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La lucha de los docentes argentinos por el suspenso de Macri en Educación

Por: Meritxell Freixas Martorell/El diario de la educacion/16/6/2017

Los profesores han salido a la calle para exigir mejoras salariales y derechos laborales, y cambiar un modelo que asfixia el sistema de enseñanza desde los tiempos de la dictadura de Rafael Videla.

El curso escolar argentino avanza sin que se muevan las fichas del conflicto que marcó el inicio del año lectivo en este país. El pasado mes de marzo, decenas de miles de docentes se movilizaron durante 40 días para exigir al gobierno liberal de Mauricio Macri mejoras laborales, en un intento por terminar con los severos efectos que la descentralización educativa ha dejado en el país desde que se instauró durante la dictadura.

Las y los maestros exigen al Ministerio de Educación que convoque a paritarias nacionales, un mecanismo que reúne en una mesa de negociación al Ejecutivo, las provincias y los principales sindicatos de la enseñanza, para regular el aumento salarial mínimo a partir del cual las distintas regiones establecen su propia proporción, mayor o igual a la cifra nacional según cada jurisdicción.

“El conflicto sigue abierto a pesar de que hoy no se estén desarrollando medidas de fuerza contundentes”, explica Mariano Garrido, secretario de asuntos pedagógicos de la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (Ademys), el segundo sindicato más grande de la capital federal. Según el representante, la discusión, en términos formales, no ha concluido, “aunque la pretensión del gobierno es darla por cerrada”.

Macri decidió unilateralmente, a principios de este año, no abrir el debate porque considera que la paritaria de 2016 ya estableció una actualización automática de los sueldos de los maestros en función del salario mínimo. Pero el gremio critica que el Ejecutivo no tomó en cuenta el coste que representa hoy día la inflación del país suramericano, que se ha disparado exponencialmente en los últimos dos años.

En 2016, el salario mínimo aumento solo un 18%, para una inflación del 40%. “Si este porcentaje se mantiene en 2017, con una estimación de la inflación cercana al 28%, el salario de los profesores perdería parte de su valor, de nuevo”, expone Garrido.

Los sindicatos docentes, liderados por las organizaciones de Buenos Aires, donde se concentran casi la mitad de las matrículas del país, rechazaron de inmediato la oferta del Ejecutivo y aseguran que no aceptarán otra cifra que quede por debajo del 35%. Además, según dicen, este piso ni siquiera es el ideal ya que afirman que para no tener pérdidas el aumento tendría que ser del 50%.

Más allá del ajuste salarial, los maestros acusan las duras condiciones laborales que los llevan a trabajar dobles turnos y que fomentan la sobreexplotación porque “con un solo salario no se vive”, dice el secretario sindical, quien además de trabajar en un colegio de primaria, da varias clases a la semana de Lengua y Literatura española en un instituto de secundaria. “Además de todo lo que implica prepararse las clases, corregir, asistir a capacitaciones, etc., hay que trabajar más horas y esto implica el deterioro inevitable de las condiciones de enseñanza y aprendizaje”, sostiene.

Fotografía cedida por Ademys

Una herencia de la dictadura

El trasfondo del conflicto entre el Gobierno y los trabajadores de la educación se remonta a los tiempos de la dictadura. En 1978 Rafael Videla impuso por decreto la descentralización de los servicios educativos primarios, que fueron transferidos a las provincias. El proceso se agudizó durante el gobierno liberal de Carlos Menem de principios de los 90 que, siguiendo los preceptos del Fondo Monetario Internacional, transfirió a las regiones la totalidad de las escuelas secundarias, los institutos técnicos y las escuelas privadas, y recortó los fondos estatales a la escuela pública. Fue el mismo período en el que se privatizaron empresas estatales, llegó la flexibilización laboral y la desinversión en políticas sociales.

Con la llegada de los gobiernos ‘kirchneristas’, los sindicatos docentes se hicieron un lugar en el diseño de las políticas educativas. Un logro que, a pesar de que no conllevó cambios estructurales en el modelo, culminó en 2006 con la promulgación de la Ley de Financiamiento Educativo, que significó una cierta recuperación de la inversión educativa. Se creó un Fondo Nacional de compensación de desigualdades salariales y se habilitó la paritaria para promover la negociación colectiva del salario mínimo anual.

“Con la descentralización se crearon escuelas de primera, segunda y tercera categoría porque había provincias que podían garantizar los servicios educativos, pero muchas otras no”, señala Gabriel Castillo, miembro del comité del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) de la provincia bonaerense, que es el mayoritario de la región con más de 6.000 afiliados.

De hecho, las diferencias entre los salarios de los profesores de una parte u otra del país pueden llegar a ser del doble. Es el caso de la remuneración bruta de un maestro con 10 años de antigüedad de algunas provincias patagónicas, como Tierra del Fuego o Santa Cruz, que es el doble de lo que ganan en las zonas del noreste del país, como Chacao o Formosa.

Castillo, que ejerce como profesor de Historia, afirma que las reformas de los 90 “ampliaron más la brecha que existía en cuanto a presupuesto, salarios, alimentación escolar, infraestructura y calidad de los servicios, entre las provincias y la ciudad autónoma de Buenos Aires”.

Además de las desigualdades en las condiciones de trabajo, la ausencia del Estado en el financiamiento educativo tiene efectos que se reflejan en las diferencias de los currículos escolares, las asignaturas o los años de escolaridad porque el sistema de educación en la provincia de Buenos Aires no coincide con el de las otras regiones.

“Hasta el final”

Los docentes argentinos se unen hoy para revindicar viejos “pendientes” que nunca terminaron de concretarse. Como en marzo de 1988, cuando durante 43 días protagonizaron la Marcha Blanca que se convirtió en una fecha histórica para la lucha en defensa de la escuela pública. Los profesores reclaman que se convoque la paritaria nacional en el marco del aumento del presupuesto educativo: “Estamos dispuestos a llegar hasta el final”, exclama con convencimiento Gabriel Castillo.

El fin de semestre se viene intenso. Ante la pasividad del Gobierno, los sindicatos están discutiendo si convocan nuevas medidas de fuerza antes de las vacaciones de invierno que en poco más de un mes llegan al hemisferio sur. “Todo dependerá, en gran medida, de si se puede llegar a un grado de articulación porque el nivel de fragmentación hace que las provincias muchas veces peleen por separado, y no siempre acompañadas de la CETERA, el mayor sindicato a nivel nacional”, asegura Mariano Garrido.

Y es que lo que sí ha conseguido Mauricio Macri en estos meses es algo que hasta ahora parecía imposible: unir al movimiento sindical argentino, incluso a los trabajadores de escuelas privadas. Más allá de las tradicionales disputas por los lineamientos políticos de cada organización, los docentes quieren mantenerse cohesionados y unir a su demanda a otros colectivos. El desafío no es fácil: sólo en la jurisdicción de Buenos Aires existen 17 sindicatos de trabajadores de la educación.

El llamado, en esta ocasión, se hace extensivo también a padres, madres, estudiantes e incluso a los que no están afiliados. Los maestros no quieren dar la pelea solos y sienten que la movilización es responsabilidad de toda la comunidad educativa. “Esto va más allá de los salario, es una lucha por recuperar nuestra educación pública”, concluye Castillo.

Fotografía cedida por Ademys
* Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/14/la-lucha-de-los-docentes-argentinos-por-el-suspenso-de-macri-en-educacion/
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“De la exclusión tan brutal, nacen todos los males de Colombia”

Por: Enric Llopis

El director Víctor Gaviria presenta la película “La Mujer del Animal” en la cooperativa Aragó Cinema de Valencia.

Una mujer es raptada por un individuo a quien llaman “El Animal” en el barrio Popular de Medellín –una barriada de “invasión”-, allá por el año 1975. La mantiene secuestrada durante siete años, sin que nadie le ofrezca ayuda. La gente del barrio ha asumido con “normalidad” una situación extrema de maltrato. Con estos ingredientes argumentales y basada en hechos reales, el director colombiano Víctor Gaviria (Liborina, Antioquía, 1955) ha realizado la película de 120 minutos “La Mujer del Animal”, estrenada el pasado nueve de marzo en Colombia y el 16 de junio en el estado español. En el primer cuatrimestre de 2017 se produjeron 204 casos de homicidios a mujeres en Colombia, cuyos principales autores fueron las parejas o exparejas de la víctima, según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Durante el mismo periodo el instituto público registró 21.979 episodios de violencia machista (de ellos, 16.222 intrafamiliares), y 5.808 casos de mujeres mayores de 18 años que pasaron los exámenes médicos legales para determinar un presunto delito sexual.

La última película de Víctor Gaviria ha recibido premios y reconocimientos en los festivales de La Habana, Cali, Málaga y la Mostra de Cinema Llatinoamericà de Catalunya. El cineasta explica en parte la violencia narrada en la película por la historia del país: “El Estado ha estado siempre ausente de muchas ciudades, municipios y veredas de Colombia; esto ha hecho que haya mujeres muy vulnerables”. Director de cuatro filmes, Gaviria ha escogido para rodar “La vida del animal” actores no profesionales, seleccionados con mucho detenimiento. “El actor natural tiene una presencia muy fuerte ante la cámara, encuentro a algunos que son muy talentosos”, destaca antes del preestreno en la Cooperativa Aragó Cinema de Valencia, en un acto organizado por CEAR-País Valencià, CEDSALA, el colectivo Sur-Cacarica, Entreiguales Valencia e Intersindical Valenciana. El mismo afán de realismo le ha llevado a grabar la película en el barrio Nueva Jerusalén, entre el municipio de Bello y la capital Medellín, que evoca la barriada Popular de los años 70.

“La Vida del Animal” llega a las pantallas tras doce años de ausencia del realizador. Pero durante el largo paréntesis, trabajó en filmes que después no pudieron realizarse “por problemas con los productores”, según afirma. En algunas ocasiones falló la financiación y en otras no se produjo el entendimiento necesario, como en “La hora de los traidores”, proyecto de película iniciado en 2007 y finalmente frustrado sobre un bandolero, “Sangrenegra”, que recorría el país durante los años 60 del siglo pasado. Director, guionista, autor de cortometrajes y documentales, poeta (ha publicado seis libros de poesía)… ¿Hay algún hilo conductor en todos los trabajos? “Como poeta escribo de asuntos más personales, pero mi cine es social”. Sin embargo, no hay una separación tajante en su obra: “Mi intención es hacer películas como poemas, en el cine me guió por intuiciones poéticas”. Y esta voluntad se pone de manifiesto en películas de tanta rudeza y violencia como “La vida del animal”.

En la el filme “Sumas y restas” (2005), el realizador trató de contar los años del Medellín lacerado por la mafia del narcotráfico. Ocurrió durante los años 80 del siglo XX. “La mafia se presenta en parte como una utopía política y social, pero después se revela como una gran empresa delicuencial”, explica Gaviria. En “La vendedora de rosas” (1998) cuenta la historia de unos niños de la calle, asimismo actores no profesionales. Todas sus películas se basan en la construcción de argumentos muy sencillos, a partir de los cuales introduce las costumbres y vida cotidiana de la gente. ¿Por qué no una película sobre el conflicto armado, prolongado durante más de 50 años y con 8,4 millones de víctimas según los registros oficiales? “En la década de ‘parón’ llegué a escribir el guión de una película sobre unos secuestrados por la guerrilla”.

Director que se mancha de barro, Víctor Gaviria no rehúye la conversación política. ¿Cómo evalúa los Acuerdos firmados en septiembre de 2016 entre el Gobierno y las FARC? “Fue un gran acierto, hago parte de esa mitad de la población que apoyó el ‘Sí’ a los Acuerdos de Paz”; me parece que se ha criticado a Santos por ello de manera injusta”. Pero, sobre todo, “porque ahora podrán verse los problemas que el conflicto ocultó durante tanto tiempo”. Por ejemplo, “el narcotráfico como aliado del ejército y el paramilitarismo contra la insurrección”. Se consideraba, explica el cineasta, como “verdadero enemigo” a los guerrilleros comunistas que practicaban la violencia contra el Estado, “pero ahora se verá cuál era el ‘verdadero’ enemigo del país, y que todo aquello era una ‘cortina de humo’, como mínimo tan letal como la guerrilla”. Gaviria se refiere en concreto a la corrupción política, el paramilitarismo, las bandas criminales, el narcotráfico, la minería ilegal… “A todo el que se oponía al Estado se le revestía de ‘guerrilla’”. Actualmente, tras el abandono de tierras ocupadas por la insurgencia, penetrarán paramilitares, “Bacrim” y transnacionales, “pero el Estado ha de estar allí, para proteger estos territorios”.

La conversación retorna al cine, que en el caso de Víctor Gaviria se caracteriza por el estilo realista y el compromiso social. Las explicaciones sobre los males de Colombia se trasladan a su filmografía. Considera como principal problema del país la exclusión de más de la mitad de la población, “gente que vive sin proyecto de vida, sin un oficio o en la absoluta pobreza”, critica el realizador. “De ahí, de la exclusión tan brutal, nacen todos los males de Colombia; y tenemos que ser un país para todo el mundo”. Tal vez por ello aprecie especialmente las películas de Passolini y su búsqueda en las culturas populares (“Mamma Roma”, “Accatone”, “Pajaritos y pajarracos”…) o todo el cine neorrealista italiano, por ejemplo “Roma ciudad abierta” (1945), de Roberto Rossellini, también autor de “Camarada” (1946) y “Alemania Año Cero” (1947); y otro estandarte del neorrealismo, “Ladrón de bicicletas” (1948), de Vittorio de Sica. Valora aquellas películas sin transición, en las que oficiales nazis pueden estar en una habitación conversando con italianos y con unas prostitutas, mientras justo al lado se está torturando a comunistas. “Sólo el cine realista puede mostrar esas convivencia de escenarios entre vida cotidiana, civilización y barbarie”.

El autor de “La Vida del Animal” forma parte de una generación de realizadores colombianos, comprometidos, que proyectaron su obra en los años 80 y sobre todo en los 90. Víctor Gaviria resalta a directores como Francisco Norden, autor del largometraje “Cóndores no entierran todos los días” (1984). O a Sergio Cabrera, quien ha producido películas como “La estrategia del caracol” (1992), “Golpe de Estadio” (1998) o “Técnicas de duelo: una cuestión de honor” (1999). Directores más jóvenes y con nuevos lenguajes han seguido la estela comprometida de los veteranos. En la nómina figuran Ciro Guerra (“El abrazo de la serpiente”, 2015); Rubén Mendoza (“Tierra en la lengua”, 2014), César Augusto Acevedo (“La tierra y la sombra”, 2015), Óscar Ruiz Navia (“El vuelco del cangrejo”, 2009) y Juan Sebastián Mesa (“Los nadie”, 2016).

A los 62 años, el director colombiano echa la vista atrás: “Siempre me he mantenido en el cine realista”. Pone algunos reparos al término militancia. “En Colombia vamos a entrar en una etapa en la que estará algo cuestionada, al igual que los dogmatismos”. Víctor Gaviria piensa que quienes apoyaban de modo irrestricto la acción armada y a la guerrilla como forma de hacer política, “no pueden insistir más en ese tema; aunque obviamente la guerrilla exprese el malestar y rencor de quienes queremos un país más justo”. El cineasta añade que ha llegado el momento, para hablar de asuntos como la tierra o la reforma agraria, de trabajar con partidos políticos y “entre todos, impedir que las elites colombianas y las trasnacionales hagan con el país lo que ellos quieran”.

*Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=227955

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Juan Carlos Tedesco en la memoria

Por: Alejandro Tiana. El Diario de la Educación. 16/06/2017

No solo le echaremos de menos como persona, también como analista y crítico de los fenómenos educativos. Pero mantendremos su memoria y aprovecharemos su inspiración.

Me permitirá el lector que adopte un tono personal para escribir estas páginas. No se trata de uno más de tantos textos que he escrito, sino que está cargado de emociones y sentimientos. Mis más sinceras disculpas por comenzar así, pero no puedo hacerlo de otro modo.

Hace días recibí el mensaje de que Juan Carlos afrontaba sus últimos días de vida. Aunque venía siguiendo su enfermedad desde hace tiempo y sabía de su lucha constante para seguir adelante, no dejó de impactarme. Suponía de hecho el final de una relación muy cercana mantenida durante veinticinco años. A riesgo de no conseguir hablar con él, le llamé por teléfono y mantuvimos una breve conversación, sabiendo que sería la última ¡de tantas! En ella me pidió que mantuviésemos la memoria común, algo que siempre le había preocupado. Así que estas líneas son un deber de justicia hacia él y su memoria. Y quiero escribirlas para este medio, en el que colaboró y al que ambos apoyamos decididamente.

Quizás el hecho de escribir mientras cruzo una vez más el Atlántico me ayuda a ver su figura en perspectiva. Y no cabe duda de que ha tenido grandes dimensiones. No me refiero solo a su talla humana, a su agudeza y brillantez, a su socarronería, a su pasión por el fútbol y el tango, a su profundo sentido de la amistad, rasgos que le adornaron y que bien conocen quienes tuvieron la fortuna de tratarle. Me refiero también a su talla académica, intelectual y política.

En mi opinión, no cabe duda de que Juan Carlos Tedesco ha sido un referente ineludible de la educación iberoamericana en las últimas décadas. Su tarea ha tenido varias vertientes que han estado estrechamente entrelazadas.

Desde que en 1986 se hizo cargo de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC) de UNESCO en Santiago de Chile, tras su paso por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), de la ONU, una buena parte de su vida profesional giró en torno a esa organización. En 1992 pasó a ocupar la dirección de la Oficina Internacional de Educación (BIE) en Ginebra y en 1998 la dirección regional del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) en Buenos Aires, cargo que dejó en 2005. Fueron en total casi veinte años en puestos de dirección, aunque siempre mantuvo su estrecha colaboración con la UNESCO. De hecho, puede decirse que fue una de las personas que más y mejor representó la visión de la educación de dicho organismo. Esa vinculación le puso en contacto con numerosos países de todos los continentes, amplió su visión, le hizo tomar conciencia de la diversidad de realidades educativas y le conectó con otras organizaciones educativas internacionales, como la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), con la que mantuvo fuertes lazos. Y esa implicación le hizo un referente iberoamericano e internacional de primer orden.

La experiencia internacional adquirida, el estudio constante y el análisis riguroso de los fenómenos educativos le permitieron llevar a cabo una tarea intelectual y académica muy destacada. Fueron muchas sus publicaciones, a partir de la pionera Educación y sociedad en Argentina, 1880-1945 (1972) y siguiendo por otras muchas dedicadas al estudio de la educación en Argentina, en América Latina y en el mundo. Entre todas ellas quiero destacar tres que me parecen especialmente relevantes y que además ponen de relieve sus preocupaciones más permanentes. Se trata de El nuevo pacto educativo (1995), obra amplísimamente citada y utilizada, Educar en la sociedad del conocimiento (2000) y Educación y justicia social en América Latina (2012). Entre sus temas preferidos se situaron siempre la comprensión de la educación como un fenómeno enraizado en la dinámica social, la respuesta educativa a las nuevas necesidades sociales que se plantean y la necesidad de la equidad como elemento imprescindible de justicia social. En todos estos ámbitos, sus aportaciones fueron muy relevantes y han inspirado a muchos estudiosos e investigadores.

Su interés por las cuestiones de la política educativa, su contacto con autoridades educativas de muy diversos países y su reconocida sensibilidad hacia la función social que desempeña la educación, puestos de manifiesto en su trabajo y en sus obras, le sirvieron de acicate para no desdeñar las oportunidades que se le ofrecieron de trasladar sus ideas a la práctica e incluso de asumir algunos papeles políticos. Así, entre 2005 y 2007 fue viceministro de Educación con su gran amigo Daniel Filmus y entre 2007 y 2009 fue ministro de Educación de la República Argentina. Tuve ocasión de verle frecuentemente en esos años y supe de sus logros en la elaboración de una nueva ley educativa y, sobre todo, de la satisfacción que obtuvo al lograr un compromiso legal de crecimiento sustancial de la inversión en educación. Aunque tuvo algunos sinsabores, sé que lo dio por buenos a cambio de llevar a la práctica los planteamientos acerca de la educación que siempre venía sosteniendo.

La verdad es que le echaremos de menos. No solo a él como persona, aunque siempre ocupará un lugar destacado en nuestra memoria, sino como analista y crítico de los fenómenos educativos. Echaremos en falta sus textos y sus columnas, siempre inspiradoras, sus sugerentes intervenciones en coloquios y jornadas, sus análisis rigurosos de las tendencias educativas. Pero es justo que así sea.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/05/30/juan-carlos-tedesco-en-la-memoria/

Fotografía: El Diario de la Educación

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Internet: Se profundiza la dependencia latinoamericana de EEUU

Resumen Latinoamericano / Raúl Zibechi, Sputnik / 16 de junio de 2017

Ocho de los nueve cables submarinos que unen América del Sur con Europa pasan por EEUU. Algo muy grave porque, además, la ciudad brasileña Fortaleza está más cerca de la península Ibérica que de Miami. El noveno es un cable obsoleto y saturado, de modo que el 99% del tráfico de Internet desde Sudamérica es controlado desde Washington.

El dato fue proporcionado por la compañía española Eulalink cuando presentó el proyecto de cable submarino que comenzará a operar en 2018, uniendo Brasil con Sines (Portugal) y Madrid, sin pasar por Estados Unidos. El cable tendrá una gran capacidad, nada menos que 72 Tbps (terabits por segundo), siete veces más que la información que América Latina trasmite actualmente al resto del mundo.

Se trata de un pequeño e insuficiente paso, toda vez que la región presenta un panorama absurdo: un correo electrónico entre Santiago de Chile y Buenos Aires (dos ciudades separadas por 1.400 kilómetros), recorre más de 15.000 kilómetros, primero por el océano Pacífico para llegar a la costa de California, luego atraviesa EEUU hasta Miami y finalmente se hunde en el Atlántico hasta llegar a la capital argentina. En paralelo, la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile (Subtel) y la compañía Huawei de China, firmaron un acuerdo de pre-factibilidad técnica para el desarrollo de una conexión directa entre Asia y Chile a través de un cable de fibra óptica que unirá China con el país andino a través del Océano Pacífico.

Son pequeños avances en dirección a la independencia en materia de comunicaciones. Hace apenas cinco años la UNASUR había decidido construir un anillo de fibra óptica para permitir la interconexión directa de los países de la región. El objetivo era superar la eterna dependencia económica, política y cultural. Un país como Brasil, que pretende ser una potencia global emergente, vive una grave dependencia en las comunicaciones: el 46% de su tráfico internacional de Internet viene de fuera del país, y de esa cantidad el 90% hace una “parada” (pitstop) en Estados Unidos.

En cuanto a la región en su conjunto, el 80% del tráfico internacional de datos de América Latina pasa por Estados Unidos, el doble que Asia y cuatro veces el porcentaje de Europa. Esto hace que las comunicaciones sean más caras.

El entonces ministro de Industria y Energía de Uruguay, Roberto Kreimerman, señaló luego de la cumbre de UNASUR en Asunción, en 2011, que hay varias razones por las cuales se tomó una decisión de construir el anillo sudamericano: “Los costos actuales son muy elevados ya que en el conjunto de la región lo que se paga a los propietarios de los cables submarinos y las conexiones con los países desarrollados suponen entre el 30 y el 50% del precio final”.

La otra razón de peso hace referencia a la soberanía nacional, algo que quedó en evidencia cuando las agencias estadounidenses controlaban las comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff, lo que provocó una crisis diplomática entre ambos países.

El proyecto inicial de UNASUR pasaba por un relevamiento y mapeo de todas las redes existentes en cada uno de los países. Luego se establecieron tres etapas: la conexión de los puntos físicos ubicados en las fronteras, como Argentina, Paraguay, Venezuela Bolivia y Uruguay, y en la siguiente etapa las empresas estatales de comunicaciones, como Telebras de Brasil y Arsat de Argentina, y también las privadas, realizarían el tendido de sus redes. Estaba previsto que el anillo de fibra óptica tuviera una extensión de 10.000 kilómetros y fuera gestionado por las empresas estatales de cada país para que las comunicaciones sean más seguras y baratas. La conexión directa aumentaría la velocidad de conexión entre un 20 y un 30% y sus costos serían menores.

El proyecto implicaba la instalación de varios cables submarinos. Uno de ellos entre Brasil y Estados Unidos, que permite también la conexión con Colombia y Venezuela. Un segundo cable se proponía unir el continente directamente con Europa pasando por Cabo Verde, y un tercero unirá Fortaleza (norte de Brasil) con Angola (África) con una derivación hacia Argentina y Uruguay. La empresa encargada de la construcción de buena parte del anillo óptico era la estatal Eletrobrás y la financiación estaba a cargo del banco de desarrollo BNDES.

Todo esto ha quedado paralizado con la crisis política y los cambios de gobiernos que afectan a los principales países de la región, en particular a Brasil, el país que propuso y diseñó los nuevos tendidos de cables de Internet.

Ahora los pasos que se siguen no son ya de carácter regional sino bilateral, como el caso de Brasil con España y de Chile con China. El gobierno de Michelle Bachelet destacó la importancia que el proyectado puente de comunicación directa entre Asia y Latinoamérica tendrá de cara al desarrollo futuro de las telecomunicaciones en la zona. En 2015 la UNASUR y la Corporación Andina de Fomento llegaron a un acuerdo para construir una “Red de Conectividad Suramericana para la Integración” con una inversión de un millón y medio de dólares. El entonces secretario general de UNASUR, Ernesto Samper, recordó que la velocidad de internet en América del Sur es ocho veces más lenta que la de otros países del mundo, lo que supone una traba para el desarrollo.

Samper también aseguró que la red de conectividad ampliará la seguridad y defensa de la región en el área cibernética. “No es un asunto sobre seguridad física, que afecte a las personas a través de un enfrentamiento armado, ni de cuánto se equipan militarmente los países para defenderse unos de otros; sino de otro tipo de defensa colectiva, como la ciberdefensa”, dijo Samper.

Sin embargo, en los dos últimos años no hubo ningún avance consistente en esa dirección. Habrá que esperar que la región supere la crisis política y el viraje conservador, para que se retomen los proyectos que prometían ingresar en una era de independencia en las telecomunicaciones.

*Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/06/15/internet-se-profundiza-la-dependencia-latinoamericana-de-eeuu/

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Carta de profesores palestinos a profesores en huelga en Colombia

Resumen Latinoamericano/ 16 de junio 2017.

A la Federación Colombiana de Educadores (FECODE).

Ha llamado nuestra atención que se han movilizado en las calles de Colombia por cerca de un mes, demandando un presupuesto justo para la educación pública. Es inspirador ver una huelga tan poderosa que desea asegurar una mejor educación a las generaciones por venir.

También somos conscientes que han sido duramente reprimidos/as. Les mandamos nuestra solidaridad y deseamos que mantengan la fuerza para seguir movilizándose. Si hay una cosa que nosotros/as sabemos es que ni la policía ni los ejércitos pueden terminar con el anhelo de justicia e igualdad de los pueblos.

Sabemos esto por nuestra experiencia. En la Cisjordania ocupada, muchas de nuestras escuelas han sido demolidas por el régimen israelí y muchos de nuestros/as estudiantes tienen que cruzar por retenes militares para ir a clase; en la ocupada Jerusalén, las escuelas palestinas reciben menos de la mitad del presupuesto que las escuelas israelíes; y dentro de Israel los fondos asignados para los/las estudiantes palestinos son un 16% menos que los que se asignan para sus pares israelíes.

Como ustedes saben, el el 2014 Israel asesinó a 504 de nuestros/as estudiantes en su última masacre contra la, ilegalmente sitiada, Franja de Gaza. Ni siquiera eso nos hizo rendirnos. Tal y como la poeta palestina Rafeef Ziadah lo ha dicho: “nosotros nos levantamos todos los días para enseñarle al mundo lo que significa la palabra vida”.

La educación es un arma liberadora. Las movilizaciones de profesores/as como las de ustedes son el mejor ejemplo que le podemos dar a nuestros/as estudiantes, especialmente en medio de restricciones y opresión. Ustedes le están enseñando a la sociedad colombiana y a nosotros/as lo que significa un real compromiso con la educación.

Puede que estemos lejos geográficamente, pero nuestras luchas nos unen. El Sindicato General de Profesores/as Palestinos se solidariza con FECODE, y especialmente con la Asociación Distrital de Educadores de Bogotá ADE, donde muchas se han manifestado antes en solidaridad con nosotros/as.

Mantengamos juntas la enseñanza de lo que significa la palabra vida.

En solidaridad,

Sindicato General de Profesores/as Palestinas

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Las promesas fallidas de Santos de hacer a Colombia la más educada

“Si queremos un nuevo país y construir una Colombia más educada debemos resarcir la deuda histórica con los docentes y cumplir lo pactado”

Por: DIOGENES ARMANDO PINO SANJUR
Desde la implementación del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un nuevo país” la nación se comprometió a resarcir una deuda histórica con la educación, la cual estaba sumida en el atraso, abandono y pésimas condiciones la que se reflejaba en la mala calidad educativa de nuestros estudiantes.

Por ello se planteó la necesidad de establecer una política pública que permitiera una mejora sustancial en la calidad educativa que garantizara cerrar las brechas de acceso y calidad en el sistema educativo, acercando al país a los altos estándares internacionales. El Gobierno Nacional se comprometió a convertir a Colombia en el mejor educado de América Latina en el año 2025.

 Para cumplir con este propósito se establecieron unas líneas estratégicas como la Excelencia Docente, Jornada Única, Colombia Bilingüe, Colombia Libre de Analfabetismo y Más Acceso a la Educación Superior, que representarían un gran salto educativo, garantizando a nuestros niños y niñas su derecho a la educación, pero ante todo con altos estándares de calidad convirtiéndola en la herramienta más poderosa para acabar con la desigualdad social y permitiendo a los colombianos un crecimiento económico que mejoraría sus condiciones de vida.

Pero transcurrido un tiempo prudencial desde la implementación del Plan de Desarrollo nuestro anhelo y sueño de tener un sistema educativo de alta calidad se han venido desvaneciendo, gracias al incumplimiento y falta una vez más a la palabra del gobierno nacional.

El Presidente Santos en campaña para lograr el apoyo de los educadores en su reelección prometió dignificar la profesión de los maestros y mejorar sus salarios, de manera que sean comparables con los de las demás profesiones mejor pagadas, pero elegido ha hecho conejo a los docentes los cuales siguen percibiendo un salario paupérrimo que no le permite brindar bienestar a sus familias, lo que convierte la excelencia docente en un sofisma.

Debido al oscuro panorama y constante incumplimiento del gobierno los docentes deciden irse a paro, para por la lucha sindical resarcir sus derechos, pero el estado renuente y desagradecido con estos maestros que imparten conocimiento y edifican el futuro del país se niega a cumplir con sus exigencia y los amenaza con descontarle de su salario los días que han estado en paro.

Ellos firmes deciden protestar y tomarse las calles para que la ciudadanía general conozca su problemática, demostrando hasta la saciedad que no es una simple lucha por un incremento salarial, sino una protesta por garantizar un sistema educativo más idóneo y que garantice la excelencia , permitiendo una mejor preparación en nuestros jóvenes que propenda un salto social para nuestra patria.

Pero el gobierno indolente contrarresta la justa protesta de nuestros docentes con el uso de la fuerza, enviando al ESMAD para que atropelle, e indecorosamente  vulnere su dignidad, enviando un mensaje equivocado a una nación que quiere acabar con más de medio siglo de guerra e injusticia.

Un país más educado se construye con mayor inversión, mejoramiento de las instalaciones educativas, innovación tecnológica, mejoramiento de las condiciones salariales de sus docentes, capacitación docente y no con gases, bolillos y amenazas.

Si queremos un nuevo país y construir una Colombia más educada debemos resarcir la deuda histórica con los docentes y cumplir lo pactado de lo contrario estaremos condenado al subdesarrollo y desigualdad donde hemos vivido siempre.

Fuente: https://www.las2orillas.co/las-promesas-fallidas-santos-colombia-la-mas-educada/

Imagen tomada de: https://www.las2orillas.co/wp-content/uploads/2017/06/MAESTROS.jpg

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Ministro de Educación Ecuador: Existen nuevos desafíos relacionados con aspectos de calidad educativa

Comentó que se necesita un conjunto de estrategias para promover la lectura

América del Sur/Ecuador/EcuadorInmediato

El Ministro de Educación, Fander Falconí, se refirió a los primeros días de gestión en esta cartera de Estado. «Hay enormes logros, estos están aparejados con un aumento de las coberturas educativas, pero también existes nuevos desafíos relacionados con los aspectos de calidad educativa».

Acotó que en los diez años de gobierno, “ha habido una transformación evidente en el sistema educativo y un reconocimiento social. He estado en varias provincias y la primera impresión que uno tiene al hablar con la comunidad es el reconocimiento realizado en estos años”.

Acerca de mantener el Bachillerato Unificado o regresar a la especialización, comentó que “no quiero modificar los aspectos de curriculum sin previamente hacer una evaluación de su desempeño y dejar que funcione. Tenemos una malla curricular flexible y por lo tanto hay que dejar que funcione”.

Aseguró que van a potenciar las capacidades junto con los profesores. “Quiero retomar las palabras del Presidente Lenín Moreno quien habló de diálogo con los actores, de hacer políticas con los actores e indudablemente los aspectos de capacitación van a ser reforzados y retroalimentados con la comunidad educativa”.

Sobre la reapertura de escuelas unidocentes en los sectores rurales, señaló que el Presidente Moreno le encargó que se evalúen todos los aspectos sobre infraestructura. “Vamos a tener un diagnóstico en firme y acciones, si es el caso, correctivas, antes de iniciar el ciclo de la Sierra”.

Agregó que el transporte no es un problema generalizado. “Hay que recordar que el país avanzó mucho en lo que se llama una micro planificación en el sector de la salud y el educativo. La lógica era bajar al territorio con servicios educativos de calidad. Tenemos distribución zonal, una organización a través de distritos”.

En cuanto a la campaña de lectura, llamada “YO LEO”, el Ministro Falconí mencionó que “en el Ecuador leemos muy poco. El promedio, de acuerdo a los datos de la UNESCO, leemos medio libro por año por persona. En Colombia se leen 19 libros por año, por persona; y en los países ricos, entre 40 y 45 libros”.

Señaló que se necesita un conjunto de estrategias para promover la lectura. “El lanzamiento de la campaña “YO LEO” tuvo un enorme éxito en el país. Tuvo la presentación en la provincia de Santa Elena y luego en todos los establecimientos educativos”.

Finalmente, manifestó que el Plan Nacional de Lectura implica “formar lectores, capacitar a los maestros en temas de lectura, reorganizar o crear centros de lecturas a nivel nacional, formar club de lectura, desarrollar líneas de texto, promover actividades alrededor de la lectura”.

Fuente: http://ecuadorinmediato.com/index.php?module=Noticias&func=news_user_view&id=2818821407&umt=ministro_educacion_existen_nuevos_desafios_relacionados_con_aspectos_calidad_educativa

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