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Geopolítica de la sensibilidad y del conocimiento

América del Sur/Walter Mignolio/Octubre 2016/http://eipcp.net/transversal/

Geopolítica de la sensibilidad y del conocimiento : Sobre (de) colonialidad, pensamiento fronterizo y desobediencia epistémica

Traducción de Marcelo Expósito

Por: Walter Mignolo

Parte I

I.

(De)colonialidad[1] es un concepto cuyo punto de origen fue el Tercer Mundo. Para ser más precisos, surgió en el mismo momento en que la división en tres mundos se desmoronaba y se celebraba el fin de la historia y de un nuevo orden mundial. La aparición de este concepto tuvo un impacto de naturaleza semejante al que produjo el concepto ‘biopolítica’, cuyo punto de origen fue Europa. Al igual que su homólogo europeo, ‘colonialidad’ se situó en el centro de los debates internacionales; en su caso, en el mundo no-europeo y en la ‘antigua Europa del Este’. Mientras que ‘biopolítica’ ocupó un papel central en la ‘antigua Europa occidental’ (es decir, la Unión Europea) y Estados Unidos, así como entre algunas minorías intelectuales conformadas por seguidores no-europeos de las ideas originadas en Europa –quienes no obstante las adaptaron a las circunstancias locales–, ‘colonialidad’ hacía sentirse cómodas principalmente a personas de color en países desarrollados, a migrantes y, en general, a una gran mayoría de aquellas personas cuyas experiencias de vida, memorias lejanas e inmediatas, lenguas y categorías de pensamiento fueron alienadas por parte de aquellas otras experiencias de vida, memorias lejanas e inmediatas, lenguas y categorías de pensamiento que dieron lugar al concepto ‘biopolítica’ para dar cuenta de los mecanismos de control y las regulaciones estatales[2].

Las bases históricas de la modernidad, la posmodernidad y la altermodernidad (donde ¨biopolítica¨ tiene su hogar) se encuentran en la Ilustración y la Revolución Francesa. Las bases históricas de la decolonialidad se encuentran en la Conferencia de Bandung de 1955, en la cual se reunieron 29 países de Asia y África. El principal objetivo de la conferencia era encontrar las bases y la visión común de un futuro que no fuera ni capitalista ni comunista. El camino que hallaron fue la ‘descolonización’. No se trataba de una ‘tercera vía’ à la Giddens, sino de desprenderse de las dos principales macronarrativas occidentales. Fue imitada por la conferencia de los Países No Alineados que tuvo lugar en Belgrado en 1961, en la cual varios países latinoamericanos sumaron sus fuerzas a los asiáticos y africanos. Los condenados de la tierra de Franz Fanon fue publicado también en 1961. Hace por tanto 55 años que se establecieron los fundamentos políticos y epistémicos de la decolonialidad.

La decolonialidad no consiste en un nuevo universal que se presenta como el verdadero, superando todos los previamente existentes; se trata más bien de otra opción. Presentándose como una opción, lo decolonial abre un nuevo modo de pensar que se desvincula de las cronologías establecidas por las nuevas epistemes o paradigmas (moderno, posmoderno, altermoderno, ciencia newtoniana, teoría cuántica, teoría de la  relatividad, etc.). No es que las epistemes y los paradigmas resulten ajenos al pensamiento decolonial. No podrían serlo; pero han dejado de ser la referencia de legitimidad epistémica. La Conferencia de Bandung, en el terreno político, declaraba no ser capitalista ni comunista, sino descolonizadora; el pensamiento decolonial está hoy comprometido con la igualdad global y la justicia económica, pero afirmando que la democracia occidental y el socialismo no son los únicos dos modelos con los que orientar nuestro pensamiento y nuestro hacer. Los argumentos decoloniales promueven lo comunal como otra opción junto al capitalismo y al comunismo. En el espíritu de Bandung, el intelectual aymara Simon Yampara aclara que los aymara no son ni capitalistas ni comunistas. Promueven el pensamiento decolonial y el hacer comunal[3].

Dado que el punto de origen de la decolonialidad fue el Tercer Mundo con su diversidad de historias y tiempos locales, y siendo diferentes países imperiales de Occidente los que interfirieron por vez primera en esas historias locales –ya fuera en el Tawantinsuyu en el siglo XVI, China en el XIX o Irak desde principios del XIX (Francia y Gran Bretaña) hasta principios del XXI (Estados Unidos) –, el pensamiento fronterizo es la singularidad epistémica de cualquier proyecto decolonial. ¿Por qué? Porque la epistemología fronteriza es la epistemología del anthropos que no quiere someterse a la humanitas, aunque al mismo tiempo no pueda evitarla. La decolonialidad y el pensamiento/sensibilidad/hacer fronterizos están por consiguiente estrictamente interconectados, dado que la decolonialidad no puede ser ni cartesiana ni marxiana. En otras palabras, el origen tercermundista de la decolonialidad se conecta con la ‘conciencia inmigrante’ de hoy en Europa occidental y Estados Unidos. La ‘conciencia inmigrante’ se localiza en las rutas de dispersión del pensamiento decolonial y fronterizo.

II .

Puntos de origen y rutas de dispersión son conceptos clave para trazar la geo-política del conocimiento/sensibilidad/creencia tanto como la corpo-polític delconocimiento/sensibilidad/entendimiento. Cuando Franz Fanon cierra su Piel negra, máscaras blancascon una plegaria:

La epistemología fronteriza y la decolonialidad van de la mano. ¿Por qué? Porque la decolonialidad se dedica a cambiar los términos de la conversación y no sólo su contenido. ¿Cómo funciona la epistemología fronteriza? La herencia más perdurable de la Conferencia de Bandung es el ‘desprendimiento’: desprenderse del capitalismo y del comunismo, es decir, de la teoría política ilustrada (del liberalismo y del republicanismo: Locke, Montesquieu) y de la economía política (Smith), así como de su opositor, el socialismo-comunismo. Pero, una vez que nos hemos desprendido, ¿adónde vamos?

Hay que dirigirse al reservorio de formas de vida y modos de pensamiento que han sido descalificados por la teología cristiana, la cual, desde el Renacimiento, continuó expandiéndose a través de la filosofía y las ciencias seculares, puesto que no podemos encontrar el camino de salida en el reservorio de la modernidad (Grecia, Roma, Renacimiento, Ilustración). Si nos dirigimos allí, permaneceremos encadenados a la ilusión de que no hay otra manera de pensar, hacer y vivir.

El racismo moderno/colonial, es decir, la lógica de racialización que surgió en el siglo XVI, tiene dos dimensiones (ontológica y epistémica) y un solo propósito: clasificar como inferiores y ajenas al dominio del conocimiento sistemático todas las lenguas que no sean el griego, el latín y las seis lenguas europeas modernas, para mantener así el privilegio enunciativo de las instituciones, los hombres y las categorías de pensamiento del Renacimiento y la Ilustración europeos. Las lenguas que no eran aptas para el pensamiento racional (sea teológico o secular) se consideraron lenguas que revelaban la inferioridad de los seres humanos que las hablaban. ¿Qué podía hacer una persona cuya lengua materna no  era una de las lenguas privilegiadas y que no había sido educada en instituciones privilegiadas? O bien debía  aceptar su inferioridad, o bien debía hacer el esfuerzo de demostrar que era un ser humano igual a quienes lo situaban en segunda clase. Es decir, en ambos casos se trataba de aceptar la humillación de ser inferior a quienes decidían que debías, o bien mantenerte como inferior, o bien asimilarte. Y asimilarte significa aceptar tu inferioridad y resignarte a jugar un juego que no es tuyo, sino que te ha sido impuesto. La tercera opción es el pensamiento y la epistemología fronterizos.

¡Oh cuerpo mío, haz de mí, siempre, un hombre que se interrogue!

expresó, en una sola frase, las categorías básicas de la epistemología fronteriza: la percepción bio-gráfica del cuerpo Negro en el Tercer Mundo, anclando así una política del conocimiento que está arraigada al mismo tiempo en el cuerpo racializado y en las historias locales marcadas por la colonialidad.

Es decir, un pensamiento que hace visible la geo-política y corpo-política de todo pensamiento que la teología cristiana y la egología (e.g. Cartesianismo) oculta. Por tanto, si el punto de origen del pensamiento/sensibilidad y el hacer fronterizos es el Tercer Mundo, y si sus rutas de dispersión se realizaron a través de quienes migraron del Tercer al Primer Mundo[4], entonces el ser y el hacer habitando las fronteras creó las condiciones para ligar la epistemología fronteriza con la conciencia inmigrante y, en consecuencia, desvincularla de la epistemología territorial e imperial basada en las políticas de conocimiento teológicas (Renacimiento) y egológicas (Ilustración). Como es bien sabido, las políticas teo- y ego-lógicas del conocimiento se basaron en la supresión tanto de la sensibilidad como de la localización geo-histórica del cuerpo. Fue precisamente esa supresión lo que hizo posible que la teo-política y la geo-política del conocimiento se proclamaran universales.

¿Cómo funcionan? Supongamos que perteneces a la categoría de anthropos, es decir, lo que en la mayoría de los debates contemporáneos sobre la alteridad se corresponde con la categoría de ‘otro’. El ‘otro’, sin embargo, no existe ontológicamente. Es una invención discursiva. ¿Quién inventó al ‘otro’ sino el ‘mismo’ en el proceso de construirse a sí mismo? Tal invención es el resultado de un enunciado. Un enunciado que no nombra una entidad existente, sino que la inventa.

El enunciado necesita un (agente) enunciador y una institución (no cualquiera puede inventar el anthropos); pero para imponer el anthropos como ‘el otro’ en el imaginario colectivo se necesita estar en posición de gestionar el discurso (verbal o visual) por el cual se nombra y se describe una entidad (el anthropos o ‘el otro’) y lograr hacer creer que ésta existe.

Hoy, la categoría de anthropos (‘el otro’) vulnera las vidas de hombres y mujeres de color, gays y lesbianas, gentes y lenguas del mundo no-europeo y no-estadounidense desde China hasta Oriente Medio y desde Bolivia hasta Ghana. Las personas de Bolivia, Ghana, Oriente Medio o China no son ontológicamente inferiores, puesto que no hay una manera de determinar empíricamente tal clasificación.

Existe una epistemología territorial e imperial que inventó y estableció tales categorías y clasificaciones. De tal forma, una vez que caes en la cuenta de que tu inferioridad es una ficción creada para dominarte, y si no quieres ni asimilarte ni aceptar con resignación la mala suerte de haber nacido donde has nacido, entonces te desprendes. Desprenderse significa que no aceptas las opciones que se te brindan. Éste es el legado de la Conferencia de Bandung. Quienes participaron en la conferencia optaron por desprenderse: ni capitalismo ni comunismo. Optaron por descolonizar.

La grandeza de la Conferencia de Bandung consistió precisamente en haber mostrado que otra manera es posible. Su límite estriba en haberse mantenido en el dominio del desprendimiento político y económico. No planteó la cuestión epistémica. Sin embargo, las condiciones para plantearla estaban allí dadas. Lo hizo unos 35 años más tarde el sociólogo colombiano Orlando Fals Borda, quien había estado muy implicado en los debates en torno a la teoría de la dependencia.

La teoría de la dependencia, en la América hispana y lusa, así como en el pensamiento caribeño sobre la descolonización del Grupo Nuevo Mundo[5], surgió en el clima general de la Conferencia de Bandung y la invención del Tercer Mundo.

El Tercer Mundo no fue inventado por la gente que habita en el Tercer Mundo, sino por hombres e instituciones, lenguas y categorías de pensamiento del Primer Mundo. La teoría de la dependencia fue una respuesta al hecho de que el mito del desarrollo y la modernización ocultaba que los países del Tercer Mundo no podían desarrollarse ni modernizarse bajo condiciones imperiales.

Los economistas y sociólogos caribeños del Grupo Nuevo Mundo plantearon argumentos muy semejantes en ese mismo periodo. Las líneas maestras de su investigación eran el pensamiento independiente y la libertad caribeña.

El pensamiento independiente necesita del pensamiento fronterizo, por la simple razón de que no se puede lograr si nos mantenemos dentro de las categorías del pensamiento y la experiencia occidentales.

Se podría objetar a los teóricos de la dependencia y el Grupo Nuevo Mundo que escribieron respectivamente en español/portugués y en inglés. ¿Puede uno desprenderse si permanece atrapado en las categorías de las lenguas occidentales modernas e imperiales? Sí puede, puesto que el desprendimiento y el pensamiento fronterizo suceden cuando se dan las condiciones apropiadas y cuando se origina la conciencia de la colonialidad (incluso si no se utiliza esta palabra). Al escribir en español, portugués e inglés, los teóricos de la dependencia y el Grupo Nuevo Mundo eran sujetos coloniales, es decir, sujetos que habitaban en las historias locales y en las experiencias de las historias coloniales.

Porque el español y el portugués de Sudamérica tienen la misma gramática que en España y Portugal respectivamente; pero aquellas lenguas habitan en cuerpos, sensibilidades y memorias diferentes, y sobre todo en una diferente sensibilidad del mundo. Utilizo la expresión ‘sensibilidad del mundo’ en lugar de ‘visión del mundo’ porque ésta, restringida y privilegiada por la epistemología occidental, bloqueó los afectos y los campos sensoriales que están más allá de la vista. Los cuerpos que pensaron ideas independientes y que se independizaron de la dependencia económica eran cuerpos que escribieron en lenguas modernas/coloniales.

Por esa razón, necesitaban crear categorías de pensamiento que no se derivaran de la teoría política y de la economía europeas. Necesitaban desprenderse y pensar dentro de las fronteras que habitaban: no las fronteras de los estados-nación, sino las fronteras del mundo moderno/colonial, fronteras epistémicas y ontológicas.

El Grupo Nuevo Mundo escribió en inglés, pero habitaba las memorias de la ruta y la historia de la esclavitud, de los esclavos fugitivos y de la economía de la plantación. No es esa experiencia la que alentó el pensamiento liberal de Adam Smith ni el pensamiento socialista de Marx. Lo que nutren la experiencia de la plantación y el legado de la esclavitud es el pensamiento fronterizo.

Nosotros y nosotras, anthropos, quienes habitamos y pensamos en las fronteras con conciencia decolonial, estamos en camino de desprendernos; y con el fin de desprendernos necesitamos ser epistemológicamente desobedientes. Pagaremos el precio, puesto que los periódicos y revistas, las disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades, así como las escuelas profesionales, son territoriales. En otras palabras, el pensamiento fronterizo es la condición necesaria para pensar decolonialmente. Y cuando nosotras y nosotros, anthropos, escribimos en lenguas occidentales modernas e imperiales (español, inglés, francés, alemán, portugués o italiano), lo hacemos con nuestros cuerpos en la frontera. Nuestros sentidos han sido entrenados por la vida para percibir nuestra diferencia, para sentir que hemos sido hechos anthropos, que no formamos parte –o no por completo– de la esfera de quienes nos miran con sus ojos como anthropos, como ‘otros’.

El pensamiento fronterizo es, dicho de otra forma, el pensamiento de nosotros y nosotras, anthropos, quienes no aspiramos a convertirnos en humanitas, porque fue la enunciación de la humanitas lo que nos hizo anthropos. Nos desprendemos de la humanitas, nos volvemos epistemológicamente desobedientes, y pensamos y hacemos decolonialmente, habitando y pensando en las fronteras y las historias locales, confrontándonos a los designios globales.

La genealogía del pensamiento fronterizo, del pensar y el hacer decolonialmente, se ha construido en varios frentes[6]. Rememoremos aquí el bien conocido legado de Franz Fanon, y releamos algunos de sus puntos de vista en el contexto de mi argumentación.

Ya he mencionado la última línea de Piel negra, máscaras blancas, un libro que precede en tres años a la Conferencia de Bandung, si bien no resulta ajeno a las condiciones globales que impulsaron Bandung. Quizá el concepto teórico más radical que introdujo Fanon es ‘sociogénesis’.

La sociogénesis lo incorpora todo: desprendimiento, pensamiento fronterizo y desobediencia epistémica;  desprendimiento de las opciones filogenéticas y ontogenéticas, de la dicotomía del pensamiento territorial moderno.

La sociogénesis es, en la esfera de la corpo-política, semejante a la lógica de la Conferencia de Bandung en la esfera de la geopolítica: no es un concepto híbrido, sino la apertura de una gramática de la decolonialidad[7]. ¿Cómo funciona esa gramática? Recordemos que la sociogénesis es un concepto que no se basa en la lógica de la de-notación (al contrario que la filo- y la ontogénesis), sino en la lógica del ser clasificado, en el racismo epistémico y ontológico: eres ontológicamente inferior y por tanto también lo eres epistémicamente; eres inferior epistémicamente, y por tanto también lo eres ontológicamente[8]

El concepto de sociogénesis surge en el momento mismo en que se toma conciencia de ser ‘negro’, no por el color de la piel, sino a causa del imaginario racial del mundo colonial moderno: has sido hecho ‘negro’ por un discurso cuyas reglas no puedes controlar y que no deja lugar para la queja, como sucede a Josef K. en El proceso de Kafka. La sociogénesis surgió del pensar y habitar en las fronteras y del pensar decolonialmente, ya que proviene de lo que Lewis Gordon llamaría existentia Africana[9], si bien podría haber provenido de cualquier otra experiencia similar de individuos racializados. Resulta poco probable que el concepto ‘sociogénesis’ se hubiera originado a partir de la experiencia europea, excepción hecha de los inmigrantes de hoy. Y, en efecto, Fanon era un inmigrante del Tercer Mundo en Francia; fue esta experiencia la que sacó a la luz el hecho de que la filogénesis y la ontogénesis quizá no pudieran dar cuenta de la experiencia del sujeto colonial y racializado. Esa experiencia puede ser presentada en su ‘contenido’ (la experiencia como objeto) por parte de las disciplinas existentes (sociología, psicología, historia, etc.) capaces de hablar ‘sobre’ el ‘negro’ y ‘describir’ la experiencia de éste, pero no pueden suplantar el pensamiento del ‘negro’ (la experiencia constitutiva del sujeto) en el momento en que caes en la cuenta de que has sido hecho ‘negro’ por parte del imaginario imperial del mundo occidental.

Ciertamente, la imagen del negro como un ser humano inferior descendiente de Canaán estaba ya impresa en el imaginario cristiano[10]. Pero a lo que me estoy refiriendo aquí es a cómo ese imaginario fue resemantizado en el siglo XVI con el comercio masivo de esclavos en el mundo atlántico. En ese momento, los africanos y el esclavismo eran uno y el mismo. No era así antes del año 1500.

La sociogénesis se sostiene dentro de la epistemología fronteriza. Sostiene a la epistemología fronteriza y no a la epistemología territorial sobre la que se apoyan las diversas disciplinas existentes. Sociogénesis es un concepto que nos permite desprendernos precisamente del pensamiento occidental, aunque Fanon escriba en francés imperial/colonial y no en francés criollo. Al desprenderse, Fanon se compromete con la desobediencia epistémica. No hay otra manera de saber, hacer y ser decolonialmente, si no es mediante un compromiso con el pensamiento fronterizo, el desprendimiento y la desobediencia epistémica. Bandung nos mostró el camino para desprendernos geopolíticamente del capitalismo y del comunismo; Fanon hizo lo propio para desprendernos corpo-políticamente; dos maneras de desprendernos de la matriz colonial del poder y de habitar el pensamiento fronterizo. ¿Por qué mencionar aquí el pensamiento fronterizo? Porque la sociogénesis lo presupone, en la medida en que está relacionada con un desprendimiento de la filogénesis y la ontogénesis. Al mismo tiempo, si la sociogénesis se desplaza a otro territorio, entonces ya no responde a la lógica, la experiencia y las necesidades que dieron lugar al concepto de filogénesis en Darwin y de ontogénesis en Freud. La sociogénesis ya no puede ser subsumida en el paradigma lineal de las rupturas epistémicas de Foucault.

Fuente:

http://eipcp.net/transversal/0112/mignolo/es/#_ftn2

Fuente  Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/EHCuWhG8i80RjU_NI1ZgV0Ag1YUi4sMsMQMzzjuadRLsRtXnIL0or9vVLzHhGRVplHB8yQ=s85

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Argentina: Alumnos y docentes se oponen a la prueba «Aprender» del Gobierno

Argentina/31 de Octubre de 2016/Novargentina

El Gobierno nacional arrancó con el operativo “Aprender 2016” para evaluar el nivel de 1,4 millón de alumnos de escuelas públicas y privadas de todo el país. La iniciativa desató medidas de fuerza por parte de sindicatos docentes y centros de estudiantes en los establecimientos educativos.

Varios colegios amanecieron ocupados por grupos de jóvenes, padres y maestros que exigen a la Casa Rosada dar marcha atrás con los exámenes al considerarlos estandarizados y cerrados y sostener que no permiten reflejar el aprendizaje real estudiantil y las particularidades de cada alumno, las regiones y las problemáticas específicas de cada escuela.

Sin embargo, el presidente Mauricio Macri se adelantó a las protestas y salió a responder, afirmando que el plan servirá para conocer “qué es lo que nos está faltando” y “construir las soluciones necesarias”. “Necesito que todos colaboren: padres, gremios, docentes y gobiernos en cada rincón de la Argentina, porque si no sabemos la verdad no vamos a poder construir las soluciones”, reiteró el mandatario.

Por tal motivo, no hay clases en todas las escuelas, aunque sólo participarán obligatoriamente los estudiantes de sexto grado de primaria y del último año de la secundaria y habrá una muestra representativa a evaluar de tercer grado de primaria y segundo y tercero de secundaria.

Fuente: http://www.novargentina.com/nota.asp?n=2016_10_30&id=45268&id_tiponota=4

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Libro: Educación y pobreza: una relación conflictiva

Reseña: Autor: Miguel Bazdresch Parada

La relación entre la educación y la pobreza es una relación construida. No es obvia o “natural”, no obstante la idea muy difundida acerca de que la educación es una de las formas privilegiadas de evitar y/o salir de la pobreza. Las ideas de pobreza y de educación son constructos asociados a supuestos e intenciones sociales que responden a los intereses de diversos grupos sociales específicos. El propósito de este artículo es dar cuenta de cómo se construye la relación educación y pobreza, específicamente en la investigación educativa, y de cuáles son las consecuencias prácticas de esa elaboración. La relación entre educación y pobreza (REP) está constituida en la cotidianidad por una idea ampliamente generalizada en el imaginario social de nuestra sociedad. Una expresión que resume ese imaginario es “La educación es una vía hacia una mejor manera de vivir”. Tal idea consiste en términos generales en estimar como un bien de gran importancia a la educación, en tanto base, medio sine qua non y forma privilegiada de conseguir una posición económica y social más elevada dentro del conjunto social1 . Vale aclarar que en esta idea se entiende “educación” como “escolarización”.

Link de Descarga: http://dcsh.xoc.uam.mx/planeacion/bibliografia2014/Educacion_BAZDRESCH.pdf

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Argentina: Promoción de proyectos creativos en educación

Argentina/31 de Octubre e 2016/Entorno Inteligente

La Fundación LA NACION, junto con el Banco Galicia y la Fundación OSDE, reconoció una vez más el mérito de promover propuestas innovadoras que resultan atractivas para los alumnos. Esto ha ocurrido en ocasión de la décima oportunidad de haberse adjudicado el Premio Comunidad a la Educación ( www.fundacionlanacion.org.ar/premio ), que estimula los logros que alcanzan los equipos docentes que demostraron capacidad creativa al servicio de una mejora continua de la calidad de nuestra enseñanza. Precisamente, ese reconocimiento supone saber estimar el mérito de la iniciativa propia de las escuelas argentinas que tratan de avanzar hacia formas mejores de aprendizaje, aunque sea en pugna con los problemas de vulnerabilidad socioeconómica que padecen sectores amplios de nuestra población. El efecto de esta premiación es otro modo de influir positivamente en la comunidad, con los aportes también dispensados por Latam Argentina, Cimientos, Educar 2050, Telefé y la Universidad de San Andrés.

Han sido 255 las propuestas presentadas que merecieron reconocimiento. Tres resultaron ganadoras. Ellas fueron «La casa de Romina», de la escuela Nehuen Peuman, de San Carlos de Bariloche, cuyos alumnos ayudan a los vecinos de barrios humildes a mejorar sus viviendas y a resolver problemas de calefacción; «Documentar el barrio», de la Escuela de Educación Secundaria N° 1 de José C. Paz, provincia de Buenos Aires, que reunió cortos documentales sobre la vida cotidiana de los estudiantes, y «Taller de subtitulado multimedial», de la Escuela de Comercio Nº 1 D.E. 04 Joaquín V. González de la ciudad de Buenos Aires, cuyo objetivo es reducir la tasa de asignaturas pendientes en inglés y en lengua castellana.

Es interesante apreciar las características de los premios que se distribuyen y el modo en que se lo hace. En primer lugar, las escuelas que han sido distinguidas reciben $ 100.000, dinero que ha de servir al fortalecimiento del proyecto, la realización de un video documental, una capacitación docente, una tutoría y una difusión en los medios periodísticos y publicitarios. También se han otorgado numerosas menciones especiales para los siguientes proyectos: «El cooperativismo como herramienta educativa», de IPEA Nº 132, de Héctor Reynal, General Lavalle, Córdoba; «P.A.S., Braille, fábrica de cartelería en sistema Braille para discapacitados visuales», del Centro de Educación Técnica Nº 18, de Villa Regina, Río Negro; «Hermanados por el chaguar», del Instituto Agrotécnico San José Obrero, Darregueira, provincia de Buenos Aires, y «Misión basura cero», del Liceo Nº 10 de la ciudad de Buenos Aires. Asimismo, merecen citarse el jurado, que fue integrado por personalidades en distintos ámbitos de actuación: Magdalena Estrugamou, de la Fundación Cimientos; Juan Carlos Tedesco, ex ministro de Educación de la Nación y actual profesor universitario; Agustina Blanco, directora ejecutiva de Educar 2050; Patricio Bernabé, editor de LA NACION; Inés Aguerrondo, ex subsecretaria de Programación del Ministerio de Cultura y Educación, actual investigadora y consultora de organismos internacionales; María Eugenia Podestá, directora de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, y Domingo Tavarone, maestro y profesor de castellano, literatura y latín, quien, al sintetizar lo actuado, consideró acertadamente que los aportes de los proyectos concretos y bien pensados impactan en la comunidad, en tanto parten de una realidad institucional para intentar revertirla.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/9165607/ARGENTINA-Promocion-de-proyectos-creativos-en-educacion-29102016

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Libro: Los movimientos sociales. De Porto Alegre a Caracas. Dominación imperial y alternativas

Los movimientos sociales. De Porto Alegre a Caracas. Dominación imperial y alternativas

Edgardo Lander. Cândido Grzybowski. Carmen Teresa García. Magdalena Valdivieso. Plinio de Arruda Sampaio Jr. Héctor de la Cueva. Samir Amin. Rémy Herrera. Jeon So-Hi. José Seoane. Emilio Taddei. Atilio A. Boron. Lilia Solano. John Saxe-Fernández. María José Nacci. Alcira Argumedo. Adalberto Ronda Varona. [Autores de Artículo]

Colección OSAL. Revista.
ISSN 1515-3282
CLACSO.
Buenos Aires.
Enero de 2006

Editorial Análisis de casos: Los movimientos sociales. De Porto Alegre a Caracas Hacia el Foro Social Mundial Caracas 2006 por Edgardo Lander Fórum Social Mundial. A reinvenção da democracia? por Cândido Grzybowski Una aproximación al Movimiento de Mujeres en América Latina. De los grupos de autoconciencia a las redes nacionales y trasnacionales por Carmen Teresa García y Magdalena Valdivieso Ecuador: Plan Colombia, crisis institucional y movimientos sociales por Pablo Dávalos Brasil: as esperanças não vingaram por Plinio de Arruda Sampaio Jr. Mar del Plata: el ALCA no pasó. Una victoria de la Cumbre de los Pueblos por Héctor de la Cueva A propósito de las revueltas de los barrios periféricos en Francia por Samir Amin y Rémy Herrera Libre comercio e integración neoliberal en Asia: la respuesta de los movimientos populares Jeon So-hi Cronología del conflicto: Cartografía de las resistencias y desafíos de la Otra América posible por José Seoane y Emilio Taddei Región Sur -Argentina -Brasil -Chile -Paraguay -Uruguay Región Andina -Bolivia -Colombia -Ecuador -Perú -Venezuela Región Norte -Costa Rica -El Salvador -Guatemala -Honduras -México -Nicaragua -Panamá -Puerto Rico -República Dominicana Debates: Dominación imperial y alternativas Un imperio en llamas por Atilio A. Boron Terrorismo de estado y Tratado de Libre Comercio: estrategia imperialista en Colombia por Lilia Solano «Libre mercado», seguridad y el nuevo anexionismo por John Saxe-Fernández Los ecos de la historia. Proyectos de dominación y movimientos populares en América Latina por Alcira Argumedo y María José Nacci Centroamérica y el Caribe: neoliberalismo e integración por Adalberto Ronda Varona Documentos: Llamamiento de los movimientos sociales a la movilización contra la guerra, el neoliberalismo, la explotación y exclusión, por otro mundo posible. V Foro Social Mundial – Porto Alegre, 31 de enero de 2005 Declaración final del IV Encuentro Hemisférico de lucha contra el ALCA – La Habana, 30 de abril de 2005 Declaración final de la III Cumbre de los Pueblos de América – Mar del Plata, Argentina, 3 de noviembre de 2005 Declaración final del VI Foro Mesoamericano de los Pueblos – San José de Costa Rica, diciembre de 2005 Llamado a la movilización contra el acuerdo de la OMC. Alianza Social Continental y Campaña Continental contra el ALCA – 23 de diciembre de 2005

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/pais_autor_libro_detalle.php?id_libro=320&campo=autor&texto=18&pais=10

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Recrear las «casas de la sabiduría»

Por: Miguel Angel Schiavone

La Universidad es el espacio legitimado por la sociedad para producir y trasformar saberes, pero también para interpretar y transmitir los contenidos de la cultura; entre ellos, los valores. No es posible separar en el proceso de enseñanza el área cognitiva de los aspectos valorativos y actitudinales.

El saber popular abunda fuera del ámbito educativo, el saber científico se puede hallar en las bibliotecas o en Internet, pero la sabiduría se adquiere a partir del maestro, de aquel que lleva de la mano por los caminos de la vida. Platón entendía la educación como un proceso de embellecimiento de la persona, con tres funciones esenciales: preparación para la profesión, formación del ciudadano y desarrollo del ser virtuoso. La educación universitaria está para inquietar las mentes, para estimular una actitud crítica y reflexiva; está para encender los intelectos, despertarles la alegría de estudiar y prepararlos para pensar correctamente; está para abrir los corazones a los valores superiores del ser humano. La formación en valores crea conciencia, convicción y actitud para enfrentar los problemas del entorno y decisión para resolverlos.

En este análisis valorativo de la educación no se puede ignorar la influencia que tienen los medios gráficos, audiovisuales, Internet y redes sociales. Por ejemplo, los grupos antivacunas son muy activos; aportan información no contrastada, carente de fundamento científico sólido. Pero logran afectar las coberturas vacunales en algunos países. Si Sabin o Koch asistieran a estos debates seguramente nos recordarían las epidemias de viruela o de polio. Algo semejante puede ocurrir con la enseñanza universitaria. Una información reciente revela que un tercio de las 100 personas más ricas del mundo no tiene título universitario. ¿Esto debería desanimar a quien quiere formarse? Es innegable que la sabiduría natural, la percepción, la oportunidad, la viveza en las decisiones, pueden impulsar la creatividad para resolver necesidades humanas. Sin embargo, esos mismos “triunfadores” que bebieron de la universidad de la calle, propician el desarrollo de sus hijos a través de la formación integral que ofrece la Universidad.

Al igual que Sabin y Koch con los grupos antivacuna, los grandes académicos de otros tiempos nos recordarían los principios que llevaron a la creación de “las casas de la sabiduría”. La Universidad no sólo entrega una titulación por haber adquirido nociones y destrezas para ingresar al mercado laboral. Debe ser un fermento permanente en la múltiple evolución humana. Pero el “trabajo líquido” es la desestimación de la condición humana. El asunto es que no todos los proyectos educativos son iguales. Algunos se desentienden de los valores, despersonalizan y pierden su razón de ser. Así dan sustento a quienes consideran a la Universidad como un obstáculo para la construcción de la sociedad del futuro.

Fuente: http://www.clarin.com/opinion/Recrear-casas-sabiduria_0_1676232525.html

Foto de archivo

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Argentina: Cambios en la educación: retornan los globales a la primaria y a la secundaria

América del Sur / Argentina / 30 de octubre de 2016 / por Sara González gonzalez.sara@diariouno.net.ar

Desde el 21 de noviembre se tomarán evaluaciones integradoras en todos los niveles y en todas las materias.

Desde la semana próxima el sistema escolar entra en preparación para tomar por primera vez, las Evaluaciones Integradoras Anuales (EIA) en todos los niveles y las modalidades. Estas pruebas son una reedición de los globales que se tomaron entre 2004 y 2008, y que luego se sacaron de los planes de estudio.
Los nuevos exámenes se tomarán a partir del 21 de noviembre; pero en las semanas previas los directivos recibirán capacitaciones para delinear el carácter de las pruebas, los chicos también serán preparados para conocer la modalidad de la evaluación y si las escuelas lo creen conveniente, se harán reuniones con los padres para hacerles entender que estos nuevos globales «no son un cuco, sino una oportunidad para integrar capacidades».
Por estos días, los chicos ya están llegando a sus casas con el cronograma de fechas para las evaluaciones y su correspondiente temario.
Serán obligatorios e individuales y no necesariamente serán una prueba escrita tradicional. Para aprobar deben sacarse como mínimo un 7. La nota del global se promediará con la del último trimestre solamente. Es decir, es una nota más del último trimestre. Por ejemplo, si el chico se sacó un 7 en el último trimestre y en la integradora se sacó un 8. La nota del trimestre quedará en 7,50.
En el esquema anterior, el global tenía peso propio porque se promediaba directamente con la nota de los tres trimestrales. Ahora los trimestrales son optativos: hay instituciones que toman trimestrales para integrar los saberes de cada trimestre y otras que no.
La subsecretaria de Planeamiento y Evaluación de la Calidad Educativa de la DGE, Emma Cunietti, explicó a Diario UNO que lo que se busca es evaluar capacidades. «Lo que se debe entender es que con la evaluación integradora se busca evaluar capacidades, no contenidos, es decir que aprendan a relacionar datos, a jerarquizar información, a conectar información nueva con vieja, a resolver problemas en situaciones sencillas y complejas. Eso es lo que el chico tiene que demostrar», explicó Cunietti.
«Para esto no necesariamente hay que tomar una prueba tradicional, pero sí debe ser individual, se puede hacer un trabajo práctico, un ensayo o una representación», remarcó.
Lo que se pretende es que el docente trabaje bajo el concepto de complejidades crecientes, es decir que no se sumen contenidos, sino que se vayan incorporando contenidos con el objetivo puesto en el desarrollo de capacidades.
Las escuelas que lo crean conveniente podrán hacer reuniones con los padres para interiorizarlos sobre las evaluaciones que se tomarán. Los directivos también tendrán reuniones para trabajar sobre el concepto de que las pruebas deben evaluar capacidades.
«La evaluación sólo estresa»
El especialista en educación, Alejandro Castro Santander, fue muy crítico con el sistema de evaluación que hoy se aplica. «Es importante cambiar profundamente el sistema de evaluación en las escuelas. Desde las políticas educativas se habla de que los chicos tienen que aprender competencias o capacidades y que el aprendizaje no puede ser una sumatoria de contenidos», apuntó.
«Pero en la práctica la evaluación sigue siendo la misma que hace 20 años, supone una situación de estrés para el alumno y eso no sirve. La instancia de evaluación es una herramienta para comprobar lo aprendido, no tiene que ser una instancia punitiva. Lamentablemente, eso no cambia porque los docentes han aprendido con ese sistema que repiten los profesorados y las universidades y se sigue repitiendo en las aulas de las escuelas primarias y secundarias», explicó el especialista que ha escrito dos libros sobre el sistema evaluativo y está a punto de sacar el tercero que se titulado Desapruébeme, pero déjeme salir. Evaluación y violencia.
«El chico siente que la evaluación es un castigo o una tortura, la familia también se estresa y no se consigue el verdadero objetivo que tiene que tener la evaluación», redondeó.
«En un modelo educativo donde se quieren evaluar capacidades. La forma de evaluar no cierra por ningún lado» (Alejandro Castro Santander, psicopedagogo)
 
«Hoy los chicos aprenden todo fragmentado y en forma simultánea. Por eso, es necesario tener instancias donde puedan integrar lo aprendido» (Emma Cunietti, de la DGE)
Fuente: http://www.diariouno.com.ar/mendoza/cambios-la-educacion-retornan-los-globales-la-primaria-y-la-secundaria-20161030-n1272990.html
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