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Cuánto importa la educación

Siempre me he preguntado por qué en nuestro país la educación figura en los discursos de aspirantes al poder pero en la práctica pasa a ser un tema secundario, solo llevado a primera plana cuando se trata de conflictos laborales, huelgas de docentes por mejores salarios, crisis por fallas de infraestructura o materiales, reclamos de cupos de los aspirantes a ingresar a las casa de estudio o quejas de los padres por el costo de la estudios de sus hijos. Nunca ocurre como en alguna otras sociedades que se convierta en fecha de conmemoración nacional el día de graduación masiva de los bachilleres, futuros aspirantes a carreras universitarias, o el momento en que ingresan al mercado de trabajo los nuevos profesionales de nuestras universidades, o cuando se gradúan jóvenes que han elegido la docencia como su profesión de vida, los futuros maestros.

Después de mucha reflexión llego a la conclusión de que la educación no importa porque somos un país que ha mantenido la condición rentista como nuestro principal rasgo económico y cultural. Esto significa que el presente y el futuro de las personas no depende estrictamente de sus capacidades, de las habilidades que haya logrado atesorar, depende fundamentalmente de la posibilidad de participar en el discrecional reparto de la renta que realizan quienes ejercen el poder ilimitado de distribuir los pedazos de rentas entre los escogidos a dedo.

Creo firmemente que la educación, sus cualidades, importancia, la calidad de sus maestros, el interés de la sociedad en este aspecto trascendental nos define lo que somos como país, que aprendemos, que enseñamos, cómo se forman nuevas generaciones y cómo actuamos hoy. La educación no es un hecho fortuito que depende del humor de quien gobierna o de quienes manejan los recursos; depende de las decisiones responsables que toman los ciudadanos para garantizar más y las mejores oportunidades para todos.

En Venezuela ocurre un hecho insólito, siendo un país que en el conjunto de Latinoamérica ha tenido momentos de gran bonanza económica, hitos en los cuales el precio del petróleo ha alcanzado los tres dígitos. La riqueza no ha sido utilizada para construir oportunidades de formación para el trabajo de los sectores que por su condición económica deben incorporarse tempranamente al mercado de trabajo.

Los jóvenes de familias de bajos ingresos, es decir, la mayoría de la población, carecen de las oportunidades de aprender un oficio, adquirir una pericia o una habilidad que los califique cuando les corresponde incorporarse a la vida económica activa. Salvo algunas instituciones como Fe y Alegría, otras iniciativas patrocinadas por países como Suiza o Alemania, los jóvenes venezolanos de hogares de bajos ingresos salen a buscar trabajo sin tener ninguna constancia de haber obtenido algún tipo de aprendizaje. Podemos preguntarnos de qué nos han servido los altos precios del petróleo si la mayoría de los jóvenes no ha tenido la oportunidad de desarrollar sus capacidades, aprender para poder aportar a la sociedad el trabajo y las posibilidades creativas de las cuales están dotados todos los seres humanos.

Si la educación refleja lo que es una sociedad, nuestro balance es completamente deficiente, nuestras universidades están amenazadas por la incomprensión de los gobernantes que ignoran su importancia, mezquinamente se les niegan los recursos para cumplir con su alta misión, se intenta suplantarlas por centros donde priva la orientación ideológica por sobre la oportunidad de desarrollar el más alto nivel de las potencialidades humanas de nuestros estudiantes.

Hoy padecemos hambre por falta de alimentos, pero igualmente y quizás más profunda tenemos una carencia casi total de oportunidades educativas, ambas carencias letales para la posibilidad de ver surgir en nuestro país la generación de individuos responsables que participen y decidan el destino del país.

En los próximos tiempos tenemos que sumergirnos en el tema de la educación para lograr darle el rango que nos permita ser una sociedad en la que sus individuos, sus dirigentes, se esfuercen por generar nuevas oportunidades para todos, donde se pueda materializar esa anhelada posibilidad de que ningún nacido en estas tierras esté condenado a la miseria, a la ignorancia y a la marginación. Para lograr este objetivo es imprescindible convertir la educación en la gran prioridad, es la oportunidad magnífica, en el momento en que nuestra sociedad alcance la libertad y pueda comenzar a construirse desde nuevas bases, reconociendo el papel del ciudadano, posicionando el Estado como una institución al servicio de los ciudadanos, luchando por cumplir responsabilidades que respalden nuestros derechos en todos los campos económicos, sociales y políticos.

La educación es la gran deuda que se ha creado con la gente, con las nuevas generaciones; el fracaso educativo, la mezquindad en negarle recursos a la educación son las muestras más elocuentes del gran trauma social que significa la existencia de una sociedad en la que las nuevas generaciones carecen de las oportunidades de convertirse en mejores seres humanos.

No basta lamentarse, ni limitarse a culpabilizar, la situación de la educación es tan grave que exige lo mejor de nosotros. ¿Cuáles son las grandes decisiones que tomar en lo inmediato? ¿Qué hacer para que los maestros y los docentes en general sean reconocidos, respetados y remunerados como se merecen? ¿Cuáles son las prioridades para que puedan lograr su mayor nivel de preparación profesional y convertirse en verdaderos guías de las nuevas generaciones?

La educación no es un tema del Estado, es un ámbito para ejercer la responsabilidad de cada individuo de este país. No se trata de lo que decidan los gobiernos, estos tendrán que hacer lo que decidan los ciudadanos y la educación en estos términos se convierte en nuestra mayor prioridad.

Fuente del artículo: https://www.elnacional.com/opinion/cuanto-importa-la-educacion/

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Maduro ordena una «cuarentena total» en Venezuela para frenar el coronavirus

América del Sur/ Venezuela/ 16.03.2020/ Fuente: www.efe.com.

 

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó este lunes una «cuarentena total» que entrará en vigor a partir de este martes y que se aplicará en los 23 estados del país para frenar la expansión del coronavirus.

«Quiero anunciar que a partir de mañana, martes 17 de marzo a las 5 de la mañana, Venezuela entera entra en cuarentena social, todo el país, los 23 estados y el distrito capital, todos a la cuarentena social, a la cuarentena colectiva», dijo Maduro en una alocución en la que confirmó 16 nuevos casos, con lo cual ya son 33.

Fuente de la noticia: https://www.efe.com/efe/america/portada/maduro-ordena-una-cuarentena-total-en-venezuela-para-frenar-el-coronavirus/20000064-4197504

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La pobreza social y la presencia del coronavirus

Por: Rose Mary Hernández.
Recientemente, las sociedades mundiales se encuentran de cara al estallido de una pandemia producto de la aparición del COVID 19 o coronavirus en Wuhan, China. De inmediato, la Organización Mundial para la Salud (OMS) se ha incorporado para procurar  informar sobre los consejos más adecuados  en la prevención y, así disminuir el número de afectados o muertes a causas de la presencia de este flagelo que no distingue raza,  credo, ideología, moda, sexualidad, forma de vida o patrón cultural.
Sin embargo, a pesar de las alertas o medidas de protección que son tomadas por jefes de Estados en algunos países, no solo de la región y, conjuntamente con representantes ministeriales, se ha hecho presente una ventana que muestra con dolor la desventaja que marca preocupación en los grupos altamente vulnerables o pobres, donde difícilmente el poder adquisitivo para comprar alimentos, medicinas y resguardarse en casa es posible y, aun estando en casa, los problemas sanitarios, escasez de agua, fallas eléctricas, o todo lo que implica servicios básicos, se hace una tormenta muy bien disimulada al no referirla con responsabilidad y sinceridad por parte de los responsables gubernamentales.
Parecen preocupaciones diferentes y  antagónicas los criterios éticos generales con los cuales se deciden aislar a las ciudadanías para evitar contaminarse con el coronavirus, dejando claro que, la desigualdades o brechad sociales perturban cualquier posibilidad de éxito en relación a la alimentación, alternativas de continuidad de educación,  sistemas hospitalarios, entre otros, que marcan los ascensos o no de los pueblos, y que si no se toman medidas más adecuadas o pertinentes  desde la justicia social se tendrán efectos negativos muchos más perdurables y que a lo cual, los gobiernos y la comunidad internacional parece no tener respuesta.
Desde lo epidemiológico, los puntos de vistas son coincidentes. Lo religioso también hace su aparición tratando de ganar seguidores o de convertir en la fe y las creencias. Sin embargo, en lo social y laboral pocos pronunciamientos se han generado. Los sindicatos laborales permanecen en silencio o sin reflexionar públicamente sobre el daño que han causado al no forjar una lucha leal desde lo colectivo en pro de un mejor bienestar para lxs empleados públicos.
Los trabajadores y el pueblo sin mayores posibilidades limitadas por malas políticas económica se encuentran sumergidos en la triste vida de los oprimidos, arrojados en abismo del pauperismo. La pobreza no escapa de ninguna amenaza. No tiene enemigo disminuido. El poder y endiosamiento del hombre, o incluso,  lo microscópico como los virus, pueden acabar con su existencia.  Ante esta realidad, es necesario que, las familias  tengan una mayor holgura económica, que los salarios de quienes a diario trabajan y dependen de las instituciones públicas, sean realmente garantía de un pago digno como derecho humano  que permita cubrir las necesidades básicas como: nutrición, vivienda, la atención médica, la educación y unos ahorros básicos para poder hacer frente a situaciones a-típicas  como la señalada donde las presencias laborales se vuelven inseguras o se convierten en un riesgo para la salud.
 Fuente: la autora escribe para el Portal OVE
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En casa y sin tocar a los otros: coronavirus o reingeniería social a escala planetaria

Preámbulo

Nuestro modelo societal capitalista se estructuró alrededor de la producción de mercancías y el consumo, con una epistemología derivada de la primera y segunda revolución industrial. Lo que llamamos pensamiento moderno adquirió forma cotidiana a partir del uso del desarrollo científico y tecnológico para nuestra realidad inmediata, así como con los requerimientos para el impulso de una aceleración de la innovación de esta ciencia y tecnología.

La escuela y la universidad adquirieron especial relevancia como potenciales generadores del conocimiento y la formación profesional indispensables para la gobernanza (ciudadanía, consumo, hegemonía ideológica), pero esencialmente para la dinamización de esta aceleración de la innovación. La escuela y la universidad jugaban un papel adicional de contención de los más chicos y jóvenes, mientras, el padre primero, y luego también las madres se incorporaban al mundo del trabajo. Los salarios usados para el consumo, cada vez más precario, cerraban el círculo de la sociedad capitalista de la primera y segunda revolución industrial.

El encuentro humano articulaba y expresaba el consumo, sus modalidades y nuevas expectativas. Basta ver toda la publicidad del siglo XX para darnos cuenta que encuentro humano, mercancías y consumo formaban la triada cotidiana de la sociedad capitalista.

La escuela y la universidad contribuyeron a la aceleración de la innovación científica y tecnológica que demandaba el capitalismo, hasta que en los sesenta del siglo XX ocurrió el desembarco de la tercera revolución industrial. Este nuevo periodo generó una nueva fase de concentración del esfuerzo orientado a la aceleración de la innovación, ahora relocalizados en laboratorios privados. Esto se debió a dos grandes agendas, la primera elevar la eficacia entre costos y resultados y segundo, soslayar los controles éticos pues mucho del esfuerzo investigativo estaba orientado al complejo industrial militar (guerra bacteriológica, genoma humano, armamento con soporte informático, biología digital, conocimiento profundo y control de la mente humana, entre otros). Con la llegada de la globalización económica y la mundialización cultural de los ochenta, pero muy especialmente en los noventa, una parte importante de los(as) científicos universitarios pasan a trabajar en laboratorios privados o bajo la tutela y juramento de secreto impuesto por las grandes corporaciones.

La escuela y la universidad no lograron captar la nueva dinámica a pesar que surgieron múltiples voces que alertaron sobre algunas de las expresiones de esta nueva realidad. Era mucho lo que el capitalismo informático de la tercera revolución industrial requería cambiar; pasar del modelo disciplinar a un enfoque transdisciplinario resultaba un giro de ciento ochenta grados en las rutinas, performances y estructuras institucionales y, las instituciones educativas lejos de movilizarse se paralizaron. Hablaron mucho de transdisciplinariedad, pero siguieron operando sobre una lógica disciplinar ya obsoleta para el gran capital

Desprovistas de una mirada de lucha de clases, las dinámicas institucionales de las escuelas y universidades no fueron capaces de captar que el movimiento incesante constituye una característica de las resistencias anticapitalistas. Consideraron que eran útiles como venían trabajando y que ahora habían surgido nuevas instituciones que harían lo que ellas no estaban dispuestas a hacer. Este fue un error estratégico porque no percibieron que estaban dejando en manos de otros el epicentro del conocimiento vinculado a la aceleración de la innovación.

La convergencia de los conocimientos científicos y tecnológicos de última generación (genoma humano, nanotecnología, conexión 5G, inteligencia artificial, big data, robótica, neuronas digitales, biología digital) abrieron paso a la construcción de un curso hacia la cuarta revolución industrial.

Pero la cuarta revolución demanda una nueva estructura social, derivada del nuevo modelo de producción en ciernes y de las dinámicas de trabajo y consumo que de ello se generen. Ahora se trata de un giro de trescientos sesenta grados, pero es espiral ascendente y con tendencia concéntrica, que implica modificar todas las estructuras sociales existentes. El capitalismo cognitivo del siglo XXI se abría paso y consolidaba.

En múltiples artículos y conferencias de los últimos años insistí en trabajar varios escenarios y análisis proyectivos de la cuarta revolución industrial. Uno de ellos, con mayores probabilidades teóricas colocaba a la casa como el epicentro del trabajo, el consumo, la educación y la gobernabilidad. Pero ello implicaba un proceso de reeducación sin precedentes, algo que no era fácil instrumentar para una reingeniería social de tal magnitud.

El problema es que el desembarco de la cuarta revolución industrial está a la vuelta de la esquina; entonces para el capital se trataba de resolver una ecuación tan compleja en el corto plazo, mientras que para muchas de las resistencias anticapitalistas este debate les solía resultar un ejercicio de ciencia ficción.  La realidad nos demostraría que para el capitalismo cualquier barrera es posible derrumbarla.

 

Coronavirus: la pandemia del miedo

De pronto, irrumpe en el escenario una pandemia con impacto profundo en toda la sociedad global, el coronavirus. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) “los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19. La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.” (OMS, 2019)

Ya la humanidad había presenciado con temor el surgimiento de pandemias como el H1N1 y la epidemia de Ebola (1976-2016), con brotes intermitentes. Sin embargo, ninguna de ellas había alcanzado la diseminación del Coronavirus. No voy a entrar en el debate respecto a su es un virus de mutación natural o fue creado en laboratorio, porque no dispongo de los elementos de convicción suficientes para afirmar ni lo uno ni lo otro. Lo que si es cierto que en menos de tres meses más de ciento veinticinco países sufrieron el impacto del virus.

Pero ahí comienzan las explicaciones que construyen una nueva hegemonía social. Se señala que el Coronavirus se extiende fundamentalmente por el relacionamiento humano y al entrar en contacto con superficies donde este depositada de manera residual la cepa del virus. Se culpa a los viajeros, especialmente de vuelos aéreos y los cruceros, de ser los trasmisores y difusores del virus.

La sociedad capitalista del siglo XX e inicios del XXI había convertido en un derecho civilizatorio la movilidad humana, por lo que restringirla se convertía en un problema. De pronto el coronavirus hace posible lo impensable, el temor a viajar se va instalando en el imaginario colectivo social y el número de viajeros cae drásticamente hasta que no solo es esperado, sino exigido, que en cientos de países se prohíba viajar. No movernos del lugar pareciera ser el meta mensaje.

Del terror a viajar se pasa al horror por el contacto humano, como si el vecino, el amigo, la persona que encontramos en el metro, el autobús o la calle fuera un potencial vector, un peligro para nuestra salud. Los cimientos de la vieja sociabilidad de la primera, segunda e incluso de la tercera revolución industrial se ven cuestionados. La deshumanización adquiere una nueva escala y el desencuentro se convierte en un “acto responsable”. Se naturaliza el desencuentro humano.  Podemos vivir sin estar en contacto con los otros y otras pareciera ser el mensaje que se instala en la civilización humana.

El horror causado por los miles de muertos en todo el orbe hace que sectores populares y la clase media invoquen medidas autoritarias de control. Se eclipsa la noción democrática de la toma de decisiones por una apelación colectiva a la “manus military”. Los estados de alerta, emergencia y de suspensión de garantías se hacen “inevitables” y surge el primer Estado de sitio planetario. El autoritarismo emerge con base social, el fascismo tecnológico de la cuarta revolución industrial es un rio desbocado que se abre paso.

Los y las trabajadores habíamos construido una identidad de nuestra labor que nos hacía imprescindibles y de pronto encontramos que la sociedad puede marchar, con un nuevo modelo de organización, sin muchos de los trabajos a los cuales estamos acostumbrados se realicen. Cobran sentido posible y práctico las afirmaciones de Klaus Snowb, creador del Foro Mundial de Davos, respecto a que el desembarco de la cuarta revolución industrial traería millones de desempleos en el mundo, porque muchos de los trabajos que veníamos realizando, asociados al mundo del trabajo y el consumo en las tres revoluciones industriales precedentes ya no tendrían razón de ser. Se construye la hegemonía social respecto a que muchos trabajos son prescindibles.

Durante semanas, la sociedad comienza a reordenarse desde la casa. Se educa o expande el consumo “online” o el “Delivery”. Se promueve con hechos la nueva educación para el consumo. Millones de seres humanos entran en contacto acelerado con algo que aún les resultaba etéreo e incómodo, el nuevo modelo de consumo en casa.

El sueño dorado del capitalismo cognitivo del siglo XXI se muestra en la cotidianidad. Millones de seres humano son lanzados a la educación en casa, una nueva experiencia que parecía imposible cuando solo unos años atrás comenzamos a señalarlo como un Apagón Pedagógico Global (APG), un escenario factible para la reingeniería social en ciernes, algo que trabajaremos nuevamente los próximos días en artículos por separado. Ya académicos como Norman Antonio Boscán y Jesús Alemancia comenzaron a exponer sus implicaciones en sociedades como la panameña. Para poder concretar el salto, se ensayan plataformas y propuestas, mientras las familias aprenden colectivamente que es posible educar en casa, sin el acompañamiento de docentes, creando confusión sobre las diferencias entre enseñar a aprender y recibir información.

El miedo le construyó condiciones de posibilidad a un nuevo paradigma social. El miedo cohesionó mentalidades y forzó a ver nuevos caminos de cruce entre aceleración de la innovación y modelo de organización societal. Mientras tanto, en las élites superestructurales de poder, la pugna interburguesa continua con dos escenarios posibles: guerra para resolver las diferencias o integración del capital trasnacional para dar paso al nuevo imperio tricéfalo extraterritorial. Veremos en los próximos meses y años (¿) el curso de esta puja.

Todo lo anterior dejará una huella imborrable en la epistemología ciudadana de los individuos de una sociedad cada vez más mundializada culturalmente, en la cual la diversidad es suprimida, considerada una anormalidad, creándose superfluos estereotipos de simulación de esas diversidades.

 

Después de la crisis una nueva hegemonía capitalista se habrá instalado

Es previsible que en meses se supere la pandemia del Coronavirus. El modelo de control ensayado por China moldeará el curso de la resolución de esta crisis colectiva en materia de salud.

Todo vivirá la apariencia de volver a la “normalidad” pero ya no seremos los mismos. La hegemonía sobre una nueva forma de construir las sociedades del capitalismo de la cuarta revolución industrial será ya no utopía, sino algo posible para miles de millones de hombres y mujeres en todo el planeta.

La nueva normalidad estará preñada de certezas sobre la necesidad de repensar la casa, como escenario de vida, trabajo, educación, salud, seguridad y gobernabilidad. El mundo se nos hará incontrolable y la tranquilidad de lo que podemos moldear tendrá en la casa un espacio privilegiado.

Seguramente vendrán nuevas crisis y otras formas de consolidar la hegemonía para la nueva sociedad, pero la semilla del “nuevo” modelo capitalista ha sido sembrado. Es hora que las resistencias anticapitalistas se atrevan a pensar esta nueva realidad, que ya no es un teorema, sino que se nos ha mostrado como una realidad concreta.

 

Epílogo: la era de la singularidad está cerca, en la frontera final de la cuarta revolución industrial

Entre la primera revolución industrial y el cambio drástico que implica la cuarta revolución industrial mediaron dos siglos. Esto nos puede dar la falsa certeza que habrá que adaptarnos a lo nuevo porque esto nos marcará para el resto de nuestras vidas.

Nada más alejado de la realidad. Si observamos la línea de aceleración de la innovación científica tecnológica podremos ver con claridad como el nuevo quiebre se plantea en cualquier momento a partir del año 2045, es decir, solo veinticinco años adelante.

A esta nueva ruptura y crisis civilizatoria Kurzweil (2012) le ha dado el nombre de “era de la singularidad”, que no es otra cosa que el advenimiento de una sociedad en la cual la fusión de vida biológica y tecnología será un fenómeno a gran escala. Pero dejemos eso para otro artículo.

Todo ello nos plantea a quienes nos ubicamos en el plano de las resistencias anticapitalistas, desafíos, tareas y debates. La explotación del hombre por el hombre no desaparecerá por el contrario adquirirá nuevas y terribles expresiones. Los y las revolucionarios, debemos como lo hizo Marx, desde lo concreto del presente anticipar el mañana con propuestas alternativas.

 

 

 

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Venezuela: Suspenden actividades escolares en todo el país a partir del lunes 16 de marzo

América del Sur/Venezuela/15-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.elnacional.com

Delcy Rodríguez, vicepresidenta del régimen, confirmó que dos personas que estuvieron de viaje recientemente en Europa dieron positivo para coronavirus y se encuentran en el estado Miranda.

Delcy Rodríguez, vicepresidenta del régimen, informó este viernes que a partir del lunes 16 de marzo las actividades escolares en todo el país serán suspendidas. Esto luego de que se confirmaran los primeros dos casos de coronavirus en Venezuela.

«Se suspenden las actividades escolares en Venezuela a todos los niveles ante detección de dos casos de coronavirus. Activado plan especial para atender a los alumnos a distancia», anunció en cadena nacional.

Rodríguez indicó que la madrugada de este 13 de marzo una ciudadana de 41 años de edad que estuvo recientemente de viaje en Estados Unidos, Italia y España dio positivo para coronavirus. El otro caso es un hombre de 52 años que estuvo de viaje en España. Ambos, localizados en el estado Miranda y se encuentran completamente aislados.

Otra medida de prevención anunciada por el régimen es que se exigirá de manera obligatoria el uso de mascarillas para trasladarse en el Metro de Caracas.

Hizo un llamado a las personas que estuvieron en el vuelo 6673 de Iberia, de las fechas 5 y 8 de marzo, que deben entrar en cuarentena preventiva.

Asimismo, pidió a los adultos mayores de más de 70 años quedarse en sus hogares porque son de la población más vulnerable al contagio.

VTV CANAL 8

@VTVcanal8

📹| Se suspenden las clases en Venezuela a todos los niveles ante detección de dos casos de coronavirus. Activado plan especial para atender a los alumnos a distancia, informa Vicepresidenta de Venezuela, @DrodriguezVen

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Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/venezuela/suspenden-actividades-escolares-en-todo-el-pais-a-partir-del-lunes-16-de-marzo/
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La educación en las redes sociales es determinante para evitar el ciberacoso

La educación en las redes sociales es determinante para evitar el ciberacoso

En un mundo hiperconectado y de múltiples pantallas la solución a la humillación y al ataque en línea no está en dejar de usar la tecnología, sino en enseñar cómo usarla y la convivencia. En esta tarea también participan las plataformas digitales

En la primera quincena de febrero una nueva polémica surgió en las redes sociales en Venezuela. Los involucrados: una bióloga, Richard Linares y guacamayas. Durante toda la semana se habló en los medios nacionales sobre el caso. Pero más allá de que involucraba a una persona reconocida por ser el entrenador de las misses, llevó a la palestra pública un tema del que no se suele hablar: el ciberacoso.

El ciberacoso, o también cyberbullying –término anglosajón–, es la humillación reiterada y que se prolonga en el tiempo contra una persona usando los medios. «Puede tener las mismas consecuencias que el acoso físico a nivel personal. Que sea a través de las redes no representa un factor protector», explica la psicólogo clínica Zena Sleiman.

La doctora es enfática respecto al acceso masivo a la información y la cantidad de usuarios en las redes sociales. «Puedes recibir reconocimiento, likes, elogios, pero también puedes recibir insultos, desacuerdos».

Las consecuencias psicológicas pueden ir desde la ansiedad hasta la baja autoestima, incluso temor por su integridad física. Esto puede estar relacionado con sentimientos o ideas suicidas. Sin embargo, Sleiman indica: «Dependerá de los recursos emocionales que tenga esa persona para afrontarlo. Por ejemplo, una persona con mayores inseguridades, dificultades de baja autoestima, ansiedad, falta de redes de apoyo (amigos, familiares cercanos que apoyen) es más vulnerable».

La también profesora de la UCAB aclara: «Es importante acotar que las formas de ciberacoso no solo están en humillar e insultar a alguien en las redes sociales. Hackear una cuenta, crear un perfil falso y asumir la identidad de una persona también lo es».

Para evitar ese tipo de prácticas, Sleiman recomienda la educación y la responsabilidad individual por lo que se dice en las redes sociales. “Educarnos en cómo funciona cada red, en sus términos y condiciones. Preguntarse qué buscas en las redes sociales, para qué las utilizas. Si es para compartir, formar nuevos amigos, mostrar mi trabajo, etc. También saber que uno es responsable de lo que publica y que cuando se publica algo difícilmente desaparece».

Agrega: «Alejarse de las redes no es una solución porque vivimos en un mundo cada vez más interconectado. No vamos a prohibir los teléfonos, las redes sociales, la tecnología para evitar el acoso. El acoso no es inherente a la tecnología, sino a la persona. Lo que tenemos que hacer es educarnos y reflexionar en relación con el uso de la tecnología y las redes sociales».

En esta tarea también participan las mismas plataformas. Una de las normas comunitarias de Instagram dice: «Respeta al resto de los miembros de la comunidad de Instagram». En ella señala que retiran cualquier contenido que «incluya amenazas creíbles o lenguaje que incite al odio, contenido dirigido a particulares con el fin de humillarlos o avergonzarlos, información personal utilizada para chantajear o acosar a alguien y mensajes reiterados no deseados», así como «resulta inaceptable fomentar el uso de la violencia o atacar a alguien por razones de raza, etnia, origen nacional, sexo, identidad sexual, orientación sexual, creencias religiosas, discapacidad o enfermedad».

Si alguien infringe las normas comunitarias, recomiendan que el usuario denuncie el hecho. Y deja claro que «solo elimina aquellas cuentas y publicaciones que no sigan nuestras normas y condiciones. Es importante recordar que Instagram no actúa como intermediario en conflictos entre las personas que utilizan nuestros servicios».

Y si una persona es víctima de comunicaciones no deseadas recomiendan bloquearla, buscar apoyo en amigos o familiares, como señaló ya la psicóloga Sleiman. Incluso dejan recursos virtuales como Stop BullyingNational Crime Prevention Center on Cyberbullying y Connect Safely.

También dentro de la aplicación hay una función llamada «Restringir». Cuando el usuario seleccione una cuenta para restringirla, esta podrá seguir comentando las publicacione, pero con la diferencia de que el comentario solo será visible para quien lo envía. Ni el usuario ni sus seguidores recibirán este mensaje, salvo que la cuenta que restringe permita que sus seguidores lean este mensaje. Además, la cuenta restringida no tendrá conocimiento de que se aplicó este procedimiento.

Fuente de la Información: https://www.elnacional.com/ciencia-tecnologia/la-educacion-en-las-redes-sociales-es-determinante-para-evitar-el-ciberacoso/

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Venezuela: Federación Fe y Alegría presentó el programa de Educación en Emergencia

América del Sur/Venezuela/08-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.elnacional.com

La propuesta tiene como objetivo mejorar los ambientes de aprendizaje y crear condiciones para la inclusión escolar.

La Federación Fe y Alegría celebra este viernes su aniversario número 65, En ese sentido, presentó una nueva propuesta educativa ante la crisis humanitaria que padece Venezuela.

«En este aniversario número 65 de Fe y Alegría no queremos celebrar y regodearnos nosotros, sino agradecer al país», expresó Luisa Pernalete, coordinadora de la Federación, este viernes en una rueda de prensa.

Pernalete considera que se debe realizar un pacto para recuperar la educación en el país. Considera que esta es la herramienta que permitirá la recuperación de Venezuela.

«Si decimos que queremos proteger la educación, debemos también proteger a los docentes. Deben ser dignificados y reconocidos, sin maestros no hay escuela. Nuestra propuesta es defender y proteger a los maestros», expresó.

Noelbis Aguilar, directora nacional del programa Escuela de Fe y Alegría, dijo que el programa de Educación en Emergencia integra más de 170 instituciones educativas. Agregó que su objetivo es mejorar los ambientes de aprendizaje y crear condiciones para la inclusión escolar.

Aguilar indicó que se realizó un estudio para identificar la causas de por qué los niños no asisten a las escuelas o cuáles son sus mayores dificultades para tener acceso a la educación. De esta forma pueden propiciar elementos que permitan que los menores se incorporen a los planteles.

Rafael Peña, director del Instituto Técnico San José Obrero de Fe y Alegría, rsaltó una vez más la importancia de los docentes para que las aulas se mantengan en funcionamiento.

«El 16 de febrero del presente año se cumplen cuatro meses desde que Aristóbulo Istúriz se comprometió con los padres y personal docente para atender sus necesidades y darles respuestas. Aún seguimos esperando», manifestó.

Carlos Alaña, director del Instituto Radiofónico Fe y Alegría, destacó por otra parte la labor del IRFA, el cual atiende a más de 16.000 personas mayores de 15 años que no han podido terminar la escuela primaria o el bachillerato.

«Hoy día, más de 50% de los participantes del IRFA están entre 15 y 19 años», dijo.

TVV Noticias

@TVVnoticias

Coordinadora, Luisa Pernalete: “Si decimos que queremos proteger la educación debemos también proteger a los docentes, porque ellos necesitan ser identificados porque sin ellos no hay escuelas”.

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