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La FEEM de entonces y su hermana mayor: la FEU

Por: Nestor del Prado

La FEEM, que el 6 de diciembre de 2016 cumple 46 años de fundada, siempre estuvo en alianza natural y consecuente con la FEU. Fiel a mi convicción de la importancia de los testimonios en el aprendizaje y el interés de las nuevas generaciones por la Historia, es que escribo estos recuerdos, que dedico con inmenso cariño a todos los que hicieron, hacen y harán posible que la FEEM continúe con renovados bríos por los caminos de la Revolución.

En el año 1970, la conmoción originada por no haber logrado la producción de los 10 millones de toneladas de azúcar, propició un profundo proceso de reflexión en todo nuestro país.

Uno de los resultados destacado fue el fortalecimiento del movimiento sindical y estudiantil.

Se decidió restablecer a la FEU como organización del estudiantado universitario, recordemos que entre 1968 y1970 funcionó como UJC-FEU; y se acordó por la dirección nacional de la UJC fundar la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM).

La FEEM fue precedida por la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y las Brigadas Estudiantiles José Antonio Echeverría (B.E.J.A.E.), que aportaron experiencias significativas para la formación de la nueva organización que tendría como principal objetivo canalizar las inquietudes y las iniciativas de los estudiantes.

El imagotipo o gráfico identificador de la FEEM, surgió de la creatividad de los propios estudiantes, que comenzaron a escribir el grafema FEEM en muchas superficies públicas, entre ellas las carrocerías y los cristales empolvados de automóviles. Un fotógrafo lo retrató y así surgió. Si alguien tiene otra versión más veraz les ruego socializarla.

El primer Congreso de la FEEM, culminó el 28 de enero de 1971, con la elección como presidente de Jorge Aldereguía Henríquez, estudiante del preuniversitario Manolito Aguiar de Marianao. El Yoyo, como le decíamos casi todos, demostró ser un excepcional dirigente, activo, inteligente, profundo, intrépido, creativo,… Como podrán apreciar en esta remembranza intentaré rendir un homenaje a su primer presidente, que muy probablemente haya sido el presidente más efímero, pero que hizo más en menos tiempo (28 de enero a 26 de noviembre de 1971). El Yoyo, terminó sus estudios de bachillerato en ese propio año. Nieto del eminente médico y revolucionario Gustavo Aldereguía e hijo de otro médico que consagró su vida a la salud pública cubana, y de la eminente científica, la Dra. Ruth Daysi Henríquez, mi inolvidable decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la Habana.

Mucho valoro que un expresidente de la FEEM, escriba para Juventud Rebelde un artículo en que se conjugue el testimonio con las ideas de hoy y para el futuro. Yo he pensado en el compañero Abel Acosta, actualmente viceministro de Cultura.

Revisando la lista de expresidentes de la FEEM a instancia nacional publicada en ECURED, he comprobado que presenta importantes discontinuidades. Yo tengo ahora en mente no menos de 5 nombres, pero lo correcto es que se haga lo correcto correctamente: que los historiadores entren en acción. Recuerdo al primer presidente nacional de la FEEM, que invitado a la reunión del Consejo de Ministros que discutió la Ley contra la vagancia, pidió la palabra y realizó una sustanciosa intervención que asombró a los allí presentes. Algunos pensaron que era criticable que aquel muchachito hubiese hablado en tan alto órgano de gobierno. Pero Fidel y Raúl reconocieron y estimularon su participación en la que uno de los argumentos era que si bien era necesaria esa Ley, cada vez que tuviésemos que aplicarla, deberíamos estar conscientes que era una derrota del trabajo educativo de las organizaciones estudiantiles y juveniles y una muestra de ineficacia del proceso revolucionario

En febrero de 1971 se produjo la asamblea de nominación de candidatos para el secretariado de la FEU de la Universidad de La Habana, en la Ciudad Deportiva. Fue una asamblea llena de iniciativas de las siete facultades de entonces. Se produjo un “asalto de la dirección provincial de la FEEM”; para saludar las elecciones de la FEU. El saludo fue hecho por el presidente provincial, estudiante de un instituto tecnológico, pero con mucha más edad que la inmensa mayoría de los estudiantes universitarios allí reunidos. Cuando el compañero Serrano-ese es su apellido-, dijo que en nombre de los hermanos menores, saludaba a los hermanos mayores, se produjo una explosión de risa cariñosa y pícara.

En mayo de 1971, en un encuentro en el MINED, con el Subdirector General de la UNESCO, Jorge Aldereguía, a nombre de la FEEM realizó una brillante explicación de la participación de los estudiantes en el proceso de la Revolución Educacional. En la foto el visitante lo felicita.

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En julio se realizó el ascenso al Pico Turquino, por la Columna Estudiantil integrada por estudiantes destacados de la FEEM. Yo participé como invitado, nunca antes había acometido tamaña proeza. Recuerdo a Yoyo Aldereguía, con su menuda corpulencia pero con energías insospechadas, avanzando por aquellas endemoniadas lomas y regresando para socorrer a los necesitados. Yo que tenía unos añitos más que los de secundaria, no la pasé muy bien, realmente me faltaba entrenamiento; en más de una ocasión me pedían ayuda para vencer pasos complicado, como el caso de la “loma del caldero”, que parecía no terminar nunca, o en el “paso del cadete”, en que había que aferrarse a una soga por un desfiladero abismal, para evitar una caída mortal. Unas pocas veces logré remolcar a unas muchachitas de menos de 15 años. Cuando nadie me veía, y las fuerzas físicas me faltaban, tiraba el carné de la UJC unos metros hacia adelante, y me decía: “atrápalo, primero muerto que desprestigiado”. Al fin llegué a la meta, y ahí estoy entre los que aparecen en esta foto junto al busto de Martí. En ella están el Comandante Belarmino Castilla, ministro de Educación, Aldereguía-bandera en manos-, los miembros del Buró Nacional de la UJC Espinosa y Mirta Rosa; y otros muchos valiosos compañeros y compañeras.

Durante el año 1972 y parte de 1973, pude compartir con otro presidente de la FEEM, Luís Alemán, un excelente dirigente estudiantil.
Fui testigo de una ejecutoria digna y muy responsable de la FEEM en todas las tareas acometidas. El estudio, el trabajo, el deporte, la cultura, la historia, la emulación, la defensa, la actividad internacional. Recuerdo particularmente el papel de la FEEM en la lucha contra el fraude en los exámenes.

Siempre Fidel y Raúl le dieron gran importancia al papel de ambas organizaciones estudiantiles.

Se puede observar la foto de Fidel enseñado una jugada de baloncesto a estudiantes de la Escuela en el Campo Ceiba1.

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En la otra foto Raúl escoltado por Néstor del Prado presidente de la FEU de Cuba, a la izquierda, y Luís Alemán, el presidente nacional de la FEEM. Raúl nos invitó a participar en una cacería en Pinar del Río; en esos días Fidel estaba fuera de Cuba, participando en la conmemoración del 50 aniversario de la URSS. Se produjo un terrible terremoto en Managua, capital de Nicaragua, imperaba la cruel dictadura de Somoza, y Raúl intercambió con nosotros sobre la decisión de ofrecer ayuda a los damnificados enviando una Brigada cubana. Aquella conversación fue una verdadera clase para nosotros.

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La FEEM siempre ha sido una cantera de dirigentes para la FEU. Varios presidentes de la FEEM fueron luego presidentes de la FEU de Cuba. Considero un acto de justicia reconocer el papel de los funcionarios del Departamento de la UJC encargado del trabajo con la FEEM: Pantaleón, Vaillant, Remberto, Teófilo, verdaderos mentores y facilitadores del trabajo de la organización estudiantil, estimulando siempre el rol protagónico de sus dirigentes.

Concluyendo este artículo nos llegó la triste noticia de la muerte de Fidel, que no por esperada dejo de ser devastadora para quienes aprendimos junto a él a empinarnos por los caminos turbulentos, gloriosos y emocionantes de una revolución verdadera.

Felicitaciones a los miembros de la FEEM. ¡Qué viva la FEEM!

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/12/06/la-feem-de-entonces-y-su-hermana-mayor-la-feu/#.WEgHPxJGT_s

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Fidel y la educación en Cuba

Cuba / www.telesur.com / 7 de Diciembre de 2016

El reciente fallecimiento del líder revolucionario Fidel Castro abrió las compuertas a mares de tinta para interpretar el significado de su vida y de su muerte. Las crónicas periodísticas no han estado marcadas por la neutralidad sino por  la pasión o por el intento de leer, desde este presente tan oscuro, las claves interpretativas sobre su legado.

No será este, no puede ser, un texto neutral. Se construye desde la honestidad y de cierta búsqueda de rigor analítico, y se refiere a los nexos entre Fidel y la educación en Cuba.

Comencemos señalando que muchos aspectos de la Revolución que forjó el pueblo cubano con Fidel al frente, contiene diversas facetas pedagógicas. En Cuba, la educación ha sido una prioridad que se evidencia a partir  de datos tan contundentes que ni siquiera sus más ácidos detractores pueden negar.

La rectora de la Universidad General Sarmiento, Gabriela Diker, aportó datos significativos en relación al modelo educativo cubano y brindó elementos históricos, contextuales y de política educativa que nos permiten dar cuenta del vínculo entre Fidel y la educación.

En 1959 sólo el 56% de las y los niños entre 6 y 14 años iba a la escuela, y entre los y las adolescentes entre 13 y 19 años apenas estaba incorporado al sistema educativo el 28%. El analfabetismo alcanzaba a un oprobioso 53% de la población concentrada en zonas rurales. Esta era la realidad educativa al  momento del triunfo del Ejército Rebelde.

En 1960, en la ONU, Fidel prometió librar la batalla contra el analfabetismo convocando al pueblo alfabetizado a protagonizar una campaña inédita que logró en apenas un año cumplir esa promesa que podía parecer desmesurada pero que no lo fue. La efectivizaron 400.000 alfabetizadores voluntarios, la mayoría jóvenes, algunos de los cuales fueron asesinados por bandas contrarrevolucionarias.

Existen otros resonantes triunfos en materia de democratización de la educación. En Cuba, todos tienen condiciones para estudiar todos los niveles educativos, incluido el universitario. Cantidad y calidad son aspectos de un mismo proyecto político educativo: no puede entenderse uno sin el otro.

La pedagogía hegemónica reivindica operativos estandarizados de evaluación , pero nosotros nos resistimos a la vulgata de la “calidad educativa” así entendida. La educación puede obedecer a una inspiración, una dirección, un contenido y un método radicalmente diferentes. Fidel dice: ”Esta es la hora de cultivar todas las inteligencias, esta es la hora de descubrir y de encender cuanta luz sea capaz de dar la inteligencia de cada compatriota nuestro, en la ciudad o en el campo.”

Pero si de resultados se trata – a nuestro pesar-, Cuba tendrá de todos modos unos méritos que deslumbran a los tecnócratas de ayer y de hoy. En 1997 UNESCO crea un Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Educación que “mide” el “rendimiento” escolar en lengua y matemática. Allí Cuba ocupa el primer lugar que retiene en 2006. Esta vez, sobre un máximo de 400 puntos, Cuba obtiene en promedio 350; en la región el promedio es de 250.

Los reconocidos logros de la educación cubana obedecen, según  Diker, a tres causas: a) los niveles de igualdad social extendidos en la Isla; b) el soporte presupuestario que llega al 14% del PBI, el más alto de la región; c) el “factor Fidel” que desarrollaremos adelante.

Diker se refiere al prolífico discurso pedagógico de Fidel, destacando especialmente su eficacia simbólica para orientar la educación que se propone profundizar el socialismo.

Si el país está empeñado en la construcción y despliegue de un orden radicalmente justo, la primera exigencia sobre el sistema educativo es formar a las jóvenes generaciones en la  impronta que reclama esta Revolución. La formación de personas solidarias, completas, desenajenadas, comprometidas con un proyecto colectivo resultan mandatos ordenadores de los procesos educativos en Cuba.

Para estos fines debe organizarse el Sistema Educativo Formal, pero hay un elemento pedagógico que lo rebasa, lo atraviesa y lo condiciona: es la nueva vida insuflada por el proceso de transformación integral de la sociedad.
Este ha sido un gran mérito de Fidel: el despliegue de un proceso de democracia protagónica y participativa que se expresa en la vida cotidiana de Cuba.

La Revolución Cubana se construyó sobre la base de una cultura deliberativa, y el mismo proceso se vio “autosometido” a procesos de revisión permanente permitiendo ver a la sociedad cubana como una sociedad que aprende y enseña, que desaprende y vuelve a aprender, que crea y ensaya, se equivoca, avanza y retrocede. Tal inmenso laboratorio cultural, político y fundamentalmente pedagógico viene revelando una eficacia contundente pues la Revolución, superando los más difíciles desafíos, no ha sido derrotada jamás en sus principios y sus convicciones. En las condiciones materiales más duras, el Pueblo Cubano supo sostener su opción soberana. Y esto sólo puede hacerse con una profunda labor educativa y autoeducativa, tal vez el elemento más relevante de lo que pudiéramos llamar la “educación cubana” y en la que Fidel, una vez más, tuvo que ver.

Otro aporte sustantivo de Fidel ha sido la difusión del legado martiano. Lo hizo en muchos sentidos, por supuesto, en primer término, en la insurgente y digna rebeldía antiimperialista. Pero también en muchos de los postulados pedagógicos del Apóstol. Recordemos, por caso, que José Martí proponía la idea de “maestros ambulantes” y consideraba que la sociedad debía educarse a sí mismo, encargando a cada adulto la tarea de enseñar. ¿Qué fue, sino esa idea central, la campaña de alfabetización que en 1961 hizo de Cuba un país sin analfabetismo?

Y un tercer elemento ha sido el carácter ético político que insufló el proceso revolucionario que siempre  tiene resonancias pedagógicas. Las nuevas relaciones sociales que generó la Revolución han sido tal vez el elemento más potente desde la perspectiva de la educación y la creación de una nueva sociedad. En tal sentido, la solidaridad, la igualdad, el internacionalismo, la dignidad configuran valores sustantivos del orden en permanente (re)construcción.

Por cierto, en el debe y el haber de los procesos transformadores habrá que contabilizar tensiones, contradicciones, errores, insuficiencias. Así ocurrió en Cuba, pues ¿cómo podría una obra humana carecer de límites?

Asumiendo tales obstáculos, los valores humanistas impulsados por la Revolución son una plataforma indispensable para comprender las razones por las cuales centenares de miles de maestros y maestras, médicos, médicas y el ejército  se dispusieron y se disponen a prestar sus servicios en lugares alejados e inhóspitos que reclaman una solidaridad efectiva. El listado resulta interminable y este dispositivo constituye un hecho educativo de profesionales cubanos y cubanas,  a favor de los más débiles cuyos derechos son vulnerados por un orden mundial fundado en la injusticia. En otro plano complementario, los Congresos Pedagógicos son modos valiosos de encuentro pedagógico emancipatorio. Estas y otras formas han expresado opciones latinoamericanistas e internacionalistas reconocidas en las más diversas latitudes.

Fidel concibe a la educación, pues, como una responsabilidad indelegable de la sociedad, del Estado y de él mismo. No cualquier educación, sino la mejor educación para todos y todas.

La continuidad del proceso cubano dependerá de la voluntad y la capacidad del pueblo cubano de defender su soberanía, su independencia, su modo de estar en el mundo. Y Fidel fue no sólo un avezado piloto de tormentas, un estadista, un político audaz sino un educador. Fidel expresa esa relación profundamente democrática del líder que habla y explica, que escucha y aprende, que imparte y conduce, pero sobre todo fundamenta, convence y se convence, asimila y acomoda la realidad y las formas de su transformación.

Sus sueños de justicia tuvieron, a la vez, un correlato innegablemente pedagógico. La Revolución Cubana fue y es, finalmente, aquello que pudo ser y puede ser en un mundo brutal y amenazante. Fidel y la educación han tenido un amoroso amarre emancipatorio que se expresó en trabajar incansablemente por una sociedad más justa y mejor, con los pies en la tierra y la mirada en las estrellas.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/-Fidel-y-la-educacion-en-Cuba-20161202-0002.html

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Cuba: La educación es política clave contra las enfermedades crónicas no transmisibles

Cuba/07 diciembre 2016/Fuente: Granma

«Los desafíos que imponen a las agendas de salud el aumento creciente de las enfermedades crónicas no transmisibles (CNT) van desde lograr obtener informaciones correctas, bases de datos necesarias y actualizadas con el fin de analizar los modelos de transmisión de estas enfermedades, dónde están ocurriendo, qué poblaciones están siendo más afectadas, para así ayudar a las autoridades sanitarias a desarrollar estrategias e intervenciones que ayu­den a su control, hasta la toma de medidas concretas por los gobiernos», ex­plicó a Gran­ma el doctor José Luis Castro, director ejecutivo de la Unidad Internacional contra la Tu­berculosis y enfermedades respiratorias y presidente de la Alianza contra las enfermedades no transmisibles.

En ese sentido, dijo, articular políticas pú­blicas tales como la educación a la población para reducir por ejemplo el consumo de bebidas azucaradas, la adicción tabáquica y prevenir la iniciación de los jóvenes, así como  promover la actividad física son pasos esenciales, y para todos es preciso educar a las personas en las ventajas de adoptar estilos de vida saludables. «Se puede hacer mucho para prevenir las enfermedades crónicas, y en ello influyen también las medidas para prevenir el anuncio y la mercadería de productos que son tan no­civos a la salud de los niños y adultos», subrayó el experto en el recién celebrado Foro In­ternacional de Higiene y Epidemiología.

Para el entrevistado, las CNT son un problema de todos, que si bien afectó en un inicio a los países más desarrollados, hoy es un reto para las naciones en vías de desarrollo. «De los seis millones de personas que mueren cada año a causa del tabaco, el 80 % pertenecen a estos últimos países», refirió.

«Cuba ha sido siempre  un país pionero en lo que es la prevención y la salud pública, y el mundo le debe mucho, por ejemplo, en cuanto al trabajo con las enfermedades transmisibles. Sin embargo vemos con preocupación el aumento de los casos de obesidad y diabetes en el país, y de personas que mueren por cáncer causado por el tabaco, cerca de 20 000 cu­banos cada año. Es una tragedia que se puede prevenir, y Cuba tiene los medios para ello», precisó Castro.

En otro orden, el director ejecutivo de la Uni­­dad Internacional contra la Tuberculosis y en­fermedades respiratorias se refirió a la tu­ber­culosis, y lo lejos que aún está el mundo de al­canzar las metas fijadas para su reducción y eliminación. Al respecto subrayó que Cuba ha he­cho mucho para el control de esta enfermedad y hoy es uno de los pocos países del mun­do que está en la fase de eliminación de la mis­ma.

«Queda trabajo por hacer, pero hacia ahí es donde queremos llevar al resto de los países. Te­­nemos que ver con más urgencia y considerar no aceptable el hecho de que todavía un mi­llón 800 000 personas mueren todos los años en el mun­do de una enfermedad que es curable», precisó.

Fuente noticia:http://www.granma.cu/cuba/2016-12-05/la-educacion-es-politica-clave-contra-las-enfermedades-cronicas-no-transmisibles-05-12-2016-23-12-12

Fuente imagen:https://bioquimicamedicam4.wikispaces.com/file/view/enfermedades_cronicas.jpg/237590971/781×483/enfermedades_cronicas.jpg

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Fidel y las transnacionales

Por: Gladys Cecilia Hernández Pedraza

Consciente del papel histórico que las empresas transnacionales han jugado en la concepción y aplicación de las políticas neoliberales a partir de la década de los años setenta, la voz de Fidel se ha elevado para reflejar la esencia de tales manipulaciones y dedicar al estudio de estas expresiones del sistema capitalista importantes análisis, indispensables a la hora de desentrañar las causas que provocan tales fenómenos y discutir sobre las políticas alternativas para impulsar otro mundo posible.

Fidel y las empresas transnacionales en los primeros años de la revolución

En los últimos cien años, en la misma medida que el sistema capitalista ha continuado avanzando y los Estados-nación han venido cediendo parte de su soberanía en cuanto a las decisiones socioeconómicas, las empresas transnacionales han logrado consolidarse y ampliar su control sobre incontables recursos, tanto naturales como humanos. Cuba también experimentó la explotación de las empresas transnacionales radicadas en Cuba. Sobre este proceso Fidel destaca: “Pero el hecho fue que los yankis se apoderaron de nuestra economía. Y si en 1898 poseían inversiones en Cuba por valor de 50 millones, en 1906 unos 160 millones en inversiones, y 1 450 millones de pesos en inversiones en 1927”. (Castro Ruz, Fidel, 1968)

No creo que haya otro país donde se haya producido en forma tan increíblemente rápida semejante penetración económica, que condujo a que los imperialistas se apoderaran de nuestras mejores tierras, de todas nuestras minas, nuestros recursos naturales; que explotaran los servicios públicos, se apoderaran de la mayor parte de la industria azucarera, de las industrias más eficientes, de la industria eléctrica, de los teléfonos, de los ferrocarriles, de los negocios más importantes, y también de los bancos”. (Castro Ruz, Fidel, 1968)

En los primeros años de la Revolución se organizarían nuevas estrategias para favorecer al pueblo que entraban en contradicción directamente con los intereses de tales empresas extranjeras, fundamentalmente norteamericanas. Estas acciones desembocaron en una guerra mediática y otra que implicaba ataques directos a los bienes económicos y sociales del país con las que se pretendía acabar con el gobierno revolucionario. Sobre estos acontecimientos, Fidel declararía: No se puede llamar democracia al gobierno de las oligarquías; democracia es el gobierno del pueblo, como dijo Lincoln, para el pueblo y por el pueblo, y aquí sí hay democracia porque aquí ya las oligarquías no gobiernan, aquí gobierna el pueblo”. (Castro Ruz, Fidel, 1959a)

“Estamos haciendo una revolución profunda. Esta Revolución tiene por objetivo llevar a los sectores más humildes y necesitados del país los beneficios de las medidas revolucionarias, y aun cuando esas medidas perjudiquen algunos intereses nacionales toda la nación marcha detrás de las medidas revolucionarias, y marcha más unida tras las medidas del Gobierno Revolucionario mientras más evidente se hace la actitud de los intereses extranjeros lesionados por nuestra Revolución ; porque, en definitiva, ¿qué problemas tenemos en Cuba y qué problemas tiene nuestra Revolución que no sean problemas con intereses extranjeros? ¿Y qué tienen que ver los intereses extranjeros con nuestra Revolución?” (Castro Ruz, Fidel, 1959b)

En opinión del intelectual Atilio Borón, refiriéndose a la importancia histórica de la Segunda Declaración de la Habana: “Si hoy esta región no es la misma que hace medio siglo atrás; si aquí se ha derrotado al ALCA, si hay gobiernos y pueblos que resisten y luchan contra el imperialismo, si el centro de gravedad de la política latinoamericana se ha corrido hacia la izquierda, todo eso se lo debemos, en una medida mucho mayor de lo que habitualmente se reconoce, a ese grito lanzado por Fidel desde La Habana, plantando una semilla que germinaría en mil flores. Un texto de enorme valor histórico y de también rigurosa actualidad que las nuevas generaciones de luchadores anti-imperialistas y anticapitalistas deben leer, estudiar y, lo más importante, llevarlo a la práctica”. (Borón, A, 2012)

Este documento marca, sin dudas, un legado histórico, reflejo fiel de una etapa, de su coyuntura internacional, y simultáneamente ofrece un escenario sobre los problemas que todavía hoy enfrentan los países subdesarrollados, fundamentalmente la región latinoamericana

“¿De dónde salieron las colosales sumas de recursos que permitieron a un puñado de monopolistas acumular miles de millones de dólares? Sencillamente, de la explotación del trabajo humano. Millones de hombres, obligados a trabajar por un salario de subsistencia, produjeron con su esfuerzo los gigantescos capitales de los monopolios. Los trabajadores acumularon las fortunas de las clases privilegiadas, cada vez más ricas, cada vez más poderosas. A través de las instituciones bancarias llegaron a disponer estas no solo de su propio dinero, sino también del dinero de toda la sociedad. Así se produjo la fusión de los bancos con la gran industria y nació el capital financiero. ¿Qué hacer entonces con los grandes excedentes de capital que en cantidades mayores se iba acumulando? Invadir con ellos el mundo. Siempre en pos de la ganancia, comenzaron a apoderarse de las riquezas naturales de todos los países económicamente débiles y a explotar el trabajo humano de sus pobladores con salarios mucho más míseros que los que se veían obligados a pagar a los obreros de la propia metrópoli. Se inició así el reparto territorial y económico del mundo. (Castro Ruz, Fidel, 1962)

Estos mensajes también despertaron la conciencia de los pueblos latinoamericanos y del Tercer Mundo acerca de la necesidad de iniciar la lucha por la justicia, la dignidad, la democracia; palabras capaces de movilizar a las masas en la búsqueda de la verdadera satisfacción de las necesidades de los pueblos.

Fidel Castro y el tratamiento del tema de las transnacionales en el período de años 70 y 80: El estallido de la crisis de la deuda externa en la región latinoamericana

Fidel Castro retoma el recrudecimiento de la crisis a inicios de los 70 vinculando sus impactos al deterioro de la situación económica, social y ambiental, en los países capitalistas desarrollados.

“A fines de la pasada década, arrastrada por el peso de sus propias contradicciones y, sobre todo, por el apetito insaciable de ganancias de los grandes monopolios, la economía capitalista entró en un período de conmociones y sacudidas de insólita fuerza. Tras diferentes altibajos e infructuosos intentos de los gobiernos burgueses por estabilizar y controlar la situación, desde la primera mitad del año pasado los índices de la economía capitalista señalan un descenso acentuado de la producción, acompañado por el agravamiento de todos los demás factores que componen la crisis. (Castro Ruz, Fidel, 1974)

El análisis realizado por Fidel Castro en el contexto de la crisis petrolera de este período confiere, ya desde esta etapa, un papel preponderante a los manejos de los monopolios en el contexto global, que se acrecentará con los años: “No es de extrañarse, pues, que las siete mayores compañías petroleras declarasen en 1973 beneficios del orden de los 8 000 millones de dólares, un 77% más que el año anterior, y que esperen para el presente año ganancias por 17 500 millones”. (Castro Ruz, Fidel, 1974)

El período comprendido entre los años setenta y principios de los ochenta, resultó particularmente difícil para el Tercer Mundo. Los impactos de la recesión en los EE.UU que comenzó en el período 1969-1971, se extendieron hasta los primeros meses de 1984, sacudiendo a la economía norteamericana y a las demás regiones. El tema de la deuda externa comenzaría a ser abordado por Fidel ya desde esta etapa: “Las deudas de los pueblos de América Latina después de la Alianza para el progreso aumentaron a más de 20 000 millones de dólares. Y como explicó en las Naciones Unidas el compañero Salvador Allende, los monopolios extraen de la América Latina más de 1 000 millones de dólares al año, y en los últimos la años han extraído 10 000 millones más de lo que han invertido en este continente”. (Castro Ruz, Fidel, 1972a)

El Comandante Fidel Castro se referirá también a todos estos elemento que fueron conformando el caldo de cultivo para la crisis de los 70: “El problema más serio que tiene hoy ante sí el Movimiento de los Países No Alineados es la actual crisis económica internacional. Esta crisis se inició con la inflación galopante en el mundo capitalista desarrollado, a la cual se le suma ahora una grave recesión económica. Para los estudiosos de Marx, Engels y Lenin tal hecho no constituye una sorpresa ni un misterio. La crisis económica es consustancial al sistema capitalista, agravada en este caso por la política de guerra fría, la carrera armamentista y la represión del movimiento de liberación nacional que propició el imperialismo norteamericano después de la Segunda Guerra Mundial; por el intercambio desigual y el feroz saqueo a que las sociedades capitalistas desarrolladas sometieron a los recursos naturales de los países subdesarrollados del mundo”. (Castro Ruz, Fidel, 1975)

Ya desde esta etapa comienza Fidel a señalar la conjunción de múltiples factores que establecen elementos clave para la actual crisis sistémica en la que se verá envuelta la humanidad en la décadas de los 2000. Con aguda certeza apuntan sus ideas hacia el papel jugado por los monopolios y el capital transnacional.

En el Informe a la VII Cumbre de los Países No alineados, en 1983 Fidel Castro analizaba la naturaleza compleja de las políticas aplicadas por las transnacionales; “Ante todo es necesario apreciar el impresionante grado de control ejercido por las transnacionales sobre la comercialización de productos básicos. Este hecho fundamental, pese a ser bastante conocido, no siempre es lo bastante destacado. La realidad es que, “de hecho, todo el comercio internacional de los productos primarios exportados por los países en desarrollo sigue estando dominado por las empresas transnacionales”. (Castro Ruz, Fidel, 1983).

Fidel Castro y el tratamiento del tema de las transnacionales en las décadas de los 90 y los 2000.

La década de los 90 será testigo excepcional del avance de las políticas neoliberales, de la profundización de los procesos de financierización económica y de la concentración cada vez más profunda de los capitales en manos de las transnacionales. En las tres últimas décadas del siglo pasado y en los años transcurridos del actual, la expansión a escala global del neoliberalismo ha recreado un entramado político, económico, jurídico y cultural, que ha beneficiado directamente, en primer lugar a las transnacionales.

“Si se quiere discutir sobre el tema, discútase, y que cada cual se enfrente, según su conciencia, a las cifras irrebatibles y las realidades palpables que demuestran el desarrollo acelerado de una especulación financiera universal e insostenible, la vulnerabilidad creciente de las economías, la destrucción de la naturaleza, el porvenir incierto y el abismo sin fondo a que nos conducen el neoliberalismo ciego e incontrolable y un globalismo aplastante y brutal, bajo la égida de la potencia más poderosa y egoísta de la historia. No hay que esperar a que las monedas pierdan su valor y las bolsas se desplomen” (Castro Ruz, Fidel, 1997)

Ya en el Informe a la VII Cumbre de los Países No alineados, en 1983 Fidel Castro se refería al evidente poder que, en términos económicos, tienen las corporaciones transnacionales. Un estudio sobre fuentes estadísticas disponibles situaba la “producción transnacional” a finales de los años noventa en torno al 10% del producto mundial (Glyn, Andrew y Sutcliffe, Bob, 1999). Las empresas transnacionales o multinacionales han pasado de ser unas 7.000 en la segunda mitad de los años sesenta a 80.000 en el 2010, y controlaban 810.000 compañías filiales. A pesar de que existen miles de transnacionales en el mercado global, apenas unos cientos de ellas controlan a las demás: 737 multinacionales monopolizan el valor accionarial del 80% de total de las grandes compañías del mundo, y solo 147 controlan el 40% de todas ellas. (Ramiro P. et Al, 2012)

Las enormes ganancias que acumulan las empresas transnacionales tienen su origen en mecanismos de explotación y apropiación de la riqueza económica que constituyen la esencia misma del sistema capitalista. La creciente explotación de los obreros y campesinos y la permanente introducción de políticas que reducen salarios , las presiones sin límites para garantizar el control de las materias primas y recursos naturales, la especulación financiera tanto con el excedente obtenido como con todo aquello que pueda ser comprado y vendido, la mercantilización de cada vez más esferas de las actividades humanas y la absoluta prioridad de la que gozan los mecanismos de reproducción del capital frente a los procesos que permiten el sostenimiento de la vida han servido, efectivamente, para que los principales directivos y accionistas de las grandes corporaciones se conviertan en multimillonarios.

“Le presentan al mundo como algo ideal esos desarrollos a través de las empresas transnacionales y de las medidas que imponen los organismos internacionales de finanzas. Van a acabar de destrozar lo que queda de la naturaleza. La concepción globalista neoliberal y capitalista significa la suspensión de todas las barreras y regulaciones que dificulten la transferencia de grandes masas de capital de un país a otro, de una región a otra, el desarrollo máximo del mercado mundial en manos de las transnacionales y en beneficio de las potencias más ricas y desarrolladas” (Castro Ruz, Fidel, 1997a)

Hoy las compañías multinacionales controlan sectores estratégicos en la economía mundial tales como energético, financiero, telecomunicaciones, servicios de salud básicos, agricultura y alimentación, desarrollo de infraestructuras, agua, recursos de la biodiversidad, medios de comunicación, e industrias bélicas.

La crisis capitalista actual ha fortalecido el accionar económico y la capacidad de influencia política de las grandes transnacionales que simultáneamente realizan negocios en diversos sectores tales como los recursos naturales, los servicios públicos y la especulación inmobiliaria, o se establecen y adueñan de los mercados de futuros de energía y alimentos, las patentes sobre la vida o el acaparamiento de tierras. La actual crisis sistémica   abarca ya no solo el sector económico sino que se extiende al medioambiente, a la cultura, a la sociedad.

En su discurso ante Informe a la VII Cumbre de los Países No alineados, en 1983 Fidel Castro introducía algunos temas que perfectamente constituyen los antecedentes para la refacturación de mercancías, uno de los mecanismos empleados por las empresas transnacionales para sacar provecho de los paraísos fiscales.

“Otro procedimiento consisten en inflar los costos de las mercancías importadas desde sus sucursales, para burlar los controles gubernamentales tendentes a impedir que los márgenes de venta al por menor excedan de cierto porcentaje de los precios de las mercancías importadas o de los costos de producción. También se manipulan los precios de transferencia para retirar las ganancias y los saldos de tesorería de los países de moneda débil y eludir las restricciones en materia de extracción de divisas”. (Castro Ruz, Fidel, 1983)

En opinión del Informe sobre Integridad Financiera Mundial, la refacturación comercial es la manera más común de cambiar de lugar reservas ilícitamente de países subdesarrollados. Esta organización ha calculado que la refacturación se duplicó en el período entre 2004 y 2012, representando más de 80% de todos los flujos ilícitos, aproximadamente unos 655 mil millones de dólares promedio anual. Asimismo, el volumen global de los flujos financieros ilícitos provenientes de los países subdesarrollados, de los cuales la refacturación constituye mayoría, resultaba superior al valor combinado de la AOD y la inversión directa extranjera (IED) recibida por estos países. (Spanjers Joseph y Frede Foss Håkon, 2015)

 

“El resultado de todo esto, es un comercio internacional distorsionado, precios de transferencia que actúan como piezas en el mecanismo de explotación comercial e intercambio desigual, una menor capacidad nacional para dirigir las economías y orientar el desarrollo, una dependencia de nuevo cuño e inalterable sustancia, estadísticas internacionales engañosas que sugieren un curso positivo, allí donde las tendencias reales indican un ahondamiento del subdesarrollo y creciente saqueo”. (Castro Ruz, Fidel, 1983)

También en este período, y como consecuencia de las pérdidas económicas experimentadas por Cuba a raíz de la desaparición del campo socialista, se inició un proceso de transformaciones en el cual se abrió paulatinamente la posibilidad de atracción de inversiones extranjeras al país. Sobre estas tendencias que resultaban controvertidas, el Comandante Fidel Castro comenta y aclara las motivaciones, las causas que predominaron en la adopción de tales políticas así como el enfoque totalmente social que recibiría la redistribución de las ganancias y recursos obtenidos a partir de dichas inversiones.

“Aunque antes del derrumbe del campo socialista habíamos pensado en ciertas formas de inversión extranjera para sociedades mixtas en ciertas ramas donde no había otra solución, estamos bien conscientes de que durante muchos años combatimos la inversión extranjera, estamos bien conscientes de que durante muchos años nos sentíamos orgullosos de que el pueblo fuera dueño de todos sus recursos, de todas sus industrias y de todos los bienes del país; sin embargo, en las condiciones actuales no podíamos prescindir de la inversión extranjera en un grado mayor porque necesitábamos capital, tecnología y mercados. Son los factores determinantes, lo contrario sería la parálisis, el estancamiento durante mucho tiempo. (Castro Ruz, Fidel 1995)

“Cualquier ingreso que obtenga el país por cualquiera de esas vías no es para enriquecer a nadie ni para ir a parar a los bolsillos de nadie, es para el pueblo hasta el último centavo para comprar alimentos, para comprar medicamentos, para comprar combustible para que hubiera luz eléctrica, para comprar materias primas indispensables para la producción, para que el país marche. Y el país, cualesquiera que sean las dificultades, marcha, y marcha ordenadamente; y el pueblo, cualesquiera que sean los sacrificios, comprende que ese era el camino correcto, que ese era el camino revolucionario; y, desde luego, sin el bloqueo, aquí en este país se habrían invertido grandes cantidades”. (Castro Ruz, Fidel 1995)

Conclusiones

El pensamiento de Fidel Castro sobre el accionar de las transnacionales resulta hoy transcendente y oportuno. En la medida que estas empresas asumen nuevas formas de explotación, los impactos que generan abarcan simultáneamente múltiples sectores y provocan enormes violaciones de los derechos humanos.

“El neoliberalismo, la globalización de la economía, la política hegemónica, el egoísmo y el monopolio de todos los recursos son cuestiones incompatibles con cualquier medida de desarrollo social” (Castro Ruz, Fidel, 1996)

Resulta urgente la necesidad de analizar y promover políticas racionales que controlen el accionar de las empresas transnacionales. En todo el planeta se observa el avance de las ETNs sobre los recursos naturales, los bienes comunes a partir de mecanismos que promueven el acaparamiento de los recursos. Tales acciones se realizan con una impunidad flagrante ya que cuentan con el apoyo de las élites ricas en los países donde se establecen.

Las actuales negociaciones internacionales sobre los tratados bilaterales de libre comercio y protección de las inversiones, tales como el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), el Tratado de Comercio Transpacífico (TTP) y el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA), proponen consolidar y profundizar el poder de las transnacionales.

Nunca como hoy se eleva con tal nitidez el mensaje de Fidel Castro, su denuncia por los abusos cometidos por las empresas transnacionales, así como la necesidad de mantener aquellos procesos de movilización y resistencias que permitan construir alternativas al dominio de las grandes corporaciones

Lejos de debilitarse con la actual crisis económica y financiera, el hecho es que las grandes trasnacionales continúan fortaleciendo su poder e influencia en el mundo gracias a sus renovadas estrategias corporativas y a la constante aplicación de nuevos modelos de negocio constituye un reto para las fuerza progresistas.

La obra Marxista–Leninista está presente en la obra de Fidel concerniente a las transnacionales, su papel determinante en el contexto del sistema capitalista. Los principios teóricos y metodológicos marxistas aparecen en cada uno de los análisis que realiza; ya sea explícitamente por las causas históricas, políticas, económicas, tecnológicas y científicas del surgimiento y desarrollo de las empresas transnacionales, así como de manera implícita, en sus análisis sobre la intervinculación de los problemas globales que amenazan a la civilización.

El pensamiento de la Revolución cubana, de Martí a Fidel, ha revelado como “trincheras de ideas, valen más que trincheras de piedras”. El contenido humanista del pensamiento económico de Fidel, constituye expresión reveladora del ideario martiano, y se presenta a través de sus incontables discursos, entrevistas, libros, declaraciones publicadas a lo largo de más de 5 décadas de lucha revolucionaria por Cuba y por la humanidad. Su ideario constituye fuente inagotable para las nuevas generaciones de cubanos.

Bibliografía

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Castro Ruz, Fidel (1959b) Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto de clausura del Primer Foro Nacional de la Reforma Agraria, efectuado en el Capitolio Nacional, el 12 de julio de 1959. Consultada el 22 de febrero 2016 http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1959/esp/f120759e.html

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Castro Ruz, Fidel (1968) Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario en el Resumen de la Velada Conmemorativa de los Cien Años de Lucha, efectuada en la Demajagua, Monumento Nacional, Manzanillo, Oriente, el 10 de octubre de 1968. Consultada el 22 de febrero 2016.

Castro Ruz, Fidel (1972a) Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la Concentración con motivo del XIX Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, efectuada en la Plaza de la Revolución, el 26 de julio de 1972. Consultada el 22 de febrero 2016.http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1972/esp/f260772e.html

Castro Ruz, Fidel (1974) Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto de saludo a los participantes en la XXV Reunión del Consejo General de la Federación Sindical Mundial, efectuado en el Teatro “Lázaro Peña” de la CTC, el 18 de octubre de 1974. Consultada el 22 de febrero 2016 http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1974/esp/f181074e.html

Castro Ruz, Fidel (1975) Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno revolucionario, en la clausura de la tercera reunión ministerial del Buro de Coordinación de los Países No Alineados, en Santa María del Mar, La Habana, el 19 de marzo de 1975. Consultada el 22 de marzo 2016. http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1975/esp/f190375e.html

Castro Ruz, Fidel (1983) La crisis económica y social del mundo. Informe a la VII Cumbre de los Países No alineados. Oficina de publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1983.

Castro Ruz, Fidel (1995) Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del Festival Juvenil Internacional Cuba Vive, efectuada en el teatro “Carlos Marx”, el 6 de agosto de 1995, “Año del Centenario de la Caida de José Marti”.

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Castro Ruz, Fidel (1997) Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en la VII Cumbre Iberoamericana, celebrada en Isla de Margarita, Venezuela, el 8 de noviembre de 1997.

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GLYN, Andrew y SUTCLIFFE, Bob (1999): “Measures of Globalization and their Misinterpretation”. Review of Radical Political Economics, vol. 31, nº 1.

Ramiro Pedro, González Erika, Hernández Zubizarreta Juan (2012) El poder de las empresas transnacionales, Editores del ‘Diccionario crítico de empresas transnacionales’ (Icaria, 2012). 21 de novimbre de 2013 . Consultada 26 de abril 2016.https://www.diagonalperiodico.net/global/20825-poder-empresas-transnacionales.html

Ramiro Pedro, González Erika (2013) Empresas transnacionales: impactos y resistencias Paz con Dignidad. Revista El Ecologista nº 77. Junio. Consultada 12 de octubre 2014.http://www.ecologistasenaccion.org/article26540.html

Rodríguez, José Luis (1990) Estrategia de desarrollo económico de Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.

Spanjers Joseph y Frede Foss Håkon (2015) Illicit Financial Flows and Development Indices: 2008–2012, Global Finantial Integrity. Junio.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/12/02/fidel-y-las-transnacionales/#.WEHXqxJGT_s

Imagen: http://elperiodiquito.com/muere-el-lider-cubano-fidel-castro-a-los-90-anos/

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Fidel, una Revolución de utopías

Por: Ilka Oliva Corado

Hemos tenido el privilegio generacional de haber conocido a un hombre que marcó la historia de América Latina y el mundo. Al estadista más brillante que pudo parir la Patria Grande. Al luchador incansable por la equidad, la igualdad social y la justicia. Hemos tenido el honor de haber conocido la integridad en palabra y acción, de un hombre que demostró con su propia vida, que la conciencia, los ideales y los principios ni se compran ni se venden. ¡Se defienden!

A un líder auténtico y natural. A un incansable defensor de los derechos humanos y de la libertad de los pueblos mancillados por la opresión y el oprobio. Hemos coincidido en la historia del tiempo, con un hombre leal, lúcido y consecuente. No hay palabras que alcancen a expresar ni en la poesía más hermosa, ni en el discurso más estudiado, la trascendencia de un ser humano como Fidel.

La inmortalidad se la han ganado pocos en la historia de la humanidad, Fidel es uno de ellos. Deja un legado de amor, hermandad y consecuencia política y humana en los pueblos del mundo. Cualquiera que piense en Revolución, en cualquier lugar del mundo, debe tener como guía a Fidel y al pueblo cubano. Cualquiera que piense en rebelión tendrá que saber que el mismísimo Fidel Castro Ruz lo es. Es una rebelión inimitable en cada célula y en cada palabra. En cada acción. En cada anhelo y en la utopía vuelta realidad.

Hemos sido privilegiados al conocer a uno de los hombres más insignes de todos los tiempos. Nuestro deber es continuar con su legado. Nos deja una enorme lección de humanidad y humildad. De hermandad. De integridad, identidad y conciencia.

A Fidel no hay que llorarlo, debemos aprenderle y honrarlo. Celebrar y agradecer haber tenido a un hermano que pasó por la tierra dejando huellas imborrables en la dignidad de los pueblos. Honrarlo en nuestras luchas por los mismos ideales: un mundo justo, equitativo e igualitario. Libre.

Fidel no se va, se queda en la inmortalidad del tiempo, en los corazones y los anhelos de los pueblos que luchan por su libertad.

Fidel no se va, se ha vuelto poesía, viento, luz, se ha vuelto río, volcán, vereda. Se ha vuelto una Revolución eterna que ni la muerte podrá doblegar.

Fuente: http://www.aporrea.org/internacionales/a237685.html

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Fidel, sinónimo de revolución

Por: Emir Sader

Fidel se ha vuelto sinónimo de revolución desde que se publicaron las primeras fotos de aquellos barbudos que derrocaron a un dictador en el ya lejano 1959. Más todavía para nosotros, en América Latina, para quienes ese movimiento era un fenómeno distante en el tiempo y en el espacio –en Rusia, en China, con Lenin, con Mao–. Fue Cuba, con Fidel, quien planteó para nosotros y para tantas generaciones la revolución como actualidad y que era posible en nuestro continente.

Fidel encarnó la revolución en América Latina y en todo el mundo, porque Cuba levantó de nuevo la idea del socialismo, cuando éste se había vuelto algo aparentemente petrificado, postergado.

Empecé mi militancia política en 1959 repartiendo un periódico –Acción Socialista– que tenía estampada la imagen de unos barbudos que habían derribado a un dictador –en aquel momento, de América Central; no se hablaba aún del Caribe–, posando como si fueran jugadores de futbol.

Luego mi generación se volvió la generación de la Revolución Cubana, que sedujo a tantos cuando convocó a los estudiantes a terminar con el analfabetismo en la isla y con las reformas agraria y urbana, la fundación de la Casa de las Américas, la soberanía frente al imperialismo y la proclamación de la revolución socialista, así como con la resistencia contra el intento de invasión en Bahía de Cochinos y frente al plan del cerco naval a la isla; con todo lo que venía de allá, que nos alentaba y señalaba caminos.

Sólo pude ver a Fidel cuando visitó Chile durante el gobierno de Allende, en sus recorridos por el país, hasta su discurso final en el Estadio Nacional.

Después del golpe en Chile pude encontrarme con él por primera vez en La Habana, para discutir las consecuencias de esa acción.

Fue inolvidable verlo entrar, enorme, alto, enérgico, simpático, afectivo, y presenciar su infinita capacidad de escuchar a las personas, de preguntar mucho sobre Chile, el golpe, Allende, Miguel Enríquez y el MIR, así como sobre Brasil.

Tuve el privilegio de convivir con su presencia en la vida cubana durante muchos años. Conocí cómo un dirigente se interesa por todo lo cotidiano de un país y del mundo; pronunciarse sobre todos los problemas, ser el crítico más radical de la revolución, señalando problemas, implacable con los errores, pero siempre proponiendo alternativas y despertando esperanzas.

Verlo hablar en la Plaza de la Revolución tantas y tantas veces fue una de las experiencias más impresionantes que uno pudo tener. En una de esas concentraciones, siempre ante millones de personas, se homenajeaba a las víctimas de un acto terrorista que abatió un avión cubano, en el que murieron, entre otros, jóvenes deportistas isleños. Con todos los cuerpos presentes en la plaza, Fidel pronunció uno de sus discursos más emocionantes, que concluyó diciendo: Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla. Y provocó las lágrimas de aquellos cubanos que se habían desplazado de todas partes de la isla para escucharlo hablar durante horas bajo el sol inclemente.

Fidel siempre sorprendió a todos con su audacia. Desde la primera acción, el asalto al cuartel Moncada, y luego el desembarco del Granma, hasta sus iniciativas posteriores, ya en el poder, valiéndose del factor sorpresa de la guerrilla.

También cuando abrió las puertas de todas las embajadas para que quienes quisieran irse de Cuba lo hicieran, permitiendo que llegaran embarcaciones desde Miami para recogerlos. Un gesto audaz que él supo revertir en favor de la revolución, como todo lo que hacía.

Como cuando proclamó que el niño Elián sería recuperado por Cuba, objetivo que parecía imposible, pero que él, irradiando en todos enorme confianza, logró. Y cuando afirmó que Cuba recuperaría a sus cinco héroes presos en Estados Unidos, lo cual parecía absolutamente inviable, pero él supo construir, una vez más, la estrategia victoriosa para conseguir lo imposible.

Fidel fue sinónimo de revolución durante más de 50 años. Para quien quisiera saber sobre ésta y sobre socialismo, bastaba dirigir su mirada hacia él.

Él y el Che señalaron para muchas generaciones el horizonte del socialismo, de la revolución y del compromiso militante.

Fidel fue la personificación de la revolución y del socialismo. Su vida y sus palabras han sonado siempre como la voz más fuerte, más digna, más vibrante, con más esperanza y más coraje que la historia ha conocido.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/11/27/opinion/014a1pol

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Cuba: Fidel y la educación revolucionaria

Centro América/Cuba/03 Diciembre 2016/Fuente: Telesur
Para Fidel Castro, la educación de los pueblos tenía un valor incalculable, por esa razón fue promotor de grandes programas de alfabetización en Cuba, en  América Latina y el Caribe.

Uno de los pilares más valiosos de la obra revolucionaria de Fidel Castro fue propiciar y garantizar a todo el pueblo de Cuba, el derecho pleno a la educación.

Así lo tenía previsto el líder revolucionario cuando en «La historia me absolverá» expuso el programa social que implementarían una vez estuviera la Revolución Cubana en el poder. La principal tarea era la alfabetización.

La educación en Cuba después de la revolución

El año 1959 representó para Cuba un nuevo amanecer. Durante el proceso de cambio de la sociedad cubana, aplicar una reforma general que garantizara el carácter integral, laico, democrático y gratuito de la educación, así como su acceso a todos los ciudadanos sin discriminaciones.

A solo un mes del triunfo revolucionario, se impulsó con métodos novedosos, la alfabetización e instrucción del campesinado. La primera dificultad en el campo educacional eran los niños sin escuelas.

Debido a la pobre infraestructura se crearon nuevas aulas a las que se sumaron los cuarteles militares existentes en ese momento y todos fueron convertidos en centros educativos. El líder de la Revolución Cubana transformó 69 fortalezas militares en centros de enseñanza y unidades completas del Ejército apoyaron la construcción de escuelas en zonas rurales.

El proceso de alfabetización llegó hasta cada rincón del país. La gesta más humanista de esta etapa fue la Campaña de Alfabetización iniciada en diciembre de 1960. Un año más tarde Cuba fue declarada territorio libre de analfabetismo, el 22 de diciembre de 1961.

Logros de la educación en Cuba y el mundo

Los logros de la educación cubana son baluartes valiosos que heredó la sociedad actual. Fidel Castro promovió la enseñanza integral para todos, tomando como base el principio martiano de que «ser cultos era el único modo de ser libres«

Lo que fue una idea del comandante Fidel, pasó a ser un programa, después un hecho y hoy una realidad. Cuba es referente mundial en materia de educación.

Novedosos programas educacionales se perfilan en  el sistema actual de la isla caribeña que abarcan desde la enseñanza pre-escolar hasta la educación al adulto mayor, en su mayoría reconocidos a nivel mundial por el carácter integral e inclusivo que brinda a la sociedad cubana.

Integración, que en materia de educación, se extendió a Latinoamérica, el Caribe y otras regiones del mundo, cuando en el año 2002 comienza a aplicarse el método de alfabetización «Yo, sí puedo» realizado por Cuba.

Hoy millones de personas se benefician con este programa de alfabetización, que se extendió  a 30 países.

Disponible en la url: http://www.telesurtv.net/news/Fidel-y-la-educacion-revolucionaria-20161201-0034.html

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