras más brillantes de su tiempo. A la enfermedad y agonía de esa mujer flamígera le dedicó su único libro de memorias (“muy limitado porque había muchas cosas sobre las que yo no estaba listo para decir la verdad”). Aún hoy, hablar de esa experiencia eclipsa el buen humor cosmopolita que lo acompaña esta mañana.

–Ha escrito sobre crímenes de guerra, la crisis del humanitarismo y el hambre global. Ahora, sobre la memoria histórica que caracteriza como “memoria de las heridas”. ¿Por qué le interesa el sufrimiento humano como tema?

–No sé. Tal vez haya cierto pesimismo en mi ADN. Cuando escribí mis primeros libros pensé: “Soy un outsider profesional. Eso es lo que traigo al juego”. Pero un outsider obsesionado por comunidades de memoria, más o menos coherentes y trágicas: los exiliados, los refugiados… Tengo una relación muy curiosa con ellos, porque me siento un extranjero en todas partes. Para un escritor tiene sus ventajas, eres un observador que no trae consigo ideas sobre cómo vivir. El tema del desgarro ya estaba en El exilio: Cuba en el corazón de Miami, una meditación de 1993 sobre la relación entre la fantasía y la memoria de esa generación. En cuanto a este libro, mi experiencia como reportero de guerra fue decisiva. Me llevó a pensar que en determinadas circunstancias políticas elegir olvidar podía ser deseable.

–¿Lo ha vuelto más escéptico? ¿De allí estos versos de Yeats como epígrafe: “Un sacrificio demasiado largo/ puede tornar en piedra el corazón”?

–Después de 35 años de trabajo es normal pasar de tragedia en tragedia. Puedo incluso decir algo más crítico de mí mismo: hay algo de voyeurismo. Pero cada periodista es un voyeur. En Sarajevo llamaban a los fotógrafos “ángeles de la muerte”, porque permanecían en la mira de francotiradores para tomar imágenes del terror. Los escritores también lo somos. Seguramente Goytisolo, con quien estuve allí en 1992, no hubiera estado de acuerdo, pero habría sido una buena discusión.

–Elogio del olvido cuestiona la idea de Santayana de que los pueblos que no recuerdan su pasado lo repiten. ¿Se siente más cerca de quienes postulan ante la experiencia sudafricana, por ejemplo, que conocido el pasado “hay que seguir viviendo”?

–Depende de la situación, de cuándo y en qué contexto. Yo siento que si el imperativo moral de recordar causa demasiado sufrimiento como para que valga la pena cumplirlo, hasta se podría pensar en un “imperativo ético del olvido”. Pero no quise escribir un libro contra Santayana. El título es una provocación que invita a la reflexión. Es un error decir que el recuerdo es natural y el olvido no. Porque el recuerdo colectivo se construye y es cambiante. Con todo, no digo que los que recuerdan el pasado están condenados.

–Pero es difícil establecer gradaciones de dolor. ¿Qué distinciones haría?

–Mi experiencia en Bosnia me mostró que el precio de recordar en ocasiones es altísimo; la gente se mataba por cosas ocurridas cuatro o cinco siglos antes. En Irlanda del Norte, mucho después de que la disputa dejó de tener sentido, el rencor subsistía. Allí y en Israel-Palestina, como dicen los cigarrillos, un exceso de memoria “es perjudicial para la salud”. Si hablamos de consecuencias, en el libro digo que desde 1945 la Shoá se ha puesto al servicio de la política y justifica casi cualquier decisión del Estado de Israel en relación con sus vecinos o su minoría árabe.

–¿No tiene derecho una sociedad a definir lo que considera valioso recordar?

–Memoria no es igual a historia. Hay que distinguir entre el recuerdo personal, el trabajo de investigación histórico-jurídica y las opiniones que acepta una sociedad. Hablamos siempre –en el caso del recuerdo o del olvido– de una decisión. Paso bastante tiempo en Africa del Sur y allí los que han simpatizado con la dictadura entienden que el olvido es la mejor solución. Y las víctimas, es lógico, están a favor de la memoria. Una de las preguntas principales del libro es cuánto queremos pagar por el recuerdo. Hay contextos en los cuales yo creo que debemos pagar, pero en otros el precio es demasiado alto. Tengo más simpatía hacia el recuerdo en Chile, por ejemplo, que en Colombia: yo apoyaba la propuesta amplia de Santos en los acuerdos de paz con las FARC.

–¿Pagaría el precio de la memoria en el caso argentino?

–Con la Argentina tengo una relación muy ambivalente. Entiendo los peligros de olvidar. Pero cuando hace cuatro o cinco años pasé un día en la ex Esma y en el Parque de la Memoria pensé: “Es una presentación montonera”. Disentí con Todorov sobre otros temas, pero coincido con su crítica de 2010: falta parte de la historia. Para mí es propaganda pura, un mito absoluto. Y dar a los fallecidos de la guerrilla antes del golpe del 76 estatus de mártires me parece un error moral. Confirma que la memoria histórica es un campo de batalla política.

–Con todo, muchas de esas muertes anteriores al 76, aunque en democracia, las ejecutaron aparatos paramilitares amparados por el Estado.

–Por cierto, y además, aún hay cuestiones abiertas: la responsabilidad de los civiles, hechos desconocidos, niños apropiados buscados aún por sus familias… Es muy importante que los fiscales sigan con su trabajo y, obviamente, no tengo ninguna simpatía para con los represores.

–¿Ve un equilibrio posible entre la condena de los crímenes salvajes de la dictadura y una convivencia en la que no deba fijarse por ley, como lo hizo la Provincia de Buenos Aires en mayo, que los desaparecidos argentinos son 30 mil? ¿Llegará ese momento?

–El debate reciente sobre el número de víctimas de la dictadura es un ejemplo muy interesante de la problemática del recuerdo. Fue un error político del gobierno de Macri negar la cifra, pero conozco a muchos argentinos que no simpatizan con él y que dicen: “No, no hubo 30.000 muertos”. Soy muy escéptico hacia leyes como las que impuso Francia contra el negacionismo del genocidio armenio; la que menciona es similar. Para mí son decisiones políticas. Y en política, la mentira es moneda corriente. En ese marco soy pesimista en relación con la idea de que la memoria histórica pueda instaurar reconciliación. Pero si sostienes la posibilidad del olvido, estás vinculándote con personas horribles. Siempre hay alguien que me dice: “¿Por qué haces esto? Ayudas al enemigo”. Ahora, ¿hay que autocensurarse? No es para mí; aunque entiendo perfectamente el dilema.

–¿No cree que la justicia pueda ser una vía de pacificación?

–La definición de la tragedia en Hegel es el posible conflicto entre dos cosas buenas. Me identifico con intelectuales como Bernard Williams o Isaiah Berlin que desarrollaron esta idea y estoy en desacuerdo con los movimientos de derechos humanos que dicen: “No es posible tener paz sin justicia, la paz sin justicia no es paz”. Hay situaciones en las cuales tienes que elegir. En otras, tal vez podemos conservar las dos, paz y justicia. Pero me parece que en Colombia o en el País Vasco, por dar dos ejemplos iberoamericanos, es o paz o justicia. En Chile y aquí, ganó la democracia. Pero no es el caso en Colombia. El movimiento pro derechos humanos tiene la fantasía de que las sociedades van hacia la verdad y la justicia naturalmente. Yo no lo creo. Tengo una visión más griega, de ciclos de historia. Si miras a Trump, a Putin, a Maduro, más allá de si son de izquierda o de derecha, el ciclo va en la dirección menos democrática.

–¿Cómo han recibido sus argumentos en los EE.UU. donde la memoria del 11-S opera como para que Guantánamo siga abierto? No veo a Trump muy proclive al “olvido activo”; tampoco lo está el yihadismo.

–Sí y no. Porque EE.UU. es en un sentido el país del olvido. Los jóvenes dicen: “That’s History” para hablar de algo que ya no significa nada. La guerra entre el islam radical y los EE.UU. lleva 16 años y no va a terminar con una victoria absoluta para ninguno de los bandos. Comparo la memoria de Pearl Harbor y nuestra relación con Japón con la memoria del 11-S. Hay ceremonias conmemorando Pearl Harbor, pero la emoción ya no está y los japoneses son nuestros mejores amigos. No sé si en cien años alguien va a pensar en el 11 de septiembre de 2001. Creo que todo será olvidado. Entretanto, el libro es un éxito; ha recibido buenas reseñas, también ataques. Están muy enojados conmigo en España y sobre todo en el País Vasco, donde creo que las víctimas no deben tener un derecho de veto sobre un acuerdo de paz con ETA. ¿Cuánto tiempo marcarán la agenda? ¿Años, décadas, para siempre? No es posible que sea para siempre.

–¿El outsider provoca?

–No acepto que mi trabajo sea sólo una provocación. Quiero y trato de hacer preguntas horribles. El escritor francés La Rochefoucauld decía: “Nadie puede mirar durante mucho tiempo a la muerte o al sol”. Yo tampoco, pero tal vez puedo mirar un poco más que otros. Tengo la fantasía de que los temas me eligieron. Es una fantasía total, pero yo también tengo mis mitos (ríe).

–La memoria histórica facilita la construcción de un “nosotros”. ¿Cómo lo lograrán sociedades cada vez más multiétnicas sin hacer pie en ella?

–Sin duda, es más fácil en América. Comunidades de inmigrantes como Canadá o Australia tienen un contexto para integrar. No digo que lo hagamos fácilmente; de hecho creo que parte del triunfo de Trump se explica porque muchos blancos no quieren reescribir la historia estadounidense para incluir a los nuevos inmigrantes. Pero es más sencillo. En Europa las grandes tradiciones culturales no serán ya un factor de unidad. Es una crisis existencial. Van a tener un gran problema para hablar del pasado. Tendrán que reconstruir sus mitos hablando del presente y del futuro. No veo otra solución. De todas maneras, soy mucho mejor como analista que como “solucionista”.

–En su libro cita a Philip Roth, que recomienda: “Recuerda olvidar”. ¿En qué cuestiones no le ha hecho caso?

–No sé, no puedo contestar. Digamos que es un trabajo en curso. Pero dos días a la semana estoy en desacuerdo total conmigo mismo. Mi ADN debe estar formado únicamente de ambivalencia. Tengo 64 años y hablo con amigos que me dicen que están escribiendo sus memorias y me preguntan por qué no lo hago yo.

–¿Tiene hijos?

–Una hija de doce años que vive en Inglaterra con su madre.

–¿Cuándo piensa en escribir sobre el pasado piensa en ella? ¿Lo hace con cierta idea de legado?

–No, me da dolor de estómago de sólo pensarlo. Escribí un solo libro de memorias sobre la muerte de mi madre. Y es un libro limitado, muy autocensurado, porque había muchas cosas sobre mi relación con ella acerca de las que yo no quería decir la verdad públicamente. Facebook no es para mí.

Fotografía: Tony Valdez

Fuente de la Entrevista:

http://insurgenciamagisterial.com/que-precio-pagarias-por-la-memoria/

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