Panamá/16 junio 2016/ Autor: José Antonio Marina/Fuente: El Confidencial
Más de 100 organizaciones de la sociedad civil, expertos en educación y representantes políticos se reúnen para hablar de un necesario pacto educativo.
Hay dos informes de la Unesco que han ejercido una profunda influencia en el mundo educativo. ‘Aprender a ser: la educación del futuro’ (Informe Faure, 1972) y ‘La educación encierra un tesoro’ (Informe Delors, 1996).
Hace unos meses, apareció un tercero: ‘Rethinking Education: Towards a Global Common Good?’. Habla de los cambios que están sucediendo en la educación y advierte de que, ante las dificultades con que se enfrentan los sistemas educativos, debemos inventar marcos conceptuales más amplios y poderosos. Anima a considerar la educación como un “bien común”, algo cuyo acceso y calidad debe garantizar el Estado, pero cuya gestión y disfrute depende de toda la sociedad.
Necesitamos repensar la educación para poder resolver enfrentamientos crónicos. Algunos de los problemas que separan a las fuerzas políticas surgieron a finales del siglo XIX. Necesitamos librarnos de todo el escombro acumulado por 100 años de historia no muy feliz, y enfrentarnos a los conflictos con un único criterio: respetar cuidadosamente los derechos de todos. Creo que vamos por el buen camino.
Los seis obstáculos
El lunes 13 de este mes, más de 100 organizaciones de la sociedad civil, expertos en educación y algunos representantes políticos nos reunimos para hablar de unos papeles que no son los de Panamá, sino los ‘papeles para un pacto educativo’. Todos los participantes estuvieron de acuerdo en que necesitamos pactar, precisamente, sobre lo que no estamos de acuerdo. Carmen Pellicer enumeró seis de los obstáculos más difíciles de superar:
– La tensión entre la aspiración de la calidad y la garantía de la equidad.
– La necesaria valoración de la formación profesional de los docentes, del sistema de acceso y de la evaluación de su desempeño.
– La tensión entre una idea laica de la escuela y el estudio del hecho religioso en las aulas.
– La tensión entre una gestión social de la educación pública frente al control único y exclusivo del Estado.
– La tensión entre el respeto a la autonomía de los centros y el control de las administraciones sobre los procesos educativos.
– La tensión entre las líneas de un currículo común a todo el Estado y las concreciones de cada comunidad autónoma.
¿Seremos capaces de resolver estas tensiones? Espero que sí, y el civilizado debate de ayer demostró que es posible.
Y ahora, ¿qué?
A final de mes presentaremos los ‘papeles para un pacto’, recogiendo las aportaciones que nos han llegado. Pero nos parece tan importante aprovechar el tiempo que nos queda antes de las elecciones que vamos a enviar a los secretarios generales de los principales partidos una mínima propuesta: que se comprometan a pedir al próximo presidente de las Cortes que cree un equipo de gestión del pacto educativo. Un pequeño grupo de expertos eficaz, independiente, dotado de los medios necesarios para organizar el trabajo del pacto, reunir a los agentes sociales, fomentar el acuerdo, mediar cuando los debates se estanquen, y elevar los resultados a la Cámara para su discusión y aprobación en un plazo máximo de seis meses.
No se trata de una ‘comisión de estudio’ -porque la experiencia que tenemos es que, por muy valiosas que sean sus aportaciones, suelen quedarse olvidadas en un cajón- sino de un equipo para gestionar el pacto, dando por sentado que es necesario conseguirlo. Y también para hacerlo informando puntualmente a la opinión pública acerca de la postura de cada uno de los agentes.
Arraiján / 14 de junio de 2016 / Por: Eric Ariel Montenegro / Fuente: http://www.prensa.com/
Estudiantes de primaria y padres de familia cerraron por 30 minutos la vía frente a la escuela Estela Sierra, en Arraiján, reclamando al Ministerio de Salud (Minsa) un plan de vacunación para estudiantes.
Los acudientes indicaron además que no enviarán a sus hijos a clases durante esta semana.
El grupo alegó además que dentro del plantel es imposible mantener las normas de sanidad que aconseja el Minsa debido al mal estado de los sanitarios.
En tanto, la directora provincial del Ministerio de Educación, Elda de Badillo, indicó que en la mayoría de los centros se mantienen las clases, aunque con baja asistencia de estudiantes.
Por su parte, el director provincial del Minsa, Joaquín Chang, indicó que no es conveniente diluir los recursos en diferentes puntos, además de que no se cuenta con el suficiente personal de enfermería.
La cantidad de niñas y adolescentes en estado de gravidez, entre 10 y 19 años de edad, hasta abril pasado ascendía a 3 mil 904 niñas. En 2015, el Minsa registró un total de 10 mil 976 embarazos precoces.
Cada año en Panamá, más de 10 mil embarazos corresponden a niñas y adolescentes entre 10 y 19 años de edad, lo que equivale al 31% del total que se registra en el país, según los informes de 2014 y 2015 del Ministerio de Salud (Minsa) denominados Proporción de adolescentes embarazadas.
El número de embarazos precoces este año no parece que vaya a disminuir, ya que los reportes estadísticos indican que 3 mil 904 niñas y jóvenes se reportaron hasta abril pasado. En abril de 2015, la cifra ascendía a 3 mil 458, es decir, 446 casos menos.
El documento detalla que la provincia de Panamá lidera la tabla, con mil 536 casos; seguida por la comarca Ngäbe Buglé con 648 casos y Chiriquí con 548.
La cantidad total representa el 31.9% de las 12 mil 240 mujeres embarazadas que ingresaron al sistema de control de esa entidad.
En 2015, el Minsa registró un total de 10 mil 976 niñas y adolescentes de las edades mencionadas en estado de gravidez; 241 más que en 2014, cuando los números sumaron 10 mil 735 adolescentes gestantes.
Estas cifras no incluyen los reportes de la Caja de Seguro Social ni de las clínicas privadas.
Por otro lado, datos del Minsa precisan que el 56.5% de las 14 mil 631 personas infectadas con VIH en todo el país tiene entre 10 y 39 años de edad. Ante esta situación, expertos en el tema plantean que las estadísticas son un reflejo latente de la realidad a la que se enfrenta el país, en la que la educación sexual sigue como asignatura pendiente en el sistema educativo.
Edilma Berrío, analista del programa de Adolescencia, Juventud y Educación en Sexualidad del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés), expresó que los números muestran que los programas de las organizaciones de la sociedad civil sobre educación sexual no están funcionando, y las cifras lo reflejan.
Acotó que para que un país enfrente con éxito esta situación necesita contar con políticas públicas dirigidas a la prevención de estos embarazos y a las infecciones de transmisión sexual.
Sin embargo, Panamá no cuenta con las herramientas, porque desde las escuelas no se da de manera articulada y sostenida educación integral en sexualidad. Por ello, la necesidad de contar con un marco legal sobre el tema, explicó.
Para Berrío, los embarazos en adolescentes perpetúan el círculo de pobreza, porque al abandonar la escuela son pocas las posibilidades de seguir adelante y tendrán hijos viviendo en pobreza.
La socióloga y miembro de la Coalición Panameña por la Educación Integral en Sexualidad Rubiela Sánchez manifestó que es lamentable que, a pesar de las evidencias científicas sobre la necesidad de implementar una educación que comprenda la formación veraz y científica sobre salud sexual y reproductiva, aún en el país no se logre legislar sobre el problema.
De hecho, Sánchez mencionó que por años la discusión del problema ha estado en el tapete, pero que no hay avances.
“Es de urgencia notoria que se retomen las discusiones sobre las adolescentes embarazadas tan pronto se inicien las sesiones legislativas”, sostuvo.
HISTORIA DE PROYECTOS
Desde 2008, la educación sexual es objeto de una intensa polémica, tras la presentación en la Asamblea Nacional de un proyecto de ley con el que el Ejecutivo busca adoptar políticas públicas inherentes a la materia.
La primera iniciativa fue presentada por la entonces ministra de Salud, Rosario Turner. Se trata del proyecto de ley 442 sobre los derechos sexuales y reproductivos, que fue suspendido supuestamente por “no tener el consenso necesario”.
Tres años después, en 2011, la diputada del partido Cambio Democrático Marylín Vallarino llevó el proyecto 305 que pretendía garantizar educación y salud a las estudiantes embarazadas, además de ofrecer educación sexual en los centros educativos. No obstante, corrió con la misma suerte.
Nuevamente la discusión se reanudó en la Asamblea Nacional, en agosto de 2014, cuando el diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Crispiano Adamespresentó el proyecto de ley 61, con la finalidad de establecer las bases normativas para la protección y atención sexual y salud reproductiva, pero recibió el rechazo de la sociedad civil.
El debate de las adolescentes embarazadas se retomó, luego de que la comisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia de la Asamblea Nacional presentara, el pasado 14 de abril, la iniciativa legislativa 330 que busca modificar y adicionar artículos a la Ley 29 de junio de 2002 que garantiza la salud y educación de la adolescente embarazada.
TEMA DE AGENDA
La presidenta de la comisión, Marylín Vallarino, señaló que el pleno legislativo mantiene en su agenda para el próximo período debatir sobre las menores en estado de gravidez.
Recordó que a las normas de embarazos en adolescentes se le realizaron cambios, con miras a darle efectividad a estas legislaciones que se han convertido en letras muertas.
El diputado y jefe de la bancada del partido Panameñista, Luis Eduardo Quirós, indicó que el tema de educación sexual no ha sido abordado por parte de la bancada, pero es consciente de que hay diferentes posiciones.
Quirós recalcó que es una propuesta legislativa que debe ser tratada con responsabilidad.
En tanto, Dana Castañeda, jefa de la bancada de Cambio Democrático, informó que las propuestas legislativas serán discutidas por la bancada en los próximos días para adoptar una posición al respecto, pues el aumento de las cifras de niñas y jóvenes embarazadas es alarmante.
Por su parte, el jefe de la bancada del PRD, Ausencio Palacio, indicó que el tema ha sido analizado por la bancada, ya que una de las propuestas que hay en la Asamblea fue presentada por uno de sus miembros.
GUÍAS DE SEXUALIDAD
Hasta el momento, el único paso dado sobre educación sexual integral, aparte de las iniciativas legislativas presentadas a la Asamblea, es la que lleva adelante el Ministerio de Educación (Meduca) en conjunto con el Unfpa desde julio de 2015, y son las guías sobre educación sexual integral con la finalidad de incluirlas en el currículo educativo.
Se trata de cinco manuales (para los niveles de primaria, premedia y media, adolescentes embarazadas y padres de familia), que permitan capacitar y dar las herramientas al personal técnico de los gabinetes psicopedagógicos, maestros y profesores para que estos transmitan el conocimiento a la población estudiantil, a través de materias transversales como ciencias naturales y religión.
Representantes del Meduca y el Unfpa aseguran que esos manuales no llegarán a las manos de los estudiantes, ya que son destinados para personal educativo. Además, que todo su contenido está basado en valores, habilidades para la vida y derechos humanos.
Las primeras guías serán revisadas hoy, y mañana martes, por expertos de la Universidad de Panamá, organizaciones gubernamentales y miembros de la sociedad civil, informó mediante una nota el viceministro de Educación, Carlos Staff.
En ese sentido, Juan Francisco de la Guardia, presidente de la Alianza Panameña por la Vida y Familia, indicó que solo fueron invitados a participar dos de las muchas organizaciones que pertenecen a la alianza.
De la Guardia añadió que desconocen el contenido de las guías, porque no han sido publicadas.
El Unfpa, que tiene presencia en 150 naciones, ya ha contribuido en varios países para abordar el tema. El costo de las guías, que se elaboran, es de 60 mil dólares.
El Primer Coloquio Internacional de Educación de Jóvenes y Adultos tendrá lugar del 11 al 13 de julio próximos en el Palacio de Convenciones. Comenzarán los cursos de idioma de verano que ofrece el Ministerio de Educación.
Políticas educativas inclusivas, enseñanza en el ámbito laboral, utilización de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, diseño curricular, aprendizaje e impacto social en procesos de alfabetización, formación y superación de docentes, figuran entre las temáticas del I Coloquio Internacional de Educación de Jóvenes y Adultos, a celebrarse del 11 al 13 de julio próximos en el Palacio de Convenciones de La Habana.
El evento se erigirá como escenario para la concertación de experiencias teórico-metodológicas y prácticas sistematizadas por docentes, investigadores y directivos, y contará — según informó en conferencia de prensa este viernes el doctor José del Real Hernández, jefe del Departamento de Alfabetización de Educación de Jóvenes y Adultos del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC)— con la asistencia de alrededor de 150 delegados cubanos y extranjeros, estos últimos de países como El Salvador, Brasil, Honduras, Ecuador, México, Panamá y Canadá, entre otros.
Seguir avanzando en la construcción de una pedagogía dirigida a estos sectores de la población constituye uno de los propósitos del cónclave enunciados por Hernández, quien además puntualizó que, en el caso de Cuba, coadyuvará al proceso de perfeccionamiento de la enseñanza.
Conferencias, sesiones de debate, mesas redondas y paneles, así como el desarrollo de cursos previos conforman el programa científico del Coloquio convocado por el Ministerio de Educación (Mined) y el IPLAC, y cuyos auspiciadores son la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe, de la Unesco; el Iberoamericano para la Alfabetización, y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, entre otros.
A propósito de la actualización sobre la Educación de Jóvenes y Adultos, la doctora Maura Tomasén León, directora nacional de esta enseñanza en el Mined, informó la posibilidad de matricular en todas las Facultades Obrero Campesinas (FOC), desde el 22 de agosto, a los cursos de preparación para los exámenes de ingreso a los estudios superiores—alternativa con la que hasta hoy se han beneficiado más de 27 000 personas— en las dos formas de organización (cursos de 28 y de 56 semanas). Añadió, además, que pueden vincularse los jóvenes de la Orden 18.
Como parte de las alternativas que brinda el Mined, las personas mayores de 17 años que desean acreditar los niveles de sexto y noveno grado, pueden presentarse en los meses de junio y diciembre a exámenes de suficiencia, así como a las pruebas de clasificación u obtención de título en las escuelas de idiomas en junio y enero, subrayó.
Por otro lado, ponderó el proyecto comunitario para el aprendizaje de lenguas extranjeras de niños, adolescentes y jóvenes, iniciado en el curso 2014-2015 en las escuelas de idiomas y FOC, el cual se desarrolla con éxito en 168 municipios y en estos momentos se encuentra en proceso de evaluación de impacto. Los estudiantes y la familia reconocen la satisfacción con este tipo de cursos y por ello es una prioridad fortalecerlos en el próximo periodo lectivo, sostuvo.
En la antesala de la etapa vacacional, Tomasén León explicó que abrirán los cursos de verano en las escuelas de idiomas del país, las cuales diseñarán los programas de estudio de acuerdo con las necesidades de los interesados y los grupos de edades de quienes participan.
Unos 350 expertos locales e internacionales, que incluyen representantes de organizaciones multilaterales, funcionarios gubernamentales, parlamentarios, líderes educativos, académicos y científicos, de cerca de 20 países, han confirmado su participación en el XVII Encuentro Internacional Virtual Educa.
El evento, que se celebrará del 20 al 24 de junio en el Centro de Convenciones, en Miramar, busca proyectar a Puerto Rico como centro de intercambio en temas de educación, tecnología, innovación y competitividad.
“Puerto Rico tendrá una gran oportunidad de generar diálogos y discusiones con líderes educativos y expertos internacionales sobre los retos que la globalización y las nuevas tecnologías plantean para los sistemas educativos del mundo”, destacó el secretario de Educación, Rafael Román Meléndez.
Añadió que “de igual forma, este encuentro servirá para presentar las alternativas o soluciones que los gobiernos utilizan para superar los desafíos en el ámbito educativo, tecnológico y de innovación”.
Se espera alrededor de siete mil participantes diarios en el XVII Encuentro Internacional.
El gobernador Alejandro García Padilla destacó que el encuentro “busca crear mayor conciencia de la enorme importancia que en este siglo tiene la tecnología como instrumento para la educación y la innovación”.
Román Meléndez informó que entre los representantes de organismos internacionales que sesionaran en el encuentro destacan los embajadores Néstor Méndez y Neil Parsan, secretario general adjunto y secretario ejecutivo para el Desarrollo Integral de la Organización de Estados Americanos (OEA), respectivamente.
Además de Emiliana Vegas, directora de Educación del Banco Internacional de Desarrollo (BID), Alfredo Jiménez, coordinador técnico del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Paulo Speller, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), entre otros.
Entre los funcionarios se encuentran la vicepresidenta de Perú, Marisol Espinoza; el director ejecutivo de Enlaces, del Ministerio de Educación de Chile, Marcelo Vera; el director de la Oficina Innovación Educativa del Ministerio de Educación Nacional de Colombia, Carlos Lugo; la gerente de operaciones del Plan Ceibal de Uruguay, Fiorella Haim, así como representantes de los ministerios de Educación de México y Panamá.
El sector gubernamental local, por su parte, estará representado por Román Meléndez; el presidente de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones, Javier Rúa Jovet; el presidente de la Universidad de Puerto Rico, Uroyoán Walker Ramos; David Báez Dávila, director ejecutivo interino del Consejo de Educación.
También los alcaldes de Coamo, Guayama y San Sebastián, Juan Carlos García Padilla, Eduardo E. Cintrón y Javier Jiménez Pérez, respectivamente.
También han confirmado su participación en el evento representantes de importantes universidades, académicos y científicos de Ecuador, Perú, Argentina, Cuba, Chile, Colombia, España, México, Uruguay, Canadá, República Dominicana, Brasil, Portugal, Estados Unidos y Puerto Rico.
Para mayor información sobre el XVII Encuentro, puede acceder a la página web http://www.virtualeduca.org/encuentros/puertorico
Ante una posible disminución del presupuesto para los proyectos de investigación y desarrollo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, el gremio científico teme no contar en 2017 con los fondos necesarios para continuar sus iniciativas, lo que podría conllevar que investigadores locales busquen otras oportunidades en el extranjero.
Mientras que Panamá está a dos semanas de que se inaugure su Canal ampliado —una obra de envergadura tecnológica cuyo costo ha requerido una inversión de 5 mil 250 millones de dólares—, la comunidad científica local se enfrenta al hecho de una posible disminución de su presupuesto para los proyectos de Investigación y Desarrollo (I+D).
Para el 2017, la Dirección de Presupuesto de la Nación del Ministerio de Economía y Finanzas recomendó mediante una nota dirigida a Jorge Motta, secretario de la Secretaría Nacional Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) un presupuesto de 33 millones 391 mil 598 dólares mientras que en 2013 fue de 44 millones 627 mil 775 dólares. La inversión en esta materia ha mermado desde 2014 hasta la fecha. De acuerdo al Banco Mundial, un promedio de 0.20% del producto interno bruto (PIB) ha invertido Panamá cada año en iniciativas vinculadas con I+D entre 2005 y 2012, uno de los montos más bajos registrados en América si se toma en cuenta que Costa Rica apuesta 0.48% de PIB, mientras que Estados Unidos invierte 2.79%.
La ciencia es una herramienta fundamental tanto en el desarrollo del individuo como en las sociedades modernas, explica Motta. Por ello, considera que el hecho de contar con un bajo presupuesto para los menesteres de ciencia, tecnología e innovación es un detonante que podría motivar a los científicos panameños —muchos de los cuales han sido beneficiados con becas de la Senacyt para especializarse en carreras vinculadas con la ciencia en el extranjero— a buscar oportunidades de trabajo en otros países.En este sentido, la fuga de cerebros sería un retroceso en lo poco que se ha hecho en estos últimos años para el avance de la ciencia, plantea Mahabir Gupta, secretario de la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia. “Necesitamos darles facilidades [a los científicos locales] para que puedan trabajar en el país. Países que no han cuidado este aspecto han perdido talento y valores difíciles de formar y mantener, y como resultado una disminución de la competitividad”, argumenta.Bajo las condiciones actuales, el país no puede pensar en convertirse en un hub de ciencias, recalca Gupta. Y añade: “Es ambicioso plantearse a Panamá como un ‘ hub de ciencia’.
Los países más desarrollados dedican entre 2% y 3.5% de su PIB para investigación, desarrollo e innovación, mientras que Panamá dedica bastante menos del 0.2%. Se calcula que los países deben invertir alrededor del 1% de su PIB para poder estimular al sector productivo a invertir significativamente en la búsqueda y el uso de nuevo conocimiento, para que innove y para que sea competitivo”.
Cuando innovar cuesta
La economía de un país no es autosostenible si no tiene la capacidad de desarrollar o conocer sobre las tecnologías que necesita para mejorar día a día en todos sus sectores, ya sea educación, salud, agricultura, vivienda, industria, etc.
De ahí el valor de la apuesta por la ciencia, plantea Mahabir Gupta, secretario de la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (Apanac).Está probado que la ciencia y la tecnología son esenciales en los procesos de desarrollo científico y tecnológico de los países. “Sin ellos, es impensable la inserción de nuestro país en las dinámicas globales de desarrollo. La producción de bienes de muy alta tecnología, el desarrollo de nuevos conocimientos y con ellos la generación de información, son los insumos más importantes de la economía de primer mundo”.De acuerdo con Gupta, es importante buscar soluciones a problemas sociales y económicos, pero también “tenemos que invertir en ciencia, ya que esto nos generará nuevos conocimientos, los cuales continuamente harán que la tecnología siga avanzando para poder contribuir al desarrollo tecnológico en nuestro país”.
En palabras del también científico y director Centro de Investigaciones Farmacognósticas de la Flora Panameña de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Panamá, si no se invierte lo necesario en ciencia, se continuará siendo un país dependiente. “Panamá seguirá adquiriendo y dependiendo de expertos internacionales y productos y servicios extranjeros para resolver nuestros problemas”, afirma.Por ello, la Apanac ha planteado que se lleve la inversión nacional en ciencia, desarrollo e innovación de la actual 0.2% a 0.6% del producto interno bruto, que se priorice la ciencia y la tecnología como tema de Estado, y que se fortalezca el recurso humano en ciencia y tecnología, entre otras metas.
Apoyo a científicos
Pese a que Panamá registra un bajo índice de científicos —0.14 por mil habitantes— y que aún no se cuenta con una masa crítica de investigadores, tanto los científicos nóveles como los experimentados con los que cuenta el país “se esfuerzan por realizar investigaciones de nivel en Panamá, logrando en muchos casos visibilidad y reconocimiento internacional y nacional”, recalca.
Estos investigadores se destacan muy especialmente en los campos de biotecnología, neurociencia, enfermedades tropicales y aprovechamiento de biodiversidad. La fructificación de las líneas de investigación de los científicos, que se traduce en artículos publicados en revistas internacionales, requiere de un seguimiento y mantenimiento continuo para lo cual es necesaria una inversión, explica Omar López, secretario técnico del Sistema Nacional de Investigación (SNI).
En este sentido, el SNI, como una herramienta que fomenta la divulgación científica en el país, que también requiere apoyo económico.El SNI, al ser un sistema de excelencia científico-académica, le exige a sus miembros mantener una alta productividad científica, la cual es medida por publicaciones en revistas científicas de impacto internacional. “Este simple hecho hace que la investigación realizada en Panamá sea parte del rejuego de ideas y acervo mundial de conocimiento científico, lo cual ayuda a nuestra visibilidad y competitividad como país”, plantea López.
El grueso de dicha inversión viene de los fondos concursales que provee la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) a través de sus convocatorias en Investigación y Desarrollo (I+D) y de fondos internacionales.“Si embargo, ante la disminución del presupuesto para inversión en I+D, nuestros investigadores se verán ‘asfixiados’ científicamente y no podrán darle el mejor seguimiento y culminación a sus proyectos y líneas de investigación. Si no es posible mantener tu equipo de investigación, ¿cómo vas a poder producir ciencia de alto nivel? De igual manera, para poder optar por fondos internacionales es necesario que los investigadores mantengan un buen nivel de excelencia, medido de igual manera por publicaciones, y otros parámetros, pero, ¿cómo los investigadores van a lograr ciencia de buen nivel si no tienen los insumos necesarios para realizar la labor?
Esto trae como resultado una merma en la calidad de la ciencia que se produce”, reflexiona López, quien es investigador asociado al Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología y al Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.En los últimos dos años, científicos miembros del SNI han producido entre 60 y 70 artículos publicados por año.
Frutos de la ciencia
Uno de los principales aportes de la investigación científica es el inmediato fortalecimiento de las capacidades técnicas y científicas del país, considera López.
Esto, a su juicio, permite ampliar el frente de acción a la identificación de necesidades de investigación para la solución de los problemas.
“Los problemas que aquejan el país, dícese seguridad alimentaria, seguridad hídrica, enfermedades emergentes e infecciosas, sostenibilidad, biodiversidad, por mencionar algunos, requieren de acercamientos multidisciplinarios. Entonces, a medida que se amplía la base científica del país, mejora nuestra capacidad para poder atacar dichos problemas con soluciones integrales”.
Así mismo, Gupta reflexiona que la ciencia, la tecnología y la innovación son “indispensables para continuar desarrollando la economía de nuestro país a un nivel similar al desarrollo de los países líderes del mundo, crear empresas que compitan a nivel mundial, enfrentar situaciones críticas e imprevistas de salud y ser más innovadores en los sectores social, salud, educativo y económico”.
Unos 20 millones de jóvenes en América Latina de entre 15 y 24 años ni estudia ni trabaja (ninis) y esta situación les convierte en presa fácil del narcotráfico y el crimen organizado, dijo a Efe Rafael de Hoyos, uno de los coautores de un estudio sobre esta realidad en la región.
«Son presa más fácil de los que están en el sistema educativo o tienen un trabajo estable, los ‘ninis’ son más vulnerables, sobretodo, en contextos de incremento de la violencia y la criminalidad», señaló Hoyos.
Rafael Hoyos es uno de los coautores del estudio «NiNis en América Latina: 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades», auspiciado por el Banco Mundial (BM), presentado en enero en Washington y en la capital dominicana.
No obstante, aclaró que la situación depende del contexto político y económico de los países donde crecen éstos jóvenes.
Puso como ejemplo Chile, donde a pesar de la realidad social de los llamados ‘ninis’, en es nación «no hay un problema de crimen organizado lo suficientemente grande que demande la prestación de servicios de estos jóvenes» como si ocurre en otras naciones de América Latina.
De acuerdo con el informe que se presenta en Santo Domingo, la mayoría de los «ninis», como se denomina a este grupo, se encuentra en Brasil, Colombia y México y una amplia mayoría, más del 70 %, vive en ciudades y tiene un bajo nivel educativo.
Entre 1992 y 2013, la proporción de «ninis» descendió solo marginalmente, pero su número absoluto se incrementó en unos 4 millones, en gran medida impulsado por el aumento entre los jóvenes varones.
En este periodo, el porcentaje regional ha pasado de representar el 23.4 % al 19.3 %, mientras que el número total creció de 16.4 millones a los 20.8 millones actuales.
Un aumento del 1 % en el número de «ninis» supondrá un descenso en los ingresos del 7 % en los siguientes 20 años, según los cálculos del BM.
Hoyos dijo que las autoridades educativas tienen una gran responsabilidad para tratar de disminuir las desigualdades de origen de este segmento poblacional a partir de una educación de calidad, que se debe focalizar hacia los niños de hogares más pobres.
Pero también la responsabilidad recae, observó, en las autoridades laborales que, según planteó, deben poner en marcha programas de capacitación para aquellos jóvenes que ya están fuera del sistema educativo y que no tienen las habilidades para insertarse en el mercado laboral.
A la vez, argumentó que también el joven debe tomar las oportunidades que le ofrece el sistema educativo y el mercado laboral y en las medidas de sus posibilidades plantearse metas de largo plazo y ser consistente.
«Aún en los países donde hay las tasas de ‘ninis’ más elevadas de la región, aún en esos casos, hay jóvenes que a pesar de que provienen de hogares marginados pueden sobresalir», aseguró.
Hoyos propuso una estrategia integral «que aborde la situación desde sus orígenes y que le provea a los jóvenes las habilidades cognitivas y socioemocionales de las cuales carecen y que son el determinante principal tras su condición de ‘ninis'».
«Lo que debemos hacer es abordar el problema de origen con políticas de primera infancia bien focalizadas a los hogares más vulnerables, más pobres, para que los jóvenes tengan igualdad de oportunidades sin importar en qué lugar nacieron», observó.
Por último, apostó por un sistema de educación «que no se exacerbe sino que sea un motor de oportunidades» para los jóvenes.
«Para ello tenemos que proveer igualdad a la educación, no de acceso como lo hemos hecho hasta hoy en América Latina, sino a la calidad de la educación».
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