Erlys Unda tiene 16 años al servicio de la docencia. Los últimos dos lucha por ganarle la batalla a un cáncer de mama. Su sueldo como educadora está lejos de ayudarle con los gastos que genera la enfermedad, sobre todo, en un país donde todo se hace cuesta arriba debido a la inflación y donde los medicamentos que deberían entregarle en el Seguro Social llegan esporádicamente.
Los 10 de cada mes, a Erlys le agregan a su cuenta bancaria la cantidad de tres millones 330 mil bolívares por concepto de pago de nómina como docente nacional. A la siguiente quincena se le suma un millón 800 mil del pago por cesta ticket de alimentación.
Un sueldo que no alcanza, ni siquiera, para comprar dos manzanas, que rondan los cinco millones de bolívares. Escasamente usa el dinero para recargar saldo a su teléfono y poder trabajar a distancia. A pesar de todo, siempre ha estado activa en sus obligaciones académicas porque nació con la vocación a la docencia.
La historia es difícil. “El sueldo no alcanza para nada. Menos para el tratamiento. Sobrevivimos haciendo magia porque por más creativa que me ponga, haciendo rifas u otras cosas para recaudar fondos para el tratamiento, no alcanza. Tengo que comprar las medicinas porque muy poco llegan al Seguro Social”.
Una de las pastillas tiene un costo de 60 millones de bolívares, un precio que se mantiene en ascenso. Los médicos le recomendaron someterse a una histerectomía, que no puede realizarse porque tampoco cuenta con seguro HCM. Con ese sueldo es imposible pagar la operación en un centro de salud privado, tampoco en un hospital público, pues debido a la pandemia el oncológico Dr. Miguel Pérez Carreño mantiene cerrado el quirófano.
Pero Erlys, quien además tiene un pequeño hijo en condición especial, no es la única docente en una situación simular: María* es maestra en nómina estadal. Su salario se hace aún más reducido para mantener a sus cuatro hijos. Debe hacer actividades extracurriculares para poder comer.
Pinta uñas y vende de todo un poco para sobrevivir. Sin embargo, no deja a sus alumnos porque está comprometida en formar excelentes profesionales del mañana, aunque ahora lo haga a distancia y el Internet no colabore mucho. La última quincena de este abril, que debían cancelarla el pasado 25, no había sido abonada en su cuenta, contó la maestra.
Aumento de salario para calmar ánimos
En relación al salario de los docentes, Luis Guillermo Padrón, presidente de la junta transitoria del Sindicato Venezolano de Maestros en Carabobo (Sinvemaca), filial de la Federación Venezolana de Maestros, dijo que un docente en Carabobo gana alrededor de $1 quincenal, lo que, evidentemente, alcanza tal vez para comprar solo un paquete de harina de maíz.
A Padrón le preocupa que el Estado venezolano vaya a hacer un aumento salarial que no tiene nada que ver con la realidad solamente para calmar los ánimos. “Por eso, este sábado Día del Trabajador, estaremos en la plaza Santa Rosa para seguir con la lucha sindical y reivindicaciones salariales para los maestros”.
Según el presidente de Sinvemaca, los docentes no están de acuerdo con la nivelación de sueldos que plantea el Gobierno nacional con base el Petro, que se traduciría en un pago de unos $30, por lo que piden un ingreso de $600 mensuales, que vienen solicitando desde el pasado 2020.
*María, nombre ficticio para proteger la verdadera identidad.
Conversamos con Nadia Poblete, activista, militante social y feminista, participe de diversas experiencias de organización desde hace más de 20 años.
Ha participado en organizaciones tales como La red chilena contra la violencia hacia las mujeres (2009-2010), Colectiva “La Huacha” de Valparaíso (2010-2017), Colectiva “Nosotras decidimos” de Valparaíso (2015-2020), participante de la “Campaña MISO pa´ Todas” (2016-2017) y actualmente integrante de las Asambleas territoriales de la zona poniente de Maipú, y por esa vía, del Referente Político Social, RPS, recientemente constituido en el mes de febrero de este año en Concepción. La conversación se realizó en Santiago en dos jornadas los días 16 y 17 de abril del año en curso, y su transcripción fue realizada por compañerxs de la red de medios populares a quienes agradecemos enormemente su trabajo. Ofrecemos ahora la primera de tres partes de dicha entrevista.
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CT: Buenas tardes compañera, un gusto conversar con usted. Agradecemos su disposición a esta entrevista sobre las perspectivas y luchas el feminismo. Como le señalamos, nuestro interés es precisar, por una parte, el debate teórico dentro del feminismo, y por otra, las implicancias que tales debates tienen sobre las opciones políticas, especialmente respecto de las luchas políticas en el Chile actual.
Partamos por lo primero. El arco feminista en la teoría.
¿Podría usted hacernos una breve descripción de las corrientes feministas desde un punto de vista teórico/programático, es decir, más allá de las representaciones político–sociales inmediatas en que se agrupa el feminismo?
Nadia P.: Lo primero que habría que señalar, ratificando lo que se enuncia en la pregunta, es que existen diversas corrientes feministas que hacen referencia a distintos aspectos teóricos que operan como determinantes de las corrientes más relevantes que conviven en el movimiento feminista en general. Para abordar esa diversidad existen distintas entradas. Se puede hablar de corrientes feministas vinculadas a ciertas teorías troncales en la historia del pensamiento político filosófico. En rigor, existe un feminismo liberal, un feminismo materialista y uno anarquista, como principales corrientes en esta línea. Estos feminismos buscan bajo un marco político-filosófico determinado, comprender la experiencia de dominación específica que vivimos las mujeres utilizando un paragua conceptual, de categorías que facilitan esa comprensión. Un ejemplo de aquello, son el grupo de feministas francesas, rescatado por Jules Falquet y Ochy Curiel, que plantean conceptos importantes como el de clase de sexo, apropiación de las mujeres y relaciones de sexaje. A través de esos conceptos se buscó desnaturalizar el sexo develando sus implicancias estructurales. En rigor, lo estructural en el caso de las relaciones de sexo no puede comprenderse solo a partir de la noción de explotación de fuerza de trabajo. En las relaciones estructurales de sexo perviven elementos asociados a la esclavitud colonial, a la servidumbre medieval y a la apropiación de los cuerpos que promueve el capitalismo, todo ello, compone lo que Colette Guillaumin llamó relaciones de sexaje. Me parecen relevantes estos planteamientos, en este momento, porque complejizan lo que se ha difundido en el último tiempo como trabajo doméstico y la función que éste cumpliría en el mantenimiento del capitalismo en tanto trabajo no pago. Claramente, Guillaumin y las feministas materialistas, nos obligan a pensar esa relación de manera mucho más compleja.
Por otro lado, se podría abordar esa diversidad teórico-programática a partir de divisiones temporales, que sin embargo son limitadas toda vez que se basan en el desarrollo del feminismo principalmente en Europa. Esto no quiere decir que las luchas que hayan emprendido las mujeres en Europa o en el primer mundo, tengan una importancia secundaria para el feminismo desarrollado en otras latitudes. Más bien se trata de dimensionar y comprender la relevancia de ese feminismo de manera contextualizada. En esta línea, se ha clasificado los cambios del feminismo a partir de “olas”. Se habla de la primera ola que se asocia a un feminismo que busca el reconocimiento de las mujeres en el mundo, se trata de esa lucha por el reconocimiento que se emprende desde la revolución francesa; una segunda ola, asociada a la lucha sufragista que busca la integración de las mujeres al orden socio político imperante y que en su momento fue sin duda radical, en muchas ocasiones se ligó fuertemente a la lucha obrera, desarrollando la acción directa y el sabotaje como forma de lucha. No obstante, es importante plantear que extender esa lucha hoy reivindicandoel voto como herramienta de lucha porque se lo debemos a las antiguas, cae en la lógica liberal y reformista; lo que implica el abandono de lecturas, posicionamientos y acciones que hoy sean radical en pos de la transformación de la situación de las mujeres y de toda la sociedad. La tercera ola, está fuertemente relacionada con aquel feminismo que surge en EE. UU y que busca destacar la diferencia que implica ser mujer. Con ello, pasan a ser relevantes las demandas reproductivas y sexuales, como el aborto. Hoy se ha tendido a hablar de una cuarta ola, con el surgimiento de movimientos contra la violencia hacia las mujeres, particularmente contra la violencia sexual.
Avanzando en ese arco feminista, es innegable que mientras en occidente se desarrollaban algunas de estas olas durante el siglo XX, en América Latina -por ejemplo- se construían también otras formas de comprender y de activar en el movimiento. Si bien en un primer momento, podríamos fácilmente ligar el feminismo que surge en estas tierras – en Chile por ejemplo- con alguna de las olas occidentales, es cierto también, que el aporte del feminismo negro norteamericano, chicano, indígena, comunitario, va solidificando particularidades socio políticas en estos territorios. Otro punto, sería mencionar la lucha de las mujeres trabajadoras que en Chile se da a través de las mutuales y mancomunales, a través de periódicos obreros femeninos, los que recibieron un tremendo impulso con la visita de Belén de Sárraga, invitada por Luis Emilio Recabarren. Con todo, quiero poner en tensión aquella superficial afirmación de que el feminismo tiene un origen burgués, tratando de deslegitimar el inmenso aporte que ha hecho en la historia de la lucha por la emancipación.
Una de las corrientes políticas más importantes a mi juicio del feminismo en América Latina, es el feminismo autónomo que surge en los noventa, y qué si bien no presenta un cuerpo desarrollado de categorías teóricas, se posiciona políticamente frente a los avances de las políticas de financiamiento a los movimientos sociales impulsadas por el Banco Mundial, y por tanto, frente a los falsos procesos de transición política post dictatoriales, particularmente en Chile. Con todo ese bagaje va planteando una mirada crítica frente al orden político institucional.
CT: Esta es la corriente que se liga con Margarita Pisano o Sandra Lidid, la que desechó participar en los gobiernos de la transición, tal como lo hicieron otras las llamadas feministas institucionales….
Nadia P.: Efectivamente. Y se puede observar que esa división de alguna manera se mantiene hasta hoy, aunque con un débil feminismo autónomo. Ese debilitamiento de la opción autónoma, tiene relación con diversos aspectos, entre ellas las tensiones internas que se manifiestan de manera muy temprana y que incidieron en el desarrollo de su fuerza, pero por sobre todo, planteo que hubo y hay una invisibilización de esta historia, de esta memoria del feminismo. El feminismo autónomo ha estado bastante ausente en las discusiones y planteamientos frente al avance de un feminismo hegemónico que pasó desde la ruptura cultural y simbólica a un conformismo con el aparato institucional.
Entonces no está demás darle unos minutos en esta conversación. Me parece relevante el feminismo autónomo porque desde su posicionamiento radical, contrario a la lucha legalista e institucional, puede otorgar un contenido y postura radical al movimiento; de hecho, muchas feministas autónomas han sido relevante en el movimiento antirracista y lésbico. Es por ello que la autonomía en tanto crítica radical a las prácticas de cooptación del Banco Mundial (esto se observa con claridad en la discusión que se da en el Encuentro Feminista Latinoamericano del año 1996 en Cartagena, Chile), y a toda aquella institucionalidad que busca domesticar las acciones de protesta social y los planteamientos que ponen en riesgo su orden, tiene la potencia de posicionarnos en una vereda del camino que va apuntalando un horizonte de transformación mayor. En otras palabras, la autonomía nos obliga a pensar y actuar por fuera del aparataje institucional y con ello, a desarrollar formas de vida, proyectos políticos de por si subversivos.
En rigor, las feministas autónomas en Chile fueron críticas acérrimas del capitalismo, del Estado neoliberal y su democracia; fueron comprendiendo, entre otros aspectos, que la lucha electoral no era una herramienta útil en una apuesta política que busca la transformación.
CT: Habrá entonces que reimpulsar el feminismo autónomo, especialmente ahora que necesitamos superar la capitulación de las corrientes institucionalistas como el caso de la dirección de la Coordinadora 8M… Pero volvamos ahora a otras dimensiones del debate teórico-programático. ¿Cómo se establece el vínculo entre las posturas anti patriarcales, anticoloniales – incluida la racialización de la que habla Quijano- y anticapitalista que los sectores más radicales del feminismo proclaman? ¿Tiene algún sentido hablar de un feminismo anti patriarcal pero no anticapitalista?
Nadia P.: En la respuesta anterior solo enuncié que las distintas corrientes del feminismo tenían relación con la visibilización de la experiencia de dominación y opresión que tienen las mujeres, y es evidente que esa experiencia es diversa y está relacionada no sólo con el patriarcado, sino también con el racismo y con la condición de clase. En este sentido, la interseccionalidad que comenzaron a plantear las feministas negras en los 70 o el entronque patriarcal como relevan las feministas en América Latina, son conceptos políticos importantes. El concepto de interseccionalidad trata de visibilizar las diferencias que va produciendo la articulación de las formas de opresión, de explotación y dominación, en la vida de las mujeres y cómo su no consideración implicaba una concepción de un sujeto-mujer homogéneo. Desde esa perspectiva, a pesar de que esta categoría – la interseccionalidad- ha sido tomada por las instituciones internacionales y por la academia, vaciándola de su peso político y más bien confundiendo su comprensión, el uso que ha tenido tanto por el feminismo negro como por el feminismo en AL ha sido relevante. Quisiera precisar de todas maneras, que esto no implica idealizar o levantar en el feminismo una suerte de victimización, o de “ranking” en torno a qué mujeres son las más violentadas por este sistema; éste uso es una reducción de la categoría que sólo sirve para fragmentar el movimiento. Lo potente de la interseccionalidad es que nos permite comprender la opresión y la dominación como una totalidad donde se potencian el patriarcado, el racismo y el capitalismo y por lo tanto, nos evidencia la complejidad que deben abordar los procesos de emancipación y cómo las relaciones sociales, la construcción subjetiva y la materialidad misma de nuestra existencia, está impregnada de todos esas dominaciones.
En este sentido, entrelazar interseccionalidad con entronque patriarcal es fundamental porque en el fondo va mostrando que si bien el patriarcado es un orden social cultural presente a lo largo de la historia, como muy bien dice Lorena Cabnal y otras feministas, en América Latina hay que comprenderlo justamente a partir de ese entronque: cómo se articulan y encajan el patriarcado pre invasivo con el patriarcado colonial, dejando como resultado una agudización de las lógicas dominación patriarcales a partir del desarrollo del capitalismo y de la racialización de la cual habla Quijano. Es decir, con la invasión se construye un entramado de poder, de jerarquías que ordenan las sociedades latinoamericanas a partir de la deshumanización, explotación y apropiación de cuerpos y vidas, de ahí el ejercicio de violencia genocida, femicida del colonialismo.
Si bien hay otros planteamientos como el de María Lugones que señalan la inexistencia de jerarquías de género en las sociedades pre invasivas y por tanto, la no existencia de orden patriarcal, lo que se podría consensuar a lo menos es que las relaciones de los cuerpos, de los sujetos, las relaciones sociales pos invasión, implican la imbricación de las jerarquías a partir de la dominación de raza, clase y género. Las diferencias jerarquizadas en las sociedades coloniales, por tanto, estarán impregnadas de racialización, misoginia y clasismo. Y esto en la actualidad pareciera ser más agudo, más violento. Por tanto, desde el feminismo, desde la lucha indígena, desde la izquierda rebelde, debemos comprender y aprehender esta dinámica de la dominación para su desmantelamiento.
Finalmente, quizás reiterar que el capitalismo supone el ejercicio de la explotación, que el orden racial supone la asignación de lo que es humano y lo que no lo es, mientras que el patriarcado se centra en la apropiación del cuerpo y de la vida de las mujeres. Por tanto, hablamos de una dominación que anuda explotación, deshumanización y apropiación de los cuerpos y las vidas. Un cóctel de violencia y de muerte.
CT: ¡Qué frase! Y que desafió, pues el cóctel que menciona usted deja fuera cualquier fundamentalismo sea de izquierda, feminista o indigenista, pues obliga a elaborar y poner en práctica una política que no puede abstraerse a esa interseccionalidad y a ese entronque patriarcal… Y teniendo a la vista esta compleja imbricación que nos plantea, una pregunta que surge para la trayectoria de feminismo en las últimas décadas: ¿Cuáles son las continuidades y rupturas entre el feminismo emergente actual y el de los años cincuenta-sesenta y/o el feminismo y las luchas de las mujeres en los años de la dictadura cívico militar?
Nadia P.: El hilo conductor, transgeneracional es el reconocimiento de nuestra condición de opresión lo que potencialmente, abre la puerta a una crítica más profunda que pone en cuestión la naturalización de un orden sexual. Ese reconocimiento entonces, en la medida en que permite avanzar la crítica, señala que la lucha por la emancipación de las mujeres tiene que relacionarse con el derrocamiento del patriarcado. Pero no se trata de un patriarcado ahistórico, sino comprendiendo la forma en que éste opera y se ‘actualiza’, sus ajustes, acordes o en sintonía con los cambios sociales, económicos y políticos.
En consecuencia, en ese reconocimiento de la opresión hay una continuidad que entrelaza la lucha feminista pero que, vale la pena relevarlo, no la hace homogénea, sino que es diversa tanto como lo es la realidad de las mujeres en cada tiempo. Como ya lo señalaba, la lucha por el voto de las sufragistas fue radical, pero hoy ya sabemos en lo que se ha transformado el sistema político, y además, tal como dice Rita Segato, podemos ver hoy con claridad que la historia del Estado es la historia del Patriarcado.
En ese sentido, la lucha feminista va adquiriendo particularidades y radicalidades de acuerdo a las condiciones históricas y a las formas que va asumiendo la dominación y la imbricación de la que hablamos anteriormente. Si bien existe continuidad en la lucha de ayer y hoy, soy bastante crítica con las características que en Chile, ha ido asumiendo una parte importante del movimiento. Pienso que hay una ruptura con la radicalidad que portaron luchas anteriores. Por ejemplo, luchar por ingresar al mercado del trabajo, por la igualdad en los salarios y por el reconocimiento mercantil del trabajo doméstico, a mi juicio es bastante limitado, de corto aliento.
En la conmemoración de este 1° de mayo, día de los y las trabajadoras, la demanda y denuncia en torno al no pago del trabajo doméstico fue bastante difundida como consigna y en ello veo el siguiente problema: la lucha por el reconocimiento de las labores domésticas en tanto trabajo implica someterlas a la lógica del capital, en otras palabras, poner el acento en el no pago tiene como lectura que su única forma de valorización sería justamente asalariarlo, entonces lo transformamos en un trabajo de corte productivo y mercantil. Ya Silvia Federici, quien fue una activa militante en los ‘70s de la “Campaña internacional salario para el trabajo doméstico”, abrió una crítica a esa demanda reflexionando en torno a sus limitaciones, crítica que por lo demás, comienza a elaborar cuando vive en Nigeria y conoce realidad de las mujeres nigerianas, esto la obliga a replantearse el concepto de trabajo doméstico y la demanda por salario. Efectivamente, al pensar el trabajo doméstico como parte del trabajo reproductivo no sólo tenemos que observar a las mujeres urbanas, sino también en particular en América Latina, a las mapuches, a las compañeras de otras comunidades indígenas, y probablemente con ello, nos daremos cuenta que su relación con esas labores cotidianas, con esas labores de cuidado, son distintas a la que nosotras hemos vivido. En rigor, el capitalismo ha desvalorizado en términos económicos, sociales y culturales todas esas actividades, pero hay pueblos que históricamente le han otorgado otro valor, un valor social y ético, por fuera de las lógicas mercantiles. Una mirada atenta, crítica y revolucionaria, entonces, mira las diversas realidades en las cuales están insertas las mujeres. Considerando entonces esas experiencias, un proyecto de vida transformador debiera comprender la relevancia sustantiva de las tareas domésticas y de cuidado, no exigiendo una valorización capitalista del mismo sino un valor ético y social por fuera de las lógicas mercantiles y propiciar con ello, su colectivización.
Volviendo a la pregunta. Me parece necesario remarcar que en muchos momentos de nuestra historia de lucha -como mujeres y feminista- se ha desplegado una acción política radical basada en la comprensión profunda de la opresión a la que somos sometidas y en cómo opera la apropiación de nuestros cuerpos y vidas, y hoy lamentablemente, veo un déficit comprensivo que anula esa radicalidad. Por ejemplo, recordar esa consigna emblemática del tiempo de dictadura “democracia en el país y en la casa”, me parece de una tremenda profundidad toda vez que comprende que la democracia no es simplemente una cuestión de electoral sino una forma de participación que debe estar impregnando toda nuestra vida; la idea de politizar los espacios donde circula la vida estaba contenido en esa consigna y desde esa perspectiva me parece radical, rebelde, desafiante para el momento que se estaba viviendo. En las últimas movilizaciones irrumpió la estética como herramienta de ruptura con el orden: intervención de monumentos, rebautizo de calles, irrupción de un cuerpo desnudo de mujer que es tabú por la hipocresía patriarcal, etc., sin embargo, éstas acciones de quiebre caen en el vació o tienen poco aliento cuando no van acompañadas de una comprensión profunda de los entramados de la dominación y cuando no son parte de un proceso de emancipación entendido éste como un proceso de construcción de un proyecto político alternativo. Claro que necesitamos una estética rebelde, es parte de la lucha simbólica, de la disputa por los sentidos, pero esa lucha debe estar inserta en un proyecto de transformación de todos los planos de la vida y para toda la sociedad. Lo anterior pasa también con la performace de “las tesis”, que fue sumamente relevante porque puso la experiencia de violencia sexual como una experiencia común del grupo de mujeres, de esa clase sexual, responsabilizando a toda la institucionalidad estatal: “El Estado violador…”, ¿pero qué pasa con esa profundidad denunciada cuando las mismas compañeras que reproducían y/o celebraban esa acción terminan participando en un proceso constituyente generado desde esa misma institucionalidad patriarcal? ¿Dónde queda la radicalidad de la acción cultural, de la estética? ¿se comprende realmente lo que implica un Estado violador?
Otra experiencia de lucha que se relaciona con lo anterior. En la actualidad existe una serie de cuerpos legales nacionales e internacionales que castigan la violencia hacia las mujeres, que pueden entenderse por cierto sector del feminismo como un logro de la movilización, y por cierto que leyes contra la violencia son logros del movimiento, pero es evidente que nada de eso ha implicado una disminución de los femicidios, de la violencia machista. Por tanto, en todo este recorrido se nos hace evidente que las luchas legalistas, por vía institucional,son limitadas y hoy se nos impone el desafío de levantar un movimiento radical justamente por el mismo fracaso de esas vías.
CT: Compañera el problema que usted señala se verifica también en otros sectores. Por ejemplo, las luchas por mejoras salariales o condiciones de trabajo, en manos del sindicalismo reformista, terminan reducidas a una pura reivindicación económica que no se plantea saltar a una lucha por la abolición de las relaciones salariales mismas. Por ello, en variados momentos históricos se han levantado organizaciones autónomas que buscan romper con este “tradeunionismo” y que engarzan las luchas económicas parciales con luchas políticas de alcance mayor: la emancipación del trabajo capitalista. Retomando entonces su análisis sobre el patriarcado y su crítica al legalismo ¿hay intentos o experiencias de ruptura con este ilusionismo institucional que profesa dicho feminismo institucional?
Nadia P.: Han existido y existen tantas experiencias que han generado estrategias de autonomía para hacer frente a las limitaciones, imposiciones y mandatos patriarcales, yo participé en la lucha por el aborto y eso no implica solamente agitación, sino que también implementar cadenas de apoyo concreto a las mujeres que quisieran abortar y eso se desarrolla gracias a la apuesta de muchas feministas que son capaces y fueron capaces de generar condiciones que funcionan a contrapelo de toda legalidad y que permiten a muchas mujeres decidir. Son esas experiencias de autogestión y autonomía que se pueden poner también al servicio de un proyecto mayor, porque son necesarias en una construcción que busque la emancipación de todas y todos.
Foto: Nadia Poblete y compañeras de la colectiva Nosotras Decidimos en acción por la despenalización social del aborto fuera del Hospital Van Buren, Valparaíso, mayo 2017.
En ese sentido, remarco que la lucha feminista autónoma -como ya lo señalaba- nos pone en una vereda de lucha donde es necesario ir avanzando en propuestas de recuperación de la soberanía de nuestras vidas, es decir, implica generar nuestros caminos, nuestras respuestas a los problemas que vivimos. Para ello, creo que hoy es fundamental potenciar ese feminismo autónomo, pero de la mano con las luchas populares; hoy me parece que debemos avanzar en unidad y en esa línea, un separatismo que no es capaz de relacionarse con otras luchas me parece cae en una ortodoxia sin sentido. Si bien las mujeres necesitamos espacios propios para reconocer cómo actúa el patriarcado y reconocerlo en nuestra propia construcción en tanto mujeres, nuestro proyecto político debe tener como estrategia sustantiva el anudamiento con las luchas populares,porque nuestro horizonte rebelde es la transformación de la sociedad toda y esto es urgente. No debemos estar ancladas a fundamentalismos, tenemos que poner en acción esa autocrítica permanente que el feminismo ha desarrollado de tal manera de comprender que hoy nos jugamos la posibilidad de la mantención de las vidas. El feminismo es un componente más del proyecto revolucionario, no es el único y tampoco el central, así como tampoco lo son la lucha anticapitalista o la antirracista por sí solas, son todas ellas a la vez.
Y en este sentido, creo que hay un olvido, una invisibilización de la lucha feminista autónoma desarrolla en los noventa. Las feministas que hoy tienen tribuna en los medios de comunicación, por lo menos en el caso chileno, no hablan, no se refieren a esa parte de nuestra historia, las compañeras universitarias me parece que no conocen esa historia. Entiendo que esa no referencia, esa omisión, que hace por ejemplo, la coordinadora feminista 8M, es porque su opción hoy, después del 18 de octubre, es institucional, de defensa del modelo político liberal y de la lógica de lo posible -denunciada ya en los noventa por Ximena Bedregal feminista chilena y precursora del feminismo autónomo-, sean conscientes o no de ello.
Por otra parte, es verdad que hoy no existe un movimiento autónomo como tal en el feminismo, que existen compañeras feministas sueltas que por ahí se definen a partir de la autonomía. No obstante, volver a esa parte de nuestra historia y rescatar esa postura me parece sustantivo, porque justamente, creo que la apuesta en la que hay que poner todas nuestras energías, es aquella que avanza por abajo y a contrapelo de la institucionalidad y desde ahí dialogar y articular esfuerzos con los sectores que apuestan a la construcción de lo que en la izquierda se ha llamado poder popular. Hay una relación, sin duda, entre los planteamientos del feminismo autónomo y el desarrollo de poder popular.
Haciendo practica lo dicho, durante este último tiempo he estado involucrada y comprometida con el proceso que diversas asambleas y organizaciones populares comenzaron a levantar desde febrero de este año en Concepción. Lo que hasta el momento se denomina Nuevo Referente Político Social, RPS. Desde esta experiencia se está planteando un tipo de construcción autónoma. Sería muy importante, lograr articular a un movimiento popular con esas características, es decir que rechace tajantemente los caminos institucionales y que se sienta capaz de construir desde el pueblo un proyecto realmente transformador, y en ello, sin duda, las feministas comprometidas con la lucha popular tenemos un importante papel que jugar.
La Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay – Sindicato Nacional (OTEP – SN) presentó al Parlamento un “proyecto de ley de emergencia educativa”. De acuerdo a la vocera del gremio, Juana Larrea, esta iniciativa “busca garantizar el derecho a la educación, en situaciones que requiere de una especial atención”.
Para ello, además de todos los impuestos que ya existen, proponen añadir una tasa a fortunas de 10.000.000 de dólares en adelante.
La vigencia de la eventual ley sería de tres años, con el detalle de que podría prorrogarse por simple decreto presidencial. Y así, para “financiar a la educación” y “combatir al covid“ se apunta la creación de una “Tasa Extraordinaria a las Grandes Fortunas”, enfocada en personas que tengan una riqueza superior a 10.000.000 de dólares. Los millonarios pagarían del 1% al 5% de “acuerdo al rango del patrimonio”.
En el menor rango, por una fortuna de 10 a 49.999.999 millones de dólares, el propietario de la misma deberá pagar 1% de alícuota, es decir, podría pagar hasta 499.999 dólares al Estado.
Ya en el mayor rango, por un patrimonio de 1.000 millones de dólares o más, el poseedor de esto deberá pagar una alícuota de 5%, es decir, 5 millones de la moneda norteamericana.
Supuestamente, solo por tenencia de tierras la ley permitiría la recaudación de más de 1.300 millones de dólares, que se destinaría a la educación.
Los proponentes comentaron que hasta el 50% de todo lo recaudado con esta ley se podrá usar para la lucha contra el covid.
América del Sur/Colombia/14-05-2021/Autor(a) y Fuente: www.fecode.edu.co
La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación – FECODE – denuncia ante el Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia y el Derecho, Ministerio de Educación, Ministerio del Trabajo, Unidad Nacional de Protección, Procuraduría General de la Nación y Defensoría del Pueblo, demandando de ellas en el marco de sus funciones y competencias las acciones pertinentes que permitan esclarecer los hechos y judicializar a los responsables del asesinato de la docente pensionada BEATRIZ MORENO MOSQUERA.
BEATRIZ MORENO MOSQUERA entregó su vida al ejercicio magisterial, al servicio de la lucha sindical, social y comunitaria. El pasado 3 de mayo, su cuerpo sin vida con posibles signos de tortura, fue encontrado en la Playa de Ladrilleras, municipio de Buenaventura, según comunicado de rechazo y denuncia del SINDICATO ÚNICO DE TRABAJADORES DE LA EDUCACION DEL VALLE -SUTEV-.
FECODE condena y rechaza este posible feminicidio y exige de la FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN la más pronta y exhaustiva investigación que permita esclarecer los hechos y dar con los presuntos responsables.
FECODE expresa su más sentida solidaridad con la organización sindical –SUTEV- con el movimiento ADEP, con la comunidad y con los familiares de la lideresa social; exhortándolos a mantener en alto las banderas de la lucha por la defensa de los DERECHOS HUMANOS y la consolidación de la PAZ para todos los colombianos.
Fuente e Imagen: https://www.fecode.edu.co/index.php/denuncia-publica-rechazamos-el-homicidio-de-la-docente-pensionada-beatriz-moreno-mosquera-lider-social-y-sindical-del-sutev.html
La titular de AMSAFE sustentó su pedido en los resultados de un informe del Observatorio sobre casos Covid de Ctera, que advierte sobre un incremento “exponencial” de los contagios. El crecimiento se detecta también en franjas etarias de edad escolar obligatoria.
Durante la reunión de la paritaria docente de este miércoles, Amsafé presentó los resultados de un análisis de casos Covid en la provincia de Santa Fe, realizado por el Observatorio de Situación Sanitaria constituido en en el ámbito de Ctera. Allí se advierte acerca de “un aumento exponencial” de contagios en el ámbito de la provincia. “Planteamos nuestra preocupación por la circulación comunitaria y la aparición de nuevas variantes del virus. Los contagios se van multiplicando a lo largo y ancho de la provincia. El crecimiento se está dando de manera exponencial, provocando la saturación del sistema de salud”, sostiene el informe. “Las escuelas -se acota- son lugares donde todos sus miembros hacen esfuerzos denodados por cumplir y sostener los protocolos, pero la escuela sola no puede. La escuela es parte de una comunidad y si esa comunidad tiene un alto nivel de casos positivos, los niños, niñas, docentes y asistentes escolares están en riesgo”.
El informe reporta el aumento significativo de casos entre febrero y abril, y advirte que en las últimas semanas a nivel provincial según datos del Ministerio de Salud, se pasó de 400 a 1700 casos diarios.
“Se observa un incremento exponencial de casos diarios a partir del 21 de febrero -insiste el reporte-. En las últimas semanas de abril, el crecimiento se vuelve más abrupto y es seguido de un amesetamiento pero con niveles cercanos al pico observado en octubre del 2020”.
El informe se detiene en el análisis de los casos según la franja etaria. “El rango entre 0 y 17 años presentó el aumento relativo más alto”, sostiene el escrito.
Según los datos, la franja de 1 a 4 años registraba en febrero 18 casos y en abril, 61. De 5 a 9 años; 15 en febrero y 153 en abril; de 10 a 14, 56 casos en febrero y 422 en abril; y de 15 a 19, de 226 en febrero a 900 en abril. Se destaca que todos los rangos etarios corresponden a edades escolares obligatorias.
Sobre la base de esos datos, la titular de Amsafe, Sonia Alesso, consideró que debe evaluarse la suspensión de la presencialidad. “Pensamos que hay que suspender temporariamente la presencialidad en aquellos departamentos o ciudades en los que se presente la situación sanitaria más crítica”, dijo la dirigente en diálogo con El Litoral. “Nos preocupa en Santa Fe que toda la provincia está teniendo un crecimiento homogéneo de casos, a diferencia de lo que sucedía el año pasado con la primera ola. Ello lleva a saturar el sistema de salud con dos problemas: la falta de camas críticas, y los contagios que se están registrando en todos los órdenes y ámbitos. Por ello es necesario disminuir la circulación; no se trata de cuidar a la escuela, sino de cuidar a la población infantil”, alertó.
“Salvo las excepciones remarcadas, la situación de emergencia es generalizada en la provincia, teniendo a la gran mayoría de los departamentos en una condición de riesgo muy alta. Por ello, es necesaria la toma de medidas urgentes para disminuir aún más los contagios con el fin de evitar muertes”, concluyó.
Fuente: El Litoral (www.ellitoral.com) [Link:https://www.ellitoral.com/index.php/id_um/297824-alesso-plantea-suspender-de-manera-temporal-las-clases-se-trata-de-la-presencialidad-en-los-departamento-mas-criticos-politica.html]
(Recortes Cero) En el acto realizado ayer por Recortes Cero y el Comité Nacional del Paro de Colombia en apoyo al pueblo colombiano, un día antes del paro nacional convocado para hoy en el país
El acto ha sido una muestra de solidaridad con la lucha del pueblo colombiano, en el cual, desde Recortes Cero y las organizaciones de Colombia, Argentina, México y Ecuador, se ha remarcado “la importancia de la unión” entre los pueblos hispanos; así como la condena a la represión y el apoyo a las movilizaciones.
En el acto realizado de forma telemática, vía Zoom, han participado representantes de MORENA, el partido del presidente de México, López Obrador; representantes de Unión por la Esperanza, el partido de Rafael Correa, de Ecuador; y organizaciones sindicales y sociales de Colombia y Argentina. Desde España, además de Recortes Cero, organización anfitriona, han participado personalidades como el economista Juan Torres, el escritor y premio Planeta Fernando Schwartz; y organizaciones como FeSP, la Federación de Sindicatos de Periodistas; la FELGTB, Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales; la Fundación Internacional Baltasar Garzón; Asociación de Mujeres Juristas THEMIS; las JOC, Juventud Obrera Cristiana; y ACE, Asociación Colegial de Escritores; entre otras. El acto se ha emitido en directo en streaming en el canal de Youtube de Recortes Cero.
Victoria Avendaño, de la Ejecutiva de la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) y de la CUT, Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, ha agradecido el apoyo recibido: “Es fundamental para mantener los ánimos de todos los sectores sociales que nos estamos enfrentando a las políticas del gobierno de Duque” las cuales, afirma, “cercenan los derechos del pueblo colombiano.” Avendaño ha denunciado que las “élites”, como el FMI, a través de recortes y una reforma laboral y pensional del Gobierno colombiano “están haciendo recaer la crisis sobre la población”, provocando así las protestas. Avendaño ha facilitado los datos de pobreza en Colombia durante su intervención: “La pobreza ha subido en un 42,5%, más de 3 millones de colombianos no tienen cómo cubrir sus necesidades básicas y 1,7 millones de familias no tienen acceso a tres comidas diarias.”
Iván Rengifo, del Comité Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles (ACREES) ha hablado de un problema social “generalizado”, el cual “ya venía de antes”. Ha afirmado rotundamente que “las manifestaciones inicialmente han sido pacíficas” y que el caos ha empezado por “la represión del Gobierno”.
Adolfo Aguirre, secretario de relaciones internacionales de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma), ha afirmado que Duque y Uribe (actual y anterior presidentes de Colombia), “representan los intereses de las élites, de EEUU y la UE”. “Nosotros apoyamos la lucha popular. Es el pueblo movilizado expresando hartazgo”. Ha condenado a “los enemigos del pueblo colombiano”y “de la humanidad” y ha agradecido la solidaridad internacional “como la que estamos viendo en este acto”, llamando a “una solución de paz y justicia social”.
Bertha Luján, Presidenta Nacional del Consejo Nacional de Morena, de México, ha expresado la “solidaridad del pueblo mexicano” con el pueblo colombiano.
Nuria Suárez, portavoz de Recortes Cero, ha citado a Gabriel García Márquez: “La solidaridad de las naciones hispanas no puede ser retórica”. “Tiene que ser activa” ha continuado la portavoz. Suárez ha defendido que los pueblos iberoamericanos “somos hermanos” y la lucha del pueblo colombiano “también es nuestra”. Ha puesto énfasis en que tras los intereses de ejecutar recortes y reformas laborales “están los mismos”, tanto en España como en América Latina.
Violeta Tercedor, portavoz de Unificación Comunista de España, se ha mostrado de acuerdo con el resto de intervenciones: “quieren cargar las consecuencias de la pandemia sobre la población”. “El pueblo avanza a pesar de la represión” – ha afirmado la portavoz de UCE – “La lucha de los pueblos hispanos avanza en todo el continente”.
Por su parte, Baltasar Garzón, quien no ha podido estar en el acto, ha enviado un vídeo en apoyo “a la lucha del pueblo colombiano”, la cual ha defendido como “justa y necesaria”.
Listado de participantes al acto
Diógenes Orjuela secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)
Edilberto Castro Juventudes de la Central Unitaria de Trabajadores
Victoria Avendaño de la Ejecutiva de la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) y de la CUT
Iván Rengifo miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles (ACREES)
Bertha Luján presidenta nacional del Consejo Nacional de Morena
Adolfo Aguirre secretario de relaciones internacionales de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma)
Emilio Villar líder Nacional de Movimientos Sociales de Morena
Susana Prieto abogada que encabeza el movimiento laboral 20/32 de trabajadores en Matamoros
Franklin Samaniego asambleísta, director provincial en Pichincha de la Revolución Ciudadana y vocero de Unión por la Esperanza en Pichincha
Juano Villafañe director artístico del Centro Cultural de la Cooperación y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Escritores
Nuria Suárez portavoz de Recortes Cero
Javier de Vicente Secretario Confederal de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible de la Unión Sindical Obrera
Violeta Tercedor Portavoz de Unificación Comunista de España
Mané Fernández vicepresidente de la Federación de Gays, Lesbianas, Trans y Bisexuales (FELGTB)
Agustín Yanel secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas
Alfonso Armada presidente de Reporteros Sin Fronteras
Fanny Rubio escritora y vicepresidenta de la Asociación Colegial de Escritores
Esther Barba presidenta de la Juventud Obrera Cristiana
Clara Fdez-Merino presidenta de la Juventud Estudiante Católica
Alejandro Roldán portavoz de la Asociación Cívica y Social Ciutat Solidaria de Hospitalet, Barcelona
María José Jiménez portavoz de la Vía Andaluza
Julián Martínez portavoz del Partido Castellano – Tierra Comunera
Maribel Mesón activista en defensa de las pensiones y miembro de la Asociación de Mayores por la participación Ciudadana
Manuel Redal a título personal, miembro del Consejo del Sindicato de Técnicos de Hacienda GESTHA
Eduard Tobaruela portavoz de Vecinos Municipalistas
Pedro Carretero Verdes – Independientes de Soto
Ángeles Jaime presidente de Mujeres Juristas Themis
Nadia Zeryhou Centre d’Investigadors i Professionals Euro-Arabs
Juan Torres economista
Fernando Schwartz escritor
Rosa Regàs escritora
Ricardo Cano Gaviria escritor colombiano, de Medellín, pero en España
«Nos importa conocer la opinión de las familias en todo el país, y queremos que nos ayuden a construir la educación del futuro», afirmó Silva.
La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) convoca a madres, padres y referentes a completar una encuesta sobre sus hijos o niños y jóvenes a cargo, para conocer sus opiniones y sugerencias acerca de aspectos vinculados a la Educación Inicial, Primaria, Secundaria y Técnico Profesional de la que forman parte. La consulta se extenderá hasta el 30 de mayo, informaron a LA REPÚBLICA desde la ANEP.
La ANEP inicia un proceso de intercambio con las familias que se extenderá hasta el 30 de mayo, en el que solicita la realización de una breve encuesta para conocer las opiniones y sugerencias de las familias acerca de la Educación Pública de sus hijos o niños, niñas y jóvenes a cargo, en los niveles Inicial, Primario, Secundario y Técnico Profesional.
La consulta podrá ser respondida por la madre, padre o referente del estudiante en unos pocos minutos. Se podrá acceder a un único cuestionario a través de distintos medios y plataformas (como la web de la ANEP, GURÍ familia, mensajes de texto con link y redes) en el que se realizarán preguntas concernientes a la experiencia educativa cotidiana de sus hijos o menores a cargo.
La encuesta consulta si existieron dificultades o inconvenientes para atender las clases durante 2020 y a qué las atribuyen, qué integrantes de la familia están más pendientes de la actividad curricular de los estudiantes, qué seguimiento y apoyo recibe el alumno en su hogar, y relevará hábitos cotidianos y de convivencia además de otras cuestiones propias del quehacer educativo.
Las familias podrán contestar por todos los alumnos a su cargo que estén cursando en la Educación Pública. La encuesta tiene como objetivo comenzar un proceso de intercambio periódico con las familias, con el fin de conocer sus opiniones y recoger sugerencias en diversos aspectos relativos a la educación de los estudiantes.
Proceso de consulta
Durante el lanzamiento, el presidente del Codicen, Robert Silva, invitó y exhortó a todas las familias para que colaboren con la educación de sus hijos y/o referentes que integran sus núcleos familiares, aportando su opinión a través de la encuesta.
«La Administración de la Educación Pública del Uruguay quiere escuchar a las familias, quiere contar y tener la opinión de cada uno de los integrantes de los núcleos familiares, ya sea que asistan al nivel Inicial, Primario, Secundario o Técnico Terciario. Nos importa conocer la opinión de las familias en todo el país, y queremos que nos ayuden a construir la educación del futuro. Hoy estamos atendiendo a lo urgente, pero lo importante son esos cambios impostergables que tenemos que promover», manifestó.
Silva valoró que durante lo que va de la pandemia «las familias, en su enorme mayoría, han hecho un gran esfuerzo, y por ello conocer su opinión nos parece fundamental».
Por último, afirmó que para la ANEP es «fundamental tomar decisiones sobre bases informadas, por lo que siempre recurrimos a nuestros equipos técnicos y generamos espacios de trabajo, para tener información que nos permita la toma de decisiones en base a evidencias y no a sensaciones».
Relación histórica
La directora sectorial de Planificación Educativa del Codicen, Adriana Aristimuño, reflexionó acerca de la evolución de los centros educativos desde el siglo XIX y su relacionamiento con las familias en paralelo. «No es lo mismo haber estado en contacto con aquellas familias, las del siglo XIX y comienzos del siglo XX, con sus costumbres, características y composición, que con las actuales, ya que existen diferentes maneras de constituir familias. Los sistemas educativos han ido acompañando esa evolución y esos cambios, apelando a una relación más fluida y profunda».
Aristimuño se refirió al enorme impacto generado por la pandemia en la vida de las familias, «que para el sistema educativo significó cambiar la manera de relacionarse, de mantener el vínculo, y de asegurar aprendizajes, trayectorias y egresos».
En este sentido, indicó que las familias han estado expuestas a altos niveles de estrés, y están mostrando síntomas de fatiga ya que «han sido puestas a prueba profundamente».
«Esta encuesta llega en un muy buen momento para completar la visión acerca de la realidad de todos los actores, ya que el año pasado realizamos relevamientos a docentes y estudiantes y nos faltaba la visión de las familias. Se trata de una encuesta muy relevante, que no solo quiere conocer lo que ha sucedido desde la pandemia en las familias, sino también saber cómo estas están acompañando a los estudiantes», concluyó.
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