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10 de octubre: Día Mundial de la Salud Mental

Entrevista a:  a Marco Antonio Garavito

Niñez desaparecida en la guerra: una afrenta a la Salud Mental

Entrevista a Marco Antonio Garavito, de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental, con motivo de la inauguración de la Exposición fotográfica «Niñez desaparecida por el conflicto armado interno en Guatemala».

https://www.facebook.com/marcelo.colussi.33

La Salud Mental, a partir de ancestrales prejuicios que nos siguen dominando, es asociada a una visión psiquiátrica, siempre de la mano de la mal definida y atemorizante «locura». Pero es hora de romper esos mitos, esos tabúes estigmatizantes. La Salud Mental debemos entenderla como la capacidad de movernos productivamente en nuestro medio, encontrando los espacios de goce en el mismo, sin dañar a terceros ni a nosotros mismos. Ello abre interminables debates, que no intentaremos desarrollar aquí, pero que no podemos menos que decir que constituyen una agenda pendiente: la idea de «loco», «manicomio», «peligrosidad» y «exclusión» rondan todo esto. En el Día Mundial que la celebra (el 10 de octubre) parece oportuno presentar una visión alternativa: la Salud Mental no tiene que ver con la falta de delirio o alucinación ni con principios moralistas normativizantes, sino con construcciones histórico-sociales, por tanto: cambiantes. Ella está en la comunidad: romper el silencio, hablar de los problemas y buscar soluciones colectivamente consensuadas es un camino para planteárnosla, alejándonos de la estigmatización del «enfermo mental», del «loco».

Las recientes guerras internas que vivió buena parte de Latinoamérica (expresión de la nunca desaparecida lucha de clases, aunque de ella hoy día no se hable) tuvieron como una arista de capital importancia el ataque psicológico a las poblaciones. La desaparición forzada(http://www.narrativayensayoguatemaltecos.com/ensayos/ensayos-sociales/juzgar-y-castigar-los-crimenes-de-guerra-desapariciones-forzadas-e-impunidad-marcelo-colussi) de personas fue un mecanismo del horror que las definió en muy buena medida. Reparar las heridas que ello trajo aparejado es una fenomenal tarea que abona a la Salud Mental.

Guatemala, lamentablemente, tiene el mayor porcentaje de desapariciones forzadas en toda Latinoamérica (casi el 50% del total: 45,000 personas); muchas de ellas estuvieron dadas por niñas y niños, que corrieron suertes diversas: fueron dados en adopción, vendidos, llevados al extranjero, etc. Años después de producidos esos hechos, algunas organizaciones no gubernamentales se dieron al trabajo de fomentar los reencuentros entre esa niñez desaparecida y sus familias de origen. Ello, sin dudas, constituye un enorme elemento en favor de la Salud Mental.

La Liga Guatemalteca de Higiene Mental es una de estas organizaciones. De hecho, tiene un programa específico, llamado «Todos por el reencuentro», que a la fecha ha producido ya 437 reencuentros. Para adentrarnos más en el tema y ver cómo esas acciones son parte fundamental de una estrategia de Salud Mental, le damos la palabra a su director, el Psicólogo Marco Antonio Garavito.

______________

Pregunta: ¿Por qué la búsqueda de la niñez desaparecida en el conflicto armado interno puede ser parte de una estrategia de Salud Mental?

Marco Garavito: Desde que la institución nació, hace ya 64 años, su tema central fue siempre la Salud Mental. El tema que aquí nos ocupa, la desaparición forzada de personas, y para el caso: niñas y niños, es algo que toca directamente el campo de la Salud Mental, de la subjetividad, del dolor psicológico que ese hecho provoca. Como institución entramos al tema no solo porque esto tenga un lado político ni porque seamos específicamente una organización de derechos humanos -aunque todo eso está implícito- sino porque es algo que tiene que ver directamente con la Salud Mental. Nos interesa el tema porque entendemos que aquí hay una gran posibilidad para trabajar incidiendo en la reparación psicosocial de muchas familias que han perdido a sus hijos. La posibilidad de estos reencuentros, tanto para las familias como para los niños y niñas desaparecidos en su momento, ahora ya adultos, es una interesante vía de reparación psicológica para población que ha sufrido mucho durante años. Desde que comenzamos a trabajar en este campo sabíamos que no todas las familias iban a reencontrar a sus niños perdidos, pero el hecho de iniciar esas búsquedas constituye un poderoso mecanismo de reparación, que contribuye a su Salud Mental.

En la forma en que planteamos todo el proceso, entendemos que hacemos un aporte al campo de la Salud Mental, porque no se trata solo de denunciar el hecho de la desaparición -cosa que, por supuesto, también hemos hecho-. Lo importante a remarcar aquí, desde la Psicología, es que hemos desarrollado un modelo integral de intervención. Y eso es lo que queremos evidenciar ahora a través de esta exposición fotográfica, próxima a inaugurarse: «Niñez desaparecida por el conflicto armado interno en Guatemala».

A través de todas nuestras intervenciones hemos podido ver que lo que más daña la Salud Mental de las familias donde se produjeron las desapariciones de niñas y niños es el silencio que han mantenido por años. Ese era el efecto buscado con la estrategia: a través de la desaparición se anula psicosocialmente a una persona, a una familia, o a toda una comunidad. La angustia por el desaparecido neutraliza, quita el control de la propia vida. Los familiares del desaparecido se anulan, se aíslan, son estigmatizados. Por eso, a través de las búsquedas, y eventualmente a través de los reencuentros que se puedan dar, la población dañada encuentra una forma de reparación.

En otros términos: recupera el control de su vida. Y eso es una importantísima contribución a su Salud Mental. Por eso nuestro trabajo busca darles protagonismo a las familias, a los sujetos, para que sean activos, recuperando así su salud psicológica dañada. Después de la búsqueda emprendida, cada familia verá si enjuicia, denuncia, qué hace con esa recuperación de su protagonismo activo. Con todo nuestro modelo de intervención buscamos que el sufrimiento de cada quien deje de ser un dolor individual, en soledad; de ahí que se promueve socializar eso en asambleas, en grupos con otros familiares, socializando el proceso que llevan, apareciendo su caso en una radio comunitaria. Ese proceso de hacer público y compartir el sufrimiento vemos que es un gran mecanismo reparador.

Pregunta: ¿Por qué ahora una exposición fotográfica sobre la niñez desaparecida en los años de la guerra como parte de una estrategia militar? ¿De qué manera eso es un aporte a la Salud Mental?

Marco Garavito: Poder salir del silencio, de la soledad, compartir toda esa carga de dolor con otro, en un pequeño grupo, compartir ese sufrimiento y la lucha que se está llevando a cabo para repararlo, ya sea con toda la aldea donde se dio la desaparición, o haciéndolo público en un programa de una radio local, o compartirlo, en definitiva, con toda la sociedad -a través de medios masivos como la televisión, por ejemplo-, o a través de una exposición fotográfica, es un mecanismo que repara enormemente, que sirve para procesar el dolor psicológico acumulado.

Esta exposición que ahora presentamos, recopilando información de los 17 años en que venimos desarrollando el programa de búsqueda, cumple ese propósito reparador. Lo que la exposición busca no es presentar una queja, digámoslo así: victimosa, de eterna víctima dolida, pasiva, donde se hace una sensacionalista muestra de la tragedia sufrida. Por el contrario, lo que se intenta hacer público es un esfuerzo muy activo de búsqueda y lucha de los familiares. Esto es un enorme aporte a la Salud Mental, pues dignifica a las familias que ya reencontraron a sus niñas/niños perdidos, que ya suman 437, al mismo tiempo que da ánimos y alienta a quienes siguen buscando. Eso es muy importante porque rompe el silencio, que es lo que ha venido dominando estos años, durante la guerra y terminada la misma. Hacer público este esfuerzo rompe esa lógica.

La exposición se va a inaugurar en estos días en la ciudad de Guatemala, pero no está diseñada básicamente para ser una tradicional muestra urbana, sino que se llevará al interior del país, que es donde se dieron las desapariciones de niñas y niños, y donde están las familias que han promovido la búsqueda y que dan razón de ser a nuestro programa de trabajo. Está pensado que sean los mismos familiares quienes atiendan la exposición, que expliquen, que den cuenta del trabajo realizado que se recoge en esas fotografías. Ellos son los verdaderos protagonistas de todo el esfuerzo. Eso ayuda a devolverles su salud mental, sintiéndose parte del proceso, dueños de su vida, recuperándose después del golpe sufrido con la desaparición. Es una forma de mantener la memoria viva, desde los propios actores.

Mantenerse activos, volver a tener la iniciativa, sentirse partes de este proceso, es muy importante para la gente. Por eso están compenetrados con el programa de búsqueda, y hace 17 años que el esfuerzo se mantiene y se solidifica. La población tiene derecho a hablar y decir lo que pasó, y este espacio se los posibilita. Poder mostrarlo a través de una exposición fotográfica les permite más aún ese proceso.

Al principio, cuando iniciamos el programa años atrás, había mucho temor y la gente casi no se atrevía a hablar. Pero paulatinamente los familiares lo fueron perdiendo, y después de dos años de programa ya hicimos una primera aparición pública, cuando los familiares ya sintieron que tenían el ánimo y la fuerza. Hoy día, bastantes años después, eso es común: la gente ha ido perdiendo el miedo y se siente con total derecho a hablar, a contar su historia. La exposición es una oportunidad para mostrar sanamente, saliendo del papel de víctimas eternas, toda su lucha y sus logros.

Pregunta: Romper el silencio es un camino para lograr la Salud Mental en las poblaciones. Esto es importantísimo, y se está haciendo en muchos lugares donde las guerras internas provocaron sufrimiento y miedo. En Guatemala, preciso es decirlo, se pudieron reencontrar niñas y niños desaparecidos en la guerra como en ninguna otra parte del mundo: 437 casos alcanzados por la Liga de Higiene Mental, más otros -muchos menos- llevados adelante por otras organizaciones no gubernamentales. De todos modos, el Estado no encara esto como parte de una política pública de reparación, de Salud Mental. ¿Por qué?

Marco Garavito: Ante todo creo que, como institución, debemos sentirnos muy contentos de todo el esfuerzo realizado. No queremos compararnos con nadie, pero no podemos dejar de tomar ciertos parámetros, y ver lo que están haciendo en otras latitudes con el caso de la niñez desaparecida durante las guerras. Y es real que el caso de Guatemala, y en particular nuestro trabajo, es el que cuantitativamente ha reportado la mayor cantidad de reencuentros. Como decíamos: ya van 437. Lamentablemente, por muchas razones, esto no es valorado en el país. Más aún: a veces somos bastante invisibilizados.

A veces, creo, se da eso porque nuestro discurso es bastante moderado, porque no somos especialmente cuestionadores. Por eso, en el marco de las organizaciones de derechos humanos que levantan mucho más la voz con la denuncia, no somos quizá tan reconocidos, no recibimos muestras de solidaridad. De ahí que no recibimos tanta prensa, como sí, por ejemplo, las Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina. Cuando Estela de Carlotto, su presidenta, encontró su nieto -y ese era el reencuentro ciento y tanto que realizaba la organización- recibió muestras de cariño y solidaridad de todo el mundo, incluida Guatemala. Pero a nosotros nunca nos felicitan aquí, nunca recibimos una congratulación. ¿Por qué sucede esto? Porque allí se juegan imágenes políticas: las Abuelas de Plaza de Mayo ofrecen vinculaciones políticas, son una organización con un perfil internacional. La Liga Guatemalteca de Higiene Mental, sin dudas no.

Pero queremos recalcar que nuestro objetivo básico, el fundamental, es la atención de las víctimas. Son ellas quienes realmente necesitan el acompañamiento, el apoyo en sus momentos críticos, ante la angustia que significa seguir penando después de años. Eso puede olvidarse circunstancialmente, quizá en aras de un trabajo político, pero el centro específico del trabajo está en fomentar los reencuentros, porque ese es el sentido de nuestro esfuerzo, en tanto trabajadores de Salud Mental. Lo quiero resaltar, porque muchas veces sentimos que no se valora, no se aprecia todo lo que hacemos dentro del país, en tanto muchas veces nos llegan reconocimientos desde fuera. Por ejemplo: la Federación Asiática, que nuclea 11 países del Asia que también tienen el problema de desapariciones forzadas, nos aprecia mucho, y de hecho nos han invitado a Indonesia, a Timor, a Filipinas, a Corea, a conversar y compartir sobre el tema.

Hay que entender que no es fácil reencontrar un desaparecido 30 años después. Eso es un trabajo arduo, muy complejo. Y el Estado no tiene ningún interés en hacerlo. Según la Recomendación N° 34 de los Acuerdos de Paz, el Estado debe formar una Comisión de Búsqueda de Niñez Desaparecida. Pero como desde el año 1999 algunas instituciones no gubernamentales nos dedicamos a esa tarea, el Estado se desligó completamente. Pero además es evidente que no hay ninguna voluntad política de impulsar esas búsquedas. Muchas veces la gente que ocupó cargos de gobierno de alguna manera vinculada a este tema en estos últimos gobiernos, tiene que ver directamente con las desapariciones. Por eso no se hace nada al respecto, se deja morir el asunto. Creo que si no se hizo nada hasta ahora, en este momento, a 20 años de firmada la paz, me parece ya imposible que el Estado entre realmente al tema. Para muestra, veamos lo que ha sucedido con las condenas que recibió el Estado de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA: ahí, pese a una sentencia, jamás cumplió con lo que se le exigía. Y todo indica que cada vez más el ámbito de niñez desaparecida va saliendo de agenda. Justamente por eso, porque la coyuntura va llevando hacia otras cosas, se hace cada vez más difícil encontrar recursos de la cooperación internacional para trabajar todo esto, visto que el Estado se desentiende por completo.

Pregunta: ¿Queda mucho por hacer en esa búsqueda? ¿Cuánto se encontró y cuánto falta?

Marco Garavito: Falta muchísimo. En realidad apenas si hemos encontrado un tercio de todos los niños y niñas desaparecidos, de acuerdo a las denuncias de que se dispone. En nuestra base de datos tenemos alrededor de 1.300 casos, y de eso encontramos 437, es decir: más o menos una tercera parte, por lo que queda mucho por hacer, naturalmente. Ahora ya no documentamos casos nuevos, sino que nos dedicamos a buscar a los que ya tenemos, a no ser que aparezca un pedido explícito de algún nuevo caso. En estos momentos estamos teniendo entre 20 y 25 reencuentros anuales. En otros tiempos podíamos hacer más, porque disponíamos de más recursos. Eso está mermando ahora, y la tendencia es que siga mermando, porque la cooperación internacional tiene otras prioridades en la actualidad.

Pregunta: Dicho claramente para alguien que nunca conoció del tema: ¿en qué medida el reencuentro con un niño o niña desaparecida 30 años atrás por motivo de la guerra interna puede ser una contribución a la Salud Mental?

Marco Garavito: Como decíamos anteriormente: el hecho que una familia se movilice, rompa el silencio y el miedo y se ponga a buscar a su familiar desaparecido, independientemente que lo encuentre o no, eso ya constituye un avance en su subjetividad. Es un reforzamiento a su Salud Mental, porque le devuelve protagonismo, se comienza a sentir actor de su vida y sale de la pasividad, de la resignación.

En la búsqueda de los niños y niñas desaparecidos hay tres actores: por un lado, la familia que busca a su niño desaparecido. O, caso que se da menos, el joven que sabe que es adoptado y quiere buscar a su familia de origen. Esto lo vemos fundamentalmente con los niños desaparecidos que fueron adoptados en Europa. Por otro lado, tenemos al niño desaparecido, que ahora ya es un adulto, pues han transcurrido no menos de 30 años. Y por otro lado, tenemos la familia adoptiva. Son tres actores implicados, y cada caso tiene sus particularidades propias. A tal punto que a veces, por diferentes motivos, no conviene hacer el reencuentro después de todo ese tiempo. Y eso hay que decírselo a la familia que está buscando. A veces, cuando un niño/joven está muy bien ubicado con la familia adoptiva, no es sano desarmar eso para hacerlo volver con su familia de origen. Pensando en la Salud Mental, hay que ver cada caso en particular y trabajar con los tres actores implicados.

No hay dudas que los reencuentros movilizan mucho a nivel subjetivo, se reviven dolores, o se sanan esos dolores. Fundamentalmente, sirven para terminar con la incertidumbre, pues dan una respuesta concreta a la familia que está buscando, que sigue angustiada después de años por no saber del paradero del niño desaparecido. Luego hay que considerar qué pasa después del reencuentro, pues el ser que se reencuentra después de décadas ya no es el niño que se perdió: ahora ya es un adulto con una vida hecha, muchas veces con hijos. Hay varios elementos para analizar: también los nietos se reencuentran con los abuelos. Es todo un proceso complejo. Tenemos un documental que hizo Guatevisión (http://www.guatevision.com/playeryt.php?dedonde=yt_api3_afondogtv.php&plid=PLBT-8LEzyRmDv8gDppJ4vUd5LEG5f08bk) donde se puede ver esto con claridad: el reencuentro es un hecho puntual, muy emotivo, pero lo más difícil es lo que sigue después, el proceso de reintegración. Ese es el verdadero reto de todo el proceso.

Pregunta: Hablabas de tres actores implicados, pero ¿no es la comunidad en su conjunto también, la sociedad guatemalteca en su conjunto, un beneficiario de estos esfuerzos? ¿No podría pensarse que esto también contribuye a un clima de reparación de las heridas de la guerra, en definitiva útil para todo el mundo, incluso aquellos que no vivieron directamente la guerra? ¿No podríamos entender que hay también un aporte a la Salud Mental colectiva?

Marco Garavito: Sí, por supuesto. Lo que mencioné son los actores directos, pero muchas veces es la comunidad, la aldea donde pertenece la familia que realiza la búsqueda, la que apoya el reencuentro, y de hecho participa en su totalidad. A veces los procesos de búsqueda y reencuentro son algo muy íntimo, pero otras veces no: son procesos enteramente colectivos, de toda una comunidad que sufre el caso. Por eso mismo el programa lleva por nombre «Todos por el reencuentro», porque el problema no es algo solamente de la familia: es un problema de todos, social. Es un problema nacional, del Estado, de los medios de comunicación, de la historia del país. Ponerle ese nombre al programa es una forma de decir que esto es algo que nos toca a todos como sociedad. Por eso un evento como la exposición fotográfica que ahora vamos a presentar es una forma de hacer público este tema, para que no quede en el silencio, para que todos lo puedan sentir como algo que también les toca. Mucha gente no sabe nada de esto porque hay toda una política malintencionada que silencia la historia, que desinforma, que oculta.

En ese sentido, la Salud Mental no es solo una cuestión de las familias afectadas, sino que es un problema que atraviesa toda la sociedad. Y el Estado por supuesto que debería estar presente. Y aunque no tenga toda una estrategia al respecto por medio de una política pública definida, al menos podría hacer apoyos puntuales en el asunto, como por ejemplo apoyar esta exposición fotográfica. Pero siempre, y esto es fundamental, dándole protagonismo a la población, dejando que ella sea el verdadero actor. Lo que la exposición busca, por medio de estas 30 fotos a todo color de 50 cm. x 50 cm. en que consiste, es mostrar una verdad poco conocida para que, por medio de su presentación, ello pueda servir como elemento reparador, de verdadera Salud Mental de la población.

Fuente: http://www.aporrea.org/ddhh/a235262.html

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La Educación Pública, un pilar de nuestra democracia que se ve amenazado por los recortes presupuestarios

Por: José Ramírez Aguilar

Cada año, al discutirse el Presupuesto Nacional, se levantan las voces dentro y fuera de la Asamblea Legislativa, pidiendo recortes en los fondos para educación. Pese a que no hay fundamento legal, se insiste en esto, sin importar las serias consecuencias sociales que tiene para nuestro desigual país.

La educación pública tiene en Costa Rica profundas raíces en la construcción de la identidad nacional, desde 1823 se estableció la obligación del Gobierno de velar por el fomento de la Instrucción pública

Bajo la Administración del doctor José María Castro Madriz, la Constitución de 1847 mantuvo el capítulo sobre la educación y estableció, por primera vez, la instrucción pública de hombres y mujeres en todo el país y se declaró la gratuidad de las escuelas de primeras letras.

La última reforma constitucional para fortalecer la educación pública es del 2011, cuando la Ley 8954 modificó el artículo 78 de la Constitución, indicando que “En la educación estatal, incluida la superior, el gasto público no será inferior al 8% del Producto Interno Bruto”.

En ese sentido, hay logros recientes de nuestro sistema educativo público que es importante recordar:

1. De acuerdo al Vigésimo Primer Informe del Estado de la Nación, la escolaridad promedio de las personas de 18 a 64 años pasó de 7,2 años en 1990 a 9,3 años en el 2014.

2. En lo que respecta a secundaria, el Quinto Informe del Estado de la Educación destaca que disminuyó la exclusión educativa, ya que en el tercer ciclo y en la educación diversificada, la exclusión tradicional pasó de 10,2% a 8,7% entre 2010 y 2014.

3. A su vez, según el Vigésimo Primer Informe del Estadio de la Nación, a mayor porcentaje de docentes graduados de universidades públicas, mayor es la probabilidad de que el colegio alcance la categoría de sobresaliente. Cuando esa proporción es del 25%, las probabilidades de 0,32, pero cuando tres cuartas partes del profesorado proceden de universidades estatales la cifra asciende a 0,48.

4. En las universidades estatales, de acuerdo con datos de Conare, los cupos de admisión para estudiantes de primer ingreso han tenido una tasa de crecimiento de 15,9% (es decir, ha pasado de 12.922 cupos a 14.972 cupos), el número de investigadores activos ha tenido una tasa de crecimiento de 35,8% (es decir, ha pasado de 1.663 a 2.258) y el número de proyectos de investigación se ha incrementado en un 58,5% (es decir, ha pasado de 1.243 a 1.970).

Pese a los innumerables logros que tiene nuestro sistema educativo, con el fin de recortar la educación pública, los neoliberales insisten en asegurar que los colegios públicos son deficientes en comparación con los colegios privados.

Sin duda alguna, nuestro sistema educativo público es imperfecto y tiene deficiencias que resolver, pero no podemos analizarlo como si se encontrara exento de las consecuencias de la creciente desigualdad socioeconómica en Costa Rica.

De acuerdo con el Quinto Informe del Estado de Educación, la baja educación y la probabilidad de condición de pobreza están relacionadas. En particular, destaca que los hogares con menor nivel educativo muestran mayor incidencia de pobreza.

El informe señala que cuando dos estudiantes, de colegio público y de colegio privado, se encuentran en condiciones socioeconómicas parecidas, ambos logran puntajes similares en las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes), por que las potenciales diferencias entre ambos no radican exclusivamente en el colegio (si es público o privado) sino en sus propias realidades individuales.

No debilitemos más uno de los pilares de la democracia y del avance social en Costa Rica. Mejoremos la calidad y cobertura de nuestras escuelas, colegios y universidades públicas. La educación estatal no debe ser debilitada bajo ningún motivo y el Frente Amplio combatirá de manera inclaudicable cualquier recorte al presupuesto del sistema educativo público.

Fuente: https://www.diarioextra.com/Noticia/detalle/311137/la-educacion-publica,-un-pilar-de-nuestra-democracia-que-se-ve-amenazado-por-los-recortes-presupuest

Imagen: http://educarconlossentidos.blogspot.com/2012/01/apoyo-la-educacion-publica.html

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Las maras en Centroamérica

Ilka Oliva Corado

Buscar información acerca de las maras, pandillas o delincuencia juvenil puede ser un arma de dos filos, en la  mayoría de textos tratan el tema con una postura clasista que discrimina por su condición social a las mocedades de arrabal, precisamente muy poco de objetividad en estos estudios que buscan sancionar con apelativos como “clicas criminales.” Pero realmente dónde, cómo y porqué se origina este fenómeno en Centroamérica.

No hay que olvidar la violencia institucionalizada, la crueldad con la que actuaron los gobiernos en el Conflicto Armado Interno que atacó países como El Salvador y Guatemala, y es inadmisible dejar por un lado las limpiezas sociales que vienen realizando los gobiernos de turno en el Triángulo del Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras). Las maras nacen de las discriminación con que trata el sistema a la infancia y adolescencia de arrabal, son marginadas por la sociedad clasista y racista, son el escombro de un sistema de castas. Se les niega toda oportunidad de desarrollo, el acceso a la educación formal, a una alimentación balanceada, el acceso a áreas recreacionales, se les niega lo vital para un desarrollo integral.

¿Qué hacen estos niños que en la mayoría de casos trabajan como adultos para ayudar en sus hogares con los gastos? ¿Qué hacen si no tienen un espacio propicio para desarrollar sus destrezas, sus habilidades, su creatividad, sus talentos? ¿Si no hay programas que se enfoquen en las carencias de esta parte de la sociedad? ¿Qué hacen estos niños que la mayor parte del tiempo están solos porque sus padres trabajan todo el día? ¿Qué hacen si ahí a la vuelta de la esquina hay alcohol, drogas y todo tipo de peligro? No hay que olvidar que quienes propagan las drogas en las periferias son las verdaderas bandas delictivas que pululan en el gobierno. Las clicas criminales son las que infestan el gobierno y el sistema.

Hay que tener mucho nervio, cautela, respeto  y objetividad para tratar el tema de la violencia juvenil que no es más que el rezago de la violencia institucionalizada.

Tema esencial el del patriarcado, el de marginación. La pobreza extrema. Las maras nacen como un grito sonoro de las áreas marginadas para que el resto de la sociedad las escuche, un grito de ayuda, de existencia.  La forma en la que actúan y los códigos que manejan son encasquetados porque está intrínseco el pacto de lealtad y compañerismo. Las maras se fecundan en un amor de hermano que no se ven en otros niveles de la sociedad.  Son generadas por la rebeldía propia del marginado, de ahí viene su fuerza, su pureza, su solidaridad. Responden a la violencia del sistema, la violencia no son las maras, es el sistema que margina y oprime. Se les criminaliza por su condición social.

La década de los años 80 es vital para el nacimiento de las pandillas, época en la que el Conflicto Armado Interno obligó a emigrar a miles que buscaron refugio en países como México  y Estados Unidos, se dice que la Mara Salvatrucha nació en los barrios marginales de  Los Ángeles, California, Estados Unidos.  Estados Unidos a principios de los años 90 comienza a deportar centroamericanos y es así como llegan con nuevas modalidades que implementan en su resistencia contra el sistema.  Responden a la violencia institucionalizada. Son estigmatizadas por su forma de vestir, por los tatuajes con los que decoran sus cuerpos. Caer en los focos de violencia que genera el sistema es muy fácil cuando no se tiene el apoyo familiar, el de la comunidad y las herramientas que brinden una formación integral.p

En los centro de detención se viola sistemáticamente los Derechos Humanos. Las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos de la ONU, las cárceles deben diseñarse de acuerdo a ciertas especificaciones para optimizar la rehabilitación de los reclusos. En el papel se habla de programas de yoga  y meditación en las cárceles; porque promueven la salud, el desarrollo de la personalidad, mejoran la conducta y reducen la reincidencia. Se habla de clases de computación. Programas que funcionan muy bien en las cárceles de Estados Unidos pero que en Centroamérica no porque no se cuenta con los espacios físicos ni con los recursos materiales. En las cárceles se vive en una sobrepoblación que los reclusos no alcanzan ni a comer los tres tiempos al día.

Por el contrario se les abusa, se les obliga a participar desde ahí en operaciones delictivas que están al mando de grupos criminales que están muy bien apoyados por el gobierno. Las órdenes de secuestros salen desde las cárceles por órdenes de gente que cuenta con todos los recursos para delinquir desde la impunidad. No hay programas gubernamentales que ayuden a los jóvenes a reinsertarse a la sociedad cuando salen de la cárcel. Son las ONGs las que hacen este trabajo, buscan empleadores que estén dispuestos a contratar ex convictos. Es vital reconocer que los diferentes sectores (basándose en la edad por ejemplo) tienen necesidades diferentes. En Guatemala los jóvenes en las correccionales reciben el mismo trato que un reo de edad adulta. Los programas de rehabilitación solo funcionan en papel.

No se incluyen programas para las rehabilitación a los drogadictos, y mucho menos se trabaja en cada droga específica. Esto debe ser vital para lograr la regeneración de los jóvenes. Los programas de desintoxicación de drogas son valiosos porque estos ayudan a evitar la reincidencia. Los programas de salud mental, la salud cognitiva y la conducta, la atención médica. Todo esto es carente en las correccionales en Centroamérica en donde se trata a los reclusos adolescentes como criminales. Para nada salen rehabilitados, la cárcel en la mayoría de los casos se encarga de destruirles la vida por completo.

En el Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre las actividades de su Oficina en Guatemala 2014, se indica que: El sistema penitenciario continuó enfrentando serios retos. Con una capacidad para 6.492 personas había 18.204 personas privadas de libertad, de las cuales casi la mitad se encontraba en detención preventiva.

Como se ha informado anteriormente. Se mantuvo la falta de control dentro de los centros penitenciarios y la actividad delictiva de estructuras involucradas en graves violaciones de los derechos humanos dentro y fuera del sistema penitenciario. Esto se vio reflejado en el inicio de la persecución penal, en una investigación, liderada por la CICIG, contra altas autoridades del Sistema Penitenciario, reclusos (entre ellos, el ex capitán del ejército Byron Lima Oliva, quien cumple condena por el asesinato del obispo Juan Gerardi en 1998) y particulares, por tráfico de influencias, asociación ilícita y lavado de dinero.

El panorama es poco alentador, sin un sistema que se enfoque en el desarrollo integral de la población en los sectores más golpeados, es poco probable o nulo que la propagación de las maras se detenga, estas son manipuladas por clicas criminales que ordenan desde el poder del gobierno y la oligarquía. Sin un sistema penitenciario que ofrezca una verdadera rehabilitación y respete los Derechos Humanos es imposible evitar la reincidencia. Poco futuro tienen la niñez y la adolescencia de las periferias porque a quienes no se los lleva la  hambruna, se los lleva la limpieza social o el crimen organizado. Al final perdemos todos como país, porque cada vida es única e invaluable.

Fuente del articulo: http://www.telesurtv.net/bloggers/Las-maras-en-Centroamerica-20151009-0003.html

Fuente de la imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1444424436488/sites/telesur/img/multimedia/2014/12/19/marasdelsalvador.jpg_916636689.jpg

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Nicaragua: Jóvenes demandan espacio de integración en SICA

Centro América/Nicaragua/09 Octubre 2016/Fuente y Autor: radiolaprimerisima

Los participantes en el Foro Regional de Juventud de los Países Miembros del SICA que tuvo lugar ayer viernes en Managua emitieron un comunicado conjunto en el que piden a la Presidencia Pro-Tempore del organismo de integración, actualmente en manos de Nicaragua, realizar gestiones para crear un espacio de integración para los jóvenes centroamericana.

En su comunicado, los jóvenes piden a Nicaragua «realizar las gestiones correspondientes ante el SICA, de manera que en la Reunión de Presidentes del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que se desarrollará en diciembre próximo, se considere la creación de un espacio regional para los JOVENES de los Países Miembros del SICA, con la finalidad de construir una Agenda Regional de Juventud y presentarla para aprobación de la Reunión de Presidentes».

Además, los países Miembros del SICA manifestaron su agradecimiento al Gobierno y pueblo de Nicaragua, que fué anfitrión del evento.

A continuación el text íntegro del comunicado:

COMUNICADO CONJUNTO
FORO REGIONAL DE JUVENTUD DE LOS PAÍSES MIEMBROS DEL SISTEMA DE LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA (SICA)

Los Países Miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), conociendo los desafíos comunes que enfrentamos en la región, hemos llevado a cabo el Foro Regional de JUVENTUD, con el objetivo de realizar un proceso de intercambio de experiencias e ideas acerca de las políticas y estrategias públicas para lograr mayor participación y protagonismo de la Juventud en los procesos de desarrollo de nuestros pueblos centroamericanos.

Durante el Foro de Juventud, se han abordado temas relacionados a la Participación y Protagonismo de la Juventud en los ámbitos de Seguridad; promoción de la práctica de valores ante el uso y acceso a las nuevas tecnologías en la era digital y de las comunicaciones; retos y desafíos ante la variabilidad climática; acompañamiento a las familias en la prevención de desastres y calamidades; rescate y conservación de la cultura productiva para la seguridad alimentaria; Educación básica y media, técnica, tecnológica y Universitaria, en los cuales tenemos retos que compartimos como Región.

Como resultado de este encuentro recomendamos a la PPT-NICARAGUA, realizar las gestiones correspondientes ante el SICA, de manera que en la Reunión de Presidentes del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que se desarrollará en diciembre próximo, se considere la creación de un espacio regional para los JOVENES de los Países Miembros del SICA, con la finalidad de construir una Agenda Regional de Juventud y presentarla para aprobación de la Reunión de Presidentes.

Los países Miembros del SICA manifestaron su agradecimiento al Gobierno y pueblo de la República de Nicaragua, como anfitrión de este importante encuentro.

Managua, República de Nicaragua a los siete días del mes de Octubre del 2016.

Fuente de la noticia: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/general/210853/jovenes-demandan-espacio-de-integracion-en-sica

Fuente de la imagen: http://www.radiolaprimerisima.com/files/noticia/foro.jpg

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Académica de EE.UU. Jill Biden visita instituto pedagógico cubano

America Central/Cuba/La Habana,(PL)
La profesora y académica estadounidense Jill Biden visitó hoy en esta capital el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, como parte de una delegación que viajó a Cuba para intercambiar sobre temas de educación, salud y cultura.

En la casa de altos estudios, Biden y el grupo que la acompaña fueron recibidos por la rectora Deisy Fraga, quien reconoció este tipo de encuentro como una iniciativa favorable para el desarrollo de la enseñanza en los dos países.

Jill, esposa del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, conversó con directores de departamentos, profesores y académicos destacados del Pedagógico Varona.

Las delegaciones coincidieron en la relevancia de los contactos entre ambas naciones y, en especial, en la utilidad del diálogo entre colegas del sector de la educación.

En tal sentido, Biden recordó que desde hace meses los gobiernos de los dos países trabajan para profundizar cada vez más el acercamiento mutuo.

Tras el debate con los profesores de la institución, la académica visitó una clase de Pedagogía General impartida a un grupo de segundo año de Educación Especial y Logopedia, de la Facultad de Educación Infantil.

Allí la estadounidense compartió sus impresiones sobre la importancia de ser maestro y se interesó por las motivaciones del grupo al escoger el magisterio.

‘Me siento en casa, porque también soy una profesora’, dijo Biden, quien contó a los estudiantes que justo ayer aplicó un examen a sus alumnos y los trajo consigo para calificarlos.

‘Nunca se deja de ser maestro’, coincidieron los participantes en el encuentro tras escuchar la anécdota.

Según el sitio web de la Casa Blanca, la estancia de Biden en Cuba se extenderá hasta el próximo domingo. La agenda de la visita incluye recorridos por sitios históricos y culturales de La Habana Vieja y la provincia de Camagüey (centro), así como reuniones con representantes del Gobierno de la isla.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=31968&SEO=academica-de-ee.uu.-jill-biden-visita-instituto-pedagogico-cubano

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Costa Rica: Docentes tendrán guía para educar a menores de 4 años

Centro América/Costa Rica/09 Octubre 2016/Fuente:nacion /Autor:Daniela Cerdas

La información que encuentra en Internet es la guía que utiliza la docente de Preescolar, Carolina Chaves, para atender a niños menores de cuatro años que forman parte de la Red de Cuido en un kínder ubicado en los Cuadros de Purral, en Goicoechea.

La información que encuentra en Internet es la guía que utiliza la docente de Preescolar, Carolina Chaves, para atender a niños menores de cuatro años que forman parte de la Red de Cuido en un kínder ubicado en los Cuadros de Purral, en Goicoechea.
A falta de un guía oficial para enseñar a esta población, Chaves también intenta adaptar el programa de Preescolar del MEP para ellos.

El problema es que este plan es para niños mayores de 4 años y 3 meses, entonces, son muy pocos los contenidos que pueden ajustarse a estos infantes, los cuales, mayoritariamente, están aprendiendo a hablar y caminar.

La información que encuentra en Internet es la guía que utiliza la docente de Preescolar, Carolina Chaves, para atender a niños menores de cuatro años que forman parte de la Red de Cuido en un kínder ubicado en los Cuadros de Purral, en Goicoechea.

A falta de un guía oficial para enseñar a esta población, Chaves también intenta adaptar el programa de Preescolar del MEP para ellos.

El problema es que este plan es para niños mayores de 4 años y 3 meses, entonces, son muy pocos los contenidos que pueden ajustarse a estos infantes, los cuales, mayoritariamente, están aprendiendo a hablar y caminar.

Precisamente, para llenar esos vacíos es el que el Ministerio de Educación Pública (MEP) trabaja en la construcción de una guía pedagógica, para la atención de los niños menores de cuatro años, quienes se encuentran en múltiples servicios de redes de cuido, como hogares del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Cen-Cinái, centros privados y organizaciones no gubernamentales.

Este manual, que desarrollan los departamentos de Educación Preescolar y Educación Especial del MEP, en un convenio con la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) de Chile, pretende favorecer en los niños el aprendizaje encausado en el conocimiento de sí mismo, la exploración de entornos en que se desenvuelven, la expresión y la comunicación.

“Esta guía nunca ha existido y era un vacío que el MEP tenía que llenar. Esos niños se están atendiendo con currículos de niños más grandes que se han adecuado a ellos. Por eso, la importancia de que exista ”, explicó Carolina López, asesora de Educación Preescolar del MEP.

La Red de Cuido cuenta con tres instituciones ejecutoras que son el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el PANI y los Cen-Cinái. Cada uno de ellos tiene su propio modelo pedagógico para atender a estos niños. Esas instituciones cuentan con 1.063 alternativas de cuido, que benefician a 44. 898 menores.

La idea de esta guía, que se comenzará a implementar en 2017, es que todas estas instituciones “hablen un solo idioma” en la educación de esta población, aunque, según el MEP, cada institución podrá decidir si la utiliza o no.

Necesidad. Para Chaves, un programa que provenga del MEP permitiría que se definan objetivos de qué quiere el Gobierno que esta población logre antes de ingresar a la educación formal. Además, permitiría evitar que estos niños sean atendidos con solo una labor de cuido.

“La red nos da una lista de actividades diarias, como la hora de descanso, la hora de merienda, entre otros, pero hay niños que pasan aquí desde las 7 a. m. hasta las 5: 30 p. m., hay que ponerlos a hacer actividades para estimularnos”, manifestó Chaves, quien labora en el Centro Educativo Infantil y Educación Integral, de la Fundación Piedad, ubicada en los Cuadros de Purral.

En ese centro, se atiende un promedio de 50 niños menores de cuatro años. Entre la administración y los docentes se definen las guías para atenderlos utilizando Internet, adecuando el método educativo Montessori, que busca desarrollar habilidades en los niños y adaptando el programa de Preescolar del MEP.

“Estos niños son de zonas urbano-marginales, cuyos padres no tienen la capacidad para estimularlos. Es urgente una guía, todos los docentes de este centro nos han hablado de la necesidad de un plan oficial para trabajar con una población tan pequeña”, explicó Lilliam Camacho, directora de este centro educativo.

El MEP informó de que capacitarán sobre esta guía a partir del próximo curso lectivo y, conforme se avance en el programa, así se implementará.

Fuente de la noticia: http://www.nacion.com/nacional/educacion/Docentes-guia-educar-menores-anos_0_1590040990.html

Fuente de la imagen:http://www.nacion.com/nacional/Fundacion-Piedad_LNCIMA20161007_0154_5.jpg

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El Salvador: Jóvenes excluidos de educación y trabajo

El Salvador / laprensagrafica.com / 8 de Octubre de 2016.

Según el estudio “Exclusión educativa y laboral de la población de 15 a 24 años en Centroamérica”, (ERCA-Estado de la Nación, con auspicio de OIT), en 2015, Centroamérica tenía 45.4 millones de habitantes de los cuales 9.1 millones, cifra equivalente a una quinta parte, eran jóvenes. El 59 % de ellos estaba fuera del sistema educativo y dos millones (22.8 %) estaban simultáneamente fuera del sistema educativo y del mercado laboral.

Este grupo es importante numéricamente y porque se espera desempeñen funciones sociales, económicas y políticas estratégicas para sus países, aunque muchos ya se han incorporado tempranamente al mundo del trabajo, generalmente en forma precaria y es obvio que se integran de varias y con frecuencia limitadas formas a la dinámica social. Empero, sin formación, o con una de baja calidad, no tendrán las condiciones para contribuir positivamente al proceso de desarrollo de los países y la falta de trabajo decente les impediría disponer de recursos mínimos para crear familias y ser parte de un proceso de crecimiento de ellos mismos y de cada nación. CEPAL ha planteado que “una persona en edad laboral debe contar al menos con 12 años de escolaridad formal para reducir su riesgo de ser pobre”.

En la Región, Honduras tiene el mayor porcentaje de jóvenes de su población (2015), con el 22 %, siguiéndole Nicaragua con el 21 %. Guatemala y El Salvador exhiben una tasa del 20 %, Costa Rica el 18 % y Panamá el 17 %.

La cobertura educativa en la Región se habría incrementado. En 2013 la educación primaria acogía entre el 80 % y 95 % de los niños y niñas en edad de acudir a la escuela, tasa que disminuye a menos de la mitad en preescolar y secundaria en la mayor parte de los países. Un fuerte desafío de la institucionalidad y los propios civiles es lograr una inclusión temprana de los estudiantes y retenerlos en el sistema para que continúen en la secundaria.

En cuanto a inversión pública en educación por persona, en 2013, Costa Rica casi sextuplicaba, por ejemplo, la de El Salvador y Honduras; decuplicaba la de Nicaragua, siendo casi el doble de la que se registró en Panamá.

También en 2013, la PEA de la Región fue de 20 millones de personas y la tasa de desempleo del 5.5 %. El problema mayor no es el desempleo sino la “precariedad de las condiciones de trabajo, y en ambas situaciones la población joven es la más afectada”. Los jóvenes tienen fuertes limitantes para incorporarse al mundo del trabajo y la tasa de desempleo en este grupo social duplica o triplica los promedios de cada país.

La clasificación elaborada en el estudio mencionado va desde la exclusión total que es la de aquellos jóvenes que no estudian ni trabajan (en este contexto se denominarán NENT, debido a las tergiversaciones del muy difundido vocablo “ninis”, grupo que en ocasiones se ha llegado a interpretar como una amenaza a la convivencia democrática, en tanto no creen en nada y se oponen a todo), hasta la inclusión en que se encontrarían los jóvenes que se dedican solamente a estudiar.

Combinaciones intermedias son “solo trabaja” y “estudia y trabaja”.

Suponiendo que los jóvenes que solo estudian (inclusión), asisten a un grado acorde a su edad y reciben una educación de buena calidad, tendrían mayores y mejores oportunidades de inserción en el mercado laboral.

En general los jóvenes trabajan en empleos peligrosos, mal remunerados y precarios.

Este panorama, complicado y difícil, impone tareas urgentes y prioritarias a los gobiernos, en particular a los tomadores de decisiones, gestores y gerentes públicos..

Fuente: http://www.laprensagrafica.com/2016/10/07/jovenes-excluidos-de-educacion-y-trabajo

Imagen: http://i45.tinypic.com/op5kq1.jpg

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