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Convenio Cuba-Venezuela y seguimos creciendo desde nuestras raíces

Centro América/America Del Sur/Cuba-Venezuela/ Agosto del 2016/ Centro Internacional Miranda.

Resumen:

Se plantea  que: Desde marzo 2011, y liderado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, surgen los estudios postdoctorales con la intención explícita de contribuir en las transformaciones revolucionarias  de ese nivel  educacional  con el objeto de contribuir  al perfeccionamiento permanente de la preparación de los doctores participantes, en temas que constituyen prioridades como lo es la política de transformación universitaria.  En este sentido como también diseñaron  un programa en cinco etapas , el que tuvo como enfoque  metodológico  la sistematización. Fue validado su uso  como método y como resultado en cada una de las etapas, lo que permite   expresar los vínculos entre la teoría y la práctica . Así mismo en el texto se relacionan 9 anexos  que complementan  el documento  principal: recogen el proceso  seguido de cada etapa con los involucrados en el proceso y  las proyecciones de las investigaciones  referidas a la transformación  Universitaria  desde la praxis .

Fuente: Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria  y El Centro Internacional Miranda (CIM)

Fuente imagen : https://lh3.googleusercontent.com/ZEIbIm70q4PF77uCNgUYSpFOAdYSsUIq9_nezt-v5Ibuh-YC-5O2A1hhpRkOdk2P6GA85lM=s113

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Libro: La Guerrilla Urbana por Hector Acedo Aponte

América del Sur/Venezuela/Agosto del 2016/

La Guerrilla Urbana años 1960 al 68 respuesta de la juventud al pacto de punto fijo.

Resumen:

Héctor Acedo nos ofrece La Guerrilla Urbana  como un libro de memorias,  que fue hivalando a medida que le llegaban los recuerdos y a luz del testimonio  recogido luego de largas conversaciones con compañeros y camaradas  que fueron protagonistas, directos de muchos de los hechos  que aquí se narran .

La lucha que emprendieron los movimientos estudiantiles y juveniles venezolanos de los años 60 del siglo XX, con el ideal de construir una sociedad justa e igualitaria y contra los gobiernos puntofijistas, son algunos de los hechos que narra el militante Héctor Acedo en el libro La Guerrilla Urbana años 1960 al 68. Respuesta de la juventud al Pacto de Punto Fijo, que se presentó en el Cuartel San Carlos.

En el texto, el autor narra año por año -a partir de 1960 y hasta 1968- los hechos históricos que ocurrían en la Venezuela de aquel entonces y la manera en la que las y los jóvenes se organizaron “para hacer frente a los actos de violencia que había por parte del Gobierno”.

El libro, que fue publicado con el apoyo del Centro Internacional Miranda y de la Empresa de Telecomunicaciones de los países del Alba (Albatel), no solo cuenta algunos hechos que guardaba Acedo de las luchas que tuvo en aquellos años y por las que llegó a estar privado de libertad, sino también dedica páginas a entrevistas con varios de sus compañeros de lucha, como Rafael Bosque, Paúl del Río, Nelson González Morales (Panameño), Enrique Velázquez y el Negro Miguel, quienes también narran sus experiencias de entonces.

El libro ofrece varias fotografías, publicadas en la prensa de aquel entonces, y que Acedo tomó luego de una extensa investigación que realizó en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional.

“Este libro es un tributo a la memoria de esa generación de los años 60 que entregó su juventud, sus estudios, su libertad y hasta sus vidas para enfrentar un régimen despótico, antipatriótico y entreguista. El propio Héctor Acedo fue uno de esos tantos jóvenes que sacrificó sus estudios y vio cómo se fue su juventud en las cárceles donde fue salvajemente torturado y privado de libertad por creer en lo que todavía cree: el ideal de construir una patria libre de hambre y de pobreza”, refiere el prólogo, escrito por Víctor Álvarez.

A decir del autor, “la idea de este libro es mostrar por qué surgió la lucha armada en este país en los años 60 y dar a conocer que esto no fue un capricho de un grupo, sino que fueron las mismas condiciones políticas las que nos llevaron a esa forma de lucha”.

“La juventud de esa época era una juventud rebelde y revolucionaria, que venía de las luchas en la clandestinidad contra la dictadura de Pérez Jiménez. Con la llegada de Rómulo Betancourt al poder por medio de elecciones se abrieron unas expectativas, pero con el Pacto de Punto Fijo comenzó una represión brutal y se eliminaron las posibilidades de luchas pacífica y se recurrió a la lucha armada como única forma de lucha posible”, rememoró el autor, en conversación con el Correo del Orinoco.

Durante muchos años “esa parte de la historia fue silenciada por la derecha”, opinó. Por ese motivo, apuntó, quiso plasmar sus memorias en este texto, para que las nuevas generaciones conozcan por qué actualmente el Gobierno Bolivariano trabaja por la construcción de una nueva patria.

“En aquella época, cuando se hablaba de socialismo, de comunismo o de imperialismo, ya eras catalogado de comunista y eras preso sin fórmula de juicio. Si nosotros hubiéramos tenido la libertad para expresarnos, la posibilidad de conversar por los medios no se hubiese llegado a la lucha armada”, refirió el autor, quien aseguró que en aquellos años se sembró la semilla para hacer un proceso de cambios en el país.

Esta necesidad de defenderse para sobrevivir  terminó dando origen a los aparatos armados  revolucionarios , que se crearon  como respuesta  a la violencia  del gobierno. La guerrilla  urbana no fue un método escogido  como una acción voluntarista de la juventud soñadora e idealista  de entonces. Fue la violencia oficial la que  finalmente impuso el método  de lucha  de los revolucionarios, quienes solo optan por la violencia  cuando se cierra la vía, pacífica para impulsar las grandes transformaciones económicas , sociales y políticas que terminan de construir  una sociedad  democrática , libre de pobreza y exclusión.

T/ Sharlaine Chona
F/ Luis Franco

Primera edicion 2014

Depósito legal:  IF3520143202249

ISBN: 978-980-7050-44-9

Fuente:

http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/hector-acedo-compilo-un-texto-historia-guerrilla-urbana/

Fuente imagen :http://www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2014/10/Bautizo-del-libro-la-guerrilla-urbana-de-hector-acedo-aponte.jpg

 

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El Saber Pedagógico

Una Reconstrucción Social de la Praxis Educativa. I parte

Autora: Arlene Vergaras

arlenevergarasm@gmail.com

Barinas – Venezuela

En este contexto se define el ámbito teórico que fundamenta el abordaje de la investigación en el área temática de la reconstrucción del saber pedagógico, desde la praxis educativa actual. El despliegue del mismo permite articular al confrontar la teoría y la práctica; al contextualizar el saber pedagógico desde la experiencia socio educativa de las docentes, en este caso, en el escenario del Centro de Educación Inicial Bolivariano “Bolívar Niño”, del municipio Bolívar del estado Barinas.

En la historicidad de la profesión docente, se ha demostrado que ésta se genera en el registro de los modos en que se concretiza la labor de enseñar. Foucault  referido por Tezanos (2007), opina que el umbral de positividad determina y delimita el proceso de producción de saber, es decir la historia de la profesión se articula en el desarrollo y en la constitución del saber pedagógico, que a su vez, emerge y se articula en las prácticas discursivas de los docentes  que dan identidad al oficio de enseñar. Estas prácticas discursivas  generar sentido y significación a la profesión docente, recuperan los modos como los maestros han expresado y expresan sus representaciones del acto de enseñar, en diferentes escenarios y épocas de la historia de la profesión docente.

En el marco de estas consideraciones, es desde la profesión del docente donde se puede analizar el saber pedagógico como ese entramado que se articula y se operacionaliza en la práctica,  es decir, en el hacer docente desde la cotidianidad de la labor que se acciona por la intención pedagógica que se va definiendo, el saber hacer cada día más especializado, y en esa actividad desde la complejidad del proceso educativo el docente se relaciona con la disciplina pedagógica a través de su praxis, donde la brecha entre teoría y práctica se hace más evidente en el intento de ir venir dando lugar al principio de la recursividad adecuando la teoría a los diferentes escenarios educativos, en correspondencia con el propósito, según las características del contexto donde subyace el acto pedagógico.

Al respecto, Ugas (2003), define el acto pedagógico como la práctica diferenciada en el proceso social que contiene especificidades que lo diferencia y lo delimita, según el propósito, objetivos y fines de la educación que se desarrolla en correspondencia con las particularidades del contexto socio-histórico, en el cual tiene lugar. Es un elemento múltiple que en la cotidianidad se expresa como una síntesis integrativa de un modo de pensar y de actuar, una actividad concreta que involucra acciones intelectivas conducentes a la sistematicidad de un proceso particular concreto como es la escolaridad. Según el autor precitado, esta práctica diferenciada amerita de un esfuerzo del pensamiento para captar sus determinaciones, componentes y relaciones interdependientes tales como el nudo teoría – práctica y práctica – teoría, así como el acto de enseñar y el acto de aprender que se concreta en una unidad educativa compleja.

Esta relación implica, que más allá de los conocimientos teóricos, que el profesional de la docencia ha adquirido, está la habilidad de reflexionar sobre la capacidad de accionar su praxis a partir de la realidad educativa donde la acción pedagógica se sintetiza; por ello, la adecuación de los contenidos comienza a tener forma, lo que es una consecuencia de las interpretaciones de la teoría y la implementación de estrategias pedagógicas válidas, en premisas educativas a que tiene lugar y se imponen en la praxis de cada docente.

Las teorías pedagógicas son referentes que orientan y dan direccionalidad a la práctica pedagógica, no pretenden ser una receta que norme, prescriba o regule el acto de enseñar. Por el contrario la importancia y el reconocimiento del saber pedagógico cada protagonista educativo, asume su praxis como el arte de educar que se va reconstruyendo y genera nuevas teorías pedagógicas contextualizada, propias de cada esencia y realidad donde se desarrolla el acto pedagógico.

En efecto, el saber pedagógico se conjuga en un saber práctico reflexivo; donde el análisis, la comprensión y la interpretación del hecho educativo permiten al docente reconstruir el saber pedagógico a través de la apropiación de un saber más definido, el cual se va reelaborando a partir de los saberes previos contextualizados, desde una mirada reflexiva y en retrospección al saber pedagógico, a partir del proceso de enseñanza, del cómo se desarrolla el arte de educar.

Al hacer referencia sobre el repensar la praxis, en la reconstrucción del saber, permite delimitar las acciones pedagógicas, por lo que es pertinente incluir en sus concepciones lo presente, en el momento histórico socio cultural de la postmodernidad, como la inclusión de las TIC como una herramienta básica en la construcción de saberes. El Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE, 2007),  inserta el eje integrador las TIC en los espacios y procesos educativos, se pretende contribuir al desarrollo de potencialidades para su uso con la intención de formar al aprendiz como ser social, solidario y productivo de la ciencia y la tecnología en función del bienestar de su comunidad.

Considerando la referencia anterior,  el sistema educativo va emergiendo en un proceso constante en la redefinición de las concepciones pedagógicas y en el proceso de reconstrucción del saber pedagógico, el docente se va apropiando de un nuevo saber en el intento de adecuar su praxis en la incorporación de nuevas herramientas didácticas como son las TIC, lo que le irá permitiendo al docente asumir nuevos retos y vislumbrar otras formas de acción para administrar el acto de enseñar y aprender en correspondencia con la demanda de los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de la educación.

Este pensar conduce, según Ugas (Ob. cit.), a que una sociedad denominada virtual, clónica y fractal de redes, en la que se navega con los conceptos como ciudad de trabajo, vida y escuela; estará completamente re-significada con otros tipos de pensamientos, modos de ser, sensibilidad y otros requerimientos intelectuales para su comprensión.  Al preguntarnos en lo particular ¿hay que re-pensar la enseñanza?, si uno se imagina cómo será la forma de  actuar, en el medio donde nos encontramos,  los ciudadanos que acceden, usan y manejan equipos de comunicación como soportes de circulación y consumo de saberes. Es por ello, que la sociedad educadora hay que mirarla desde estos ámbitos y más aún desde los espacios educativos donde se construyen dichos saberes.

Dada la complejidad del acto pedagógico, el saber, por su naturaleza, no debe estandarizarse, puesto que es único y por su esencia toma particularidades en esencia con la realidad educativa, así se va delineando el saber docente y por consiguiente se impone o materializa en la praxis cotidiana. Es así, que la relevancia de este proceso conlleva a cuestionar, con sentido reflexivo y crítico, el acto pedagógico a fin de maximizar el proceso de enseñanza con particularidades que distan mucho de las teorías institucionalizadas, Hoy más que nunca necesitamos cambiar, porque el proceso nos lleva a internalizar que la educación es dinámica y basta reconocerla y asumirla como el acto de educar en contextos complejos.

El autor antes referido señala que la práctica diferenciada es la que se despliega desde la diversidad de escenarios educativos, estén estos enmarcados en la: familia, escuela, barrio, comunidad, ciudad, región y país. Es propicio destacar que esa diferenciación de la praxis educativa se entiende como el intento de manejar situaciones de enseñanza y aprendizaje desde la heterogeneidad, al concebir el acto de educar como un proceso particular y único lo cual se corresponde con el momento histórico y social en el cual subyace un contenido educativo particular. En diferentes épocas de la historia, la educación, en su praxis ha ido tomando un carácter conceptual en correspondencia con la fundamentación filosófica, política  y pedagógica; el cual se corresponde con la evolución del sistema educativo.

Por lo anterior, se infiere que el saber pedagógico debe ser concebido como una reconstrucción del proceso social. Es necesario hacer una crítica radical sobre la importancia que tiene la educación en la reconstrucción del acto pedagógico, para que ésta deje de ser un metarrelato. Según Bonta (2008),  el saber lleva implícito una síntesis de estudio y experiencia que siempre se manifiesta en la acción. El saber no es potencialidad o disponibilidad, se actualiza y se reconstruye en situaciones concretas. En la práctica, se valida el saber hacer que conlleva a saber el cómo y el por qué del acto pedagógico. El docente va reconstruyendo a través de su experiencia su saber pedagógico articulando la teoría, al  ir reflexionando sobre el hacer diario-docente, es decir internaliza lo realizado y se plantea retos y desafíos que le permitan acceder a otras formas de acción que aborden el acto pedagógico con una nueva visión, ensayando un nuevo saber, reconstruido en el intento de dar lo mejor de sí, cuando asume con compromiso la práctica docente desde la diversidad educativa.

Fuente: Segmento teórico del libro El Saber Pedagógico. Una reconstrucción social de la praxis educativa. Autora Arlene Vergaras.  Caracas – Venezuela 2015

Referencias

Bonta, M. (2008). La Construcción del Saber Pedagógico. Sus Principales Dimensiones. La Formación Docente en Debate. Academia Nacional de Educación. Disponible en www.educ.ar.

Ministerio del Poder Popular para la Educación (2007). Diseño Curricular del Sistema Educativo Bolivariano. Venezuela. Fundación Imprenta del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

Tezanos, A. (2007). Formación de Profesores: Una Reflexión y una Propuesta. Revista: Pensamiento Educativo. Volumen 41 Nº 2. Argentina.

Ugas, F. (2003). Del Acto Pedagógico al Acontecimiento Educativo. Ediciones Taller Permanente de Estudios Epistémicos. Venezuela

 

 

 

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Educación y trabajo social liberador

América del Sur/Venezuela /Agosto 2016/Mirna Sojo/www.aporrea.org

El trabajo ha sido desde hace mucho tiempo parte esencial del hombre que vive en el planeta, esta necesidad de ocupar las manos hace del hombre un ser especial en tanto transforma el entorno donde vive y obtiene del él los beneficios para su subsistencia, de igual manera, el trabajo se prolonga en las celebraciones producto de sus esfuerzos a través de los rituales, el baile, la música y la alegría.

Aunque en un principio el trabajo no fue sino entendido en su forma natural (lo comunal), no así se sucedió en la historia hasta el momento en que se separa de la vida y comienza la esclavitud. No es sino hasta finales del siglo XVIII y comienzo del XIX cuando se comienza a conceptualizar al trabajo y su relación con la riqueza. Adams Smith fue el primero en dar significado al trabajo, a partir de los vertiginosos descubrimientos científicos de su época y el desarrollo de la revolución industrial. En contraposición a los mercantilistas de su época, Smith logra definir que lo que genera la riqueza es el hombre a través de sus manos y no precisamente los metales preciosos como se creía.

Sanz 2002 expresa, “Posteriormente la sociedad industrial generó en si misma masas de obreros lanzados a las mas cruel explotación o a formar parte de esa población sobrante o inútil, que no encontraba salida en el mercado laboral quedando así, privada de su valor…las tremendas paradojas de la industria moderna, que al derribar todas las barreras morales y naturales que habían fundamentado el trabajo, acortando la jornada productiva, convirtió la vida del obrero y la de su familia en un tiempo disponible para la explotación del capital”

El resultado siempre ha sido desigual, unas grandes mayorías que venden su fuerza de trabajo, y unas minorías que se benefician del mismo. Esa ha sido la ley del capital, y este es el pensamiento que ha regido nuestra escuela.

Hace ya más de tres siglos que el hombre nutre la sociedad moderna con la explotación de su trabajo, y las luchas se han dado por doquier desde que los dueños de los medios de producción se apropiaron del trabajo. Las confrontaciones de clase se han sucedido a lo largo de la historia para por un lado lograr los beneficios que merece todo ser humano de vivir dignamente en el planeta, pero sabemos que la sociedad moderna, su economía se mueve despojando cada vez más al trabajador del derecho social como lo es el trabajo.

Los sistemas económicos neoliberales han hecho del ser humano menos que un objeto lo han convertido en mercancía incluso, ser menos que hombre al enfilar millones de seres humanos que son  tercerizados quedando en la indefensión y el abandono. Cuestión que despoja al ser humano de un bien común y colectivo como lo es el trabajo y subsumiéndolo en campos donde no vale absolutamente nada.

Hoy en día se habla de ultraliberalismo, es decir,  poderes supranacionales que establecen los códigos, los mecanismos para dirigir las economías mundiales, gobiernos, grupos económicos que aluden a las tecnologías de la informáticas, las comunicaciones para establecer vínculos en la aldea global y generan capitales especulativos, ya se desmantelan las grandes industrias y entre otras perversidades, se generan empleos desde las propias casas rompiendo así las asociaciones sindicales desmembrando a las fuerzas laborales a favor de los grandes capitales.

Ante tal avalancha, y pensándonos desde la posibilidades que nos brinda un Estado Social de derecho y de justicia rumbo al socialismo Bolivariano, toca discutir en el marco de la “consulta por la calidad educativa” cómo concebiremos a la escuela venezolana dentro del campo de lo que nuestra LOE denomina “Trabajo social liberador”.

 Articulo:15-2: “Formar en, por y para el trabajo social liberador, dentro de una perspectiva integral mediante políticas de desarrollo humanístico, científico, tecnológico, vinculadas al desarrollo endógeno productivo sustentable.”.

El trabajo social liberador tiene un carácter pedagógico, educativo y  se busca que los estudiantes sean capaces de replicar las estructuras productivas dentro de las escuelas para no solamente conocerlas sino también para desarrollar el concepto (nuevo imaginario social)  y las habilidades a futuro, tomando de ellas aquellos aspectos que no tienen que ver con el lucro ni con la generación del capital.

Sin duda, se tendrá que debatir seriamente sobre dicho artículo y concepto, lo cual nos posiciona nuevamente en aquellas experiencias innovadoras que a 15 años del proceso se han dado y que por suertes de inconsistencias del proceso se han quedado en la periferia, volviendo nuevamente a nuestra educación en un sin fin de retrocesos, prohibiciones, centrandose cada vez mas en el conocimiento (áreas de conocimientos) que en los métodos para resolver tamaño dilema como lo es la dicotomía teoría practica o práctica teoría.

Trabajo liberador y los Espacios Permanentes para el Desarrollo Cultural Endógeno. (Epdcue)

Una aproximación desde las pedagogías emancipatorias y Nuestramericanas.

Los Epdcue son un método sencillo de vincular el conocimiento universal a las actividades prácticas que los maestros aspiran a desarrollar, implica que: los estudiantes una vez por semana escojan el espacio que mas les guste sin importar el nivel, la modalidad, la sección o grado, porque de lo que se trata es de que aprenda algo útil y bueno, es decir nos centramos en la actividad.

Para ello el maestro elabora un perfil cultural propio de lo que ha aprendido a lo largo de su vida en los siguientes ejes: gastronomía, lo étnico, la vocación agrícola y pecuaria, la tradición oral y escrita, las tradiciones usos y costumbres, el deporte la actitud, aptitud física y recreación, las expresiones artísticas, la tecnología popular apropiada y apropiable, economía social.Estos ejes permiten al maestro organizar su plan semanal o anual que ofrecerá a los estudiantes para que se inscriban en sus espacios que deberán estar ubicados en una parte visible dentro de la escuela de modo que pueda decidir donde quiere trabajar.

Tienen una implicaciones que desde lo construido por las redes socioculturales  de Aragua (2009-2013) permiten ir acercándolos hacia actividades útiles, pertinentes y lo menos enajenadas, es decir que aporten en verdad al aprendizaje manual e intelectual integral. Nuestra experiencia nos permitió avanzar en el año 2103 hacia una cualificación del proceso el cual denominamos: EPDCUE PRODUCTIVO, misma que se vio impedida por ordenes del ministerio de educación en su avance hacia el 2014.

De ¿Cuáles EPDCUE productivos estamos hablando?

De aquellos que sean capaces de organizarse para acometer tareas en talleres de producción  sin que el dinero sea el centro sino mas bien, el desarrollo de un acto pedagógico que sea capaz de desarrollar los conocimientos en valores y acciones que sirvan para ubicar al estudiante en un espacio de trabajo social liberador que no es otra cosa que el trabajo voluntario y productivo comprometido con su espacio vital, que es su comunidad.

En la historia tenemos experiencias relacionadas con las formas cooperativas, las cuales desde la visión organizativa ofrece un sin fin de posibilidades al estudiantes porque tienen  en si misma, espacios asamblearios, comisiones de trabajo donde los y las estudiantes pueden aprender el ejercicio de la democracia, de la organización y los principios de solidaridad colectiva plena, ademas de la producción para la vida.

Esto lo sintetizábamos de la siguiente manera:

Si el capital se organiza para producir más a costa del trabajo de los pobres, e inventa sus métodos para hacerlo realidad, sus lógicas dentro de la educación (a decir de Mészáros) en la transición socialista los métodos pedagógicos han de ser novedosos también, así tenía la convicción el maestro Simón Rodríguez… inventar para no errar, por tanto, la escuela debe incorporar dentro de su estructura curricular la posibilidad de que los estudiantes de todos los niveles y modalidades se vayan organizando para asumir el modelo que permita vivir en sociedad, comunidad, bien común, fuera de estos valores sería alimentar al monstruo del capital con sus nuevos esclavos.

Es necesario entender que la escuela en nuestra revolución deberá ser un espacio para aprender el Trabajo Social Liberador.  Liberarse en el sentido revolucionario y no explotador, significa hacer del trabajo un acto colectivo que beneficie a todos por igual, que los medios con que se produce sean propio y dignos, merecedores por igual de los beneficios con que se genera la subsistencia. Implica una ética y conciencia de para quién producimos y por qué producimos. Hablamos entonces de un concepto de sociedad, un tipo de sociedad, reflejado por demás en la CRBV. Implica conocer lo que se produce, de dónde vienen los insumos y como lo que se produce es parte de la totalidad de lo que somos. Pregunta: ¿Eso se aprende cómo? Hasta ahora no se ha pensado en ello. Solo pizarrón tiza y una mas que otras actividades practicas descolgadas.

De igual manera implica tener en cuenta dentro de la escuela que muchas veces producimos bienestar sin necesidad de generar dinero, cuando por ejemplo mantenemos el espacio vital donde nos desenvolvemos o donde vivimos limpios, funcionales  y adecuados a las necesidades, también esta visión tiene que ver con  la comunalidad que hemos heredado de nuestros ancestros al acometer labores que redundan en beneficios sociales y que se traducen en un bien común de vivir en un habitad, que requiere de nuestros esfuerzos conjuntos para que se mantenga y heredarlos a los que nos siguen. (limpiezas de quebradas, desmalezamientos, mantenimientos de nuestros patrimonios, bienes públicos, conservación de nuestras aguas, conservación de las infraestructuras escolares, no derroche entre otras)

Hacer de la escuela un espacio para aprender estas cosas útiles, necesarias para vivir, es parte del trabajo docente, movimientos sociales y del Estado Docente. Si se plantea superar el rentísmo, la no producción, la inercia consumista y la comodidad de que todo venga de los puertos, entonces tocará a la escuela el deber social de emprender las bases para enseñar lo que es producir de diversas  formas y maneras. He allí el esfuerzo y el mayor reto de la educación que libera.

No se trata de consultar para agregar dos, tres o veinte áreas de conocimientos mas al currículo (ese no es el problema, podemos tener 80 áreas), se trata de como hacer efectiva la escuela a partir de indicaciones, reflexiones  que genere en el docente una manera de innovar, crear, tener ideas desde la experiencia, el hacer, la actividad práctica que vincule el conocimiento universal a cualquier área de conocimiento de cualquier nivel y modalidad. No veo por qué a un niño en edad preescolar en una actividad manual de lijado de un mueble que se está reparando, se le niegue el conocimiento de la física de manera sencilla y accesible…lo cuentos son de utilidad enormes por ejemplo, pero lamentablemente tendrá que esperar nueve años para conocerla, porque el maestro pierde la oportunidad (por ignorancia, por estar fragmentado, por flojera, por no saber enseñar bien etc).

Tampoco se trata de volver sobre el área de educación para el trabajo. Se trata de que todo el subsistema de primaria debe tener las actividades prácticas de lo que significa el trabajo social liberador en concreto. Para ello debemos pensar en otras infraestructuras para las escuelas.

Se planteó entonces avanzar en:

Los perfiles culturales de los maestros para centrar los EPDCUE PRODUCTIVOS en el eje  Economía Social, o desde otro eje vincularse con la economía, da igual, una actividad gastronómica puede llevarnos indistintamente a una cooperativa o a una feria gastronómica, o a un trueque.

Organizar empresas de propiedad social o cooperativas escolares de modo orgánico, entendiéndose por orgánico sin registros mercantiles o jurídicos que desvíen el propósito pedagógico de la escuela (aunque se pueden conocer y elaborar a modo de aprendizaje). Los Epdcue productivos tendrán como visión actividades que no tengan que ver con el lucro, su eje es pedagógico, y una forma de ir introduciendo al grupo de estudiante con el trabajo colectivo, socialmente útil a partir de la organización de cualquier forma de asociación, circulo, brigadas, cooperativa en la acometida de actividades donde se beneficie la comunidad o la comunidad escolar. Este trabajo amerita de maestros bien centrados en el propósito de lo que se plantea generar en los estudiantes. En el pensamiento rodrigueano que dice: “Maestro es el que enseña aprender y ayuda a comprender  El título de maestro no debe darse sino al que SABE enseñar. Esto es, al que enseña a aprender, no…Al que manda a aprender, o indica lo que se ha de aprender, ni…al que aconseja que se aprenda. La empresa de la enseñanza debe ser general y constante, su importancia exige que haya en ella Maestros Sabios, Hábiles, Irreprensibles, y con vocación para enseñar. No se tome Vocación por inspiración ni el hambre por llamamiento al Magisterio”.

Avanzamos en dar algunas ideas relacionadas con la economía social  relacionadas con lo organizativo-pedagógico:

  • Cooperativas editoriales escolares, Cooperativas de consumo, Cooperativas de ahorro, Cooperativas de servicios, ambientación y habitad para el bienestar social.
  • Proyectos socio-productivos, empresas de propiedad social escolares que se organicen para: conservar el ambiente escolar y comunal, alimentos, vestido, reparaciones de vivienda, construcción, herrería, albañilería, pequeñas industrias escolares para la producción de velas, calzados, recreativas, agrícolas entre muchas mas.
  • Unidades productivas familiares
  • Grupos de intercambio solidarios.
  • Ferias de consumo familiar.

Experiencias de desarrollo productivo dentro de las escuelas las tenemos en países como Argentina, México que han hecho de las cooperativas escolares espacios para introducir al estudiante en el esfuerzo cotidiano de producir, conocer y esforzarse para entender que el trabajo, sus manos son importantes para construir y sostener una visión distinta a la explotación. Nosotros nos tocará desde la Educación liberadora darle la huella de la sociedad que aspiramos construir en lo sucesivo. Por ello no le corresponde solamente a las escuelas técnicas el trabajo social liberador (los estudiantes de las técnicas les corresponde para tener y ejercer un oficio productivo, en el campo de trabajo comunal -así lo suponemos- y no para las empresas privadas como ha sido la tradición) sino a todo el subsistema de la educación primaria desarrollarlo en toda su extensión.

Simón Rodríguez y el trabajo social liberador.

Todas nuestras leyes apuntan hacia el trabajo social liberador. Por tanto cobra fuerza la idea de la ESCUELA SOCIAL planteada por el maestro Simón Rodríguez.

Veamos entonces las implicancia de esta  Escuela Social : “aprender oficios útiles para la vida, para no estar mendigando y muchos menos prostituyéndose por necesidad”.

Hablaba el maestro de los talleres que debían tener las escuelas sociales, pues “con tierra madera y hierro se cubren las necesidades que requieren para vivir el hombre y la mujer” (nuestras escuelas de  broma que tienen cancha…). Los conocimientos teóricos están implícitos en las actividades manuales, es decir las artes del calculo, de la mecánica, la física entre otras, inmersas en el plano de la producción de los bienes materiales sociales, y en medio de todo el cultivo ético de formar republicanos y el bien común. “Los medios de adquirir a partir del valor al trabajo, para que sepan apreciar el valor de las cosas.”

La escuela la pensó Rodríguez dentro de la toparquía o gobierno del lugar, desde la confederación de gobiernos en los territorios de modo que, asumiéndose en el territorio respondiera a los requerimientos de sus semejantes “para entreayudarse” o para generar sus recursos propios y ser apoyo para los mas necesitados. La endogeneidad tan explícita en el proyecto de Chuquisaca nos reta a tomar los legados rodrigueanos y profundizar en cada aspecto de su proyecto inconcluso. Desde la educación liberadora es pertinente su pensamiento pedagógico y político para impulsar la educación social sin miedo.

Todo esto bajo la visión y el enfoque pedagógico del aprender haciendo para el bien común que no es otra cosa que bienestar a partir de las cosas que somos capaces de hacer para ayudarnos, y resolver problemas sin ninguna forma de lucro, enmarcados en los fundamentos de la pedagogía crítica, plan patria entro otros.

Ahí quedó esa idea…esperemos que la “calidad educativa “ no nos lleve por otros senderos, que sean mas de lo mismo, sino que pensemos en realidad que se nos plantea en esta nueva etapa cuando el Plan Patria requiere de una estructura como el sistema educativo para florecer y ser infinito. Sin educación para la liberación, no habrá socialismo.

Socialismo es vida.

Aprender los medios de producción desde las escuelas.

Superar la lógica del capital desde el currículo.

Escuela Social

Nada tiene de imposible esta tarea: se trata simplemente, de crear nuevos hábitos mentales y en eso consiste la educación…nos corresponde también señalar como alcanzarlos… Augusto Mijares

Fuente:http://www.aporrea.org/educacion/a185859.html

Fuente imagen:https://image.jimcdn.com/app/cms/image/transf/dimension=1070×10000:format=jpg/path/s62fdff084f13aaf5/image/i60f01e137951a6bf/version/1435516844/image.jpg

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Venezuela: Cada 22 de agosto se celebra el Día Mundial del Folklore

América del Sur/ Venezuela/Agosto 2016/Noticias/www.elimpulso.com

 

 

Cada 22 de agosto se celebra en todo el mundo el Día del Folkore, con el objetivo de enaltecer las tradiciones, culturas y creencias de cada pueblo, de cada país.

La UNESCO escogió esta fecha porque concuerda con el día en que el arquéologo británico William G. Thorns, combinó por primera vez las palabras en inglés Folk (pueblo) y Lore (saber), en una carta publicada en la revista “atheneum”, en el año 1846.

Desde entonces, la Real Academia Española “castellanizó” estas palabras, cambiando la letra “k” por la “c”, cuyo significado es “Conjunto de costumbres, creencias, artesanías, canciones, y otras cosas semejantes de carácter tradicional y popular”.

Venezuela se caracteriza por tener una amplia variedad de culturas y tradiciones en cada uno de sus rincones, entre los que destacan las danzas y cantos, en su mayoría religiosos, los cuales han pasado de generación en generación, como por ejemplo ‘Los Diablos Danzantes de Yare’, en el estado Miranda, o ‘Las Zaragozas’, en Sanare, estado Lara.

La cerámica y alfarería, forman parte de las actividades culturales de Venezuela, en conjunto con la fabricación de textiles como hamacas, sillas, zapatos.

Fuente:

Cada 22 de agosto se celebra el Día Mundial del Folklore

Fuente: https://lh3.googleusercontent.com/zFCS5rTiY8GLJp8QNI9-9MAuRGxZ3KfDdQZkk_AbUdjaJ7LT-5ZWFv5DcbyTDSs5QEBK=s141

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Venezuela: Colegios católicos consideran positiva transformación curricular

Venezuela/ Agosto de 2016/El Carabobeño

Con la finalidad de presentar las orientaciones del proceso de transformación curricular que adelanta el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE), se desarrolló un encuentro entre autoridades del órgano ministerial y representantes de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), en la sede ubicada en Caracas.

La viceministra de Educación Media del MPPE, Yoama Paredes, fue la encargada de exponer los aspectos más relevantes de este proceso, señalando a los docentes la necesidad de superar la fragmentación del conocimiento y la memorización en las aulas de clase.

Trina Carmona, presidenta de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), afirmó que desde la institución que representa “estamos dispuestos a apropiarnos de la propuesta, conocer sus implicaciones y también presentar alternativas desde nuestros 480 centros educativos, para entrar en ese proceso de la mano con el Ministerio porque así lo hemos acordado”, señaló.

Carmona subrayó que el cambio curricular estaba pendiente desde hacía muchos años, y vemos que ahora el MPPE ha tenido esta iniciativa a partir de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa que se hizo hace dos años, una demanda que surgió de los educadores. Que hoy tengamos un documento de inicio es importante.

Carmona indicó la importancia de conocer el contenido de la transformación curricular, destacando la importancia de conocer las experiencias de los centros educativos que ya lo han implementado.

 El viceministro de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo, Jehyson Guzmán, destacó que el cambio del currículo de educación media tiene un carácter flexible y progresivo, agregando que todas las instituciones educativas que quieran incorporarse son bienvenidas.

Acerca de la inclusión de los planteles afiliados a la AVEC en este proceso,  el viceministro Guzmán destacó que existe una relación permanente entre dicha asociación y el MPPE, en la cual existen puntos de vista comunes, por lo que enfatizó en la necesidad unir esfuerzos para avanzar en la transformación curricular.

Transformación del currículo es una necesidad

Sor María Elizabeth Ojeda, docente de la Escuela Técnica María Auxiliadora, ubicada en Altamira, consideró oportuno el encuentro con el MPPE se reúna con los representantes de la AVEC, “para compartir inquietudes, porque la educación es un problema de todos. Me parece interesantísimo ver que tenemos puntos muy comunes, como son los referentes éticos y filosóficos de la educación”, afirmó.

Del mismo modo, Ojeda resaltó que entre las inquietudes recogidas en la Consulta por la Calidad Educativa, “lo que piden los muchachos es que los eduquen con respeto, con amor, y los docentes piden que se actualicen los contenidos y estar de cara a la comunidad”.

La educadora manifestó que este cambio de paradigmas “implica una mayor formación del personal, porque si queremos educar con amor debemos tener un educador con mística y vocación, y una sociedad que reconozca el aporte del docente”, apuntó Ojeda.

Los cambios no se decretan, se construyen poco a poco. Es necesario establecer los pasos que se requieren para que se vaya implementando este cambio curricular y que sea asumido libremente con el aporte de todos, dijo la docente.

Emiro Palma, coordinador nacional de Educación de Pueblos Indígenas de la AVEC, expresó que la reunión le pareció exitosa, fraterna y sincera, para seguir dando oportunidades y esperanzas a nuestros pueblos indígenas, porque ellos están incluidos en este proceso y me parece un avance interesante.

Nota de Prensa  del MPPE

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¿Seguir pasos o ser investigador?

Patricia Quiroga Pacheco (*)

El progreso del hombre ha estado vinculado con el desarrollo del conocimiento y este a su vez con la investigación. Durante mucho tiempo imperó una forma de proceder que aún persiste en nuestros días. Me refiero a la lógica que guía al método científico. Una sucesión de pasos que reconoce la realidad como única, la indagación desprovista de valores, la intención es la generalización a partir del estudio con muestras representativas acompañada de la siempre relación de causa y efecto. Esta lógica permeó el modo de investigar en los escenarios humanos, entre ellos en la educación.

La práctica investigativa sin conciencia ha llevado a la repetición y a la deshumanización de los hechos sociales. Por ello la formación del investigador debe ser integral y basada en aquello que subyace como piso sólido de un proceso investigativo. Con esto me refiero a lo señalado por Moya Otero (2003) quien interpreta a Habermas sobre las condiciones de racionalidad de un saber: “son aquellas que hacen aceptable las razones que se pueden definir para que las conclusiones obtenidas en una investigación puedan ser aceptadas como válidas y, como tales, al corpus de conocimiento heredado” (p. 8).

Entonces, a partir de lo señalado el investigador debe reflexionar sobre qué quiere estudiar, develar, justificar la epistemología que soportará su intención, y elegir o construir una metodología que se conecte con la misma. Bajo este escenario queda superado el monismo metodológico y epistemológico, es decir se abren los caminos y es el investigador quien debe elegir responsablemente y en forma argumentativa el modo de abordar la investigación.

Muchos autores han propuesto vías para cuidar el proceso de investigación. Sandoval (2002) hace mención a Taylor y Bogdan, estos autores señalan que lo que define la metodología es tanto la manera de cómo enfocamos los problemas como la forma en que buscamos dar respuesta a los mismos; mientras que Guba propone dar respuestas a tres preguntas básicas: ¿Cómo se concibe la naturaleza del conocimiento y de la realidad?, ¿Cómo se concibe la naturaleza de las relaciones entre el investigador y el conocimiento que genera?, y ¿Cuál es el modo de construir el conocimiento de investigador?

La respuesta a estas tres preguntas nos ubican en los tres planos del conocimiento: ontológico, epistemológico y metodológico. La realidad podrá ser única o múltiple, la relación investigador-conocimiento podrá ser objetiva (distante) o intersubjetiva (cercana), y los métodos a seguir tendrán que ser seleccionados de acuerdo a las respuestas anteriores. Una diversidad de opciones preexistentes podrán ser consideradas o en todo caso construidas por el propio investigador.

Muchos autores, quienes son estudiosos de estos asuntos, han escrito libros para poner en evidencia las posibilidades que tiene un investigador a la hora de hacer la selección. Es común encontrar en estas obras las características que definen un paradigma de investigación, e inclusive se señalan correspondencias entre paradigmas y métodos, pero más que seguir “recetas” es imperioso hacer un ejercicio de comprensión que le otorgue al investigador los fundamentos para basar sus argumentaciones y que le permitan defender la epistemología que soporta su elección.

A la luz de lo anterior, haré un intento por “poner a prueba” una intención de investigación. Su título preliminar es: Construcciones sociales acerca del rol de las universidades pedagógicas latinoamericanas en el proceso de formación continua de los profesionales de la docencia.

El título sugiere la intención de dar la palabra a los docentes para que versionen sobre la formación continua desde la experiencia vivida en las universidades pedagógicas. Ontológicamente, el tema de la formación continua es concibiendo como diverso porque será posible valorar lo que cada docente consultado tenga a bien decir, sobre lo cual podrán haber coincidencias o divergencias; pues bien, la base epistemológica que soporta esta pretensión es el construccionismo social, dado que este valora la interacción con la realidad, las realidades múltiples, pero muy especialmente el intercambio social (intersubjetividad); como opción metodológica se considerarán los que posibiliten la interpretación de los discursos de los actores sociales y aprecien lo que Heidegger denominó: estructura del mundo de la vida y den cabida al investigador como ente importante del proceso.

Lo anterior se presenta como un ejercicio didáctico que puede ser realizado por los investigadores con el propósito de apreciar las conexiones que son los cimientos de su pesquisa, y de no apreciarlas, propiciar la introversión y transformación como vías para el fortalecimiento de esta.

A modo de síntesis, el arte de investigar supera el seguimiento de pasos, se trata de un proceso de crecimiento profesional que amerita una reflexión permanente hasta llegar a la consolidación de epistemología y metodología sobre la que se erigirá el nuevo conocimiento.

Referencias

Moya Otero, J. (2003). Una ciencia de la educación ¿pluralismo metodológico y/o pluralismo epistemológico? [Documento en línea]. Disponible: http://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/3519/b15761782.pdf?sequence=1 [Consulta: 2015, Enero 17]

Sandoval, C. (2006). Investigación cualitativa. Colombia: Arfo.

(*) Patricia Quiroga Pacheco

Contacto: patricia.quirogap@gmail.com

La autora forma parte del Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autora.

Fuente de la imagen:

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