Redacción: Caras y Caretas/17-10-2018
Hay un proceso de mercantilización de la educación pública impulsada por grandes multinacionales. En países como el Reino Unido y Estados Unidos, pero también en África, esta estrategia está promoviendo la competencia entre las escuelas con una secuela de segregación y discriminación.
Evaluaciones en manos de empresas, fondos públicos para financiar instituciones privadas, venta de paquetes de ayuda para quienes tienen notas bajas, forman parte de una estrategia llevada adelante por grandes multinacionales. La privatización y mercantilización de la educación pública avanza en el mundo, según señalaron a Caras y Caretas Angelo Gavrielatos y Susan Robertson, de la Internacional de la Educación, una federación que representa a más de 30 millones de trabajadores y trabajadoras de la educación. Gavrielatos y Robertson estuvieron en Montevideo para participar del seminario “La educación pública ente el proyecto de la globalización neoliberal” organizado por la Federación Nacional de Profesores (Fenapes) y la Federación Uruguaya del Magisterio-Trabajadores de la Educación Pública (Fum-Tep). Cuestionaron a las pruebas Pisa por su carácter y destacaron el sistema educativo finlandés ya que este, a su juicio, es lo contrario de la privatización en marcha.
¿Cuál es el motivo de vuestra visita a Uruguay?
Angelo Gavrielatos. Estamos aquí como integrante de la Internacional de la Educación, una federación global de sindicatos de la educación que representa a más de 30 millones de trabajadores y trabajadoras de la educación en 170 países. Más de 400 organizaciones sindicales la integran. Estamos aquí como parte de nuestra campaña global frente a la comercialización y mercantilización de la educación.
La privatización educativa está considerada como una de las principales amenazas a nivel mundial para poder alcanzar una educación de calidad. Estamos trabajando en Uruguay, como estamos en Argentina, en Perú, en Honduras, en otros lugares de América Latina y del mundo. Estamos aquí para ver cuál es la manera más adecuada de poder confrontar esta amenaza.
Esta no es nuestra primera vez en Uruguay, vinimos el año pasado para lanzar una investigación sobre la privatización educativa, un mapeo de cuáles son las principales tendencias privatizadoras en Uruguay.
En esta visita nos ha acompañado la académica de la Universidad de Cambridge, Susan Robertson, quién tiene un gran conocimiento sobre los temas de privatización y que ha coordinado la investigación que se ha hecho en Argentina sobre privatización educativa.
Susan Robertson. Soy una investigadora independiente y he estado estudiando el fenómeno de la privatización educativa durante más de 20 años en diferentes países de todo el mundo. Uno de mis intereses particulares en el caso de Uruguay es analizar desde la perspectiva de la gobernanza global y cómo puede haber ciertas organizaciones a nivel global que influyen.
Cuando hablamos de privatización y mercantilización de la enseñanza, ¿a qué ejemplos concretos se puede referir?
AG-La privatización tiene muchas caras, se manifiesta de manera diferente en cada país según el contexto político, el contexto social.
SR-El caso concreto del Reino Unido, por ejemplo, donde la evaluación se ha privatizado, tanto para estudiantes como para docentes. La inspección escolar también, los inspectores son privados, la gestión de muchas de las escuelas es también privada, han surgido escuelas con ánimo de lucro que están gestionadas por empresas y los docentes que trabajan para estas escuelas lo hacen para las empresas también. Hay compañías que gestionan cadenas de escuelas con ánimo de lucro en el Reino Unido, y también se están instalando en países del sur como en África. Liberia, por ejemplo.
AG-En Uruguay hablamos de una privatización latente, algo que va escalando dentro del sistema educativo.
SR-El discurso que justifica estas tendencias es de que si uno gestiona la escuela de la misma forma en que se gestiona una empresa, siempre tendrá una mejor eficacia, mayor eficiencia y por lo tanto, en el caso de la educación, esto va a a redundar en una mayor calidad.
En Uruguay hay liceos públicos de gestión privada…
AG-A pesar de este discurso que dice que los resultados académicos mejoran con la aplicación de principios de mercado a los sistemas educativos, tenemos evidencia suficiente, e investigaciones, que nos demuestran que no es así. Que la aplicación de principios de mercado a los sistemas educativos públicos siempre va a profundizar en la segregación educativa y en las desigualdades. Es un sistema que provoca una mayor desigualdad social.
SR-Uno de los principios de mercado que se aplican es la competitividad en las escuelas, o sea que las escuelas tienen que competir. Está claro que en esta competencia entre escuelas habrá unas ganadoras y otras perdedoras, y ahí es donde se produce la segregación y la desigualdad.
¿Cómo ven la situación actual en Uruguay?
AG-Hacemos un análisis partiendo de las propuestas que se están haciendo y de las consecuencias que ellas han tenido en otros países. Una de las propuestas habla de fomentar una mayor autonomía escolar frente a un sistema muy centralizado como es el uruguayo. Sabemos que esto produce una atomización del sistema educativo. Esto lo dice el informe 2016 de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) sobre Uruguay. Habla particularmente de esta necesidad de descentralizar, de dotar de mayor autonomía escolar para mejorar la eficiencia.
Esto entra en contradicción con otros informes de la OCDE que dicen todo lo contrario. Informes recientes indican que si se quieren mejorar los resultados académicos se debe llegar a todo el sistema, a todos los niños y niñas. No se puede estar en competencia entre las escuelas.
SR-No tiene que ser siempre un proceso de descentralización, hay casos en que se da lo contrario en sistemas descentralizados pero donde los maestros tiene más posibilidades de organizarse e incidir, se busca centralizarlo más. Según el análisis de Cambridge es más una cuestión de desempoderar y desorganizar a los maestros, de separar, puede ir en la dirección de centralizar o descentralizar.
AG-En el caso de las alianzas público-privadas que se vienen promoviendo en todo el mundo hay evidencia de que no tienen un alto nivel de eficiencia como se dice y tampoco mejoran los resultados académicos.
SR-Incluso el Banco Mundial, que es uno de los actores que más promovido las alianzas público-privadas, reconoce en uno de sus últimos informes que objetivamente las uniones público-privadas no son una garantía de una mayor eficiencia ni de mejores resultados académicos.
AG-De acuerdo a la investigación que realizamos nos parece que Uruguay se encuentra en un cruce de caminos. Puede seguir la senda de la privatización con todas sus consecuencias negativas o puede fortalecer más aún su sistema público educativo. Los países que tienen los sistemas educativos más fuertes son aquellos que muestran los mejores resultados académicos.
Muchas de las propuestas que se están viendo ahora, presentadas como innovadoras, fueron implementadas en países anglosajones hace años, en Estados Unidos, en el Reino Unido, y ahora conocemos las consecuencias. Sabemos que este plan privatizador no ha funcionado. En ese sentido Uruguay está en una posición privilegiada al poder observar y aprender de esas experiencias y no repetir los mismos errores.
Tenemos que ver qué es lo que queremos decir con privatizar. Se trata de grandes empresas que quieren hacer mucho dinero con la educación.
¿Qué intereses se pueden identificar atrás de esta estrategia?
SR-Tenemos grandes multinacionales, como Pearson de origen estadounidense, que dirige toda la industria de la evaluación estandarizada. La evaluación como tal hoy en día es una industria a nivel global y genera unos beneficios enormes. Derivado de esto se encuentran los denominados servicios de apoyo. Cuando van a una escuela que no saca buenas notas se venden paquetes de apoyo para mejorar lo que está fallando.
Hay grandes multinacionales que tienen estas cadenas de escuelas con ánimo de lucro implantadas en muchos países, en África, en la India, en América Latina. Tenemos la Fundación Varkey en Argentina que es dueña de una cadena de escuelas. O en Estados Unidos las cadenas de escuelas chárter, que son instituciones con ánimo de lucro. En este caso estamos hablando de fondos públicos que van a actores privados y que además no alcanzan la excelencia a la hora de analizar los resultados.
Cuando se habla de alianzas público-privadas decimos que se trata de dinero público para la ganancia del sector privado.
Los liceos públicos de gestión privada que se han instalado en Uruguay funcionan en base a la exoneración de impuestos a empresas que los financian…
AG-La exoneración fiscal es dinero que no se utiliza para invertir en la educación pública y para mejorarla. Se trata también de qué tipo de sociedad queremos, qué tipo de sociedad estamos construyendo. Queremos una sociedad en la que cada niño o niña, independientemente de su origen, p
uedan desarrollar su potencial al máximo. Pero vemos que estamos teniendo una sociedad más fragmentada, más segmentada, donde algunos niños o niñas van a poder tener éxito gracias a la educación.
Las pruebas Pisa, ¿forman parte de la estrategia?
SR-Primero hay que decir que las pruebas Pisa son dirigidas por una gran multinacional y son financiadas con dinero público.
Nosotros como sindicato de docentes no nos oponemos a la evaluación. Pisa forma parte de un sistema de evaluación estandarizada a nivel global. El hecho de que se haga una evaluación internacional no es malo en sí mismo, el problema es que Pisa se ha convertido en una industria. El problema es que los datos que se están generando a través de Pisa se están usando de manera ideológica para servir a determinados intereses.
Otro de los problemas que tiene Pisa es que solo analiza tres áreas; alfabetización, matemáticas y ciencias, fuera de estas tres áreas no se sabe absolutamente nada.
Otro tema de Pisa es que crea rankings en los que se compite entre realidades muy dispares como Finlandia y Perú. Tampoco el contexto latinoamericano se tiene en cuenta.
Por eso aparecen realidades muy dispares, países muy diferentes que incluso tienen objetivos distintos y como en un mundial de fútbol compiten al mismo nivel.
AG-No nos gusta el concepto de ganadores y perdedores en educación porque esto sirve en el fútbol pero no en la educación. Y Pisa se ha convertido en uno de los temas más mediatizados a nivel educacional en todos los países. Cada vez que las pruebas Pisa salen se publican en los medios de comunicación de todo el mundo, cosa que no sucede con otros temas educativos.
Las pruebas Pisa no mejoran los resultados académicos en ningún país. Cuando hablamos de la manipulación de los datos de Pisa hay un ejemplo muy concreto y es que hay países como Finlandia que han obtenido los puestos más altos durante varios años consecutivos y cuyas políticas educativas no tienen absolutamente nada que ver con todas estas políticas que se promueven desde la OCDE y que hablan de más autonomía escolar, más competitividad. En Finlandia no existe un sistema competitivo en absoluto. Es un sistema que tiene apenas evaluación. Es uno de los países donde la profesión docente es mas respetada, mejor remunerada, tiene mejores condiciones laborales y una gran autonomía profesional a la hora de enseñar. Los docentes participan activamente en el diseño del plan de estudios. Y a pesar de estos, que es claro en los resultados de Pisa, es uno de los datos que la OCDE ignora y promueve políticas que no van en esa línea.
Fuente: https://www.carasycaretas.com.uy/un-llamado-de-alerta-ante-la-privatizacion-de-la-ensenanza-publica/