Page 1786 of 2493
1 1.784 1.785 1.786 1.787 1.788 2.493

El Curriculum no lo es todo

Por: María Victoria Peralta

En el presente Gobierno, son tres las principales iniciativas en el campo del curriculum impulsadas desde el Ministerio de Educación: las Bases Curriculares de 7° básico a 2° medio, la actualización de las Bases Curriculares de la Educación Parvularia, y las de 3ero y 4to medio, que fueron consultadas recientemente.

Siendo siempre importante revisar y actualizar el curriculum escolar, ya que los contextos, el conocimiento, las demandas y los mismos estudiantes van cambiando, todos quienes trabajamos en la disciplina del Curriculum tenemos un defecto habitualmente compartido: pensamos que este documento técnico por si solo va a cambiar el mundo, o al menos, el escolar. Ello en función a los grandes propósitos que esperamos que se favorezcan en la educación formal. Sin embargo, ello no es así.

En efecto, si se revisan algunos de los planteamientos principales de estos currículos oficiales nacionales, todos coinciden con la necesidad de favorecer una mayor vinculación con la realidad actual, desarrollar actitudes reflexivo-críticas, abordar los temas valóricos, ambientales y de ciudadanía, por nombrar algunos contenidos importantes desde educación parvularia a 4to medio. A la par, si analizamos las facilidades para posibilitar estos propósitos, en especial, las condiciones presupuestarias, de gestión, asesoramiento y dotación docente y/o auxiliar, observamos las grandes carencias que hay en el sistema para implementarlos.

Uno de los aspectos que más incide es el ratio o coeficiente adulto-niños; mientras los cursos desde 2do nivel de transición hacia arriba sigan siendo de 40 a 45 niños, no hay mayores posibilidades de interacciones de calidad entre educadores y estudiantes. Así, se fomenta el trabajo verticalista, poco constructivista y descontextualizado.

Por otra parte, está la necesaria alineación de los currículos nacionales con otros instrumentos técnicos que realiza el propio Ministerio o sus diversas instituciones vinculadas: C.P.E.I.P., Superintendencia de Educación, Agencia de Calidad, los que no siempre se suman o facilitan lo que plantean los primeros. Hacemos mención entre otros, a los Marcos de la Buena Enseñanza, los diversos instrumentos de evaluación y fiscalización existentes y en especial, a los mapas de progreso.

Analicemos este último caso a modo de ejemplo. Se definen como que: “describen la secuencia típica en que progresa el aprendizaje, en determinadas áreas o dominios que se consideran fundamentales en la formación de los estudiantes, en los distintos sectores curriculares” (Pág. 3 Mapas de Progreso Historia, Mineduc), frente a lo cual surge la pregunta: ¿hay realmente secuencias ‘típicas’ para pensar y aprender? La sicología constructivista y las neurociencias, nos enseñan que el aprendizaje es en espiral –no lineal- y que tiene diversas ‘entradas’, caminos o interconexiones y ‘salidas’ dependiendo de los niveles de desarrollo de los niños y niñas, de sus intereses y experiencias anteriores.

Esta tensión libertad-control, es la gran contradicción de nuestro sistema educacional. Los currículos nacionales por lo general, la otorgan; los Marcos, reglamentos, estándares de desempeño, mapas de progreso, instrumentos de evaluación homogéneos, tratan por otra parte, de controlar casi todo y así se acaba la escasa libertad del profesional de la educación y la adaptación a las diversas realidades contextuales de las comunidades educativas.

Aprendamos algo de las experiencias tan miradas del exterior: Finlandia no tiene nada de ello, sólo un curriculum nacional bastante abierto, una muy buena formación de docentes y mucha confianza en ellos, como lo señaló su Ministra de Educación cuando vino a Chile. Sobre esta base funcionan los Currículos Nacionales en cuanto a sus intenciones y florecen diversas formas de llevarlos a cabo atendiendo las diversas necesidades y características de las comunidades educativas, a lo que se deben sumar condiciones administrativas y de apoyo que las faciliten. Sin ello, los currículos son solo bonitas palabras, aunque nos duela.

Fuente: http://www.cronicadigital.cl/2017/04/22/maria-victoria-peralta-el-curriculum-no-lo-es-todo/

Comparte este contenido:

La Tierra y sus habitantes

Por: Carolina Vazquez Araya

Cerca del Día de la Tierra, incendios devastadores acabaron en Guatemala con grandes extensiones de bosques peteneros. La dimensión del problema tomó por sorpresa a un Estado mal equipado y poco eficaz, por lo cual nada pudo evitar la inmensa pérdida de vida en ese hermoso territorio. Los incendios forestales son muchas veces eventos naturales y propician el crecimiento de nuevos bosques, en un ciclo de vida ya programado por la naturaleza. Pero no siempre es así, muchos de ellos –como los recientes en El Petén- son provocados por manos criminales con motivos ajenos al interés nacional y arrasan bosques nativos llenos de vida silvestre y especies en peligro de extinción, solo para explotación agrícola o crianza de ganado en grandes extensiones de áreas protegidas.

El tema ambiental enfrenta un problema de imagen y comunicación. El hambre y la guerra, las enfermedades y otros males comunes hacen que, entre toda esa miseria, la defensa del medio ambiente parezca un asunto secundario, algo que puede esperar; una actividad para quienes no tienen nada mejor en qué ocupar su vida. Sin embargo, la Tierra -este hogar nuestro comprobadamente redondo- y todo lo que en ella sucede, tiene impacto de un extremo al otro. Los gases de efecto invernadero producidos por la industria china provocan inundaciones en la Amazonia, la deforestación de este territorio tiene efecto sobre el clima de Europa y así se cruzan y convergen hasta transformar bosques en páramos desiertos o destruir ciudades por la crecida de las mareas.

El tema de la degradación ambiental y el calentamiento global, en donde nos sumergimos a una velocidad creciente, no es un asunto secundario entre los temas de mayor impacto dentro de la política internacional. Todo lo contrario, representa un llamado de atención sobre el peligro de acabar con los pocos recursos de supervivencia disponibles para la humanidad, la cual aumenta en número experimentando a la vez un deterioro creciente de su calidad de vida. Los distintos ecosistemas comienzan a mostrar los efectos de una administración humana deficiente, codiciosa y agresiva contra la vida en los mares y en los continentes, al construir un sistema depredador cuya única finalidad es la acumulación de riqueza para un puñado de naciones industrializadas y sus compañías multinacionales.

En realidad, para reducir el impacto de la presencia humana en la destrucción del entorno natural y la ruptura del equilibrio ecológico, solo haría falta sensibilidad y educación, pero sobre todo políticas globales adecuadas a la realidad. A nivel local, las medidas represivas no son efectivas si las personas carecen de conocimiento y, por ende, de conciencia sobre la importancia de proteger a las especies, de reciclar lo reciclable, de amar su territorio al punto de conservar sus características naturales con el único propósito de hacer posible un estilo de vida amigable con el planeta.

Un proceso educativo indispensable para retomar el control de la protección ambiental debe acudir a las fuentes de la relación del ser humano con su entorno natural en las culturas antiguas. Esa fue una fuente permanente de sabiduría, un inacabable tratado de medicina, una rica veta de conocimientos que ayudaron a las comunidades a crecer y desarrollarse, muchas veces en paz y armonía. Las crisis ambientales de la actualidad podrían considerarse la consecuencia lógica de la ruptura de esa armonía con la naturaleza. El ser humano ha desafiado con su irracional arrogancia las leyes del universo y se empeña en la insensata tarea de destruir la fuente de su propio sustento.

Fuente: https://carolinavasquezaraya.com/2017/04/24/la-tierra-y-sus-habitantes/

Comparte este contenido:

Escuelas en México: La gestión territorial

Por: Gilberto Guevara Niebla

Una cuestión no abordada hasta ahora por ninguna reforma educativa mexicana es la organización territorial del sistema educativo. Es cierto que hablamos de la zona escolar como referencia espacial, pero ésta es en realidad una mera entelequia: el poder efectivo de la zona escolar es inexistente.

En otros países las escuelas se organizan a nivel local en entidades locales vigorosas. En Estados Unidos, por ejemplo, el sistema educativo se organiza en distritos escolares gobernados por Consejos Escolares (School Boards). Cada distrito escolar es una entidad independiente con un propósito especial.

Desde el punto de vista jurídico, el distrito escolar estadounidense es un gobierno local con poderes similares a los de un condado (county) o un pueblo (town) y, entre otras cosas, el distrito puede cobrar impuestos (para el sostenimiento de las escuelas) y, en ciertos casos, incluso, expropiar terrenos privados para fines públicos.

La fuerza del distrito escolar deriva en gran parte de sus finanzas y del hecho de que sus consejos se constituyen mediante elección directa de la ciudadanía. El consejo escolar también nombra a un Superintendente que se encarga de la implementación de políticas y de tomar las decisiones que se necesitan a diario. Usualmente el superintendente es un administrador público experimentado.

Este ordenamiento permite que las escuelas reciban apoyos, asistencia y protección de manera eficaz por una agencia cercana y fuerte. El distrito es una unidad poderosa de gestión; es la célula orgánica del sistema educativo estadounidense.

En México, en cambio, heredamos un sistema centralizado de gestión escolar que concentra las decisiones en el gobierno federal y en los gobiernos estatales. Eso es todo. No existe una organización con base local o municipal y, de hecho, los municipios (aunque cuentan con un regidor en educación) están desprovistos de todo protagonismo en la gestión del sistema educativo.

Esto es un reflejo, evidentemente, de la estructura del poder político. El resultado de nuestro esquema organizativo es lamentable porque las escuelas, en su funcionamiento diario, no cuentan con una estructuración local que permita la solución inmediata y eficaz de los problemas cotidianos. Por ejemplo, si la escuela tiene necesidad de un apoyo técnico-profesional (requiere de un médico, o un psicólogo, etc.) con frecuencia se ve obligada a solicitar la ayuda de una entidad central anónima y remota o a buscar soluciones fuera del sistema educativo.

Este vacío en la gestión escolar de México se explica —no se justifica— por razones histórico-políticas y por razones financieras. Erigir agencias locales como los citados distritos escolares, supone introducir cambios radicales en la estructura de poder del sistema educativo, afectar los intereses de las “fuerzas vivas” que actúan dentro del sistema y, al mismo tiempo supone realizar una inversión de recursos que el país no está en capacidad de afrontar.  ¿Pero, si no es hoy, cuándo?

Fuente: http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=5758:escuelas-en-mexico-la-gestion-territorial&Itemid=140

Comparte este contenido:

El negocio de la educación

Por: José Antonio Marina

Hemos entrado en la ‘sociedad del aprendizaje’, lo que ha hecho surgir una industria educativa global (‘Global Education Industry’). El cálculo del mercado educativo hecho por Merrill Lynch-Bank of America en 2014 era de 4,3 billones de dólares. Mucho dinero. La industria incluye muchos tipos de negocio: gestión directa de centros educativos, producción de materiales, enseñanza ‘online’, servicios de consultoría, ‘edu-marketing’, servicios de producción de test, evaluaciones, etc. Para conocer la situación actual, me parece imprescindible el estudio dirigido por Antoni Verger, de la Universidad Autónoma de Barcelona, gran experto en el tema (Verger, A., Lubiensky, C. y Steiner-Khamsi, G. ‘World Yearbook of Education 2016: The Global Education Industry’. Nueva York: Routledge). El hecho de que se mercantilice una parte de la educación despierta muchos recelos. Sobre todo en lo referente a la educación pública. Es un momento oportuno para tratar el tema que saldrá a relucir en los debates sobre el pacto educativo, ya que es uno de los asuntos de discordia permanente, como expusimos en los ‘Papeles para un pacto educativo’.

Existe un movimiento para favorecer la entrada de la iniciativa y el capital privados en los sistemas públicos de enseñanza. Se habla de un Global Education Reform Movement (GERM) (‘Global education ‘reform’ building resistance and solidarity’), caracterizado por la estandarización generalizada, el pago por resultados, la competición, la capacidad de elección, y la privatización. Grandes empresas están invirtiendo en la industria educativa. La mayor de ellas, Pearson, que vendió recientemente su participación en el ‘Financial Times’, por 1.183 millones de euros, y su participación en ‘The Economist’, por 658 millones de euros, para dedicar toda su potencia financiera al sector educativo. Las grandes compañías de informática —Microsoft, Apple, Cisco, Samsung, IBM, Google— están invirtiendo también fuertes sumas en educación.

Los contrarios a este enfoque consideran que gestionar la educación con criterios empresariales va en contra de la educación como bien público. Las raíces del GERM están en la política educativa de Margaret Thatcher. Uno de sus ministros de Educación, Keith Joseph, dividía la sociedad en “productores de riqueza” y “consumidores de riqueza”, y consideraba que la educación pública era “consumidora de riqueza” (‘wealth consumer’). La gran reforma en 1986, hecha por el ministro Kenneth Baker, trataba de introducir en la escuela los mecanismos fundamentales del mercado: libertad de elección y competencia. En principio, se trataba de mejorar la eficiencia en el empleo de recursos públicos, y de reducir la presencia del Estado. Es el modelo defendido por los políticos neoliberales.

La idea de educación pública como un sistema que debe regirse por reglas de eficiencia copiadas del mercado (libertad de elección y competición) quedó incluida dentro del movimiento de la Nueva Gestión Pública. En todo el mundo se extiende la idea de que el Estado absorbe una cantidad creciente de las rentas de una nación y es ineficiente y despilfarrador. La Nueva Gestión Pública pretende mejorar el sector público introduciendo sistemas de gestión empresarial. La escuela entraba dentro de este modelo.

Educación como supermercado

Esta política educativa cuenta con el apoyo de organismos económicos internacionales: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la OCDE, lo que ayudó a pensar en una conspiración capitalista en contra de la escuela pública, que siempre ha tenido como objetivo la igualdad y la cohesión social. Los defensores de la gestión estatal de la escuela pública consideran que el pensamiento neoliberal ha contaminado las políticas educativas, y que incluso gobiernos socialistas como el de Tony Blair consolidaron la idea de educación como un supermercado, abriendo paso a una serie de escuelas en competición: ‘religious schools’, ‘private schools’, ‘grammar schools’, ‘specialist schools’, ‘beacon schools’, ‘church schools’, ‘foundation schools’, ‘academies’, etc.

Para hacer más complejo el panorama, hay un gran movimiento, en el que participan el FMI, el BM, la OCDE, la Unesco, Unicef, que defiende la cooperación de las administraciones públicas con las organizaciones empresariales y con las organizaciones ‘non profit’ para mejorar las prestaciones educativas. Parten de la constatación de que muchos estados van a tener dificultades para dedicar a la educación la financiación necesaria y sería conveniente canalizar hacia la educación capital financiero, y también capital intelectual, investigador, organizativo. Eso ha producido el interés por las asociaciones público-privadas en educación (Internacional de la educación: ‘Asociaciones público-privadas en educación’. La Internacional de la educación es una federación sindical mundial que engloba a 30 millones de docentes). Este estudio analiza las variadas formas de cooperación.

Unas son contratos entre el Estado y organizaciones privadas; y otras, las llamadas Asociaciones de Actores Múltiples para la Educación (MSPE), en las que distintos agentes se unen para un proyecto educativo común. Los partidarios de la gestión estatal del sistema educativo piensan que la privatización de la enseñanza lleva inevitablemente a la segregación por razones económicas, y por lo tanto al fracaso de la función social del sistema. Además, al ser un negocio, consideran que las plusvalías que se llevan los empresarios detraen fondos de la educación. Los partidarios de la privatización argumentan que la gestión privada —no funcionarial— es más eficiente, que la libre competencia entre escuelas las exige mejorar continuamente, y que dejar al Estado la gestión de la educación es peligroso porque puede convertir la escuela en herramienta de adoctrinamiento.

En España, desde los gobiernos de Felipe González, hay un sistema de conciertos entre la escuela pública y escuelas privadas. La ley establece condiciones muy estrictas: la admisión de alumnos debe seguir la misma normativa que los centros de gestión pública, la enseñanza debe ser totalmente gratuita y las actividades, tanto docentes como extraescolares y de servicios, no podrán tener carácter lucrativo, y será necesaria la previa autorización de la administración educativa de las cantidades a percibir. Es posible que la laxitud de algunas administraciones haya permitido que la ley no se cumpla escrupulosamente, pero eso a mi juicio no invalida la ley.

Lo que conviene dejar claro es que la responsabilidad del Estado es proteger la calidad y equidad de la educación, favoreciendo la igualdad de oportunidades. Para conseguir este objetivo, hay que tener en cuenta que no basta la calidad de las escuelas, porque la procedencia socioeconómica de los alumnos tiene un peso enorme en los resultados educativos. Por eso, el sistema de educación básico debe esforzarse en compensar las diferencias iniciales. Eso implica que una buena educación va más allá de un buen conjunto de escuelas. Incluye el apoyo a las familias, la especial ayuda a las zonas educativamente deprimidas, los sistemas de apoyo a los alumnos con necesidades especiales, la cobertura educativa de todo el territorio, la coordinación con empresas para la formación profesional, el enlace con los municipios, el control de la calidad de la enseñanza, los criterios de capacitación del profesorado, etc.

Estas funciones deben ser realizadas por la Administración pública, garante de que se cumpla el derecho a una buen educación. El miedo a un Estado adoctrinador tiene que disminuir en un sistema democrático. Aun así, deben perfeccionarse las instituciones que defiendan la calidad y la equidad de la educación. El Consejo Escolar del Estado debería ampliar sus funciones, y respecto a los programas educativos, he defendido que debería haber un organismo independiente —con funciones semejantes a las que tiene el Banco de España respecto de las políticas monetarias— para estudiar y proponer los mejores currículos en cada momento.

Un plan de cinco puntos

Para cumplir sus obligaciones, el sistema educativo público debe atraer el máximo de energías financieras o intelectuales, siempre que esa ayuda exterior no sirva como pretexto para reducir los presupuestos de educación. Dentro de ese marco y cumpliendo estrictamente la ley de conciertos (igualdad en los criterios de admisión, gratuidad absoluta, y carácter no lucrativo de las actividades extraescolares), puede ser bueno para el funcionamiento de todo el sistema que la educación pública se desarrolle en centros de gestión estatal y centros de gestión privada. Para ello, los conciertos tienen que cumplir las siguientes condiciones:

1.– Que los centros que aspiran a un concierto aporten recursos personales y financieros al sistema público. Así lo hacen, por ejemplo, los centros privados que aportan sus instalaciones.

2.– Que aporten modelos educativos interesantes para el sistema público, y experiencias innovadoras que faciliten la pluralidad pedagógica de los centros.

3.– Que suplan la acción del Estado en zonas que no estén debidamente escolarizadas.

4.– Que actúen con transparencia total para permitir la comparación entre dos sistemas de gestión, lo que siempre es una experiencia interesante.

5.- Que favorezcan la libertad de elección de los padres.

Lo verdaderamente importante en el sistema educativo son nuestros alumnos. Todo aquello que facilite, mejore, amplíe, fortalezca su educación, en todos los niveles y en todas las dimensiones, debe ser acogido con alegría. Y, por supuesto, evaluado con todo rigor y objetividad.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2017-04-11/educacion-publico-privado-mercado_1364722/

Comparte este contenido:

12 años de autismo: Familia

Por: Daniel Comin

El autismo entra de forma total en mi vida hace 12 años, día arriba, día abajo. Y entra como en casi todas las vidas, así, de repente, sin avisar ni nada. Y ahí empieza una nueva historia de tu propia vida, es como si eres el protagonista de una película, y a mitad del rodaje, te cambian el guión, el director, el productor, ¡hasta la banda sonora!, pero tú sigues teniendo el mismo papel, el del presunto protagonista. Y digo “presunto” protagonista, porque sin darte cuenta, resulta que hay alguien que adquiere todo el protagonismo, pero el de tu propia vida.

Tener un hijo con autismo puede generar un alto nivel de exigencia a la familia.

Y francamente, al principio vas muy despistado. Aunque claro, cada uno asume ese cambio de una forma diferente. Algunos son rápidos, otros no tanto, algunos les cuesta mucho o muchísimo, y es que un cambio inesperado siempre puede generar respuestas inesperadas.

Y de golpe ves, como siendo tú una persona normal y corriente, te ves envuelto en una situación extraordinaria, y te obliga a comportarte como si fueras una persona extraordinaria, aunque realmente no lo seas. Pero bueno, son exigencias del guión.

En mi devenir personal se han dado mis propias y excepcionales circunstancias, no sé si serán mejores o peores, pero ante ese cambio de guión tan abrupto e inesperado uno intenta dar lo mejor de sí mismo. Y ahí ando, intentando ir superando el día a día del rodaje, haciendo lo que buenamente puedo, a veces me sale mejor, a veces me sale peor.

Y es que este tipo de experiencias vitales a veces parece que sean propias de una película, da igual el género, sea ésta romántica, comedia, suspense, terror, drama, ciencia ficción, acción y aventuras, …, o quizá un poco de todas a la vez, en una especie vida caleidoscópica.

Pero 12 años son mucho tiempo, te vuelves medio loco acumulando títulos de formaciones especializadas, sumando horas y experiencias, compartiendo, haciendo cosas muy bien y otras muy mal. Recibiendo alabanzas y críticas, aunque donde más aprendes es en los errores y en las críticas, que es lo que te lleva a la realidad, esa que es tan compleja y extensa.

Aterrizarse en la realidad es complicado, sobre todo porque hay tantas realidades como personas, y ahí es donde más aprendes y comprendes, porque si no eres capaz de comprender tantas diferencias, estás perdido. La visión de una familia recién llegada al autismo, hasta la visión de adultos con autismo, todo un camino largo y diverso, emocionante, pero también muy desgastante.

Ves también como la ley se convierte en papel florido pero con poca utilidad, salvo que te empeñes en hacerla cumplir, ahí las cosas cambian, pero es muy difícil conseguir que la gente (que son también tus compañeros de viaje vital) superen el miedo tremendo que da el ir a ejercer y exigir los derechos de nuestros hijos. Nada me ha resultado más doloroso en estos años que ver como, el miedo, ha echado hacia atrás a muchas familias. Y es que saber que si luchas ganas, y no luchar por miedo a represalias u otras lindezas, es algo que alimenta el miedo. Vencer el miedo ha de ser uno de nuestros mayores desafíos. Sin miedo podremos avanzar, quizá sea lento, pero es seguro.

No tengo una receta para eso, no sé como se vence el miedo, supongo que cada persona tendrá sus propias excusas y razonamientos para apoyar ese miedo, seguro son todas legítimas, pero debemos ser conscientes de que ese miedo va en contra de todos. Pero debemos tener cuidado con las justificaciones, porque en realidad las generamos solo para nosotros mismos, lo que se denomina vulgarmente como los “es que”. Es que no puedo por esto o por lo otro, es que no tengo dinero, es que no tengo tiempo, es que … Nada hay peor que tener que estar buscando justificaciones para intentar explicar nuestro comportamiento. En primer lugar, no tienes porqué dar explicaciones a nadie, salvo a ti mismo, y en segundo lugar, no te justifiques ante ti mismo, reflexiona, crea un mapa de tus debilidades y fortalezas, y trabaja a partir de ahí.

Sí sé que uno de los detonantes del miedo es también el desconocimiento, el no saber a qué tienen derecho nuestros hijos y/o cómo actuar adecuadamente, y a veces no podemos salir de ese desconocimiento porque estamos totalmente bloqueados.

Y si hay algo que he aprendido en estos años, es que otro factor relevante que se combina es la dificultad emocional, que se tiñe de: rabia, ira, indignación, frustración, depresión, ansiedad, decepción, envidia, …, y un largo etcétera de emociones negativas. Estas emociones negativas, todas ellas (de la primera a la última) totalmente lógicas, nos empujan al bloqueo y al miedo. Es cierto que las situaciones que vivimos nos llevan de forma inexorable hacia esos sentimientos, y no es fácil vencerlos, porque no lo es, pero para las personas normales no es fácil. Además acabas metido en ese estado emocional sin darte cuenta, es como el autismo, que llega sin avisar, pues las emociones negativas también. No hay culpables, solo realidades personales. Esas realidades no deben juzgarse, sino comprenderse. De la comprensión llega la solución.

Y cuando estás en esa especie de estado de alerta perpetua, acabas también con una conducta agresiva, a la que te rozan saltas. Es como si el mundo confabulase en tu contra, aunque en realidad no es así. El mundo no va en tu contra, el mundo es que es así de imperfecto, y como es imperfecto, debemos intentar cambiarlo, debemos ser proactivos, participar del cambio, forzarlo si es necesario.

Me he dado cuenta que muchas de esas conductas “agresivas” explotan también en redes sociales, que son un reflejo muy bueno de nuestra sociedad. Porque no es una agresividad física, es emocional, verbal, actitudinal, …, o como prefieran denominarlo. Y periódicamente hay explosiones de gran calibre, a veces ante cosas absurdas, a veces ante cosas graves. Pero la explosión es siempre de alta intensidad. Y ahí perdemos la razón, el norte, el sentido, el discurso, …, lo perdemos todo. Pero no nos damos cuenta, ya que estamos en un proceso muy complejo, esto lo sabe el que lo vive. Para los “otros”, sencillamente, estamos “mal de la cabeza”.

Pero no, no estamos mal de la cabeza, lo que estamos es muy quemados. Ahora bien, debemos empezar a considerar que si nos matamos para que nuestros hijos tengan la mejor atención del mundo, quizá, tengamos que esforzarnos en tener, nosotros también, el mejor apoyo del mundo. No somos máquinas, somos seres humanos, nos equivocamos, nos deprimimos, nos alegramos, nos lo que sea. Y debemos considerar que, mientras nuestra situación emocional nos gobierne y nuestra capacidad de raciocinio sea dirigida por emociones negativas, nos va a ser muy difícil poder crear una acción de grupo, ya que acabamos siempre tirándonos los trastos a la cabeza los unos a los otros.

Yo, personalmente, he pasado por esos procesos, recuerdo una vez, en un parque, estaba con mi hijo, él tenía una serie de conductas extrañas, y una señora, bastante desagradable por cierto, me preguntó qué le pasaba a mi hijo. No lo dijo en plan empático, quiero saber o algo por el estilo, no. Fue grosera, le daba miedo que mi hijo pudiera hacerle algo horrible al suyo. Le respondí: “Tiene autismo. Ella me dijo ¿Eso es contagioso? Yo le dije, no, el autismo no es contagioso, pero su estupidez sí, así que por favor váyase ahora mismo no sea que usted contagie a mi hijo”. No fui nada amable, lo dije con un tono agresivo, la señora se fue despavorida. Estuvo mal. Aunque en aquel momento sentí cierto placer, con tintes sádicos incluso, por haber asustado a esa persona. Casi me sentía orgulloso. Fui agresivo, grosero, maleducado, …, no estuvo bien. Además perdí la oportunidad de explicarle a esa mujer qué era el autismo. Posiblemente debió pensar que yo estaba mal de la cabeza. Ciertamente la señora no fue agradable, pero eso no me excusaba a mi para comportarme así, me convertí a mi mismo en lo que yo reprochaba de esa persona. Los juicios hacia los demás suelen ser un reflejo de lo que nosotros mismos somos. Condené a esa persona por ser grosera y nada empática y yo hice exactamente lo mismo, o peor.

Esta fue una de las situaciones en las que mis emociones negativas tomaron posesión de mi, no fue solo esa vez, fueron muchas más veces. No me siento nada orgulloso de las veces en las que me he comportado mal. Pero el pasado no se puede cambiar, aunque sí podemos cambiar el futuro.

Cuando a la mínima saltamos como un resorte, nos ponemos en modo defensivo, optamos por una actitud agresiva, ya que nos sentimos atacados (muchas veces con razón), y empezamos a perder.

Yo no puedo ir dando lecciones a nadie de como resolver nuestros estados emocionales, que bastante he tenido yo con los míos. Pero si puedo hablar sobre el cambio que tienes en la percepción de cuanto te rodea, de como puedes, en base a ese cambio emocional, enfrentar situaciones malas desde una perspectiva diferente. Muchas veces piensas dos veces lo que vas a decir, ¡y ojo!, si lo piensas tres veces, acabas callado en muchas ocasiones. Pasas del discurso vehemente al comentario reflexionado.

Luego está el reírse de uno mismo. Yo he hecho (y creo que hago) tantas tonterías y estupideces en mi vida que al final, en vez de sentirme mal por haber sido (y ser) tan tonto e incapaz, pues me río de mi mismo de forma sostenida, prefiero una sonrisa a un ceño fruncido. Me ayuda a resolver y analizar con más tranquilidad mis errores. Creo que debo tener un doctorado supra cum laude en meter la pata. Claro que quizá eso se deba a que hago muchas cosas, a veces alguna me sale bien y todo.

Pues eso de hacer muchas cosas, implica que te van a criticar. Y la crítica tiene algo muy positivo, incluso en críticas destructivas, es que te dan el punto de vista de otras personas. Y aprendes muchísimo de eso. No aprendes nada de quienes solo te aplauden, si acaso te alimentan el ego. Bueno, cuando te critican mucho también alimentan tu ego realmente, ya que mucha gente emplea su tiempo en hablar de ti. Pero ¡ojo a esa búsqueda perpetua del engorde del ego!, te llevará a posturas mesiánicas, equivocadas, a perseguir un protagonismo que seguramente ni mereces. Y cuando caes ahí, pierdes la visión de la realidad, y construyes una especie de mundo paralelo e irreal. Ni es bueno lo uno ni lo otro. Debemos entender que estamos en un aprendizaje constante.

Entre posturas depresivas a narcisistas, no hay nada bueno. Ambas te llevan a vivir realidades alteradas. Y tenemos una tremenda responsabilidad. Debemos ser, sí o sí, personas normales que viven en circunstancias excepcionales.

Hace algún tiempo conocí a una familia, cuya hija tenía una grave enfermedad, tenía convulsiones epilépticas continuadas, un tipo de epilepsia resistente a tratamientos, muy grave. Esa niña apenas tenía una hora al día de cierta estabilidad. En esa hora diaria a sus padres se les iluminaba el rostro de felicidad, doy fe, ya que tuve la suerte de coincidir en ese momento. Ambos sabían que su hija iba a morir, cosa que tristemente sucedió. Sin embargo me dijeron, que esa hora compensaba las otras 23. Que si en esa hora no eran capaces de demostrar a su hija su amor y su felicidad es porque fallaban como padres. En aquel momento atravesaba yo una etapa de malhumor crónico. Se me fue de golpe. No puedo ponerme en la piel de esa madre y ese padre, yo no vivía esa tensión permanente, no vivía con una espada de Damocles sobre mi cabeza. Pero sí entendí que la vida se disfruta a cada instante, sea ese instante bueno o malo. Que lo que pasó, pasó, pero hay que vivir con intensidad lo que está pasando ahora.

Y por eso, debes decidir cómo quieres vivir cada momento, si bajo una especie de malhumor crónico, o con serenidad y realismo, tampoco se trata de convertirse en un ser con felicidad permanente (ya que eso es también vivir una realidad paralela), ya que la vida debe ser un poco de todo. No tengo la fórmula que resuelve nuestros estados emocionales, aunque si sé qué provocan, y sí puedo advertir que muchas familias pasaron, están pasando o pasarán por esos momentos difíciles. Te das cuenta cuando a la mínima saltas, cuando cualquier cosa que en otra circunstancia te habría parecido absurda, hoy te hace explotar. Te das cuenta cuando te quieres comer a alguien porque piensas que mira mal a tu hijo, o porque hizo un comentario (movido por su ignorancia en la mayoría de las ocasiones) que era ofensivo para ti, etcétera, te descubres a ti mismo en una especie de estrés del guardaespaldas. Que ojo, o vas con una espada o hacha en la mano, o peor, estás tan hundido que todo parece superarte, que sería el otro efecto negativo. Quizá cuando vas en modo Terminator te crees sentirte más vivo, y piensas que lo estás dando todo. Ojo, aquí entran en juego las expectativas, he hablado bastante de ellas.

En su día aborde el cambio de expectativas en el autismo, que es un tema bien complejo, pero que también nos afecta a nosotros, esas expectativas sobre nosotros mismos, donde a veces no somos capaces de cumplirlas, nuestro hijo se convierte en una especie de termómetro de nuestra calidad como progenitores. Si el niño avanza como un tiro, somos fantásticos, pero si no es así somos incapaces (o el epíteto que prefiera cada cual). Hay una presión tremenda que generamos nosotros y alimenta el entorno. Obviamente nos tenemos que dejar a piel, esto no tiene discusión. Pero claro, también debemos saber modular adecuadamente. Cuando tu hijo o hija tiene grandes necesidades de apoyo, todo es bien complejo, difícil y agotador. Cuando tiene pocas necesidades de apoyo, todo parece ser más fácil y menos cansado. Pero en ambas posturas, el esfuerzo ha de ser siempre el máximo, pero no debes dejar que el esfuerzo te mate.

Ahora bien, ¿qué pasa cuando no se dan los requerimientos mínimos? Por ejemplo: Dinero, cercanía a profesionales, capacidad personal, tiempo, apoyo familiar, apoyo laboral, …, porque cuando las cosas se ponen difíciles uno no está como para discursos sobre la felicidad absoluta, el amor incondicional, la fortaleza de espíritu, y todas esas frases preciosas. Si apenas duermes, si estas agotado, si no te alcanza el dinero, …, solo te falta que te vengan con el rollo de que si tu mejoras todo será mejor. Porque claro, te hace sentir culpable. Es como si te dicen: todo te va mal porque estas “deprimido, furioso, indignado, iracundo, bloqueado, …” ¡Ya, lo que te faltaba que te vengan a decir!

Pues lo dije previamente, yo no tengo soluciones para todos, pero sí sé, que a pesar de estar en situaciones difíciles, nuestra capacidad de superación es casi igual que la de nuestros hijos. Somos personas normales en situaciones excepcionales, que al final, acabaremos actuando todos como personas excepcionales. Pero lo primero es creernos que podemos, tener fe en nosotros mismos, tener fe en que somos capaces, aunque sea con ayuda, no importa. Pedir ayuda es un signo de fortaleza.

Y es que en estos 12 años, he visto muchas familias que, incluso en situaciones vitales tremendamente difíciles, llevaron a cabo ese cambio de actitud, de forma de enfrentar la vida. Siguen sin tener dinero, sin tener condiciones laborales adecuadas, siguen teniendo que pelear por todo a diario, siguen con poco acceso a buenos profesionales, etc, etc. Es decir, que están igual que antes. Lo único que cambia es su forma de actuar hacia sí mismos. Es cambio interior, significó una liberación de los aspectos negativos interiores, que no de los del entorno. No confundamos. Pero si les ayudó a enfrentar el día a día de una forma mejor.

Cuando debes afrontar la vida desde un cambio brutal de lo que tú pensabas que iba a ser tu vida, no debes -por tanto- buscar culpas en tu interior, no pasa nada si te sientes totalmente fundido o quemado. Pero sí debes ser consciente de tu situación, de como te sientes como persona, de cómo tus esperanzas pueden fluctuar tremendamente. Debes reacomodar todo, realmente no te queda más remedio. Y sobre todo, debes intentar liberar tus emociones negativas.

Nunca pienses que ya aprendiste todo, nunca pienses que llegaste a tu tope, nunca pienses que algo es imposible, nunca pienses que no puedes lograrlo. No importa si te cuesta mucho aprender algo, no importa si te sientes incapaz de resolver determinadas situaciones, no importa si sientes que el mundo no está adecuado a las necesidades de todo. No importa. Tienes derecho a pensar y sentir emociones negativas, pero debes aprender a usar esas emociones negativas como forma de superación. La tristeza es la otra cara de la felicidad, solo debes recordar, que cuando estés triste, o deprimido, o cualquier otra emoción negativa, recuerda que estás viviendo una situación excepcional, y que también puedes comportarte de forma excepcional.

Y sobre todo, cuando juzgues a alguien, luego reflexiona sobre ese juicio, busca en tu interior esos sentimientos que te llevaron a enjuiciar a otras personas, posiblemente encontrarás casi todas las respuestas hablando contigo mismo. Y nunca, nunca, te compares con nadie, ni quieras parecerte a nadie, ni quieras ser como otras personas a las que -aparentemente- todo les va mejor.

Vivimos en una sociedad muy desigual, poco equitativa, muy egoísta, y donde hay mucha solidaridad, pero de sillón. Esto no es novedad, pero también hemos de partir de la premisa que la gente es -en su gran mayoría- buena gente, pero a veces debemos darles la oportunidad de ejercer de buena gente, si nos comportamos en la forma que que yo mismo hice con la señora del parque, pues alentamos posturas inadecuadas. Sé que decirlo es muy fácil, hacerlo no tanto, sobre todo cuando tienes que pasar por situaciones complicadas, cuando estás en una situación donde ves como se menosprecia a tu hijo, se le considera inferior, cuando son los otros los que le juzgan a él y por extensión a ti. Pues lo normal es que tu indignación se dispare, y de ahí a ponerte en una postura agresiva hay un paso.

¿Debemos ser el Dalai Lama? Pues tampoco, no es cuestión de que a pesar de los pesares nos pasemos el día repartiendo flores, paz y amor, y además pongamos la otra mejilla. Sí debemos tener firmeza y determinación a la hora de exponer nuestra realidad, nuestras necesidades, nuestros derechos, pero -y en la medida de lo posible- intentar llevar a cabo esta acción con serenidad, la que debe estar alimentada por nuestras convicciones, por nuestro amor, y no por nuestra parte negativa.

He visto como en muchas ocasiones, una postura serena, firme y decidida, consigue mucho más que las posturas basadas en la conducta negativa, o quizá más viscerales o emocionales. No es cuestión de ser seres que alcanzaron al iluminación y que flotamos, no, es cuestión de determinación. De saber gestionar nuestras emociones negativas a nuestro favor. Si algo nos hace sentir mal, es porque ese algo es malo, y si es malo, habrá que cambiarlo. Por tanto, esos sentimientos negativos son lícitos y son lógicos, y además nos sirven para identificar lo malo. Aprender a usar nuestros sentimientos negativos como una vía de conocimiento personal es bien complejo, pero también nos ayudará incluso a entender mejor a nuestros propios hijos.

Es un camino difícil, complejo, y largo, pero no es imposible. Y no lo es, porque en el camino nos convertimos en personas excepcionales. Aprendemos a ser más comprensivos, a ser mucho más fuertes de lo que pensábamos que podíamos ser, a ser más tenaces y pacientes, y todo eso se genera por un sentimiento hermoso y positivo, que es el amor hacia nuestros hijos. Usemos la gran potencia que nos da ese amor para usarlo como una energía que nunca se agota, pero desde la visión más serena que seamos capaces.

Y si en algún momento tus fuerzas flaquean, te sientes más débil, o ves que la situación te ha superado, pregúntale a tu hijo si él cree que tú puedes. Y recuerda, quien no comprende una corta mirada, jamás entenderá una larga explicación. En la mirada de tu hijo siempre encontrarás la fuerza que necesitas.

Fuente: https://autismodiario.org/2017/04/13/12-anos-autismo-familia/

Comparte este contenido:

Escuelas de Segunda Oportunidad: un modelo consolidado para recuperar a los jóvenes del fracaso escolar

Por: Pau Rodriguez

  • Escuelas como El Llindar (Cornellà) hace años que trabajan con jóvenes ‘expulsados’ del sistema escolar y los ayudan a retomar las ganas de estudiar.
  • Estos centros se agruparon hace un año en la asociación Escuelas Españolas de Segunda Oportunidad, que ya cuenta con 22 integrantes.

Que uno de cada cinco jóvenes españoles (20%) haya abandonado los estudios –porcentaje sin parangón en Europa, con una media del 11%– no es casual. Muchos de ellos acumulan años de suspensos y frustración en escuelas e institutos. Y entre los que consiguen el título de la ESO, algunos terminan perdiéndose en itinerarios de formación donde no cuentan con nadie que los oriente y los acompañe. Que les pregunte qué necesitan. Así se expresan los jóvenes que tienen la suerte de ir a parar en alguna Escuela de Segunda Oportunidad (E2O), centros de acceso gratuito que trabajan para hacerles recuperar las ganas de aprender y ofrecerles, de manera casi personalizada, propuestas de formación profesional.

Estos centros, que en su mayoría son fundaciones, se agruparon hace un año en la asociación Escuelas Españolas de Segunda Oportunidad.   Empezaron seis y ahora ya son 22 . «Trabajamos con los jóvenes uno a uno, intentando responder a lo que necesitan, con el objetivo de que retomen las ganas de formarse y vuelvan a entrar en el sistema», expone José María Usón, director de la asociación y de uno de estos centros, de la Fundación Federico Ozanam de Zaragoza.

Crecidas en los márgenes del sistema educativo reglado en toda España, estas escuelas están atrayendo ahora la atención de las administraciones catalanas. El anuncio de Barcelona de poner en marcha centros de este perfil , conversaciones avanzadas con las consejerías de Educación y de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, y el apoyo de la diputación de Barcelona son formas cada vez más claras de reconocimiento al éxito de un modelo que ha sabido lidiar con el siempre temido fracaso escolar.

«Ellos tienen que reaprender a ser alumnos, volver a tolerar el aprendizaje, y después nosotros hacemos lo necesario para facilitarles los itinerarios formativos», explica Begoña Gasch, directora de El Llindar  (Cornellà), que con 400 alumnos y trece años de experiencia ha sido uno de los centros que más ha hecho para proyectar la labor de las escuelas de segunda oportunidad en Catalunya.

Begonya Gasch, al fondo, explica el modelo de su centro / © Sandra Lázaro
Begonya Gasch, al fondo, explica el modelo de su centro / © Sandra Lázaro

«No aguantaba las seis horas en el instituto, me agobiaba toda la teoría», reconoce Bilal, un adolescente de 15 años que se rebotaba ante los profesores y al que expulsaban a menudo. «Aquí estoy mejor, empecé haciendo menos horas para estar tranquilo, y me escuchan más», valora.

En El Llindar, Bilal intenta aprobar la ESO en unas condiciones más flexibles, con menos horas, alternancia los talleres prácticos con las tradicionales asignaturas, y un tutor que comparte con sólo diez compañeros. «El año que viene voy a intentar hacer una formación profesional de mecanizado», explica ante una comitiva de profesionales de otras escuelas de segunda oportunidad que han venido esta semana a conocer El Llindar y a participar, este miércoles, en un seminario sobre este tema en el Palau Macaya de Barcelona.

Un modelo que nace en Francia

Entre los visitantes se cuentan educadores de cuatro centros de Francia, el país que dio a luz, en 1995, a este modelo de escuelas para recuperar a estudiantes que han abandonado y que no encuentran trabajo. Los que ahora cargarían con la etiqueta  ni-nis. Lo cuenta Marc Martin, director de la École de la Deuxièmme Chance de Tolouse y presidente de la asociación que agrupa los 110 centros que hay en todo el país. «Estos jóvenes son los expulsados del sistema; para ellos, aprender es sinónimo de fracaso y humillación», expone, y subraya que para reconducirlos hacia la formación hace falta algo más que una buena oferta de FP o de cursos de competencias técnicas.

«Lo primero que hacemos nosotros es intentar definir cuál es el proyecto personal de cada joven, y para ello hay que evaluar sus competencias, sus obstáculos sociales, y evidentemente preguntarles qué quieren hacer», describe Martin. A eso se dedican los primeros meses.

Es una labor educativa que se acerca a la «artesanía», acompaña Gasch. En El Llindar, los educadores destinan de media 2,5 horas a la semana a reunirse para reflexionar sobre sus métodos y el progreso de sus alumnos (coordinaciones y claustros aparte).

Itinerarios personalizados

La personalización de los itinerarios es la principal obsesión de las escuelas de segunda oportunidad, que se han convertido algunas de ellas en auténticas ingenieras de la formación postobligatoria. En el caso de El Llindar, ya sea con acuerdos con empresas o mediante ayudas públicas, ha conseguido una oferta que abarca hasta siete ámbitos laborales –comercio, jardinería, restauración o multimedia– y cubre desde el final de la ESO, adaptada para los que lo necesitan, hasta la formación profesional especializada, pasando por cursos de Formación Profesional Inicial (FPI), el nombre que en Catalunya se le da a la FP Básica.

Lo más importante para ellos es que todos estos itinerarios se pueden hacer bajo un mismo techo, el de El Llindar, con los mismos tutores y las mismas caras conocidas, a diferencia del universo fragmentado de cursos y centros que suele ser el mundo de los estudios post obligatorios. Es por ello que este centro de Cornellà ha cerrado acuerdos con empresas como Cebado para la formación de peluquería o con Tragaluz para la restauración. «Las alianzas con empresas son fundamentales para nosotros», dice Gasch, que defiende un modelo de formación dual donde los jóvenes pueden aprender mientras trabajan.

Una alumna de El Llindar, en el taller de carpintería. / © Sandra Lázaro
Una alumna de El Llindar, en el taller de carpintería. / © Sandra Lázaro

En Francia, las escuelas de segunda oportunidad son de titularidad municipal o regional, pero están gestionadas en su mayoría por entidades sociales. Como si fuera un concierto educativo. En España, las iniciativas que hay, privadas todas, consiguen la financiación ya sea a través de subvenciones públicas o con ayudas de empresas privadas. Pero este es un camino que desgasta. De hecho, uno de los motivos de la constitución de la asociación Escuelas Españolas de Segunda Oportunidad es pedir que las ayudas se adapten a sus necesidades. «A menudo se da el caso de que las subvenciones van de septiembre a junio, o que tienen como finalidad cursos concretos, cuando nosotros nos movemos por otros parámetros», afirma Usón.

Hasta ahora, todas estas escuelas se habían buscado la vida por su parte. Algunas, como la de Usón, o como El Llindar, durante décadas. Con la constitución de la asociación, lo que quieren también es hacer reconocer todas las escuelas de segunda oportunidad que hay y certificarlas. Es por ello que han desarrollado toda una serie de criterios y principios que comparten. Entre ellos, promover la orientación, la formación integral de la persona y la colaboración con las empresas.

El paso por estos centros puede ser crucial para muchos de los jóvenes que ponen rostro al 20% del abandono escolar. Uno de ellos podría ser Ari, que con toda serenidad cuenta que unos «problemas psicológicos» que tuvo el año pasado la abocaron al choque con sus profesores en el instituto. «No hacía nada en clase, a veces me rebotaba y me reñían a menudo», recuerda. Desde que la trasladaron, asegura estar «mucho mejor». En la difícil encrucijada que suele ser la adolescencia para algunos, Ari tuvo la suerte de encontrarse con El Llindar.

Fuente: http://www.eldiario.es/catalunya/educacion/Escuelas-Segunda-Oportunidad-consolidado-recuperar_0_636937322.html

Comparte este contenido:

¿Cómo lograr que nuestros niños sean activistas por el medio ambiente?

Por: Ecoportal

Estos pequeños pasos harán una gran diferencia y aydarán a que las futuras generaciones sean mucho más amables con el planeta de lo que hemos sido nosotros.

La consciencia ambiental no sólo es cosa de los adultos, cada día es más importante desarrollar el respeto hacia la naturaleza en los niños. Una forma muy sencilla de involucrarlos es añadirles actividades relacionadas al cuidado del medio ambiente en su rutina y así, de forma natural, se les desarrollarán hábitos para el cuidado de la naturaleza y el Planeta.

Más allá del cuidado y respeto de los árboles y animales, que es importante, hay otras acciones que también se les debe de inculcar para tener un planeta sano y un mejor futuro para todos.

Es por ello que la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) precisó un decálogo para que los niños pongan en práctica y puedan contribuir en la protección del medio ambiente:

1- Reciclar es un juego muy divertido cuando deseas colocar cada cosa en el cubo del color adecuado. Existen contenedores diferentes para cada tipo de basura y separar los residuos puede ser muy entretenido para los niños.

2- El agua es un bien escaso. Cuando se laven los dientes después de comer o las manos antes de cada comida, no deben olvidar cerrar el grifo. El mundo les agradecerá ahorrar agua.

3- No hay que tirar desechos al suelo. Si van de paseo por la calle y no ven ningún contenedor guarden en el bolsillo lo que quieran tirar para después desecharlo en casa, en el cubo del color que le corresponde.

4- Apaga la luz de la habitación (cuarto, cocina, salón, etc.) cada vez que salgas.

5- Como los recursos son limitados, enséñale a compartir juguetes y su material escolar con otros niños. Cuando no los use más, dónenlos a otros niños.

6- Cuando quiera dibujar, aprovechen la parte trasera de una hoja ya usado, así estarán reutilizando papel.

7- Las plantas son seres vivos, por tanto no hay que pisarlas ni arrancarlas y hay que regarlas a diario. Ellas dependen del cuidado humano.

8- Las mascotas son animales de compañía que pueden estar a su cuidado bajo tu asesoría. Por ello tienen que darles de comer, de beber, llevarlas al veterinario frecuentemente y no solo cuando se enferman; jugar con ellas, sacarles a pasear para que vayan al baño, darles cariño… Y sobre todo, no hacerles cosas que les puedan molestar, doler o hacer sufrir.

9- Las cosas que hay en la calle, como bancas, faroles, letreros, jardineras, son de todos y no hay que dañarlas, romperlas o ensuciarlas.

10- Hay que cuidar y respetar el medio ambiente, pero también hay que respetar y cuidar a las personas que te rodean.

Estos pequeños pasos harán una gran diferencia y aydarán a que las futuras generaciones sean mucho más amables con el planeta de lo que hemos sido nosotros. No lo dejes pasar, e involucra a tus pequeños, hijos, sobrinos y primos.

COLABORACIÓN DE EARTHGONOMIC MÉXICO, A.C. Nuestra misión es fomentar el desarrollo de la sociedad en armonía con el entorno natural y el respeto a los seres vivos. Para más in información visita: www.earthgonomic.org @Earthgonomic y /Earthgonomic.

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Educacion-Ambiental/Como-lograr-que-nuestros-ninos-sean-activistas-por-el-medio-ambiente

Comparte este contenido:
Page 1786 of 2493
1 1.784 1.785 1.786 1.787 1.788 2.493