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La soledad del PRAE

01 de marzo de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Mauricio Mora Rodríguez

Un recordatorio para la comunidad educativa sobre el proyecto ecológico que se ha dejado a un lado y que además, no se ha potenciado como se debería hacerlo. 

Por estos días, época de proyecciones, modificaciones y planeaciones, vale la pena preguntarse por  un proyecto transversal que debería tener más importancia: el PRAE. Vital para construir el puente tan necesario entre la escuela y la comunidad y que, potenciando la investigación y el trabajo colaborativo, procura crear conciencia sobre el impacto que los seres humanos tenemos con nuestras acciones sobre el medio ambiente.

No obstante su importancia, es un proyecto subvalorado en las más veces, diluido en medio de la cantidad de capacitaciones y actividades que desarrollamos, la soledad de la mayoría de los PRAE(s) es atribuible al desconocimiento real acerca de lo que es el medio ambiente y sus interacciones sociales y culturales  por parte de todos los miembros de la comunidad educativa, lo cual no permite que haya una apropiación real ni que podamos implementar la siempre bien ponderada y casi impronunciable interdisciplinariedad.

Las debilidades en la planeación y ejecución de los PRAE(s) son varias, pero según la Mg Ángela Cortés, una de los más comunes es limitarse al activismo: se ejecutan actividades básicas como programar jornadas de aseo o instalar canecas de reciclaje, pero se ha dejado de lado la parte conceptual y contextual; sería importante encontrar los problemas ambientales del entorno, estudiarlos a fondo y realizar ahí sí las acciones tendientes a la resolución o mitigación de estos problemas, de esta manera el efecto sobre la comunidad sería más importante.

Una cosa que debe tener presente toda la comunidad educativa con respecto al PRAE, es que no genera dividendos económicos, a veces se piensa que el reciclaje de los residuos sólidos u otras actividades del programa tienen un fin de lucro, y no es así, sin embargo una planeación y una ejecución correcta del proyecto ambiental redunda en cosas como el ahorro de energía y agua en las instituciones educativas, una reducción en el consumo de, por ejemplo, envases Pet y paquetes (que además mejora la nutrición de los estudiantes), y finalmente, en el mejoramiento de la calidad de vida de todos los miembros de la comunidad educativa. Por eso es importante rescatar la conciencia ambiental de las páginas muertas del proyecto y de los anuncios estériles de echar el papelito a la caneca, para sentarse a analizar las problemáticas ambientales y contribuir así con un planeta que pide a gritos conciencia de todos sus habitantes.

Adenda: Quedó un mal sabor con las reiteradas denuncias de fraude en el concurso de ingreso docente, pero además con la ligera conclusión de que no había pasado nada, basada, supongo en una investigación exprés de 24 horas, no es la primera vez que pasa y no puede ser que la prueba escrita pierda el único atributo que tenía: la objetividad.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-soledad-del-prae

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La huella del general Santander en la universidad pública

Por: Ignacio Mantilla

Como algunos de los lectores sabrán, la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, celebra este año el aniversario 150 de su fundación.  Queremos que su sesquicentenario sea la oportunidad para que la institución deje de ser “uno de los secretos mejor guardados del país” y que toda la sociedad, a la que le debe su existencia, pueda conocer mejor esta extraordinaria universidad. Y quiero precisamente aprovechar este espacio para compartir, durante algunas semanas, los avatares históricos del alma mater, de sus facultades y áreas del conocimiento.

A finales de 1830, mientras el general Francisco de Paula Santander vivía en el exilio, ocurrió un afortunado encuentro entre nuestro hombre de las leyes y el barón Wilhelm von Humboldt, por aquel entonces reputado ex director de Educación de Alemania. Su charla amable fue breve pero familiar, dado que Santander había trabado amistad cercana con su hermano menor, el científico y expedicionario Alexander von Humboldt.

Este crucial contacto le permitió a Santander dar el primer paso para acercarse a las ideas renovadoras sobre educación que Wilhelm von Humboldt había implantado con éxito en su famosa reforma educativa de 1808 en Alemania. El general visitó asiduamente al intelectual alemán durante varios días. En estos encuentros y en su visita a la Universidad de Berlín, sugerida por Humboldt, Santander conoció ese novedoso modelo universitario, contrapuesto al modelo francés que se había adoptado en un buen número de universidades europeas.

Con nuevas fuerzas y muchas ideas, el general regresó a su patria, investido como presidente de la Nueva Granada, el 7 de octubre de 1832. Una de sus principales metas como presidente, y tal vez la que más le preocupó, fue mejorar la educación (y ojalá fuese así para todos los mandatarios). Para lograrlo, el general Santander reformó el sistema de Instrucción Pública del Estado, que paradójicamente intervino el Plan Educativo expresado en la Ley del 28 de marzo de 1826 y el Decreto del 3 de octubre del mismo año, ambos impulsados por el propio Santander a su paso por la Vicepresidencia de la Gran Colombia.

La ley que organizó la Instrucción Pública en 1826, como lo he mencionado en una columna anterior, significó un avance fundamental, pues eliminó el dominio religioso de la educación y dio ese poder al Estado. También extendió la educación a las regiones con la creación de centros de enseñanza de todos los niveles, entre otros, la Universidad Central de Bogotá (antecedente de nuestra actual Universidad Nacional de Colombia), la Universidad Central de Quito y la Central de Caracas. Desde la reforma educativa del 26 Santander fue un ferviente impulsor de la enseñanza del inglés y el francés y un convencido absoluto de los beneficios de la educación superior pública, pues defendía la idea de que el ejercicio de la ciudadanía, el desarrollo de la República y, en general, la felicidad de los pueblos solo podía alcanzarse y afianzarse con una educación pública integral en todos sus niveles.

Sin embargo, como presidente, trabajó por más de dos años redactando y discutiendo un nuevo código de Instrucción Pública que fue presentado al Congreso en 1834. En este proyecto Santander expresó su más avanzado pensamiento sobre la educación. Estaba convencido de que las universidades debían tener autonomía y no solamente pretendía hacer de éstas centros con tendencia científica e investigativa, sino que, liderada por ellas, la educación debía convertirse en un poder más del Estado. Según esta concepción, la educación en las universidades, como servicio o como deber social, se ejercía con autonomía en todos los órdenes, desde la cátedra, pasando por la selección de profesores y empleados hasta las decisiones del gasto de los recursos entregados por el Gobierno. Este revolucionario ideal universitario pretendía que el dominio del Estado, que se había vuelto asfixiante y definía hasta los textos de enseñanza, se reemplazara por la confianza absoluta en la madurez intelectual de la universidad, pero bajo la vigilancia del Gobierno, como correspondía a los establecimientos oficiales.

Pero a las ideas del general, en materia de educación, solo se les dio importancia en los inicios de la década de los 60 del siglo XIX, muchos años después de su muerte, cuando los liberares radicales empezaron a discutir una ley que organizaba la Universidad Central de los Estado Unidos de Colombia (así fue su denominación en los proyectos de ley discutidos). Finalmente, fue durante el Gobierno del presidente Santos Acosta, cuando el Congreso de la República aprobó la Ley 66 del 22 de septiembre de 1867, que dio vida a la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia.

Desde sus antecedentes en esa Universidad Central de Bogotá, encontramos la huella de Santander como el primer defensor de una institución pública y nacional de educación superior, con la concepción autónoma de la educación, formulada por Wilhelm von Humboldt y defendida por Santander.

La Universidad Nacional de Colombia tiene una gran deuda con Santander. En el sesquicentenario de nuestra fundación, queremos hacerle un homenaje difundiendo su legado entre nuestras jóvenes generaciones.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/la-huella-del-general-santander-en-la-universidad-publica-columna-683969

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Educación Vs. formación

01 de marzo de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Germán Pilonieta

Cuando se piensa en formación, los horizontes y las exigencias son muy diferentes de lo que se piensa en la educación escolarizante

No hace falta un cúmulo de investigaciones y estudios para saber que el sistema  de educación actual es un fracaso en todo sentido. Las evidencias que se suelen apreciar todos los días, muestran un sistema cansado y agotado que ya no produce los efectos que todos esperan con gran ilusión. La muerte de un niño por causa de los golpes de sus compañeros de colegio fue la gota que derramo el vaso. Ya es el signo más evidente de la enfermedad del sistema. De ahí para abajo los signos y evidencia en muchas de las escuelas, colegios, universidades  y comunidades, es de tal magnitud que seguir tapando el sol con un dedo, es simplemente la mayor de las demencias.

Pensando en formación

Muchas de las cosas del pasado aun son válidas, no se puede negar, pero afirmar que ese sistema educativo, basado en inercias y prácticas obsoletas con agentes formados en otro siglo que ya no existe, pueda hacer algo por las nuevas generaciones y lo peor de todo, legalizar y fortalecer tales enfoques y prácticas por medio de legislaciones coyunturales, y presiones sindicales, es del todo un despropósito que a todas luces ha puesto a la Nación en un grave peligro de inestabilidad  y de inseguridad creciente.

Ante este oscuro y bien deprimente panorama educativo, es preciso que las nuevas generaciones de docentes  y agentes educativos inteligentes, puedan convertirse en NUEVOS maestros formadores y que las acciones pertinentes de reflexión y acción, logren cambiar realmente las viejas estructuras educativas por otras, las formativas, que correspondan a las dinámicas del presente y del futuro.

Una de las oportunidades que se presentan en este horizonte cambiante, tiene que ver con la idea de estructurar la educación por ciclos (mal denominada, pues corresponde mas a un sistema en espiral que de ciclos), en donde si bien es cierto se hace referencia a una serie de cambios, el criterio mas importante es concebirla como un proceso. CICLO ES PROCESO.

La categoría que debe subyacer a este nuevo enfoque es el de OPORTUNIDAD EDUCATIVA, entendida esta como proceso formativo, en donde se logra evidentemente y con claridad, éxito real de logro de habilidades que aseguran y garantizan la secuencia de posibilidades formativas y que  su finalidad es la categoría axiológica de la  AUTONOMIA.

Cuando se piensa en formación, los horizontes y las exigencias son muy diferentes de lo que se piensa en la educación escolarizante. Así mismo son muy distintos conceptos tales como: aprendizaje, ciencia, conocimiento, pues para el futuro los conceptos que se necesitan son: ciencia modo dos, personalización, evaluación, habilidad, competencia etc… todo cambia cuando el contexto es otro y en este caso el contexto es el futuro  y el tipo de generación de niños y jóvenes.[1]

La posibilidad de un proceso de formación estructurado en ciclos ( que supera la concepción” vulgar” de la educación organizada en ciclos) transforma, no solo el concepto mismo de conocimiento, sino la manera de abordarlo, aprenderlo y sobre todo de convertirlo en algo útil. Se trata de entender la secuencia de  pasar del dato, a la información, al conocimiento y al saber. Pasar de las viejas concepciones de aulas, en donde el tiempo escolar es transformado en tiempo formativo y en donde de profesor se pasa a maestro formador. Es una transformación total y esto se puede lograr cuando se supera el viejo paradigma de la educación escolarizante por  el paradigma formativo.

Entre uno y otro existen una serie de consecuencias muy importantes que hacen ver este enfoque, el de la educación estructurada en ciclos, como una de las mejores alternativas, que sin ser la mas revolucionaria o de punta, si representa un paso interesante hacia la  transformación paradigmática.

Este nuevo enfoque, que para Bogotá es ya una política, necesita de entrada, una transformación de actitud en el antiguo docente para aprender  y pensar  y actuar de otra manera  muy  diferente. Sin este componente básico, no es posible que este enfoque se consolide. Son varias las exigencias que resultan  y son muchos los conocimientos de otro tipo, que se necesitan para abordar una política de tal magnitud. No es imposible, pero si es preciso que esto ocurra. De ahí la necesidad de que los  viejos profesores y docentes, entren en un serio y continuado proceso de formación, para que lleguen  a ser maestros formadores y para ello es preciso que vivan y experimenten los mismos procesos que van a desarrollar con sus futuros estudiantes a los cuales educan hoy  de manera tradicional.

El futuro de las transformaciones en educación esta pues, ceñida al cambio de paradigma que se centra ahora en la supracategoría FORMACIÓN, que necesariamente obliga a  los actuales profesores y demás agentes educativos a transformar sus creencias, sus visiones, sus conocimientos y obviamente sus actitudes y formas de hacer y ser profesional de futuro. Pero, y aquí viene lo complicado de este tipo de avances, la necesidad de contar con una legislación inteligente generada por funcionarios inteligentes y también con visión de futuro. Es mi concepto, y así lo puede afirmar la historia, si la educación no ha dado el salto hacia su pertinencia con visión de futuro, ha sido por el  tipo de legislación que se ha producido en cada coyuntura y en la forma como se han formado los docentes y profesores en las viejas y caducas facultades de educación.

[1] Hoy la generación Z, es la que existe y se contrasta o se enfrenta con generaciones anteriores ya bastantes caducas.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/educacion-vs-formacion

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Innovación y búsquedas

01 de marzo de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Ángela Escallón Emiliani

Nuestra apuesta por la innovación en la educación obedece a que la vemos como el ingrediente fundamental para atender a las vicisitudes que se presentan.

Italo Calvino, a mediados de los años 80’s, escribió un gran libro llamado «seis propuestas para el próximo mileno». Su inteligencia y su visión, le permitieron ver lo que hoy evidenciamos como una realidad: levedad, rapidez, exactitud, visibilidad, multiplicidad, consistencia.

Calvino veía venir los grandes cambios, que sumados a la inmediatez y a la genialidad, experimentamos a diario. Estos cambios a su vez evidencian nuevas necesidades para afrontar nuevos retos y la necesidad de pensar en formas novedosas de atender esta realidad de naturaleza cambiante.

El año pasado, en el Foro Educacion de Semana, el expositor Jon Kao, presentaba como cada época ha estado caracterizada por un gran hito: de la época de la agricultura a la industrial; de la época industrial a la época de la innovación. Palabra que ya es parte de nuestra cotidianidad, ilustrado de manera contundente por Kao al revelar que la palabra innovación ha sido consultada 2.65 billones de veces en el último año en el buscador de Google.

¿Qué nos dice esto en materia de educación? ¿Cuál es el rol de la innovación en un mundo cambiante de manera acelerada y de nuevas formas de aprender, desaprender y reaprender?

Aunque la palabra innovación generalmente nos lleva a pensar en tecnología, desde la Fundación Corona abarcamos el término desde una perspectiva mucho más holística entendiéndola como una manera de comprender realidades a través de caminos no tradicionales, de forma más eficaz, produciendo un cambio favorable en un determinado sistema.

Nuestra apuesta por la innovación en la educación obedece a que la vemos como el ingrediente fundamental para atender a las vicisitudes que se presentan. No se trata solo de pensar en soluciones u oportunidades nuevas, sino también en revolucionar, en darle un giro a lo que generalmente hemos venido haciendo en aras de lograr un mayor efecto, en trabajar de manera colectiva y colaborativa buscando soluciones de impacto colectivo.

Con el fin de obtener una transformación al interior de la educación, entendemos la innovación en la educación como un eje transversal en las dos líneas de nuestro trabajo: Educación Orientada a la Ciudadanía y Educación Orientada al Trabajo.

Un ejemplo de lo que hacemos frente a este tema, es nuestra alianza con Enseña por Colombia, una iniciativa que busca mejorar la calidad de la educación, llevando jóvenes graduados de las mejores universidades del país con las mejores calificaciones a enseñar por dos años como profesores de instituciones públicas en los lugares más alejados de Colombia. En esta experiencia se innova en la forma de atraer buen talento para la educación, en la forma de democratizar las oportunidades para todos, en la manera de hacer país y ofrecerle a las nuevas generaciones oportunidades concretar de ser parte del cambio que tanto buscamos y reclamamos y que en particular ellos experimentan como un desafío propio.

Se innova en la manera de ser, de hacer, de pensar, de actuar. Se innova generando la capacidad de análisis, de afrontar retos históricos. Necesitamos cambios contundentes en las formas de enseñar y aprender, así como también en repensar lo que enseñamos. Queremos una educación interesante, incluyente, pertinente y participativa donde estamos convencidos que la innovación será la única forma de lograr cambiar los esquemas ordinarios y darle un aire fresco al proceso educativo.

Los invitamos a pensar diferente, a escuchar lo que dicen los jóvenes, lo que quieren, lo que son capaces y lo que necesitan. Hagamos de la educación un ejercicio democrático, creativo, dinámico que responda a 2.65 billones de búsquedas.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/innovacion-y-busquedas

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El proceso de adopción y sus implicaciones en padres e hijos

01 de marzo de 2017 / Fuente: https://www.isep.es/

Por: Marbí Pereira

La adopción es otra manera de acceder a la maternidad/paternidad diferente a la biológica, que se fundamenta en la filiación jurídica, la cual fue regulada en 1993 por la Conferencia de la Haya en la que se establece que los países que firmaron el acuerdo se comprometen a (Alguacil, 2012):

  • Garantizar que el menor es adoptable.
  • Garantizar la idoneidad de las unidades familiares que desea adoptar.
  • Hacer el seguimiento de la adopción del niño en su nuevo hogar.

Los padres biológicos deben garantizar el poder cubrir las necesidades de un menor adoptable. Cabe destacar que comparten las mismas responsabilidades respecto a sus hijos que los biológicos, pero hay algunos aspectos que los diferencian (Alguacil, 2012). La primera diferencia implica la obligación de pasar por un proceso de formación y selección antes de acceder a la paternidad/maternidad (certificado de idoneidad) y en la más corta o larga espera hasta la asignación del niño.

La segunda diferencia se centra en las motivaciones que pueden llevar a adoptar a una persona o a una pareja. Este tema es complejo y habitualmente se centra más en el plano emocional que en el cognitivo, pero en todo caso, se sabe que tiene que ver con la experiencia vivida y con las expectativas sobre los menores

La tercera diferencia se produce una vez llegado el niño; los padres han de aceptar a un niño que ya existía al margen de ellos y que aportará su pasado. Más adelante, debe ayudarle a integrar su personalidad adoptiva.

Los condicionamientos para adoptar y los procesos de adopción y de idoneidad se basan en la necesidad de que las familias entiendan y estén preparadas para vivir esta realidad específica. Concretamente, se ha de ayudar a las familias a trabajar (Alguacil, 2012):

  1. Valorar las características especificad de los menores adoptados
  2. Asumir las funciones parentales relacionadas específicamente con la adopción
  3. Conocer y buscar estrategias de afrontamiento de las principales problemáticas de los niños/as adoptados.
  4. Saber buscar ayuda profesional en caso de que sea necesario

Características de los niños adoptados (Alguacil, 2012):

  1. Provienen de situaciones carenciales, entornos desfavorecidos, en los que no han recibido ni la alimentación ni el afecto, ni los estímulos más adecuados para su evolución física y psíquica
  2. Han de realizar un gran esfuerzo de adaptación (cultura, familia, etc.).
  3. Han de integrar sus orígenes, es decir, incorporar su pasado a su presente y reconocer los orígenes ajenos a su familia actual

Funciones parentales generales (Alguacil, 2012):

  • Función parental de protección: los padres han de velar por el crecimiento y desarrollo físico del menor, y también, deben proporcionarle un ambiente de seguridad que evite posibles riesgos. En el caso de la adopción, los padres tienen la obligación de controlar la salud de sus hijos, y ayudar y reparar en la medida de lo posible, todas aquellas carencias que puede presentar el niño.
  • Función parental de simbolización: los padres deben velar por la socialización en las conductas básicas de comunicación, diálogo y simbolización del menor. En la adopción, los padres han de asegurarse que los niños vivan en un entorno que facilite la comunicación, y en muchos casos, el aprendizaje de una lengua nueva y la relación entre todos los miembros de la familia nuclear, de la familia extensa y de la comunidad.
  • Función parental afectiva: para garantizar el desarrollo psicológico de su hijo/a, los padres deben crear en su casa un clima de afecto y respeto. Los menores adoptados que han estado institucionalizados, a menudo no han tenido relación con referentes afectivos cercanos y estables, por ello, los padres adoptivos deben enseñar a sus hijos a confiar en ellos.
  • Función parental de estimulación: los padres deben aportar a los hijos la estimulación que garantice que se pueden desarrollar correctamente de acuerdo con las necesidades del entorno. La estimulación que han de dar los padres debe ir en dos sentidos: a) creando un ambiente estimulante, y b) proporcionando interacciones positivas (Palacios y Rodrigo, 2004). Es habitual que, durante los primeros seis meses, el menor efectúe regresiones por lo que es efectivo estimular conductas propias de su edad más que emplear sistemáticamente el castigo o la desvaloración.
  • Función parental educativa: los padres son responsables de la educación integral de su hijo y deben tomar decisiones sobre contextos educativos que influirán de manera significativa en los menores. Los padres adoptivos deben tener unas expectativas reales de las posibilidades académicas y educativas de sus hijos para proporcionarles el entono educativo más adecuado. Es primordial ayudar a que los niños se adapten a una nueva cultura y unas nuevas costumbres. Los padres también deben estar preparados para establecer unas normas y limites que ayuden al niño/a a desarrollarse y crecer de manera sana y equilibrada.

Dificultades prevalentes en los niños adoptados (Alguacil, 2012):

Apego: según la Teoría del Apego de John Bowlby, el proceso de construcción de un apego sano se refiere a un vínculo muy específico que se construye de padres a hijos. Este vínculo implica una relación emocional perdurable, la cual produce seguridad y placer, y delante del riesgo de perder a esta figura de referencia se sufre una gran ansiedad. Entre los seis meses y los tres años de edad es un proceso crítico para la formación del apego. Sin embargo, se ha constatado que las relaciones seguras con otras personas, o la terapia, pueden compensar las relaciones menos satisfactorias con los progenitores y superar las relaciones infelices del pasado

Sentimientos de pérdida: los niños adoptados han pasado por situaciones de pérdidas significativas. Estas se perciben de forma diferente en función a la edad.

Desarrollo psicológico: en un estudio realizado en España por Jesús Palacios (2007) se observó que el 44% de los niños adoptados mostraban un retraso promedio de 16 meses en su desarrollo psicológico en casi todos los ámbitos (cognitivo, comunicacional, relacional y afectivo).

Conducta: las dificultades de atención y los rasgos de hiperactividad son las dificultades más significativas en los adoptados y las que tienen efectos más duraderos.

Fuente artículo: https://www.isep.es/actualidad-psicologia-clinica/el-proceso-de-adopcion-y-sus-implicaciones-en-padre-e-hijos/

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Haga que los niños ganen confianza por medio de habilidades sociales

01 de marzo de 2017 / Fuente: https://revistaeducacionvirtual.com

Por: Claudia García

Además de los temas académicos tales como la ciencia, las matemáticas y lenguaje, las habilidades sociales son uno de los conjuntos de habilidades aprendidas más importantes sobre todo por ósmosis durante el día escolar.

Los estudiantes aprenden cómo interactuar con sus compañeros tanto dentro de su grado y fuera de él, así como con las figuras de autoridad en la forma de los maestros, los padres y otros adultos.

Hay complejas dinámicas de poder que se producen incluso en el nivel elemental que se quede con los estudiantes durante la escuela y en su vida adulta en el lugar de trabajo.

Estos desafíos y ejercicios que se presentan a continuación, tratan sobre cómo ganar amigos e influir sobre las personas así mismo sobre la interacción social y la dinámica.

Desafío # 1: No se queje durante dos semanas

Este desafío tiene el poder de cambiar la vida de los estudiantes de manera significativa. El quejarse es un mal hábito que puede ser detenido. Hay una verdad que dice: vemos lo que buscamos. El acto de quejarse es un hábito en el que señalamos las cosas que son negativas y llevarlas a la vanguardia de nuestra atención, así como a la atención de la gente que nos rodea. Si los estudiantes son capaces de eliminar este hábito terrible, van a evitar ser víctimas y empezar a señalar las cosas más positivas, lo que lleva a una actitud más agradecida.

Desafío # 2: Hablemos de lo que les gusta.

Principio: hablar en términos de los intereses de la otra persona.

Este reto se crea para inculcar en los estudiantes una actitud de verdadero interés en los demás. Esto funciona como un gran rompehielos en el comienzo de la clase. Demasiadas personas en el mundo hablan a los demás desde una perspectiva de “lo que encuentran en la otra persona para beneficio propio”. Cuando los estudiantes aprenden a demostrar que realmente se preocupan por lo de otras personas, van a aprender una habilidad fundamental que los llevará lejos en la vida, independientemente de qué ruta que se elija a tomar.

Desafío 3: Diga nombres durante una semana

Principio: Recuerde que el nombre de una persona es a esa persona el sonido más dulce e importante en cualquier idioma.

Demasiadas veces en conversaciones, nos dirigimos a otras personas que utilizan términos cariñosos como “amigo”, pero nunca usan sus nombres. Mientras que esos términos son dulces y pueden sentir calor, hay una calidez especial que cada uno de nosotros conseguimos cuando escuchamos nuestro propio nombre. En el aula, no es raro que risas resuenen a través del aula cuando un libro leído en voz alta utiliza el nombre de un estudiante en la clase. Los nombres son personales y el uso de ellos es una habilidad social fuerte como para tener en su arsenal.

Este es un ejercicio divertido, es una gran manera de enseñar una lección memorable. Animar a los estudiantes a utilizar los nombres siempre que sea posible al hablar con otras personas. Esta es una manera de demostrar que respetan a los demás y se reconocen como individuos.

Conclusión

Mientras que las habilidades sociales son extremadamente importantes en el mundo de hoy, a menudo no son una parte del programa en sí. Como tal, a menudo recae en los profesores, inventar sus propias formas creativas para ayudar a fomentar y cultivar estas habilidades con éxito, en lugar de dejar a los estudiantes a valerse por sí mismos. La comunicación es una de las habilidades más importantes y los factores a carreras y relaciones exitosas. Los tres desafíos son grandes maneras de infundir grandes habilidades sociales en alumnos de una manera divertida y alegre.

Fuente artículo: https://revistaeducacionvirtual.com/archives/2904

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La escuela del 32 por ciento.

Más allá de algunas experiencias novedosas, no se despierta en los jóvenes el deseo de estudiar.

Por: Andrea Sabattini.

¿Se debe esperar un cambio radical en la sociedad para que después se transforme la escuela o es esta la que debe transformar la sociedad?

Ni uno ni otro, pues escuela y sociedad se retroalimentan de forma mutua. Y desde esta postura me pregunto, respecto del índice de pobreza dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), cómo puede ser que tras 30 años de recuperación democrática los niveles de pobreza continúen tocando el 30 por ciento, que no se haya podido desmantelar ese otro nefasto legado de la dictadura.

Si bien a la escuela le compete un papel acotado en la perpetuación de la pobreza endémica que sufrimos en la Argentina, algo tiene que ver. Y debemos preguntar si ella no contribuirá a reproducirla, en lugar de a combatirla, como se declama en planes y programas educativos.

¿No se habrá enfrentado el incremento absoluto y relativo de la matrícula escolar operado desde los años 1980, exclusivamente, con pautas compensatorias de mejoramiento infraestructural, provisión de equipos y becas para los más desfavorecidos, pero sin abolir las estructuras organizativas y prácticas que terminan induciendo a miles a desertar del sistema o, tras egresar, a permanecer de por vida atados a planes clientelares?

¿No será que se necesitan argentinos maleables y pobres? ¿Y cómo se relaciona nuestra pobreza con los magros resultados de rendimiento de la Argentina en las evaluaciones internacionales? ¿No habrá una estrecha relación con el 32 por ciento?

Lo cierto es que muchos de los intentos de las últimas décadas de fomentar la igualdad de oportunidades a través de la educación y de formar sujetos que puedan actuar con criterios en todas las esferas sociales han fracasado. Entre otras cosas, por haber expuesto a los niños y jóvenes de los sectores populares a planes y programas sólo asistencialistas o enfocados sobre las condiciones que les posibilitan aprender, y a maestros y profesores, enseñar.

Pues más allá de algunas experiencias novedosas, no se despierta en los jóvenes el deseo de estudiar, y pocas son las herramientas que se les prestan para que enfrenten el consumismo, las adicciones, la vida fácil, la anomia y la transgresión penal.

Blanco y negro

Es necesario redistribuir el acceso a los saberes fundamentales y a la alfabetización digital, como así también afianzar prácticas de enseñanza en las que los estudiantes de todas las extracciones puedan reconocerse.

Como se sabe, para garantizar la igualdad de todos, el Estado debe resignar, llegado el caso, algunos de los principios educacionales tradicionales, tal como el de premiar al estudiante de mayor mérito, pues de otra forma, muchos sujetos alcanzados por la pobreza quedarían excluidos del reconocimiento que ameritan. Y todos lo ameritan, no sólo quienes obtienen las mejores calificaciones.

Es que a diferencia de los sistemas educativos de otros países, donde se persigue optimizar la calidad como valor en sí mismo y seleccionar a los mejores, necesitamos afianzar en la Argentina un modelo que conjugue el paradigma popular con el sustentado en el mérito y el esfuerzo personal, pues de otra forma les estamos diciendo a los chicos que no vale la pena estudiar.

La conciliación de los dos paradigmas puede realizarse, naturalmente, manteniendo al mercado lejos de las escuelas la educación no es una mercancía y sin la proliferación de cupos de ingreso en las facultades.

Con la adopción de un concepto de calidad educativa que concilie los paradigmas de la justicia educativa y el mérito, podremos, por un lado, revertir los magros resultados obtenidos en las instancias evaluativas internacionales y, por el otro, valorar su justo significado con el análisis de los criterios de calidad implementados en esos entornos y su contextualización socioeconómica y cultural.

Sería importante, además, terminar con la construcción de un sistema escolar verticalista, que en sí mismo fomenta la anomia y la falta de autonomía de los actores escolares, y retener a los dirigentes, los padres, los docentes y los estudiantes que desean innovar, para que no continúen desertando de un sistema educativo tan burocrático y castrador para con ellos.

Y tal vez algún día podamos priorizar el interés superior del estudiante, como así también desactivar la maquinaria montada para desmantelar y desarmar proyectos educativos.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/opinion/la-escuela-del-32-por-ciento

Imagen: http://staticf5a.lavozdelinterior.com.ar/sites/default/files/styles/landscape_1020_560/public/nota_periodistica/Pobreza_y_educacion.jpg

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