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La Educación Mexicana y Pisa 2018.

Por: Mauro Jarquín.

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A lo largo de los últimos lustros, el campo educativo ha sido un rubro de importantes transformaciones orgánicas e ideológicas a nivel mundial, principalmente a partir de ciertas propuestas de cambio originadas en los pasillos de organismos multilaterales (OCDE-Banco Mundial), think-tanks, y gobiernos nacionales con alcance global. Dichos cambios se han llevado a cabo de forma armonizada con las dinámicas de funcionamiento del capitalismo cognitivo contemporáneo, para el cual el conocimiento y la educación se presentan como elementos fundamentales con respecto a las posibilidades de desarrollo de las economías y las sociedades en general.

En nuestro país, las autoridades educativas asociadas con organizaciones de corte empresarial, como Mexicanos Primero e instancias multilaterales, han recreado un análisis, programa y política sobre educación que, en consonancia con ciertas tendencias internacionales, se ha conformado como una serie continua de engranajes cuya forma y sentido es el de un programa gerencial de reforma en educación; es decir, un programa de reforma educativa inspirado en ciertos principios organizativos y programáticos retomados del mundo de los negocios y la administración privada, con el fin supuesto de maximizar la rentabilidad de los procesos educativos y sus resultados.

Dicho cambio de ruta ha sido acompañado de un replanteamiento de la función de la educación en la sociedad mexicana, el cual ha sido mencionado una y otra vez por secretarios de educación pública, subsecretarios, líderes empresariales, etc. Para ellos, la educación debe ser pensada ahora como una palanca fundamental del crecimiento y desarrollo económicos a través de la generación del capital humano idóneo para la ejecución de los procesos productivos; es decir, la educación debe producir una mercancía determinada que a través de su buen uso, coadyuve a mantener una economía sana, estable y en constante desarrollo.

Los valores de mercado han impregnado el programa educativo, considerando así que para que nuestra economía y sociedad se desarrolle, es necesario que la sociedad haga su trabajo, a través de un acercamiento cada vez mayor entre las prácticas educativas y los valores de eficiencia, productividad y emprendimiento capitalistas.

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Para lograr el control necesario con respecto a los productos escolares, el gerencialismo en educación ha importado también el término calidad, del mercado y sus transacciones, a los procesos educativos públicos. La noción de educación de calidad, aún no del todo definida y nunca consultada con las comunidades escolares, el profesorado y los propios estudiantes,  se presenta así como la garantía de que aquello que se realiza en las escuelas responde a los intereses y metas planteados por las autoridades educativas y por los intereses objetivos de la economía nacional (es decir, de los sectores y fracciones dominantes del capital doméstico). Considerando que bajo este esquema la escuela desarrolla sus tareas cotidianas como un espacio de producción y reproducción social de capital humano,  podemos pensar que una “educación de calidad” encuentra su materialización en un capital humano de calidad, el cual puede ser entendido como la acumulación de aptitudes y competencias suficientes para el buen desempeño de una persona a lo largo de su vida laboral en un contexto de flexibilización laboral y competitividad.

Ahora bien, ¿de qué manera puede comprobarse dicha condición deseada en los productos educativos? La respuesta, al parecer, es sencilla: a través de una evaluación. ¿Qué tipo de evaluación? Una evaluación estandarizada.

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Las políticas internacionales de medición de capital humano, las cuales buscan identificar su cantidad y calidad, han coincidido en que la prueba más relevante en este tenor es el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE, conocido como prueba PISA. Según la OCDE, PISA es un proyecto cuyo objetivo es evaluar la formación de los alumnos cuando llegan al final de la etapa de enseñanza obligatoria a los 15 años [ y ] tiene por objeto evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad del saber[1].

Dicha prueba ha sido muy bien recibida por una gran cantidad de gobiernos y ministerios de educación en el mundo, aunque profundamente criticada desde distintas voces. Una de ellas es la de Julio Carabaña, sociólogo español, para quien: “El problema fundamental es que mide una cosa que ellos llaman literacia (literacy), que son aptitudes muy generales que se pueden desarrollar algo en las escuelas pero fundamentalmente no”. Lo anterior es algo que el informe PISA menciona en todas sus ediciones, al recomendar: “Téngase en cuenta a la hora de interpretar estos datos que cuando un país está por encima de otro en las clasificaciones ello no se debe a las escuelas solamente, porque las puntuaciones PISA dependen de toda la experiencia vital de los individuos”[2].

Nuestro país ha participado en la realización de dicha prueba desde hace más de 15 años, a lo largo de los cuales se ha encontrado en el último lugar de los países participantes de la OCDE. De estos resultados se ha culpado principalmente al magisterio, señalando en su labor la supuesta incapacidad para incrementar los niveles de calidad educativa en las escuelas nacionales, incluso sin dar suficiente atención al mismo diseño de la prueba.

Como menciona Carabaña, la medición de capital humano expresada en la prueba PISA tiene por objeto de análisis una dimensión del desarrollo intelectual que no depende exclusivamente del espacio educativo, sino también del contexto en el cual los individuos se desarrollan en sociedad. No es complicado comprender las implicaciones de lo mencionado previamente en una sociedad fragmentada por la desigualdad, la inseguridad, por la pobreza, por la falta de acceso a servicios educativos, culturales, médicos, etc. Una sociedad en la cual las posibilidades de desarrollar un capital socialefectivo se diluyen por la desconfianza, el temor y también, en muchos casos, por la desidia. PISA no solo evalúa a las escuelas, sino también evalúa a la sociedad en la cual estas escuelas están insertas, es algo que no debemos perder de vista.

Los resultados en PISA se han convertido en el leit motiv contemporáneo del debate educativo a nivel mundial, y el incremento de los puntajes en dicha prueba, una condición sine qua non de la política educativa de la gran mayoría de gobiernos avocados a mejorar en los rankings internacionales. Sus resultados son importantes porque se presume que aquellos países que han “mejorado su educación”, y con ello han logrado obtener los primeros lugares en la prueba, han alcanzado o mantenido el anhelado desarrollo económico. Los ejemplos recurrentes -lugares comunes de ello- son principalmente Singapur y Corea del Sur. En nuestro país, tal discurso ha sido repetido de forma impaciente por líderes empresariales que encuentran en los resultados PISA de cada edición, un aliento nuevo a su agenda educativa privatizadora[3]. Sin embargo, basta solamente con conocer un poco de historia de dichas regiones para comprender que tales explicaciones son, cuando menos, infantiles. El desarrollo de sus fuerzas productivas y la configuración de sus relaciones de producción, a la luz de importantes transformaciones geopolíticas en la zona, devinieron vientos de cambio en tales economías, y en dicho proceso de transformación, la inversión en los sistemas educativos, en tecnología, etc., fue un engranaje más en una narrativa bastante compleja.

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Asimilando la agenda educativa nacional con ciertas tendencias mundiales, el gobierno mexicano ha hecho explícito su interés por aumentar a toda costa los puntajes obtenidos por estudiantes mexicanos en PISA. No puede ser de otra forma, su reforma en educación, que tuvo por bandera el incremento en la “calidad educativa”, tiene que dar frutos de alguna manera, y no, no será a partir de una dinámica democrática de funcionamiento en los centros escolares, o a través de la mejora en las circunstancias sociales en las cuales se llevan a cabo los procesos educativos; mucho menos a partir del reconocimiento de la diversidad cultural de nuestro país, o del cada vez mayor interés del alumnado por el aprendizaje continuo a través de un ambiente escolar agradable; tampoco será vía una mejor remuneración al magisterio, o una inversión sin precedentes a las instancias de formación magisterial. Mucho menos debido a la cobertura educativa universal, o, al menos, a la existencia de comedores escolares en comunidades con alta marginación, no.

Los frutos de la reforma de Peña y los empresarios, asociados al paradigma gerencial en educación, buscan ser reflejados en el incremento del puntaje obtenido en la prueba de la OCDE. Ahora bien, en la misma lógica de la prueba, si ésta dice analizar aptitudes que se desarrollan tanto en el espacio escolar como fuera de él, ¿cómo nuestro país puede obtener un puntaje más alto con una sociedad en muchos aspectos sumamente golpeada y excluyente? Nuevamente, la respuesta parece sencilla: Cargándole todo el peso a la escuela.

Lo anterior nos lleva a una siguiente pregunta: ¿De qué forma la escuela podrá hacerse cargo del contenido educativo que no ha sido suficientemente desarrollado en  los procesos de socialización? La SEP nos dirá: a partir de una estrategia útil y, probablemente, exitosa.

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La estrategia de la SEP de cara a PISA 2018 es similar a determinadas políticas sobre educación que se han llevado a cabo en otros países, con miras a mejorar los resultados obtenidos en pruebas estandarizadas. El pasado 31 de enero, Otto Granados, actual titular de la SEP, habló sobre la aplicación de una “estrategia de capacitación” para preparar a los estudiantes mexicanos ante la prueba PISA 2018, la cual, según el secretario, “se trata de una  estrategia muy rápida, focalizada y efectiva de preparación para la próxima presentación de la prueba PISA, que deberá ocurrir en los primeros días de abril. [Para ello, las autoridades educativas] han diseñado una estrategia que tiene dos componentes: uno de entrenamiento y capacitación, pero otro también de motivación”[4].

En tal estrategia será fundamental el papel de la Fundación Carlos Slim, a través de la plataforma digital “PruébaT”, cuyo objetivo es “brindar de manera gratuita, experiencias de aprendizaje a docentes, estudiantes y padres de familia, con el fin de fortalecer conocimientos y habilidades indispensables para aprender a lo largo de la vida”. La plataforma, vinculada a la página “Fortalecimiento de los aprendizajes y competencias en los alumnos de 15 y 16 años” de la SEP, contiene material didáctico para “familiarizarse con PISA”, con su estructura, características y competencias evaluadas. En línea también aparece material similar al que se enfrentan los estudiantes con PISA, con miras a aprender cómo solucionar determinados planteamientos expuestos en la prueba de la OCDE.

Como en otros países, el sector privado ha sido llamado para participar en el coaching necesario para aumentar el puntaje total en pruebas estandarizadas. Al fin de cuentas, “son los privados los que de saber lograr objetivos específicos de mejor forma”.

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No obstante que las líneas generales de tal política de coaching con miras a la prueba no han sido publicadas aún en sus puntos más específicos, es imprescindible discutir los efectos sociales que tales políticas han generado en otras sociedades y las prácticas docentes que con esta buscan generarse.

Los sistemas educativos que le han dado demasiada relevancia a la medición educativa a través de pruebas estandarizadas han creado, en términos generales, un ambiente de trabajo tenso tanto para los docentes como para los estudiantes. Debido a que en tales políticas de evaluación lo que cuenta son los resultados y no tanto así el proceso pedagógico que llevó a determinados resultados, el foco tiende a ponerse en el momento de la prueba, el cual es tan solo una etapa, bastante restrictiva además, de los procesos educativos en las escuelas.

Distintas prácticas docentes se han llevado a cabo para aumentar los puntajes en pruebas estandarizadas, muchas de las cuales se ubican en el espectro de la exclusión educativa y la interiorización de prácticas competitivas en lugar de solidarias al interior del aula. De esta forma, acciones tales como la exclusión de la prueba a estudiantes con “bajos niveles de rendimiento”, o el teaching to the test, se han convertido paulatinamente en prácticas comunes que los docentes deben llevar a cabo para evitar resultados negativos en las pruebas y de esa forma, evitar también señalamientos públicos a los planteles educativos y repercusiones negativas en su trabajo.

El teaching to the test  (enseñar-preparar para la prueba), ha sido una práctica común en sistemas educativos en los cuales los resultados por centro escolar  en pruebas estandarizadas son centrales en materia de financiamiento educativo y reconocimiento social y consiste en utilizar tiempo destinado al contenido curricular en entrenamiento para responder correctamente las pruebas estandarizadas. En este sentido, probablemente el caso estadounidense sea el más representativo a partir de la entrada en vigor de la política No Child Left Behind, a principios de los 2000.

A propósito del teaching persisten varias tendencias interpretativas. Algunas apuntan a que tal práctica no es dañina al espacio escolar cuando los docentes se dedican a enseñar las “habilidades” requeridas para responder determinadas pruebas; es decir, cuando la enseñanza no se centra en la forma y contenido de las pruebas, sino en las capacidades requeridas para su buena resolución. Algunos más, mencionan que, aunque en ciertas prácticas de coaching se pretenda enseñar las aptitudes necesarias para responder la prueba, en última instancia lo que se hace es desplazar tiempo necesario en otro tipo de contenido curricular para destinarlo al entrenamiento de capacidades que pueden ser muy útiles para dichas pruebas, pero no para el desarrollo educativo integral de los estudiantes.

La política del teaching  ha generado distintos efectos en los sistemas escolares en los que se ha implementado, y con respecto a los cuales debemos estar atentos. Entre ellos se encuentra: el aumento del control docente en función de los contenidos que, según las autoridades educativas y las fracciones políticas dominantes en un tiempo-espacio determinado, deben ser enseñadas en la escuela; el ejercicio de prácticas educativas comprometidas más con los resultados medibles que con una sana y necesaria formación ética y la pérdida de interés en el aprendizaje por parte de los estudiantes, debido, entre otras cosas, a la falta de profundización en temas fuera del alcance de las pruebas.

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Aunque no de forma desarrollada, la propuesta de la SEP para “hacer frente” a PISA 2018 es, probablemente, la experiencia más cercana al teaching to the test llevada a cabo a nivel nacional. Este precedente genera una serie de problemas que es preciso analizar, específicamente a partir del papel central que la evaluación ha tenido desde hace algún tiempo en el sistema educativo nacional, principalmente en los años recientes.

Como se ha mostrado en distintos elementos de las transformaciones educativas, un elemento central de la política actual es la despedagogización de las escuelas, tanto por la posición marginal que se le ha atribuido al normalismo, como por la inducción de procesos pedagógicos enfocados a los resultados medibles, y no al desarrollo integral de las comunidades educativas.

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La lucha por una educación pública sólida y pertinente para las necesidades de nuestros pueblos no debe pasar únicamente por la lucha contra la evaluación punitiva presente en la conformación del Servicio Profesional Docente, sino también por reformar prácticas administrativas y pedagógicas más enfocadas a complacer al mundo de los negocios que a las comunidades educativas que le dan sentido a cualquier proyecto de educación nacional.

Fotografía: conaced
Fuentes:

[1] http://www.oecd.org/centrodemexico/medios/programainternacionaldeevaluaciondelosalumnospisa.htm

[2] http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/11/28/pisa-mide-aptitudes-que-no-se-desarrollan-en-la-escuela/

[3] Véase: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/192271

[4] http://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/sep-capacitara-alumnos-para-contestar-prueba-pisa

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Enseñemos que sin bondad la inteligencia es ciega y torpe

Valeria Sabater

La bondad se transmite mediante la caricia que reconforta, el gesto que educa y el ejemplo que guía. Si plantamos en nuestros pequeños semillas de nobleza, de afecto y de empatía, daremos al mundo adultos más fuertes, personas más dignas y valientes capaces de construir sus propios caminos.

Lo cierto es que, por mucho que la inteligencia emocional esté de moda, siguen priorizándose aquellos estudios y trabajos orientados a potenciar el rendimiento de los niños en las materias escolares más tradicionales. Algo en lo que incide, por ejemplo, la ley estadounidense “Child Left Behind“ (que ningún niño se quede atrás), que impulsa a los alumnos y a las familias a mejorar su expediente académico con el fin de no perder ayudas económicas.

Esta ley ha propiciado el desarrollo de múltiples trabajos enfocados a una idea muy básica: desarrollar al máximo la habilidad de los niños para memorizar. Los estudios en sí resultan interesantes desde un punto de vista científico, porque se ahonda en los distintos patrones que utiliza el cerebro para establecer relaciones, para codificar datos y asentar nuevos recuerdos.

Ahora bien, lo que está sucediendo con este edicto, aprobado en su momento por el presidente George W. Bush, es que los maestros se sientan presionados y los alumnos frustrados. Es como si nuestro contexto político y social fuera por un lado, mientras la neurociencia, con los resultados derivados del conjunto de investigaciones en este contexto, nos gritara que por ahí no.

El cerebro de un niño necesita una educación más completa y compleja que la actual, que incide y estimula la práctica de estrategias mnésicas. Una atención a la memoria que va en detrimento del “cemento” que asienta los conocimientos, lo que despierta la curiosidad y lo que asienta los cimientos de una personalidad fuerte, madura y feliz.

Si somos capaces de educar, de guiar y de motivar a los niños a través de la bondad y el reconocimiento, daremos al mundo una generación mucho más digna y más preparada para los retos con los que se van a tener que enfrentar.

La bondad en el cerebro infantil

Empezaremos aclarando un aspecto importante. Cuando un bebé llega al mundo es incapaz de regular sus emociones, y en su cerebro no existe ningún área donde esté instalada de forma genética el concepto de la bondad. Lo que sí hay es una necesidad innata y natural por “conectar” con el medio que le envuelve, primero con sus progenitores para sobrevivir y más adelante con sus iguales para iniciar sus primeras relaciones sociales.

Hemos de entender que el mundo emocional de los niños sigue una secuencia de desarrollo específica donde los adultos debemos ser sus guías, sus mediadores e incluso sus gestores. La reorganización neurológica de un cerebro infantil es muy compleja, ahí donde la edad cronológica no siempre marca que se asiente una función, una capacidad o un logro específico. Así, seamos pacientes y aprendamos a respetar el desarrollo físico, psicomotor y emocional de cada niño.

Además, existen una serie de factores que determinarán la calidad de ese desarrollo integral en nuestros hijos. Cuando hablamos de educar en bondad no nos referimos solo a educar en valores. Hablamos también de cómo ese universo cercano -lleno de caricias, miradas y reconocimiento- configura sin duda esa conexión capaz de conseguir un mejor desarrollo neuronal.

Un niño puede establecer un contacto con la bondad desde edades muy tempranas. La percibe a través de la voz de su madre y de los brazos de su padre. La nota cuando aprende a hablar y es escuchado, cuando lo guían con el ejemplo, cuando regulan sus emociones y le enseñan a valorar a los demás, a respetarlos y a respetarse también a sí mismo.

La bondad es mucho más que un valor, es un canal de aprendizaje excepcional.

Claves para educar en bondad

Hablábamos al inicio de que la línea curricular de muchos centros escolares pasa por priorizar el rendimiento académico en asignaturas clásicas por encima de la Inteligencia Emocional. Bien, queda claro que ninguno de nosotros vamos a poder cambiar lo que nos exige la sociedad, por ello vale la pena educar emocionalmente a nuestros niños para que estén preparados ante estas demandas. Se trataría pues de guiar desde el hogar, de ser buenos gestores emocionales desde que nuestros hijos están en la cuna y dan poco a poco sus primeros pasos.

A continuación, os damos algunas claves para conseguirlo.

Educar en respeto, educar en bondad

Algo muy real y que el libro “Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen” nos explica muy bien es que todos somos excelentes padres, hasta que somos padres. Es decir, antes de tener niños idealizamos la crianza y tenemos muy claro lo que haríamos y lo que no. Más tarde, cuando llegan los hijos la vida real nos da la “bienvenida”.

  • Para educar en respeto y bondad es necesario ser unos padres pacientes. La crianza es una aventura diaria, ningún día es igual y las exigencias de un niño pueden cambiar de un momento a otro. Lo más importante en estos casos es que nosotros mismos seamos siempre iguales para ellos, igual de accesibles, igual de afectuosos, pacientes, con las mismas normas y los mismos ejemplos que inculcar.
  • Otro consejo que nos dejó María Montessori es la necesidad de sembrar en el niño ideas de nobleza desde edades muy tempranas aunque no las entienda. Ya llegará día en que esa semilla ofrezca su fruto.

Por último, no podemos olvidar que la bondad es una de las cualidades que mejor refleja la esencia humana. Educar en bondad es enseñar civismo, es respetar al otro, es amar la naturaleza y no menos importante, amarse también a uno mismo.

Guiemos a los niños en este camino que día a día, les ayudará sin duda a disfrutar de una vida más plena.

Fuente del articulo: https://lamenteesmaravillosa.com/inculcar-ideas-bondad-cerebro-infantil/

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Iniciativas solidarias para cambiar el mundo

Esther Camuñas

Desde sensores que detectan que la persona necesita ayuda hasta apps gratuitas para invidentes son proyectos de emprendedores sociales con creatividad y sensibilidad.

Tener ganas de cambiar el mundo y llevarlo a cabo es posible gracias a la iniciativa de organizaciones sociales, expertos y aceleradoras de emprendimiento social. Hay muchos proyectos llevados a cabo por jóvenes y emprendedores que quieren ofrecer más seguridad a las personas mayores que viven solas, acabar con la pobreza en el mundo, mejorar el medio ambiente o desarrollar apps que ayuden a personas sordociegas. En este artículo se cuentan algunas ideas y proyectos que han dado lugar a startups con una característica común: el deseo de transformar el mundo. Además, también se enumeran aceleradoras e iniciativas que ayudan a la puesta en marcha de empresas sociales.

Empresas que cambian el mundo

Hoy día emprender un negocio o proyecto social en España resulta más fácil gracias a la ayuda de empresas y organizaciones que apoyan con asesoramiento y formación.

Hay muchas iniciativas que son impulsadas gracias a la participación en jornadas como Unreasonable Lab Spain, un programa de aceleración de startups que se celebró en fechas recientes en Madrid junto a los expertos de TeamLabs (laboratorio de aprendizaje del emprendimiento en equipo). El objetivo era ayudar a captar fondos a las startups que resuelven problemas sociales o medioambientales. Y es que si de algo adolecen algunos de los emprendedores es de los conocimientos para conseguir financiación. Muchos están tan centrados en sus proyectos que se olvidan de la inversión.

De este encuentro han salido algunas de las empresas españolas que han cambiado o intentan cambiar el mundo.

  • Literates es una app que permitirá alfabetizar y mejorar las habilidades lectoras entre los casi 800 millones de personas que no saben leer ni escribir.
  • Sensovida se llama la empresa de teleasistencia avanzada que ofrece más seguridad a las personas mayores que viven solas. Gracias a sensores colocados en cada habitación, se informa en tiempo real a la familia del anciano a través del móvil.
  • Saraiva es una firma de Pontevedra que gestiona residencias y centros de día para personas mayores cuyo lema es «Aprender a envejecer». El modelo que ha aplicado, housing, proviene de los países nórdicos y trata de favorecer que el anciano se sienta como en su casa.
  • Outbarriers consiste en una app gratuita que mejora la autonomía de las personas ciegas haciendo visibles comercios y otros puntos de interés mediante el envío de información audible a su móvil.
  • Auara es una firma de agua mineral que emplea el 100% de los ingresos obtenidos con su venta en llevar el agua a las zonas con más carestía del tercer mundo. Esta empresa cuida a las personas y al medio ambiente.
  • Sheedo no apunta a la desaparición del papel, pero apuesta por alternativas más respetuosas con el entorno para cumplir con la misma función. El producto que ofrece está hecho artesanalmente con fibras de algodón orgánico y, tras su uso, se puede plantar.
  • Voluntechies se mueve en el ámbito de los centros sanitarios. Este proyecto quiere ayudar en los próximos tres años a 100.000 niños hospitalizados para que se evadan de su ambiente y el dolor a través de talleres de realidad virtual, drones y robótica.

Productoras y aceleradoras para cambiar el mundo

El objetivo es crear productos y servicios que sirven para hacer la vida más fácil a quienes más lo necesitan

Muchas entidades bancarias, universidades, empresas y organizaciones sociales trabajan por y para potenciar el emprendimiento en diferentes ámbitos, desde la economía a la ecología, pasando por las artes plásticas y las humanidades digitales. Hay convocatorias y ayudas que favorecen el emprendimiento, la cultura y la investigación, aunque no todas tengan el objetivo de cambiar el mundo. También hay aceleradoras y compañías con una perspectiva más social y que trabajan apoyando.

El objetivo en todos es generar espacios más sostenibles, encuentros más solidarios y productos y servicios que sirvan para hacer la vida más fácil a quienes más lo necesitan. Estos son algunos ejemplos:

  • Creas apoya la inversión de proyectos relacionados con el medio ambiente y la sociedad. Su fin es dinamizar las relaciones entre inversores y emprendedores para acompañar a los emprendedores sociales y conseguir un mayor volumen de inversión social.
  • Momentum Project se llama la iniciativa de la Escuela de Negocios ESADE y BBVA junto con PwC que promueve el emprendimiento social mediante un programa de capacitación y apoyo para poner en marcha soluciones sostenibles que mejoren las condiciones de vida de la población más desfavorecida.
  • Ashoka es la mayor red internacional de emprendedores sociales que apoya el trabajo de más de 3.300 agentes de cambio o changemakers en 90 países. En la actualidad esta organización está ayudando en España a 29 emprendedores tras una rigurosa selección de la persona y no tanto del proyecto; alguien que quiera resolver una problemática medioambiental, de salud, de educación, etc.
  • Zinc Shower es un evento en el que se dan cita miles de personas en torno a la creatividad, el emprendimiento, las tendencias y la tecnología. Participar en los premios que organiza el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, junto con otras empresas y organizaciones, incentiva la financiación de proyectos innovadores que pueden cambiar el mundo.

Fuente del articulo:

http://www.consumer.es/web/es/solidaridad/proyectos_y_campanas/2016/08/05/224065.php

Fuente de la imagen: http://static.consumer.es/www/imgs/2016/07/cambiarmundo.articulo.jpg

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12 años de autismo: Las personas con autismo

Por: Daniel Comin

Hablar de autismo y no hablar de quienes tienen autismo, es como hablar de física y no saber ni sumar. Y es que en estos 12 años, quienes más me han enseñado sobre autismo han sido, precisamente, las personas con autismo.

Da igual si tienes 100 títulos que digan que has estudiado todo lo que hay sobre autismo, hasta que no hables con las personas con autismo no vas a entender nada del autismo. Y no, tener un hijo con autismo no te convierte en un especialista, sabes de tu hijo, y poco más. Y no, tampoco tener autismo te convierte de golpe en un especialista en autismo, te convierte en un especialista en ti mismo. Por eso, los foros donde hay adolescentes, jóvenes y adultos con autismo son la mejor escuela para aprender algo. Y es que se hace básico lo del “Nada sobre nosotros sin nosotros”.

Cuando hace 12 años intenté ver el autismo en toda su extensión, la primera idea que tuve fue la de poder conversar con adultos con autismo, para que ellos me explicaran en directo sus experiencias. Pero claro, en España, en aquel entonces (parece que fue hace un siglo) el tándem autismo-adulto se correspondía únicamente a personas con altas necesidades de apoyo, y casi ninguno hablaba. Encontrar en Internet algún foro era imposible, sobre todo, porque el primer foro en Español sobre autismo lo creamos nosotros, así que cero opción. Solo me quedaba buscar en otros idiomas.

Como era de esperar, lo poco que había estaba en inglés, o al menos lo que yo encontré. Y la otra opción era contactar con personas con Asperger, que eso sí era más fácil. Así que hice ambas cosas. El resultado fue que en una hora de conversación, o en el intercambio de mensajes y correos, aprendía más sobre autismo que en un curso académico de 300 horas. No es que la formación no fuese válida, pero no te explican qué sienten las personas que están en el espectro, no te explican qué desean, no te explican nada. Es como si estudias medicina pero nunca nadie te habla del paciente. Pues esto es un poco lo mismo. Todos hablamos sobre autismo y lo que hay que hacer, pero nadie parecía tener en cuenta a las propias personas.

Afortunadamente, esto es algo que va cambiando, y cada día se tiene más en cuenta a las personas con autismo, aunque al principio se las exhibía como una curiosidad. Las invitaban a eventos y conferencias de gente “normal” a que dijeran cuatro cosas, pero poco más. Cero reivindicación y cero todo. Incluso uno podría pensar que sencillamente las trataban como a freaks.

Afortunadamente, cada vez más, se cuenta con los verdaderos protagonistas del autismo, quienes cuentan con todo lujo de detalles aspectos ligados al autismo de primera mano. No hace falta armar 50 estudios de investigación para descubrir que tienen ansiedad, ¡con lo fácil que era preguntarles! O que un joven de 25 años te diga que a día de hoy, ducharse le sigue doliendo, ya que tiene tal nivel de hipersensibilidad táctil que lavarse se convierte en algo complejo. Y de encontrar ropa que no parezca papel de lija ni hablamos. O de cómo te cuentan sus principales miedos, de los problemas que surgen en situaciones cotidianas, que para ellos pueden ser auténticos retos. O de como determinadas conductas obsesivas les resultan tremendamente calmantes y relajantes. Cuando lo que te rodea es tan agresivo, el efecto en tu salud emocional va a ser negativo.

Pero claro, en vez de contender con esa realidad en la que viven, e intentar trabajar juntos para reducir, o minimizar, o resolver esas situaciones, o darles el apoyo que requieren, pues nada, les damos unas pastillitas (Véase: Ansiolíticos, antipsicóticos, antidepresivos, …), o pero aun, los tildamos de enfermos mentales.

Un profesional que trabaje con niños pequeños con autismo debe, obligatoriamente, conversar con adolescentes, jóvenes y adultos que estén en el espectro. Eso le hará entender muchísimas de las dificultades que abordan los niños ¡Y te lo explica quien lo ha pasado! Si eso no es un recurso excepcional, pues nada lo es. Lástima que a día de hoy se cuente tan poco con ellas y ellos.

La importancia que esto tiene debe ser comprendida por todos quienes, en mayor o menor medida, estamos relacionados con el autismo. Si queremos entender los aspectos emocionales, para de esta forma, poder abordarlos adecuadamente, debemos hablar con ellos. Si queremos saber cual son los efectos reales de un desorden sensorial, pues qué mejor que hablar con quien lo ha tenido, o aun lo tiene. Si queremos saber cómo trabajar los aspectos sociales, pues que ellos te expliquen sus mayores problemas.

Obviamente, cuando conoces a una persona con autismo, conoces a una persona con autismo, por tanto, debes conocer a muchas, para poder crear una especie de mapa global, aunque tengas algunas zonas en blanco, habrás podido rellenar muchas de esas zonas del mapa de la realidad del autismo.

Hoy se habla de la neurodiversidad, y esto es gracias a quienes han luchado por hacer visible esta realidad. Y es gracias a esta lucha se está empezando a desvanecer la asociación de autismo = discapacidad intelectual (DI). Porque durante décadas se “decidió” que las personas con autismo estaban casi todas afectadas por una DI, generalmente grave.

Figuras como Michelle Dawson, una investigadora del autismo, y que además tiene autismo, han trabajado duramente para romper esos mitos sobre la inteligencia y el autismo. Fue de las primeras en atreverse a cuestionar duramente los modelos de análisis aplicados de conducta (ABA) como modelos de intervención en el autismo. Ha trabajado en desarrollar modelos mejores para la medición de las capacidades intelectuales. Tiene diversos trabajos publicados en revistas científicas y es una de las pioneras en la reivindicación de los derechos de las personas con autismo.

Michelle no es la única, hay muchas más personas que están trabajando a diario para dar a conocer la verdadera realidad del día a día del autismo, huyendo de visiones médicas, que durante tanto tiempo han encasillado el autismo.

Hay personas con autismo que son excepcionales, afectuosas, divertidas,…, y también las hay ariscas e insoportables, supongo que en las misma proporción que quienes no tienen autismo. Pero una cosa sí la tengo clara, a día de hoy, yo personalmente, no he conocido a nadie con autismo que se dedique a maquinar para hacer daño a alguien de forma intencionada. Y además son mil veces más valientes que la sociedad en general, si alguien les cae mal, se lo dicen a la cara, no necesitan ir haciendo corrillos secretos para criticar a nadie. Porque quien hace eso, es obviamente muy cobarde, sobre todo porque no tiene lo que hay que tener para ir a la cara de esa persona a decirle lo que piensa. Afortunadamente, las personas con autismo sí lo hacen. Son mucho más valientes que los demás.

Quizá su sinceridad sea vista como una torpeza social, aspecto lógico en un mundo lleno de cínicos y mentirosos, de personas enojadas con el mundo y consigo mismas, y que pierden muchísimo tiempo en el modelo del perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Francamente, a mi esa forma tan directa que tienen de ser me encanta, aunque a veces te dejen de piedra.

Considero que tenemos una deuda pendiente tremenda como sociedad hacia las personas con autismo. A quienes se ha estigmatizado por décadas, a quienes se ha ninguneado en todo cuanto a su propia vida se refiere, se les ha tratado como enfermos por no “encajar”, se les ha machacado de forma inhumana.

Y los primeros que están en deuda con ellos, son las familias que hoy tienen niños, recuerden que muchos de los avances que van a tener sus hijos, son gracias a esas personas, hoy ya adultas, a las que tan mal las ha tratado (Y aun las trata) la sociedad. Y quienes están en deuda con ellos son los profesionales, porque es gracias a su lucha y a sus testimonios que estamos, hoy en día, disponiendo cada día de más y mejores recursos para trabajar adecuadamente. Y también, la sociedad en general está en deuda con ellos, sencillamente, porque poco a poco, estamos construyendo una sociedad que sea un poquito mejor, más accesible, más solidaria. Sencillamente mejor.

Mi lista personal de agradecimientos es larguísima, porque he aprendido mucho, es más, muchas veces me he visto perfectamente reflejado, y te haces la pregunta ¿hasta qué punto yo mismo tengo ese toque autístico? Y descubres que muchas conductas, comportamientos e incluso actitudes, que se engloban en el autismo, también son muy comunes en la sociedad, y en mucha de la gente que conoces, y también en ti mismo.

En el autismo hay partes duras que generan sufrimiento y dolor, pero también hay partes que merecen ser conocidas, porque nos ayudan a tener un mundo mejor.

¡Atrévete a conocer el autismo en toda su extensión, te convertirás en una mejor persona!

La diversidad de nuestro planeta debe ser parte de la conciencia social, y esa diversidad debe ser vista como algo que nos une y nos enriquece, no como algo que potencie tribus, clanes o diferencias. Y esa diversidad es, no solo neurológica, es global, está en nuestro ADN, somos parte de un todo llamado VIDA.

Fuente: https://autismodiario.org/2017/04/14/12-anos-autismo-las-personas-autismo/

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Inteligencia en primera infancia

Por: Paula González

Inteligencia: ¿Qué es? ¿Cómo se desarrolla, fortalece o motiva?

Diversos estudios hablan acerca de la inteligencia y la definen como la capacidad para aprender, comprender, abstraer información y resolver problemas, del mismo modo se habla de la capacidad de elaborar productos dentro de un contexto socio-cultural. Autores como Adrián Owen, neurocientífico británico, Amanda Céspedes, neuropsiquiatra chilena y Fernando Gómez-Pinilla, neurocientífico de la Universidad de UCLA, señalan los diversos elementos importantes para el desarrollo de la inteligencia, entre ellos la plasticidad.

Una de las características más relevantes de la inteligencia para cualquier toma de decisión es la plasticidad, es decir, la capacidad de nuestro cerebro de modificarse a partir de los diversos estímulos que recibe del medio. La estimulación externa no va dirigida hacia ciertos aspectos de la inteligencia, sino que influye en el desarrollo global de la misma. Por tanto, el hecho que nuestro cerebro sea plástico, más aún en las primeras etapas de la vida, es una herramienta que podemos fortalecer y desarrollar en la primera infancia para ser más inteligentes en la edad adulta.

Sabemos que el cerebro y la  inteligencia están directamente relacionados y que los primeros años de la vida son cruciales para enraizar nuestro desarrollo. Según Amanda Céspedes, hasta los cinco años la corteza dispone de 300 billones de neuronas para conectarse entre sí; a los siete años, se dispone de 200 billones de neuronas y de los doce años en adelante tan solo 100 billones. Esta información es un tesoro, una maravillosa esperanza de poder modificar cientos de cosas y hacer de nuestros niños y niñas, personas con herramientas para la vida.

Los educadores tenemos un papel fundamental en este proceso. En la primera infancia y antes de la escolarización se trabaja el hemisferio derecho con mayor énfasis que el izquierdo, puesto que se encuentran las funciones más blandas tales como la intuición, la espiritualidad, la creatividad, la música melódica, la sensibilidad, etc. El sistema escolar actual ejercita mayormente el izquierdo con funciones más duras como son la lógica intelectual, el razonamiento, la memoria el pensamiento matemático, la música rítmica, la escritura y el lenguaje, olvidando la ejercitación de las funciones del hemisferio derecho.

Como maestros de niños en etapa infantil debemos sugerir ciertos aspectos favorables para el desarrollo y fortalecimiento de la inteligencia. Algunas recomendaciones para este objetivo son:

En relación al sueño
Es recomendable que el párvulo logre descansar las horas correspondientes (8 a 12 horas) cada noche. Sin luz, cómodos, con una temperatura adecuada y sin factores que pudieran alterar su sueño.

En relación con la alimentación
La comida debe ser saludable, priorizando aquellas que posean omega y vitaminas. Los horarios de éstas son importantes, puesto que se debe respetar las rutinas establecidas, y la cantidad debe corresponderse a la actividad que realicen: durante la mañana el consumo calórico debe ser mayor que el de la noche; las frutas deben consumirse durante la mañana o a media tarde, se debe alternan el consumo de carnes blancas y rojas, priorizando siempre las blancas por sobre las otras; los frutos secos consumirlos en pequeñas cantidades diariamente; y de liquido beber mayoritariamente agua o jugos de frutas naturales sin azúcar añadido como también infusiones o hierbas.

En relación con la actividad
El ejercicio, el movimiento del cuerpo, favorece no solo una vida y un cuerpo saludable sino la oportunidad de explorar, conocer, sentir y disfrutar de distintos escenarios ambientales. Actualmente se habla también del BRAIN GYM o gimnasia cerebral para despertar nuestras neuronas y, de esa manera, unir los hemisferios provocando mayores niveles de desarrollo de las habilidades mentales.

En relación con el estímulo externo
Este es, para mí, un punto neurálgico. Personalmente como educadora de párvulos hago hincapié en el rol fundamental de los padres. Tienen (tenemos, dado que soy además madre) gran parte de responsabilidad en esta tarea. Desde clase invito a todos los educadores a reiterar habitualmente a los padres los siguientes puntos que ayudarán a sus hijos a desarrollarse de una forma más sana y a fortalecer la inteligencia:

– Manifestar verbalmente el amor a ese niño o niña.
– Dar cariño constante a través de caricias.
– Acompañarle en sus juegos y hacerse participe de ellos.
– Escuchar música, especialmente instrumental.
– Llevarlo a espacios naturales donde pueda despertar sus sentidos y atesorar buenos recuerdos y significativos con la familia.
– Entregar contención siempre.
– Leer, leer, leer. Sí, ya no hay excusas. La lectura invita a desarrollar múltiples funciones, apego, lenguaje, valores, entretención, imaginación… entre tantas otras más cosas.
– Acompañarle en sus deberes académicos, orientarlo, sugerir, instruir en la medida de lo posible en un ambiente grato, sin actos que provoquen frustraciones o desinterés por las materias.
– Dialogar, constante y persistentemente con intención de explorar sus sentimientos y acompañarlo en su sentir; siendo guía, modelo y mediador responsable de su desarrollo.
– Invitarle a desarrollar un taller donde pueda ser responsable, disciplinado y perseverante en alguna habilidad que le guste. Además, esta será una herramienta que le permita socializar y regularse con otros.
– Invitarle a participar de algo espiritual, para algunos será la iglesia, para otros el contacto con la naturaleza, pero un lugar donde pueda reflexionar y pensar a escala en relación con su edad, acerca de su trascendencia.
– Disfrutar del arte, la pintura, la escultura, la música, acercarlo a este mundo a través de visitas a museos, exposiciones para que experimente sensaciones y con ello motivarse a crear.

Esta y otras sugerencias ayudan a aterrizar a los niños de la velocidad contractual, de la globalidad del mundo tecnologizado que ha robado las más simples pero más importantes etapas de la vida de nuestros pequeños. El recuperarlas depende, única y exclusivamente, de nuestro ejercicio diario con ellos y ellas.

Debemos recordar que estamos hechos de una riqueza invaluable: somos seres capaces de experimentar diversas situaciones y emociones. Howard Gardner ya hablaba de las inteligencias múltiples (espacial-visual, lingüística, lógico-matemática, -interpersonal, intrapersonal, naturalista, musical, corporal-kinestésica y existencial). No solo debemos desarrollar un solo tipo de inteligencia, dado que el mercado nos dirige a potenciar solo unas pocas, sino que debemos ser capaces como educadores de descubrir y potenciar aquellas que están más alejadas y que brindan a cada persona una mayor felicidad y paz interior a largo plazo.

Existe formación post universitaria que ayuda a los educadores a potenciar la máximo el desarrollo de sus alumnos como el Máster en Coaching Educativo, el Máster en Intervención Psicopedagógica en Contextos Educativos o el Máster en Neuroeducación entre otros.

Fuente artículo: https://www.isep.es/actualidad-educacion/inteligencia-primera-infancia/

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How do we improve the region’s health? Education and opportunity

By: DR. RANDY WYKOFF

“If you could only do one thing to improve health in the region, what would you do?” That is a question I have been asked regularly since my family and I moved to the Tri-Cities area a dozen years ago.

When I was first asked this question, my answer was simple and straight-forward. I knew that the major factors impacting our health are our behaviors — smoking, poor diet, lack of physical activity and, increasingly, substance abuse. My advice in those early years was that we needed to change our behaviors, especially as they relate to smoking.

Smoking is the leading preventable cause of death in the United States, and Tennessee has one of the highest smoking rates in the nation. Smoking rates in Central Appalachia, including Northeast Tennessee and Southwest Virginia, are much higher than the country as a whole. The cost to the region—in health care, lost productivity and, most importantly, in the incredible devastation of families and communities—is hard to fathom.

Over the years, I realized my initial answer was short-sighted. While smoking, and other unhealthy behaviors, are clearly the major contributors to early disease and death in our country and our region, there are factors that lead people to smoke, to be less active and even factors that lead to substance abuse.

We know people with lower levels of education and less economic opportunities are more likely to smoke, less likely to eat healthy diets and more likely to engage in less physical activity. With that in mind, a few years ago, I changed my answer to suggest the most important thing we could do to improve health in the region is improve educational achievement and enhance economic opportunity.

These two factors, of course, go hand-in-hand.

To get a better job, people often need more education. It takes a robust tax base — which results from a strong economy — to support the types of programs schools need to help students succeed. We know that when they occur together — more educational achievement AND more economic opportunities — people’s health and well-being improve. Importantly, we know communities with greater educational achievement and higher income typically have lower smoking rates, lower obesity rates and more physical activity. They are, in short, healthier.

So many of the challenges facing our region persist from one generation to another. A child’s educational achievement often reflects the parents’ level of education. A child born into a poor family is very likely to remain poor for his or her entire life. Parental smoking is one of the factors that predicts a young adult’s decision to start smoking — and the list goes on-and-on.

The inter-generational cycles of poor health, poverty and lack of education are pervasive and well-documented. With this fact in mind, I have come to believe the most important thing we can do to improve health in the region is launch a concerted regional effort to disrupt the inter-generational cycles that limit the lifetime opportunities of so many children in our region.

With the merging of our region’s health systems, and the desire by both states to assure this merger has a long-lasting impact on the health status of the region, we have a remarkable opportunity to truly impact health in the region.

If we pool all of our regional efforts, and combine them with additional support from the states, the federal government as well as from regional and national foundations, and then apply a laser-like focus on disrupting the inter-generational cycles that significantly damage the children of our region, we have a unique and unprecedented opportunity to dramatically impact the health of this region.

This will require more focus on these issues than is currently anticipated. It will require the many community-service organizations in our region to work together on a small number of high impact priorities and it will require regional businesses to work together toward the common goal of giving every child in this region a better chance at a healthy and productive life.

If all of us work together to assure that, from the time a woman becomes pregnant to the time her child is ready to enter school, both of them have the knowledge, skills and opportunities to live the healthiest, most productive and most rewarding life possible, then we all benefit as our region becomes healthier, richer and more productive.

Source:

http://www.johnsoncitypress.com/Column/2018/04/01/No-1-thing-to-improve-the-region-s-health-Better-education.html

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No olvidar el fin de la Educación

por: Rosalía Nalleli Pérez Estrada

rosalia_na@hotmail.com

El hombre crea tecnología, religión, ciencia, mitos, artes, lenguaje, costumbres, la moral, formas de pensar y de hacer, simbolismos y significados dice Anibal León en su escrito titulado qué es la educación. Esta creación humana se genera para vivir mejor; para vivir en sociedad y en una convivencia sana. Sin embargo algo siempre falla y se cuela en el individualismo que inhibe el entendimiento; acunando a la intolerancia entre semejantes locales o internacionales. En esto, los modelos supremos son los grandes bloqueos impuestos a países vecinos, a la intransigencia en las fronteras, a las políticas lingüísticas o educativas que marcan siempre diferencias. Por otro lado, pareciera que el colectivo educativo minimiza la importancia de la interrelación y privilegia la individualización, a pesar de que se promueve el trabajo colaborativo, llegando a la pérdida total de la conciencia social, humana. Un ejemplo vulgar del individualismo se manifiesta en la imprudencia de un ebrio que maneja con los sentidos embotados y  daña a terceros inminentemente, al asesinato artero de dos mujeres que luchan por los derechos humanos, la mordaza que se impone a quien trabaja en los medios y no puede contar todo lo que ve o la desaparición forzada por intereses públicos o privados.

Al pensar en lo anterior, pareciera que la sociedad está destinada a seguirse reciclando pero en modalidades cada vez más deterioradas, por todos los errores cometidos en vida; cargando lastres de malas acciones que nos llevan a desperdiciar la vida y a arrastrar grilletes ante los cambios; miedosos siempre del cambio, de exigir los derechos, o de transitar confiando. La posible respuesta a este mal indudablemente recae en la educación, desde dos perspectivas básicas: formal e informal las cuales se complementan. Esta educación no surge con la reforma sino del compromiso y de la convicción de querer hacer las cosas para que todo mejore. Por supuesto, si hay una guía, un proceso determinado y una forma de evaluar los cambios, el seguimiento es mayor y el aseguramiento del método mejor. De lo contrario, se repite cual loro la receta, sin analizar los verdaderos ingredientes que nutren al ser humano. En  esa parte, la educación formal juega un papel preponderante: enseñar a trabajar con pasión, no importa lo que se haga en la vida: Concientizar al que aprende que respete las reglas, lo ajeno, las instrucciones, a la ley, la vida, los espacios, el tiempo y las ideas de los demás, así como su propia vida, no para volverse robot, sino para fomentar la convivencia sana. En la educación, los docentes ayudamos a desarrollar conocimientos pero tenemos la obligación inherente de concientizar al alumno de temas que difícilmente se abordan en casa o con los amigos. Esa es la pasión de la enseñanza, que aprendan nuestra ciencia pero que junto a nosotros den una mirada crítica a la vida, con ejemplificaciones concretas, neutrales; pero que les ayuden a atender las necesidades de terceros. En un escrito en la red, (S/A) se encuentra la siguiente definición de educación “La educación es el proceso que tiene como finalidad realizar en forma concomitante las potencialidades del individuo, y llevarlo a encontrarse con la realidad, para que en ella actúe conscientemente, con eficiencia y responsabilidad, con miras, en primer lugar, a la satisfacción y de necesidades y aspiraciones personales, y en segundo lugar, al desarrollo espiritual, de la criatura humana, adoptando para ello, la actitud menos directa, posible y enfatizando la vivencia, la reflexión, la creatividad, la cooperación y el respeto por el prójimo”. Esto es quizás algo que nos está faltando para cerrar el círculo. En el sistema educativo, todo mundo culpa a alguien, pero en esto sí, todos colaboramos para que este se vaya a pique.

http://www.redalyc.org/pdf/356/35603903.pdf

http://biblio3.url.edu.gt/Libros/didactica_general/1.pdf

Fuente del Artículo:

No olvidar el fin de la Educación

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