Cuando escucho a una madre decirle a su hijo que una tarea del hogar es “de niña” y que “le toca a tu hermana”, pienso en cómo las madres y padres somos los primeros forjadores del carácter y comportamiento de nuestros hijos. Culpamos a escuelas y maestros por responsabilidades que nos corresponden y luego nos quejamos del sistema. La realidad es que cada uno debe asumir su parte en este proceso de mejora de los indicadores de igualdad de género en nuestros países. Si bien los gobiernos tiene un rol importante, todo comienza en casa, en las cosas que les decimos a nuestros hijos que son capaces de hacer, en los límites que ponemos a sus sueños, en las historias que les leemos antes de dormir.
Las niñas son princesas y los niños superhéroes. Esa es la historia que nos han contado desde siempre. Algunos muy osados se han atrevido a romper los esquemas y enfrentan desde obstáculos familiares porque la niña quiere estudiar ingeniería, hasta frustración personal porque el chico que quería ser maestro es quien termina inscribiendo esta carrera científica. Al final de la historia, la chica termina siendo una pésima princesa, porque su vocación era ser superhéroe.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su reciente “Informe regional sobre el examen y la evaluación de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing”, en República Dominicana, la tasa de pobreza femenina es 28% más alta que la masculina. Y, de acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), la población económicamente activa es 57,3%, siendo 60,8% hombres y 39,2% mujeres.
Los superhéroes salen a trabajar y las princesas se quedan en casa realizando trabajos domésticos no remunerados. Aquellas que componen el 39,2% porque se atrevieron a más, llenan las universidades hasta alcanzar 62% de la matrícula, de acuerdo al Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Pero a pesar de tener más años de estudios que los hombres, su tasa de desempleo es mayor (23% vs 8,7%) y ganan menos.
Un documento publicado por el Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) “Mujeres, Participación y Ciudadanía en la República Dominicana, Logros, Desafíos y Apuestas” indica que 57,1% de las mujeres están fuera de la fuerza laboral a causa de responsabilidades relacionadas con tareas domésticas y cuidado familiar, frente a 1,2% de los hombres.
¿Qué hemos hecho como país para cambiar estas cifras? El Gobierno actual trabaja con el establecimiento de 250 estancias infantiles para ingresar unos 30 mil niños al cuidado durante día completo, permitiendo a sus padres y madres salir a trabajar. El proyecto de alfabetización masivo contribuye también con mejorar el acceso laboral de ambos géneros. Mi programa favorito es uno impulsado por el Despacho de la Primera Dama, Ángeles de la Cultura, cuya misión es capacitar a niños, niñas y adolescentes a través de talleres de música, literatura, pintura, danza, títeres y teatro. Abajo vemos un ejemplo de cómo la tambora, que como instrumento musical ha sido estereotipado para los hombres, es usado indistintamente por ambos géneros.
Foto tomada de http://primeradama.gob.do/angeles-de-la-cultura/
Lo cierto es que las medidas gubernamentales no significarán nada si la educación en el hogar no se transforma. El trabajo más importante es la formación de los niños y para eso no hay universidad o salario, solo creación de conciencia en los hombres y mujeres que los criamos. Como padres somos su primera fuente de conocimiento, por ende impulsemos la igualdad desde el hogar, fomentando la distribución de responsabilidades sin distinción de género, dando alas a nuestros hijos para estudiar aquello en lo que destaquen y disfruten, mostrándoles que las princesas pueden ser empresarias y los superhéroes pueden ser administradores del hogar. Formemos niños y niñas que crean en la igualdad. Ellos dirigirán las empresas y los gobiernos en unos años. Permitamos que se conviertan en la mejor versión de sí mismos y ellos harán de la igualdad de género una realidad.
El futuro es para que las Princesas y Superhéroes sigan sus sueños y ayuden a otros a perseguir los suyos. Si ya te quitaste los lentes, comienza la educación en tu hogar.
En el marco de la convocatoria que a comienzos del año 2014 se formulara en Venezuela, en aras de iniciar un debate nacional sobre la Calidad de la Educación, Ana Silvia Monzón (AM) desde Guatemala conversa con Luis Bonilla-Molina (LB) sobre la importancia del debate abierto que alrededor de la calidad educativa se está dando en Venezuela, Bienvenidos y bienvenidas todas y todos a este nuevo contacto internacional en el marco de la consulta por la calidad educativa. Ana Silvia Monzón es socióloga, coordinadora de la maestría de géneros y feminismo en FLACSO Guatemala. Además es integrante de grupo de trabajo de feminismo y transformación social de FLACSO. Bienvenida Ana Silvia a este contacto internacional a esta consulta por la calidad educativa.
A.M: Muchas gracias Luis por la invitación. Es un gusto.
L.B: Ana el tema de géneros es un tema esquivo en la transformación de nuestros sistemas educativos, a pesar de que emergen en buena parte de los documentos del sistema de Naciones Unidas, e incluso nuestras cartas magnas todavía hay tareas y desafíos por recorrer en materia de incorporar una perspectiva de género al sistema educativo. Desde ese punto de vista, ¿cuáles son las tareas urgentes para incorporar género en educación?
A.M: Yo creo que es importante remitirnos a la historia, recorrer el camino que las mujeres hemos hecho para tener primero acceso a la educación. Recordemos que eso tiene dos siglos y medio. Hubo que pelear muchísimo desde el libro pionero de Medi Goston, donde hace un alegato en la reivindicación de las mujeres. Un alegato por el derecho de las mujeres a la educación. Recordemos que antes de eso se pensaba y todavía se piensa que las mujeres no tienen las mismas capacidades cognoscitivas que los hombres. Y ha sido un recorrido largo en varios países de América Latina también, que se agravan con otras condiciones como la etnia, la raza, la misma condición de pobreza, que siguen viviendo que ese derecho que ha sido ganado ya, que ahora nadie puede explícitamente oponerse a que las mujeres tengamos acceso a la educación, si hay muchísimos mecanismos culturales, prácticas, costumbres que siguen limitando a las niñas al acceso a la educación. Y por otro lado que ya debemos tener bastante, sobre todo en el nivel de primaria, hablando de nuestro país. Y también un poco en el nivel medio. Ya en el nivel de la educación superior y eso es una tendencia mundial, hay una feminización de la matrícula universitaria. Hay muchísimas disciplinas donde la mayoría son mujeres. Pero esto digamos es una parte de la problemática del género en educación porque también es muy importante considerar, que hemos avanzado muy poco en el término de los contenidos de la educación. Empezando por el lenguaje que sigue siendo un lenguaje excluyente de los femenino y de las experiencias de las mujeres pasando luego por lanzar al debate académico a las distintas facultades y distintas disciplinas las problemáticas que les atañen a las mujeres o visualizar que todos los fenómenos sociales, biológico, cultural, político, económico afecta de manera diferenciada a hombres y a mujeres. Esa misión creo que es la que todavía no logramos incorporar a nivel de la educación en términos institucionales pero también en la dinámica cotidiana del medio educativo.
L.B: ¿Por qué ocurre esto a pesar de que la mayoría de los docentes, sobre todo en primaria son mujeres?
A.M: Sí, pero digamos que allí es importante puntualizar que en todo el mundo, tal vez habrá una excepción, vivimos en un sistema patriarcal y ese sistema se basa en esta sobre valoración de los hombres y Página 2 de 5 de los masculino, de las experiencias masculinas en detrimento de las mujeres y de lo femenino y que efectivamente mujeres y hombres compartimos ideas, incluso prácticas machistas y las maestras y las madres, las mujeres en general nos estamos exentas de esas prácticas y que eso hace que si no hay una intervención intencionada de ir cambiando esos esquemas culturales y educativos, pues se sigue reproduciendo una de manera explícita o implícita este sistema patriarcal, esta sub valoración de las mujeres y sobre valoración de los hombres desde el nivel incluso de la preprimaria. Entonces, pareciera como una contradicción cuando nos dice: “-Sí, pero es que la educación, sobre todo preprimaria y primaria está en manos de las mujeres-”, pero mientras no haya cambios en los contenidos de la educación, no va haber cambios que se expresen en las aulas, en lo que les enseñamos a niños y niñas todos los días.
L.B: Es decir, ¿Es urgente una reforma curricular, unos nuevos contenidos en los textos que impliquen esas perspectivas de géneros?
A.M: Yo creo que necesitamos hacer un análisis mucho más profundo de todo el entorno educativo, además lo educativos no está divorciado de otros ámbitos sociales, de la familia, de las iglesias, de los medios de comunicación. Todo forma a niños y a niñas. De todos los espacios les estamos enviando mensajes. En todos los espacios de socialización temprana estamos inculcando roles, estereotipos y no solo de géneros sino también de etnias y raza, que en países como los nuestros es algo que nos podemos obviar y que está íntimamente relacionado porque los mismos mecanismo que operan para las desigualdades entre mujeres y hombres también operan en términos raciales, en términos de la jerarquía de color, en términos de la jerarquía étnica y por supuesto de clases sociales. Entonces, estos tres grandes ejes no pueden estar divorciados de nuestros análisis y es importante impulsar estas reagrupaciones culturales profundas porque implican como decía en el inicio el cambio del lenguaje, un lenguaje incluyente que no es solamente es cambiar la o por la a, sino que implica buscar otras definiciones, otros términos que realmente incluyan la experiencia femenina en lo que vivimos todos los días.
L.B: Un de las tareas fundamentales en nuestros sistemas educativos está asociado a la construcción de ciudadanía. En materia de género, se ha hecho hincapié en los últimos tiempos en una perspectiva basada, en una proporción uno a uno, por decirlo de alguna manera en los cargos de representación. Sin embargo estas mismas iniciativas han sido cuestionadas por algunos que señalan que este también es exageradamente perfeccionista. ¿Cuál es tu posición al respecto sobre los modelos de representación uno a uno para los cargos públicos, para los cargos de representación?
A.M: Bueno, yo creo que como un horizonte ético que responda a lo que somos como sociedad, es importante que mujeres y hombres, pero además no solo mujeres y hombres, sino mujeres indígenas, mujeres afrodescendientes o de los grupos étnicos que conformen un estado y una nación, estemos representados. Y en esa medida incluso digamos salen perdiendo los hombres, porque en casi todos los países somos el 51% de las mujeres, entonces tendríamos que ser la mayoría. Pero volviendo a la cuestión de que realmente somos un horizonte ético, pienso, que hacia el que debemos caminar, porque ya hemos visto que las mujeres hemos ido avanzando como ya decía en términos del acceso a la educación. En las universidades ya la mayoría de estudiantes y de egresados, son mujeres, pero eso no se está expresando bien en el mercado laboral, ni en el ámbito de la representación política. Ahí todavía hay estos muros de contención, estos techos de cristal que impiden que las mujeres tengan realmente espacios de toma de decisiones, en todos los niveles; no es más los medios, o más lo altos, a pesar de las calidades educativas que las mujeres poseen. Entonces creo que si debemos ir trabajando en función de esto, de que realmente quienes tomen las decisiones, sean hombres o mujeres, pero como ya decía también, indígenas afrodescendientes, quienes componemos la sociedad de manera responsable y que no se limite ese ejercicio de la ciudadanía básica para las mujeres.
L.B: En tu discurso, evidentemente está presente la mirada multicultural y también una perspectiva de clase, sin embargo, ¿Qué ocurre con la diversidad sexual? ¿Es parte de la tares de géneros? Es decir, ¿los derechos de las lesbianas, de los bisexuales, los travestis, los gay’s, los comúnmente llamados LGBT forman parte de las tareas y los desafíos de una perspectiva de género o es una agenda aparte?
A.M: Yo creo que toda la agenda de derechos humanos es integral y que los derechos atañen a la diversidad sexual también son parte de la agenda del feminismo y del humanismo en general. Recordemos que el feminismo es una protesta humanista, que no solo atañe a las mujeres. Somos nosotras quienes hemos aportado mucho más, porque somos las más afectadas en este sistema patriarcal, pero nuestra propuesta incluye también a los hombres e incluye a todas estas diversidades. Por eso también hemos incorporado en nuestros análisis, en nuestras reflexiones la condición ético racial que había sido también dejado de lado. Para nosotras es como una visión holística, una visión integral, por supuesto la comunidad o las personas de identidades sexuales diversas están incluidas en esta agenda de derechos humanos.
L.B: Ana, si tu tuvieras que sugerirles a los maestros de educación en la región algunas iniciativas para transformar nuestros sistemas educativos desde una perspectiva de géneros. ¿Cuáles serían esas iniciativas?
A.M: Bueno, yo creo que las propuestas parten desde distintos planos, desde el plano institucional donde debe haber una voluntad política, la adopción de políticas, valga la redundancia institucionales que realmente abran la posibilidad de cambios curriculares, que abran la posibilidad de cambios en la relaciones en el aula, pero no solo en el aula sino en todo el entorno socioeducativo. Luego también ir formando a maestras y maestros y a las autoridades educativas en la perspectiva de géneros, etnia y clase para que se pueda ir sensibilizando, para que se pueda ir adoptando mucho de ese bagaje teórico, histórico, metodológico que el feminismo y las feministas hemos ido incorporando: nuevas pedagogías que realmente vean en el niño y la niña o en las y los jóvenes sujetos de derechos con los cuales se va a dialogar. Ya estamos en una etapa en la cual el acceso a la información es prácticamente universal, claro, atravesado por condiciones de clases, porque no todo el mundo tiene acceso a una computadora. Pero digamos que la tecnología también está al servicio de la educación, y que hay que aprovechar todas esas ventajas para incorporar estas nuevas visiones y estos nuevos paradigmas.
Incorporar esa visión histórica, me parece que también es muy importante en nuestros países porque tenemos que tener muy claro de dónde venimos para saber dónde posicionarnos y ver al futuro y en esa visión histórica por supuesto que las mujeres también tenemos que estar. Tiene que haber todo un proceso de identificación y reconocimiento de los aportes históricos de las mujeres, tanto a nivel de la política, como de la economía, de la cultura, a nivel social. Los liderazgos de las mujeres también deben ser reconocidos y todo eso debe formar parte de la cotidianidad en el ámbito educativo, que no se vea como una cuestión excepcional, sino como el aporte del 51% de la población, de las mujeres, a la marcha de la sociedad. Entonces, me parece que es necesario trabajar como se llama en algunas corrientes, desde el macro currículo, en términos de las políticas educativas, el meso currículo, en el término de las normas institucionales que rigen los distintos ámbitos educativos y a nivel micro curricular en el aula pero también en todo lo que tiene que ver con los espacios donde socializan niñas, niños y jóvenes porque en todos los espacios están marcados los géneros, las etnias y la clase. Y en todos los espacios tenemos que hacer estos cambios.
L.B: A pesar de todo el discurso de géneros y, repito, el marco jurídico que acompaña la trasformación de nuestros sistemas educativos en la escuela aún, pesa mucho esa sociedad patriarcal y un modelo de concebir la mujer como objeto, incluso como objeto sexual que se expresa en los reinados de belleza permanecen en nuestras escuelas, la elección de las reinas, las reinas de carnaval, las reinas del colegio, detrás del cual subyacen toda una perspectiva al respecto. También, la propia celebración del día de la madre por encima del día del padre que pareciera que defiende a la mujer pero también coloca como prioridad del tema educativo solo a la mujer. En lo que está legitimando es que el tema educativo es fundamental de la mujer y no de la familia, y no del padre. Entonces, hay muchas cosas en la cotidianidad del aula que hay que modificar desde una perspectiva de género. ¿Es así?
A.M: Por supuesto estoy de acuerdo con ese comentario, porque efectivamente los cambios no son solamente a nivel del curriculum, de la maya curricular, de los contenidos que se van a impartir en el aula. Si no, tiene que ver con toda esa convivencia, como todo los que forman el mundo educativo y por supuesto que tiene que ver con lo que tú planteas. No es una tarea de hoy a mañana, es una tarea de largo aliento, porque efectivamente romper esos esquemas es muy difícil. Y cada vez hay más niñas que someten a estos concursos (de belleza) en los cuales se privilegian una estética que muchas veces no tiene que ver con el común de las niñas. Este incensar la maternidad como única función de las mujeres y digamos dejar de lado la paternidad responsable, de visualizar los roles como algo que constriñe los deseos, las expectativas de niños y niñas. Irlos como ubicando, digamos en estereotipos y que sufran muchísimo cuando no pueden ajustarse a esos modelos. Me parece entonces que necesitamos también formar maestras, maestros que tengan esa visión más amplia, más democrática, y por supuesto, teniendo presente todo lo que es una pedagogía, la didáctica, los contenidos teniendo o presente la perspectiva de género en el aula de clase.
L.B: Desde Ottawa hasta Buenos Aires, un debate recorre a América, el debate sobre la calidad educativa. Desde la perspectiva de géneros, ¿Qué es calidad educativa?
A.M: Bien, la calidad educativa, a mi juicio, es como una imposición muy vinculadas con estas ideas de ciencia, que deja de lado las individualidades y que perfilan a las y los niños de una manera homogénea, como que le echaran un producto, y que todos los niños y las niñas deben salir de esta y otra manera. Es una visión de la calidad educativa muy reduccionista porque no toma en cuenta todas las condiciones de pobreza, las condiciones de desigualdad, de desventajas que hay en países tan diversos como los nuestros, por ejemplo en nuestro país (Guatemala) se hablan 23 idiomas indígenas y digamos que muchos de los niños y niñas cuando llegan a las escuelas son monolingües y no hay realmente el cuidado, las políticas y los recursos necesarios para valorar los idiomas “maea” en este caso, y así sucede en toda América Latina, en todo el mundo diría. Entonces, no se visualizan en esta noción de calidad educativa este tipo de conmociones específicas, por supuesto tampoco la situación y las condiciones de género, de etnias y de clase. Entonces, me parece que desde una posición crítica las feministas que reflexionan sobre la educación han planteado que esta noción de calidad educativa es muy reducida, que es necesario cuestionarla, que es necesario abrirla y tomar en cuenta otras condiciones porque no podemos aplicar los mismos estándares de la calidad educativa a realidades tan diversas.
L.B: Para ir cerrando este primer contacto internacional en el marco de la consulta educativa, por la calidad educativa, nos gustaría Ana Silvia que le dirigieras un mensaje a los maestros, a las maestras, a los Página 5 de 5 profesores y las profesoras venezolanas y venezolanos que están discutiendo el tema de calidad en sus aulas, en sus planteles, visto este debate como una oportunidad para seguir avanzando en la trasformación educativa.
A.M: En primer lugar, agradecer este espacio. Muchas gracias Luis. Y finalmente, yo creo que en primer lugar los maestros y las maestras debemos gozar lo que hacemos. Debemos también visualizarlos como seres que tenemos, sobre todo cuando eso se trata de niños y niñas. Tenemos una gran responsabilidad en cuanto a cómo vamos modelando, o cómo vamos planteando esas relaciones más democráticas, más abiertas, con las niñas y con los niños. Tenemos una gran oportunidad y en estos momentos ya hay muchísimas formaciones sobre otros paradigmas de educación, como género, o etnia, clase y educación. Que tenemos que ser como asertivas, asertivos, acercarnos a estas nuevas visiones, a abrir nuestras mentes porque esto va a ir en beneficio de nosotras y de nosotros mismos y también de las niñas y los niños con quienes compartimos el día a día.
L.B: Muchas gracias a Ana Silvia Monzón, desde Guatemala. Quien es la coordinadora de la maestría de géneros y feminismo de la Facultad Latinoamericana de ciencias Sociales de FLACSO, Guatemala. Y además integrante del grupo de trabajo del feminismo y transformación social de FLACSO. Y gracias por haber expresado su opinión en el marco de la consulta por la calidad educativa.
Para oir y ver la entrevista:
Producción de la Otra Mirada: Luis Bonilla Molina
Equipo de producción y post producción digital: Dilanci May Sierra
Transcripción de la entrevista: Marianicer Figueroa
En el último quinquenio se han invertido $5,730 millones en la educación panameña, pero los principales problemas del sector se mantienen
Panamá/11 de Abril de 2016/ La Estrella/12:00 a.m
A pesar de los recortes, el Ministerio de Educación (Meduca) ha manejado un presupuesto de $5,730 millones, en el último quinquenio, una de las cifras más altas en comparación con las demás instituciones estatales, sin embargo, esta cifra no ha sido solución a los problemas del sector.
El monto multimillonario ha sido destinado a atender los problemas de la educación panameña entre 2012 y 2016.
En ese periodo, todos los ministros, se han quejado de los recortes, los cuales alegan les han impedido ejecutar los programas y proyectos.
La cifra presupuestaria ha mantenido una tendencia al alza. En el año
2012 el monto que recibió el Meduca fue de $969 millones.
Para 2013 el presupuesto se fijó en $1,005 millones, de los cuales solo $161 millones correspondieron al renglón de inversiones.
En 2014, presupuesto, que aprobó y ejecutó fue de $1,090.8 millones. Se había solicitado $1,415.3 millones.
Con la llegada del nuevo gobierno, los fondos para la educación crecieron considerablemente. La Asamblea Nacional le aprobó en 2015 a $1,286 millones, de los cuales solo $180 millones fueron para inversión educativa.
Este año, el Meduca cuenta con $1,380.7 millones, de los que se destinan solo $227.9 millones para la inversión.
FONDOS EDUCATIVOS
El estándar de los 34 países afiliados a la Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo (OECD), que entre sus objetivos está apoyar el crecimiento económico sostenible, es invertir mínimo el 8% del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación, pero el Gobierno de Panamá destina solo el 3.5% del PIB.
La Ley Orgánica de Educación contempla que el presupuesto dedicado para la educación debe ser del 6% del PIB. La norma no se cumple.
Sin embargo, países como Costa Rica utilizan para ese fin el 5% y Cuba, el 12.9%, según el Banco Mundial.
Brasil para el año 2025 asignará 10% como una meta de país.
USO DEL RECURSO
Gaspar García de Paredes, presidente del grupo Unidos por la Educación, no considera que se debe medir los logros por el monto, sino observar el comportamiento de otros países y la eficiencia en el uso del recurso.
Por ejemplo, argumentó que se debe analizar cuánto gasta Panamá por cada alumno del sistema público y cuánto invierte a la educación del PIB, para mejorar.
El empresario expuso que hay países que invierten un menos por estudiante y obtienen mejores resultados..
‘Panamá tiene un reto en cuanto a la calidad de recurso que destina para educación y hacer mejor uso de los recursos que se están destinando’, precisó García de Paredes.
El analista René Quevedo opinó que más que un tema de recursos, es un asunto de pertinencia. ‘Nuestro sistema educativo está divorciado de la realidad laboral del país’, agregó el experto.
Honduras/ 07 abril 2016/Fuente: http://www.ei-ie-al.org/
La situación de la violencia en Honduras es un lamentable hecho de conocimiento regional, desde hace algunos años la solución del Gobierno nacional ha sido una creciente militarización de todos los espacios de la sociedad. Esta militarización incluye a los centros educativos, lo cual preocupa profundamente a la Internacional de la Educación para América Latina y sus organizaciones afiliadas.
Para Elías Muñoz, presidente del Colegio Profesional Superación Magisterial Hondureño (Colprosumah), afiliado a la Internacional de la Educación, la militarización que se ha implementado en los centros educativos de la capital es un show. El dirigente asegura que han venido denunciando la falta de interés del gobierno en la educación, la salud y el empleo. Reitera que el verdadero interés del gobierno es la militarización de la sociedad.
La militarización en los centros educativos del Distrito Central inició a finales de marzo del 2016 en el Instituto Saúl Zelaya Jiménez con el argumento de controlar la presencia de maras y pandillas, además de evitar la venta y consumo de drogas. Sin embargo, se ha extendido a 45 colegios más y según autoridades militares se mantendrá hasta agosto del 2016.
“La militarización en las escuelas y colegios no tendrá resultados. El problema de la inseguridad es complejo y esas medidas son para hoy, son medidas para darle seguridad uno, dos o tres días a un centro educativo, pero no están atacando el problema de raíz”, advirtió el dirigente.
Elías Muñoz consideró que Honduras vive un problema de descomposición social que solo se puede combatir con más oportunidades, con más educación, con más salud y con más empleo, no con más armas. El dirigente consideró que en lugar de armas los centros educativos necesitan el mejoramiento de la infraestructura física, dotación de textos, nombramiento de más docentes y ampliación de la cobertura para hacer posible la integración de miles de niños y niñas que actualmente se encuentran fuera del sistema.
“Para resolver la inseguridad se requiere llevar seguridad a los 23 mil centros educativos diseminados a nivel nacional, porque la problemática no solo se registra en las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula, sino que también en el área rural, donde varios docentes han sido asesinados”, opinó Muñóz.
La Habana/09 abril 2016/Autor: Yoel Suárez Fernández /Fuente: Prensa Latina. Agencia Informativa Latinoamericana.
Si hay un espacio en Cuba que promueva el diálogo ideoestético en su sentido más amplio, esa es la Muestra Joven del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficas (Icaic).
Esta decimoquinta edición del evento prueba que hijo de gato sigue cazando ratón, pues la programación fue pensada de modo integrador y atrevido, en tanto debate sobre zonas de la creación y visibiliza aspectos de la sociedad poco tratados.
Así ocurrió, por ejemplo, con la proyección del documental Vidas sin mapa que reveló la compleja realidad de una comunidad rural en la provincia cubana de Ciego de Ávila.
La obra, del realizador Yoanny Oliva aborda en 20 minutos parte de la vida de Yudianny, una niña débil visual que reside en las ruinas de un parque de diversiones con unos pocos vecinos.
Por más de siete años la pequeña comunidad convive en esos terrenos pertenecientes a una empresa nacional, y ahora que reconstruyen el lugar, se encuentra en la incertidumbre de adónde irán a parar.
Por otro lado, el proyecto Raíces y Rutas, reconstruyó el recorrido de la filmografía de la más nueva migración nacional y sus imaginarios.
La obra de la diáspora del siglo XXI, según explicara la investigadora Zaira Zarza, está marcada por la inclusión y la diversidad de enfoques.
La Doctora en Estudios Culturales presenta en esta Muestra una selección de materiales filmados por cubanos en lugares tan diversos como en Suiza y México, resultante de su tesis doctoral en la Queen´s University de Canadá.
El proyecto propició un debate sobre «el tema aún poco estudiado de la diáspora como un espacio dinámico de inmensas potencialidades para el desarrollo de un pensamiento fílmico plural y descentralizado», subrayó Zarza en el catálogo del festival.
Igualmente, el joven realizador Leandro de la Rosa, estrenó como parte de las obras en concurso su película Patria blanca, resultado de la gestión en un espacio de la propia Muestra: Haciendo Cine.
La historia de Matos, soldado ejemplar durante su servicio militar que ante la proximidad del deceso de su abuelo, siente turbada su vida, es el hilo conductor del corto de 27 minutos.
De la Rosa considera el pitching del Haciendo Cine, al que asisten entidades nacionales y extranjeras, como un viaducto para que el río de los proyectos tome su cauce.
«En mi caso logré un premio de los Estudios de Animación del Icaic que consistía en la post produccion de sonido. Me fue muy útil: pude concretar una mezcla en 5.1 con toda la calidad requerida», subrayó en declaraciones a Prensa Latina.
El realizador grabó la música del compositor cubano Guido López Gavilan con una orquesta de un modo que sólo era posible si contaba con determinadas condiciones materiales.
«Gracias al Haciendo Cine se desatan algunos nudos de este tan difícil y tortuoso camino hacia la terminación de nuestras películas, que crecen, por supuesto, al recibir este apoyo», comentó el recién egresado de la Facultad de Medios Audiovisuales del Instituto Superior de Arte.
Cuando mañana se conozcan los resultados del concurso, habrá finalizado otro oasis anual para la reflexión no sólo en torno al cine, sino a ese gran claroscuro que es la sociedad cubana.
MINED y USAID, junto a instituciones de educación superior, firmaron un pacto para construir la Política Nacional de Educación Superior.
El Salvador/09 de Abril de 2016/La Prensa Gráfica
Hacer que la enseñanza que se imparte en las instituciones de educación superior esté acorde con los retos de la realidad que vive El Salvador es lo que pretenden las entidades que trabajan en el ramo. Para ello, el Ministerio de Educación (MINED), la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), junto a instituciones de educación superior, firmaron un pacto para construir la Política Nacional de Educación Superior.
“Se ha firmado un compromiso con los diferentes actores por impulsar un proceso que logre generar una política de Educación Superior de construcción de capacidades nacionales en función de la nación, es algo que nos proponemos”, dijo el ministro de Educación, Carlos Canjura, ayer durante la oficialización del acuerdo.
El funcionario agregó: “Debemos esforzarnos por construir capacidades de nivel universitario que busquen la excelencia, los doctorados, las maestrías, pero en cantidades que nos permitan abordar colectivamente los problemas nacionales”.
Se trata de una alianza creada en el marco del Asocio para el Crecimiento que, según los organizadores, busca fortalecer la educación superior de El Salvador, a través de la generación del diálogo entre los actores responsables de la materia, para” la construcción objetiva, conjunta, inclusiva, participativa y transparente”.
El director de USAID/El Salvador, Larry Sacks, dijo: “El mundo actual exige que los profesionales que se gradúan respondan a perfiles cada vez más específicos y demandantes por el ritmo del mercado laboral, específicamente del sector productivo del país”.
Sacks agregó: “Por eso desarrollar una política resulta tan crucial, nos sentimos orgullosos de apoyar un acuerdo histórico en el que cual se establecerán las bases para crear la Política Nacional de Educación Superior en El Salvador, que contribuirá al progreso económico y bienestar social del país”.
El Proyecto de USAID de Educación Superior para el Crecimiento Económico busca dar una respuesta sostenible a los desafíos del crecimiento a través del desarrollo de nuevas capacidades educativas, el desarrollo de la investigación aplicada y la reforma curricular, de modo que se contribuya al desarrollo productivo del país.
En el marco del Asocio para el Crecimiento, el Proyecto de USAID de Educación Superior para el Crecimiento Económico es ejecutado entre 2014 y 2019, con un presupuesto de $22 millones. Su objetivo es construir alianzas entre el sector productivo y las instituciones de educación superior para crear programas educativos acordes a la demanda existente de los sectores productivos, contribuir al desarrollo de la industria, promover el crecimiento económico y fomentar el desarrollo social.
El pacto, además del MINED y USAID, incorporó la firma del Viceministerio de Ciencia y Tecnología, el Viceministerio de Industria y Comercio, el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional, la Universidad Francisco Gavidia, la Universidad Católica de El Salvador, la Universidad Don Bosco, la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, la Universidad de El Salvador, el Consejo de Educación Superior y otras dependencias del ministerio.
Según datos del MINED, en el país hay 41 instituciones de educación superior inscritas legalmente, de las cuales 24 son universidades.
El ministro Canjura dijo, en el marco del pacto, que a su criterio la enseñanza impartida en esas universidades no ha estado acorde con los retos que enfrenta el país en su realidad actual.
Fuente de la Noticia: http://www.laprensagrafica.com/2016/04/09/nas0409usaidyminedfirmanpacto
Cuba/11 abril 2016/Fuente: Prensa Latina. Agencia Informativa Latinoamericana
El Taller Regional para la Formación de Facilitadores de Simulaciones de Preparación y Respuesta a Situaciones de Emergencia inició hoy aquí, bajo auspicio de la Oficina del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para América Latina y el Caribe.
De acuerdo con el asesor regional del PMA para temas de Emergencias, William Vigil, esta reunión busca fortalecer la capacidad de las oficinas del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas en América Latina y el Caribe.
Según explicó este Taller -que persigue incrementar la cantidad de facilitadores en simulación del PMA en la región- constituye una forma de ejercitación y preparación ante emergencias que impliquen amenazas a la seguridad alimentaria (como huracanes, terremotos, sequías, entre otros), en aras de una respuesta más eficiente frente a tales eventualidades.
En la cita, que cuenta con la participación de más de 10 oficinas de la región, se simula una emergencia y se revisan los protocolos de procedimientos para así detectar las áreas a mejorar.
En ese sentido, Vigil manifestó en declaraciones a Prensa Latina que Cuba es un país muy avanzado en todos estos temas: por ello visitaremos el viernes las instalaciones de la Defensa Civil cubana, que es un punto de referencia importante para toda la región, acotó.
Por su parte, la Representante del PMA en Cuba, Laura Melo, reconoció al inaugurar el evento que la preparación para emergencias es para el país caribeño un tema de gran relevancia.
Al respecto, la funcionaria del PMA reconoció que Cuba por su trabajo de preparación en respuesta a emergencias es un ejemplo para la región.
Sobre este tema, dijo que actualmente en la isla existen varias áreas de trabajo de cooperación Sur-Sur justamente en preparación para emergencias, que es un ámbito que valorizamos mucho, aseveró.
Como organización -expresó- tenemos una gran historia de respuesta a emergencias, pero todos sabemos que la mejor respuesta a estas situaciones es la preparación.
Por ello, manifestó, es muy importante que el PMA siga trabajando con las autoridades y compartir y desarrollar tanto las competencias de nuestros equipos como de los gobiernos de los países con que interactuamos.
En el Taller -que se desarrolla hasta el 14 de abril en el habanero Hotel Capri- toman parte funcionarios de las oficinas del PMA en Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana y del Buró Regional del PMA en América Latina y el Caribe ubicado en Panamá.
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