América del Sur/ Paraguay/ 14.07.2020/ Fuente: www.ultimahora.com.
Gremios de estudiantes secundarios, universitarios, docentes y funcionarios de educación se declaran en estado de movilización permanente contra recortes y en defensa de la educación pública.
Diferentes gremios de estudiantes, docentes y funcionarios se declararon en movilización permanente para defender el presupuesto de educación pública ante cualquier tipo de recortes, como también para exigir mayor inversión en el sector y defender una educación pública, gratuita y de calidad.
Desde el Frente Nacional en Defensa de la Educación Pública emitieron un comunicado en el que piden que la educación no pague la crisis de la pandemia del coronavirus (Covid-19).
Así también, mencionan que todo el sector se congregó como respuesta a las políticas de ajuste económico y recorte presupuestario del Gobierno Nacional, que afectará a toda la comunidad educativa.
Asimismo, señalan que a raíz de la pandemia del coronavirus las autoridades se vieron obligadas a replantearse las políticas de Estado, pero no se considera la problemática en educación y, por el contrario, se realizan recortes cuando que el sector pide mayor inversión.
«Esta crisis no la puede cargar el sector educativo, menos aún cuando los sectores económicos más privilegiados no han aportado absolutamente nada para enfrentar la crisis. Mientras el Gobierno Nacional priorice el pago de las deudas con más deudas, al tiempo que desfinancia la educación y la salud de nuestro pueblo, la crisis no podrá ser superada», exponen.
Entre tanto, refieren que la pandemia deja en evidencia la crisis del modelo educativo vigente y la necesidad de discutir la construcción de uno nuevo y que tenga participación democrática de todos los sectores de la educación.
«La brecha digital existente en educación escolar básica, media y superior, los inminentes recortes a las becas de las universidades públicas y el pago de aranceles que no ha cesado a pesar del difícil contexto en que estamos, ha obligado a la deserción de una cantidad alarmante de estudiantes», sostienen.
Entre otras cosas, manifiestan que la falta de cumplimiento del acuerdo firmado para la instalación de la carrera docente y el salario básico profesional por parte del Gobierno deja de lado el cumplimiento con el magisterio hasta este momento.
«De la misma manera que hace 44 años, no existe crecimiento vegetativo natural en el sector administrativo del MEC. Esto es el reflejo de un plan para la educación que no sirve», detallan.
Finalmente, alegan la ausencia del Estado en las necesidades educativas como la política alimentaria, vislumbra las fallas de un modelo educativo que ya está obsoleto y que no se considera un gasto, una inversión estratégica a corto, mediano y largo plazo.
Fuente de la noticia: https://www.ultimahora.com/estudiantes-y-docentes-movilizacion-permanente-contra-recortes-n2894405.html
Iniciativa, impulsada por más de 20 instituciones educativas, busca que los establecimientos y miles de personas autoconvocadas a nivel nacional, discutan y analicen los desafíos del sistema educacional.
Con el apoyo transversal de autoridades, organizaciones de la sociedad civil y líderes de opinión, este lunes se dio el puntapié inicial de “Tenemos que Hablar de Educación”, un espacio de diálogo y encuentro que busca posicionar a la educación como una temática relevante dentro de la agenda país y generar una hoja de ruta para el diseño de futuras políticas públicas.
El espacio es impulsado por Acción Colectiva, una alianza entre más de 20 organizaciones de la sociedad civil –comprometidas con una educación de calidad, equitativa e inclusiva–, y cuenta además con el apoyo de Fundación Mustakis y el respaldo de Unicef. Este proceso se enmarca dentro del proceso de diálogo “Tenemos que Hablar de Chile”, una plataforma de encuentro colaborativo de incidencia ciudadana impulsado por la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Chile.
“Nos encontramos en un periodo inédito a nivel mundial. En este contexto la educación juega un rol central. Hoy más que nunca es pertinente preguntarnos por el sentido y el tipo de educación que como sociedad estamos entregando a las presentes y futuras generaciones. A través de este proyecto buscamos que cientos de establecimientos educativos –representativos de todo el país– y miles de personas autoconvocadas puedan analizar y discutir los grandes desafíos en materia educacional”, destacó el director ejecutivo de Elige Educar, Joaquín Walker.
En la misma línea, la directora ejecutiva de la Fundación Educación 2020, Alejandra Arratia, relevó que “desde Acción Colectiva vemos que uno de los principales desafíos en materia de educación es articular esfuerzos desde los distintos sectores para promover una agenda de largo plazo, con mirada sistémica, que aborde los grandes desafíos que tenemos y así fortalecer la experiencia formativa y los aprendizajes de los y las estudiantes. En esto, creemos que la forma de hacerlo es con mayor colaboración, sumando esfuerzos colectivos, para lo cual espacios de diálogo y participación como el proceso Tenemos que hablar de Educación son fundamentales”.
Metodologías de participación
El proceso contempla distintas etapas de participación que se desarrollarán durante 2020 y 2021. La primera, se realizará a través de la Consulta Ciudadana disponible para todos y todas quienes estén interesados en participar en el sitio web de Tenemos que Hablar de Chile.
Por otro lado, los establecimientos educativos de todo el país podrán generar sus propios espacios de diálogo y reflexión, en sus establecimientos, a través de un kit de participación que podrán descargar desde el sitio web de Tenemos que Hablar de Educación. “Con este proceso buscamos levantar la voz de los protagonistas de la educación en Chile, las comunidades escolares. Son ellos quienes mejor conocen sus necesidades y oportunidades. Escuchando sus voces podremos pensar en la educación del mañana desde distintas realidades y contextos pedagógicos, lo que sumado a los contextos nacional, global e histórico, logra una mirada sistémica a los desafíos en educación”, puntualizó el director ejecutivo de Enseña Chile, Tomás Recart.
Respecto a la sistematización y análisis de los resultados de ambos procesos, la investigadora del CIAE de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Educación, Beatrice Ávalos explicó que “este proceso de diálogo, nos permite evaluar lo que está sucediendo y a partir de allí diseñar la nueva enseñanza para todos y todas que recoja diferencias, promueva capacidades y ayude a superar las dificultades”.
Apoyo transversal
Respecto al proyecto, el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, recalcó la importancia de impulsar procesos de diálogo en materia educativa.
“Es a través de la educación que vamos a poder generar un nuevo encuentro y realidad social en nuestro país, por lo que a través de una amplia conversación se debe entender, analizar y ver el tipo de educación que queremos para las futuras generaciones. Una educación en la cual es clave la interacción entre la familia y los profesores, esta es una alianza que se debe fortalecer, a través del diálogo, el conocimiento y la interacción permanente”, expuso Ignacio Sánchez.
Por su parte, Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile afirmó que “el estallido social y la pandemia han hecho ineludible la necesidad de hacernos cargo de la desigualdad que existe en nuestro país. Es algo que Chile debe enfrentar de manera colectiva y todos tienen que ser invitados a sentirse parte del problema y de la solución. La educación, y sobre todo la educación pública, es la instancia clave para lograr esa cohesión social y ese sentimiento de ser parte de un proyecto compartido”.
Este proceso de diálogo y reflexión concluirá con una sistematización de las respuestas a cargo de la Universidad de Chile, generando los lineamientos para el diseño de futuras políticas públicas educativas.
Acción Colectiva por la Educación es una alianza entre organizaciones de la sociedad civil comprometidas con una educación de calidad, equitativa e inclusiva. Esta organización busca promover un esfuerzo colectivo capaz de generar una agenda educativa a largo plazo, trabajando con el Estado, independiente del gobierno de turno, desde el conocimiento y la experiencia en terreno, para generar un cambio educativo a gran escala.
Fuente de la noticia: https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2020/07/13/organizaciones-de-la-sociedad-civil-anuncian-proceso-de-dialogo-para-reflexionar-sobre-la-educacion-en-chile/
Sin estos dos bienes no se garantizará el derecho a la educación y se ampliará la brecha social.
Con la pandemia, las escuelas cerradas y el confinamiento, el peso de la familia y las condiciones donde viven y estudian los niños cobró renovada importancia. La riqueza material e inmaterial (cultura, formación, tipo de trabajo e intercambios sociales) de la familia y el tiempo que puedan destinar los padres de familia, la calidad de estos acompañamientos y las capacidades para involucrarse en el proceso educativo de los hijos en la casa, ahora, resultan imprescindibles.
Desde los años setenta del siglo pasado Pierre Bourdieu y otros señalaron que gran parte de la vida y de la forma como nos involucramos en la sociedad, así como las oportunidades de desarrollo de las personas dependen del capital económico, el capital cultural y el capital social de las familias (entorno) en el que nacen los seres humanos y transcurre su vida.
Esta es una de las razones por la que sociólogos, economistas y educadores han insistido que en el ordenamiento social los niños con desventajas económicas, culturales o sociales tienen menos oportunidades educativas que su contraparte, los niños que nacen o provienen de familias con mayor riqueza.
Luego, en países como Colombia, donde existe una altísima concentración de los ingresos y de la riqueza, no hay nada nuevo cuando se afirma que una minoría de niños tienen mayores recursos (materiales e inmateriales) para aprender, y que, si la sociedad y el Estado no buscan compensar estas inequidades con los otros niños, a través, por ejemplo, de un sistema educativo de buena calidad para todos, estas desventajas se ampliarán en el tiempo.
Estas desventajas de los niños, a futuro, se legitimarán por la vía del mérito, porque en aparentes condiciones de igualdad, competirán unos y otros para acceder a instituciones educativas de educación superior de calidad o para acceder al mercado laboral, mediante concursos, donde se vincula el conocimiento con habilidades profesionales o personales.
El sociólogo y pedagogo Emile Durkheim, desde comienzos del siglo pasado, sustentó la necesidad de considerar la educación como un hecho social, donde la escuela es una institución que permite a la humanidad un método privilegiado de integración, de socialización y de aprendizaje. En este proceso, los países desarrollados, de manera especial los europeos, después de la segunda guerra mundial, enfatizaron en la inversión y calidad de los sistemas educativos, como una forma de cerrar brechas sociales y de luchar contra la pobreza y las inequidades que producen no solo la riqueza material, sino la pobreza cultural y las interacciones sociales de las familias.
La cantidad y calidad de los recursos materiales que los hogares destinen para apoyar el proceso educativo en casa del niño o adolescente pasan por: destinar un lugar y un escritorio o mesa donde el estudiante pueda concentrarse y realizar las labores educativas, con o sin virtualidad; contar con libros y otros utensilios educativos, de acuerdo con el grado escolar y las necesidades que determine el docente y; tener acceso a Internet y a un computador, por lo menos. Los padres que trabajan en casa y tienen un hijo, o más, saben que un solo computador no resuelve el problema.
Sobre los recursos materiales en casa para estudiar, diversos estudios muestran que los niños con desventajas económicas durante el encierro están muy afectados. Como lo mencioné en el artículo anterior, una encuesta aplicada en Inglaterra por investigadores del Institute for Fiscal Studies a 4.000 padres de familia de estudiantes entre 4 y 15 años encontró que los niños, ubicados en la quinta parte de ingresos más altos de las familias pasan 5,8 horas al día en actividades educativas, 75 minutos más que sus pares, en el quinto más pobre de los hogares 4,5 horas al día.
También, el estudio señaló que 58% de los niños más pobres, de primaria, no cuentan con un espacio donde estudiar en casa. En Chile otra encuesta del proyecto Educación 2020 encontró que el 67% de los estudiantes no tienen materiales para realizar tareas y el 63% no tienen un espacio cómodo para estudiar.
En Colombia los datos del DANE señalan que mientras el 97% de las familias estrato 5 y 6 tienen conexión a Internet, solo el 17% de las familias que pertenecen al estrato 1 acceden a este servicio. Además, se conoce que cerca de 5 millones de estudiantes de los colegios oficiales no tienen en sus casas ni conexión a Internet, ni computadores. Este dato nos permite afirmar que más del 60% de los estudiantes más pobres hoy no tienen posibilidades de recibir de los colegios oficiales y de sus maestros enseñanza en línea, de manera virtual.
Con pandemia o sin pandemia, la sociedad y el Gobierno deben reconocer que sin computadores y sin Internet de buena velocidad no existen posibilidades reales de educación de buena calidad para los niños más pobres.
Por fortuna el país empieza a reaccionar para solucionar este problema de inequidad y de exclusión. En el último mes el MEN anunció la compra de 101.771 portátiles a $526.416 cada uno. La ministra de las TIC sostuvo que el país comprometerá recursos en los próximos 10 años por $2,1 billones para lograr conectar a 10.000 sedes educativas rurales, con la ventaja adicional que se beneficiarán las familias que viven en el entorno. Además, varias secretarías de educación ya anunciaron esfuerzos similares.
Destaco el caso de Bogotá que adquirió 100.000 computadores con su respectivo acceso a Internet para suplir las necesidades de 300.000 estudiantes en la ciudad, y lo más importante, de manera complementaria, convocó a una Donatón (entre el 29 de junio y el 31 de julio) a los empresarios, a las cooperativas y en general a los ciudadanos que estén en capacidad de hacerlo, para que donen dinero, o computadores nuevos o usados (en buen estado), de tal manera que se puedan entregar equipos a una mayor parte de los 200.000 niños de la ciudad que aún no cuentan con computador. ¡Invito a ser solidarios en favor de los niños de la ciudad!
Fuente del artículo: https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/computadores-e-internet-para-garantizar-derecho-a-la-educacion-por-angel-perez/292420
La crisis y transformación de la educación internacional con la pandemia
En las últimas décadas se ha expandido fuertemente la educación internacional. La tradicional movilidad estudiantil y docente, de quienes estudian fuera de sus países de origen, se ha expandido enormemente gracias a variables de costos, de calidad o de diversidad de las ofertas, lo cual la tornó una educación altamente conveniente. Fundamentalmente para estudiantes de posgrado, y el mundo creó un gran negocio de más de 5.000 millones de dólares centrado en el servicio de educación, fundamentalmente en los países más desarrollados y con sistemas más potentes de educación superior presencial.
Aunque también se agregó en esta educación internacional la movilidad de las instituciones de educación superior que se comenzaron a instalar fuera de sus países de origen, pero con los mismos estándares, programas e incluso docentes, así como la educación transfronteriza, caracterizada por ser una educación virtual o a distancia ofertada desde estos mismos países, pero centrada en captar estudiantes de otros países o regiones que no necesitan trasladarse y que por ende tienen muchos menos costos.
8 millones de estudiantes en el extranjero
Es esta una realidad educativa enorme a escala global y también un negocio educativo, no sólo de instituciones privadas sino fundamentalmente de instituciones públicas que pueden desarrollar programas académicos, centros o proyectos de investigación gracias a la presencia de millones de estudiantes que directamente o a través de recursos de sus países de origen financian ampliamente las ofertas y las instituciones en los países centrales. Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Alemania, Nueva Zelanda o Australia son los grandes centros que atraen a los millones de estudiantes internacionales, y donde la causa central de estos flujos son finalmente las asimetrías de calidad y la fortaleza de sus sistemas de aseguramiento de la calidad.
De las cuatro modalidades de la educación internacional, la más importante es la movilidad de los estudiantes para estudiar cursos presenciales y para el año 2020 se calculaba que cerca de 8 millones de estudiantes iban a estudiar fuera de sus países de origen. La pandemia fue un fortísimo golpe para esa dinámica universitaria. Fue sin duda el más importante que cortó un enorme flujo estudiantil, miles de los cuales retornaron a sus países de origen, ya que con universidades cerradas y ofertas de cursos virtuales era altamente inconveniente seguir pagando residencias y estadías fuera de sus propios países.
En estos días, el servicio de inmigración de los Estados Unidos informó que le iba a quitar las visas a estos estudiantes que habían ingresado al país con visas de estudio presenciales, pero que finalmente estaban realizando sus estudios en forma virtual. Ello, tanto con el objetivo de cumplir las normas como con el interés de forzar a las universidades, y especialmente a las de alta calidad, localizadas en grandes campus con miles de estudiantes, y que los habían cerrado tanto para las clases como laboratorios y residencias estudiantiles para reducir los impactos de la pandemia.
Educación virtual hasta de medicina
Estas universidades, como Harvard, entre otras, han comenzado a ofertar todos sus cursos en forma virtual, incluyendo medicina, agronomía o veterinaria, entre otros, y estableciendo un nuevo paradigma de enseñanza virtual, en la cual también todas las actividades prácticas se realizan en la red mediante simuladores, recursos de aprendizaje multimedia y otros desarrollos informáticos de programación avanzada. A la visión tradicional de que la virtualidad sólo puede cubrir los aprendizajes de los componentes teóricos, la universidad de más alto nivel a escala mundial y que ha sido pionera desde hace décadas y siglos de los mejores avances en materia educativa vuelve a romper los moldes y crear un nuevo paradigma educativo. Como cuando lo hizo creando la separación de “mayor y menor” en las asignaturas, de innovación en la figura de los créditos para facilitar la movilidad, de creación de doctorados profesionales, o más recientemente hace pocos años de crear una nueva modalidad de educación virtual con los MOOCs (Masive On Line Open Courses).
Hay en estos contextos de pandemia no sólo el pasaje de una educación presencial a una educación virtual y con ello el pasaje desde la vieja educación internacional a la educación transfronteriza, sino también nuevos paradigmas pedagógicos, donde todas los campos profesionales son plausibles de ser ofertados en forma virtual, e inclusive las bases para un lento cambio en las formas de la educación internacional.
La movilidad internacional en América Latina es muy escasa y asimétrica, y la venida de estudiantes internacionales es escasa por los niveles de calidad de la enseñanza. Destacan Colombia, Chile y México como los más importantes junto a Cuba, pero que han visto reducir enormemente esos estudiantes. Sin embargo, Uruguay tiene también inscriptos en sus universidades privadas una cantidad de estudiantes extranjeros que año a año realizan cursos de grado y posgrado, aportando recursos y facilitando las ofertas, y que refuerzan los ejes de la educación local, y que hoy además están afectando la situación económica de estas instituciones. Otros muchos estudiantes extranjeros, fundamentalmente estudiantes atraídos por la gratuidad de la universidad pública o la facilidad de acceso, se han ido. Inversamente, muchos estudiantes uruguayos que estudiaban fuera regresaron, apoyados por Cancillería, con enormes complejidades logísticas de regreso, dada la falta de vuelos.
En una visión de futuro, la educación internacional no puede estar fuera del radar de la política educativa, y siempre está en la agenda la atracción a estudiantes extranjeros o la venida de instituciones internacionales. La pandemia, también en estos temas, pasará.
Fuente de la Información: https://www.republica.com.uy/la-crisis-y-transformacion-de-la-educacion-internacional-con-la-pandemia-id774848/
Balance de las ventajas, desventajas y retos que la virtualidad enfrenta en nuestro país después de tres meses de cuarentena.
Francisco Cajiao*
Educación y Escolaridad
Antes que nada, es importante esclarecer la diferencia entre dos conceptos que suelen usarse como sinónimos: educación y escolaridad. Si bien la educación abarca el proceso gradual de adquisición de competencias cognitivas (escolaridad), también involucra procesos de desarrollo emocional fundamentales para la formación de ciudadanos capaces de vivir en sociedad.
Teniendo en cuenta esta distinción, es necesario preguntarse qué efectos ha tenido la virtualidad en el aprendizaje formal y en procesos de desarrollo emocional como la formación de vínculos, la colaboración con pares, el reconocimiento de la diversidad y la participación activa en procesos democráticos, como la construcción de identidad y la capacidad de autocontrol.
Estos últimos tienen un lugar preponderante en la educación presencial: el intercambio continuo entre niños, familias, maestros y funcionarios administrativos permite el aprendizaje de valores cívicos y morales. Sin duda, una de las funciones fundamentales de este tipo de educación es construir comunidades educativas.
Por otra parte, es importante señalar que el aprendizaje de los contenidos formales que permite el desarrollo sistemático de competencias lingüísticas, matemáticas, científicas y artísticas varía dependiendo de la edad, la motivación, la madurez biológica y emocional y la experiencia vital de cada individuo. En ese sentido, también debemos preguntarnos por la eficacia de la virtualidad entre personas de edades diferentes.
Ventajas y desventajas de la virtualidad
Indudablemente, los programas informáticos de alta calidad que usan inteligencia artificial resultan más eficientes que la didáctica tradicional para acceder a información, proveer ejercicios interactivos y explicar las ideas y procedimientos de las diversas disciplinas porque combinan recursos que no tienen profesores en un salón de clases: imágenes, sonido, videojuegos, simulaciones, hipertexto, etc.
En ese sentido es cierto que la instrucción virtual puede tener efectos notables en los procesos de instrucción. Sin embargo, desde una perspectiva práctica, no es tan claro, al menos en Colombia, pues en las últimas pruebas Saber Pro, las universidades que cuentan la oferta virtual más amplia, estuvieron en el grupo de aquellas que tuvieron los puntajes más bajos
Sobre este punto es importante aclarar que, si los profesores se limitan a dictar clases tradicionales a través de computadores, tabletas y celulares, es imposible aprovechar las capacidades que se obtienen con el diseño de Objetos de Virtuales de Aprendizaje (OVA)
Desde que llegó la pandemia, ha predominado el uso de aparatos tecnológicos para dar cátedras tradicionales, enviar lecturas y poner tareas. Como han señalado los rectores de varias universidades, lograr una verdadera educación virtual es costoso y requiere un cambio de mentalidad difícil de conseguir.
Mientras no aprovechemos el verdadero potencial que ofrecen las nuevas tecnologías, no podemos esperar que la educación virtual tenga efectos positivos en los estudiantes.
En la educación básica resulta aún más complicado emitir juicios de valor porque, aunque chicas y chicos parecen estar familiarizados con los aparatos tecnológicos, su relación con la virtualidad se limita principalmente a juegos y redes sociales, así que no está claro cómo responden a los procesos de aprendizaje formal.
Habrá que esperar a que regresen a las clases presenciales para saber a ciencia cierta cuánto progresaron en lectura crítica, matemáticas, ciencias e historia. Esa evaluación será fundamental para discriminar el progreso por grupos de edad, condición socioeconómica y nivel educativo de sus cuidadores.
La importancia de la sociabilidad
Desde comienzos del siglo XX, pedagogos, psicólogos y neurólogos han insistido en que el juego tiene un papel fundamental en el desarrollo biológico del cerebro humano porque es la forma como los niños se acercan al mundo usando los sentidos y la motricidad.
Piaget señaló acertadamente que los niños comprenden los objetos a través de la acción. Así pues, comprenden qué es un balón y para qué sirve pateándolo y lanzándolo, no leyendo sobre él ni contemplándolo. Entonces, ¿qué imagen del mundo están construyendo los pequeños a través de pantallas que únicamente muestran representaciones de las cosas? No en vano, muchos ‘gurús digitales’ les prohíben las pantallas a sus hijos hasta que cumplen doce años.
Es innegable que la educación virtual presenta grandes limitaciones en términos de sociabilidad. En estos meses llenos de video llamadas, los niños han perdido la oportunidad de socializar con los pares que tenían en las aulas de clase. El contacto físico es tan importante que a pesar de que estas tecnologías existen hace dos décadas, los altos ejecutivos siguen viajando de un lugar a otro para resolver problemas, hacer negocios y emprender nuevos proyectos.
La brecha digital
Además de las limitaciones que presentan las nuevas tecnologías en materia de sociabilidad, tenemos un problema aún más difícil de resolver: la desigualdad en el acceso a los aparatos fantásticos que permiten viajar del interior de una célula a la última frontera del universo en segundos.
Para visitar virtualmente los mejores museos del mundo, oír música proveniente de todas las latitudes, visitar bibliotecas remotas, editar vídeos y diseñar edificios es necesario contar con equipos de cómputo de última tecnología porque los equipos viejos cada vez soportan menos programas y no pueden procesar información compleja. En Colombia, la brecha digital es enorme: solo los más privilegiados contamos con conexión a internet y equipos en buen estado.
Un artículo publicado recientemente por el portal 070 señala que, de acuerdo con el
DANE, apenas el 9,4% de los hogares en zonas rurales cuenta con un computador de escritorio, portátil o tableta. Así mismo, menciona que el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE) advirtió que el 96% de los municipios del país no podrá impartir lecciones virtuales porque menos de la mitad de sus estudiantes de grado once tiene computador e internet en su casa.
Esto significa que pese a los esfuerzos realizados por el Ministerio, las Secretarías de Educación y los maestros, gran parte de la población se ha visto damnificada por la brecha digital. Los más pobres no tienen más remedio que acudir a transmisiones televisivas o radiales como si aún vivieran en el siglo pasado.
Incluso si tuviéramos equidad digital —a pesar de los costos y la obsolescencia programada—, tendríamos que enfrentar las numerosas limitaciones que presenta la virtualidad, y las desigualdades sociales que caracterizan a Colombia.
Por ahora, todo parece indicar que el miedo al virus hará que el confinamiento de los niños se extienda en gran parte del país lo que queda del año.
[1] Los OVAs son diseños instruccionales que incorporan contenidos digitales autocontenibles, interoperables, flexibles y accesibles; están basados en un propósito educativo, capaces de incorporar actividades de aprendizaje y de evaluación, utilizando herramientas de contextualización.
Autor: Francisco Cajiao
Fuente de la Información: https://razonpublica.com/va-la-educacion-virtual-colombia/
Deterioro de los servicios públicos, aumento de la desnutrición aguda y resurgimiento de estrategias de sobrevivencia son algunas de las realidades registradas por la organización Cáritas de Venezuela, enfocada en la atención a las comunidades más vulnerables, durante el primer semestre de 2020.
“Lo que hemos visto es un deterioro total de las condiciones. La gente tiene menos agua, menos gas, muchas necesidades, pero no tienen ingresos”, expresa Janeth Márquez, directora nacional de Cáritas de Venezuela a Efecto Cocuyo.
La socióloga indica que las estrategias de sobrevivencia que se utilizaron desde 2017, y que habían empezado a diluirse en 2019, resurgieron a comienzos de 2020: las personas recurrieron a buscar en las basuras, a hacer solo dos comidas al día, tener solamente carbohidratos en la mesa o a distanciar las comidas.
Añade que han registrado un aumento de la desnutrición aguda como consecuencia de la falta de ingresos para comprar alimentos que cubran los requerimientos nutricionales. De acuerdo con los últimos monitoreos de la organización católica, también se ha debilitado la entrega de los alimentos subsidiados de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap): para enero llegaba a 73% de los hogares, pero los últimos indicadores apuntan a que descendió a 46%.
Atención en pandemia
“La gente que viene de la crisis compleja más la pandemia está sufriendo mucho y tiene que buscar estrategias de sobrevivencia”, dice Márquez.
Desde el inicio de la epidemia de COVID-19 en Venezuela, Cáritas publicó 10 lineamientos para mantener la atención, con métodos de protección, en sus divisiones parroquiales, diocesanas y nacionales. Cambiaron de realizar actividades colectivas a implementar actividades casa por casa.
“Hemos podido ver otras realidades y hemos podido palpar la necesidad de mucha gente vulnerable, mucha gente que no tiene con qué comer. Hemos podido ver cómo ha aumentado la pobreza, la necesidad en nuestro país, especialmente en zonas vulnerables y zonas donde no habíamos llegado”, agrega la politóloga.
Según Márquez, en los últimos meses de emergencia sanitaria han podido alcanzar nuevas poblaciones más pobres a las que antes no podían llegar, especialmente en zonas periféricas. Uno de los obstáculos para la realización de sus labores fue la falta de gasolina, pero asegura que presenciaron la solidaridad y la reinvención con el uso de bicicletas y redistribución del trabajo.
“Hemos visto pobres que ayudan a pobres, cómo pobres han ayudado incluso a hacer la comida de los venezolanos que están regresando”, señala.
Sin embargo, Cáritas alerta sobre el aumento de la depresión, la violencia y el maltrato infantil en hogares producto de la pandemia y la cuarentena. Entre enero y mayo se hicieron 222 diagnósticos de situaciones violentas en la categoría “efectos de privaciones o maltratos”. De acuerdo con la organización, 82% de las personas que consultaron por enfermedades mentales y del comportamiento reportaron situaciones de violencia.
Además atendieron 11 consultas de traumatismos y accidentes en bebés menores de un año, seis más que el último trimestre de 2019.
Alimentación: la primera necesidad del venezolano
Para Janeth Márquez, en el segundo semestre de 2020 Cáritas priorizará la atención alimentaria, especialmente en poblaciones de cero a cinco años, embarazadas y adultos mayores, además de la entrega de medicamentos para enfermedades crónicas y el enfoque en el sector de agua e higiene. Los objetivos son evitar que la desnutrición marque el futuro de la vida de los niños, reducir las complicaciones por enfermedades no transmisibles y mejorar la cultura de higiene.
La directora nacional de Cáritas de Venezuela explica que hasta ahora la cooperación no ha tenido tanta fuerza y no ha entrado suficiente ayuda. Ante este escenario, la Iglesia sugiere que se permita el ingreso de ayuda del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para que el país pueda responder las necesidades de la población.
Según Márquez, en los últimos meses de emergencia sanitaria han podido alcanzar nuevas poblaciones más pobres a las que antes no podían llegar, especialmente en zonas periféricas. Uno de los obstáculos para la realización de sus labores fue la falta de gasolina, pero asegura que presenciaron la solidaridad y la reinvención con el uso de bicicletas y redistribución del trabajo.
“Hemos visto pobres que ayudan a pobres, cómo pobres han ayudado incluso a hacer la comida de los venezolanos que están regresando”, señala.
Sin embargo, Cáritas alerta sobre el aumento de la depresión, la violencia y el maltrato infantil en hogares producto de la pandemia y la cuarentena. Entre enero y mayo se hicieron 222 diagnósticos de situaciones violentas en la categoría “efectos de privaciones o maltratos”. De acuerdo con la organización, 82% de las personas que consultaron por enfermedades mentales y del comportamiento reportaron situaciones de violencia.
Además atendieron 11 consultas de traumatismos y accidentes en bebés menores de un año, seis más que el último trimestre de 2019.
Alimentación: la primera necesidad del venezolano
Para Janeth Márquez, en el segundo semestre de 2020 Cáritas priorizará la atención alimentaria, especialmente en poblaciones de cero a cinco años, embarazadas y adultos mayores, además de la entrega de medicamentos para enfermedades crónicas y el enfoque en el sector de agua e higiene. Los objetivos son evitar que la desnutrición marque el futuro de la vida de los niños, reducir las complicaciones por enfermedades no transmisibles y mejorar la cultura de higiene.
La directora nacional de Cáritas de Venezuela explica que hasta ahora la cooperación no ha tenido tanta fuerza y no ha entrado suficiente ayuda. Ante este escenario, la Iglesia sugiere que se permita el ingreso de ayuda del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para que el país pueda responder las necesidades de la población.
“La necesidad más fuerte que tiene el venezolano es el alimento. La gente se levanta con el horizonte de ver dónde conseguir la comida. No hay ingresos y nuestras familias vulnerables se hacen cada vez más necesitadas”, dice. “Para el segundo semestre del año, el Estado, las organizaciones no gubernamentales y la Iglesia deben ver ese diagnóstico de tanta necesidad. Se debe priorizar la necesidad más fuerte de la población y desde ahí hacer programas que respondan a esta necesidad”.
En cifras
Según el más reciente boletín del Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención Alimentaria y Nutricional (Saman) de Cáritas, correspondiente al mes de abril, la desnutrición aguda global (GAM) en menores de cinco años pasó de 8,9% en enero de 2020 a 17,3% en abril. 27% de los niños menores de seis meses evaluados tenían desnutrición.
La medición, realizada en 48 parroquias en los estados Apure, Barinas, Bolívar, Carabobo, Miranda, Sucre, Yaracuy y Zulia, arrojó como resultado que 88% de los hogares encuestados recurrieron a comer menos. Además, 78% de los hogares expresaron comer peor, 63% recurrieron a pedir alimentos y 51% tuvieron que rebuscar alimentos en lugares no convencionales.
Solo 11% de los hogares reportaron tener agua siempre.
De acuerdo al último boletín epidemiológico de Cáritas, las enfermedades neuropsiquiátricas ocuparon el primer lugar entre las consultas registradas en el primer trimestre del año, con 679 consultas por problemas de la esfera neuropsiquiátrica. La mayor parte de los diagnósticos estuvieron asociados a conductas disruptivas. En el segundo lugar quedaron los trastornos del desarrollo, que la organización llama a cotejar con la situación nutricional de los niños desde el inicio de la emergencia humanitaria, mientras que los síndromes ansiosos y depresivos pasaron al tercer lugar.
Fuente de la Información: https://efectococuyo.com/salud/desnutricion-aguda-sigue-en-aumento-durante-la-pandemia-alerta-caritas-de-venezuela/
La fatalista «profecía» sobre Venezuela que hizo un joven hace más de 80 años
Arturo Uslar Pietri fue un político escritor que ganó el Premio Príncipe de Asturias de las Letras
Margarita Rodríguez / BBC News Mundo
Tenía 30 años y ante sus ojos claros y grandes había un país que se estaba transformando dramáticamente.
En 1936, Arturo Uslar Pietri tenía una inquietud y parecía angustiarle:
“Esta gran proporción de riqueza de origen destructivo crecerá sin duda alguna el día en que los impuestos mineros se hagan más justos y remunerativos, hasta acercarse al sueño suicida de algunos ingenuos que ven como el ideal de la hacienda venezolana llegar a pagar la totalidad del Presupuesto con la sola renta de minas, lo que habría de traducir más simplemente así: llegar a hacer de Venezuela un país improductivo y ocioso, un inmenso parásito del petróleo, nadando en una abundancia momentánea y corruptora y abocado a una catástrofe inminente e inevitable”.
Ese es uno de los fragmentos del editorial que el intelectual venezolano escribió ese año y que tituló: “Sembrar el petróleo”.
Se trata de una frase que ha acompañado a varias generaciones de venezolanos.
Las interpretaciones de ese texto son diversas: para muchos es simplemente una reflexión personal sobre el momento histórico que vivía el país, mientras que para otros va más allá.
“Es una profecía autocumplida”, señaló en 2016 José Rafael Revenga, amigo de Uslar Pietri, estudioso de su obra y filósofo venezolano.
Antonio Ecarri, presidente de la Fundación Casa Arturo Uslar Pietri, tiene una opinión similar y añade:
“Más que una profecía, ‘Sembrar el petróleo’ se convirtió en la gran tarea inconclusa de los venezolanos”, le dice a BBC Mundo.
“Y eso lamentablemente nos tiene hoy como el peor ejemplo de la región en cuanto a desarrollo económico y pobreza”.
“La conciencia nacional”
Arturo Uslar Pietri es una de las plumas más brillantes de la literatura venezolana.
Uslar Pietri es considerado uno de los pioneros del Realismo mágico
Fue autor de “Las lanzas coloradas”, “El camino de El Dorado”, “Oficio de difuntos”, “La isla de Robinson”, “De una a otra Venezuela”, entre otras obras.
Escribió decenas de ensayos, cuentos, poesías y obras de teatro. Fue uno de los pioneros del realismo mágico.
Ganó varios premios literarios, entre ellos, el Príncipe de Asturias de Las Letras y el Rómulo Gallegos.
Fue abogado, periodista, filósofo, político, senador, ministro, pero quizás muchos venezolanos lo recuerdan más por sus programas de televisión,en los cuales enseñaba historia.
Se le considera uno de los intelectuales más importantes de Venezuela del siglo XX.
En 1958, durante el régimen de facto de Marcos Pérez Jiménez fue detenido por firmar un “manifiesto contra la dictadura” y en 1963 se lanzó a la presidencia, pero sin éxito.
Uslar Pietri fue detenido por las fuerzas del General Marcos Pérez Jiménez (en el centro de la imagen), que gobernó Venezuela entre 1948 y 1958
De hecho, tras su muerte en 2001, el obituario del diario británico The Guardian lo recordó como “posiblemente el mejor presidente que Venezuela nunca tuvo”.
El autor de ese artículo, Phil Gunson, lo llamó: “El escritor que fue la conciencia nacional de Venezuela”.
En 1997, Uslar Pietri llegó a decir:
“Si en este momento, por azar infortunado del destino, los precios del petróleo bajaran de una manera importante en el mercado mundial, Venezuela sería un caso para la Cruz Roja Internacional. Aquí vendrían a repartir sopas en las esquinas”.
¿Qué quiso decir?
Cuando Uslar Pietri escribió el editorial que salió publicado en el diario Ahora, Venezuela estaba en el proceso de pasar de ser un país rural a uno petrolero.
Uslar Pietro atestiguó la transición de una Venezuela rural a un Venezuela petrolera.
“Uslar Pietri fue una voz más entre un grupo de intelectuales que expresaba sus inquietudes sobre los retos del país que estaba saliendo (del régimen autoritario) de Juan Vicente Gómez”, le dice a BBC Mundo Edgardo Mondolfi Gudat, viceprimer director de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela.
“En ese momento el petróleo no tiene un rol central en la economía del país, es una actividad periférica”.
Lo significativo de ese editorial, reflexiona el historiador, es que pone de manifiesto “que los venezolanos en ese momento no sabían lo que era el petróleo, no sabían los alcances del petróleo ni sus posibilidades futuras, ni su finitud o infinitud como recurso”.
Uslar Pietri planteaba en su escrito que esa riqueza era “limitada” y que el ingreso petrolero era algo transitorio que debía invertirse en actividades no petroleras:
“Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas y amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias nacionales”.
¿Profecía? ¿Comodín?
Cuando se cumplieron 80 años de la aparición del editorial, la Fundación Casa Arturo Uslar Pietri publicó una entrevista con Revenga en la que reflexionaba sobre cómo el planteamiento terminó siendo una “profecía autocumplida”:
Torres petroleras en Maracaibo. Se desconoce la fecha de la imagen.
“La siembra no ha contado con la semilla y cuando se contaba con ellas eran bien escasas, fueron sembradas en terrenos baldíos infértiles sin fertilizantes, sin tractores ni repuestos y sin entrenamiento para los agricultores o agroindustriales. Cuando todo esto se solventaba, se superaban las barreras y los obstáculos, entonces los créditos para sembrar en agricultura, ganadería o agroindustria terminaron por parar fuera del país”, señaló.
«Lo que estamos viendo en Venezuela es el fracaso de la siembra del petróleo porque el Estado acaparó todas las actividades del pueblo, de la gente, de la iniciativa de las personas y por eso nos encontramos donde estamos ahora. Eso no solamente se dio en los últimos 17 años (desde la llegada del chavismo en 1999) sino que viene de las últimas tres décadas”, indicó el analista.
“Sembrar el petróleo” ha sido una idea muy conocida y repetida en distintos contextos entre los venezolanos de diferentes épocas y edades.
Pero para el doctor en Historia Luis Alberto Buttó, con ese editorial sucede lo que ha pasado con muchas grandes obras de la literatura: “Que muchísima gente las cita pero nunca se las han leído, no conocen a profundidad su contenido
La frase se convirtió en “una especie de comodín repetido por generaciones”, le dice a BBC Mundo el coordinador del Postgrado en Ciencia Política de la Universidad Simón Bolívar (USB), en Caracas.
Además, no todos en Venezuela están de acuerdo con que se le llame una profecía.
“Los historiadores no manejamos ese tipo de vocabulario”, enfatiza Mondolfi Gudat.
“Equivocado”
Buttó, quien es director del Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad, considera que el editorial tenía un problema:
Uslar Pietri ganó diversos premios, entre ellos, el Rómulo Gallegos.
“El planteamiento de Uslar estaba equivocado de raíz porque consideraba que la economía basada en la explotación de los recursos petroleros, la cual estaba en pleno crecimiento, era negativa, destructora porque su fundamento era la renta”, explica.
El autor, dice, creía que los frutos de esa actividad debían ser invertidos en el desarrollo del sector agrícola.
“Mientras el mundo marchaba hacia una industrialización acelerada, el pensamiento de Uslar se mantenía anclado a una economía rural”, señala el profesor.
Si hubiésemos desarrollado el sector agrícola, hubiésemos dependido de ese sector única y exclusivamente. Pero ¿dónde estaba la diversificación de la economía?”
Algo que obvia Uslar Pietri, de acuerdo con Buttó, es en qué se debía invertir la renta petrolera.
Y la respuesta no era otra que en el capital humano.
“Sí se sembró”
“El petróleo se sembró pero no de la forma como lo señalaba Uslar Pietri”, indica el historiador de la USB.
Rómulo Betancourt, uno de los presidentes de Venezuela
“Se sembró en el desarrollo de la gente, que fue un proceso que llevó a cabo la élite que instituyó la democracia en Venezuela a partir de 1958”.
Líderes como Rómulo Betancourt, Rafael Leoni, Luis Beltrán Prieto Figueroa invirtieron esa renta petrolera en “el potencial de los venezolanos como agentes creadores”.
Un ejemplo fue la masificación de la educación, no sólo primaria y secundaria sino universitaria.
“Cuando cae la dictadura de Pérez Jiménez en 1958 y se instaura la democracia en Venezuela, la mitad de la población era analfabeta.
Dos décadas después, el porcentaje de analfabetismo era muy bajo”, dice.
En ese mismo periodo, el número de universidades pasó de seis a más de cien centros e institutos de educación superior.
“Eso permitió un proceso de formación de una clase media muy bien preparada y sólida que al volcar sus esfuerzos en las distintas áreas productivas del país permitió alcanzar importantes niveles de desarrollo”, explica el doctor.
Salud e infraestructura
Gracias a las inversiones en el sector de la salud la expectativa de vida del venezolano cambió de forma positiva.
Parte de los ingresos petroleros ayudaron a realizar múltiples obras de infraestructura y modernización en toda Venezuela. Así se veía Caracas en 1978
Además, el país vio los beneficios de las obras de electrificación e infraestructura.
“Llegamos a tener autopistas y carreteras que eran modelo en América Latina. Ningún país en la región lo tenía”.
“De hecho, fue motivo de estudio para que ingenieros de otros países vinieran a estudiar cómo lo habíamos logrado”, reflexiona Buttó.
Además, los líderes que le dieron solidez a la democracia en Venezuela ayudaron a convertir a PDVSA en una de las empresas petroleras más importantes del planeta.
Para Mondolfi Gudat el petróleo fue el gran motor de la transformación nacional.
“Fatalista”
El viceprimer director de la Academia Nacional de la Historia dice que más allá de que Uslar Pietri “hubiese tenido ojo para diagnosticar el problema del petróleo en 1936”, hay algo que lo hace discrepar profundamente del pensador: su actitud crítica frente al rol del petróleo en la economía venezolana.
El Editorial de «Sembrar el petróleo» se escribió en 1936. Imagen de 1937
“Es que siempre tuvo una actitud demasiado fatalista con respecto al petróleo y sus posibilidades transformadoras”, indica.
“Esa tendencia de Uslar de ver el petróleo como una actividad generadora de ocio y de parasitismo y que llevaría a la sociedad a nadar en una abundancia momentánea y corruptora forma parte de su discurso fatalista”, señala Mondolfi Gudat.
La reflexión de Buttó va más allá:
“Yo no veo cuál puede ser la desgracia de que un país cuente con un inmenso caudal de recursos que pueda utilizar para su propio desarrollo”.
Si la industria petrolera llegó a ser la principal industria del país, obviamente tenía que ser la principal fuente de ingresos fiscales de la nación”, indica.
Y ese proceso no provocó que la gente dejara de trabajar.
“La gente se preparó y montó sus propios negocios y emprendimientos y eso contribuyó al desarrollo del país”, indica.
No se cumplió
“Yo no veo esa profecía que hizo Uslar en su momento”, dice el profesor.
Venezuela sufre una escasez petrolera
«Al fin y al cabo, el que la gente de un país sea productiva no depende del recurso con el que cuenta sino de la consciencia sobre su papel en la construcción de la nación”.
“Si alguien dice que esa llamada profecía de Uslar se cumplió, yo diría que no fue así. El país avanzó, creció, se desarrolló”, explica Buttó.
Pero aclara: “Distinto es que las élites que en algún momento llegaron a gobernar el país o lo gobiernan hayan hecho una mala utilización de esos recursos”.
Para el historiador, el proceso de invertir en el capital humano se estancó “por la vigencia de ideologías desfasadas en la mentalidad (de quienes) en las últimas décadas han gobernado a Venezuela”.
«El hecho de que nosotros estemos en condiciones deplorables, como las que actualmente atravesamos, no se debe a que desarrolláramos una industria petrolera de importancia y al hecho de que nuestra economía descansara en la industria petrolera», afirma Buttó.
«Se debe precisamente al proceso de destrucción, de desmantelamiento, de atraso que ha experimentado la industria petrolera en los últimos años, porque si estuviésemos en los niveles de producción y de comercialización del petróleo en el que deberíamos estar en este momento y se hubiese seguido el plan adecuado de inversiones y de reforzamiento de la industria, la historia sería distinta”.
Factores ajenos
En uno de los fragmentos del editorial, Uslar Pietri señala:
En los últimos años la producción de petróleo ha sufrido una fuerte caída.
“La riqueza pública venezolana reposa en la actualidad, en más de un tercio, sobre el aprovechamiento destructor de los yacimientos del subsuelo, cuya vida no es solamente limitada por razones naturales, sino cuya productividad depende por entero de factores y voluntades ajenos a la economía nacional”.
De acuerdo con Mondolfi, Uslar Pietri expresó una inquietud que tenía que ver con los vaivenes que afectaban de manera significativa los principales productos de exportación no petrolera venezolanos como el café o el cacao.
“Expresa una angustia de cómo anticiparse para evitar las incidencias de esas fluctuaciones (en los mercados internacionales), pero no está revelando nada nuevo con respecto a algo que es propio de los commodities” (materias primas).
Buttó lo interpreta como una preocupación basada en la dinámica del negocio petrolero de esa época:
“Yo creo que Uslar Pietri se refería a que la industria petrolera venezolana estaba en manos de compañías extranjeras y la única fuente de ingreso que Venezuela obtenía del negocio petrolero estaba basado en el cobro de regalías (…) Y los impuestos sobre la renta que generaba la venta de ese petróleo”.
“Maldición”
En otro apartado, Uslar Pietri señala:
PDVSA, Petróleos de Venezuela, llegó a ser una de las empresas más importantes del mundo en el ámbito energético.
“Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales”.
Buttó reflexiona: “Si estuviese de acuerdo con eso, negaría mi propia condición”.
“Me formé en instituciones del Estado venezolano, toda mi vida profesional la he dedicado al desarrollo de mi país. Jamás he sido un flojo, jamás he sido un aprovechador de esos recursos”.
“Y sería negar la condición de millones de venezolanos que hemos puesto nuestro empeño, nuestro trabajo, en función del desarrollo nacional”.
Mondolfi Gudat señala: “No comparto esa visión de la maldición del petróleo (…) porque creo que si algo hizo el petróleo fue darle un sentido absolutamente inesperado a lo que iba a significar la dinámica venezolana y al mejoramiento no sólo de las condiciones materiales de la sociedad, sino del advenimiento de agentes de poder distintos a los núcleos gobernantes”.
La dependencia
Para Ecarri, Uslar Pietri quería, con su editorial, alertar al país de que no se volviera dependiente de la renta petrolera y de que aprovechara esos recursos y los invirtiera en otras áreas de la economía.
Venezuela es el país con las mayores reservas de petróleo del mundo
“Es una advertencia en el marco del nacimiento de un país petrolero que después se convertiría en el primer exportador de petróleo en el mundo con una producción que llegaba casi a los 4 millones de barriles diarios”, señala.
Si bien el presidente de la Fundación Casa Arturo Uslar Pietri reconoce que se hicieron grandes obras de infraestructura gracias a la renta petrolera, hubo un efecto colateral:
“Lamentablemente lo que se hizo con la industria petrolera fue hacer crecer al Estado de manera abusiva, de manera inmensa, y eso provocó que la sociedad venezolana entera dependiera de él y no al revés”.
Y, de acuerdo con Ecarri, eso fue algo que anticipó Uslar Pietri con los años:
“Mientras que en su editorial de 1936 apostaba por darle fuerza al Estado porque era muy débil, a partir de 1958 advierte que el Estado no debía crecer tanto y que no fuésemos absolutamente dependientes de él”.
“Lo que planteaba Uslar con ‘sembrar el petróleo’ era utilizar la renta petrolera para construir una economía sólida, con niveles sociales y económicos adecuados y teniendo la educación como la gran bandera”.
Un profundo pesimismo
Según Ecarri, la idea de “sembrar el petróleo” sería una constante en el pensamiento y la obra de Uslar Pietri a lo largo de las décadas.
Uslar Pietri fue crítico de la forma cómo diversos gobiernos de Venezuela usaron los ingresos petroleros. Juan Barreto.
Y el pesimismo también lo acompañaría, como se deja constancia en la gran “Entrevista a Arturo Uslar Pietri: ajuste de cuentas” del ensayista, poeta e historiador venezolano Rafael Arráiz Lucca.
La conversación, publicada en Prodavinci en 2019, evoca una serie de encuentros que el autor sostuvo con Uslar Pietri durante 2000 y 2001.
A sus 94 años, el intelectual volvería a ser implacable con Venezuela:
“(…) se hizo un país subsidiado, un país rentista, esa cosa horrible que es ser un país rentista. Venezuela es un país que no vive de su trabajo, vive de la renta petrolera, que la maneja el Estado, que le cayó al Estado como un don del cielo, y los venezolanos no hemos sido capaces de hacer eso que yo dije hace 60 años, y que me he cansado de repetir sin que nadie me haga caso: hay que sembrar el petróleo”.
E insistía en que a ningún país latinoamericano “le llovió de repente una riqueza gigantesca, que equivale a seis o siete planes Marshall”, en referencia al plan de ayuda de EE.UU. a Europa para la reconstrucción tras la II Guerra Mundial.
“Estoy muy angustiado con esto que está pasando con este país. Este es un momento muy malo, muy peligroso, hay mucho dinero, muchísimo dinero y no hay orientación”, le dijo a Arráiz Lucca.
“No tengo esperanzas”.
“Hay que ver lo que hubiera sido este país con esa montaña de recursos, si el Gobierno hubiera tenido un poquito de sentido común”.
Fuente de la Información: https://www.bbc.com/mundo/noticias-53082364
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