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El esfuerzo por el lenguaje es una exigencia ineludible

Adela Cortina

Cortina, Premio Nacional de Ensayo en 2014 y primera mujer que ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, ha pronunciado la lección inaugural del XII Seminario Internacional del Lengua y Periodismo, organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y la Fundación del Español Urgente (promovida por la Agencia EFE y BBVA).

Ha citado «el derecho de cada persona a comprender aquello que le afecta para poder asumir su respuesta de forma autónoma» y «el derecho a que su respuesta sea tenida realmente en serio por personas, con nombres y apellidos, que se hacen responsables de ello».

Cortina ha afirmado que recurrir a «un lenguaje claro, llano y bien cuidado» es una cortesía y un deber indeclinable de los gobiernos, las administraciones públicas, los poderes del Estado, como el legislativo y el judicial; los profesionales, los medios de comunicación, las empresas y las entidades financieras.

«Es, sencillamente, una exigencia de justicia, porque resulta imprescindible para que los afectados en cada campo puedan ejercer su autonomía, que supone comprensión y posibilidad de participación activa», ha explicado.

La exigencia de claridad, ha añadido, es un derecho de los afectados en aquellos ámbitos en los que las decisiones tienen consecuencias relevantes para sus vidas y en los que los hablantes o escribientes han contraído una especial obligación con ellos.

Ha asegurado que la comunicación clara genera un vínculo de confianza entre los distintos poderes del Estado y los ciudadanos; y ha abogado por «redactar los textos situándose en el lugar de los destinatarios, pensando en sus necesidades, intereses y perfiles»; y por «verificar si los mensajes son comprensibles recurriendo a mecanismos de participación».

Respecto a los gobiernos y las administraciones públicas, ha dicho que suelen utilizar en sus documentos «una jerga de rufianes», con «un lenguaje abstruso y unilateral», aunque “tal vez lo hagan sin intención».

A ello ha sumado «el lenguaje judicial, hermético, duro y casi ofensivo, que ignora, de hecho, la presunción de inocencia»; la reclamación de claridad en el lenguaje sanitario y textos comprensibles en el mundo empresarial y financiero.

«La claridad es derecho de los afectados y obligación de los poderosos, pero también la veracidad es derecho de los primeros y obligación de los segundos», según Cortina.

Ha apostillado que se necesita la claridad, «más todavía en nuestras sociedades democráticas y a la altura del tercer milenio», pero «para alcanzar la plenitud de la vida son indispensables también la veracidad, la verdad y la justicia».

Ha defendido que en el siglo XXI, en sociedades democráticas y pluralistas, «no es de recibo» recurrir a jergas excluyentes y predicar a la vez el discurso de la inclusión.

Y sobre todo en ámbitos tan necesitados de lenguaje inteligible y llano como son los de la administración pública, el mundo legislativo, la educación, las entidades financieras, la sanidad, las empresas, las redes y los medios de comunicación.

«Es el entendimiento mutuo entre los sujetos del habla el que debe dirigir la vida pública y también el quehacer científico, técnico y profesional», según Cortina.

Lenguaje claro: de la cortesía del filósofo al derecho de los ciudadanos
Texto íntegro de la conferencia inaugural del XII Seminario Internacional de Lengua y Periodismo.

1. El lenguaje nos constituye. Somos un diálogo
Traspasar los umbrales de este Real Monasterio es pisar tierra sagrada para quien, como es mi caso, aprendió a saber sobre sí misma y sobre su entorno en español. Compartir el recinto de San Millán de Yuso, aunque sea por unas horas, con las Glosas Emilianenses, en las que cristalizaron por escrito los esbozos de la lengua que hoy hablan como primera al menos 470 millones de personas y 80 más como segunda, no puede sino despertar un sentimiento de respeto. Y más todavía participando en un seminario que trata de reflexionar sobre aquello que nos constituye como seres humanos: sobre el lenguaje. Que no es un simple instrumento para la comunicación, sino el humus indeclinable en el que vivimos, nos movemos y somos.
Ciertamente, el ser humano es un animal social, y no sólo gregario, precisamente porque está dotado de ese lógos, que es razón o palabra. Con él puede deliberar sobre lo justo y lo injusto, sobre lo conveniente y lo dañino. Y en esto –como decía Aristóteles- consiste la casa, el oikós, es decir, la vida de la familia y la amistad, el origen de la economía y la crematística. Pero también en esto consiste la pólis, la comunidad política, que congrega distintas familias y diversas etnias, y se distingue de unas y otras porque tiende por naturaleza al bien común, y debería, por lo tanto, esforzarse por alcanzarlo.
También el Lógos es la clave desde el origen según el Evangelio de San Juan. En el principio era el Verbo, todo se hizo por él y nada de cuanto existe se hizo sin él. Y desde el lógos –con minúscula ahora- interpretamos el mundo, social y natural, en conjunción con los demás seres humanos. No desde un agregado de individuos aislados entre sí, inexistentes en la nuda realidad, no desde una suma de subjetividades, sino desde el vínculo de la intersubjetividad que nos constituye. Porque la razón humana no es monológica, sino dialógica; incluso los monólogos que vamos rumiando en solitario son diálogos internalizados. El príncipe Hamlet dialoga consigo mismo en uno de los más célebres monólogos de la literatura universal, y consigo misma se debate Carmen a lo largo de esas cinco horas en las que parece hablar con Mario, como cuenta el deslumbrante relato de Miguel Delibes. Sabemos de nosotros mismos preguntándonos y respondiéndonos, y sin duda hablando con otros. «Somos –como bien decía Hölderlin- un diálogo».
¿Cómo no será esencial para nuestra vida que el lenguaje sea claro si es el vehículo privilegiado del diálogo y la comunicación?
2. El Sexto Ciclo de Kondratiev
Sin embargo, al hilo del tiempo hemos ido transitando de la ciudadanía que delibera en la pólis, a la que se articula en democracias representativas en los Estados nacionales, y, por último, a esa conversación global, en la que resulta imposible poner vallas al campo de los interlocutores actuales y virtuales. Al menos desde los años setenta del siglo pasado se viene bautizando a ese mundo de redes como Sociedad de la Información, como Era del Acceso y también como Sociedad del Conocimiento. ¿Son adecuados estos rótulos? Recordar la propuesta de Nikolai Kondratiev puede ser una ayuda para responder a la pregunta.
Según Kondratiev, desde la Revolución Industrial el desarrollo económico adopta la forma de grandes ciclos de cambio tecnológico, que son los motores del progreso, pero también son la causa de las crisis cuando se agota la dinámica del crecimiento de un ciclo sin que haya tomado impulso el siguiente. El quinto ciclo empezaría en los años setenta del siglo XX y vendría alimentado por la tecnología de la información y las comunicaciones, que hizo posible la revolución digital. La era de las TIC habría dado lugar a una nueva Economía del Conocimiento, en la que ingentes cantidades de datos pueden almacenarse, procesarse y transmitirse a escala mundial en provecho de prácticamente cualquier sector de la economía (educación, salud, finanzas, entretenimiento, producción, logística, agricultura y muchos más). Se habría abierto paso, pues, a una Sociedad del Conocimiento.
Sin embargo, y aunque esto sea verdad, información no significa inmediatamente conocimiento, ni el acceso y la conexión suponen sin más comunicación, menos aún diálogo. La información se sustancia en hechos y en sucesos, que requieren interpretación, y no deja de ser un instrumento. Información es poder y es mercancía. Los big data, los macrodatos sirven para predecir estadísticamente actitudes de los consumidores, preferencias turísticas, catástrofes naturales. Pero el sentido, por decirlo con Ortega y Gasset, es la materia inteligible del mundo humano, y no lo presta la acumulación de datos, no lo da la cantidad de informaciones. En las cosas humanas la clave es siempre la causa formal y la casusa final, la forma en que los sujetos elaboran la información y el fin al que la destinan. Forma dat esse rei, la forma da el ser a la cosa. Es la interpretación y valoración de los datos para generar conocimiento aprovechable con un fin el que los hace relevantes para el quehacer humano. Interpretación, comunicación y meta son esenciales para componer conocimiento.
Y bien podría ocurrir, como sugieren autores como Jeffrey Sachs, que estemos transitando del quinto al sexto ciclo de cambio tecnológico. El sexto sería un ciclo de tecnologías sostenibles, que incluyeran formas de producir y movilizar energía, de transportar mercancías y personas, así como de aliviar las enormes presiones y destrucciones impuestas por el hombre a los ecosistemas de la Tierra. Poner en marcha el ciclo de las tecnologías sostenibles sería una de las claves para lograr lo que se ha dado en llamar desarrollo sostenible.
Éste sería el núcleo de esos Objetivos del Desarrollo Sostenible que propusieron las Naciones Unidas en 2015 en una agenda que marca como plazo para alcanzar las metas el año 2030. Y es bien interesante que los líderes mundiales en su propuesta aclaren que «Los objetivos del desarrollo sostenible deben estar orientados a la acción, ser concisos y fáciles de comunicar». Como también conviene recordar que, según la UNESCO, la Sociedad del Conocimiento debe apuntar a lograr transformaciones sociales, no sólo a propiciar información. El fin del conocimiento aprovechable a comienzos del Tercer Milenio consistirá en descubrir necesidades sociales y en encontrar soluciones para satisfacerlas. Podemos decir entonces que el conocimiento valioso será social o no será.
Pero elaborar la información de modo que se convierta en conocimiento, proponerse los Objetivos del Desarrollo Sostenible y tratar de alcanzarlos supone llevar a cabo una tarea de comunicación en el nivel global que no sólo haga accesibles los contenidos, sino comprensibles por todos aquellos a quienes afectan, que en ocasiones son todos los seres humanos. Si el esfuerzo por el lenguaje claro ha sido una necesidad permanente, porque es el modo de entendernos entre nosotros y a nosotros mismos, se ha convertido en una exigencia ineludible de este tiempo nuevo.
Es, pues, una buena noticia que desde los años setenta del siglo pasado haya ido surgiendo en distintos países y sectores sociales ese Movimiento del Lenguaje Claro o Llano, que se propone establecer una mayor simetría entre gobiernos, Administraciones Públicas o legisladores y ciudadanía, entre profesionales y destinatarios de la actividad profesional, entre empresas o entidades financieras y sus grupos de interés, entre medios de comunicación y oyentes, lectores o espectadores, entre interlocutores en las redes. El movimiento se propone dar a los afectados por esas actividades el protagonismo que les corresponde y que de hecho no ejercen, en parte porque las informaciones que les llegan, sean orales o escritas, están envueltas en el misterio de un lenguaje críptico y monológico, que camina en una sola dirección y descarta el diálogo posible. La iniciativa del Lenguaje Llano pretende, con todo acierto, infundir confianza y a la vez conseguir que los afectados dejen de ser en realidad siervos y se conviertan en lo que de palabra son, es decir, ciudadanos. Sin el lenguaje claro y llano en determinados sectores no existen sociedades democráticas, trenzadas sobre el tejido de la isegoría, la isonomía y el diálogo simétrico, menos aún un desarrollo sostenible.
Podríamos dar a este tiempo un nombre que ojalá fuera bien merecido. Sería una Nueva Ilustración, una nueva Aufklärung, dispuesta a extender la claridad de las luces a cuantas propuestas orales o escritas afecten a las personas a través de un inteligible uso público de la razón, de forma que puedan comprenderlas y aceptarlas o rechazarlas, como también ofrecer otras distintas. Dicho en un lenguaje ya consagrado, el interés por la emancipación del género humano exige conocimiento, y no sólo información, comprensión y no sólo acceso, comunicación, y no sólo conexión. Es en la necesidad de la claridad para la comunicación en la que queremos detenernos un momento.

Foto: EFE/Manuel Bruque
3. El éxito de las acciones comunicativas.
Atendiendo a la Teoría de la acción comunicativa, que diseñó Jürgen Habermas en conexión con la Teoría de los actos de habla de Austin y Searle, para que una acción comunicativa tenga éxito el oyente debe aceptar cuatro pretensiones de validez que el hablante eleva en la dimensión pragmática del lenguaje, lo quiera o no. Y la primera de ellas, condición de posibilidad de que las demás entren en juego, es justamente la pretensión de inteligibilidad. Si un mensaje resulta incomprensible, ni siquiera es posible discutir si el hablante es veraz, la proposición, verdadera, o la norma, justa; quedan entre paréntesis las otras tres pretensiones de validez que acompañan a la acción comunicativa: veracidad, verdad y corrección. Porque, a fin de cuentas, el télos del lenguaje, su meta, es -dicho en la lengua de Goethe- la Verständigung. Ese rico vocablo que en español se traduce a la vez como entendimiento y acuerdo.
La inteligibilidad de lo dicho es entonces el puente tendido entre dos orillas, entre dos sujetos al menos –hablante y oyente-, que sobre este punto se encuentran en una situación de simetría desde una perspectiva pragmática. En esa dimensión pragmática del lenguaje, que no trasparece en la sintáctica y la semántica, quienes intervienen en una acción comunicativa se reconocen mutuamente como interlocutores válidos, con el mismo derecho a participar, si se terciara, en el juego de una conversación en la que deberían ser de hecho igualmente protagonistas.
Y es justamente ese puente entre los interlocutores, que deberían ejercer en la vida real su igual derecho a entenderse desde una situación de simetría, el que salta en pedazos cuando bajo sus pilares se coloca el explosivo de la opacidad y la confusión, cuando se intenta derribar con aquella «jerga de rufianes» de la que hablaba Walter Benjamin, con el lenguaje críptico de alguna de las diversas germanías. Nos encerramos entonces en alguno de los múltiples Patios de Monipodio que en el mundo existen, donde los truhanes comparten una esotérica lengua que sólo ellos entienden y resulta incomprensible para los extraños. Una lengua que levanta un muro insalvable entre los habitantes del patio y los ajenos, como tan bien han sabido relatar en sus textos Cervantes, Quevedo, Mateo Alemán, o los autores de Estebanillo González y Lazarillo de Tormes, maestros indiscutibles en esta jerga para iniciados.
Ocurre, sin embargo, que patios como el de Monipodio podrían ser necesarios para la supervivencia de los pícaros en aquella España del Siglo de Oro, que lo era por la brillantez de sus artes y conquistas, no por la riqueza de la mayor parte de la población, sumida en la miseria. Frente a un contexto adverso, el pícaro necesitaba como defensa esa jerga exclusiva y excluyente para crear sus fraternidades, sus germanías cerradas.
Pero en el siglo XXI, en sociedades democráticas y pluralistas, que dicen tener por divisa el respeto igual a la autonomía de los ciudadanos, que se precian de aspirar a construir un mundo inclusivo, no es de recibo recurrir a jergas excluyentes y predicar a la vez el discurso de la inclusión. Sobre todo en ámbitos tan necesitados de lenguaje inteligible y llano como el de la Administración pública, el mundo legislativo, el de la educación, la esfera de las profesiones, muy especialmente las jurídicas y sanitarias, el campo de las empresas y la entidades financieras, o el universo de las redes y los medios de comunicación. En todos ellos debería cobrar cuerpo la convicción de Ortega:
«El hombre tiene una misión de claridad sobre la tierra (…). La lleva dentro de sí, es la raíz misma de su constitución. Dentro de su pecho se levanta perpetuamente una inmensa ambición de claridad» –como Goethe, haciéndose un lugar en la hilera de las altas cimas humanas, cantaba:
Yo me declaro del linaje de ésos
Que de lo oscuro hacia lo claro aspiran.
Claridad no es la vida, pero es la plenitud de la vida.
¿Cómo conquistarla sin el auxilio del concepto? –continuaba Ortega. «Claridad dentro de la vida, luz derramada sobre las cosas es el concepto. Nada más. Nada menos».
Y llevaba razón. Pero, a mi juicio, deberíamos completar su pregunta con esta otra: ¿cómo conquistar la claridad sin voluntad de hacerlo? Porque, a fin de cuentas, la opción por la claridad está en manos de la voluntad libre, como tantas otras, y es urgente apostar por ella para evitar males irreparables. El primero de ellos consiste en convertir el lenguaje hermético en ideología; el segundo, en privar a los ciudadanos de un derecho que les corresponde.
4. Oscuridad como arma ideológica
En algún momento entendió Herbert Marcuse que la ciencia y la técnica, por su misma estructura, se habían convertido en ideología a lo largo del proceso de modernización occidental. «El concepto de razón técnica –llegó a decir- es él mismo ideología». Tomando la sugerencia de Marcuse, podríamos decir, por analogía, que el lenguaje oscuro, opaco, abstruso puede ser fruto de la desidia y la negligencia, de la incompetencia y la falta de preparación, de un mal hábito ancestral y heredado, pero también puede ejercer la función de una calculada ideología. Quien lo utiliza desde una posición de superioridad social puede dominar a quienes se encuentran en un escalón inferior y mantener por tiempo su dominación. Es, en este sentido, un arma ideológica de destrucción masiva. Justamente el polo opuesto a la divisa de la Ilustración, al lema del Siglo de las Luces «¡ten la audacia de servirte de tu propia razón!», que en una sociedad democrática debería dirigirse a toda la ciudadanía, y no sólo a los sabios. ¿Cómo pueden servirse de su propia razón para aceptar, rehusar, criticar o participar en una conversación los ciudadanos que están atados de pies y manos verbales, porque se encuentran sumidos en el desconcierto de la incomprensión? ¿Y quién se atreverá a criticarles como si fueran culpables por su incapacidad para servirse de su inteligencia sin la guía de otro?
Audentis fortuna iuvat, qué duda cabe, pero no hay lugar para la audacia ante lo incomprensible, ante el discurso hermético. Y precisamente en el intento de desactivar toda posible protesta y resistencia esgrimiendo el arma del lenguaje críptico, reside la fuerza de la opacidad como ideología. Que es a la vez un recurso del dogmatismo, porque ¿qué mejor forma hay de convertir una afirmación en dogma incuestionable que hacerla incomprensible?, ¿qué mejor forma de inmunizarla frente a cualquier posible crítica que hacerla ininteligible?
Consideraba Hobbes, con buen sentido, que las sociedades, para evitar las guerras y optar por la paz, necesitan acordar un lenguaje común, porque las disensiones proceden en buena medida de esa anarquía de los significados que conduce inexorablemente a un conflicto de subjetivismos. Para instaurar una sociedad pacífica es necesario un lenguaje político compartido. De ahí su empeño en que el soberano oficiara de Gran Definidor, capaz de crear significados comunes, capaz de configurar un mundo moral «objetivo» desde la comprensión de los términos. Buscar definiciones y significaciones claras, como en la geometría y la aritmética, era tarea del filósofo político. Ciertamente, la propuesta hobbesiana de un sistema absolutista en que el soberano fija los términos políticos es sumamente discutible, pero su cuidadoso esmero en aclarar cuantos términos emplea en sus escritos es digno de alabanza y de imitación. Y no sólo eso: es muestra de que le importaba hacerse entender, le importaba que su propuesta de un poder pacificador fuera comprendida para terminar con las disensiones y alcanzar una paz duradera. Las cuestiones de palabras, como bien decía Fernando Cubells, un excelente profesor de la Universidad de Valencia, son solemnes cuestiones de cosas. Pero para manejarlas bien hace falta voluntad de claridad.
Esto no significa sin duda caer en el extremo contrario y sucumbir a la tentación univocista de pretender fijar un solo significado para cada término en el lenguaje natural. Y no sólo porque también existen con todo derecho los términos equívocos y los análogos, cuya significación depende del contexto, sino porque no hay una correspondencia biunívoca entre el lenguaje y la realidad, ni es verdad que los límites de mi lenguaje sean los límites de mi mundo. Menos todavía si suponemos que las proposiciones representan los hechos del mundo y que sólo son verdaderas proposiciones aquellas que son susceptibles de verificación. Podemos decir, por el contrario, que los juicios de valor, con los que se teje el sentido profundo de la ética y la política, no remiten a hechos, y, sin embargo, son razonables o irrazonables porque aumentan el conocimiento y cabe argumentar sobre ellos. Conocer los distintos juegos del lenguaje, atendiendo a las diversas comunidades lingüísticas, y saber en cuál de ellos estamos jugando es entonces esencial.
Pero también es cierto, como defiende Karl-Otto Apel, que existe un metalenguaje sin el que resultan imposibles la comunicación, la comprensión y la emancipación. Es el entendimiento mutuo entre los sujetos del habla el que debe dirigir la vida pública y también el quehacer científico, técnico y profesional. Es el reconocimiento recíproco del derecho a ser coprotagonistas de la vida compartida por parte de quienes se saben sujetos autónomos, y no objetos manipulables. Éste es un presupuesto que admite, lo quiera o no, cualquiera que argumenta en serio. De donde se sigue que la inteligibilidad de lo dicho, posible por el lenguaje claro, es conditio sine qua non de la emancipación.
5. De la cortesía del filósofo al derecho de ciudadanos y afectados.
Pero precisamente la indeclinable aspiración a la simetría, sin la que no existe verdadera comunicación, el empeño en reducir la desigualdad de oportunidades y capacidades reclamado por un diálogo con sentido, es lo que nos obliga en el siglo XXI a practicar un cambio radical en la forma de construir el lenguaje en aquellos ámbitos en que su opacidad o su transparencia tienen consecuencias para la vida de las personas, muy especialmente, en la esfera pública.
En esa Nueva Ilustración, que empezaría en los años setenta del siglo XX, la claridad no es ya sólo la cortesía del filósofo, sino sobre todo un derecho de los ciudadanos, de los administrados, de los afectados por cuestiones jurídicas, de los pacientes, los consumidores, los lectores de periódicos y los navegantes en las redes del mundo virtual. La claridad del lenguaje no es sólo una concesión graciosa que se otorga ad libitum, sino un derecho incuestionable de quienes deberían ser situados en la posición de simetría que les corresponde. El derecho de cada persona a comprender aquello que le afecta, para poder asumir su respuesta de forma autónoma, y el derecho a que su respuesta sea tenida realmente en serio por personas, con nombres y apellidos, que se hacen responsables de ello.
A fin de cuentas, en esto ha consistido a menudo el progreso a lo largo de la historia: en ir convirtiendo en deberes de justicia aquellas obligaciones, que nacieron siendo deberes de beneficencia. La atención a los pobres, que empezó siendo dádiva graciosa de gentes solidarias, se ha convertido en exigencia de justicia para el Estado social. Podríamos decir por analogía que recurrir a un lenguaje claro, llano y bien cuidado no es sólo una cortesía, sino un deber indeclinable de los gobiernos, las Administraciones Públicas, los poderes del Estado, como el legislativo y el judicial, de los profesionales y los medios de comunicación, de las empresas y las entidades financieras. Es, sencillamente, una exigencia de justicia, porque resulta imprescindible para que los afectados en cada campo puedan ejercer su autonomía, que supone comprensión y posibilidad de participación activa. La exigencia de claridad es un derecho de los afectados en aquellos ámbitos en los que las decisiones tienen consecuencias relevantes para sus vidas y en los que los hablantes o escribientes han contraído una especial obligación con ellos.
No es éste el momento oportuno para entrar en cada una de esas esferas de la vida social, pero sí de esbozar a vuelapluma el sentido que tiene en algunas de ellas la exigencia de un lenguaje claro y bien cuidado.
En lo que hace a los gobiernos y las Administraciones Públicas, suelen utilizar en sus documentos una jerga de rufianes. Tal vez lo hagan sin intención, pero en su modo de proceder recuerdan la llegada de Víctor Hugues a las Antillas para introducir el decreto de abolición de la esclavitud y la igualdad de derechos de todos los habitantes de la isla, sirviéndose de la guillotina como argumento irrebatible. Lo cuenta Alejo Carpentier con pluma maestra en El Siglo de las Luces, ese relato del ingreso de la Ilustración en el Nuevo Mundo: «Luciendo todos los distintivos de su Autoridad, inmóvil, pétreo, con la mano derecha apoyada en los montantes de la Máquina, Víctor Hugues se había transformado, repentinamente, en una Alegoría. Con la Libertad, llegaba la primera guillotina al Nuevo Mundo».
¿Cómo se puede defender realmente la igualdad entre los hombres con la guillotina? ¿Cómo se puede conseguir que los ciudadanos hagan suyos mensajes de dirección única, que en realidad no intentan ser comprendidos? Al parecer, interesa que estén publicados para que nadie pueda eximirse de cumplirlos, porque el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, pero tampoco libra de cumplirla la incomprensión de una ley, redactada en lenguaje críptico y arcano. Los gobiernos y Administraciones públicas introducen entonces una radical asimetría entre gobernantes y ciudadanos usando la jerga de rufianes de un lenguaje abstruso y unilateral. Como sucede también con el lenguaje judicial, hermético, duro y casi ofensivo, que ignora de hecho la presunción de inocencia.
Por eso es una buena noticia, entre otras, que la Real Academia Española y el Consejo General del Poder Judicial hayan propiciado la publicación de un Libro de estilo de la Justicia, destinado a mejorar la claridad del lenguaje jurídico. Dirigido por Santiago Muñoz Machado, el texto se propone «democratizar» el lenguaje jurídico y ayudar al buen uso del español por parte de jueces, abogados y otros operadores jurídicos, porque entiende acertadamente que la claridad de los textos es un deber para el jurista. Evitar la arbitrariedad y la confusión es necesario para garantizar la seguridad jurídica.
En este mismo sentido merece capítulo aparte la redacción de leyes cuya ambigüedad es tal que en la práctica resulta imposible aplicarlas. De ahí proviene en la vida corriente un insuperable vacío legal, coartada óptima para cualesquiera interpretaciones, guiadas por los más variados intereses.
Por otra parte, la comunicación clara genera un vínculo de confianza entre los distintos poderes del Estado y los ciudadanos, que se sienten tratados en pie de igualdad, aumenta la eficiencia de las instituciones, pero sobre todo ahorra a la ciudadanía incertidumbre, ansiedad, dinero para contratar a un experto que ayude a entender el mensaje abstruso, promueve la transparencia, el acceso a la información pública y la rendición de cuentas.
Se trata entonces de redactar los textos situándose en el lugar de los destinatarios, pensando en sus necesidades, intereses y perfiles, como también de verificar si los mensajes son comprensibles recurriendo a mecanismos de participación. En estos tiempos en los que se promueve hasta la saciedad el Gobierno Abierto, uno de cuyos grandes empeños es la práctica de la transparencia para reducir la corrupción, no hay mejor comienzo para ese viaje que las alforjas de un lenguaje llano, cuidado y abierto al diálogo. Un lenguaje que es el que recomiendan también los líderes mundiales para comunicar en el nivel global los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como dijimos al comienzo de esta intervención.
Por mencionar un segundo campo, el de la sanidad, cuyos protagonistas son los profesionales, los gerentes, la industria farmacéutica, y en lugar destacado los pacientes, reclama claridad como pocos. Sin ella es imposible cumplir con los principios éticos -no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia- y con las metas que le dan sentido.
¿Cómo no dañar al paciente, cómo hacerle bien sin saber qué entiende por su bien en una situación concreta, sin atender al ejercicio de su autonomía, que debe ser dialogada?
Afortunadamente, prácticas como el consentimiento informado, la redacción de voluntades anticipadas o la planificación anticipada de decisiones al ingresar en el centro sanitario expresan respeto a la autonomía del paciente y deseo de ayudarle a morir en paz. Pero para que respeten realmente la autonomía, y no queden en meros requisitos legales, deben redactarse en un lenguaje claro, preciso, pero no vulgar, pensando en un paciente sencillo y razonable. Y la misma claridad se hace indispensable en los prospectos de los fármacos, herméticos y disuasorios hasta extremos insospechados.
En cualquier caso nunca se debe obviar el diálogo entre los profesionales y el paciente o los familiares, que son los protagonistas de las decisiones de salud. Cada vez más ese diálogo se extenderá al espacio de internet a través de plataformas creadas para responder a consultas y aclarar dudas, no sólo para ofrecer información. Y en todas ellas el propósito inicial es que el lenguaje sea claro y sencillo.
Por último, pero no en último lugar, el mundo empresarial y el financiero precisan cada vez más reputación para ser competitivos, y la reputación exige no sólo actuar bien, sino también saber comunicarlo. Se multiplican entonces las memorias de Responsabilidad Social, nacen los códigos y los comités éticos, pero también se escriben relatos que cuentan la historia y logros de la organización en beneficio de la sociedad. Memorias y narraciones, dirigidas a los afectados por la actividad de la organización, deben ser sin duda comprensibles.
6. Plenitud de la vida: no sólo claridad, sino también veracidad, verdad y justicia.
Sin embargo, por ir poniendo fin a esta intervención, diremos que con todo esto no basta. La claridad es derecho de los afectados y obligación de los poderosos, pero también la veracidad es derecho de los primeros y obligación de los segundos. Y más todavía en estos tiempos de supuesta posverdad. Si los mensajes son claros, pero hay contradicción entre lo que se dice y lo que se hace o lo que se pretende hacer, la confianza de los afectados se evapora con toda razón. Y la confianza es el principal capital ético de los países, difícil de conquistar, fácil de dilapidar.
A pesar de Hobbes, el Estado no es el Gran Definidor creador del lenguaje, ni lo son los que ostentan el poder en cada campo. El lenguaje ha de atenerse a la realidad social, porque las cuestiones de palabras son solemnes cuestiones de cosas.
Y con esto regresamos al comienzo de esta intervención, a los requisitos para que una acción comunicativa tenga éxito. Decíamos allí que lo escrito o lo dicho debe ser inteligible, y pusimos entre paréntesis de momento las pretensiones de veracidad, verdad y justicia, porque queríamos ocuparnos del lenguaje claro, llano, sencillo. Pero ahora tenemos que recuperarlas, porque la claridad no basta, no es suficiente la inteligibilidad.
«Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre» son las primeras palabras de esa inquietante obra de Miguel Ángel Asturias, El Señor Presidente.
Alumbra, sí, luz sí, pero –continúa el texto- alumbra sobre la podredumbre de una sociedad amordazada. Y ese comienzo augura una historia clara y diáfana en su brillante expresión, pero tenebrosa por el contenido del relato hasta el casi insoportable final. Y es que necesitamos la claridad, como bien decía Ortega, más todavía en nuestras sociedades democráticas y a la altura del tercer milenio. Pero para alcanzar la plenitud de la vida son indispensables también la veracidad, la verdad y la justicia. Nada más, pero tampoco nada menos.

Fuente:
http://www.elmercuriodigital.net/2017/05/adela-cortina-el-esfuerzo-por-el.html#.WQ5Hd9I1_Mw
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Escuela de Posgrado CLACSO. VII Escuela Internacional de la Red Iberoamericana de Postgrados en Infancia y Juventud

Escuela de Posgrado CLACSO. VII Escuela Internacional de la Red Iberoamericana de Postgrados en Infancia y Juventud

Tema:
Infancias y juventudes latinoamericanas y caribeñas: violencias, estigmas, migraciones y resistencias
Tegucigalpa, Honduras | Del 7 al 11 de agosto de 2017

CLACSO – Universidad Nacional Autónoma de Honduras – Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud del CINDE – Universidad de Manizales

CONVOCATORIA PARA PARTICIPAR

La Red de Posgrados del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), el Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud (CINDE/Universidad de Manizales, Colombia), la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la Red Iberoamericana de Posgrados en Infancia y Juventud (RedINJU) y el Grupo de Trabajo CLACSO “Infancias, Juventudes: prácticas políticas y culturas, memorias y desigualdades en el escenario contemporáneo”, convocan a estudiantes avanzados de maestría o doctorado, responsables de políticas públicas y referentes de organizaciones sociales de Iberoamérica y el Caribe a presentar sus postulaciones para participar en la VII Escuela Internacional de Posgrado “Infancias y juventudes latinoamericanas y caribeñas: violencias, estigmas, migraciones y resistencias”, que se llevará a cabo en Tegucigalpa, Honduras, en el marco del XVI Encuentro del programa de investigación posdoctoral en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud y del XI Congreso de Investigación Científica “Investigación, Ciencia y Sociedad: Desafíos para las universidades públicas en el Siglo XXI” del 7 al 11 de agosto de 2017.

La Red de Posgrados en Infancia y Juventud (RedINJU) es una de las redes temáticas de posgrados que impulsa CLACSO a través de su Red de Posgrados. Las ediciones anteriores contaron, principalmente, con el apoyo del Centro de Altos Estudios Universitarios de la OEI (CAEU/OEI), UNICEF (Bolivia), la AECID, UNESCO y el OIJ, entre otros. El propósito de las redes temáticas consiste en articular posgrados universitarios en temáticas comunes de diversos países iberoamericanos y del Caribe, con el fin de fortalecer y enriquecer la formación en el área.

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OMEP: 69° Asamblea Mundial y Conferencia Internacional “Las relaciones en la Primera Infancia: La base para un futuro sustentable”

Europa, Croacia. 15 de enero de 2017. Fuente: OMEP Croacia

OMEP Croacia, en cooperación con la Facultad de Educación de la Universidad de Zagreb y la Facultad de Educación de la Universidad de Rijeka, cordialmente invitan a todos los profesores, maestros, directores, pedagogos, psicólogos, maestros de educación especial, preescolar y otros expertos que están involucrados en la educación y el cuidado de los niños desde el nacimiento hasta los ocho años de edad, así como a los académicos, investigadores, estudiantes de postgrado y los formuladores de políticas a nivel internacional, nacional y local para contribuir a repensar la primera infancia, participando en la 69° Asamblea Mundial y Conferencia Internacional de la OMEP “Las relaciones en la Primera Infancia: La base para un futuro sustentable” 19 – 24 junio de 2017, Centro de Conferencias Tamaris, Milenij hotels en Opatija, Croacia.

Las reflexiones teóricas contemporáneas y la investigación empírica en la niñez y en la educación de la primera infancia hacen hincapié en la importancia de las relaciones de los niños con su entorno desde el nivel micro al cronológico. Los atributos de estos vínculos se consideran en relación con el desarrollo y la calidad de vida de los niños. Al mismo tiempo, las políticas contemporáneas de la primera infancia se centran cada vez más en la sostenibilidad en sentido amplio, mientras que, en las prácticas hacia la primera infancia, ambas teorías y políticas están siendo aplicadas a la vida de diferentes maneras. La meta de esta Conferencia es discutir las relaciones en la primera infancia como la base para un futuro sustentable en vinculación con:

1. La sociedad, la cultura, la comunidad y los espacios 2. Los valores, la moral,el carácter y la educación espiritual 3. Los paradigmas, las teorías y las metodologías de investigación 4. La Pedagogía Relacional 5. El Juego y el Aprendizaje 6. El Curriculum y la Evaluación 7. El Liderazgo y la Calidad 8. La Educación para el Desarrollo Sostenible 9. Los Derechos, la equidad y el respeto a la diversidad 10. La educación profesional, las políticas y la defensa de derechos.

Formas de participación:

 Presentación individual (15 minutos + 5 minutos para intercambios)  Simposio Auto-organizado (90 minutos)  Taller (90 minutes)  Presentación de Poster (El presentador debe estar disponible por 60 minutos para el intercambio con los participantes)  15′ de Conversación con… (Mesa redonda de expertos y académicos dispuestos a compartir sus conocimientos, experiencias y reflexiones en un espacio abierto e informal, 15 minutos)

Lugar de encuentro: Centro de Conferencias Tamaris, Hoteles Milenij, Opatija http://www.milenijhoteli.com/opatija/en/index.php Opatija, Croacia http://visitopatija.com/

Fechas importantes:
Apertura Sistema de Presentación de Resúmenes 15 septiembre 2016 Fecha límite de Presentación de Resúmenes 30 enero 2017

Notificación de aceptaciones 01 marzo 2017

Apertura de Inscripciones 01 diciembre 2016 Fecha límite inscripciones tempranas 31 marzo 2017 Cierre de las inscripciones 16 junio 2017

Asamblea Mundial 19 – 20 junio 2017 Conferencia Internacional 21 – 24 junio 2017

Para mayor información acerca de la Conferencia: Website: www.omep.hr  E-mail: omep2017@gmail.com

 

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Perú: Alfredo Barnechea, “Si no reformamos la educación, de nada sirve todo lo que tenemos”

Perú/12 enero 2017/Fuente: Web del Maestro

“Si no reformamos la educación, de nada sirve lo que tenemos” y esto es urgente porque en los últimos 50 años ha habido un colapso en la educación. Por tanto, es el momento de apostar por la educación pública en colegios y universidades y mejorar las infraestructuras.

“El Perú es realmente fascinante: cuna de culturas originarias y bendecido por la naturaleza en toda su geografía”.

En un coloquio con estudiantes de la Universidad de Piura, el periodista, escritor y político peruano, Alfredo Barnechea, compartió con los jóvenes estudiantes algunas reflexiones sobre lo que es el Perú, al que describió como el objetivo, premisa y preocupación fundamental de sus reflexiones.

Con anécdotas familiares y en un diálogo ágil y respondiendo a las preguntas de los casi 200 alumnos asistentes, que colmaron el aula 205 del Edificio E, Barnechea dio a conocer ‘su visión provinciana del país’, así como las ventajas que ofrece el mundo globalizado. “Ustedes, por ejemplo, cuando salgan de esta universidad, con el título que tengan, no competirán con los vecinos ni compatriotas sino con el mundo”.

La globalización, dijo, está produciendo algunos fenómenos, como por ejemplo, que los productos y empleos de hoy sean nómadas. “Ahora ya no se intercambian con el mundo solo recursos naturales o materias primas. Ahora se intercambian capacidades, talentos, destrezas, formaciones (skills)”.

Junto a una crítica fuerte a la calidad educativa de nuestro país, Barnechea mencionó también que, cuando uno habla de políticas públicas en educación, hay realidades muy estimulantes y muy optimistas. Por ejemplo, mencionó una red de científicos formados en el Perú que dirigen proyectos en distintas partes del mundo y que podrían entrar en contacto con universidades como la UDEP, para apoyar su investigación.

La educación en el Perú

Barnechea señaló que el Perú es realmente fascinante, pero el problema es que hay dos visiones de él: “Es un país que puede ser de primer mundo, cuna de civilizaciones originarias, como muy pocos países. Su naturaleza es profundamente desigual, de allí nace su riqueza… El Perú es un país bendecido”.

alfredo-barnechea

El político, dijo que el Perú está “sobre una cornisa andina a lo largo de la cual se han desarrollado diversas civilizaciones desde tiempos inmemoriales. Somos también un país amazónico, dueños, junto con Brasil, de esa inmensa reserva de biodiversidad. Además, somos un país pacífico, asomados desde esta cornisa andina a la grandeza del océano con ese nombre, cuenca donde se desarrolla el 58% del PBI del mundo; y, detrás, tenemos a Brasil, ahora famoso por la corrupción, pero que sigue siendo el quinto país del mundo”.

Sin embargo, subrayó, “si no reformamos la educación, de nada sirve lo que tenemos” y esto es urgente porque en los últimos 50 años ha habido un colapso en la educación. Por tanto, es el momento de apostar por la educación pública en colegios y universidades y mejorar las infraestructuras. “Tenemos que crear un nuevo modelo económico y político y una sociedad de bienestar, con un piso común de igualdad de oportunidades.”

La riqueza de Piura

Barnechea mostró su admiración por nuestra región: “debemos estar orgullosos, pues nos encontramos en un departamento enormemente rico, y en una universidad muy especial”, anotó.

“Piura es el Texas del Perú. Acá comienza el petróleo: en La Brea, Pariñas y Lobitos”. Nuestra región “fue durante muchísimos años la capital el los hidrocarburos del Perú. Piura es enormemente rica en agricultura. No solo ha producido algodón pima de nivel mundial, sino que produce banano orgánico, mango, palto, espárrago; tiene minería…”.

“Este es, dijo finalmente, el Perú en el que yo creo, que me emociona y en el que quiero que crezcan mis hijos”.

Fuente:http://webdelmaestrocmf.com/inicio/2016/10/31/si-no-reformamos-la-educacion-de-nada-sirve-todo-lo-que-tenemos/

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Herman Van de Velde, ÁBACOenRed, Cooperación Genuina, Aprender investigando

Aprender a investigar, investigando… una experiencia desde NICARAGUA

Aprender a investigar, investigando… una experiencia desde NICARAGUA

Por: Herman Van de Velde

Aprender a investigar, investigando

Una experiencia vivida/construida colectivamente, entre facilitador y estudiantes, en el contexto de una Maestría ‘Formación de Formadoras/es’

Aplicación de una metodología participativa, basada en el Paradigma Vital-Esencial ‘Cooperación Genuina, tal como lo propone ÁBACOenRed

 

Dr.C. Herman Van de Velde (herman@abacoenred.com)

Introducción

En el programa de la Maestría ‘Formación de formadoras/es’, en su segunda edición organizada por la UNAN-Managua bajo convenio con el MINED de Nicaragua, se le da mucha importancia al área de la investigación. Hay un interés expreso que sus estudiantes aprendan a investigar desde sus propios contextos institucionales de cara a la mejora permanente de la calidad educativa.

La importancia que se le da al componente de investigación se expresa en la inclusión en su programa, que dura 2 años, de 3 módulos de ‘Metodología de Investigación Educativa’, así como de 3 módulos de ‘Seminario de Tesis’, uno relacionado con cada uno de los módulos de Metodología de Investigación.

Aparte de lo anterior, está la exigencia académica relacionada con la conclusión de la maestría: elaborar y compartir (aún mal llamada ‘defensa’) una tesis.

Respondiendo a este interés de la UNAN-Managua y del MINED de Nicaragua por un aprendizaje de calidad en el área de la investigación educativa, como docente propuesto para esta área, aún antes de aceptar planteé la necesidad de una estrategia metodológica integral e integradora de aprendizaje en esta área, muy diferente a lo tradicional. A continuación mis argumentos, posteriormente la estrategia y para concluir sus concepciones de fondo.

 

  1. Argumentos

La necesidad de una estrategia metodológica de aprendizaje diferente se basa en, entre otros, los siguientes 10 argumentos (¿premisas?):

  1. No hay investigación meramente cuantitativa. Todas las investigaciones integran momentos de procesamiento cualitativo de datos, ya sean cuantitativos o cualitativos.
  1. La lógica del procesamiento de datos, en esencia, en el contexto de una investigación basada en lo cuantitativo es muy similar a cómo se hace en el contexto de una investigación basada en lo cualitativo (variables – categorías, indicadores, descriptores, frecuencias, relaciones entre variables-categorías,…). Por supuesto hay también diferencias esenciales entre ambas concepciones investigativas que justamente pueden visualizarse al abordar ambos contextos en momentos metodológicos integrados.
  1. Si consideramos los 3 ‘paradigmas’ (a los que corresponden los 3 módulos de metodología de investigación educativa: cuantitativo – positivista; cualitativo – interpretativo; y cualitativo – socio-crítico), entonces lo ideal es irlos identificando y planificando paralelamente a prácticas investigativas particulares correspondientes a nuestros quehaceres profesionales.
  1. Todas/os las/os estudiantes de la maestría ya tienen experiencia en investigación educativa y en algunos casos hasta que son docentes de la asignatura en sus instituciones.
  1. En la práctica investigativa profesional, ya sea en Centros de Investigación o en Instituciones educativas, en general, se trabaja siempre en equipo, reflexionando juntas/os, compartiendo responsabilidades, aportando cada quien sustancialmente en el proceso que debe llevar a un producto de alta calidad y con poder de proyección transformadora en nuestro contexto social.
  1. El aprendizaje significativo se logra cuando lo que se debe aprender corresponde a una necesidad sentida por las y los aprendices. El descubrimiento de estas necesidades desde la práctica investigativa compartida es la mejor fuente para organizar el aprender juntas/os que permita satisfacer esas necesidades, tal que los nuevos aprendizajes, de inmediato se ponen en práctica.
  1. Al organizar el aprender juntas/os, asumiendo responsabilidades cada quien, tanto en cuanto a investigar respuestas a nuestras preguntas, como en compartir estas respuestas, planteando al mismo tiempo nuevas inquietudes, convierte el proceso de aprendizaje en una dinámica colectiva, de la cual todas/os somos sus autoras/es y la que aprovecharemos al máximo.
  1. Aprender a investigar significa, además de la construcción de conocimientos, también saber diferenciar entre ‘datos’, ‘información’, ‘conocimiento’, ‘aprendizaje’, considerando este último (el aprendizaje) como un cambio de actitud profesional que implica hasta 16 dimensiones: cognitiva, afectiva, conductual, psico-motora, política-ideológica, ética, estética, bio-energética, biológica, social, histórico-cultural, lúdico-artística, económica, volitiva, cívica,… Cada una de estas dimensiones se pueden trabajar (su cambio profesional) solo a través de una dinámica colectiva de intercambio productivo dialéctico entre práctica y teoría.
  1. En esta era de acumulación y tanta diversificación de fuentes de datos (libros, internet, personas, vivencias propias, docentes,…) es indispensable que la esencia del aprender se enfoca en la reflexión crítica sobre el valor de los datos encontrados en una fuente, así como saber caracterizar adecuadamente la misma fuente. Esto solo es posible trabajando con muchas fuentes y no limitarnos a un solo texto. Para ir construyendo esta actitud crítica ante los datos que encontramos, consultando diferentes fuentes, es indispensable el intercambio productivo (en equipos) y el ejercicio del poder compartido, decidiendo, desde un compromiso serio con la tarea, por el camino a construir.
  1. El aprender debe ser una responsabilidad compartida que resulta de una relación horizontal entre participantes, ya que todas/os sabemos y todas/os no sabemos. Entre todas/os debemos organizar nuestro espacio y tiempo para aprovecharlo al máximo para profundizar en nuestro aprender, todas y todos. Como consecuencia, también el poder debe ser compartido, expresándose en una evaluación de procesos y productos diversos, de manera conjunta (auto- y co-evaluación).

Estos argumentos nos llevaron a trabajar la siguiente estrategia metodológica:

  1. Estrategia metodológica de aprendizaje: ‘Metodología Investigación Educativa’ y ‘Talleres de Tesis’

Propósito General Integral: Saber investigar desde, en y para el contexto de las escuelas normales e institutos de formación técnica.

Objetivo General Integral: Construir una actitud investigativa, integradas de pensares, sentires y quehaceres, así como de sus demás dimensiones necesarias (ver más arriba), desde, en y orientada a sus propios contextos laborales, tanto con enfoque cuantitativo como cualitativo, y más bien mixto y caracterizado por un ambiente de cooperación genuina.

(Objetivos específicos) /Tareas / Retos Integrales: Saber(es)…

  1. Aplicar, fundamentadamente, diferentes paradigmas
  2. Visualizar la lógica global de un proceso de investigación, especificando las características particulares de acuerdo a su enfoque paradigmático, en consenso a nivel de su equipo de investigación.
  3. Fundamentar los criterios de calidad para una investigación científica.
  4. Justificar, a través de ejemplos, la acción investigativa, como una necesidad permanente en el área educativa en nuestro país.
  5. Saber trabajar en equipo, bajo el concepto de ‘responsabilidad compartida’, ‘interdependencia positiva’ y ‘rendición de cuentas a nivel personal’.
  6. Desarrollar procesos de búsqueda creativa y ‘de calidad’, usando críticamente diferentes fuentes, de respuestas satisfactorias a sus inquietudes sobre metodología de investigación educativa, ya sea en cuestiones teóricas o en cuestiones prácticas.
  7. Diseñar un proceso de investigación partiendo de la identificación consensuada (a nivel de equipo) de una situación problémica sentida en su contexto laboral, integrando una visión horizontal dinámica de la tarea planificada.
  8. Respetar, valorar positivamente y disfrutar la diversidad en cuanto a opiniones, puntos de vista, propuestas y metodologías relacionadas con la investigación educativa.
  9. Aplicar, responsable y justificadamente, técnicas de recolección de datos correspondientes a las particularidades de cada paradigma y acorde a un determinado sistema de objetivos relacionado con un tema particular de investigación.
  10. Procesar cuantitativamente y/o cualitativamente, según sea el caso, datos cuantitativos y/o cualitativos.
  11. Construir colectivamente la información oportuna en un contexto investigativo particular, basándose en la interpretación crítica y oportuna de los datos reflejados a través del procesamiento técnico.
  12. Concluir oportunamente un proceso de investigación con base en una interpretación sistemática (categorías – indicadores – criterios) y sistémica de los datos en su relación con los objetivos propuestos.
  13. Interpretar resultados de investigación (informes, artículos científicos,…).
  14. Elaborar un informe de investigación de calidad y un artículo científico según las normas de editoriales internacionales, así como otras formas de presentación de los resultados de un proceso investigativo.
  15. Diseñar una metodología para facilitar el aprendizaje de la metodología de investigación educativa (en los contextos de las escuelas normales e institutos de formación técnica), partiendo de la experiencia metodológica en esta maestría.

Currículum: Tres bloques de 8 encuentros de 7 horas cada uno (total de 24 encuentros)

Bloque # encuentros A CONSIDERAR…
Primero 5 encuentros Introduciendo la metodología de trabajo (invitando).

Intercambiando experiencias y socialización de objetivos.

Presentando bibliografía básica e invitando a buscar más.

Presentando plataforma – aula virtual.

Formando equipos de trabajo (tanto para tesis como para elaboración de texto – ver tareas, más abajo)

. Conceptualización de ‘Investigación Educativa’ (investigando y compartiendo)

. Caracterización ‘cientificidad’ (investigando y compartiendo)

. Investigando (bibliografía) sobre 3 Paradigmas investigativos tradicionales

. PIAF y P-COA_acem_c: pinceladas… desafíos…

. Investigando nuestros contextos (FODA de cada contexto) – Pedagogía de significación (trabajo de campo – guías preparadas en uno de los encuentros)

. Cooperación genuina: en enfoque orientado a CALIDAD en el aprender

. Actitud investigativa (16 dimensiones) en el área socio-educativa

. Técnicas universales (análisis documental, análisis de contenido, síntesis, inducción, deducción (métodos teóricos), modelación, método vivencial,… + métodos empíricos y métodos estadísticos.

. INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL: ‘insumos para un perfil y un proyecto de investigación’: Visión Vertical y Visión Horizontal, – Referente Teórico-Conceptual-Experiencial / Referente Metodológico / Cronograma

. Redacción y ortografía

. …

TAREAS:

1. Elaborar un ‘Informe de Proceso’ (sistematización personal) de cada encuentro, a enviar a más tardar dos días después de su desarrollo.

2. Elaborar un perfil de Investigación, integrando las Visiones Vertical y Horizontal (para compartir a partir del sexto encuentro)

3. Elaborar un proyecto de investigación (para compartir al iniciar el segundo bloque d encuentros)

4. Elaborar un texto de referencia y de consulta respecto a Metodología de Investigación Educativa (para compartir avances durante el tiempo que dure la maestría y presentar su producto final al concluir la maestría)[1]

3 encuentros

 

Compartiendo las ideas – insumos para su proyecto de investigación a través de sus ‘Visiones Verticales’ y ‘Visiones Horizontales’ integradas a sus perfiles de investigación.

Metodología, método y técnicas + instrumentos

Compartiendo posible índice para texto (por equipos)

Compartiendo bibliografía

Trabajando normas APA 6 – PRÁCTICA

TAREA: Elaborar un ‘Informe de Proceso’ (sistematización personal) de cada encuentro, a enviar a más tardar dos días después de su desarrollo.

Segundo 5 encuentros Intercambiando experiencias vividas en fase exploratoria y fase de diseño de la investigación (elaboración del proyecto).

Compartiendo necesidades de aprendizaje y planificando los siguientes encuentros, distribuyendo responsabilidades para compartir respuestas a las inquietudes planteadas.

*************

Trabajo de campo: Técnicas de recolección de datos cuantitativos y cualitativos (estudios exploratorios, descriptivos, explicativos, de caso) (entrevistas, grupos focales, técnicas vivenciales – covivenciales – talleres, encuestas, cuasi-experimento,…)

Procesamiento cuantitativo / cualitativo de datos cuantitativos / cualitativos

TAREAS:

1. Elaborar un ‘Informe de Proceso’ (sistematización personal) de cada encuentro, a enviar a más tardar dos días después de su desarrollo.

2. Prepararse para compartir su Proyecto de Investigación a partir del 6to. encuentro de este bloque.

3 encuentros ‘Criterios de calidad’: Intercambiando proyectos de investigación y avances en ejecución…

Practicando la actitud crítica y compartiendo constructivamente aportes en la construcción conjunta de nuevos aprendizajes a partir de las presentaciones de colegas.

Profundizando y ampliando en los temas emergentes relacionados con metodología de investigación.

Identificando posibles necesidades de aprendizaje a abordar en los siguientes encuentros. Organizando y garantizando su debido tratamiento bajo el principio de responsabilidad compartida.

Intercambiando avances de cada uno de los capítulos del Texto.

TAREAS:

1. Elaborar un ‘Informe de Proceso’ (sistematización personal) de cada encuentro, a enviar a más tardar dos días después de su desarrollo.

2. Ir avanzando en su proceso de investigación y preparar un Informe de Investigación borrador a compartir los últimos dos encuentros del tercer bloque.

Tercero 5 encuentros Intercambiando experiencias construidas y vividas en fase del trabajo de campo.

Intercambiando experiencias en los avances del procesamiento de datos y la elaboración de su Informe de Investigación.

Compartiendo necesidades de aprendizaje (de cara a la elaboración del Informe de Investigación) y planificando los siguientes encuentros, distribuyendo responsabilidades para compartir respuestas a las inquietudes planteadas.

************

Redacción de resultados y su discusión (Informar de resultados). Presentación creativa de resultados.

Limitaciones, conclusiones, recomendaciones.

Elaboración de informe de Investigación (pautas y sugerencias).

3 encuentros Pre-Pre- (mal llamadas) ‘defensas’ (con el avance que tienen) – por equipo con énfasis en la visualización del aporte de cada quien dentro de su equipo (‘rendición de cuentas’ como componente esencial del trabajo cooperativo)

TAREA: concluir su proceso de investigación con la elaboración de su Informe de Investigación – versión definitiva, así como de una presentación para compartir el contenido del mismo, tanto enfocando proceso como producto.

Trabajo en tesis   Por equipo
(mal llamadas)

Defensas

  Por equipo y en el contexto institucional de su investigación

FUENTES (medios)

10 libros seleccionados, fotocopiados 3 veces, tal que entre estudiantes circulen en función de su trabajo de investigación permanente (APRENDER A INVESTIGAR INVESTIGANDO), además de las posibles fuentes que encuentren en las bibliotecas de la universidad, de la propia Escuela Normal, en ÁBACOenRed y virtualmente en la plataforma virtual correspondiente.

En la plataforma virtual se diseñan los espacios de cada uno de los 24 encuentros, así como un espacio post-encuentros. Cada espacio (encuentro) contiene su diseño metodológico accesible para las/os estudiantes siempre desde antes del desarrollo del encuentro (transparencia metodológica).

Los mismos espacios virtuales sirven para intercambiar (chat y foros) y compartir experiencias y documentos interesantes relacionados con la Metodología de Investigación Educativa.

  1. CONCEPCIONES de fondo de la metodología de aprendizaje implementada:

COOPERACIÓN GENUINA‘ Implica el saber escucharnos para comprendernos, respeto y disfrute de la diversidad, el compromiso decidido con nuestro aprender desde la integración del colectivo sabiendo que solo no podemos, una relación horizontal de calidad entre tutor/a y estudiantes, entre facilitador y estudiantes,…; a nivel de equipos – internamente, y también entre equipos, a nivel de todo el grupo, p.ej. con las temáticas preparadas y compartidas. ‘Nadie tiene la verdad’, sino nos toca investigar fuentes para ir construyendo ‘nuestra’ verdad, tanto a nivel de equipos como a nivel de todo el grupo. Establecemos relaciones horizontales, sin imposiciones, asumiendo nuestras (co-)responsabilidades.

EDUCACIÓN POPULAR‘: El compromiso político-ideológico con nuestra realidad, partiendo del ella, reflexionando desde y sobre ella, tal que encontremos en conjunto, cooperando, insumos para transformarla para mejor; implica una dinámica de práctica – reflexión crítica – práctica mejorada y orientada hacia un objetivo claramente definido e identificado entre las personas relacionadas como autoras de su propio escenario, del cual también el/la tutor/a es parte integrante esencial;

RESPONSABILIDAD COMPARTIDA‘: Implica trabajo esencialmente en equipo, compromiso a aportar y compartir con las/os demás,…; Nos implica a todas/os en la medida de nuestras posibilidades… Implica no iniciar con un solo texto (ajeno) igual para todas/os, sino consultar muchas fuentes disponibles (presenciales – 10 y otras tantas digitales en la plataforma), en ocasiones contradictorias en sus planteamientos, que nos permiten ir desarrollando una actitud crítica consciente ante los planteamientos e ir construyendo nuestro propio punto de vista y nuestros propios aportes sustentados científicamente (a través de debates, reflexiones, discusiones, diálogos en encuentros… en el aula y en los foros en la plataforma), los cuales podemos plasmar, también colectivamente, en un producto como nuestro texto propio al finalizar la maestría. En vez de empezar con un texto ajeno, concluir con un texto propio[2], de autoría nuestra – para muchas/os su primer libro como autor o autora. No contentarnos con ser actoras/es clave y protagonistas de nuestro propio aprender, sino también convertirnos en autoras/es de nuestros propios aprendizajes. ….

APRENDER A INVESTIGAR INVESTIGANDO‘: Implica una dinámica de educación popular; tanto para la tesis ya en sí a través de la elaboración de Visión Vertical, Visión Horizontal, Perfil, Proyecto y su Ejecución, pero también en función de temáticas particulares sentidas como necesarias por nosotras/os mismas/os durante el desarrollo del trabajo colectivo.

APRENDIZAJE BASADO EN LA EXPERIENCIA’: Tanto la experiencia previa a la maestría en cuanto a ‘investigación’, así como la propia experiencia que se va construyendo colectivamente durante el desarrollo de la maestría. Esta experiencia que vamos construyendo colectivamente, nos sirve de punto de partida para todo lo que aprendemos, respondiendo a necesidades sentidas durante el desarrollo de la experiencia.

APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS’: Implica la visualización, elaboración, ejecución y evaluación colectiva de un proyecto como contexto principal del aprender… En nuestro caso un ‘proyecto de investigación’ (investigación – acción en la mayoría de los casos) que integra una transformación de la realidad educativa en el contexto del proceso investigativo;

APRENDIZAJE BASADO EN SUEÑOS’: Vamos compartiendo, construyendo e identificando un sueño (también compartido) a realizar con esta maestría y la elaboración de la tesis. No se trata del título sino de un sueño en cuanto a mi superación profesional (aprendizaje significativo).

APRENDER SISTEMATIZANDO’: Elaboramos reconstrucciones críticas de cada uno de nuestros encuentros (a nivel personal). Esto implica la creación de una nueva oportunidad de aprendizaje, interpretando críticamente lo hecho, deshecho, creado y construido en cada encuentro, identificando sus factores incidentes con sus consecuencias correspondientes. Se trata de hacer un análisis crítico de la experiencia construida y vivida, sistematizándola y así convertir esta sistematización en una nueva oportunidad para aprender colectivamente.

SISTEMATICIDAD’ (como expresión también de la ‘intención científica’): Implica un proceso de trabajo que parte de un análisis crítico del contexto, y pasa por: elaboración de una Visión Vertical y una Visión Horizontal, como guía para todo nuestro trabajo. Sigue con la elaboración del Perfil y posteriormente nuestro Proyecto de investigación. Ejecutamos la investigación, recolectando datos, procesándolos e interpretándolos construyendo la información oportuna y coherente con nuestro sistema de objetivos. Todo concluye (siempre parcialmente) con la elaboración del informe y de un artículo científico;

INTEGRACIÓN ENTRE LO PRESENCIAL Y LO VIRTUAL’: Implica el uso oportuno de la plataforma virtual y hacerle referencia y uso en cada uno de nuestros encuentros. Hay un espacio para cada encuentro con su introducción, diseño metodológico, recursos de aprendizaje, aportes de estudiantes y otros elementos en apoyo al desarrollo del encuentro.

VISIÓN INTEGRAL DEL APRENDER’: Desechamos una visión artificial que separa lo cuantitativo de lo cualitativo y en vez de trabajar módulos separados, más bien se concibe que integra todos los componentes relacionados con lo cuantitativo y lo cualitativo, lo interpretativo y lo socio-crítico.

‘NO SOLO SER ACTORAS/ES CLAVE Y SER PROTAGONISTAS EN NUESTRO APRENDER, SINO SER AUTORAS/ES DE NUESTRO PROPIO ESCENARIO EDUCATIVO’: Implica la planificación conjunta, la participación activa, el aporte sustancial de cada estudiante durante los encuentros correspondientes a la metodología de investigación educativa y los talleres de tesis.

EVALUAR PARA PROFUNDIZAR Y COMPRENDER, NO PARA JUZGAR’: Esto implica una concepción totalmente diferente de cada proceso de evaluación, donde la auto- y co-evaluación adquieren una relevancia fundamental en el propio proceso de aprendizaje. También tiene consecuencias para el llamado ‘jurado’ a la hora de compartir las tesis en sus instituciones. Es decir: no imponer normas o reglas formales de poca relevancia, sino mostrar una actitud de querer comprender lo que el equipo expone. En otras palabras no necesitamos de un ‘jurado’ que proyecta lo que sabe sino un ‘jurado’ que sabe escuchar y preguntar para comprender mejor.

ACOMPAÑAMIENTO SISTEMÁTICO’: Se hizo a través del desarrollo de los diferentes encuentros (24 en total), y también invitando a las/os tutoras/es para que fuesen partícipes activas/os en los procesos de aprendizaje. Aparte de los encuentros, las/os tutoras/es tienen sus sesiones de trabajo junto a sus equipos que les corresponden. Para lograr mayor sistematicidad en este sentido, propongo para una nueva edición se les integre a las/os tutoras/es su participación en los encuentros como parte de su carga laboral. También es muy importante poder compartir con miembros de los ‘jurados’ sobre todo lo escrito en este documento, tal que puedan actuar de una manera coherente al momento de evaluar (para comprender) el compartir de los procesos y productos investigativos de los diferentes equipos.

Presento este documento como breve testimonio de cómo hemos trabajado todo el ‘paquete’ de metodología de investigación educativa en el contexto de una Maestría ‘Formación de Formadoras/es’, acompañando a estudiantes en la elaboración de su tesis, desde una reflexión crítica permanente basada en la relación dialéctica entre teoría(s) y práctica(s).

A la disposición para cualquier aclaración si fuese oportuna.

Dr.C. Herman Van de Velde

Noviembre 2016, herman@abacoenred.com

Nota: puedes escuchar una entrevista sobre esta misma experiencia en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=coG7qluZuno

[1] Esta tarea no se pudo concluir, independientemente de que lo consideré ESENCIA para la expresión de lo aprendido. Fueron las cargas laborales y las tareas académicas relacionadas con otros módulos que impidieron su cumplimiento. Por lo mismo se no retoma esta misma tarea en los siguiente bloques de encuentros.

[2] Este es el único aspecto que, en la experiencia descrita anteriormente, no logramos cumplir.

Fuente: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/Aprender-a-investigar-investigando.pdf

 

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Consejería, Comunidad Educativa, Cooperación genuina, Nicaragua, I foro internacional

NICARAGUA: Mined desarrolla I Congreso Internacional de Consejerías Educativas

NICARAGUA: Mined desarrolla I Congreso Internacional de Consejerías Educativas

Por: Carlos Fernando Álvarez

Con el objetivo de intercambiar las experiencias recogidas en las Consejerías de las Comunidades Educativas, el Ministerio de Educación desarrolla esta mañana el primer congreso internacional orientado en este sentido.

Durante el encuentro se abordan aspectos sobre la formación en valores, la convivencia, la seguridad y la armonía, tanto en las escuelas como en las familias.

Del congreso participan directores de centros educativos, padres y madres de familia, delegados de educación departamentales, municipales y distritales, así como especialistas de Colombia, El Salvador yArgentina.

Ángela Delgado, de El Salvador, compartió las experiencias del proyecto “La Convivencia Armónica y Solidaria”, llevado a cabo en las aulas de clase y enfocado en la niñez y la adolescencia y el auto-cuido docente.

“La importancia que se le debe de dar a este tipo de eventos es que podemos compartir experiencias exitosas as y las podemos adecuar a las diferentes realidades de nuestros países”, sostuvo.

Por su parte la joven nicaragüense Kareli Díaz, valoró como positivos estos esfuerzos que ayudan a la articulación más apropiadas de los esfuerzos que en su escuela, se dirige tanto a padres como a estudiantes.

“Lo más importante es el fomento de los valores en los estudiantes. En nuestro colegio se practican las horas guiadas. Las horas guiadas sirven para ayudarnos a nosotros en un futuro”, manifestó.

Salvador Vanegas, asesor presidencial para la educación aseguró que por instrucciones de Comandanta Daniel y la Compañera Rosario, se ha avanzado en las rutas de calidad docente, la formación en conocimientos pero también en valores.

“Una de las condiciones para una educación integral es precisamente que los centros sean centros donde se disfrute el aprendizaje, centros seguros, centros que promueven la tranquilidad de la comunidad educativa y sus familias”, precisó.

De acuerdo a Vanegas para llegar al congreso nacional, se desarrollaron primero otros a nivel de colegios, municipales, departamentales y uno nacional.

Fuente: http://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:47352-mined-desarrolla-i-congreso-internacional-de-consejerias-educativas-

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