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La Manuela de Simón

El ser feminista es una cualidad de los verdaderos revolucionarios. En las letras orladas de la Historia, el expósito Simón no figura con su apellido paterno, Carreño, sino con el materno, Rodríguez, el de Rosalía, la mujer que lo acogió y el honró.

En el periódico Porvenir de Cartagena del 10 de agosto de 1849 hay una nota a manera de editorial en la que se afirma no sólo que «la mujer es inferior al hombre», sino que «no ha sido criada la mujer para gobernar a los hombres, para regir la sociedad, para dominar los mares, para establecer y mantener la unión de los mundos, sino para una vida quieta y modesta entre ocupaciones domésticas bajo el mando amoroso del hombre».

En el mismo año, pero entre abril y mayo en el periódico Neogranadino de Bogotá, capital de la República de la Nueva Granada, Simón Rodríguez en su»Extracto sucinto de mi obra sobre la Educación Republicana» escribe: «después de las aves, las plantas son las que más se parecen a las mujeres, en su previsión para después del parto». El hombre más extraordinario del mundo da dos ejemplos: el primero, «la mujer más pobre corta sus enaguas viejas para mantillas, y de las pretinas hace fajas»; y el segundo, «las plantas más desnudas sacuden sus hojitas para que sus semillas se abriguen mientras germinan».

Simón Rodríguez en su «Nota sobre el Proyecto de Educación Popular» (Arequipa, 1830) dice: «se daba instrucción y oficio a las mujeres para que no se prostituyesen por necesidad, ni hiciesen del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia».

En 1847 Rodríguez escribe desde Túquerres, pueblo al sur de la Nueva Granada, al señor Pineda, noble amigo que se encuentra en Pasto: «La casualidad ha traído aquí un médico naturista suizo, que anda explorando, y me ha hecho el favor de dar algunos remedios a Manuelita».

En la partida de defunción de Róbinson (1854) que reposa en el Archivo parroquial de Amotape dice: «fue casado dos veces y que era hijo de Caracas, y la última mujer finada se llamó Manuela Gómez, hija de Bolivia, y que sólo dejaba un hijo que se llama José Rodríguez».

El historiador ecuatoriano Alfonso Rumazo González, nacido en Latacunga en 1903 y fallecido en Caracas en 2002, presume que «la señora falleció en Túquerres, o en el camino de retorno del educador, poco después, al Ecuador» ya que «cuando llega a Latacunga, en 1850, ya no le acompaña sino su hijo José».

Este profesor de la Universidad Central de Venezuela escribe en 1976 una hermosa semblanza de esta mujer aymara: «Esa boliviana Manuela Gómez fue extraordinariamente valerosa: sufrió con intrepidez junto a su esposo la adversidad, la miseria, la desesperada angustia. Batalló con él en acto de sombra que se desdobla y protege; que busca todas las posibles salidas; que compite con él en austeridad y desinterés, situándose así a la altura del hombre noble que la había escogido. No decae, sino que triunfa sobre todo acoso y sobre todas las innumerables presiones negativas». La Revolución tiene nombre de mujer. ¡Manuela vive!

Fuente: http://www.aporrea.org/ideologia/a226774.html

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¿En dónde están los 43 normalistas y qué pasó con la verdad histórica?

Por: Miguel Ángel Pérez

Una de las aspiraciones centrales de la función ética de la educación, es trabajar con la verdad, decir la verdad siempre, buscar la verdad, encontrar la verdad, descubrir la verdad, construir la verdad en cualquier ámbito en donde uno se encuentre. El asunto de la verdad, a diferencia de la falsedad o la mentira, tiene sesgos científicos pero también filosóficos y hasta lógicos y éticos. Las verdades absolutas o inmutables parece que ya no existen, existen verdades transitorias, reconocidas o validadas por un consenso social o por un convencionalismo científico.

La verdad parte de una afirmación a modo de tesis la cual es sostenida o defendida con argumentos de todo tipo. Por ejemplo: “todos los políticos son corruptos, los diputados son flojos, los maestros no saben enseñar adecuadamente, la reforma educativa no es ni reforma ni tampoco educativa, los normalistas de Ayotzinapa no fueron incinerados o quemados en el basurero de Cocula en Guerrero”. Estas son las afirmaciones, ahora habría que acompañar los argumentos respectivos, para sostener y demostyrar diochas afirmaciones.

No sólo se diseña el enunciado en cuestión sino que también se difunde por todos los medios, “haz que se repita mil veces una mentira hasta que se convierta en verdad”.

Hace más de un año, el 26 de septiembre del 2015, un grupo de estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en Guerrero, fueron emboscados cuando brigadeaban y recolectaban recursos económicos, después fueron desaparecidos y hasta la fecha nadie sabe dónde se encuentran y posiblemente los asesinaron. Los padres de familia indignados justificadamente, se han movilizado y con ello lograron que un equipo de expertos en antropología forense –todos ellos extranjeros–, pudieran hacer un peritaje en nuestro país.

Recientemente han entregado su último informe y todos sus argumentos contradicen las conclusiones oficiales a las que ha llegado y defiende el gobierno de Enrique Peña, de los funcionarios de la PGR e incluso del Ejército mexicano.
¿Qué pretende ocultar el gobierno mexicano o que verdades pretende fabricar para ocultar las “verdades verdaderas”?, ¿qué riesgos representaban los normalistas de Ayotzinapa de tal suerte que se prefirió desaparecerlos y muy posiblemente matarlos?, ¿qué contenía el quinto autobús y por qué no se había hablado de él hasta los últimos peritajes?, ¿por qué las esferas más altas del gobierno mexicano necesitan mentirle a la nación y a la historia, a la dignidad y a su propia persona?, ¿con qué finalidad?, ¿con qué objetivo?, ¿para ganar qué cosas que también nos ocultan?, ¿con qué ideas pretenden que nos quedemos la gente común, la gente de a pie, como el que escribe estas líneas y tal vez quien las lee?

Trabajar con la verdad como motor didáctico es importante en la tarea educativa, lo de Ayotzinapa como muchas cosas que pasan en este país, tal vez jamás lo sabremos con precisión, con objetividad e incluso con un nivel mínimo de racionalidad, como fue el asesinato de Colosio, la masacre de Acteal, del Charco, de Aguas Blancas. Pero los niños y las niñas no sólo tienen derecho a las verdades, están obligados incluso ir en su búsqueda, aun asumiendo todas las consecuencias, por develarlas o por conocerlas.

Marchan los politécnicos a su cita con el gobierno federal

Es lamentable que 43 normalistas de Guerrero y futuros educadores, tuvieran que ser sacrificados, en todo ello el gobierno mexicano quién sabe qué hizo o a quién sabe qué oculte. En última instancia, las verdades no son un punto de llegada, es el camino que uno construye para poder encontrarlas.

En este país fluyen las mentiras, las falsedades, en noticieros televisivos, en spots publicitarios, en propaganda de gobierno, trabajar con la verdad en cualquier espacio educativo es el requisito mínimo para aspirar a nuevos estadios de condición humana, de cultura y por lo tanto dar el salto para arribar a mejores niveles educativos superiores.

Publicado primeramente por:  http://www.educacionfutura.org/en-donde-estan-los-43-normalistas-y-que-paso-con-la-verdad-historica/

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Desmontando la economía colaborativa

Verdades y mentiras de la economía colaborativa

Isabel Benítez

El Salmón Contracorriente

Mucho se dice en la calle sobre esta otra forma de hacer economía. El espectro de creencias generalizadas va desde las acusaciones de ‘farsa’ e ‘ilegal’ hasta la fe ciega en sus posibilidades para salvarnos de la crisis. ¿Es que alguien tiene la razón?

Uno de los principales inconvenientes de hacerse famoso es que se está más expuesto a las críticas. Le pasa a las personas y, en general, a cualquier ente, objeto, fenómeno o pensamiento que quede iluminado por los focos de los medios de difusión. Entonces surgen las venturas y desventuras, las escaladas astronómicas al Olimpo de los dioses y las caídas (cuesta abajo y sin frenos) al Averno. La ya popular economía colaborativa no podía ser menos. Pero ¿qué hay de cierto en los rumores y leyendas que existen sobre ella? Hoy, desmontamos (o no) algunos de los mitos de la economía colaborativa.

“Esto es cosa de 4 hippies…”

… “de grupúsculos de dudosa moral”, de “bohemios de la vida”. Cualquier otra persona sería incapaz de dormir en el sofá de un desconocido, regalar dinero a un joven emprendedor o usar monedas con nombres tan raros como puma o boniato –¡con lo bien que nos va con el euro!

Es una minoría, desde luego, que, paradójicamente, se cuenta por millones, si nos fijamos en el número de personas involucradas en las distintas formas de economía colaborativa en nuestro país. Sirve de ejemplo el primer estudio sobre consumo colaborativo realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que asegura que el 74% de los encuestados dice haber participado en iniciativas de este tipo. Como este, hay otros informes del sector. Así que, o vivimos en un país de ‘perroflautas’, o esto está más generalizado de lo que nos cuentan.

“Es una moda pasajera”

También; aunque todo depende de la óptica desde la que se mire.

Siguiendo con el ejemplo del consumo colaborativo, podemos decir sin excedernos que lo único novedoso es el nombre, ya que el trueque, los intercambios y los préstamos entre particulares han existido durante siglos. Pero es que otros fenómenos englobados por el moderno paraguas colaborativo, como el software libre o el conocimiento abierto, se gestaron en los años 70 del siglo pasado ­–vamos, que hace tiempo que alcanzaron la mayoría de edad.

Referirnos a la economía colaborativa como una moda también nos hace pensar en su caducidad. ¿Dejará de ser ‘molona’ de aquí a unos años? Yo aún no he terminado mi curso online de interpretación de bolas de cristal, pero hay quienes estiman que en 2025 la economía colaborativa alcanzará un mercado global de más de 300.000 millones de euros. El tiempo dirá.

“Es peligroso”

Por desgracia, siempre hay quien se aprovecha de este tipo de situaciones. Nos llegan noticias sobre usuarios que se sintieron engañados y, en los peores casos, crónicas de sucesos sobre personas agredidas o mal tratadas cuando intentaban hospedarse en casas de particulares. Sin embargo, los incidentes siguen siendo “escasos y no de excesiva gravedad”. Así lo confirma el mismo estudio de la OCU que dice que “la satisfacción con el consumo colaborativo que indican quienes lo han probado es elevada, con notas medias por encima del 8 sobre 10”.

Mientras, mejoran los sistemas de reputación –incluso nacen herramientas especializadas como Traity– y las aseguradoras firman acuerdos con las plataformas para ofrecer garantías a los usuarios sin coste adicional. Por no hablar de lo útil que suele ser emplear el sentido común.

“Es ilegal”

¡Llegamos al quid de la cuestión! El tema que más gusta y del que más sabemos y hablamos en entre tapas. No en vano, esta y otras lindezas –“economía sumergida”, “competencia desleal”– son las que han conseguido más titulares.

La acusación tiene su lógica dado que muchas de estas prácticas entran en conflicto con la regulación de determinados sectores o surgen aprovechando lagunas legales. Mas me gusta pensar que si quisieran ser ‘ilegales’ operarían en la sombra y no se dedicarían a anunciarse por televisión.

Por otro lado, quedarse en esa afirmación, pierde de vista el trabajo que se está haciendo para regular este tipo de actividades e incluso los esfuerzos del sector por poner un poco de orden en su propia actividad, como el código de buenas prácticas de Sharing España o la labor de OuiShare.

“Un lobo con piel de cordero”

O lo que es lo mismo: un puñado de gigantes, unicornios y otros seres fantásticos –de la talla del B&B más famoso del mundo– que se enriquecen a costa del ciudadano-productor de valor y de mancillar el concepto colaboración.

Por supuesto, están ahí. Negar su existencia no es ni posible ni recomendable –de hecho, de no ser por ellos, ustedes y yo no estaríamos teniendo esta conversación­–; sin embargo, de ahí a que ellos sean ‘LA’ economía colaborativa hay un trecho. Su presencia no implica que no haya matices y variaciones de un fenómeno que…

“¡… ha venido a salvarnos!”

(Aquí bien podría ir el emoticono con cara de bochorno y la gotita en la frente.)

Eh…, a ver…, no exactamente o, al menos, no de un día para otro.

La aspiración de crear una sociedad colaborativa que empodere a las personas es ambiciosa, pero va a hacer falta que trabajemos un poquito más para salir de las crisis mundiales en las que nos hemos metido nosotros solitos. In medio stat virtus.

Dicho esto, ser fieles a los principios de la colaboración y la cooperación permite crear plataformas con verdadero potencial de cambio. Ya existen proyectos colaborativos que tienen entre sus motivaciones trabajar por el bien común, proteger el medio ambiente, promover el consumo responsable… Es decir, iniciativas colaborativas en el sentido más estricto de la palabra, algo que, por cierto –y aquí enlazo con el último punto–, no significa ‘hacer obras de caridad’.

Y es que “No es colaborativo porque es lucrativo”

Sin embargo, la economía colaborativa necesita ser económicamente viable –los hippies y sus familias también comen­. Por eso, ¿qué pasaría si, en vez de demonizar el dinero, cambiáramos su propósito y lo destináramos desde el principio a garantizar la sostenibilidad del proyecto y reinvertirlo (o repartirlo) en la comunidad?

Es el otro gran debate; uno que, por cierto, afecta por igual a todo lo que huele a economía social y solidaria, cooperativa o del bien común, y que nos invita a pensar en la creciente mercantilización de nuestras vidas. Aunque de eso, si les parece, hablamos en otra ocasión.

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Verdades-y-mentiras-de-la-economia

Fuente de la imagen: http://www.ricardpons.com/wp-content/uploads/ECONOMIA-COLABORATIVA-1.jpg

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La Educación Pública, Movimientos Sociales y el Examen de Enseñanza Media en Brasil

PorMonique Evelle y Pedro Batalla

¿Se considera parte de un movimiento social? ¿Estudió o está estudiando en la escuela pública? Entonces entenderás lo que plantearemos aquí.

Nosotros, militantes partidistas o no colectivos, somos sumamente privilegiados al formar parte de una red de conocimiento académico a la que la mayoría de la población no tiene acceso. Nuestra lucha no es la única labor que se describe en la política pública, sino también un trabajo de rescate a la población que está marginada.

Debemos recordar que los militantes negros ahora tienen dificultades extremas para llegar a comprender ciertos temas y materias antes que comenzaran a participar en los movimientos sociales. Es un logro para nosotros que venimos de una educación deficiente, tener la oportunidad de responder a una pregunta de los examenes de enseñanza media (ESMS) a partir de los estudios que nos ha provisto el activismo social.

No podemos olvidar que en marzo del 2015 hubo una audiencia en el Comité Federal de Educación de la Cámara para discutir la política y el adoctrinamiento ideológico en las escuelas, lease: en contra de la diversidad de las ideas en el aula. Para el diputado Izalci Lucas (PSDB-DF), autor del Proyecto de Política de adoctrinamiento en las escuelas, los educadores brasileños tienen un sesgo ideológico hacia la izquierda y por eso son una amenaza para los estudiantes. Y ya podemos ver el efecto desastroso de un proyecto que aún no ha votado: el Profesor de geografía Breno Mendes, fue despedido en la ciudad de Río de Janeiro por exponer opiniones en las redes sociales contrarias a las políticas de educación pública. Además,  fue la retirada de la discusión de género y de diversidadsexual  de los Planes Municipales de Educación.

Comprender y saber cómo responder cuestiones ESMS sobre Simone de Beauvoir, Paulo Freire, Weber, MST, el panafricanismo y otros, es reconocer la importancia del ciberactivismo, las ruedas de los debates en las plazas públicas, la militancia de la educación popular, porque en las escuelas no se dan estos debates necesarios.

Es importante entender que los hombres y las mujeres negras que tienen o han tenido acceso a la educación superior, han estado en el lugar de aquellos que no podían responder a la pregunta de Beauvoir , y que en la actualidad debido a los debates, la militancia y otros factores, ahora la pueden responder. Esto puede no es una victoria completa para nuestros compañeros que están aún en situaciones difíciles. Pero no hay que menospreciar ninguna victoria, incluso si esa victoria es capaz de responder a una pregunta de ESMS con plena confianza.

Fuente: https://moniqueevelle.wordpress.com/2015/10/25/educacao-publica-movimentos-sociais-e-enem/

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“Invención”: usurpación de lo ya existente

Marx Gómez

Los mismos hombres que establecen las relaciones sociales conforme a su productividad material producen también los principios, las ideas, las categorías conforme a sus relaciones sociales”
Karl Marx

El capitalismo hoy

Lo que caracteriza a cada época económica no es lo que se hace sino cómo se hace y con qué instrumentos se hace. En ese sentido, el conocimiento cobra cada vez más importancia por ser precisamente el determinante de las relaciones sociales de producción que caracterizan este contexto actual, a saber, el capitalismo global, informacional, cuya economía está sustentada, precisamente, en el conocimiento.

Entendiendo que el capitalismo se caracteriza por la concentración de los principales medios de producción en un número de manos cada vez menor; comprendiendo que dicho sistema es un sistema-mundo tal y como lo expresa Wallerstein y que en el mismo la economía-mundo se sustenta en el esquema centro-periferia, podremos visualizar la configuración de la división internacional del trabajo entre países (periféricos) que suministran materia prima y países (centrales) que desarrollan constantemente su industria y procesan el flujo de recursos provenientes de aquellos. En tal esquema podemos situar –económicamente- a los primeros países en el Sur (en vías de desarrollo) y a los últimos en el Norte (países altamente industrializados, desarrollados).

Bajo este esquema, los países centrales no solo procesan la materia prima que proviene del Sur sino que al terminar dicho proceso, sitúan las mercancías en el mercado mundial obteniendo así un segundo beneficio: un flujo neto de capitales del Sur hacia el Norte. Tal es el “negocio redondo” del capitalismo. Para mantener esa faena es necesario, pues, que los países centrales se encarguen de mantener aseguradas sus principales fuentes de recursos, tanto económicos como naturales, y por consiguiente, edificar todo un aparato jurídico-político de pretensiones globales que permitan alcanzar sin muchos contratiempos este objetivo.

Si decimos entonces que el capitalismo se configura hoy alrededor de la información y el conocimiento, es porque los mismos fungen hoy no sólo como mercancía sino como materia prima para el sistema. En el caso de la información podemos visualizar lo anteriormente explicado al observar cuáles son los principales medios de comunicación en el mundo, en manos de quienes están y a qué intereses responden. Cabe preguntarse perfectamente ¿podemos decir realmente que vivimos en una sociedad de la información cuando la mayoría de la información está privatizada?

En el caso del conocimiento, podemos formular una pregunta similar, ¿puede ser esta una sociedad del conocimiento cuando el conocimiento mismo está siendo privatizado cada vez con mayor ferocidad? Tal proceso lo podemos evidenciar en el régimen de Propiedad Intelectual que ha buscado erigirse globalmente.

Un régimen jurídico de opresión

En pocas palabras pudiera decirse que la Propiedad Intelectual supone el reconocimiento de un derecho particular en favor de un autor u otros titulares de derechos, sobre las obras del intelecto humano. Ese es el “cuento bonito” pero lo que no revela esta definición es el hecho de que los Derechos de Propiedad Intelectual protegen a quien comercializa determinado conocimiento, bien sea éste una obra literaria o una invención científica. Y si no olvidamos que los principales medios de producción están en manos de unas pocas personas, fácil podemos evidenciar que el beneficio es para pocos y las consecuencias de tal desigualdad la vivimos muchos.

¿Cómo pasan los Derechos de Propiedad Intelectual a ser un tema de prioridad global? Una estrategia de cuatro pasos permite comprender cómo se da eso. En primer lugar, es necesaria una coalición internacional alrededor de la Propiedad Intelectual conformada por la tríada Estados Unidos, Unión Europea y Japón que se materializa en la edificación de diversos organismos “multilaterales”; en segundo lugar, es imperante el que dicha coalición ejerza su influencia para situar, por medio de foros y demás eventos académicos “neutrales y objetivos”, a la Propiedad Intelectual como punto prioritario en la agenda de todos los países; en tercer lugar resulta vital para el mantenimiento de la hegemonía neoliberal que la coalición sepa contener –y esto conlleva a veces a amenazar- a aquellos países que desempeñan un rol semi-periférico y que puedan representar una posible amenaza para los intereses imperiales, asimismo deben refinar sus tácticas de persuasión para poder garantizar que los países del Sur Global sigan amarrados al régimen de Propiedad Intelectual1; por último, la coalición debe garantizar su hegemonía en el tiempo al establecer modificaciones en los Derechos de Propiedad Intelectual, extendiendo el plazo de concesión de los mismos y alargando con ello los beneficios monopólicos que reciben estos países por concepto de regalías emitidas desde los países del Sur.

Todo este régimen mundial de Propiedad Intelectual apuntala, precisamente, a asegurar que los exportadores netos (los países industrializados) continúen ampliando su control y logren frenar cualquier posible acumulación competitiva. Esto agrava aún más el profundo desequilibrio comercial existente entre el Norte y el Sur y da muestras de que un sistema global de Propiedad Intelectual –de marcado corte neoliberal- les cuesta a los países pobres mucho más de lo que los beneficia comercialmente.

Biopiratería: privatización de la vida misma

Ahora bien, visto el panorama es momento de enfocarnos en el tema que venimos a desarrollar aquí, a saber, la biopiratería como proceso de privatización de la vida misma.

Hablar de biopiratería es hablar de neocolonialismo, de nuevas formas de dominación y explotación, es hablar de cómo la biodiversidad va siendo parte del cumulo de propiedades de unos pocos y de cómo compañías trasnacionales –específicamente las del sector farmacéutico- han usurpado conocimientos milenarios para beneficiarse espantosamente a costa de la miseria y creciente pobreza de los pueblos indígenas.

Es hablar también de la supuesta “salida” que implicaría el regular el acceso a los recursos genéticos, el exigir transparencia en cuanto a la fuente de los recursos a la hora de solicitar una patente por innovación científica y del patentar el conocimiento tradicional. Todo esto no es más que un giro de tuerca que profundiza las actuales depravaciones que se viven en el marco de este sistema y, ¡peor aún!, con tales “soluciones” la biopiratería estaría legalmente permitida y se concebiría ahora como “transacciones comerciales”.

Con o sin soporte legal la biopiratería viene dándose desde 19942 cuando las principales industrias farmacéuticas del mundo lograron ejercer su influencia en la OMC para que ésta impusiera leyes de Propiedad Intelectual sobre los organismos vivos. Podemos definir entonces a la biopiratería como privatización de recursos colectivos y públicos por medio de ¡sistemas jurídicos! que impiden a todos los demás acceder a ellos. Esto es lo que no revela el concepto de patentes hasta ahora hegemonizado: protección al inventor y a su invento que, en este caso, ¡han sido producto de la usurpación del conocimiento de todo un pueblo! ¡La apropiación despiadada de un bien común!

Y es que precisamente de eso se trata: las industrias de biotecnología utilizan el conocimiento ancestral (en este caso, remedios) de los pueblos indígenas para elaborar medicamentos que luego salen al mercado a un precio altísimo y sin repartir beneficios al pueblo usurpado, ¡quien ahora tiene que resarcir económicamente por una actividad que realizaban desde un buen tiempo! El “invento” no es más que la usurpación de las técnicas ya existentes, si acaso con alguna ligera modificación.

El concepto de «biopiratería» supone, pues, que es un derecho natural la posesión de una planta, de variedades animales y de genes humanos. Este monopolio sobre la vida conlleva a tres consecuencias: el aumento desproporcionado de los precios, imposibilitando con ello el acceso por parte de las y los ciudadanos a los “nuevos” desarrollos; el freno a la producción local al recibir una gran cantidad de mercancía importada y al verse debilitada la economía nacional por motivo de la fuga de capitales bajo el concepto de regalías por el uso de estos bienes; y por último, la prohibición de actividades originarias puesto que ahora pasan a ser reconocidas como “invención” de determinada empresa y por consiguiente se rigen por el régimen de Propiedad Intelectual.

La “biopiratería” no es más que un enfoque alternativo, una “salida” digna de los revisionistas. Es la coexistencia con el capitalismo y su explotación avasallante al no oponerse tajantemente a los monopolios biológicos sino “exigir” una mayor redistribución de sus beneficios, es decir, las empresas de biotecnología que incurran en este tipo de acciones y cuyos trabajos se basen en variedades naturales, o en genes humanos descubiertos en países en vías de desarrollo o entre poblaciones indígenas, tendrían que estar obligadas a pagar regalías por ello.

La verdadera transformación, la verdadera acción revolucionaria es liberarse, precisamente, de todos los monopolios biológicos en el marco de una transformación sistémica mayor: el cambio de las actuales relaciones sociales de producción a unas donde el control de los principales medios de producción esté en manos de las y los trabajadores.

En este sentido, cobra una vital relevancia la integración regional y el internacionalismo como baluartes de un proceso de acumulación de fuerzas que permitan ofrecer una férrea resistencia y una lucha profundamente anti imperialista y anti capitalista, construyendo con ello una nueva hegemonía que, a la par de las nuevas relaciones de producción, consolide la edificación de una nueva sociedad.

Concluimos, pues, expresando que el actual régimen de Propiedad Intelectual es inviable para todos los países que se encuentran en una situación de desigualdad frente a los países del Norte industrializado. Asimismo, estas “salidas” que buscan “proteger” el conocimiento tradicional no hacen más que facilitar la transformación de los mismos en mercancías y con ello introducirlas a la “boca del lobo”, es decir, a la lógica del mercado capitalista.

Es necesario avanzar en el proceso de acumulación de fuerzas para construir, desde el Sur Global, una propuesta contra hegemónica que beneficie realmente a los países en desventaja y que, en el marco de la solidaridad entre las naciones, busque ir transformando cada ámbito de esta sociedad que subsiste con el empobrecimiento de cada vez un número mayor de personas.

¡La lucha es nacional por su forma, e internacional por su contenido!

 1 Un ejemplo de ello lo tenemos en la firma del Acuerdo de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), condición previa que establece la OMC para que los países puedan ingresar al organismo.

2 De hecho, hay un incidente anterior: el 12 de abril de 1988, la oficina de patentes de EEUU concedió a DuPont una patente sobre un ratón cuya línea había sido modificada para hacerlo susceptible al cáncer.

Fuente: http://www.aporrea.org/tecno/a126109.html

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Cuando exista una verdadera inclusión en la educación dominicana (2 de 3)

Juan Zapata Peralta

18/04/2016

En la entrega anterior de la parte uno de este artículo, hacía una breve introducción para explicar cómo en las sociedades que se piensa en una auténtica inclusión, valoran las funciones de las personas con discapacidad en las diferentes actividades humanas, pero estos no son los únicos casos.

Hay algunos que merecen también especial atención: los niños superdotados en una sociedad de exclusión.

Ellos son víctimas de la falta de experticia de los educadores nuestros en casos de personas de capacidades superiores, aquellos de alta capacidades cognitivas y con una tendencia sin igual a desarrollar un liderazgo cultivado en la “Zona de Desarrollo Próximo”, que es su elemento diferenciador, sin dotes superiores y maduras como elemento diferenciador que se superponen a la predisposición genética que insufla la madre.

La inclusión es un acto humano de atención a la diversidad que sólo puede ser manejada por expertos sociólogos, neurocentistas, psicopedagogos, terapistas físicos y orientadores.

¿Dónde están esas personas en nuestro sistema educativo? ¿Dónde está la primera escuela de educación especial que ha sido clausurada porque ya los niños con discapacidad se forman en las escuelas que ofertan servicios educativos con ningún tipo de especialidad?

Pero necesito que me digan la primera cohorte de maestros dominicanos graduados de Estimulación Oportuna, o Temprana, como erróneamente se dice, que son el insumo que demanda una verdadera inclusión.

Por lo anteriormente dicho, es que me atrevo a afirmar que la Revolución Educativa sólo iniciará cuando se inviertan los recursos del 4% en el capital humano para hacer una revolución y una inclusión que levante la dignidad como valor supremo de los seres humanos.

Fuente: http://www.elcaribe.com.do/2016/04/18/cuando-exista-una-verdadera-inclusion-educacion-dominicana-2-3#sthash.1PuKZOdm.dpuf

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Todos somos Extranjeros

Post escrito a medias con Edita Olaizola al salir de una master class del profesor Itamar Rogovsky

Laura Rosillo

28/abril/2016

Ya no quedan maestros. Personajes que sobre una tarima te sacuden de tu modorra, ponen patas arriba tus certezas y dejan que entre aire nuevo y ventile todos los rincones de tu cerebro cargadito de mensajes televisivos. Maestros que, iluminados por la vehemencia de su discurso, olvidan el micrófono porque en realidad nos hablan al oído, tienen el poder de dirigirse individualmente a cada uno de nosotros.Es la segunda vez que escribo un post con Edita Olaizola. Somos buenas amigas y los pocos ratos que estamos juntas nos ofrecen múltiples alegrías.  Una de ellas, por ejemplo, es aprender de un gran maestro.  Escuchamos, anotamos, preguntamos, reflexionamos, comentamos… y así nos enriquecemos juntas y disfrutamos de la vida.

A veces, con un poco de suerte, escuchamos a un brillante gurú, que nos emociona superficialmente y del que no recordamos nada al día siguiente.

Los maestros son otra cosa, ya nunca volveremos a pensar igual, incorporan a nuestra propia visión y experiencia nuevos escenarios y nuevos ángulos de percepción.

Nos estamos refiriendo a  Itamar Rogovsky, un maestro de los que casi no quedan, que desde la sencillez, la proximidad y la argumentación retórica más clásica, vino a demostrar que todos somos extranjeros… y esto en esta ciudad, la nuestra, que se cree capital de un quimérico estado, y que, efectivamente, nos hace sentirnos extranjeras en nuestra propia casa.

Rogovsky

Y nosotras, con los oídos bien abiertos y tomando notas sin parar teníamos la certeza de que su relectura hoy iba a ampliar nuestro pequeño mundo y fuimos adentrándonos en la descripción que del momento presente iba perfilando el profesor Rogovsky.

Nos advirtió que ni citas, ni autores, pero detrás de cada frase se escondía un libro recién leído o recién recordado, un autor de cabecera, una cita anotada en una servilleta de un bar o en una libreta guardada en un bolsillo…

La afirmación de arranque asentía que “todos somos extranjeros” para llegar al colofón de que como trabajadores somos extraños, extranjeros, estamosfuera de lugaren nuestra empresa.

Las referencias al enfrentamiento judío/palestino, musulmán/cristiano, latino/yankee, blanco/negro, nos sirven para generalizar el problema de que para cada individuo, el “otro” es un extranjero y nosotros mismos lo somos desde que nacemos y somos expulsados del “paraíso”, del útero de nuestra madre.

Y así encerrados en nuestra propia cultura, en nuestra zona confortable, el “otro” es vivido siempre como un “invasor” si quiere mantener sus valores y principios, como un “extranjero” si pretende integrarse y adoptar los nuestros.

Y lo mismo sucede en las organizaciones en las que cualquiera que no se disuelva en la mediocridad de lo establecido, lo usual, lo prescrito por la cultura de la empresa, es considerado un extranjero y, en consecuencia, un enemigo que debe ser expulsado de la comunidad compacta y hermética que configuran tantas organizaciones hoy.

Itamar extranjeríaDe hecho, aseguró que «el sentimiento de extranjería es el paradigma de la situación organizacional actual«.

Y los “Jinetes del Apocalipsis” contra los que debe luchar ahora la dirección de la empresa o en su ayuda Recursos Humanos para renovar, reinventar, reiniciar… las relaciones empresa/trabajador, nos decía el profesor Rogovsky, son la cooptación, el ghetto, el gatopardismo, el mobbing y la tanatopolítica… plagas todas ellas relacionadas con la exclusión del “otro”, con el sentimiento de extranjería que insuflan muchas organizaciones para situarse sus directivos en un plano superior, excluyente, elitista, autoritario… que responde más a estructuras y relaciones eficientes en el siglo XX pero que son claramente obsoletas en el siglo XXI.

Gracias, maestro.

Fuente: http://lrosilloc.blogspot.com/

Fuente de la imagen de cabecera: Imagen: www.diarioinformacion.com

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