Page 68 of 439
1 66 67 68 69 70 439

Maestros colombianos consideran que aislamiento por COVID-19 está transformando la educación

Maestros colombianos consideran que aislamiento por COVID-19 está transformando la educación

Por Sylvia B. Zárate

BOGOTÁ, 31 may (Xinhua) — La pandemia de COVID-19 obligó a todos los colegios de Colombia a cerrar sus puertas desde mediados de marzo y a implementar la educación virtual como estrategia para seguir adelante con la educación de los niños y jóvenes.

Sin embargo, en algunos lugares del país este tipo de educación se ha convertido en todo un desafío para profesores y alumnos, debido a la falta de conexión a internet o de dispositivos electrónicos, entre otros factores.

En entrevista con Xinhua el profesor Yezid Zárate, quien trabaja desde hace 14 años como docente en la Institución Educativa Distrital Sonia Ahumada de Barranquilla, explicó en qué consiste el reto de llevar la educación de forma virtual a sus alumnos.

Para el maestro, el mayor de los desafíos es mantener la comunicación con los alumnos y encontrar recursos para mantener su interés en los contenidos que debían ser enseñados de forma presencial a lo largo del año educativo.

«Mi experiencia ha sido dura con los muchachos ya que la gran mayoría no cuentan con computadoras en sus hogares, nos ha tocado llamarlos o conseguir otro medio tecnológico como un ‘smartphone’ que cuente con mínimo Whatsapp para poder llevarles las guías y las clases», señaló.

Aun así, Zárate reconoció que estos meses de cuarentena han servido para explorar otro tipo de estrategias educativas y de recursos para involucrar más a los padres en el proceso educativo de sus hijos.

«Hemos venido adaptando los contenidos para su mejor comprensión y manejo, con la finalidad de que los padres de familia puedan colaborar a sus hijos con los compromisos asignados (…) ha servido para reinventarnos, formular contenidos interactivos y muchas actividades que antes no hacíamos», dijo.

Agregó que la emergencia por COVID-19 ha evidenciado muchas falencias en la infraestructura tecnológica, pero que asimismo sirve para impulsar esos cambios necesarios a fin de impartir una educación de calidad en cualquier situación.

«En estos momentos internet debería ser un servicio público gratuito para la población de bajos recursos (…) El Estado debe garantizar estos insumos para poder realizar una mejor labor desde casa y mejorar la calidad de los contenidos que estamos produciendo», opinó.

Zárate, quien enseña Informática y Matemáticas, entre otras materias, señaló que ha encontrado que el contenido de los programas diseñados para las clases presenciales se complementa bien con diferentes herramientas encontradas en internet.

«Los pongo hacer trabalenguas, sopas de letras, trabajos manuales con materiales que encuentren en casa, vídeos explicativos en compañía de sus padres, lectura en notas de voz, entre otras», precisó.

A ojos del profesor, esta emergencia sanitaria mundial ha demostrado que la educación en general está llamada a romper paradigmas, a evolucionar y a transformarse para sacar lo mejor de cada estudiante y ayudarle a forjar su proyecto de vida.

«La experiencia nos ha enseñado que mantener la motivación de los estudiantes es fundamental, captar su interés, trabajar a distancia las temáticas desde lo que les gusta y se les haga significativo, pues no es lo mismo enseñarles a sumar con un ábaco que con los elementos que ellos tengan en casa», dijo.

En Bogotá, la maestra Andrea Silva, quien durante 14 años ha sido profesora de preescolar en el colegio La Aurora, dijo que la emergencia ha obligado al centro docente a implementar estrategias dependiendo de la edad y las circunstancias de los cerca de 1.800 alumnos.

«Mis estudiantes tienen entre cinco y seis años, en el caso de la primera infancia se estableció una mejor comunicación por medio de Whatsapp además de brindarles las guías en físico, los padres toman fotos a las guías o vídeos con los niños desarrollando las actividades y los envían al colegio», explicó.

Silva dijo que la mayoría de familias han respondido bien a esta iniciativa pero que existen casos en los que la falta de conexión a internet o de dispositivos para evidenciar las actividades, así como el desconocimiento del uso de la tecnología, han obligado a flexibilizar el tiempo de las entregas.

«Además, hay un grupo de padres que trabajan en el sector de la salud y han enviado a sus hijos con familiares por su seguridad, ellos también han tenido dificultades en la entrega al no poder apoyar y guiar a sus niños en el desarrollo de las actividades», indicó.

La maestra mencionó que otra de las dificultades que se han presentado en medio del proceso educativo de los niños durante la emergencia ha sido la depresión de algunos menores que no han logrado adaptarse al confinamiento.

«Algunos niños han presentado depresión ya que un niño tan pequeño necesita movimiento, necesita jugar, socializar, estar con sus amiguitos y los niños han extrañado eso (…) algunos han sido apáticos al desarrollo de las guías», señaló.

Subrayó que en estos casos el colegio hace un seguimiento con los orientadores para ayudar a los niños y sus familias a sacar adelante su año escolar.

La docente destacó la labor de la red educativa de la Secretaría de Educación de Bogotá «Aprende en Casa» en la que se apoyan profesores y padres para fortalecer el hogar como un ambiente de aprendizaje.

Además, indicó que los niños más grandes han aprendido a trabajar de manera más autónoma y que uno de los valores que más se ha evidenciado entre la comunidad durante la pandemia ha sido la solidaridad.

«Es muy bonito el acercamiento que hemos tenido los profesores con los padres de familia y toda la solidaridad y apoyo que se ha generado a través de esta situación pues nunca había estado tan cerca de los padres de los niños», concluyó.

Este fin de semana, el Ministerio de Educación de Colombia confirmó que desde el mes de agosto iniciará el retorno gradual de los estudiantes a las aulas de algunos colegios oficiales del país bajo el esquema de alternancia.

El ministerio explicó que con esta estrategia se busca combinar la educación en casa y el trabajo académico presencial para promover la interacción entre los profesores y sus estudiantes sin descuidar la salud de los niños y jóvenes.

Según el Gobierno colombiano, hasta el sábado, 28.236 personas en el país han sido afectadas por la COVID-19 y 890 han muerto como consecuencia de la enfermedad, que ha obligado a ampliar el aislamiento obligatorio hasta el 1 de julio para contener el contagio del virus.

Fuente de la Información: http://spanish.xinhuanet.com/2020-05/31/c_139103353.htm

Comparte este contenido:

Colombia: Historias de cinco mujeres que luchan contra el Covid-19 en Cali

Redacción: El País

Las guerras han sido a lo largo de la historia la muestra del lado más oscuro de la humanidad; quienes exponen sus vidas son unos pocos y otros tantos dirigen elaborando las estrategias para atacar. Al final algunos se levantan y otros no vuelven a ver la luz del día.

La guerra que se libra hoy no es contra un enemigo de carne y hueso y los valientes no son soldados, o eso es lo que parece; el primero no tiene cara pero es tan mortal como el disparo que sale de un fusil, los segundos son profesionales que han consagrado su vida al servicio. Ahora la lucha es contra un virus y los que intentan vencer con pocas armas son quienes integran el cuerpo de salud.

Para Lina, María del Socorro, Nathaly, Adriana y Nancy, los guantes, batas, mascarillas y gafas, son su escudo contra un ser que se observa por microscopio, pero que ha tenido la capacidad de aterrar al mundo, los pensamientos se cubren de los ‘Yo puedo’. Ha sido toda una experiencia para estas 5 mujeres, que son ahora capitanas de una guerra que esperan ganar batalla por batalla.

A pesar de sus diferentes edades, (oscilan entre 23 y los 47) sus rutinas logran coincidir en varios aspectos. Antes de que salga el sol empiezan su jornada; llegan a su trabajo en pirata, bus, o ambos, y con algo más de suerte, en carro particular. Los días empiezan con el desayuno apresurado, recibir turno y actualizarse de las novedades. “Hay que procurar comer antes de entrar porque sí el turno se complica, a duras penas hay espacios para ir al baño”, comenta Socorro.

La preocupación al transitar por los pasillos de las instituciones de salud, es inevitable. Lina, practicante de internado flexible, dice que es inevitable no sentir miedo al pasar cerca de la unidad de cuidado intensivo de los pacientes positivos de Covid-19, de ir en su subir al ascensor, o de ir a urgencias.

“En mi caso vivo con mi familia, es complejo trabajar en una institución en la que debo estar en contacto con enfermos y sí he sentido un poco de rechazo, basados en el miedo de contagiarse. Al inicio era difícil llegar a casa y no abrazar a nadie, quitarse zapatos, ropa, bañarse y luego de un rato compartir con mis papás, en el caso de mi abuela ella está completamente aislada y por ejemplo, no veo casi a mis hermanos y sobrinos”, cuenta.

Para Nathaly, practicante de internado flexible, resulta complejo renunciar a las demostraciones de afecto que recargan, luego de una jornada ardua. Dice que no se cubre para hacerle frente al enemigo y salvarse, lo hace para defender a otros.

¡La vida!, eso es lo que ni más ni menos comprometen los profesionales de la salud, dentro de los primeros párrafos del juramento hipocrático: “En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad. Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento a que son acreedores. Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida de mi enfermo será la primera de mis preocupaciones.” Sus pacientes se convierten en lo primero y último que pasa por el pensamiento de estas profesionales; saben que se enfrentan a una guerra en la que las posibilidades de perderla son altas, pues no solo la debilidad de sus trajes las acompañan, también la de toda una red hospitalaria que no da a basto.

Para Lina, practicante de internado flexible, la realidad da un fuerte golpe, cuando es la vida misma la que está en riesgo, y no hay recursos suficientes para protegerla: “El sistema de salud no está preparado para esta contingencia, si antes de que el Covid apareciera los hospitales ya estaban colapsados y luchando contra un sistema que no tiene cobertura para todos y para los que la tiene es pobre, jamás estaríamos preparados para enfrentar una pandemia, no hay suficientes pruebas rápidas, camas UCI en todas las instituciones, elementos de bioseguridad, dinero para invertir en toda la educación que se necesita para capacitar el personal.” ¿Cómo ganar esta guerra sin la armadura necesaria? Esa es la pregunta que les ronda la mente.

Adriana, bacterióloga de profesión y quien trabaja en uno de los laboratorios que en la ciudad procesan las pruebas de coronavirus, coincide: “Al Estado le falta mucho en la regulación de los profesionales en salud y también con las ARL porque ellos deben disponer los elementos de protección y le están delegando la responsabilidad a los trabajadores, y eso no tiene por qué salir del bolsillo de ellos porque tú estás expuesto por tu relación laboral no por tu vida personal.”

Lejos de casa

El alivio de estas mujeres en la primera línea de batalla, tras un día atareado de cargas y dificultades era llegar a casa, pero ahora hay un miedo inherente, no solo de contagiarse sino de afectar a los que te quieren.

Nancy, encargada de atención al usuario de uno de los centros médicos en Palmira, ciudad que en el Valle del Cauca alberga la segunda mayor cantidad de casos, cuenta: “Es un cambio psicológico y emocional porque es enfrentar una nueva realidad de vida y de cómo hacer las cosas; enfrentarnos a desapegos emocionales, porque muchos de los trabajadores de la salud no estamos con nuestros hijos y eso nos hace mucha falta, en mi caso puntual ya llevo 4 semanas sin verlos.”

Otra historia es la de María del Socorro, tecnóloga en Imágenes Diagnosticas, quien de sus 47 años, lleva 20 dedicada a su profesión. Cuenta que hace varias semanas no ve a su mamá, que es con quien vive, y a la que considera su mejor amiga. Y que desde siempre su profesión la ha hecho enfrentarse a travesías; ella como muchos otros del personal de la salud, viven lejos de su lugar de trabajo, casi toda su vida ha sido residente de Cali, pero por la situación debió tomar decisiones drásticas.

“Me vine a vivir sola a Palmira y ser mujer independiente en un país como el nuestro es un riesgo, amo esta ciudad porque aquí está mi trabajo pero este no es mi hogar. Una cama, unos cuantos muebles y un televisor no hacen una casa. Mi casa la ha hecho mi gente. Me falta mi familia, y por ellos es que hago esto… Pero yo soy una enamorada de mi trabajo y a pesar de estar ejerciendo mi profesión en medio de una pandemia, a mi la pasión no me la quita ningún virus.”

Pasión por el servicio

Las estadísticas son preocupantes, los casos aumentan y el Valle del Cauca tiene un alto porcentaje de los más de 21.000 contagiados del país. Y los esfuerzos gubernamentales a veces parecen insuficientes contra un virus que ya se propuso cambiarlo todo. Sin embargo, sin importar las noticias, el clima, o el estado emocional por el que el personal médico esté pasando, su vocación de servicio y su innegable pasión por lo que hacen, no les permite renunciar a la difícil tarea diaria de salvar vidas.

“Yo siempre he sido una enamorada de mi trabajo, y me siento supremamente orgullosa de mí y de las mujeres y hombres que hacen parte de mi equipo, porque sé que lo estamos haciendo bien”, expresa María del Socorro, al agregar que esa es la certeza que la mantiene de pie, saber que le sirve a otros.

Tiempo de crisis y de reflexión

Hay una sensación colectiva de esperanza, a la cual es necesaria añadirle una dosis de realidad. Adriana, desde su experiencia trabajando directamente con las pruebas de los pacientes, comenta: “El virus se queda, es algo que no se va a acabar en unos meses y es necesario un cambio en el comportamiento, es una transformación a nivel mundial de todos los aspectos sociales, económicos y culturales”.

En ese llamado de atención la acompaña Lina: “Es una oportunidad de tomar conciencia acerca de la vulnerabilidad del ser humano y de aprender de esta situación”.

Al final, estas cinco mujeres, a pesar de trabajar en diferentes áreas del sector salud, están viviendo la misma historia, compartiendo rutinas, luchando contra el mismo enemigo y alimentándose del mismo cariño por su profesión, por su gente.

Ellas no son más que la muestra de que este virus hace ver lo similares que son los seres humanos en los aspectos más fundamentales de la vida, y desde su labor diaria luchan como guerreras de una batalla, a la que hay que abalanzarse desde todos los frentes, con estrategias tácticas, la correcta investidura y equipos capacitados, pero sobre todo, como guerreras valerosas, con la certeza en el corazón de esperar un mañana mejor.

Sin brechas

Estas cinco mujeres, como tantas otras en el país y el mundo, que hoy son abanderadas dentro de su sector, no solo por su género sino por su capacidad de respuesta, su profesionalismo y su indudable pasión, son la viva evidencia de que esta pandemia se derrota actuando.

Aunque siguen siendo minoría, frente a sus colegas hombres, la brecha entre los unos y los otros se cierra en este ámbito, el espacio de la salud no da cabida a una diferenciación de géneros, Socorro comenta: “En el campo y en la vida todos somos colegas, iguales, nos damos apoyo mutuo, porque nos necesitamos hombres y mujeres… esa es una discusión que no se debería ni tener, yo soy excelente en mi trabajo porque me he capacitado y ser mujer no debería influir mi capacidad para ejecutarlo… si algo me permite ser más humana, sensible y presta a trabajar por y para los demás”.

Las secretarías de Salud de Cali y el Valle en este momento están lideradas por mujeres: Miyerlandi Torres y María Cristina Lesmes.

Fuente: https://www.elpais.com.co/cali/historias-de-cinco-mujeres-que-luchan-contra-el-covid-19-en.html

Comparte este contenido:

Colombia: «No es cierto que se vayan a unir calendarios A y B»: MinEducación

América del sur/Colombia/28 Mayo 2020/semana.com

El presidente de la República, Iván Duque Márquez, y la ministra de Educación, María Victoria Angulo, explicaron la forma en que comenzará el regreso a clases presenciales de estudiantes de colegios y universidades en agosto, a la vez que hicieron algunas precisiones sobre el calendario escolar.

En primer lugar, el jefe de Estado aseguró que el regreso a clases se hará bajo estrictos protocolos de seguridad y con un modelo de alternancia. «Ya empezamos a revisar protocolos. La ministra ha estado desde el primer día pensando en cómo sería también ese retorno a la presencialidad, pero con un modelo que hemos llamado el modelo de alternancia, donde está trabajo en casa, donde hay presencialidad, donde hay virtualidad»

En ese sentido, la ministra dijo que la preparación se está haciendo «en equipo con los secretarios de Educación, los rectores, los rectores de universidad, porque tenemos que recuperar la presencialidad con responsabilidad».

En cuanto al modelo de alternancia, precisó que «es una combinación que depende del tamaño de los cursos, de los grados, del tamaño de las instalaciones. Y que, al final, lo que traduce es cuidar, tener un equilibrio en salud y poder avanzar académicamente».

Sobre los rumores y la posibilidad de que en el caso de los colegios se unificaran los calendarios A y B, la ministra fue enfática en decir que eso no sucederá.

«No, la respuesta es no, no es cierto. No es que se vayan a unificar. Justamente se ha pensado también en esa recuperación de vida académica, pero entendiendo las particularidades de cada calendario, y por eso nosotros lo que hemos dicho, también con mucha claridad, es que empezamos este proceso a partir de julio, pero tendremos los dos calendarios activamente en el mes de agosto», explicó.

La ministra indicó que «se mantienen los dos calendarios y el mensaje que estamos dando es elaborar los protocolos, cuidarnos y trabajar bajo este modelo de alternancia».

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/ministra-desmiente-que-se-vayan-a-unir-los-calendarios-a-y-b-por-la-pandemia/673694

Comparte este contenido:

Más de la mitad de los niños y jóvenes venezolanos emigrados a Colombia están fuera del sistema educativo

América del Sur/ Colombia/ 26.05.2020/ Fuente: www.bolsamania.com.

Unos 260.000 de los 460.000 venezolanos menores de edad emigrados a Colombia y que tienen necesidades escolares están fuera del sistema educativo a pesar de los «gigantescos» esfuerzos de las autoridades colombianas por integrarlas, según un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

En concreto, algo más de 198.000 menores migrantes ya están inscritos, de los cuales un 79 por ciento corresponde a los ciclos de educación primaria y secundaria, según consta en el estudio ‘El derecho a la educación bajo presión: Principales desafíos y acciones transformadoras en la respuesta educativa al flujo migratorio mixto de población venezolana en Colombia’, en el que también ha participado el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).

La comunidad venezolana emigrada a Colombia –1,8 millones, según datos de la ONU– es en su mayoría una población joven, por lo que el acceso a oportunidades de educación y formación sería clave para su desarrollo personal y para el aprovechamiento de todo su potencial. La UNESCO advierte de que, al margen de la escuela, los niños y jóvenes quedan fuera también de ayudas importantes, como podrían ser los servicios de comedor.

El informe constata que la tasa de alfabetización de la población que emigró en la corriente más reciente es menor que la de flujos anteriores, ya que mientras que entre 2012 y 2015 el 91,4 de los migrantes sabía leer y escribir, el dato es del 86 por ciento si se tiene en cuenta los años 2016 y 2017. Entre la población colombiana, la tasa de alfabetización ronda el 92 por ciento.

LASTRES PARA LA INCLUSIÓN

Colombia ofrece de forma gratuita la mayor parte de su oferta educativa, pero la UNESCO también apunta en su estudio que puede haber otros costes indirectos que limiten el acceso a la educación, por ejemplo transporte, uniforme, alimentación y material.

Asimismo, detecta carencias en materia de infraestructura y recursos educativos disponibles, situaciones de hacinamiento en las escuelas, falta de acceso a servicios de agua y saneamiento en algunas regiones. También hay falta de personal, tanto por las dificultades administrativas para ampliar las plantillas como por los límites para que los profesores venezolanos puedan ejercer en Colombia.

Los investigadores confirman «obstáculos» precisamente tanto en el reconocimiento de título como en la equiparación de niveles educativos, hasta el punto de que se han detectado casos de niños y adolescentes que solo pueden acudir como observadores a las clases, sin certificar por tanto los cursos realizados.

El 89 por ciento de los venezolanos asegura que no ejerce su profesión porque carece de los permisos necesarios, bien sea de índole educativa o laboral, según las encuestas realizadas en Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cúcuta y Cali y que figuran en el informe publicado este lunes.

En el lado contrario, el de los progresos, el estudio destaca el desarrollo y aplicación de sistemas de información que permiten reforzar la vigilancia a la población migrante, desde el Sistema Integrado de Matrículas (SIMAT) a la incorporación del apartado ‘país de origen’ en el registro de datos administrativos.

CORONAVIRUS

La pandemia de coronavirus «hace visible la situación de especial vulnerabilidad en la que se encuentran las personas en situación de movilidad», señala la UNESCO, que hace hincapié también en los efectos colaterales que puede acarrear el cierre de centros educativos para detener la propagación de la enfermedad COVID-19.

Por este motivo, la organización considera clave que, en contextos como el actual, se pueda contar con información diferenciada sobre personas migrantes, solicitantes de asilo, refugiadas y retornadas. «Es fundamental para responder adecuadamente a la situación actual de emergencia», apunta.

Fuente de la noticia: https://www.bolsamania.com/colombia/noticias/sociedad/venezuela–mas-de-la-mitad-de-los-ninos-y-jovenes-venezolanos-emigrados-a-colombia-estan-fuera-del-sistema-educativo–7512126.html

Comparte este contenido:

Colombia: La sobreexcitación por la educación virtual o el triunfalismo altanero de la “comunicación sin comunidad”

La sobreexcitación por la educación virtual o el triunfalismo altanero de la “comunicación sin comunidad”

Olver Quijano Valencia[1]

[1] Profesor Titular Universidad del Cauca, Colombia. Investigador Asociado y par evaluador MINCIENCIAS, Colombia. E-mail: oquijano@unicauca.edu.co ; olverquijano@gmail.com ; http://olverquijanov.jimdo.com/

Narrativas individualistas, anti-publicas, anti-estatales, virtuales y on line, se asoman en esta coyuntura como parte del plan de `salvación` de una de las instituciones históricamente determinante en la construcción del tejido social y cultural nacional: la escuela. Al margen de las contribuciones de esta institución en la socialización y configuración de un proyecto cultural homogéneo o monocultural de la nación, es decir, de la naturalización de la exclusión y de la clasificación social ─léase, del blanqueamiento─ como de su complicidad con la incursión y perpetuación del desarrollo y de la actual crisis civilizatoria; ha sido la escuela, uno de los espacios trascendentales en nuestro proceso de formación y en la configuración de escenarios de encuentro y socialización.

Una suerte de nuevo régimen social fundado en la conectividad, la virtualidad y la dependencia del poder de las TIC, de la informática y de múltiples dispositivos smart, paulatinamente se impone en esta coyuntura, claro está, sin la mediación de estudios y reflexiones rigurosas sobre sus derivaciones dilemáticas y problemáticas.  Una enorme pulsión y hasta apelación compulsiva y esquizofrénica por lo virtual y lo online se moviliza en muchos de los ámbitos de la vida cotidiana: los negocios, la salud, el afecto, la sexualidad, el trabajo, la educación, etc. Todo esto ha hecho

[..] plausible pensar en un posible tránsito a un nuevo régimen social sin contacto humano, o con el menor número posible de contactos y regulados por la burocracia: el aterrador aumento del poder de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) sobre nuestras vidas; y su corolario, los proyectos de seguimiento digital de la población amparados en la necesidad de limitar el número de contagios de covid-19.[1]

¿Hay una suerte de fascinación con la tecnología y una posible dependencia total de ella? ¿Está orientada dicha sobreexcitación también a perpetuar el statu quocomo sus prácticas segregacionistas y de discriminación social? ¿Cuál es su pertinencia en el mundo escolar convencional y en el ejercicio virtual y on lineen medio de la tensión entre conectados, desconectados y sinlos medios tecnológicos epocales apropiados?

Como bien se plantea en el “Manifiesto Contra la doctrina del shock digital. La necesidad de luchar contra un mundo `virtual`”,

[…] el confinamiento obligatorio en los hogares ha hecho que, para muchos, las pantallas se hayan convertido en casi la única manera de mantener el contacto con el mundo: el comercio digital ha explotado, de hecho hasta la organización de redes locales de aprovisionamiento de verduras y productos frescos ha dependido en muchos casos de internet; el uso de videojuegos ha alcanzado niveles estratosféricos; las consultas de «telemedicina» han aumentado exponencialmente (pese a que lo único que ofrecen es una simple conversación telefónica); también la continuidad de la docencia reglada se ha hecho pasar por el ordenador, ignorando todas las voces médicas que recomiendan limitar la exposición de los niños a las pantallas y a las radiofrecuencias de microondas; y, por último, muchos miles de personas están teletrabajando –se acabó lo de «metro-curro-catre», la cosa se ha quedado en «de la cama al ordenata», «en la cama con la Tablet» o «en el catre con el ordenata».[2]

Este episodio ha impactado el mundo de la educación, llegando a plantear ingenuamente el inicio de una “revolución” muy propia de políticas de desmantelamiento de lo público como de debilitamiento de lo social. Como algunos analistas ya lo han planteado, más que tener relación con una revolución, podría tratarse o bien de una disolución o de una reestructuración económica institucional, propia de estados de excepción, de donde siempre salen mal librados los derechos, los compromisos democráticos y los intereses de las mayorías.

Felices y sobreexcitados están quienes siempre han confundido formación con información, los gobiernos que con la virtualidad esquivan las múltiples demandas y exigencias por el fortalecimiento y cualificación de la educación pública y privada, y en especial, el sector empresarial/tecnológico que rápidamente ha potenciado una amplia oferta material y simbólica dirigida a intensificar lo que sarcástica y erráticamente se viene denominando como “un sistema educativo más inteligente”.

En palabras de importantes analistas, la “’youtuberización’ del conocimiento” y la “esclavitud digital” pueden ahora sí concretarse y naturalizarse en un escenario donde como lo expone de manera desafiante Diego Garrocho Salcedo, “pareciera que lo relevante no fuera ya qué es lo que hay que contar sino cómo hay que transmitirlo. En el imperio del cómo —los más horteras volverán a recurrir al inglés para hablar del way of doing— es probable que se imponga un modelo de experto capacitado para transmitir con afinada solvencia su más perfecta ignorancia”.[3]  En este emergente mercado también salen a la superficie los `gurus` precarios, esos que ahora y con su habitual ausencia de profundidad, fundamentación y de un complejo y abultado equipaje cognitivo transdisciplinario, se autodenominan como `expertos` en tales metodologías. Todo esto con el agravante de que “las personas corren a las pantallas; es como encontrarse con comida chatarra […] Es una adición y es más difícil renunciar a la comida chatarra cuando hay un único restaurante abierto en la ciudad”.[4]

La doctrina del shock digital y la virtualidad forzosa, ha penetrado el singular mundo de la educación sin mayores análisis acerca de lo político/institucional, lo pedagógico/didáctico y lo técnico/comunicacional, pero ante todo y una vez más, sin respuestas sobre sí es posible o no, salvar el alma de la escuela. Esta mudanza forzada de la escuela y la obsesión por la eficiencia, tal vez se inscriben en otro tecnicismo y otra manifestación de su (re)funcionalización, esta vez sin mayores consideraciones sobre sus esencias.

Muchos años antes de esta carrera loca e improvisada por la virtualidad educativa y on line, algunos ya habíamos hecho uso de tales medios, claro está, como hoy, sin suficientes competencias sobre el particular. De ahí que, desde el juicio y no desde el prejuicio, reconocemos cierto atraso y algunos destiempos de la educación, pero igualmente se verifica el hecho de que la virtualidad constituye una herramienta de enorme valor, sin que le asista un carácter determinante en el proceso de formación. Se trata, óigase bien, de una expresión herramental de indudable importancia.

Entonces, como lo afirma Noami Klein, “el problema no es si las escuelas deben cambiar ante un virus altamente contagioso para el cual no tenemos cura ni vacuna. Al igual que todas las instituciones donde los humanos actúan en grupos, las escuelas cambiarán. El problema, como siempre en estos momentos de conmoción colectiva, es la ausencia de debate público sobre cómo deberían ser esos cambios y a quién deberían beneficiar. ¿Empresas tecnológicas privadas o estudiantes?”[5]

Esta vez, desarrollamos las clases asistidos sin duda, por una “dulce” nostalgia por el encuentro físico, el cuerpo, el movimiento, la risa, el abrazo, el café, la interpelación eficiente,la estética de la forma y en especial de la energía, la conversación y la maravilla de encontrarnos y conocernos,entre ese singular sinnúmero de dones y regalos proporcionados por la escuela como “institución generosa”.  Poner el alma y el cuerpo como toda presencia y presencialidad, se va difuminando en tantos encuentros sincrónicos, dándonos la impresión de que estamos solos o juntos, pero sin comunidad.

El confinamiento obligatorio producto de la actual pandemia, también ha revelado la estupidez, la ignorancia y la falta de sensibilidad de los gobiernos y funcionarios con la población en las regiones y localidades. Por ejemplo. “normalizar” las actividades educativas y relajar el distanciamiento social, no deja de ser un bien intencionado propósito, siempre en desconocimiento de la realidad socio/económica y cultural, como de la miserable infraestructura educativa y tecnológica de regiones desde siempre desconectadas.

En medio del más miserable desmantelamiento de la educación nacional, regional y local por parte de gobiernos corruptos, mezquinos y neoliberales;  sin estudios, sin datos, sin el conocimiento del contexto local y regional, y lo peor, sin estrategia, los funcionarios (esos que poco funcionan) encargados de administrar la educación `reactivaron` las clases apelando al uso de tecnologías de la información y la comunicación, plataformas, webs, radio, televisión, teléfonos móviles, materiales impresos, etc. Claro está, sin conocer el estado de conectividad de sus estudiantes como la disposición de recursos tecnológicos y menos las competencias de estudiantes, profesores y profesoras para desarrollar este tipo de actividades y este tipo de herramientas.

Hemos sido testigos del nefasto inventario al que hoy se han enfrentado profesores y profesoras del área urbana y sobre todo del contexto rural a la hora de examinar posibilidades tecnológicas y de recursos. Conclusión: nunca existieron condiciones para trasladar el largo e histórico acumulado de la escuela a las redes y a la casa, máxime cuando en muchas instituciones educativas lo único que existen son necesidades de:rectores, profesores, infraestructura física y tecnológica, medios y recursos educativos, alimentación, transporte y un largo etc., que nos indigna profundamente.

En Colombia, según un estudio de la Universidad Javeriana,

El 96% de los municipios del país no pueden implementar educación virtual porque más del 50% de los estudiantes de 11º no tienen computador ni internet en sus hogares (…) El67% de los estudiantes de colegios públicos está en la misma situación. En zonas rurales solo el 9% de los jóvenes dispone de un computador. De acuerdo con el DANE (2018) el 52.7% de los hogares tiene internet. Centros urbanos 63.1%, rurales 16.2%”. Incluso en Bogotá, sólo el 68% tiene acceso a la web y en las universidades el 38% de los estudiantes no ha podido acceder a las clases virtuales por falta de internet. Se encuentran toda clase de incongruencias: escuelas con internet sin electricidad, escuelas con computadores obsoletos, escuelas sin internet con computadores, escuelas con computadores sin internet y muchas escuelas sin nada.[6]

Es evidente, no tienen celulares, no tienen internet, no tienen computador, no pueden salir a recoger los materiales impresos (pues en algunas regiones los controles comunitarios y los grupos armados no permiten circulación alguna), no hay señal en las regiones remotas, los celulares reportados en el momento de la matrícula no son de los estudiantes, ya no existen o no están en funcionamiento. Y lo peor, están prefiriendo comer a hacer recargas. Como dicen muchos padres hoy frente a la invitación a clases: “no sabemos qué hacer, solo tenemos una comida al día, qué vamos a tener internet y datos”. Claro, contesta la profesora. “No se angustien, ni vayan a retirar a sus hijos del colegio. Es más importante alimentarse, cuidarse que tener datos o internet. Estos momentos son más para cuidar nuestra vida y la salud al igual que la de los seres queridos”.

La escuela virtual y on lineno funciona eficientemente. Una vez más, la escuela fracasa en medio de la incompetencia y la insensibilidad institucional sigue ganando la batalla.  En tiempos de crisis, también imaginar, crear, leer el contexto y sobre todo estrenar el cerebro, son tareas inevitables.

Al final y en medio de tanta tristeza, incertidumbre e impotencia, siempre tendrá razón la profesora que en medio del llanto después de hablar con algunos de sus estudiantes, solo pudo decir: “Por favor, no se angustien, ni angustien a sus familias. Lean, escuchen música, escriban un diario, relaten una historia de sus vecinos, hablen con los viejos, dibujen, repasen las tablas, báñense, bañen el perro, remienden las medias y la ropa interior, sonrían. Los quiero y los extraño mucho”.

– “Igualmente, profe, la queremos mucho”.

Educación virtual, on line y homeschooling─educación en casa o en familia son maneras de dar cuenta de este repentino cambio en la práctica escolar o de llevar el acumulado histórico de la institución escolar a las pantallas y a la casa. Tal vez esta escuela virtual/on line y su aprendizaje automático y remoto, no están funcionando muy bien, tal como lo dejan ver padres, estudiantes y profesores. Angustias, problemas, inequidades, encierro, soledad, traslado plano de intervenciones presenciales a las pantallas, monólogos, bombardeos de documentos y tareas, reducción de tecnología a medios, información sin fricción, impaciencia, nerviosismo, cansancio, stress, colapsos psicológicos, son entre otros, aspectos que en la fascinación y sobrexcitación no ha dado espacio y tiempo para evaluar milimétricamente esta posible nueva vergüenza prometeica.

Una new Deal de las pantallas (Screen New Deal) en tanto propuesta sin contacto y altamente rentable, como lo ha denominado recientemente Noami Klein, al penetrar el mundo de la escuela, posiblemente también contribuya a consagrar la educación sin aprendizaje sustantivo y significativo, y tal vez, se ubique más del lado de asimilar la educación con el acto de salir al mercado a aprender a ganarse la vida y no de salir al mundo a prender a vivir, como lo afirma Carlos Skliar.[7]

Comprender mejor el mundo y tener la posibilidad de gozárselo más como lo sugiriera Rodolfo Llinàs, “trasmitir el mundo, compartir las distintas imágenes del mundo, renovar el mundo con los nacimientos”[8], ampliar la conversación intergeneracional, actualizarnos y refrescarnos con el ideario, la estética y las experiencias de las nuevas generaciones, son tareas y prácticas propias de la magia de la escuela, esa a la cual no es posible renunciar aún en medio de la virtualidad forzosa, del aprendizaje remoto y sin fricciones y de la dictadura de las pantallas, escenario con anclaje ─según AnujaSonalker─en la premisa de que los “humanos son biopeligrosos, las máquinas no”.[9]

No despreciamos el rol de la virtualidad como herramienta importante en el proceso de formación, pero tampoco desconocemos a “la escuela como institución generosa”[10], en tanto da tiempos, espacios, saberes, libros, arte, imágenes, palabras, experiencias, contactos, encuentros, compromisos, proyectos, sueños, comunalidad, procedimientos, alegrías, tensiones, afectos, conocimientos,amig@s, pensamientos, lecturas,abrazos, análisis, etc. Asimismo, seguimos pensando en el maestro no como operador de dispositivos y de pantallas, sino ante todo como arquitecto─quien diseña─ y como anfitrión─quien ejerce la hospitalidad─.[11]Desde estas premisas, estamos convencidos del rol de la escuela como espacio de encuentro y de acogida, pues sin este tipo de experiencias, solo será posible la desfuturizaciòn, la descomunalizaciòn, la desconexión y entre otras cosas, “la comunicación sin comunidad[…] Estamos “cada vez más interconectados, pero sin vinculación ni cercanía. […]Tenemos que inventar nuevas formas de acción y juego colectivo que se realicen más allá del ego, del deseo y el consumo, y creen comunidad”.[12]

Como sugiere, Carlos Fernández Liria, “no es una buena idea llegar a la meta sin amigos y sin amor, sin nada que nos merezca un mínimo de respeto. ¿A dónde vamos tan deprisa? ¿Tanta prisa tenemos en llegar al abismo, por otra parte, inevitable, que nos augura el agotamiento ecológico de este planeta?”[13]De una educación sin el encuentro, la vivencia, los vínculos y la cercanía física, tal vez vengan generaciones y sociedades sin la experiencia de lo común, lo colectivo, la sociabilidad, la solidaridad, la

[1]La necesidad de luchar contra un mundo ‘virtual’. Contra la doctrina del shock digital. Disponible en: https://vientosur.info/spip.php?article15938

[2]La necesidad de luchar contra un mundo ‘virtual’. Contra la doctrina del shock digital. Disponible en: https://vientosur.info/spip.php?article15938

[3]La ‘youtuberización’ del conocimiento. Disponible en: https://www.elespanol.com/opinion/tribunas/20200519/youtuberizacion-conocimiento/491070895_12.html?fbclid=IwAR3GIQc4IBkrqKTg75ahxYCZ5oPbUQvytJNtWQvRdH_dciJMTDFIBGjx2xY

 

[4]La educación digital es para las «masas», la «élite» huye del mundo digital. Disponible en: https://profesionalesporelbiencomun.com/la-educacion-digital-es-para-las-masas-la-elite-huye-del-mundo-digital/#.XsPzQKhKiM8. Esta referencia, aunque en su título no se corresponde con el artículo original «Human ContactIsNow a LuxuryGood«,referido más a cómo las clases adineradas examinan las formas para que sus hijos reduzcan o se alejen de las pantallas, evitando no solo patologías asociadas sino ante todo favorecer e intensificar el contacto humano; no deja de ser un insumo y referente para la actual conversación sobre educación en entornos virtuales, es decir, sobre la escuela como institución de múltiples contactos y la formación on line como aprendizaje remoto y sin fricciones. Agradezco al profesor Gustavo Adolfo Ramírez González (Universidad del Cauca, Colombia) por su oportuna aclaración al respecto y nuestra corta conversación virtual al respecto.

[5]Distopía de alta tecnología: la receta que se gesta en Nueva York para el post-coronavirus. Por Naomi Klein. Disponible en:https://www.lavaca.org/portada/la-distopia-de-alta-tecnologia-post-coronavirus/?fbclid=IwAR3KBn9ICDPHVNBKvxrsIGf2i04WQO93zJOHUOcSw8wz3Q5toyUXkwtpUiw

[6]Colegios en Colombia no están preparados para dar clases virtuales. Disponible en: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/estan-preparados-los-colegios-publicos-para-implementar-lecciones-virtuales-por-el-covid19-471662

[7]IX Conversaciones más allá de las pandemias entre Carlos Skliar y Miguel Alberto González González. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=O_cf6Hc2RlA&t=3651s

[8]VIII Conversatorio internacional pensarnos en y más allá de pandemias Horizontes Humanos de Kalkan. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=ehrX7Mn920o&t=4466s

[9]Distopía de alta tecnología: la receta que se gesta en Nueva York para el post-coronavirus. Por Naomi Klein. Disponible en: https://www.lavaca.org/portada/la-distopia-de-alta-tecnologia-post-coronavirus/?fbclid=IwAR3KBn9ICDPHVNBKvxrsIGf2i04WQO93zJOHUOcSw8wz3Q5toyUXkwtpUiw

[10]ABCEDÁRIO con Jorge Larrosa Bondía. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=5FtY1psRoS4

[11]Las viejas tecnologías en tiempos de cuarentena. Daniel Brailovsky. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=nhtdQjfc9YI

[12]Byung-Chul Han: “El dataismo es una forma pornográfica de conocimiento que anula el pensamiento” Disponible en: https://elpais.com/cultura/2020/05/15/babelia/1589532672_574169.html

[13]Covid-19: el siglo XXI empieza ahora. Disponible en: https://herramienta.com.ar/articulo.php?id=3180

 

Fuente de la Información: OVE

 

Comparte este contenido:

Colombia: Pandemia o Pandemonium

Pandemia o Pandemonium

Por Carlos Munévar

Decidí ponerme a escribir en medio de esta situación extraña, dicen que hacerlo libera el alma, es más… por ahí leí que era como meterse el dedo en la garganta y vomitar párrafos cuando sentimos la vida nauseabunda.

Empecemos el camino.

La Pandemia de COVID19 sigue su aumento exponencial, al SARS-Cov-2 no le importa si Duque, el gobierno nacional y miles de colombianos sin sentido común lo ignoran, no le importa que aún algunos crean que es una ficción creada por una teoría conspirativa, ni que se diga que es una estrategia mediática de guerra de cuarta generación, si algo es contundente son las cifras, cuando empecé a escribir este texto eran 4.420.743 las personas que habían dado positivo por coronavirus en el mundo de ellas y 301.370 habían muerto, hoy 10 días después son 5.335.868 los contagiados y 342.694 los fallecidos (University, Dashboard by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins)

En Bogotá el patógeno se transporta cómodamente en Transmilenio, en el transporte público, está en la ropa, en las manos y en la saliva de los portadores, no necesita presentarse en televisión todos los días a las 6:00 p.m. ni alardear de sus “logros” y aunque hay unas cifras oficiales, que de seguro son poco confiables dada la limitada capacidad de Colombia de hacer pruebas diagnósticas, lo cierto es que las alertas naranja en distintas localidades del suroccidente de la ciudad de Bogotá, dan cuenta de que el coronavirus campea por el territorio nacional a sus anchas, aprovechando la estrategia de selección natural artificial, llamada eufemísticamente por Iván Duque “aislamiento inteligente” instaurada por el Uribismo y sus aliados financieros.

Según esta estrategia paralelamente se debe “cuidar la vida y la economía al tiempo”, es decir pone en un mismo plano la vida humana y las ganancia de los grandes banqueros y empresarios, los muestra como una especie de benefactores, de “padres protectores generadores de empleo” a los cuales se les debe servir y respetar por el bien de la “patria”, diría la recalcitrante ultraderecha colombiana. De esta manera son varios los elementos que se deben tener en cuenta a la hora de organizar la lucha y la resistencia social frente a un gobierno como el del Centro Democrático que ha mostrado su cara más feroz y corrupta en medio de una pandemia.

En primer lugar la estrategia mediática del gobierno nacional es una burla, Duque organizó todos los días una especie de reallity televisivo a las 6:00 p.m. en donde con invitados V.I.P y cifras en mano hace las veces de un comandante en medio de una batalla contra el enemigo invisible, parece ser que dentro del contrato de 3.500 millones de pesos para posicionar su imagen, una de las recomendaciones fue volverse “omnipresente” en la vida de los colombianos, mientras los canales privados hacen las veces de caja de resonancia o antenas repetidoras difundiendo la perversa idea de “optimismo a la colombiana” en donde se hace creer que en medio de la más cruda miseria, hambruna y falta de acceso a sistemas de salud y educación digna, salta la resiliencia de un pueblo que en medio de su sufrimiento
saca lo mejor de sí, recrean con imágenes de niños frente a computadores destartalados, aplausos a trabajadores de salud, imágenes de una falsa solidaridad etc., todo un monumento a la “lastima y la caridad”.

En segundo lugar aprovechando el confinamiento, se adelanta una
arremetida brutal a nivel laboral, pensional y tributario, las
aberrantes reformas que el gobierno Uribista venía proponiendo
desde el 2019 y que fueron causa del movimiento de protesta social
iniciado el 21 de noviembre del año anterior, son ahora aplicadas
soterradamente aprovechando el estado de emergencia social y la
imposibilidad de la movilización social. Aproximadamente 160
decretos en un mes son testimonio del proceder vil y apátrida de Iván
Duque, beneficiando a los patrocinadores de campaña y patronos. De
estos ni un solo decreto – ni uno solo – beneficia al pueblo colombiano,
no pasan de ser “pañitos” de agua tibia que solo buscan crear una
cortina de humo frente al desastre humanitario de un país humillado, explotado e insultado, en donde la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez se llena la boca llamando “atenidos” a los miles de colombianos
que deambulan hambrientos sin trabajo, sin mercado, desplazados y/o desalojados a punta de bolillo y gases por el ESMAD en medio del confinamiento.

En tercer lugar tendremos que decir que la pandemia confinó a los seres humanos pero no a la corrupción, es escandaloso y repugnante el manejo que Duque le ha dado a los recursos económicos del país, nadie con algo de sentido común podrá olvidar que en el año 2020, en medio de la hambruna,
la peste, la falta de recursos para la salud y la educación, se utilizaron 3500 millones de pesos para posicionar al Presidente en redes sociales, 7.900 millones en tanquetas para el ESMAD, 9.500 millones en munición para el ESMAD y 9.741 millones en camionetas blindadas y hubo una falta de voluntad total para aprobar una renta básica para la población más vulnerable.

Mientras que este pandemónium nacional se desarrolla, los sectores de la salud y la educación permanecen en el olvido, las perversas reformas neoliberales adelantadas durante 30 años modelaron unos sistemas públicos raquíticos, desfinanciados, la tragedia de los hospitales, del personal médico y
sanitario se refleja en las protestas de los funcionarios en las puertas de los hospitales y en el abandono de los pacientes a sus suerte, (Duque olímpicamente frente a las cámaras de televisión, dice que el 80%
de los enfermos están en sus casas). En materia educativa el panorama no es más alentador, mientras algunos miles de niños están en modalidad virtual, otra gran mayoría no tiene acceso a internet y padece la difícil situación económica de sus familias. Así mismo, maestros y maestras asumen la
modalidad de trabajo en casa, ampliando sus horarios laborales y alternándolos con el cuidado de sus hijos y las tareas domésticas, pagando de su bolsillo el internet y la energía eléctrica.

Es así como esta Pandemia o más bien Pandemónium se terminó volviendo el pretexto para que hombres como el “honorable” Ministro de Hacienda y “expropiación” pública Alberto Carrasquilla, proponga el no pago de la prima a los trabajadores, como medida entre otras, de una larga cadena de
“micos” colgados del árbol de la ignominia presidencial, y digo que es un “pandemónium” porque es una desorden lleno de gritos, confusiones, muerte, abusos, un absoluto aquelarre de corrupción, depravación, perversión, envilecimiento, deshonestidad y putrefacción de un sistema que escupe
todos los días a la cara de un país patriarcal, que cual mujer maltratada por años, normalizó la barbarie y naturalizó la muerte dentro de una sociedad que se encuentra en manos del matarife y su triste y patético bufón.

Algo más… Ver la serie Matarife es como un fresco aire por la ventana, sabemos que no estamos solos y aislados en esta lucha.

Twitter @Charly Munevar
Facebook: Charly Munevar

 

Referencias
University, Dashboard by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins.
(s.f.). mapa del coronavirus. Obtenido de
https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd4029
9423467b48e9ecf6

Autor: Carlos Munevar

Fuente: OVE

Comparte este contenido:

Colombia: Niños alquilan celulares en Bucaramanga para recibir educación en casa

Niños alquilan celulares en Bucaramanga para recibir educación en casa

Según el más reciente informe del Programa Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, por cada 100 habitantes en la ‘Ciudad de los Parques’ sólo 26 ciudadanos tienen conexión a internet en sus hogares. Esta realidad la padecen, sobre todo, las familias de estratos 1 y 2.

La dinámica social y económica actual, originada por la pandemia, ocasionó una repentina demanda en el uso de quipos de cómputo y de la web para mantener el distanciamiento social. En el municipio, desde el pasado 20 de abril se iniciaron las clases en casa para los alumnos escolares.

La medida ha generado dolores de cabeza y estrés en padres de familia, en hogares vulnerables en donde no cuentan con computador ni internet.

Vanguardia conoció que, en muchos de estos casos, los niños deben alquilar celulares para poder acceder a los grupos de trabajo virtuales y para descargar las guías y talleres de sus procesos educativos.

Ante dicha necesidad, la Alcaldía de Bucaramanga inició la entrega de 2.200 computadores en colegios públicos, para apoyar los procesos de educación en casa de alumnos de escasos recursos.

“Un celular para tres niños”

Emilse García, presidenta de la Junta de Acción Comunal, JAC, del barrio Betania en el Norte de Bucaramanga, relató a Vanguardia que “en nuestra comunidad hay familias que no tienen un celular de alta gama o que pueda acceder a internet, y menos un computador para los niños. En otras casas, sólo cuentan con un teléfono inteligente, el cual debe ser compartido entre tres niños.

“Los papás se ven obligados a alquilar celulares con otros vecinos, para que sus hijos puedan cumplir con las tareas y descargar el material que les envían los ‘profes’. Algunos colaboran y prestan los teléfonos inteligentes, pero ante la necesidad que hay ya se alquilan por personas así sea para recibir mil o dos mil pesos”, explicó García.

Directivas de colegios en Bucaramanga reconocen que varias instituciones escolares públicas se “rajan” en lo que respecta a la educación virtual. Por tal motivo, adoptaron la entrega de guías en forma física, para que semanalmente los estudiantes repasen temas y realicen tareas en sus hogares.

Con entrega de guías en físico

Dora Solano, rectora de la Institución Educativa Villas de San Ignacio en el Norte de Bucaramanga, ratificó que “hace poco hicimos una encuesta sobre el uso de medios tecnológicos con nuestros estudiantes, y quedamos aterrados al conocer casos como el alquiler por horas de celulares para acceder a clases y a trabajos, por $1.000 o $2.000.

“Calculamos que sólo el 30% de nuestros estudiantes tiene acceso a la virtualidad. Nuestra mejor herramienta para continuar con la formación son las guías en físico, con las cuales sí llegamos al 100% de alumnos. Los líderes comunales nos han ayudado mucho en este procesos, para convocar a los padres a que reclamen el material de trabajo”, agregó.

En el barrio Bavaria II, los infantes “están recibiendo clases por medio de guías. En la mayoría de casas hay dos y hasta cuatro niños que ven clases al mismo tiempo, y que sólo cuentan con un celular, a lo mucho. Hasta el momento, como líder no he conocido que en la comunidad se haya entregado un computador de los que anunció la Alcaldía”, aseguró Mauricio James, presidente de la JAC del barrio Bavaria II.

En total, el Gobierno Nacional entregó 2.200 computadores para estudiantes de instituciones escolares públicas en Bucaramanga. Según lo informado por la Alcaldía, tales equipos se distribuirán en 14 planteles.

Fuente de la Información: https://www.laopinion.com.co/colombia/ninos-alquilan-celulares-en-bucaramanga-para-recibir-educacion-en-casa-196842

Comparte este contenido:
Page 68 of 439
1 66 67 68 69 70 439