América del Sur/Argentina/03-09-2021/Auto(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar
Desde Salud Pública informaron que el porcentaje hasta ahora ronda el 40%.
Desde Salud Pública decidieron salir a vacunar a los chicos entre 12 y 17 años con comorbilidades en las escuelas de educación especial. La determinación se tomó ante el bajo porcentaje de esa franja etaria que se inoculó contra el coronavirus.
De acuerdo a las estadísticas oficiales, a casi un mes de lanzar la campaña para este grupo sólo un 40% se vacunó.
Para incrementar el número, se comenzará a colocar dosis en las escuelas de educación especial de la provincia.
“Es muy importante que los papás autoricen y por eso es tan importante el trabajo previo que se viene realizando entre docentes, directivos y Ministerio de Educación”, afirmó esta mañana en conferencia de prensa la Ministra de Salud, Alejandra Venerando.
Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Ante-el-bajo-porcentaje-de-chicos-con-comorbilidades-vacunados-saldran-a-inocularlos-en-las-escuelas-20210901-0029.html
América del Sur/Venezuela/03-09-2021/Autora: Rosa Raydán/Fuente: ultimasnoticias.com.ve
Hace poco más de una semana, el viernes 20 de agosto, el presidente Nicolás Maduro confirmó lo que ya se venía asomando desde hace varios meses: que las clases presenciales se retoman en Venezuela este próximo mes de octubre. Dijo que para los efectos se usará como primera medida de seguridad el método 7+7, es decir, que se trabajará bajo una modalidad híbrida, y que se profundizará la vacunación prioritaria para el personal docente. Es una noticia agridulce, pero al mismo tiempo alentadora para familias, comunidad escolar y sobre todo para quienes son principales sujetos de la medida: las y los estudiantes.
Las niñas y los niños constituyen el segmento poblacional que ha pagado el precio más alto en cuanto a restricciones de socialización en este periodo que lleva la humanidad sumida en la pandemia. Con la vuelta al colegio se alivia la angustia de al menos 17 meses de confinamiento, pero también se reaviva la preocupación por los contagios, especialmente en el marco de la llegada de la variante Delta, que parece ser menos condescendiente con la población joven. ¿Vale la pena correr el riesgo? ¿o a largo plazo el peligro para la salud mental y para la educación propiamente dicha es mayor?
La cuarentena ha garantizado una tasa mínima de niñas y niños contagiados, pero también ha afectado la vida cotidiana de esta población de una manera inédita en la historia contemporánea. Y no solamente en lo que respecta a la socialización. Es un hecho que se han acentuado las desigualdades en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La conexión a internet; la disponibilidad de madres, padres u otros familiares para ayudar o no con los deberes; las condiciones materiales que rodean a la familia, así como la capacidad de cada escuela y cada docente para poder ofrecer el programa escolar al alumnado son situaciones determinantes.
Investigamos en fuentes documentales, principalmente en las recomendaciones de la Unesco, y dividimos el corpus en tres grandes temas que engloban las inquietudes protagónicas que rodean este inusual regreso a clases. Son: los problemas para adaptarse a la “nueva rutina” en la “nueva normalidad”, las medidas para minimizar el riesgo de contagio y propagación de la covid-19 y finalmente la preparación anímica, sentimental así como los primeros auxilios psicológicos para atender los casos de niñas, niños y adolescentes con ansiedad o dificultades de adaptación ante este panorama que puede ser abrumador.
Para muchos, esta es la oportunidad ideal para revisar a fondo el modelo educativo hegemónico y reinventarlo, para que se adapte al mundo que vivimos, y sobre todo que soñamos. Mientras tanto, respetar los procesos, encausar los temores y promover la creatividad como herramienta de resistencia ante la realidad agobiante son prioridades.
En lo logístico
“Así como los padres y cuidadores apoyaron en su momento la transición de los niños, niñas y jóvenes a estar en casa durante el Covid-19, pueden ayudarles a prepararse para sentirse sanos y listos para la vuelta a la escuela”, dice el documento de la Unesco titulado Regreso seguro a la escuela: una guía para la práctica.
Para algunas familias lo más retador será tener que madrugar nuevamente, para otras retomar la rutina de llevar y buscar a los niños en el colegio. Otras mamás se preguntan cómo podrán adaptarse sus crías al régimen escolar cuando pasaron año y medio en casa descalzos y comiendo a deshoras. La clave es no esperar hasta el primer día de clases.
Retomar los horarios y las costumbres en casa de forma progresiva hará el choque menos abrumador. Recuperar el momento oportuno de dormir y de despertar de una hora en una hora cada día o cada dos días hasta llegar al horario necesario es una buena táctica para ir regulando el reloj biológico. Por ejemplo, si la hora necesaria para despertar para ir a la escuela es las 6:00 am, pero actualmente sucede a las 10:00 am, cada día o cada dos días se puede despertar a la niña o al niño una hora antes hasta llegar a la programación deseada y luego afianzarla.
Lo mismo con la hora de ir a la cama. Y no solo aplica para estudiantes sino también para los miembros de la familia relacionados con la rutina escolar.
En lo sanitario
A estas alturas es difícil que cualquier niña o niño, al menos en espacios urbanos, no tenga familiaridad con las medidas de bioseguridad necesarias para minimizar la propagación del coronavirus. La distancia social, el uso de la mascarilla y el lavado frecuente de manos se han convertido en las nuevas prerrogativas de la vida cotidiana y la población infantil lo sabe de memoria.
No obstante, recalca la Unesco que es importante recordar a niñas y niños la importancia de mantener estricta atención a estas medidas, pero no desde la perspectiva del miedo sino desde la posibilidad de ser agentes de cambio para prevenir la expansión del virus y salvar vidas. No se trata de protegerse de los demás, sino de proteger a los demás. Visto desde la solidaridad es más fácil de comprender.
También es importante que en la medida de lo posible las niñas y los niños lleven en su morral gel antibacterial y también al menos una mascarilla adicional con la cual contar en el caso de sufrir un accidente con la que llevan puesta desde casa.
Por otro lado, el colegio deberá tomar medidas con respecto al contacto. El manual de la Unesco sugiere, por ejemplo, sustituir los deportes como el fútbol o el voleibol por otros de menos cercanía como los aeróbicos o correr, y siempre al aire libre. De hecho, no escatimar en el uso de espacios abiertos para el mayor número de actividades escolares posibles. Asimismo, la administración de la cantidad de estudiantes por salón, la ventilación de las aulas, evaluar la necesidad real del uso del aire acondicionado, y establecer un protocolo ante el intercambio o préstamo de útiles y manipulación de herramientas o recursos de uso común, así como de los mecanismos para administrar los alimentos.
En lo sentimental
A todas las mamás y a todos los papás se les queda grabado en la mente ese día devastador en el que por primera vez tuvieron que dejar a su cría pequeña en el preescolar. Este regreso a clases puede revivir ese momento, tanto para representantes como para niñas y niños, y hasta en algunos adolescentes.
Acompañar los sentimientos abrumadores de un retorno al colegio luego de una cercanía permanente con la familia y en la seguridad del hogar es vital para que el proceso sea lo menos traumático posible. Por otro lado, es necesario abordar el choque emocional de reencontrarse con amigas y amigos luego de tanto tiempo pero sin poder tocarles o abrazarles, y hablándoles solo a través de la mascarilla. También hay que tomar en cuenta a las y los estudiantes cuyo sentimientos vienen redoblados por la pérdida de familiares cercanos.
Para un reingreso lo más tranquilo posible, la Unesco recomienda en primer lugar compartir con los niños y niñas la información cabal sobre cuándo y cómo será la reapertura de la escuela, y de ser necesario emplear diferentes formatos para comunicarlo —dibujos, canciones, cuentos— para garantizar que se entiendan los mensajes, y sobre todo para generar emociones de expectativa positiva. Tener la información y saber que no habrá sorpresas es una sensación que empodera y otorga confianza, incluso en la niñez.
“Recordar a los niños, niñas y jóvenes los motivos positivos para regresar a la escuela. Podrán jugar con sus amigos, ver a sus docentes y continuar aprendiendo cosas nuevas. Recordarles las personas clave a las que pueden acudir en la escuela si necesitan apoyo. Preguntar a los niños, niñas y jóvenes cómo se sienten sobre volver a la escuela. Asegurar a los niños y niñas que todos los sentimientos son normales”, dice el manual.
En este sentido, continúa: “Tomarse tiempo para consolar a su hijo/a y responder a sus necesidades. No importa cómo de poco realistas sean sus miedos, recordar que sus sentimientos son reales y les aterran. Ayuda a tu hijo o hija a entender sus emociones”, dice.
También es importante que familia y personal docente trabajen en llave. En situaciones normales es desafiante poner a las mamás y a las profesoras de acuerdo, y ahora seguramente lo será más que nunca, pero también más que nunca es vital. Que la niña o el niño tengan instrucciones divergentes en casa y en la escuela sobre situaciones como compartir el desayuno, prestar sus creyones, usar la mascarilla o practicar un deporte en el recreo puede dar al traste con todo el esfuerzo por un retorno tranquilo al aula y generar estrés en el niño o la niña.
Volver al colegio siempre es motivo de alegría, incluso en las circunstancias más difíciles. El funcionamiento de las escuelas habla de las sociedades y el proceso educativo en general es activador de dinámicas que signan la cotidianidad de la población como cuerpo sistémico. Así que más que nunca este reingreso a las aulas cobra significado.
Aún en Venezuela estamos a la espera de las pautas puntuales que indicarán cómo se desplegará este retorno, empero, ir trabajando desde ya y en familia el próximo cambio de rutina será garantía de un proceso armónico.
Fuente e Imagen: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/mas-vida/miniguia-de-emergencia-para-un-regreso-a-clases-en-pandemia/
Hoy, martes 31 de Agoto, a las 6pm hora colombiana, fue el lanzamiento del primer libro de una serie de 20 que forman parte de la colección “Biblioteca Diego Motaña Cuéllar” con motivo del 100 aniversario de la creación de la Unión Sindical Obrera (USO), emblemático sindicato del sector petrolero y organización pionera del sindicalismo colombiano, nacida en Febrero de 1923. Este primer libro estará a cargo de Renán Vega Cantor, quien ha sido uno de los impulsores de este importante proyecto de memoria popular en tiempos de infamia. Teneos el honor de compartir la presentación de esta primera entrega.
Presentación
-“¿Y los obreros se dejan matar sin protestar?”
-Nada pueden hacer aunque protesten, dijo Pep… Tenemos la ‘Ley de la Matanza de Obreros’.
-Por supuesto me indigno la respuesta. Pero no solo Fael, el dueño de la casa, sino también Pep y Chack, encaraban el problema como lo más natural del mundo. Efectivamente, Chack sonrió y me habló en forma burlona.
-Después de todo, el Estado le ahorra al obrero la molestia de morir de hambre o de suicidarse. Se les hace oler un poco de gas venenoso, y de esta manera no sufren mucho.”
Rionosuke Akutagawa, “Kappa”, en Eduardo Stilman (Compilador), El humor negro. Antología de textos, Editorial Lozada, Buenos Aires, 2010, p. 229 (Énfasis nuestro).
Este libro fue escrito a comienzos de 2012, fue publicado en forma virtual por el portal Rebelión y luego fue difundido por diversos medios digitales en distintos lugares del mundo. Hasta el momento era el único libro de mi autoría que no había sido impreso en papel y que circulaba solo en forma virtual. Ahora, ocho años después, lo damos a conocer como libro impreso, porque consideramos que si bien lo virtual facilita la difusión masiva e inmediata de un mensaje escrito (lo que permite llegar a un universo amplio de lectores de manera directa), tiene como desventaja que la consulta de ese material es circunstancial y efímera, porque al poco tiempo de figurar en la web esa información se pierde en el casi infinito mundo de la red virtual.
Si hablamos de los niveles de difusión, frente a lo virtual lo escrito no tendría mucho que hacer. Pero si pensamos en la permanencia a lo largo del tiempo, nada ha podido sustituir a la información en papel y por ello, pese a que de un libro se editen pocos ejemplares (1000 o menos), permanece más allá de lo inmediato. En el futuro, próximo o lejano, alguien de manera desprevenida descubre ese libro impreso en una biblioteca, en un anaquel, en una librería de segunda y de inmediato queda conectado con esa obra. Esa localización es más difícil en el insondable mundo de la web, donde prolifera información de toda índole. En ese sentido, consideramos que este libro debe quedar como testimonio impreso de un punto de vista que se expuso púbicamente en el momento adecuado respecto a asesinato de dirigentes sindicales en nuestro país. De ahí, justamente, el nombre de este libro: ¡Sindicalicidio!, un relato (poco imaginativo) de terrorismo laboral.
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El tema considerado en este libro no ha perdido vigencia, incluso su actualidad se ha multiplicado dolorosamente porque en Colombia además de perseguir y asesinar sindicalistas, se continúa matando sin tregua a aquellos hombres y mujeres que tengan algún rol destacado en términos de liderazgo social o político, y encarnen algún ideal crítico o alternativo a nuestro capitalismo salvaje. Además, el personaje principal que se nombra en este escrito, Angelino Garzón, se niega a desaparecer del escenario histórico, actuando a nombre de los uribeños, como ha sucedido a finales de 2019, cuando fue llamado de su cargo de Embajador en El Salvador, para desempeñarse como pretendido mediador del régimen de Iván Duque en el Paro Nacional, con la intención de ser el bombero destinado a apagar el incendio social que se activó en Colombia los últimos meses de ese año. Al fin y al cabo, Angelino Garzón personifica una afirmación burlona de vieja data, que apareció en una revista humorística de Bogotá a principios de la década de 1920 y que parafraseamos libremente: Fue incendiario a los veinte años, bombero a los cuarenta y. ahora, que tiene setenta años está incinerado en vida, antes de que en poco tiempo quemen sus restos. Esta misma idea casi en forma textual fue presentada en la viñeta titulada El Bombero por el humorista español Chumy Chumez (1927-2003), tal y como se aprecia en el dibujo.
Lo lamentable no radica solamente en esa historia de bombero, sobre los que tantos ejemplos tenemos en la vida colombiana, sino en otro hecho más de fondo: es como si la historia colombiana se repitiera de manera interminable, y no solo dos veces como lo dijo Marx en 1852, la primera como tragedia y la segunda como comedia. No, acá la historia se repite mil veces como tragedia, aunque algunos de los protagonistas no pasen de ser payasos de quinta categoría y nunca lleguen a tener consciencia, o se nieguen a aceptar su ridículo papel, como sucede con el mencionado personaje.
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Este escrito se originó en la indignación que me produjo una noticia, difundida a comienzos de 2012: la postulación oficial de Colombia para dirigir la Organización Internacional del Trabajo (OIT), máxima instancia laboral de las Naciones Unidas, y quien encarnaba esa designación era Angelino Garzón. Fue doble la indignación que esto me generó, tanto por el cinismo del gobierno de Juan Manuel Santos de querer ocupar el principal cargo burocrático del trabajo en el mundo, como por el personaje postulado para desempeñarlo, un individuo sin principios que ha pasado por todo el espectro político nacional, desde militante del Partido Comunista hasta seguidor incondicional del uribeño Centro Demoniaco.
A raíz de eso, durante tres semanas me embarque de manera obsesiva en escribir este texto, que debía estar listo antes de la fecha señalada para escoger al nuevo Director General de la OIT. En esa medida, el libro quería denunciar el nefato papel que en materia sindical y laboral han desempeñado el Estado colombiano y las clases dominantes, y mostrar el cinismo implícito en la simple postulación de un individuo que había convertido el sindicalismo (lo cual es una característica de cierta burocracia sindical) en un trampolín de ascenso social, para reafirmar su arribismo, valiéndose de su antigua militancia en organizaciones de izquierda, y terminar confortablemente instalado en la extrema derecha, genocida y criminal.
La postulación de Colombia a dirigir la OIT era como si El Vaticano se propusiera regir los destinos de los niños sometidos a pedofilia, ocupando la presidencia de algún congreso internacional de maltrato infantil; o como si el Brasil de Jair Bolsonaro quisiera presidir una instancia encargada de denunciar los incendios en la selva amazónica; o como si los Estados Unidos (de Obama, de Trump) presidieran un encuentro internacional contra el asesinato de Estado, cuando ese país lo lleva a cabo diariamente, como se comprobó el 3 de enero de 2020 con la cobarde masacre del general de Irán Qasem Soleimani y ocho acompañantes.
Esa postulación solo podía ser un resultado del cinismo y del descaro del bloque de poder contrainsurgente en Colombia, para querer lavar su imagen de terrorismo laboral, bien labrada durante los últimos 60 años. Tal descaro ameritaba por lo menos la denuncia indignada y eso fue lo que hicimos en el momento adecuado. La denuncia tuvo gran difusión, puesto que el texto circuló ampliamente, tanto en Colombia como en el exterior, lo que contribuyó a mostrar la terrible situación que afrontaban (y afrontan) los trabajadores colombianos.
3
Ante la terrible situación de persecución a los sindicalistas y el mal chiste que significaba la pretensión del gobierno de Juan Manuel Santos y de su vice-presidente, Angelino Garzón, de treparse a la dirección de la OIT estuve buscando un estilo propio de escribir el libro. Y al final escogí, para romper con el lenguaje frío y sin alma del mundo académico convencional, un tono sarcástico e irónico, porque pese a la seriedad del asunto, no de otra forma podría presentarse el cinismo implícito en la decisión del gobierno colombiano de querer regir la OIT.
Así las cosas, el texto fue escrito en primera persona como un memorando burocrático de aquellos que escriben los gobiernos cuando promueven su candidatura a algún cargo internacional. Y, por supuesto, había que mostrar las ventajas comparativas y absolutas que en materia laboral podían mostrar el Estado colombiano y las clases dominantes de estos lares. ¿Y cuáles podían ser? En rigor y verídicamente ninguna, pero como la verdad es lo que menos interesa a la hora de encontrar respaldo de la “comunidad internacional”, se debe hacer gala de los crímenes, atropellos, violaciones de derechos humanos de que es capaz un Estado. Y en esa perspectiva, había que recalcar las originales contribuciones criollas a la historia universal de la infamia laboral, y vaya que son numerosas, en términos de flexibilización, precarización, violación de derechos sindicales y laborales, materias todas en las que las clases dominantes y el Estado tienen una notable trayectoria delictiva y gozan de plena impunidad.
Sin decir mentiras, ni simular, ni utilizar eufemismos, el modelo laboral que sueña el capitalismo mundial es el que se ha implementado en Colombia y, en consecuencia, había que destacar sus “virtudes” y recalcar las contribuciones criollas a violación de derechos laborales, como lo atestigua la aterradora cifra de asesinato de sindicalistas, terreno en el que ocupamos, sin ninguna discusión, el primer lugar a nivel mundial, desde el momento en que a mediados de la década de 1980 se empezaron a llevar estadísticas comparativas sobre ese asunto. Acá, en nuestro país sí que aparecen como terriblemente ciertas las palabras de Federico Engels, escritas hace un poco más de 170 años: “La burguesía proclama que los obreros no son antagonistas comunes a los que deben vencer, sino enemigos de la sociedad que deben ser exterminados”[1].
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El estilo escogido en este libro se basa en grandes obras, recientes y distantes, del humor negro universal. De esas obras, de las que tanto he aprendido, he intentado asimilar el sarcasmo, la burla, la sátira, porque al fin y al cabo, pese a todo, no podemos dejar que los opresores nos quiten la risa. Y esa capacidad de reírnos, de todo hasta de nosotros mismos, nos permite sobrevivir en este terrible país del sagrado corazón de Jesús. En concordancia, para redactar este libro había que recurrir al humor negro, para desnudar la simulación, la perfidia y el cinismo implícitos en la postulación de Angelino Garzón a la Dirección de la OIT.
Esta es una forma de develar el cinismo del Estado y de las clases dominantes de Colombia, como en estos momentos lo reafirma Fedegan que, en asocio con el Centro de Amnesia Histórica, grita a los cuatro vientos que ellos no han sido responsables de la violencia en Colombia sino solo víctimas, porque son como unas mansas ovejas, que nunca habrían participado en la organización y financiación de los grupos de asesinos para-estatales que tanto dolor han producido en este país.
Con humor se trataba de descubrir el manto del descaro y la impunidad que recubre las actuaciones criminales del Estado en lo relativo al sindicalismo. Y por eso escogimos un estilo sarcástico a la hora de escribir este libro.
El sarcasmo no se opone al rigor y la exactitud sobre las informaciones proporcionadas en el libro. En este sentido, el relato burlón no es una simple invención, sino que está respaldado con informaciones precisas, respaldadas documentalmente. Esa información se cita, a menudo, en forma textual, con referencias bibliográficas o se presenta en los recuadros que ilustran el texto.
Y este estilo lo hemos adoptado porque hemos querido escribir una especie de parodia, a partir de acontecimientos reales, claramente documentados, que presentamos de manera libre pero con una gran dosis de sarcasmo, tratando de reproducir el mensaje que en forma franca, y no simulada, intentaría transmitir aquel vocero de las clases dominantes que legitima la violencia y la represión contra los trabajadores.
Un libro que nos ha inspirado de manera directa es El Informe Lugano de Sugan George, en el cual se presenta el punto de vista de las clases dominantes sobre el control demográfico a nivel mundial, a la manera de un memorándum frio y calculador[2]. Más lejos, el escrito de Jonathan Swift Una modesta proposición… juega con la idea que para reducir los niños pobres la mejor solución es convertirlos en una deliciosa cena[3]. Y, con relación a nuestro tema, el escritor japonés Ryunosuke Akautagawa (1892-1927) en un desconocido de comienzos del siglo XX vislumbró el asesinato de trabajadores, igualmente devorados como en la parodia de Swift, por parte de los empresarios capitalistas[4].
En nuestro caso, el intento de ocupar la dirección de la OIT debía mostrar los originales aportes criollos en materia laboral, para lo cual se exaltó la criminalización de los sindicatos y el asesinato de dirigentes sindicales como adecuados instrumentos para crear un mercado de trabajo abierto y competitivo, el que tanto necesita el capitalismo mundial.
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La presente edición se ha mantenido sin modificaciones sustanciales, solamente se han hecho pequeños ajustes de estilo y correcciones mínimas de redacción. El texto se acompaña con fotos y caricaturas alusivas a los sucesos y o personajes que se nombran, con la finalidad de ilustrar y de documentar gráficamente los temas que se tratan con más detalle en cada capítulo.
Para escribir este libro he contado con la fraterna colaboración de Luz Ángela Núñez Espinel, cuya ternura y solidaridad son invaluables en tiempos tan sombríos.
¡Sindicalicidio! es un homenaje sentido que le rendimos a los trabajadores y dirigentes sindicales que han sido asesinados, perseguidos u obligados a exiliarse, como resultado de la acción genocida del terrorismo de Estado que impera en nuestro país.
Notas
[1]. Friedrich Engels, junio 28 de 1848, citado en Kristin Ross, Lujo comunal. El imaginario político de La Comuna de París, Editorial Akal, Madrid, 2016, p. 100.
[2]. Susan George, Informe Lugano. Cómo preservar el capitalismo en el siglo XXI, Editorial Icaria, Barcelona, 2001.
[3]. Jonathan Swift, “Una modesta proposición para evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o su país, y para hacerlos útiles al público”,en André Breton, Antología del humor negro, Editorial Anagrama, Barcelona, 2018, pp. 22-27.
[4]. Rionosuke Akutagawa, “Kappa”, en Eduardo Stilman (Compilador), El humor negro. Antología de textos, Editorial Lozada, Buenos Aires, 2010, pp. 227-229.
Fuente de la información e imagen: https://rebelion.org/sindicalicidio-2/
Diez lecciones didácticas y trascendentes de un kimvn (conocimiento) que no empieza ni concluye en la mente y las elaboraciones humanas.
Kiñe | Uno
La primera lección que nos enseñó la presencia del carpincho en la ciudad es que existe un ordenamiento en el territorio (en todos los territorios) y que ese ordenamiento por más esfuerzos que se hagan no lo determinan las personas (ni una persona, ni un colectivo de personas, tengan la ideología que tengan).
Epu | Dos
La segunda lección clara y contundente que ya nos habían anunciado al comienzo de la pandemia otras formas de vida, es que no estamos solos. Y que no podemos proyectar mundos en donde sólo se contemple la individualidad de las personas o el deseo exclusivo de un colectivo de personas, sin contemplar las virtudes y el conocimiento presente en el territorio hace miles de años.
Kvla | Tres
El ordenamiento y el equilibrio que visibilizan los carpinchos son antiguos, sin fronteras, y preceden a la construcción de los Estados Nación. Del mismo modo, estos roedores especifican y visibilizan el lugar y la relevancia de un elemento indispensable para el desarrollo de cualquier forma de vida: el agua. En este caso las lagunas y los humedales de la zona centro de Buenos Aires (Puel Mapu, para el mundo mapuche).
Meli | Cuatro
En cuarto lugar, los carpinchos nos adelantan que el intento (o la insistencia en tratar) de separarnos de la naturaleza y/o definirnos por fuera (muchos intelectuales, hasta los más respetables, hablan de humanos por un lado y naturaleza por otro lado, como si fuéramos formas de vida disociadas) sólo puede entorpecer las cosas, anunciar grandes desequilibrios e incluso atentar contra nuestra propia vida individual y colectiva. Destruir sistemáticamente los acuíferos de agua dulce sin mostrar la menor oposición, es un claro ejemplo de época (véase extractivismo urbano, fracking, megaminería, agronegocio).
Los carpinchos nos enseñaron de forma efectiva y didáctica que es necesario salir de una vez por todas del antropocentrismo colonial vigente, para comenzar a “leer la literatura que habita en la naturaleza”, como sugiere sensiblemente el poeta Elicura Chihualaf.
Kechu | Cinco
El territorio (en este caso un humedal) es intransferible. No se puede sustituir, reemplazar o inventar (en forma de lagunas artificiales), porque esa transferencia o artificio no sólo va a desequilibrar la vida (en este caso del carpincho), sino también la del (los) humedal(es), el propio territorio y nuestra vida diaspórica en la ciudad. ¿Quién es el que irrumpe a quién? ¿Y cómo se produce esa irrupción? ¿Por qué las formas de vida que nos acompañan tienen que migrar de los territorios que habitan para ser recluidos en espacios reducidos (zoológicos y “reservas naturales”)? ¿De dónde sacamos o por qué nos hemos convencido de qué esta migración no constituye un desequilibrio en sí y que ese desequilibrio no nos afecta como parte de la naturaleza?
Cada elemento, cada forma de vida, habita un espacio sabiamente con un sentido irreductible, intransferible. Eso no lo debemos olvidar nunca (más).
Kayu | Seis
En función de la última lección, se desprenden los siguientes interrogantes: ¿por qué se insiste con planificar edificios y un proyecto de vida suntuoso sobre humedales? ¿Se está pensando en la virtud y el equilibrio del territorio? ¿O sólo se está pensando ciegamente en el rédito y el acaparamiento económico, sin contemplar ninguna forma de vida existente en ese territorio?
Regle | Siete
Existe un ordenamiento milenario en los territorios y ese ordenamiento coincide plenamente con los conceptos de itrofill mongen (todas las formas de vida, sin excepción) y kvme mongen (buen vivir) de los pueblos preexistentes. La pregunta es: ¿en qué momento nos alejamos de este ordenamiento sabio y contemplativo del mundo? ¿Y en nombre de qué decidimos atentar, inclusive, contra nuestra propia vida y nuestras futuras generaciones?
El motoquero que cae por el paso de un carpincho, al igual que el conductor de un Rally Dakar que atropella a su paso un ñandú ¿son hombres víctimas del pronunciamiento de las distintas formas de vidas que habitan los territorios? ¿O son estos conductores los responsables de transitar y moverse por los espacios naturales –de los que son parte– sin contemplar nada, ni a nadie?
Pura | ocho
La octava lección –y una de las más significativas y expresivas en la actualidad (digital y presencial)– es que el carpincho y las formas de vida no humanas construyen sentido y subjetividades. Y que en esas subjetividades, habitan identidades no sólo humanas. Entender estas identidades no humanas nos permite entender también por qué hacemos lo que hacemos todos los días. Y que en esos actos habitan virtudes que nos atraviesan como che (gente) y que son determinadas por esas formas de vidas no humanas: lagunas, ríos, animales, aves, cerros, volcanes. ¡El círculo de vida! Por ejemplo, los pueblos preexistentes sabemos que en el sur de Argentina habita el choike (avestruz) y que ese choike nos determina como personas a las familias que hemos nacido y nos hemos criado ahí, como sabemos que en la pampa húmeda habita el ngvrv (zorro) y en el extremo sur, dentro de la zona oceánica, habitan pu yene (las ballenas) y que ambas formas de vida determinan las subjetividades de las personas de esos diferentes territorios. Entonces, por ejemplo, ¿cuál será la relación de la vida noctámbula porteña con la presencia y la virtud de los zorros?
Aylla | Nueve
La novena lección y entiendo una de las más concluyentes es que: “¡El agua es vida” ¡El agua ordena la vida! ¡Sin agua no hay vida, ni equilibrio! Eso es algo que se puede evidenciar y que pocas personas, entiendo, van a desconocer en la ciudad de Buenos Aires.
Estamos ante un pronunciamiento histórico y trascendente que nos posiciona ante la vida o la muerte. O permitimos que sigan planificando y apilando casas hacia arriba sin contemplar nada, ni a nadie o defendemos los acuíferos de agua dulce, como los carpinchos defienden su lugar en el mundo.
Mari | Diez
Pedagogía carpincho o muerte.
Fuente de la información e imagen: https://www.pressenza.com/es/2021/08/pedagogia-carpincho-o-muerte/
Anita Peña Saavedra, investigadora de la Universidad Diego Portales y Atlantic Fellows for Social and Economic equity de LSE, activista lesbofeminista y ex directora ejecutiva de Miles, Alondra Castillo, feminista y académica Universidad de Valparaíso, Magdalena Rodríguez, feminista y socióloga, investigadora independiente y Camila Rodó, feminista, integrante de “Nosotras Audiovisuales” son parte del equipo del documental «Mujeres en resistencia en tiempos de COVID 19»
En tiempos de crisis sanitaria proliferaron nuevamente las ollas comunes, espacios de trabajo comunitario sostenidos en su mayoría por mujeres. Anita Peña, ex directora de Miles, realizó la investigación “Redes solidarias de mujeres para afrontar el COVID-19: el caso de Valparaíso, Chile”, la cual visibilizaba redes de mujeres pobladoras de la quinta región, donde fueron entrevistadas 47 mujeres entre 20 y 81 años de Valparaíso, las cuales después dieron vida a este documental.
“La idea de realizar este documental surge en el propósito de crear un producto que nos permitiera visibilizar las prácticas solidarias que las mujeres pobladoras generaron para la sostenibilidad de la vida durante la crisis del Covid-19 en Valparaíso, y que fueran las mismas mujeres, en primera persona, quienes relataran su experiencia. El documental registra y comparte la experiencia de las mujeres. Una compañera nos dijo, para mí la solidaridad es compartir la experiencia”, agrega Alondra, otra de las investigadoras.
El documental está disponible para uso libre desde hoy 26 de agosto en el canal YouTube “Mujeres en Resistencia”. La idea de poder mostrarlo en este formato, sin restricciones es para que sea un material de uso libre y que pueda ser observado y compartido con muchas personas de diferentes lugares y así poder palpar y reconocer sobre nuestra actual historia feminista. “Mostramos diversos espacios actuales de organización de mujeres que buscan mitigar los efectos de la crisis en el ámbito de la alimentación, del trabajo y los ingresos, de los cuidados, de la salud, a la vez activando la memoria mostrando fotografías de la organización de mujeres de entre los 70’ y los 90’, por ejemplo, de la Casa de la Mujer de Valparaíso.” concluye Anita.
Revisa aquí el documental
Fuente de la información e imagen: https://www.pressenza.com/es/2021/08/chile-se-estrena-el-documental-feminista-mujeres-en-resistencia-en-tiempos-de-covid-19/
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