Saltar al contenido principal
Page 9 of 29
1 7 8 9 10 11 29

CAONGD: Exigimos el respeto de los derechos humanos de la población palestina y el fin de la violencia

Por: CAONGD 

Manifestamos nuestra profunda preocupación por la escalada de violencia de las fuerzas armadas israelíes contra la población civil palestina, tanto en los territorios ocupados de Cisjordania, como en la Franja de Gaza, que nuevamente sufre unas desproporcionadas represalias que han provocado ya decenas de personas muertas. Sin olvidar, además, la violencia perpetrada tanto por fuerzas policiales como por colonos israelíes contra población árabe, en el Estado de Israel, fruto de una política irresponsable de confrontación que está escalando la tensión, y que hace temer una extensión de mucha mayor envergadura del conflicto, de modo que acabe afectando al conjunto de la población civil dentro de dicho Estado.

Las incursiones de las fuerzas armadas israelíes en recintos civiles o religiosos árabes, así como los ataques que se han repetido en las últimas semanas y en los que se han utilizado balas de acero recubiertas de goma, golpes físicos, gases lacrimógenos o granadas de sonido contra la población palestina, no han hecho sino acrecentar una indignación permanente. Así mismo, los bombardeos perpetrados por el ejército israelí contra la Franja de Gaza son causa de muchísima preocupación por las implicaciones en los derechos humanos del pueblo palestino. Estos ataques no sólo vuelven a poner el foco en la ocupación militar de Cisjordania y en el bloqueo y asedio que sufre la población de Gaza desde hace años, sino que nos recuerdan la difícil situación que afronta diariamente la población palestina residente en el Estado de Israel. La comunidad internacional debe tomar cartas en el asunto y evitar que se cometa una masacre que resulte una nueva causa para la vergüenza internacional.

Como ONG de cooperación, paz y derechos humanos, estamos especialmente preocupadas porque, a ello, se suma el ataque continuado a organizaciones de la sociedad civil y a personas defensoras de derechos, y la detención de civiles, como Juana Ruiz, ciudadana española y trabajadora de la organización palestina Health Work Committees.  Todo ello en un contexto de ocupación militar por parte de Israel de los territorios palestinos desde 1967, con una violación continuada y sistemática del Derecho Internacional Humanitario, con una permanente dejación de las obligaciones de una potencia ocupante con la población civil ocupada, y con la negación de los derechos fundamentales de la población palestina, derechos que compañeras como Juana tratan de defender con su trabajo.

La presión que ejerce el Gobierno de Israel a las personas y organizaciones que forman el sector de la cooperación y la acción humanitaria en Palestina, así como del movimiento de solidaridad con el pueblo palestino, se enmarca en una estrategia del Gobierno Israelí para la criminalización del trabajo de defensa de los derechos humanos de la población palestina y en el Territorio Ocupado Palestino. Organizaciones de la sociedad civil palestina e internacional, entre las que se incluye la UNRWA, vienen sufriendo una continua campaña de desprestigio y criminalización por su actividad de denuncia de las violaciones de derechos humanos por parte del Estado de Israel. Se está realizando una instrumentalización del caso de Juana Ruiz para reactivar una campaña de desprestigio, criminalización y judicialización a la cooperación internacional en el Territorio Ocupado Palestino.

La Coordinadora de ONGD y la Red de Coordinadoras Autonómicas de ONGD dejamos claro nuestro respaldo al trabajo de las organizaciones de defensa de los derechos humanos de la población palestina. Y hacemos un llamamiento a que se proteja a las personas y a las organizaciones.

Por todo lo anterior, pedimos al Gobierno de España y a todos los gobiernos autonómicos:

  • Una condena enérgica de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de la población palestina por parte del Estado de Israel y la suspensión inmediata de transferencias de armas a Israel hasta que se tomen medidas para garantizar que no se utilicen para violaciones graves del derecho internacional, en línea con lo que están demandando otras organizaciones de la sociedad civil como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
  • Una firme denuncia del uso de la violencia contra la población civil, con especial condena al empleo de bombardeos sistemáticos contra civiles.
  • La exigencia del fin inmediato de la escalada militar y las operaciones del ejército israelí contra la población civil palestina.
  • Rechazo rotundo y denuncia pública de las violaciones del Derecho Internacional Humanitario, en línea con sus valores, planes estratégicos y prioridades de trabajo.
  • Compromiso con las organizaciones de la sociedad civil y con la cooperación por parte de los gobiernos y administraciones del Estado español y de la Unión Europea. Es imperativo mantener el compromiso con la defensa de los derechos de la población palestina desde todos los niveles de la administración pública.
  • La condena, rechazo y denuncia rotunda y pública por parte de la ministra de Asuntos Exteriores, Sra. Arancha González Laya, de las falsas acusaciones de falta de control y fiscalización de los fondos de cooperación y acción humanitaria gestionados vía ONGD, así como una clara defensa del sector.
  • La llamada a consultas a la embajadora de Israel en Madrid para que dé explicaciones /explique acerca ¡de las acusaciones que se están vertiendo a la persona de Juana Ruiz y al sector de la cooperación y de la acción humanitaria del Estado Español en el Territorio Palestino Ocupado.
  • Estudiar las implicaciones jurídicas/penales de estas acusaciones para el Estado Español y para las ONGD del Estado Español que trabajan en el Territorio Ocupado Palestino.
  • Garantizar, de forma activa, la protección de las organizaciones del Estado español que trabajan en el Territorio Ocupado Palestino para que ejerzan con plenas garantías su rol como sociedad civil a través de los mecanismos oportunos y acordados en terreno junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores a través del Consulado y la Embajada.
  • Solicitar una reunión de representantes de Asuntos Exteriores europeos para abordar la criminalización al sector y al trabajo que las entidades de cooperación y humanitarias llevan a cabo en el Territorio Ocupado Palestino.
  • Solicitar una reunión con el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Europea, Sr. Josep Borrell, para abordar la criminalización del sector de la cooperación y de la acción humanitaria en el Territorio Ocupado Palestino, y exigir una respuesta clara y pública por parte de la Unión Europea a las acusaciones recibidas al sector.
  • Manifestar en todas las comunicaciones externas la necesidad de acabar con la impunidad del Estado de Israel exigiendo su cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas.

Instamos a las partes a parar inmediatamente cualquier forma de violencia, desescalar las hostilidades, proteger a las poblaciones, atender a los compromisos humanitarios internacionales y detener el uso excesivo de la fuerza. Y a la comunidad internacional a contribuir activamente a ello.

(Comunicado conjunto de la Coordinadora de Organizaciones de Desarrollo España)

Fuente e imagen:  tercerainformacion.es

Comparte este contenido:

¿Quién tiene derecho a defenderse: el verdugo o su víctima?

Por: María Landi

A quienes conocemos y apoyamos la causa palestina nos resulta casi tan intolerable como las vidas perdidas en cada nuevo ataque israelí la forma en que los medios hegemónicos ‘informan’ sobre lo que está pasando. El economista y político griego Yanis Varoufakis lo expresó así hoy: «Imaginen que los reportes sobre los disturbios en Soweto contra el Apartheid no mencionaran nunca el Apartheid, sino que se concentraran únicamente en la violencia de los jóvenes o en la pérdida de vidas y bienes causada por los militantes negros. Esto es lo que nos encontramos hoy en los informes de los medios de comunicación occidentales sobre Palestina. Cuando la verdad es sustituida por el silencio, dijo una vez un disidente, el silencio es una mentira. Y cuando esta mentira se refiere a la limpieza étnica de una población nativa y a la instalación de un estado de apartheid, quienes perpetúan la mentira a sabiendas son partícipes del crimen.»

Mientras leo las cifras crecientes de muertes en Gaza (más de 100, incluyendo 22 niñas/os), es imposible no recordar la brutal masacre cometida allí por Israel en julio-agosto de 2014: 2200 personas asesinadas en 20 días, 550 de ellas niñas y niños, decenas de miles heridas y mutiladas. Es imposible, también, olvidar que cuando hace tres años la población de Gaza decidió protestar pacíficamente contra el bloqueo en la llamada Gran Marcha del Retorno, fue también masacrada por francotiradores apostados en la valla que encierra a Gaza. El saldo de esas protestas semanales pacíficas fue igualmente sangriento: centenares perdieron la vida y decenas de miles recibieron heridas irreversibles; los soldados israelíes usaron balas especiales que pulverizan los huesos, y cientos de jóvenes fueron amputados.

Y sin embargo los medios continúan condenando la violencia de Hamas. En el mejor de los casos se habla de un “conflicto”, y la comunidad internacional llama a “ambas partes” a cesar las hostilidades. Como si se tratara de dos países vecinos que se disputan un territorio. No se dice que de un lado hay una potencia militar y nuclear (la cuarta del mundo) que recibe millones en ayuda estadounidense y del otro un pueblo oprimido que no tiene ejército ni tanques ni aviones de guerra, y que resiste como puede el robo cotidiano de su tierra y su agua, el asesinato y encarcelamiento de sus jóvenes y una vida entera carente de todos los derechos fundamentales.

Pero esa falsa asimetría desaparece del discurso cuando se afirma que “Israel tiene derecho a defenderse”. ¿Acaso el pueblo palestino no tiene derecho a defenderse? ¿Realmente el victimario tiene derecho a defenderse de su víctima? Digámoslo claramente: según el Derecho Internacional Humanitario que rige para Palestina, una potencia ocupante no tiene derecho a defenderse del pueblo que mantiene bajo ocupaciónPor el contrario: Israel como potencia ocupante tiene el deber de velar por la seguridad de la población y el territorio que ocupa.

El lenguaje del ‘conflicto’ y del ‘enfrentamiento’ que iguala al ocupante y al ocupado, al colonizador y al colonizado, oculta que el origen de la cuestión palestina-israelí es un proyecto colonial de asentamiento –el sionismo− surgido en Europa a fines del siglo XIX que se propuso conquistar la tierra de Palestina, expulsar a su población árabe nativa y sustituirla por personas judías provenientes de todo el mundo. Tras un proceso masivo de inmigración judía europea, facilitado por el Mandato Británico en las primeras décadas del siglo XX y acelerado por el nazismo, el Estado de Israel fue creado en 1948 sobre las ruinas de 500 localidades palestinas destruidas tras una violenta campaña de limpieza étnica (Nakba o ‘catástrofe’ en árabe) que asesinó a unas 30.000 personas, expulsó a otras 800.000 y las convirtió en refugiadas a las que hasta hoy no se les permite regresar (ni a sus descendientes) porque son una amenaza demográfica para el Estado judío.

El falso mito fundacional sionista que prometía “una tierra sin gente para un pueblo sin tierra”, ignorando y despreciando ─como todo proyecto colonial─ a la población nativa, significa en la práctica apoderarse del máximo de tierra con el mínimo de árabes. De esa población excedente hay que deshacerse, ya sea por métodos violentos (como ahora en Gaza) o perversamente sofisticados, como el complejo sistema de ocupación y colonización en Cisjordania y Jerusalén, o las más de 50 leyes que discriminan a la población árabe dentro de Israel. El objetivo es que todos se vayan. Porque más allá de la retórica para consumo occidental sobre “los dos Estados”, en el proyecto sionista no hubo nunca lugar para la población palestina.

Ese sistema de dominación fue por fin calificado este año de apartheid por la principal organización internacional de derechos humanos, Human Rights Watch, y por la más importante de Israel, B’Tselem. Superando la falsa separación entre el Israel ‘democrático’ y los territorios que ocupa y coloniza, se afirma inequívocamente que «En toda la región entre el Mar Mediterráneo y el río Jordán, el régimen israelí implementa leyes, prácticas y violencia estatal con un diseño destinado a cimentar la supremacía de un grupo: el judío, sobre otro: el palestino

Pero de esto no hablan los medios occidentales. Para ellos la noticia empieza siempre con la primera víctima israelí o el primer cohete disparado desde Gaza, sin antecedentes ni contexto. Mientras no lanzan cohetes, los medios ignoran la lenta agonía que es la vida cotidiana para los dos millones de personas encerradas en esa gran cárcel israelí que es la Franja de Gaza, bloqueada por aire, tierra y mar desde hace 14 años. No es noticia que el agua esté contaminada, la energía eléctrica limitada a unas horas diarias, los hospitales desabastecidos, la economía destruida, el desempleo generalizado y las perspectivas de futuro reducidas a escombros igual que las viviendas con cada periódico bombardeo israelí. Como escribió un joven de Gaza: «Aquí estamos sangrando en silencio, todo el tiempo. Independientemente de esta o aquella guerra. (…) tenemos que elegir entre una muerte rápida en tiempos de guerra o una muerte silenciosa bajo el bloqueo».

Del mismo modo, los medios occidentales ignoraron la escalada de ataques y provocaciones de colonos y tropas israelíes que la población palestina de Jerusalén Este venía sufriendo desde el comienzo del Ramadán. Ignoraron las marchas de judíos extremistas por las calles de la Ciudad Vieja gritando consignas racistas como “muerte a los árabes” y prometiendo quemar sus casas y aldeas. Ignoraron las vallas colocadas por la policía israelí en la explanada de la Puerta de Damasco, la principal entrada a la Ciudad Vieja (y centro neurálgico de la vida social y económica palestina) para impedir las reuniones festivas que tienen lugar allí al caer el sol cuando se rompe el ayuno.

Ignoraron también la inminente expulsión de familias palestinas del barrio Sheikh Jarrah por parte de organizaciones de colonos judíos que pretenden quedarse con sus viviendas. No fue noticia que tras décadas defendiendo sus hogares en una lucha desigual, Sheikh Jarrah se convirtiera en símbolo de resistencia a la limpieza étnica y la judaización violenta que Israel lleva a cabo en Jerusalén. Ni fue noticia la brutal represión de la policía y los ataques de colonos armados contra la gente de Sheikh Jarrah y de muchas localidades palestinas de Israel (pues la de Cisjordania no tiene permitido entrar a Jerusalén) que llegó para solidarizarse.

Tampoco fue noticia la violencia arrogante con que las fuerzas israelíes armadas a guerra irrumpieron en la Explanada de las Mezquitas durante las oraciones del viernes y el sábado; ni siquiera cuando el lunes invadieron la mezquita de Al Aqsa (el lugar más sagrado para el pueblo palestino) armados a guerra, disparando, gaseando e hiriendo a más de 400 fieles y convirtiendo la mezquita en un campo de batalla. Quizás no hubo portadas ni titulares porque las víctimas eran musulmanas, los victimarios judíos y el templo destrozado no era una sinagoga ni una iglesia. Pero las imágenes del ataque dieron la vuelta al mundo en tiempo real y causaron indignación en las redes sociales. Y también llegaron a Gaza.

Los medios tampoco informaron que Hamas dio un ultimátum a Israel exigiéndole que antes de las 6 de la tarde retirara sus tropas de Al-Aqsa y de Sheikh Jarrah. El ultimátum fue ignorado, y los primeros cohetes fueron lanzados desde Gaza. Esta vez no buscaban llamar la atención sobre el bloqueo intolerable que sufren sus habitantes, sino decirle a Israel que no puede atacar Jerusalén durante semanas y esperar que la resistencia no responda.

Como expresaron Ibrahim y Afaf, jóvenes de Gaza: «No es sólo una conexión religiosa. El pueblo palestino ve a Jerusalén como una parte inseparable de su identidad nacional y de su historia. En los últimos días, cientos de palestinos de Gaza han salido a la calle a manifestar su rabia por lo que está ocurriendo en Jerusalén y en Sheikh Jarrah.» «Es un sentimiento. Y es que, al fin y al cabo, los palestinos estamos dispersos por todo el mundo. (…) Pero cuando se trata de Jerusalén, todos somos uno. En una realidad de total segregación entre las distintas comunidades palestinas, esta ciudad es el último fragmento de nuestra unidad. Eso es lo que alimentó la ira en Gaza hacia lo que está sucediendo en Sheikh Jarrah, la Puerta de Damasco y la Mezquita de Al-Aqsa

A lo largo de la Historia ningún pueblo oprimido dejó de resistir. La violencia continúa porque la Nakba −de la que se cumplen 73 años este mes− continúa todos los días sobre la tierra de Palestina. «Los viejos morirán y los jóvenes olvidarán» afirmó Ben Gurión. Pero ese pueblo tiene memoria y se niega a desaparecer; aun en el exilio o en los campos de refugiados, las familias conservan las llaves de las casas que les robaron y las pasan a las nuevas generaciones; y estas aprenden desde la cuna que Palestina es su patria y que “existir es resistir”.

Fuente: desinformemonos.

Ilustraciones: Latuff

Comparte este contenido:

Palestina un genocidio, una pandemia y un pueblo abandonado.

Por: André Abeledo Fernández


Hoy en Palestina sobrevivir sigue siendo resistir

Continua el silencio complice ante la barbarie, los gobiernos callan y otorgan, el pueblo palestino necesita a los pueblos del mundo para denunciar el genocidio.
La agresión contra el pueblo palestino es constante y cada agresión constituye una nueva traición, otro abuso por parte del imperio yanqui y su perro de presa el sionismo.
Israel continúa haciendo oídos sordos a todas las resoluciones internacionales.
Y Donald Trump ya se encargó antes de abandonar a rastras la Casa Blanca de reconocer unilateralmente a Jerusalén como capital y territorio de Israel.
Vemos claramente hasta qué punto el sionismo controla las decisiones políticas de Washington en cuanto a sus políticas en Palestina y Oriente Medio.
Una vez más se riegan las calles de Palestina con sangre inocente y nuevas humillaciones al pueblo torturado de Palestina.
 ¿Donde están los organismos internacionales encargados de defender los derechos humanos?, como siempre solo están cuanto a los que mandan les interesa.
Ya ni siquiera piensan hacer el paripé de respetar ciertos límites, o disimular el abandono de sus funciones.
¿Quién responderá por toda la sangre que se va a derramar?. Nadie responde por la sangre de los nadie, de los olvidados.
Nadie dirá nada por los niños que van a ser asesinados, por todos los detenidos y torturados, por la familias destrozadas, por las casas demolidas, por las detenciones arbitrarias.
¿La comunidad internacional volverá a dar la espalda al horror?
¿Otra vez la comunidad internacional permitirá el genocidio de un pueblo?
Pues sí, una vez más miraran para otro lado, tal vez en esta ocasión la disculpa sea la pandemia.
No podemos guardar silencio ante la barbarie, si los gobiernos callan y otorgan, los pueblos debemos gritar y apoyar la resistencia del pueblo palestino.
Hoy en Palestina sobrevivir sigue siendo resistir.
Comparte este contenido:

Israel y Palestina: ¿qué historia hay detrás del conflicto?

Israel y Palestina: ¿qué historia hay detrás del conflicto?

Para la mayoría de los medios tanto Franja de Gaza como Medio Oriente siempre fueron zonas de guerra y violencia, sin embargo durante siglos convivieron en paz ¿Qué historia hay detrás del conflicto actual?

Matías Gali

Árabes y judíos convivieron por siglos bajo el dominio de los moros en Andalucía, en el imperio español. A fines de siglo XV los judíos sefaradíes, expulsados de la península ibérica por la inquisición, vivieron sin grandes problemas con árabes, turkomanos y cristianos en Egipto, norte de África y la zona que conocemos como cercano Medio Oriente.

Y esto fue así por mucho tiempo, incluso a principio de siglo XX la región de Palestina era una sociedad multiétnica formada por una mayoría árabe y una minoría turca, armenia, griega, drusa, beduina, circasiana y también judía que representaba apenas un 5% de la población. Incluso árabes y judíos-juntos- se enfrentaron al dominio del imperio otomano.

Trabajaban en las mismas fábricas, puertos, ferrocarriles, refinadoras de petróleo y grandes panaderías, sobre todo en las dos ciudades más grandes e importantes: Jaffa y Haifa. Prácticamente compartían sus días, la vida misma, y luchaban juntos por mejores condiciones económicas y sociales.

Con el fin de la I Guerra Mundial la situación comenzó a cambiar, los ingleses ocuparon el territorio y fortalecieron su alianza con el sionismo, un movimiento político con diferentes sectores dentro que ya desde fines del siglo XIX tenían como objetivo la creación del Estado de Israel.

Esta alianza permitió por un lado la instalación de pequeñas colonias sionistas en territorio palestino y por el otro lado buscaba debilitar al movimiento obrero que se levantaba y hacía huelga.

Inglaterra también financió milicias paramilitares como la Haganáh -antecesora del ejército israelí- que actuó desde los años 20 amenazando campesinos y reprimiendo rebeliones árabes, como una muy muy grande que hubo entre 1936 y 1939.

También comenzaron a dividir a los trabajadores por su nacionalidad, y acordaron con empresarios para reemplazar a trabajadores árabes por judíos sionistas mientras que al mismos tiempo despedían a los “judíos zurdos” que impulsaban la unidad entre todos los trabajadores.

Incluso hasta en 1946 árabes y judíos hicieron juntos una huelga extraordinaria que llegó a paralizar todos los servicios públicos y generó impacto enorme.

Si tenemos esto en cuenta, ¿cuándo empezó realmente el conflicto en la región?

Hubo una serie de hechos puntuales como el asesinato del dirigente sindical árabe Samí Tahe, atentados contra trabajadores árabes y hasta la masacre del pueblo entero de Balad Al Shayk hecho por los sionistas, dónde fueron asesinados mujeres y niños.

Pero lo que generó realmente el conflicto -que continúa hasta hoy- fue la creación del Estado de Israel. Era algo que venía planeándose desde hacía tiempo pero fue en 1947 que esto se llevó adelante bajo el impulso de la ONU y el sionismo, utilizandose como justificación las brutalidades del Holocausto, Shoá para los judíos, o Endlösung para los alemanes. Así es como se conoce al genocidio de los nazis a más de seis millones de judíos además de gitanos, comunistas y homosexuales.

Ese Estado fue construido en Palestina y el tema es que allí vivían los palestinos. Dividieron territorio dándole la mayor cantidad de tierras al pueblo judío cuando en realidad representaban menos de un 30% de la población.

Esta situación generó sentimientos nacionalistas de ambos lados que iban en contra de la unidad en la lucha.

Entonces en Medio Oriente y alrededores no hubo ni hay un conflicto religioso fuerte, de hecho cuando hablamos de pueblos árabes no hacemos referencia a una condición religiosa sino a su ubicación geográfica y a su lengua. Si hablamos de religión tendríamos que decir musulmanes. Pero no todos los árabes lo son.
Lo que hay realmente es un conflicto geopolítico que empezó por la creación artificial del Estado de Israel porque justamente ocupó violentamente tierras donde vivía una mayoría árabe, con apoyo de las grandes potencias sobre todo de Estados Unidos que fue siempre su principal defensor y tiene sus razones: usan a Israel como base militar para controlar el petróleo de Medio Oriente, tener en la mira a Irán y a todo el continente asiático.

Hay que tener en cuenta que el israelí es el ejército que más armas le compra a Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los más poderosos y letales del mundo.

No hay ninguna guerra. Hay un exterminio sostenido desde el Estado de Israel hacia el pueblo Palestino. Y cada vez son más los palestinos asesinados, torturados, refugiados, hasta niños arrestados, sometidos a vivir en ghettos en condiciones terribles donde la pandemia no hizo más que agravar la situación. Mientras pasa esto, también ocupan territorio palestino. Ya van más de 140 asentamientos ilegales y, muchas de ellos, ya son grandes ciudades.

Tenemos que reflexionar y pensar porque se puede vivir y lograr la paz en la región. La verdadera forma en la que se puede recuperar la armonía, la paz, implicaría que los palestinos recuperen su territorio histórico que va del río Jordán hasta el Mediterráneo. Sólo podría lograrse desmantelando los estados como los conocemos hoy y construir en su lugar un único estado, laico donde puedan convivir pacíficamente palestinos musulmanes, judíos y la minoría cristiana con igualdad de derechos para todos.

Si duda esto es algo impensado para las grandes las potencias, ni el gobierno de Israel ni tampoco para las actuales direcciones políticas árabes, porque aún las más importantes como la Organización para la Liberación de Palestina o HAMAS no pretenden esta perspectiva estrategica.

Una Palestina libre sólo puede existir peleando por una Palestina socialista que no esté aislada del mundo, sino ligada a una lucha más grande, por construir una Federación de Estados Socialistas en Medio Oriente.

Si te ponés a pensar los trabajadores y campesinos palestinos tienen muchísimas más cosas en común, desde intereses y necesidades, con sus pares judíos y de todo Medio Oriente que con los empresarios árabes y judíos locales y las potencias imperialistas, además de que son la enorme mayoría de la población.

Fuente de la Información: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Israel-y-Palestina-que-historia-hay-detras-del-conflicto

 

 

Comparte este contenido:

Al-Aqsa mosque: Dozens hurt in Jerusalem clashes

Al-Aqsa mosque: Dozens hurt in Jerusalem clashes

At least 163 Palestinians and six Israeli police officers have been hurt in clashes in Jerusalem, Palestinian medics and Israeli police say.

Most were injured at the Al-Aqsa mosque, where Israeli police fired rubber bullets and stun grenades as Palestinians threw stones and bottles.

Tensions have been rising over the potential eviction of Palestinians from land claimed by Jewish settlers.

The Red Crescent has opened a field hospital to treat the wounded.

The Al-Aqsa mosque complex in Jerusalem’s Old City is one of Islam’s most revered locations, but its location is also the holiest site in Judaism, known as the Temple Mount.

The site is a frequent flashpoint for violence, which unfolded again on Friday night after thousands had gathered there to observe the last Friday of the Muslim holy month of Ramadan.

Israeli police said they had used force to «restore order» due to the «rioting of thousands of worshippers» after evening prayers.
Palestinian President Mahmoud Abbas, meanwhile, said he «held [Israel] responsible for the dangerous developments and sinful attacks».

An Aqsa official called for calm over the mosque’s loudspeakers. «Police must immediately stop firing stun grenades at worshippers, and the youth must calm down and be quiet!», Reuters news agency quoted them as saying.

The Palestinian Red Crescent emergency service said 88 of the injured Palestinians were taken to hospital after they were hit with rubber-coated metal bullets. Police said some of the six officers injured needed medical treatment.

Clashes near Al Aqsa Mosque, 7 May

Israeli police walk near the Dome of the Rock during clashes with Palestinians, 7 May

The international community also appealed for de-escalation on Friday, as anger mounted over the threatened eviction of Palestinian families in East Jerusalem’s Shaikh Jarrah district.

A US State Department spokeswoman said Washington was «deeply concerned about the heightened tensions». The European Union condemned the violence and said «perpetrators on all sides must be held accountable».

The UN Special Coordinator for the Middle East Peace Process, Tor Wennesland, urged all parties to «respect the status quo of holy sites in Jerusalem’s Old City in the interest of peace & stability.»
Deeply concerned by the heightened tensions & violence in & around #Jerusalem. I call on all to act responsibly & maintain calm. All must respect the status quo of holy sites in Jerusalem’s Old City in the interest of peace & stability. Political & religious leaders must act now.
The BBC is not responsible for the content of external sites.View original tweet on Twitter
1px transparent line

The UN has said Israel should call off any evictions and employ «maximum restraint in the use of force» against protesters.

The League of Arab States, or Arab League, called on the international community to intervene to prevent any evictions.

Israel’s Supreme Court will hold a hearing on the long-running legal case on Monday.

Tension has been high throughout the Islamic holy month of Ramadan.

Before the latest violence in the Al-Aqsa compound, there were Palestinian protests over Israeli barricades erected outside Jerusalem’s Old City. There has been nightly unrest over possible Palestinian evictions in nearby Sheikh Jarrah.

Elsewhere in the occupied West Bank, two Palestinians were shot dead after firing at an Israeli military base on Friday. Earlier in the week, a Palestinian gunman killed an Israeli religious student and a Palestinian teenager was killed in clashes with Israeli forces searching for him.

The international calls for calm and restraint show recognition of the dangers if this escalation continues.

And there is deep concern about what could happen on Monday.

Israel’s Supreme Court is due to hold a hearing on the Sheikh Jarrah case as Israelis mark Jerusalem Day. The annual celebration of the capture of the east of the city during the 1967 Middle East War includes a flag march in the Old City that typically leads to clashes with local Palestinians.

Israel has occupied East Jerusalem since the 1967 Middle East war and considers the entire city its capital, though this is not recognised by the vast majority of the international community.

Palestinians claim East Jerusalem as the future capital of a hoped-for independent state.

Fuente de la Información: https://www.bbc.com/news/world-middle-east-57034237

Comparte este contenido:

Israel: El Ministerio de Salud respalda la apertura de todas las escuelas sin cápsulas

l Ministerio de Salud dijo el lunes que presentará al Gabinete un nuevo esquema que permitirá que las escuelas de Israel se abran por completo sin cápsulas.

Casi todas las restricciones del coronavirus de Israel se han levantado debido a la campaña de vacunación de alto ritmo del país. Sin embargo, dado que los niños menores de 16 años actualmente no pueden ser vacunados, se han mantenido muchas restricciones en el sistema educativo, pero están programadas para expirar la medianoche del martes.

El nuevo plan proporcionará una amplia gama de opciones de prueba y monitoreo en todo el sistema educativo para detectar brotes antes de que se propaguen.

Cuando un estudiante da positivo, toda la clase y el personal docente se someterán a pruebas de coronavirus antes de regresar a sus aulas, además del aislamiento obligatorio.

«La morbilidad en el sistema educativo es minúscula y está completamente bajo control, con altas tasas de vacunación entre estudiantes y maestros, pero el sistema educativo aún está sujeto a restricciones», dijo un funcionario del Ministerio de Educación.

«El mensaje oculto transmitido a los estudiantes, especialmente a los de la escuela secundaria, es que pueden estar en cualquier lugar excepto en las escuelas».

El funcionario también enfatizó que el peligro de que los niños no asistan a la escuela es mucho mayor que el de infectarse.

Según un informe que presentó, el número de estudiantes infectados se redujo de 9,820 el mes pasado a 877 en la actualidad, con 4,200 actualmente en cuarentena. No se ha cerrado ninguna escuela y más del 90% no ha informado de ningún caso.

El mismo informe mostró que ha habido una disminución del 30% en las habilidades básicas de lectura entre los estudiantes en los grados 1-3, una caída del 25% en las habilidades de matemáticas y lenguaje para los estudiantes en los grados 4-6 y una caída de alrededor del 30% en los cursos básicos. asignaturas como matemáticas, lenguaje, ciencias e inglés entre los estudiantes en los grados 7-10.

Fuente: https://itongadol.com/israel/el-ministerio-de-salud-respalda-la-apertura-total-de-escuelas-sin-capsulas

Comparte este contenido:

Carlo D’Ursi: ‘Una infancia normal no la hay en sitios como Gaza’

Por: Rosana Lakunza

Yalla es un corto de ficción, basado en la historia real de cuatro niños que estaban jugando al fútbol en la playa de Gaza y un dron militar terminó con la vida de estos niños.

Carlo D’Ursi sigue inmerso en su mundo de ficción, fluctuando entre la realidad social y el entretenimiento puro y duro. hace un mes obtuvo el premio Forqué al mejor cortometraje con ‘Yalla’

Ha trabajado en series de televisión –la última, Sabuesos, en La 1 de TVE–, y ha tomado los mandos de producción o dirección de cortometrajes y largometrajes de gran contenido social como Yalla, Cartas mojadas, Tabib o Diamantes negros. Es un profesional que puede remover conciencias o hacer reír a carcajadas con una comedia negra como Jefe. Italiano de nacimiento, un día llegó a Euskal Herria, haciendo un curso Erasmus en la UPV y un máster de Marketing en la Universidad de Navarra. Su centro de operaciones ahora está en Madrid.

¿Cómo surgió la historia de Yalla?

Es la historia real de cuatro niños que estaban jugando al fútbol en la playa de Gaza y un dron militar los confundió, entre comillas, con milicianos de Hamás. El bombardeo terminó con la vida de estos niños. He recreado ese momento tan dramático quitando todos los diálogos y dejando solo la palabra yalla. También he eli- minado el color; es un blanco y negro onírico. Hay una yuxtaposición de imágenes. El blanco y negro a ras de suelo y la del dron en color.

¿Y qué sentido tiene dejar al dron en color?

Mi intención era crear una dicotomía cromática entre los que tienen recursos y están sentados cómodamente en una base militar a miles de kilómetros pilotando un dron, y los civiles a los que dispara este dron. La vida nunca será en color para los niños en Gaza.Solo podrá ser, como mucho, en blanco y negro.

¿Cuál es su pretensión?

Llamar la atención sobre las violaciones que hay de los derechos de la infancia en los conflictos armados. Por muy irónico que pueda parecer, la regla tiene unas reglas.

Resulta difícil creer que esas reglas existan…

Pero existen, e incluyen no atacar a personal civil, a personal sanitario, ni por supuesto a los niños. La infancia normal no existe en un territorio como Gaza. Después de hacer el anterior corto, Tabib, me he interesado por los derechos de la infancia en diferentes conflictos y he estado en contacto con asociaciones no gubernamentales. También es cierto que mi interés por los conflitos entre Palestina e Israel viene desde muy lejos. He investigado sobre ellos desde que era un adolescente.

Yalla es el retrato de un lugar horrible para jugar aun siendo niño.

Efectivamente. No solo en Gaza, hay muchos otros lugares donde jugar es una acción de alto riesgo. Fui a Belén en un viaje de prospección para otra película y conocí a un chico palestino cuyo hermano había muerto por el disparo de un militar al otro lado del muro, a donde había ido a recoger la pelota con la que jugaba al fútbol. Empecé a investigar y me encontré con que había habido varios casos de niños muertos mientras jugaban. Son los llamados casos colaterales. Durante esa investigación me encontré con el que he narrado en el cortometraje.

Muchos vemos los drones más como juguetes que como armas de guerra.

Pues la visión es al revés. El dron nace como un arma de guerra y luego se convierte en un juguete. El problema es que los drones militares son una lacra, porque no están regulados. Lo que queda claro son sus efectos en una guerra o en una zona en conflicto. Están construidos para no ser detectados por los radares, para ser invisibles, y ni siquiera se sabe de qué bando son. Causan esos daños llamados colaterales sin que haya ningún responsable. Nunca se sabe quién está detrás de uno de ellos, y estamos hablando de granjas de operadores de drones que se ocupan de moverlos desde distancias muy lejanas mientras se están comiendo un bocadillo.

¿Cree que Yalla va a llegar al corazón de alguien que tenga poder y que se intentará eliminar esos efectos colaterales?

Estoy seguro de que ha llegado al corazón de muchas personas, y eso lo ha evidenciado la última edición de los premios Forqué. Nunca tendré ni tendremos la seguridad de que las cosas vayan a cambiar, pero puedo garantizar que voy a seguir haciendo todo lo posible para que ocurra.

Ha hecho todo tipo de trabajos audiovisuales como productor, director y actor en series y películas, pero tiene especial querencia a los cortos, que parecen estar entre sus referentes.

Es cierto. Los cortos se han convertido en uno de los referentes de la línea editorial de la productora, pero no por una decisión de carácter empresarial; es más bien una decisión mía, una decisión humana.
Los cortos te permiten un espacio de libertad. Cuando producimos series o largometrajes no tenemos el mismo espacio de libertad. En el momento en el que intervienen presupuestos mucho más altos y están presentes diferentes empresas, hay que mediar entre todos los objetivos.

¿Le satisface más un corto?

Me satisfacen más los proyectos bien hechos, las buenas historias y las cosas bien contadas. Un corto supone un paréntesis de libertad que me puedo conceder, un espacio en el que pienso continuar viviendo.

¿Siente pasión por los temas sociales?

Siento pasión por contar historias. Dentro de las posibilidades que te ofrece el mundo audiovisual, podemos trabajar desde los temas sociales al entretenimiento puro y duro. Poder contribuir al desarrollo cultural y ético de un país produciendo cortos y películas de carácter social me hace vibrar y sentir que estoy cumpliendo con mi cometido como ciudadano, pero no es lo único a lo que me dedico. De hecho, tengo Diamantes negros, un drama social, pero también tengo Jefe, una comedia negra que está en Netflix. Hay cosas muy diferentes en mi currículo y todas pueden caber en mi sumario de intenciones.

¿Qué significa el termino Yalla?

Quiero aclarar que Yalla es un corto de ficción, no un documental. Hemos recreado lo que pasó en aquella playa, pero no lo hemos reconstruido. Yalla significa vamos, así que tiene diferentes significados, que van desde un grito de ánimo a un imperativo. Decidí reunir todos los significados en un único grito.

¿Qué más proyectos tiene?

Soy un hombre con la cabeza en el aire y los pies en la tierra. No puedo hablar de lo que no sé si voy a poder entregar. Próximamente vamos a estrenar Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas, película que está protagonizada por Blanca Portillo, Imanol Arias, Ana Wagner y un servidor.

Es usted un renacentista que lo hace todo: producir, escribir, dirigir e interpretar.

Vivo en el ecosistema del audiovisual desde que tengo 11 años. Tengo siempre diferentes proyectos y distintas posibilidades que aportar, y lo que hago es poner al servicio del proyecto mi mejor versión. Me siento muy cómodo en los diferentes puestos que puedo realizar y voy a seguir viviendo
así. Llevo años haciendo todo eso que dices y todos mis proyectos me han llenado mucho.

Otro trabajo suyo ha estado nominado este año a los Goya, Cartas mojadas.

Sí, y no pudo ser. Cartas mojadas es la voz que acompaña al barco de la ONG Open Arms. Surge del fondo del mar. Son todas esas cartas que muchas madres escriben a sus hijos cuando comienzan la aventura de buscar un mundo, entre comillas, mejor. Este documental se ha rodado a lo largo de los últimos cinco años y trata sobre la crisis migratoria. Narra la odisea de las diferentes mujeres que han intentado cruzar el Mediterráneo, algunas con más suerte que otras.

No ha podido ser, pero, ¿qué significa un premio?

Significa mucho, pero estoy convencido de que también son un engaño para el ego. Te seducen mucho y a veces lo hacen malamente.

Acaba de recibir el premio Forqué, así que tendrá el ego más que seducido.

Ja, ja, ja… Muchas veces la gente confunde el premio con la tarta. El premio es la guinda sobre la tarta, pero no hay cumpleaños si no hay tarta. Hay que tomarse los premios en su justa medida. Lo que importa es lo que has querido contar y mostrar, la tarta, y lo digo desde el punto de vista de quien ya ha pasado por ello.

¿Sufre su ego ante un Goya perdido?

No. El trabajo de Cartas mojadas ya está hecho y se ha contado lo que en su momento queríamos. Hace años que mi ego ya no sufre, pero sí que ha sufrido en otras ocasiones y ya he aprendido a dejar de sufrir. Disfruto con el trabajo que hago, y me siento muy bien tanto cuando mis audiovisuales se meten de lleno en el mundo social como cuando hago reír a la gente con una comedia.

 

Fuente: www.noticiasdegipuzkoa.eus

Ver Trailer Yalla:

 

Fuente e imagen: https://palestinalibre.org/articulo.php?a=77073

Comparte este contenido:
Page 9 of 29
1 7 8 9 10 11 29
OtrasVocesenEducacion.org