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Israel sigue sometiendo a fuego al pueblo palestino

Por: Víctor Arrogante

El pueblo palestino sigue sufriendo. Más de setenta años han transcurrido y sigue sometido a los designios del estado judío de israel.

«Palestina es como Auschwitz», dijo José Saramago. Lo que está pasando contra los palestinos, es un crimen contra la humanidad. Los palestinos son víctimas de crímenes cometidos por el gobierno de Israel, con el aplauso de su pueblo y el apoyo de EEUU. Parece que no hay forma de frenar a Israel. La comunidad internacional y la propia ONU, desde el principio del «conflicto» no han sido capaces, ni con guerras ni con paces, de frenar la agresión sistemática de Israel contra el pueblo palestino

Hace unos días, la ONU expresó su preocupación por la continuada expansión de los asentamientos israelíes en territorios ocupados y urgió una vez más a las autoridades del país a detener inmediatamente estas actividades. «Reitero que los asentamientos no tienen validez legal y constituyen una violación flagrante de la legislación internacional«, señaló el enviado de la organización para Oriente Medio, Tor Wennesland, en una intervención ante el Consejo de Seguridad.

El pueblo palestino sigue sufriendo. Más de setenta años han transcurrido y sigue sometido a los designios del Estado judío de Israel. Hace más de dos mil años, quien estaba sometido al Imperio Romano era el pueblo judío. Roma ejercía su poder a través de un gobernador, quien exigía tributos para el mantenimiento de las tropas de ocupación y envío de remesas a la cosmópolis romana. Lo sobrante, como dicen en la vida de Brian, era para el «alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos». Hoy es el Estado de Israel quien somete a fuego al pueblo palestino. Siento dolor y vergüenza por ello.

Mucho ha sucedido desde que Naciones Unidas aprobase el Plan para la partición de Palestina en 1947. Con supuesta buena fe, se pretendía dar respuesta al conflicto entre árabes y judíos en Palestina. La presión de la comunidad judía internacional y la mala conciencia de los actores —por no haber hecho todo lo necesario para parar y evitar el Holocausto judío, cuando todavía era posible—, hicieron que el plan fracasara; como todos los acuerdos, pactos y hojas de ruta, desde entonces. Se apoyó a los judíos y se dejó en el desamparo a los palestinos. En algún momento tiene esto que finalizar.

Palestina sigue siendo protagonista, no por los sucesos de hace más de dos mil años, ni por la partición de 1947. Palestina es miembro de la Corte Penal Internacional. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina Abu Mazen, abrió la vía de la justicia internacional, para denunciar los crímenes de guerra cometidos por Israel en los territorios ocupados, en la guerra de 1967. Con el apoyo de EEUU, Israel pidió al organismo, que rechazase la petición, porque la Autoridad Palestina no es un Estado. Pero todo ha sido en vano. El Estado palestino es el miembro 123 de la CPI. Ahora existe la posibilidad de que se juzguen los crímenes de guerra cometidos en los territorios palestinos ocupados. Todo es imposible.

Como todos los meses, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas se reunió para repasar los últimos acontecimientos en el conflicto palestino-israelí, centrándose en esta ocasión en la implementación de la resolución 2334, que entre otras cosas exige a Israel que detenga la construcción de colonias. La resolución fue aprobada a finales de 2016 gracias a la abstención de Estados Unidos, entonces bajo el Gobierno de Barack Obama, después de que durante años Washington protegiese a su aliado gracias a su derecho de veto. La decisión fue muy criticada por el Ejecutivo de Donald Trump, que estaba a punto de asumir el poder y que reforzó la alianza estadounidense con Israel.

Durante los últimos años la autoridad israelí ha seguido ignorando los acuerdos de la ONU y han continuado con la expansión de los asentamientos y con las demoliciones y confiscaciones en tierras palestinas. La ONU, frente al sistemático incumplimiento de Israel sobre el conflicto con Palestina, debería tomar otro tipo de decisiones, como sanciones que afectaran directamente a los intereses israelíes, que favorezcan la posibilidad de crear un Estado palestino contiguo y viable.

En la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel conquistó la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, la península del Sinaí y los Altos del Golán en Siria. La guerra de Yom Kipur en 1973, fue iniciada por Egipto y Siria, para recuperar los territorios ocupados en los Seis Días, pero no lo consiguieron. Después de tantas operaciones militares, intifadas, ataques indiscriminados, innumerables resoluciones de la ONU, conferencias internacionales, acuerdos y pactos, las principales cuestiones siguen pendientes: la soberanía de la Franja de Gaza y Cisjordania; la formación un estado palestino; el estatus de la parte oriental de Jerusalén, Altos del Golán y Granjas de Shebaa; el destino de los asentamientos israelíes; y la situación de los refugiados palestinos. Israel, sistemáticamente ha incumplido todo.

Gaza sigue asediada. 1.500.000 de personas permanecen encerrados, en un territorio de 365 Km2. Confinados entre muros, la mayor prisión del mundo. Los ataques por tierra, mar y aire, no discriminan objetivos militares de los civiles. Los palestinos son considerados combatientes; los niños y las mujeres también. Los bombardeos se han cebado con ellos. Son los daños colaterales. Son crímenes de guerra, cometidos por un Estado, que dice hacerlo en su defensa.

La Fiscalía de la Corte Penal Internacional ha dado luz verde a una investigación en Palestina después de que los jueces confirmasen el pasado febrero que el tribunal tiene jurisdicción para juzgar supuestos crímenes de guerra presuntamente perpetrados por todas las partes en conflicto en los territorios ocupados por Israel. «La investigación abarcará delitos de la competencia de la Corte que presuntamente se han cometido desde el 13 de junio de 2014«.

La partición de la zona en dos estados, no contentó a ninguna de las partes. La Liga Árabe aprobó otra resolución que rechazó frontalmente la de la ONU, en la que advertía que, para evitar la ejecución del plan de partición, emplearía todos los medios a su alcance. Reino Unido abandonó Palestina el 15 de mayo de 1948, un día después de que David Ben Gurión declarase la independencia de Israel. Todo fue un desastre. Una historia sin fin, que ha dejado a su paso demasiadas muertes.

Por aquel entonces, los judíos celebraron la independencia y la creación del Estado judío, pero criticaron el plan, que dividía en tres zonas separadas el territorio asignado; poco viable y de difícil defensa. Los líderes árabes se opusieron al plan, por violar los derechos de la población árabe, que representaba el 67% de la población total, criticando que el 45% de la superficie de todo el país se adjudicaba al Estado judío, que representaba tan solo el 33% de la población. Agravio sobre agravio.

El pueblo palestino sufre las consecuencias de la política internacional desde hace demasiado tiempo. La economía palestina estubo al borde del colapso. Dejó de recibir más de 500 millones de dólares, por parte de Israel, lo que llevó a la ANP, que administra Cisjordania, a reducir los sueldos de casi todos sus empleados en un 40%. Israel hace una guerra total contra Palestina. Ya había tomado medidas similares en 2006, 2007 y 2008, haciendo que la economía en la zona dependiera de los donantes internacionales, a quienes pone todas las trabas posibles para su gestión humanitaria.

Los palestinos son reducidos a números y en el peor de los casos al olvido, bajo la sospecha que siempre persigue a las víctimas: «algo habrán hecho». Los crímenes se cometan con demasiada impunidad. Israel se ha convertido en el árbitro moral: decide lo qué debe ocurrir y lo qué no es posible hacer en Palestina; mientras sigue ocupando la tierra ocupada en la guerra y en la paz. Pero no hay solución militar posible «porque a pesar de todo, Palestina y los palestinos existen«. La única solución pasa por poner fin a la ocupación, a los asentamientos y a la exclusión; por justicia.

La zona sigue siendo un polvorín, aunque Israel tiene tratados de paz vigentes con Egipto y Jordania que garantizan su convivencia. Así mismo, tiene tratados de alto el fuego firmados con el Líbano, Siria y Arabia Saudí que, si bien no reconocen la existencia de Israel, sí han supuesto un mecanismo eficaz para el cese de las hostilidades. También existe un complejo acuerdo provisional con Palestina, que supone el establecimiento de una especie de protectorado israelí y un alto el fuego parcial.

El conflicto palestino, se ha cobrado demasiadas vidas humanas, las estimaciones oscilan desde los 51.000 fallecidos (35.000 árabes y 16.000 israelíes desde 1950 hasta 2007, hasta los 92.000 fallecidos (74.000 militares y 18.000 civiles) entre 1945 y 1995. Demasiado sufrimiento, que si en la edad moderna es insufrible, en otras épocas, que la Biblia como buen best seller, cuenta en primera personas, no lo fueron menos.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no ha alcanzado con sus potenciales socios la mayoría de 61 diputados de los 120 del Parlamento necesarios formar gobierno. El bloque de partidos opositores tampoco rebasa el mínimo suficiente, en las elecciones del 23 de Marzo. Netanyahu había prometido la construcción de 3.500 viviendas en una polémica zona que amenaza con dividir Cisjordania e impedir su continuidad territorial. En un acto de su campaña electoral anunció que había ordenado poner en marcha el proyecto urbanístico en el denominado sector E-1, situado al este de Jerusalén en territorio palestino ocupado desde 1967. Pese a los resultados y las declaraciones, parece que tampoco en esta ocasión se va a resolver el problema.

No se habla lo suficiente sobre la Palestina de hoy, sometida a la dictadura de la guerra sin cuartel por el Estado de Israel. Debería haber llegado la hora de frenar a Israel en su acoso contra Palestina; todo representa una vergüenza que la humanidad no es capaz de solucionar. El Estado de Israel somete a fuego, al pueblo palestino. Siento dolor y vergüenza por ello.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/israel-sigue-sometiendo-a-fuego-al-pueblo-palestino/

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Estudiar bajo apartheid: El día a día de los estudiantes palestinos

Por: Judit Rodríguez

“El apartheid israelí no necesita ninguna excusa para detener a ningún palestino. Cualquier persona en Burin o en otras ciudades de Cisjordania es amenazada con ser arrestada por los colonos y soldados israelíes. Cientos de veces son niños de 10 y 9 años… ¿Qué pueden hacer estos niños contra estas fuerzas armadas? ¿Qué hará una piedra contra un Jeep militar? Nada, no hay excusa. Siempre tienen el mismo pretexto: “es por motivos de seguridad”. Dicen que tienen que matar a nuestros niños antes porque si no ellos los matarán cuando crezcan.”

En el año 2020 fueron arrestados por las fuerzas de ocupación israelíes aproximadamente unos 543 menores palestinos. Se calcula que entre 140 y 180 niños siguen secuestrados en las cárceles de la potencia ocupante.

En 2016, el ente sionista de Israel aprobó la llamada “Ley de la Juventud” por la cual se legitimaba jurídicamente el encarcelamiento de niños palestinos menores de 14 años. Unos meses después de su aprobación, se aceptaba una pena de cárcel mínima de 3 años para jóvenes que tirasen piedras, dando lo mismo que tuvieran una edad de 10 o 20 años. Ese mismo año, fueron 450 los adolescentes encarcelados. Sólo un año después, en 2017, fueron 350, aunque los detenidos aumentaron a 1.467. Desde el año 2.000 hasta día de hoy, se calcula que más de 20.000 menores de edad han sido arrestados por las fuerzas de la ocupación. A ello se unen más de 2.500 niños palestinos asesinados en el período que corre desde 2.000 al 2020.

El Ministerio de Información palestino declaró en 2019 que el 95% de los menores arrestados sufren torturas y degradaciones durante la detención (golpes, patadas, vendaje de ojos, interrogatorios en hebreo -idioma que no conocen-, ausencia de abogado y/o algún familiar durante el interrogatorio, coacciones durante el mismo…). Es usual que estas detenciones se den en las inmediaciones de los puestos militares de control israelíes, conocidos como “check-points” y, principalmente, contra niños que se encuentran en edad escolar.

El Ministerio de Información palestino declaró en 2019 que el 95% de los menores arrestados sufren torturas y degradaciones durante la detención

Es el caso de Mahmoud Drar Qadus, estudiante palestino de 14 años en la escuela mixta “Burin High School” ubicada en un pequeño pueblo de 3.000 habitantes a 7 km al Sur de Nablus (Cisjordania) a quien tuvimos la oportunidad de entrevistar en Julio de 2019 sobre las condiciones que sufren los estudiantes palestinos bajo el asedio israelí.

Niños y niñas escuela colegio Palestina
Niñas y niños palestinos apoyando la campaña de boicot a los productos israelíes

La primera palabra que enunció Mahmoud fue “miedo”. La lejanía de la escuela con respecto a su hogar, pero a la vez la extrema cercanía de la misma a los check-points acrecienta los sucesivos ataques al personal docente y los alumnos de la escuela. La misma ha sido incendiada tres veces por los colonos israelíes. Esto no nos ha de extrañar si tenemos en cuenta que una de las principales estrategias de guerra sionistas contra los palestinos es el debilitamiento moral incesante a través de la amenaza y el miedo. El proyecto expansionista que moviliza la maquinaria de guerra israelí para la apropiación de la totalidad de la tierra histórica palestina trata de hacer sus vidas tan insoportables que tengan que huir y, así, argüir que “se fueron por su propio pie”, argumento propio de la narrativa sionista que justificó el genocidio en 1948 (La Nakba).

La escuela de Mahmoud ha sido incendiada tres veces por los colonos israelíes

“El principal problema al que nos enfrentamos es que la escuela está muy lejos de casa, pero al lado de un control militar israelí, y eso les da la oportunidad de atacarnos en la ida y la vuelta.”

“Todas las mañanas me aseo y bajo a la escuela para aprender, pero los soldados israelíes siempre interrumpen mi clase con bombas de humo, gas, insultos y golpes. Entonces nunca podemos seguir las clases y tenemos que volver a casa”, nos cuenta algo nervioso y, en un esfuerzo por continuar, nos relata la ocasión en la que un grupo de soldados irrumpió en tres aulas diferentes, entre ellas la de suya, impidiendo el desarrollo de la clase durante dos horas y media. Desafortunadamente, no sólo tratan de imposibilitar que los palestinos encuentren en sus aulas un lugar tranquilo y seguro donde sucede algo positivo para ellos mismos, el aprendizaje, sino que, además, numerosas mañanas bloquean las entradas a la escuela de Burin con los Jeeps blindados del ejército. Asímismo, durante el período de recreo lanzan explosivos entre los barrotes que rodean perimetralmente el patio provocando el pánico e incrementando la sensación de inseguridad entre alumnos y profesores.

 “A veces estamos jugando al fútbol en el patio de la escuela y de repente escuchamos gritos y comienzan a lanzar gases lacrimógenos. Cuando vienen a la escuela mientras estamos jugando al fútbol suele haber muchos problemas porque nos pilla desprotegidos. Pero los profesores siempre salen para protegernos de ellos.”

Armamento utilizados contra los colegios palestinos

A pesar de todo ello, Mahmoud reconoce que, si bien los momentos más tristes durante el curso son cuando los agreden o cuando hay algún compañero de clase que no asiste porque ha sido herido, también recalca que el cuidado y la protección de sus profesores es uno de los elementos que más feliz le hacen. Y es que la perseverancia y el compromiso del personal docente hacia su pueblo, su trabajo y sus alumnos es ejemplar.

“A veces estamos jugando al fútbol en el patio de la escuela y de repente escuchamos gritos y comienzan a lanzar gases lacrimógenos”

A este respecto, tuvo mucho que contarnos Ghassan Najjar, activista palestino impulsor de un proyecto de cooperativas agrícolas cuyo fin es impulsar una producción palestina que a día de hoy se mantiene asediada por la abusiva hegemonía económica israelí. Él fue nuestro traductor, guía y apoyo fundamental durante nuestra estancia en el territorio. Desafortunadamente, la madrugada del 25 al 26 de junio de 2020 fue secuestrado en su hogar y encarcelado posteriormente en las prisiones israelíes. A día de hoy sigue encerrado y sin que se conocieran los cargos.

“Hay una gran diferencia entre los profesores españoles y los profesores palestinos. En primer lugar, porque los profesores en España trabajan sin la presión y el miedo a la muerte, ello les permite ser capaces de focalizar su trabajo en la clase. Sin embargo, los profesores en Palestina vienen a la escuela, pero no saben si volverán con vida. En eso consiste la presión, en la inseguridad y el terror de ver peligrar sus vidas y la de 300 alumnos a su cargo”, declara. Como si no fuese suficiente con los impedimentos derivados de vivir y trabajar bajo un régimen de apartheid, los profesores han de enfrentarse también a las debilitadas e ineficaces autoridades educativas de Cisjordania que, según nos relataba Ghassan, también son responsables de la precariedad de este sector suyo sueldo, que ronda los 200 shekel mensuales (50 euros) en la escuela mixta de Burin, los condena al pluriempleo. Esto se comprende mejor cuando vemos que el coste de la vida en Palestina aumenta anualmente dada la condición de dependencia económica al coste de la vida israelí. El alquiler de la vivienda lo encontramos en unos 400 euros en una zona normal de la ciudad. Todo ello les hace imposible asegurarse las condiciones materiales para la conservación de sus vidas y un ejercicio profesional digno.

Ghassan Najjar es un activista palestino impulsor de un proyecto de cooperativas agrícolas cuyo fin es impulsar una producción palestina que a día de hoy se mantiene asediada por la abusiva hegemonía económica israelí

“No hay un verdadero apoyo hacia los profesores. Si ellos quieren hacer una huelga para mejorar la situación, el ministro de educación los expulsará de la escuela. Yo recuerdo una huelga del personal docente en la que pedían una subida de los salarios en Cisjordania y, desafortunadamente, cuando la huelga terminó fueron expulsados alrededor de 200 profesores.”

Sin embargo, la actitud del Ministerio de Educación de Cisjordania cambia respecto de otra de las escuelas de Burin. Se trata de la escuela de primaria y secundaria situada en el centro del pueblo y cuya construcción fue financiada por el gobierno alemán con un millón de dólares. Esta es la única escuela en Burin que recibe material y atención institucional. Irónico, por otra parte, que Alemania sea uno de los países europeos más preocupados por estrechar relaciones con el régimen criminal de Israel.

Diferente es el caso de la tercera escuela de Burin, la de preescolar, que acoge a niños/as de 5 a 8 años y que, en palabras de Ghassan “es como una cárcel”. Su infraestructura lleva desde su construcción sin ser revisada ni reformada.

Colegio Escuela Burin, Palestina
Escuela en Burin

La situación de los jóvenes estudiantes empeora debido al acorralamiento al que están expuestas las tres escuelas de Burin, especialmente la escuela de Mahmoud, donde los 300 estudiantes están cercados por dos de las colonias israelís más violentas de toda la Ribera Occidental de Palestina (Har Brakha; Yitzhar). Junto a ellas hay un campo militar flanqueado por torres de control que monitoriza los movimientos de la población palestina permanentemente durante las 24 horas del día.

La tercera escuela de Burin, la de preescolar, que acoge a niños/as de 5 a 8 años en palabras de Ghassan “es como una cárcel”

“Muchas veces los colonos israelíes han quemado la escuela y, lo peor, es que han quemado la librería. A ello se suma que las instituciones sólo se preocupan por las grandes ciudades y se olvidan de satisfacer nuestras necesidades y la de los campos de refugiados. No tenemos material suficiente para darle a los chavales una educación adecuada.”

Los perjuicios y pérdidas del material escolar debido al hostigamiento y acometidas diarias de los colonos y soldados no sólo pasan por la degradación de las mesas y sillas a causa de los impactos de los explosivos y misiles, sino también por la carbonización de los libros y el calcinamiento de las paredes a consecuencia del hollín que ocasionan las bombas de gas. De tal forma que estudiantes como Mahmoud, nos explica Ghassan, no poseen más libros que los específicos de cada asignatura, más color en sus aulas que el de las bombas de gas adherido a las paredes, ni más paisaje en su patio de recreo que las alambradas metálicas de seguridad. La extrema securitización que se ven obligados a desarrollar para obstaculizar las irrupciones del ejército hace difícil convertir la zona de recreo en una zona jovial y agradable en la que estar.

“Las escuelas necesitan jardines porque los niños sin ellos son mucho más violentos, juegan atacándose. La presión a la que están sometidos todos los días los convierte en monstruos para ellos mismos.”

La privación de espacios que fomenten el desarrollo y potenciación de sus habilidades; la intimidación: la violencia explícita e implícita diaria y el especial ensañamiento contra los menores no son, sin embargo, los únicos factores que inducen en los alumnos problemas psicológicos, identitarios y de expectativas de futuro. No hemos de omitir que el contenido de sus libros de texto depende de la aprobación del gobierno israelí. Mahmoud nos expresó, al preguntarle sobre su asignatura favorita y su opinión sobre el temario lo siguiente:

“Sobre la historia de Palestina nos dan muy poca información, es cuando hay que estudiar sobre la historia de otro país árabe cuando se menciona en los libros algo de Palestina. Pero no hay apartados que hablen sobre nuestro país en particular”.

El contenido de los libros de texto depende de la aprobación del gobierno israelí. “Sobre la historia de Palestina nos dan muy poca información”

Es la clásica maniobra colonial del expansionismo sionista, que busca la construcción del “Gran Israel” en Oriente Medio y, para ello, trata de hacer desaparecer cualquier categoría que haga alusión a Palestina para así despatriar a su población autóctona, los palestinos, diluyéndolos en la categoría general de “árabes”. De esta forma los extirpa de su tierra y los condena a vagar por el resto de los países a la espera de asilo.

“Estamos asediados y la ocupación no nos deja tener tecnologías, no quiere que nos eduquemos, no quieren que tengamos educación porque eso significa que nuestros niños sabrán quiénes son, sabrán su historia y su lucha, y eso los llevaría a luchar por sus derechos. Por este motivo ellos tratan de controlar nuestra educación. Lo que tenemos es una educación y una cultura de guerra con la ocupación, puramente defensiva. Y sin educación y cultura nunca seremos libres.”

El complejo de inferioridad, la confusión identitaria, la frustración, la permanente necesidad de una actitud defensiva, el miedo y la violencia cotidiana a la que están expuestos los alumnos/as de Burin ha llevado a que tengan ciertas necesidades especiales que deben ser comprendidas y tratadas en su especificidadr. La cantidad de problemas psicológicos que presentan estos estudiantes no son, sin embargo, tratados por psicólogos especializados en menores con estrés postraumático derivado de una situación de guerra. “Estamos perdiendo a nuestros niños día a día”, nos confesaba Ghassan preocupado e indignado, “cuando entro a clase a dar el taller de agricultura, los niños no son capaces de concentrarse en lo que digo. Un día fui a dar un entrenamiento, pero no respondían a mis estímulos. Me acerqué a uno de ellos y tenía piedras escondidas debajo de la mochila porque el día antes habían sido atacados en el recreo por un grupo de colonos israelís respaldado por el ejército.” Y añade, “¿Y son capaces de hablar de paz?, ¿qué significa paz?”

“Estamos asediados y la ocupación no quiere que nos eduquemos, no quieren que tengamos educación porque eso significa que nuestros niños sabrán quiénes son, sabrán su historia y su lucha, y eso los llevaría a luchar por sus derechos”

Ghassan Najjar
El profesor Ghassan Najjar

Esta tendencia automática a la defensa por parte de los jóvenes no está, en ocasiones, impulsada por un verdadero conocimiento político de la situación de su país, muchos de ellos no saben por qué ocupan su tierra. Esto es para Ghassan lo verdaderamente preocupante, pues no conocen sus raíces históricas, no entienden por qué lanzan esas piedras más allá del deber de resguardarse de quiénes los intentan matar. Se trata, en muchas ocasiones, de una respuesta defensiva por la supervivencia. “Ellos deberían aprender que Palestina debe ser libre desde el río hasta el mar.”

Ahora bien, durante el curso escolar 2018/19 se incorporó una asignatura-taller sobre agricultura impartida por Ghassan, hecho del que él mismo se alegra debido no sólo al rol fundamental que cumple la tierra en la construcción histórica de la identidad palestina, sino porque fomentar la producción agrícola palestina es vital para crear un mercado económico independiente al impuesto por el asedio israelí. Con todo, Ghassan se muestra firme en ratificar que lo más urgente para los estudiantes es el establecimiento de un plan que calme y aminore el miedo, la ansiedad y el estrés que les provoca vivir y estudiar bajo ocupación. Ver a sus propios compañeros y amigos de clase ser arrancados de sus pupitres y arrestados por los soldados los destruye psicológicamente. Asimismo, la cantidad de alumnos heridos cada semana hace imposible la convivencia en Burin.

“Necesitamos activistas de todas las profesiones y especialidades que vengan a ayudar a nuestros niños, que trabajen con ellos después de la escuela y que se centren en sus problemas psicológicos para mejorar su salud mental destrozada.”

Además, Ghassan reclamaba con urgencia la necesidad de un gobierno para el que la primera preocupación fuese la ocupación ilegal israelí, pero también la creación de un tejido social fuerte que trabajara en grupo para proteger la escuela de los ataques de soldados y colonos. En definitiva, grupos de personas que transmitiesen a los habitantes de Burin que están luchando para mejorar sus vidas. “Tenemos que hacer los estudiantes sientan que nos preocupamos por ellos.” Y, para ello, Ghassan concluyó invitando a todos aquellos activistas internacionales, profesores con formación psicológica, trabajadores y educadores sociales que supieran tratar con niños en contextos de extrema violencia a viajar a Palestina para colaborar solidariamente con los menores en edad escolar no sólo de su pueblo, Burin, sino de otros tantos pueblos y campos de refugiados palestinos que se encuentran en la misma o peor situación. Igualmente, difundir desde nuestros respectivos países el estado de apartheid bajo el ente israelí tiene sometidos a los jóvenes estudiantes en Palestina. Todos podemos poner nuestro grano de arena hablando de ello a nuestros familiares en casa, a nuestros amigos en el parque y a nuestros compañeros de clase y profesores en los colegios e institutos.

“Necesitamos activistas de todas las profesiones y especialidades que vengan a ayudar a nuestros niños, que trabajen con ellos después de la escuela y que se centren en sus problemas psicológicos para mejorar su salud mental destrozada”

A modo de reflexión final, conviene resaltar las palabras con las que Mahmoud quiso dirigirse a todos los estudiantes del estado español,  instándoles a la sensibilización con lo que sus homólogos palestinos han de sufrir en su día a día:

 “Los derechos de los niños palestinos no son los mismos que los de los niños de España. Nuestras familias siempre tienen miedo de que los soldados maten a sus hijos y por eso no nos dejan salir lejos de casa. Yo les digo a los niños españoles que ellos están bien sin ocupación y que por eso espero que nos puedan apoyar y saber de nosotros.

Festival cometa cometas Burin, Palestina
Festival de las cometas de Burin

Fuente e imagenes:  El Salto

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Libertad para la diputada comunista palestina Khalida Jarrar

Por: Partido Comunista De España (PCE)

La camarada Khalida Jarrar, dirigente y diputada del Frente Popular para la Liberación de Palestina, ha sido condenada por un Tribunal Militar israelí a dos años de prisión por su militancia en defensa del pueblo palestino. Jarrar, comunista, feminista y activista por los derechos de las presas y presos palestinos, llevaba en detención administrativa desde 2019, sufre desde hace años una brutal persecución política por parte del régimen sionista.

Actualmente ocho parlamentarios y parlamentarias palestinas electas, entre las que se encuentra Jarrar, se encuentran detenidas en prisiones israelíes. Además, los datos aportados por la Organización de derechos de los presos y presas palestinas Addameer señalan que en enero había 4.400 palestinos detenidos por Israel: 37 eran mujeres y 160 niños.

Exigimos la inmediata puesta en libertad de nuestra camarada Khalida Jarrar, así como la todas las presas y presos políticos palestinos, secuestrados en cárceles de la ocupación israelí..

Hacemos un llamamiento a que la comunidad internacional denuncie esta persecución política contra Jarrar y contra todos los presos y presas políticas palestinas.

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/opinion/08/03/2021/libertad-para-la-diputada-comunista-palestina-khalida-jarrar/

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Vacunada el 40% de su población, Israel vuelve a clases

Asia/Israel/14-02-2021/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

El sistema educativo israelí estuvo cerrado desde inicios de enero, cuando se endureció el tercer confinamiento vigente desde fines de diciembre, del que se empezó a salir el pasado domingo.

Israel inició este jueves una reapertura parcial del sistema educativo, con la vuelta de niños en guarderías y de parte de primaria, dando un paso más a la desescalada que comenzó el domingo, pese a registrar aún una elevada tasa de morbilidad.

El retorno solo afecta al 20% del alumnado, mientras el 80% restante (1,9 millones de estudiantes) seguirá con clases virtuales, y su vuelta se hará en varias fases para evitar un nuevo pico de infecciones.

La incertidumbre por la elevada morbilidad que aún tiene Israel es un elemento de preocupación para padres, profesores y autoridades.

Proceso

El Consejo de Ministros respaldó el plan de sanidad que contempla esta primera fase para preescolar y hasta los 10 años, en las llamadas zonas verdes, con bajo índice de morbilidad; o en las que más de un 70% de la población por encima de los 50 años ha sido vacunada.

Un 40% de israelíes ya recibió la primera dosis de la vacuna y un 25% (más de 2,3 millones) fue inoculado con la segunda.La segunda fase, a partir del 23 de febrero, contempla la vuelta a las aulas a partir de los 10 a los 18 años en ciudades con bajo índice de contagios o con más del 70% de vacunación.

Desde el 9 de marzo, en una tercera etapa, los cursos no incorporados podrían volver a las aulas hasta los 18 años.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102340516/vacunada-el-40_-de-su-poblacion-israel-vuelve-a-clases

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Israel: un actor importante en la militarización del mundo

Israel: un actor importante en la militarización del mundo

Israel es un importante distribuidor internacional de tecnologías y estrategias militares. Los datos del SIPRI (Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz) entre 2015 y 2019 muestran que Israel fue el octavo mayor exportador de armas del mundo y que sus ventas mundiales aumentaron un 77 % (Estados Unidos + 23 %, Rusia -18 %, Canadá + 33 %). Jeff Halper, en su investigación crítica sobre las armas militares avanzadas de Israel, escribe que a Israel «le va bien» debido a su indispensable especialización en armas, estrategia y vigilancia mundiales.

El alcance mundial de Israel implica ahora la militarización de la policía con la venta de tecnologías de vigilancia, armas y estrategias de control de multitudes y disturbios. Gaza es un laboratorio y un escaparate para las armas y métodos probados en combate de Israel para controlar poblaciones civiles altamente concentradas a medida que la población mundial se urbaniza cada vez más y se concentra en barrios marginales urbanos. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE. UU. construyó el Centro de Entrenamiento de Guerra Urbana en el Negev, donde Estados Unidos e Israel se entrenan para atacar en áreas densamente pobladas. Las tecnologías y estrategias de defensa perimetral israelíes se aplican a núcleos financieros, distritos gubernamentales y centros de reuniones, embajadas y depósitos de combustible en todo el mundo.

La guerra sin fin contra el terrorismo es una mina de oro política y económica para Israel, que conduce a acuerdos bilaterales y multilaterales – en los campos de la ciencia, la tecnología, la defensa y la seguridad – y a asociaciones e inversiones industriales con los principales fabricantes de sistemas de armas / seguridad / vigilancia. La práctica israelí de librar una guerra total contra Gaza, es decir, contra la población civil altamente concentrada de Gaza, sirve como laboratorio y escaparate para el armamento y el comercio militar de Israel.

El alcance mundial de Israel también implica controles fronterizos, vigilancia, monitoreo y control de la migración. Al final de la Guerra Fría, había quince fronteras amuralladas; hoy en día, hay 77. Muchas fronteras amuralladas recientes están equipadas con tecnologías de seguridad y pacificación compradas a Israel. Al usar esta tecnología,  cada vez es más común que las y los refugiados sean monitoreados y detenidos mucho antes de llegar a los cruces fronterizos. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó que a mediados de 2020, 80 millones de personas, algo sin precedentes, habían sido desplazadas por la fuerza, un número que se ha duplicado en la última década.

Armas nucleares

Israel sigue una política de secreto y ambigüedad con respecto a sus armas nucleares. Israel nunca ha firmado el Tratado de No Proliferación. Por lo tanto, a diferencia de Irán e Iraq, Israel no es inspeccionado ni regulado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Las reuniones internacionales oficiales previstas para crear una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio incluyen a todas las naciones árabes, pero no a Israel, el único país con armas nucleares en Oriente Medio.

Según estimaciones actuales, Israel tiene entre 100 y 300 ojivas nucleares, desplegables por tierra, aire o mar. Los misiles tierra-tierra de largo alcance israelíes Jericó I, II y III tienen una capacidad nuclear y un alcance de hasta 7800 km.

Actualmente, las armas nucleares de Israel apuntan a Irán. A pesar de la falta de pruebas, los líderes israelíes desde el final de la Guerra Fría han advertido repetidamente al público israelí, a Estados Unidos y a la ONU de que Irán está a punto de producir armas nucleares. La repetida advertencia de Israel de que «todas las opciones están sobre la mesa» viola una opinión de la Corte Internacional de Justicia de que incluso la amenaza del uso de armas nucleares es una violación del derecho internacional. Los asesinatos de científicos nucleares iraníes por parte de Israel, el más reciente en noviembre de 2020, también pueden estar vinculados a la estrategia militar de Israel en Gaza y Líbano en la que Israel utiliza secuestros y asesinatos para provocar una reacción, y luego lanza un ataque de represalia masiva en nombre de la legítima defensa, como si Israel fuera la víctima.

Israel y todos los países de la OTAN se han negado hasta ahora a firmar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que entra en vigor el 22 de enero de 2021.

Judith Deutsch, extractos de un texto publicado en Socialist Project 21 de enero de 2021. http://alter.quebec/israel-an-important-player-in-the-militarization-of-the-world/

http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article56641

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

Fuente de la Información: https://vientosur.info/israel-un-actor-importante-en-la-militarizacion-del-mundo/

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Israel: Hallan tejidos púrpura de 3.000 años de antigüedad

Hallan tejidos púrpura de 3.000 años de antigüedad

Fragmento de tejido púrpura de 3.000 años de antigüedad encontrado en el valle de Timna.Foto: Israeli Antiquities Authority/AFP

Estos restos de tejidos teñidos de púrpura fueron descubiertos en las excavaciones arqueológicas en Timna, un antiguo centro de producción de cobre, indicó la Autoridad de Antigüedades de Israel (AIA) en un comunicado común con las universidades de Tel Aviv y Bar Ilan (centro).

La datación con radiocarbono permite establecer que estas fibras son de hace unos 1.000 años antes de nuestra era, es decir, la época del reinado de David y Salomón, según la Biblia, precisa el texto.

«En la antigüedad, las prendas violetas estaban asociadas a la nobleza, los sacerdotes y, por supuesto, la realeza», explica Naama Sukenik, conservadora en la AIA.

«El magnífico tono violeta, el hecho de que no se descolora y la dificultad de producir este colorante, que se encuentra en minúsculas cantidades en los cuerpos de pequeños moluscos» hace que el púrpura real sea un color prestigioso que «solía ser más caro que el oro», destaca la investigadora.

Hasta ahora, solo se habían descubierto cáscaras de moluscos y cerámicas con manchas violetas que mostraban la existencia de la industria del colorante púrpura.

«Es la primera vez que tenemos pruebas directas de tejidos teñidos y conservados durante 3.000 años», insiste Sukenik.

Para el profesor Erez Ben-Yosef, del departamento de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv, estos hallazgos permiten profundizar los conocimientos sobre el reino de Edom, poblado de tribus nómadas, al límite sur del reino de Israel.

«Los nuevos descubrimientos refuerzan nuestra hipótesis, según la cual había una élite en Timna, mostrando que era una sociedad estratificada», afirmó.

Fuente: AFP
Fuente de la Información: https://www.ultimahora.com/hallan-tejidos-purpura-3000-anos-antigedad-n2925343.html

 

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Las sombras de la exitosa campaña de vacunación israelí que excluye a los territorios palestinos

Por: Sarah Babiker


Israel iniciaba el 19 de diciembre su plan de vacunación, tomando la delantera del impulso global para inmunizar a su población ante el covid-19. Poco más de un mes después, más de la cuarta parte de su población habría recibido al menos la primera dosis, y se está avanzando en el suministro de la segunda. El Gobierno israelí se ha permitido en estos últimos días vacunar masivamente a una población que no es de riesgo, la de los estudiantes de 16 y 18 años, para que puedan examinarse presencialmente. En definitiva, los titulares alabando la sobresaliente gestión de la vacunación en Israel salpican la prensa de estos tiempos pandémicos.

El país reúne ciertas características que facilitan el desarrollo de los programas de vacunación: un territorio poco extenso y bien comunicado, buenas dotaciones tecnológicas en general y en el ámbito sanitario en particular, y un ejército provisto de personal y medios suficientes para facilitar la distribución de la vacuna. Vacunas tampoco faltan, el gobierno israelí se ha hecho con 10 millones de dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, seis millones de la Moderna, y un número aún desconocido de la AstraZeneca. La ciudadanía israelí puede estar segura de que antes o después será alcanzada por la campaña de vacunación. Los palestinos de los territorios ocupados no pueden celebrar lo mismo.

Netanyahu se propondría tener a toda la población mayor de 16 años vacunada para finales de marzo, coincidiendo prácticamente con la celebración de elecciones, donde se juega la continuidad al frente del gobierno

Según medios israelíes, Netanyahu se propondría tener a toda la población mayor de 16 años vacunada para finales de marzo, es decir, antes de las elecciones del día 23 de ese mes (las cuartas en menos de dos años). Las últimas semanas están siendo testigo del fervor vacunatorio del presidente Benyamin Netanyahu, que no pierde ocasión para hablar de la operación. “Israel va a convertirse en un modelo para el mundo, una experiencia piloto, y va a ser el primer país en emerger del coronavirus”, se enorgullecía el mandatario. De fondo, aplazados por la situación de emergencia y eclipsados por la situación pandémica, los procesos judiciales pendientes del político, acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza, procesos que tendrían que haberse retomado en enero, y que han sido pospuestos por la emergencia sanitaria.

La población palestina excluida

La población palestina de los territorios ocupados, sin embargo, no verá la primera vacuna hasta probablemente marzo. Pese a que, como han recordado numerosas organizaciones, la IV Convención de Ginebra obliga a Israel como estado ocupante a prestar servicios médicos a la población que vive bajo ocupación, extremo que el país no admite argumentando que es la Autoridad Palestina quien tiene las competencias sanitarias.  Las autoridades israelíes acuden al Acuerdo de Oslo II en 1995 para respaldar sus argumentos. Sin embargo, el mismo documento aduce que las dos partes están obligadas a cooperar en la lucha contra las pandemias.

“Israel es un Estado racista, que negaría a palestinos como mi abuela la vacuna”, decía la congresista Rashida Tlaib al medio estadounidense Democracy Now en una entrevista el 19 de enero. La política estadounidense se sumaba así al reclamo que exige a Israel vacunar a la población palestina que ha quedado relegada de los planes de un Estado ocupante que sí que ha incluido a los colonos en los asentamientos ilegales de la Cisjordania ocupada.

“Moral y legalmente, este acceso diferencial a servicios de salud necesarios en la peor crisis sanitaria del último siglo es inaceptable”, denuncian expertos de Naciones Unidas

El 14 de enero, expertos de Naciones Unidas instaban a Tel Aviv a proveer de vacunas a la población palestina. “Moral y legalmente, este acceso diferencial a servicios de salud necesarios en la peor crisis sanitaria del último siglo es inaceptable”, afirmaban en el documento. “Nada puede justificar la realidad actual en algunos lugares de Cisjordania, donde las personas de un lado de la calle están recibiendo vacunas, mientras las del otro lado, no, en base a si son judíos o palestinos”, denunciaba el responsable de Human Rights International en un comunicado de la organización.

Mientras, los esfuerzos de la Autoridad Palestina para hacerse con vacunas para su población se está topando con numerosos obstáculos.  En primer lugar, no puede optar a las vacunas de Pzifer ante la incapacidad de mantener la rigurosa cadena de fío. Las 5.000 dosis de la rusa Sputnik V que se habrían contratado para suministrar al personal médico han sufrido varios retrasos. El contingente de AstraZeneca se espera para marzo, aunque hay cierta inquietud sobre el cumplimiento de los plazos. La farmacéutica está teniendo problemas para satisfacer sus compromisos con la Unión Europea, hecho que dibuja un panorama complicado para las autoridades palestinas.

También se espera que en marzo, lleguen vacunas a través del programa COVAX por el cual la OMS aspira a facilitar el acceso a la vacunación a 92 países de bajos recursos. La llegada de las vacunas se ve supeditada a la voluntad israelí a través de cuyos aeropuertos deberían entrar, y a quien la Autoridad Palestina debe pedir permisos de importación.Y es que no tener soberanía sobre las propias fronteras en plena pandemia mundial dificulta la salida de la crisis. Mientras los sucesivos confinamientos en territorio palestino han agravado la estructural crisis económica y empeorado los altos índices de desempleo, el confinamiento del lado israelí, dificulta el acceso de miles de palestinos tanto a sus puestos de trabajo —durante el primer confinamiento fueron muchos quienes tuvieron que pernoctar en condiciones insalubles en sus lugares de trabajo para no perder el empleo— como a la atención sanitaria que precisan.  A esto ha de añadirse el bloqueo que Israel ejerce desde hace 14 años sobre la franja de Gaza, donde se hacinan dos millones de personas, de las cuales muchas residen en campos de refugiados, y cuyas infrastructuras y hospitales están seriamente dañadas como consecuencia de las múltiples ofensivas israelíes y los obstáculos para introducir los materiales necesarios para la reconstrucción.

Una campaña de vacunación polémica

El debate en Israel no circula en torno al hecho de que los vecinos palestinos hayan quedado fuera del plan israelí. Si no que se centra en otros tres ejes: el uso político de la campaña de vacunación en plena campaña electoral, el costo que el ejercicio de propaganda internacional ha tenido para el Estado y la población, y la resistencia de los sectores ultraortodoxos a la vacuna y a las restricciones.

Así no pasa desapercibida para la oposición la capitalización política que pretende hacer Netanyahu de la cuestión. El líder, que fue el primer israelí en vacunarse, el 19 de diciembre, hizo de ello un acto público. En su afán inmunizador, el lunes 25 de enero desde su perfil de Facebook, encabezado por una foto suya sonriente en la vacunación, instaba a los mayores de 60 años que no se hubiesen vacunado a dejarle sus datos para llamarles personalmente y convencerles. El post fue borrado por la propia red social al infringir las cláusulas de privacidad.

Israel habría pagado a la alemana Pfizer-BioNTech las dosis a un precio muy superior al fijado para la Unión Europea. También acordó la cesión de datos médicos a la farmacéutica

Liderar la carrera de la vacunación, mientras las farmacéuticas no alcanzan con su capacidad de producción para cumplir con sus compromisos y empiezan a recibir reclamos y denuncias por parte de cada vez más Estados, tiene un costo. Israel habría pagado a la alemana Pfizer-BioNTech las dosis a un precio muy superior al fijado para la Unión Europea. El costo no se reduce a lo económico, el mismo Netanyahu anunció que se había acordado con la farmacéutica la cesión de datos de las personas vacunadas, algo que ha despertado críticas en el país. Mientras que desde el gobierno se insiste en que los datos médicos se usarán exclusivamente con fines de control epidemilógico, y se tratará de estadísticas anónimas, el pasado 19 de enero se vio forzado a mostrar el contrato, un documento de 20 páginas del que había tachado el precio pagado por las dosis.Con las elecciones en mente un tercer elemento podría complicar las opciones de Netanyahu de ser elegido de nuevo primer ministro: la rebelión de los ultraortodoxos ante las restricciones impuestas para afrontar las pandemia. La pretensión de que este sector de la población, que tiende a seguir sus propias normas, aplicara las restricciones en sus centros de estudio y reuniones religiosas, han generado descontento.

En la última semana, los ultraconservadores han causado incidentes, en manifestaciones que han acabado con enfrentamientos contra la policía. La noche del domingo llegaron a prender fuego a un autobús tras expulsar a su conductor árabe del mismo. Mientras, algunos rabinos extremos, lanzan proclamas contra la vacunaciones que incluyen extraños miedos, como un supuesto cambio de orientación sexual. Netanyahu depende de los partidos que tienen como base electoral a este sector de la sociedad para permanecer en la presidencia por lo que tampoco se puede permitir una condena frontal a sus acciones.

Fuente e imagen: El Salto

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