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Reclaman más aplicación de educación sexual en escuelas

Por Josefina Hagelstrom 

En el debate por el aborto legal, ‘verdes’ y ‘celestes’ coincidieron en este pedido. Unicef hará monitoreos

Durante el debate por la legalización del aborto, el tema estuvo presente dentro y fuera del recinto: varios legisladores reconocieron la falta de aplicación de la ley de educación sexual en sus provincias; mientras que fue el único reclamo unificado de quienes se mostraron a favor y en contra y hasta el presidente Mauricio Macri se refirió a la necesidad de “seguir trabajando en la educación de los docentes”.

La ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI) de 2006 lleva doce años sancionada, pero aún su implementación no es equitativa en todas las escuelas del país. Mientras que el presupuesto y el desarrollo del programa son de ejecución nacional, su implementación y ejecución dependen de cada provincia.

En los resultados de las últimas pruebas Aprender, el 75% de los jóvenes reclamó por temas no abordados en la escuela, y dentro de ese universo el 79% reclamó educación sexual.   El año pasado, una encuesta de Fundación Huésped daba cuenta de que si bien la mayoría de estudiantes y docentes encuestados conocían la ley, no todos la abordaban, y quienes lo hacían lo hacían vinculada a temas del aparato reproductor, y no de diversidad, género, salud sexual. En muchos casos, el abordaje se daba en forma de charla con estudiantes y no dentro de los contenidos curriculares.

“El 50% de los estudiantes y el 96% de los docentes indican que conocen la ley, sin embargo, solo la mitad de los docentes entrevistados recibió formación en capacitaciones proporcionadas por el Estado. El 57% de los docentes indica que buscó información por sus propios medios”, rezaba el informe. Por otro lado, la Auditoría General de la Ciudad elaboró otro informe este año, donde daba cuenta de que en CABA, más del 80% de los docentes no había recibido ningún tipo de capacitación.

Por esto, el Ministerio de Educación nacional implementó cambios para potenciar la llegada de los contenidos de la ESI a todas las escuelas del país. Se incrementó el presupuesto, que este año fue de $ 100 millones, más del doble del anterior. Se crearon equipos docentes que serán quienes tengan a cargo el dictado de los contenidos dentro de las escuelas, y se firmó un acuerdo con Unicef para monitorear la implementación.

“Los equipos docentes están empezando a trabajar en todas las provincias. Notamos que hay mucha disparidad en cómo se implementa el programa, algunas provincias tienen mucha actividad, pero otras no tanto. En Aprender preguntamos a los chicos qué querían aprender y nos decían ESI”, explica Mercedes Miguel, secretaria de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación.

Contenidos. También se unificaron las temáticas del programa, ya que la ley contempla casi 300 lineamientos, que ahora se resumen en 49 núcleos de aprendizaje prioritarios. “Antes eran jornadas masivas en cualquier nivel y año, ahora nos enfocamos en que cada escuela conforme un equipo de docentes ESI y trabajen sobre estos núcleos”.

También se sumó un plan interministerial (entre Salud, Educación y Desarrollo Social) que aborda la problemática del embarazo no deseado adolescente, que además de trabajar sobre contenidos de educación sexual, con capacitaciones a docentes y estudiantes; crea consejerías y asesorías en salud sexual reproductiva, tanto en escuelas como en centros de salud, además de potenciar la distribución de métodos anticonceptivos en centros de salud y hospitales.

Según estadísticas nacionales, el 15% de los nacimientos anuales corresponden a madres adolescentes, de los cuales siete de cada diez son no intencionales. Sobre todo en las provincias del NOA y el GBA, donde están las cifras más elevadas. El presupuesto de 2018 es de $ 300 millones. “Uno de los efectos positivos en este debate es que nadie discute la necesidad de educación sexual en colegios, si antes había barreras, hoy ya no están”, aporta Gabriel Castelli, secretario de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social.

“Logramos la despenalización social del aborto”

A días de que el Senado rechazara la ley de interrupción voluntaria del embarazo, desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, colectivo que impulsó el proyecto, emitieron un comunicado con varios puntos, donde destacaron como un logro que se hayan abierto las puertas del Congreso para dar el debate, y haber logrado, tras las masivas expresiones en la calle,  “la despenalización social del aborto y más temprano que tarde alcanzaremos la ley”.

En relación con la votación del miércoles, sostuvieron que “no hay ganadores cuando las mujeres y personas gestantes de nuestro territorio siguen abortando en clandestinidad”, y destacaron que “ante la oportunidad de cambiar se ha elegido conservar el statu quo penal de 1921 y sostener una norma que discrimina porque condena a solo una parte de la población”.

En otro punto, advierten por las posibles consecuencias de no haber aprobado la ley. “Responsabilizamos a las autoridades provinciales y municipales por cualquier retroceso que pudiera haber en el cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral y del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable. Y exigimos que cada provincia que no lo haya hecho adhiera a las prácticas médicas que establece el Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo del Ministerio de Salud de la Nación.”

Fuente del artículo: http://www.perfil.com/noticias/sociedad/reclaman-mas-aplicacion-de-educacion-sexual-en-escuelas.phtml

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English schools are broken. Only radical action will fix them

By Melissa Benn

From failed free schools to poor funding and inequality, education needs drastic reform to create a fairer model

Even for the sceptical, the suddenness and speed with which the academy schools project has fallen from public grace is remarkable. After years of uncritical acceptance of official claims that academies, and free schools, offer a near cast-iron guarantee of a better-quality education, particularly for poorer pupils, there is now widespread recognition of the drear reality: inadequate multi-academy trusts failing thousands of pupils, parents increasingly shut out of their children’s education, and academy executive heads creaming off excessive salaries – in some cases almost three times higher than the prime minister – from a system perilously squeezed of funds.

Crisis can be an overworked term in politics, and our schools are good examples of public institutions, subject to years of poor political decisions, that continue to do remarkable work. But along with the academy mess, we can add the following to the current charge sheet of what should be (along with the NHS) our finest public service: pressing problems with recruitment and retention of teachers; rocketing stress among young children and teenagers subject to stringent testing and tougher public exams; and the ongoing funding crisis.

For those who have been closely observing developments in education over the years, none of this comes as much of a surprise. The reckless damage of the coalition years was, after all, only an exaggerated version of cross-party policy during the previous two decades: central government control-freakery allied to the wilful destruction of local government and the parcelling out of schools to untested rich and powerful individuals and groups, including religious organisations. From early years to higher education, every sector of our system is now infected with the arid vocabulary of metrics and the empty lingo of the market.

So what now? It is clear that the Tories have run out of ideas, bar the expansion of grammars. This autumn, following widespread consultation, the Labour party will publish its eagerly awaited plans for a national education service, an idea that Jeremy Corbyn has made clear he would like to see form the centrepiece of any future Labour administration.

For the progressive left, then, this is an important but tricky moment that requires two distinct approaches, both of which befit a potential government-in-waiting and an avowedly radical party.

The first is a calm, collegial pragmatism: addressing the immediate problems of our system, from teacher workload to reform of school accountability, loosening the screws on university teaching and research, and properly funding the all-important early years.

Here, a little political inventiveness might not go amiss. Why not tot up the money spent on unnecessary, damaging reforms and announce that equivalent sums will now be redirected to areas where they are clearly needed? Billions have been spent on the academy transfer market, failed free schools, funding the shadowy regional schools commissioners, subsidising private education: in future, let’s use that kind of money to improve special-needs provision, build up adult and further education, or send teachers to regions where it is proving impossible to recruit and retain staff.

Stop the excessive testing of primary-age children and spend the money on steadier, less cliff-edge forms of assessment. Implement the Headteachers’ Roundtable proposal for a national baccalaureate, an initiative that would immediately broaden the educational experience of every secondary-age pupil, with minimal disruption. Time, too, to learn the lessons of our global neighbours and phase out selection, reform unfair school admissions, and bring education back into public hands. As Lucy Crehan shows in CleverLands, an absorbing study of top-performing school systems around the world, many of these – including Finland and Canada – do not select or even stream until 15 or 16, and education is provided by a mix of national and local government. The result is a stable public service, capable of far greater innovation than our own fragmented school market.

Expert organisations and individuals are already considering ways to unpick the semi-privatisation of our schools. These include: opening up currently unaccountable academy trusts to parents, staff and local communities; shifting contracts currently held with the secretary of state to local authorities; and designing a bespoke mechanism by which schools could rejoin the local education authority.

But there’s an even bigger job for the progressive left, and that is to kickstart an honest public debate about what’s really wrong with English education and how we might develop a better, fairer model. Such a conversation would have to break with the current cross-party consensus – in reality, a stubborn silence – on the relationship between selective and private schools and the often beleaguered state system. Let’s ditch, once and for all, the idea that the selective schools are an inspiring model for – rather than a major block to – high-quality public education, and start to talk seriously about how to create a common system.

As Alex Beard argues in his recent book Natural Born Learners: Our Incredible Capacity to Learn and How We Can Harness it, developments in everything from artificial intelligence to neuroscience seriously challenge once rigid ideas of ability and potential – excellence only for the few. He reports on a rainbow of experiments, from improbably fun-sounding Finnish maths lessons to Californian high schools deploying “open source” learning and teamwork, that are producing skilled, enthusiastic students and responsible, questioning citizens. Beard consistently identifies a highly trained, highly valued, autonomous teaching force – another area in which the English system has, with depressing predictability, gone into reverse, truncating teacher education and controlling teachers more tightly than badly behaved teens.

It doesn’t have to be this way. With generous investment, expert teachers and heads given room to breathe, a broad but stimulating curriculum, an accountability system that supports rather than punishes, we could move in a more engaging direction. Much of the ground work has already been laid, from early comprehensive reform to the dramatic improvements to London’s schools in the 00s, through to the recent conversion of large parts of the Tory party to the benefits of high-quality comprehensive schools.

Any future government committed to such an aim needs to engage the energies of the thousands of passionate young educators, first drawn in by the academy and free school movement, as well as the mass of weary professionals in their middle years. We don’t need silent corridors or an obsession with league tables to make clear that schools must always be places of order, collaboration, high expectations and constant encouragement – and vital hubs for local communities. I don’t underestimate what a shift in substance and tone these proposals represent for the Labour party. But as Beard suggests, quoting the genius of West Wing scriptwriter Aaron Sorkin, “We don’t need little changes; we need gigantic, monumental changes. Schools should be palaces. Competition for the best teachers should be fierce. They should be making six-figure salaries. Schools should be incredibly expensive for government and absolutely free of charge to its citizens.” Not a bad place to start when building a national education service for the 21st century.

Source of the article: https://www.theguardian.com/commentisfree/2018/aug/09/schools-broken-radical-action-education

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Los juguetes no tienen género

Por Stephanie Galliazzi

Especialistas reflexionan y advierten sobre lo dañino de los estereotipos de género que materializan la mayoría de los juguetes disponibles en el mercado

Para ellos: superhéroes musculosos; juguetes de destreza física; autitos, juegos de científicos; muñecos que son bomberos y policías, y por supuesto, un amplio merchandising en torno al fútbol. Para ellas: bebés con accesorios, muñecas con un cochecito, princesas, pizarras de maestra, artículos de cocina y una gran variedad de juegos de belleza y cuidado de la estética donde prima la palabra «fashion».
Con mayor frecuencia, surgen iniciativas que promueven el uso del juguete como herramienta de expresión, que apoyan los que están hechos con materiales reciclados y que defienden la idea de que estos no deben ser sexistas.
Pero esos intentos por cambiar la realidad, son minoría. Con la llegada del Día del Niño, las góndolas uruguayas se dividen en respuesta al statu quo rosado versus celeste que identifica a algunos juguetes con las nenas y a otros con los varones. De esa manera, comienzan a transmitirse los estereotipos de género que se establecen implícitamente desde la vida adulta.
«Los juegos en general, buscan que el niño ejercite un rol, es como una performance donde, por ejemplo, ‘hago que soy maestra’ o ‘hago que soy mamá’, y voy encarnando roles en función de lo que la sociedad transmite y las expectativas que hay que cumplir», opinó Gabriela Pacci, docente e investigadora del área de Género del departamento de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de la República.
Con otro enfoque, Juliana Craigdallie –magíster en Atención Temprana– expresó que el juego es algo inherente al ser humano; desde que está en la panza juega con el líquido amniótico y una vez que nace, juega con su mamá. En la infancia, el juego constituirá el elemento clave en la vida del niño porque, a través del juego, se expresa y deja en evidencia todo su mundo y la infinidad de su riqueza.
Craigdallie trabaja como docente de Educación Inicial, donde en las aulas educativas, prima la diversidad en los juguetes, y donde no hay una división por géneros. Allí, los docentes pueden observar la magnitud del universo de ese niño, que es libre.
A medida que los niños crecen y en la escuela los salones no tienen juguetes, el peso del hogar y lo que allí sucede toma protagonismo. Probablemente, al llegar a su casa, el niño tendrá un dormitorio con juguetes de acción, fútbol y autos; mientras que la niña, quizá, tendrá muñecas, bebotes y juguetes de peluquería.
Entonces, la libertad inicial de ese niño exento de prejuicios y estereotipos se va amoldando.

¿Quién tiene miedo?

El miedo puede llegar a ser un factor determinante en la elección del juguete de un padre hacia su hijo. En ese sentido, Craigdallie opinó que cuando se ve a un varón que juega con un bebote, en la sociedad, da miedo. Porque está subyacente la posible homosexualidad del varón.
Con base en la experiencia en talleres educativos con niños, padres y educadores, la coordinadora de la organización Geduca, Ximena García, contó que muchas veces salen a la luz consultas del tipo «a fulano le gusta jugar con muñecas ¿qué hago?».
La sociedad que se construye a través de los juguetes deja al desnudo los mandatos que marcan el modelo de sociedad y familia que espera la mayoría.
«Podemos ver que en los últimos tiempos hubo una profundización en las desigualdades de género en lo que implican los estereotipos que definen los juguetes», dijo Pacci. El hombre, suele identificarse con el ámbito de lo público, la producción y la política, mientras que la mujer, se pinta desde lo doméstico y lo privado. A la nena se la asocia desde pequeña con lo maternal, al varón, no.
Como aditivo a esta desigualdad, varios juguetes connotan que la mujer además de ser buena mamá, tiene que responder a los cánones de belleza. El «estar para los demás y brindar siempre una presencia hacia el exterior» es otro de los aspectos que la investigadora identifica con el hecho de que los niños viven –en ese mundo de juegos– lo que se espera que sea luego su vida adulta.
Los juguetes representan el tipo de sujeto que se piensa a futuro, así como el modelo de familia que se quiere preponderar; por eso, para Pacci, en ese proceso de construcción, los niños deberían crecer con la idea de que existen distintos tipos de familias, con roles maternos y paternos diversos.

¿Libertad o domesticación?

En un ideal, el juego da libertad. El niño que se embarra al construir un castillo, la niña que imagina ser conductora de Fórmula 1 (cuando agarra los autitos de su hermano), y la nena y el varón que juegan a ser padres con un bebote brotado de varicela gracias a las pintitas que juntos le hicieron con pintura, ellos, todos, juegan a ser libres.
Pero muchas veces, cuando llega el regalo del tío, la abuela u otro adulto, aparece la estructura. Más aún, cuando surgen la prohibición que viene con miradas de censura que dicen «las nenas no juegan a tal cosa» y «los varones no juegan a tal otra». En esos casos, para Pacci, los juguetes funcionan como «una herramienta de domesticación fundamental».
Las familias y las escuelas son el primer contacto que tiene el niño, son los llamados «agentes socializadores» que podrán contribuir a esa domesticación o aportar a una mayor libertad de expresión.

¿Qué quieren los niños?

En el marco de la campaña Los juguetes no tienen género, Geduca promueve la deconstrucción de los estereotipos de género que fomentan la desigualdad y la violencia y propone ver la diversidad, como lo normal.
«Es muy notorio como los chiquilines a los 6, 7 años, empiezan a internalizar los estereotipos ya sea por mandatos de la casa, de la escuela, o por los catálogos de juguetes que ven», explicó la coordinadora de Geduca.
A partir de los talleres, Ximena García observó que cuando se le daba a un varón, por ejemplo, un muñeco para que cuide, este enseguida respondía «yo no voy a cuidarlo porque no soy niñera». Pero tras dejar un rato a ese niño con el juguete, podía ver cómo se encariñaba y terminaba jugando con él.
A su vez, la experiencia de quienes comparten tiempo con niños demuestra que los llamados micromachismos aparecen en la infancia y el varón es su primera víctima. El niño, desde pequeño, puede verse limitado a expresar emociones, no se le permite jugar a ciertos juegos porque pierde su masculinidad, y crece con el miedo de no cumplir con el modelo de hombre fuerte. La nena, también es víctima y sufre la supuesta incapacidad para desarrollar ciertas habilidades porque su sexo es «débil», pero cada vez más, las educadoras observan como las niñas ocupan un lugar en las canchas de fútbol durante los recreos.
Fuente del artículo: https://www.elobservador.com.uy/los-juguetes-no-tienen-genero-n1263231
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Triunfo de la educación pública

Por Miguel Ángel Ferrer

Elba Esther Gordillo no cayó en prisión por ladrona o por corrupta o por su enriquecimiento inexplicable y a todas luces ilegal, ilegítimo, inmoral, mal habido, criminal. Fue a la cárcel como castigo por su indisciplina política al haberse opuesto a la mal llamada reforma educativa de Peña Nieto. Y esa negativa la convirtió en la principal presa política del peñismo.

Pero bien se sabía que su castigo no podría ir más allá del sexenio peñista. Y tal como ordenaba la tradición del preso político en México fue puesta en libertad poco antes del fin del sexenio de su vengativo encarcelador. De modo que tanto su encarcelamiento como su liberación son de la absoluta responsabilidad de Enrique Peña Nieto.

Por ello, mírese como se mire, la puesta en libertad de la Gordillo constituye una severa y sonora derrota para los propósitos privatizadores de la educación pública. Y también para los principales promotores de esa privatización, es decir, los grandes capitalistas que impusieron ese proyecto en la agenda política de Peña Nieto.

La tal reforma educativa era la reforma de reformas del neoliberalismo instalado en Los Pinos. Ideológica, política y económicamente, era más importante que las reformas energética, fiscal o de telecomunicaciones. Implicaba apoderarse plenamente de la conciencia de los niños y jóvenes mexicanos. Y con ello de la conciencia de todo un pueblo.

Pero la liberación de la Gordillo no pasaría de ser un hecho anecdótico si no se hubiera dado en el contexto del triunfo electoral de la candidatura popular de López Obrador. Porque esta victoria significa el abandono de las privatizaciones en general y de la educativa en particular. Y más aún: representará, como ya se está viendo, un enorme impulso a la educación pública.

Este empuje a la educación pública implicará necesariamente la mejoría salarial de los maestros. Y su capacitación y adiestramiento en la aplicación de las nuevas tecnologías digitales al proceso de enseñanza aprendizaje. Y también, desde luego, el fin de la campaña mediática de satanización, desprestigio y ninguneo de la educación pública, de los profesores y del normalismo mexicano, campaña malévola trabajada con esmero por los grandes capitalistas y por los gobiernos neoliberales en los últimos treinta años.

La Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana, como las tres grandes transformaciones de México en los últimos 200 años, no pueden entenderse sin el concurso de la educación pública, es decir, de la educación universalizada, gratuita y laica.

El gobierno de López Obrador, que se ha propuesto impulsar y conducir la cuarta transformación de México, tiene la necesidad histórica de fomentar, ampliar y vigorizar la educación pública. No sólo la convicción, sino la necesidad histórica de hacerlo.

Para el logro de este supremo y loable propósito, López Obrador contará sin duda con el apoyo de los maestros y de sus organizaciones sindicales, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en primera línea. Y también con el del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), antigua organización charra, cuyos líderes sabrán sumarse a la corriente popular, so pena de su derrocamiento por sus propias bases. Y también, por supuesto, con el de las universidades públicas y sus sindicatos, cuya existencia estaba gravemente amenazada por la ola privatizadora.

Fuente del artículo: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/triunfo-de-la-educacion-publica-1905350.html

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Evaluaciones educativas deben ayudar a mejorar la realidad escolar: Fernando Reimers en el INEE

México / 12 de agosto de 2018 / Autor: Erick Juárez Pineda / Fuente: Educación Futura

La evaluación educativa por sí sola no hace milagros y sólo es útil en la medida en que inspira a la acción y al mejoramiento de la realidad escolar, destacó el profesor de educación y director de Educación Global y de Política Internacional de la Universidad de Harvard, Fernando Reimers, al impartir la conferencia magistral Apoyando a las escuelas a ofrecer una educación más relevante, en el auditorio del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Luego de que el consejero de la Junta de Gobierno de este Instituto, Bernardo Naranjo Piñeira, y el presidente del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL), Sergio Cárdenas, le dieran la bienvenida, subrayó que la evaluación debe ofrecer información confiable sobre la realidad de las escuelas y de cómo se aprende en los distintos contextos sociales. Ésta debe apoyar los procesos de transformación de las instituciones educativas y la información derivada de ella debe beneficiar a los maestros, a las autoridades y a los padres de familia.

Reimers dijo que los resultados de las evaluaciones son fundamentales en la formación continua de los docentes y en el aprendizaje de los alumnos, tareas en las cuales el INEE ha jugado un papel importante.

Manifestó que es bueno diversificar los productos para comunicar a todos los actores educativos, y no sólo a las élites políticas, académicas o intelectuales, los resultados de la evaluación.

El académico de la Universidad de Harvard comentó que la invención de la escuela es una de las más extraordinarias que ha hecho la humanidad, ya que permite empoderar a los individuos pues les da la posibilidad de conocerse a sí mismos y a los demás, desarrollar su talento y potencial y convertirse en autores de su propia vida.

En la tarea de empoderar a los alumnos consideró que los maestros no deben asumir que los estudiantes tienen los mismos intereses, pues cada uno es único. Los docentes deben abrirse al diálogo con los estudiantes y descubrir juntos mejores formas para aprender, finalizó.

Fuente del Artículo:

Evaluaciones educativas deben ayudar a mejorar la realidad escolar: Fernando Reimers en el INEE

ove/mahv

 

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La sociedad integra las «escuelas invisibles»

Ecuador / 12 de agosto de 2018  /Autor: Fausto Segovia / Fuente: El Telégrafo

Los procesos de inclusión son indispensables para que funcionen las estructuras sociales participativas que fortalecen el sistema educativo. 

Los gobiernos, los padres de familia y los estudiantes se preocupan de las condiciones físicas de la escuela. Es decir: profesores, plan de estudios, infraestructura, equipamiento, material didáctico, biblioteca, patios y letrinas.

¿Quiénes se interesan por la aplicación del modelo educativo –si existe-, los métodos de enseñanza-aprendizaje, la vida escolar como proyecto cultural y ético, y las condiciones vitales de los niños y niñas que asisten a los planteles, especialmente públicos?

Hay que reconocer que existen esfuerzos y programas en esa línea, como el ajuste curricular en procesos. La capacitación de los profesores, y otros como la alimentación y los útiles escolares gratuitos,  y la distribución de uniformes que se inscriben en criterios de equidad social.

Pero, ¿el sistema educativo está afrontando con rigor el tema de la calidad, con estándares, sobre la base de una evaluación continua, en cada plantel? Hay programas de remediación para quienes tienen que desertar: ¿cómo articular la escolaridad con el mundo del trabajo, en proyectos concretos? ¿La escuela es un referente de cambios sociales verificables o un modelo de reproducción de programas superados por la realidad?

Los factores asociados

La “escuela invisible” no es sino la otra cara de ese mundo paralelo –cultural, económico y social- que forma parte del subdesarrollo biológico y mental que afrontan nuestros pueblos, especialmente en los sectores urbano-marginales y rurales, y que forman parte del atraso estructural.

Los factores exógenos o asociados inciden poderosamente en la calidad de la educación, y obviamente en el rendimiento escolar. Según Ernesto Schiefelbein está “la necesidad de trabajar, la desnutrición, los problemas de salud, la distancia y el tiempo que tardan los estudiantes y profesores en acudir a la escuela”. La tragedia subsiste. Porque la deserción escolar es una verdadera tragedia en lo emocional, social y económico porque el Estado sostiene un sistema muy bueno en cobertura (96%), pero deficiente en los mecanismos de retención de los niños que son lanzados, virtualmente, a la calle en busca de sobrevivencia. ¿De qué sirve que el Estado aumente cada año su presupuesto en el 0.5 del PIB, si no tiene estrategias concretas para superar este problema estructural?

Educación, salud, empleo
Los especialistas establecen que el problema es real, pero que la solución escapa a la responsabilidad propia del sector educativo, porque es necesario articular acciones con los sectores de salud y empleo, que corresponden a políticas públicas de los gobiernos.

Esta sectorización que sirvió para la planificación en el siglo XX ya no sirve. En la actualidad,  las políticas de desarrollo humano son unívocas e integran los ámbitos del desarrollo social vinculados a las del desarrollo económico, y operativamente están unidas.

Así lo reflejan los índices de desarrollo humano, reconocidos por las Naciones Unidas que son: la escolaridad, la salud, la nutrición y el empleo.

Acciones prioritarias

En el contexto microeducativo se necesitan sobre todo acciones prioritarias, como articular los proyectos educativos institucionales (PDI) a una reforma consistente del currículo que integre los aspectos invisibles.

Los mismos que por estar “implícitos” -ambientes de aprendizaje, según César Coll- sirven para marginar y excluir; fortalecer las organizaciones de la comunidad y a falta de ellas promover grupos de trabajo y programas asociados a la calidad, con la intervención activa de estudiantes, padres y profesores.

Es decir integrar a nivel local la escuela, el centro de salud más próximo y las empresas del sector; fomentar la gestión escolar, a través de mecanismos de rendición de cuentas, que permitan la construcción de una sociedad democrática. Se debe realizar un seguimiento de los niños y sus familias, que dejan de acudir a la escuela; articular, de manera explícita, el arte y el ambiente con el currículo, la identidad y la diversidad.

Que no se olvide que el propósito fundamental de toda educación es preparar para la vida. Y ello implica dos acciones o actitudes concurrentes: el cuidado y atención de uno mismo, y el cuidado y atención de los demás. Insistamos en lo primero y luchemos por que lo segundo se aplique.

Modelo preventivo: categorías
Los índices de calidad educativa, dentro de un modelo preventivo, se agrupan en tres categorías. Las que expresan relaciones entre los “inputs” o entradas al sistema educativo, la escuela y los valores sociales: sistemas de admisión de estudiantes y profesores; equidad de acceso y en la asignación de recursos para la igualdad de oportunidades educativas.

Además de las relaciones entre la estructura, procesos sociales, curriculares e instructivos en las instituciones educativas. Las mismas que deben tener una organización que asegure la participación en la toma de decisiones; clima institucional, validez cultural del currículo y de los sistemas de evaluación.

También se incluyen las  que regulan las articulaciones entre los objetivos y los resultados educativos, así como las expectativas y necesidades sociales. La rendición de cuentas es clave en esta estrategia. Es decir la “escuela invisible” nos concierne a todos, en el contexto de la pedagogía crítica. (I)

Fuente del Artículo.

https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/la-sociedad-integra-las-escuelas-invisibles

ove/mahv

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La educación, en verdad, es totalmente diferente a la instrucción

Venezuela / 12 de agosto de 2018  / Autor: José M. Ameliach N. / Fuente: Aporrea

Sería muy conveniente para la población que existiera un texto basado en las experiencias y estudios de algunos profesionales en pedagogía, sociología, filosofía, teología, psicología, psiquiatría y cualquier otra ciencia afín en donde se pudiera conseguir las recomendaciones sobre la educación que en el hogar se le debe impartir a los niños; desde que nace hasta que cumple los 12 años. Los primeros años de vida de los seres humanos son fundamentales para dejar en su conciencia, personalidad, entendimiento, moralidad y/o sensibilidad, una buena formación sobre la conducta que deben observar en la sociedad. Estos textos deberían editarse por el gobierno y obsequiarse a todas las parturientas para que los estudien y se preparen para cuando vengan al mundo su hijo. Todos aquellos profesionales que colaboren con sus aportes para la edición de ese material didáctico, deberán esmerarse en hacerlo en un lenguaje sencillo, ameno y contener algunas gráficas motivadoras para que así todas las madres los puedan leer, lo entiendan y lo apliquen en la crianza de su niña o niño. Este manual debería contener un capítulo sobre el comportamiento que deben guardar los padres cuando estén ante sus niños. Así mismo debería el manual contener otros 2 capítulos, uno, para que en determinada edad de la niña, mujer, se le enseñara una educación acorde con su feminidad y el otro dedicado al niño, hombre, que le enseñe una educación acorde con su masculinidad.

La literatura impresa en los manuales dirigidos a los padres, con la finalidad de que se preparen y capaciten para tratar con los niños, debe estar dividido en secciones identificadas de esta; o similar manera: Niños de 0 a 1 año. Niños de 1 a 2 años. Niños de 2 a 3 años y así sucesivamente hasta llegar a los 12 años. Aprender sobre como guardar una buena conducta en el transcurso de su vida, como comportarse con el prójimo y como conservar una buena costumbre, después que el niño ha asimilado un modelo de mala conducta, hábito o actuación, es muy difícil ello sea revertido, por no decir imposible de lograr. Si, un niño de 13 años que no esté íntegramente formado moralmente, que no sepa identificar lo bueno de lo malo, que no tenga un algo en su interior que le impida realizar una mala acción, no logrará cambiar así lo hagan estudiar en el mejor colegio del mundo, ya que a un niño de 13 años de edad debe considerarse muy difícil de educar. No, ese ser ya tiene bien desarrollado el odio, la maldad y la envidia y esos malos sentimientos poco a poco lo irá manifestando en sus actos y les provocará gozo, emoción y un disfrute íntimo y entonces se dedicará a robar, dañar un bien material, dañar a las personas con las palabras y por último dañarlas físicamente. Aunque si puede captar la instrucción a cualquier edad, bien sea niño, adolescente, joven, adulto, adulto mayor y hasta las postrimerías de su vida terrenal.

Usted se habrá preguntado el por qué un hombre practica la pedofilia, ello es violento, cruel, absurdo, inhumano, es algo monstruoso; pero usted seguramente no se ha puesto a analizar cual es el problema de fondo. Acaso no es verdad que desde el más sencillo o profundo análisis que de estos temas se haga siempre la conclusión es que lo que hace falta para evitar todas estas cosas desalmadas es la educación en la gente. Y usted también se habrá preguntado cual es esa educación. Observe como muchas personalidades se confunden y cuando hablan de educación en realidad se refieren a la instrucción del individuo. La instrucción en si mismo no es educación, una persona puede ser muy bien instruida y ser un tremendo bandido, por lo que solo la instrucción no basta para lograr un buen ciudadano para la patria; aquí en Venezuela se ha visto mucha gente bien instruida y muy poco, o nada, educada. Se puede decir que la educación viene del corazón, viene del alma, en cambio la instrucción viene de la mente, viene del conocimiento. Un individuo que posea buenos sentimientos y que esté bien instruido es necesariamente un buen ciudadano, pero un individuo por más instruido que sea y que posea malos sentimientos, necesariamente no es un buen ciudadano, es más, será para siempre un mal ciudadano. Es vital para la república buscar un mejor futuro para sus nacionales, por tanto, el gobierno de inmediato debe ponerse a trabajar en constituir un equipo interdisciplinario en el área de la educación con la finalidad de que aporten sus ideas de cómo los padres deben guiar a sus niños, que metodología establecer, como reaccionar ante una conducta extraña y finalmente, a donde acudir cuando se note algo anormal en el comportamiento de sus pequeños hijos.

Fuente del Artículo:

https://www.aporrea.org/educacion/a267419.html

Fuente de la Imagen:

https://www.google.co.ve/search?q=David+Rabinovich&biw=1024&bih=662&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwi6hqHD_rHPAhWE6x4KHYK4C9sQ_AUIBigB#tbm=isch&q=La+educaci%C3%B3n+vs+la+instrucci%C3%B3n&imgrc=zpz5XTG8LrwpwM%3A

ove/mahv

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