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Pedagogía de la infamia y de las mentiras

A la memoria de mi estudiante Fabián Alonso Ramírez [1997-2020], cuya joven vida se apagó en forma absurda por el odio y sed de venganza de la neoinquisición fundamentalista.

“[…] Luchar sin cansancio. Luchar por el derecho que tengo de ser respetado y por el deber que tengo de reaccionar cuando me maltratan. Luchar por el derecho que tú, que me lees, profesora o alumna, tienes de ser tú misma y nunca, jamás, luchar por esa cosa imposible, grisácea e insulsa que es la neutralidad. ¿Qué otra cosa es mi neutralidad sino una manera tal vez cómoda, pero hipócrita, de esconder mi opción o mi miedo de denunciar la injusticia?” «Lavarse las manos» frente a la opresión es reforzar el poder del opresor, es optar por él. ¿Cómo puedo ser neutral frente a una situación, no importa cuál sea, en que el cuerpo de las mujeres y de los hombres se vuelve puro objeto de expoliación y de ultraje?” (Paulo Freire, Pedagogía de la autonomía, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 209, p. 107.)

En estos momentos estoy siendo sometido a una nueva persecución que se une a las que he soportado durante años en la UPN. La de ahora se basa en la mentira, la calumnia, el anonimato y la amenaza, y en eso se parece a la que se emprendió contra mí en 2012. Lo “novedoso” del caso actual radica en que, mientras un vil panfleto anónimo de 2012, surgido en el seno de la UPN, se burlaba de mi actitudes “afeminadas”, por haber llorado por mis tres estudiantes muertos, ahora se ha emprendido un linchamiento moral contra mí porque supuestamente soy homófobo y tránsfobo. La fabricación de esta infamia no es accidental, responde, por el contrario, a una campaña orquestada de destruir mi imagen de profesor crítico, de enlodar mi honra personal y de desacreditar mi labor de 34 años en la UPN como una persona que se ha entregado con pasión a la noble profesión de educar y de denunciar y confrontar las injusticias del mundo.

Ahora me someten, con la finalidad de callar mi voz y mi pluma, a un linchamiento moral, propio de la nueva inquisición que se está tomando las universidades colombianas, y la UPN en particular. Para esa neoinquisición la libertad de cátedra es un inconveniente que debe eliminarse, y con ello el derecho a opinar, pensar con cabeza propia, disentir, cuestionar y criticar. Se pretende imponer una nueva y peligrosa censura, con la intención de homogenizar el pensamiento. Se descalifica pura y simplemente, recurriendo al pasquín anónimo y cobarde, sin asumir con entereza la responsabilidad de las afirmaciones que se realizan, y sin ningún tipo de pruebas, argumentos o demostraciones. Se acude a la calumnia, la tergiversación y la mentira, en lugar de dialogar y debatir cara a cara en el aula de clase y en el campus de la UPN.

Es el nuevo fascismo que quiere destruir al otro, porque ese otro es distinto, porque piensa diferente, porque no se somete a los dictados de lo que es políticamente correcto, según lo dictaminan los cánones de una intolerancia que dice apoyarse en la tolerancia y en la victimización, y que es propia del capitalismo realmente existente con sus nuevos tipos de negocio y de consumo. Como bien lo analizó hace años el gran Pier Paolo Pasolini, revolucionario marxista y homosexual de Italia, y lo expresó en su libro Escritos Corsarios [1975]: “Este nuevo fascismo, esta sociedad de consumo, ha transformado profundamente a los jóvenes, les ha tocado en lo íntimo de su ser, les ha dado otros sentimientos, otros modos de pensar, de vivir, otros modelos culturales. Ya no se trata, como en la época mussoliniana, de un alistamiento superficial, escenográfico, sino de un alistamiento real que les ha robado y cambiado el alma. Lo que significa, en definitiva, que esta civilización del consumo es una civilización dictatorial. Si la palabra fascismo significa prepotencia del poder, la sociedad de consumo ha realizado cabalmente el fascismo”.

LA FABRICACION DE LA INFAMIA

“Si te muestras crítico con la opinión recibida, tendrás que documentar todas y cada una de tus frases”. (Noam Chomsky, La (des)educación, Editorial Crítica, Barcelona, 2013, p. 203.

En la última semana de agosto empezó a circular por los corredores y salones del Edificio A de la UPN, así como por medios electrónicos, un pasquín anónimo con el título “Pedagogía del terror y Renán Vega”. En este panfleto se dice una sarta de disparates sin la más mínima prueba fáctica o documental, sino que simplemente recurre al método expedito y fácil de colocar entrecomillas pretendidas cosas que yo habría dicho.

Así se puso a rodar un fake news [noticia falsa] por los pasillos de nuestro departamento de Ciencias Sociales. Como el pasquín aludido no tiene firma es bueno hacer algunas preguntas. En cuanto a su autoría, ¿lo escribió una persona o un grupo de personas?; en cuanto a la filiación institucional de su autor, autora o autores: ¿Son estudiantes de la UPN?, ¿Son “asistentes”? ¿Son marcianos o extraterrestres? ¿O son infiltrados de la policía y de los numerosos cuerpos de seguridad del Estado colombiano, decenas de los cuales se pasean como Pedro por su casa en nuestra universidad? Esta última pregunta es pertinente, si recordamos que se acaba de cerrar judicialmente el montaje [falso positivo judicial] de Lebrija, en donde por acción de un infiltrado [Cuper Diomedes Díaz Amado], quien estaba inscrito como estudiante de la Facultad de Educación en la UPN, se encarceló, persiguió, calumnió, difamó y fue arruinada la vida de varios estudiantes de esta universidad, cuatro de ellos y ellas estudiantes de Ciencias Sociales.

Y esos estudiantes, luego de todo lo que soportaron junto con sus familias, acaban de ser absueltos. De tal manera, que existen antecedentes muy cercanos a nosotros para inquirir con toda la legitimidad del caso sobre el origen de tan tenebroso pasquín e involucrarlo en las acciones de infiltración que se llevan a cabo de manera cotidiana en nuestra alma mater. Porque, además, ¡la redacción, sintaxis, coherencia interna, nivel de argumentación y profundidad del pasquín en cuestión es de tal nivel que parece haber sido escrito en un cuartel de policía! [Ver Anexo: El agente secreto Diomedes Diaz].

Una cosa deja clara este panfleto y es que quien o quienes lo concibieron dicen estudiar en el Departamento de Ciencias Sociales, debido a lo cual es necesario hacer unas breves consideraciones sobre su validez documental. Y aquí voy a remitirme a aquello que planteo en forma reiterada desde hace años en los cursos que imparto de historia, especialmente en el Taller de Historia, con respecto a las fuentes, un asunto que le recalcó a los estudiantes hasta el cansancio.

Un elemento distintivo del oficio del historiador y del profesor de historia radica en indagar sobre la validez de las fuentes. Primero hay que establecer el origen y autenticidad de una fuente, y esto remite a su crítica externa, lo cual se resume en varias preguntas: ¿Quién generó la fuente? ¿Es una fuente voluntaria (intencional) o involuntaria (no intencional)? Al respecto, la teoría historiográfica ha establecido que la fuente intencional o voluntaria es la más deleznable y la menos fiable de todas. Y, peor aún, cuando es perversamente intencional o malintencionada ‒como el panfleto aludido‒ y no lleva ninguna firma, lo cual quiere decir que se hace con el claro objetivo de hacer daño y no asumir ninguna responsabilidad. Es evidente que este pasquín no resiste una crítica externa, porque fue escrito con el fin de calumniar sin dar la cara. Segundo, en esas condiciones, la crítica interna, sobre el contenido mismo del pasquín, sobra, no es necesaria, porque eso sería darle validez a un conjunto de sandeces, que recurren al anonimato, la tergiversación y la mentira.

Dicho esto, vale decir que el panfleto tiene, además, un tono amenazante cuando utiliza al final el dibujo de una vaca y en su cuerpo aparece una cruz. Esto puede entenderse como una abierta amenaza, porque entre las múltiples metáforas que se desprenden de la utilización de la cruz, una trágica y dominante en Colombia es la de la muerte y, en forma más lapidaria, las amenazas o condenas a muerte.

Como no sabemos la identidad del autor o autores del pasquín para que aclaren qué sentido le atribuyen a la cruz pintada en el costado de la vaca, y como las intenciones del pasquín son perversas y destructivas, podemos, con toda la gravedad que genera la situación, atribuirle el sentido de que es una amenaza de muerte. Lo preocupante radica en que muchos estudiantes del Departamento de Ciencias Sociales de la UPN, profesores de nuestro programa y de otros programas y, abusivamente, el Coordinador del Departamento de Ciencias Sociales se sorprendan de la interpretación del símbolo que cierra el pasquín como una amenaza de muerte. Esa interpretación es perfectamente válida, si tenemos en cuenta que, de una parte, yo he sido amenazado antes y me he tenido que exiliar y, de otro lado, en este país matan a diario a decenas de personas y a muchas de ellas antes de acribillarlas les han enviado mensajes ataviados con terroríficas cruces [♰].

Hay más cosas referidas a la violencia explícita e implícita del panfleto de marras que se inscribe en lo políticamente correcto del repliegue identitario, una de cuyas pretensiones es eliminar a quien considera su incomodo adversario, como a quien escribe y firma este texto. Esa violencia simbólica es el linchamiento moral a que se somete a una persona ‒y ahora me toca a mi‒ atacando uno de los puntos más preciados de su humanidad, como es su honor y autoestima. Por eso se puede hablar de otro tipo de acción homicida, es el asesinato de su imagen pública. Porque, no se nos olvide, que, así como existen “asesinos de la memoria”, existen “asesinos de la moral”, porque se trata de destruir la dignidad de un ser humano y enlodarlo con calumnias, tergiversaciones y embustes. Eso puede hacerse con el manto del anonimato y con la protección de los que se autoproclaman como representantes de las “victimas”. Por todo lo anterior, ¡los miembros de la comunidad de la UPN deberían saber que Cundinamarca no es Dinamarca!

LA CIRCULACIÓN Y DIFUSIÓN DE LA INFAMIA

“Al reflexionar sobre las recientes cazas de brujas, incluida la mía, me han sorprendido especialmente las cartas de denuncia masiva, que ahora son comunes en nuestras universidades […]. Me parece que estamos entrando en el reino de la oscuridad cultural, donde el argumento racional y el respeto por el oponente están desapareciendo del discurso público, y donde, crecientemente, en cada asunto que importa, se permite solo una visión y una licencia para perseguir a todos los herejes que no se adhieran a ella”. (R. Scruton, citado en Axel Kaiser, La neoinquisición. Persecución, censura y decadencia cultural en el siglo XXI, Ariel, Bogotá, 2020, pp. 26-27).

Luego de fabricada la infamia, viene la segunda labor, la de su circulación y distribución, algo fácil en este mundo de cretinos digitales. Primero, se imprimió en papel para distribuir en el edificio A de la UPN, habiendo dejado una gran cantidad de copias del panfleto en la sede de ASPU-UPN, lo cual no es casual, sino que responde a la campaña de desprestigio a todos los niveles, que se empezó a orquestar desde la última semana de agosto. También empezó a circular por medios virtuales, para ampliar su radio de acción y difundirlo a través de las redes (anti)sociales, en donde no existe el más mínimo criterio de racionalidad.

Otro medio de difusión de los infundios, calumnias y mentiras que se están vertiendo contra mí en estos días, contra mi buen nombre y mi reputación moral (esto es lo verdaderamente crucial, porque lo académico e intelectual pasa a ser una cuestión muy secundaria) son las paredes del edificio A y de sus baños. Y se han convertido en muros de la infamia, en donde se replican las mentiras, calumnias e infundios sin fundamento, a raíz de la publicación por un grupo de estudiantes de un documento titulado “Por una universidad crítica, deliberante y en constante debate”. Este texto va firmado con nombres y apellidos y asume un punto de vida de manera franca y directa, dando la cara y no amparándose en la comodidad y cobardía propia de los anónimos. ¿Quién dijo miedo? Inmediatamente empezaron los descalificativos llamando a esos estudiantes “sapos”, “lambones” y otras lindezas por el estilo. Y han aparecido señalamientos contra mí, dando por sentado que lo que dice el pasquín original es cierto.

A partir de un anónimo al que se le da carta de credibilidad, sin la menor distancia crítica frente a lo que representa como generador de patrañas, infundios y calumnias, van ampliándose los señalamientos: ahora soy homófobo, tránsfobo, acosador, sin que exista la menor prueba real, material, que lo confirme. Como no existe el elemental derecho de la PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, en cartas, mensajes por las redes (anti) sociales, comunicados y anticomunicados eminentes académicos y académicas dan por válidas las infames acusaciones y me señalan como responsable de los infundios que dice un papel anónimo. Ellas y ellos portan el rutilante traje de neoinquisidoras y neoinquisidores y blandiendo el fulgurante látigo de la autoproclamada “superioridad moral” echan leña al fuego de la pira excremental, donde se quema a este inquisidor porque se ha atrevido a transgredir las “buenas costumbres” de la corrección política de moda.

Para ellos no hay duda alguna, SOY CULPABLE y debo ser lapidado, como lo ordena la nueva inquisición. Sus invocaciones se basan en las sandeces de un pasquín anónimo, cuyas afirmaciones tienen el mismo grado de veracidad como decir que “Hoy está lloviendo para arriba” o “Me están visitando los marcianos”. Si esto lo afirma alguien que se autoproclama “victima” ‒terreno tan manoseado como pocos‒ y cree que la lluvia o los extraterrestres lo están atacando es porque está lloviendo para arriba y esta mañana los visitaron los habitantes de Marte y punto. Eso no se discute, hay que creerle a pie juntillas y no dudar ni un minuto, porque así lo dice una supuesta víctima. A quienes atizan la hoguera del odio y de la infamia vale preguntarles: ¿Tan pronto se les olvido el suicidio inducido de Fabián Ramírez, estudiante de Ciencias Sociales ‒mi recordado alumno‒ en uno de los baños del Edificio A de la UPN el 11 de marzo de 2020, luego de que se publicaran anónimos que lo incriminaban y deshonraban?

A partir de los chismes y el matoneo se pretende, como algo propio del fingido victimismo que se ha impuesto como norma, que pidamos perdón por ser como somos, por pensar en forma crítica e independiente, por no estar sujetos a las estupideces de la corrección política. Porque en la UPN a muchos y muchas les duele no haberme podido callar durante 34 años y que haya mantenido mi postura independiente, seria y rigurosa, sin rendirle pleitesía a nadie ni a nada, diciendo cosas que incomodan, no incurriendo en la autocensura, ni plegándome a las modas en curso. Porque mi delito es hablar claro, sin rodeos ni eufemismos, en plantear asuntos críticos, en no decir palabras convencionales. Y por eso hago mío el pensamiento del gran Oscar Wilde, escritor que fue encarcelado por su condición de homosexual: “Cada vez que la gente está de acuerdo conmigo siento que me estoy equivocando”.

Se trata, como dijo alguna vez Franz Kafka, al que algunos estudiosos de su obra y vida consideran homosexual: “Pienso que sólo debemos leer libros de los que muerden y pinchan. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un puñetazo en la cara, ¿para qué molestarnos en leerlo? […] Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa […] Un libro debe ser el hacha que rompe el mar helado dentro de nosotros”. Esto mismo debe concebirse no solamente para la palabra escrita, sino para la palabra oral, en las clases. Es decir, que aquello que digamos toque a los estudiantes de alguna forma, los cuestione, revuelva las cosas “normales” y las ponga patas arriba. Para que los estudiantes o las personas que escuchan se inquieten, por lo menos. Y si eso que se dice los aturde, los lleve a preguntar, a cuestionar, a dudar, a no tragar entero, eso ya es un gran logro educativo, que rompe con la educación bancaria, que adocena, embrutece y encasilla a los seres humanos.

Lo sano y honesto es que si ese pensamiento y esa forma de ser en el aula de clase los afecta o conmueve, lo manifiesten allí mismo ante el profesor, porque ese es un mecanismo indispensable para construir dialogo. Si no es así y se acude al chisme, a la calumnia, a la mentira, a hablar de espaldas a la gente a la que tenemos de frente pero no lo decimos nada, lo que se está generando es una red de inquisidores, de censores, de mediocres que no entienden lo que significa pensar y la libertad de expresarse en una cátedra.

Porque una cosa es evidente, la neoinquisición que se quiere implantar en las universidades públicas colombianas, entre ellas la UPN, busca es eliminar la libertad de cátedra, el derecho a opinar, expresarse, y, en últimas, el derecho a pensar. Como bien lo dijo Tomas Paine, en su obra Sentido Común: “Cuando el hombre renuncia al privilegio de pensar, se oculta en el horizonte la última sombra de libertad”.

CONCLUSIÓN SOBRE CIERTO TIPO DE “DES-EDUCADORES”

Quien o quienes escribieron ese miserable panfleto anónimo dicen pertenecer a nuestro departamento de Ciencias Sociales, lo cual supone que se está formando como profesores. Pero, ¿qué tipo de educadores pueden llegar a ser? ¿Qué nos espera con “educadores” que basan su quehacer en la mentira, la infamia, la hipocresía, la simulación? ¿Qué pensar de “educadores” sin el más mínimo carácter, personalidad y criterio para asumir una posición, defenderla y discutirla con el que consideran su antagonista, hasta el punto de que en lugar de hacerlo se basan en el escupitajo anónimo y cobarde? ¿Qué expectativas de transformación pueden fincarse en personas que quieren ser profesores o profesoras y recurren al linchamiento moral, a la calumnia, al golpe bajo y sin asumir ninguna responsabilidad, refugiándose en el complaciente anonimato? ¿No van a ser más bien prototipos de la mala educación que tan bien critica el director de cine, homosexual, Pedro Almodóvar en una extraordinaria película que lleva ese mismo título?

Por todo ello, me estremezco de angustia de solo concebir la idea de que mis dos pequeñas hijas puedan llegar a tener DES-EDUCADORES de esa calaña, de la que han mostrado en estas semanas aquellos que han hecho suya la pedagogía de la indignidad, de las mentiras, de la vileza y de la infamia. Contra esa pedagogía hemos luchado durante toda nuestra vida, sin ceder ante la misma ni un ápice, ni concederle el más mínimo respeto, como lo seguiremos haciendo dentro y fuera de la UPN, el centro educativo al que he consagrado gran parte de mi vida, y al que espera un tenebroso futuro si dejamos que quede en manos de los neoinquisidores y neoinquisidoras de la corrección política y su pretendida “superioridad moral”, a partir de la cual se creen con el derecho de juzgar y condenar a tirios y troyanos.

ANEXO

«EL AGENTE SECRETO DIOMEDES DÍAZ»
John Galán Casanova
El Espectador, septiembre 10 de 2022.

Este falso positivo judicial tiene tanto de aberrante como de insólito.

Diez años atrás, en 2012, un presunto estudiante de psicopedagogía entabla amistad con otros alumnos de la Universidad Pedagógica, participa de las marchas y los debates, asiste a las casas de los activistas. Gana su confianza al punto que, cuando los invita a una finca de recreo en Lebrija, Santander, nadie desconfía. Varios asisten, entre ellos el profesor Carlo Alexander Carrillo y las estudiantes Érika Aguirre y Xiomara Torres. Llegan a la finca Villa Karen el 25 de septiembre, para, a la madrugada siguiente, junto a estudiantes de otras partes del país, ser capturados por un comando de la Dijin, sindicados de fabricar explosivos y de integrar una red guerrillera denominada Juventudes M-19.

Los medios divulgaron el montaje oficial. Bajo el título “Capturan universitarios que planeaban disturbios en aniversario de muerte de Mono Jojoy”. El Espectador reprodujo dos días después el rugido del entonces director de la Policía, general León Riaño: “Este grupo de estudiantes se encontraba preparando material explosivo para protestas en la UIS, donde, de acuerdo con el material recaudado, pretendía cometer acciones vandálicas” [Ver]. Al profesor Carlo lo convirtieron en alias Caco, y a las estudiantes Érika y Xiomara, en alias Mónica e Indira.

El ardid empezó a derrumbarse cuando el fiscal Bohórquez Flechas presentó a su principal testigo, una “fuente no formal” que resultó ser el amistoso estudiante de psicopedagogía, que resultó ser un agente encubierto de la policía. Aunque este acusó a los imputados de ser diestros cocineros de papas explosivas, al juez no le convenció el conjunto de las pruebas presentadas. Por el contrario, recriminó a Flechas por basar el caso en el testimonio del infiltrado, quien nunca tuvo una orden de la Fiscalía o una autorización de un juez para acechar a los entrampados. En consecuencia, tras diez años de pesadilla, cuatro de los cuales estuvieron encarcelados, el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Bucaramanga decretó su inocencia a finales de julio.

Lo más insólito de esta historia –aparte del hecho de que el juez Beltrán no haya ordenado investigar el proceder del agente secreto y sus superiores– es la identidad del sujeto en cuestión, quien responde al nombre de Diomedes Díaz. Cúper Diomedes Díaz Amado, para ser más exactos, como se lee en la denuncia penal instaurada por la madre de una de las inculpadas.

Imagino a los papás de Cúper Diomedes poniéndole el nombre al muchachito. Coinciden en el Diomedes de su ídolo musical, y anteponen el Cúper, no sé si por la estrella del cine Gary Cooper, o por Cupertino Surrucuca, uno de los personajes del dúo Los Ruanetas en Sábados Felices. Así, con ese rótulo altisonante, los Díaz Amado lanzan al mundo a su vástago, destinado a ser espía.

En principio, resulta absurdo pensar que alguien con un nombre tan reconocido como el de Diomedes Díaz pueda ser agente secreto en este país. Lo mismo diríamos de alguien llamado Radamel Falcao o James Rodríguez. Cúper Diomedes lo consiguió. El boletín de alerta que lanzó el portal Universidad Pública Colombia para denunciar esta estrategia de criminalización del movimiento estudiantil muestra un Diomedes Díaz bien parecido, mejor conservado que el cantante, más jovial de civil en la universidad que en el carné de policía.

En últimas, Cúper Diomedes capitalizó lo que parecía imposible: aprovechar su nombre de ídolo entronizado en el inconsciente colectivo para engatusar a sus víctimas, a lo cual se suma el efecto subliminal de su segundo apellido. Porque, ¿a quién no le parecería simpático ser amigo de Diomedes Díaz Amado? ¿Cómo no sentirse halagado si Diomedes Díaz le gasta una empanada a uno? ¿Cómo no marchar confiado junto a Díaz Amado? ¿Cómo negarse a salir a rumbear con él o rechazarle la invitación a una finca?

“Lo consideraba casi como un hermano. Para Érika y para mí era una persona más de la familia”, señaló Xiomara Torres, la estudiante de Física que por fin logró graduarse el año pasado y obtuvo una beca de maestría en el exterior. Su amiga Érika Aguirre, estudiante de Química, creó a partir de su experiencia la campaña Objetivo Libertad, que recopila y denuncia falsos positivos judiciales. El profesor Carrillo sigue dedicado a la enseñanza y a la cuentería, y espera ser resarcido tras batallar una década por recuperar su buen nombre: “Estoy contento porque no somos lo que los medios mostraron. No es lo mismo que tú digas ‘soy inocente’, a que lo diga la justicia. Fue una tortura de diez años”.

De modo que, integrantes de ONG, líderes y lideresas barriales y estudiantiles, compañeras y compañeros activistas, mucho ojo: si las o los llega a abordar alguien llamado Diomedes Díaz, Silvestre Dangond o Jessi Uribe, tengan cuidado, desconfíen al máximo, lo más probable es que se trate de un infiltrado.

Renán Vega Cantor: Profesor Departamento de Ciencias Sociales, Universidad Pedagógica Nacional

Fuente: https://rebelion.org/pedagogia-de-la-infamia-y-de-las-mentiras/

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Chile: ¿el triunfo del sujeto neoliberal?

POR: ANDRÉS KOGAN VALDERRAMA

El trabajo de la Convención y la campaña posterior debió haber puesto en el centro la crítica a la desigualdad económica, empatizando así con el dolor de la mayoría de las y los chilenos que no llegan a fin de mes.

Nos encontramos como país en un momento bastante extraño, en donde el fracaso del proceso constituyente nos ha dejado con muchas más preguntas que respuestas y con muchas interrogantes para el futuro próximo, más allá de que la derecha política chilena asuma que lo pasado el 4 de septiembre sea un triunfo para su sector y el fin del llamado octubrismo.

Lo planteo ya que esta derrota histórica para los sectores más transformadores del país nos debiera hacer reflexionar, no solo sobre los errores cometidos, tanto por los partidos políticos progresistas, los movimientos sociales y la misma Convención Constitucional, sino también sobre la importancia de una subjetividad neoliberal chilena, que pareciera ser mucho más profunda de lo que creíamos.

De ahí que, si algo tuvo de positivo este plebiscito de salida con voto obligatorio, fue la enorme participación de chilenas y chilenos, los cuales, si bien rechazaron por muchas razones, tanto por el texto, el proceso constituyente mismo como por la situación país, nos mostró que esos millones de nuevos votantes tienen algo en común, que es un completo malestar de lo político y de sus instituciones.

Es lo que conocemos como sujeto neoliberal, el cual no se identifica como de derecha o de izquierda, ni como conservador o progresista, sino que se identifica con una forma de vivir totalmente despolitizada, en donde el esfuerzo individual, el mérito, el sacrificio, la competencia, el emprender y el consumo, se han transformado en el único mundo posible, en contraposición a cualquier tipo de alternativa que se presente como colectiva, comunitaria o colaborativa.

Se podrá decir que no es algo particular de la sociedad chilena, no obstante, no hay que olvidar que Chile fue el primer país en el mundo en implementar políticas neoliberales, mucho antes que la mayoría de los países, y en contexto dictatorial, siendo capaz de dejar una constitución a la medida de una doctrina económica fundamentalista impulsada por los llamados Chicago Boys.

Además, por si fuera poco, el neoliberalismo desde la vuelta a la democracia en adelante, no solo no se modificó, sino que se profundizó brutalmente por gobiernos de centro izquierda por 20 años, lo que terminó por instaurar y naturalizar una cultura neoliberal que parecía que no había forma de salir de ella.

Es verdad que desde el 2011 en adelante, las movilizaciones crecieron enormemente y se comenzó a poner en cuestión masivamente el carácter subsidiario del Estado chileno, llegando a su punto máximo en el año 2019, a través de la revuelta popular, la cual hizo explotar un malestar acumulado por décadas, en donde el endeudamiento extremo de las familias, la bancarización de la sociedad y los abusos de los grandes grupos económicos (financistas de la clase política), llegó a su punto más alto.

Sin embargo, ese malestar máximo del 2019, aunque no nos guste, como bien ha planteado el sociólogo Manuel Canales (1), nunca tuvo detrás componentes ideológicos claros ni mayoritarios, lo que quedó bastante en evidencia con la votación del 4 de septiembre, la cual nos mostró que los sectores transformadores de la Convención, nunca se percataron de ello o les jugó una mala pasada el exceso de confianza y de entusiasmo por lo que nos estábamos jugando históricamente.

No es casualidad, por tanto, que quienes seguimos el proceso con mucho optimismo, al pensar que la sociedad chilena estaba fuertemente politizada, creímos ingenuamente que bastaría solamente con consagrar en la nueva constitución un Estado Social y Democrático de Derecho y una lista de derechos sociales (educación, salud, trabajo, vivienda, seguridad social) para que ganara el apruebo.

Además, si bien es innegable la importancia de construir un Estado Plurinacional, Regional, Ecológico y Feminista, como la instalación de una Democracia Sustantiva, no solo para Chile, sino para el mundo entero, creímos torpemente que el sujeto neoliberal sería cosa del pasado, y que por tanto podíamos generar horizontes mucho más ambiciosos y que nos hiciéramos cargo de los grandes problemas de la humanidad, como si el chileno promedio estuviera conectado con ello.

Con esto no se trata de que la Convención no tomara esas banderas de lucha, instaladas principalmente por independientes, provenientes de movimientos sociales, y no las incorporara en el texto, sino de entender que la propuesta que se iba a plebiscitar tenía que ser aprobada por el pueblo de Chile de hoy, no del mañana, por lo que el énfasis debió estar puesto siempre en el mejoramiento de las condiciones materiales de vida de las personas.

Por lo mismo, el trabajo de la Convención y la campaña posterior debió ser capaz de transmitir un relato que pusiera en el centro una crítica a la desigualdad económica y al endeudamiento de las familias para vivir, empatizando así con el dolor y sufrimiento de quienes simplemente no pueden llegar a fin de mes, que son la gran mayoría de las y los chilenos, en especial los más empobrecidos.

Asimismo, también se debió poner en el centro qué tipo de desarrollo queremos para Chile y cómo se financiarán los derechos sociales, los cuales, leyendo el nuevo texto rechazado, deja más preguntas que respuestas, ya que no se plantean las formas específicas para garantizar su concreción con el paso del tiempo, planteando solamente que se haría de manera gradual.

Es decir, se debió centrar en la situación económica de los chilenos y chilenas, que hoy en día están mucho peor que el 2019, en contexto de pandemia aún, con el alto costo de vida, con la inflación existente y un aumento de los delitos con violencia, lo cual hizo que no creyeran en esta propuesta constitucional, por el temor incluso de que sus vidas pudieran empeorar más aún.

Por supuesto, grandes sectores empresariales y de la derecha política en Chile vieron esa fragilidad y vulnerabilidad como una oportunidad para generar miedo, poniendo su énfasis, desde que se instaló la Convención Constitucional, en instalar ideas que tocaran en lo más profundo a ese sujeto neoliberal, a través de mentiras como que con la nueva Constitución nos quitarían los ahorros previsionales, la vivienda propia y la libertad de elegir la educación y la salud.

En consecuencia, la pregunta sobre si el sujeto neoliberal triunfó con el resultado del pasado 4 de septiembre, la respuesta es no, ya que ese sujeto seguirá viviendo una vida con muchísimo malestar, contra todas las instituciones, por no poder tener una vida digna para poder desarrollarse, la cual lamentablemente no fuimos capaces de darle una respuesta clara y creíble, no solo desde la Convención, sino de parte de muchos que creíamos que el apruebo si o si sería la opción que elegirían las y los chilenos.

Fuente de la información e imagen: https://www.alai.info

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La marcha del absurdo

Por: Carlos Munevar

“¡Qué tal esto! Los simios gobernando”, y luego al ser interpelada por una periodista independiente contesta con altivez “¡que educación puede tener un negro!, refiriéndose a Francia Márquez, gritaba con los ojos desorbitados, ciega de odio, una señora en la plaza de Bolívar durante la marcha uribista del día 26 de septiembre. Según la policía nacional más de 60 mil personas salieron a la calle a protestar contra muchas cosas pero a la vez contra nada, porque esas cosas en el fondo no tienen contenido y lejos de reivindicar necesidades sociales y luchar por derechos, fue una marcha sui generis pues sus motivaciones principales están basadas en mentiras repetidas durante 20 largos años y acumuladas durante siglos de colonialismo cultural que hoy son causa del odio en contra de Petro y de los sectores sociales que lo apoyaron camino a la presidencia.

Obviamente las mentiras se reencauchan y se adaptan a las necesidades del mentiroso, no lleva dos meses Petro en la presidencia y ya la oposición uribista le atribuye la responsabilidad de la profunda crisis económica que atraviesa el país. Pero además de eso se opone férreamente a las medidas económicas, sociales y políticas que se presentan para poder salir del escenario difícil que dejó la nefasta presidencia de Duque, el país está quebrado, la corrupción permea todas las instituciones, el paramilitarismo se rearma, el hambre es una realidad para las dos terceras partes de los colombianos, la canasta familiar esta por las nubes, la crisis institucional es muy grave, es decir todo un caldo de cultivo para que las fake news replicadas por cadenas de whats app y los titulares tendenciosos de periódicos y noticieros de propiedad de empresarios de tendencia uribista, manipulen el inconformismo y el odio de ese gran sector social de origen conservador, analfabeta acostumbrado a la violencia y adulador de las fuerzas militares, que cabe recordar, en Colombia no son pocos.

Salvemos a Colombia, defendamos nuestra democracia, protejamos a nuestras familias, vamos contra la dictadura, el comunismo es muerte, si nos toca armarnos lo hacemos; Son algunas de las consignas que se escuché durante la marcha y es imposible no preguntarse ¿cuál democracia defienden? ¿qué significa democracia para este sector del pueblo colombiano? ¿acaso es una democracia en donde el ciudadano con aires de superioridad se puede armar para matar a ese otro que piensa diferente? ¿de qué nos van a salvar?; luego en el noticiero de la noche en horario prime, la voz de un periodista decía algo así como: “fue una marcha pacífica”, “esta vez no hubo vandalismo”, “ fue un ejemplo”,  “ la marcha tuvo mas de 20 cuadras” , “a la gente la tienen que escuchar” es decir, parecía más una exaltación al acontecimiento, que un informe imparcial de los hechos, así simple, en pleno horario estelar en donde las familias colombianas se sientan a cenar, el noticiero legitimó la masacre de cientos de manifestantes durante el estallido social del 2021, al llamarlos “vándalos”.

Colombia esta polarizada en extremo, es cierto, sin sindicatos, movimientos populares, comités de paro ni organizaciones barriales, la derecha sacó a las calles a miles de personas, sin nada claro en la cabeza, llenos de conceptos errados, con la camándula en una mano y el fusil en sus palabras, fue una marcha “pacífica” porque el gobierno de Petro no les infiltró la movilización, ni utilizó el ESMAD, pero ¿ acaso hay algo pacífico en la amenaza de fortalecer los grupos paramilitares, la amenaza de levantarse en armas, la expresión mas primitiva de odio al diferente ejemplificada  en el racismo, la xenofobia, el odio hacia los pobres, el desprecio hacia los feminismos y la mentira repetida incansablemente?.

Yo si estoy preocupado, el gobierno debe avanzar rápidamente, pero debe tener el apoyo de esos 11 millones de colombianos que queremos el cambio; la movilización, la expresión en redes sociales, la organización popular deben ser banderas irrenunciables, las calles no las podemos ceder al oscurantismo, no podemos seguir subestimando y tratando con desdén y burla  a esos miles de colombianos que creen en el proyecto narcoparamilitar uribista, ellos no son una minoría, son una multitud diversa unida en torno al odio a Petro, la veneración a Uribe, el miedo al cambio y el culto a la violencia, tienen altavoces en el gobierno, en los medios de comunicación. Son las diversas caras del fascismo que se reacomodan y aprovechan cualquier grieta, error o descuido para recuperar el gobierno, la de ayer fue la marcha del absurdo, pero si de algo somos conscientes los colombianos es que en nuestro país cualquier cosa puede pasar por absurda que parezca.

Pedirle resultados a un presidente que ni siquiera se ha acomodado en la silla, defender lo indefendible como lo han sido los nexos de algunos sectores de las fuerzas armadas con  el paramilitarismo y el narcotráfico, arengar a favor de la familia pero hacerse el de la vista gorda con el hambre y la pobreza, defender la democracia pero exaltar la homofobia, el racismo, la xenofobia o no reconocer el triunfo de Petro en las elecciones son expresiones que denotan que las mentiras repetidas y toleradas se vuelven paradigmas contra los que se debe oponer la fuerza de la razón sin darle tregua alguna.

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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Argentina: Alberto Sileoni le respondió a Patricia Bullrich por su ataque a los maestros: «Un reiterado repertorio de desprecio e ignorancia»

Los sindicatos docentes repudiaron las declaraciones de la presidenta del PRO.

El director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, calificó de «repertorio de desprecio e ignorancia» hacia los docentes las nuevas declaraciones de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien aprovechó el convite al programa «Almorzando con Mirtha Legrand» para atacar los espacios de formación docente. «Los 1500 institutos para formar docentes que hay en Argentina tienen dueños, que son sindicalistas», dijo para reforzar su enfrentamiento contra los sindicatos docentes. Para el Frente de Unidad Docente Bonaerense, los dichos de Bullrich configuran «una nueva ofensiva al derecho a la educación superior, un intento de vulnerar los derechos de los y las trabajadoras de la educación».

«Mientras en algunos medios asistimos al reiterado repertorio de desprecio e ignorancia, en la provincia seguimos trabajando con nuestros 180 Institutos Superiores de Formación Docente», reivindicó Sileoni tras las palabras de Bullrich y preció que en esos espacios estudian alrededor 170 mil futuros docentes.

Además, el director general de Cultura y Educación subrayó que se trabaja en «transformar las carreras y los planes de estudio». «Estamos orgullosos de los y las docentes bonaerenses, nuestros héroes durante la pandemia», les agradeció Sileoni. 

Bullrich contra los docentes y los sindicatos

Bullrich aprovechó la tribuna del programa que se emite por Canal 13 para continuar con la línea antisindical y de enfrentamiento con los docentes:  «Los maestros tienen que ser muchos más cultos de lo que son», fue una de los dardos de la presidente del PRO y continuó:  «Decime de dónde sacan los maestros para enseñarles a esos maestros», para afirmar que los alrededor de 1.500 instituto de formación docente en el país son propiedad de «sindicalistas».

Un discurso repetido en el PRO

A contramarcha del discurso de poner «la educación como prioridad», el repertorio PRO contra los docentes tiene larga data. Las declaraciones más frescas son las de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, quien sostuvo que la carrera docente se elige «como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras» y señaló que quienes la hacen pertenecen a niveles socioeconómicos bajos «en términos de capital cultural».

También es una constante del PRO el ataque a los sindicatos, marcándoles como responsables de los problemas en el sistema educativo. Entre las medidas que se recuerdan están la de la ex gobernadora María Eugenia Vidal cuando convocó a «voluntarios» para reemplazar a los docentes que realizaban medidas de fuerza para mejorar sus salarios.

Sileoni: «Tengan respeto»

«Jamás se pensaría en sustituirlos por voluntarios, como pretendieron hacer quienes nos precedieron en el Gobierno», recordó Sileoni en su mensaje en las redes sociales para salir al cruce de los dichos de Bullrich y propuso que «a la oscuridad del prejuicio», desde el Gobierno le responden «con trabajo e inversión».

«Tengan respeto. Los y las docentes bonaerenses son personas muy importantes y no merecen ser tratados con tanta irresponsabilidad»
, concluyó el director de general de Cultura y Educación bonaerense.

La semana pasada, Sileoni utilizó las redes para alertar sobre un acto realizado en el Colegio secundario Monseñor César Cáneva en el que un grupo de estudiantes representó una burla a la vicepresidenta Cristina Kirchner en la que se la mostraba tirando polenta a supuestos «plaeros», que la celebraban, y a los que les prometía «que nadie de la oposición se les acerque porque los parto en dos como un chorizo mariposa». El acto no mereció ninguna reflexión por parte de Bullrich.

La respuesta de los maestros

El Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) también repudió las declaraciones de Bullrich, sin nombrarla. El espacio que comparten los sindicatos AMET, FEB, Sadop, Suteba y Udocba expresó su rechazo a «las expresiones de ex funcionarios que plantean el cierre de institutos superiores de formación docente. Estas declaraciones son parte de la sistemática campaña de desprestigio de la educación pública que vienen desarrollando. Los mismos que durante el período del gobierno de Macri a nivel nacional y de Vidal en la provincia de Buenos Aires recortaron presupuestos educativos, actuaron con desidia abandonando los edificios escolares y cerraron escuelas, ahora pretenden el cierre de institutos superiores de formación docente».

Para los sindicatos docentes, se trata de «una nueva ofensiva al derecho a la educación superior, un intento de vulnerar los derechos de los y las trabajadoras de la educación». El FUDB considera que detrás está el «intento de avanzar en la privatización del nivel educativo superior que viene acompañado de un discurso hostil hacia las organizaciones sindicales docentes y a sus dirigentes». El Frente ratifició su «histórica lucha de defensa de los institutos superiores docentes y técnicos, de la educación pública y de los derechos de trabajadores y trabajadoras de la educación».

https://www.pagina12.com.ar/484973-sileoni-le-respondio-a-patricia-bullrich-por-su-ataque-a-los

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Colombia: Necesitamos financiación permanente para la educación del siglo XXI. Alcaldesa

Con un llamado a garantizar que la educación sea realmente transformadora de la sociedad y a que como país Colombia se comprometa a garantizar los recursos que se necesitan para la educación de primera infancia y posmedia, la alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López Hernández, y la Secretaria de Educación de Bogotá, Edna Bonilla Sebá, dieron apertura al Foro Educativo Distrital ‘Nuevos caminos hacia la educación del siglo XXI’.

“Bogotá tiene muchos logros que reconocer, pero también varios desafíos que tenemos que aprender. Bogotá es la ciudad de Colombia que más dedica recursos propios, además de los de la Nación a invertir en la educación y eso nos enorgullece mucho”, indicó en el evento la alcaldesa mayor Claudia López.

La mandataria agregó que: “gracias a eso hemos cerrado la brecha digital y hemos tenido el mejor nivel de deserción escolar, el menor del todo el país. Qué bueno porque nuestros niños están aprendiendo, y gracias a eso tenemos el mayor número de becas universitarias y de educación posmedia para nuestros jóvenes”.

Aquí, un tuit con el que la alcaldesa, Claudia López, se refiere a los 4 desafíos de Distrito para garantizar una educación de calidad en Bogotá:

López también agregó que: “tenemos grandes desafíos. Por qué, por ejemplo, Bogotá tiene el mayor nivel de inversión per cápita propio, pero no tiene el mayor nivel de logro. Hay ciudades como Pasto; Tunja, Bucaramanga que invierten menos per cápita de sus propios recursos, pero sus niños tienen mayor logro educativo. Ese es un desafío que nos estamos planteando hoy en el Foro, para encontrar qué es lo que podemos hacer mejor”.

Después de realizar foros educativos en los colegios y en las 20 localidades de Bogotá, la Secretaría de Educación llegó al gran Foro Educativo Distrital con una propuesta para involucrar en los grandes desafíos de la educación el componente socioemocional como factor de formación integral, la diversidad y la diferencia como pilares para edificar los aprendizajes y la materialización de los aprendizajes más allá de las aulas.

“Este año nuestro Foro Educativo Distrital ha coincidido con un llamado que desde las Naciones Unidas han realizado a los líderes del mundo entero: transformar la educación para construir realidades más equitativas, democráticas y pacíficas”, dijo la secretaria de Educación, Edna Bonilla.

Agregó que “el contexto que actualmente vive la ciudad, el país y el mundo nos convoca a seguir avanzando y construyendo una nueva educación. Una que no nos divida e incremente las brechas, sino aquella que permita acercarnos como sociedad”.

El evento, que se lleva a cabo en el Auditorio Huitaca de la Alcaldía Mayor de Bogotá, también cuenta con la participación de Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación, planteó que se deben unificar el SGP, el Sistema General de Regalías y el Presupuesto Nacional para beneficio de la educación.

A su turno, Horacio Álvarez Marinelli, especialista en Educación del Banco Mundial afirmó que debe haber mayor flexibilidad a los entes territoriales.

“En los primeros grados sabemos que está el mayor retorno económico. Debemos invertir en los más jóvenes, los más chicos y los más vulnerables”; tras recordar que antes del covid-19 ya la educación tenía enormes crisis y que el impacto de la pandemia tendrá un impacto de por vida, sobre todo en los más pequeños”, sostuvo.

Este año, los diálogos cuentan con la participación de rectores y rectoras, maestros y maestras y estudiantes de colegios de la ciudad.

Participantes en el Foro Educativo Distrital

–  Fernando Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación Educativa de la Universidad de Harvard, que nos convocará a marcar los caminos que queremos construir hacia la educación del presente y el futuro.

–  Lucía González, de la Comisión de la Verdad, quien, desde una mirada crítica y resiliente del conflicto armado, reflexionará acerca de cómo las escuelas abrazan la verdad.

–  Julián de Zubiría, economista y pedagogo que plantea escuelas enfocadas en el desarrollo integral y no solo en el aprendizaje de conocimientos.

–  Olga Lucía Acosta, economista, oficial a cargo de la oficina de la CEPAL en Colombia, quien dialogará sobre trayectorias educativas, acceso y permanencia con equidad.

–  Horacio Álvarez Marinelli, especialista en Educación del Banco Mundial, planteará sus tesis sobre sistema de financiamiento de la educación.

–  Jorge Iván González, director de Planeación Nacional.

–  Jesús Abad Colorado, fotoperiodista especialista en el conflicto armado en Colombia, se centrará en las escuelas como territorio de paz.

Temáticas centrales de discusión

– Formación integral con pertinencia y relevancia.

– Educación socioemocional para la convivencia y la construcción de escuelas como territorios de paz.

– Trayectorias educativas: acceso y permanencia con equidad.

– Gestión eficiente y eficaz de la educación. El proceso del Foro Educativo Distrital 2022 empezó con los encuentros institucionales en los colegios públicos y privados en agosto pasado, continuó con foros en las 20 localidades de Bogotá y culmina con el Foro Distrital.

Este año se cuenta con espacios de participación colaborativa con la comunidad educativa, sobre las experiencias y propuestas transformadoras seleccionadas en los foros locales Esto con el fin de nutrir el debate de repensar la educación del siglo XXI, en un ejercicio de diálogo y construcción conjunta.

https://bogota.gov.co/mi-ciudad/educacion/necesitamos-financiacion-para-la-educacion-del-siglo-xxi-alcaldesa

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Chile – Dr. Enrique Paris (IPSUSS): “Las universidades tienen mucho que aportar en los temas de salud que preocupan a la ciudadanía”

Dr. Enrique Paris (IPSUSS): “Las universidades tienen mucho que aportar en los temas de salud que preocupan a la ciudadanía”

El ex ministro de Salud ahora es el nuevo presidente del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián (IPSUSS). En esta entrevista se refiere a sus nuevos desafíos desde este espacio universitario de investigación. Asegura que quiere apoyar en la formulación de políticas sanitarias en la integración público-privada, la resolución de la brecha de profesionales que necesita el sistema de salud, la recuperación integral de pacientes que tuvieron COVID-19 y una reforma al Código Sanitario, entre otros planes.

Sentado en su oficina del Campus Los Leones de la Universidad San Sebastián (USS), en Providencia, el médico Enrique Paris Mancilla, sonríe al dar cuenta de un nuevo giro en su carrera. Desde el pasado 9 de septiembre, el pediatra y toxicólogo, lidera el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la USS (IPSUSS). Una función que siempre lo ha apasionado, y en la que buscará desplegar la experiencia acumulada tras sus pasos por el Colegio Médico, donde estuvo por dos períodos entre 2011 a 2017, y su rol como vocero principal en la campaña nacional contra el virus del COVID-19, cuando lideró el Ministerio de Salud, entre junio de 2020 y marzo pasado.

Paris, quien además ha ejercido la docencia en las facultades de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Finis Terrae, espera contribuir al desarrollo del país mediante la investigación y el análisis para el diseño e implementación de políticas públicas en el área de salud, que aporten tanto al sector público como a la sociedad civil.

Una historia que parte tras su paso por la cartera ministerial. Paris retomó su rol como decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud en la Universidad Mayor en marzo pasado. Sin embargo, al poco tiempo dejó dicho trabajo para descansar, tras estar desde junio de 2020 a cargo de encauzar la toma de decisiones frente a la crisis de la pandemia en su período más complejo.

A seis meses de dejar su rol como ministro de Salud, reaparece en la discusión pública desde el IPSUSS. Paris asegura que “es fundamental la importancia de la ciencia y la investigación para respaldar las definiciones que se hagan y, sobre todo, para construir propuestas en materias de salud. Este tipo de institutos buscan generar nuevas visiones sobre los temas que afectan a la ciudadanía”.

El trabajo del instituto es liderado por Paris, mas lo considera un trabajo colaborativo. Aquí se vuelve a encontrar con Arturo Zúñiga, ex subsecretario de Redes Asistenciales, con quien trabajó durante el periodo de la pandemia. Hoy, Zúñiga es el director ejecutivo del IPSUSS, donde también está presente Claudia Varela, coordinadora del programa “Paciente Empoderado”, que busca educar a la población sobre enfermedades crónicas; Carolina Velasco, economista con una basta carrera en el Centro de Estudios Públicos y publicaciones en salud, a cargo de Dirección de Estudios del IPSUSS; Raúl Aguilar, economista y analista de datos; y el médico Manuel José Irarrázaval, como asesor del centro.

A pocos días de comenzar a ejercer su cargo, Paris ya define cómo será su metodología de trabajo: “Queremos trabajar sin abanderarnos con nadie. Conversaremos con las asociaciones de Isapre, de Clínicas, municipalidades, e incluso con agrupaciones de pacientes, para así conocer la realidad de muchas enfermedades que necesitan apoyo, como enfermedades raras y poco frecuentes”.

Agrega que el IPSUSS no será un ente centralista en su enfoque de trabajo, pues tomará la voz de las regiones, considerando que la USS cuenta con tres sedes en el sur del país, cada una con representación del IPSUSS, en Concepción, Valdivia y Puerto Montt. “La visión que tiene Santiago -afirma Paris- muchas veces es diferente a la visión que tiene el resto de Chile. Queremos tener representantes para trabajar con sus realidades”. Esta tarea se verá reflejada en coloquios, estudios o indicadores que irán apareciendo con el paso de las semanas.

El llegar a una universidad privada no fue una decisión al azar. Su interés nace tanto por el crecimiento que dichas instituciones han tenido, como por la matrícula de estudiantes que prefieren a la USS, como en el potenciamiento institucional del área de la investigación.

“El aporte que han hecho las universidades privadas al país ha sido importantísimo. Entre el 2012 y el 2020 han tenido un crecimiento del 128 por ciento en producción de publicaciones científicas. Las publicaciones indexadas en Chile también han aumentado en forma global. Entre 2012 y 2020 duplicaron su cantidad. Eso habla de que se está haciendo investigación, que se está trabajando en innovar y buscar áreas de desarrollo en todas las universidades del país”.

Principales desafíos

Frente a lo que se viene, Paris ya definió parte de los temas a los que se dedicará a investigar el IPSUSS. Dice que el momento actual está afectando a las Isapres, luego que 10 clínicas han suspendido convenios, lo que es parte de una crisis que requerirá una reforma al sistema, y que el IPSUSS buscará aportar. “Hay que hacer una reforma tranquila, en el tiempo, pero indudablemente hay que hacerla”, asegura el ex secretario de Estado.

Paris estima que también hay que avanzar en la reforma al sistema de Fonasa, pues considera que al contar con el 78 por ciento de la población chilena adscrita al sistema estatal, se debe avanzar hacia “uno integrado de salud público-privado, incorporando también a las Fuerzas Armadas, Carabineros y PDI. Para elaborar esa propuesta de reforma, queremos contribuir dentro de lo posible”.

 

Fuente de la Información: https://www.latercera.com/laboratoriodecontenidos/noticia/dr-enrique-paris-ipsuss-las-universidades-tienen-mucho-que-aportar-en-los-temas-de-salud-que-preocupan-a-la-ciudadania/STPGCOCQIZBBRN3R65PPHXOLQY/

 

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Libro: La producción y reapropiación de lo común

La producción y reapropiación de lo común

Sandra Rátiva Gaona
Carolina Jiménez Martín
Raquel Gutiérrez Aguilar
Leopoldo Múnera Ruiz
(compiladoras)

La producción y reapropiación de lo común : horizontes
emancipatorios para una vida digna / Raquel Gutiérrez
Aguilar … [et al.] ; compilación de Sandra Milena
Rátiva Gaona … [et al.]. – 1a ed. – Ciudad Autónoma de
Buenos Aires : CLACSO ; Fundación Rosa Luxemburgo,
2022.
Libro digital, PDF
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-813-289-1
1. Feminismo. 2. Mujeres. I. Gutiérrez Aguilar, Raquel. II.
Rátiva Gaona, Sandra
Milena, comp.
CDD 305.42

 

«La pandemia derivada del SARS COV-2 marcó un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Esta visibilizó los impactos que tiene la capacidad necrótica del orden social patriarcal, colonial,
capitalista sobre la vida, y a su vez generó condiciones para estabilizar la excepcionalidad como regla imperante para la conducción de los asuntos colectivos. Una de las manifestaciones de este necrotismo es la profunda crisis ecológica que suma drásticos episodios climáticos como la pérdida masiva de la biodiversidad, contaminación atmosférica y agotamiento del más vital de los dones de la tierra: el agua. » (Prólogo, p. 13)

Fuente de la Información: CLACSO – Novedad editorial: La producción y reapropiación de lo común. Coedición con Fundación Rosa Luxemburgo

La-produccion-y-reapropiacion

 

 

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