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Crear una cultura de paz desde los centros educativos

Por: Pedro Uruñuela

Ojalá que una de las enseñanzas, si no la primera, que saquen de la escuela nuestros alumnos y alumnas sea esta: el rechazo a toda forma de violencia y la construcción de la paz positiva.

No salgo de mi asombro. Tras una semana intensa, con varias actividades de formación, miro la prensa a ver qué ha pasado en nuestro país y en el mundo. Contemplo con estupor el espectáculo dado en el Congreso de los Diputados en la sesión de control del Gobierno, con el enfrentamiento entre dos diputados (Gabriel Rufián y Rafael Hernando) y dos ministros del Gobierno (de Exteriores y de Justicia), si bien el primero de ellos oscurece al segundo.

Sigo consultando y veo como noticia destacada que el presidente Trump ha autorizado el uso de las armas, incluso con fines letales, para detener la marea de personas inmigrantes que está llegando a la frontera. Para acabar, leo en una revista educativa la conveniencia de utilizar la práctica del boxeo como estrategia para la prevención y el tratamiento del acoso y maltrato entre iguales.

¿Qué nos está pasando? ¿Cómo es posible que no reaccionemos e impidamos que sucesos o propuestas como las mencionadas sigan repitiéndose en nuestra sociedad? Por un momento, es necesario detenerse y reflexionar, investigar las razones por las que tienen lugar estos hechos y, sobre todo, plantearse una actitud positiva de rechazo de los valores dominantes para sustituirlos por otros, centrados en el respeto a la dignidad de todas las personas y la promoción de la paz positiva y de los derechos humanos.

Desde la escuela, en sus diversos niveles, no podemos mirar impasibles lo que va sucediendo. Debemos revisar nuestros objetivos educativos y reivindicar, una vez más, la necesidad de aprender a convivir y de educarnos en la paz todas las personas que tenemos que ver con la comunidad educativa. Como decía nuestro añorado Xesús R. Jares, es necesario poner en marcha un “proceso educativo, continuo y permanente, basado en la concepción positiva de la paz y en la perspectiva creativa del conflicto que, aplicando métodos problematizantes, desarrolle un nuevo tipo de cultura, que ayude a las personas a desvelar críticamente la realidad desigual, violenta, compleja y conflictiva, para poder situarse ante ella y actuar en consecuencia”.

Enseñar a gestionar pacíficamente los conflictos y las diferencias, crear en nuestro alumnado una cultura de paz positiva son dos tareas imprescindibles para el profesorado de hoy. Si algo van a encontrar nuestros alumnos y alumnas a lo largo de la vida, cuando salgan del centro, van a ser las múltiples situaciones de conflicto, de choque de intereses, de percepciones diferentes y de necesidades no satisfechas que caracterizan a nuestra sociedad. Debemos educar para la vida, no para la academia, y prepararles adecuadamente para estas situaciones.

Volviendo al primero de los casos, el enfrentamiento en el Congreso, lo de menos es quién tiene o deja de tener razón, no es mi objetivo analizar este aspecto. Se trata más bien de analizar los elementos presentes en esa manera de abordar una diferencia legítima y de extraer las enseñanzas oportunas para nuestro trabajo educativo. Llama la atención, en primer lugar, la falta de reconocimiento hacia la otra parte, hacia la otra persona y la falta también de relativización de las posturas propias de cada parte. Nadie tiene la razón por completo, todos miramos la realidad desde diferentes puntos de vista, basados en nuestra biología, nuestra historia, nuestras experiencias y nuestros valores, que hacen que, necesariamente, nos fijemos en algunos aspectos de la realidad, dejando en un segundo plano otros.

Sólo desde el respeto y el reconocimiento de la legitimidad de la otra parte es posible buscar salidas adecuadas para el conflicto. No somos superiores, la otra parte busca también lo mejor para la solución de un problema, y sólo desde ese planteamiento es posible encontrar una salida satisfactoria al problema.

¿Realmente ambas partes querían encontrar una salida al conflicto? O, más bien, ¿lo que buscaban era quedar por encima del otro, derrotarlo y dejarlo al nivel más bajo posible? ¿Para qué hablamos y dialogamos? ¿Para buscar una solución compartida o para ganar a la otra parte? Por muchas razones, tenemos muy metido en nuestro interior un modo de gestión de los conflictos basado en la estrategia de ganar-perder: lo que yo gano es lo que tú pierdes y mi objetivo fundamental es ganar, ya que, de lo contrario, ceder y aceptar lo que pide la otra parte es una manera de perder.

Es posible otra forma de gestión de los conflictos, que intentamos enseñar y desarrollar en nuestro alumnado, la estrategia de ganar-ganar. En ella, conscientes de la realidad desigual, compleja y violenta, que nos recordaba Jares, buscamos una alternativa en la que ambas partes ganen, dando respuesta a las necesidades no satisfechas en las dos partes. Sólo desde este planteamiento es posible dar salida al conflicto y al problema que subyace en él. Mientras yo gane y la otra parte pierda, el conflicto seguirá presente, apareciendo y desapareciendo de manera habitual-.

Ya un autor nada sospechoso en estos temas, como era Bakunin, nos decía que “un problema resuelto a la fuerza sigue siendo un problema”. La violencia no es una estrategia adecuada para resolver los conflictos, ya que no va a las raíces del problema y, por tanto, sólo atiende las manifestaciones visibles del conflicto. Como estrategia, la respuesta de Trump a la marcha de las personas emigrantes va a ser completamente ineficaz y, como sucede habitualmente, sólo servirá para agravar aún más el problema.

Y no sólo desde el punto de vista de la eficacia. La respuesta de Trump choca con los valores y concepciones éticas fundamentales para la gestión de los conflictos y la construcción de la convivencia positiva. El desprecio a las personas migrantes, su culpabilización al señalar que hay más de 500 personajes peligrosos entre ellos, la separación de los niños de sus padres y madres, etc. son muestras de un nivel moral y ético característico del poder de los fuertes, totalmente alejado de la ética centrada en las personas, en su cuidado y atención y en la búsqueda de una salida digna a sus necesidades. Las consecuencias de su decisión pueden ser terribles.

Pretender culpabilizarles de su situación, ignorar las condiciones de vida en que viven en sus países de origen ponen de manifiesto la total falta de reconocimiento hacia estas personas, el pisoteo de su dignidad, la consideración de las mismas como desprovistas de humanidad… Algo que no se puede permitir, hay que parar este hacer, por muy poderosa que sea esta persona.

Y para acabar, en relación con la utilización del boxeo como estrategia para la prevención del maltrato, ¿de verdad creen que esta práctica puede servir para abordar adecuadamente las situaciones de acoso entre iguales? ¿Qué es lo que se busca con este entrenamiento para dar golpes al adversario hasta que caiga al suelo perdiendo el conocimiento? Desde mi infancia vengo oyendo planteamientos que exigen la abolición de esta supuesta práctica deportiva que, entre otras cosas, produce un gran edema cerebral consecuencia de los golpes, que origina lesiones cerebrales permanentes y que, en más de una ocasión, ha acabado con la muerte de uno de los combatientes.

La violencia sólo produce más violencia. El boxeo, deporte violento, no es la solución para erradicar la violencia entre iguales, ni siquiera como referencia. Y, desde un punto de vista moral, hay que recordar que el fin nunca justifica los medios. Argumentan sus defensores que eleva la autoestima de sus practicantes, que desarrolla confianza en uno mismo, que mejora las relaciones con los colegas que lo practican, y otras ventajas. Pero nunca pueden justificarse estas ventajas si se consiguen con prácticas no adecuadas, tocadas desde su origen por planteamientos de violencia. Lo mismo se puede conseguir con otros presupuestos pacíficos, y ese es el camino que hay que seguir.

Superando el pesimismo inicial, es mucho el trabajo el que tenemos por delante: la educación para la paz y el afrontamiento no violento de los conflictos, basado en la aceptación de las diferencias, el reconocimiento de la dignidad y la legitimidad de todas las personas, la no discriminación, la cooperación y el diálogo, el empleo de técnicas no violentas. Ojalá que una de las enseñanzas, si no la primera, que saquen de la escuela nuestros alumnos y alumnas sea esta: el rechazo a toda forma de violencia y la construcción de la paz positiva.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2018/12/04/crear-una-cultura-de-paz-desde-los-centros-educativos/

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Cambiar la mirada hacia la infancia para poner en el foco una educación en derecho

Por: Saray Marqués

La reforma de la Lomce pretende incluir por primera vez el enfoque de derechos de infancia de forma transversal. Algunos centros lo están haciendo ya. Unicef señala a 71 centros como referentes en todo el país.

La semana pasada, la ministra Isabel Celaá anunciaba en la Comisión de Educación del Congreso cómo la ley en la que trabaja su equipo, la sustituta de la Lomce, incluirá por primera vez el enfoque de derechos de la infancia, con el interés superior del niño como eje y el derecho a la educación considerado como una obligación de la Administración. También la semana pasada, Nacho Guadix, responsable de educación de Unicef Comité Español, aplaudía el protagonismo que copa en el anteproyecto el enfoque de derechos de infancia y la Convención de Derechos del Niño: “La educación requiere de una transformación en esta línea. Vemos que el mensaje va calando, percibimos cierta tendencia, que la Administración parece dispuesta también a dedicarle tiempo a estas cosas”.

Lo hacía en un acto de reconocimiento a los ocho Centros Referentes en Educación en Derechos y Ciudadanía Global de la Comunidad de Madrid. En toda España son 71 (en todas las comunidades, en colaboración con las distintas consejerías de Educación, salvo Galicia, Navarra, el País Vasco y Ceuta y Melilla), que el año pasado, en la primera convocatoria, eran solo 31.

Embajadores de una forma de trabajar

El programa “hace posible que toda la comunidad educativa esté implicada en acciones que permiten a los estudiantes desarrollarse como ciudadanos conscientes y responsables, capaces de contribuir a su propia mejora, a la de su comunidad y, por extensión, a la de la sociedad”, según detalla Unicef, que añade que su finalidad es “impulsar y reconocer el esfuerzo de los centros por llevar a cabo proyectos de ciudadanía global a largo plazo e incentivarles a la mejora permanente y la innovación en la Educación en Derechos”.

Adriana Negueruela, responsable de alianzas educativas en Unicef Comité de Madrid, explica cómo lleva gestándose más de cuatro años, en colaboración con la Facultad de Educación de la Universidad de Lérida. Se trata de una iniciativa con la que Unicef cuenta en distintos países de la UE y con la que se pretende ir un paso más allá en la colaboración de Unicef con los centros educativos para integrar los derechos de la infancia -con más de una década de andadura-.

Si ser escuela amiga de Unicef requiere de un cierto grado de compromiso y colaboración, ser centro referente supone que la Convención de Derechos del Niño ejerza como una suerte de paraguas en la vida del centro, de modo que este pueda, además, servir de inspiración para otros.

Negueruela, encargada de identificar y acompañar a los centros en la Comunidad de Madrid, asegura: “Muchos de los centros ya cumplen con los requisitos del programa sin ser conscientes de ello, por eso nuestra labor muchas veces es animarlos a sistematizarlos, integrar esa comisión de convivencia, esa comisión de patios, ese proyecto de escuela ecológica y sostenible, por ejemplo, que quizá se presentan como actividades desperdigadas, en un proyecto común, visibilizar lo que ya vienen haciendo”.

De los cuatro ámbitos que el programa aborda -conocimiento de los derechos de la infancia y la educación en derechos, participación infantil, protección de la infancia y clima escolar-, apunta, eso sí, que el que más sigue costando es el de participación infantil: “Se sigue confundiendo participación infantil con participación de las familias. Para los colegios que no están familiarizados puede resultar complicado, da pie a reticencias”.

“El programa es solo la punta del iceberg. Visibilizamos y animamos a los centros a que basen todo su proyecto en educación en derechos, a que esta toque todos los ámbitos, a que llegue a toda la comunidad educativa… Quizá si la nueva ley convierte los derechos de la infancia en el corazón de todo proyectos como este dejarán de tener sentido, pues ya estarán presentes de forma natural”, aventura Negueruela.

Currículum vital

De momento no es así, reconoce César Prieto Castro, director de educación primaria del Colegio Alameda de Osuna, uno de los ocho centros referentes de Madrid: “Yo creo que, salvo que tengan inquietudes, los alumnos no están movilizados para pelear por los derechos de la infancia global. En parte, por los adultos, que a veces lanzamos consignas equivocadas: ‘Tu único trabajo ahora es estudiar’, y de ahí tenemos alumnos que, con 16, con 18 años, sólo tienen estudios, no un currículum vital amplio que soporte la pregunta ‘¿Qué has dado tú a la sociedad?’”.

Elvira Congosto, directora de ESO y Bachillerato del Colegio Mirabal de Boadilla del Monte, relata cómo ellos han visto la necesidad de atestiguar el compromiso social del alumnado con un certificado que vaya más allá de lo meramente académico. En otros centros, como el Colegio Fuentelarreyna de la capital (presente en la I Jornada de Educación en Derechos de la Infancia para conocer mejor el programa de Unicef), han integrado con naturalidad una escuela de cooperación y acción solidaria.

Por su parte, Piedad Carnal, pedagoga en la Escuela Infantil El Bosque de Madrid, menciona la paradoja con que se han encontrado al trasladar un programa, en principio, pensado para la infancia a los niños más pequeños: “Hemos tenido que adaptar los materiales a su lenguaje, hacer consciente al personal del centro y sensibilizar a las familias para trabajar todos con los derechos de la infancia en la base, con los niños como ciudadanos de pleno derecho, visibilizando en nuestro caso, también, que desde que el niño entra todo es educación, que no somos solo asistenciales”.

Óscar Belmonte es el responsable de educación para el desarrollo de Unicef comité Español. Asume que no es sencillo lo que han logrado el Alameda de Osuna, el Mirabal, El Bosque Encantado, el colegio Joyfe, el CEIP Magerit de Parla, el CEIP Federico García Lorca de Leganés, el CEE Ponce de León y el Colegio Alarcón de Pozuelo, por citar sólo los centros referentes madrileños (aunque en el caso de Madrid no hay todavía institutos públicos, a escala anual sí hay reconocidos centros públicos de secundaria, igual que los hay de infantil y primaria, como los hay concertados y privados): “Supone vivir los derechos todos los días, hacer que los niños y niñas sean conscientes de sus derechos y responsabilidades para convertirse en ciudadanos activos, comprometidos con el desarrollo de la sociedad, y esto es un conocimiento vivencial, que ha de estar presente en la cultura de centro, como columna vertebral del proyecto educativo”.

Esto implica no sólo incluir los derechos de la infancia en el proyecto educativo de centro y en la programación anual, sino formarse (Unicef cuenta con un curso de posgrado en este sentido en colaboración con la UNED) y ser conscientes de que el educativo es uno de los ámbitos con más peso y potencial a la hora de garantizar los derechos de la infancia, con todo lo que conlleva de prevención, de protección o de promoción de la participación.

Los alumnos solidarios del Joyfe (una iniciativa surgida a raíz del terremoto de Haití de 2010 y que ha sobrevivido desde entonces) o los alumnos mediadores del Magerit son sólo dos ejemplos de cómo llevarlo a la práctica.

Cambiar la mirada

“Hay niños que muchas veces tenemos al lado y, sin darnos signos, se encuentran desprotegidos”, reflexiona Almudena Soriano, del Federico García Lorca de Leganés, que lleva nueve años sacando adelante un proyecto de ecoescuela “con acción local y visión global” bajo lemas como “Contra la pobreza, cuida tu medio ambiente”, que cuenta también con un programa de alumnos mediadores y que desde 2011 es escuela amiga de Unicef.

“Se trata de cambiar la mirada, de prestar más atención a los niños, de incorporar los temas relacionados con los valores y los derechos humanos de forma natural en el programa, de fomentar su capacidad de ayudar a los demás”, constata Jesús Chaparro, profesor de Filosofía del colegio Joyfe. “De abrirse a su participación, y de dar más peso a la reflexión. Nosotros nos damos cuenta en las reuniones del equipo directivo con los delegados de primaria de que muchas veces les subestimamos, que ellos descubren más cuestiones que pueden suponer una mejora, cuestiones en las que tú muchas veces no has caído”, analiza Óscar Seco, del Magerit de Parla. “De darles poder de decisión, transmitirles desde el cole que ellos pueden contribuir a transformar la sociedad”, añade Montse Pérez, del Ponce de León. “De hacerles ver, que cuando salgan en 2º de bachillerato no sólo se trata de que sean médicos, profesores o ingenieros, sino personas”, proclama Mara Lli, del Alarcón. “De aprender de ellos. A los adultos nos cuesta más salir de nuestra zona de confort. Ellos son una fuente inagotable de implicación, de ganas, de propuestas e iniciativas”, concluye Congosto.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/12/04/cambiar-la-mirada-hacia-la-infancia-para-poner-en-el-foco-una-educacion-en-derecho/

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Mayas tan cerca del Estado, tan lejos de la modernidad

Por: Ollantay Itzamná

A 380 Km, al nororiente, de la ciudad de Guatemala. A 85 Km de la ciudad de Cobán, por camino de terracería agujereado igual o peor que los caminos bombardeados de Afganistán, se encuentra la comunidad indígena maya q’echí La Cresta, en el Municipio de Cahabón, Departamento de Alta Verapaz. Un mundo desconocido por la modernidad.

Aunque unos kilómetros más abajo, pasamos muy cerca de una de las hidroeléctricas privadas más ambiciosas de Guatemala en el Río Cahabón, La Cresta, al igual que otras comunidades de la zona, no cuenta con el servicio de energía eléctrica.

La oscuridad es radiante. Y el silencio, estridente. No cuentan tampoco con ninguna señal de telefonía o de internet. “Para hablar por teléfono tenemos que ir hasta allá, al cerro para buscar señal”, señala con el dedo hacia la oscuridad infinita, Eliodoro, nuestro acompañante.

El único medio de transporte utilizado para acceder al lugar son los camiones cardamomeros, que suben a la zona dos veces por semana a comprar cardamomo.  Entre abril y agosto, el transporte escasea porque no hay cardamomo.

Eso sí. La hospitalidad y comensalía de las familias maya q’echís suplen cualquier “incomodad” a los recién llegados. Ellos ofrecen todo cuanto tienen al visitante. Nos ofrecieron hasta su propia cama, hecha de palos y tejidas de lazos de plástico.

El promedio común de guatemaltecos, en especial de la ciudad capital, desconocen o no se imaginan que existan comunidades inéditas y contrastantes como La Cresta. Pero, también para las y los maya q’echís de estas comunidades, la modernidad o semi modernidad guatemalteca es casi completamente desconocida. Ambos son mundos diferentes que conviven en el mismo “país” sin conocerse, ni encontrarse entre sí.

Obligaron al terrateniente a venderles la tierra baldía

“Cuando era patojo, salía de la comunidad a las 5 de la mañana a pie, y llegaba a Cahabón a las 6 de la tarde. Todo el día viajando entre lodo y bajo el sol”,  nos describe Eliot, mientras el carro se hamaquea entre piedras y hoyos de la carretera.

La comunidad La Cresta está conformada por ex mozos colonos de fincas vecinas, que en su totalidad conforman 137 familias.

Cuando corría la década de los 60 del pasado siglo, en esos territorios mayas regía la voluntad y el capricho del patrón como única Ley. Hasta que durante el gobierno de Alfonso Portillo las familias maya q’echís lograron ocupar y comparar, mediante Fondo de Tierras, las 32 caballerías (1,429 Ha) de tierras acaparadas y baldías, al terrateniente cervecero Gustavo Herrera Castillo, por el precio de cerca de un millón de dólares.

Y, desde hace 2 años atrás, por decisión comunitaria, definieron parcelar las tierras en títulos privados individuales. Desde entonces, cada familia posee 19 manzanas de tierra (13.3 Ha).

En la comunidad existen cuatro madres solteras, igual ellas son propietarias, en las mismas condiciones que los jefes de familia. Está prohibida la venta de la tierra a foráneos, únicamente se puede transferir la propiedad a los vecinos. Cuentan con predios comunales para la crianza del agua, bosque.

Cultivan un producto que no consumen, ni conocen su destino final

“Esta finca no estaba cultivada cuando la ocupamos. Ahora, tenemos sembrado cardamomo. Pero, por la falta de caminos y mercados no logramos cultivar tampoco la totalidad de la tierra”, indica Don Arturo.

Efectivamente, los inconvenientes para la agricultores de la zona son la ausencia de servicios públicos básicos, el mercado insuficiente para el cardamomo, y la falta de diversificación de productos. Los mayas del lugar desconocen el destino y uso final del producto que cultivan, el cardamomo. Este producto exógeno no tiene mercado interno, ni regional. Viaja para Medio Oriente.

Los coyotes (compradores) acopian el producto en cerezo y en seco, en el lugar, al precio y peso definido por ellos. En la actualidad el precio del cardamomo casi triplica al del café, pero es muy volátil. “Hubo una época en que el cardamomo costaba 2 quetzales… luego, los compradores ya no querían comprar… Entonces tirábamos al monte toda la producción”, recuerda con lamento Eliodoro.

Cuentan hasta con un Consejo de Vigilancia para sus autoridades electas

Esta pequeña comunidad maya q’echí, reconstruida luego de la emancipación del colonaje de la finca, cuenta con un entramado organizativo envidiable para propios y extraños.

Existe y funciona un Comité de Tierras, cuya función es el cuidado de los predios comunitarios, y el saneamiento de la propiedad y tenencia de la tierra. Cuentan con un Consejo de Desarrollo Comunitario (COCODE) cuya función es gestionar proyectos de desarrollo ante el gobierno municipal y ante otras instancias. Funciona un Comité de Mujeres que fortalece y transfiere conocimientos y prácticas de cuidado de abuelas a madres e hijas. Además, existe un consejo de ancianos conformado por 18 mayas longevos.

La comunidad cuenta con un Consejo de Vigilancia que controla/fiscaliza el funcionamiento y el cumplimiento de las obligaciones asumidas por todas las autoridades y representantes electos en la comunidad. Todos los y las representantes son electos en asambleas.

Ejercen y aplican su sistema judicial, según sus normas

La comunidad reunida en asamblea, bajo la dirección de sus autoridades, ejerce justicia y sanciona a los culpables que infringen las normas de convivencia comunitaria.

La máxima pena aplicada al culpable es la expulsión de la comunidad bajo acta firmada. La pena intermedia es la multa pecuniaria. La sanción elemental, la reprimenda pública bajo acta.

Por ejemplo, quien faltare a las reuniones o asambleas comunitarias pagará Q. 50 de multa. Quien vendiere alcohol en la comunidad será sancionado con multa de Q. 2 mil. El ladrón habitual, será expulsado de la comunidad.

Repelieron el conflicto armado interno sin disparar un solo tiro

“Recuerdo yo cuando era patojo, la comunidad se organizaba para evitar que gente armada entrara a nuestra comunidad. 20 a 30 personas salían a vigilar. Así fue cómo la violencia no entró aquí”, narra Eliodoro.  Y añade, “simplemente no se obedecía la orden militar que venía desde Cahabón para organizar las patrullas de auto defensa civil”.

Y, efectivamente, la violencia armada del Ejército tuvo su frontera en la comunidad Xebas, a 8 Km de distancia de La Cresta. Hasta allí los militares irradiaron y sembraron violencia, miedo y zozobra. Al grado que aquella comunidad maya q’echí, carece de estructuras organizadas y autoridad propia como consecuencia de la violencia.

“Ellos no salen a manifestar, a protestar contra las hidroeléctricas, ni contra el Alcalde, por miedo a ser calificados como guerrilleros”, comenta uno de los presentes.

Enviado por el autor a OVE

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Special educational needs ‘It’s hard to watch your child struggle. All you can do is chase people’

By: Michael Savage.

As council budgets are slashed, desperate parents speak about their exhausting battle in the courts to protect the forgotten victims – their children

As a former bouncer working in north London nightclubs, John Roden thought he knew a thing or two about stressful situations. But taking on the care of his five-year-old granddaughter Hope brought his greatest confrontation. Hope is disabled, and her rare condition means she cannot walk unaided and communicates using a form of sign language.

“Caring for Hope is stressful at the best of times,” says Roden, one of a group of carers to launch a legal challenge heard in court last month against proposed cuts to special educational needs funding in Hackney, east London. “Hope came to me when I was 57. I’m 62 this year. All this is heaping a lot more pressure on us. It grinds you down. There’s so much going through my head that I’ve been forgetting simple things. You spread yourself thin and something has to give. But we can do it.”

When the council announced proposals that could cut spending by more than £300,000 over the next academic year, Roden was among those who agreed to take on the fight. Like many parents looking after a child with special educational needs and disabilities (SEND), Roden describes an exhausting fight to secure the best support.

Fellow Hackney campaigner Dana Thompson’s daughter, Sade, 16, has narcolepsy and cataplexy, conditions that can cause her to fall asleep suddenly, or collapse. Thompson’s application for support was rejected four times before she received help – a battle that lasted 10 years.

“I couldn’t live with myself knowing I didn’t try one last time,” she says. “Unfortunately, many children have fallen through the net. That affects mental and physical health. With Sade, it has affected her.”

As councils nationwide face budget pressures that threaten them with bankruptcy, some are having to consider cuts to SEND funding that they would never have contemplated just a few years ago. Yet their desperation to balance the books has run up against the desperation of parents determined to secure support for their children. The clash is now being played out in court actions across England.

Alicia McColl is among the parents taking action against Surrey county council’s proposal for a £21m cut in its SEND budget. She has been battling for the right support for her 14-year-old son Kian, who has autism, hypermobility, dyspraxia and attention deficit hyperactivity disorder. After years of campaigning, she is aware of the toll on her family. “All my money and inheritance went on my son’s education – on the battle,” she says. “The people who have missed out the most are my other two children. I try to make up for it now, but my eldest son is an adult and he missed out on a lot of my time. The impact is massive.”

Hopes have been raised by the success of a case in Bristol in the summer, in which a judge ruled that the council had unlawfully cut its SEND budget by £5m. Other campaigns are being drawn up in areas including Portsmouth, Gloucestershire and Sussex.

Hackney councillor Chris Kennedy insists everyone is “on the same side”, but adds that the court case “doesn’t address the fundamental issues that have led to councils up and down the country facing bankruptcy in their efforts to fund one of the most important services they provide”. Surrey county council said it was facing “huge financial pressure” and that it was wrong to describe the £21m saving as a cut “because we haven’t made or even proposed cuts to services”.

So what is causing the system to creak? The trouble, according to experts and council insiders, is that funding cuts have combined with recent education reforms to create a system loaded against councils – forcing them into cuts and legal battles with parents.

They point to 2014 changes designed to give “greater control and choice” to parents, which raised expectations about the support available and increased the legal responsibilities of councils. However, the new system was not matched with the necessary funding. With schools also under pressure to keep costs down and improve results, some are finding ways of removing SEND pupils from their rolls, or not accepting them in the first place.

That often leads to even higher costs for councils. Parents realised that some kind of national action was needed. A legal case has been launched against the government, with campaigners arguing that it is simply not providing sufficient funding. Among the parents in the group is Lorraine Heugh, who has faced cuts in funding for the care given to her son Nico, 15, who has autism and anxiety. “We had to go down the legal road and in the end they did supply the funding,” she says. “It didn’t stop there. The following September we had the same problem again. Now we’re in a situation where they have given a little bit of funding, but cut by half.

“The people who get forgotten are the children. For children like my son, when their needs are not met at school, it has a knock-on impact on them. It leads to children having breakdowns – why would you allow a child to go through that?”

Kirsty McFinnigan, from North Yorkshire, got involved through social media. After fighting for resources for her son Benedict, 14, she joined the legal battle out of “sheer and utter desperation”. “There’s too many people in this position,” she says. “My son is 14. I’m going to ultimately have to answer to him about why he didn’t get an education, so at least I can say I did everything I could.”

For Mary Riddell, who has fought her council in Birmingham over the support given to her nine-year-old daughter Dakota, it is simply about trying to be heard.

“We’ve had to fight every step of the way,” she says. “It is hard to watch your child struggle and all you can do is chase the people who are meant to be helping you – and knowing their hands are tied.

“I’m not holding out any hopes that they will instantly say, ‘here’s lots and lots of money’. But I would like them to take notice and understand what kind of effect these cuts are having.”

Source of the article: https://www.theguardian.com/education/2018/nov/10/its-hard-to-watch-your-child-struggle-all-you-can-do-is-chase-people

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La Pedagogía Crítica como respuesta a la crisis ambiental

Por:  Luis Miguel Cisneros Villanueva.

 

Introducción

En el contexto actual la miseria, la violencia, el desempleo, la destrucción y el saqueo de los recursos naturales son problemas heredados del sistema capitalista como resultado de un falso “progreso”; sin embargo, el discurso “desarrollista” pronunciado -constantemente-por los neoliberales es para justificar sus políticas sociales, económicas y el despojo de los recursos naturales; los efectos para la naturaleza y la humanidad son desastrosos pues así lo evidencian los resultados.

La preocupación y ocupación por resolver los problemas ambientales son de tipo planetario, porque ya no podemos reducirlos solamente a lo inmediato y local, sino a la conservación de todos los ecosistemas fundamentales para la vida en el planeta; asimismo, a la preservación de las cosmovisiones de los pueblos originarios porque plantean horizontes diferentes para la relación hombre-naturaleza, porque urge un replanteamiento de las acciones del hombre para el respeto del medio ambiente.

La estructura del ensayo es la siguiente, primero analizamos de manera general el contexto actual para dar cuenta de la crisis capitalista que ha impactado en todos los sectores de la sociedad, incluida la naturaleza. A continuación esbozamos y damos ejemplos de cómo se ha impuesto la hegemonía neoliberal en la sociedad, a partir de un lenguaje “progresista” impulsado por los neoliberales; tomando  incluso planteamientos propios de la izquierda imponen su lógica basada en las leyes del mercado, sin importar los daños que ocasionan a los seres humanos y al planeta.

Por último, bosquejamos la necesidad de construir alternativas pertinentes para revertir el daño ecológico a partir del planteamiento de la ecopedagogíay la lucha de movimientos sociales para construir proyectos verdaderamente sustentables, respetuosos del planeta y los sujetos como condición fundamental para conservar la vida en el planeta.

Por primera vez en la historia de la humanidad, no por efecto de armas nucleares, pero por el descontrol de la producción, podemos destruir toda la vida del planeta. Es a esa posibilidad que podemos llamar la era de la exterminación. Pasamos del modo de producción al modo de la destrucción; tendremos que vivir de ahora en adelante enfrentando el permanente desafío de reconstruir el planeta.

MoacirGadotti

En este inicio de siglo XXI vivimos en un mundo con más desigualdad económica, destrucción de la naturaleza, desempleo masivo, hambrunas, trabajo infantil, miseria, corrupción, individualismo, enfermedades creadas, violencia, guerras y otros tantos problemas heredados del capitalismo y su cultura depredadora. A propósito de lo anterior, Peter McLarenafirma:

Vivimos en un tiempo tan brutal, tan despiadado, que tenemos que preguntarnos continuamente si no estamos soñando. Incluso cuando  reconocemos el  dolor  y  la desesperación  de  tantos  que  viven en un  estado  de desequilibrios  nacionales  e internacionales, y aunque nos espantamos ante el grado de explotación capitalista y la degradación ambiental de nuestro mundo contemporáneo, permanecemos prisioneros de la ilusión de que vivimos en el mejor de los mundos posibles. (McLaren citado en Quiroz, 2008, p. 100).

Efectivamente, el tiempo actual tiene que ver con el proceso de globalización capitalista de corte neoliberal que no sólo influye en el plano económico-político sino también en otros aspectos de la sociedad como la cultura, la ciencia o el medio ambiente. El capitalismo ha producido una severa crisis de todo tipo -incluido deterioro ambiental- dado que dicho sistema se enfoca únicamente en la ganancia y acumulación de la riqueza sin importar la muerte y desaparición de muchos ecosistemas fundamentales para la vida ocasionando verdaderosecocidios,[1] cortesía del sistema vigente.

La crisis ambiental ha sido el gran aguafiestas en la celebración del triunfo del desarrollismo, expresando una de las fallas más profundas del modelo civilizatorio de la modernidad. La económica, la ciencia de la producción y la distribución mostro su rostro oculto en el disfraz de su racionalidad contra natura. (Leff, 2004, p. 181).

El desastre ecológico heredado del sistema capitalista es evidente en muchas partes de la tierra. Pero, ¿Cómo se legitimó la destrucción de los ecosistemas?El modelo económico neoliberal impone su hegemoníadesde  los aparatos ideológicos del Estado a partir desus discursos “progresistas”[2]adoptando términos incluso de izquierda para seguir justificando sus acciones, aunque éstas atenten contra el ser humano y el planeta. Esta posición priva de sus derechos sobre sus recursos naturales a muchos pueblos y, en otros casos, sus planteamientos son aceptados poralgunos sectores de la población sin cuestionamiento alguno.

Un ejemplo concreto de lo antes mencionadoes la promoción a través de los medios de comunicación masiva para campañas de reciclaje, sin embargo, el objetivo es hacer creer al ciudadano “que si él es responsable” y reciclasus desechos se terminará la contaminación. No obstante, esto resuelve poco, incluso si la sociedad entera reciclara sus desechos no se resolvería el problema de la contaminación, dado que son las empresas transnacionales las que producen la mayor parte de los desechos en el mundo. Por tanto, los capitalistas utilizan una estrategia engañosa para justificar el despojo, la explotación, el destrozo y robo de los recursos naturales, manejando un vocabulario progresista y algunas pequeñas acciones para –según ellos- resolver el tema de la contaminación.

La problemática ignorada no es sólo la sobreexplotación de los recursos naturales: la alarmante deforestación de muchos bosques y selvas, la contaminación del agua, el aire y otros; sino también los daños irreversibles ocasionados por las empresas trasnacionales que bajo el discurso de llevar “progreso” a los países “subdesarrollados” llevan a cabo verdaderos ecocidios. Ejemplo de lo anterior es la minería “moderna” a cielo abierto, destructora de ecosistemas,desperdiciando y contaminando el agua de las comunidades cercanas a la mina.

El despojo alarmante de los recursos naturales es patrocinado por los gobiernos neoliberales bajo el discurso de inversión y progreso para las comunidades; sin embargo, el supuesto progreso nunca es para los legítimos dueños de las tierras sino para las mineras extranjeras. En suma, lo más importante para el sistema capitalista es la obtención de ganancia a costa de todo y de todos ocasionando un daño irreversible a los ecosistemas gracias a la ambición desmedida de los capitales multinacionales; esta situación plantea un escenario de muerte ecológica.

Desde los años 70, hemos descubierto que los desechos, emanaciones, exhalaciones de nuestro desarrollo técnico-industrial urbano degradan nuestra biósfera, y amenazan con envenenar irremediablemente el medio viviente del cual hacemos parte: la dominación desenfrenada de la naturaleza por la técnica conduce la humanidad al suicidio. (Morín, 1999, p. 42).

A pesar de las evidencias que dan cuenta del camino hacia el auto exterminio de la humanidad, la apatía e indiferencia es notoria en muchos sectores de la población mundial que poco o nada hacen para resolver la catástrofe ecológica. Aunado a esta situación, tenemos una escuela ciega, sorda y muda ante el problema ambiental porque ésta se enfoca únicamente a la adquisición de las llamadas competencias básicas para la tecno-producción olvidando la formación integral del ser humano. La tarea ignorada por la educación vigente es la respuesta nula a la problemática ambiental local, fundamentalmente porque no cuenta en su currículo con un programa integral para concientizar a la comunidad educativadel desastre ecológico impuesto.

En efecto, la escuela actual no cuenta con un programa ambiental integral; por el contrario reproduce la desvalorización y destrucción de los ecosistemas porque:

  • En la escuela se reflejan las conductas de maltrato y destrucción de la naturaleza, porque hoy la mayoría de las escuelas priorizan la construcción de espacios de concreto quedando pocos o nulas áreas verdes.
  • Las instituciones educativas reproducen el consumismo desmedidode comida chatarra generando con ello grandes cantidades de basura de todo tipo.
  • Ausencia de una cultura de separación de residuos como el reciclaje y la reutilización.
  • Consumo excesivo de energía eléctrica y agua.
  • Las instituciones educativas no contemplan en su trabajo cotidiano con los estudiantes realizar tareas colectivas como construir huertos escolares, viveros, compostas, cuidado de espacios verdes, la eliminación de comida chatarra y materiales desechables; es decir, no existen proyectos de intervención que contrarrestan los problemas ambientales; no se realizan las acciones locales para los cambios globales.
  • En la escuela no se desarrolla una conciencia ambientalista, por el contrario, la comunidad educativa es apática, indiferente y pasiva ante los enormes problemas ambientales que atentan contra la vida misma.

De lo anterior surge una afirmación concreta: es necesario cambiar la racionalidad económica. ¿Qué hacer? y ¿Cuál es el aporte de la pedagogía crítica ante el desastre que ha dejado el capitalismo?La pedagogía crítica tiene como objetivo luchar por una vida mejor para todos mediante la construcción de una sociedad que no se base en relaciones explotadoras, sino en la justicia social. En esta perspectiva, la tarea fundamental de la pedagogía crítica es desmascarar y desmitificar el discurso hegemónico neoliberal y la construcción de un movimiento social trasnacional a favor de la emancipación del ser humano.

La pedagogía crítica invita a la praxis para la transformación social, sus ejes de acción son muchos y variados; uno de los principales tiene que ver con la ecopedagogía entendida como un movimiento social y político amplio donde los seres humanos se asumen como parte de la madre tierra; es decir, una pedagogía de la tierra como alternativa a la racionalidad capitalista, que no se reduce a la simple conservación de la naturaleza sino que promueve un modelo de civilización nuevo integral y sustentable. “La construcción de una racionalidad ambiental es un proceso político y social que pasa por la confrontación y concertación de intereses opuestos (…) el saber ambiental se orienta hacia la construcción de una nueva racionalidad social” (Leff, 2004, p. 201).

Por lo anterior, la escuela actualdebe reorientar sus intencionalidades y construir un currículo promotor de la racionalidad ambiental;la tarea de la educación es denunciar la destrucción ambiental ocasionada por el capitalismo; asimismo, desnudar el discurso neoliberal quepropone -como única opción- al libre mercado para revertir el desastre ecológico. Sin embargo es la política neoliberal lacausante deldaño irreversible a muchos ecosistemas.

El replanteamiento de los objetivos de la escuela pública es urgentepara que la comunidad educativa entienda la contradicción entre la lógica de mercado y la preservación de los ecosistemas, además de ubicar en el centro del debate las relaciones de poder propuestas por la racionalidad económica fundamentada, no sólo en la sobreexplotación del trabajador, sino también de la naturaleza, generando que en muchos espacios del mundo sea imposible revertir el daño ecológico.

Ante el panorama desolador la escuela pública debe reorientar su trabajo en materia ecológica; su obligación es la desconstrucción de la racionalidad económica, porque es evidente que el “crecimiento económico” para una minoría no es sostenible para el pueblo y la naturaleza, de ahí la necesidad de construir otra racionalidad productiva que sea respetuosa del medio ambiente y del ser humano. Por tanto, es imposible una relación armónica entre el sistema económico vigente y la naturaleza, porque “la crisis ambiental ha puesto al descubierto la insustentabilidad ecológica de la racionalidad económica”. (Leff, 2004, p. 184).

La refundación de la escuela pública implica construir y desarrollar un currículo que supere la racionalidad económica porque ésta pone en riesgo la vida en el planeta. Un elemento importante para el nuevo currículo es incorporar la ecopedagogía como un instrumento estratégico para que la escuela, junto con otros espacios de lucha y resistencia, construyanlos colectivos integrados por educadores críticos, estudiantes, académicos, trabajadores, indígenas, activistas y sectores progresistas hacia la lucha por el planeta.

Debemos construir alternativas racionales, fundadas en el saber actual sobre las condiciones ecológicas del proceso productivo en los valores de la democracia y en los principios de la diversidad cultural. Ello implica la necesidad de elaborar estrategias para deconstruir esta racionalidad insustentable y construir una racionalidad ambiental (Leff, 2004,p. 198).

Es preciso señalar que las acciones aisladas, periodizadas y conservadoras planteadas por el capitalismo poco o nada ayudan en la recuperación de los ecosistemas por su carácter limitado. Por el contrario, la pedagogía de la sostenibilidad planteaconstruir nuevas relaciones con el mundo natural interviniendo en dos frentes esenciales:resolver los problemas ambientales a la par de los problemas sociales: por tanto la ecopedagogía promueve una cultura ambiental como premisa fundamental para el bien común, basada en una nueva forma de pensar que cambie y revierta el estilo de vida consumista-contaminador promovido por el sistema vigente.

Una cultura de la sustentabilidad es también, por tanto, una cultura de planetariedad, una cultura que parte del principio de que la tierra es constituida por una sola comunidad de seres humanos, los terráqueos, y que son ciudadanos de una única nación. (Gadotti, 2002, p. 2).

En efecto, es urgente construir una cultura de la sustentabilidad fundamentada enla reflexión y conciencia de la nueva ciudadanía planetaria que permita comprender que los seres humanos comparten el planeta y,por tanto, forman parte de una sola comunidad con la obligación de cuidar, amar y respetar a la madre tierra. Lo anterior no se debe tomar como algo elegible, sino como una verdad impostergable, pues la vida en el planeta está en riesgo eminente. En esta perspectiva Ceceña (citado en Acosta, 2013) sostiene que: “dentro del capitalismo no hay solución para la vida; fuera del capitalismo hay incertidumbre, pero todo es posibilidad. Nada puede ser peor que la certeza de la extinción. Es momento de inventar, es momento de ser libres, es momento de vivir bien”.

Ante el evidente riesgo de la vida en el planeta es inaplazable la intervención desde la ecopedagogíay los movimientos sociales en contra del capitalismo. Afortunadamente, existen muchos ejemplos de luchas contrahegemónicas; uno de ellos es el aporte de Vandana Shiva, representante del ecofeminismo[3] y parte del movimiento Chipkoque concibe una lucha ecosocialista (tierra democrática) planteando el respeto a todo ser viviente, pues considera a la tierra como sagrada, viva y conectada con todos los seres vivos. Otro ejemplo de lucha y resistencia pacífica sucedió en Brasil unas décadas atrás, lo encabezó el precursor por el ecosocialismoFrancisco Alves MendesFilho, mejor conocido como “Chico Mendes”, quién se opuso a la tala de la selvapara expandir los pastizales en el Amazonas. El activismo ambiental de “Chico Mendes” indica que en muchos lugares de la tierra existe conciencia y compromiso en la defensa y conservación de los ecosistemas.

En el México actual también hay movimientos sociales para preservación de los recursos naturales, entre otros mencionamos a los pobladores de Cherán, Michoacán y su lucha por sus bosques; la defensa de los recursos mineros en la comunidad indígena de Santa María de Ostula, Mich., la luchapor el agua del pueblo yaqui en el Estado de Sonora, la defensa del territorio sagrado de los huicholes en el Wirikuta, y la lucha por el autogobierno y el respeto pleno a la madre naturaleza por los pueblos originarios de Chiapas. Estos y otros movimientos sociales se enfocan en la defensa y respeto al ser humano y a la madre tierra.Los casos expuestos anteriormenteejemplifican propuestas concretas para revertir el daño ambiental (unas más efectivas que otras); sin embargo todas aportan elementos significativos a favor de la naturaleza sustentable.

Por otra parte, en algunos pueblos del sur del AbyaYala (América) se han concretado acciones gubernamentales para la protección del medio ambiente retomando elementos de la filosofíade los pueblos originarios como elBuen Vivir[4]. Estas propuestas se plasman como derechos de la naturaleza en la Constitución de la República del Ecuador en su artículo 71que a letra dice: “La naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos”.

Otro ejemplo notable llevado a leyes de un país se encuentra en la Ley de Derechos de la Madre Tierra propuesta por el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia; en dicho documento se enfatiza el respeto y defensa de los derechos de la madre tierra: “El Estado y cualquier persona individual o colectiva respetan, protegen y garantizan los derechos de la Madre Tierra para el Vivir Bien de las generaciones actuales y las futuras”. En el mismo documento se agrega sobre la no mercantilización de la naturaleza: “Por el que no pueden ser mercantilizados los sistemas de vida, ni los procesos que sustentan, ni formar parte del patrimonio privado de nadie”.

La esperanza para el cuidado y preservación de los ecosistemas lo encontramos en la perspectiva ancestral de los pueblos originarios quienes se asumen como hijos de la “madre tierra” y del padre “cosmos”. Esta cosmovisión reafirma el profundo respeto al medio ambiente y promueve una relación de cariño y familiaridad con la tierra. Este horizonte de protección a la vida debería ser una preocupación común para los pueblos del planeta; sin embargo, la mayoría de estos eligen la racionalidad económica que contamina y destruye la naturaleza.

Hoy la humanidad tiene dos opciones: seguir formando el capital humano contaminador y consumista que atenta contra la vida, o elegir una vida plena, feliz y en armonía con la naturaleza (Buen vivir). El ser humano tendrá que aclarar su opción ética para aprender desaprendiendo y aprender-reaprendiendo para construir la racionalidad ambiental; de otro modo el “progreso” capitalista terminará con los últimos ecosistemas de la tierra, concretando así la autoexterminación de la vida. “La ética tiene que ver con la vida y con la muerte de la humanidad. Si no tenemos un cierto criterio ético, vamos a hacer que la vida siga el camino de un suicidio colectivo” (Dieterich et ál., 1999, p. 144).

En efecto, el camino que propone el capitalismo es la muerte colectiva de la vida en el planeta; sin embargo, es urgente la organización por la defensa de los ecosistemas a partir de reafirmar la opción ética a favor de la vida; desde el ámbito educativo es urgente la formación de la nueva ciudadanía planetaria, desde una perspectiva de pertenencia y amor a la madre tierra. En este horizonte, es fundamental enseñar a la comunidad educativa otras cosmovisiones y su relación con el planeta. Un ejemplo se ubica en la Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos (1855) que afirma:

Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos. Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas las cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo. (…) El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

Finalmente, es necesario recordar que no existe otro lugar para vivir y por tanto, es responsabilidad del ser humano recomponer su relación con la madre tierra porque ella puede vivir perfectamente sin el hombre; no obstante, sin la tierra no hay vida.“Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida;por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad;por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz;y por la alegre celebración de la vida”. (Carta de la tierra).

Hoy la humanidad debe elegir entre la vida y la muerte; si elige la primera opción deberá reconocer la multiculturalidad existente, asumiendo que todos los seres humanos forman parte de una sola comunidad y que la tierra es su hogar; por tanto, deberán trabajar en objetivos comunes: respetar-conservar la naturaleza, promover una cultura de la tolerancia, consolidar los derechos humanos universales para todos y construir la justicia social.

A modo de cierre abierto.

La producción capitalista contamina grandes territorios de la tierra ocasionando en muchos lugares verdaderos ecocidios, producto de la racionalidad económica que antepone la ganancia a la conservación de la vida. Hoy, la consigna “Socialismo o barbarie” de Rosa Luxemburgo es extraordinariamente relevante porque la humanidad tiene dos opciones; seguir apostando por el capitalismo devastador que conduce a la destrucción del planeta o elegir la lucha por el ecosocialismo que busca el “Buen Vivir” traducido en la preservación de la vida.

La cultura del saqueo y la sobreexplotación irracional de la naturaleza impulsada por los países industrializados debe cesar porque el supuesto progreso capitalista sustentado en la acumulación, el pensamiento único y el productivismo tiene efectos adversos para la toda la vida. La agresión a la flora, fauna, aire, suelos y aguas son ataques al ser humano porque su vida depende de la tierra y sus bondades. Sin embargo, para la sociedad del consumo no hay naturaleza que pueda alimentar a su sistema depredador vigente, por lo que urge la acción organizada y articulada de todas las luchas anticapitalistas en la construcción de alternativas pertinentes para revertir el daño a la naturaleza. En esta perspectiva, la ecopedagogía aporta el cuestionamiento a la racionalidad económicapara concretar acciones inmediatas, a mediano y largo plazo, que reparen/curen los ecosistemas.

Las escuelas, conjuntamente con los movimientos sociales, tienen la obligación deconstruirla racionalidad ambiental; es decir, las escuelas como espacios de resistencia debe construir los nuevos paradigmas ambientales para una nueva ciudadanía planetaria (nuevo modelo civilizatorio)respetuosa de la vida. Para las nuevas generaciones el reencuentro y armonía con la naturaleza no es una opción elegible, es una necesidad de vida. Preservar lo natural sin interés económico debería ser la actitud de la nueva civilización; así los nuevos “hijos de la tierra” podrían plantear desarrollos verdaderamente sustentables para construir una sociedad respetuosa del medio ambiente.

Referencias

  1. Acosta, A. (2013, Octubre). El Buen Vivir, una alternativa al desarrollo. La Jornada del campo, (73). Extraído el 10 de febrero de 2015 desde http://www.jornada.unam.mx/2013/10/19/cam-vivir.html
  2. Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos (1855). Extraído el 13 de octubre de 2015 desde http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/mundo/carta_gran_jefe.php
  3. Carta de la tierra. Extraído el 23 de octubre de 2015 desdehttp://www.earthcharterchina.org/esp/text.html
  4. Constitución la República del Ecuador, (2008, 10 de octubre). Extraído el 16 de marzo de 2015 desde http://www.inocar.mil.ec/web/images/lotaip/2015/literal_a/base_legal/A._Constitucion_republica_ecuador_2008constitucion.pdf
  5. Dieterich, H. Dussel, E. Franco, R. Peters, A. Stahmer C. &Zemelman, H. (1999). El fin del capitalismo global. El Nuevo proyecto histórico. México: Txalaparta s.l.
  6. Gadotti, M. (2002). Pedagogía de la tierra y cultura de la sustentabilidad. México: Siglo XXI.
  7. Leff, E. (2004). Racionalidad ambiental, la reapropiación social de la naturaleza. México: Siglo XXI.
  8. Ley de derechos de la madre tierra (2010, 7 de diciembre). Extraído el 5 de abril de 2015 desde http://www.bdlaw.com/assets/htmldocuments/Bolivia%20-%20Law%20of%20Rights%20of%20Mother%20Earth.pdf
  9. Morín, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Paris: Santillana.
  10. Quiroz, S. (2008). La utopía del siglo XXI. México: Promografig.

[1]Se definen como la destrucción del medio ambiente y los recursos naturalescomo consecuencia de la acción directa o indirecta del humano que pone en riesgo la vida en los ecosistemas.

[2] Un ejemplo es el concepto de “desarrollo sostenible” planteado por el discurso neoliberal para legitimar la explotación, saqueo y despojo de los recursos naturales, esta política ambiental no se propone resolver el problema ecológico de fondo, sino implementar algunas acciones mínimas para continuar con la ganancia a costa de la sobreexplotación de la naturaleza.

[3] Articulación de movimientos que convergen la ecología y el feminismo que asumen la acción-reflexión para una política del cuidado, responsabilidad, amor y mantenimiento de la vida.

[4] Es una cosmovisión diferente a la capitalista-occidental, el buen vivir es una alternativa para la emancipación colonial con prácticas vivenciales, saberes comunitarios ancestrales que están enfocados principalmente en la conservación de la naturaleza. El buen vivir es una posibilidad para imaginar, pensar y construir un mundo diferente.

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Mi hijo sufre TDAH, ¿y ahora qué?

Por: Manuel Antonio Fernández Fernández.

El diagnóstico del TDAH es algo que la mayoría de los padres no sabe cómo encajar cuando llega. La información contradictoria sobre el Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad (TDAH) que hay en Internet y la falta de consenso entre los profesionales, juega en contra de los chicos que lo padecen y en muchas ocasiones, dificulta el diagnóstico precoz y una intervención temprana. Para los padres, es fundamental estar preparados a la hora de enfrentarse a este diagnóstico de una forma consciente e informada. De esta forma, podrán pedir ayuda en las principales necesidades de sus hijos y actuar de una forma adecuada tanto en el ambiente familiar como en el escolar. ¿Qué hacer?

Lo primero que los padres de un chico con sospecha deberían tener claro son los pasos que tienen que dar para conseguir una valoración que les permita tener la suficiente tranquilidad de que los resultados que les muestran son fiables. Para ello, es fundamental saber cuales son los especialistas con formación y experiencia suficiente para realizar este tipo de evaluaciones. La dificultad de este hecho estriba en que esto no está definido por especialidades. Tanto un pediatra como un psicólogo, por ejemplo, podría realizar correctamente el proceso. La principal diferencia está en la experiencia y formación de cada especialista. Por otro lado, el tratamiento es otro de los pilares fundamentales en este proceso. Los progenitores deberían ser informados por el profesional que realiza el diagnóstico de que las opciones de tratamiento incluyen de forma preferente la medicación junto con diferentes intervenciones psicológicas y pedagógicas.

Todo este plan de tratamiento del TDAH debe crearse de forma personalizada en función de las características de cada paciente y la intensidad de sus síntomas. Además, debe contar con la participación de los padres junto con los profesores y el entorno socioeducativo del niño.

POSIBLE DIAGNÓSTICO DE TDAH

Para que se pueda plantear un posible diagnóstico de TDAH, se deben cumplir los siguientes criterios marcados por el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, quinta edición):

  1. manifiesta estas conductas o algunas de ellas de forma desproporcionada comparado con los otros niños de su edad y respecto a su grado de desarrollo.
  2. está presente desde una edad temprana (antes de los 12 años).
  3. afecta en al menos dos ambientes distintos de la vida del niño: escolar, social y/o familiar.
  4. deteriora significativamente su calidad de vida.
  5. no es causado por un problema médico, tóxico u otro problema psiquiátrico.

Informar sobre el TDAH a los hijos es fundamental

La mayoría de los niños, de una u otra forma, están preparados para entender los aspectos básicos del TDAH. Evidentemente, no lo debemos explicar igual a un niño de seis años que a uno de 16, pero hay formas de hacerlo para que ambos los entiendan. Por ejemplo, a un niño de seis años le podemos contar, por ejemplo, que la terapia para el déficit de atención es un juego para aprender más rápido.

Otro aspecto importante es incluir en el proceso a toda la unidad familiar. La existencia de hermanos mayores o menores es un factor que no podemos obviar a la hora de organizar el día a día de un niño con TDAH. Explicarles a ellos lo qué pasa de una forma sencilla o decirles que necesitamos hacer las cosas de una determinada forma, ayuda a implicar a todos y mejora los resultados. Esto es algo que debemos intentar extrapolar al núcleo familiar ampliado siempre que sea posible. Esto incluye abuelos y familia directa cercana que comparta responsabilidades en el cuidado de un niño con TDAH.

Los cuatro consejos clave

  1. Los niños con TDAH son proclives a sufrir discriminación por parte de compañeros y/o profesores. La falta de información sobre la hiperactividad y la subjetividad sobre otros síntomas como el déficit de atención o la impulsividad hace que muchos niños con TDAH sean catalogados como vagos o torpes.
  2. Para evitar esto, lo más recomendable es que las familias de niños con TDAH se unan y trabajen de forma conjunta para concienciar sobre el déficit de atención y divulgar en los medios de comunicación y las redes sociales sobre la hiperactividad.
  3. Los colegios, con excesiva frecuencia, son lugares hostiles para los niños con TDAH. La falta de apoyo del profesorado a un niño con TDAH puede tener repercusiones. Esto unido a las dificultades de integración social que este trastorno puede producir, hace que los niños con déficit de atención se conviertan en carne de cañón para sufrir acoso escolar.
  4. Es obligación de las administraciones trabajar para darles a los niños con hiperactividad todos los recursos necesarios para desarrollar todas sus capacidades y convertir en personas plenamente integradas en la sociedad en cada momento de su vida.

El futuro de un hijo con TDAH

Una cuestión poco conocida y que debería tener más repercusión cuando hablamos del TDAH es la posibilidad de resolución del mismo. Desde hace años se conocen muchos datos sobre las causas y el tratamiento del TDAH así como de los efectos positivos a largo plazo relacionados con el tratamiento.  El objetivo del mismo debe ser la resolución del mismo. Por ello, uno de los aspectos más relevantes es la detección y la intervención precoz. Cuanto antes nos pongamos manos a la obra, más posibilidades tendremos de mejorar la calidad de vida de los chicos que lo sufren y más opciones tendrán estos de poder encontrar en algún momento, una vida libre de las dificultades derivadas del TDAH.

Superarlo no es cosa de unos pocos meses. Ganarle la guerra al TDAH conlleva luchar múltiples batallas a lo largo del tiempo y de múltiples frentes día a día. Por si fuera poco, los síntomas de TDAH van cambiando con la edad, evolucionan de forma variable tanto en tipo como en intensidad. Esto dificulta su reconocimiento y en muchos casos, hace prácticamente imposible su detección. Para evitarlo, nuestra mejor arma es la información y la concienciación de los profesionales de la educación y la sanidad.

LAS 4 ÁREAS DE LA PAREJA QUE DEBES CUIDAR

Los padres de niños con TDAH sufren unos elevados niveles de ansiedad. Los motivos de conflicto son más frecuentes y en ocasiones muy importantes. Esto hace que sea extremadamente difícil mantener un buen nivel de conciencia familiar.

Estas dificultades que presentan las familias no solo están relacionadas con los estudios sino con la conducta, las relaciones sociales y como no, con su actitud dentro del entorno familiar.

Para evitar las consecuencias negativas del TDAH en la pareja, es fundamental que ambos padres se hagan corresponsables de la atención y el cuidado de las necesidades de los hijos directamente relacionadas con el trastorno. Esto incluye todo el tratamiento.

El conocimiento que los padres tienen sobre el TDAH es uno de los factores que más importancia ha demostrado tener en la evolución a largo plazo de los niños. También en la calidad de la convivencia dentro de la familia. Si uno de los padres no conoce adecuadamente el TDAH se generan más discusiones, más reproches y más adversidad en la dinámica diaria debido a la falta de comprensión al respecto.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2018/12/03/mamas_papas/1543840210_857893.html

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2018 en Francia, entre reformas y manifestaciones

Por: Luisa M. González.

Francia vivió el 2018 marcado por las sucesivas reformas sociales y económicas impulsadas por el gobierno, que en su mayoría fueron acogidas con indignación y rechazo por una parte importante de la población.

Desde la reforma ferroviaria hasta el aumento del impuesto de la Contribución Social Generalizada, desde las transformaciones para el ingreso a la universidad hasta los amplios recortes del gasto público (con la consiguiente disminución de personal), casi todos los cambios promovidos por el presidente Emmanuel Macron generaron malestar entre los ciudadanos.

En consecuencia, el país vivió una primavera agitada en la cual convergieron numerosas huelgas, justo cuando se conmemoró el aniversario 50 del legendario Mayo del 68, aquel movimiento de protesta social que trastocó la vida del país y tuvo además una influencia notable en Europa y a nivel internacional.

En esos días las universidades se bloquearon, las fábricas detuvieron la producción, y millones de estudiantes, obreros, sindicalistas y militantes salieron a las calles para reclamar un país diferente, un mundo mejor sin guerras como la de Vietnam, que por entonces mantenía en vilo a la comunidad internacional.

Muchos de aquellos jóvenes son hoy jubilados que volvieron a salir a las calles para protestar por las medidas de tendencia neoliberal del Ejecutivo de Macron.

Como ocurrió en el 68, las facultades de todo el país amanecieron muchas veces bloqueadas y en la periferia de París, la universidad de Nanterre se reveló nuevamente como uno de los epicentros de la acción.

‘Todo comenzó desde el fin del 2017. Los guardianes de prisión, el personal de Air France, los estudiantes ya estaban haciendo huelgas. En mi opinión, esto va a durar meses’, comentó el profesor de historia política Stéphane Sirot en medio de las movilizaciones.

De acuerdo con el especialista, ‘las condiciones están reunidas para que haya una multiplicación de las manifestaciones’.

El 19 de abril la Confederación General del Trabajo convocó a una manifestación nacional inter-profesional dirigida a impulsar la convergencia de luchas, y decenas de miles de franceses salieron a las calles en 130 ciudades y pueblos del país bajo un lema: ‘Para detener la regresión social: todas y todos a la acción’.

El mes de mayo comenzó con una agitada movilización a nivel nacional por el Día Internacional de los Trabajadores, y las acciones se multiplicaron semana a semana con la participación de obreros, profesionales, jubilados y estudiantes.

A ello se sumó la protesta contra la reforma de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles, que implicó paros en dos de cada cinco días, desde abril hasta junio, lo que generó pérdidas a la compañía por un valor estimado de 790 millones de euros.

En la primavera también se desarrolló una huelga por reclamos salariales en la compañía Air France que llevó a la dimisión del entonces presidente, Jean-Marc Janaillac, y tuvo un costo de 350 millones de euros.

Otra reforma gubernamental que generó un férreo rechazo fue el recorte de presupuesto y de personal para el sector público, ante lo cual reaccionaron indignados los médicos, maestros, funcionarios y demás empleados.

Por su parte, los estudiantes se movilizaron contra la reforma del acceso a la educación superior: numerosas universidades y facultades se mantuvieron bloqueadas mientras los jóvenes denunciaron que los cambios implicarán una entrada selectiva y elitista que afectará a los alumnos de las clases más populares.

El movimiento llegó incluso al Instituto de Estudios Políticos de París (Science Po), uno de los más prestigiosos centros universitarios de Francia, donde los estudiantes colgaron pancartas con frases como: ‘fin a la dictadura macronista’ y ‘Macron, tu universidad está bloqueada’.

Tras la agitada primavera, los ciudadanos volvieron a las calles en octubre con una nueva movilización que incluyó unas 200 acciones a nivel nacional.

Los organizadores indicaron que fue ‘una jornada de huelga interprofesional y estudiantil’ para condenar ‘una explosión de las desigualdades y la ruptura de los derechos colectivos’.

En los últimos meses del año, los diversos partidos de oposición concentran fuerzas en prepararse para las venideras elecciones europeas previstas en mayo de 2019, la primera cita en urnas después de los comicios presidenciales y legislativos de 2017.

Los analistas consideran que esos escrutinios serán una prueba de fuego para Macron, pues permitirán tomar el pulso a la opinión pública tras de dos años de gestión.

Por el momento, los vaticinios no son los mejores para el presidente, cuya popularidad ha mantenido durante todo el año una incesante tendencia a la baja.

Los más recientes sondeos coinciden en que la confianza ciudadana en el jefe de Estado ni siquiera llega al 30 por ciento de la población, mientras la impopularidad ronda el 70 por ciento.

En cuanto a las encuestas sobre intenciones de voto en los comicios europeos, los resultados también lanzan alertas al movimiento gubernamental La República En Marcha.

Varias consultas pronostican que la formación de Macron ya no será la más votada, y estará superada por la ultraderechista Reagrupación Nacional, de Marine Le Pen.

Fuente del artículo: http://www.cubahora.cu/del-mundo/2018-en-francia-entre-reformas-y-manifestaciones

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