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Colombia: La sobreexcitación por la educación virtual o el triunfalismo altanero de la “comunicación sin comunidad”

La sobreexcitación por la educación virtual o el triunfalismo altanero de la “comunicación sin comunidad”

Olver Quijano Valencia[1]

[1] Profesor Titular Universidad del Cauca, Colombia. Investigador Asociado y par evaluador MINCIENCIAS, Colombia. E-mail: oquijano@unicauca.edu.co ; olverquijano@gmail.com ; http://olverquijanov.jimdo.com/

Narrativas individualistas, anti-publicas, anti-estatales, virtuales y on line, se asoman en esta coyuntura como parte del plan de `salvación` de una de las instituciones históricamente determinante en la construcción del tejido social y cultural nacional: la escuela. Al margen de las contribuciones de esta institución en la socialización y configuración de un proyecto cultural homogéneo o monocultural de la nación, es decir, de la naturalización de la exclusión y de la clasificación social ─léase, del blanqueamiento─ como de su complicidad con la incursión y perpetuación del desarrollo y de la actual crisis civilizatoria; ha sido la escuela, uno de los espacios trascendentales en nuestro proceso de formación y en la configuración de escenarios de encuentro y socialización.

Una suerte de nuevo régimen social fundado en la conectividad, la virtualidad y la dependencia del poder de las TIC, de la informática y de múltiples dispositivos smart, paulatinamente se impone en esta coyuntura, claro está, sin la mediación de estudios y reflexiones rigurosas sobre sus derivaciones dilemáticas y problemáticas.  Una enorme pulsión y hasta apelación compulsiva y esquizofrénica por lo virtual y lo online se moviliza en muchos de los ámbitos de la vida cotidiana: los negocios, la salud, el afecto, la sexualidad, el trabajo, la educación, etc. Todo esto ha hecho

[..] plausible pensar en un posible tránsito a un nuevo régimen social sin contacto humano, o con el menor número posible de contactos y regulados por la burocracia: el aterrador aumento del poder de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) sobre nuestras vidas; y su corolario, los proyectos de seguimiento digital de la población amparados en la necesidad de limitar el número de contagios de covid-19.[1]

¿Hay una suerte de fascinación con la tecnología y una posible dependencia total de ella? ¿Está orientada dicha sobreexcitación también a perpetuar el statu quocomo sus prácticas segregacionistas y de discriminación social? ¿Cuál es su pertinencia en el mundo escolar convencional y en el ejercicio virtual y on lineen medio de la tensión entre conectados, desconectados y sinlos medios tecnológicos epocales apropiados?

Como bien se plantea en el “Manifiesto Contra la doctrina del shock digital. La necesidad de luchar contra un mundo `virtual`”,

[…] el confinamiento obligatorio en los hogares ha hecho que, para muchos, las pantallas se hayan convertido en casi la única manera de mantener el contacto con el mundo: el comercio digital ha explotado, de hecho hasta la organización de redes locales de aprovisionamiento de verduras y productos frescos ha dependido en muchos casos de internet; el uso de videojuegos ha alcanzado niveles estratosféricos; las consultas de «telemedicina» han aumentado exponencialmente (pese a que lo único que ofrecen es una simple conversación telefónica); también la continuidad de la docencia reglada se ha hecho pasar por el ordenador, ignorando todas las voces médicas que recomiendan limitar la exposición de los niños a las pantallas y a las radiofrecuencias de microondas; y, por último, muchos miles de personas están teletrabajando –se acabó lo de «metro-curro-catre», la cosa se ha quedado en «de la cama al ordenata», «en la cama con la Tablet» o «en el catre con el ordenata».[2]

Este episodio ha impactado el mundo de la educación, llegando a plantear ingenuamente el inicio de una “revolución” muy propia de políticas de desmantelamiento de lo público como de debilitamiento de lo social. Como algunos analistas ya lo han planteado, más que tener relación con una revolución, podría tratarse o bien de una disolución o de una reestructuración económica institucional, propia de estados de excepción, de donde siempre salen mal librados los derechos, los compromisos democráticos y los intereses de las mayorías.

Felices y sobreexcitados están quienes siempre han confundido formación con información, los gobiernos que con la virtualidad esquivan las múltiples demandas y exigencias por el fortalecimiento y cualificación de la educación pública y privada, y en especial, el sector empresarial/tecnológico que rápidamente ha potenciado una amplia oferta material y simbólica dirigida a intensificar lo que sarcástica y erráticamente se viene denominando como “un sistema educativo más inteligente”.

En palabras de importantes analistas, la “’youtuberización’ del conocimiento” y la “esclavitud digital” pueden ahora sí concretarse y naturalizarse en un escenario donde como lo expone de manera desafiante Diego Garrocho Salcedo, “pareciera que lo relevante no fuera ya qué es lo que hay que contar sino cómo hay que transmitirlo. En el imperio del cómo —los más horteras volverán a recurrir al inglés para hablar del way of doing— es probable que se imponga un modelo de experto capacitado para transmitir con afinada solvencia su más perfecta ignorancia”.[3]  En este emergente mercado también salen a la superficie los `gurus` precarios, esos que ahora y con su habitual ausencia de profundidad, fundamentación y de un complejo y abultado equipaje cognitivo transdisciplinario, se autodenominan como `expertos` en tales metodologías. Todo esto con el agravante de que “las personas corren a las pantallas; es como encontrarse con comida chatarra […] Es una adición y es más difícil renunciar a la comida chatarra cuando hay un único restaurante abierto en la ciudad”.[4]

La doctrina del shock digital y la virtualidad forzosa, ha penetrado el singular mundo de la educación sin mayores análisis acerca de lo político/institucional, lo pedagógico/didáctico y lo técnico/comunicacional, pero ante todo y una vez más, sin respuestas sobre sí es posible o no, salvar el alma de la escuela. Esta mudanza forzada de la escuela y la obsesión por la eficiencia, tal vez se inscriben en otro tecnicismo y otra manifestación de su (re)funcionalización, esta vez sin mayores consideraciones sobre sus esencias.

Muchos años antes de esta carrera loca e improvisada por la virtualidad educativa y on line, algunos ya habíamos hecho uso de tales medios, claro está, como hoy, sin suficientes competencias sobre el particular. De ahí que, desde el juicio y no desde el prejuicio, reconocemos cierto atraso y algunos destiempos de la educación, pero igualmente se verifica el hecho de que la virtualidad constituye una herramienta de enorme valor, sin que le asista un carácter determinante en el proceso de formación. Se trata, óigase bien, de una expresión herramental de indudable importancia.

Entonces, como lo afirma Noami Klein, “el problema no es si las escuelas deben cambiar ante un virus altamente contagioso para el cual no tenemos cura ni vacuna. Al igual que todas las instituciones donde los humanos actúan en grupos, las escuelas cambiarán. El problema, como siempre en estos momentos de conmoción colectiva, es la ausencia de debate público sobre cómo deberían ser esos cambios y a quién deberían beneficiar. ¿Empresas tecnológicas privadas o estudiantes?”[5]

Esta vez, desarrollamos las clases asistidos sin duda, por una “dulce” nostalgia por el encuentro físico, el cuerpo, el movimiento, la risa, el abrazo, el café, la interpelación eficiente,la estética de la forma y en especial de la energía, la conversación y la maravilla de encontrarnos y conocernos,entre ese singular sinnúmero de dones y regalos proporcionados por la escuela como “institución generosa”.  Poner el alma y el cuerpo como toda presencia y presencialidad, se va difuminando en tantos encuentros sincrónicos, dándonos la impresión de que estamos solos o juntos, pero sin comunidad.

El confinamiento obligatorio producto de la actual pandemia, también ha revelado la estupidez, la ignorancia y la falta de sensibilidad de los gobiernos y funcionarios con la población en las regiones y localidades. Por ejemplo. “normalizar” las actividades educativas y relajar el distanciamiento social, no deja de ser un bien intencionado propósito, siempre en desconocimiento de la realidad socio/económica y cultural, como de la miserable infraestructura educativa y tecnológica de regiones desde siempre desconectadas.

En medio del más miserable desmantelamiento de la educación nacional, regional y local por parte de gobiernos corruptos, mezquinos y neoliberales;  sin estudios, sin datos, sin el conocimiento del contexto local y regional, y lo peor, sin estrategia, los funcionarios (esos que poco funcionan) encargados de administrar la educación `reactivaron` las clases apelando al uso de tecnologías de la información y la comunicación, plataformas, webs, radio, televisión, teléfonos móviles, materiales impresos, etc. Claro está, sin conocer el estado de conectividad de sus estudiantes como la disposición de recursos tecnológicos y menos las competencias de estudiantes, profesores y profesoras para desarrollar este tipo de actividades y este tipo de herramientas.

Hemos sido testigos del nefasto inventario al que hoy se han enfrentado profesores y profesoras del área urbana y sobre todo del contexto rural a la hora de examinar posibilidades tecnológicas y de recursos. Conclusión: nunca existieron condiciones para trasladar el largo e histórico acumulado de la escuela a las redes y a la casa, máxime cuando en muchas instituciones educativas lo único que existen son necesidades de:rectores, profesores, infraestructura física y tecnológica, medios y recursos educativos, alimentación, transporte y un largo etc., que nos indigna profundamente.

En Colombia, según un estudio de la Universidad Javeriana,

El 96% de los municipios del país no pueden implementar educación virtual porque más del 50% de los estudiantes de 11º no tienen computador ni internet en sus hogares (…) El67% de los estudiantes de colegios públicos está en la misma situación. En zonas rurales solo el 9% de los jóvenes dispone de un computador. De acuerdo con el DANE (2018) el 52.7% de los hogares tiene internet. Centros urbanos 63.1%, rurales 16.2%”. Incluso en Bogotá, sólo el 68% tiene acceso a la web y en las universidades el 38% de los estudiantes no ha podido acceder a las clases virtuales por falta de internet. Se encuentran toda clase de incongruencias: escuelas con internet sin electricidad, escuelas con computadores obsoletos, escuelas sin internet con computadores, escuelas con computadores sin internet y muchas escuelas sin nada.[6]

Es evidente, no tienen celulares, no tienen internet, no tienen computador, no pueden salir a recoger los materiales impresos (pues en algunas regiones los controles comunitarios y los grupos armados no permiten circulación alguna), no hay señal en las regiones remotas, los celulares reportados en el momento de la matrícula no son de los estudiantes, ya no existen o no están en funcionamiento. Y lo peor, están prefiriendo comer a hacer recargas. Como dicen muchos padres hoy frente a la invitación a clases: “no sabemos qué hacer, solo tenemos una comida al día, qué vamos a tener internet y datos”. Claro, contesta la profesora. “No se angustien, ni vayan a retirar a sus hijos del colegio. Es más importante alimentarse, cuidarse que tener datos o internet. Estos momentos son más para cuidar nuestra vida y la salud al igual que la de los seres queridos”.

La escuela virtual y on lineno funciona eficientemente. Una vez más, la escuela fracasa en medio de la incompetencia y la insensibilidad institucional sigue ganando la batalla.  En tiempos de crisis, también imaginar, crear, leer el contexto y sobre todo estrenar el cerebro, son tareas inevitables.

Al final y en medio de tanta tristeza, incertidumbre e impotencia, siempre tendrá razón la profesora que en medio del llanto después de hablar con algunos de sus estudiantes, solo pudo decir: “Por favor, no se angustien, ni angustien a sus familias. Lean, escuchen música, escriban un diario, relaten una historia de sus vecinos, hablen con los viejos, dibujen, repasen las tablas, báñense, bañen el perro, remienden las medias y la ropa interior, sonrían. Los quiero y los extraño mucho”.

– “Igualmente, profe, la queremos mucho”.

Educación virtual, on line y homeschooling─educación en casa o en familia son maneras de dar cuenta de este repentino cambio en la práctica escolar o de llevar el acumulado histórico de la institución escolar a las pantallas y a la casa. Tal vez esta escuela virtual/on line y su aprendizaje automático y remoto, no están funcionando muy bien, tal como lo dejan ver padres, estudiantes y profesores. Angustias, problemas, inequidades, encierro, soledad, traslado plano de intervenciones presenciales a las pantallas, monólogos, bombardeos de documentos y tareas, reducción de tecnología a medios, información sin fricción, impaciencia, nerviosismo, cansancio, stress, colapsos psicológicos, son entre otros, aspectos que en la fascinación y sobrexcitación no ha dado espacio y tiempo para evaluar milimétricamente esta posible nueva vergüenza prometeica.

Una new Deal de las pantallas (Screen New Deal) en tanto propuesta sin contacto y altamente rentable, como lo ha denominado recientemente Noami Klein, al penetrar el mundo de la escuela, posiblemente también contribuya a consagrar la educación sin aprendizaje sustantivo y significativo, y tal vez, se ubique más del lado de asimilar la educación con el acto de salir al mercado a aprender a ganarse la vida y no de salir al mundo a prender a vivir, como lo afirma Carlos Skliar.[7]

Comprender mejor el mundo y tener la posibilidad de gozárselo más como lo sugiriera Rodolfo Llinàs, “trasmitir el mundo, compartir las distintas imágenes del mundo, renovar el mundo con los nacimientos”[8], ampliar la conversación intergeneracional, actualizarnos y refrescarnos con el ideario, la estética y las experiencias de las nuevas generaciones, son tareas y prácticas propias de la magia de la escuela, esa a la cual no es posible renunciar aún en medio de la virtualidad forzosa, del aprendizaje remoto y sin fricciones y de la dictadura de las pantallas, escenario con anclaje ─según AnujaSonalker─en la premisa de que los “humanos son biopeligrosos, las máquinas no”.[9]

No despreciamos el rol de la virtualidad como herramienta importante en el proceso de formación, pero tampoco desconocemos a “la escuela como institución generosa”[10], en tanto da tiempos, espacios, saberes, libros, arte, imágenes, palabras, experiencias, contactos, encuentros, compromisos, proyectos, sueños, comunalidad, procedimientos, alegrías, tensiones, afectos, conocimientos,amig@s, pensamientos, lecturas,abrazos, análisis, etc. Asimismo, seguimos pensando en el maestro no como operador de dispositivos y de pantallas, sino ante todo como arquitecto─quien diseña─ y como anfitrión─quien ejerce la hospitalidad─.[11]Desde estas premisas, estamos convencidos del rol de la escuela como espacio de encuentro y de acogida, pues sin este tipo de experiencias, solo será posible la desfuturizaciòn, la descomunalizaciòn, la desconexión y entre otras cosas, “la comunicación sin comunidad[…] Estamos “cada vez más interconectados, pero sin vinculación ni cercanía. […]Tenemos que inventar nuevas formas de acción y juego colectivo que se realicen más allá del ego, del deseo y el consumo, y creen comunidad”.[12]

Como sugiere, Carlos Fernández Liria, “no es una buena idea llegar a la meta sin amigos y sin amor, sin nada que nos merezca un mínimo de respeto. ¿A dónde vamos tan deprisa? ¿Tanta prisa tenemos en llegar al abismo, por otra parte, inevitable, que nos augura el agotamiento ecológico de este planeta?”[13]De una educación sin el encuentro, la vivencia, los vínculos y la cercanía física, tal vez vengan generaciones y sociedades sin la experiencia de lo común, lo colectivo, la sociabilidad, la solidaridad, la

[1]La necesidad de luchar contra un mundo ‘virtual’. Contra la doctrina del shock digital. Disponible en: https://vientosur.info/spip.php?article15938

[2]La necesidad de luchar contra un mundo ‘virtual’. Contra la doctrina del shock digital. Disponible en: https://vientosur.info/spip.php?article15938

[3]La ‘youtuberización’ del conocimiento. Disponible en: https://www.elespanol.com/opinion/tribunas/20200519/youtuberizacion-conocimiento/491070895_12.html?fbclid=IwAR3GIQc4IBkrqKTg75ahxYCZ5oPbUQvytJNtWQvRdH_dciJMTDFIBGjx2xY

 

[4]La educación digital es para las «masas», la «élite» huye del mundo digital. Disponible en: https://profesionalesporelbiencomun.com/la-educacion-digital-es-para-las-masas-la-elite-huye-del-mundo-digital/#.XsPzQKhKiM8. Esta referencia, aunque en su título no se corresponde con el artículo original «Human ContactIsNow a LuxuryGood«,referido más a cómo las clases adineradas examinan las formas para que sus hijos reduzcan o se alejen de las pantallas, evitando no solo patologías asociadas sino ante todo favorecer e intensificar el contacto humano; no deja de ser un insumo y referente para la actual conversación sobre educación en entornos virtuales, es decir, sobre la escuela como institución de múltiples contactos y la formación on line como aprendizaje remoto y sin fricciones. Agradezco al profesor Gustavo Adolfo Ramírez González (Universidad del Cauca, Colombia) por su oportuna aclaración al respecto y nuestra corta conversación virtual al respecto.

[5]Distopía de alta tecnología: la receta que se gesta en Nueva York para el post-coronavirus. Por Naomi Klein. Disponible en:https://www.lavaca.org/portada/la-distopia-de-alta-tecnologia-post-coronavirus/?fbclid=IwAR3KBn9ICDPHVNBKvxrsIGf2i04WQO93zJOHUOcSw8wz3Q5toyUXkwtpUiw

[6]Colegios en Colombia no están preparados para dar clases virtuales. Disponible en: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/estan-preparados-los-colegios-publicos-para-implementar-lecciones-virtuales-por-el-covid19-471662

[7]IX Conversaciones más allá de las pandemias entre Carlos Skliar y Miguel Alberto González González. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=O_cf6Hc2RlA&t=3651s

[8]VIII Conversatorio internacional pensarnos en y más allá de pandemias Horizontes Humanos de Kalkan. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=ehrX7Mn920o&t=4466s

[9]Distopía de alta tecnología: la receta que se gesta en Nueva York para el post-coronavirus. Por Naomi Klein. Disponible en: https://www.lavaca.org/portada/la-distopia-de-alta-tecnologia-post-coronavirus/?fbclid=IwAR3KBn9ICDPHVNBKvxrsIGf2i04WQO93zJOHUOcSw8wz3Q5toyUXkwtpUiw

[10]ABCEDÁRIO con Jorge Larrosa Bondía. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=5FtY1psRoS4

[11]Las viejas tecnologías en tiempos de cuarentena. Daniel Brailovsky. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=nhtdQjfc9YI

[12]Byung-Chul Han: “El dataismo es una forma pornográfica de conocimiento que anula el pensamiento” Disponible en: https://elpais.com/cultura/2020/05/15/babelia/1589532672_574169.html

[13]Covid-19: el siglo XXI empieza ahora. Disponible en: https://herramienta.com.ar/articulo.php?id=3180

 

Fuente de la Información: OVE

 

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Colombia: Pandemia o Pandemonium

Pandemia o Pandemonium

Por Carlos Munévar

Decidí ponerme a escribir en medio de esta situación extraña, dicen que hacerlo libera el alma, es más… por ahí leí que era como meterse el dedo en la garganta y vomitar párrafos cuando sentimos la vida nauseabunda.

Empecemos el camino.

La Pandemia de COVID19 sigue su aumento exponencial, al SARS-Cov-2 no le importa si Duque, el gobierno nacional y miles de colombianos sin sentido común lo ignoran, no le importa que aún algunos crean que es una ficción creada por una teoría conspirativa, ni que se diga que es una estrategia mediática de guerra de cuarta generación, si algo es contundente son las cifras, cuando empecé a escribir este texto eran 4.420.743 las personas que habían dado positivo por coronavirus en el mundo de ellas y 301.370 habían muerto, hoy 10 días después son 5.335.868 los contagiados y 342.694 los fallecidos (University, Dashboard by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins)

En Bogotá el patógeno se transporta cómodamente en Transmilenio, en el transporte público, está en la ropa, en las manos y en la saliva de los portadores, no necesita presentarse en televisión todos los días a las 6:00 p.m. ni alardear de sus “logros” y aunque hay unas cifras oficiales, que de seguro son poco confiables dada la limitada capacidad de Colombia de hacer pruebas diagnósticas, lo cierto es que las alertas naranja en distintas localidades del suroccidente de la ciudad de Bogotá, dan cuenta de que el coronavirus campea por el territorio nacional a sus anchas, aprovechando la estrategia de selección natural artificial, llamada eufemísticamente por Iván Duque “aislamiento inteligente” instaurada por el Uribismo y sus aliados financieros.

Según esta estrategia paralelamente se debe “cuidar la vida y la economía al tiempo”, es decir pone en un mismo plano la vida humana y las ganancia de los grandes banqueros y empresarios, los muestra como una especie de benefactores, de “padres protectores generadores de empleo” a los cuales se les debe servir y respetar por el bien de la “patria”, diría la recalcitrante ultraderecha colombiana. De esta manera son varios los elementos que se deben tener en cuenta a la hora de organizar la lucha y la resistencia social frente a un gobierno como el del Centro Democrático que ha mostrado su cara más feroz y corrupta en medio de una pandemia.

En primer lugar la estrategia mediática del gobierno nacional es una burla, Duque organizó todos los días una especie de reallity televisivo a las 6:00 p.m. en donde con invitados V.I.P y cifras en mano hace las veces de un comandante en medio de una batalla contra el enemigo invisible, parece ser que dentro del contrato de 3.500 millones de pesos para posicionar su imagen, una de las recomendaciones fue volverse “omnipresente” en la vida de los colombianos, mientras los canales privados hacen las veces de caja de resonancia o antenas repetidoras difundiendo la perversa idea de “optimismo a la colombiana” en donde se hace creer que en medio de la más cruda miseria, hambruna y falta de acceso a sistemas de salud y educación digna, salta la resiliencia de un pueblo que en medio de su sufrimiento
saca lo mejor de sí, recrean con imágenes de niños frente a computadores destartalados, aplausos a trabajadores de salud, imágenes de una falsa solidaridad etc., todo un monumento a la “lastima y la caridad”.

En segundo lugar aprovechando el confinamiento, se adelanta una
arremetida brutal a nivel laboral, pensional y tributario, las
aberrantes reformas que el gobierno Uribista venía proponiendo
desde el 2019 y que fueron causa del movimiento de protesta social
iniciado el 21 de noviembre del año anterior, son ahora aplicadas
soterradamente aprovechando el estado de emergencia social y la
imposibilidad de la movilización social. Aproximadamente 160
decretos en un mes son testimonio del proceder vil y apátrida de Iván
Duque, beneficiando a los patrocinadores de campaña y patronos. De
estos ni un solo decreto – ni uno solo – beneficia al pueblo colombiano,
no pasan de ser “pañitos” de agua tibia que solo buscan crear una
cortina de humo frente al desastre humanitario de un país humillado, explotado e insultado, en donde la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez se llena la boca llamando “atenidos” a los miles de colombianos
que deambulan hambrientos sin trabajo, sin mercado, desplazados y/o desalojados a punta de bolillo y gases por el ESMAD en medio del confinamiento.

En tercer lugar tendremos que decir que la pandemia confinó a los seres humanos pero no a la corrupción, es escandaloso y repugnante el manejo que Duque le ha dado a los recursos económicos del país, nadie con algo de sentido común podrá olvidar que en el año 2020, en medio de la hambruna,
la peste, la falta de recursos para la salud y la educación, se utilizaron 3500 millones de pesos para posicionar al Presidente en redes sociales, 7.900 millones en tanquetas para el ESMAD, 9.500 millones en munición para el ESMAD y 9.741 millones en camionetas blindadas y hubo una falta de voluntad total para aprobar una renta básica para la población más vulnerable.

Mientras que este pandemónium nacional se desarrolla, los sectores de la salud y la educación permanecen en el olvido, las perversas reformas neoliberales adelantadas durante 30 años modelaron unos sistemas públicos raquíticos, desfinanciados, la tragedia de los hospitales, del personal médico y
sanitario se refleja en las protestas de los funcionarios en las puertas de los hospitales y en el abandono de los pacientes a sus suerte, (Duque olímpicamente frente a las cámaras de televisión, dice que el 80%
de los enfermos están en sus casas). En materia educativa el panorama no es más alentador, mientras algunos miles de niños están en modalidad virtual, otra gran mayoría no tiene acceso a internet y padece la difícil situación económica de sus familias. Así mismo, maestros y maestras asumen la
modalidad de trabajo en casa, ampliando sus horarios laborales y alternándolos con el cuidado de sus hijos y las tareas domésticas, pagando de su bolsillo el internet y la energía eléctrica.

Es así como esta Pandemia o más bien Pandemónium se terminó volviendo el pretexto para que hombres como el “honorable” Ministro de Hacienda y “expropiación” pública Alberto Carrasquilla, proponga el no pago de la prima a los trabajadores, como medida entre otras, de una larga cadena de
“micos” colgados del árbol de la ignominia presidencial, y digo que es un “pandemónium” porque es una desorden lleno de gritos, confusiones, muerte, abusos, un absoluto aquelarre de corrupción, depravación, perversión, envilecimiento, deshonestidad y putrefacción de un sistema que escupe
todos los días a la cara de un país patriarcal, que cual mujer maltratada por años, normalizó la barbarie y naturalizó la muerte dentro de una sociedad que se encuentra en manos del matarife y su triste y patético bufón.

Algo más… Ver la serie Matarife es como un fresco aire por la ventana, sabemos que no estamos solos y aislados en esta lucha.

Twitter @Charly Munevar
Facebook: Charly Munevar

 

Referencias
University, Dashboard by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins.
(s.f.). mapa del coronavirus. Obtenido de
https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd4029
9423467b48e9ecf6

Autor: Carlos Munevar

Fuente: OVE

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Colombia: Niños alquilan celulares en Bucaramanga para recibir educación en casa

Niños alquilan celulares en Bucaramanga para recibir educación en casa

Según el más reciente informe del Programa Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, por cada 100 habitantes en la ‘Ciudad de los Parques’ sólo 26 ciudadanos tienen conexión a internet en sus hogares. Esta realidad la padecen, sobre todo, las familias de estratos 1 y 2.

La dinámica social y económica actual, originada por la pandemia, ocasionó una repentina demanda en el uso de quipos de cómputo y de la web para mantener el distanciamiento social. En el municipio, desde el pasado 20 de abril se iniciaron las clases en casa para los alumnos escolares.

La medida ha generado dolores de cabeza y estrés en padres de familia, en hogares vulnerables en donde no cuentan con computador ni internet.

Vanguardia conoció que, en muchos de estos casos, los niños deben alquilar celulares para poder acceder a los grupos de trabajo virtuales y para descargar las guías y talleres de sus procesos educativos.

Ante dicha necesidad, la Alcaldía de Bucaramanga inició la entrega de 2.200 computadores en colegios públicos, para apoyar los procesos de educación en casa de alumnos de escasos recursos.

“Un celular para tres niños”

Emilse García, presidenta de la Junta de Acción Comunal, JAC, del barrio Betania en el Norte de Bucaramanga, relató a Vanguardia que “en nuestra comunidad hay familias que no tienen un celular de alta gama o que pueda acceder a internet, y menos un computador para los niños. En otras casas, sólo cuentan con un teléfono inteligente, el cual debe ser compartido entre tres niños.

“Los papás se ven obligados a alquilar celulares con otros vecinos, para que sus hijos puedan cumplir con las tareas y descargar el material que les envían los ‘profes’. Algunos colaboran y prestan los teléfonos inteligentes, pero ante la necesidad que hay ya se alquilan por personas así sea para recibir mil o dos mil pesos”, explicó García.

Directivas de colegios en Bucaramanga reconocen que varias instituciones escolares públicas se “rajan” en lo que respecta a la educación virtual. Por tal motivo, adoptaron la entrega de guías en forma física, para que semanalmente los estudiantes repasen temas y realicen tareas en sus hogares.

Con entrega de guías en físico

Dora Solano, rectora de la Institución Educativa Villas de San Ignacio en el Norte de Bucaramanga, ratificó que “hace poco hicimos una encuesta sobre el uso de medios tecnológicos con nuestros estudiantes, y quedamos aterrados al conocer casos como el alquiler por horas de celulares para acceder a clases y a trabajos, por $1.000 o $2.000.

“Calculamos que sólo el 30% de nuestros estudiantes tiene acceso a la virtualidad. Nuestra mejor herramienta para continuar con la formación son las guías en físico, con las cuales sí llegamos al 100% de alumnos. Los líderes comunales nos han ayudado mucho en este procesos, para convocar a los padres a que reclamen el material de trabajo”, agregó.

En el barrio Bavaria II, los infantes “están recibiendo clases por medio de guías. En la mayoría de casas hay dos y hasta cuatro niños que ven clases al mismo tiempo, y que sólo cuentan con un celular, a lo mucho. Hasta el momento, como líder no he conocido que en la comunidad se haya entregado un computador de los que anunció la Alcaldía”, aseguró Mauricio James, presidente de la JAC del barrio Bavaria II.

En total, el Gobierno Nacional entregó 2.200 computadores para estudiantes de instituciones escolares públicas en Bucaramanga. Según lo informado por la Alcaldía, tales equipos se distribuirán en 14 planteles.

Fuente de la Información: https://www.laopinion.com.co/colombia/ninos-alquilan-celulares-en-bucaramanga-para-recibir-educacion-en-casa-196842

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Colombia: Educación para niños migrantes: los retos durante la pandemia

Educación para niños migrantes: los retos durante la pandemia

Colombia – Domingo 24 de Mayo

Estudiar en tiempos de cuarentena no ha sido fácil para los niños migrantes en Colombia. Solo aquellos que cuentan con un equipo móvil o computador portátil pueden ponerse al día con el cronograma académico, enviando las tareas asignadas por los docentes a través de las aplicaciones digitales, ya sea Whatsapp o videoconferencia. 

  Algunos padres y representantes señalan además que deben costear el plan de datos o conectarse a una red Wifi para que los estudiantes durante el confinamiento obligatorio cumplan con las actividades a distancia, las cuales se extendieron hasta el próximo 31 de julio por decisión del Gobierno Nacional.

Poseer un equipo digital y acceder a la conectividad es uno de los retos para los padres migrantes en Norte de Santander. Si bien hay aplicaciones que facilitan la navegación virtual, la gran mayoría no cuenta con los dispositivos y servicios electrónicos. Y es que según la Evaluación Rápida de Necesidades ante COVID-19 del Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM), una amplia mayoría de ellos (97%) no dispone de un computador en su vivienda.

Llama la atención los pocos hogares que cuentan con un computador (solo el 2%), siendo una herramienta clave para que los niños y niñas tengan facilidades para su desarrollo educativo. Esto implica grandes desafíos para poder llevar el aprendizaje a los menores de edad, señala el informe del GIFMM.

Experiencia escolar a distancia

Josefina Bucobo es una migrante venezolana que llegó hace dos meses con su hijo de 11 años al departamento. Luego de estar en otras dos ciudades relató que conseguir un cupo para su hijo fue difícil porque no lo querían aceptar. “Nos costó un año para que lo recibieran en un colegio oficial. Después ocurre lo de la pandemia y nos tocó acoplarnos a las medidas de las clases virtuales, sin tener teléfono ni internet”, relató la mujer, de 36 años.

Agregó que afortunadamente la profesora de la escuela optó por manejar la aplicación de WhatsApp porque era la que tenían la mayoría de los estudiantes de quinto grado, creando un grupo virtual, en el que enviaban las actividades de las asignaturas de castellano, matemáticas, ciencias naturales y sociales.

“Al principio de las clases acudimos a una vecina que estudia con mi hijo para que nos facilitara los talleres porque no disponíamos de un teléfono. Cuando logramos tener uno, mi esposo lo llevaba al trabajo para usar la conectividad y así poder descargar las tareas, guardarlas en una memoria y traerlas a la casa a mediodía para que nuestro hijo las hiciera durante la tarde”, narró la migrante.

Ahora para la familia el aprieto está en el pago de los planes porque no cuentan con Wifi y recargan el saldo telefónico cada seis días, unos 24 mil pesos adicionales a sus gastos del mes.

La profesora cucuteña Marisol Guerrero relató que las dificultades más recurrentes han sido el acceso al internet y la falta de los equipos necesarios para proseguir con las clases. “Con el confinamiento, hice una encuesta a los padres de familia y de los 27 alumnos del cuarto grado, solo 6 tenían computador en casa. Sé por otros profesores que los niños abandonaron la ciudad y regresaron a Venezuela con sus papás porque no tuvieron los medios para mantener sus servicios básicos como la alimentación y el arriendo”, narró Guerrero.

Ante estos problemas, Arturo Charria, secretario de Educación, informó que se está haciendo la entrega de guías impresas para que los estudiantes puedan desarrollarlas y seguir con el proceso de aprendizaje. Los materiales contienen la explicación y hasta una posible evaluación.

Todo esto se ha coordinado a través del trabajo entre las instituciones, docentes, padres de familia, el GIFMM, la Secretaría de Frontera y el Ministerio de Educación Nacional.

Aunque no se tiene conocimiento de cuándo llegarán a Norte de Santander, el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, junto con el Ministerio de Educación comenzaron la distribución de más de 83.000 equipos hacia 750 sedes educativas de los estratos 1 y 2 en 290 municipios del territorio nacional. Los dispositivos poseen contenidos educativos precargados, por lo que no requieren conexión a internet para apoyar al docente en la planeación de sus clases y a los alumnos con material pedagógico y didáctico.

*José Luengo | Periodista Estoy en la Frontera

Fuente de la Información: https://www.laopinion.com.co/colombia/educacion-para-ninos-migrantes-los-retos-durante-la-pandemia-196815

 

 

 

 

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Colombia: Los retos de la educación superior después de la Covid-19

América del Sur/Colombia/24-05-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

El mundo virtual tomó importancia durante la coyuntura del coronavirus.

La Covid-19, sin duda, llegó al planeta para cambiar el mundo como lo conocíamos. Todos los sectores tuvieron que hacer un alto en el camino para encontrar nuevas opciones y la educación, por supuesto, no es la excepción.

Según un estudio realizado por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en Colombia el acceso a Internet desde el hogar llegó al 64%, y al menos el 72% de los colombianos ya cuentan con un teléfono inteligente para utilizar herramientas digitales.

Por esta razón y entendiendo que la llegada del coronavirus cambió todo, las instituciones educativas se vieron en la necesidad de transformar sus aulas y llevar las clases al mundo virtual, esto como una medida de precaución y que por lo menos en universidades llevó a que el primer semestre de este 2020 se desarrollará en los ecosistemas digitales.

Al menos 500 instituciones educativas en el país innovaron en su sistema de enseñanza para lograr dictar clases virtuales sin alejar a los estudiantes de ese aprendizaje que necesita un acompañamiento de docentes y planeación.

El Ministerio de Educación se unió a la causa y dispuso 1.5 billones de pesos para crear una línea de crédito que permita fortalecer el sistema educativo colombiano. Otra de las medidas del Ministerio fue crear un fondo solidario con el objetivo de apoyar a los estudiantes de educación superior que pertenezcan a los estratos uno y dos.

IMPORTANCIA DEL MUNDO VIRTUAL

Por otra parte, la Comisión de Regulación de Comunicaciones reveló que en Colombia, en las últimas semanas, el tráfico de Internet en el país incrementó en más del 30 %, debido a que las personas realizan teletrabajo o desarrollan sus estudios desde casa, demostrando que sí se puede evolucionar el nivel educativo con un ecosistema digital pertinente y útil para los estudiantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha entendido la importancia de la educación virtual, y por eso decidió recomendar a las instituciones educativas mantener un sistema de datos seguro para los estudiantes, además de planificar programas de aprendizaje online que no inviten al aislamiento sino, por el contrario, sean una posibilidad de crear vínculos sociales con el uso de herramientas digitales.

Es aquí donde el reto para las instituciones está en que enseñar a distancia se convierte en una ayuda para que los estudiantes puedan aprender desde cualquier lugar con conexión a Internet. Por otra parte, la independencia y la disciplina toman un papel importante y los buenos hábitos de estudio ayudan a las personas que no quieren dejarse vencer por las barreras, como la de la COVID-19.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/05/22/feria-expo3du-colombia-15-al-19-junio-2020.html

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Colombia: “en transición hacia una mutación de la violencia”

Redacción: DW

Más de 100 líderes sociales y defensores de derechos humanos han sido asesinados ya este año en Colombia. ¿Quiénes, cómo, dónde y por qué matan, desaparecen, agreden o amenazan a los activistas colombianos?

#PazAlLiderazgoSocial, pide el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), mientras actualiza permanentemente una lista delíderes sociales y defensores de los derechos humanos asesinados en 2020. Estamos a mediados de mayo y esa lista registra ya 101 nombres, 26 tras el inicio de la cuarentena por la actual pandemia de coronavirus.

Desde la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC (noviembre de 2016) hasta hoy, la cifra total de asesinados asciende a 902, precisa a DW Leonardo González Perafán, coordinador del Observatorio de Conflictividades de Indepaz.

¿Quiénes son los asesinados?

En su mayoría, se trata de activistas de base campesina (39 en 2020); muchos, con liderazgo comunal (33). Hay, además, numerosos líderes indígenas (30), cívicos (13), afrodescendientes (7), que hacen parte del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (5), sindicales (4), mineros (2), ambientalistas (1).

«Son agentes que trabajan por el cambio, por la paz entendida como la reducción de la violencia, la garantía de los derechos humanos o la protección de los recursos naturales en sus territorios”, comenta a DW Viviana García Pinzón, investigadora del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos de Hamburgo y del programa de estudios de paz y conflicto de la Universidad de Marburgo.

A ellos se suman familiares o personas cercanas (8), así como firmantes del Acuerdo de Paz o excombatientes de las FARC (25). Y el registro incluye mujeres (11), aunque la violencia armada suele tener un impacto desproporcionado en los hombres, señala esta politóloga colombiana.

Amenazas, atentados y desapariciones

Junto a los asesinatos, los activistas están expuestos a otras formas de violencia. A mediados de 2019, las principales organizaciones sociales del país denunciaban más de 460 amenazas individuales o colectivas, 46 atentados con armas de fuego de largo y corto alcance y/o artefactos explosivos, y 5 casos de desaparición forzada.

En lo que va de 2020, se han publicado ya 79 panfletos de amenazas a organizaciones y comunidades, confirma González Perafán, a cargo del registro de víctimas en Indepaz. Y, por si fuese poco, en las amenazas más recientes, se ha declarado como objetivo militar a quienes violen la cuarentena. El objetivo es minar la autoridad de las organizaciones sociales en sus territorios, especialmente de las indígenas, explica el experto.

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Territorios, narcotráfico, minería y agroindustria

La cifra más alta de asesinatos se recoge, este año, en el departamento del Cauca (30), «epicentro de muchos conflictos en Colombia, por un tema geopolítico”: por su geografía, con salida a la costa pacífica y cercana a la frontera sur (con Ecuador); por sus conexiones con el resto del país y las rutas de la droga, enumera la politóloga del GIGA.

Antioquia, que secunda al Cauca en récord de asesinados en 2020 (con 17), es también «corredor estratégico para la minería ilegal, para el producto del cultivo de coca que va hacia México”, agrega el abogado González Perafán, desde Indepaz.

El Cauca, además, es un territorio con antecedentes de violencia contra población indígena y comunidades afrodescendientes, con historia de presencia paramilitar, muy rico en minerales y fertilidad del suelo: «donde se ha usado la violencia para avanzar en proyectos de extractivismo y de agroindustria”, precisa asimismo la también exinvestigadora del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz y del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa, de la Universidad Nacional de Colombia, García Pinzón.

Factores históricos y estructurales convergen allí con recientes luchas por el territorio entre diversos sectores y actores armados, a raíz de la desmovilización de las FARC. Y la presencia del Estado es «principalmente militar, enfocada en la seguridad nacional, en desmedro de la garantía y protección de los derechos”, subraya la politóloga.

Maritza Quiroz, líder social reclamante de tierras en la Costa Atlántica, asesinada en 2019. Maritza Quiroz, líder social reclamante de tierras en la Costa Atlántica, asesinada en 2019.

Crimen organizado con raíces paramilitares y guerrilleras

¿Qué revelan las estadísticas sobre los autores directos e indirectos de los asesinatos y sus motivos? «No hay claridad”, lamenta García Pinzón, porque el Estado colombiano no garantiza ni la seguridad de los líderes sociales, ni la justicia frente a sus asesinatos: no es eficiente en la investigación y el castigo a los autores.

Hasta ahora, el Estado ha negado o solo reconocido muy vagamente la sistematicidad del fenómeno, denuncian estudiosos y activistas. Ha llegado a reducirlo a incidentes de criminalidad común: a supuestos atracos o riñas personales, que activistas y organizaciones sociales desmienten, aludiendo al modus operandi y el tipo de armas empleadas.

Así, el esclarecimiento queda en manos de la sociedad civil, que apunta, sobre todo en el Cauca, a grupos del crimen organizado con raíces paramilitares como el Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas.

Históricamente, «las peores masacres en esta región no fueron perpetradas por la guerrilla sino por grupos paramilitares, con vínculos con actores legales de las élites políticas y económicas de la región”, recuerda la politóloga colombiana, mientras resalta la porosidad de las fronteras entre lo criminal y lo legal en el conflicto armado en su país.

Aunque el Estado insiste en atribuirle todo a disputas territoriales entre las múltiples disidencias de las FARC y el ELN, «todos los grupos armados presentes en esos territorios están usando las armas contra los líderes sociales”, asegura el coordinador de Indepaz. Y el panorama lo completan las disidencias del desmovilizado EPL, tercera guerrilla izquierdista de Colombia, conocida ahora como el grupo armado «Los Pelusos”, dedicado al narcotráfico. O las llamadas Águilas Negras, un presunto grupo de origen paramilitar, cuya naturaleza, estructura y hasta existencia real no parecen claras.

¿Qué (más) puede y debe hacer el Estado?

En Colombia, se negoció el Acuerdo de Paz con uno -el mayor y más antiguo- de muchos otros grupos armados. Pero ahora, el resto pugna por el control de territorios, poblaciones y mercados antes en manos de las FARC.

«Se abrieron vías para que muchas comunidades comenzaran procesos locales de construcción de paz”, afirma García Pinzón.  Pero el Estado apenas «simula la implementación de los acuerdos”, sin cumplirlos, especialmente en el tema agrario, denuncia González Perafán. Y, en medio de todo, ha llegado una pandemia, que agrava la situación de vulnerabilidad socioeconómica y física de los activistas, hoy confinados en sus casas y fácilmente localizables por sus asesinos.

En 2016 y ahora, el Estado colombiano debió «estar preparado para copar esos territorios; no solamente con el Ejército sino con instituciones de salud, educación y justicia. Esa es la tarea pendiente”, por razones de voluntad política y, quizás, hasta de recursos, sugiere la politóloga García Pinzón.

Desde Indepaz, también González Perafán reclama inversión social: cumplir los planes de desarrollo territorial contemplados en los acuerdos con las comunidades. De lo contrario, Colombia seguirá «en transición”, coinciden ambos expertos, pero más hacia «una mutación de la violencia” que hacia la paz.

Fuente: https://www.dw.com/es/colombia-en-transici%C3%B3n-hacia-una-mutaci%C3%B3n-de-la-violencia/a-53498940

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Daniela Galindo: trabajando para la inclusión en Colombia a través de herramientas de comunicación

América del Sur/Colombia/Gemreport

Daniela es una de las muchas campeonas destacadas por el Informe GEM en el período previo al lanzamiento de su publicación 2020 sobre inclusión y educación: todo significa todo, que saldrá el 23 de junio. A su manera, y en varios países del mundo, estos campeones luchan por celebrar la diversidad de los alumnos, en lugar de ignorarla.

A los 31 años, Daniela dirige su propia empresa » Hablando con Julis «, una empresa que utiliza software de comunicación y educación para que los niños, jóvenes y adultos con discapacidad, analfabetos y bilingües, puedan aprender y comunicarse sin dificultad

Daniela creció con su hermana, Julis, quien debido a su discapacidad no podía hablar ni comunicarse con los demás. Usando sus estudios de ingeniería, Daniela creó un programa que le permite a su hermana comunicarse y, por lo tanto, tener un futuro y ser incluida en la sociedad. Hoy, Daniela y Julis trabajan juntas compartiendo su programa y modelo pedagógico con gobiernos, universidades e instituciones privadas, llegando a 9,000 estudiantes en América Latina. Su objetivo es expandirse a Europa y Estados Unidos.

“Todos tenemos discapacidades: físicas, médicas, psicológicas, cognitivas y ambientales. Las personas piensan que las personas con discapacidades más visibles no pueden vivir, no pueden aprender o comunicarse. Pero estamos demostrando que pueden hacerlo si les damos las herramientas adecuadas «.

Para Daniela, la discapacidad de su hermana no es una incapacidad. El mayor obstáculo para las personas con discapacidad es que no se tienen en cuenta. Por lo tanto, el trabajo más importante es educar y crear conciencia sobre las discapacidades.

“Nos hemos acostumbrado a creer que solo hay una forma de hablar, solo una forma de pensar, solo una forma de aprender, solo una forma de ver o caminar. La discapacidad es solo otra forma de hacer las cosas: si no puedo hablar, lo hago a través de Hablando con Julis ; si no puedo caminar, lo hago con una silla de ruedas; si no puedo ver, uso un bastón, tacto y / o audición. Todos los formularios son validos. Y lo mismo es cierto en el aprendizaje «.

Si bien creó el programa de computadora para ayudar a su hermana, su visión es que todos tengan acceso a él. Daniela ha dedicado su vida a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y espera que, gracias a este programa, las barreras que nos impiden tener una sociedad verdaderamente inclusiva puedan ser desarmadas.

“Todos, sin excepción, aprenden de manera diferente y les gustan las cosas diferentes. Si usamos este principio en la construcción de un plan de estudios que nutre nuestras habilidades al aceptar nuevas formas de llegar a donde vamos, todos podemos cumplirnos como personas «.

El Informe GEM 2020 sobre inclusión analizará a todos los excluidos de los sistemas educativos de todo el mundo. Ofrece ejemplos concretos de políticas que utilizan los países para ayudar a abordar la exclusión y recomendaciones sobre cómo asegurarse de que cada niño, sin importar su identidad, antecedentes o capacidad, pueda acceder a una educación inclusiva y de calidad. Regístrese aquí para recibir una copia en su bandeja de entrada tan pronto como se lance el 23 de junio.

Fuente: https://gemreportunesco.wordpress.com/2020/05/15/daniela-galindo-working-for-inclusion-in-colombia-through-communication-tools/

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