Page 2351 of 2438
1 2.349 2.350 2.351 2.352 2.353 2.438

No existe una solución fácil para el problema de la deserción escolar

POR: RAFAEL DE HOYOS

Cuando me incorporé al Ministerio de Educación de México en 2008, uno de los primeros desafíos que enfrenté fue determinar políticas eficaces para reducir las tasas de deserción en la escuela secundaria superior (en los grados décimo, undécimo y duodécimo). Después de ocho años, y de realizar dos ensayos controlados aleatorios, numerosos talleres y varios estudios de diagnóstico, sigo sin tener una respuesta precisa.

No existe una solución fácil

En 2008, menos de 6 de cada 10 alumnos matriculados en el décimo grado se graduaron en México. Dado que la expansión del programa de transferencias monetarias condicionadas (CCT, por sus siglas en inglés) en México tuvo un efecto positivo sobre las tasas de retención en la escuela secundaria inferior, (i) y las encuestas indican que las “limitaciones económicas” son el principal motivo de la deserción, una estrategia obvia era, por lo tanto, establecer un programa de becas para la educación secundaria superior.

Eso fue lo que hicimos, junto con una estrategia de evaluación, para determinar si el programa realmente reducía la deserción escolar. En un documento que estamos preparando con Orazio Attanasio y Costas Meghir, a partir de un ensayo controlado aleatorio, mostramos que, entre 2009 y 2012, el programa de becas para la escuela secundaria superior no tuvo un impacto importante sobre las tasas de graduación ni mejoró los resultados de aprendizaje de matemáticas o español.

Mientras todavía trabajaba en el Ministerio de Educación, encontré un conocido artículo de R. Jensen (i) que demuestra que la entrega de información sobre los beneficios de la educación secundaria a los estudiantes de ese nivel en la República Dominicana fue suficiente para reducir las tasas de deserción escolar.

En 2009, invitamos a Jensen a la Ciudad de México para que nos ayudara a preparar la intervención y la estrategia de evaluación (que se basaba en un ensayo controlado aleatorio). Una vez más, esta intervención no funcionó como se esperaba. A partir del examen estandarizado ENLACE, basado en el censo, con Ciro Avitabile demostramos en un reciente documento de trabajo (i) que proporcionar información a los estudiantes sobre los beneficios económicos asociados a la educación secundaria superior no bastó para reducir la deserción en México. Como consuelo, vimos que la intervención de entrega de información tuvo un efecto positivo, importante y significativo en términos económicos sobre los resultados de aprendizaje, especialmente entre las niñas.

¿Qué está pasando?

¿Por qué estas dos políticas que, a priori, parecen sensatas no funcionan para disminuir la deserción? Creo que parte de la explicación se relaciona con nuestra escasa comprensión de las causas del abandono escolar en la enseñanza secundaria superior. Si bien las tasas de deserción tanto en México como en la mayoría de los países de América Latina se presentan en dicho nivel de educación, la raíz del problema se puede remontar a etapas más tempranas en la vida y la enseñanza de los estudiantes que no se gradúan.

La desigualdad y la pobreza en México y el resto de América Latina son inaceptablemente altas. Los niños pequeños de los hogares pobres de la región no reciben la estimulación inicial necesaria para adquirir habilidades cognitivas y socioemocionales a lo largo de la vida. En casos extremos en que las mujeres embarazadas no están bien alimentadas, los bebés de las familias más pobres están en desventaja desde el nacimiento. Cuando estos niños ingresan en el sistema educativo formal, ya presentan un déficit importante de habilidades en comparación con los niños de los hogares que no son pobres. La situación se torna más grave, ya que los niños de los hogares más pobres de América Latina suelen asistir a las escuelas que tienen peor desempeño, que carecen de infraestructura y materiales de aprendizaje y, quizás aún más importante, que no cuentan con maestros calificados. Las desigualdades que se producen en el nacimiento, en vez de reducirse o nivelarse, se exacerban a medida que los niños crecen.

Cuando la pobreza y el bajo nivel de habilidades cognitivas se combinan con la falta de orientación y supervisión de un adulto, las posibilidades de graduarse de la escuela secundaria superior son mínimas. Al considerarse el problema de la deserción como el resultado de un problema de carácter más estructural y más profundo, no es sorprendente que una transferencia mensual de USD 40 (dólares estadounidenses) o la entrega de información sobre los beneficios económicos de la educación no sean suficientes para solucionar el problema del abandono escolar.

¿Qué se puede hacer?

La prevención es la política más eficaz porque ataca la raíz del problema con intervenciones de alta calidad en la primera infancia. (i) Además, el mejoramiento de la calidad de la enseñanza en las escuelas públicas también reduciría el problema de la deserción en la enseñanza secundaria superior, especialmente entre los estudiantes de hogares pobres.

Pero el hecho que se tomen medidas de ese tipo no debería excluir la implementación de intervenciones en el nivel de la educación secundaria superior para ayudar a disminuir el abandono en la cohorte actual. ¿Existen ahora nuevas evidencias sobre qué puede ayudar a los niños que actualmente tienen 15 años y presentan resultados de aprendizaje deficientes y no cuentan con la orientación de un adulto? Y, un desafío aún mayor: ¿hay alguna manera de mantener en la escuela a los niños marginados y mejorar sus habilidades?

Las pruebas de un reciente ensayo controlado aleatorio realizado en Chicago muestran que existen intervenciones eficaces. (i) Los niños desfavorecidos de escuelas secundarias ubicadas en zonas marginales de Chicago participaron en un programa de tutoría de matemáticas ofrecido por un profesor a dos alumnos durante una hora al día (i) y una hora a la semana de terapia cognitivo-conductual (TCC). Los resultados son impresionantes. Los puntajes en las pruebas de matemáticas mejoraron en media desviación estándar, y se espera que las tasas de graduación mejoren en un 46 % (14 puntos porcentuales) después de un año.

La experiencia de Chicago muestra que se establecen sinergias al abordar de manera simultánea las deficiencias cognitivas y socioemocionales, pero cada una de ellas requiere una intervención separada y bien diseñada, un alto nivel de liderazgo, y recursos humanos y financieros.

Aunque las tasas de deserción escolar en México se han reducido ligeramente desde 2008, la situación no es muy distinta en este momento y es un desafío común desde Tijuana a Tierra del Fuego. El punto de partida para encarar el problema del abandono en la educación secundaria superior es aceptar que no existe una solución fácil. La solución exige una gran cantidad de esfuerzo y recursos, pero si logramos dar oportunidades a nuestros jóvenes desfavorecidos, eso valdrá la pena.

Publicado primeramente en: http://blogs.worldbank.org/voices/es/no-existe-una-solucion-facil-para-el-problema-de-la-desercion-escolar

Comparte este contenido:
ÁBACOenRed, Herman Van de Velde, cooperación genuina, saber preguntar

Saber Preguntar…

SABER PREGUNTAR…

Autor: Herman Van de Velde, 2014 (herman@abacoenred.com)

Fuente original: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/19-Saber-PREGUNTAR.pdf

APRENDER A PREGUNTAR, PREGUNTAR PARA APRENDER

¿Cómo lo hacemos para aprovechar al máximo la pregunta como recurso pedagógico-didáctico?

¿De qué se trata?

Un texto de referencia y de consulta… para ir mejorando nuestras actitudes en cuanto al planteamiento de preguntas. Un aporte a la calidad educativa, desde un enfoque técnico-pedagógico del uso de la pregunta como disposición pedagógica en diferentes escenarios educativos, apuntando al diálogo y el encuentro profundo.

Para leer todo el artículo: hacer click AQUÍ

Comparte este contenido:

Negocios en torno a estándares

Versión extensa (basada en el capítulo respectivo de Alfie Kohn)

PRUEBAS ESTANDARIZADAS 2

Lima, Perú/03 de mayo de 2016/

 

Leon Trahtemberg

 

Negocios en torno a estándares

La visión de la escuela como centro de preparación para trabajadores eficientes y disciplinados para preservar un modelo económico que favorece los intereses de las grandes corporaciones no es la misma que la que ve la escuela como un espacio para fortalecer la democracia, promover la justicia social, o simplemente procurar el bienestar y desarrollo de los propios estudiantes.

En el capítulo 2 “Turning Learning into a Business” de su libro “What does it mean to be well educated?” (Beacon Press, 2004) Alfie Kohn hace un notable análisis de cómo los intereses  comerciales de grandes corporaciones imponen a los colegios el lucrativo negocio de pruebas  estandarizadas que están atadas a una serie de otros negocios e intereses afines sobre los que bien vale la pena reflexionar. Han invadido con la misma agresividad países como Chile, Colombia, México, Brasil y ya instalaron en el Perú el intoxicante “sentido común” de que los alumnos necesitan estándares curriculares y mediciones a través de pruebas estandarizadas para comprobar la calidad de la educación, convirtiendo a los colegios en academias de preparación para rendir pruebas estandarizadas y consumir todo tipo de productos que garantizan el éxito en esas pruebas.

Para ejemplificar el cluster de negocios que han hecho de la escuela un centro de interés empresarial menciona cómo la entidad calificadora de riesgos financieros Standard & Poors ha ofrecido evaluar y publicar el desempeño de todos los colegios de un estado, a razón de 10 millones de dólares por cada distrito, basado principalmente en los puntajes de las pruebas estandarizadas. Curiosamente, Standard & Poors son los propietarios de McGraw-Hill, uno de los mayores fabricantes de pruebas estandarizadas, y usa su peso público para reforzar el sentido común de la importancia de los tests en la medición de la calidad de la educación. La editorial ofrece currículos y material educativo para reforzar a los colegios que obtienen bajos puntajes en las pruebas o para mejorar el desempeño de alumnos (siempre habrá colegios y alumnos bajos en cualquier sistema de medición jerarquizadora)

En abril del 2000 Charlotte K. Frank, vicepresidenta de McGraw-Hill fue nombrada para integrar la junta de regentes de la educación de Nueva York. En marzo del 2001 Business Week (propiedad de McGraw-Hill) publica como artículo principal una fuerte defensa de la rendición de cuentas basada en pruebas estandarizadas. Por si fuera poco, hay una relación muy amical entre el presidente George W. Bush y Harold McGraw III, CEO de la corporación.

Similares vínculos y beneficios tienen las otras 4 grandes corporaciones que hacen pruebas estandarizadas y negocios afines: Harcourt Educational Measurement, Riverside Publishing, Educational Testing Srvice (ETS) y NCS Pearson.

Pero los negocios no quedan en lo directamente vinculado a pruebas, textos, software y materiales didácticos directos. Incluyen publicidad en cafeterías y campos atléticos escolares, buses, marcas exclusivas para refrescos,  canales “educativos” de TV gratuitos que contienen publicidad (Channel One); enunciados en los problemas de matemáticas que mencionan ciertas marcas de productos; vendedores de kits curriculares de ciencias que demandan el uso de ciertos equipos precisos de laboratorios; campañas de limpieza dental a cargo de ciertas marcas de dentífricos (P & G), de higiene personal a cargo de marcas de desodorantes (Old Spice) y de cremas de protección del cutis o contra el acné (Clearasil).

Si estas empresas inspiran los textos escolares, entonces venden la idea de que los alumnos deben asociar cómo se sienten con cómo se ven, manejan el tema de nutrición para que prefieran los enlatados y fast foods en vez de alimentos más nutritivos, y omiten señalar que fumar produce enfermedades (como en la publicidad de Kraft General Foods y Nabisco –que pertenece a una empresa de tabaco-).

A todo ello se agregan los negocios de los colegios públicos concesionados a corporaciones privadas (charter schools) que surgen como alternativa a los colegios públicos calificados como decadentes  a partir de los puntajes menores que obtienen en las pruebas estandarizadas que estas corporaciones auspician.

Los lobistas han logrado pasar el control distrital de las escuelas al estado, donde los poderes políticos aliados con los intereses de las grandes corporaciones marcan las políticas educativas y leyes que demandan que cada estado evalúe a cada niño cada año.

(El video “Estudiante de Tennesse habla sobre la educación” es muy aleccionar respecto al negocio de los estándares y las pruebas estandarizadas en los EE.UU., la atadura con el currículo federal  y el efecto que están teniendo las evaluaciones estandarizadas a los profesores. https://www.youtube.com/watch?v=n3NeVMsSYKU )

Desde la perspectiva más ideológica, las escuelas norteamericanas han sido penetradas por conceptos del mercado centrales como la fe en la competencia (en la que los intereses individuales compiten entre sí), atado a un pronunciado individualismo que hace inexistente el “nosotros” y la jerarquización de estudiantes, todo lo cual contradice el trabajo en equipo, el respeto a las diferencias y la búsqueda del bienestar común que en teoría se predica para la educación, con lo que se corroe el propio sentido democrático.

Cuando los colegios son penetrados por la lógica del mercado, en muchos de ellos ocurre que

1) invierten dinero en marketing de su colegio;  2) eliminan los alumnos que bajan los promedios o perturban; 3) distorsionan el currículo para hacer creer que unos alumnos sirven para la academia y otros para ir directamente a trabajar por lo que tienen que ser modelados tempranamente para ser aptos para esa actividad; 4) generan un  ethos escolar que enfatiza los resultados cuantificables, procedimientos estándares para mejorar desempeños, o el orden y disciplina para asegurar el respeto a la autoridad; 5) propician la  convicción de que la educación es una inversión que dará rentabilidad a la vida en el futuro.

Los alumnos son controlados con premios y castigos, colocados en competencia unos contra otros, para ser calificados y jerarquizados por quienes tienen más poder que ellos. Los preparan para ser  consumidores que sienten que su vida mejora en base a la compra de más y más productos.

Todo esto que los prepara para ser eficientes empleados de las corporaciones no tiene nada que ver con preparar a los niños para el pensamiento crítico, exploración intelectual para toda la vida, ser participantes activos de sociedades democráticas  o ser amorosos compañeros de amigos y familiares.

 

En suma, las pruebas estandarizadas logran las siguientes metas:

  • Enormes ingresos a las empresas productoras de pruebas
  • Identificar y segmentar a los alumnos para la conveniencia de la industria y la educación superior
  • Ayudar a que los alumnos se identifiquen con el estilo ideológico de las corporaciones en las que las evaluaciones no se usan para sostener el mejor aprendizaje sino para hacer competir y jerarquizar a los alumnos
  • Ante los bajos desempeños de alumnos, promueven el descontento popular y la crítica a la inoperancia de la escuela pública y los beneficios de la privatización, facilitando el ambiente para la introducción de los vouchers y otras alternativas privadas
  • Las universidades, que son crecientes brazos aliados de las empresas, evalúan a los alumnos como parte de una estrategia de captación de largo plazo por parte de las corporaciones y el imperio de su ideología.

Con todo ello se logra que las escuelas norteamericanas se asemejen a fábricas de alumnos, con operaciones de ensamble en línea presionadas para avanzar con la mayor velocidad y dedicación, énfasis en reglas, reducción de lo importante a lo trivial y obsesión por campanas, horarios, de modo que los estudiante son preparados para trabajar en fábricas en tareas predeterminadas que no requieran de ellos pensar en qué podrían hacer. Los términos trabajadores de clase mundial, competitivos, medibles, estándares, resultados, rendición de cuentas, han invadido la escuela.

VISIÓN: la visión de la escuela como centro de preparación para trabajadores eficientes y disciplinados para preservar un modelo económico que favorece los intereses de las grandes corporaciones no es la misma que la que ve la escuela como un espacio para fortalecer la democracia, promover la justicia social, o simplemente procurar el bienestar y desarrollo de los propios estudiantes.

Si las empresas fueran honestas en su búsqueda de contar con empleados que sean pensadores críticos y capaces de resolver problemas demandarían de las escuelas un enfoque socioconstructivista para el aprendizaje, un currículo que promueva el cuestionamiento de los  estudiantes, lenguaje total, eliminarían las hojas de ejercicios de entrenamiento descontextualizadas y la memorización, enfatizarían el aprendizaje colaborativo eliminando aquello que lo subvierte como la competencia, premios, castigos, cuadros de honor, y pruebas guiadas por normas estandarizadas. Insistirían en clases heterogéneas e inclusivas en lugar de clases en las que se segrega, estigmatiza y excluye.  Dejarían de hablar de “elegir colegios” (como si fueran productos diversos del mercado) y darían a los alumnos más oportunidades para ofrecer opciones dentro de las clases. Publicarían reportes sobre la importancia de convertir a los colegios en comunidades que se preocupan unos por otros en las que se resuelven problemas comunes, en lugar del énfasis en seguir instrucciones.  En lugar de considerar que los equipos se congregan para competir con otros vistos como rivales, y las habilidades sociales para desempeñarse en la sociedad enfatizarían cualidades como generosidad y compasión.

La realidad peruana no es equivalente a la de los Estados Unidos, la obsesión por pruebas y las ataduras con la industria editorial (aun) no son del tipo descrito, la escuela pública no está siendo concesionada a los operadores privados,  etc. Sin embargo, reflexionar sobre lo que ocurre en Estados Unidos puede darnos algunas pistas sobre la manera como la obsesión por las pruebas estandarizadas termina corrompiendo e intoxicando al sistema educativo.

En el capítulo 2 “Turning Learning into a Business” de su libro “What does it mean to be well educated?” (Beacon Press, 2004) Alfie Kohn hace un notable análisis de cómo los intereses  comerciales de grandes corporaciones imponen a los colegios el lucrativo negocio de pruebas  estandarizadas que están atadas a una serie de otros negocios e intereses afines sobre los que bien vale la pena reflexionar. Han invadido con la misma agresividad países como Chile, Colombia, México, Brasil y ya instalaron en el Perú el intoxicante “sentido común” de que los alumnos necesitan estándares curriculares y mediciones a través de pruebas estandarizadas para comprobar la calidad de la educación, convirtiendo a los colegios en academias de preparación para rendir pruebas estandarizadas y consumir todo tipo de productos que garantizan el éxito en esas pruebas.

Usa el siguiente ejemplo: la calificadora de riesgos financieros Standard & Poors ha ofrecido evaluar y publicar el desempeño de todos los colegios de un estado, a razón de 10 millones de dólares por cada distrito, basado principalmente en los puntajes de las pruebas estandarizadas. Curiosamente, Standard & Poors son los propietarios de McGraw-Hill, uno de los mayores fabricantes de pruebas estandarizadas. La editorial ofrece currículos y material educativo para reforzar a los colegios que obtienen bajos puntajes en las pruebas o para mejorar el desempeño de alumnos. En abril del 2000 Charlotte Frank, vicepresidenta de McGraw-Hill fue nombrada para integrar la junta de regentes de la educación de Nueva York. El artículo central de Business Week de marzo 2001 (propiedad de McGraw-Hill) fue una fuerte defensa a las pruebas estandarizadas. Similares vínculos y beneficios tienen las otras 4 grandes corporaciones que hacen pruebas estandarizadas y negocios afines: Harcourt Educational Measurement, Riverside Publishing, Educational Testing Srvice (ETS) y NCS Pearson. Agreguemos la publicidad en cafeterías y campos atléticos escolares, buses y canales “educativos” de TV gratuitos (Channel One); venta de marcas exclusivas en cafeterías;  campañas de limpieza dental con ciertas marcas de dentífricos (P & G), de higiene personal con desodorantes (Old Spice) y con cremas de protección del cutis (Clearasil).

La referencia de EE.UU. debería servirnos para analizar mejor las “panaceas” sobre la buena educación que cual fórmulas imbatibles nos llegan de otros lares.

 

FUENTE DEL ARTÍCULO:

http://goo.gl/mylpEQ

 

FUENTE DE LA FOTO:

http://goo.gl/TyMRdN

 

PROCESADO POR:

Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

Comparte este contenido:

La pedagogía crítica: entre la dialéctica del pesimismo y de la voluntad

Iliana Lo Priore

 La pedagogía crítica constituye una opción de cambio para los docentes de todos los niveles del sistema educativo. Esta reflexión intenta provocar búsquedas, ahondar en la relación dialéctica que implica, para que el sujeto consciente de la importancia de la centralidad pedagógica, propicie experiencias cotidianas donde se dé el salto entre la intencionalidad a la realización de la pedagogía crítica.

Para Gramsci «el pesimismo es un asunto de la inteligencia; el optimismo, de la voluntad». Referir estos dos términos, pesimismo y voluntad en su significación gramsciana, para enmarcar el contexto subjetivo en el que creemos se enmarca dialécticamente la continuidad actual del desarrollo de la pedagogía crítica venezolana-indoafrolatinoamericana, nos parece pertinente. Esta pertinencia la inferimos de las necesidades objetivas de nutrir mucho más, y desde enfoques diversos, el pensamiento epistemológico, teórico y metódico pedagógico alternativo, así como de la necesidad de la construcción organizada de movimientos, colectivos y grupos, también diversos pero convergentes en plataformas político-ideológicos para cambiar efectivamente las instituciones escolares y la educación en general a través de nuevas e innovadoras prácticas transformadoras de los sujetos pedagógicos (estudiantes, docentes, comunalidades y otros).

La necesidad de desarrollar mucho más un pensamiento pedagógico crítico se comprende a partir del requerimiento de desembarazarnos de concepciones que son reproductoras de la sujeción dominante hegemónicamente de los potenciales sujetos pedagógicos emergentes y de las dinámicas de las instituciones escolares.

Es imprescindible que, para emancipar a los sujetos, se emancipe al pensamiento que los guíe. Sin un pensamiento liberado de sus lógicas reproductoras, no habrá prácticas educativas liberadoras. Por supuesto, en ese proceso de liberación del pensamiento de los sujetos, estos son autoliberadores, ya que nadie podrá sustituirlos en esa tarea, por cuanto deberá ser obra de ellos mismos a fin de que sea auténticamente liberadora. Sin que esto excluya, por el contrario, la interacción incitante y motivadora necesaria con los co-sujetos u otros como ellos que en recíproca concientización liberadora y constituidos como comunidades que practican la ética comunicativa, dialógica o interdiscursiva que los cohesiona reconocedoramente, formulan y acuerdan proyectos consensuados. Aquí es estratégico construir saberes y conocimientos rigurosos y sistemáticos que superen la conciencia ingenua, falsa o alienada teórica e ideológicamente, así como evitar el teoricismo paralizante por no ser derivación de acertados diagnósticos de la realidad educativa implicante que se trata de cambiar.

Asimismo, la voluntad o práctica transformadora, implica liberar a su vez la acción individual y colectiva de las estructuras institucionales o normativas reaccionarias que la sujetan o limitan para su actuación emancipadora. De lo que se trata en este aspecto, es de desatar y animar la voluntad de cambio sin caer en el optimismo ciego del voluntarismo, que invoca el practicismo desconociendo los diagnósticos y los aportes de la reflexión teórica que son la guía imprescindible para orientar y afirmar las potencialidades y reconocer las posibilidades ciertas para lograr acciones pedagógicas pertinentes. Aunque se proclame lo contrario por los voluntaristas, no hay acción sin teoría que la guíe. Por ello, es clave entender que las transformaciones dependerán de la capacidad de acción y poder de los sujetos del cambio pedagógico radical.

Para concretarse el pensamiento crítico en prácticas de transformación educativa requiere de mediaciones organizativas de los sujetos, mediaciones autónomas, inclusivas de la pluralidad de opciones y proyectos críticos, para cambiar las prácticas educativas y en consecuencia sus instituciones escolares.

Tomado de: http://www.equipocritica.org/analisis-de-la-educacion/la-pedagogia-critica-entre-la-dialectica-del-pesimismo-y-de-la-voluntad/

Comparte este contenido:

La educación dominicana, un paciente en fase terminal.

Por: MANUEL NUÑEZ ASENCIO

Aquellos que manipulan a la opinión pública intoxicándola de propaganda, sustituyendo la verdad con falsas percepciones, no pueden imaginarse el macabro descubrimiento que hallaremos tras sus laboriosas maniobras. Después de los primeros dos años de ejercicio gubernamental, en el 2014, 8 de cada 10 dominicanos pensaba que la educación es la obra cumbre del Gobierno del Presidente Medina.

La aprobación, según la encuesta Gallup 2014, llegaba al 89,3%, dejando en penumbras los otros aspectos de la gestión de Gobierno. En la encuesta Gallup del 2015, la aprobación seguía en la cúspide con un 82%, y ya se había convertido en la plataforma de la reelección presidencial. En el 2016, tras las repercusiones de algunas verdades sobre la mala calidad de la enseñanza y otros escándalos que tuvieron poquísima divulgación por las manipulaciones de los trovadores de la prensa, la opinión pública sigue manteniendo la educación como el buque insignia de todas las valoraciones del Presidente Medina. Según la encuesta Gallup 2016, dos de cada tres dominicanos, apoya la gestión del Presidente Medina. Es decir, 65,8%. De manera que la educación se lleva las palmas, eclipsando el pobre desempeño en la salud, en la agricultura, en la lucha contra la corrupción, en la justicia, el empleo y, desde luego, en la seguridad que, al parecer, ha fraguado el mayor de los desengaños.

Las opiniones de los periodistas, comentaristas y editorialistas de los medios ensalzan al Gobierno del Presidente Medina, proclamando que en educación hemos tenido los mayores logros. Porque se ha creado la tanda extendida en una porción considerable del sector público. Porque se ha expandido el desayuno escolar y se ha introducido el almuerzo. Es decir, porque el Estado ha suplantado a las familias en las obligaciones que tienen con sus hijos. Siempre será preferible que el alumno almuerce y desayune en su casa. Estas circunstancias no representan ningún cambio en el desempeño educativo, en el que a pesar de todas las mentiras, andamos de capa caída.

De lo que se trata ahora es de lo que ya han verificado los tres estudios sobre la educación en América latina y el Caribe: PERCE 1997, SERCE 2006 y TERCE 2013 ( UNESCO-OREALC) y del cúmulo de informaciones sobre nuestro país, que ya se barajan en el Laboratorio latinoamericano de la Calidad de la Educación (LLECE). En lectura y en matemáticas, en el TERCE y en el SERCE, la República Dominicana ocupa el último lugar ; tiene los peores resultados de todo el continente. El propio Ministerio de Educación habituado a esconder los fracasos con palabrería abundante y vacía, siempre esquivando el bulto, llega a admitir en el informe sobre estas pruebas lo siguiente : “El país sigue presentando importantes desafíos; los puntajes obtenidos están muy por debajo de la región en todas las áreas”.

Ninguna de estas realidades escapa al conocimiento del Gobierno. En el 2011, el Ministerio de Economía y Desarrollo solicitó al Centro Internacional para el Desarrollo de la Universidad de Harvard una consultoría en la que examina menudamente la formación de los ciudadanos, como la plataforma fundamental para el desarrollo, estableciendo una Visión de lo que deberíamos ser en el año 2030. Informe elaborado por el equipo de Harvard encabezado por Ricardo Haussmann, César Hidalgo, Juan Jiménez, Robert Lawrence, Eduardo Levy.Yeyati, Charles Sabel y Daniel Chydlowksky. De todos los temas abordados por esta avanzadilla de expertos , el de mayor enjundia y acaso el más descarnado, corresponde al diagnóstico sobre la educación.

En el informe se establece que si el país no desarrolla las destrezas intelectuales de su fuerza laboral, si no adapta al contexto nacional las nuevas tecnologías que le permitan innovar y mejorar la productividad, tropezaremos con una barrera infranqueable que nos impedirá disponer de capital humano para enfrentar exitosamente el porvenir. Vale decir, de personas con formación, habilidades y destrezas y actitudes suficientes para convertirse en un factor de riqueza.

El informe Harvard (2011)

Sobre este aspecto tan sensitivo para todo el que le duela la República Dominicana, el Informe Harvard ( Construyendo un mejor futuro para RD: 2011) llega a conclusiones verdaderamente pavorosas. He aquí recogida en cuatro aspectos fundamentales las tesis del informe, en lo que toca a la educación.

Baja cobertura. Se estima que el país tiene una tasa de cobertura primaria de 84,3% a 94,2 % muy por debajo de países con un PIB per cápita inferior. Tales como Tanzania, Madagascar, Zambia, Guatemala, Honduras, entre otros. Llama la atención que Nicaragua con un PIB casi tres veces menor que RD tenga una cobertura 12% mayor. Asombra a los expertos , que mantengamos una cobertura muy inferior a los países que tienen un PIB per cápita semejante al nuestro. La cobertura secundaria se halla 57% y la terciaria en un 33%.. Y eso que se han abierto tandas vespertinas y nocturnas, trastornando los horarios y los servicios.
Baja calidad de la enseñanza aprendizaje. Además de que el sistema excluye a porciones importantes de dominicanos, los que logran ingresar y mantenerse en el ámbito escolar reciben una educación de muy baja calidad. Se ha hecho el cálculo, extrapolando los resultados del PERCE, SERCE y TERCE, de la puntuación que obtendría la República Dominicana, en caso de someterse a la evaluación internacional PISA. Según ello, el país obtendría la segunda menor calificación en matemáticas,, lectura y ciencias de un total de 67 países, por debajo de Kirgystan, país con un PIB per cápita inferior a República Dominicana.

El cálculo ha partido del hecho de que en todas las evaluaciones, Guatemala, tiene un desempeño tres veces superior a nuestro país. “ La gravedad del problema es tal que el porcentaje de estudiantes dominicanos que estarían por encima del nivel 1 en la prueba PISA propuesta por Filmer, Hasan, Pritchett como objetivo de aprendizaje del Milenio mínimo es de apenas 26% en matemáticas, 43% en lectura y 50% en ciencia” . “ solo el 0.4% obtendría una calificación en matemáticas igual o superior al del estudiante promedio de los países de OECD (500 puntos en la prueba PISA) tres veces inferior al segundo país con menor porcentaje, Es decir, mientras que en Nicaragua 1 de cada 63 estudiantes clasificaría como promedio de los países de la OECD, en República Dominicana sólo 1 de cada 240 dominicanos estaría en dicho grupo” (Véase Informe pág. 83).

A pesar de que las pruebas SERCE demuestran que el estudiante dominicano no domina el material de matemáticas establecido por el currículo, el nivel de reprobados se halla muy por debajo de los resultados de la prueba internacional. Lo cual quiere decir que los profesores promueven a los estudiantes sin haber aprobado. Esto tiene nefastas repercusiones en toda la planificación de la enseñanza. Es tal el desastre, que la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en las pruebas exploratorias realizadas para el Colegio Universitario, estableció, sobre un período que abarca veinte años, que el nivel académico de los que ingresan “sería equivalente a un sexto grado de la educación básica” (pág. 84). Según esto, hemos tocado fondo.
Bajísimo nivel de excelencia. Cuando se examina el sistema, tomando en consideración el número de estudiantes con destrezas superiores. Es decir, la crema y nata, los mejores el informe llega a estas precisiones. “ En el país sólo el 0.0006% tendría un desempeño en la prueba PISA de matemáticas por encima de 607 niveles 5 y 6 de dicha prueba (el máximo es 800 puntos). RD tiene el porcentaje más bajo de 67 países”. En el continente quedamos muy debajo de Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Guatemala, El Salvador, Panamá y Nicaragua. “ Sólo 1 de cada 180.000 estudiantes tendría puntuación por encima de 607, mientras que en Nicaragua, el segundo país con menor porcentaje de “ super estrellas” 1 de cada 19.000 estudiantes entraría en el grupo” ( pág.85). En el orden superior internacional nos hallamos tres veces por debajo del último país, que es Nicaragua. El sistema educativo dominicano produce resultados que en otros países serían inaceptables.
El desempeño de los mejores del sistema educativo dominicano resulta mediocre. “ En las Olimpíadas Iberoamericanas de Matemáticas y en las Olimpiadas de Matemáticas de Centroamérica y el Caribe, el país nunca ha obtenido una medalla de plata ni medalla de oro, la República Dominicana ha sido uno de los países con peor desempeño en dicha olimpiadas regionales, con un índice de medallas y menciones menos de la mitad del segundo país con más bajos resultados. (…) en las X Olimpíadas de Matemáticas de Centroamérica y del Caribe del 2008, el país tuvo un puntaje 19, mientras que Nicaragua, segundo país de peor desempeño, obtuvo calificación de 39” ( pág. 86).
He aquí las conclusiones a las que se llega tras examinar estas estadísticas espantosas . “ Luego de ver el estado crítico de la educación en República Dominicana, no sorprende el hecho de que en el ranking internacional de competitividad del Foro Económico Mundial, el país esté siempre entre los 10 países de más baja calidad de su sistema educativo en un grupo de aproximadamente 136 países” ( pág. 88).

¿Cómo hemos llegado a esta tristísima circunstancia de descalabro educativo? ¿Es que no hay en el país diez justos a los que les duela el porvenir de las futuras generaciones de dominicanos?

Un grupo de ONG , periodistas y comentaristas estableció que la culpa de todo el desastre se hallaba en el gasto del Estado en la educación pública, que las cosas quedarían completamente resueltas invirtiendo el 4% del PIB. La hipótesis era, desde luego, falsa. “Ecuador invierte aproximadamente la mitad de lo que gastaba República Dominicana por estudiante en términos de PPP y consigue tener resultados PISA 0.3. Es decir, tres veces superiores a los resultados obtenidos por RD. Esos mediocres resultados demuestran que la calidad del gasto es bajísima. Queda sobradamente demostrado que se puede aumentar el gasto, sin aumentar un ápice la calidad de la educación. La movilización social que llevó al Gobierno a fijar en el 4% del PIB el gasto en educación, lo que equivale a pasar de 552 dólares per cápita por estudiante de primaria, a 1.004 dólares PPP, nos iguala a Colombia, Panamá y Uruguay, sin llegar remotamente a los resultados de esos sistemas. Mayor gasto es mayores insumos, sin previo diagnóstico (profesores, materiales, aulas, desayunos etc., ); pero la calidad sigue siendo baja, aplicando el modelo tradicional de más de lo mismo.
Una primera hipótesis planteaba que la enseñanza aprendizaje se hallaba limitada por el número de horas. Según el Plan Decenal de Educación (2008-2018) el currículo oficial establece 1.080 horas de clases para el nivel primario y 1.250 horas para el nivel secundario. En la práctica, el número de horas impartidas no rebasa las 500 horas de clase. Desde luego, si el tiempo no alcanza tampoco se completa el currículo. Sin embargo, otros países con franjas de tiempo semejantes—a saber Polonia e Indonesia—tienen desempeños muy superiores en los exámenes de PISA a los que hubiera podido tener la República Dominicana. En los colegios privados la cantidad de horas es mayor, sin que se produzca una varianza apreciable. El sistema escolar tanto público como privado tiene resultados “ homogéneamente deficientes” (pág. 88)
Para los expertos del informe Harvard ni el currículo vigente ni la relación de estudiantes por aula pueden explicar el mal desempeño de la enseñanza aprendizaje en el país. La proporción de estudiantes por aula en el país, era, en comparación con muchos países de la OECD realmente baja. Entonces todas las miradas se centraron en el profesorado.
Numerosas evaluaciones demuestran que los docentes no dominan el material de enseñanza; la administración de las escuelas enfrentan un sistema demasiado centralizado (Estudio del PREAL y EDUCA, 2006). Los directores no tienen la posibilidad de contratar y despedir maestros ni de participar en la adaptación de los materiales enseñanza. “ la poca atención que recibe se concentra en insumos escolares (infraestructura de la escuela, cantidad de materiales educativos, número de computadoras etc.) y no en el desempeño de los estudiantes.”(pág. 91)

El balón de la crítica salió de la UASD. Montañas de informes han sido publicados demoliendo la gestión de los Gobiernos en este punto. Después de embrolladas volteretas, el balón ha vuelto a la UASD, que ha sido la fábrica de profesores para la educación nacional. Unos maestros atiborrados de teorías pedagógicas, es decir, metidos en las complejas mecánicas del cómo enseñar; pero que, en puridad, desconocían el qué enseñar , la asignatura que hay que enseñar . Nadie puede enseñar lo que no sabe. Las pruebas han demostrado que los propios maestros reprueban las matemáticas; sufren estreñimiento mental ante la página en blanco porque su poder de expresión se halla trabado. Y, finalmente, quedan descalificados en las pruebas de lenguaje. Con semejantes bueyes, la carreta no va muy lejos. El que no tiene rumbo nunca tendrá buen viento.. La mala administración de la educación ha hecho que reine la violencia, la irresponsabilidad , al punto de que los propios alumnos mataron a una niña de 12 años de edad en La Romana; tenemos infinidad de casos de niñas embarazadas. Según los datos de UNICEF suministrados a UNIVISION (2/12/15) , 22% de las niñas ha estado en algún momento embarazada. En el Hospital Juan Pablo Pina en una franja de tres meses se consultaron 3500 adolescentes embarazadas, ¡ incluyendo a una de diez años! El hospital atiende entre 50 y 60 adolescentes cada día. La situación se reproduce con semejante virulencia en Baní, en San Juan y en la provincia de Santo Domingo. En muchos casos, se produce, fatalmente, en la propia escuela.
El factor de la disolución definitiva

Sobre ese cuadro ya catastrófico se ha producido el desplazamiento de la población haitiana a las escuelas dominicanas. Desde punto de vista de los servicios el Estado haitiano no existe: sólo provee un 8% de la matrícula escolar; el 92% de las escuelas son privadas; 52% de la población es totalmente iletrada de organismos internacionales (Banco Mundial, UNESCO; ONU) una proporción de 57% de población iletrada. Complejo, opera con dos lenguas creole, que es la lengua del país y francés (12%) que es la lengua de comunicación internacional; la población paga de su bolsillo ( y no siempre) el presupuesto de la educación 130 dólares por alumno; el Estado dominicano se dispone a invertir 1.080 dólares per cápita. Todas esas circunstancias constituyen un efecto llamada.

Durante el rodaje del documental “ La batalla de CODOSUR”, hicimos una indagación de campo, con los profesores y los directores de los centros educativos de los barrios del sur de la ciudad de Santiago de los Caballeros.

He aquí en cuentas muy resumidas los hallazgos:

Las ONG que operan en comandita con el Ministerio de Educación le hace convalidaciones a haitianos que no dominan el español, y que retrasan el proceso de enseñanza aprendizaje.
La matrícula crece; porque desde la disposición tomada por la ex Ministra de Educación, Milagros Ortiz Bosch ( 2000-2004) se introdujo el hábito de inscribirlos masivamente sin acta de nacimiento; con nombres inventados y documentos falsos.
Como la historia de ambos países es divergente, algunos niños se niegan a saludar a la bandera dominicana; los profesores se inhiben de enseñar las menudencias del hecho histórico y los técnicos de currículo y autores de libro de texto han anulado la enseñanza de la historiografía dominicana. Tal como quedó demostrado con los libros oficiales del MINERD, que, han suprimido el conocimiento de la Independencia nacional en 4to ,5to ,6to y 7mo. grado, dándole primacía la historiografía de Haití.
En los programas de adultos que empiezan con estudiantes que hallándose con 15 años cumplidos se encuentran en primaria. En el liceo de adultos La Fuente en Santiago, el 40% de los estudiantes eran haitianos. Entraban al 8vo o al 7mo grado sin tener ningún nivel y sin conocer la lengua, y luego en dos años, tomando el programa PREPARA terminaban el bachillerato. Cuando penetramos en los cursos de bachillerato, nos hallamos con aulas con más haitianos que dominicanos. En la Cruz de Marilópez, el Presidente de la Junta de vecinos, nos planteó que la población dominicana tenía dificultad para hallar cupos en las escuelas.
Las calamitosas circunstancias haitianas no justifica la anulación de nuestros derechos.
Necesitamos una escuela que enseñe a leer, a escribir, las matemáticas y que vincule al educando con su historia, que forme ciudadanos que amen y defienden a su país, no ciudadanos de ninguna parte. Una nación, incapaz de defender su identidad, no podría sobrevivir en un mundo global, ni actuar unidos ante unos desafíos capaces de sepultar el esfuerzo de todas las generaciones del pasado.

Publicado primeramente en: www.almomento.net/

Comparte este contenido:

La formal pedagogía de la torpeza

Narrado por. Francisco Velásquez/ Fuente: Entorno inteligente

Una nena enfrenta un examen y admite no saber nada. La maestra, en vez de centrarse en lo que no, se enfoca en lo que sí. La nena termina escribiendo varias páginas sobre su vida, su entorno desteñido, el trabajo en la plantación de frutillas adonde vive. La maestra cuenta la historia en Facebook y después, lo que ya sabemos. Que la historia se vuelve viral, que miles la comentan, que hay elogios y críticas por partes iguales.

Muchos han visto en ese relato casi una confirmación de uno de los mantras de los últimos años: «La educación ya no es lo que era», «Los chicos no saben nada». Otros muchos, en cambio, resaltaron lo infrecuente de esa docente que entendió que frente a ella, antes que una «alumna», tenía a una nena que decía la verdad. Y que la verdad no era ni blanca, ni radiante, ni palomita. Era ésa (que ella no sabía nada de lo que se suponía debía saber), pero también una verdad mucho más profunda. Una que recién salió a la luz cuando la maestra ayudó a la chica a salir del lugar de la impotencia, y a contar de ése, su vecindario lleno de fruta y hueco de dulzor.

En el medio, para los que quisieran ver, había quedado expuesta la realidad de la enseñanza en muchas escuelas de nuestro país. Esto es, sin estímulos, con padres demasiado extenuados como para revisar cuadernos, con chicos que trabajan a la par de ellos.

El reconocido periodista Francisco Velásquez publica historias curiosas en Facebook.

Pero la escuela también puede ser eso que fue para esta nena inmigrante: un sitio adonde ir a contarle a un adulto lo que le pasa, y que el adulto escuche. Paulo Freire hablaba justamente de la educación como un acto revolucionario y transformador. En su Pedagogía de la esperanza , anota: «Enseñar es un acto creador. Es un acto crítico, no mecánico».

Pero frente a una maestra que puso a su alumna a pensar y a contar, la pedagogía de la torpeza pudo más. Se quedó, como siempre, en las formas. En lo recto del renglón. Mientras tanto, perdió de vista no sólo a la nena sino además, entero, a su universo de barro, frutillas y venenos. «Ya no usamos bromuro», le contó algunos días después al periodista Nicolás Cassese una vecina de esa chiquita, como quien cuenta un progreso. Se refería al bromuro de metilo, una sustancia definida por la OMS como «sumamente tóxica». Un pesticida que actúa sobre el sistema nervioso central, que se utilizó por años para esterilizar el suelo de los cultivos de frutilla, tomate y berenjenas, y que se dejó de usar recién el año pasado.

A los chicos que viven en esas condiciones y expuestos a daños que ni siquiera podríamos imaginar les pedimos que aprendan como si tuvieran tiempo, ayuda y abrigo. Pero después la torpe es ella, claro, por no saber. Por no saber lo poco que les importa su vida a todos los que se escandalizaron al leer la historia.

En esta nota: Educación LA NACION Ideas Pensamiento

Las cuentas de Facebook del periodista Francisco Velásquez narran la cotidianidad de las noticias.

Tags: Francisco Velásquez, Facebook, Instagram.
Con información de: La Nacion

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8329166/0124-am–Francisco-Velasquez–La-formal-pedagogia-de-la-torpeza

Imagen: http://cdn3.navidad.es/wp-content/uploads/2015/10/Ni%C3%B1a-escribiendo-poema-de-Navidad.jpg

 

Comparte este contenido:

¿Qué niños vamos a dejarle al mundo?

Escrito por: MANUEL BRAVO V

¿Qué mundo vamos a dejarles a nuestros niños?

¿Qué niños vamos a dejarle al mundo?

Mairieu

Recién llegué de Perú donde tuve oportunidad de mirar diversos tipos de filosofías educativas en acción. Algunas grotescas en el trato al niño, tanto que tuve que salir furioso del aula; otras tan vanguardistas2 que me invadió la envidia: ¡yo quiero eso para los niños de México! El viaje me dejó varias lecciones, pero una de ellas, no me suelta; aquí va.

En la escuela se aprenden muchas cosas que rebasan los contenidos curriculares, son aprendizajes relacionales, culturales, simbólicos. Las escuelas son mensajeras de ideas, valores institucionales y sociales, códigos, algunos conscientes y otros más inconscientes. Los expertos lo denominan el “curriculum oculto”.

¿Y qué les estamos diciendo a los niños en muchas escuelas en el mundo en pleno siglo XXI? Que las preguntas valiosas ya están hechas por otros, y que las suyas son irrelevantes; matamos su innata curiosidad. Que los problemas suelen tener una solución correcta, y no varias; rompemos con su pensamiento creativo. Que el arte de pensar es solamente para los adultos; aniquilamos el pensamiento crítico. Que todos aprendemos igual, y por tanto, quienes no lo hacen al mismo ritmo son más o menos listos que otros. Que las niñas no son buenas en matemáticas y que los niños no son buenos para la comunicación; marcamos preferencias y reforzamos estereotipos3. Que si vienes de una condición humilde no puedes soñar, aspirar, progresar; reforzamos la idea de origen como destino. Que los adultos pueden callar e interrumpir al niño, pues su voz importa poco.

Les decimos que sólo uno enseña, mientras los otros deben aprenderle, matando así el aprendizaje social o colaborativo. Que memorizar y repetir es un hábito necesario, mientras que pensar y expresarse no resulta conveniente; el adulto debe hablar y el niño escuchar. Que el error está prohibido, perdiendo la posibilidad de mirarlo como el inicio del aprendizaje. Que lo importante es ganar, quitando el valor de colaborar o de disfrutar la experiencia misma; generamos culturas individualistas. Que las oportunidades son de unos y que otros nunca las tendrán, por lo que hay que resignarse, renunciar al cambio. Que la ciencia es de los adultos, a lo mucho de los jóvenes de secundaria, nunca de los niños; ignoramos el estado natural del niño como científico, explorador del mundo a su alrededor. Les decimos que aprendemos saberes por materias separadas, contrario a nuestros proyectos de vida y de la estructura misma del cerebro que nos indica que todo está interconectado. Que deben vivir con prisa, pues hay que apresurar la infancia para ser adultitos. Que español y matemáticas son mucho más importante que la cultura, el arte, el autocuidado, el ejercicio, las emociones, el carácter. Que aprender sus intereses (de los niños) son irrelevantes o aburridos. Que la diversión siempre es fuera del aula; matando el gusto por aprender en el aula.

Les hemos dicho que van a la escuela para ser alguien en la vida, cuando ya son alguien en la vida. Que la autoridad siempre tiene la razón y claro, la autoridad les corresponde a los adultos. Ah, y que jugar es irrelevante, pues el juego es de los niños. Lo triste es que detrás de todos estos mensajes hay una visión pesimista sobre las potencialidades del niño.

Lo que aquí sostengo no es novedoso; no seré ni el primero ni el último en denunciarlo. El problema es que en pleno siglo XXI nos seguimos equivocando tanto con ellos. ¿Qué estamos haciendo? Los adultos hemos creado una adultocracia escolar torpe, acotada en conocimientos sobre ellos e indiferente a sus necesidades e intereses. En nuestros roles de padres y educadores a veces somos inconscientes, soberbios, ingenuos y crueles con los niños.

Los niños tienen una capacidad inquisitiva admirable, pero la vamos agotando conforme avanzan en la escuela. Desde Aristóteles ya se hablaba de esta sed de conocimiento connatural de los seres humanos; el asombro (thauma). Quizá como bien apunta Loris Malaguzzi, creador de la filosofía educativa Reggio Emilia: “mientras avanzamos en la escuela perdemos poesía por la vida” y en parte, la vamos perdiendo porque extinguimos sus intereses, su placer por aprender, sus inquietudes, limitamos sus lenguajes.

¿Y qué podemos hacer? Mucho. Aún hay mucho por hacer. A veces, el mejor consejo es no estorbar. Mirarlos es un buen comienzo, pues ellos – al igual que los adultos – buscan la mirada: ¡mira mamá, ya puedo! Entrarle junto con ellos en una actitud científica, como John Dewey nos invitaba, dispuesta a poner las ideas a prueba. Oírlos y mirarlos con el mismo asombro que ellos miran, incluso devolverles la mirada con el mismo gusto y ternura con que ellos nos miran. Cada que realizo grupos focales con niños de preescolar y primaria, siempre hay al menos uno que pide a gritos la atención y el afecto.

Torpemente queremos enseñar cuando ellos ya están aprendiendo, pues los niños sí que tienen innumerables estrategias para aprender. Desde bebés nacemos con un pensamiento hipotético agudo, como lo han planteado las investigaciones de Alison Gopnik de la Universidad de Berkeley4; degustamos, arrojamos y recogemos juguetes y comida para probar qué sucede, hasta que viene alguien a interrumpir el asombro con un regaño. Y con el tiempo crecemos y el habla nos permite compartir estas hipótesis, intereses, gustos y preguntas. Lo que sucede es que hay poco tiempo para que un adulto las escuche, pues hay prisa5 para que aprenda lo que nosotros queremos adoctrinar… ¡perdón, educar! Con demasiada frecuencia, los padres y maestros no los oímos con interés; lo que podemos hacer es eso, escuchar con genuino interés, con infinita atención. Algunas filosofías educativas como los Jardines Experimentales de Israel de Guideon Lewin o los nidos de Reggio Emilia, son ejemplos muy valiosos para reconocer la potencia de una pedagogía de la escucha. Toda la corriente del aprendizaje basado en el juego (Play Based Learning6), así como los modelos basados en proyectos (Project Based Learning), que hoy resuenan como novedosas7 son un buen ejemplo del respeto al niño.

Algunas de estas experiencias educativas ya están en México, sin embargo suelen encontrarse en escuelas con niños en condiciones aventajadas, y uno siempre pregunta: ¿qué hay del resto de los niños? Por lo pronto, como sociedad, lo más importante será cambiar de paradigma hacia una visión optimista del niño y de sus innumerables lenguajes para propiciarles, acercarles y proponerles situaciones de aprendizaje8.

Esta semana celebramos el día del niño, y le pregunto a quien esto lea (profesor, madre, padre, tías, abuelos) con sus actitudes y mensajes ¿qué le está diciendo a los niños que le rodean?

2 Ver por ejemplo, colegio Aleph http://www.colegioaleph.edu.pe/ o Red Solare Perúhttps://www.facebook.com/RedSolarePeru/

3 Una interesante reflexión sobre ello puede encontrarlo en el libro: “Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas (2013)”. Se plantea que ambos sexos nacen con el mismo potencial intelectual, pero son las circunstancias socioculturales las que marcan diferencias desde la niñez, las cuales se agudizan en la etapa adulta, en síntesis, se habla de una discriminación sexual.

4 Ver:http://www.alisongopnik.com/Papers_Alison/EmpiricalPapers_CausalLearning.htm

8 Ver: http://www.piccolavita.com/los-100-lenguajes-del-nio/

—-El autor sugiere la siguientes lecturas:
Ball, Philip (2012) Curiosidad. Por qué todo nos interesa. Turner.
Civarolo, Mercedes ( 2013) Al rescate de la actividad infantil. Eduvim.
Hoyuelos, Alfredo (2009). La ética en el pensamiento y obra pedagógica de Loris Malaguzzi. Octaedro.
Miller, Andrew. (2015). Freedom to fail. How do I foster risk taking and innovation in my classroom? Alexandria.
Comparte este contenido:
Page 2351 of 2438
1 2.349 2.350 2.351 2.352 2.353 2.438