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Brasil: Professores compartilham resultados de intercâmbio com Cabo Verde

América del Sur/Brasil/Abril 2016/Fuente: Prefeitura Municipal de Contagem/Autora:Carol Cunha

Resumen: En el encuentro con el prefecto, la delegación compartio las experiencias y señalaron sus planes de como aplicar lo aprendido en los salones de clase, con enfasis en  las actividades requeridas en relacion a la obligatoriedad de la enseñanza de la historia y cultura afro-brasileria en todas las escuelas del municipio. La delegación viajo a Cabo Verde con la intención de fortalecer el aprendizaje en la temática Étnico-Racial.

O prefeito de Contagem, Carlin Moura, recebeu, em seu gabinete, na quarta-feira (13/4), professores e profissionais da Educação que participaram do intercâmbio com o país africano, República de Cabo Verde. No encontro, eles compartilharam experiências e contaram como pretendem aplicá-las em sala de aula, sobretudo, nos trabalhos que são desenvolvidos em consequência da implementação da Lei 10.639/03, que tornou obrigatório o ensino da história e cultura afro-brasileira em todas as escolas do município, do ensino fundamental ao médio.

A delegação, formada por 12 educadores que integram os Grupos de Trabalho (GTs) com a temática Étnico-Racial, visitaram Cabo Verde entre os dias 26/2 a 4/3. A proposta da viagem foi construída em conformidade com o conceito Cidade Aprendizagem implantado no município, e teve o intuito de promover a continuidade da formação desses educadores.

«Quando entramos em contato com outros povos, conseguimos entender melhor a nossa realidade. A África, ao contrário dos que se pensa, é um continente de grandes civilizações que tem muito a nos ensinar, que nos coloca novos desafios. Portanto, quero parabenizá-los pela iniciativa. Tenho a convicção que, ao implementarem novos projetos, vocês abriram novas possibilidades para que os jovens tenham um papel ainda mais revolucionário e possam transformar a realidade em que vivem», destacou Carlin Moura.

Para o secretário municipal de Educação, professor Ramon, a viagem proporcionou significativas experiências pedagógicas e culturais. Ramon também integrou a comitiva e destacou, em especial, a concepção que os cabo-verdianos têm sobre a escola. «Durante a viagem, a situação que mais chamou minha atenção foi a visão deles em relação à educação. Apesar das escolas serem mais pobres, se comparadas com as nossas, é possível perceber que eles prezam pela organização e que o nível de aprendizagem é elevado. Eles valorizam esse saber e guardam uma relação de pertencimento. Em vez de criticarem, eles se ajudam. De fato, foi uma experiência enriquecedora», contou.

O coordenador do GT Étnico-Racial, João Alves de Souza, explicou como as propostas advindas deste intercâmbio serão trabalhadas dentro da sala de aula. «A ideia é que façamos um processo de troca de cartas entre os alunos de lá e os daqui. Além disso, pretendemos fortalecer o processo de intercâmbio, por meio da Universidade de Cabo Verde (UCV). Pensamos, ainda, em premiar e reconhecer os profissionais que implementarem projetos com temática da igualdade racial», esclareceu Souza.

Para ele, essa troca ampliará horizontes. «A carga de sonho dos cabo-verdianos é muito maior do que a nossa. Eles trabalham com convicção, autoestima e com a certeza de que o fazem, não apenas para satisfação própria, mas para a satisfação do coletivo e da sociedade. Nesse sentido, acredito que o intercâmbio pode inspirar muitos de nós», pontuou.

A percepção sobre o fazer educativo também foi destacado pela professora Carla Oliveira Alves, uma das intercambistas. «Tinha dúvidas como aplicaria e materializaria esse conhecimento com os alunos. Após a viagem, vi que essa materialização vem depois que você tem o olhar para o fazer. Por mais que tenhamos uma bagagem de conhecimento, fiz grandes descobertas, meu olhar mudou. Acredito que conseguirei fazer trabalhos melhores. Foi uma verdadeira quebra de paradigmas, uma experiência que guardarei para o resto da vida», relatou

Ao final do encontro, o prefeito Carlin Moura e o secretário de Educação, professor Ramon, entregaram um certificado em reconhecimento à iniciativa do projeto e à dedicação dos professores, que se organizaram e viajaram com recursos próprios.

 

Fuente de la noticia:http://www.contagem.mg.gov.br/?materia=053292

Fuente de la imagen: http://www.contagem.mg.gov.br/arquivos/fotos/14-cabo-verde-certa-er.jpg

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Educación infantil, última apuesta por la energía renovable en Brasil

MARACAJAÚ, Brasil (EFE).- En la arenosa región brasileña de Maracajaú, en el estado nordestino de Río Grande do Sul, se encuentra el Ecoposto Apa Recifes de Corais, un centro de investigación que trabaja para concienciar a los niños de la importancia de las energías renovables y su uso correcto.

El curso, destinados a alumnos de entre 11 y 14 años bajo el título “Clases de energía“, sigue la teoría de que los conocimientos impartidos a esta edad sobre las energías y su aplicación  conscientemente en el futuro, explica a Efe Julio Machado, el gestor en eficiencia energética de los impulsores del proyecto, el consorcio Neoenergia, Julio Machado.

Los alumnos tienen la posibilidad de, “a través de los principios de generación de energía, conocer cómo es hecha, cómo es producida y cómo puede ser utilizada de una forma segura y eficiente en su día a día“, apunta Machado, rodeado de las maquetas que usan los monitores para mostrar a los niños el origen y las características de los distintos tipos de energías renovables.

Los niños pueden experimentar por ellos mismos con la generación de energía eólica, hidráulica y solar y aprenden que Brasil se encuentra entre los cinco primeros países en generación de energía eólica, que los aerogeneradores tienen una altura de 93 metros, qué electrodomésticos consumen más energía y cómo reducir el consumo en casa mediante pequeños trucos cotidianos, entre otras materias.

Para hacer más atractiva la experiencia, los monitores acompañan a los niños para responder las preguntas de un videojuego sobre los posibles gastos de energía en una casa convencional, indicando el consumo de cada aparato eléctrico y cómo sacarles mayor partido.

Una parada obligatoria para los alumnos de este centro es el parque eólico de Arizona y de Río do Fogo, situado a unos escasos veinte minutos de distancia en coche, donde pueden conocer de cerca cómo funcionan estas infraestructuras.

Esta iniciativa, fruto de la asociación entre el condominio energético Fuerza Eólica de Brasil (FEB) -unión de Neoenergía e Iberdrola- y el Instituto de Desarrollo Económico y Medio Ambiente de Río Grande do Norte, se estrenó hace dos años con grupos escolares de la red pública y privada.

El proyecto para instruir a la sociedad sobre el uso de las distintas energías sostenibles no es novedad para Iberdrola, que invierte en este tipo de propuestas en las áreas donde localiza sus parques eólicos para dar a conocer su infraestructura y despejar las dudas sobre sus ventajas.

“La energía eólica es una fuente bastante confiable y segura” que desde sus comienzos en Brasil ha tenido que enfrentarse a muchos prejuicios, reconoce a Efe la directora de la FEB, Laura Porto.

La creencia de que no es viable “fue un mito que conseguimos eliminar. La fuerza eólica no es un problema“, asegura.

– See more at: http://yucatan.com.mx/imagen/educacion-y-formacion/educacion-infantil-ultima-apuesta-por-la-energia-renovable-en-brasil#sthash.nYXjFsKX.dpuf

Imagen: http://www.energiaestrategica.com/wp-content/uploads/2015/12/nota-617-600×390.jpg

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Educar para otros mundos posibles

 “Resta esa facultad incoercible de soñar, de transfigurar la realidad, dentro de esa incapacidad de aceptarla tal cual es, esa visión amplia de los acontecimientos, y esa impresionante e innecesaria presciencia, y esa memoria anterior de mundos inexistentes, y ese heroísmo estático, y esa pequeña luz indescifrable que los poetas suelen llamar esperanza”.

Vínicius de Moraes

La diversidad es la característica fundamental de la humanidad. Por ende, no puede existir un único modo de producir y reproducir nuestra existencia en el planeta. Lo único que tenemos en común es la diversidad humana. Ante los ojos de la diversidad humana se despliega la posibilidad de la diversidad de mundos posibles. No podemos oponer un pensamiento único contra otro pensamiento único. Educar para otro mundo posible es educar para otros mundos posibles. Eso no cuestiona el lema del Foro Social Mundial “otro mundo es posible”, porque ese lema no se refiere a un “único” mundo posible. Eso sería una contradicción con respecto a su Carta de Principios.

Después del camino recorrido hasta aquí, en este libro, con la ayuda de los autores estudiados, podemos sacar algunas consideraciones finales, en nuestro afán de responder a la pregunta: ¿“Qué es educar para otro mundo posible, en plural”?

Primero que nada, educar para otros mundos posibles consiste en sacar a la luz lo que se había escondido como instrumento de opresión, consiste en darle voz a los que no son escuchados. La lucha feminista, el movimiento ecológico, el movimiento zapatista, el movimiento de los sin tierra y otros, hicieron visible lo que siglos de opresión habían hecho invisible. Por ende, podemos decir que estos son movimientos de educación para otro mundo posible. Paulo Freire, entre otros, fue un ejemplo de educador de otros mundos posibles, él sentó en el palco de la historia al oprimido, le dio notoriedad a él y a su relación con el opresor.

Educar para otros mundos posibles es educar para concientizar, para desalienar, para desfetichizar. El fetichismo de la ideología neoliberal es el fetiche de la lógica burguesa y capitalista que logra solidificarse a tal punto de hacernos creer que el mundo es, por naturaleza, inmutable. El fetichismo transforma las relaciones humanas en fenómenos estáticos como si fuese imposible modificarlos. Fetichizados, somos incapaces de actuar porque el fetiche nos quita la capacidad de hacer. Fetichizados, lo único que hacemos es repetir lo ya hecho, lo dicho, lo que ya existe.

Educar para otros mundos posibles es educar para el surgimiento de lo que todavía no es, el aún no, la utopía. Si lo hacemos de esta forma, estamos asumiendo la historia como posibilidad y no como fatalidad. Por eso, educar para otros mundos posibles es también educar para la ruptura, para la rebeldía, para el rechazo, para decir “no”, para gritar, para soñar con otros mundos posibles. Denunciando y anunciando. El neoliberalismo concibe la educación como una mercancía, reduciendo nuestras identidades a las de simples consumidores, despreciando el espacio público y la dimensión humanista de la educación. En oposición a ese paradigma, la educación para otros mundos posibles respeta la diversidad, convive con la diferencia, promoviendo la intertransculturalidad. El núcleo central de la concepción neoliberal de la educación radica en la negación del sueño y la utopía. Por ello, una educación para otros mundos posibles es, por encima de todo lo demás, educar para el sueño, educar para la esperanza. La mercantilización de la educación es uno de los desafíos más decisivos de la historia actual, porque ésta le da más valor a lo económico que a lo humano. Solo una educación emancipadora podrá invertir esa lógica a través de procesos y de sentido de desalienación. Educar para otro mundo posible es educar para la calidad humana “más allá del capital”, como nos dijo Istvan Mészáros en la ceremonia de apertura de la cuarta edición del FME, en Porto Alegre, en enero de 2005. La globalización capitalista les quitó a las personas el tiempo para disfrutar de la vida, los sacó de los espacios para la vida interior, nos robó la capacidad de producir dignamente nuestras vidas. Cada vez más gente se ve reducida a la condición de máquinas de producción y de reproducción del capital.

Educar para otros mundos posibles es hacer de la educación, tanto informal como no formal, un espacio de formación crítica y no sólo de formación de mano de obra para el mercado; es inventar nuevos espacios de formación alternativos al sistema formal de educación y negar la forma jerarquizada dentro de una estructura de mando y subordinación; es educar para articular las diferentes rebeldías que niegan hoy las relaciones sociales capitalistas; es educar para cambiar radicalmente nuestra manera de producir y reproducir nuestra existencia en el planeta; por ende, es una educación para la sustentabilidad.

No se puede cambiar el mundo sin cambiar a las personas: cambiar el mundo y cambiar a las personas son procesos que van de la mano. Cambiar el mundo depende de todos nosotros: es necesario que cada uno tome consciencia y se organice. Educar para otros mundos posibles es educar para superar la lógica deshumanizadora del capital, que toma el individualismo y la ganancia como sus fundamentos, es educar para transformar radicalmente el modelo económico y político actual.

No fuimos educados para tener una conciencia planetaria y, sí, una conciencia de estado-nación. Los sistemas nacionales de educación nacieron como parte de la constitución del estado–nación.

La escuela actual es producto del pensamiento de la modernidad que los estados-nación han moldeado a su gusto, es una escuela moldeada por los estados-nación y no por el pensamiento de la era de la globalización y de su opuesto, la planetarización.

Educar para otros mundos posibles exige que los educadores tengan un compromiso con la desmercantilización de la educación y una postura ecopedagógica de escucha del universo, del cual todas y todos hacemos parte. Los educadores no deben dirigirse sólo a los alumnos o a los educandos, sino a los habitantes del planeta, considerándolos a todos ciudadanos de la misma Matria.

La tierra es nuestro primer gran educador. Educar para otros mundos posibles es también educar para encontrar nuestro lugar en la historia, en el universo. Es educar para la paz, para los derechos humanos, para la justicia social y para la diversidad cultural, contra el sexismo y el racismo. Es educar para erradicar el hambre y la miseria. Es educar para la consciencia planetaria. Es educar para que cada uno de nosotros se encuentre su lugar en el mundo. Educar para pertenecer a una comunidad humana mundial, para sentir profundamente el universo.

Es educar para la planetarización no para el globalismo. Vivimos en un planeta y no en un globo. El globo se refiere a su superficie, a sus divisiones geográficas, sus paralelos y meridianos. El globo se refiere a aspectos cartográficos, como planeta, al contrario de esa visión lineal, se refiere a un todo en movimiento. La Tierra es un súper organismo vivo y en evolución. Nuestro destino, como seres humanos, va de la mano con el destino de este ser llamado Tierra. Educar para otros mundos posibles es educar para tener una relación sustentable con todos los seres de la Tierra, sean ellos humanos o no.

Es educar para vivir en el cosmos – educación planetaria, cósmica y cosmológica –, educar para entender nuestra comprensión de la tierra y del universo. Es educar para tener una perspectiva cósmica. Sólo así podremos entender con mayor exactitud los problemas de la desertificación, la deforestación, el calentamiento de la tierra, del agua, la basura, y los problemas que afectan a humanos y a no humanos. Los paradigmas clásicos, con su arrogancia antropocéntrica e industrialista, no tienen suficiente entendimiento para explicar esa realidad cósmica. Por no tener esa visión holística, no lograron encontrar ningún tipo de respuesta para sacar al planeta de la ruta del exterminio y del rumbo de la cruel diferencia entre ricos y pobres. Los paradigmas clásicos están haciendo que el planeta agote sus recursos naturales. La crisis actual es una crisis de paradigmas civilizatorios. Educar para otros mundos posibles supone un nuevo paradigma, un paradigma holístico.

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Brasil lanza el Netflix de la educación

América del Sur/Brasil/Abril 2016/Fuente y Autor: Graduate XXI

No es usual pensar que la innovación puede venir del estado. Pero lo cierto es que la innovación no sale solo de los márgenes. No viene solo de abajo hacia arriba porque “el sistema” es conservador por naturaleza y solo puede ser quebrado por fuera de sus entrañas. La innovación también viene de la necesidad, de la política pública y del poder que el propio “sistema” detenta.

Ese es el caso de Brasil, el país donde se ha desarrollado el mayor ecosistema de innovación educativa en América Latina. El Estado no mira hacia otra parte. El reciente lanzamiento de la iniciativa “Hora do ENEM” es una innovación estatal de gran escala, quizás una de las más importantes que se puedan ver hoy en la región.

“Hora do ENEM” parte de un gigantesco dispositivo: el examen de acceso a la universidad que tiene Brasil y que toman más de 8 millones de alumnos cada año.

Alrededor del ENEM comenzaron a girar en los años recientes múltiples satélites de innovación disruptiva del sector privado emprendedor. “Descomplica” es una plataforma de videos educativos con clases particulares pagas por vía digital para preparar el ENEM. “Geekie” es la mayor plataforma de aprendizaje adaptativo de América Latina, una probable inspiración de “Hora do ENEM”.

La iniciativa tiene 4 componentes claves para ayudar a los alumnos a preparar la prueba ENEM para entrar en la universidad:

-Simulacros de la prueba con diagnóstico predictivo: son 4 pruebas simuladas del ENEM (abril, junio, agosto y octubre, justo antes de la prueba en noviembre) que entregan una nota a los alumnos y les asignan la cantidad de tiempo y ejercicios que deberían realizar para lograr la nota que querrían obtener en la prueba real. Algoritmos predictivos permitirán dar esta información con alto grado de precisión.

-Plataforma personalizada de aprendizaje: estará basada en la situación individual de cada alumno, en la definición de su objetivo (a qué carrera y en qué universidad quiere aplicar)  y brindará un plan de estudios individual para lograr ese objetivo. Esta plataforma incluye contenidos gamificados desarrollados por Geekie.

-MecFlix: una fusión literal de “Ministerio de Educación” (MEC) y Netflix (Flix). Se trata de una serie de video-aulas, con clases filmadas para preparar a todos los alumnos en cada materia. Aquí se podrán crear playlists individuales de los videos con un motor de búsqueda que organiza los aprendizajes en base a algoritmos predictivos.

-Programa de TV: todos los días habrá un programa de televisión (en el canal TV Escola) dedicado a cada temática de las que serán evaluadas en la prueba ENEM.

La presentación de “Hora do ENEM” del ministro de Educación Mercadante fue muy clara y explícita. El ministro indicó: “En vez de ver series por Netflix todo el día, los alumnos podrán estudiar y aprender en Mecflix”. Incluso, arriesgó dar una cifra basada en cálculos predictivos: “el alumno que estudie dos horas por día en Hora do ENEM va a mejorar su nota en la prueba en un 30%”.

Según cifras oficiales, el 50% de los hogares en Brasil ya tienen internet y el 78% de las personas tienen un teléfono inteligente con acceso a internet. En un nuevo tiempo donde la conexión está cerca de ser ubicua y universal, es hora de planificar innovaciones radicales en la política educativa. Brasil busca llegar por vía digital y con motores de inteligencia artificial predictiva a irrigar de posibilidades de aprendizaje de millones de alumnos. También es una vía de eficiencia fiscal: es mucho menos costoso que contratar miles de docentes nuevos, en un país que enfrenta un gran déficit fiscal.

Pero la prueba ENEM puede ser un arma de doble filo para la innovación. Por un lado, es un camino real y tangible, una ruta, un incentivo concreto para que los alumnos usen vías digitales y aprendan más allá de la escuela con posibilidades a su alcance nunca antes vistas en la historia. Amenazados por la posibilidad de no entrar a la carrera universitaria que aspiran aprenderán con nuevas herramientas digitales más de lo que la escuela podía enseñarles.

Por el otro lado, también puede ser una vía demasiado esquemática, que enseñe para la prueba y no fomente el aprendizaje en profundidad. Qué pasará si un alumno descubre conocimientos fascinantes nuevos pero falta un mes para la prueba y su simulacro no da bien: ¿podrá desviarse del curso predictivo y desarrollar creativamente aprendizajes personalizados reales, basados en la incertidumbre, los deseos y las pasiones ocultas de los humanos o estará predestinado a seguir un curso predictivo que el algoritmo creó para lograr la mejor nota en la prueba? Cada vez veremos más de estas preguntas en nuestros debates educativos del futuro

 

Fuente de la noticia:http://futuroeducativo.com/brasil-lanza-el-netflix-de-la-educacion/

Fuente de la imagen:http://futuroeducativo.com/wp-content/uploads/2016/04/hora-do-enem.png

 

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Angola: Universidad brasileña abre curso de lenguas angoleñas

Luanda – Un curso de extensión de lenguas nacionales angoleñas fue abierto oficialmente este año escolar, en la Universidad Federal de Espírito Santo (UFES), en Brasil, una iniciativa de la Asociación de los Angoleños en el Estado de Espírito-Brasil, (AANGESB).

Angola / Agencia Angola Press / 15 de Abril de 2016

Según una nota del Consulado General de Angola en Rio de Janeiro, el curso, abierto en la última semana de Marzo, es una asociación entre el Núcleo de Estudios Africanos del Centro de Educación de la Universidad Federal de ese Estado y la AANGESB y tendrá una duración de seis meses.

El programa, cuyo objetivo es promover la diversidad y dar mayor visión a los académicos brasileños sobre la situación actual de los estudios sobre el continente africano, viene a atender la ley del Gobierno Federal, Nº 10.639, que obliga a las escuelas y universidades brasileñas a investigar y enseñar la Historia Africana.

En la ocasión, el Consulado General de Angola en Rio de Janeiro, representado por el vicecónsul, Alexandre Andrade, dio la bienvenida a la iniciativa y creatividad de esta asociación y reconoció la importancia del curso para la difusión de algunos aspectos de la cultura angoleña.

Para la coordinadora del proyecto, Cleyde Amorim, el mismo es de suma importancia, ya que «la tradición bantú está directamente asociada con la génesis de la cultura brasileña, si nos fijamos en los lazos históricos de los pueblos africanos traídos para Brasil», se lee en el documento.

El idioma portugués comparte, en Angola, el mismo espacio sociológico con otros idiomas genéticamente distintos, a saber, el kimbundu, umbundu, kikongo, ngangela,cokwe, kwanhama y fiote, pertenecientes a la familia de la lingüística bantú.

Además de los idiomas referidos otros como vátwa y el khoisan, de la familia no bantu, hacen de Angola un país multilingüe.

Fuente: http://www.portalangop.co.ao/angola/es_es/noticias/educacao/2016/3/15/Angola-Universidad-brasilena-abre-curso-lenguas-angolenas,d34cf11e-2f5a-4326-9a72-9985d44df226.html

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Espacio libre y actor político

“No aceptes lo es habitual como algo natural, pues en tiempo de desorden sangriento, de confusión organizada de arbitrariedad consciente de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural, nada debe parecer imposible de cambiar”.

Bertolt Brecht

En la reunión del Consejo Internacional del FSM en Utrecht, Holanda, a finales de marzo de 2005, además de la evaluación del FSM 2005, se definió la Metodología del FSM 2006 policéntrico (Américas, África, Asia). Cada entidad indicó en qué “evento” del FSM quería y podría inscribirse y en qué temas. Cada evento tuvo su autonomía. El FSM policéntrico se constituye en un desafío innovador, la posibilidad de participar en un Foro más intercultural, simultáneo, en red internacionalizándose y facilitando la participación física a muchos más habitantes del planeta[1] y, sobre todo, a los sectores más pobres de la sociedad, que no tienen las condiciones financieras para trasladarse a regiones muy distantes.

 

 

 

 

 

 

Todo el proceso del FSM 2005 significó una gran innovación. Fue un encuentro inspirador. Inauguró un nuevo concepto, el de “Territorio Social Mundial”, que le da fuerza y raíces. Hay mucho en juego en este nuevo formato, más democrático, a pesar de que ha mostrado algunos problemas de infraestructura. Fue un encuentro abierto, organizado y autogestionado. El Mural de Propuestas fue otra idea innovadora, pero que debe ser perfeccionada. La idea de incluir a los “ejes transversales”, sin embargo, no funcionó en la práctica.

En relación al creciente proceso de autogestión, el Consejo Internacional consideró que el FSM 2005 fue un gran avance. No obstante, afirmo que el “FSM no está programado para ser un foro totalmente autogestionado”. Es necesario que haya algunas estructuras para que los grupos avancen en sus programas de acción. En una sociedad de mercado, la autogestión ayuda a que todos puedan contribuir, pero persisten “relaciones de poder y desigualdad”. La autogestión dejó un “vacío político” que permitió que los eventos Lula-Chávez, que formalmente no formaban parte del FSM, se convirtieran en los eventos con la mayor visibilidad. La clausura del FSM 2005 fue vacía. El CI sugirió que haya eventos co- organizados como alternativa.

La Comisión de Comunicación del CI ha insistido en privilegiar en su apoyo a los llamados medios alternativos, aunque estos medios no tienen mucho impacto en la opinión pública mundial. Y la razón es muy simple; según la Comisión de Comunicación, los medios alternativos “son aliados estratégicos en la construcción del FSM, ya que los vehículos y organizaciones que transmiten a través de ellos se identifican con los principios del Foro. También son profesionales y medios de comunicación que son seguidos muy de cerca por el FSM, y tienen más capacidad para dar una visión aproximada de lo que es el Foro. También son vehículos que le hablan directamente al público relacionado con la lucha por otro mundo posible, es decir, a las personas involucradas en el proceso del FSM, aunque no estén en la ciudad en que se está realizando”. Por estas razones, la Comisión de Comunicación considera que los medios alternativos son un “aliado estratégico del FSM” y, por eso, deberá continuar gozando de un tratamiento diferenciado dentro del proceso del FSM: “los vehículos y organizaciones que transmiten a través de los medios alternativos también son actores políticos de la lucha por otro mundo posible, en la práctica de la lucha por la democratización de la comunicación”. La Comisión de Comunicación lanzó el concepto de “cobertura compartida”, buscando una mayor cooperación entre organizaciones y vehículos de comunicación y la idea de una “plataforma de comunicación” del FSM.

Desde la primera edición del FSM, los foros se multiplicaron: tenemos el Foro Social Americano, el Foro Social Europeo, el Foro Social Asiático, el Foro Social Brasileño, el Foro Social Pan- Amazónico, el Foro Social Midwest, de los Estados Unidos, el Foro Social de las Américas, y los foros sectoriales de educación, cultura, información etc. Tenemos el Foro Mesoamericano de los Pueblos (San Salvador, 19 a 21 de julio de 2004), que reunió las conclusiones de una serie de foros sectoriales y temáticos (mujeres, campesinos, jóvenes, etc.) bajo el lema: “Construyendo el poder popular para la autodeterminación”. En este foro participaron 2 mil dirigentes de aproximadamente 600 organizaciones populares y sociales, y produjo una “declaración final”, innovando en relación a otros foros. El sexto y último Foro Mesoamericano de los Pueblos fue celebrado en San José de Costa Rica, en diciembre de 2005. Todavía nos falta la Cumbre de los Pueblos de América, la tercera que se realiza en Mar del Plata, Argentina, en noviembre de 2005. También falta el Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el Alca. El cuarto Encuentro fue realizado en La Habana, Cuba, en abril de 2005.

Tenemos la Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala, el Foro Social Américas (el primero se celebró en Quito, Ecuador, del 25 al 30 de julio de 2004). En este último participaron 11 mil personas de 55 países de los cinco continentes: 926 organizaciones organizaron más de 450 eventos. Tenemos el Foro Social Europeo, el Foro Social Mundial de las Migraciones, el Foro Social Magrebí, en Marruecos; el Foro Social Holandés. El tercer Foro Social Europeo se realizó del 15 al 17 de octubre de 2004 en Londres, Inglaterra. Participaron 20 mil delegados provenientes de 70 países; 65 mil personas participaron en la marcha de clausura contra la invasión a Irak. Tenemos el Foro Social Chileno (19 al 21 de noviembre de 2004), el Foro Pan- Amazónico (el primero fue celebrado entre el 18 y el 22 de enero de 2005, en Manaos). Y muchos otros: en Paquistán, en Benín, en Mali, en Finlandia, en Australia. Tenemos el Foro Social Nordestino: el primero fue realizado del 24 al 27 de noviembre de 2004, en Recife, con 700 entidades de los nueve estados de la región y con la presencia de 5 mil delegados. Tenemos el Foro Social Caribeño, el Foro Social de Boston (EUA), el de Upsala (Suecia), el Foro Social de la Triple Frontera. Y además tenemos el Foro de Parlamentarios, el Foro de Autoridades Locales, el Foro de Jueces, el Planeta Femenino, el Tribunal de la Deuda, el World  Peace Forum… y muchos otros. La responsabilidad del Consejo Internacional del Foro Social Mundial está creciendo con cada nuevo foro.

 

– ¿Cómo pensar en todo esto de manera estratégica? ¿Cómo hacerle seguimiento a tanta creatividad?

– Lo nuevo nace de lo viejo, pero no nace con mucha rapidez, sin transición, sin conflictos. Todos creemos, como Cândido Grzybowski  (2001, p. 24 e 33) que “en Porto Alegre nació algo nuevo”, pero su eficacia para cambiar al mundo está siendo puesta a prueba. Afortunadamente, una nueva iniciativa parece tomar fuerza en el interior del proceso del FSM, surgida a partir de la necesidad de dar secuencia al “Mural de Propuestas”, lanzado durante el FSM 2005, y que contó con la participación del Instituto Paulo Freire.

El FSM todavía está muy centrado en eventos, y estos eventos todavía están muy centrados en personas famosas, en personalidades “occidentales”, en busca de visibilidad mediática, muchas veces hablando más para agradar al público que para responder a los desafíos urgentes expuestos por los movimientos. Los eventos del FSM todavía son mucho más frecuentados por las clases medias que por aquellos que más los necesitan (77% de los inscritos en el FSM 2005 tienen un grado de instrucción superior o lo estaban cursando). Todo esto preocupa mucho al Consejo Internacional del FSM.

  • ¿Dónde está lo viejo en el FSM?

– Sin duda está en lo que ya se ha expuesto, pero también está en su interior. Está también en la insistencia de algunos en considerar al FSM como un anti-Davos. El movimiento anti-Davos existía antes del FSM, pero, por medio de él, no se llegaría al proyecto original del FSM. Nos quedaríamos en el anti-Davos[2].

– ¿Dónde está lo novedoso del FSM?

– Ciertamente no está en su referencia a Davos. ¿Dónde está la fuerza del FSM? Responde Cândido Grzybowski: “la gran fuerza del Foro Social Mundial reside en aquello que lleva consigo como novedad. Se trata de una iniciativa de la emergente sociedad civil planetaria. Su objetivo es valorizar las prácticas de lucha y de participación  ciudadana  en  las  diferentes  sociedades,  y  pretende darle una dimensión mundial a las propuestas que manan de ellas” (Idem, p. 19). El anti-Davos podría ser una referencia inicial de los medios de comunicación, pero no puede seguir siendo parte de la construcción original del FSM.

Uno de los debates más significativos del Consejo Internacional reunido durante la realización de la quinta edición del FSM en 2005, fue la preocupación por dar respuestas más eficaces al mundo globalizado. Uno de los documentos presentados por la Secretaría Internacional – Sección Brasil – insistía en que “para que las ideas debatidas y las propuestas formuladas en nuestros encuentros lleven efectivamente a esos resultados, será necesario perfeccionar aún más la metodología, para que las propuestas resulten de articulaciones hechas antes de dichos encuentros y para asegurar su continuidad en múltiples acciones comunes”. En este sentido, las concentraciones de 2005 fueron significativas, una conquista política que llegó para quedarse. Estas permitieron valorizar la diversidad y la no jerarquización de las causas, luchas y sujetos sociales[3]. El lanzamiento, durante los foros, de campañas a largo plazo parece inevitable  de aquí en adelante,  para hacer más efectiva la acción política global del FSM. Y para darle continuidad a esas acciones, el Mapa para la construcción de otro mundo posible se hace indispensable como sistema permanente de auto-información, dando a conocer las campañas globales e involucrando a un número creciente de participantes en el FSM, más allá de sus eventos.

En la reunión del Consejo Internacional del FSM en Utrecht, se discutió la estrategia para poner en práctica las numerosas sugerencias enviadas al Mural de Propuestas en el FSM 2005[4]. El tema central propuesto por el CI hace referencia al “uso” posterior de las propuestas. No hay claridad en este sentido. ¿Es un banco de propuestas para que la gente sepa qué pasó en el Foro? ¿Es  un espacio de articulación de organizaciones en torno a propuestas comunes?

Para iniciar una posible respuesta a estos asuntos, el CI aprobó una propuesta para la creación de un Mapa para la construcción de otro mundo posible, presentado por la Secretaría Internacional – Brasil, como proyecto para la comunicación permanente y autogestionada entre los que participan en el FSM con un “sistema avanzado de búsqueda”. Este mapa posibilitará el proceso permanente a distancia del FSM, buscando responder al desafío global de construir otro mundo posible, equilibrando el principio, por una parte, de la máxima autogestión participativa posible, y, por la otra, de la máxima eficiencia política transformadora posible. Este mapa puede generar una ganancia “política”, por la intercomunicación sobre el proceso del FSM, una ganancia “comunicativa”, abriendo a todas las comunidades la posibilidad de mostrar sus iniciativas, y una ganancia “técnica”, posibilitando la creación de una gran base de datos, como parte de la lucha permanente y continua por la construcción de otro mundo posible, y con datos sobre cómo el mismo puede alcanzarse.

El principio básico del mapa es la autoinformación. Las mismas organizaciones que participan en el FSM inscriben sus iniciativas: “una tarjeta electrónica de identidad, que puede ser llenada y modificada en cualquier momento (mediante una clave), permitirá informar sobre cuatro temas: 1) identidad de la organización; 2) acciones permanentes que desarrolla por un mundo nuevo; 3) actividades que pretende realizar en los próximos Foros Sociales, regionales, nacionales, temáticos, etc.; 4) iniciativas de su agenda que quiere compartir con los demás participantes del mundo FSM”. La búsqueda estaría abierta a todos, pero el suministro de informaciones sólo estará permitido a los participantes de los FSM. Según Antonio Martins, de la Secretaría Internacional del FSM, este sistema de comunicación permanente respeta al pie de la letra los principios de auto-organización y de no jerarquización de las actividades e iniciativas del FSM y, al mismo tiempo, estimula la intercomunicación y la articulación entre los actores del Foro. El Mapa para la construcción de otro mundo posible, además de ser un instrumento de información, es un instrumento de formación y de lucha. Puede representar un gran avance si logra unir la inteligencia colectiva[5] con la voluntad política colectiva de cambiar en el Foro o el Foro. No basta con ser anti-Davos. Es necesario crear las condiciones para viabilizar las propuestas de los movimientos, organizaciones y entidades que participan en el FSM. Tenemos que organizar la confrontación. Ya todos sabemos lo que está equivocado y lo que se debe hacer. La acción articulada, con fuerza política transformadora, es necesaria desde ya. Ya dimos bastantes discursos. Ya celebramos bastante nuestra diversidad y nuestra fuerza social. Ya denunciamos a los medios de comunicación por ser espejos de imágenes distorsionadas y denunciamos a la burguesía corrompida por el poder económico. Nos regodeamos sobre las elites insensibles, insaciables, insensatas. Denunciamos a la violencia. Y, ¿ahora?

No podemos quedarnos a la defensiva. Si el FSM, aunque Foro, es decir, aunque se trata de un espacio abierto y organizado, no puede tener un programa concreto para no convertirse en un partido, puede propiciar, facilitar más, un gran espacio organizado, articulado e institucional de luchas por la liberación. La esperanza está sobre todo en los jóvenes que constituyen casi la mitad de los participantes de los eventos del FSM (en la edición de 2005, 44% de los participantes eran estudiantes). Por tanto, se trata de crear una Red Altermundista, referencia para otro mundo posible, basado en los jóvenes, interconectando y articulando acciones y programas, trabajando en red de redes, produciendo cambios las 24 horas del día, sin parar, reconstruyendo el mundo, como un movimiento perpetuo, demostrando on-line lo que cada uno está haciendo por “otro mundo posible” en todos los campos: en la educación, en la economía, en la política, en la cultura, en el medio ambiente… interconectando espacios temáticos de los jóvenes, de las mujeres, de los sin tierra, de los esclavizados, de los negros, de los ambientalistas, de los campesinos, de los jueces, de los empresarios, de los artesanos, de los comerciantes, de los niños, de los parlamentarios, de los educadores, de las autoridades locales, de lo audiovisual, de la comunicación, de la cultura.

Hasta ahora hemos hecho bien lo que sabíamos hacer: buenos y grandes eventos. Tenemos mucha experiencia en eso. Pero no hicimos bien lo que realmente es nuevo: el proceso del Foro. “En mi opinión”, dice Boaventura de Souza Santos (2005, p. 36), “el FSM será cada vez menos un evento o conjunto de eventos, para pasar a ser cada vez más un proceso basado en el trabajo de articulación, de reflexión y de planificación dominada por acciones colectivas llevadas a cabo por las diferentes organizaciones y movimientos que integran el FSM”. Para él, la novedad política del FSM consiste en su “cultura organizacional”, que no tiene un líder y que rechaza las jerarquías. El futuro del FSM dependerá cada vez más del uso que haga de la internet para visibilizar la “novedad política” de la cual es portador. Las redes colaborativas del FSM, posibilitadas por la internet, se constituyen en la respuesta que el Foro le puede dar a la globalización jerarquizada y opresiva neoliberal.

El FSM es un éxito, pero, después de seis años de existencia, algunas cosas tienen que cambiar. El problema es saber lo que debe y puede cambiar, sin descaracterizar su misión original. El FSM como espacio libre, crítico y auto-organizado, es un éxito. No creo que debamos cambiar algo exitoso para aventurarnos con propuestas dudosas. Entretanto, debemos reconocer que, si bien avanzamos en el campo de los eventos, no tuvimos el mismo éxito en lo que se refiere al proceso. Algunos dicen que nuestros eventos son folklóricos, un “festival de ideologías” (Lula), y eso no tiene nada de malo. Muy por el contrario. Ser un festival de ideologías en una época de pocas utopías es una señal positiva. El folklore tiene raíces populares. Es mejor el folklore que la espectacularización mediática política vacía, puramente emocional y coyuntural.

Esto no significa que el Foro sea una plaza pública neutral. El Foro se constituye en un espacio abierto para los fines específicos para los cuales fue creado y están constituidos en su Carta de Principios. El espacio del Foro no es un espacio libre de reglas, las mismas están claras en la Carta de Principios. Para esto no necesita tener una estructura piramidal de mando y subordinación, pero sí una estructura democrática y participativa. El FSM debe seguir siendo un espacio abierto, con la condición, como sostiene Immanuel Wallerstein (2004), de que “asegure, por su parte, que el FSM se transforme en un espacio institucional de encuentro de alianzas múltiples entre distintas actividades políticas”.

 

5.1. ¿Cómo hacer del FSM algo más que la contrapartida de Davos?

 

Todo el mundo dice que el FSM debe ser perfeccionado, que debe convertirse en un foro efectivamente “mundial”, que debe tomar iniciativas conjuntas. Después de seis años de experiencia, ante el desgaste natural del formato actual, esto está provocando tensiones, como vimos en el Foro de Caracas, principalmente dentro del CI. Hay propuestas de alteración de la estructura organizativa y de su funcionamiento, así como para la adopción de un calendario de actividades oficiales a lo largo del año. Para muchos, los megaeventos no pueden limitarse a encuentros de debates, e incluso llegan a proponer que el FSM se convierta en el embrión de una “Asamblea de toda la humanidad”, de la sociedad civil global, como propone Ignácio Ramonet, del Consejo Internacional, contraponiéndose  a la Organización de las Naciones Unidas, que concentra estados y gobiernos. No hay consenso en cuanto a esta propuesta. Ramonet sostiene que, desde enero de 2005, el formato inicial del FSM se agotó. Para él, el FSM tiene que ser un actor político colectivo, alternativo a las políticas neoliberales, a falta del cual “el FSM corre el riesgo de despolitizarse y de folklorizarse, de convertirse en una especie de Feria Internacional de asociaciones, un Salón Mundial de la sociedad civil” (Ramonet, 2005).

Como evento, el FSM es un espacio más apropiado para el de- bate y el aprendizaje de una nueva cultura política, al mismo tiempo que el FSM, como proceso, es un espacio más apropiado para la acción. Estos necesitan coexistir de manera complementaria en lugar de antagónica. No son excluyentes.

Es necesario considerar que existen diversos conceptos de “espacio”, y no sólo el que estamos construyendo actualmente en el Foro. La noción de espacio no es homogénea. Existen espacios concebidos simplemente como una plaza abierta y libre, por la que cualquiera puede andar, sin ningún tipo de organización, sin ningún propósito. Hasta una feria o un mercado libre, en una plaza pública, tiene una organización para alcanzar determinados fines. El espacio del FSM no pretende ser una feria ideológica. Tiene finalidades definidas en su Carta de Principios. Aunque libre y auto-organizado, el espacio del FSM puede ser estructurado de diversas maneras. Como insiste Wallerstein, puede ser organizado para construir agendas comunes, para construir articulaciones y proyectos comunes, impulsados por una nueva lógica, por su fuerza congregadora, como actor político nuevo. Puede constituirse en un espacio que reúne a todos y a todas para pensar, programar, planear y actuar en busca de la soñada ciudadanía planetaria.

Para Cândido Grzybowski (2006, p. 30-31), el FSM es un “pedazo de tierra lleno de obras de la ciudadanía mundial”, pero, según él, el FSM todavía no ha creado “alternativas estructurantes ante la globalización dominante. Esta es una tarea colectiva de larga duración”. El FSM es un espacio abierto a la diversidad que nos caracteriza, por sobre todas las cosas, como seres humanos. La diversidad es la gran riqueza de la humanidad. Pero no puede ser sólo eso. También es el espacio para la formación de nuevas alianzas, de nuevas redes, de la formación de campañas, en fin, el espacio de estructuración de alternativas.

El FSM, aunque no es un movimiento político, trabaja por una nueva manera de hacer política y, por eso, se pregunta: ¿cómo actuar políticamente  sin imponer lógicas centralizadoras de definición de políticas? ¿Cómo convertir al FSM en un foro más eficaz y construir plataformas comunes, respetando la diversidad de posturas políticas, métodos de trabajo y la autonomía de cada movimiento? ¿Cómo construir la convergencia en la diversidad? ¿Cómo transformar el mundo sin tomar el poder?

Muchos sostienen que el FSM en sí no tiene capacidad de intervención porque no puede tener planes de acción como espacio abierto, pero sí puede ser un actor político de carácter nuevo, dando poder a planes de acción y plataformas de movimientos y ONGs, fortaleciendo a la ciudadanía planetaria. A su modo, sí puede ser un gran actor político, facilitando la construcción de redes, movimientos, campañas, promoviendo movilizaciones…  porque no puede ser sólo un espacio de debate. Se fortalecerá en la medida en que los pueblos – las “multitudes”, como dicen Negri y Hardt – vean resultados concretos de su acción y se debilitará en la medida en que sólo el discurso prevalezca sobre la praxis. Tenemos que cambiar al mundo aunque tengamos que pasar algún tiempo discutiendo cómo.

El “Llamamiento de Bamako” hace referencia a un nuevo sujeto popular histórico. En el capítulo de Bamako del FSM 2006, se retomaron algunos principios del “Manifiesto” lanzado en Porto Alegre. Se presentaron algunas “propuestas para la acción inmediata”. Bamako dio un paso al frente en la construcción del FSM como un sujeto político, para “pasar de la conciencia colectiva a la construcción de actores colectivos, populares, plurales y multipolares” en el sentido de “identificar temas precisos para for- mular estrategias”. Entre los temas expuestos está el de la “construcción de un frente unido de los trabajadores”, lo que recuerda las viejas tácticas de las “internacionales” socialistas.

– ¿Bamako estaría avanzando o retrocediendo?

– En comentario sobre el documento de Bamako, Francisco Whitaker reafirma el respeto a la autonomía de la sociedad civil – que amenaza la hegemonía de los partidos como actores políticos – la cual “pretende hacer cosas sin tomar el poder” (2006). Vuelve a criticar la concepción según la cual “toda lucha política tiene que contar con direcciones o vanguardias que movilicen a los militantes y que los dirijan en la acción”, y expone el peligro de la división que marcó la historia de las izquierdas[6], entre los llamados “intelectuales” invitados a conferencias y debates – “que se ponen como dirigentes y orientadores de los Foros” – y la llamada Asamblea de los Movimientos Sociales, que propone que “su” documento “sea asumido como el del Foro como un todo”. El FSM se haya frente a un desafío que viene de arriba y otro que viene de abajo. Whitaker sostiene que el desafío mayor está siendo presentado por la Asamblea de los Movimientos Sociales, que pretende “hegemonizar los Foros, para convertirse en la principal articulación nacida de ellos”. Y concluye: “es como si quisiera secuestrar los Foros para la realización de los objetivos de los movimientos que la componen”.

El alerta de Whitaker es en relación al riesgo de perjudicar uno de los pilares del FSM que es el respeto a la diversidad. La unidad – otro de los pilares del FSM – puede y debe ser afectada por la “convicción militante” y no por la disputa interna o por “comandos unificados”. Es en este punto que veo la importancia de educar para otro mundo posible. Es decir, formar para una nueva cultura política que coloque la “lógica de escuchar” por encima de la “lógica de la disputa”, como sostiene Whitaker.

José Maria Gómez (2005, p. 172-5), profesor de la Universidad Católica de Río de Janeiro, preocupado por repensar el formato del FSM, dice que sería conveniente “neutralizar algunas tentaciones reduccionistas” que descaracterizan al Foro: la primera sería la de “tender a limitarlo a los encuentros anuales y fijarlo en el tiempo a las condiciones de origen”. La segunda sería la tendencia a “concentrar el análisis exclusivamente en el FSM, disociándolo por un lado de los movimientos sociales, ONGs, redes de activistas transnacionales y numerosos colectivos políticos y sociales que en él participan y que componen el movimiento altermundialista”. La tercera consiste en la tendencia a “reducir la multiplicidad y la superposición de segregaciones y tensiones políticas e ideológicas que atraviesan al ‘movimiento de movimientos’ y los diversos niveles  de construcción y funcionamiento del FMS, a uno o a algunos de ellos”.

Las observaciones de Whitaker y Gómez nos indican la necesidad de avanzar en el debate estratégico y organizacional del FSM. El riesgo de una división, expuesto por Whitaker, puede profundizarse si no tenemos las condiciones prácticas y teóricas para examinar cuidadosamente el formato original del FSM[7]. La impotencia política es nuestro mayor temor, y sólo seremos fuertes políticamente si permanecemos juntos, reafirmando la gran novedad del FSM, que es su metodología y su carácter inclusivos, muy diferente de las utopías que emergieron en el siglo XIX, tanto en lo que se refiere a la estrategia política, como en lo referente al sujeto histórico de cambio y al modelo de sociedad.

Para eso, sustenta José Maria Gómez, el FSM no puede quedar atrapado entre las categorías convencionales de las ciencias sociales. Él defiende para el FSM el modelo analítico y epistemológico de Boaventura de Souza Santos (2003), que expone dos tipos ideales y complementarios de interpretación: el de la “sociología de las ausencias” y el de la “sociología de las emergencias”. La interpretación de la sociología de las ausencias rechaza la visión monocultural que sobrevalora lo “científico”, lo “avanzado”, lo “superior”, lo “global”, lo “productivo”, en detrimento del llamado conocimiento del “ignorante”, del “residual”, del “inferior”, del “local”, de lo “no productivo”. Paralelamente y contraponiéndose a la monocultura dominante, la sociología de las emergencias busca en la visibilización de lo que la monocultura desprecia las alternativas de futuros posibles de la alterglobalización. El FSM estaría exactamente partiendo de que la cultura dominante desvaloriza para construir sus alternativas, evocando la horizontalidad, la diversidad y la multiplicidad de experiencias sociales despreciadas por los criterios hegemónicos de racionalidad y de eficiencia capitalista.

Aunque existe una percepción generalizada de que el formato vigente del FSM debe ser revisado, para permitir la profundización de la democracia interna y haciéndose más inclusivo y representativo, todavía muchos rechazan cualquier propuesta que implique deliberar y llevar adelante acciones comunes en nombre del Foro, sosteniendo que eso generaría todavía más tensiones y se correría el riesgo de la instrumentalización partidaria (cf. Whitaker, 2003). En contraposición, algunos sostienen que sería posible crear, en el interior del FSM, “estructuras ad hoc” que funcionarían “fuera de los Foros”, con la posibilidad de promover consensos mínimos y defender plataformas que, en el formato actual, el FSM no podría tener (cf. Cassen, 2004).

Después de Bamako, Caracas y Karashi, el debate sobre el formato del Foro ya ha producido diversas reflexiones, entre las cuales se cuenta la de Irene León, del Consejo Internacional. Para ella, “el Foro puede ser lo que ya es, además de muchas otras cosas, todas importantes, todas transcendentes. Pero insistimos en que su desafío central consiste en el encaminamiento del principal propósito de su convocatoria: la resistencia a la globalización neoliberal, que no podrá ser lograda fácilmente por medio de una ‘feria de alternativas’, ni por medio de una gran mesa de debates, ni de la convocatoria a movilizaciones desconectadas entre sí, ni de experiencias metodológicas para el buen encaminamiento del Foro- evento, cuya cristalización no está desvinculada de las relaciones económicas y de poder intraforo. Mientras esto sucede, el modelo neoliberal puede continuar su consolidación tranquilamente” (León, 2006b, p. 13). Lo peor que podría pasar es que nos quedáramos debatiendo y que dejáramos en paz al enemigo.

Hace ya más de dos años que el Consejo Internacional está preocupado por la pérdida de fuerza e impacto del FSM. Una reducción del impacto ligada a su formato inicial, según algunos. Tenemos que incidir en la política, en las instituciones, en el mundo real, para que ese otro mundo sea realmente posible. Pero, ¿cómo construimos caminos para la implementación de las propuestas de cambios con el formato actual? Saber cómo intervenir en el mundo real sigue siendo el gran desafío del FSM.[8]

 

5.2. ¿El formato original del FSM está realmente agotado?

 

Queda claro que lo que se agotó fue la protesta pura, el antiglobalismo sin propuestas, el antiglobalismo sin la alterglobalización. No basta con protestar, ni tampoco es suficiente celebrar la diversidad de nuestras agendas en el interior del Foro. No basta con discutir utopías. Es preciso saber lo que estamos haciendo para ponerlas en práctica. Es preciso proponer con decisión y actuar en consecuencia, movilizarse permanentemente, estimular el surgimiento de nuevas iniciativas, organizaciones, participaciones, etc. Lo que se agotó fue el anti-Davos.

Para superar esa fase, en 2005 fue instituido el Mural de Propuestas de Acción, que aún no ha tenido la eficacia que deseábamos al momento de su creación. Todavía no hemos logrado crear los instrumentos prácticos que nos permitan el diálogo permanente, un sistema de comunicación que funcione independientemente de los eventos del Foro.

Además del Foro como evento y como proceso, debería existir el Foro on-line. Todavía no utilizamos toda la fuerza política que representa el ciberespacio. Cuando pensamos en espacio, siempre pensamos en una plaza, en un espacio físico, en un territorio geográfico. Tenemos que involucrarnos más con el espacio virtual. Daremos un salto cualitativo en el FSM cuando estemos conectados permanentemente en acciones globales simultáneas, alimentando el proceso. Los Foros-eventos ya no serían la actividad principal del FSM, tendrían un peso mucho menor y servirían, sobre todo, para impulsar al Foro como proceso. Avanzaríamos mucho más rápidamente. Debemos acostumbrarnos a trabajar a distancia. Es probable  que no logremos cambiar al mundo presencialmente, es mucho más probable que logremos ir cambiando al mundo virtualmente, a distancia, “conectados” en nuestras diversidades. Cambiar al mundo tiene un alto precio y ese precio será aún más alto si intentamos hacerlo presencialmente. Preguntar cuánto cuesta cambiar al mundo no es ser capitalista, porque no se trata sólo de recursos financieros. Se trata de trabajo, de nuestro tiempo, que es nuestra riqueza, nuestro capital disponible. ¡Cambiar al mundo da trabajo!

El FSM se convirtió en un símbolo de la esperanza colectiva y de la expresión más visible de la sociedad civil global. Nuestra fuerza política está en el capital de esperanza que acumulamos y en nuestra capacidad para movilizar a la sociedad civil global. Sin embargo, todavía no hemos sabido utilizar toda nuestra capacidad de cambio. Nos falta acción política realmente nueva. Sabemos lo que tenemos que cambiar, pero tenemos poca capacidad para decir cómo cambiar. El FSM puede ser simultáneamente  un facilitador de la acción de las ONGs y movimientos que en él participan, y un actor político, él mismo, sin renunciar a su Carta de Principios. Será en la práctica transformadora que superará el dilema que se presenta hoy: ser una cosa u otra. Para eso, tiene que trabajar más la relación entre ONGs y movimientos y trabajar mejor su relación con gobiernos y partidos políticos.

Puede que el FSM haya perdido la fuerza de la novedad, pero ganó en extensión, en expansión, multiplicándose en innumerables foros locales, regionales, nacionales. En este, no perdimos fuerza. El FSM no perdió fuerza como facilitador. Tal vez hayamos perdido visibilidad, lo que nos ayudará a construir el proceso con menos vigilancia de las fuerzas que queremos combatir. Creamos mucho impacto en los medios de comunicación, pero, ¿es eso lo que queremos? ¿Cambiar al mundo a través de los medios de comunicación? ¿Qué es lo que realmente queremos transformar?

Tener o no tener una agenda política global: ¡esa es el dilema! Y si asumimos una agenda política global, se presenta el segundo dilema: ¿quién la va a asumir y cómo será la gobernabilidad de esa agenda? ¿Con qué instrumentos, con qué dirección política? Dependiendo de la respuesta a esas preguntas, podrá faltar un pequeño paso para caer en una nueva internacional: ¡de la internacional comunista a la internacional altermundista! Y, ¿cuántos de los que hoy se suman al proceso del FSM quedarán fuera? ¿Sofocaríamos a la ciudadanía y substituiríamos la voz de millones de personas, movimientos y organizaciones por una militancia profesionalizada, “representantes” de la sociedad civil global? Si eso sucediera, perderíamos nuestro proyecto original.

Definitivamente, no debemos ahorrar imaginación y debemos escuchar, con paciencia, para inventar nuevos modos de hacer política. Lo que está en juego es si el FSM en efecto va a asumir una nueva cultura política, si va a aprender a hacer política de otra manera, o si va a repetir la historia de fracasos de los viejos paradigmas. Los paradigmas no surgen de manera repentina, requieren tiempo, dedicación, paciencia, mucho trabajo. Todo eso lo tenemos. Por eso tenemos la seguridad de que vamos a superar el impase actual, porque lo esencial ya lo tenemos: tenemos fe en que es posible cambiar al mundo. Esa fe es la que nos debe guiar. Esa fe es la que alimenta nuestros sueños, nuestras utopías. Debemos seguir creyendo que la multitud es la que debe dirigir al proceso; debemos seguir confiando en nuestra capacidad para superar nuestras dificultades y para mantenernos firmes en la Carta de Principios que establece que nadie representa al FSM y que nadie habla en su nombre. ¡No existe una forma de dirección que substituya a la ciudadanía global! ¡Sí a escuchar, a la transparencia, al compañerismo y a la solidaridad! ¡Sí a la ciudadanía planetaria!

Es muy difícil prever qué pasará con el FSM en los próximos años. Estamos construyendo algo nuevo, imprevisible, pero el creciente descontento en relación al formato político inicial nos está indicando la necesidad de pensar de manera más estratégica. Tanto en Bamako como en Caracas, muchos participantes pedían más acción. El FSM tiene un potencial educativo, organizativo y de movilización que todavía no ha sido suficientemente trabajado. El mismo puede ser estructurado de mejor manera para la articulación; puede involucrase más en luchas mundiales, como un gran actor altermundista. Se trata de cambiar al mundo. Después de Bamako y Caracas ya no es posible avanzar en un proceso sin una agenda global de luchas. En 2003, el llamado del FSM contra la guerra fue un gran éxito. Debemos continuar con otros llamados sin substituir iniciativas ya existentes en el propio Foro. El FSM no debe superponerse, en su agenda, a las agendas y plataformas[9] de los movimientos y ONGs. En esta agenda política global no será necesario trabajar con la idea del socialismo, pero se dejará claro que se trata de dejar atrás al capitalismo como modo de producción y reproducción de nuestra existencia en el planeta. El neoliberalismo no es más que la forma actual del capitalismo. Como sostiene François Houtart, hoy en día se trata de oponerse frontalmente al control militar del planeta por parte de los Estados Unidos, de oponerse a la política belicista de Washington, luchando por el desmantelamiento de todas las bases militares en el extranjero y por la total destrucción de todos los armamentos nucleares. Es necesario concretar la alterglobalização.

El Foro debe tener una agenda propia, inclusive para continuar como espacio libre y auto-organizado, como principal actor que ya es del movimiento global de la altermundialización. Una cosa no impide la otra, al contrario, una cosa necesita de la otra, la una complementa a la otra: los eventos son el espacio privilegiado de la auto-organización  y la agenda consolida el proceso altermundista.

Esa es también la posición de Immanuel Wallerstein (2004), para lo cual “lo que determinará la capacidad del espacio abierto para servir al objetivo de transformar al mundo en un sentido más democrático e igualitario es la manera en la que FSM puede desarrollar mecanismos para conciliar un espacio abierto y una actividad política real y concreta (…). Personalmente creo que la clave para una solución está en promover y crear un espacio institucional para múltiples alianzas y actividades políticas en el FSM, sin hacer que ninguna de las actividades sea propia del FSM. El espacio abierto debería servir no sólo para el intercambio de puntos de vista y el análisis de los participantes, sino también para el intercambio concerniente a la efectividad de los resultados de los modos alternativos de acción política en el sistema-mundo”.

Lo que se debe evitar es el peligro de querer convertir al FSM en un “sujeto único”. Eso ya lo vimos cuando pensábamos que la clase obrera era considerada “sujeto único” de la historia de la transformación[10]. Convertir al FSM en sujeto colectivo de la revolución haría que perdiera su gran riqueza que es la diversidad. Muchos no se sentirían representados y desacreditarían al Foro. Debemos mantener la radicalidad de la diversidad, sin jerarquizar las luchas: la lucha anti-imperialista es tan radical como la lucha feminista, la homosexual o la lucha contra la dominación machista. El peligro de una agenda de luchas es la jerarquización, pero ese peligro no debe servir de coartada para la inmovilidad.

Ante este escenario, Roberto Sávio, presidente de la Agencia Inter Press Service (IPS) y miembro del Consejo Internacional, distingue tres corrientes en el interior del FSM. La primera, de los que dicen que el Foro les resulta muy simpático, pero “estamos tan ocupados en la lucha por los cambios que no podemos reunirnos todos los años”. La segunda, de los que sostienen que el Foro es un espacio abierto para que cada quien pueda organizarse de la manera que mejor le parezca: en el Foro no habría lugar para la acción política. Finalmente está la corriente de los que piensan que el Foro debe actualizarse introduciendo un espacio de trabajo propositivo, y que sea una referencia para todos. Según Immanuel Wallerstein (2004) habría un grupo más, el que “considera que el FSM debe intentar un diálogo con el Foro Económico Mundial (FEM) y con varias otras instituciones internacionales (FMI, Banco Mundial, OMC) sobre programas específicos que alivien, de alguna manera, el sufrimiento (del SIDA, por ejemplo), que mejoren las perspectivas del supuesto desarrollo sostenible y eliminen la pobreza”.

No está resultando fácil ubicarse dentro de estas tendencias tan diversas. Si continuamos con el criterio de sólo asumir una posición por consenso, es probable que el FSM continúe como está, profundizando más su metodología. Ciertamente, el FSM no será un actor político en el sentido partidario del término. Continuará siendo instrumento, medio, de la sociedad civil planetaria. Esta sí se constituye en el nuevo actor político, como defiende Francisco Whitaker. La sociedad organizada es la que cambiará al mundo, no el Foro. Dentro de esta perspectiva está claro que la metodología adquiere un papel determinante. La tesis de que el FSM es un facilitador de la sociedad civil está ganando cada vez más fuerza, pero no responde a aquellos que demandan más acción política.

Yo me pregunto si el dilema “ser espacio o ser actor político” no es un falso dilema que podría ser resuelto en la práctica. Ser actor, ser facilitador: ¿cuál es la diferencia fundamental? Dentro del FSM, los movimientos se organizan, hacen contactos, toman posiciones en red, etc. Esto no impide que, además de ellos, que frecuentan los Foros, muchos otros puedan beneficiarse del proceso del FSM. El FSM debe servir para una población mundial mucho más grande. Algunos temas, en los cuales tenemos consenso, deben convertirse en acciones locales de todos, aunque esos temas no sean los específicos de mi organización.

La decisión sobre el cambio estructural o sobre el nuevo formato del FSM debe ser tomada después de una amplia consulta y discusión. El formato debe crear articulaciones concretas entre los diferentes movimientos. Estamos discutiendo el formato del FSM desde el comienzo, porque es algo nuevo y “nuestras cabezas fueron formadas con los viejos paradigmas”, nos alertaba, en Caracas, Boaventura de Souza Santos. Es difícil entender al FSM, porque no es algo dado, sino algo en construcción. Políticamente, la gran novedad del FSM es que no existe un sujeto único del FSM: todos somos sujetos. Claro que existen diferentes concepciones del FSM. La novedad del FSM es que ofrece espacio para las multitudes. Tenemos que relativizar a los “grandes personajes” coyunturales; los grandes hombres se van, pero los movimientos quedan, continúan. Los políticos son muy impacientes, muy coyunturales. El FSM es más estructural, tiene un proyecto a largo plazo.

Detrás de la dificultad en el tratamiento de la cuestión está el viejo dilema del maniqueísmo entre izquierda y derecha, y la necesidad de jerarquizar las luchas, el dilema de saber cuáles serían las luchas más importantes, si la lucha antiimperialista sería o no más importante, como se propuso en Caracas. Esa es una visión que se opone a la forma original en que el FSM ha venido concibiendo, hasta ahora, su misión. La nueva cultura política del FSM “tiende a rechazar todas las tentativas de jerarquización (que atentan contra la igualdad) o de uniformización (que violan la diversidad) – tanto las que parten del capitalismo, como las viejas formas de lucha contra el mismo. No hay sujetos sociales ‘históricos’ más capaces que otros para liderar la transformación del mundo. No hay campañas que sean, a priori, más relevantes que las demás. No hay direcciones – ni partidarias, ni intelectuales – autorizadas para definir estas campañas en nuestro nombre, fuera de nuestros espacios de diálogo” (Martins, 2006, p. 3). La vieja tradición de la izquierda, paralizada en la tesis de la conquista del estado como precondición para la revolución, no logra ver que la revolución ya está en marcha en la sociedad, en las prácticas solidarias, en la defensa de los derechos humanos, en las alternativas económicas a la mercantilización de la sociedad, en las prácticas cotidianas en defensa de la vida, del buen vivir de las personas, y en la búsqueda de la felicidad en la convivencia social. La revolución está en curso en numerosas acciones orientadas por una lógica no capitalista, estén vinculadas o no al Foro Social Mundial.

Si el Foro superó de forma original el debate entre izquierda y derecha, sabrá también superar el dilema entre ser actor político o ser un facilitador político. Según Boaventura de Souza Santos: “está en curso la substitución de la monocultura de pensamiento de izquierda por una ecología de pensamientos, saberes y prácticas de izquierda. A mi entender, el mayor éxito del FSM reside en el modo en que ha consolidado y difundido esta nueva política de izquierda” [2005b]. Ser de izquierda o de derecha no implica más respeto a posiciones políticas en relación al papel del estado. Ser de izquierda ya no se refiere al control del estado por medio de una dictadura clasista del proletariado, pero sí, y mucho más, a la democracia, a los derechos humanos y, en consecuencia, al tema de la igualdad, como sostenía Norberto Bobbio.

El asunto es cómo construir más poder entre aquellos que no tienen poder para que todos tengan igualmente poder, para que no pierdan el poder que construyeron juntos, en comunión. La centralidad está en el ser humano y no en el estado. Nuestro poder es el “poder hacer”, como dice John Holloway. En este sentido, el FSM es, sin duda alguna, un “poder hacer”. Por eso debemos evitar, por el diálogo radical, cualquier manera de dividirnos. Los “dueños del poder” transnacional, por medio de las mañas y artimañas de sus medios de comunicación, nos quieren dividir, quieren enfrentarnos unos contra otros[11], fomentando disputas internas en el FSM, para dividirnos y destruirnos.

No podemos adoptar los métodos que la derecha quiere imponernos en la discusión del significado y del sentido de nuestro Foro. Quieren que discutamos nuestras posiciones en sus medios de comunicación para debilitarnos. Nuestras discusiones deben darse en nuestro territorio (Territorio Social Mundial), en los medios de comunicación que están de nuestro lado y no en sus terrenos, con las reglas de ellos, para vender los periódicos de ellos. Es más: nuestros debates no deben darse en el plano puramente académico, para saber quién tiene la idea más brillante, ni puramente en el interior del Consejo Internacional. El futuro del FSM le interesa a todos y a todas las que en él participan. No es un asunto restringido a “dirigentes”, especialmente porque en el FSM no existen dirigentes. Esta también es una gran novedad del FSM. En él se rompieron las barreras existentes entre académicos y activistas.

Las disputas deberían ser mucho más relacionadas con qué hacer, con cómo vamos a construir otro mundo posible desde ya, que con quién tiene la razón. La disputa tiene que ser resuelta en la práctica y no en el campo mediático e intelectual. Los manifiestos de intelectuales no tienen ningún peso en la historia si no están articulados con una fuerza política. El papel – y actualmente el espacio digital – aguanta cualquier cosa. En ellos se puede escribir de todo. El peligro de los “manifiestos” es el verticalismo.

[1] Una investigación hecha por el Ibase sobre los participantes del FSM 2005, en Porto Alegre (“Encuesta Foro Social Mundial 2005”– Resultados Preliminares – Ibase, Coordinación de Indicadores, marzo/2005), reveló que 80% de los participantes (155 mil) provenían de Brasil. La presencia de los jóvenes es evidente: 42% tiene entre 14 y 25 años. Esto también explica la escolaridad: 77%  tiene estudios superiores (completos o incompletos). Entre los participantes: 40% son estudiantes, 17% son funcionarios públicos, y 11% trabaja en alguna ONG. El que participa en un Foro termina regresando: 30% había participado en Foros anteriores,  y 15% ya había participado en Foros regionales.

[2] Según un informe  no secreto  de la CIA (2006), el mundo del futuro (2020) no tendrá polos de poder como en la actualidad, y la tecnología de la información tendrá un papel decisivo. No obstante, en todos los escenarios posibles, la CIA sostiene que los EUA deben continuar teniendo un papel decisivo, tanto por su superioridad militar, como por su liderazgo en el campo científico y tecnológico. En el escenario llamado “Mundo de Davos”, el más “optimista”, el mundo tendrá una globalización “exitosa” y “menos occidental”, con el triunfo de la democracia liberal. Por el otro lado está el “Escenario del Caos”, con el aumento del terrorismo, del anti-americanismo y de las fuerzas “antiglobalización”, que pueden generar una guerra generalizada. La estrategia de la CIA es luchar por elecciones “libres”, jugando a la división del mundo islámico. Queda claro que el informe de la CIA no considera entre sus posibles escenarios la presencia del Foro Social Mundial. Se refiere al crecimiento de las ONGs y de los movimientos sociales, pero juega a su fragmentación. No hace ninguna referencia al FSM.

[3]. Como afirma Cândido Grzybowski (2006, p. 35), “no se trata de buscar el mínimo denominador común, reductor y excluyente, sino de valorizar la diversidad de posibilidades, donde ninguna posibilidad pueda negar las otras ni sea sometida a cualquier otra”. Se trata de crear alianzas, bloques, coaliciones, articulaciones… por la radicalización del diálogo y por la “traducción” (Boaventura de Souza Santos) entre movimientos, ONGs e instituciones. El FSM todavía no ha logrado dejar claro en qué consiste la participación de partidos y gobiernos que convergen en una misma dirección de los objetivos del Foro. Sólo dejó claro que estos no participan como miembros de sus consejos y comités. Sólo pueden participar en las actividades del FSM miembros de gobiernos y de partidos, a título personal, cuando sean invitados por alguna organización o movimiento del cual forma parte.

[4] Sobre las propuestas del FSM 2005, véase el libro 100 propuestas en el Foro Social Mundial. El libro fue publicado en portugués, español, inglés y francés, gracias a una iniciativa de la “Alianza de Editores Independientes por otra mundialización”, una red de 23 editores, entre ellos la Editora Laboratorio Educativo (Caracas), Editora Jamana (Bamako), Éditions du Silence (Ga¬bón), Éditions Tarik (Marruecos), Éditions Tropiques (Camerún) e Editora Charles Léopol Mayer (París). El libro está inspirado en el proyecto “Memoria Viva” y en las diversas  propuestas elaboradas por los participantes de los 11 espacios  temáticos del “Territorio Social Mundial” del FSM 2005, realizado en Porto Alegre. Véase el sitio web www.eclm.fr y www.choike.org . Sobre las propuestas del FSM, véase también el sitio web www.memoria-viva.org/recherche .

[5] Como sostiene Pierre Lévy (1998,  p. 209), “el proyecto de la inteligencia colectiva no deja la felicidad para más tarde. Lejos de toda idea de sacrificio, incita cotidianamente, en cada situación particular, a aumentar los grados de libertad de los individuos y de los grupos, a administrar juegos ganadores-ganadores, a crear sinergia, transversalmente, entre conocimientos y cognoscentes. La inteligencia colectiva no tiene enemigos. No combate los poderes, los abandona. No busca ningún tipo de dominación, sino mil germinaciones. Tiende a dar vida a la mayor variedad de existentes”.

[6] Como dice uno de los organizadores del Foro Social Mundial policéntrico de Caracas, Edgardo Lander (2006, p. 16), “el Foro hizo mucho para superar las antiguas tradiciones del sectarismo, la intolerancia y las pugnas por el control que han caracterizado históricamente a tantas de las luchas de los pueblos del planeta, en las cuales la izquierda jugó un papel significativo”. El FSM no se presenta como un modelo único alternativo  ni como único actor contra el modelo dominante.

[7] Para José Maria Gómez (2005, p. 183), “la forma organizativa y operacional del modelo se muestra cada vez menos apropiada y eficaz para enfrentar y superar tanto las distorsiones y desequilibrios internos del proceso como las señales de impotencia política externa (…). No parece existir otra salida a no ser la de recurrir a la experimentación – con una alta dosis de invención e imaginación – y a un ejercicio constante de evaluación y de debate sobre el proceso mismo de constitución”.

[8] Después de Bamako y de Caracas, los Foros están teniendo una preocupación más grande por las acciones concretas. La convocatoria para el Foro Social Mundial 2007 de Nairobi pide sugerencias no sólo de temas, sino indicaciones de acciones, campañas y luchas: “la propuesta es organizar el 7º Foro en torno a esas acciones, campañas y luchas, aglutinando, en los diferentes espacios del Foro, las actividades vinculadas a esas acciones, campañas y luchas”.

[9] El Foro Mundial de Educación está construyendo su plataforma de luchas por el derecho a la educación, una “Plataforma Mundial de Educación”. Existen muchos documentos de los movimientos y ONGs que establecen sus agendas globales y plataformas de lucha. Entre otras, podemos destacar la Plataforma Global de los Ciudadanos, una red de movimientos y ONGs que tiene el propósito de fortalecer la participación de esos actores en el proceso de toma de decisiones en las esferas global, regional y local, y la Coordinación de Movimientos Sociales (CMS), creada en 2003, que también tiene su agenda de luchas.

[10] Como sostiene Boaventura de Souza Santos (2005, p. 174-189), muchos movimientos sociales de la actualidad ya no trabajan con la noción de “clase social”, y proponen el concepto de “grupos transclasistas”. Critican a los movimientos obreros tradicionales por no referirse a otras formas de opresión, sexual, étnica etc.

[11]  Una ilustración de este juego divisionista está en el artículo de Demétrio Magnoli, “El foro entre dos señores”, publicado en el periódico Folha de S. Paulo, el 27 de enero de 2006.

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Unasur cumple nueve años de creación

El 17 de abril de 2007 nació la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)

Venezuela/17 de Abril de 2016/ Últimas Noticias

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) conmemora este 17 de abril el noveno aniversario de su creación.

El Secretario General del Organismo, ex presidente, Ernesto Samper Pizano, recordó los tres principios de la Unión: paz, democracia y derechos humanos. “Unasur es la respuesta a la angustia, a la desigualdad, a una serie de preocupaciones regionales”, dijo durante un evento cultural el pasado viernes y que fue citado en una nota de prensa del organismo.

Para Samper, la Ciudadanía Suramericana, que se impulsa desde la “casa grande” de nuestros pueblos, es uno de los “proyectos más ambiciosos” en los que se está trabajando, y se pretende “hacer realidad”, prosigue la nota.

Sobre la Unasur

Según se describe en su página web, la Unasur es un organismo internacional, conformado por los doce países de la región suramericana: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y Venezuela.

El objetivo del grupo «es construir un espacio de integración en lo cultural, económico, social y político, respetando la realidad de cada nación».

Y el desafío es eliminar la desigualdad socio económica, alcanzar la inclusión social, aumentar la participación ciudadana, fortalecer la democracia y reducir las asimetrías existentes, considerando la soberanía e independencia de los Estados.

 Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/mundo/unasur-cumple-nueve-anos-de-creacion.aspx
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