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Guatemala ¿Por qué integrantes de un mismo pueblo indígena se matan entre sí?

Guatemala ¿Por qué integrantes de un mismo pueblo indígena se matan entre sí?

El conflicto territorial entre Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán es un iceberg en un país con criminales fronteras internas que diseccionan a los pueblos, convirtiéndolos en enemigos territoriales entre sí a familias pertenecientes a los mismos pueblos originarios.

 

En los últimos meses, reaparece en noticiarios internacionales el violento enfrentamiento entre vecinos de los municipios de Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá, ambos en el Departamento de Sololá, pertenecientes al pueblo Maya Quiché, a unos 150 Km. al occidente de la ciudad de Guatemala.

En diciembre reciente ocurrió una masacre que cobró la vida de 12 indígenas maya quichés. Y como respuesta, el 20 de diciembre, el gobierno central decretó Estado de Sitio en el lugar, ocupando el territorio en conflicto con centenares de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ejército. En los primeros días de enero, los vecinos de Nahualá expulsaron a la Comisaría de la PNC del lugar… El 7 de enero reciente, un segundo agente de la PNC fue asesinado, y varios otros heridos, en una comunidad de Nahualá, mientras buscaban capturar a supuestos responsables de la masacre anterior.

¿Por qué se enemistaron miembros de un mismo pueblo?

El Municipio de Santa Catarina fue creado, para complacer a familias europeas, durante la Colonia española. El Municipio de Nahualá fue creado para complacer a los amigos de la Revolución Liberal (segunda mitad del siglo XIX) durante la República bicentenaria.

En ningún caso se consultó a sus habitantes si aceptaban o no la frontera intermunicipal que hoy los “asesina”. En ambos casos no delimitaron con precisión las fronteras municipales, ahora, letales para el pueblo Quiché. Más por el contrario, dejaron parcelas colectivas de tierra sin definir qué pertenecía a qué lado. Así, el Estado creó una de las tantas asesinas fronteras internas que hoy es incapaz de resolver.

No es un problema “étnico”. Erróneamente muchos analistas o noticiarios presentan el hecho como un “asunto de indios salvajes”, o los comparan con otros conflictos entre pueblos de Medio Oriente. Falso.

El conflicto no es por identidad o pertenencia cultural. Es a causa de una frontera municipal impuesta que divide/enfrenta al mismo pueblo en dos jurisdicciones diferentes que compiten/disputan entre sí parcelas de tierras colectivas.

El pueblo Quiché, al igual que muchos pueblos en Abya Yala, fueron partidos/divididos por fronteras destructivas, impuestos por las bicentenarias repúblicas criollas que no entienden de continuidad territorial cultural, mucho menos de plurinacionalidad. ¿Cuántos pueblos, en este momento, no están diseccionados en diferentes repúblicas, departamentos o municipios?

Ante la incapacidad/corrupción del Estado, la gente se armó y resuelve sus desacuerdos a bala. A diferencia de muchos países de la región, las constituciones políticas centroamericanas, como la de Guatemala, disponen el derecho a poseer armas de fuego como un derecho ciudadano. En los hechos, con la proliferación de la oscura industria militar, y el negocio de la violencia/seguridad, la gente consiguió armarse.

Un problema que no fue creado por las familias indígenas. Habitados por sus prejuicios, analistas y comentaristas, desde las ciudades, indican que el conflicto violento entre Nahualá y Santa Catarina es por culpa de los “indios”. Falso.

Quien creó este conflicto fue y es el Estado criollo que no entiende de la coexistencia de los pueblos, ni de la continuidad territorial/cultural.

El problema surgió cuando se repartieron un territorio originario, con población incluida, como si se tratara de un queso. Este conflicto se afianzó con la ilusa “identidad territorial/municipal” arengada por las élites municipales. No sabemos si desaparecerá con la restauración del territorio e identidad Quiché, en el marco de la propuesta del Estado plurinacional.

Si ya el problema fue creado por el Estado, las consecuencias sangrientas de la respuesta estatal también externalizan la arcaica filosofía punitiva/déspota que aún habita al Estado de Guatemala, incapaz de ejercer hegemonía en la totalidad de su territorio. ¡No se puede, ni se debe enviar delegaciones de PNC, junto al Ministerio Público, a territorios en histórico conflicto violento sin previo diagnóstico de inteligencia! ¡Mucho más en un país con libre mercado de armas de fuego!

El conflicto territorial entre Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán es un iceberg en un país con criminales fronteras internas que diseccionan a los pueblos, convirtiéndolos en enemigos territoriales entre sí a familias pertenecientes a los mismos pueblos originarios.

Deseamos que este problema creado por la Colonia eurorepublicano se resuelva mediante el sistema de deliberación y consensos tradicionales de los pueblos.

Fuente de la Información: https://ollantayitzamna.com/2022/01/08/guatemala-por-que-integrantes-de-un-mismo-pueblo-indigena-se-matan-entre-si/

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Guatemala: Una mirada a lo lejos

Una mirada a lo lejos

El repunte de contagios provocado, en cierta medida, por las reuniones de fin de año y la confusión generada por medidas sanitarias insuficientes y contradictorias, marca con fuerza el inicio de una nueva hoja en el calendario. En algunos países del continente continúa la campaña de vacunación para el segmento infantil con la intención de retornar a las clases presenciales y, en otros más avanzados, ya se comienza a administrar la cuarta dosis en adultos. Estas medidas emergentes demuestran hasta qué punto los gobiernos responden a la imperiosa necesidad de recuperar el control de la economía y, con ello, un estilo de vida cuyas características parecen formar parte del pasado.

Lo que no se dice es cuánto daño irreparable ha causado esta pandemia en los países menos desarrollados. Se evita escarbar en la cuantiosa pérdida de oportunidades de estudio y de trabajo para los segmentos medios y con mayor énfasis en los menos favorecidos de nuestras sociedades, en donde las restricciones de movilidad, el cierre de establecimientos educativos y comerciales, así como la reducción drástica de los ingresos ha provocado un fuerte traslape descendente de las distintas capas sociales. Además, el impacto negativo en la calidad de vida ha cruzado a todo el universo, desde las familias de altos ingresos hasta quienes sobreviven en la extrema pobreza.

Pero si los adultos reaccionan con temor ante la incertidumbre del futuro inmediato, es fácil imaginar cuánto de esa angustia permea hacia el resto de la familia, especialmente sobre jóvenes y niños cuyas rutinas han sido anuladas de golpe, impidiéndoles realizar actividades esenciales en el proceso de alcanzar un desarrollo integral y saludable. El efecto psicológico de la pandemia en la población infantil y juvenil es un factor desconocido, cuyas consecuencias en la salud física y mental están aún por verse.

En este proceso complejo y cargado de incógnitas, se cruza un cúmulo de hipótesis, opiniones contradictorias de científicos y posturas antagónicas de grupos de interés -entre ellos, líderes religiosos que niegan la existencia del virus- capaces de confundir aun más a una población poco informada y temerosa, pero sobre todo sujeta a decisiones no consensuadas ni compartidas. La autoridad de los gobiernos ha sido, en este caso específico, un ensayo de prueba y error contaminado por los intereses de sectores de poder cuya menor preocupación es la salud pública y cuyo mayor interés reside en poner en marcha la economía, a cualquier precio.

El costo social de la pandemia es, hasta la fecha, difícil de calcular. En algunas naciones del continente, el grueso de la población vive alejada de los centros urbanos y sin presencia de Estado. Es decir, habitan en una esfera cuyos indicadores son desconocidos por las instituciones y en donde carecen de todos los recursos básicos de atención sanitaria. Al ser víctimas de una enfermedad tan devastadora como la provocada por el Covid 19 y sus variantes, sus esperanzas de vida se reducen al mínimo. Estas comunidades son, en su mayoría, integradas por los pueblos originarios que han sido históricamente marginados, desprovistos de poder económico, político, y asediados de manera constante en una batalla sin cuartel por sus tierras y sus recursos.

Para comenzar a entender el alcance de los efectos de lo vivido actualmente en el mundo es necesario dar una mirada a lo lejos, poner atención a lo que sucede más allá de nuestro entorno inmediato y todavía mucho más allá de nuestro limitado concepto de sociedad. En las fronteras urbanas está el inicio de una realidad distinta, cuyos indicadores representan el verdadero perfil de nuestros países. Al interior de las ciudades también existe otra frontera, otra división ilustrativa de la desigualdad, y es la marcada entre la población adulta y los amplios sectores de niñez y adolescencia, más afectados que nadie por este fenómeno sanitario complejo y desconocido que escapa a su comprensión y altera su vida de modo radical.

Vale la pena echar una mirada a la verdadera patria, la que hemos decidido ignorar.

 

Fuente de la Información:  https://iberoamericasocial.com/una-mirada-a-lo-lejos/

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Guatemala: 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz, 25 años de neoliberalismo

Guatemala: 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz, 25 años de neoliberalismo

Itzamná Ollantay
En la atmósfera navideña, y al día siguiente de la fiesta de los “santos inocentes”, los grupos alzados en armas aglutinados en la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y el Estado criollo de Guatemala, luego de 36 años de “guerra interna”, firmaron los Acuerdos de Paz firme y duradero. Entonces, era 29 de diciembre de 1996.
Los contenidos de dicho compromiso político fueron doce. De éstos quizás el décimo, el referido al reconocimiento de la URNG como sujeto político, sea el de mayor cumplimiento. Todo lo demás, incluido el “achicamiento” del Ejército, acceso a tierra para campesinos, lucha contra el racismo, más impuestos para el Estado, etc., en la actualidad, se encuentran en peor situación, tanto a nivel estadístico, como cotidiano, que de lo que ocurría en la década de los 90 del pasado siglo.

Sólo por mencionar algunos datos duros: Al momento de la Firma de los Acuerdos Paz, más del 50% de la población del país se encontraba en situación de pobreza. Para 2018, según el Ministerio de Desarrollo Social, más del 61% de guatemaltecos se encontraban en situación de pobreza multidimensional. En la actualidad, Guatemala es campeona continental con niños en situación de desnutrición.

Es verdad que gracias a los Acuerdos de Paz el Ejército ya no “desfila públicamente” en las calles. Pero, con los Acuerdos de Paz la industria de la seguridad privada tuvo un crecimiento histórico en la vorágine de la violencia del país. Y esta industria de la seguridad privada la monopolizan militares retirados. La seguridad se convirtió en un lucrativo negocio privatizado.

Casi la totalidad de las ciudades principales del país consumen maíz proveniente de México, con serias sospechas de sobredosis del cancerígeno glifosato. En la actualidad, todas las tierras cultivables del país son acaparadas para monocultivos. Incluso las tierras entregadas por Fondo de Tierras, bajo las reglas del libre mercado, son alquiladas para monocultivos de palma africana. En los 90, por lo menos las ciudades consumían tortillas de maíz con inocuidad alimentaria porque los y las campesinas accedían a tierra para alquilar y cultivar.

En cuanto a la promesa de la ampliación de la recaudación de impuestos, las historias más blancas y nefastas de corrupción por evasión y sustracción de los pocos impuestos se escribieron en la última década. El país subsiste gracias a las remesas económicas que envían cerca de 3 millones de guatemaltecos expulsados después de la firma de los Acuerdos de Paz. Antes de la pandemia, las remesas representaban cerca del 17% del Producto Interno Bruto del país. En 2021, las remesas crecieron en más del 34% con relación al 2020.

La violencia estatal empresarial persiste en la actualidad. La diferencia es que ya no existen grupos político/militares armados para repeler dicha violencia. ¡Ningún gobierno en la era post Acuerdos de Paz gobernó sin recurrir al uso del mecanismo de “Estado de Sitio o Estado de Excepción”! La persecución, criminalización y asesinato selectivo de defensores/as de derechos humanos y de la Madre Tierra fue y es una constante en la bicentenaria República que firmó y prometió paz y pan para su empobrecida población.

La exitosa implementación del sistema económico político neoliberal es un correlato de la firma de los Acuerdos de Paz. Quienes impulsaron y firmaron dichos Acuerdos sabían que firmaban los estatutos para la implementación de la mesiánica propuesta neoliberal.

Quizás por ello, los contenidos de los 12 acuerdos no refieren, ni de lejos, a las ideas de cambios estructurales profundos y urgentes del país como son: la plurinacionalidad, la democracia participativa, el Buen Vivir, la redistribución de la tierra/democratización económica, derechos sociopolíticos de los pueblos y derechos de la Madre Tierra, entre otras.

Pero, como nada ocurre fuera de la Bondad, el neoliberalismo, como correlato de la implementación de los Acuerdos de Paz, activa y activó procesos de resistencias comunitarias fecundas y transformadoras, incluso fuera y más allá del marco teórico/ideológico de los Acuerdos de Paz.

A 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz, comunidades campesinas, pueblos originarios, colectivos urbanos y sectores sociales excluidos, dentro y desde sus dinámicas de procesos de resistencias colectivas, plantean e impulsan la urgente necesidad de un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para realizar cambios estructurales en el país, crear el Estado Plurinacional, y avanzar hacia el Buen Vivir, más allá del marco de la modernidad incluso.

Estos actores colectivos, con sus propuestas, emergen fuera de las constelaciones de los sujetos políticos institucionales que surgieron con los Acuerdos de Paz (como son URNG, WINAQ). No porque se sintieran “traicionados” por los firmantes de los Acuerdos de Paz, sino porque simplemente sus históricas demandas postergadas no formaron parte de los contenidos de los Acuerdos de Paz.

La promesa política del “goteo” o “chorreo” del banquete neoliberal hacia los sectores empobrecidos nunca ocurrió, ni ocurrirá en Guatemala, ni en ningún lugar del mundo. En consecuencia, son urgentes los cambios estructurales plurinacionales impulsados y dinamizados por los pueblos y comunidades que soportan el peso de la exclusión y el saqueo neoliberal.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/Guatemala-25-anos-de-la-firma-de-los-Acuerdos-de-Paz-25-anos-de-neoliberalismo-20211228-0003.html

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Una sociedad distópica

Por: Carolina Vásquez Araya

Las condiciones de vida, desde el origen marcan el futuro y lo sellan.

No es difícil comprender cómo el cuidado amoroso y educado hacia un recién nacido es el punto de partida para una vida satisfactoria y exitosa. En ese trayecto fundamental de los primeros años, la nutrición es la materia prima para garantizar la formación de un cuerpo saludable y un cerebro plenamente funcional y activo, mientras el amor aporta su cuota en el bienestar y la confianza. Cuando estos elementos están ausentes, se genera un deterioro irreversible capaz de comprometer no solo las funciones orgánicas y la formación de un esqueleto sano y fuerte; también las capacidades intelectuales y la visión de sí mismo.

Por esta razón se podría afirmar que las naciones en donde impera la corrupción, regidas por gobiernos capaces de privar a la población de los recursos mas elementales para su supervivencia -Guatemala es el mejor ejemplo- son países distópicos. La distopía se caracteriza por ser una realidad que transcurre en términos opuestos a la utopía, representando un futuro indeseable para una sociedad hipotética. Es decir, un camino hacia la destrucción de sus fundamentos humanos. Es posible señalar a Guatemala como el ejemplo representativo de esta condición peligrosa, ante datos tan esclarecedores como ciertos indicadores de desarrollo social que la sitúan a la cola de las naciones. Entre ellos, su escandaloso índice de desnutrición crónica infantil -49.8 por ciento, es decir uno de cada dos niños- o el cociente intelectual promedio para la población guatemalteca, situado en 47.72 puntos, cuando el promedio mundial gira entre los 85 y 90 puntos. A esto se debe añadir que la población de este país presenta la estatura más baja a nivel mundial (The Lancet) y se encuentra en el lugar 142 de entre 195 países en el Índice de Seguridad Global en Salud.

Esta situación lleva a Guatemala hacia un futuro distópico garantizado. El trabajo fino, la trama perversa cuyos efectos se plasman en esos terribles indicadores, tiene una identidad reconocible: la cúpula económica de carácter colonialista de esa rica nación centroamericana. Desde el corazón de la organización empresarial, convertida en un cártel explotador, surge ese cuadro de miseria y corrupción que ha colocado a ese país en una ruta certera hacia el fracaso. Las consecuencias están a la vista en decenas de miles de guatemaltecos que prefieren arriesgar la vida y emprenden el camino hacia el norte, sin garantía alguna de éxito.

Desde el retorno a la democracia sus gobiernos, sin excepción alguna, han obedecido fielmente los mandatos de las cúpulas económicas -respaldadas con fidelidad por un ejército alejado de su naturaleza- y se han dado a la tarea de socavar la institucionalidad para convertir a Guatemala en un territorio controlado por los cárteles de la droga y un sector político venal, divorciado del mandato constitucional. Dados los indicadores vergonzantes en donde se evidencia el profundo deterioro de este país, se puede colegir cuanto esfuerzo requeriría volver a situarlo en la ruta del desarrollo.

La estrategia del sector dominante ha tenido un impacto indiscutible en la consolidación de un sistema tan eficaz. Cada cuatro años, la población de Guatemala elige a un individuo -ya destinado a ocupar su primera magistratura- elegido en el corazón del poder económico y lanzado a un circo electoral de mentiras. Corren así las tácticas más pedestres para atraer a los electores, quienes han sido bombardeados por las viejas consignas de la Guerra Fría y la machacona insistencia en una visión racista y discriminatoria para mantener latente la división social. Es decir, los hilos se manejan desde los despachos herméticos del poder económico y la ciudadanía -gracias a una efectiva política estatal de obstrucción de la educación- termina por ceder ante la fuerza de campañas millonarias y ofertas oportunistas.

La educación, como ya se ha repetido en tantas ocasiones, es indeseable para quienes detentan el poder. Por ese motivo tan evidente es que gobiernos como el guatemalteco secuestran los programas educativos y escatiman fondos para el desarrollo de su infraestructura. En el fondo, se trata de convertir a las nuevas generaciones en un recurso económico más.

Cuando gobierna el capital, la ciudadanía se convierte en un activo más.

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com

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Análisis: ERCE 2019, un llamado de la UNESCO para mejorar la calidad educativa en la primaria en Guatemala

Un llamado a cerrar las brechas de inequidades educativas, a la transformación de la práctica escolar y a la valoración de la educación en las familias.

El estudio de la UNESCO se presenta en un momento clave para la transformación de la educación en Guatemala que ha sido afectada por la pandemia en sus rutinas, prácticas y, probablemente, en rezagos de aprendizajes. El Laboratorio Latinoamericano de la Calidad Educativa de la UNESCO -LLECE- presentó recientemente los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo de los factores que inciden en el aprendizaje de los niños -ERCE 2019. Para analizar los resultados obtenidos por Guatemala, quisiera partir de unas premisas iniciales:

Segundo, el ERCE 2019, como los estudios anteriores del Laboratorio, no se limita a evaluar a los y las estudiantes sino realiza investigación complementaria con los distintos actores de la comunidad educativa, como los docentes, los directores y los padres de familia, y sobre los recursos educativos, las medidas de política educativa que se implementan; es decir, se trata de un estudio multidimensional.

Y, tercero, aunque se presenta un informe que da cuenta de la situación de los aprendizajes a nivel regional y con ello compara los resultados de los 16 países participantes, resulta aún más relevante prestar atención a la comparación de los resultados de nuestro país con respecto al estudio anterior que fue el TERCE y se presentó en el año 2013.

En Guatemala, las pruebas de lectura y matemáticas del ERCE se aplicaron en el segundo semestre del año 2019, a 5393 estudiantes de tercer grado y 4895, de sexto grado, de 234 escuelas públicas y privadas reconocidas por el Ministerio de Educación.  Los resultados obtenidos fueron inferiores al promedio regional para los 2 grados y las 3 áreas curriculares evaluadas. En este sentido, es importante considerar que los aprendizajes fundamentales evaluados constituyen las bases para la trayectoria educativa de los y las estudiantes en los niveles de secundaria y educación superior.

Pero la alerta que debería movilizarnos es la que presenta la comparación entre los resultados de la evaluación presentada en 2019 con respecto a la de 2013, porque los resultados son significativamente inferiores con respecto a la evaluación anterior, lo cual significa que no hemos recorrido un camino de mejora en la calidad educativa sino, de alguna manera, ésta se ha ido degradando con el paso del tiempo. A este respecto, es inevitable preguntarse sobre los programas y estrategias dirigidas a mejorar el aprendizaje en lectura y matemáticas y otras áreas curriculares que, implementados satisfactoriamente por distintas administraciones del Ministerio de Educación, organizaciones nacionales e internacionales.  No obstante, se carece de información sistematizada sobre los aspectos positivos y los aprendizajes de esas iniciativas, que permitiría darles continuidad por períodos de tiempo adecuados para concretizar sus resultados en aprendizajes. En general, los procesos educativos deberían implementarse a mediano y largo plazo, evaluarse y corregirse sobre la marcha, considerando que se trata de procesos formativos de personas que van desarrollando su potencial y capacidades. Los planes de educación de largo plazo, que abarcan procesos de, al menos 20 años, son imprescindibles para fortalecer la calidad educativa.

Por otra parte, el análisis que ofrece el estudio ERCE sobre los factores asociados a los logros de aprendizaje viene a corroborar la gran importancia de reducir las brechas de inequidades educativas que afectan, de acuerdo con los resultados, a los estudiantes con desventajas socioeconómicas y los que pertenecen a pueblos indígenas. Estas brechas también se manifiestan entre escuelas públicas y privadas y en entornos con condiciones socioeconómicas diferenciadas; es decir, los resultados de los estudiantes se diferencian dependiendo de a qué tipo de escuela asisten.

Como sabemos, la educación preprimaria es positiva para el aprendizaje en los niveles subsiguientes porque establece cimientos importantes en un período de la vida particular en cuanto al desarrollo cognitivo, psicológico y social de las personas. La cobertura de preprimaria aún no alcanza a la mitad de la niñez guatemalteca, lo cual repercutirá negativamente en los aprendizajes posteriores de quienes no acceden a este nivel. Asimismo, se ha planteado la necesidad de promover alternativas de detección de rezago educativo y de nivelación para evitar la repetición de grado que penaliza de manera profunda a los niños y las niñas, con consecuencias en su aprendizaje, su salud socioemocional y, en ocasiones, en su permanencia en la escuela.

En Guatemala se necesita una transformación cultural de valoración de la educación desde los padres y madres de familia para que ellos promuevan que sus hijos participen en actividades escolares de manera constante y con mayores períodos semanales de estudio. El ERCE muestra la relación de estos factores con los resultados de las evaluaciones, así como también la importancia de las expectativas educativas en la familia y el involucramiento de los padres y madres en las actividades educativas. Cuando las niñas y los niños saben que las expectativas de sus padres son altas y cuentan con su apoyo y acompañamiento, su desempeño escolar es mejor.

Sobre el proceso escolar y las prácticas docentes, el ERCE 2019 evidencia el rol clave de los maestros y maestras en el logro de los aprendizajes de sus alumnos. Estos logros se consiguen cuando los niños perciben que sus maestros tienen expectativas altas sobre su aprendizaje y se interesan por su bienestar. También evidencia el ERCE que los aprendizajes mejoran cuando los docentes implementan prácticas para apoyarlos, como cuando entregan retroalimentación oportuna, dando seguimiento y motivando a los estudiantes, así como cuando preparan adecuadamente sus clases y generan un clima apropiado para que el aprendizaje suceda.

Fuente: https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/analisis-erce-2019-un-llamado-de-la-unesco-para-mejorar-la-calidad-educativa-en-la-primaria/

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Guatemala: Rafael Cuevas Molina Premio Nacional de Literatura 2021: “dedico el premio a los desaparecidos y a todas las víctimas de la Guerra Interna”

Rafael Cuevas Molina Premio Nacional de Literatura 2021: “dedico el premio a los desaparecidos y a todas las víctimas de la Guerra Interna”

Este sábado 11 de diciembre el Ministerio de Cultura y Deportes ha lanzado un comunicado en el que se nombra a Rafael Cuevas Molina como el ganador del Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias” 2021.

El Ministerio compartió en el comunicado que Cuevas Molina es escritor, poeta y pintor; autor de múltiples obras literarias de narrativa, cuento y decenas de ensayos académicos sobre cultura, filosofía, política y educación.  Entre sus obras destacadas se encuentran Como el aire, novela ganadora del Premio UNA-Palabra 2019, de la Universidad Nacional de Costa Rica; Al otro lado de la lluvia y Vibrante corazón arrebolado.

Portada de “Como el aire”, novela ganadora del UNA-Palabra 2019.  Él hizo el dibujo de su portada. (Foto Prensa Libre: cortesía: Rafael Cuevas Molina)

Al respecto del premio, al llamar vía telefónica a Cuevas Molina quien reside en Costa Rica desde hace algunos años, compartió que él no tenía conocimiento que había sido nombrado hasta el momento de esta comunicación.

“Estoy muy agradecido y en especial con las personas que me propusieron como el Instituto de Estudios de la Literatura Nacional, la Dirección General de Investigación de la San Carlos y tengo entendido que también una serie de amigos y colegas que consideraron que mi nombre tenía algún tipo de relevancia que podía ser presentado”, dijo.

Cuevas Molina lleva 30 años aproximados de radicar fuera de Guatemala, pero nunca ha dejado de sentirse guatemalteco y explica que todas sus preocupaciones y literatura está enfocada en Guatemala …”estoy fuera del país porque hubo razones políticas que a muchos guatemaltecos nos llevaron afuera, así como ahora hay razones económicas para que miles se vayan…somos un país que expulsa gente”, agrega.

“Guatemala es un país hermoso y poderoso culturalmente y regreso siempre conmovido por su gran personalidad y contrastes”, dice al respecto de su país.

Además recordó la tragedia de este jueves 9 de diciembre en la que migrantes guatemaltecos y hondureños murieron y resultaron heridos al volcar el camión en el que viajaban hacinados en Chiapas, México, “los migrantes son parte de una onda expansiva que se genera en Centro América y quienes estaban en ese lugar solo buscaban  encontrar formas elementales de sobrevivencia que nuestros países no le brindan. Soy parte de ese éxodo y le mando toda mi solidaridad a ellos”, expresó.

Al consultarle a quién dedica su premio expresó:  “a los desaparecidos y a todas las víctimas de la Guerra Interna que seguimos viviendo en la impunidad”.  El escritor y artista sufrió el secuestro y desaparición de su hermano, Carlos Ernesto, en 1984, así como de otros miembros importantes de su familia.

Milton Torres, director del Instituto de Estudios de la Literatura Nacional, de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos, expresó que este reconocimiento es justo y necesario por su trayectoria académica…”es uno de los escritores literaria y estéticamente hablando más sólidos porque no solo se ha dedicado a escribir literatura sino es un académico que ha investigado la realidad centroamericana y además un filósofo”.

“Es un innovador y un escritor que busca nuevas formas expresivas  siempre desde la perspectiva del realismo y naturalismo…y representa  toda la región centroamericana y no solo a Guatemala”, agregó.

El premio consiste en la entrega de una medalla de oro, un aporte económico y la publicación de una de las obras del autor a través de Editorial Cultura.

Fuente de la Información: https://www.prensalibre.com/vida/escenario/rafael-cuevas-molina-premio-nacional-de-literatura-2021-dedico-el-premio-a-los-desaparecidos-y-a-todas-las-victimas-de-la-guerra-interna/

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Guatemala: Los medios de la infamia

Los medios de la infamia

 Carolina Vásquez Araya
La mentira es el recurso de los tiranos; reproducirla es un acto de corrupción.

Desde el invento de la imprenta hasta la explosión mediática a través de la red global, en donde se cruza toda clase de información pública y privada, las comunidades humanas se han visto condicionadas a consumir lo que otros proveen. Desde el humilde volante hasta los mas sofisticados trabajos de impresión, todo material de lectura y/o de imágenes trae consigo un factor de credibilidad inmediata, previo a ser analizado, confrontado con sus fuentes y considerado veraz. Por esa cualidad intrínseca del poder de la palabra, es tanto mas peligrosa la desviación ética de estos recursos.

A pesar de conocer -de manera intuitiva o comprobada- esta debilidad de los medios informativos, la mayor parte de la población mundial consume vorazmente sus contenidos y actúa de acuerdo con esas propuestas. Esto tiene un especial impacto durante los procesos electorales en países en vías de desarrollo, en donde las grandes mayorías carecen de elementos de juicio para separar la paja del grano y sacar sus propias conclusiones. Esta debilidad obedece generalmente a políticas de Estado enfocadas en obstruir los accesos a la educación pública de calidad.

Un pueblo educado es un peligro para la clase política y las élites económicas, lo cual se traduce en la consolidación de sistemas informativos tendentes a manipular la conciencia ciudadana en todos los niveles posibles. La administración de los recursos públicos -tales como las frecuencias para la transmisión por radio y televisión- en manos de gobernantes venales, ha convertido a estos recursos estratégicos en un botín y, por consiguiente, en una amenaza para la estabilidad democrática de naciones débiles. La influencia ejercida por medios masivos de comunicación, capaces de llegar a todos los rincones, es un arma efectiva en la búsqueda de un poder político absoluto, dentro de un sistema de explotación y dominio económico corrupto.

En esta actividad han estado empeñados, a lo largo de la historia de nuestro continente, importantes medios de comunicación, cuya incidencia en las políticas locales se ha basado en la mentira y la desinformación, coludidos con los grupos de poder y poseedores de una enorme capacidad para difundir conceptos, ideas y propuestas dirigidas a la conservación de un sistema caduco e ineficaz de gobernanza. Estos son los medios de la infamia, cuya labor ha consistido de manera consistente en destruir la dinámica propia de las democracias, por medio del engaño.

Ante ese poder mediático inmenso, cuya red tiene alcance continental y se administra desde la distancia en despachos inaccesibles por individuos capaces de negociar sus privilegios con los gobiernos locales, la ciudadanía está totalmente indefensa. Su derecho a la información -un derecho consagrado por textos constitucionales y pomposos acuerdos internacionales- es violado a diario por estos medios enemigos de la ética periodística. Ese poder se traduce en la consolidación de sistemas políticos capaces de frenar el desarrollo de los países y mantener a los pueblos bajo el yugo de la miseria, pero más destructivo aún es su efecto en la mente de millones de seres humanos.

A esta infame dictadura mediática se oponen los esfuerzos de un gremio periodístico independiente que lucha desde plataformas alternativas -y de algunos medios tradicionales éticos- con el propósito de ofrecer la otra cara de la moneda: información veraz, investigada a fondo, comprobada, de interés público y capaz de arrojar una potente luz sobre la opacidad de los gobiernos. Esta prensa independiente, sin embargo, sufre constante acoso y amenazas desde los centros de poder político y económico, para los cuales la información ética representa una amenaza a sus privilegios. Para la ciudadanía, este esfuerzo titánico de periodistas dignos y consecuentes constituye un valioso recurso, pero también una vía para la recuperación de su espacio de participación cívica. Apoyar al auténtico periodismo y aprender a distinguir la verdad de entre la abundancia de mentiras mediáticas, es una habilidad fundamental para estos tiempos.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/Los-medios-de-la-infamia-20211205-0001.html
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