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Calidad educativa en Colombia: Gran deuda con la competitividad.

Las debilidades estructurales del sector productivo colombiano siguen siendo enormes y los avances logrados no difieren mucho de los alcanzados por nuestros competidores.

Por :Germán Verdugo 

A propósito de la vulnerabilidad manifiesta de muchas economías latinoamericanas a las potenciales medidas proteccionistas del presidente Trump en EE.UU., la competitividad es un amortiguador económico relevante a la hora de entender la capacidad de los países para adaptarse exitosamente a las nuevas condiciones de la economía global.

Al respecto, vale la pena repasar uno de los aspectos destacados del Informe Nacional de Competitividad 2016-2017 publicado hace un par de semanas en Colombia para entender por qué más allá de la corrupción, la informalidad, la obsoleta infraestructura (incluyendo logística) y la debilidad de instituciones como la justicia y los partidos políticos, hay una deuda de largo plazo crucial por saldar, para poner a la economía colombiana rumbo a laVisión 2032: La calidad de la educación.

¿Está el país preparado para la Reforma Rural Integral?

Las debilidades estructurales del sector productivo colombiano siguen siendo enormes y los avances logrados no difieren mucho de los alcanzados por nuestros competidores, con lo cual es evidente que falta enfrentar los problemas sobre diagnosticados de formas más creativas para avanzar significativamente en la situación de la competitividad. Según el más reciente Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, Colombia se ubica de 61 entre 138 países, siendo quinto en el ranking de América Latina, similar a hace diez años cuando estaba en la posición 69 entre 122 países y quinto de la región.

Ahora que el péndulo del comercio global está dirigiéndose hacia el proteccionismo de manera que parece haber pasado el cuarto de hora de insertarse exitosamente al comercio con las economías desarrolladas, mantener la estrategia de internacionalización requiere buscar una mayor integración comercial con otras economías emergentes que todavía gozan de un consistente crecimiento poblacional y de la clase media. Y esto implica avanzar en competitividad.

De acuerdo con el Informe de Competitividad mencionado es preocupante la fragilidad que muestra Colombia en aspectos como instituciones, educación o infraestructura puesto que son debilidades que afectan considerablemente la productividad nacional y la capacidad de las empresas para competir exitosamente en un mundo globalizado.

Entre 2006 y 2016 Colombia cayó siete escalones en el pilar de innovación (79 entre 138 países), como consecuencia del pobre desempeño en ciencia, tecnología e innovación. Esto significa que la falta de mejoras en la competitividad no es cuestión de ausencia de recursos sino de eficiencia del uso de los mismos, pues durante los últimos diez años el monto invertido en las Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación (ACTI) tuvo un crecimiento del 40%.

El Bitcoin marca el camino de la innovación financiera global

Según el informe de competitividad “la incapacidad del sistema educativo para atraer, formar y reentrenar a la fuerza laboral en programas y competencias pertinentes es uno de los principales impedimentos para la diversificación y sofisticación del aparato productivo de un país”. Al respecto, algunas investigaciones han encontrado que en Colombia, cerca del 50% de los empresarios colombianos tiene dificultades para ocupar sus vacantes debido a la existencia de brechas de capital humano. Este resultado evidencia el preocupante divorcio entre el aparato productivo y el sistema escolar.

De hecho, la productividad laboral de Colombia, relativa a otros países se ha mantenido rezagada durante las últimas dos décadas. En particular, el Informe menciona que se necesitan 2,6 trabajadores colombianos para producir lo mismo que un trabajador surcoreano y cerca de 4,3 para alcanzar a uno estadounidense; incluso en el sector agropecuario se requieren 10 trabajadores para producir lo mismo que un trabajador estadounidense.

Un indicador sobre la calidad de la educación terciaria reseñado por el Informe concluye que entre 2006 y 2012 hubo una reducción del 6,8% en el número de investigadores por millón de habitantes, ubicando al país en los últimos lugares de América Latina. Adicionalmente, el 86,4% de las publicaciones científicas del país fueron en revistas nacionales, con solo el 13,8% reseñado en índices internacionales y el 45% en las categorías de menor calidad.

En un país con exceso de abogados y ausencia de ingenieros es fácil comprender porque no hay innovación ni desarrollo de nuevos sectores acordes con la demanda mundial de bienes y servicios. Esto tiene mucho que ver con el hecho de que la educación tiende a ser un próspero un negocio, cada vez menos pertinente con el desarrollo económico y social de largo plazo del país (objetivos expresados, por ejemplo, en la Visión 2032).

Mantener un sector público creciente con altas contrataciones a lo largo y ancho de la geografía nacional y con fuertes compromisos económicos vía subsidios, requiere un sólido sector productivo formalizado que sea capaz de generar los ingresos requeridos para mantener dicho paternalismo. Por lo tanto, es imperante que los gobernantes le den protagonismo en la discusión pública a la necesidad de una educación de calidad, capaz de crear valor y eficiencia para un sector productivo generador de riqueza.

Al respecto vale destacar propuestas planteadas en el Informe de Competitividad relativos a la educación como, por ejemplo, que “los distintos programas de becas financiados con recursos públicos deberían condicionar o incentivar la elección de carreras relacionadas con las apuestas productivas regionales y nacionales”. Pero también es indispensable que el sector empresarial establezca relaciones de largo plazo con las instituciones educativas para potenciar el interés de los jóvenes por estudiar áreas afines a su actividad productiva.

Fuente:http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/calidad-educativa-en-colombia-deuda-con-la-competitividad-german-verdugo/239201

Imagen: https://pbs.twimg.com/profile_images/550308119767564288/gM5z6Vii_400x400.jpeg

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La escuela innovadora aboga por reinventar el sistema educativo.

Pide que se dejen atrás los métodos de aprendizaje mecánicos y memorísticos. Defiende que la educación también integre la dimensión emocional y ética.

Por: Carme Escales.

Cómo capacitar a toda la comunidad educativa para preparar a alumnos que puedan abrirse camino en un mundo tecnológicamente en constante cambio. Ese es uno de los grandes retos planteados en el primer simposio sobre cambio educativo que se ha celebrado durante dos días en Barcelona. “Por primera vez, se han puesto en contacto escuelas, organismos internacionales, investigadores en las universidades y docentes, para debatir y poner en común prácticas ya en marcha y maneras eficientes de proceder en la reinvención común del sistema educativo”, ha explicado el director del programa escolanova 21 y presidente del Centre UNESCO de Cataluña, Eduard Vallory.

En base a las conclusiones del simposio, se considera urgente la necesidad de implantar métodos de aprendizaje que empoderen al alumno para que mejore su expectativa vital en una sociedad cambiante, “lejos de ese currículum memorístico y mecánico –aplicado durante más de medio siglo-, en el que el objeto de estudio eran las disciplinas, y no la realidad”, apuntó Vallory. “El propósito competencial, además, debe integrar las dimensiones cognitiva, emocional y ética”, ha añadido el director del programa escolanova21, que también apuntaba el largo camino que aún queda socialmente para llenar ese vacío entre el discurso y la práctica real.

CUATRO EJES

Propósito, prácticas de aprendizaje, evaluación y organización han sido los cuatro ejes sobre los que se han levantado las pautas para lograr ese reenfoque educativo. Los participantes de los debates han coincidido en la necesidad de desarrollar competencias para la vida basadas en informaciones, conceptos, habilidades, actitudes y valores, por igual, en una idea de formación integral del alumno como aprendiente autónomo. Cambiar la idea del profesorado como aplicador de recetas, por el facilitador de nuevas respuestas a nuevos contextos; replantear instrumentos de evaluación, y hacer que sea el propio alumno que se autorregule; así como hacer permeables las paredes de la escuela para vincular aprendizaje y realidad, en el que el entorno forme parte de lo aprendido, interactuando con familias, entidades y empresas, quieren ser constantes en esa nuevo modelo educativo al que se aspira.

Fuente: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/sociedad/escuela-innovadora-aboga-reinventar-sistema-educativo_1162024.html

Imagen: http://www.zetaestaticos.com/aragon/img/noticias/1/162/1162024_1.jpg

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Proyecto educativo mejora la convivencia y condiciones de escuelas en la región de Coquimbo.

El proyecto de comunidades de aprendizaje, desarrollado por el Departamento de Educación Provincial Elqui, permite integrar a la comunidad educativa para lograr la escuela que sueñan.

Por :diarioeldia

Hace algunos años se desarrolla en la región un programa educativo que ha entregado grandes resultados. Se trata del proyecto de comunidades de aprendizaje, que lleva adelante el  Departamento de Educación Provincial Elqui, el cual se desarrolla en diferentes establecimientos educativos de la región.

Marisol Céspedes, supervisora del Departamento de Educación Provincial Elqui, se refirió a este proyecto, el que une no tan sólo a docentes y alumnos, sino también a padres, apoderados y vecinos del sector.

“Proyecto de comunidades de aprendizaje, es un proceso de transformación social y pedagógico que vive la escuela, que incorpora no tan sólo a docentes y alumnos sino también a otros actores como los padres, apoderados y vecinos, en los proyectos que organiza cada establecimiento en este programa, con la finalidad de mejorar el clima dentro del recinto y a la vez llevar a cabo ciertas iniciativas para construir la escuela que sueñan” señaló.

La encargada explicó cómo se ejecuta esta iniciativa, la que consta de tres fases, en las que participan de manera activa toda la comunidad educativa.

“Este proceso de transformación de la escuela tiene varias fases, parte con la sensibilización, proceso en el cual los docentes deciden si adhieren o no a este proceso, en caso que decidan participar de este programa, se pasa a la fase de elaboración de los sueños, que consiste en reunir a la comunidad educativa y soñar la escuela que quieren.  Posteriormente se priorizan estos sueños y se comienzan a concretar”, agregó.

En relación a los beneficios que trae este proyecto, Marisol Céspedes señaló que son múltiples y que principalmente benefician tanto a alumnos como todos los demás integrantes de la comunidad escolar.

“Este programa tiene como beneficios la cohesión social, mejora indudablemente la convivencia  y también los aprendizajes mejoran, los alumnos desarrollan habilidades como el razonamiento, la opinión y eso también mejora el autoestima, además de beneficiar al entorno en que estudian y el compromiso de toda la comunidad educativa en mejorar el establecimiento”, dijo.

Los establecimientos que han participado de este proyecto son la Escuela El Molle, Paulo Freire, Neftalí Reyes, Joaquín Vicuña, Juan Rendic, Federico Barnes y se sumarán la Escuela El Peñón y Aníbal Pinto.

“En cada uno de estos establecimientos la misma comunidad escolar ha llevado adelante, por ejemplo, proyectos de mejoras de la infraestructura de cada recinto, se han arreglado algunas instalaciones, habilitado nuevos espacios, restaurar lugares que estaban dañados, en definitiva trabajos que mejoran las condiciones de las escuelas y benefician también a la comunidad escolar”, finalizó.

Fuente:http://www.diarioeldia.cl/region/educacion/proyecto-educativo-mejora-convivencia-condiciones-escuelas-en-region-coquimbo

Imagen: http://www.diarioeldia.cl/sites/default/files/styles/flexslider_full/public/112016/escenario_con_burbujas_1.jpg?itok=pISvyIwF

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Una profesora gallega hace viral su lucha contra un anuncio antideberes.

Raquel Veira ve injusto que se culpe a las tareas escolares de que haya pocas cenas en familia.

Por:Loreto Silvoso.

Zapatero a tus zapatos. Sois muy buenos haciendo muebles pero no os dedicáis a educar». Esto fue lo que escribió en Internet la coruñesa Raquel Veira Díaz, y su voz se convirtió en un grito compartido por miles de personas en sus Facebook y Twitter. La frase forma parte de un extenso escrito que esta profesora de secundaria colgó el sábado pasado en la webbebesymas.com sobre la campaña de Ikea que pide «menos deberes y más cenas en familia». El texto, en forma de carta, es un alegato en defensa de los profesores, muchos de ellos hartos de ser objeto de crítica por lapolémica en torno a los deberes, motivo en la actualidad de una huelga en el conjunto del territorio español.

 Veira argumenta que los maestros «no ponen las tareas escolares por fastidiar a sus alumnos», sino porque deben cumplir con el temario que marca el currículo. Y añade: «Hay profesores en activo que han trabajado con cinco leyes de educación diferentes y que probablemente lleguen a tener una sexta. Leyes de educación en cuya elaboración raras veces se tienen en cuenta la opinión de la comunidad educativa y las necesidades reales de los centros y el alumnado. Esos profesores son todos ellos víctimas, además, de la lucha de poder en la que los partidos políticos han convertido el tema de la educación». 
sin tiempo

La campaña publicitaria a la que hace referencia dice claramente que los niños dedican demasiado tiempo a hacer los deberes. «Esto significa menos horas de juego. Menos horas familiares». Por eso la compañía sueca propone «menos deberes y más cenas en familia». Y añade: «Nada como cenar juntos para amueblarnos la cabeza». En medio se observa a varias familias resolviendo problemas matemáticos y sintácticos mientras cortan la zanahoria para hacer un guiso o bromean por ver quién se ha llevado de la fuente la última croqueta. «Papá se va a tomar un bocata de jamón. ¿Cuál es el sujeto?». «Papá». «¿Y el complemento directo?». «El bocadillo», dialogan padre e hijo. «¿Eso es un triángulo isósceles?», pregunta la madre ante un trozo de queso. «Ahora no», responde la chiquilla. «¡Mira qué lista!», y se ríen.

 Cuando Raquel Veira vio el anuncio, pensó que era «la gota que colmaba el vaso. Al profesor se le cuestiona continuamente, pero que ya venga Ikea a terciar en la polémica de los deberes escolares me parece el colmo». Por eso decidió enviar una carta a la compañía sueca que se ha hecho viral en las redes sociales. «Cuando escribí ese post estaba enfadadísima. El anuncio me pareció fatal», comenta. 
 Quiere aclarar, eso sí, que ella no está proponiendo ningún tipo de boicot a Ikea. Solo pretende exponer, sin entrar en descalificaciones, su opinión sobre el dilema que plantea el anuncio. ¿Tienen la culpa los deberes de que cada vez pasemos menos tiempo juntos padres e hijos? Raquel Veira no está de acuerdo. En la carta que se ha viralizado dice: «No me digas cómo hacer mi trabajo al igual que yo no te digo a ti cómo preparar albóndigas suecas». 

Aprender juntos

Fuentes de la compañía explican que el objetivo de la campaña es reivindicar el valor de las cenas como el momento idóneo para aprender en familia, «al tiempo que se pone encima de la mesa el exceso de deberes como una de las barreras que impiden a muchas familias disfrutar de las mismas. En ningún momento se pretende promover corrientes en contra de nadie ni poner en duda el trabajo de ningún profesional», explican desde la firma. Lo que también argumentan desde Ikea es que «los deberes son uno de los obstáculos para disfrutar de las cenas en familia» y les ha parecido interesante compartir esta realidad que viven muchos hogares españoles.

Raquel Veira, coruñesa afincada en Teo, es profesora de secundaria en el instituto Arcebispo Xelmírez II de Santiago de Compostela. En la actualidad, imparte clases de Física y Química y también de Tecnología en este centro educativo, próximo a San Caetano, además de coordinar, paradojas de la vida, la revista digital de decoración Decosfera.  

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2016/11/24/profesora-gallega-viral-lucha-contra-anuncio-antideberes/0003_201611G24P14991.htm

Imagen: http://www.lavozdegalicia.es/sc/x/default/2016/11/23/00121479940922688289548/Foto/S23N6109.jpg

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Entre el monopolio y la eficacia.

Por: Manuel Ballester

Una de las características de nuestro mundo es la aspiración a un sistema educativo universal, igualitario, de calidad, progresista y, por supuesto, público y gratuito.

Un sistema así es un logro epocal, planetario. Un mito andante, que dicen los sabios. Y por eso, todas las gentes que se interesan por el asunto educativo al final lo que quieren es lo mejor; lo mejor para los alumnos, para los profesores, para la teoría y para la práctica, para la sociedad, en suma. Desde los que insisten en que hay que centrarse en instruir y dejar los valores para cada quien, hasta los que piensan que educar es hacer que las criaturas se empapen de valores por todos los poros; desde los que salen a manifestarse a la intemperie hasta los que se expresan en el aula; desde los partidarios de los deberes a los defensores de los derechos.

Como digo, todos dicen que quieren mejorar la educación. Ya lo escribió Aristóteles: que todos aspiran a lo bueno y lo mejor, pero no todos tienen la misma idea de qué es lo bueno. Como hoy a Aristóteles sólo lo lee AF y otros sabios, sólo nos queda aludir a una visión parcial, fragmentaria, de qué podría mejorar el sistema

 El sistema educativo en el que estamos se parece mucho a un monopolio. Con las ventajas e inconvenientes que tiene que un servicio sea acaparado por una sola empresa.

Y es que podría ocurrir que las directrices del monopolio educativo se desentiendan de los contenidos y propicien que los centros concentren valores y buenrollismo a granel. Y por eso mismo, podría ocurrir que haya una cierta resistencia a medir resultados (a ver cuánto saben los chiquillos). Claro que cuando a este monopolio le hacen un chequeo desde fuera (llámese PISA, evaluación de diagnóstico o PAU, no digamos ya una ‘reválida’) ahí se acaba el buenismo y no falta quien se pone nervioso y muestra su desazón.

Normal que desde esa perspectiva algunos no estén dispuestos a que un sistema de este tipo arruine la educación de sus hijos y busquen alternativas al sistema público. Y quienes están por la libertad, es decir, contra el monopolio, miran con interés en esa dirección. Porque cuando se rompe un monopolio ocurre que gana la antigua empresa acaparadora, ganan las nuevas empresas y ganan los clientes con mayor y mejor oferta. Lo que, hablando de educación, significa que si se rompiera el monopolio estatal en el ámbito educativo, todos ganamos: la educación pública saldría reforzada, habría una red privada sólida y, por tanto, habría mayor diversidad de centros y más libertad de elección para las familias.

Hasta donde sé, quienes han intentado mejorar el sistema rompiendo el monopolio estatal han transitado dos vías: la (inexistente) enseñanza privada y la llamada homeschooling.

La concertada de hoy no es privada. Financiada con el mismo dinero público y sometida a casi el mismo régimen de calidad, tiene escaso margen de maniobra. Miren si no la trifulca en la que andan un concertado madrileño con la lideresa del ala zapateril del PP: que dice el director que sus chiquitos sabrán hasta el último estándar del currículo pero por un quítame allá esas pajas de la educación en valores, está a un tris de perder el concierto, el dinero. Si le ocurre eso y no cierra, que todo podría pasar, entonces sí que será un centro privado. El resto, ni plantean la batalla por aquello de no morder la mano que les da de comer: el dinero público la mantienen cautiva y desarmada. No llega a ser la marca blanca del monopolio, pero por ahí le anda.

La concertada, no; pero la privada sí que podría romper el monopolio, enriquecer la oferta educativa. Pero esta enseñanza, dicen algunos, es carísima. Y lo es si hay que pagar un puesto en la pública (por lo de los impuestos) y otro en la privada, por cada hijo. Pero si miramos los números, a lo mejor es asequible para todos. ¿Cuánto cuesta un puesto escolar en la pública? A ver cuánto nos cuesta esa enseñanza gratis total ¿Qué pasaría si cada familia dispusiera libremente de esa cantidad para entregarla en el centro que considere que se adecua a sus intereses y expectativas? Esto, el denominado cheque escolar, haría posible un verdadero sistema de enseñanza privada que rompería el monopolio de la enseñanza pública y que, como todo monopolio, hunde el sector. Si la mano que le da de comer al centro fuese la de cada usuario, ¿no espabilaría cada centro para mejorar? Y al mismo coste.

Multiplicar los sistemas, la ley anti trust aplicada a la enseñanza, llevaría a que todos mejoren. Es el monopolio frente a la ley de la competencia.

No obstante hay gente que no confía en ningún sistema, tampoco en uno privado. Y decide asumir la tarea y la responsabilidad de educar e instruir a sus hijos. Algunos lo hacen porque no quieren que el sistema encorsete a sus hijos, porque piensan que es un error afirmar que todos deben empezar a escribir a la misma edad: la experiencia demuestra que no hay dos hermanos iguales y cada uno lleva su velocidad; parecen decir que si el sistema es igualitario, no tendrá calidad porque acelerará a unos y retrasará a otros aburriéndolos mortalmente. Eso sin entrar en los famosos valores, que a lo mejor también habría que tenerlos en cuenta.

El homeschooling aparece así como una apuesta valiente, una afirmación del individuo y la familia frente a un Estado que pretende orientarnos de la cuna a la tumba imponiendo ciertas maneras de ver y sentir el mundo, estableciendo qué es normal en el plano de las costumbres con la excusa de que va a instruir a los niños.

Fuente: http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2016/11/24/monopolio-eficacia/785337.html

Imagen: http://asesoresensoluciones.com/as/images/revista/mayo-junio-2016/monopolies3.jpg

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Los alumnos deben pasar de ser consumidores a creadores de conocimiento.

Por: Francisco Javier Sánchez Sansegundo

La tecnología ha llegado a las aulas para quedarse y ser una herramienta útil para profesores, alumnos y familias, convirtiéndose en una dimensión clave en nuestra sociedad. La escuela actual debe preparar a las personas para este nuevo mundo. Debe innovar y convertirse en un lugar de confianza donde los estudiantes puedan experimentar, crecer e idear. Sin embargo, en muchas aulas la metodología todavía sigue siendo la tradicional-expositiva: los pupitres continúan colocados en fila, separados unos de otros y mirando hacia la mesa del profesor y hacia la pizarra. El docente sigue realizando el papel de emisor y el alumno, de receptor o incluso de ‘consumidor’, ya que tan sólo recibe y asimila información para ser interiorizada y memorizada.

Este papel de los estudiantes debe pasar de ser consumidores de conocimiento a creadores e innovadores. En este sentido, el alumno debe convertirse en el centro de su propio aprendizaje y experimentar, crear, equivocarse y obtener resultados para mejorar su proceso de aprendizaje. ‘Learning by Doing’ o ‘Aprender Haciendo’ es una metodología basada en la adquisición de habilidades y competencias mediante procesos de acción. Según Borgnakke (2004), podemos cambiar y modificar el aprendizaje pero no podemos evitar ‘el hacer’.

Activos en el aprendizaje.

Llegados a este punto, debemos recordar los estudios realizados por Van Dam (2004) en los que se muestran las tasas de retención del conocimiento en función de las acciones hechas por el estudiante. Si únicamente es un mero ‘consumidor’ del conocimiento, las tasas de retención están por debajo del 50% pero si el estudiante se convierte en un agente activo de su aprendizaje, la tasa aumenta hasta el 90%. Estos datos apoyan la idea de que el alumno debe ser parte activa de su proceso de aprendizaje y no un sujeto pasivo.

Para llevar a cabo la metodología ‘Learning by Doing’, debemos observar qué modelo o pensamiento se adapta mejor. En este caso, la filosofía maker en el ámbito educativo es la que mejor puede encajar, ya que se basa en la teoría constructivista, que hace que los alumnos construyan su propio conocimiento y creen su propia experiencia interna. Según Dougherty (2012), el nuevo movimiento maker conlleva una serie de características intrínsecas a él: mejora el proceso de aprendizaje a través del enfoque ‘Learning by Doing’; uso de metodologías innovadores y complementarias para el desarrollo de competencias; y creación de nuevas redes y espacios para el desarrollo de habilidades del siglo XXI. La combinación de la tecnología educativa, la metodología ‘Learning by Doing’ y la filosofía maker nos plantea mirar el aula de una forma distinta.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/los-alumnos-deben-pasar-consumidores-creadores-conocimiento/41199.html

Imagen: https://1.bp.blogspot.com/-UTT9GDi56Ws/SRAwF3usURI/AAAAAAAAAbw/PMnu80WSzf4WBp3awK45-si2v8wx8tEagCPcB/s400/secundaria3.jpg

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Cierre masivo de escuelas y despidos

Por: Hugo Aboites

Es un ejemplo de aplicación de la lógica del gane-gane en la educación. Con el desplazamiento que se anuncia de millones de niños a escuelas concentradoras ( La Jornada, 21/11/2016), en realidad lo que hace la SEP es cerrar 100 mil planteles de educación primaria del país y, con eso, recortar como nunca el presupuesto. Pero además, significa eliminar la columna vertebral de la resistencia magisterial, pues los maestros indígenas y de las comunidades pobres y pequeñas (escuelas unitarias y multigrado) son los más combativos y decididos a impedir la aplicación de la reforma educativa en Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca. Si esta iniciativa prospera, se ganaría una batalla presupuestal contra los pobres del país y, en la estrategia política contra el enemigo fundamental de la reforma, se habría deshecho el núcleo más fuerte de la resistencia magisterial en el suroeste del país. Parece pensarse que desaparecer decenas de miles de escuelas rompería la muy estrecha y creciente vinculación entre maestros, padres de familia y comunidades. Recuerda la estrategia militar de desplazar masivamente a miles para dejar sin base social a la resistencia pero, además, aparece precisamente en el momento en que se fortalece la presencia militar en el terreno educativo. Hace apenas unos días el propio Secretario de la Defensa Nacional, en acuerdo con la SEP, hizo una propuesta pedagógica integral (centrada en la vertical transmisión del saber adquirido, el respeto a los símbolos patrios y, con un toque de modernidad y acuerdo, convocando a la enseñanza de calidad) ( La Jornada, 16/11/2016, p. 3).

Sin embargo, como ocurre con estos acuerdos de gane-gane que a su favor arman los poderosos, siempre hay quienes, detrás y al fondo, pierden en serio. En este caso son 3.2 millones de niños que por el cierre de 100 mil escuelas serán trasladados a otros lugares para recibir instrucción durante el día y, como ya se ha hecho en estados como Chihuahua, devueltos por la tarde-noche a sus comunidades y hogares, o recluidos en una especie de internado durante la semana. Se provocará con esto la radical disminución de la conexión de los niños con la vida familiar y comunitaria, algo fundamental para la creación de identidad en los futuros jóvenes, e indispensable ante el actual y alterado contexto nacional (adicciones, narcocultura).

Pero, además, están los despidos. Han sido cesados más de 3 mil maestros por participar en las protestas contra la evaluación punitiva y la reforma. En la Ciudad de México 21 docentes fueron despedidos a partir de las manifestaciones de julio pasado. Once de una misma escuela, la Leonardo Bravo, incluido el director, maestro muy conocido y apreciado dirigente de la sección novena perteneciente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Participante activo en las protestas y también en apoyo constante a las mesas de diálogo en la Secretaría de Gobernación, buscó incansablemente salidas al conflicto y colaboró con entusiasmo en la creación de modelos de educación alternos al de la reforma. Lleva el nombre de uno de los héroes de la lucha por la Independencia y ha sabido honrarlo. El caso de este director, Francisco Nicolás Bravo, como el del resto de los maestros reprimidos, obviamente, no es un despido laboral cualquiera, es parte de una estrategia de guerra política, con la intención de descabezar y escarmentar.

Ante las protestas por los despidos, es notable la rígida respuesta oficial: la autoridad educativa somos nosotros, y lo que está antes que todo es el derecho de los niños a tener clases. Estos profesores dejaron a los niños 10 u 11 días sin clases ( La Jornada, 19/11/2016, pág. 16). La autoridad federal, sin embargo, no tiene empacho ético en plantear al mismo tiempo la supresión de más de 100 mil escuelas y poner a millones de niños y niñas a circular por los azarosos caminos de terracería y montañas del México profundo. Por defender los intereses financieros y políticos se alterarán y perjudicarán durante años las vidas de millones, alejándolos de sus hogares y de sus entornos vitales en la etapa más importante de su crecimiento. Y, además, los despidos; se persigue y priva de trabajo a miles de maestros que representan una opción educativa y ética distinta: quieren más escuelas, más maestros, mejor educación, y se manifiestan (no pocas veces con el consentimiento y participación de los propios padres de familia) precisamente contra una reforma huérfana por todos lados de apoyo social y ético.

Así, la llamada reforma educativa no sólo es cuestionable por sus deficiencias educativas y su falta de respeto a la civilización de derechos laborales, también porque ahora aparece como carente de la ética más elemental. Reinstalar a los despedidos, cancelar el desarraigo de millones, serían un poderoso gesto de rectificación y deslinde por parte de una autoridad educativa que atiende a argumentos. Si no, la protesta de los padres de familia y comunidades se hará más extensa y enconada. Y más difícil la paz y, también, el éxito de una reforma impuesta.

P.S. Solidaridad con Carmen Aristegui.

*Rector de la UACM

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/11/26/opinion/018a1pol
Imagen: insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/11/arteyculturaenrebeldía.jpg
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