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Bolivia inicia campaña de vacunación contra el virus papiloma o cáncer de cuello uterino

Bolivia/17 abril 2017/Fuente: abyayala.tv

La campaña de vacunación contra el virus papiloma y prevé inmunizar a 325 mil niñas de entre 10, 11 y 12 años de edad del cáncer de cuello uterino.

La ministra de Salud, Ariana Campero, dijo que esa campaña será ejecutada por el Programa Ampliado de Inmunización (PAI).

“En este caso estimamos que esta gestión vamos a poder vacunar más o menos 325 mil niñas de 10, 11 y12 años y el próximo año niñas de 10 años, a unas 110 mil niñas”, informó Campero al Pueblo es Noticias de los medios estatales.

La campaña está dirigida a niñas de esas edades, porque aún no tienen actividad sexual y para que en el futuro los índices de casos de cáncer cérvico disminuyan.

En Bolivia cada día mueren tres mujeres por esa enfermedad y al año poco más de 845, “al ser la causa de muerte de las mujeres (…) pues hemos tomado la decisión de aplicar esta vacuna”. Cada dosis demanda una inversión de 4 dólares, dijo la Ministra de Salud.

Técnicos del Ministerio de Salud y de la Organización Mundial/Panamericana de la Salud (OPMS/OPS) capacitaron a los responsables de cada PAI regional y a sus pares regionales de los centros de salud, también a los directores departamentales y distritales de educación para esta campaña.

Fuente:http://abyayala.tv.bo/index.php/2017/04/16/bolivia-inicia-campana-vacunacion-virus-papiloma-cancer-cuello-uterino/

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La protesta social también hizo la democracia por Mariano Pacheco

Abril 2017/ Mariano Pacheco/https://www.topia.com.ar/

Resulta difícil entender la escena política contemporánea, tanto en Latinoamérica como en Argentina, sin tener en cuenta los procesos de participación, organización y luchas que, tanto en nuestro país y como en el continente, han protagonizado distitnos sectores populares contra el modelo neoliberal, implementado durante la década del 90, luego de la derrota de las apuestas de transformación revolucionaria de las sociedades de los años 70, y del estrepitoso derrumbe de los socialismos reales hacia fines de los 80 del siglo pasado.

Sin embargo, tal como sucedió durante los primeros años de la recuperación de la democracia en nuestro país, también en la actualidad suele negarse el rol protagónico de la clase trabajadora y los jóvenes de los sectores populares en las luchas libradas contra la dictadura primero, y contra el neoliberalismo después. Luchas que implicaron importantes conquista para los sectores involucrados, pero también, para el conjunto de la sociedad argentina.

Breves consideraciones acerca de la protesta social y la democracia

Si consideramos a la democracia no como un sistema determinado de gobierno, una forma de administrar las instituciones del Estado sino como aquello que los cuerpos sociales pueden (hacer, sentir, pensar), entonces, la democracia tiene más que ver con la posibilidad de concretar una dinámica de organización social que ligue los deseos de los sujetos con principios que establezcan posibilidades de vida más igualitarias que con una simple gestión de lo existente. Esto implica, necesariamente, asumir que en la base de la democracia no está el consenso sino el disenso, el conflicto, la lucha de intereses entre quienes pretenden sostener cierto estatus quo, conservar determinados privilegios, y quienes por el contrario se empecinan en destituirlos para instituir políticas públicas que amplíen cada vez más los derechos políticos, sociales, económicos, culturales de las grandes mayorías.

Democracia, entonces, implica tramitar los conflictos, en vez de reprimirlos o negarlos.

Por todo esto es que la protesta social no es, como muchas veces se escucha decir, aun en boca de quienes protagonizan las protestas, el último camino a transitar, la opción (extrema) a la que determinados sujetos se ven “obligados” a apelar porque desde el poder no se los escucha, no se los tiene en cuenta en sus demandas. No, en esta concepción que estamos exponiendo, la democracia presupone la protesta social como derecho primero, sobre el cual pueden erigirse los demás. Tal como sostiene el prestigioso profesor de “Derecho Constitucional” en las universidades Torcuato Di Tella y Nacional de Buenos Aires, el abogado y sociólogo Roberto Gargarella, “el derecho a protestar aparece, en un sentido importante al menos, como el primer derecho: el derecho a exigir la recuperación de los demás derechos.”

Desde esta concepción, la democracia no sólo democratiza las relaciones sociales sino también al propio Estado, bloqueando o disminuyendo sus componentes coercitivos y ampliando sus aspectos garantistas.

Democracia y protesta social durante el menemismo

Casi desde sus primeros pasos el menemismo se topó con resistencias a sus políticas de peronismo inverso: ni socialmente justas, ni económicamente libres, ni políticamente soberanas. El tema es que las grandes luchas, sobre todo contra las privatizaciones de las empresas del Estado (cuyo emblema fue la larga huelga ferroviaria), fueron derrotadas. Hasta la relección de Carlos Saúl Menem como presidente de la Nación, sólo dos luchas fueron verdaderamente emblemáticas: la pueblada en Santiago del Estero, en 1993 (que culminó con la gobernación, varios edificios públicos y viviendas y autos de funcionarios incendiados), recordada con el nombre de “El Santiagazo” y, un año más tarde, la masiva movilización a Plaza de mayo, desde distintos puntos del país, a la que se le dio el nombre de “Marcha Federal”. Figuras como la de Carlos “Perro” Santillán, referente de la Corriente Clasista y Combativa, daban cuenta de que nuevos sujetos sociales emergían para sentar posición, y denunciar el pliegue profundo de la fiesta menemista. La novedosa experiencia de la Central de Trabajadores Argentinos, que ante una Confederación General del Trabajo totalmente comprometida con las políticas que condenaban el presente y el futuro de sus bases sociales, y con dirigentes sindicales devenidos empresarios, promueve la reorganización gremial de los trabajadores sobre nuevas bases, postulando la autonomía del Estado y abriendo sus estructuras, en gran medida, hacia las nuevas realidades del mundo popular, que tenía a los trabajadores desocupados y a los ocupantes de tierras para construir viviendas a los grandes protagonistas del período.

De todos modos, cabe destacar que hay un año clave, en el cual puede pensarse de modo condensado todo el período: 1996. Por un lado, en marzo de 1996, se produce la gigantesca movilización de repudio por los 20 años del Golpe de Estado. Es el comienzo de la desarticulación de la teoría de los dos demonios, que había primado en el sentido común de nuestra cultura durante más de una década. Es además el momento de emergencia de HIJOS. Los Hijos por la Identidad, la Justicia, Contra el Olvido y el Silencio, tenían entonces la misma edad que sus padres al momento de ser detenidos-desaparecidos por el Terrorismo de Estado. Luego de dos décadas de lucha de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, y otros organismos de Derechos Humanos, ahora eran estos jóvenes quienes tomaban en sus manos la continuidad de las banderas de sus padres y de sus abuelas. En un contexto signado por la impunidad, en el que los responsables de crímenes de lesa humanidad caminaban por las calles tranquilamente, los HIJOS propusieron una consigna potente: “Si no hay justicia, hay escrache”. Y junto con sus métodos de protesta contra un sistema judicial que sólo garantizaba impunidad, emergieron el escrache social sobre los responsables de los crímenes. Toda una nueva narrativa literaria y cinematográfica comienza a surgir a partir de allí, intentando dar cuenta de ese pasado traumático. Trauma que se intenta procesar y pensar, más allá de dolor.

También en 1996 se producen las primeras puebladas (de Cutral Có y Plaza Huincul, en el sur, de Tartagal y Mosconi en el norte del país), que fueron contagiando el entusiasmo y la eficacia, mostrando que la protesta social obtenía conquistas materiales que posibilitaban hacer menos espinosa la extremadamente difícil situación por la que atravesaba una porción enorme de la población trabajadora del país, entonces sin trabajo. El piquete y la asamblea se extenderán rápidamente por todo el país, posibilitando el surgimiento de los nuevos movimientos sociales, de fuerte base territorial y matriz comunitaria. Ante cada protesta, el menemismo despliega las fuerzas de Gendarmería para reprimir. Y son los jóvenes, grandes protagonistas de los piquetes, quienes ejercen la resistencia activa contra un Estado que se empecina en mostrar su ausencia en políticas sociales, aunque no la presencia de sus facetas represivas.

El aporte de las puebladas al conjunto de las clases subalternas, en este sentido, fue central, en tanto que contribuyeron a recuperar la confianza en las propias fuerzas (ante una autoestima fuertemente golpeada), a valorar la participación y la acción directa como forma de reconquistar los derechos conculcados por las políticas neoliberales.

En este sentido, tal como subrayó Pablo Semán en un artículo publicado en el diario Página/12 (“Memorias”,  9 de abril de 2007), el piquete fue un arma sabia: “logra fuerza para los que no tienen casi ninguna”. “No es por nada –continúa Semán– que gracias a los piquetes, los sectores subalternos de Argentina, en su época de mayor debilidad histórica, consiguieron, a pesar de ello, cambiar la agenda de una sociedad que tenía por principio ignorar sus demandas”. Surge así un “ethos” caracterizado por la ampliación de la participación y la desburocratización, según supo señalar la socióloga argentina Maristella Svampa.

Fue en ese mismo año 1996 que, para los festejos del Día del Trabajador, se realizó la primera movilización del Movimiento de Trabajadores Desocupados a la Plaza de Mayo. El MTD no era una organización única; tampoco un “movimiento” en los términos clásicos. En los hechos, era un conjunto heterogéneo de comisiones barriales que, sin vínculos entre sí, se habían ido desarrollando con el objetivo de agrupar a los desocupados, sobre todo en el conurbano bonaerense. Impulsadas por militantes provenientes de distintas experiencias políticas, sindicales, y eclesiales, las comisiones barriales de desocupados buscaban aunar esfuerzos para dinamizar el protagonismo de ese sector que crecía a ritmos escalofriantes.

A partir de 1996, por otra parte, van a producirse importantes luchas contra la Ley Federal de Educación. Actos, movilizaciones y cortes de calles. Nuevamente, luego de varios años de inexistencia, surgirán Centros y Coordinadoras de Estudiantes en los colegios secundarios. Diversas conmemoraciones (los 24 de marzo y los 16 de septiembre, sobre todo) irán chocando contra los directivos de las escuelas y un todavía sentido común “antisubversivo” instalado en muchos padres. Esos jóvenes, protagonistas de aquellas experiencias, ligarán su intervención en los colegios con cada vez más frecuentes acercamientos a las barriadas populares, realizando apoyo escolar y recreación con niños, junto con una búsqueda por expresar culturalmente sus rebeldías (fanzines, programas de radio, recitales, etcétera). El activismo en las universidades comienza, también a partir de allí, a dar sus primeros pasos, librando batallas contra la Ley Superior de Educación e intentando contrarrestar el discurso neoliberal.

Como puede verse, no todo en estos años fue avance neoliberal, sino también resistencia ante esa ofensiva. Proceso que tuvo a los trabajadores y a los jóvenes de los sectores populares como sus grandes protagonistas. Y que implicó un resurgimiento de la militancia y una revisión de las coordenadas estéticas, éticas y políticas de las generaciones precedentes.

Profundizar la democracia contra la democracia (la experiencia de 2001)

Serán todos sectores mencionados (y fundamentalmente la juventud) la que va a confluir en la rebelión del 19 y 20 de diciembre de 2001 (mucho más que los “mediáticos ahorristas” enojados por la confiscación de sus ahorros). Gran cantidad de activistas nucleados en agrupaciones estudiantiles, culturales, en movimientos sociales, que junto con otros miles de jóvenes trabajadores (entre los que no se puede dejar de destacar, por su participación activa y su firme decisión de enfrentar la represión, a los “motoqueros”) y de sectores medios y populares de la ciudad de Buenos Aires y del Conurbano Bonaerense, quienes van a protagonizar aquellas jornadas de intensos combates callejeros en los alrededores de la Plaza de Mayo, mientras que en varias provincias del país las movilizaciones, saqueos y protestas se multiplican con el correr de las horas.

Los cacerolazos de diciembre de 2001 jugaron un rol fundamental a la hora de quebrar el miedo impuesto por el presidente Fernando De La Rúa al declarar el Estado de Sitio, abriendo paso a un proceso inédito de participación y movilización de los sectores medios en la Argentina post dictatorial. La polisémica consigna “Que se vayan todos” fue entendida por amplios sectores como la posibilidad de avanzar en formas de participación popular más directas, poniendo en cuestión la anquilosada democracia representativa, en fuerte crisis por el desprestigio de la clase dirigente. Durante el primer semestre de 2002, aun con sus particularidades y límites, los asambleístas se incorporaron, de una u otra manera, al proceso de resistencia contra el modelo neoliberal que vastos sectores de la población venían protagonizando desde años atrás. La consigna “Piquete y cacerola, la lucha es una sola”, es expresión cabal de este proceso.

A estas experiencias se le van a sumar la de las fábricas recuperadas y la histórica lucha emprendida por el feminismo y otros sectores que promovieron la diversidad de géneros, que cobrarán cada vez mayor visibilidad. El avance de colectivos culturales, y sobre todo, comunicacionales, empezará a cuestionar el monopolio de la producción y circulación de la información y el autoencierro del arte en sus propias lógicas.

Muchas de estas experiencias son hoy condenadas al olvido, detrás de la conservadora interpretación del 2001, que se reduce a presentar todo este amplio proceso social descripto a unos pocos instantes de “caos”, producto de una “crisis económica” que hundió al país en la infamia y a sus habitantes en la ignominia. Así considerada, la crisis aparece como un mal a conjurar. Por supuesto, reducida a su aspecto económico, la crisis es expresión de las carencias materiales que pauperizaron las condiciones de vida de las clases populares, claro está. El tema es si ese aspecto implica, necesariamente, negar la positividad de la crisis en términos políticos.

La crisis como momento propicio para rever que hacemos, quienes somos, hacia dónde vamos. La crisis como momento enormemente productivo, donde la apertura de la historia vuelve otra a vez a colocarse en primera plana.

La crisis de 2001, entonces, puede ser pensada como momento de condensación, de sacudón, de una puesta en crisis de la cosmovisión posdictatorial, que venía insistiendo, una y otra vez, en que no se podía cuestionar el pacto de los consensos de la representación.

De este modo, las experiencias populares paridas o potenciadas por la crisis de 2001, si bien erigidas contra la democracia (en tanto sistema político representativo), terminarán fortaleciendo la democracia, en tanto posibilidad de promover la participación popular (recuperando, nuevamente, un lugar central del cuerpo para la política) y ampliar los derechos de las mayorías, bloqueando a su vez los intentos autoritarios y represivos que anidan en buena parte de la sociedad argentina.

Profundizar la democracia

Estas breves líneas pretenden erigirse en un aporte a la reconstrucción de la memoria histórica de “los de abajo”. Colocar al oficio periodístico junto a las luchas de las y los trabajadores argentinos, entendiendo que la escritura puede ejercer una función de índole ética, aunque no convirtiéndose en un medio de propaganda, sino más bien en la medida en que favorezca a desarrollar una nueva visión del mundo, que cuestione los cánones impuestos por las clases dominantes y promueva los saberes que en sus prácticas y reflexiones, va gestando el pueblo en sus luchas y procesos de organización.

Escribir entonces, al menos una parcialidad de esa historia poco abordada, como forma de contribuir al movimiento que arranque a los posibles lectores, y a quienes escribimos, de la situación en la que nos encontramos. Tal como sentenció David Viñas en la solapa de su primer libro de cuentos (Las malas costumbres), escribir para aportar a que “yo, usted y los hombres de aquí dejemos de ser casi hombres para serlo en totalidad”.

Fuente :

https://www.topia.com.ar/articulos/protesta-social-tambi%C3%A9n-hizo-democracia

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/v0-oB_4qu_EiSOXwGnNnbyCVX4G6MmK3cxIBdT7YN56lyu5Jc80q4NICVU9Q90yNGMIg2w=s85

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Bolivia: Alistan un plan para la nivelación escolar de los niños trabajadores

Bolivia/Abril de 2017/Autora: Aleja Cuevas/Fuente: La Razón

El Ministerio de Educación alista para Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores (NNAT) un plan que incluye la nivelación escolar. El programa contempla la tolerancia en el ingreso y la salida de las clases para esta población. Este miércoles se celebra el Día del Niño en Bolivia.

Para evitar que los menores de edad trabajadores queden rezagados en sus clases, el Ministerio de Educación alista espacios educativos alternativos para nivelar a los estudiantes. “Se prevé abrir más de 63 sedes en las ciudades capitales y en los municipios con mayor población”, anticipó el viceministro de Educación Regular, Valentín Roca.

Juan Catari, coordinador nacional de la Unión de Niños y Adolescentes Trabajadores de Bolivia (Unastsbo), recordó que la nivelación académica fue una de las solicitudes del II Encuentro Plurinacional de Educación de los NNAT, en abril de 2016.

“Yo repetí dos años porque los maestros no me apoyaban”, dijo uno de los niños trabajadores que participó en ese evento.

  • Un niño vende huevos de pascua en el centro de La Paz. Foto: José Lavayén

De acuerdo con Lizet Salazar, quien es parte del Espacio Niño, entidad ligada con NNAT de Cochabamba, hay prejuicios contra el niño que cursa un nivel inferior al de su edad: por ejemplo, alguien de 13 años que está en 5° de primaria.

DEMANDA. Otra demanda es la tolerancia en el ingreso y la salida de  clases. Los menores de edad que trabajan no pueden cumplir con los horarios. Así, tienen problemas a la hora de ser evaluados.

Hay más. El Ministerio de Educación analiza que algunas materias sean opcionales, por ejemplo Educación Física y Filosofía.Los menores de edad que trabajan realizan un doble esfuerzo a la hora de estudiar, comentan sus dirigentes.

Salazar cuenta que en Cochabamba existen menores de edad dedicados a la limpieza en los cementerios, otros que son lavadores de autos y también hay quienes trasladan en carretilla productos que compra la gente en las ferias. “Con lo que ganan pagan su ropa, el recreo y también el material escolar”.

Según el Ministerio de Educación, en Bolivia hay 34.000 menores de edad que estudian y trabajan  con un pago. Esto representa el 1,22% de los 2,8 millones de matriculados en educación regular.

Fuente: http://www.la-razon.com/sociedad/Bolivia-educacion-plan-nivelacion-ninos-trabajadores_0_2690130973.html

 

 

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Bolivia : DDE autoriza suspender clases ante incremento de influenza.

Salomón Morales informó que se autoriza la suspensión de clases inmediata en cuanto se detecten casos sospechosos de influenza en establecimientos educativos. Hay 105 casos confirmados, de estos 97 son A H3N2 y 11 de influenza tipo B.

América del Sur/Bolivia/11.04.2017/Autor y Fuente:http://elmundo.com.bo

El director departamental de Educación, Salomón Morales, informó que se autoriza la suspensión de clases inmediata en cuanto se detecten casos sospechosos de influenza en establecientes educativos. “Si en una unidad educativa existe una cantidad más que todo suficiente como puedan estar contagiados, automáticamente el director del establecimiento es el encargado de poder viabilizar la suspensión; pero no solo la suspensión sino de hacer los contactos con la honorable Alcaldía municipal para que de esa manera puedan ir directamente a fumigar; y en el caso del Sedes a asistir a aquellos estudiantes que han estado mal”, indicó.

Morales llamó a las autoridades correspondientes a que actúen en la prevención de la influenza en las unidades educativas, pues este virus cada vez preocupa a la población debido al incremento de los casos y dos muertes reportadas en menos de una semana a raíz de la influenza A H3N2. Además, alertó que los diferentes municipios deben hacer el uso debido del alcohol en gel para prevenir el virus. “Otro tema es que sería importante que la honorable Alcaldía municipal, Gobierno departamental, no solo de Andrés Ibáñez, sino de otros municipios, tendrían que ayudarnos en colocar gel en las unidades educativas para que de esa manera puedan desinfectarse los niños y jóvenes que estuvieran pasando clases”, aseveró. Recordemos que al momento en Santa Cruz se reportan 105 casos positivos confirmados, de estos 97 son A H3N2 y 11 de influenza tipo B, ningún caso de A H1N1. Una niña de 14 años y una mujer de más de 62 años, que además tenía otra enfermedad de base (cáncer de mama), fallecieron a raíz de influenza A H3N2 en el departamento.

En Santa Cruz, hay otras dos personas que continúan hospitalizadas, aunque en medicina interna. En el departamento hubo tres brotes atendidos, pero se descarta una epidemia, pues los casos están controlados. Ayer en el módulo Unión y Progreso suspendieron las clases como prevención y retornarán el 17 de este mes.

El responsable de Epidemiología del Sedes, Roberto Tórrez, pidió a la población aplicar las medidas preventivas enseñadas durante la pandemia de gripe de A H1N1 de 2009, como el lavado frecuente de manos, el uso de alcohol en gel, toser en el ángulo del codo, aplicar los filtros en las unidades educativas y no asistir al colegio y a las fuentes laborales en caso de fiebre y resfrío.

Fuente: http://elmundo.com.bo/web2/index.php/noticias/index?id=dde-autoriza-suspender-clases-ante-incremento-de-influenza

Imagen: http://elmundo.com.bo/elmundo/imagen/noticias/71471/71471.jpg

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Libro: Conocimiento indígena y políticas educativas en América Latina

Reseña: América Latina y el Caribe es el hogar de más de 600 pueblos indígenas, los que históricamente han sufrido la marginación de los sistemas de educación y la política social general. El Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) afirma que los pueblos originarios se quedan atrás en todos los indicadores sociales de la región en comparación con los grupos no indígenas, y los alumnos provenientes de pueblos originarios en América Latina y el Caribe han obtenido de forma constante los peores resultados en logros de aprendizaje en los últimos 10 años.

Alcanzar el objetivo de no dejar a nadie atrás en la región se traduce en la necesidad de más educación y de mejor calidad para los pueblos indígenas, pero también en que esta importante población sea reconocida y representada en las políticas educacionales. Para este grupo de la población esto significa ser capaces de ejercer su derecho a establecer y controlar sus sistemas educacionales (Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, 2007, Art. 14) y de llevar su cultura y conocimiento al frente de la toma de decisiones en términos de propósito, contenido y organización de la educación. La inclusión de las culturas, los sistemas de conocimientos, las visiones de mundo y las creencias indígenas promete no solo volver más relevante la educación y más flexible su organización, sino también enriquecer el programa de estudio con prácticas más pertinentes y sostenibles.

El presente estudio explora la idea de una ‘alternativa epistémica’, construyendo desde el conocimiento y los valores que sustentan las prácticas sociales y educacionales indígenas de la región. En particular, explora cómo estos valores y formas de conocimiento han sido adoptados en las políticas educacionales de tres países de la región andina: Bolivia, Ecuador y Perú, que hace poco atravesaron reformas políticas y constitucionales con el fin de reconocer la composición de sus poblaciones multiculturales, multiétnicas y multilingüísticas.

Para cada caso, se realiza un análisis de cómo las culturas y las visiones de mundo indígenas han sido consideradas en las políticas educacionales y hasta qué punto han entrado en diálogo con las concepciones de educación que precedieron su integración. También se analiza una serie de prácticas culturales indígenas de educación en cada país, en conjunto con su potencial para mejorar la pertinencia cultural y lingüística, y para entregar una comprensión de la factibilidad de extender estas prácticas más allá de las comunidades indígenas, con el fin de favorecer la inclusión y la cohesión entre las comunidades educacionales.

Esta publicación es una invitación a considerar el conocimiento indígena como una fuente legítima de inspiración para las políticas educacionales que puedan contribuir al bienestar de todos y a la sostenibilidad del planeta.

Link de descarga: http://www.unesco.org/new/es/santiago/resources/single-publication/news/indigenous_knowledge_and_practices_in_education_in_latin_ame/

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Bolivia: Maestros urbanos analizan realizar un paro de 72 horas

Bolivia/Abril de 2017/Fuente: Página Siete

La dirigencia  del magisterio urbano y miembros de las bases de Bolivia realizarán mañana  una conferencia nacional  en Santa Cruz para determinar cuáles serán las  nuevas medidas de presión que asumirá el sector para que el Gobierno atienda sus demandas. No se descarta un paro de 72 horas  como medida previa a una huelga general   indefinida.
   «El lunes, a partir del análisis de  los informes que presente cada federación se definirá el paro de 72 horas, si se va a la huelga general indefinida o si son otras medidas las que se van a adoptar (…) Hay sectores que están manejando que se declare huelga de hambre, muchos han rechazado esto porque nos lleva implícitamente a la aceptación de una derrota”, manifestó ayer a Página Siete el ejecutivo de la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia, Federico Pinaya.
  Al respecto, el secretario ejecutivo de los Maestros Urbanos de la ciudad de La Paz, José Luis Álvarez, está a favor de que se realice una huelga de hambre, según informó Unitel.
«Nosotros creemos que el magisterio se debe lanzar a una huelga de hambre masiva en todo  el país y preparar una huelga general indefinida hasta que el Gobierno atienda nuestras demandas”, sostuvo Álvarez.
Durante la conferencia se   evaluará además el paro de 48 horas realizado la semana pasada,  que,  según el ministro de Educación, Roberto Aguilar, sólo fue acatado por el 5,1% de unidades educativas a nivel nacional, basado en datos  de las direcciones departamentales de Educación.
Entre las principales demandas del magisterio está la nivelación salarial entre maestros urbanos y rurales y el reordenamiento de maestros figura. Según Pinaya, este reordenamiento  implica la fusión de cursos que tengan menos de 23 alumnos en el área urbana, algo que en el área rural no ocurre y se permite que exista un número mínimo de estudiantes  por curso.
En cuanto a las otras  demandas del sector, que  fueron  incorporadas en el marco del pliego de la Central Obrera Boliviana (COB),  se enfocan en una mejor calidad educativa, jubilación con el 100% de aportes, la defensa de la Caja Nacional de Salud, mejores condiciones salariales, reposición de bonos de zona y frontera e institucionalización de cargos.
«El paro no permitió avanzar  en las negociaciones”, dijo Aguilar la pasada  semana. Sin embargo, para el magisterio la displicencia  del Gobierno dilata cualquier avance en las negociaciones para que se atiendan sus demandas.
El 13 de marzo, el magisterio urbano inició una marcha desde Caracollo (Oruro) en demanda de  calidad educativa, jubilación con el 100% de aportes, la defensa de la CNS, mejores condiciones salariales, reposición de bonos de zona y frontera e institucionalización de cargos. La medida fue calificada como política, según el Gobierno.
    «No vamos a bajar lo brazos, pero en la reunión se determinará cuál es el mejor camino a seguir”, finalizó Pinaya.
Ministro de Educación llega a acuerdos con maestros rurales
El ministro de Educación, Roberto Aguilar, se reunió el viernes con la dirigencia de la Confederación de Maestros Rurales para evaluar las demandas de su pliego petitorio.
    Los bonos de zona, la nivelación a los maestros que no están recibiendo  remuneración y el cronograma de entrega de computadoras que están pendientes.
  «Hemos decidido firmar un acta con los maestros rurales que va a ser trasladada después a la comisión social”, indicó Aguilar, según difundió la red Uno.
  Según la página web  del Ministerio de Educación, en la mesa social «existen temas que no son fáciles de trabajar, implica contrastar la posición de algunos sectores. Tenemos una posición de diálogo completamente abierto para encontrar soluciones”, dijo Aguilar.
En la nota, que figura en la web del Ministerio,   en la última reunión se definió por unanimidad tratar la demanda de los maestros urbanos y rurales de forma específica en subcomisiones.
Al respecto, el Ministro de Educación señaló que dentro de la mesa social, que luego se evaluará con la Central Obrera Boliviana (COB), «en la temática de maestros rurales y urbanos se identificaron temas que deben ser tratados de manera conjunta con sus dirigencias para lograr soluciones”. Mientras el conflicto sigue.
Fuente: http://www.paginasiete.bo/sociedad/2017/4/9/maestros-urbanos-analizan-realizar-paro-horas-133658.html
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