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¡Sindicalicidio!

Por: Renán Vega Cantor

Hoy, martes 31 de Agoto, a las 6pm hora colombiana, fue el lanzamiento del primer libro de una serie de 20 que forman parte de la colección “Biblioteca Diego Motaña Cuéllar” con motivo del 100 aniversario de la creación de la Unión Sindical Obrera (USO), emblemático sindicato del sector petrolero y organización pionera del sindicalismo colombiano, nacida en Febrero de 1923. Este primer libro estará a cargo de Renán Vega Cantor, quien ha sido uno de los impulsores de este importante proyecto de memoria popular en tiempos de infamia. Teneos el honor de compartir la presentación de esta primera entrega.

Presentación

-“¿Y los obreros se dejan matar sin protestar?”

-Nada pueden hacer aunque protesten, dijo Pep… Tenemos la ‘Ley de la Matanza de Obreros’.

-Por supuesto me indigno la respuesta. Pero no solo Fael, el dueño de la casa, sino también Pep y Chack, encaraban el problema como lo más natural del mundo. Efectivamente, Chack sonrió y me habló en forma burlona.

-Después de todo, el Estado le ahorra al obrero la molestia de morir de hambre o de suicidarse. Se les hace oler un poco de gas venenoso, y de esta manera no sufren mucho.”

Rionosuke Akutagawa, “Kappa”, en Eduardo Stilman (Compilador), El humor negro. Antología de textos, Editorial Lozada, Buenos Aires, 2010,  p. 229 (Énfasis nuestro).

Este libro fue escrito a comienzos de 2012, fue publicado en forma virtual por el portal Rebelión y luego fue difundido por diversos medios digitales en distintos lugares del mundo. Hasta el momento era el único libro de mi autoría que no había sido impreso en papel y que circulaba solo en forma virtual. Ahora, ocho años después, lo damos a conocer como libro impreso, porque consideramos que si bien lo virtual facilita la difusión masiva e inmediata de un mensaje escrito (lo que permite llegar a un universo amplio de lectores de manera directa), tiene como desventaja que la consulta de ese material es circunstancial y efímera, porque al poco tiempo de figurar en la web esa información se pierde en el casi infinito mundo de la red virtual.

Si hablamos de los niveles de difusión, frente a lo virtual lo escrito no tendría mucho que hacer. Pero si pensamos en la permanencia a lo largo del tiempo, nada ha podido sustituir a la información en papel y por ello, pese a que de un libro se editen pocos ejemplares (1000 o menos), permanece más allá de lo inmediato. En el futuro, próximo o lejano, alguien de manera desprevenida descubre ese libro impreso en una biblioteca, en un anaquel, en una librería de segunda y de inmediato queda conectado con esa obra. Esa localización es más difícil en el insondable mundo de la web, donde prolifera información de toda índole. En ese sentido, consideramos que este libro debe quedar como testimonio impreso de un punto de vista que se expuso púbicamente en el momento adecuado respecto a asesinato de dirigentes sindicales en nuestro país. De ahí, justamente, el nombre de este libro: ¡Sindicalicidio!, un relato (poco imaginativo) de terrorismo laboral.

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El tema considerado en este libro no ha perdido vigencia, incluso su actualidad se ha multiplicado dolorosamente porque en Colombia además de perseguir y asesinar sindicalistas, se continúa matando sin tregua a aquellos hombres y mujeres que tengan algún rol destacado en términos de liderazgo social o político, y encarnen algún ideal crítico o alternativo a nuestro capitalismo salvaje. Además, el personaje principal que se nombra en este escrito, Angelino Garzón, se niega a desaparecer del escenario histórico, actuando a nombre de los uribeños, como ha sucedido a finales de 2019, cuando fue llamado de su cargo de Embajador en El Salvador, para desempeñarse como pretendido mediador del régimen de Iván Duque en el Paro Nacional, con la intención de ser el bombero destinado a apagar el incendio social que se activó en Colombia los últimos meses de ese año. Al fin y al cabo, Angelino Garzón personifica una afirmación burlona de vieja data, que apareció en una revista humorística de Bogotá a principios de la década de 1920 y que parafraseamos libremente: Fue incendiario a los veinte años, bombero a los cuarenta y. ahora, que tiene setenta años está incinerado en vida, antes de que en poco tiempo quemen sus restos. Esta misma idea casi en forma textual fue presentada en la viñeta titulada El Bombero por el humorista español Chumy Chumez (1927-2003), tal y como se aprecia en el dibujo.

Lo lamentable no radica solamente en esa historia de bombero, sobre los que tantos ejemplos tenemos en la vida colombiana, sino en otro hecho más de fondo: es como si la historia colombiana se repitiera de manera interminable, y no solo dos veces como lo dijo Marx en 1852, la primera como tragedia y la segunda como comedia. No, acá la historia se repite mil veces como tragedia, aunque algunos de los protagonistas no pasen de ser payasos de quinta categoría y nunca lleguen a tener consciencia, o se nieguen a aceptar su ridículo papel, como sucede con el mencionado personaje.

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Este escrito se originó en la indignación que me produjo una noticia, difundida a comienzos de 2012: la postulación oficial  de Colombia para dirigir la Organización Internacional del Trabajo (OIT), máxima instancia laboral de las Naciones Unidas, y quien encarnaba esa designación era Angelino Garzón. Fue doble la indignación que esto me generó, tanto por el cinismo del gobierno de Juan Manuel Santos de querer ocupar el principal cargo burocrático del trabajo en el mundo, como por el personaje postulado para desempeñarlo, un individuo sin principios que ha pasado por todo el espectro político nacional, desde militante del Partido Comunista hasta seguidor incondicional del uribeño Centro Demoniaco.

A raíz de eso, durante tres semanas me embarque de manera obsesiva en escribir este texto, que debía estar listo antes de la fecha señalada para escoger al nuevo Director General de la OIT. En esa medida, el libro quería denunciar el nefato papel que en materia sindical y laboral han desempeñado el Estado colombiano y las clases dominantes, y mostrar el cinismo implícito en la simple postulación de un individuo que había convertido el sindicalismo (lo cual es una característica de cierta burocracia sindical) en un trampolín de ascenso social, para reafirmar su arribismo, valiéndose de su antigua militancia en organizaciones de izquierda, y terminar confortablemente instalado en la extrema derecha, genocida y criminal.

La postulación de Colombia a dirigir la OIT era como si El Vaticano se propusiera regir los destinos de los niños sometidos a pedofilia, ocupando la presidencia de algún congreso internacional de maltrato infantil; o como si el Brasil de Jair Bolsonaro quisiera presidir una instancia encargada de denunciar los incendios en la selva amazónica; o como si los Estados Unidos (de Obama, de Trump) presidieran un encuentro internacional contra el asesinato de Estado, cuando ese país lo lleva a cabo diariamente, como se comprobó el 3 de enero de 2020 con la cobarde masacre del general de Irán Qasem Soleimani y ocho acompañantes.

Esa postulación solo podía ser un resultado del cinismo y del descaro del bloque de poder contrainsurgente en Colombia, para querer lavar su imagen de terrorismo laboral, bien labrada durante los últimos 60 años. Tal descaro ameritaba por lo menos la denuncia indignada y eso fue lo que hicimos en el momento adecuado. La denuncia tuvo gran difusión, puesto que el texto circuló ampliamente, tanto en Colombia como en el exterior, lo que contribuyó a mostrar la terrible situación que afrontaban (y afrontan) los trabajadores colombianos.

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Ante la terrible situación de persecución a los sindicalistas y el mal chiste que significaba la pretensión del gobierno de Juan Manuel Santos y de su vice-presidente, Angelino Garzón, de treparse a la dirección de la OIT estuve buscando un estilo propio de escribir el libro. Y al final escogí, para romper con el lenguaje frío y sin alma del mundo académico convencional, un tono sarcástico e irónico, porque pese a la seriedad del asunto, no de otra forma podría presentarse el cinismo implícito en la decisión del gobierno colombiano de querer regir la OIT.

Así las cosas, el texto fue escrito en primera persona como un memorando burocrático de aquellos que escriben los gobiernos cuando promueven su candidatura a algún cargo internacional. Y, por supuesto, había que mostrar las ventajas comparativas y absolutas que en materia laboral podían mostrar el Estado colombiano y las clases dominantes de estos lares. ¿Y cuáles podían ser? En rigor y verídicamente ninguna, pero como la verdad es lo que menos interesa a la hora de encontrar respaldo de la “comunidad internacional”, se debe hacer gala de los crímenes, atropellos, violaciones de derechos humanos de que es capaz un Estado. Y en esa perspectiva, había que recalcar las originales contribuciones criollas a la historia universal de la infamia laboral, y vaya que son numerosas, en términos de flexibilización, precarización, violación de derechos sindicales y laborales, materias todas en las que las clases dominantes y el Estado tienen una notable trayectoria delictiva y gozan de plena impunidad.

Sin decir mentiras, ni simular, ni utilizar  eufemismos, el modelo laboral que sueña el capitalismo mundial es el que se ha implementado en Colombia y, en consecuencia, había que destacar sus “virtudes” y recalcar las contribuciones criollas a violación de derechos laborales, como lo atestigua la aterradora cifra de asesinato de sindicalistas, terreno en el que ocupamos, sin ninguna discusión, el primer lugar a nivel mundial, desde el momento en que a mediados de la década de 1980 se empezaron a llevar estadísticas comparativas sobre ese asunto. Acá, en nuestro país sí que aparecen como terriblemente ciertas las palabras de Federico Engels, escritas hace un poco más de 170 años: “La burguesía proclama que los obreros no son antagonistas comunes a los que deben vencer, sino enemigos de la sociedad que deben ser exterminados[1].

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El estilo escogido en este libro se basa en grandes obras, recientes y distantes, del humor negro universal. De esas obras, de las que tanto he aprendido, he intentado asimilar el sarcasmo, la burla, la sátira, porque al fin y al cabo, pese a todo, no podemos dejar que los opresores nos quiten la risa. Y esa capacidad de reírnos, de todo hasta de nosotros mismos, nos permite sobrevivir en este terrible país del sagrado corazón de Jesús. En concordancia, para redactar este libro había que recurrir al humor negro, para desnudar la simulación, la perfidia y el cinismo implícitos en la postulación de Angelino Garzón a la Dirección de la OIT.

Esta es una forma de develar el cinismo del Estado y de las clases dominantes de Colombia, como en estos momentos lo reafirma Fedegan que, en asocio con el Centro de Amnesia Histórica, grita a los cuatro vientos que ellos no han sido responsables de la violencia en Colombia sino solo víctimas, porque son como unas mansas ovejas, que nunca habrían participado en la organización y financiación de los grupos de asesinos para-estatales que tanto dolor han producido en este país.

Con humor se trataba de descubrir el manto del descaro y la impunidad que recubre las actuaciones criminales del Estado en lo relativo al sindicalismo. Y por eso escogimos un estilo sarcástico a la hora de escribir este libro.

El sarcasmo no se opone al rigor y la exactitud sobre las informaciones proporcionadas en el libro. En este sentido, el relato burlón no es una simple invención, sino que está respaldado con informaciones precisas, respaldadas documentalmente. Esa información se cita, a menudo, en forma textual, con referencias bibliográficas o se presenta en los recuadros que ilustran el texto.

Y este estilo lo hemos adoptado porque hemos querido escribir una especie de parodia, a partir de acontecimientos reales, claramente documentados, que presentamos de manera libre pero con una gran dosis de sarcasmo, tratando de reproducir el mensaje que en forma franca, y no simulada, intentaría transmitir aquel vocero de las clases dominantes que legitima la violencia y la represión contra los trabajadores.

Un libro que nos ha inspirado de manera directa es El Informe Lugano de Sugan George, en el cual se presenta el punto de vista de las clases dominantes sobre el control demográfico a nivel mundial, a la manera de un memorándum frio y calculador[2]. Más lejos, el escrito de Jonathan Swift Una modesta proposición… juega con la idea que para reducir los niños pobres la mejor solución es convertirlos en una deliciosa cena[3]. Y, con relación a nuestro tema, el escritor japonés Ryunosuke Akautagawa (1892-1927) en un desconocido de comienzos del siglo XX vislumbró el asesinato de trabajadores, igualmente devorados como en la parodia de Swift, por parte de los empresarios capitalistas[4].

En nuestro caso, el intento de ocupar la dirección de la OIT debía mostrar los originales aportes criollos en materia laboral, para lo cual se exaltó la criminalización de los sindicatos y el asesinato de dirigentes sindicales como adecuados instrumentos para crear un mercado de trabajo abierto y competitivo, el que tanto necesita el capitalismo mundial.

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La presente edición se ha mantenido sin modificaciones sustanciales, solamente se han hecho pequeños ajustes de estilo y correcciones mínimas de redacción. El texto se acompaña con fotos y caricaturas alusivas a los sucesos y o personajes que se nombran, con la finalidad de ilustrar y de documentar gráficamente los temas que se tratan con más detalle en cada capítulo.

Para escribir este libro he contado con la fraterna colaboración de Luz Ángela Núñez Espinel, cuya ternura y solidaridad son invaluables en tiempos tan sombríos.

¡Sindicalicidio! es un homenaje sentido que le rendimos a los trabajadores y dirigentes sindicales que han sido asesinados, perseguidos u obligados a exiliarse, como resultado de la acción genocida del terrorismo de Estado que impera en nuestro país.

Notas

[1]. Friedrich Engels, junio 28 de 1848, citado en Kristin Ross, Lujo comunal. El imaginario político de La Comuna de París, Editorial Akal, Madrid, 2016, p. 100.

[2]. Susan George, Informe LuganoCómo preservar el capitalismo en el siglo XXI, Editorial Icaria, Barcelona, 2001.

[3]. Jonathan Swift, “Una modesta proposición para evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o su país, y para hacerlos útiles al público”,en André Breton, Antología del humor negro, Editorial Anagrama, Barcelona, 2018, pp.  22-27.

[4]. Rionosuke Akutagawa, “Kappa”, en Eduardo Stilman (Compilador), El humor negro. Antología de textos, Editorial Lozada, Buenos Aires, 2010,  pp. 227-229.

Fuente de la información e imagen:  https://rebelion.org/sindicalicidio-2/

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Pedagogía carpincho o muerte

Por: Gustavo Figueroa

Diez lecciones didácticas y trascendentes de un kimvn (conocimiento) que no empieza ni concluye en la mente y las elaboraciones humanas.

Kiñe | Uno

La primera lección que nos enseñó la presencia del carpincho en la ciudad es que existe un ordenamiento en el territorio (en todos los territorios) y que ese ordenamiento por más esfuerzos que se hagan no lo determinan las personas (ni una persona, ni un colectivo de personas, tengan la ideología que tengan).

Epu | Dos

La segunda lección clara y contundente que ya nos habían anunciado al comienzo de la pandemia otras formas de vida, es que no estamos solos. Y que no podemos proyectar mundos en donde sólo se contemple la individualidad de las personas o el deseo exclusivo de un colectivo de personas, sin contemplar las virtudes y el conocimiento presente en el territorio hace miles de años.

Kvla | Tres

El ordenamiento y el equilibrio que visibilizan los carpinchos son antiguos, sin fronteras, y preceden a la construcción de los Estados Nación. Del mismo modo, estos roedores especifican y visibilizan el lugar y la relevancia de un elemento indispensable para el desarrollo de cualquier forma de vida: el agua. En este caso las lagunas y los humedales de la zona centro de Buenos Aires (Puel Mapu, para el mundo mapuche).

Meli | Cuatro

En cuarto lugar, los carpinchos nos adelantan que el intento (o la insistencia en tratar) de separarnos de la naturaleza y/o definirnos por fuera (muchos intelectuales, hasta los más respetables, hablan de humanos por un lado y naturaleza por otro lado, como si fuéramos formas de vida disociadas) sólo puede entorpecer las cosas, anunciar grandes desequilibrios e incluso atentar contra nuestra propia vida individual y colectiva. Destruir sistemáticamente los acuíferos de agua dulce sin mostrar la menor oposición, es un claro ejemplo de época (véase extractivismo urbano, fracking, megaminería, agronegocio).

Los carpinchos nos enseñaron de forma efectiva y didáctica que es necesario salir de una vez por todas del antropocentrismo colonial vigente, para comenzar a “leer la literatura que habita en la naturaleza”, como sugiere sensiblemente el poeta Elicura Chihualaf.

Kechu | Cinco

El territorio (en este caso un humedal) es intransferible. No se puede sustituir, reemplazar o inventar (en forma de lagunas artificiales), porque esa transferencia o artificio no sólo va a desequilibrar la vida (en este caso del carpincho), sino también la del (los) humedal(es), el propio territorio y nuestra vida diaspórica en la ciudad. ¿Quién es el que irrumpe a quién? ¿Y cómo se produce esa irrupción? ¿Por qué las formas de vida que nos acompañan tienen que migrar de los territorios que habitan para ser recluidos en espacios reducidos (zoológicos y “reservas naturales”)? ¿De dónde sacamos o por qué nos hemos convencido de qué esta migración no constituye un desequilibrio en sí y que ese desequilibrio no nos afecta como parte de la naturaleza?

Cada elemento, cada forma de vida, habita un espacio sabiamente con un sentido irreductible, intransferible. Eso no lo debemos olvidar nunca (más).

Kayu | Seis

En función de la última lección, se desprenden los siguientes interrogantes: ¿por qué se insiste con planificar edificios y un proyecto de vida suntuoso sobre humedales? ¿Se está pensando en la virtud y el equilibrio del territorio? ¿O sólo se está pensando ciegamente en el rédito y el acaparamiento económico, sin contemplar ninguna forma de vida existente en ese territorio?

Regle | Siete

Existe un ordenamiento milenario en los territorios y ese ordenamiento coincide plenamente con los conceptos de itrofill mongen (todas las formas de vida, sin excepción) y kvme mongen (buen vivir) de los pueblos preexistentes. La pregunta es: ¿en qué momento nos alejamos de este ordenamiento sabio y contemplativo del mundo? ¿Y en nombre de qué decidimos atentar, inclusive, contra nuestra propia vida y nuestras futuras generaciones?

El motoquero que cae por el paso de un carpincho, al igual que el conductor de un Rally Dakar que atropella a su paso un ñandú ¿son hombres víctimas del pronunciamiento de las distintas formas de vidas que habitan los territorios? ¿O son estos conductores los responsables de transitar y moverse por los espacios naturales –de los que son parte– sin contemplar nada, ni a nadie?

Pura | ocho

La octava lección –y una de las más significativas y expresivas en la actualidad (digital y presencial)– es que el carpincho y las formas de vida no humanas construyen sentido y subjetividades. Y que en esas subjetividades, habitan identidades no sólo humanas. Entender estas identidades no humanas nos permite entender también por qué hacemos lo que hacemos todos los días. Y que en esos actos habitan virtudes que nos atraviesan como che (gente) y que son determinadas por esas formas de vidas no humanas: lagunas, ríos, animales, aves, cerros, volcanes. ¡El círculo de vida! Por ejemplo, los pueblos preexistentes sabemos que en el sur de Argentina habita el choike (avestruz) y que ese choike nos determina como personas a las familias que hemos nacido y nos hemos criado ahí, como sabemos que en la pampa húmeda habita el ngvrv (zorro) y en el extremo sur, dentro de la zona oceánica, habitan pu yene (las ballenas) y que ambas formas de vida determinan las subjetividades de las personas de esos diferentes territorios. Entonces, por ejemplo, ¿cuál será la relación de la vida noctámbula porteña con la presencia y la virtud de los zorros?

Aylla | Nueve

La novena lección y entiendo una de las más concluyentes es que: “¡El agua es vida” ¡El agua ordena la vida! ¡Sin agua no hay vida, ni equilibrio! Eso es algo que se puede evidenciar y que pocas personas, entiendo, van a desconocer en la ciudad de Buenos Aires.

Estamos ante un pronunciamiento histórico y trascendente que nos posiciona ante la vida o la muerte. O permitimos que sigan planificando y apilando casas hacia arriba sin contemplar nada, ni a nadie o defendemos los acuíferos de agua dulce, como los carpinchos defienden su lugar en el mundo.

Mari | Diez

Pedagogía carpincho o muerte.

Fuente de la información e imagen: https://www.pressenza.com/es/2021/08/pedagogia-carpincho-o-muerte/

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Chile: se estrena el documental feminista «Mujeres en resistencia en tiempos de COVID 19»

Por: Pressenza

Anita Peña Saavedra, investigadora de la Universidad Diego Portales y Atlantic Fellows for Social and Economic equity de LSE, activista lesbofeminista y ex directora ejecutiva de Miles, Alondra Castillo, feminista y académica Universidad de Valparaíso, Magdalena Rodríguez, feminista y socióloga, investigadora independiente y Camila Rodó, feminista, integrante de “Nosotras Audiovisuales” son parte del equipo del documental «Mujeres en resistencia en tiempos de COVID 19»

En tiempos de crisis sanitaria proliferaron nuevamente las ollas comunes, espacios de trabajo comunitario sostenidos en su mayoría por mujeres. Anita Peña, ex directora de Miles, realizó la investigación “Redes solidarias de mujeres para afrontar el COVID-19: el caso de Valparaíso, Chile”, la cual visibilizaba redes de mujeres pobladoras de la quinta región, donde fueron entrevistadas 47 mujeres entre 20 y 81 años de Valparaíso, las cuales después dieron vida a este documental.

“La idea de realizar este documental surge en el propósito de crear un producto que nos permitiera visibilizar las prácticas solidarias que las mujeres pobladoras generaron para la sostenibilidad de la vida durante la crisis del Covid-19 en Valparaíso, y que fueran las mismas mujeres, en primera persona, quienes relataran su experiencia. El documental registra y comparte la experiencia de las mujeres. Una compañera nos dijo, para mí la solidaridad es compartir la experiencia”, agrega Alondra, otra de las investigadoras.

El documental está disponible para uso libre desde hoy 26 de agosto en el canal YouTube “Mujeres en Resistencia”. La idea de poder mostrarlo en este formato, sin restricciones es para que sea un material de uso libre y que pueda ser observado y compartido con muchas personas de diferentes lugares y así poder palpar y reconocer sobre nuestra actual historia feminista. “Mostramos diversos espacios actuales de organización de mujeres que buscan mitigar los efectos de la crisis en el ámbito de la alimentación, del trabajo y los ingresos, de los cuidados, de la salud, a la vez activando la memoria mostrando fotografías de la organización de mujeres de entre los 70’ y los 90’, por ejemplo, de la Casa de la Mujer de Valparaíso.” concluye Anita.


Revisa aquí el documental

Fuente de la información e imagen: https://www.pressenza.com/es/2021/08/chile-se-estrena-el-documental-feminista-mujeres-en-resistencia-en-tiempos-de-covid-19/

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Entrevista a Camilo Álvarez: «Educación Popular y la necesidad de estar organizado»

Redacción: Grupo R Multimedio/republica.com

 

 

En una de las columnas de educación, del programa radial Panorama 1410, charlábamos con Camilo Álvarez sobre Educación Popular. A continuación compartimos parte de la entrevista con él.

N: Buen día, ¿Cómo estás Camilo?

Camilo Álvarez: Buen día, ¿Cómo andan? ¿Cómo andan por ahí?

Bueno, Camilo, hablemos de educación…

CA: Bueno, (…) habíamos estado intercambiando más sobre la educación popular. Sobre qué se refiere esa idea de, bueno, una educación transformadora, de una educación que no solamente se define por sus objetivos e intencionalidades. Sino que también se define y es definida por su metodología. ¿No? Porque hay una coherencia en la metodología, digamos. Básicamente, esto es, si queremos construir una sociedad distinta, un mundo nuevo, tenemos que nuestras prácticas cotidianas, nuestros métodos, parecernos lo más posible a eso que queremos construir. ¿No? Y eso en la educación popular tiene un valor sustantivo porque es parte de la coherencia política y metodológica. Entonces la idea como avanzar un poquito y ver qué está pasando hoy en muchos barrios de Montevideo y del interior también, vinculados a algunas organizaciones que han surgido. Que a través de ollas comunitarias, huertas orgánicas, un montón de actividades bien comunitarias y bueno, qué tiene para decir la educación popular con respecto a estas prácticas. Que si bien no son nuevas, porque un recorre la historia reciente y va viendo que van apareciendo, pero bueno, hoy nadie puede dudar la cantidad de, por ejemplo, de ollas populares que hay. Por todo el país ¿Verdad?

N: Bien, entonces, en cuanto a la educación ¿Qué lectura o qué mensaje puede haber desde la educación popular en estos colectivos, en estos trabajos?

CA: Bien, ahí un poco lo que rescatamos es que casi todas esas organizaciones, que se juntan para, en este caso, poner el ejemplo de las ollas populares. Lo primero que sucede es que las organiza una necesidad concreta, ¿Verdad? Hay una necesidad concreta. En este caso, la alimentación propia o la solidaridad para poder alimentar a los vecinos y las vecinas. Entonces el primer paso es como que se organice una necesidad concreta. Y a medida que va sucediendo y que va satisfaciendo esa necesidad concreta que te juntó, lo que sucede es que vas viendo la necesidad de organizarse ¿No? De la necesidad de estar organizado. Cuáles son los beneficios que tienen para mucha gente a nivel de los barrios estar organizados. Entonces, ahí es poco una secuencia que la educación popular tiene para aportar y, bueno, que estamos en permanente diálogo con este tiempo de actividades. Es eso ¿No? Lo primero es que se organice una necesidad y segundo paso, como una superación, es entender la necesidad de ser organizados.

N: Bien. Ahora, esta educación popular, como decías hoy temprano, tiene que ser coherente con el objetivo que se propone. ¿No? Lo decías hoy, con qué mundo se quiere continuar. Más allá de que estos ejemplos que tu citas cumplen con satisfacer una necesidad puntual, urgente, en este momento, también, me supongo que tendrá, visto desde la educación popular ¿No? Plantearse cómo seguir.

CA: Exactamente. Y ahí es cuando aparece esta idea desde la educación popular, como las prácticas anticipatorias de la sociedad que queremos construir. Entonces, por un lado está lo material y esa necesidad concreta a satisfacer. Pero después también el componente simbólico, no tangible por decirlo de alguna forma, que tiene que ver con el aprender a participar, el aprender a construir vínculos y relaciones horizontales entre las personas que integran esos procesos. En la necesidad de actuar con otras experiencias para poder aprender y compartir aprendizajes. Y sobre todo, en una modalidad organizativa que intenta romper en esta lógica del ordena y mando ¿No? Sino más bien pensarse en una concepción del mandar obedeciendo, ¿No? Que el transcurrir de las dinámicas internas, es mucho más horizontal y mucho más participativo. Y esa carga más simbólica, más cultural de lo que se va a construyendo tiene mucho, mucho para decir, porque rompe con los estereotipos con los cuales estamos conviviendo todos los días ¿Verdad? De que somos una gente, digamos, de o de mandar o de obedecer, dependiendo de los roles. Y en estas configuraciones que se dan más a nivel comunitario, además de eso, también hay una construcción más lenta o más rápida, de una visión de lo comunal. ¿No? Una visión de los común. Una visión de lo barrial como algo que, no es solamente que compartimos cosas hoy sino que tenemos una intención de compartir cosas mañana. Que es un poco también la definición de la comunidad. No tanto lo que nos conjuga hoy, no tanto lo que tenemos en común hoy, sino también, la construcción común que queremos hacer para mañana.

N: Sí, mismo dentro de esto que estás planteando, uno de los principios de esta educación popular, corregime si no es así, es justamente aprender la propia experiencia. Que quizás en un ejemplo como este pueda ser, bueno, cómo hacer para que de repente esta emergencia no incremente, llevándolo al ejemplo de las ollas populares y de los colectivos que mencionabas hoy. Cómo mejorar y que esto no ocurra, como una necesidad tan tremenda

CA: Tal cual. Por eso yo decía esta cuestión que se da muchas veces. Que hay una necesidad de intercambiar con otras experiencias y ese es el paso inicial para formar una red, para formar una coordinadora, para formar espacios de encuentros de distintas experiencias que no solamente puedan aunar esfuerzos para conseguir algunas cosa, sino también que es un espacio de aprendizaje. Son siempre espacios de aprendizaje donde a partir de lo que vamos haciendo, de lo que se va tejiendo todos los días, vamos teniendo la posibilidad de reflexionar sobre eso para construir nuevos aprendizajes. Pero además, fíjense también, que se da una cosa muy particular porque muchas experiencias de este tipo, que empezaron como una olla popular, una olla comunitaria, empezaron a generar, asociado a esa olla una huerta para poder abastecer alguna parte de la olla. ¿No? Y a su vez, identificaron que muchos de los gurises que podían estar accediendo a esa olla, por cuestiones vinculadas a la alimentación, pero también vinculadas, en este caso concreto, a la pandemia y a virtualidad empezaban a tener problemas con lo educativo formal. Entonces, ahí se empezaron a anexar algunas clases de apoyo alrededor de las ollas comunitarias. Entonces, ya no solamente eran las ollas sino la huerta, el espacio educativo ¿Sí? Y en algunos casos hasta la posibilidad de generar, como se ha dado, bolsas de trabajo. ¿No? Entonces, esa mirada que tiene la educación popular y que impulsa la educación popular, de construir autonomía y a partir de esta participación es que se dan los procesos, ir construyendo determinados grados de autonomía y autogestión, también es una marca importante. No para decir no precisamos de nadie, sino para decir nos precisamos a nosotros y a nosotras en primera instancia. Y ese fortalecimiento que te da de lo grupal de los colectivo, para poder responder a necesidades que van surgiendo a nivel de lo comunitario.

N: Además este trabajo en equipo. Esto que va surgiendo, como decías, desde las ollas sale una huerta, desde la huerta sale otro grupo de personas trabajando por lo mismo. Es como un proceso que se va dando automáticamente, no hay alguien diciendo hay que hacer esto, hay que hacer lo otro, marcando los pasos para que sea visto desde la educación popular ¿No? Es como que se da, se va dando.

CA: Exacto.

JP: Los roles son distintos, digamos, ¿No? A lo más formal.

CA: Claro e imagínense que ahí hay también una construcción de ciudadanía. Digamos, a participar se aprende participando. No hay mucha vuelta. No hay un diplomado de participación…

N: Claro. A participar, exactamente, a participar se aprende participando. Pero justamente, hacer consciente de esto a los grupos que participan quizás los fortalezca ¿No?

CA: Claramente. Porque además en esta reflexión sobre lo que va a sucediendo todos los días, en esta posibilidad de poder reflexionar sobre los que nos va sucediendo, hay una construcción de conciencia colectiva, también ¿No? Y el diferencial es que no se trata de colocar una propuesta teórica que calce justito con la realidad que estamos trabajando, sino que a partir de la realidad que estamos trabajando poder construir aproximaciones teóricas que reflejen la realidad en la que estamos trabajando y queremos cambiar. Y otro punto interesante tiene que ver con la diversidad que contienen este tipo de experiencias. Y con esto me refiero a que no hay un corte vinculado a que en esta olla participan los que son de tal partido, en esta olla participan los que son de tal sector, en esta olla participan los que son de tal asociación. En las ollas como experiencias, siguiendo el ejemplo, en estas experiencias comunitarias participan quienes están ahí, quienes viven en esos entornos y eso le da una diversidad y le da un peso que logra romper con la fragmentación a la que muchas veces estamos acostumbrados y a la que muchas veces nos invita en neoliberalismo ¿No? Entonces esa diversidad da una fuerza sustantiva para trascender la fragmentación a la que nos invita el neoliberalismo todos los días. Y eso no es menor, tampoco.

N: Sí, aprender de la experiencia ¿No? Y tener la humildad y la grandeza de llevarlo a cabo a lo que sea necesario de ese aprendizaje.

CA: Y ahí hay un aprendizaje superador que implica un poco en palabras de Paulo Freire, que ya lo hemos dicho, de juntarse con el distinto para combatir el antagónico ¿No?

N: Exacto.

CA: Entonces, esa reflexión de poder interpretar bien quién es el antagónico, quién está obturando sus proceso de emancipación, de construcción de nuevos horizontes, de construcción de soluciones. No se puede reflejar, digamos, en que tu práctica cotidiana esté cercenando a que a fulano o a fulana no la dejamos participar porque es de tal partido. O a tal fulana no la dejamos participar porque es de tal iglesia. Justamente, la lógica en la que se mueve la educación popular quiere combatir estos afectos y lograr identificar espacios de trabajo comunes que permitan mostrar esa diversidad que existe en nuestras sociedades ¿No? Sino lo que sucede es una fragmentación de prácticas que no tiene hilos conductores y que en definitiva termina alimentando esta cuestión del sálvese quién pueda.

N: Claro. Sí, sí sí. Aprender de toda la perspectiva, de todo ese abanico amplio que mencionabas recién, desde allí es desde donde nace la propia experiencia y, bueno, el conocimiento.

JP: Claro. No. Y a parte uno ahí, también, Camilo y vos nos dirás ¿No? Surgen cosas más interesantes aún. En el sentido del conocimiento colectivo, recorriendo ollas populares hace poco, haciendo un informe para aquí para el diario, los vecinos que estaban en la olla, que trabajaban ahí nos decían en la fila te encontras con un sinfín de situaciones. Te encontras con el pibe que de repente te dice que, bueno, que el vecino llega de noche de trabajar cansado que le grita a los compañeritos de él con los que juega de día. O sea, cosas que también, que de repente, si tienen esta red de contención y esto está sistematizado, uno puede aprender sobre algunas cuestiones ¿Me entendés? Y evitar que pasen a futuro ¿Me explico? O sea, como que también generalmente el que está en la olla, está en la olla popular colaborando, pero de repente no tiene las herramientas para contener ¿No? Un problema social que abarca mucho más.

N: Las realidades que llegan

JP: Claro. Para atender también a todos los vecinos que están por ahí. Y me parece interesantísimo, Camilo, esto que vos estás planteando. Porque de existir este tipo de unidades, de redes, de conversaciones, de uniones se pueden evitar males mayores. Y también se pueden reaprender muchísimas cosas ¿No?

CA: Sin duda. Sin duda. Y es parte, además, de las experiencias que se están construyendo. Obviamente en distintos niveles y con distintas velocidades pero eso está pasando y además también hay una conjugación dentro de los roles de los referentes que bueno, que pasan de ser referentes, si se quiere, autoritarios y verticales a ser horizontales y participativos. Donde ese es la fortaleza digamos, que tienen para este tipo de casos. Y que no intentan resolverlo todo, sino que buscar las conexiones para que las cosas que aparecen, con la gente que aparece, se pueda resolver.

Fuente de la información e imagen:  https://www.republica.com

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Presupuesto de Perú pone prioridad en salud, educación y agricultura

Por: https://www.swissinfo.ch

El presupuesto público de Perú para el 2022 se financiará con recursos ordinarios y colocará la prioridad en salud, educación y agricultura, sectores que requieren cambios urgentes según el Gobierno del mandatario Pedro Castillo.

El ministro de Economía, Pedro Francke, explicó en rueda de prensa que la propuesta de «cambios con responsabilidad» defendida por Castillo busca «ponerle prioridad a educación, salud y agricultura», sectores golpeados por la pandemia del covid-19, pero también por años de abandono del Estado.

En ese sentido, el proyecto de presupuesto enviado por el Ejecutivo al Congreso, para su debate y aprobación, tiene un incremento de 5,8 % para salud, de 7,9 % para educación y de 10,4 % para agricultura que será financiado principalmente con más de 118.000 millones de soles (28.000 millones de dólares) de recursos ordinarios.

De los más de 197.000 millones de soles (48.000 millones de dólares) del presupuesto público para el 2022, el 61 % corresponde a montos que se descentralizan a los gobiernos regionales y locales en el país.

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SECTORES MÁS CRÍTICOS

Con centros de salud que sólo disponían de 100 camas UCI a inicios de la pandemia y escuelas cerradas desde el 2019 por temor a los contagios por el covid-19, el sector rural tiene también «una enorme brecha de desigualdad» para asegurar su conectividad, señaló Francke.

A pesar de que Perú ha recuperado hasta julio último los niveles de Producto Interno Bruto (PIB) pre-pandemia y que ha alcanzado un ritmo de vacunación que se incrementa mes a mes, Francke reconoció que se vive «un contexto bastante incierto».

Las proyecciones de crecimiento del PIB para el 2021 se mantienen en 10,5 % y el promedio para 2022 es de 4,8 %, pero que irá «ralentizándose en los próximos años», aunque siempre por encima del promedio en Latinoamérica, indicó el ministro.

Los proyectos inversión privada, especialmente de minería e infraestructura, se irán favoreciendo con el ingreso de operaciones de varias unidades, y el gobierno impulsará la reactivación del turismo y restaurantes, parte de los servicios que representan el 37 % del PIB, agregó Francke.

La mejora de la recaudación tributaria en lo que va del año permitirá un incremento de 19,9 % de los ingresos del gobierno general, frente al gasto no financiero de 22,9 %.

REDUCIR LA DEUDA PÚBLICA

El ministro resaltó también que «una lógica de responsabilidad fiscal es mantener la deuda pública a un nivel limitado» y aseguró que se prevé un endeudamiento menor que el año pasado.

Perú registró un déficit fiscal de 8,9 % en 2020, que bajará a 4,7 % en 2021, en tanto que su deuda pública se encuentra en 35 % del PIB, tras un año pasado de fuerte endeudamiento para responder a la crisis económica por la pandemia.

Un comercio justo es posible, si se quiere

Este contenido fue publicado el 31 ago. 2021Si Europa no piensa más allá de su propio continente, es la agricultura del sur la que sufrirá, dice la diputada ecologista Christine Badertscher.

Respecto a las reformas constitucionales que el presidente Castillo dijo que impulsará durante su gobierno (2021-2026), Francke aclaró que su despacho no tiene «ninguna propuesta al respecto» y que no está trabajando ningún tema de reforma en materia económica, además de subrayar que las reformas están basadas por el diálogo.

Sobre la permanencia del director del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, el ministro recordó que «el presidente ha sido explícito en su propuesta que se quede en el cargo», y que, entre septiembre y octubre, el Ejecutivo nombrará a los funcionarios que integrarán el nuevo directorio.EFE

https://www.swissinfo.ch/spa/perú-econom%C3%ADa_presupuesto-de-perú-pone-prioridad-en-salud–educación-y-agricultura/46910802

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Venezuela: UCV. Normativa de educación a distancia “hace de universidades centros de ideologización”

Texto por Shari Avendaño

La nueva normativa de educación a distancia aprobada el pasado 17 de agosto pretende hacer de las universidades centros de ideologización y desconoce la autonomía universitaria, señalaron decanos de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

“(…) La Universidad es fundamentalmente una comunidad de intereses espirituales, cuya tarea esencial es buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre, con espíritu  democrático, de justicia social y de solidaridad humana, que tiene como imperativo trabajar por el bienestar de la Nación, y que, por lo tanto, no está subordinada a grupos de poder, ni a ideologías, ni a ningún otro interés subalterno”, dice el comunicado publicado el pasado viernes, 27 de agosto.

El Consejo Nacional de Universidades (CNU) aprobó en sesión extraordinaria la Normativa Nacional de los Sistemas Multimodales de Educación Universitaria y Educación mediada por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), el pasado 17 de agosto. La UCV y las demás universidades autónomas salvaron su voto.

El reglamento busca fijar parámetros sobre la educación a distancia, modalidad a la que Venezuela tuvo que migrar de manera abrupta e improvisaba con la llegada de la pandemia del COVID-19 en marzo de 2020. Según fuentes consultadas por Efecto Cocuyo, hubo alrededor de 12 artículos sobre los que no se pudo llegar a un consenso absoluto.

Sin vigilancia

En el voto salvado, continúa el comunicado, la UCV destacó que carece de fundamento legal la aprobación de una normativa para programas de estudios ya aprobados y que es evidente la intención del Ministerio de Educación Universitaria de usar el instrumento para someter a las universidades autónomas y obligarlas a plegarse a la ideología oficial y centralizar actividades y planes académicos.

También denunciaron el carácter punitivo e inconstitucional de dicha normativa, la usurpación de las funciones propias de los Consejos Universitarios, la ilegal creación de un arancel y la pretensión de arrogarse la facultad de certificar cursos y convenios internacionales.

La universidad afirmó que los que han “abrazado la oscuridad, son los que deben ser vigilados, asistidos y controlados, para que se sometan a la Constitución y a la Ley, para que obedezcan al soberano y respeten las instituciones republicanas y democráticas”, concluyó el comunicado.

Puede leer el comunicado completo a continuación:

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La escasez de vacunas y la falta de infraestructura lastran el regreso a clases en América Latina

Nodal

Escuelas sin agua, aulas mal ventiladas o muy pequeñas para garantizar la distancia social que exige la pandemia; maestros agotados y mal pagados; falta de vacunas y sistemas de salud deficientes; grandes extensiones selváticas o montañosas sin acceso a internet.

La lista de desafíos que enfrenta el regreso a clases en América Latina es enorme. En su informe regional de abril, Unicef, la oficina de la ONU para la infancia, decía que al 31 de marzo solo ocho países tenían sus escuelas totalmente abiertas (Costa Rica, Nicaragua y seis islas del caribe), 10 países las tenían cerradas (entre ellos México, Venezuela y Perú) y otros 18 países las mantenían parcialmente abiertas (Argentina, Chile, Colombia, Bolivia, Paraguay y Ecuador, entre otros).

«Tres de cada cinco niños y niñas que perdieron un año escolar en el mundo durante la pandemia viven en América Latina y el Caribe», advertía Unicef. Cinco meses después, la región intenta revertir esa realidad, aunque con grandes diferencias entre países.

Demoras en la región andina

Venezuela es el país que más tiempo ha mantenido sus escuelas cerradas y el que más ha demorado la reapertura, en una región en la que también se puede incluir a Colombia, Ecuador y Perú. El gobierno de Nicolás Maduro cerró las aulas el 13 de marzo de 2020 y a poco más de un mes del inicio de un nuevo ciclo hay siete millones de alumnos en el limbo. El presidente ha ordenado el regreso a las clases presenciales a partir de octubre, una promesa que ha chocado con una dura realidad sanitaria: solo el 4% de la población ha recibido la vacuna completa contra la covid-19. Se suma, además, la falta de maestros.

La líder sindical Raquel Figueroa advierte de que 100.000 docentes han emigrado del país o han dejado la profesión durante los últimos cinco años, expulsados por la crisis política y económica. «Si hay un 40% de déficit de maestros, ¿cómo se van a abrir más turnos para reducir el número de alumnos por cursos, por ejemplo?», dice. Un maestro de escuela cobra en Venezuela el equivalente a ocho euros mensuales.

El Gobierno de Colombia, en tanto, anunció este mes el regreso a clases presenciales en el sistema público, tras un año y medio de suspensión. La decisión no ha caído bien en los sindicatos, que han convocado manifestaciones. Hoy, a pesar de la directiva, más de la mitad de los colegios públicos siguen cerrados, según cálculos del Ministerio de Educación. El sistema tiene además un grave déficit de infraestructuras, sobre todo en las zonas rurales. La realidad es otra en Bogotá, donde se ha avanzado desde enero hacia una reapertura gradual de los colegios: más del 99% de las escuelas públicas de la capital ya han regresado a las aulas.

Problemas similares de infraestructura afectan a Perú. Según datos oficiales, solo en Lima Metropolitana hay más de 14.600 colegios que no están en condiciones de garantizar las medidas de protección contra la covid-19 o están en barrios con alta transmisión del virus. Perú ha destinado este año unos 123 millones de dólares (unos 104 millones de euros) para que los colegios estatales habiliten lavamanos portátiles donde faltan servicios higiénicos, «pero muchos no tienen acceso directo a agua», dice José Carlos Vera, director de Gestión Descentralizada del Ministerio de Educación.

Para compensar la falta de clases, Vera indica que el ministerio ha creado el programa Aprendo en Comunidad, con 185 lugares para actividades recreativas, deportivas y de socialización. El regreso total a las aulas no será, en cualquier caso, antes de finales de año, cuando el Gobierno espera haber vacunado a los 675.022 maestros del sistema público. Al día de hoy, solo el 50% de los maestros ha recibido la inyección.

El vecino Ecuador también avanza hacia la presencialidad desde junio, por ahora en forma voluntaria. En el estreno del curso escolar, el Gobierno del conservador Guillermo Lasso dispuso que los centros de primaria y secundaria podían voluntariamente iniciar el retorno a las aulas si cumplían con los protocolos de cuidado. El proyecto arrancó con 1.301 centros públicos y privados de primaria y secundaria.

La mayoría, más de 1.000, eran establecimientos públicos y en zonas rurales, donde el acceso a internet es más limitado. «Los padres de familia que decidan no enviar a sus hijos a la escuela continuarán sus estudios en casa», anunciaba entonces el Ministerio de Educación. Casi tres meses después, hay 2.691 escuelas de primaria y secundaria autorizadas para la presencialidad. Solo 270.000 alumnos, de un total de 4,4 millones, asisten de forma completa a las aulas.

Brasil, a dos velocidades

Brasil ha estado 13 meses con las clases cerradas. Desde principios de agosto, finalmente, las escuelas públicas han comenzado a reabrir en casi todos los Estados; los que faltan esperan hacerlo en septiembre. No existe, sin embargo, una regla única para el regreso, en un país enorme donde las regiones tienen mucha autonomía. Algunas capitales, como Manaos (en el Estado de Amazonas), han vuelto totalmente a la presencialidad, mientras que otras como Fortaleza (en Ceará) tienen un modelo híbrido, con los alumnos por turnos y parte de las actividades a distancia.

En cualquier caso, ir al colegio no es aún obligatorio para los alumnos y varios gobernadores han optado por establecer capacidades máximas para garantizar la distancia entre los alumnos. En la ciudad más poblada del país, São Paulo, el 64% de los estudiantes ya participa en clases presenciales, mientras que el 36% todavía está en actividades en línea.

Desde el inicio de la pandemia, son los estudiantes más pobres los que han tenido menos acceso a la educación a distancia en Brasil. Muchos incluso han dejado de estudiar porque ni siquiera tienen un móvil o acceso a internet. El año pasado, 172.000 niños de entre 6 y 17 años abandonaron la escuela en el país, según una estimación de un informe del Banco Mundial. En las escuelas privadas, en cambio, las puertas se abrieron el año pasado en gran parte del país, tras una intensa presión de las empresas, que aseguraron estar mejor preparadas para seguir las medidas sanitarias. En São Paulo, por ejemplo, están autorizadas a funcionar al 100% de su capacidad.

México vuelve a clases

México es uno de los países del mundo que ha mantenido las aulas cerradas durante más tiempo, unos 17 meses, y la voluntad del Gobierno es abrirlas ya, este lunes, de forma universal. A ello están convocados todos los alumnos y profesores desde los más pequeños hasta el fin de la secundaria. El regreso a las clases ha encontrado grandes reticencias por parte de los docentes, molestos algunos por la falta de pago de su salario, y otros porque no creen que las escuelas tengan las condiciones sanitarias suficientes para volver a la normalidad. Muchos centros en México no cuentan tan siquiera con agua corriente y durante el cierre pandémico han sido saqueados.

Tampoco las familias están convencidas con la presencia de los niños en las aulas. Temen contagios entre los suyos derivados de la escuela, aunque lo cierto es que millones de niños están en las calles, en las tiendas, en cualquier sitio, porque toda la economía está abierta. Una encuesta de una asociación de nombre elocuente, AbremiEscuela, certificó 97 contagios en 23.108 escuelas que estuvieron más de un mes abiertas en estos tiempos en diferentes Estados.

«La vida es primero», dicen en la coordinadora sindical CNTE, cuyos maestros asociados han rechazado la idea de volver a las aulas y prefieren seguir dando clases en línea. Los docentes, sin embargo, ya recibieron su vacuna, aunque fue la china CanSino, que ha despertado algunas suspicacias sobre su protección. Algunos maestros han optado por añadir otra dosis de distinto laboratorio.

El Cono Sur, a ritmo de vacunas

Argentina, Uruguay y Chile avanzan, con restricciones, hacia la normalización educativa. El primero regresará a la «presencialidad plena» el 1 de septiembre, tras un año y medio de medidas excepcionales. El curso lectivo de 2020 se desarrolló, salvo las dos semanas iniciales, de forma virtual, con las aulas cerradas. En 2021, los profesores fueron incluidos entre el personal prioritario para recibir la vacuna y cada provincia organizó el cronograma de regreso a la presencialidad. Primero, con las clases divididas en burbujas repartidas en el horario escolar. A partir de la próxima semana, con el mismo número de alumnos que antes de la pandemia, pero manteniendo medidas de prevención tradicionales.

Otro país con altas tasas de vacunación ha sido Chile. El país ha reabierto el 74% de los colegios, según datos del Ministerio de Educación. La cifra coincide con la mejor situación sanitaria de toda la pandemia y masividad en la vacunación. Mientras la positividad está en el 1,1%, un 84,4% de la población objetivo (15.200.000 personas) ha terminado con su esquema de inmunización contra la covid-19. En cualquier caso, el regreso a clases ha dependido en gran medida del sistema de gestión de los colegios, con más porcentaje entre los privados y menos entre los públicos y lo concertados.

En el municipio de Santiago, el centro de la ciudad donde se encuentran muchos de los privados más emblemáticos, ninguno de los 44 municipales han abierto. En el sur de la ciudad, Patricia Herrera, por ejemplo, tiene a su cargo a sus nietos de 7 y 8 años. «No han pisado el colegio desde los primeros días de marzo de 2020, al inicio de la pandemia», relata al teléfono desde el municipio de La Cisterna. Acuden a un establecimiento en La Pintana, una zona popular de la capital, que no ha abierto en estos 16 meses. «En diciembre terminan las clases, no creo que se reincorporen hasta 2022», se lamenta.

En la región, Uruguay, es el país que menos días ha tenido escuelas cerradas

Uruguay, en tanto, ha sido el país de Sudamérica que menos días ha mantenido las escuelas cerradas. En junio de 2020, cuando gran parte del continente luchaba por detener la expansión del coronavirus y evitar el colapso de sus sistemas hospitalarios, el número de casos en ese país era muy bajo y el Ejecutivo liderado por Luis Lacalle Pou anunció el regreso de las clases presenciales.

Fue un caso único y la decisión se mantuvo el resto del año, pero el panorama cambió en los primeros meses de 2021, cuando el país alcanzó su pico de contagios. A finales de marzo, el Gobierno decidió el cierre de todas las escuelas y el regreso ha sido escalonado. La vuelta fue acompañada del anuncio de que los jóvenes de entre 12 y 18 años serían incluidos en la campaña de vacunación.

La presencialidad de los alumnos de las escuelas primarias se retomó el pasado lunes 7 de junio, día en que retornaron los alumnos de 1º, 2º y 3º año de Primaria de Montevideo, Canelones y Salto. Posteriormente, el lunes 14 regresaron los cursos de 4º, 5º y 6º de Primaria de todo el país, salvo en Montevideo y Canelones. Finalmente, el día lunes 21 de ese mismo mes retornaron esos grupos en los departamentos de Montevideo y Canelones. Las vacaciones de invierno fueron entre el 28 de junio y el 10 de julio, tanto en las instituciones públicas como privadas de todo el país.

Desde el lunes 12 de julio se concretó el retorno a la presencialidad de la Educación Básica de Secundaria y Técnico Profesional. También primero y tercero de educación media superior de Secundaria y técnico profesional. Además, en esa fecha retornó la educación técnica Profesional (UTU) inició las prácticas en distintas especialidades. En tanto, el 19 de julio, retornaron los estudiantes de segundo y tercer año de Educación Media Básica de Secundaria y Técnico Profesional, y también el segundo año de Educación Media Superior de Secundaria de Técnico Profesional. Una vez cumplido los procesos de regreso a la presencialidad, las autoridades de Primaria y Secundaria apuestan a este formato, al tiempo que la virtualidad se mantiene pero en casos puntuales.

Por su parte, en la educación terciaria, estas fueron retomando la presencialidad desde mitad del mes de julio, pero no en todas las facultades. Mientras algunas mantienen un segundo semestre con virtualidad, otras ya están trabajando en formato presencial, pero con los protocolos y medidas dispuestas por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Las medidas, tomadas entre las autoridades de la educación (ANEP – CODICEN) y el Poder Ejecutivo, fueron acompañando la caída de casos positivos, pacientes internados y fallecimientos, y al mismo tiempo el avance de la campaña nacional de vacunación contra el Covid-19, impulsada desde el MSP.

República

La escasez de vacunas y la falta de infraestructura complican el regreso a clases en América Latina

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