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Mi hijo repite curso. ¿Cómo lo afrontamos?

Por: ABC

Los padres no deben evitar que los hijos tengan que hacer una reflexión sobre por qué ha pasado esto.

Si tu hijo repite curso, calma. No es el fin del mundo. Te damos unos consejos para que afrontar una noticia así sea más llevadero para toda la familia. Las clases han terminado y los colegios han echado el cierre. Lo que tanto deseaban nuestros hijos por fin ha llegado: el esperado verano. Sin embargo no para todos las vacaciones estivales van a ser un camino de rosas. Y es que más de uno ha acumulado más de un par de asignaturas suspendidas… con lo que eso conlleva.

Lo cierto es que repetir curso es la última medida que aplican los colegios. Lo primero que hacen los centros educativos es realizar todas las medidas ordinarias necesarias. Es entonces, al comprobar que no se obtienen los resultados esperados, cuando se toma la decisión de repetir curso.

Una decisión muy meditada. Existen diversos factores por los que tu hijo puede haber llegado a esa situación. Sea cual sea el motivo que ha desencadenado que tenga que repetir curso, debemos verlo como algo beneficioso para el estudiante, para que pueda superar bien las dificultades académicas y poder afrontar el resto de cursos sin problemas añadidos.

Ante este contexto, Teresa Díaz Tártalo, profesora del Grado en Educación de la Universidad CEU San Pablo, propone algunos consejos enfocados a los padres que pasan por esta situación para acompañar emocionalmente a los hijos.

-Analizar por qué va a repetir curso nuestro hijo. Siempre se ha de tener en cuenta la razón por la que se ha llegado a esta situación a la hora de poder apoyar de una u otra manera a un niño que tenga que repetir curso. ¿Es la consecuencia de que no haya trabajado todo lo que debería? ¿Se ha esforzado al máximo y, pese a dar lo mejor de sí mismo, no ha alcanzado los resultados deseados? El primer paso es analizar el por qué y conforme a eso se actuará de una u otra forma.

-Dejar que sean conscientes de sus decisiones. En el caso de que los niños repitan por no haber trabajado lo suficiente, los padres no deben evitar que los hijos tengan que hacer una reflexión sobre por qué ha pasado esto. En ocasiones, los padres tienden a pensar que ayudan a sus hijos sobreprotegiéndoles y evitando que se planteen las consecuencias de sus actos, y esto puede ser un error.

-No caer en el reproche excesivo. Es muy importante que los padres no caigan en un excesivo reproche a los hijos incluso cuando el motivo del suspenso sea la falta de trabajo. Debemos ayudarles a dar un paso adelante para que vean que en la vida todos cometemos errores. Lo importante es darse cuenta y pensar que los propios padres han sido adolescentes y han cometido errores, al igual que sus hijos.

– Acompañar a los hijos en el «duelo». Ante una situación como esta, el alumno que repite curso puede encontrarse con diferentes emociones como la sensación de fracaso, la pérdida y separación de sus amistades… Estos sentimientos no deben censurarse, y los padres deben ayudarles a superarlo.

-Convertir la situación en una oportunidad. Es muy importante ayudar a los hijos a comprender que siempre se puede volver a empezar, que sus padres los quieren incondicionalmente y que estarán a su lado pase lo que pase.

-Potenciar sus fortalezas. Cuando los niños tienen que repetir curso pese a haberse esforzado al máximo, los padres deben mirar más allá de lo académico y analizar en qué destacan sus hijos para animarlos a desarrollar lo que hacen bien. Los padres no deben olvidar que los niños son mucho más que las notas que sacan y que las malas notas pueden darse por varias razones, por tener muchos problemas, estar descentrados o debido a una mala temporada.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-hijo-repite-curso-como-afrontamos-202107281345_noticia.html

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¿Reelección en el SNTE?

Por: Wenceslao Vargas Márquez 

¿Hay reelección en el SNTE? En Tamaulipas dicen que sí. Yo tengo otros datos. En 1927 y 1928 la República entró en agitación en lo político (y en lo doctrinario) pues el expresidente Álvaro Obregón, quien lo había sido en 1920-24, pretendía serlo de nuevo a pesar de la prohibición constitucional y del contrasentido, pues la Revolución se había levantado contra las reelecciones, las de Porfirio Díaz y de cualquier otro. 

Los obregonistas alegaron que la prohibición constitucional contra la reelección aplicaba, en el año 1928, sólo contra Plutarco Elías Calles pues era el presidente en ejercicio 1924-28. Alegaron que en ése 1928, no siendo Obregón el presidente en ejercicio, no podía aplicársele el concepto de reelección.       

En el SNTE de Tamaulipas, Sección 30, se está alegando algo similar para hacer candidato a un docente que ya fue secretario general seccional y que en este momento no lo es. Dice una nota de prensa: “Entre quienes le están apoyando en este tema está el  profesor Enrique Meléndez Pérez, quien es ahora el Coordinador de Maestros por México, MXM, en Tamaulipas”. Añade la nota una razón como la de Obregón en 1928: “Dejó en claro Meléndez: “La verdad es que en el estatuto no te limita, no te prohíbe, dice el estatuto que no puedes reelegirte cuando tú estás en funciones de secretario general ni en el próximo periodo”. El mismo alegato de Obregón hace casi un siglo. 

¿En verdad el estatuto no limita? Yo tengo otros datos. El estatuto vigente del año 2018 dice: “Artículo 42. El Representante de Escuela o Centro de Trabajo no podrá ser reelecto para el periodo inmediato. Artículo 43. Los miembros de los Comités Ejecutivos Delegacionales y Seccionales no podrán ser reelectos para el mismo cargo en el mismo Comité”. Cierto, que a pesar de esto, los secretarios generales delegacionales se reeligen dejando pasar un periodo, a pesar de que no deben reelegirse para el mismo cargo (secretario general) en el mismo comité (el delegacional). Así, el candidato de Tamaulipas no puede reelegirse por mandato del art. 43 en contradicción con el 42. Esta imposibilidad absoluta del art. 43 la hace prohibitiva para el seccional en todo tiempo futuro: hace diferencia con el 42, que sólo limita “para el periodo inmediato”. 

¿La Ley Federal del Trabajo permite la reelección? Sí. La permite desde la reforma del 1º de mayo de 2019. “Artículo 371. Los estatutos de los sindicatos contendrán (…) X. Período de duración de la directiva sindical y de las representaciones seccionales. En el caso de reelección, será facultad de la asamblea decidir mediante voto personal, libre, directo y secreto el período de duración y el número de veces que pueden reelegirse los dirigentes sindicales”.  

Aplicando el art. 371 al caso Tamaulipas y a cualquier otro caso similar (ejemplo, el líder nacional del SNTE si quisiera intentarlo en 2024), hallaremos que primero se deberán reformar los estatutos para que se adapten al artículo 371 de la ley. Esto no lo hizo el SNTE para permitir elecciones nacionales en el plazo que la ley ordenó, el segundo semestre del 2019. Así, está claro que no lo hará, no reformará estatutos, entre otros motivos porque esa facultad, la de renovar estatutos, es una facultad reservada estrictamente en favor de un congreso nacional que por ahora no está a la vista.  

La maestra Gordillo y el maestro Juan Díaz de la Torre, con el discurso contradictorio de que no hay caciques ni propietarios del SNTE, se reeligieron cuando lo intentaron recurriendo a un expediente sencillo: cambiándole el nombre al cargo. Nótese que las prohibiciones estatutarias de los citados artículos 42 y 43 del SNTE no aplican a la dirigencia nacional. La maestra le prohibía a todos, menos a su propio cargo. Díaz de la Torre se reeligió en febrero de 2018 para el periodo 2018-2024 aunque en noviembre del mismo 2018, en un pasillo oscuro, se le apareció la 4T. Si en 2024 se intentara una reelección nacional sería una exigencia legal la modificación previa del estatuto… a menos que salga de la chistera un reglamento nacional de elecciones que lo permita a pesar del artículo 371 de la ley.  

Las oposiciones internas del CEN del SNTE carecen de ideas y de fuerza, y tienen como único punto de su plan de trabajo (como obsesión, pues) que haya elecciones magisteriales nacionales por la razón de que es la única manera de recuperar la jugosa chequera que no rinde cuentas. A esa oposición interna los derechos laborales de los agremiados les valen m…menos que un pepino. Muy bien que en Tamaulipas y en cualquier parte del país un docente levante la mano y diga que quiere ser el líder seccional. Muy mal que para lograrlo alegue lo que en 1928 alegaba el general Obregón. 

 @WenceslaoXalapa 

Fuente: http://www.educacionfutura.org/reeleccion-en-el-snte/

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Cuba vs. terrorismo mediático

Por: Carlos Fazio

El pasado 11 de julio Cuba fue el blanco de una renovada y sofisticada operación de guerra cibernética, que a la par de la campaña de intoxicación (des)informativa de los medios masivos cartelizados, de las noticias falsas ( fake news), del uso de cuentas influenciadoras y de ONG como herramientas de infiltración en la sociedad, está dirigida a desestabilizar de manera caótica y violenta a la isla, y cuyo objetivo principal es justificar la injerencia militar de Estados Unidos bajo la pantalla de una intervención humanitaria.

Las acciones encubiertas de la administración Biden se inscribieron en el marco de la Guerra No Convencional (GNC) del Pentágono; una guerra irregular, asimétrica y de desgaste, que con eje en una estrategia de espectro completo abarca una política donde lo militar (incluidas operaciones sicológicas de inteligencia, guerra híbrida, ciberguerra, terrorismo, sabotajes), lo económico, comercial y financiero (el bloqueo y las sanciones y leyes de alcance extraterritorial como la Torricelli y la Helms-Burton) y lo cultural (el uso de la consigna Patria y Vida en contraposición a la simbólica frase de Fidel, Patria o Muerte), tienen objetivos comunes y complementarios.

Las guerras de cuarta generación requieren del control y la conversión instrumental de los medios (radio, TV, prensa escrita) en armas de la guerra sicosocial, en combinación con las redes informáticas (fibra óptica, cables, computadoras y dispositivos electrónicos para el tráfico y generación de información) utilizadas como herramientas para la difusión de matrices de opinión elaboradas en los sótanos del Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia.

La dimensión humana es la esencia misma de la guerra irregular. Entender la cultura (identidad, valores, creencias, percepciones), así como los factores políticos, económicos y religiosos son cruciales para las actividades de subversión y espionaje. Desde 2007 la CIA consideró prioritario garantizar el acceso a Internet en Cuba sin el control del gobierno, y en 2011 engendró una red social clandestina similar a Twitter llamada ZunZuneo, impulsada por mensajes de texto para incitar a los jóvenes a manifestarse contra el gobierno como en la Primavera Árabe. En 2018 se creó una Fuerza de Tarea de Internet para Cuba, subordinado al Grupo de Acción Política que forma parte del Centro de Actividades Especiales, una división de la CIA que realiza análisis basados en el big data y procesa perfiles de sujetos de interés. Ese grupo operativo contrata netcenters, cibersicarios y haters (hostigadores) que realizan campañas de descrédito cívico o de la reputación de personas mediante campañas de rumores y noticias falsas, y de la manipulación de materiales digitales, fotos, conversaciones grabadas, correos electrónicos y el robo de contraseñas para suplantar identidad.

Adscritos al capitalismo de vigilancia (Shoshana Zuboff) y al gran reinicio del Foro Económico Mundial, los ciberataques contra sitios web cubanos buscaban congestionar, bloquear y/o dañar los canales de comunicación; obtener información de valor y tomar el control de los servidores, y hacer colapsar la visibilidad y credibilidad del gobierno de Miguel Díaz-Canel y su capacidad para difundir información a través de medios oficiales respecto a la situación real en Cuba.

Inducidos por agentes provocadores (guarimberos que protagonizaron disturbios callejeros y tomas violentas de instalaciones para inducir a la policía a tomar acciones represivas que generaran la percepción de violaciones de derechos humanos), en las manifestaciones participaron sectores populares que sufren los efectos de la crisis de la pandemia, el bloqueo y las sanciones estadunidenses, y algunos revolucionarios inconformes y confundidos por la manipulación de las emociones en las redes digitales. Activadas por la agenda política de la contrarrevolución, las manifestaciones fueron parte de una operación política y de inteligencia que incluyó llamados de odio y a cometer linchamientos y asesinatos, pero fueron precedidas por un planificado trabajo de socavamiento simbólico, que buscó erosionar las bases de los vínculos barriales y comunitarios, el sentido común y la moral y el entendimiento colectivos, bombardeados desde los medios masivos de transmisión de datos e imágenes.

Propia del terrorismo mediático y afín a los manuales de las revoluciones de colores (golpes suaves), la imagen que de manera intencional utilizó la ONG Ar­tículo 19 para golpear al gobierno cubano, haciendo pasar una marcha en Egipto como si fuera en el malecón de La Habana, se sumó a las mentiras y manipulaciones de paraperiodistas y al uso intensivo de robots, algoritmos y cuentas recién creadas, en las que estuvo implicado el gobierno de EU a través de una campaña en Twitter, que contó con recursos multimillonarios y sofisticadas plataformas tecnológicas instaladas en territorio estadunidense −en particular en Miami, asiento de la industria de la contrarrevolución− y el apoyo de los senadores Marco Rubio, Ted Cruz y Lindsey Graham, republicanos, y Robert Menéndez, demócrata por Nueva Jersey.

Para incitar al cambio de régimen, la guerra cultural incluyó raperos, la industria de la música hip hop y sectores de la farándula cubana financiados por la Usaid y la Fundación Nacional para la Democracia −ambas tapaderas de la CIA− y fundaciones como la Open Society (Soros) y la Red Atlas. La etiqueta #SOSCuba y #CorredorHumanitario fue usada por mercenarios cibernéticos junto con la canción Patria y vida (en lenguaje orwelliano Anexión y Odio), catapultada por artivistas del Movimiento San Isidro como himno de manifestantes espontáneos que enarbolaban banderas de Estados Unidos.

La soberanía y la autodeterminación de Cuba deben ser resueltas por los cubanos. La historia demuestra que la guerra híbrida sólo se derrota con pueblo consciente movilizado. Quienes seguimos al proceso cubano desde la gesta del Granma, la guerra de liberación nacional de Fidel y los barbudos en la Sierra Maestra y el trabajo clandestino del Movimiento 26 de Julio, sabemos que hay que defender a la Revolución sin vacilación, confusión ni condicionamiento alguno. Por su historia, por la construcción de un socialismo a la cubana y por su labor internacionalista, Cuba es merecedora de apoyo y solidaridad. Nadie dude, que, como dijo Martí, en Cuba son más los montes que los abismos: más los que aman que los que odian. En el mundo también.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/07/26/opinion/015a1pol

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La lectura es una tarea imprescindible en verano

Por: ABC

Fomentar la costumbre de leer es algo muy positivo para los niños, pero es una gran lucha que tienen los padres actualmente.

El verano ya está aquí y como dice la canción «arriba las vacaciones, abajo el estudiar, los libros a los rincones y los niños a jugar». Pero el hábito lector es algo que no debe abandonarse en verano, ya que es uno muy beneficioso para los más pequeños. Fomentar la costumbre de leer es algo muy positivo para los niños, pero es una gran lucha que tienen los padres actualmente. Normalmente la lectura es una actividad que se relaciona solamente con el colegio, con las actividades escolares, sin embargo, la lectura es algo que trae muchos beneficios a los niños.

Estudiotec, una academia madrileña que trabaja de forma personalizada con niños y jóvenes de distintas características y capacidades desde el 2008, explica los grandes beneficios que trae la lectura a los niños: «Fomentar la lectura en los niños significa enseñarles a organizar la realidad, ayudarlos a madurar, desarrollar sus sentimientos, sensaciones, emociones, estimular su creatividad, fortalecer su personalidad, su cultura, aumentar la habilidad de análisis, fortalecer su seguridad y confianza, reflexionar, deducir y pensar de forma más lógica, concentrarse mejor, aumentar su vocabulario e inteligencia y muchas más capacidades. Estas son las grandes ventajas que hemos podido observar en nuestros alumnos que tienen el buen hábito de leer con frecuencia», apuntan.

Por lo tanto, como se puede ver, la lectura es algo muy positivo e incluso necesario para los niños, sin embargo, fomentar esta buena costumbre es algo que debe venir de familia. La familia, según los expertos de Estudiotec, es una parte imprescindible en la educación de los niños. « Es muy importante que los padres dediquen tiempo a la lectura de los niños, hagan una investigación y búsqueda de libros recomendables para cada edad y localizar libros que puedan interesarles a los niños. La lectura debe ser algo que les divierta y entretenga, no una obligación tediosa», recuerdan.

Así, sugieren que «si por ejemplo el niño va a hacer una excursión a la naturaleza, lo que el padre puede hacer es recomendarle leer un libro sobre insectos, animales salvajes, ríos, etc. O si por ejemplo los niños van a visitar una nueva ciudad pueden leer un libro sobre su historia, sociedad, etc. La lectura es una actividad individual, pero eso no significa que los padres deben darles el libro a los niños y desentenderse».

Se trata, concluyen desde Estudiotec, «de realizar esa actividad juntos, compartir pensamientos y reflexiones y, sobre todo, hacerlo con calma y tranquilidad, de forma entretenida y sin estresar al niño. Esta actividad es una lúdica, en la que se le da rienda suelta a la imaginación. La lectura digital es una opción para los niños de hoy en día, que han nacido con una pantalla en la mano. Una opción interesante sería un e-book, pero siempre es más ventajoso leer desde un libro real, de papel».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-lectura-tarea-imprescindible-verano-202107230120_noticia.html

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La violencia no puede tener la última palabra

Por: Dinorah García Romero 

El impacto de la muerte de cinco personas o más en Higüey, además de ser un drama humano doloroso, se convierte en un drama económico; porque no incentiva el turismo libre y divertido. Por el contrario, se produce un miedo colectivo y se retrae la vida en los diferentes ámbitos.

La sociedad dominicana observa, con pavor, la espiral de violencia que se reproduce en diversos puntos geográficos del país. Esta situación, además de concitar la atención de la ciudadanía, está generando más inseguridad personal y social. Cuando en una sociedad la población se ve asaltada por el temor, se produce un desequilibrio en el desarrollo humano de la colectividad. El ambiente de temor, no solo crea inseguridad, sino que produce un aislamiento progresivo en las personas y, por tanto, una ruptura del canal comunicativo que ha de haber entre los diferentes actores de la sociedad. La violencia sicológica, verbal y física está adquiriendo más fuerza cada día en el ámbito familiar, laboral y social. Todo no tiene como fuente la pandemia que nos afecta. Esta carrera veloz de la violencia tiene raíces históricas y estructurales.

Hoy esta violencia se ha diversificado y se ha apropiado de los referentes que aporta la sociedad del conocimiento. Así, adquiere fuerza la violencia característica de los medios electrónicos, de las redes sociales y de los nuevos equipos supersónicos que se construyen con el falso título de la autodefensa de las naciones. La República Dominicana no cuenta con estos equipos sofisticados; pero posee otros que, aunque tienen una naturaleza rudimentaria, también ejercen violencia. Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional conocen y aplican estos equipos y sus procedimientos.

Los últimos hechos de violencia hasta llegar al crimen, como los ocurridos en teteos clandestinos; las muertes producidas en Sabana de la Mar y las ocurridos recientemente en Higüey, nos ponen en estado de alerta nacional, familiar e institucional. No podemos leer tranquilamente estas informaciones. Nuestro compromiso como ciudadanos corresponsables del bienestar y desarrollo del país nos exige acción mancomunada. Es el momento de abandonar la postura de ver estos hechos como algo aislado, que no inciden en la vida, en la sicología y en el desarrollo de la sociedad dominicana. Esto no es verdad, los hechos de violencia sistemáticos van erosionando, no solo la dignidad, sino el desarrollo de las zonas donde se producen y del país. El impacto de la muerte de cinco personas o más en Higüey, además de ser un drama humano doloroso, se convierte en un drama económico; porque no incentiva el turismo libre y divertido. Por el contrario, se produce un miedo colectivo y se retrae la vida en los diferentes ámbitos.

La ciudadanía en general, las instituciones del Estado y las instituciones académicas han de coordinar esfuerzos para debilitar sustantivamente las raíces de la violencia en la sociedad dominicana. Los actos delincuenciales no surgen de forma espontánea, se incuban en la vida cotidiana de la familia, de las instituciones, de la sociedad. Es necesario, por tanto, una determinación conjunta que esté orientada a trabajar la pedagogía de la paz. Esta pedagogía ha de convertirse en un foco central en las instituciones de educación superior, en la familia y en las instituciones públicas. No bastan programas coyunturales, ni mucha publicidad. Lo que se necesita es la puesta en ejecución de procesos sistémicos que reduzcan al mínimo la violencia doméstica, social e institucional.

La violencia tiene múltiples causas, de las cuales dos ocupan la primacía: la desigualdad institucionalizada y la colocación de los jóvenes en la orilla laboral, en la orilla del desarrollo. En estas condiciones la pedagogía de paz es un mito, pero hay que intentar hacer lo más que se pueda. Si las raíces de la violencia son estructurales, el trabajo que se puede hacer es mínimo; pero no debemos abandonar la idea y el compromiso de trabajar la pedagogía que proponemos. Simultáneamente se pueden poner en ejecución estrategias que orienten la acción del Estado hacia cambios significativos. Estas transformaciones han de reducir la fuerza de los factores que fundamentalmente generan la violencia hasta dentro del mismo Estado. Los medios de comunicación tienen un papel clave para contribuir con la pedagogía de la paz que hemos de construir entre todos. La violencia no puede tener la última palabra. No. La violencia ha de ser desterrada para abrirle paso a una cultura humanizante y estabilizadora

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-violencia-no-puede-tener-la-ultima-palabra-8968807.html

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Clases presenciales y el futuro del modelo híbrido en México…

Por: Abelardo Carro Nava

Hoy, desde Palacio Nacional, se habla de un regreso a clases presenciales en próximos días…

Trasladar la escuela a la casa no fue la mejor decisión que la Secretaría de Educación Pública (SEP) tomó al inicio de la pandemia pues, como se sabe, la escuela es por excelencia el espacio en el que ocurren una serie de interacciones de gran valía para la generación y adquisición de aprendizajes formales en los estudiantes. ¿Por qué fue tan necesario e indispensable que, tanto profesores y alumnos, agotaran los contenidos de un plan de estudios durante el ciclo escolar 2020-2021 o, mejor dicho, porqué no se propuso, desde la propia Secretaría, la dosificación de contenidos o el desarrollo de actividades relacionadas, por ejemplo, con la lectura y escritura situadas en el propio contexto de los educandos para favorecer dichos aprendizajes puesto que las condiciones de vida de los padres de familia de los niños, niñas y adolescentes (NNA) son tan diversas?, ¿acaso no se contaba con un diagnóstico de esas condiciones cuando el propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publica continuamente indicadores sobre ese rubro?

En este sentido, hasta el hartazgo se ha dicho que la contingencia sanitaria visibilizó los males que padece el Sistema Educativo Mexicano (SEM), y esto es cierto porque, quienes cotidianamente transitábamos por diferentes espacios educativos y no educativos, pudimos observar las brechas de desigualdad existentes en una comuna, municipio, estado o región, aunado, desde luego, a las evidentes desigualdades entre escuelas públicas ubicadas en dichos contextos. La falta de agua, energía eléctrica, sanitarios, drenaje, espacios o aulas con mobiliario adecuado, internet, etcétera, contrastaba con aquellas que sí los tenían o, al menos, con la mayoría de ellos.

Es cierto, esto ha sido el lastre que se ha venido arrastrando desde hace muchas pero muchas décadas. Y con esta realidad, a veces lacerante, esta Secretaría diseñó un esquema denominado Aprende en Casa que, como sabemos, fue de poca utilidad, dado que el número de estudiantes y profesores que hicieron uso de la televisión y radio, no fue el esperado.

Y no fue el esperado porque quien conoce perfectamente las condiciones de vida de sus alumnos y de sus familias son las maestras y los maestros. Docentes que, independientemente de su grado de compromiso y responsabilidad con su labor, diseñaron sus propias herramientas de trabajo para sacar a flote el barco, destacan: la adquisición de equipos tecnológicos con sus propios recursos, la elaboración de cuadernillos a partir de su conocimiento y lo que implicaba el trabajo en casa de sus educandos, la toma de cursos para conocer sobre el empleo de alguna plataforma, el uso de internet y diversos materiales educativos pagados con dinero de su bolsillo, el doble trabajo o actividad que en algún momento significó (y aún significa) el quehacer docente de manera sincrónica y asincrónica, las planeaciones modificadas o ajustadas a esta “nueva” realidad, la extenuante revisión de trabajos enviados a todas horas, los consejos técnicos muchas veces sin sentido y sin propósitos acordes a las demandas y necesidades del profesorado, entre otras. Acciones que, indiscutiblemente, los llevo a ser lo suficientemente creativos; pero no fue suficiente, por un lado, no todos los padres de familia y alumnos se comprometieron con la continuidad de ese proceso formativo y, por el otro, la Secretaría hizo oídos sordos a las distintas problemáticas que se fueron gestando a lo largo del ciclo escolar que ha culminado y, de las cuales, no dio una respuesta clara y contundente que permitiera direccionar el trabajo de los mentores.

Hoy, desde Palacio Nacional, se habla de un regreso a clases presenciales en próximos días como si esto fuera la solución a las dificultades que, brevemente, he señalado; no obstante, regresar a lo mismo, desde mi perspectiva, no encuentra sentido porque, indiscutiblemente, no es ni será lo mismo, y por ello tenemos que empezar a reconocer que esas mismas problemáticas se han incrementado en este tiempo y por lo cual dificultarán el proceso de regreso de todos los actores educativos.

Educación presencial, a distancia o en línea parece ser el dilema que habrá de resolverse en los próximos días. No obstante, ¿es viable el establecimiento de un modelo híbrido o combinado entendiéndolo como la integración eficaz de dos componentes: la enseñanza presencial y la tecnología no presencial en las escuelas? (Contreras, Alpiste y Eguia, 2006), ¿el magisterio y los padres de familia están preparado para ello?, ¿las instituciones educativas cuentan con todos los medios para hacerlo efectivo? Es más, ¿de qué manera se asegurará el establecimiento de este “modelo” cuando en los hechos innovar un ambiente de aprendizaje a distancia, no es trasladar la docencia de un aula de adobe a un aula virtual, ni cambiar el gis y el pizarrón, por un pizarrón inteligente? (Moreno, 1997). Preguntas, si usted gusta, sencillas, pero que permiten la reflexión y el necesario análisis y debate en torno a una posible alternativa que, supongo, visualiza la SEP y los “altos” funcionarios de esta Dependencia para el ciclo escolar 2021-2022. Desde mi perspectiva, incorporar este tipo de escenarios sin un diagnóstico real de los sujetos que emplearían este esquema, así como también, de los contextos de trabajo donde presumiblemente operaría con un enfoque estrictamente pedagógico, generaría mayores problemas que aquellos que se busca resolver o atender.

Esto lo traigo a colación por dos cuestiones. La primera, el incremento de contagios de Covid-19 en varios estados de la República Mexicana en los últimos días, y la incertidumbre que priva en la sociedad y en el sector educativo sobre el inminente regreso a clases presenciales anunciado por el Presidente hace unos días.

Tengo claro pues, que un esquema que tienda a trabajar de manera híbrida debe estar fincado en un programa educativo formal mediante el cual, el alumno pueda realizar al menos una parte de su aprendizaje en línea con un cierto grado de manejo sobre el tiempo, lugar, ruta o ritmo del mismo. Mientras que otra parte de ese aprendizaje, podría ser llevado a cabo en un espacio físico distinto a la casa y con algún tipo de supervisión, en este caso, del padre de familia o tutor. Tal programa educativo formal, ¿será el que direccione las actividades escolares y, desde luego, la generación de aprendizajes de los alumnos pues no todos los paterfamilias están de acuerdo en enviar a sus hijos a los centros escolares porque no se garantiza un regreso seguro a los mismos?, ¿la SEP tomará esta alternativa y la establecerá oficial y arbitrariamente cuando no en todas las instituciones educativas se cuenta con los recursos que permitan integrarla adecuadamente para aplicarse pedagógicamente?

Y luego, el tema de la planeación didáctica, un asunto no menos importante puesto que, independientemente de las adecuaciones que los docentes pudieran realizar, tendría que partir del diagnóstico ampliamente referido y de las actividades sincrónicas y asincrónicas que podrían diseñarse a partir de los contenidos; en consecuencia, ¿el trabajo por proyectos es una alternativa?, ¿qué pasará con aquellos estudiantes que no cuenten con los recursos para trabajar virtualmente, por ejemplo?, ¿se tendría que planear para el trabajo a distancia, presencial y en línea?, ¿y los alumnos con alguna discapacidad integrados al Sistema Educativo Mexicano?

Hace tiempo tuve la oportunidad de conocer el caso de una escuela pública que trabajaba bajo este modelo con el esquema denominado “Rotación de Estaciones”. En éste, como su nombre lo indica, los estudiantes rotaban en equipos para trabajar algún contenido, que formaba parte de un proyecto, diseñado por el docente. Mientras unos se encontraban en la sala de cómputo de la institución educativa indagando sobre el tema, otros se encontraban en el aula respondiendo algunas preguntas sobre el mismo, y otros, en casa, leían una lectura dada por el profesor, sobre la misma temática, con la intención de recuperar los aspectos más importantes de ésta. Las condiciones, como parece obvio, eran las que todos quisiéramos que existieran en cada una de las escuelas de nuestro país. ¿Existirán las mismas condiciones en todos los centros escolares y familiares?

En suma, desde mi perspectiva, el modelo híbrido o combinado tiene un futuro incierto en México. Supongo, esto lo deben de saber en la SEP quien, dicho sea de paso, sigue tratando los síntomas, pero no la enfermedad que se ha agravado con esta pandemia.

¿Regreso a clases presenciales a qué, cómo y para qué?

Al tiempo.

Referencia:

  • Contreras Espinosa, Ruth Sofhía, & Alpiste Penalba, Francesc, & Euguia Gómez, José Luis (2006). Tendencias en la educación: aprendizaje combinado. Theoria, 15(1), 111-117.
  • Moreno, M. (1997). El desarrollo de ambientes de aprendizaje a distancia. Ponencia presentada en el VI Encuentro Internacional de Educación a Distancia: Desarrollo de ambientes de aprendizaje, Guadalajara, México.

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/clases-presenciales-y-el-futuro-del-modelo-hibrido-en-mexico/

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