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El Versailles chileno

Por: Ernesto Garratt.

Leo los titulares de matutinos chilenos con la noticia de que a excancilleres les preocupa la imagen país después de la cancelación del Apec, donde se anticipaba acabar la guerra comercial entre EEUU y China, y la Cop25, con Chile liderando la lucha ambiental.

A esta élite política parece preocuparle un espejismo fabricado solo para el exterior y lejos de la realidad. Este no es un oasis en Latinoamérica, solo hablamos de un excelente slogan publicitario que se está cayendo a pedazos frente a nuestros ojos desde hace 14 días: desde que comenzó el feroz estallido social de un país OCDE, en vías de desarrollo y con cifras envidiables para cualquier vecino de la región: casi 25 mil dólares per cápita, crecimiento constante en las últimas décadas y una postal que ha sido imán para inmigrantes con tal alcanzar el sueño chileno.

Pero no hay tal sueño chileno. There is no Chilean dream. ¿Lo entienden o lo digo en ruso? Esto es y ha sido más una pesadilla para una gran mayoría desde que los Chicago Boys* instauraron a la fuerza en los años 70 su feroz modelo de capitalismo salvaje y privatizaron nuestros derechos. Un estado de las cosas que la democracia solo siguió aplicando con escasísimas correcciones hacia las necesidades sociales.

Mi origen es de la pobreza extrema. Mi madre, una madre anciana, fue soltera. No se casó, ergo, soy huacho, no tengo padre. Hace unos años, el actual ministro de Justicia defendía a brazo partido la legislación que me dejaba a mí y a todos los hijos ilegítimos sin los mismos derechos que un hijo nacido dentro del matrimonio. Esos mismos ministros que ahora son parte de un gobierno que dice que ha escuchado el mensaje de las manifestaciones, defendían públicamente y sin vergüenza la desigualdad.

Con mi madre enferma vivimos 20 años de allegados, es decir, de casa en casa, de techo en techo. ¡20 años sin casa propia! Repito: mi origen es de la pobreza extrema y tuve que endeudarme con el llamado crédito fiscal de mi tiempo para pagar mi educación universitaria en una institución pública como la de la Universidad Chile.

El multimillonario Sebastián Piñera pudo estudiar gratis en la universidad en el Chile de su tiempo. En el país que destruyó el golpe de Pinochet en 1973 y en el país que gente como su hermano José Piñera (inventor de las cuestionadas Administradoras de Fondos de Pensiones) ayudó a levantar para la conveniencia de los grupos económicos mas no de la población, yo terminé de pagar mi educación recién a los 43 años. Estoy endeudado para pagar un departamento y acabo de pagar con mucho esfuerzo, como todos los chilenos, las contribuciones de este año. Persigo mis deudas para aniquilaras con ansiedad, mientras que Sebastián Piñera no ha dado ni una disculpa pública por adeudar 30 años de contribuciones tributarias. ¡30 años!

Para qué hablo de mi pensión. No pienso en ella porque soy realista. Como están las cosas, no hay futuro en Chile para los viejos: la tasa de suicidios más alta se encuentra en el rango de los adultos mayores. Con un promedio de 256 mil pesos (US$ 344) mensuales de jubilaciones, no se puede vivir, solo morir lentamente.

Este cruel modelo le da privilegios casi monárquicos solo al 1% de la población, un grupo demillonarios y de súper millonarios (once de ellos en la lista Forbes) que se convirtió en dueño de casi el 30% de nuestra riqueza. El resto, la gran mayoría, vive con sueldos míseros del tercer mundo con un costo de vida europeo. Por eso bastaron solo 30 pesos en el alza, una nueva alza del metro de Santiago, para trizar y romper el hechizo.

Chile despertó. Abrió los ojos enojado, hastiado de aguantar la corrupción de esta élite política, económica y militar: colusiones de privados, leyes dictadas desde las gerencias de las empresas, miles de millones de pesos en fraudes en el ejército y carabineros. Súmele décadas de maltrato, desactivación del tejido social y la construcción de un ethos individualista, explican el gran descontento, la rabia y la explosión de violencia.

¿Y cuál fue la respuesta de Piñera? Comer pizza en un restaurante pituco mientras Santiago ardía. Y luego, desesperado, sacar a los militares a las calles y hacer el mejor cosplay de la dictadura jamás organizada por un presidente en democracia. Las cifras de abusos de derechos humanos suben día a día y la brutal represión de carabineros cuenta estadísticas que incluyen ¡abusos sexuales! y que además consideran más de 100 personas con daños oculares producto del baleo de la policía. Inexplicable me resulta que usaran de blanco e hirieran con siete balines en su cuerpo a un observador del INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos).

No justifico los saqueos ni la destrucción de bienes públicos como el metro. Son actos de barbarie condenables. Solo trato de explicar la brutal violencia expresada en un escenario apocalíptico en el que estamos y donde la élite dice haber escuchado el mensaje que la ejemplar y pacífica marcha de un millón doscientas mil personas envió desde la calle: “no más abusos”, “no más privilegios”.

Ya hubo grandes protestas sociales estudiantiles en 2006 y 2011. El mensaje se está enviando desde hace rato. Pero este pequeño Versailles que nos gobierna y rige desde todos los pilares de la vida, este Versailles que dice que nos está escuchando, sigue sin escuchar. Para aplacar tres décadas de abusos no basta un discreto perdón presidencial, ni migajas económicas ni menos disfrutar una pizza sentado en la cumbre y con el infierno social ardiendo bajo sus pies. Mucho menos ayuda un cambio de gabinete improvisado: ¡El ministro del Interior entrante se eligió a último momento y durante la transmisión televisada!.

A los excancilleres y miembros de la élite les propongo esta otra imagen en vez de la imagen país. ¿Listos? Enfóquense en esto: Una anciana enferma y que trabajó toda su vida y que luego solo obtuvo una jubilación miserable, agonizando en el servicio de atención pública. Esta viejita es mi madre. Ella, detrás de su máscara de oxígeno, está llorando porque sabe que se va a morir y me va dejar solo en este Chile cruento y espartano que pertenece al 1%. No puede decírmelo con su voz. Apenas puede respirar. Me lo escribe temblorosa en un cuaderno verde con su último aliento.

“Cuídate hijito que nadie más te va a cuidar aquí”.

Eso pasó hace 20 años, yo era pobre y a pesar del paso del tiempo, constato tristemente que nada ha cambiado. Nada.

Fuente del artículo: https://cnnespanol.cnn.com/2019/11/01/el-versailles-chileno-opinion-garratt/

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Una revolución mundial en marcha

Por: Amy Goodman y Denis Moynihan.

Puerto Rico, Hong Kong, Ecuador, Haití, Líbano, Irak y ahora, Chile. En todo el mundo, la gente se está alzando contra las políticas de austeridad y la corrupción, desafiando a las fuerzas policiales enviadas para reprimirlos. Muchos de estos movimientos de masas comparten una crítica feroz hacia el capitalismo. En Santiago de Chile, más de un millón de personas inundaron las calles el fin de semana pasado y las protestas masivas continúan. Allí, la brutal dictadura de Pinochet que tuvo lugar entre 1973 y 1990, durante la cual miles de activistas y líderes progresistas fueron torturados, desaparecidos y asesinados, fue seguida por décadas de políticas neoliberales, con privatizaciones desenfrenadas, acoso a sindicatos, salarios estancados y mayores costos de educación, salud, transporte y otros servicios. Chile, uno de los países más ricos de América del Sur, también es uno de los que tiene mayor desigualdad. Al menos 20 personas han sido asesinadas durante las recientes protestas allí, lo que enfureció e incentivó aún más a las multitudes.Estas protestas globales están también sucediendo en momentos en que el mundo atraviesa un punto de inflexión en su historia, con tan solo una década de tiempo para que la humanidad pase de una economía apoyada en los combustibles fósiles a una impulsada por energía renovable. El miércoles, el multimillonario y asediado presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció abruptamente que su gobierno había decidido cancelar la realización en Chile de dos grandes cumbres internacionales: el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (conocido como APEC ) a mediados de noviembre y la cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas, la 25ª “Conferencia de las Partes”, o COP25, en las primeras dos semanas de diciembre.

La presidenta designada de la COP 25, la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, declaró: “Los ciudadanos han expresado de manera contundente sus legítimas demandas sociales que requieren toda la atención y el esfuerzo del gobierno”.

La cancelación de la COP por parte de Chile podría ser un golpe para la acción global contra el cambio climático. Pero los activistas en defensa del clima deberían juntar coraje: este renovado espíritu de rebelión en todo el mundo implica un rechazo del status quo y podría presagiar que la movilización de base para evitar un cambio climático irreversible y catastrófico se acelere.

No mucho después de la cancelación de la COP de Chile, la Red de Acción por el Clima expresó en un comunicado: “La injusticia social y la crisis climática tienen una raíz común. La justicia climática y la solidaridad tienen que ver fundamentalmente con la protección de los derechos humanos y una mejor calidad de vida para todos”.

La crisis climática nos afecta a todos; en primer lugar, y con más fuerza, a los pobres del mundo. El multitudinario levantamiento en Puerto Rico que condujo a la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló fue la culminación de décadas de frustración con el estatus colonial de Puerto Rico y la contemporánea explotación por parte de los fondos buitres de Wall Street. Pero el descontento se vio alimentado por la impactante devastación causada por los huracanes Irma y María hace dos años, que tuvieron lugar uno atrás del otro.

Pocos días después de la renuncia de Rosselló, Manuel Natal, miembro de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, manifestó en una entrevista para Democracy Now!: “Las políticas de austeridad implementadas no solo por la Junta de Supervisión Fiscal, sino también por el actual gobierno de Roselló y el pasado gobierno de García Padilla, han dejado al pueblo de Puerto Rico en una situación de vulnerabilidad. La desigualdad social ha aumentado a niveles que nunca se habían visto aquí en Puerto Rico”. Natal prosiguió: “Necesitamos más democracia, no menos democracia. Estamos al borde de una revolución política aquí en Puerto Rico”. El derrocamiento de Rosselló constituye la primera vez en la historia de Estados Unidos que un gobernador se vio forzado a renunciar a su cargo a causa de una protesta popular.

Los pueblos indígenas también están liderando el camino, a menudo en la primera línea de la lucha, confrontando al modelo extractivista con una resistencia pacífica y disciplinada. En Colombia, cientos de líderes sociales indígenas y campesinos han sido asesinados en los últimos años, simplemente por defender la justicia y la protección del medio ambiente.

El acuerdo climático de París señala específicamente la importancia de la justicia climática y se compromete a trabajar “en el contexto del desarrollo sostenible y los esfuerzos para erradicar la pobreza”. Uno de los conflictos duraderos que ha obstaculizado las negociaciones internacionales sobre el clima ha sido la negativa de las naciones ricas, principalmente Estados Unidos, para aceptar la simple premisa de que “los contaminadores deben pagar”. Estados Unidos es la nación más rica de la historia humana, en parte, porque al utilizar energía barata y sucia ha dejado una estela de contaminación en su camino hacia la cima: centrales eléctricas de carbón, locomotoras diesel y ahora, el gas de extracción por el método de fracturación hidráulica, mal llamado “de combustión limpia”.

Se suponía que el Fondo Verde para el Clima iba a recaudar miles de millones de dólares para financiar proyectos de energía renovable en los países más pobres. La semana pasada, la conferencia de donantes del fondo no alcanzó su objetivo, principalmente porque el gobierno de Trump incumplió el compromiso de Estados Unidos de aportar 2.000 millones de dólares al fondo. Australia y Rusia siguieron el ejemplo y se negaron a contribuir.

Un nuevo estudio de Climate Central, una organización científica y de noticias, indica que las inundaciones costeras inducidas por el cambio climático probablemente serán mucho peores de lo previsto, lo que obligará a entre 200 y 600 millones de personas, ricas y pobres, a abandonar sus hogares más adelante en este siglo. Ahora mismo hay numerosos incendios forestales provocados por el cambio climático en California, donde cientos de miles de personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares y al menos un millón de personas permanecen sin electricidad.

Como los incendios forestales, los levantamientos populares contra los líderes corruptos autocráticos, las políticas de austeridad y la desigualdad también se están extendiendo e intensificando. Los pueblos también está inundando las calles a lo largo y ancho del mundo, vinculando los movimientos contra la desigualdad con la lucha por un mundo justo y sostenible, alimentado por energías renovables.


Fuente de artículo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262033&titular=una-revoluci%F3n-mundial-en-marcha-

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Zizek y el estallido social: sacarse los lentes de la ideología

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“En China”, escribe Slavoj Zizek en su libroMenos que nada, “si realmente odias a alguien, la maldición que le lanzas es: «¡Ojalá vivas en tiempos interesantes!». Porque la bendición, explica el esloveno, consistiría en vivir en una época aburrida, donde cada uno pudiera dedicarse sin interrupciones ni sobresaltos a su vida íntima y familiar, que es la que da satisfacciones. Alguien, al parecer —¿Nicolás Maduro? ¿el fantasma de Fidel? ¿Los alienígenas?— nos escupió a los chilenos este mal de ojo chino, y hace días que vivimos en tiempos quizá demasiado interesantes.

Aunque se repitió muchas veces que el estallido social chileno nadie lo vio venir, el popular Zizek, rascándose la nariz en sus videos de YouTube, lo venía describiendo hace tiempo como un fenómeno inminente en el capitalismo democrático global. Ya hace diez años, en su libro Sobre la violencia, a propósito de los intensos disturbios y protestas en los suburbios de París el 2005, se preguntaba: “¿En qué tipo de mundo habitamos, que puede vanagloriarse de tener una sociedad de la elección, pero donde la única opción disponible para el consenso democrático forzado es un acto ciego y desesperado?”.

En la capital francesa, tal como sucedió en Santiago con la quema de estaciones del metro, los manifestantes destruyeron su propio entorno. “¿Para qué sirve nuestra celebrada libertad de elección cuando la única opción está entre aceptar las prohibiciones y una violencia (auto)destructiva? (…) Los coches incendiados y las escuelas atacadas no fueron las de los barrios ricos, sino que eran parte de las conquistas duramente adquiridas por los estratos sociales de los que provenían los manifestantes”.

La explicación que entrega Zizek es que esta violencia subjetiva, que tiene rostro, forma y destrucción material, es una respuesta, evidentemente no deseada, a la violencia objetiva del sistema, permanente y silenciosa, que carece de autoría pero que es sufrida incluso sin mucha conciencia por las capas populares y medias de la sociedad.

“¿Los manifestantes son violentos?”, reflexionaba en un artículo para The Guardian después de las manifestaciones de Occupy Wall Street el 2011, también espontáneas y sin liderazgo político. “Es cierto que su lenguaje puede parecer violento, pero son violentos sólo en el sentido en que Mahatma Gandhi era violento. Son violentos porque quieren poner fin a la situación actual, pero ¿qué es esta violencia en comparación con la violencia necesaria para mantener el buen funcionamiento del sistema capitalista mundial?”.

“[Los protestantes] son desestimados como soñadores”, continúa, “pero los verdaderos soñadores son aquellos que piensan que las cosas pueden continuar indefinidamente como están, sólo con algunos cambios superficiales. No son soñadores; son el despertar de un sueño que se está convirtiendo en una pesadilla. No están destruyendo nada, sino reaccionando a cómo el sistema se está destruyendo gradualmente a sí mismo. Todos conocemos la escena clásica de los dibujos animados: el gato llega a un precipicio pero sigue caminando; comienza a caer sólo cuando mira hacia abajo y nota el abismo. Los manifestantes sólo están recordando a los que están en el poder que miren hacia abajo”.

Mirar hacia abajo, en ese sentido, también podría ser como quitarse los lentes de la ideología, un concepto que cruza toda la obra de Zizek. Según él, todos y todo el tiempo llevamos anteojos que nos impiden ver el mundo tal como es y que, en cambio, nos lo muestran a través de la lente de la ideología. La mayoría de la gente, por supuesto, no lo cree así y se resistirá con fuerza a ello. El truco es tratar de quitarse los lentes, o al menos saber cómo ellos cambian tu perspectiva.

¿Puede ser que la ciudadanía chilena, en estos siete días, haya al fin podido sacarse los lentes de la ideología y ver la realidad en su verdadera expresión? “Salir de la ideología duele, debes esforzarte mucho para hacerlo”, dice en un conocido extracto de su documental Guía perversa para la ideología. “La ideología no solo es impuesta sino que además la disfrutamos. Solo siguiendo tu espontáneo sentido del bienestar, nunca serás libre. Para serlo, tienes que ser forzado”.

Eso sí, hay que tener cuidado, advierte Zizek, en lo que significa realmente la libertad bajo el capitalismo global. En uno de sus libros más recientes, El coraje de la desesperanza, el esloveno enumera una multitud de ejemplos represivos que aparecen disfrazados de lo opuesto: “cuando se nos priva de asistencia sanitaria universal se nos dice que eso supone una libertad de elegir quién nos proporciona ese servicio; cuando ya no podemos confiar en tener un empleo a largo plazo y nos vemos obligados a buscar un trabajo precario cada dos o tres años, se nos dice que se nos brinda la oportunidad de reinventarnos y descubrir nuevos potenciales creativos; cuando tenemos que pagar por la educación de nuestros hijos, se nos dice que nos hemos convertido en «emprendedores del yo». (…) Bombardeados constantemente por «elecciones libres» impuestas, obligados a tomar decisiones para las que ni siquiera estamos debidamente cualificados, cada vez más experimentamos nuestra libertad como lo que es en realidad: una carga que nos priva de una auténtica posibilidad de cambio”.

Pero ahora en Chile, a pesar de las veinte muertes y gracias al desorientado fervor de las marchas, el ánimo generalizado es que nos podemos librar de ese peso, que podemos provocar, al fin, esa “auténtica posibilidad de cambio”. ¿Cómo hace entonces la protesta chilena, que estalló sin planificación ni propuestas, para materializar políticamente esa modificación sustancial de nuestro pacto social?

“Lo que hay que resistir en esta fase es precisamente un traslado rápido de la energía de la protesta en un conjunto de demandas pragmáticas concretas”, sugiere Zizek en su columna en The Guardian, respondiéndole a los que exigen siempre un petitorio como quien pide una lista de supermercado.

“Sí, las protestas crearon un vacío, un vacío en el campo de la ideología hegemónica, y se necesita tiempo para llenar este vacío de una manera adecuada, ya que es un vacío significativo, una apertura para lo verdaderamente nuevo”, dice.

Y concluye: “lo que siempre hay que tener en cuenta es que cualquier debate aquí y ahora sigue siendo necesariamente un debate sobre el terreno del adversario; se necesita tiempo para desplegar el nuevo contenido. Todo lo que decimos ahora puede sernos arrebatado; todo menos nuestro silencio. Este silencio es nuestro ‘terror’, inquietante y amenazador como debe ser”.

Fuente de articulo: https://paniko.cl/zizek-estallido-social-ideologia/

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¡Chao Piñera!

América del Sur/Chile/Autor(a):  Manuel Cabieses Donoso/Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Manuel Cabieses Donoso

 El gobierno del presidente Sebastián Piñera está acabado. La calle revocó su mandato y exige su renuncia. En adelante la función de este gobierno se reduciría al gotario de concesiones que intentan calmar la indignación popular.

En el ofertón hacen fila los aumentos de salarios y pensiones, la reducción de los ingresos de parlamentarios, ministros y altos funcionarios públicos, la rebaja de precios de las medicinas, la congelación de las tarifas de electricidad, agua y peaje de las autopistas, y un rosario de otros parches curita para atacar el tumor maligno del modelo neoliberal.

La oligarquía, temerosa de perder sus privilegios, no quiere verse arrastrada por el descalabro del gobierno.

Alfonso Swett, presidente de la poderosa Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) que gobierna Chile desde 1973, ya levantó bandera blanca para pedir una tregua.

Y a nombre del comité ejecutivo de la CPC dijo: ‘Tenemos que agrandar nuestros corazones con generosidad. Sabemos que tenemos que agrandar nuestras manos y meternos las manos al bolsillo y que duela…’.

Añadió que los empresarios llevarán a cabo diálogos con sus trabajadores para atender sus demandas tanto en materia de salarios como del endeudamiento de sus familias.

Cabe señalar que el endeudamiento es uno de los problemas más graves que afectan a los chilenos. Compromete el 73,3 por ciento del ingreso familiar. Los morosos superan los cuatro y medio millones. Una moratoria general y condonar las deudas usurarias con la banca será, sin duda, la prioridad de un próximo gobierno.

Si el presidente Piñera, representante de una derecha liberal crítica del terrorismo de Estado, quisiera aliviar la crisis que vive el país y facilitar el tránsito pacífico a una democracia con justicia social, debería abdicar. Su renuncia es una de las demandas principales que hace el pueblo junto con la Asamblea Constituyente.

Un gobierno provisorio podría de inmediato llamar a plebiscito para convocar a una Asamblea Constituyente, elegida por los ciudadanos, que elabore la Constitución democrática. La jugarreta en curso para dejar en manos del Congreso el poder constituyente, es una astracanada que el país no soportará.

Sin embargo, no todo es coser y cantar. El modelo moribundo aún tiene recursos para tratar de desmoralizar y frustrar la protesta. Una de sus mañas es dar largas al conflicto y llevarlo al agotamiento. El cambio de gabinete y la batería de concesiones obedecen a esta estrategia.

Otra maniobra en desarrollo es la guerra sicológica para crear miedo en vastos sectores ante los incendios y saqueos de bandas criminales que actúan con beneplácito policial.

Se busca aislar al núcleo fundamental del movimiento: trabajadores, jubilados y clases medias.

Casi cuatro millones de obreros constituyen la población activa (42 por ciento) que junto con las clases medias, funcionarios públicos y servidumbre doméstica, alcanzan una mayoría de casi el 70 por ciento.

Pero si esa enorme fuerza no permanece unida y no se dota de una dirección respetada, el funeral del neoliberalismo puede prolongarse. La lucha debe entenderse hoy como el enfrentamiento de todos contra el uno por ciento que ha saqueado el país durante 30 años.

La estrategia del cambio requiere gran amplitud y cohesión social.

Tenemos por delante una enorme tarea de construcción de fuerza social y política. El espacio de la cultura y las artes juega un rol vital en este reencuentro con la democracia.

Requerimos una revolución cultural para construir una sociedad distinta que respete los valores esenciales de la democracia perdida en 1973 y que sea capaz de dimensionarla a la nueva época de la humanidad.

La ejemplar y maravillosa reacción del pueblo contra los abusos y corrupción del sistema, exige soluciones de calado mayor. Nunca hemos estado tan cerca del cambio que nos permita alcanzar la democracia, igualdad y justicia por tanto tiempo postergadas..

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=317087&SEO=chao-pinera
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Generaciones detrás de un movimiento social

Por: Francisco Ramírez Valera

Mediados de octubre del 2019, un joven estudiante salta raudamente el torniquete de cobro del Metro de Santiago. Voltea a ver atrás y anima a sus compañeros a seguirle, a saltar las barreras y evadir el pago de la empresa de transporte estatal. El acto no es menor, ante la mayor alza en el costo de transporte de los últimos años, impuesto por el gobierno, que hizo fue reventar una olla de presión social que se sentía en ebullición.

 

Si bien los primeros análisis superficiales, indicaban que el alza de los precios no afectaba el valor del pasaje escolares, por lo que no existía razón de que estuvieran evadiendo, calificándolo como un hecho vandálico. Se desestimó y se hizo caso omiso cuando los mismos jóvenes estudiantes decían que esto era también por sus padres, que si tenían que pagar el alza y que por ello, se acortaba significativamente el ingreso familiar. Es que el costo de transporte para una persona puede significar a lo menos el 12% del ingreso del sueldo mínimo, sin contar el resto de su núcleo familiar. Por ende, la primera respuesta desde el gobierno fue la desmovilizar a los estudiantes y llenar de fuerzas especiales de carabineros las estaciones de metro.

 

La escalada de violencia se da en un contexto de tensión entre ambas partes, derivando por un lado a manifestaciones que pasan de la violencia del enfrentamiento con la policía, al vandalismo y a los hechos delictuales; no podemos obviar ciegamente la derivación paralela de los saqueos e incendios de las estaciones de metro, así como de cadenas transnacionales de supermercados y otros negocios. Por otro lado, la violencia de carabineros, el uso excesivo de la fuerza y la derivación de ello en la declaración del estado de excepción y emergencia, la militarización de las calles y el toque de queda.

 

El movimiento iniciado desde el seno estudiantil, cobró de esa manera también una fuerza inusitada, convocado a gran parte de la población de manera transversal; los que se fueron sumando desde sus diferentes ámbitos a las distintas maneras que surgían de hacer protesta; desde los cacerolazos, sumarse a una marcha, a una plaza. Donde también resurgen espacios comunitarios, como es la asociación de vecinos para la defensa de espacios territoriales y comunas.

 

La historia del siglo XX, y en lo que hemos avanzado del XXI, hemos visto como la sucesión de diferentes generaciones que irrumpen en la escena pública para ser protagonistas de la reforma, la revolución, la guerra, la paz, el rock, el amor, las drogas, la globalización o la antiglobalización. Es de esa manera que hoy estamos ante el despertar de una nueva generación, desde aquella clasificada y estigmatizada bajo parámetros macro globales, económicos y de marketing, hacia una generación identificada dentro los nuevos movimientos sociales. Y es que las generaciones no son un rango de edad, son contextos históricos que se viven, aunque nos venden modelos de generación, de cómo debe de entenderse a los jóvenes, y como ellos mismos entienden que deben de explicarse, todo ello muy alejado de esta nueva generación.

 

Para entender la mirada de generación, debemos tener en consideración que estas no se limitan a los cortes temporales y/o edades de sus actores, sino a procesos históricos marcados, si bien dentro de espacios temporales, estos confluyen en los mismos elementos dialécticos, que no siempre son limitados a un cambio de año y/o década. El limitarla a procesos temporales, será un ejercicio academicista, pero no una ley categórica. Y tampoco podemos hablar unívocamente de una sola generación, si no que de generaciones, más bien como menciona Beck (2008) de varias constelaciones generacionales transnacionales; donde las características de cada una de las regiones y territorios tomaran elementos diferenciadores, como es el caso de América Latina. Y en nuestro caso la crisis sociopolítica que atraviesa Chile.

 

Sin caer en los mismos errores y encasillamientos de lo generacional, lo que se pretende brindar son algunas reflexiones que permitan dar una mirada crítica y constructiva a raíz de algunas características que podrían tener grupos generacionales dentro del presente movimiento social, desde lo que se intentara denominar de una generación post-virtual.

 

Generaciones que han estado marcadas por las críticas de estar pegadas a las pantallas y a lo virtual, hoy demuestran estar más allá de esos espacios virtuales. Que ocupan efectivamente sus redes sociales virtuales, para informarse, comunicarse y coordinarse, en este caso para las acciones colectivas que caracterizan este movimiento. Es que las redes globales en esta oportunidad la generación presente, las vuelca a sus propias necesidades y reivindicaciones locales. Una generación que postea en lo virtual, pero para y desde lo real.

 

Post virtual, también porque podemos hacer desde ahí alusión como toda acción o evento, la generación lo “postea” en sus redes sociales virtuales, a la vez que comparten imágenes y “memes” que evocan a la movilización. Vale la pena el detenerse en el doble rol del meme que postean, porque también en muchos casos son funcionales a la creatividad para carteles y pancartas dentro de las movilizaciones de la propia protesta.

 

En esta generación la información fluye rápidamente, dándose a la vez una inmediatez de su reproducción, así como de la acción de respuesta a esa información. Por lo que no solamente accede a una diversidad de información, sino que da la posibilidad de procesos de socialización en red múltiples, acorde a la sobreinformación que se posee. Cuentan con una socialización virtual horizontal que permite un enfrentamiento en condición de igual con la autoridad, lo que también es un elemento gatillante para la pérdida del miedo colectivo histórico que se tenía como sociedad a la aparición de las fuerzas armadas en las calles o los toques de queda impuesto, por lo que ello significó en la historia del país. La pérdida de los temores se da en un sentido de romper con los autoritarismos impuestos y construir nuevas y diversas formas de comunicación.

 

Estos procesos hacen que también la generación que vivimos, sea construida en base no a las relaciones intergeneracionales, sino a la sumatoria de miradas desde diferentes grupos etarios. Es así que esta generación ha ido sumando fuerzas de diversos ámbitos, bajo una transversalidad de necesidades reales, desde múltiples sectores, por lo que a la demanda del transporte, se fue sumando demandas de los pensionados, del área de la educación, de los trabajadores de la salud, entre otros. Demandas que cohesionan a una generación en torno a las transformaciones estructurales de fondo, que no aceptan respuestas que se enmarquen solamente en medidas económicas paliativas. Una sola generación que representa diversos actores de la sociedad, más allá de banderas políticas o de un solo movimiento, una generación que si bien puede ser incierta en su desenvolvimiento futuro, hoy a perdido el miedo, construyendo propuestas colectivas que deben de ser escuchadas. Una generación post-virtual que hoy está cada vez más presente en los escenarios reales de un Chile que va despertando.

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/202997

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Chile: Estudiantes y maestros latinoamericanos exigen frenar “acciones represivas” de Piñera

América del Sur/Chile/proceso.com.mx

Profesores y estudiantes latinoamericanos unidos en solidaridad con el pueblo chileno se pronunciaron contra “las acciones represivas” efectuadas por el gobierno de Sebastián Piñera Echenique y exigieron poner fin al estado de emergencia declarado en el país sudamericano.

“Desde hace más de una semana el pueblo chileno –y latinoamericano– ha sido reprimido violentamente. Hoy, los medios de comunicación nacionales dominantes han criminalizado al movimiento social chileno por manifestarse pacíficamente, haciéndolo responsable de acciones violentas”, subrayaron en una carta firmada por más de 700 personas.
De igual manera, responsabilizaron a Piñera, así como al ministro Andrés Chadwick y al general Javier Iturriaga, de militarizar el territorio, declarar estado de emergencia y decretar toques de queda cada vez más amplios, incurriendo así “en la irresponsabilidad de declarar que el pueblo chileno ‘está en guerra’”.
Eso, denunciaron, ha provocado graves violaciones a los derechos humanos y pérdidas de vidas bajo la lógica de la denominada “doctrina del shock” impuesta por medio de las Fuerzas Armadas y de orden chilena.

Además, acusaron de “oportunista” al presidente chileno, luego de que trató de apropiarse del descontento social expresado en la multitudinaria y pacifica movilización que se realizó el pasado viernes 25 en todo el país, denominada #LaMarchaMásGrandeDeChile, y llamó a los manifestantes a regresar a la normalidad.

“¿Cómo podría un país volver a la normalidad si el sector político del Sr. Piñera acaba de votar en contra de la apertura de investigaciones por violación de los derechos humanos que se hayan ejercido durante los días de movilización social?”, expresaron los firmantes, y recordaron que el mandatario condicionó el fin del estado de emergencia y solicitó la renuncia de su gabinete.

En este contexto, indicaron, “redoblamos nuestra solidaridad con las demandas del pueblo chileno, las cuales compartimos profundamente, y repudiamos de manera enfática y contundente el actuar del gobierno de Sebastián Piñera, quien ha ejecutado prácticas claramente autoritarias y antidemocráticas”.

Por ello, exhortaron de manera urgente al gobierno chileno a finalizar de inmediato el Estado de emergencia, sin interponer condiciones, y declarar públicamente que Chile no está en guerra, así como a la desmilitarización absoluta del territorio chileno. “Los militares deben regresar a sus cuarteles inmediatamente, en todo el territorio nacional, sin excepciones”, puntualizaron.

También demandaron poner fin a la criminalización de la protesta y del movimiento social chileno; la aplicación de las sanciones correspondientes, acorde con la cadena de mando y por medio de la justicia civil, a todos los miembros de las fuerzas militares y de orden que hayan incurrido en cualquier tipo de acto represivo y/o violatorio de Derechos Humanos, así como investigar y sancionar, por medio de la justicia civil, todo acto de violencia de género y violencia sexual contra las mujeres.

De igual manera, convocar con urgencia a una instancia de diálogo efectiva, incluyente, vinculante, transversal, pública y transparente, para atender las demandas sociales que se han postergado durante años y que hoy exige el pueblo de Chile, y otorgar libertad inmediata a todas las personas detenidas durante las manifestaciones y toques de queda.

Finalmente, pidieron la presentación física y con vida de las personas que han sido secuestradas y desaparecidas, porque hasta ahora hay un número importante de personas de las que se desconoce su paradero.

Entre los estudiantes, profesoras y profesores latinoamericanos que reiteraron su apoyo y solidaridad al pueblo chileno, los hay de Argentina, México, Colombia, Brasil, Estados Unidos, Canadá, España, Ecuador, Nicaragua y Bolivia.

Fuente: https://www.proceso.com.mx/604966/estudiantes-y-maestros-latinoamericanos-exigen-frenar-acciones-represivas-de-pinera

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Argentina: La formación de los docentes, bajo la lupa En el país se crean más de 25 profesorados por año y muy pocos son de ciencias duras o idiomas

Pese a que el Gobierno se había planteado reducir y ordenar esa oferta educativa, los institutos siguieron creciendo.

América del Sur/Chile/clarin.com/

Mil quinientos veintiocho. Esa es la cantidad de institutos en los que se forman hoy los docentes en la Argentina. Lejos de reducirse este número, como había planteado el actual gobierno cuando asumió en 2016 -como una forma de reordenar esta oferta para que esté menos fragmentada y más concentrada en las instituciones con mejores resultados-, los profesorados siguieron creciendo.

Y lo hacen a un ritmo de poco más de 25 nuevos institutos de formación cada 365 días. Hoy la Argentina tiene muchos más profesorados por habitantes que otros países de la región. Y no es sólo cuestión de cantidad: son muy pocos los que se especializan en áreas prioritarias como ciencias duras o idiomas.

CANTIDAD DE TÍTULOS DE FORMACIÓN DOCENTE


NÚMERO DE PROFESORADOS CADA MILLÓN DE HABITANTES.


Fuente: OBSERVATORIO ARGENTINO POR LA EDUCACIÓN Infografía: Clarín

Los números indican que la cantidad de institutos de formación docente aumentó 17,7% entre 2009 y 2018: pasó de 1.298 a los actuales 1.528. En el país hay 34 profesorados por cada millón de habitantes: un promedio muy superior al de Chile (4), México (4), Colombia (2,3) y Francia (0,5). La mayor parte de la oferta (62,4%) es estatal. Los datos surgen de un nuevo estudio del Observatorio Argentinos por la Educación.

Maestros preparados y motivados, la clave para mejorar los resultados en el aula

La funcionaria explicó que la ley de Educación establece que la formación docente tiene que garantizar cuatro funciones: formación inicial (futuros docentes), formación continua (en ejercicio), dar apoyo a las escuelas e investigación. “La mayoría de los institutos se dedican a lo primero y sin planificación, cuando todo es importante para la calidad de la educación”, dice Veleda.

Mariano Palamidessi, doctor en Educación y profesor en las universidades Di Tella y San Andrés, explicó a esta diario que el principal inconveniente que tiene el sistema a nivel nacional es que los institutos están bajo control provincial. Son los distritos quienes tienen la capacidad de financiar o no a los profesorados, y los que pagan los costos políticos cada vez que toma una decisión.

“El sistema se expande, pero no por una planificación sino por otra lógica, como la necesidad de algunos legisladores o intendentes de crear carreras para los jóvenes de esas localidades”, dijo. Así, el sistema de formación docente responde a una demanda social y no de planeamiento educativo.

“Además, sigue la lógica de llegar a todos lados como la educación obligatoria y esto atenta contra la calidad. En muchos lugares del interior no hay formadores de formadores para las carreras que más se necesitan y se produce sobreoferta de las carreras de inicial y primaria”, agrega Veleda.

Como consecuencia, muchos jóvenes recién recibidos de docentes terminan emigrando a otras jurisdicciones. Las provincias con más excedentes de maestros y profesores son precisamente aquellas que tienen menos dinamismo económico. Esto se ve en el informe del Observatorio que muestra la proporción de docentes por habitantes en cada distrito.

Hay que sumar incentivos para atraer a los jóvenes a la profesión docente

Chaco, La Rioja y Catamarca son los distritos con mayor cantidad de institutos por cada millón de habitantes (81,3; 74,7 y 65,6, respectivamente). En el otro extremo están San Luis, Río Negro y Santa Cruz (19,9; 19,0 y 14,0 por cada millón de habitantes, respectivamente).

Los profesorados también tienen un problema de eficiencia. Hoy el 70% de los estudiantes que entran abandona en los primeros dos años. Y entre los factores de esta deserción, están desde los déficits con los que llegan de la secundaria (para lo cual pusieron cursos introductorios de un mes centrados en la comprensión lectora), hasta la realidad de los estudiantes (muchos tienen cargas laborales o familiares), o la misma organización poco flexible de los profesorados.

Todo esto hace que, si bien el sistema es muy grande, más de la mitad de los institutos de formación docente tiene menos de 250 estudiantes entre los cuatro años, y un 25% tiene menos de 100 estudiantes. Esto hace a una fuerte ineficiencia en la inversión en esta área.

«Es una realidad que impide lograr ciertas condiciones de calidad para la formación docente. La mayoría de los institutos no tiene edificio propio, funcionan en el turno noche de escuelas primarias y secundarias (muchas veces con banquitos de la primaria), no tienen el equipamiento ni el espacio necesario», dice Veleda.

¿Por qué el gobierno no pudo con este tema?

“Propusimos a las provincias una planificación que pasara por discontinuar la inscripción en carreras saturadas, abrir carreras prioritarias, hacer análisis de la oferta para relocalizar carreras, fusionar comisiones pequeñas, revisar los aportes al sector privado con esta misma lógica, reaprovechar a los formadores que se queden sin estudiantes en la formación continua y tender progresivamente a concentrar la formación inicial en menos institutos distribuidos estratégicamente. No era cierre ni despidos. Y se garantizaba la estabilidad laboral. Sólo Mendoza y Jujuy avanzaron en esta dirección. Y Capital con su propio modelo”, afirma Veleda.

La UniCABA quedó para el primer semestre de 2022

La Ciudad fue el distrito donde se debatió con más fuerza la formación docente. Fue a partir del proyecto de creación de una universidad específica por parte del Gobierno porteños. Tras idas y vueltas, el proyecto salió por ley a fines de 2018. Se dijo entonces que los primeros alumnos empezarían a cursar en 2020, pero la implementación viene demorada.

Consultado por Clarín, Mariano Palamidessi -coordinador del área- dijo que la universidad tendrá tres áreas: educación y desarrollo, industrias del conocimiento y gestión de ciudades. La formación docente estará en la primera.

El funcionario agregó que todavía falta que la universidad sea aprobada por las autoridades nacionales y que el objetivo será complementar a los profesorados. «Trabajará en acuerdo y no competencia con los profesorados», dijo.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/pais-crean-25-profesorados-ano-pocos-ciencias-duras-idiomas_0_vIQ2slZb.html

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