Repensar la educación. Unos ‘papeles’ aún más importantes que los de Panamá

Panamá/16 junio 2016/ Autor: José Antonio Marina/Fuente: El Confidencial

Más de 100 organizaciones de la sociedad civil, expertos en educación y representantes políticos se reúnen para hablar de un necesario pacto educativo.

Hay dos informes de la Unesco que han ejercido una profunda influencia en el mundo educativo. ‘Aprender a ser: la educación del futuro’ (Informe Faure, 1972) y ‘La educación encierra un tesoro’ (Informe Delors, 1996).

Hace unos meses, apareció un tercero: ‘Rethinking Education: Towards a Global Common Good?’. Habla de los cambios que están sucediendo en la educación y advierte de que, ante las dificultades con que se enfrentan los sistemas educativos, debemos inventar marcos conceptuales más amplios y poderosos. Anima a considerar la educación como un “bien común”, algo cuyo acceso y calidad debe garantizar el Estado, pero cuya gestión y disfrute depende de toda la sociedad.

Necesitamos repensar la educación para poder resolver enfrentamientos crónicos. Algunos de los problemas que separan a las fuerzas políticas surgieron a finales del siglo XIX. Necesitamos librarnos de todo el escombro acumulado por 100 años de historia no muy feliz, y enfrentarnos a los conflictos con un único criterio: respetar cuidadosamente los derechos de todos. Creo que vamos por el buen camino.

Los seis obstáculos

El lunes 13 de este mes, más de 100 organizaciones de la sociedad civil, expertos en educación y algunos representantes políticos nos reunimos para hablar de unos papeles que no son los de Panamá, sino los ‘papeles para un pacto educativo’. Todos los participantes estuvieron de acuerdo en que necesitamos pactar, precisamente, sobre lo que no estamos de acuerdo. Carmen Pellicer enumeró seis de los obstáculos más difíciles de superar:

– La tensión entre la aspiración de la calidad y la garantía de la equidad.

– La necesaria valoración de la formación profesional de los docentes, del sistema de acceso y de la evaluación de su desempeño.

– La tensión entre una idea laica de la escuela y el estudio del hecho religioso en las aulas.

– La tensión entre una gestión social de la educación pública frente al control único y exclusivo del Estado.

– La tensión entre el respeto a la autonomía de los centros y el control de las administraciones sobre los procesos educativos.

– La tensión entre las líneas de un currículo común a todo el Estado y las concreciones de cada comunidad autónoma.

Reunión sobre educación del lunes 13 de junio.
Reunión sobre educación del lunes 13 de junio.

¿Seremos capaces de resolver estas tensiones? Espero que sí, y el civilizado debate de ayer demostró que es posible.

Y ahora, ¿qué?

A final de mes presentaremos los ‘papeles para un pacto’, recogiendo las aportaciones que nos han llegado. Pero nos parece tan importante aprovechar el tiempo que nos queda antes de las elecciones que vamos a enviar a los secretarios generales de los principales partidos una mínima propuesta: que se comprometan a pedir al próximo presidente de las Cortes que cree un equipo de gestión del pacto educativo. Un pequeño grupo de expertos eficaz, independiente, dotado de los medios necesarios para organizar el trabajo del pacto, reunir a los agentes sociales, fomentar el acuerdo, mediar cuando los debates se estanquen, y elevar los resultados a la Cámara para su discusión y aprobación en un plazo máximo de seis meses.

No se trata de una ‘comisión de estudio’ -porque la experiencia que tenemos es que, por muy valiosas que sean sus aportaciones, suelen quedarse olvidadas en un cajón- sino de un equipo para gestionar el pacto, dando por sentado que es necesario conseguirlo. Y también para hacerlo informando puntualmente a la opinión pública acerca de la postura de cada uno de los agentes.

Fuente:

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2016-06-14/jose-antonio-marina-repensar-educacion-pacto-educativo_1216598/

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