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Conoce a los 7 profesores latinoamericanos que podrían llegar a ganar el “Nobel de la enseñanza”

Colombia – Chile / 13 de enero de 2018 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar

¿Quienes son ellos y por qué están en la lista de los mejores 50 del mundo? Acá te contamos sus historias.

El Global Teacher Prize, también conocido como el “Nobel de la enseñanza”, es un premio organizado por laVarkey Foundation que busca destacar y reconocer la labor de profesores en distintas partes del mundo. Los docentes que participan, postulan al premio contando sus historias, sus desafíos, sus logros y su impacto, no sólo en la escuela, sino también en la comunidad en la que trabajan. De miles, sólo uno se lleva el reconocimiento y 1 millón de dólares, monto que es invertido por el ganador o ganadora en una iniciativa o proyecto educativo. Antes de la premiación final, el jurado elige a 50 profesores, de los cuales 10 son seleccionados como finalistas. En una premiación que se realiza todos los años en Dubái, se elige al ganador.Este año, 7 profesores de América Latina fueron elegidos como semifinalistas y algunos de ellos podrían, potencialmente, convertirse en finalistas del Global Teacher Prize. ¿Quiénes son ellos y por qué están en la lista de los mejores 50 mejores del mundo? Aquí te contamos sus historias:

1. Darío Víctor Greni Olivieri, Escuela Rural n° 88 de Las Violetas, Canelones, Uruguay

Darío Víctor Greni Oliveri quería ser profesor desde los 11 años de edad. Soñaba con una vida diferente, pues sus familiares nunca tuvieron la oportunidad de completar sus estudios. Para Darío, los estudiantes, la participación activa de la comunidad y la construcción de redes fuertes, son las tres piedras angulares de una educación exitosa a nivel rural. Como en Uruguay las comunidades rurales han sido descuidadas, se ha esforzado por unir a la comunidad y a los estudiantes en proyectos colectivos a través de los cuales potencia el trabajo en equipo, la creatividad y el pensamiento flexible.

Dentro de los proyectos está un estudio de calidad del agua que considera a los macroinvertebrados como indicadores biológicos. Para éste, Oliveri conectó a los estudiantes con una variedad de expertos en el campo, incluidos microbiólogos. A través de esto, lograron una mayor comprensión de su entorno local, de los desafíos que lo afectan y de lo que se puede hacer al respecto.

Para este profesor, identificar lo que despierta el amor por el aprendizaje de cada estudiante es una prioridad, por esto invierte mucho tiempo en resolver qué los motiva. Por ejemplo, un nuevo estudiante llegó a su escuela y no hablaba en público. Oliveri descubrió su amor por las ciencias naturales y usó esto para desbloquear su voz. Este docente también ha hecho cambios muy importantes: eliminó las estructuras rígidas, ha reunido a estudiantes de diferentes edades y habilidades. Además, ha logrado estructurar el calendario en torno a una serie de actividades rotativas para fomentar el trabajo interdisciplinario y ha aprovechado mucho la tecnología.

El impacto de su labor se ve en el desempeño de sus estudiantes. El 98% de sus alumnos graduados asisten ahora a la educación secundaria, y el 78% tiene un alto rendimiento. Oliveri también ha ganado diversos reconocimientos por su labor y se ha dedicado a compartir sus aprendizajes con otros maestros.

Global Teacher Prize


2. Débora Garofalo, La Escola Municipal de Ensino Fundamental Almirante Ary Parreiras, São Paulo, Brasil

La infancia de esta profesora no fue sencilla. Tuvo que superar la pobreza antes de convertirse en profesora y previo a eso, trabajó en recursos humanos en la industria bancaria para recaudar los fondos que necesitaba para poder capacitarse como profesora. Este trabajo le dio una enorme perspectiva acerca de las habilidades que necesitan los estudiantes para tener éxito en lugares de trabajo modernos.

Después, Débora llegó a una escuela ubicada cerca de las cuatro favelas más famosas del país y allí se dio cuenta que los estudiantes no estaban recibiendo la educación en tecnología necesaria para enfrentarse a los trabajos del futuro. Además, la escuela no tenía suficientes recursos y los niños sufrían el impacto de un entorno local complejo, de violencia, pobreza e insalubridad.

Entonces, esta profesora decidió inspirarse en lo que veía a su alrededor. Trabajó con sus estudiantes para hacer un mapa de los problemas del área local a través de la fotografía y utilizó esta información para desarrollar un programa llamado Junk Robotics, Promoting Sustainability. Para lograrlo, primero tuvo que ganarse la confianza de sus colegas. Débora organizó clases abiertas sobre gestión de residuos para la comunidad local y alentó a las personas a que trajeran artículos que iban a desechar. El programa Junk Robotics ha sido muy relevante para la comunidad, pues ha sido utilizado por otras escuelas como base para implementar un nuevo plan de estudios de tecnología.

Actualmente, Garofalo potencia una cultura “creadora” y alienta a los estudiantes a convertir desperdicios en prototipos de cosas que imaginan, diseñan y construyen. Antes de esto, los estudiantes empezaron con proyectos simples. Más adelante, Garofalo introdujo los fundamentos de la electrónica y luego pasó a la robótica más compleja. Más de 2.000 estudiantes han participado en el programa, y ​​han creado prototipos de todo, desde robots y carros, hasta barcos y aviones. Más de 700 kg de basura se han convertido en algo nuevo.

A través de su trabajo, Garofalo ha potenciado en sus estudiantes habilidades científicas, pero además de esto, ha fomentado habilidades como el trabajo colaborativo y ha convertido a sus estudiantes en ciudadanos globales. ¿Los resultados? El puntaje en los exámenes aumentó de 4.2 a 5.2 y al menos 28 estudiantes permanecieron en la escuela después de correr el riesgo de abandonarla. Lo mejor es que esta profesora entrena a otros docentes y publica regularmente columnas para compartir prácticas y técnicas. Garofalo también ha sido muy influyente en el desarrollo de directrices para la enseñanza de tecnología en todo el país.

Global Teacher Prize


3. Felipe Ramírez, Escuela Hospitalaria Puerto Montt, Los Lagos, Chile

Para ejercer su profesión (profesor de arte), Felipe se mudó a la pequeña ciudad de Puerto Montt (en el borde del archipiélago de Chiloé, en Chile). Cuando llegó, la escuela hospitalaria tenía sólo 12 estudiantes y estaba a punto de cerrar sus puertas. Felipe quería darlo todo para que esto no sucediera y para lograrlo, entendió que lo más importante no era sólo la matemática y la ciencia. Actualmente, la escuela sigue en pie gracias a su gestión, pero los desafíos continúan. En la escuela hospitalaria hay niños de todas las edades. Algunos tienen condiciones físicas y psicológicas severas, por eso, la capacidad de aprendizaje de los estudiantes fluctúa día a día. Pero Felipe ha desarrollado estrategias que funcionan para todos ellos.

En 2016, la escuela participó en un concurso para crear una obra de arte pública. Todos contribuyeron para crear un libro de poesía gigante que se tituló Poemario de Color. Para desarrollarlo usaron matemáticas, tecnología y español, e ilustraron las páginas usando la técnica japonesa shibori. El proyecto recibió una mención especial y fue parte de una exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. El libro fue una oportunidad para que los estudiantes hablaran de su enfermedad, de la muerte y del hospital, temas que casi nunca se mencionan en otros contextos escolares. Y hablar de esto en la escuela es una prioridad, pues muchos de sus estudiantes, por sus enfermedades, no llegan a convertirse en adultos.

Como director, una de las misiones de Ramírez es crear un espacio en el que los estudiantes puedan luchar por sus sueños, tal como lo hace cualquier otra persona de su edad. Además, fuera de la escuela, involucra a la comunidad. Por ejemplo, a través de un club de carreras inclusivas. Su otra misión es asegurar que todos los estudiantes puedan regresar a la escuela y no quedarse atrás y en ese objetivo ha alcanzado grandes resultados. La evaluación del desempeño muestra que el 60% de sus estudiantes regresan a la escuela convencional y el 40% restante continúa su educación en la escuela del hospital. Y de los estudiantes que ingresan a la educación general, el 96% tiene un buen rendimiento académico.

Felipe también ha ganado varios premios y está involucrado en varias redes de enseñanza a través de las cuales comparte sus métodos con otros docentes de hospitales. También se ha encargado de organizar un Día anual de la salud en el aula, espacio en el cual 300 maestros aprenden estrategias para apoyar a los estudiantes que regresan después de una enfermedad grave.

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4. Luis Emiro Ramírez Gómez, IE Rural Avenida el Caraño, Florencia, Colombia

Primero decidió estudiar ingeniería electrónica, pero el llamado a enseñar era demasiado fuerte. Enseñando robótica, llegó a una escuela rural, donde se enamoró por completo de la docencia. La historia de Colombia le da un valor particular a su historia. Muchas familias en el campo colombiano se han visto obligadas a huir de la violencia sin nada y encontrar refugio en comunidades agrícolas aisladas, olvidadas. No hay mucha esperanza en el campo y durante muchos años, los jóvenes han huido a las ciudades mientras los demás se sienten olvidados.

Pero cuando este profesor llegó al campo, no se sintió desesperanzado. Al contrario, encontró jóvenes con potencial y oportunidades para lograr cambios importantes en la comunidad donde trabaja. Él quería marcar la vida de sus estudiantes dándoles herramientas útiles y motivándolos con el futuro. Para lograrlo utilizó Agromatics, es decir, la agricultura aplicada. Luis Emiro ayuda a sus estudiantes a convertir problemas agrícolas y encuentra soluciones utilizando la ciencia y la tecnología. Ellos identifican un problema y desarrollan una solución, probando hipótesis mediante metodologías rigurosas.

Este profesor ha trabajado por cambiar la percepción que tienen sus estudiantes sobre las zonas rurales donde viven; él quiere que vean sus hogares como lugares prósperos y llenos de oportunidades. Además tienen una nueva forma de interactuar con su comunidad y las herramientas que construye junto a sus alumnos mejoran su calidad de vida y la de sus familias.

Los desafíos que han enfrentado estos estudiantes incluyen el monitoreo de la actividad de inundaciones para proporcionar un sistema de alerta temprana. También desarrollaron un dispositivo para controlar la clorofila a través de la longitud de onda. Las aplicaciones y dispositivos que han resultado de todo esto se han podido implementar en el campo. Algunos de los inventos se han convertido también en pequeñas empresas, generando una nueva fuente de ingresos. Gómez también ha llevado internet a la región, el cual ahora está disponible para los estudiantes y el resto de la comunidad.

Sus alumnos, muchos de los cuales han enfrentado pérdidas y han sido víctimas del desplazamiento forzado causado por la violencia, no asistían a las escasas escuelas existentes. Pero ahora lo hace y trabajan con su profesor en proyectos con aplicaciones prácticas claras. También son capaces de usar matemática compleja, física, química y robótica, lo que les ha devuelto el conocimiento y sobre todo, la confianza.

El éxito del programa Agromatics, diseñado por el docente, se traduce en mejores rendimientos. Sólo en el tercer año de su implementación, los resultados de la escuela se encontraban entre los mejores del municipio y los más altos de todas las escuelas rurales. Y en el último año, 26 estudiantes estudiaron en la universidad, un hecho prácticamente sin precedentes. Gómez comparte su aprendizaje a través de redes de educadores regionales y también da conferencias. Por su labor, ha recibido numerosos reconocimientos.

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5. María Cristina Gómez, Colegio Santa Margarita, Rosario, Argentina

María Cristina es madre de tres hijos, dos de los cuales tienen discapacidades. Sus problemas de salud son tan graves, que los profesionales médicos han sido pesimistas sobre su futuro. Sin embargo, esta profesora se ha negado a aceptarlo y ha hecho todo por superar las dificultades. Esta fortaleza le permitió ir a la universidad y cumplir sus sueños.

A lo largo de toda su carrera se ha dedicado a encontrar la manera de involucrar a sus estudiantes para cambiar su destino. Su creencia en ellos, el uso de la tecnología y las herramientas de enseñanza que ha desarrollado, le ha permitido formarlos para que sean exitosos, alejándolos de las drogas, la guerra de pandillas y el embarazo adolescente.

Un de sus métodos consiste en involucrar a los estudiantes en iniciativas que les dan acceso a personas y lugares más allá de su comunidad inmediata. También utiliza programas educativos de alto rendimiento, como el modelo de la ONU. Este trabajo basado en proyectos ofrece a los estudiantes una experiencia de colaboración e investigación enfocada, así como el dinamismo del debate y la negociación. El Servicio de Aprendizaje es una parte fundamental de la enseñanza de Gómez. A través de esto, los estudiantes emprenden proyectos para mejorar su comunidad. Esta iniciativa incluye el proyecto “Un estudiante, un libro” a través del cual proporcionar libros para la biblioteca de la escuela.

Los métodos de esta profesora tienen un profundo impacto en la vida de sus estudiantes. Una joven, por ejemplo, estaba repitiendo el año en que se unió a la clase, y ya había sido expulsada de tres escuelas. Terminó con las calificaciones más altas y fue capacitadora en el Modelo de la ONU. Actualmente está cursando sus estudios y participa en un programa para alumnos excelentes.

María Cristina también es miembro de Mundo de la Educación, un programa para desarrollar habilidades y técnicas de construcción de la paz. Tuvo tanto éxito en el programa, que en 2018, la escuela organizó el primer ExpoEdu Paz, una oportunidad para que todas las escuelas participantes compartieran sus experiencias.

Esta profesora es experta en convertir los problemas en ventajas. Un ejemplo de esto: convirtió los celulares que solían ser un problema, en una herramienta de aprendizaje y desarrolló recursos como blogs, para que sus estudiantes utilizaran los smartphones. De esta manera, los teléfonos se transformaron en algo que motivó a los alumnos a estudiar más.

Gómez también ha ganado varios premios, incluido el Microsoft Educator Expert por tres años consecutivos, por sus herramientas de educación en línea. Esta profesora también aprovecha cada oportunidad para compartir su aprendizaje en conferencias, artículos o talleres.

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6. Martín Salvetti, Technical Secondary School No. 5, Buenos Aires, Argentina

Aunque Martín no pensaba ser profesor, se convirtió en uno extraordinario. Comenzó haciendo unas tutorías en la escuela de la cual se graduó para ganar dinero extra. Cuando llegó tenía una edad similar a la de sus alumnos y esto le permitió empatizar con ellos. Desde entonces vio oportunidades para mejorar su experiencia educativa.

En sus inicios diseñó un club de fútbol de fin de semana con estudiantes y otros miembros de la comunidad educativa. Ahí se dio cuenta cuán efectivamente aprendieron los estudiantes mientras se involucraban en algo activamente. A pesar de la diversidad de los estudiantes, provenientes de diferentes partes de la sociedad argentina, la experiencia fue muy rica. Desde entonces, esta visión formó la base de su enseñanza.

El enfoque de Salvetti se basa en el “hacer” y la escuela ha sabido valorar esto. De hecho, gracias a él, el establecimiento participó en un programa de arte, organizado por un grupo de organizaciones benéficas. Así, ganaron fondos para impulsar un proyecto de radio, cine, y una banda. En 2007, Salvetti y sus estudiantes ganaron una competencia nacional por su trabajo y pudieron invertir en equipos de transmisión para compartir su proyecto de radio con toda la comunidad. Hicieron su primera emisión en 2008.

La estación de radio prosperó. Ahora transmite 24 horas al día, 7 días a la semana. Otras escuelas de la región visitan a sus estudiantes y aprenden de ellos. El proyecto es atractivo pues permite a los estudiantes aprender de una manera diferente, mientras informan a los oyentes con información valiosa. Los temas son elegidos por los estudiantes e incluyen seguridad vial, educación sexual y bullying. Además se comparte poesía y escritura creativa que es creada por los alumnos.

La estación de radio se ha convertido en una plataforma para hacer una campaña que apunta a el cambio. Por eso el contenido ha incluido entrevistas con las Madres de la Plaza de Mayo (cuyos hijos han “desaparecido”), programas sobre religión, los derechos de los niños, medio ambiente, entre otros. Como Jefe del Departamento de Automoción, reunió a estudiantes de electrónica, mecánica y metalurgia para establecer el proyecto “Un automóvil para un caballo”. Los estudiantes reparan motos y autos que han sido rescatados, y los intercambian por los caballos que se usan para el trabajo y que son sometidos a tratos crueles.

Salvetti siempre conecta el aprendizaje con la conciencia de los problemas globales, algo que han interiorizado muy bien sus alumnos. Las lecciones prácticas de Salvetti actúan como una puerta de acceso a un conocimiento mucho más amplio y hace que los estudiantes se sientan parte de una comunidad que es mucho más amplia que la escuela.

¿Los resultados de su trabajo? El trabajo de este profesor se ve reflejado en la reducción en las tasas de deserción y en los resultados de sus estudiantes, quienes han ganado premios por su trabajo, incluido el oro en los Juegos Olímpicos de Electrónica nacionales en 2017. Además, los estudiantes que antes corrían el riesgo de abandonar laa escuela han abierto talleres de reparación de motos y han sido inspirados por la estación de radio para tener una carrera en la música o el teatro.

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7. Jayse Ferreira, Escola de Referência de Ensino Médio Frei Orlando, Itambé, Brasil

Jayse Ferreira creció en Itambé, un lugar que hasta hace muy poco estaba inmerso en la violencia y la pobreza.  Sus padres trabajaban cosechando caña de azúcar y ninguno podía leer o escribir, sin embargo, le inculcaron una poderosa creencia en la educación. Entonces Ferreira se convirtió en profesor de Historia del Arte.

Cuando terminó su carrera, se propuso transmitirle a sus estudiantes la pasión por el aprendizaje. Para esto, sabía que tenía que desarrollar formas de enseñanza que resonaran en el aula y para hacerlo, encuestó a sus alumnos; quería saber que haría que la escuela fuera más atractiva para ellos.

En este procesos, descubrió que el currículo no se relacionaba a sus experiencias de vida y decidió convertir la tecnología y las redes sociales en aliados importantes para cambiar eso. Así creó el proyecto “Let´s SHORTen this story”, con el cual alentó a los estudiantes a escribir cortometrajes. Era un proyecto ambicioso, pues la mayoría de los estudiantes nunca habían estado en un cine. Ideó entonces la manera de hacer un acuerdo con el cine en la capital del estado para que los estudiantes pudieran visitarlo. Fue muy inspirador para ellos.

Juntos seleccionaron una historia corta para filmar, una precuela de la serie de Harry Potter. Pero en ese momento, prácticamente no había ningún equipo en la escuela para hacerlo. Para cambiar esta realidad, el profesor pidió a las empresas locales que financiaran el proyecto de muchas formas, por ejemplo, con donaciones de ropa para disfraces. Gracias a esto, los estudiantes pudieron llevar a cabo el proyecto y realizaron todos los aspectos de la filmación, desde la actuación hasta la edición.El video que nació de esta iniciativa fue visto más de 20,000 veces en YouTube, en menos de una semana.

A raíz de este éxito, los estudiantes eligieron temas más desafiantes, temas que los afectan directamente. Por ejemplo, la conducción bajo los efectos del alcohol (lo que provoca un número significativo de muertes entre los jóvenes de la zona cada año). Las películas que hicieron fueron proyectadas a la comunidad y las respuestas fueron muy positivas.

Además del cine, los estudiantes de Ferreira participan en debates sobre los temas que abordan. Uno de estos incluso se convirtió en un proyecto de fotografía a través del cual se exploraba la etnicidad en Brasil. El trabajo fue exhibido para que, de nuevo, toda la comunidad lo apreciara. Gracias a esto, incidentes de prejuicio y rechazo en la escuela, se han reducido a cero. Su trabajo ha tenido otros resultados muy positivos. Por ejemplo: las solicitudes universitarias han aumentado dramáticamente entre sus estudiantes y las tasas de abandono escolar han disminuido notablemente.

Ferreira ha compartido sus métodos con otros docentes a través de una red de apoyo de maestros que él mismo ha establecido. También es parte de la red nacional de maestros Conectando Saberes. El trabajo que está realizando Ferreira en Itambé ha sido reconocido a nivel nacional en innumerables ocasiones.

Global Teacher Prize

Fuente del Artículo:

https://eligeeducar.cl/conoce-los-6-profesores-latinoamericanos-podrian-llegar-ganar-nobel-la-ensenanza

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 13 de enero de 2019: hora tras hora (24×24)

13 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 9 de diciembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Argentina: El cierre de las 14 escuelas ya es un hecho

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297863

01:00:00 – Clara Cordero: “Móviles en el aula, sí “

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297871

02:00:00 – México: Universidades, con deudas de 19,209 mdp

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297868

03:00:00 – Conoce a los 7 profesores latinoamericanos que podrían llegar a ganar el “Nobel de la enseñanza”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297877

04:00:00 – Educación implementará nuevo método para enseñar Matemáticas, ¿en qué consiste?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297985

05:00:00 – Libro: Pedagogía y Formación Docente (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298063

06:00:00 – Colombia: Líderes universitarios dicen que paro estudiantil continúa y llaman a marchar nuevamente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297994

07:00:00 – Neurociencia, ¿una aliada para mejorar la educación?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297976

08:00:00 – Trenzar. Revista de Educación Popular, Pedagogía Crítica e Investigación Militante N°1 (octubre 2018 -marzo 2019) – PDF

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298066

09:00:00 – Educación humanizadora y deshumanizadora

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298069

10:00:00 – Libro: Pedagogía del aburrido (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298079

11:00:00 – El ir y venir de las modas educativas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297991

12:00:00 – Calendario docente 2019 (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298083

13:00:00 – Bajo rendimiento escolar: 10 Pautas para evitar el fracaso escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297874

14:00:00 – Bolsonaro acusa al marxismo de causar bajo nivel educativo en Brasil

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298088

15:00:00 – De la piel a la pedagogía: las 10 «p» de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297982

16:00:00 – 10 grandes diferencias entre el sistema educativo finlandés y la educación convencional

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298091

17:00:00 – Neoliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal*

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298072

18:00:00 – Paraguay: Critican sistema de evaluación PISA-D

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298097

19:00:00 – La crisis del Reformismo Educativo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297988

20:00:00 – Eduy 21 propone «blindar el cambio educativo» con presupuesto adicional de 1% del PBI

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298094

21:00:00 – Henry Giroux: ¿Por qué es hoy necesaria la Educación Crítica? (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298100

22:00:00 – ¿Por qué el modelo educativo japonés es uno de los mejores del mundo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298076

23:00:00 – Aulas violentas: el acoso y la agresión en la escuela (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298103

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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China: ¿cómo enseñar a pensar bajo la censura?

Por: Semana

Censurar lo inconveniente, memorizar todo y reflexionar poco. Así es el sistema educativo en China. Pero de cara a los cambios del siglo XXI, la potencia asiática se enfrenta al difícil desafío de enseñar pensamiento crítico en un Estado totalitario.

Todos los estudiantes en el salón se inclinaron sobre su libro de texto, concentrados en una página que no leían. En cambio, intentaban despegar un fragmento de cinta marrón adhesiva –de las que se utilizan para empacar cajas– que cubría un mismo apartado en cada libro. Dana Pao, profesora de Inglés en décimo grado de un colegio privado en Pekín, supo que debería replantear toda su hora de clase cuando un alumno preguntó qué era esa cinta pegada en la mitad de la hoja.

Los libros de texto que se importan en China son revisados por la aduana y el Ministerio de Educación y, cuando hay material que el gobierno considera políticamente sensible, un funcionario lo cubre con una cinta marrón.

“Hallamos esa página censurada y a los estudiantes no les interesaba nada distinto que descubrir lo que había bajo la cinta. Entonces me dije que tendría que volver esto un ejercicio pedagógico”, dijo Pao. La mayoría de los chicos, ansiosos, rasgaron la hoja. Una niña que con paciencia metódica, milímetro a milímetro, logró revelar la información secreta sin dañarla, exhibió para el resto de la clase una tabla de los países que más contaminan los océanos. China estaba en el segundo puesto.

“Les hice preguntas. Solo preguntas. Ellos tenían que llegar a las respuestas por su cuenta. ¿Quién creen que puso eso allí? Al principio no respondieron nada, estaban muy confundidos. ¿Creen que lo puse yo?, les dije. Respondieron que no. ¿Creen que lo puso el colegio? Quizás. ¿Por qué el colegio querría tapar esa información? No hay ningún motivo. Pues no fue el colegio. ¿Entonces quién fue? Ellos mismos llegaron a la respuesta de que fue el gobierno chino”, dijo Pao. “Si no hubieran censurado esa página, ninguno de los alumnos le habría prestado atención al gráfico”.

El pensamiento crítico, una de las habilidades que se consideran más importantes en el mundo contemporáneo, parece adverso a la cultura y al sistema político de China. La Asociación para el Aprendizaje del Siglo XXI (Partnership for 21st Century Learning), define esta habilidad a partir de cuatro competencias generales: razonar efectivamente, usar el pensamiento sistémico, tomar decisiones y hacer juicios. Aunque son herramientas fundamentales para un país que asume un liderazgo mundial, y cuyas empresas e instituciones quieren competir con las de primer nivel en el mercado globalizado, el sistema educativo no las fomenta.

En China, donde no hay libertad de información y de expresión, ser crítico y cuestionar las creencias recibidas es un comportamiento que, en el mejor de los casos, podría cerrarle oportunidades a un joven, y en el peor, conducirlo a la cárcel.

El 24 de agosto la policía decidió entrar a los apartamentos de jóvenes que, durante las semanas anteriores, organizaron manifestaciones a favor de los derechos de los trabajadores. Eran muchachos de extrema izquierda convencidos de su causa que asumieron una postura crítica hacia la dramática distancia entre la utopía del socialismo chino, según sus textos fundacionales, y la realidad social del país dominado por el partido comunista más poderoso del mundo. Las ideas que los llevaron a prisión fueron las que leían en sus clases; pero en China ese tipo de contenido político se estudia para repetirlo, no para reflexionar sobre él y contrastarlo con la realidad. Estas actividades son peligrosas.

“Creo que en las escuelas chinas no nos enseñan pensamiento crítico por motivos políticos”, dijo Liu Xiaoxiao, una joven que estuvo hasta los 13 años en un colegio público chino y hasta los 17 en uno privado, antes de salir del país para graduarse de una escuela norteamericana. “No quieren que la gente cuestione, que se pregunte por qué las cosas son como son. Cuando estudiaba en el colegio público de China, en la clase de Literatura nos hacían copiar fragmentos de los libros o memorizar la información que iba a aparecer en el examen”.

 El examen más difícil del mundo

Las dificultades para enseñar pensamiento crítico en China también surgen por motivos mucho más cotidianos y mundanos que la lucha por reivindicaciones sociales. Según Himelda Martínez, educadora colombiana que fue jefe de la misión de educación del Banco Mundial en China entre 1988 y 1992, la cultura de esa nación no considera que la creatividad y el pensamiento crítico sean habilidades que deban fomentarse.

“Más que en cualquier otro país del mundo, la educación en China era para todos y se le daba la mayor importancia”, dijo Martínez. “Muchos de los altos funcionarios y profesores importantes consideran que la creatividad enseñada en las escuelas es algo muy americano, como comer chicle o echarle hielo al agua. Está bien en Estados Unidos, pero no en China. A la creatividad se llega después de dominar la técnica; no es el punto de partida”.

La educación en las escuelas públicas secundarias está dirigida a que los estudiantes puedan pasar las pruebas del gaokao o “examen superior”: la inclemente prueba de ingreso a la universidad, quizás la evaluación escolar más difícil del mundo.

Cada año, casi diez millones de jóvenes chinos la presentan, y unos siete millones la aprueban. Quien fracasa no tiene derecho a entrar a una universidad en China. Una mala calificación le puede restar invaluables oportunidades en un país con una competencia despiadada. “Los profesores no usan métodos de enseñanza que introduzcan habilidades como el pensamiento crítico porque no quieren arriesgarse a que los estudiantes saquen malas calificaciones en el gaokao. Toda la educación está dirigida a pasar el examen”, dijo Zhang Xi, un administrador escolar que está haciendo una maestría en la Universidad de Nottingham para ser profesor de chino como segunda lengua. Zhang estudió en una escuela pública y trabajó en un colegio internacional de Pekín, y advierte que no hay pensamiento crítico en los colegios públicos y que el gobierno incluso está eliminando trozos de la historia nacional de los libros de texto.

“Va a eliminar la Revolución Cultural y ya han sacado de los libros de texto al autor más importante de China, Lu Xun, porque dice que es muy pesimista”, añadió. El 15 de octubre fue la fecha límite para que todas las escuelas del país, incluso las privadas y los colegios internacionales, dejen de utilizar libros de texto que no estén aprobados por el Ministerio de Educación.

Una escuela diferente

Wang Lanfan trabaja como profesora de Inglés en el colegio pekinés Escuela del Futuro de Chaoyang, una institución que está experimentando con algunas de las herramientas pedagógicas más novedosas y opera en asocio con la Universidad de Pekín, una de las más reputadas del país. Solo acepta estudiantes que provengan de escuelas que no sean las mejores, para darles una oportunidad a quienes no sobresalen.

Por lo pronto, únicamente imparte educación secundaria. Pero ya están poniendo a prueba los métodos innovadores que podrían introducirse más adelante en más escuelas públicas. Esta podría ser la chispa de una revolución educativa.

“Hacemos todo lo que podemos para lograr aprendizaje personalizado. Mientras en una escuela normal de China hay unos 40 estudiantes por salón, en la nuestra hay 15”, dijo Lanfan. “Hacemos reuniones de discusión con los alumnos en una mesa redonda para todas las materias. Los estudiantes usan iPad durante la clase e integramos material multimedia. En chino el pensamiento crítico se dice pipan siwei, y es una de las principales herramientas que enseñamos a nuestros estudiantes”.

El colegio es la punta de lanza de lo que Lanfan describe como una lenta pero profunda transformación en la educación en ese país. “Hay interés en que haya cambios educativos en China. El día de los profesores (10 de septiembre), Xi Jinping, presidente de China, dio un importante discurso en el que dijo que se enseñaría más pensamiento crítico en las escuelas”, dijo Lanfan.

En efecto, Jinping dijo en su alocución que “nuevas filosofías, pensamientos y puntos de vista se han tenido en cuenta en la reforma y el desarrollo de la educación”, aunque añadió que “esto incluirá mantener el liderazgo del Partido Comunista sobre la educación”.

Y es que el partido adelanta un proceso que desde los países democráticos puede parecer contradictorio. Las regulaciones y el control de la educación son más estrictas que hace algunos años, o al menos se hacen cumplir de forma más rigurosa.

Pero hay interés por abrir el sistema educativo a competencias que tienen una enorme demanda en el siglo XXI. Y la más peligrosa para el Partido Comunista es el pensamiento crítico, que es bienvenido en clases de Ciencias Naturales, pero inexistente en las Ciencias Sociales.

China entiende que, si desea formar jóvenes competentes para las realidades del mundo globalizado, tendrá que enseñarles pensamiento crítico; de manera que el cálculo de equilibrista sociológico sobre el que actúa el gobierno, su cuerda floja, es:¿cómo abrirles la mente sin desatar un huracán político?

 Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-ensenar-pensamiento-critico-en-un-estado-totalitario/597321

 

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Cerrar escuelas es una tragedia pedagógica

Miguel Andrés Brenner (*)

El cierre de las escuelas nocturnas en la Ciudad de Buenos Aires marca un estilo que pretende avasallar el espíritu de la pedagogía, en una época en la que el “diálogo” es una palabra vacía de contenido real, donde las reformas educativas se realizan “sobre” los docentes y no “con” los docentes, con la única pretensión del ajuste en “recursos humanos” 1 en favor de los intereses de una exacerbada competencia individual, emprendedurista y meritocrática, donde cada uno sería el “gestor” de su propio destino, al modo del “just do it”, “simplemente hacelo”. Y, en la medida en que no lo hagas, no importa qué, serías “vos” el único responsable. Éste es el espíritu del cierre de las escuelas nocturnas en la Ciudad de Buenos Aires.
¿Qué reemplaza a dichas escuelas? El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, en su página web, señala que se puede realizar el secundario completo o rendir solamente las materias que se adeuden, sin obligación de asistir a clases, siguiendo el propio ritmo, mediante plataformas virtuales, guías de estudio, espacios de consultoría 2 , con el apoyo de docentes y facilitadores. La única instancia presencial obligatoria son los
exámenes. 3
En síntesis, es el olvido de la pedagogía, una negación que somete a los alumnos a la dictadura de las empresas que diseñan y establecen contenidos a aprender desde sus criterios de mercado. Es la negación del docente, es la negación del alumno. La negación del docente se da cuando su palabra en el diálogo con la palabra de los
alumnos es reemplazado por tecnologías cuyos mentores no se conocen con nombre y apellido, ni empresas, ni personal que fabrica las plataformas virtuales.
La negación del alumno se da en tanto adolescentes y adultos, que requieren cumplimentar con la obligatoriedad de la escuela secundaria, son abandonados al autoaprendizaje. El autoaprendizaje es posible cuando hay un dominio de la lectoescritura, cuando hay un dominio de habilidades y contenidos propios de una alfabetización concorde a los
requerimientos críticos del siglo XXI, cuando hay un dominio de los tiempos y ritmos que hacen a las necesidades materiales y simbólicas.
Un alumno que o bien carece de empleo, o bien se encuentra precarizado, o bien sufre las “inclemencias” producidas por los pocos sectores que usufructúan de sus vidas, un alumno que vive en un estado de incertidumbre económica, alimentaria, entre otras, difícilmente se halle con el sentido de discriminar entre ritmos propios y los ritmos que impone una política de saqueo de la condición humana de vida en comunidad.
Es por ello que hoy, más que nunca, se hace necesaria una educación donde predomine el diálogo de un mundo que se comparte, donde la relación cara-a-cara sea el espíritu que 1 En tal sentido, los docentes somos considerados como meros medios, meros “recursos”, con la misma jerarquía que los “recursos materiales”.
2 http://www.buenosaires.gob.ar/educacion/estudiantes/adultos-2000/instituciones-y-centros-de-apoyo
3 http://www.buenosaires.gob.ar/educacion/estudiantes/adultos-2000/que-es-adultos-2000

estimule el aprendizaje educativo 4 , donde la misma relación docente alumno es una relación
educativa en el más prístino sentido otorgado por Paulo Freire.

Articulo enviado por su autor a la redacción de OVE

Foto de archivo

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“Estamos vivas, buscando alternativas para evitar la despoblación”

Redacción: Tendencias 21

Un colectivo de mujeres de la comarca de Molina de Aragón reivindica la vida en el medio rural teniendo como base el cooperativismo

Un colectivo de mujeres de la comarca de Molina de Aragón ha puesto en marcha La Artesa, una iniciativa que reivindica la vida en el medio rural, el cooperativismo y el emprendimiento para evitar la despoblación y la demotanasia. «Estamos vivas, buscando alternativas» es lo que exponen en un elocuente video que está resonando en las redes sociales.

“Estamos vivas, buscando alternativas” es un clamor expresado por un grupo de mujeres de la comarca de Molina de Aragón que desde 2016 reivindican la vida en el medio rural, los recursos endógenos y el territorio en el que habitan bajo la filosofía del cooperativismo y la unión de personas en el camino del emprendimiento.

Se trata de una reivindicación basada en la convicción de que las sociedades no pueden vivir sin los pueblos: no hay paisaje sin paisanaje. El colectivo se llama La Artesa y aglutina en la actualidad a un total de 215 mujeres del medio rural.

Desde su puesta en marcha, La Artesa ha generado 32 espacios de encuentro entre emprendedoras y mujeres del medio rural, implicado a 10 mujeres en redes locales de comercialización y realizado 10 diagnósticos para la identificación de necesidades e de ideas de negocio en sus respectivos entornos. A través de la Fundación Cepaim que acoge el proyecto, los colectivos se distribuyen por no sólo por Molina de Aragón, sino también por Soria, Salamanca y Ciudad Real.

Potenciación de la mujer rural

La Artesa pretende que las mujeres participantes adquieran y desarrollen los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que mejoren su empleabilidad a través de asesorías individuales y grupales, acciones formativas, encuentros de intercambio de experiencias y buenas prácticas, participación en redes de comercialización, mejora de competencias sociales, laborales y personales, como la creatividad, la autonomía y la autoconfianza.

Estas mujeres emprendedoras se dedican al sector artesano, agroalimentario y sector servicios y se han unido gracias al proyecto La Artesa para facilitar y mejorar sus emprendimientos, generar sinergias entre ellas, y compartir recursos, conocimientos y apoyo emocional.

Todas han ido tejiendo una red de apoyo y a partir de la cual quieren seguir creciendo. Prueba de ello es el video que han elaborado, “Rumba rural”, un trabajo comunitario y participativo en el que demuestran la fuerza de la unión, el mensaje positivo y motivador de vivir en el pueblo, dan a conocer lo que hacen, reivindican de manera creativa a través del arte el potencial humano y la calidad de vida que hay en el medio rural, con la finalidad de repoblar los pueblos.

Consideran que una de las prioridades de la política local, regional, estatal, y europea debe ser la actuación sobre los territorios vacíos, ya que en muchas regiones de España y Europa el desequilibrio territorial es insostenible.

Alarmante riesgo de demotanasia

Ana Lamas, una de las mujeres protagonistas del proyecto La Artesa y Miembro Directiva del Club Nuevo Mundo, explica que mientras se masifican determinados núcleos urbanos, la despoblación y el riesgo de demotanasia de gran parte del territorio  es alarmante.  “Corregir este desequilibro y custodiar el territorio, es una misión que corresponde al paisanaje en su totalidad, al de las urbes y al de los pueblos”, añade.

Pone como ejemplo la España Vacía que refirió en su ensayo  Sergio del Molino y plantea la necesidad urgente de actuación en el equilibrado territorial la Serranía Celtibérica, el territorio más desarticulado de Europa, que abarca zonas de 10 provincias españolas en inminente riesgo de desaparición, portadoras de una cultura milenaria que se pretende sea reconocida por la UNESCO como “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”.

El medio rural ha ido evolucionando y transformando la realidad social que lo define, generando una población envejecida y masculinizada y una pérdida progresiva de población.

Por ello que son necesarias medidas e iniciativas de desarrollo rural, en las que se prime la incorporación sociolaboral de las mujeres rurales. La Artesa es un referente del camino a seguir para frenar la despoblación y construir el futuro a partir del potencial local y la gestión de las mujeres rurales, recuperadas para el progreso.

Fuente: https://www.tendencias21.net/Estamos-vivas-buscando-alternativas-para-evitar-la-despoblacion_a44962.html

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Simón Rodríguez y la Escuela Social

Por: Néstor Rivero/Aporrea

PALABRAS INTRODUCTORIAS.-

La elaboración de un pensamiento educativo para la transformación de la sociedad no puede ser divorciada de una visión política del mundo y la sociedad, lo cual de suyo conduce a una perspectiva del hombre y la mujer que tras pasar en su edad infantil por los pupitres, ha de habitar adulto ese mundo que ahora percibe desde abajo, debiendo integrarse a uno y otra, como sujeto de derecho.

Y Simón Rodríguez comprendió con toda claridad dicho reto, así como los escollos que habría de afrontar de seguir adelante con su propósito de reforma profunda del tipo de escuela, la que, luego de culminado el ciclo bélico de la Independencia suramericana y caribeña, habría de sustituir aquella que formó al súbdito colonial y su orden de castas, procurando que emergiera uno genuinamente republicano. La Independencia una vez alcanzada como efecto de las armas y como hecho político, debía ser coronada en la dimensión de los espíritus y las mentes. Hacia allí apunta la irreverente propuesta educativa y social robinsoniana. Y para llevarla adelante no escatimó el antiguo Maestro del Libertador, someterse al menosprecio de quienes, a excepción casi única de Bolivar, asomaban -en cada parcela del continente que se emancipaba tras Boyacá, Carabobo y Ayacucho-, como conductores de la nueva institucionalidad postcolonial, su gendarme ria interna y su pupilaje cultural y educativo.

De allí que persistan asuntos todavía no saldados en Nuestra América y específicamente en la Venezuela que se construye Bolivariana desde los inicios del actual siglo XXI. El primero de todos es el que atiende a la noción de «Escuela Social» propugnada por Robinson en sus ejecutorias. Igualmente, la escuela-taller, aquella que enseñaba a pensar y hacer, más allá que el mero cultivo de destrezas reducidas al acto de dominar la lectura y escritura y operaciuones aritmeticas basicas, objetivos que si bien reconocía el Socrates de Caracas, resultaban insuficientes para el surgimiento del republicano que demandaba la sociedad republicana. Están llamados también los educadores de esta porción del orbe hoy, a reflexionar y tomar posición, respecto a la nada inocente solicitud que hizo Rodríguez acerca de dar promover el desarrollo del «Niño Preguntón». Todo cambio profundo de un tiempo histórico que conduzca a uno distinto que se proclama Revolucionario, debe abrir todas las compuertas a la vocación inquisitiva del niño. De no ocurrir así se castra, se estanca y retrocede frente a las fuerzas de la tradición y el oscurantismo, la potencialidad revolucionaria y transformadora de una sociedad que corre los riesgos de perpetuarse en sus estructuras de dominación a través de las nuevas generaciones que han de suceder a las contemporáneas, o por el contrario, haciendo de estas, agente de la irreversible continuidad de ola de cambios surgida en Venezuela a partir de 1999. De este modo, la edificación de nuevas estructuras de convivencia, de democratización en los canales e instancias para le construcción y circulación del conocimiento, y para la máxima masificación posible de los instrumentos de difusión del saber acumulado en un tiempo histórico, así como de los instrumentos de construcción del nuevo conocimiento científico-tecnológico y humanista, encontrarán cauce, de modo que la formación de personalidad se inserte en proyectos que integran la mayor suma de felicidad posible respecto a cada individuo en particular, con la mayor suma de contribución social que cada particular pueda hacer en la empresa de regenerar la sociedad a partir de supremos valores de ética, felicidad y dignidad humana. Y en pos de tan loable propósito hoy inconcluso, alcanza su plena vigencia el llamado de Rodríguez a permitir que los Niños sean Preguntones, pues de allí, del Niño Preguntón, ese que no se siente aplastado ante la violenta impugnación del maestro de escuela, o del padre o madre en el hogar «Deja de hacer tantas preguntas», «No fastidies tanto» «Ve a jugar al patio» u otras contestaciones de este tenor. De la importancia del carácter de Pregunton del Nino, y que descubrió Simón Rodríguez, no se percata todavoia el grueso de los adultos contemporáneos. Es un rasgo de premodernidad y patriarcalismo que permea la naturaleza de clases toda la sociedad en esta porción del globo de Nuestra América y que se observa en diferentes latitudes. Se desconoce por lo tanto, que de dicho perfil de Niño Preguntón, ha de brotar el Joven Curioso, uno que se intriga y busca explicaciones ante todo fenómenos de la naturaleza y la sociedad y espera respuestas sensatas, al margen de la supercheria y lo pomposo d ellas generalizaciones. El Joven Curioso, es uno en quien los «POR QUÉ» de la primera infancia, se han transformado a partir de la exacta guiatura -si se permite la expresión. del «Maestro Contestador», aquel que responde en los mejores y amistosos términos, en nada Castrador del impetu cognitivo de los niños y estudiantes-, en vocación para la búsqueda sistemática de la verdad moral, científica, política y de cotidianidad. Y el Joven Curioso se convierte, en virtud de la sola inercia de dicho atributo respecto al cual ha encontrado adecuado cauce, en un Adulto Investigador, uno que todo lo ha de escrutar con los ojos del científico, y cuyo tipo ha de proveer las cohortes de científicos, tecnólogos e innovadores que cada nueva época demanda para la construcción del desarrollo y su sostenibilidad, en todo país organizado, al paso de las décadas. Hasta aquí algunas consideraciones preliminares respecto a la portentosa figura transformadora de Simón Rodríguez, quien al igual que Simón Bolívar, tiene mucho que hacer y decir en América todavía.

El Autor

I.– ¿QUIÉN LO FORMÓ?.- El 28 de octubre de 1769 nació en Caracas Simón Rodríguez Carreño, pedagogo original cuyas ideas han influido a lo largo de dos siglos en los proyectos de transformación del sistema educativo venezolano y nuestroamericano. Simón Rodríguez falleció el 28 de febrero de 1854 en la localidad peruana de Amotape, situada al norte del Perú y a doce metros sobre el nivel del mar. En 1954, con motivo del centenario de su muerte. sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional de Caracas.

¿Cómo surgieron en la mente de Simón Rodríguez esas idas luminosas que desde sus tempranos veintitres años quedaron registradas en sus Seis Reparos a la escuela colonial, bajo el titulo de ‘Representación al Ayuntamiento’. El genio del joven maestro, su naturaleza inquisitiva y devoción a la verdad y la ciencia, resultaban indóciles para los canones y prejuicios imperantes dentro de una sociedad de castas, a que respondian las autoridades coloniales, adversas a toda innovación. Así, Simón Rodríguez debió ingeniárselas para que a sus manos llegase algún ejemplar de los textos ilustrados que desde Europa y Estados Unidos ingresaban de modo subrepticio a los puertos venezolanos, y que exponían teorías subversivas, como el derecho de toda persona a la instrucción, y el carácter científico con que debía ser ejercido el magisterio. Por cuenta propia, y con muy pocas personas con quienes discutir en la Caracas gobernada por Pedro Carbonell -el mismo que persiguió y enjuició a los complotados que se unieron a Manuel Gual y Jose Maria España para establecer una República con igualdad, sin diferencias de castas, y con absoluto acceso a la educacion, sin las restricciones y dogmas que dominaban en la Caracas colonial, en la cual apenas una parte dela población blanca disfrutaba efectivamente, del derecho a cultivar el conocimiento hasta llegar a la universidad-. Rodríguez se hizo abanderado, aunque sin conexión directa, con el pensamiento de ilustración y la reforma social proclamaba por la Revolución Francesa, cuyos adalides por aquel tiempo en que redactó sus Reparos imponían, con la decapitación de Luis XVI y la abolición del régimen feudal, pavor en las testas coronadas del Viejo Continente, e igualmente en las mentes mantuanizadas y reverenciales de la Caracas colonial. Si bien no existe registro de las amistades con que pudo alternar el veintiañero Robinson en la Caracas de 1793, resulta indudable que debió encontrarse en tertulias ilustradas de la ciudad, con viajeros que a su paso por la Colonia, lograban romper el cerco oscurantista de los claustros y las reales órdenes. Se sabe que en las postrimerías del período colonial en casas de algunas familias mantuanas se celebraba con cierta asiduidad reuniones para comentar entre tazas de chocolate, obras literarias que llegaban de España, Francia, Inglaterra o EEUU. Obras estas entre las que circulaban varias, si no todas, que habian sido inscritas en el Index patrocinado por el Santo oficio, penandose en consecuencia su lectura con serios castigos al infractor. De allí que el joven Simón Rodríguez al presentar ante el ayuntamiento de Caracas sus Reparos, mediante los cuales objetaba el modo en que funcionaba la escuela municipal de la ciudad, y en la cual se desempeñaba como Maestro, mostraba un pensamiento original y, de carácter subversivo respecto al orden cultural que dominaba la enseñanza de la Capitanía General. Dichos Reparos le permitieron demandar de la autoridad municipal, se eliminase la segregación entre niños blancos, pardos y morenos, expresando el joven Maestro inclinación a nuevas tendencias de las cuales otros educadores y tutores de imberbes, como José Antonio Negrete, Fray Francisco de Andújar, Guillermo Pelgron y el entonces jovencísimo humanista Andrés Bello, jamás se habrían hecho eco, por el escándalo a que aquellas tesis podían exponer a sus patrocinadores. De este modo podría concluirse con poco riesgo de errar, sugiriendo que la originalidad de sus prácticas educativas y la formación intelectual de Simón Rodríguez, debió resultar, ademas de su natural talento como hombre de ideas, del impacto de tertulias con viajeros ilustrados que arribaban a Caracas, y con personalidades criollas como Manuel Gual, José María España, algunos miembros de la familia Bolívar y los Palacios, algunos hijos del Conde de Tovar, especialmente su contemporáneo Martín Tovar Ponte, figuras que accedían a ideas y escritos perseguidos por la autoridad colonial, aunque para 1793, carecian del impulso y la circunstancia descolonizadora que eclosionó en la Caracas del 19 de abril de 1810. Y también fue producto el pensamiento revolucionario de Rodriguez, de sus lecturas de corte roussoniano en educación, en conexión con el programa que el filósofo ginebrino, ofrece en su libro «Emilio o de la Educacion». Muy temprano Simón Rodríguez proclama la necesidad de una educación de sentido social, que contribuya a la superación del atraso, la ignorancia y la superstición, ideas estas que, por cierto, ha de inculcar a su pupilo el niño Simón Bolívar durante el lapso en que este estuvo residenciado en la casa del Maestro quien ejercía como su tutor legal. Y muy rousonianamente, Rodriguez postulará que a los niños hay que permitirles una amplia franja de esparcimiento, y que hace muy bien el Maestro que busca amistarse con aquel, conociendo cuáles son sus pasatiempos preferidos. Así, sosténgase con la evidencia conocida, que Simón Rodríguez fue un autodidacta que supo asimilar cuanta oportunidad de cultivar saberes estuvo a su alcance, y cuanto libro con ideas distintas a las consagradas durante tres siglos de regimen colonial, llegaba a sus manos.

II.– ILUSTRACIÓN Y ORIGINALIDAD.- En un lenguaje de extrema sencillez Juan David García Bacca tributa un homenaje conmovedor al genial educador caraqueño cuando, en exégesis de una expresión del Libertador asienta «tomando nosotros en serio, como lo hizo el Libertador, la palabra ‘Maestro’ ¡qué lecciones podemos y debemos aprender de uno que fue unidad de persona, Sócrates, filósofo cosmopolita y el hombre más extraordinario del mundo?» [Simón Rodríguez. Filósofo y cosmopolita», ediciones UNESR].

Sin temor a equivocación puede afirmarse que si bien la raíz del ideario social y educativo del maestro del Libertador tiene sus anclas en la Ilustración, especialmente en Juan Jacobo Rousseau, el caraqueño desarrolló ideas originales que trascendían la de por sí original y muy hermosa reflexión del autor del ‘Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres’ al incursionar en el significado y los métodos de la educación y su relación con la sociedad. Si bien la raíz del ideario social y educativo del maestro del Libertador tiene sus anclas en la Ilustración, especialmente en el pensador ginebrino. Las extensas caminatas que Rodríguez adelantase hacia 1805 por las rutas de París, Viena y Roma con su joven pupilo Simón Bolívar indican que era ferviente partidario de los métodos preconizados por Juan Jacobo Rousseau para enseñar. Al aire libre: en medio de la naturaleza deben dictarse las clases de ciencias naturales, el orden de los vegetales, las clases de animales y los cambios del clima, y dicha actividad fisica se ha de practicar como ejercicio reflexivo. Muchos han visto en Bolívar el «Emilio», el discípulo virtuoso cuya formación fue trazada por en su magistral tratado pedagógico por el ginebrino. Sin embargo, el Emilio suramericano, sin se quisiese hacer el símil con la formación del Libertador en etapa de infante y púber, cubrió propósitos de tan largo alcance, que dejan atrás el perfil diseñado en la formidable obra de Rousseau.

III.– EL CAMBIO Y LOS TRADICIONALISTAS.- La derrota militar definitiva de los ejércitos coloniales de España en América tras Boyacá, Pichincha y Ayacucho y el establecimiento del sistema republicano, no bastaron para erradicar la pesada herencia cultural del régimen colonial en los pueblos recién emancipados. Cuando, no obstante haberse libertados las manos, como decía Bolívar en su ‘Discurso de Angostura’, se mantenían encadenados los espíritus, resultaba muy difícil que la mayoría de los letrados que habían trabado alguna amistad con Rodríguez en su juventud, o que tenían algún conocimiento acerca de sus insurgentes proyectos de escuela social, acogiesen como uno de los suyos al eterno subvertidor de aquel conjunto de mitos y creencias que aseguraban a muchos la relativa tranquilidad del siervo obediente. Y la parábola resulta pertinente para examinar el ayer, e igualmente el tiempo de hoy, respecto al grueso número de formadores, que repiten de modo acrítico contenidos que funcionan como instrumento reproductor de los modos coloniales y de aceptación del orden desigual en la historia de las sociedades, heredados del pasado, y que por lo tanto, operan como instrumentos para la reproducción de los viejos modos de concebir y cumplir la función de la escuela en el nuevo marco de una sociedad que edifica sus perfiles en tiempos de Revolución.

De este modo, tras regresar de Europa en 1823, Robinson casi se empobrece completamente, patrocinando con su modesto peculio una Escuela-Taller que había comenzado a funcionar bajo su dirección en Bogotá, capital de la Gran Colombia. A finales de aquel año marcha al Perú luego de hacerlo llamar el Libertador, a quien acompañara en su espectacular gira triunfal de 1825 por el Alto Perú (Bolivia), donde el Padre de la Patria le deja como encargado de la Secretaría de Educación de la nueva República de Bolivia. De dicha función cse verá retirado por desaveniencias con el prefecto de Cuzco. Este, temeroso de la reacción conservadora en dicha región altoperuana -originada enla decision de Rodríguez de destinar para la instrucción de los niños, fondos que hasta entonces se aplicaban a una orden religiosa, hace llegar queja ante el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio Jose de Sucre, por entonces Presidente del nuevo Estado, Bolivia. Sucre confirma la renuncia presentada por el eterno subvertidor de la enseñanza. Ya Sucre había recibido otros reclamos de las «familias de bien», cuya mentalidad feudal les llevaba a objetar los métodos que empleaba el Maestro, de inspiración roussoniana. Se dice que en una ocasión, dictó una clase sobre el esqueleto humano, despojándose de la camisa para indicar los huesos del cuerpo. Prácticas como ésta horrorizaban la mentalidad ultraconservadora en ciudades como la Paz y Chiquisaca. No la tuvo fácil el caraqueño, quien desde meses antes de partir de Bolivia se quejaba con amargura del abandono en que se sentía tras el regreso del Libertador a Lima y la Gran Colombia en 1826.

IV.– LA LÚCIDA VEJEZ.- Carlos H Jorge en ensayo sobre el inquieto pensador y cosmopolita caraqueño, evoca la vista que a éste hiciese «Un ilustre viajero, llamado Luis Antonio Vendel-Heyl, profesor durante varios años del Colegio Luis El Grande de París, visitó a Simón Rodríguez en El Almendrón, un barrio del Valparaíso, el viernes 29 de mayo de 1840. Dejó asentado en su diario: ‘Don Simón estaba reducido a la mayor escasez. Después de tantos viajes y estudios que habían consumido su fortuna, el pobre hombre se hallaba condenado a no salir de su casa, porque no tenía más que una chaqueta, un pantalón de tela grosera y el viejo sombrero que llevaba cuando le vi. Ni siquiera podía tener el consuelo de publicar el fruto de sus meditaciones, el resultado de sus observaciones a que lo había sacrificado todo. No encontraba ni editor, ni suscriptores para sus obras. Sólo pedía cinco reales por entrega, y aun así no había podido reunir doscientos suscriptores y necesitaba cuatrocientos. El origen del descrédito y abandono en que había caído eran sus relaciones ilícitas con una india, de que había tenido dos hijos a quienes amaba y que regocijaban sus viejos días como si los hubiera tenido de una europea de pura sangre’. En una reflexión orientada a desvirtuar el tratamiento que da Alfonso Rumazo González a la relación sostenida por Rodríguez con las mujeres a lo largo de su existencia, Jorge refiere que «en un pasaje sin igual nos indica el filósofo cómo son tratadas las mujeres en la tierra y por qué razón han tenido que ir a refugiarse en el cielo», citando un razonamiento que en el más puro estilo robinsoniano. ‘Porque nada importa que haya injusticias de a cuatro o de a seis reales; aunque a esa suma se reduzca todo el caudal de una vieja, ¿Si la demanda no alcanza a cubrir el papel sellado ¿cómo se practicarán las diligencias? (preguntan). La RAZON! es poderosa porque la Justicia se pesa». [Las mujeres de Simón Rodríguez].

De otra parte, Paul Marcoy [Fuente: http://carloshjorge.blogspot.com] un viajero francés a quien -Rodríguez- ofrece hospitalidad por una noche, relatará sus impresiones en un libro de viajes publicado años más tarde. El Maestro vivía –según Marcoy- en una choza en compañía de una «india», y se dedicaba a la fabricación de velas de sebo»[32]. El relato del viajero galo, transcrito por Alfonso Rumazo Gonzalez en la pág. 170-172 de su obra «Simon Rodriguez», informa que el viejo Maestro caraqueño estando en Bolivia, partió desde Oruro con rumbo a Arequipa (Perú). Durante el trayecto hace un alto en la localidad de Azángaro, todavia en tierra boliviana. El filósofo invita a pasar al también viajero. El francés recuerda, entre otras cosas, el buen trato del maestro y de la india-criada: «No fue necesario que repitiera su proposición y, cruzando la tienda detrás del lonjista, penetré en la habitación inmediata al mostrador, la cual me pareció a la vez servir de cocina, de laboratorio y de alcoba… Una india acurrucada delante del hogar preparaba una cena cualquiera, que mi patrón me invitó a compartir con él (…) Nos sentamos uno frente a otro delante de dos tablas, colocadas sobre otros tantos banquillos, que hacían las veces de mesa, y la india nos sirvió algunos pedazos de cecina y una sopa con pimienta. Para beber diónos agua fresca de la fuente, cuya crudeza atenuamos con algunas gotas de tafia. Durante la cena, mi patrón dio órdenes a su criada para que se cuidase igualmente del arriero y de nuestras monturas». Pudiera el lector de este tiempo de igual creciente entre el hombre y la mujer o paridad de género, percibir en Robinson algunos gestos propios del patriarcalismo, cuando a su mujer le hace servir la mesa, absteniendos él, de ejecutar labores domésticas, empero también puede considerarse que Rodríguez actuaba de este modo, respecto a la criada indigena -y posiblemente la madre de sus hijos-, por motivos de salud ya en los años del deterioro por la vejez andariega.

Haciendo velas Rodríguez en su vejez aspiraba iluminar los bordes de la indigencia en que por momentos se veía, y enseñar con dicho oficio a los pueblos que le vieron, a iluminar sus almas con el estudio y constante ejercicio del entendimiento. Carlos H Jorge en ensayo sobre el inquieto pensador y cosmopolita caraqueño, evoca la vista que a éste hiciese «Un ilustre viajero, llamado Luis Antonio Vendel-Heyl, profesor durante varios años del Colegio Luis El Grande de París, visitó a Simón Rodríguez en El Almendrón, un barrio del Valparaíso, el viernes 29 de mayo de 1840. Dejó asentado en su diario, respecto al gran educador (…) Ni siquiera podía -Rodríguez- tener el consuelo de publicar el fruto de sus meditaciones, el resultado de sus observaciones a que lo había sacrificado todo. No encontraba ni editor, ni suscriptores para sus obras. Sólo pedía cinco reales por entrega, y aun así no había podido reunir doscientos suscriptores y necesitaba cuatrocientos. El origen del descrédito y abandono en que había caído eran sus relaciones ilícitas con una india, de que había tenido dos hijos a quienes amaba y que regocijaban sus viejos días como si los hubiera tenido de una europea de pura sangre».

V.– VELAS DEL PENSAMIENTO.- La institución educativa concebida por Rodríguez se inscribe en una visión de Estado que persigue desde la escuela, regenerar la condición y los modos en que los seres humanos se organizan en sociedad, puesto que el filósofo-educador propende a la igualdad material en las condiciones de inserción que se ha de ofrecer a cada individuo respecto a los medios de consecución de bienestar. Pugna el reformador caraqueño por la creación de Repúblicas, en los territorios recién emancipados de España entre 1819 y 1824, en las cuales las diferencias de credo, color de la piel o de procedencia social en orden a la propiedad de la riqueza -cuya hegemonía cuestiona-, en ningún caso den pie a la segregación, la desventaja, o que se burle la igualdad práctica entre los integrantes del cuerpo social, como sucedía, pese a las constituciones formales en la Europa y Norteamérica de la revolución Industrial. Tiempos en los que en Nuestra América se impuso la alianza entre castas oligárquicas, comerciantes, casas importadoras metropolitanas y generales victoriosos del ciclo bélico. Dicha alianza impediría medidas prácticas que diesen cumplimiento a derechos sociales como el trabajo, la salud y la educación. La propuesta robinsoniana de regeneración de la sociedad atiende, en el marco de la historia de las ideas, al socialismo utópico que prosperó en Europa a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX con gestores como Henry de Saint-Simon y Robert Owen entre otros.

Rodríguez postula la Escuela Social, a la cual debían asistir todos los párvulos, indiferentemente de su procedencia social. Se trata de una escuela que dé a todos la igualdad de condiciones para el aprendizaje: todos los niños de la República recibirán el mismo programa, se alimentarán en el horario de la escuela y ejecutarán las mismas labores manuales e intelectuales. Y ello exige la extinción de circunstancias oprobiosas como la esclavitud del ni;o negro, y de taras y costumbres que afectaban al infante pardo, o las reverenciales originadas en la Colonia como aquella que imponía a peones y esclavos inclinar su cabeza cada vez que se topaban con un mantuano; o la prohibición de transitar por la Plaza Mayor que pesaba sobre las castas oprimidas. Así, Simón Rodríguez construye un discurso donde acomete el foco ideológico de la desigualdad, al someter a juicio dos fundamentos del orden establecido, la libertad personal y el derecho de propiedad. La primera se alega, según Robinson- «para eximirse de toda especie de cooperación al bien general (…) para vivir independientes en medio de la sociedad. el segundo para convertir la usurpación en posesión».

Y esta escuela que articula la potencialidad manual e intelectual del individuo, y acompaña los elementos de la realidad que configuran el plan de aprendizaje con una rigurosa formación moral y ciudadana -destinada a afirmar el principio de la igualdad en la sociedad-, al querer hacerla obligatoria para todos los niños de la República, encontró el escollo de los prejuicios e intereses de las castas dominantes en aquella Suramérica que emergía de la Guerra de Independencia. Los grandes propietarios la tierra y sectores urbanos pudientes, además del sector ultraconservador del clero de entonces se coaligarían para hacer fracasar con sus violentas campañas de opinión, reformas que, como la escuela-taller, impulsó Rodríguez en Bogotá, Chuquisaca, y las localidades de Ecuador y Perú donde se estableció para alumbrar con las velas del pensamiento. Poco antes de partir de Bolivia, y tras abandonar el cargo de Director General de Enseñanza que ejercía desde 1825 por designación del Libertador, Rodríguez escribirá el 4 de septiembre de 1826 «Hay ideas que no son del tiempo presente, aunque sean modernas; ni de moda, aunque sean nuevas. Por querer enseñar más de los que todos saben, pocos me han entendido; muchos me han despreciado y algunos se han tomado el trabajo de ofenderme».

VI.– ANONADAR CON ELOGIOS.- El tratamiento que en su correspondencia dio de modo permanente Simón Bolívar a su maestro de infancia -y mentor en los años de viudez que el entonces veintiañero Simón Bolívar transcurrió en Europa entre 1804 y 1806-, expresan un nivel de estimación y afectos que sólo se registra en su correspondencia con Antonio José de Sucre. Ninguna otra personalidad -salvo excepcionales deferencias hacia el Abate de Pradt o José Joaquín Olmedo-, recibieron del Libertador tal cantidad de epítetos honrosos. A Sucre le dedicó un panegírico publicado en forma de escrito biográfico en 1825, donde la coloca en el estrado de las deidades homéricas «La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco-Capac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada». Y si en el Gran Mariscal de Ayacucho veía Bolívar al continuador de su obra como estadista y reformador de la política, en Rodríguez valora al inspirador de las luminosas ideas que le animaron en su años de joven viudo radicado en Europa, a escalar en Roma la cima del Monte Aventino de Roma, para dotar su vida futura, mediante glorioso juramento, de un significado de trascendencia y búsqueda de la gloria, al acoger para si el propósito de conducir mediante la hazaña y la práctica de la justricia, la empresa de dar su Independencia a Suramérica. Así, en su años de mayor esplendor como hombre de pensamiento, Bolívar titula a su viejo maestro, Robinson, como el «Sócrates de Caracas» y «el hombre más extraordinario del mundo». EpÍtetos que consagran el reconocimiento en grado eminente de los méritos del pedagogo, andragogo y reformador social caraqueño. Nadie duda hoy que Simón Rodríguez ha sido el fundador del pensamiento social de la educación en la Suramérica del siglo diecinueve, pensamiento con proyeccion hasta el presente siglo XXI. Y y su obra contituye lectura obligante para quienes se propongan encontrar explicacion en torno a la continuidad del proyecto que pugna por construir en la America de habla hispana y lusitana y caribeña, un modelo de sociedad humanista.

Mucho antes de que en la América hispana y en la Caracas colonial se conociese el ideario iluminista de la Educación o siquiera las enseñanzas del educador español Alberto Lista, introductor dentro de la Península, durante las postrimerias del siglo XVIII, de las primeras ideas afrensadas (o ‘jacobinas’ al uso de su época), en el campo de la educación, y mucho antes de que «El Emilio» de J J Rousseau, inspirase a los primeros núcleos de institutores reformistas del tiempo republicano en Suramérica, un plan para una enseñanza universal al modo en que fue plasmado por el letrado francés Nicolás Condorcet, o tal como se lee en las ‘Cartas ginebrinas’ del utopista Henry SaintSimon, un caraqueño, cuya edad oscila entre los 23 y los 24 anos, presentaba ante las autoridades municipales de la capital un escrito reformador -al cual ya se ha aludido en el presente trabajo- ante cuyas audaces ideas no encontraron mejor manera de contestar las autoridades locales, que depositan dolo en uno de los archivos del ayuntamiento caraqueno, en espera de otro momento para su examen, momento que nunca llegaría durante la vida de Simón Rodríguez. El valioso texto será rescatado e mediados del siglo veinte, gracias a la acuciosa labor de algún cronista de la ciudad de Caracas, maravillado por la grandiosidad del contenido.

El año en que Rodríguez escribe y presenta sus «Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento», 1794, se inscribe dentro de la década de conspiraciones e insurrecciones programáticas, anticoloniales y antiesclavistas de la Capitanía General de Venezuela y entre las que destacan el levantamiento capitaneado en 1795 por José Leonardo Chirino en la Provincia de Coro y la conspiración de mayor densidad ideológica, orquestada y develada en 1797 en las ciudades de Caracas y La Guaira bajo la conducción de José María España y Manuel Gual. Así, el joven educador cuyo carácter ya para la época se avenía con los principios de aquel complot emancipador y libertario, se verá obligado a exiliarse poco después de develarse el movimiento subversivo, por las sospechas que sobre su persona recaían respecto a su posible relación con los organizadores. En la misma década, en 1799, se develaría un nuevo complot, esta vez en Maracaibo, orquestado por el subteniente de pardos Francisco Javier Pirela. Tal fue el ambiente de subjetividad política que rodeó la labor institutora de Simón Rodríguez y dio pávulo a sus convicciones republicanas como educador inconforme con el orden de cosas que le rodeaba en su ciudad natal. Y si bien dichas iniciativas revolucionarias fracasaron en lo coyuntural, de otra parte recogieron el programa de largo aliento de las clases y sectores desposeídos, programa que mantendría su vigencia al paso de dos centurias. Y si bien Rodríguez no concibió su rol histórico como hombre de armas, sí asume la invaluable contribución que le corresponde hacer una vez culminada la fase bélica de la Independencia. Y para ello sale a prepararse en otros escenarios de academia y cultura. Desde su atalaya en Europa debió afirmar sus ideas en torno a la necesidad de transformar la estructura social y la educación de castas que separaba al hijo del blanco del hijo del pardo y el del esclavo, Sistema social, el de castas, que entre 1813 y 1818 desembocó como se sabe en la Guerra a Muerte. Y el mismo Simón Rodríguez a partir de 1824 desde el sur del continente donde ha de radicarse en sus últimos años, seguramente habrá de confirmar el acierto de sus tesis respecto al nexo estructural entre cambio social y educativo y proyecto político. Debió enterarse, a finales de la quinta decada del siglo XIX, y en la distancia de su peregrinaje por Chile y el Perú, del programa político que en la Venezuela Agraria de 1846-1847 se consagraba bajo el lema «Tierra y hombres libres» enarbolado durante en la región central del país, por el General del Pueblo Soberano Ezequiel Zamora, en el marco del levantamiento campesino del aque período.

VII.– REVOLUCIÓN EN NUESTRA AMÉRICA.- Impulsada y liderada por las fuerzas intelectuales y académicas de la naciente burguesía -banqueros, industriales y comerciantes urbanos-. la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de la Revolución Francesa de 1789, documento que define el programa histórico de la burguesía, en su lucha contra el absolutismo y la nobleza feudal en el viejo Mundo, no podía brindar la completa democratización de la escuela, entendida dicha democratización como el acceso masivo e irrestricto de todas las personas a los pupitres y la lección del maestro, puesto que el conocimiento y los bienes de la academia constituían privilegios, ya no de solo de aristócratas feudales, sino también de la clase encumbrada ahora sobre la acumulación de fortunas mercantiles y la producción industrial de bienes y servicios. Por tanto, aunque el artículo 6 de la célebre Declaración enuncia la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, e igualmente sostiene que «La ley es la expresión de la voluntad general», ello no bastaba para que se verificase dicho principio. Resultaba impostergable otra revolución, una que sobrepasara el carácter antimonárquico y antifeudal del sacudimiento político iniciado en tierra gala durante 1789. Se requería ir más allá de la representatividad formal preconizada por el pensamiento liberal, el cual demandaba se estableciese el Estado de Derecho clásico. De este modo, aquel Estado de Derecho formal, sustentado en la doctrina de Charles de Montesquieu, mantenía las restricciones históricas y fácticas, para que el hijo de las clases plebeyas accediese con pleno carácter de sujeto de derecho, a la democracia, a la escuela, al disfrute de los bienes de la erudición, y disfrutase de las condiciones materiales de su ciudadanía. Ciudadanía para todos, la cual resultaba imposible en el marco estrecho de sociedades reguladas por el privilegio y la acumulación de riquezas en pocas manos. Y una revolución de este signo, aunque si bien no reivindicaba la socialización de los medios de producción de la riqueza, sí implicaba un primer paso desde los espacios del Poder Público, para la configuración en este continente, del Estado Social. Y ello, con componentes de un socialismo utópico teñido del romanticismo social que ya desde los días de la Independencia, asomaba en el epistolario de próceres como Morelos, Artigas y Simón Bolívar. Tendencias estas que surgirán con mayor claridad y precisión, en círculos como la Sociedad de la Igualdad, que hacia 1848 se nucleaba en Santiago de Chile en torno a la figura de Francisco Bilbao, y en la cual por cierto, habrá de participar un hijo de don Andres Bello; círculos estos, en donde comenzaba a fraguarse el nexo entre la tertulia literaria y la acción política progresista, tanto en Europa como en la Hispanoamérica del siglo XIX, tema este ultimo que amerita de ser examinado por los historiadores de las ideas políticas y sociales en el continente. De este modo puede colegirse que en la América hispana de la tercera década del siglo XIX, rondó en la cabeza reformadora de paladines como Bolívar y otros anteriormente nombrados, la idea de dar forma a un modelo de República, que abriese las compuertas mediante medidas de ampliación de la cobertura educativa a favor de las clases plebeyas, y de protección de la ninez abandonada y los menesterosos por el Estado, al principio de igualdad, como acompañante del valor de la libertad. Ser social con ser individual, pqara expresarlo en términos del discurso educativo contemporáneo. Ello requería revoluciones originales, muy superiores cualitativamente, a las revoluciones tradicionales de la modernidad, modernidad que reflejaba los intereses e inquietudes de aquella organización social desprendida de la revolución Industrial y sus propulsores, los grupos que controlaban el capital, y que tenían a los nuevos desheredados, el proletariado urbano. Y Rodríguez se percato muy pronto de la insuficiencia del discurso que la República constitucional regentada por minorías opulentas que recién se inauguraba en Suramérica, hacia llegar a los sectores plebeyos.

VIII.- ORIGINALIDAD Y ESCUELA SOCIAL.-

En el caso venezolano y suramericano, durante las últimas décadas del siglo XVIII y la primera mitad del siglo diecinueve -lapso que cubre el arco actuante de la Escuela Social encarnada por Simón Rodríguez, el programa de reivindicaciones históricas para una revolución profunda encontró su expresión en dos momentos: uno, en las conclusiones que, en aquel año de 1794, el joven Rodríguez diese a conocer a las autoridades coloniales de Caracas, y que ya se ha comentado. Y, dos, a partir de 1823 cuando, luego de regresar a la América, desde Europa -donde ha transcurrido dos décadas y media bajo la identidad de Samuel Robinson-, se presenta con toda la disposición de ofrecer a las nuevas Repúblicas -creadas bajo el genio y perseverancia de Bolívar-, el acopio de sapiencia y original creatividad fraguados en el curso de un largo exilio que le reportó fructíferos aprendizajes. Y como prueba de su fe en las naciones recién independizadas, Rodríguez se establece en Bogotá, capital del primer gran Estado fundado por su antiguo discípulo. Y en esta capital establece la primera de las escuelas-talleres que luego replica en los otros países adonde se traslada en los años siguientes.

La obra educativa de Rodríguez fue reconocida desde muy temprano por el mismo Libertador, quien al enterarse de su legada a la Gran Colombia en 1823, escribe desde Quito al Vicepresidente Santander, recomendándole aquél como «el Sócrates de Caracas», y pidiéndole que lo auxiliase económicamente.

Bolívar se regocija en tal grado con la noticia del arribo de Robinson a la Gran Colombia que le escribe a éste «Ud formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso» y le reclama que se apersone a Lima, Perú, donde el Libertador se desempeñaba como Jefe del Estado y gozaba de la aureola de las campañas triunfantes de Junín y Ayacucho. Bolívar, quien captaba en toda extensión la valía del Maestro, brinda a éste completo apoyo en sus proyectos de regeneración social desde la escuela. La originalidad de Simón Rodríguez para impulsar los procesos de educación colectiva y su talento innovador quedan comprobados en su visión profundamente humanista de la política y la escuela. Una educación que integre sus dos dimensiones, la manual y la intelectual, mediante la cual el párvulo debía ser formado para un oficio y a la vez para el ejercicio académico permanente, ejercitando en el estudio a lo largo de la existencia. Una educación que concibe a todos los sujetos como iguales en su desempeño republicano: todos deben pasar por una actividad manual y todos deben asimismo ejercer sus destrezas intelectuales. Indistintamente del origen, el color de la piel o el credo religioso que les distinga. Una educación que posibilte la aptitud y los talentos de cada miembro del cuerpo social para hacer realidad su potencialidad integral y corresponsable, la creatividad de cada cual, despertando desde muy temprano la vocación por hacer preguntas y de explorar en los caminos de la vida con conciencia moral. Y, especialmente, con originalidad, de modo que se obtuviesen respuestas y soluciones ante las dificultades que el diario quehacer coloca a todo semejante en su propósito de alcanzar una vida feliz. Especialmente en realidades tan particulares como las que confrontaban los países que se organizaban tras la ardua Guerra Emancipadora. Una educación, la de Rodríguez, que rechazaba la discriminación y el orden de castas y privilegios, una educación, pública y gratuita, que debía ser concedida a todos los hijos del país por el Estado, patrocinada con dinero de las arcas públicas. Genuino antecedente de la doctrina del Estado Docente que se configura en el siglo veinte venezolano.

Originalidad la de Simón Rodríguez que no se dejó atrapar por los corsets de la modernidad capitalista, incapaz esta última -en tanto proyecto histórico de cambio-, de traspasar el formalismo del Estado liberal de Derecho, el cual otorgaba carácter de «inviolable y sagrado» a la propiedad privada maniatando, como Prometeo a la roca, todo reclamo de las masas desheredadas y asalariadas, al alegar la la imposibilidad de construir sociedades justas y de redistribuir la riqueza, porque supuestamente tales propósitos superiores atentan contra las leyes de la avaricia y el principio del lucro. Tal es la originalidad irreductible del Simón Rodríguez histórico, cuyo mensaje revolucionario y educativo tiene mucho que decirnos todavía.

IX.– FORMAR PARA LO GRANDE.-

El Libertador Simón Bolívar mantuvo hasta el fin de sus días una admiración singular hacia su tutor de la infancia, Simón Rodríguez, nexo afectivo que guarda gran afinidad con el que según la historia universal se dio entre Sócrates y Platón y entre este último y su pupilo Aristóteles, los tres padres de la filosofía occidental. Cada uno marcó con sus lecciones el destino del otro en su dedicación al pensar reflexivo y hallarle explicaciones al universo. Aristóteles por su parte, tejió su influjo académico respecto al hijo de Filipo II, Alejandro Magno, quien dos mil años antes que Napoleón Bonaparte, ilustró sus conquistas en Asia al acompañar sus tropas con científicos y letrados. Y en otro campo de la existencia, el de la religión, el mundo hoy reconoce la devoción de los doce apóstoles por el Maestro Jesús. En nuestros días es recurrente participar en alguna conversación donde uno de los contertulios expone su añoranza por la maestra Anita del cuarto grado, o el profesor Ricardo de sexto, que le enrumbaron por sendas de ciudadanía y conocimiento. Lo que de hombría de bien y de mujer de bien se deposita en el corazón de toda persona hoy, se debe en primer lugar a los valores inculcados por los padres, pero casi en la misma escala de importancia puede decirse, por el tesón y cariño que buenos maestros y buenas maestras entregaron con su vocación para formar en el aula y el ejemplo de calle. Y ese gallardo reconocimiento lo expuso el héroe caraqueño respecto a su Maestro Samuel Robinson, en su muy célebre Elegía del Cuzco. Del mismo modo que puede afirmarse que en medio del desierto no brotan por generación espontánea bosques y nacientes de ríos, tampoco nace en medio de una sociedad colonial que repele toda novedad política, una generación de libertadores y abolicionistas sin que exista un influjo externo, un aliento de ideas revolucionarias que prenda en medio de la oscuridad de las almas y de razones para cuestionar el orden existente. Y este gallardo reconocimiento lo expuso el Libertador cuando en su célebre Elegía de Pativilca de 1823 cuando le escribe a su antiguo mentor «Ud formó mi corazón para la libertad, para lo grande, para lo hermoso». Formar para la libertad significa dotar de razones un espíritu que busca su punto de apoyo para empinarse en el mundo, para dar desde su libre albedrío la mayor suma de dignidad posible a sus actos y al desempeño de los otros. De allí la encomienda que se impuso Bolívar de llevar libertad a los esclavos, rebasando la clásica función del Libertador de territorios, lo que en sí ya es grande. Formar para lo grande es templar ánimo y voluntad de modo que disponerlos a proseguir en medio de dificultades terribles la comisión de magnas empresas, como la de llevar con un pequeño ejército semidesnudo, la Independencia a pueblos postrados, tal como sucedió bajo la conducción de Bolívar tras el Paso de los Andes en Boyacá en 1819. Y Formar para lo hermoso es mostrar al discípulo y al contertulio el paisaje de un propósito noble y edificante por el cual vale la pena poner en riesgo comodidades y bienes inmediatos, por cuanto la recompensa del final no es otra que la construcción de un mundo justo, donde bienestar y goce se sustentan en una sociedad de cooperación y recíprocas atenciones de unos para otros, la solidaridad y mutuo acompañamiento en la plenitud del ejercicio de la máxima felicidad posible dentro de la circunstancia histórica de cada cual, son fines que convocan el regocijo aun en circunstancias de adversidad.———————————————–

X.– EL HUMANISMO DE SIMÓN RODRÍGUEZ.-.-

Simón Rodríguez veía en la escuela y el maestro los «medios seguros de reformar las costumbres», partiendo de la constatación de que la sociedad está dominada por el prejuicio y el interés ganancioso particular que repelen la vocación social. La República que se perfila en el ideario robinsoniano es una (…) que articula «la economía social con la educación popular», e invita a la paz, sin obviar las acechanzas que rodean toda auténtica aventura de quien enfrentando poderes imperiales de ayer, y poderes imperiales de hoy, construyen precisamente República, forman republicanos de corazón y edifican la sociedad justiciera del porvenir, la República de los iguales. Así dice Robinson «Si las revoluciones se hicieran amigablemente, los historiadores no tendrían que recordar desgracias». Y reivindica un apotegma del socialismo utópico «Los hombres no están en el mundo sino para entreayudarse. Servirse del nombre de Dios, dice Rodríguez, para respaldar injusticias es blasfemia». De este modo el republicanismo robinsoniano es uno de índole subversiva por su irreverencia ante los tótems y los prejuicios del dogma y cautiverio originados en la ignorancia y la insensata credulidad. Una educación liberadora es la que distingue a la sociedad robinsoniana, congregación esta última que «se compone, reitera el pensador, de hombres íntimamente unidos por un común sentir de lo que conviene a todos», remarcando el carácter social de la educación, como el medio directo para hacer realidad aquella república y aquel orden social de individuos que se entreayudan y se sirven repeliendo la opulencia de una parte y la miseria de la otra, por cuanto todos proveen en la obra del bien de todos que es el bien de cada uno. Tal pensamiento plasma la inclinación del socialismo utópico que dio brillo a las ideas políticas y los sueños de redención del hombre en los albores de la revolución industrial y el surgimiento de las primeras oleadas del proletariado urbano en Europa y el hemisferio americano. Robinson comprendió que la verdadera República, la de «los iguales» como la tituló Gracus Babeuf en el París de las postrimerías de la Revolución Francesa -y en la comuna que habría de definir Carlos Marx en su obra `La Guerra Civil en Francia’ y la que, en términos más propios de la Latinoamérica agraria y feudal del siglo XIX, se contenía en los programas agraristas de los venezolanos José Francisco Rangel, Ezequiel Zamora-, Robinson comprendió, se repite, que aquella visión de República no sería posible si no se daba relieve a la educación y la gesta cotidiana del maestro de escuela. Eje del pensamiento robinsoniano en el perfil de sociedad que postulaba, era la abolición del divorcio entre trabajo manual y trabajo intelectual. Del mismo modo que Saint-Simon, al repeler los privilegios de una minoría ociosa, postuló en sus «Cartas Ginebrinas» que «Todos los hombres deben trabajar», el Sócrates de Caracas trazó para la escuela su ruta como instrumento de emancipación de la humanidad. De este modo escribirá «Toca a los Maestros hacer conocer a los niños el valor del trabajo (…) Hacerles entender (…) Que la división de trabajos en la confección de las obras embrutece a los obreros, y que si por tener tijeras superfluas y baratas hemos de reducir al estado de máquinas a los que las hacen, más valdría cortarse las uñas con las manos». Tal enunciado se constituye en tajante proclama condenatoria en contra de la explotación del hombre por el hombre, y llega hasta el origen material de la desigualdad en la moderna sociedad del capitalismo industrial. Al respecto vale la pena recordar acá una reflexión del padre Antonio Pérez Esclarín al enjuiciar la obra educativa del Maestro del Libertador, con respecto a los niños «…se les enseñaría a trabajar en talleres bien dotados y acondicionados. Como había que dignificar también a los adultos, para así impedir que continuaran siendo explotados y humillados, se atendería también a los padres de los alumnos más pobres, y se les daría trabajo si estaban desempleados» (Antonio Pérez Esclarín/https://antonioperezesclarin).———————————————————

XI.– PENSAR PARA ACERTAR.-

Para Simón Rodríguez el éxito de la primera escuela conllevaba el feliz desenvolvimiento del individuo en los otros tramos de la existencia, postulando que serán los primeros pasos «que se enseñen en la escuela» los que indiquen el buen resultado de «todas las carreras». Se introduce Robinson en categorías del aprendizaje que un siglo más tarde serían tema de investigación por el suizo Jean Piaget y el ruso Lew Vigotsky, al sostener la necesidad de un orden prelativo para la enseñanza. Tal orden debe ser, afirma «Calcular – Pensar – Hablar – Escribir y Leer». Es fácil, para el acucioso psicopedagogo moderno -no obstante la peculiaridad de lenguaje y la época de Rodríguez-, un fondo de correspondencia con las teorías del desarrollo psicomotriz y las zonas de desarrollo próximo, expuestas repectivamene por los dos meritorios investigadores europeos del aprendizaje, nombrados en en el presente acápite. Pivote del ideario robinsoniano en educación es la ejercitación de la criticidad en el individuo desde sus primeros años, promoviendo el Sócrates de Caracas la figura del Niño Preguntón. Así, propone «Enseñen a los niños a ser preguntones, para que pidiendo el por qué de lo que se ls manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón! No a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre, como los estúpidos! (Rodriguez dixit)». Propugna Ronbinson -concibiendo en ello el más eficaz antídoto contra la ignominia de la superstición, el prejuicio y el sutil artificio de toda falsa apariencia- el amor a la verdad como propósito cardinal de la vida humano. Así, «Pensar para acertar, son sus propias palabras, es propiedad tan natural en el hombre, como engañarse para errar». Concibe el Maestro del Libertador un educador que guíe el ritmo de aprendizaje del estudiante. Al modo en que lo perefila Juan Jacobo Rousseau en su obra Emilio o de la Educación, el Maestro según Robinson, se desempeña como intermediario eficiente de la innata tendencia del ser humano a comprender el mundo que le rodea, y respecto al modo en que ha de desenvolverse el ciudadano ideal en la relación con sus semejantes y con la naturaleza. Refuta drásticamente Robinson el sistema memorístico de enseñanza, remarcando que «Enseñar es hacer comprender, es emplear el entendimiento, no hacer trabajar la memoria». Generosa y audaz conclusión esta, para el siglo XIX en que fue expuesta en medio de una América Latina donde imperaba el régimen feudal de la tierra y regímenes oscurantistas en la escuela. Y generoso y audaz apotegma sigue siendo hoy, cuando siglo y medio después de expresado, se da la mano con tesis expuestas por el brasileño Paolo Freire en su libro ‘Pedagogía del Oprimido’, donde se fustiga al tipo de educador que «deposita contenidos en la mente del educando, como quien entera sumas de dinero en una cuenta bancaria».——————————————————————————————–

XII.-PEDAGOGIA DE LA CURIOSIDAD.-

Rodríguez incursiona en el discurso pedagógico con una originalidad que expresaba un poder de la imaginación pertinente en su época, y que manifiesta gran actualidad. Y ello se constata al tratar un tema que a los efectos del presente trabajo se ha denominado «Pedagogía de la Curiosidad». El hábito de hacer preguntas, y el buscar y descubrir con cabeza propia, son signos de una visión de la educación que hoy guardan pleno significado. «La Curiosidad, asienta el trashumante filósofo caraqueño, es una fuerza mental que se opone a la ignorancia. La curiosidad es el motor del saber, y el conocimiento un móvil para llevar a otro conocimiento». Si el Maestro al unisono con la familia del niño fomentan desde los primeros años del despertar guiado de la inteligencia en el infante, esta vocación preguntadora, dicha vocación dha de dar paso a un grado de curiosidad de mayor sistematicidad y superior capacidad por parte del sujeto que aprende, para arribar a la concatenación de factores y circunstancias de entorno, facilitándose así, a dicho aprendiente dar por sí mismo con respuestas y alternativas que los sistemas tradicionales de la enseñanza sólo proveerían a través de la figura del Maestro o la autoridad paterna, y ello en los casos en que este último fuese persona cultivada. De este modo se puede hablar hoy de la secuencia «Niño Preguntón-Adolescente y Joven Curioso-Adulto Investigador-Profesional Científico-Humanista y Filósofo». Así puede hoy sostenerse que el Maestro que concibe Rodríguez, como se deja ver su texto de 1851 «Consejos de un Amigo del Colegio de Latacunga», posee un perfil adverso a todo prejuicio, dogma y superstición «Maestro es el dueño, afirma, de los principios de la ciencia o un arte, liberal o mecánico, quien sabe hacerse entender y comprender con gusto». Pide a quienes se dedican a tan estratégica función social o carrera, la educación, un desempeño lúcido, que repela la posibilidad de aparecerse ante sus pupilos como instrumentos de mediocridad. Así, el autor de Luces y Virtudes Sociales postula para los enseñantes «No ha de haber descendientes de Sancho Panza que digan en sus sesiones -frases como las siguientes- ‘El que se mete a redentor muere cruciificado’, ‘El que venga atrás que arree’, ‘Más vale viejo conocido que nuevo por conocer’, ‘Adonde quiera que fueres haz lo que vieres’. Se trata de un educador, el concebido por Robinson, que a la vez que articula la facultad «preguntona» del niño con la curiosidad del adolescente y las destrezas investigativas y sistematizadas por parte del adulto, a fin de provocar o conducir a la formación de un individuo de elevada competencia científica y conciencia humanista y fomenta su ser social, se asume a sí mismo como sujeto Educador en perpetuo mejoramiento intelectual, en continuo estudio de teorías y experiencias, insatisfecho con sus propias destrezas y por tanto, cultor de una irrefrenable curiosidad y afán de aventarse en sus propios métodos, adhiriendo aquel tipo especial de originalidad que le conduzca a un desempeño que, en el marco de las circunstancias que configuran el tiempo social de la sociedad en que vive y rodean la escuela, le asegure un espacio como agente de innovación y perfilador del Hombre Nuevo y la Mujer Nueva. Vale decir, que en lo tocante a este ultimo punto, Roninsob propugnaba el termino de «Formar republicanos», supremo propósito que convierte al Educador en agente de construcción de una sociedad con mayor visión entre sus integrantes de enunciados como libertad con igualdad, solidaridad, corresponsabilidad y condiciones para un mayor grado de la suma de felicidad que historicamente pude ser disfrutada por los seres humanos durante su periplo terrenal.———————————–

XIII.- LA PEDAGOGÍA DEL ENTREAYUDARSE.-

El pensamiento educativo de Simón Rodríguez va más allá del republicanismo liberal que postula individualismo y ausencia completa de regulaciones públicas en materia económica. En su visión, el soporte básico de la República está representado en las obligaciones y al hábito del ‘entreayudarse’ los individuos unos a otros, así como en el cultivo de las luces, que conduce a la práctica de la virtud. Y este énfasis lo coloca varios pasos más adelante de los socialistas utópicos del siglo diecinueve europeo, en punto a radicalidad. Para los utopistas europeos, si bien la escuela era importante, no la ubicaban como nudo del proyecto de regeneración de la sociedad. De este modo Robinson expone «»Saber sus obligaciones sociales es el primer deber de un republicano y la primera…es vivir de una industria que no perjudique a otro». Su llamado a crear modelos propios y no hacer copia de otros, le adelanta en pedagogía un siglo a los teóricos del constructivismo social, cuando pregona «ideas…ideas, primero que letras». Y su postulado cardinal de «instruir y acostumbrar al trabajo, para hacer hombres útiles», que hoy se recoge en el artículo 3 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuya letra reza «La educación y el trabajo son los procesos fundamentales» para alcanzar los fines esenciales del Estado. Bajo el influjo de Robinson, el Libertador emitió «un decreto para que se recogiesen los niños pobres de ambos sexos(…) Los niños se habían de recoger en casas cómodas destinadas a talleres, surtidos de instrumentos». De acuerdo a la medida «Los varones debían aprender albañilería, carpintería y herrería, porque con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias», en tanto que «Las hembras aprendían los oficios propios de su sexo (…) Tenían, fuera de los maestros de cada oficio, agentes que cuidaban de sus personas y velaban sobre su conducta y un director que trazaba el plan de operaciones» ‘El Libertador del Mediodía de América].——————————

XIV.– ROBINSONIANISMO Y ESTADO DOCENTE.-

De otra parte la concepción robinsoniana de la educación postula con claridad la defensa del proyecto republicano, que conlleva las instituciones indispensables para que la sociedad funcione dentro de un orden que se desplaza hacia la justicia, y el equilibrio entre los polos de libertad e igualdad. Tenía mucha claridad Rodríguez de que sus propuestas enfrentaban la dura realidad de una sociedad dividida en clases antagónicas e inmóviles: quienes integraban la casta privilegiada, mantuanos u oligarcas y las llamadas castas inferiores, obreros y artesanos libres, peones enfeudados y mano de obra esclava, sometidos a discriminación por el color de su piel. Por ello su defensa de la República es la defensa del Estado como garante de leyes y procedimientos que aseguren el derecho de los débiles y haga posible el establecimiento de la República plena, que para Rodríguez no es la del mero formalismo de tres poderes representativos que enmascaren el dominio fáctico de las grandes fortunas y familias de alto apellido. Se trata de una República de individuos que se «entreayudan» y construyen el mundo sobre bases de humanidad y cooperación, y para el cual es «la escuela el terreno en que el árbol social echa sus raíces», y dentro de la cual deben ser educados todos los individuos, indistintamente de su procedencia social. Así, enfrentado a la sociedad de los privilegios y la concentración del egoísmo, la tierra y los capitales, Rodríguez habla de la Escuela Social, laica y que iguale la condición de todos los estudiantes. Y ello en sociedades históricamente escindidas en bloques antagónicos responde a la doctrina del Estado Docente, principio de democratización y de orientación pública de la Educación, configurado por Luis Beltrán Prieto Figueroa en el curso del siglo veinte venezolano mediante su tesis del Estado Docente. Con el dramatismo de un apostolado, el de la noble profesión del formador de ciudadanos, a la cual entregó su existencia Simón Rodríguez, conciben su diario trajinar los maestros que construyen patria y ciudadanía dentro del aula. Los frutos, los recogerá la sociedad, y se han de expresar en cada actuación del otrora discípulo convertido al paso de los años y en atencion al virtuosismo de su desempeño cotidiano, en ciudadano. No labora el Maestro, como no lo hizo Simón Rodríguez, para recibir paga al modo en que el mendigo aguarda la mano caritativa del opulento a la puerta de un templo. Y es su principal recompensa verificar que su gesta fue cumplida gallardamente, batallando en la arena de su preceptorado con la indocilidad y el riesgo de extravío de la primera y la segunda edad del ser humano, en medio de circunstancias regidas por el desamparo afectivo y la insolidaridad de quienes pudiendo tender su mano al desvalido y la honrada guiatura al indefenso, la cierran, volteando su mirada y negándose al acto liberador de la misericordia, huyendo a perpetuidad de la ejecución de tropelias respecto a todo ser desventurado. Así, la prez del Maestro le es ofrecida en regocijante tertulia, por la sociedad en la cual un primer Maestro supo inculcar en sus discípulos semillas de ciudadanía justiciera, no cualquier ’ciudadania’. Y ello significa inculcar semillas de justicia, de repelencia al maltrato y la incertidumbre. Y de tales semillas brotan las preguntas cuya respuesta ha de conducir al otrora pupilo, hoy hecho hombre, hoy hecha mujer, a los sembradíos de la Revolución social y política, corriente esta que conscientemente se hace tributaria de quienes día a día se empeñan en la siembra de valores y templanza, para convertir una endeble plantita en robusto apamate, caoba o eucaliptus de la moral, cuya firmeza en el bien se yerga ante el horizonte como madera o roca en la que se esculpe a sí mismo el hombre nuevo y la mujer nueva, y quienes harán buena la promesa de redención del género humano y su sueño de vivir en paz. Y que cada nuevo día se acercan más a la encomienda robinsoniana del entreayudarse, como lo pedia Robinson precisamente, elevando la apuesta hacia los nuevos retos de la aventura vital, más allá de los linderos de desolación y el embrutecimiento consumista dentro de los cuales el capitalismo como orden de civilización sumió la el poder redentor de la espiritualidad, y asimismo, encadeno en una roca, aquella potente energía creadora que hizo surgir la rueda, la brújula, la imprenta, el satélite y la tecnotrónica, tecnología electromagnética. Y que, asimismo, hizo nacer la idea de que es posible conciliar Libertad e Igualdad, animando a la organización social, desde un Estado que construye Revolución y las fuerzas políticas que le apuntalan, en correspondencia con la puesta en movimiento de una poderosa energía reivindicadora del hecho educativo y cultural, sin cuya presencia naufraga todo empeño de transformación humanista del mundo. Al respecto mucho se ha hecho con las Misiones Educativas y el programa de alimentación escolar, cuya maximización y cobertura eficiente deben constituir propósito central de la gestión pública del sector. Esa potente fuerza reivindicadora del hecho educativo de que acá se habla, como instrumento de transformación profunda del imaginario creado por el capitalismo y la sociedad de consumo y que recoge la herencia de lo robinsoniano, por lo subversivo que constituye luchar contra la inercia, la dispersión, y contra el pesimismo del no se puede que sembró el capitalismo y la burguesía criolla a partir del modelo rentista consumista e importador, hoy comienza a mostrar signos alentadores con la declaratoria de Venezuela como País Libre del Analfabetismo, en los millones de compatriotas enrolados dentro del sistema educativo, y en las cohortes de egresados de carreras como Medicina Social surgidas del convenio Cuba- Venezuela y, entre otras iniciativas, en los proyectos agro-escolares que cada día se inician con ímpetu en planteles de primaria y media, universitaria a lo largo y ancho del territorio nacional.———————————————————————————————-

XIV.– UN SUBVERSIVO DE AYER Y HOY.-

De este modo Simón Rodríguez hoy es un pensamiento y un ejemplo de subversión que confronta el imaginario de la pasividad, del estancamiento de la crítica creadora, subversión creadora de los poderes de la imaginación y del valor histórico de la soberanía nacional en tiempo histórico del Estado Nacional, el diabólico tendido de la periferia neocolonial y la metrópoli imperial. De este modo, se repite, Samuel Robinson es esa periferia que se rebela contra su condición neocolonial y que se atreve a refutar los poderes fácticos mediáticos, los de la industria del entretenimiento, poderes fácticos corporativos que requieren de un perfil de individuo que prefiera no hacerse preguntas respecto al mundo en que vive ni por qué las cosas son como son, especialmente en lo atinente a la ordenación sociedad, el origen de los privilegios y la concentración en pocas manos de la riqueza material. Frente a dicho patrón organizacional y su imaginario, sigue siendo subversivo Simón Rodríguez, puesto que propone para la América de su tiempo y la Latinoamérica de hoy, el mismo patrón anticapitalista que Saint-Simon enunció en su Cartas Ginebrinas cuando afirmó, como se citó anteriormente «Todos los hombres deben trabajar», refiriéndose a la actividad manual a que todos quedan obligados como miembros de la sociedad. Eso es Simón Rodríguez, Socialismo Utópico que en la Venezuela Bolivariana se reencuentra con la historia a través de la Misión Saber y Trabajo, la Robinson Productiva, la Escuela Técnica calificada. Hoy, ser robinsoniano dentro del sistema educativo, es cubrir el patio baldío dentro de una escuela, con el abono, la semilla y el diario riego del plan de huertos y conucos escolares. Ser robinsoniano hoy es extender a lo largo y ancho del territorio nacional, programas integrales de formación en humanidades y ciencias, con manualidades y cultivo de vocación productiva, es sembrar el país de Escuelas Granjas en el nivel de primaria, es mantener el empeño de hacer de cada Liceo una Escuela Técnica, consagrando el bachillerato técnico, manual e intelectual como requisito insoslayable para culminar la Educación Media. Y la vocación para cumplir este tipo de retos -el cual demanda ingentes recursos financieros-, alienta la irreversibilidad del proyecto revolucionario. Así, puede afirmarse que, además de Bolivariana, la era de cambios políticos e inclusión social radical que comenzó en Venezuela en 1999, en medio de tropiezos, dificultades y debilidades que no pueden ser negadas, también merece ser definida como era de la Revolución Robinsoniana, puesto que la certeza de que el afianzamiento del Estado Social de Derecho y de Justicia que se configuró en 1999 dentro del Texto Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, pasa por privilegiar la Educación, la Escuela y al Maestro y la Maestra, como ejes de la reforma profunda que se propone el sueño bolivariano de patria, el sueño bolivariano de Patria Grande y Anfictiónica, el sueño Bolivariano de Equilibrio del Universo, y el sueño bolivariano de Revolución que bulle en el corazón de quienes jamás se rindieron tras el anhelo de un Mundo Posible. De allí la justeza de que, al lado de la categoría de Revolución Bolivariana, comience a hablarse de Revolución Robinsoniana: hoy y mañana, así como sucedió en los dias en en que Bolivar en Angostura pedía la creación de una Cámara de la Educación y escuela obligatoria y gratuita para todos los niños, puede decirse, que la Revolución pasa por la Escuela. De otra parte, un tema que a su vez demanda de atención del estudioso, es el que involucra la relación de Simón Rodríguez y Andrés Bello, dos figuras cimeras del pensamiento con repercusión continental y contemporáneas, a la vez que nativas ambas de la ciudad de Caracas. Se trata del contraste y afinidad entre una y otra trayectoria como formadores, y entre la acogida del proyecto educativo de Andrés Bello en el sur del continente, especificamente en Chile, donde se le consagró en vida como una de las supremas personalidades y se le reconoció como fundador y perpetuo rector de la Universidad de Chile, y como legislador eminente y orientador de la opinión pública, al disponer de los periódicos de la nación austral en la época, para emitir sus pareceres, gozando del beneplacito de todos los sectores, asegurando la indispensable establidad personal y un muy decente nivel de vida profesional, como se ajusta a quien tiene una extensa obra para producir y un magisterio que cumplir delante de un continente que se edifica a sí mismo, tras una terrible Guerra de Independencia. Ello por una parte, y por la otra se encuentra el proyecto educativo de Simón Rodríguez, quien en el curso de las tres últimas décadas de su existencia, confrontó dificultades que por momentos rayaron en la penuria, para asegurar sus sustento diario y el de los suyos. Qué explicación dar a tal disparidad, siendo que el planteamiento reformador de Robinson ha sido validado por la posteridad, dada la pertinencia de su proyecto de Escuela Social y sus reclamos por la inclusión de todos los estamentos sociales dentro de la Escuela.————————————————————————————————-

De otra parte debe reordarse que tras conocer de la aplicación del método lancasteriano en la Gran Colombia, Rodríguez expresó contrariedad, El modelo lancasteriano carecía de signos de cuestionamiento al orden social que quería
transformarse con la República. De otro lado, Robinson apunta que el
sistema de la enseñanza mutua fue creada por el pedagogo inglés «para
hacer aprender la Biblia de memoria», sosteniendo el maestro caraqueño
que «Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer
papagayos, para que de por vida sean charlatanes(…)es garabatear».
Al contrastar ambos personajes Alfonso Rumazo González señala que
«Lancaster, con buena voluntad, pero miopemente, no había descubierto
la inmensa diferencia que va de instruir a educar».

El pensamiento político de Simón Rodríguez va más allá del republicanismo liberal que postula el individualismo y la ausencia
completa de regulaciones públicas en materia económica. En su visión,
el soporte básico de la República está representado en las obligaciones
y al hábito de ‘entreayudarse’ los individuos unos a otros, así como
en el cultivo de las luces, que conduce a la práctica de la virtud. Y
este énfasis lo coloca varios pasos más adelante de los socialistas
utópicos del siglo diecinueve europeo, en punto a radicalidad. Para
los utopistas europeos, si bien la escuela era importante, no la
ubicaban como nudo del proyecto de regeneración de la sociedad. De
este modo Robinson expone «»Saber sus obligaciones sociales es el
primer deber de un republicano y la primera…es vivir de una
industria que no perjudique a otro».

El hábito de hacer preguntas, la pedagogía de la curiosidad y el
buscar y descubrir con cabeza propia, son signos de una visión de la
educación que hoy guardan pleno significado. Su llamado a crear
modelos propios y no hacer copia de otros, le adelanta en pedagogía un
siglo a los teóricos del constructivismo social, cuando pregona
«ideas…ideas, primero que letras». Y su postulado cardinal de
«instruir y acostumbrar al trabajo, para hacer hombres útiles» hoy se
recoge en el artículo 3 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, cuya letra reza «La educación y el trabajo son los
procesos fundamentales» para alcanzar los fines esenciales del Estado.
En sus últimos años Simón Rodríguez dio clases en Quito y Guayaquil.
En 1853 viajó, junto a su hijo José y un amigo, Camilo Gómez, al Perú,
entregando su existencia el 8 de febrero de 1854. Sus restos reposan
desde 1954 en el Panteón Nacional de Caracas. En su honor el
Presidente Hugo Chávez creó en 2003 la «Misión Robinson» para la
alfabetización. Cabe recordar asi8mismo que en su gesta reformadora de 1826, el Libertador expidió un decreto para que «se agrupasen los niños
pobres de ambos sexos (…) Los niños se habían de recoger en casas
cómodas destinadas a talleres, y estos surtidos de instrumentos y
dirigidos por buenos maestros. Los varones debían aprender los tres
oficios principales, albañilería, carpintería y herrería, porque con
tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias y porque
las operaciones de las artes mecánicas secundarias dependen del
conocimiento de las primeras. Las hembras aprendían los oficios
propios de su sexo(…)Tenían, fuera de los maestros de cada oficio,
agentes que cuidaban de sus personas y velaban sobre su conducta y un
director que trazaba el plan de operaciones y lo hacía
ejecutar(…)los niños…gozaban de libertad…el día lo pasaban
ocupados y por la noche se retiraban a sus casas, excepto los que
querían quedarse» (Simón Rodríguez, ‘El Libertador del Mediodía de
América, 1830). Dichos decretos expresaban la huella robinsoniaba en la conciencia social de Bolívar.————————————————————————

Mientras el viejo maestro abría sus maletas en el Nuevo Nuevo, al menos tres proyectos de reforma educativa debió ponderar el Libertador, en sus lapsos de cavilación sobre modelos escolares en las nuevas repúblicas. Uno, el del reconocido escritor Jeremías Benthan, quien le propuso enviar dos jóvenes para que cursasen estudio en la escuela de Birminghan (Inglaterra), a objeto de aprender el sistema de ‘educación práctica’. Otro proyecto le fue enviado por el colegio San José de Tarbes de los Altos Pirineos, cuyas autoridades le solicitaron abrir plantel en América. Y el tercero fue la enseñanza mutua de Joseph Lancaster, ofrecida por su creador.———————————————————–

Del mismo modo ha de indicarse que del original pensador y proyectista de las sociedades republicanas en Nuestra América, la posteridad recogió sus escritos de modo parcial y fragmentario. Gran parte de su obra completa se perdió en 1856, dos años después de su desaparición física. Tristemente cuando en Paita -costa del Perú- fallece Manuelita Sáenz, víctima de una epidemia de difteria, sus bienes y los papeles que conservaba en su casa fueron incinerados ante el temor de los pobladores al contagio. Entre los objetos que la Libertadora del Libertador guardaba bajo custodia se hallaba un baúl con cantidad de textos del Maestro Simón Rodríguez, por lo cual la posteridad nunca logró conocer a plenitud la obra y pensamiento integral del insigne educador caraqueño, el «Sócrates de Caracas». Cinco títulos surgidos de su pluma han llegado hasta hoy: el primero redactado a los veintidós años en la Caracas colonial y que se conoce con el nombre de «Estado actual de la Escuela Demostrado en Seis Reparos», donde refuta la discriminación en la enseñanza entre niños blanco, pardos y morenos. Allí se lee «Si atendiendo a la necesidad que…hay de escuelas, en que se instruyan niños pardos y morenos, se viene en proceder a su establecimiento, desde luego será muy justo que se rija y gobierne por el mismo director y en los mismos términos». Sus otras cuatro obras son «Sociedades Americanas», Educación Republicana», «Consejo de amigo al Colegio de Latacunga», «Luces y Virtudes sociales», «El Libertador del Mediodía de América Defendido por un Amigo de la Causa Social» y la serie de artículos publicados en Chile bajo el título «Extracto de la Defensa de Bolívar». Escribió Robinson y lo hizo con originalidad, escribió para la Patria Grande desde la parcela pequeña de varias patrias chicas. Escribió para su tiempo, y escribió para el tiempo presente, que aún reclama las reformas profundas que deben reconocer la sociedad y el Estado como reivindicaciones históricas para la verificación del programa republicano de Nuestra América inconclusa. Al paso de las décadas han sido descubiertas bajo el polvo de bibliotecas y archivos rescatados de algunos personajes de la época, cartas enviadas por don Simón Rodríguez, donde a la vez que trata asuntos de índole particular, también se explaya en materia de educación, habiéndose publicado hasta hoy ediciones del epistolario robinsoniano. En la obra que se conoce del gran reformador social y educador caraqueño -cuyas huellas calzaron los caminos de su natal Venezuela, Nueva Granada, Ecuador, Bolivia, Chile y el Perú, además de territorio norteamericano y varios países de Europa-, se encuentran pistas sustantivas para comprender la misión del Maestro y la Maestra de hoy. Así, la apertura de cátedras robinsonianas para debatir sobre el pensamiento reformador de Simón Rodríguez -además de la creación de instituciones universitarias, misiones, escuelas, calles y plazas con su epónimo- constituiría el más glorioso homenaje a quien dedicó su existencia a la gesta civil de formar dentro del aula de clases y el taller de manualidades, aquello que la espada y los cañones libertadores se propusieron en el terreno militar: dar vida a la República y al derecho de los hombres de entreayudarse en la construcción de la felicidad común.—————————————————————————————————

ANEXO.–- LA EPISTOLA DE PATIVILCA.-

«…ES Ud EL HOMBRE MÁS EXTRAORDINARIO DEL MUNDO»

«… Sin duda es usted el hombre más extraordinario del mundo. Podría usted merecer otros epítetos, pero no quiero darlos por ser descortés al saludar a un huésped que viene de un viejo mundo a saludar al nuevo; sí, a visitar su patria que ya lo conoce, que tenía olvidada, no en su corazón, sino en su memoria.

Nadie más que yo sabe lo que usted quiere a nuestra adorada Colombia ¿se acuerda usted cuando fuimos juntos al Monte Sacro en Roma a jurar sobre aquella tierra santa la Libertad de la Patria? Ciertamente no habrá olvidado aquel día de eterna gloria para nosotros, día que anticipó, por decirlo así un juramento profético a la misma esperanza que nos debíamos tener.

¡Usted maestro mío, cuánto debe haberme contemplado de cerca aunque colocado a tan remota distancia; con qué avidez habrá seguido usted mis pasos dirigidos muy anticipadamente por usted mismo! Usted formó mi corazón para la Libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido por el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto, aunque sentado sobre una de las playas de Europa…» (Simón Bolívar a su Maestro Simón Rodríguez, Pativilca, 19 de enero de 1824).

Fuente: https://www.aporrea.org/actualidad/a274054.html

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Estos son los 10 avances científicos más revolucionarios del 2018

Por: EL Comercio

El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha publicado su listado anual con las tecnologías capaces de cambiar drásticamente la vida

Imprimir piezas metálicas como si se trataran de papel u obtener traducciones al instante con solo usar un dispositivo. Estas capacidades para modificar radicalmente la vida han hecho que dichas invenciones, así como otras, hayan sido incluidas por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en su listado de los avances científicos más revolucionarios del 2018.

1 Impresión de metales en tres dimensiones.

Se trata de una tecnología que permite obtener piezas metálicas más ligeras, fuertes y complejas –imposibles de lograr con los métodos comunes– a un precio más bajo y con mayor rapidez. Si se adopta ampliamente, cambiaría por completo los procesos de fabricación en serie. Empresas como Desktop Metal y Markforged ya venden sus prototipos de impresoras 3D.

2 Embriones artificiales.

Investigadores de la Universidad de Cambridge crearon estructuras similares a las de un embrión sin necesitar de óvulos o espermatozoides, solo células madre. Este logro no solo incentiva una nueva investigación del origen de la vida, sino también a un replanteo de los debates bioéticos.

3 Ciudades sensitivas.

Un nuevo proyecto de alta tecnología –a cargo de una empresa de Alphabet (Google)– hará que una zona de Toronto (Canadá) sea reconstruida desde cero, tomando todas las decisiones (de diseño, políticas y tecnología) a partir de la información existente de una gran red de sensores, capaces de recopilar datos relacionados con la calidad del aire hasta con las actividades de los ciudadanos.

4 Revolución inteligente.

La inteligencia artificial ya está aquí. Grandes empresas la aprovechan, pero sigue siendo costosa. Sin embargo, el desarrollo de soluciones de ‘machine learning’ –que la máquina aprenda por sí sola– está llevando sus ventajas a más gente, a más industrias que pueden ser más eficientes aprovechando el análisis de grandes bases de datos.

5 Redes neuronales combativas.

Si le pide a una inteligencia artificial que identifique a un perro dentro de un millón de imágenes, lo hará. Sin embargo, no puede crear, aunque esto podría cambiar. Especialistas están trabajando en un concepto llamado redes antagónicas generadoras. Se trata de entregar los mismos datos a dos redes neuronales (modelos matemáticos que tratan de emular al cerebro) para que luego ambas se enfrenten, aprendan y cooperen para crear variaciones de imágenes.

6 Traducción inmediata.

El entender lo que dice una persona sin importar el idioma es ya una realidad. Travis, un dispositivo parecido a un control remoto, puede traducir hasta 80 idiomas, afirman sus creadores. Pero no es el único, también está Pilot, de la compañía Waverly Labs.

7 Energía libre de contaminantes.

El gas natural representa el 22% de la electricidad mundial, según el MIT. Pero a pesar de ser menos contaminante que otras fuentes de energía, emite dióxido de carbono (CO2). Para cambiar este panorama, la iniciativa Net Power propone una planta de energía en la cual se recicla el CO2 –sometiéndolo a una alta presión y temperatura– para que ayude a generar más electricidad, el resultado: cero emisiones.

8 Protección de la privacidad.

Realizar transacciones financieras en línea puede filtrar información sensible. Para evitar este riesgo, especialistas están trabajando en un protocolo de seguridad llamado prueba de conocimiento cero. Este sistema utiliza la tecnología ‘blockchain’ –método de programación descentralizado usado en las criptomonedas– que permite realizar transacciones anónimas, que no pueden rastrearse.

9 Predicciones genéticas.

El ADN es como la receta que permite formar a una persona. Y a lo largo de años de investigaciones genéticas, científicos han podido identificar los puntajes de riesgo poligénicos. En sí, permite estimar el riesgo que tienen las personas de desarrollar ciertas enfermedades, como Alzheimer o cáncer.

10 Salto cuántico de materiales.

Se plantea que la computación cuántica sea capaz de realizar millones de millones de operaciones por segundo. ¿Pero para que serviría eso? Recientemente, investigadores de IBM emplearon su computadora cuántica de 7 qubits –partículas subatómicas– para producir una molécula de tres átomos. De acuerdo con el MIT, esto –en el futuro– podría servir para desarrollar fármacos más efectivos, así como mejores baterías y paneles solares.

Fuente: https://elcomercio.pe/tecnologia/10-avances-cientificos-revolucionarios-2018-noticia-500086

 

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