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Fernando del Paso: Sexto mexicano en recibir el Premio Cervantes

Allí va Fernando del Paso todo envuelto en una suntuosa cauda de palabras. Allí va cargado en una cultura enciclopédica que lo hace hablarnos de Bouvard y Pécuchet, Gargantúa y Pantagruel, El lazarillo de Tormes y Jonathan Swift, el barón de Charlus y Marcel Proust, Jean Genet y Gertrude Stein, Mallarmé y William Blake.

Allí va sobre los durmientes de los rieles que cubren el mundo entero enseñándonos a jugar al “¿Ahí va un tren cargado, cargado de…?” que él empaca con todos los diccionarios leídos, todos los sinónimos acumulados a lo largo del tiempo.

Allí va el sobrino nieto de Francisco del Paso y Troncoso ahora convertido en eje vial. Allí va el locutor y traductor de la BBC de Londres. Allí va el Premio Rómulo Gallegos 1982, allí va el ganador del Premio al Mejor Libro Extranjero en Francia en 1985; allí va el Premio Radio Nacional de España por el mejor programa cultural, por su Carta a Juan Rulfo, allí va el cónsul general de México en París, allí va el Premio Villaurrutia 1966, allí va el Premio Nacional de las Artes 1991, allí va el Premio Juan Rulfo 2007.

Allí va el piloto Palinuro, personaje de la Eneida, que en Virgilio cae al mar durante la tormenta; allí va el que sueña con los ojos abiertos, allí va el que se pone al servicio de sus personajes. Allí va el artesano que engarza las palabras como diamantes, allí va el escritor que ha contribuido a escribir la historia de nuestro país, allí va enfundado en sus trajes color pastel y en sus camisas de libertad, allí va libre y desenfadado, a muy buen paso, sus mejillas enrojecidas por el esfuerzo mantenido por su inexorable fidelidad a sí mismo, a su lenguaje barroco, auténtico, abigarrado, trabajoso, irritante, mágico y deslumbrador.

Lo conocí cuando Arnaldo Orfila Reynal decidió que su novela José Trigo iniciara la colección literaria de Siglo XXI Editores. Del Paso, quien comparte su segundo apellido, Morante, con Elsa Morante (la gran novelista italiana), nacido en 1935 en la Ciudad de México, artesano de sí mismo, ha producido una obra maestra que cambiaría la literatura, así como James Joyce la transformó con suUlises.

“José Trigo se comenzó a imprimir antes de que yo lo terminara de escribir, me faltaba un capítulo: el del Puente de Nonoalco-Tlatelolco, el de en medio, y ya estábamos corrigiendo galeras…” –nos cuenta Del Paso.

“Fue algo fantástico, prácticamente me lo arrebató Orfila pero qué bueno, si no me quedo diez años más escribiéndolo (…) Me angustia muchísimo escribir pero, al mismo tiempo, lo disfruto y para mí lo importante no es tanto haber escrito sino escribir. Lo que me da sentido a mí como escritor es el momento en que estoy escribiendo.”

Fernando del Paso quiso ser médico, pero al igual que Palinuro, resultó incapaz de ver sangre y eligió la poesía, la publicidad, el dibujo, la pintura, la gastronomía. Volverse escritor, diplomático, poeta, dibujante, repartidor de palabras, publicista, esposo de Socorro, padre de cuatro hijos, gourmet y maniquí lo convirtió en un personaje singular y todas estas profesiones le confieren a la envoltura humana de Del Paso un color sonrosado que le da aspecto de manzana.

El escritor desparrama palabras. Las palabras lo tejen, lo amasan, lo hacen vivir y logran que su corazón de manzana enrojezca, madure y tome la pluma; las palabras lo obligan. Fernando es su súbdito y su amo a la vez, su verdugo y su víctima, su patria grande y su patria chica, su presa y su vertedero de demasías.

“Un día pasé por Nonoalco en camión, quise hacer un cuento porque vi a un hombre cargando sobre el hombro un pequeño ataúd y lo seguí. Escribo según la inspiración. Fíjate que el tercer capítulo de José Trigonació prácticamente de esa visión, meramente plástica; pasé un día por Nonoalco-Tlatelolco en un camión y vi esos campamentos a lo lejos y me gustaron muchísimo y un día fui especialmente a caminar por allí; observé los vagones transformados en casas con las macetas de geranios colgando, las cortinitas que les ponen, los tendederos de ropa de uno a otro vagón y me gustó muchísimo ¡es tan plástico todo eso! y eché a andar a un ferrocarrilero con una cajita blanca en el hombro y atrás una mujer que cortaba esos enormes girasoles que crecen en los baldíos y de esta imagen nació José Trigo, mi primera novela. Después iba los sábados a tomar notas y apuntes y escribí un texto que se fue haciendo inmenso y abarcó 536 páginas escritas a lo largo de siete años.”

Así de sencillo es el arranque de una novela formidable: José Trigo,que asombró e irritó a la vez. Edmundo Valadés, autor de La muerte tiene permiso, lo saludó como el mayor acontecimiento literario de México y sostuvo siempre que si algún novelista merecía el Nobel en nuestro país, ése era Del Paso.

Juan Rulfo declaró: “José Trigo es la más formidable empresa que en el territorio idiomático se haya intentado en Hispanoamérica. Es una novela barroca, sí, pero como dice Carpentier: en América Latina si no somos barrocos no somos novelistas”.mex fernando del paso, escritor

Soberbio, Fernando pasó por encima de las críticas buenas y malas con la suprema fortaleza que lo caracteriza. Para él, en México la gente se junta en gremios: zapateros, plateros, barrenderos. Y los escritores se reúnen para no sentirse tan solos. “A las personas a quienes quería que les gustara José Trigo, les gustó. Y eso me basta” –me dijo en aquella ocasión–. “Sé que el libro es muy difícil y necesita la colaboración del lector, pero así me salió. No hice otro libro. Hice José Trigo”.

Cuando pienso en Fernando del Paso me invade un sentimiento de asombro; sus novelas están infinitamente documentadas, pulidas, trabajadas, cinceladas, re-escritas, intencionadas y a la vez libres, porque él no le hace una sola concesión al lector.

Aunque en Palinuro de México no buscó el juego lingüístico, resultó otra obra monumental a la manera de Joyce.

En Palinuro de México se sumerge en la medicina, pero su Palinuro no es sólo un estudiante de medicina que acaba muriéndose en 1968, sino un hombre fascinante que abarca todos los temas de la ciencia, el amor y la cultura. Cualquiera puede escribir una novela sobre un estudiante muerto en 1968, cualquiera también puede documentar la vida de un ferrocarrilero y hacer una historia de los ferrocarriles, consultar libros técnicos sobre cómo se instalan los durmientes y los rieles, cómo se alinean las vías, cualquiera puede investigar y leer obsesivamente acerca de una huelga, pero nadie puede –como Del Paso– escribir una obra maestra en la que el tracatraca del ferrocarril punteé la tragedia ferrocarrilera, la tragedia de los sindicatos blancos, la tragedia de nuestra corrupción y la tragedia individual de un líder.

Noticias del Imperio fue una fiesta no sólo para Fernando, sino para sus múltiples lectores. Maximiliano y Carlota me llevaron de la mano del castillo de Miramar en Trieste al de Chapultepec, pasando por todos los castillos que Fernando dibuja con esmerada obsesión.

Probablemente seas una de las pocas personas que conozca el Castillo de Miramar en Trieste –me dijo Fernando–. Junto con otros visitantes pasé de la recámara nupcial de baldaquino de terciopelo rojo al pequeño salón fumador decorado a la oriental siguiendo la moda de la época: bambús, porcelanas, sedas bordadas a mano y biombos convertidos en encaje.

Durante el recorrido me acompañó Fernando del Paso en el pensamiento y descubrí que la biblioteca le rinde homenaje al liberalismo de Maximiliano, ya que los cuatro bustos de mármol que la presiden son de Dante, Shakespeare, Homero y Goethe. Pude comprobar que los libreros contienen obras de otros pensadores igualmente liberales.

Por eso, el enorme éxito en librería de Noticias del Imperio. Convertirse de la noche a la mañana en bestsellerfue para él una sorpresa, como para quienes lo seguimos de cerca.

Fernando del Paso sabe de lo que habla al considerar que Maximiliano era un poco despreciable, un déspota ilustrado en el sentido de su liberalismo pero naif porque creía que Dios le había conferido el derecho divino a gobernar. Más que condenar su despiste, me conmueve la ingenua fragilidad de Miramar y sus ilusos habitantes.

La salita Novara, réplica de la popa de la fragata Novara en la que los futuros emperadores habrían de llegar a México, condensa sus ilusiones. Todas las ventanas de Miramar, absolutamente todas, tienen vista al mar, por eso, al llegar a México, las ventanas, las terrazas, los balcones de Chapultepec dan al oleaje verde del bosque, al valle de México, al mar de ahuehuetes, una infinita playa de verdor arbolado.

Con mucha razón Maximiliano quiso llamarlo Miravalle, según lo explica Del Paso. Vestido de charro el emperador bajaba frívolo y confiado hacia su valle y gustaba de estar entre la gente. Participó en muchos encuentros con el pueblo. Carlota, más realista, intuyó que por más que les sonrieran, no los amaban y sintió miedo.

“Mira, Elena –me dijo Del Paso– sobre Maximiliano y Carlota y la intervención francesa hay la más extensa bibliografía que pueda imaginarse, entre 90 y cien volúmenes. La mayoría están en alemán, aunque muchos se han traducido al español, al inglés y al francés.

“Acudí a los periódicos de la época, el Diario Oficial del Imperio,L’Estafette, La Orquesta y L’Ére Nouvelle, dos de ellos publicados en francés en México, y uno antes de la intervención francesa. Acudí también al Ceremonial de la Corte de Maximiliano que localicé en el Archivo General de la Nación y al libro del Conde Egon Corti, quien fue quizá el primero en hacer en los años 30 un trabajo serio sobre la tragedia de Maximiliano y Carlota.

“De ese enorme caudal de material, sólo utilicé 10 por ciento, a veces ni 10 por ciento. No soy historiador y me decidí por una especie de carrera entre la imaginación y la documentación y en el caso de Maximiliano y Carlota gana la imaginación. Partes de la novela son la narración de hechos básicos e históricos desde que se planeó el imperio hasta la intervención francesa, la llegada de Maximiliano, el derrumbe del imperio, el retiro de las tropas francesas y la locura de Carlota; pero otras muchas páginas son pura imaginación o creación como debe llamársele.

“No retrato sólo a Carlota, voy mucho más lejos. Noticias del Imperioes Carlota, es Maximiliano, es Juárez, es todo lo que provocó la intervención francesa. Podría haber escrito la historia de uno solo de los personajes, quizá de Carlota, pero me fui a lo grande.

Carlota enloqueció muy joven, a los 26 años, murió 60 años después, en 1927, el año en que Al Johnson hace la primera película hablada y Charles Lindbergh atraviesa el Atlántico.

¿Cuál es la función de las palabras de Del Paso además de embrujarnos? ¿Cuál es el poder de seducción de Del Paso al resucitar la huelga ferrocarrilera, la medicina, el amor, la derrota, la muerte, la locura?

Más que ningún otro escritor, Del Paso nos enseña a convertir la lectura en una iniciación hacia la vida interior que en México tanta falta hace a nuestros representantes políticos.

Ojalá la Cámara de Diputados y el Senado se agotaran leyendo José Trigopara que ya no tuvieran fuerzas para pedir aumentos más que inmerecidos.

 Fuente: Fernando del Paso: sexto mexicano en recibir el Premio Cervantes

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Las prácticas pedagógicas y el proceso ideológico de dominación en la enseñanza de las ciencias (Parte 1)

Maximiano Millán G.

Para cualquier persona del común y silvestre mundo que nos rodea al preguntarle su opinión sobre la calidad de la educación venezolana, con una alta probabilidad emitiría un juicio de valor negativo en cualquiera de sus subsistemas existentes.

Al mismo tiempo, podemos también tropezarnos con un sinnúmero de trabajos en donde se plantean nuevas metodologías, excelentes explicaciones de la problemática hacia dentro de las aulas, didácticas mejoradas y mas enraizadas en el entorno de los estudiantes, muchas de las cuales son de vieja data, digamos al menos de más de treinta años.

Si este problema fuera solo de Venezuela o de la mayoría de los países de Latinoamérica, podría sospecharse que nuestra condición de país dependiente es una fuerte causal del problema. Pero desde el otro lado del Atlántico nos llegan quejas del mismo tenor, veamos:

Los alumnos no sólo terminaban sus estudios sin saber resolver problemas y sin una imagen correcta del trabajo científico, sino que la inmensa mayoría de ellos ni siquiera había logrado comprender el significado de los conceptos científicos más básicos a pesar de una enseñanza reiterada” (Gil Pérez y de Guzmán Ozámiz, 2001, 36)

Aclaramos que en el estudio anteriormente citado los estudiantes a que se refiere son los egresados de la básica española. Aunque resulta obvia la relación histórica entre España y Latinoamérica, el que tanto allá como acá el problema educativo planteado tenga aristas muy parecidas, nos hace pensar que estamos ante un problema que tiene que ver más con el paradigma educativo al cual estamos amarrados, que con el tipo de reforma o innovación educativa aplicada.

Estamos por tanto, ante la existencia de un modelo de enseñanza paradigmático que se ha mantenido en el tiempo y que se ha salido con la suya todas estas décadas, permitiéndonos realizar renovaciones y modificaciones que no resolvieron para nada el problema de la calidad en la educación.

Es necesario entonces darle nombre a este problema paradigmático. Y más importante, a nuestro humilde entender, es descubrir los procesos que le han permitido mantenerse en el tiempo.

En sana lógica de la metodología marxista, necesitamos entonces encontrar las leyes que han creado este paradigma educativo y que le ha mantenido durante décadas formando a nuestros estudiantes para “no saber”. Nos interesa además, y sobre todo, la ley que rige sus cambios, su evolución, es decir, el tránsito de una forma a otra, de uno a otro orden de interdependencia. (Marx, 1867, 8)

Observemos este problema desde diferentes perspectivas en función de conocer, el tamaño de la estructura, que creó este paradigma, desde cuatro perspectivas. A fines de esta primera publicación, se abordaran dos de ellas.

  1. La perspectiva burocrática.

Cuando los gobiernos occidentales hicieron de la educación una política de Estado, transfirieron al sistema educativo, los elementos básicos del modelo weberiano sobre la burocracia. Creando así el sistema burocrático educativo que conocemos hasta ahora.

Weber, prusiano de nacimiento, desmenuzó los principios elementales de la burocracia, desde su perspectiva de historiador y sociólogo. Sus seis principios elementales, bajo los cuales opera la burocracia moderna, (Weber, s/a, 3-9) nos permiten mostrar que la estructura funcional del Sistema Educativo Bolivariano es profundamente burocrática.

Existe todo un cuerpo de leyes que regulan y norman el sistema educativo. Dicho cuerpo establece una serie de jerarquías de cargos y niveles de autoridad fácilmente observables en la estructura de cualquier institución educativa.

Además de esto, el gigantesco cuerpo de personal administrativo, se especializa en cuidar y alimentar los archivos del sistema. Lo único que a nuestro juicio realizan de manera adicional al tercer principio de Weber, sería la extracción de esos archivos de información pertinente para los usuarios que la soliciten. Y estas son prácticamente sus únicas funciones.

En los principios cuarto, quinto y sexto, están descritas todas las funciones administrativas de los docentes. Las cuales en la práctica, ocupan una gran cantidad de tiempo y no pocos veces, es casi lo único a lo que están laboralmente obligados.

Por lo tanto, desde esta breve mirada a los principios de operatividad de la burocracia, podemos concluir que nuestro sistema educativo es fiel reflejo de la construcción prusiana más esparcida por el mundo occidental, la burocracia.

Pero Weber no se conformó con describir el sistema burocrático. En una segunda parte de su trabajo, observó la situación del funcionario dentro de este sistema y allí encontramos más elementos que nos ratifican de manera contundente la conclusión anterior.

Weber describe a continuación, las consecuencias del sistema burocrático sobre el funcionario, (s/a, 10-20). Paralelamente comentaremos las actividades de los funcionarios del Sistema Educativo Bolivariano que se igualan al pensamiento weberiano.

“I. La ocupación de un cargo es una «profesión»… El acceso a un cargo, incluidos los de la economía privada, se considera como la aceptación de un deber particular de fidelidad a la administración, a cambio de una existencia segura.” Por norma sólo los profesionales de la educación pueden ejercer dentro de un aula de clases, el ingreso de otros profesionales es la excepción de la norma.

Adicionalmente a esto y sobre todo durante la administración del sistema por parte de los partidos de la derecha, se exigía una fidelidad al partido que te daba el cargo. Aunque de manera diferente, la fidelidad a la Revolución, pudiese ser interpretada como la nueva manera de tener una “existencia segura” dentro del sistema burocrático.

Continua Weber con esta primera consecuencia asegurando “Por lo general, la posesión de certificados de estudios está vinculada a la calificación para el rango; y estos certificados, naturalmente, hacen resaltar el «elemento de status» dentro del rango social del funcionario”. Es decir mientras más cursos, diplomas y credenciales coloque en mi expediente, mejor calificado estará un docente, muy pocas cosas han cambiado en el Sistema Educativo Bolivariano.

En la segunda consecuencia del sistema burocrático sobre el funcionario y su vida personal, podemos observar la división clásica que hace la clase dominante capitalista sobre el actuar administrativo del funcionario y sus acciones políticas.

Observamos al leerla, que para Weber el burócrata es nombrado siempre por una jerarquía superior. Obviando que este nombramiento, traerá consecuencias sobre el accionar político del burócrata. Al afirmar que los funcionarios electos no son unos burócratas, en el sentido estricto del término, separa lo administrativo de lo político, un axioma que según Holloway “es parte integral del cambio en la forma de explotación” (1982, 28)

El sistema le pide al docente que no enseñe política partidista alguna, pero obvia que su nombramiento y estabilidad en las aulas es una política de estado sobre la cual el mismo docente tendrá una opinión que compartir o acciones concretas que tomar. El sistema reprime la expresión política del docente al convertirlo en un eunuco político ante sus estudiantes.

Esta separación de conceptos, impide ver al docente que su accionar pedagógico es altamente influido por la política del sistema, puesto que el docente creyendo que su cargo no es político, actuará de forma “apolítica” dentro del aula y le parece normal que el Estado regule dicha actuación. Esta es a nuestro juicio una de las formas que utiliza el sistema burocrático, para impedir una educación liberadora, personalizada e integral para con las nuevas generaciones.

La quinta y última consecuencia esbozada por Weber, nos permitirá reforzar lo anteriormente dicho: “5. El funcionario tiene la expectativa de realizar una carrera dentro del orden jerárquico del servicio público.” Esta misma expectativa es la que hace que se busque crecer en certificaciones pero no en conocimientos aplicados. Un curso de formación no se hace, para acrecentar la posibilidad de ser mejor docente, mejor persona, no se hace si tiene el número de horas mínimo que el baremo de clasificación exige para ser tomado en cuenta en los puntos, para ascender.

Es por esto que afirmamos que el sistema burocrático se hizo vida de manera muy especial en el sistema educativo venezolano. Lo que ha permitido, ver pasar una buena cantidad de reformas educativas, que no han cambiado en casi nada, la raíz burocrática de nuestra educación.

  1. La perspectiva política

Un abordaje a este problema pudiera ser el confrontar con la realidad los fines que ha perseguido el sistema educativo venezolano en los últimos cincuenta años.

Para esto nos valdremos de las últimas dos leyes de educación que durante más o menos este tiempo, han descrito los fines que ha perseguido la educación venezolana. La ley de 1980 en su artículo tres señala entre los fines de la educación “el logro de un hombre sano, culto, crítico y apto para convivir en una sociedad democrática, justa y libre.”

Dejando de lado el problema de género de la redacción del artículo y el machismo no tan velado detrás del mismo, se puede afirmar que el sistema educativo venezolano tuvo como fin, en esta derogada ley, el formar ciudadanos para vivir en una sociedad democrática. (Nuestro es el resaltado)

De igual forma, aunque con un estilo menos machista en su redacción, la vigente Ley de 2009, en su artículo quince coloca como primer fin de la educación: “Desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para el pleno ejercicio de su personalidad y ciudadanía, en una sociedad democrática”. (Igualmente nuestro es el resaltado)

Concluimos entonces que, desde hace mas de treinta años, el Estado venezolano ha tenido como primer fin de la educación el formar ciudadanos para vivir en democracia. Pero ¿qué es ciudadanía y qué democracia?

Por lógica del antónimo definiremos el concepto democracia que manejaremos en el presente trabajo. “Autocracia es auto investidura, es proclamarse jefe uno mismo, o bien ser jefe por principio hereditario. Mientras que el principio democrático es precisamente que nadie puede autoproclamarse jefe, y que nadie puede heredar el poder (Sartori, 2009, 56). Por lo tanto democracia es la “no autocracia”, como el mismo autor llega a definirla de forma más o menos sencilla.

Es decir que la finalidad del Estado venezolano ha sido formar un ciudadano para que ninguno de ellos pueda autoproclamarse Presidente(a) de la República o Diputado(a) de la Asamblea o Magistrado(a) del Tribunal Supremo o Rector(a) del Poder Electoral o Contralor Nacional, que serían los cargos representativos de los cinco poderes públicos de la sociedad venezolana, establecidos en la Constitución de 1999.

A estos cargos de ejercicio del Poder Público, se accede por elección directa o indirecta y no por autoproclamación o herencia, educar a nuestros niños para esto es y ha sido en los últimos treinta años, uno de los primeros fines del sistema educativo venezolano. Pero el poder ¿para qué?

No debemos olvidar que la democracia es una forma histórica y elegante mediante la cual, la humanidad sustituyó las luchas a muerte por la obtención del poder. Obtenido este poder, de forma democrática se supone, servirá para decidir ¿cómo se van a administrar los bienes del Estado? Que en la práctica corresponde a la simple elección de un equipo llamado gobierno, quien ejercerá ese poder delegado para decidir a cuáles políticas se les va a dar prioridad.

Por lo que nuestros estudiantes crecieron estos años formándose para respetar los resultados electorales (no autoproclamarse) y dejar que otros se proclamen autoridades del Estado y administren, sin nuestra opinión, los bienes que, en teoría, me han enseñado también, son de todos nosotros.

La manera concreta en que el sistema educativo arraigó en las generaciones del siglo xx esta aceptación del status quo pareciera ser que tiene que ver con el concepto de ciudadanía, el cual “en apariencia, … es un concepto igualitario, progresista, democrático, que afirma nuestra igualdad básica frente al estado, sean cuales sean las diferencias sociales” (Holloway, 1982, 26)

En realidad este concepto de ciudadanía, está basado en “una abstracción de las relaciones de producción, es decir,” separa lo político de lo económico. (Holloway, 1982, 28). De tal manera que, al establecer la igualdad en lo político, este concepto olvida la igualdad económica, una realidad que obliga a los más pobres a vender su fuerza de trabajo para subsistir y seguir siendo explotados.

Aunque el planteamiento de Holloway no es para la educación, pudiésemos preguntarnos: ¿Cómo podemos sentir que somos iguales, los estudiantes de una escuela estatal ubicada en la periferia de una ciudad a los estudiantes de una escuela privada de la zona más rica de esa misma ciudad? Y sin embargo, el sistema no respondió a esa pregunta, sino que por el contrario, formó al estudiante de ambas escuelas para aceptar esta diferencia económica como normal.

Interesa entonces descubrir las relaciones de dominación que se establecen en las prácticas educativas que se desarrollan dentro de los centros educativos del sistema. Interesa mucho desentrañar la relación del gigante del salón, que todo lo dice, todo lo escribe y todo lo dirige, con los enanos que desde abajo se acostumbran a crecer creyendo que todos somos “ciudadanos”.

Interesa buscar otra manera de enseñar que no somos iguales en lo económico, porque ha habido y hay una apropiación de los medios de producción por parte de una minoría que ha detentado además de ese poder económico, el poder político.

Para la proxima entrega, se abordaran la perspectiva histórica y la de los modelos de desarrollo.

Bibliografía citada.

  1. Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (2009) Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5929 del 15 de agosto. Caracas. Venezuela.

  2. Brito Figueroa, Federico. Historia económica y social de Venezuela, una estructura para su estudio. Tomo II. Ediciones de la biblioteca de la UCV Caracas. 1972. Octava edición 2009.

  3. Congreso de la República de Venezuela. (1980) Gaceta oficial N° 2.635 de fecha 28 de julio de 1980. Caracas. Venezuela.

  4. Declaración de Río de Janeiro. Repensar la Teoría del Desarrollo. En publicación: Cuadernos del Pensamiento Crítico . Latinoamericano no. 4. Buenos Aires: CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Enero 2008.

  5. Easterly William, En busca del Crecimiento. Andanzas y tribulaciones de los economistas del Desarrollo. Antoni Bosch Editor. Barcelona. 2003.

  6. Escobar Arturo, 2007. La invención del Tercer mundo. Construcción y deconstrucción del desarrollo. Editorial El perro y la Rana. Caracas , Páginas 20-30.

  7. Furtado, Celso. Los desafíos de la nueva generación. En publicación: Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano no. 4. Buenos Aires: CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Enero 2008.

  8. Gil Pérez, Daniel y de Guzmán Ozámiz, Miguel. La enseñanza de las ciencias y la matemática. Tendencias e Innovaciones. Editorial Popular, Madrid, 2001.

  9. HINKELAMMERT, FRANZ. Pensamiento crítico y crítica de la razón mítica Theologica Xaveriana [en línea] 2007, 57 (Julio-Septiembre): [fecha de consulta: 27 de enero de 2013] Disponible en: <http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=191017478003> ISSN 0120-3649.

  10. Holloway, John. Fundamentos teóricos para una crítica marxista de la administración pública. Ediciones INAP, Instituto Nacional de Administración Pública, México, 1982, consultado en http://es.scribd.com/doc/99445496/Holloway-Fundamentos-teoricos-para-una-critica-marxista-de-la-administracion-publica.

  11. Marx, Karl. El Capital, Tomo I. En http://es.groups.yahoo.com/group/VOZ_Rebelde/ .

  12. Ornelas Delgado Jaime, 2011. Volver al Desarrollo. Revista Problemas del Desarrollo. Enero-marzo 2012. Número 168.

  13. Ponce Aníbal. “Educación y lucha de clases”. Editado digitalmente por Partido Comunista Español, consultado en: http://es.scribd.com/doc/13904629/Anibal-Ponce-Educacion-y-lucha-de-clases-libro-completo.

  14. Quintar Estela, (2004) Colonialidad del pensar y bloqueo histórico en America Latina. En Amèrica Latina: los desafíos del pensamiento crítico, Sánchez Ramos y Sosa Elízaga, coordinadoras. Páginas 180-204, Siglo XXI editores. México.

  15. Rousseau, Juan Jacobo. El Contrato Social o principios del Derecho Político. ElAleph.com. 1999. Descargado en www.elaleph.co,.

  16. Sartori Giovanni (2009) “La democracia en 30 lecciones” Distribuidora y Editora Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara S. A. Bogotá. Colombia.

  17. Weber, Max. (s/a) “¿Qué es la burocracia?”. Ediciones Elaleph.com. En www.elaleph.com. Año 2000

Fuente del artículo:

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Una economía al servicio del 1% Desigualdad y dignidad

El Salmón Contracorriente

El informe publicado por OXFAM: “Una economía al servicio del 1%” ha producido titulares tan llamativos como que “en 2015, sólo 62 personas poseen la misma riqueza que 3.600 millones” y que “no hace mucho, en 2010, eran 388 personas” o que “los 20 españoles más ricos tienen tanto como el 30% más pobre”.

El mismo día que OXFAM presentaba dicho documento escuché, no por error, sino por pura indiscreción, como el que se asoma al patio para escuchar los chismorreos de los vecinos con la intención de descubrir el edificio en que vive, la tertulia matinal del programa “Más de uno” de Onda 0.

Escuché con curiosidad a los distintos colaboradores de Carlos Alsina poniendo en cuestión y quitando importancia el demoledor documento publicado por la ONG.

Para nuestros vecinos de patio el problema no es tan grave. El argumento defendido, en definitiva, es algo así como que poner el foco en la desigualdad es erróneo porque, si la economía fuese un pastel y conseguimos que este crezca continuamente, ¿qué más dará que la porción de los más ricos sea más grande cada vez respecto a la de los más pobres si la parte que les corresponde a estos últimos también crece en términos absolutos y su pobreza, por tanto, disminuye?

Este argumento, tan “de sentido común” en la cabeza de muchos de nuestros vecinos, es cómo mínimo cuestionable.

Sin ir más lejos, para no salirnos demasiado del patio que nos ocupa, la evolución social y económica de España en los últimos años contradice esta sucesión de hechos. Aun en un teórico escenario de recuperación económica, amplios sectores de nuestra sociedad han visto empeorar sus condiciones laborales y se han visto afectados por el deterioro de servicios públicos básicos como la educación, la sanidad o la dependencia. Por no hablar de las personas que ha sufrido la infamia de los desahucios, los que se han quedado sin trabajo o los que, aun trabajando, se mantienen en la pobreza. Así pues, podríamos afirmar que en nuestro patio hay más pobreza hoy que cuando comenzó la llamada “recuperación económica” allá por 2014. En términos relativos pero también en términos absolutos.

Lo que deseaba gritar al patio mientras charlaban desenfadadamente (sin entrar en el debate del crecimiento económico y la distribución de la riqueza) es que la desigualdad de la que habla el documento que dio origen al debate, en sí misma, es un disparate y un gran problema. En primer lugar porque creo que es injusta y evitable. Y si es así, debemos intentar paliarla por puro sentido ético. En segundo lugar porque la desigualdad dificulta el propio desarrollo de la economía y puede generar situaciones de riesgo para el conjunto de la sociedad. Pero además, en tercer lugar, porque la desigualdad económica se traduce en último término en desigualad política y social.

En escenarios de empobrecimiento y crecimiento de la desigualdad, la participación pública y política de los más afectados, si no se combate activa y conscientemente, se reducirá drásticamente. Las legislaciones locales, nacionales e internacionales velarán entonces por los intereses de los agentes sociales más poderosos y organizados que serán quienes puedan participar de manera activa e influyente en las distintas instituciones más o menos formales que rigen las políticas públicas haciendo que sus expectativas sean satisfechas.

Esta situación podrá ser combatida activa y conscientemente y se deberá hacer desde distintos ámbitos. Por un lado desde las propias instituciones cuando sea posible y por otro desde la participación política a través de distintas formas de asociacionismo de base. Pero también, coherentemente, desde el terreno económico que ya lleva tiempo desarrollando modelos de trabajo, producción, distribución y consumo que representen modelos alternativos al paradigma dominante. Se debe democratizar la economía de igual manera que se debe profundizar en la democratización de la política.

Desde hace años, en algunos ámbitos del mundo de la Cooperación Internacional, se ha identificado que la manera más eficaz de cambiar las condiciones de vida de la población a medio y largo plazo, es acompañar y promocionar los procesos de empoderamiento político, social y económico de las poblaciones afectadas por las situaciones más desfavorables. Esta misma receta, traducida a nuestra realidad y nuestros códigos, se puede aplicar a nuestra situación en este “Primer Mundo” que habitamos. La hegemonía del modelo económico a nivel mundial hace que, salvando las distancias, las lógicas que suceden allí sean las mismas que suceden aquí.

En realidad, pese a lo que defienden nuestros vecinos de patio, como también señala de alguna manera el informe OXFAM, parece que la economía es algo más compleja que ese “crecer para repartir y enriquecernos todos en cascada”. Parece que el enriquecimiento de unos, tiene que ver con el empobrecimiento de otros. Parece difícil entender Europa sin pensar en la colonización de América, África y Asia. Parece complicado imaginar Estados Unidos sin Centro América, Asía y América del Sur. Parece complicado, de igual manera, pensar en Alemania y Francia sin los países del sur de Europa. Parece raro también pensar en el norte de España sin el sur y en los barrios céntricos de Madrid o Barcelona sin sus periferias.

Parece por tanto lógico pensar que en los centros pero también en las periferias, aquí y allí, comiencen a surgir lógicas de participación política, social y económica, no sólo como polos de resistencia a los cambios y abusos que se les vienen encima, sino con la convicción de poner en práctica una vida alternativa al modelo que intenta convertir su vida en una no vida.

No sé si estos experimentos político-económicos que se ponen en práctica en las esquinas de nuestro patio imaginando horizontes posibles y alternativos serán suficientemente profundos, estables y transformadores o serán cooptados por el conjunto del sistema económico y servirán para apuntalarlo más si cabe. No sé si formarán parte de la desconexión que defendía Samir Amin a finales de los años 80 o no conseguirán más que entrar precariamente en las lógicas de las que intentan escapar. No lo sé. Lo que es seguro es que son una dosis de dignidad necesaria en un mundo que parece empeñado en sumergirse en la indiferencia y la indignidad.

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Desigualdad-y-dignidad

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Los obstáculos de la Educación Ambiental

Por: Carlos Ruperto Fermín

A nadie le importa el futuro ambiental de la Madre Tierra, porque nadie recuerda que nuestra existencia, depende de la salud mental de la Madre Tierra. Por desgracia, la Humanidad solo piensa en bombardear el cielo con infinitos cartuchos de pirotecnia, mientras sus ojos se queman con la pólvora nocturna del holocausto mundial.

No hay duda que cada día despertamos con el pie izquierdo, porque NO tenemos la suficiente voluntad de cambio, para caminar a paso firme por los rieles de la Educación Ambiental. Ya sea en Carnaval, en Semana Santa o en Navidad, vamos recorriendo los espacios públicos de nuestras ciudades, para celebrar una serie de fiestas, tradiciones y rituales, que transforman la bondad del Medio Ambiente en un auténtico pandemónium, donde el electromagnetismo de la contaminación va polucionando el agua, el aire, el suelo y los sueños.

Si bien podríamos iniciar el año con el pie derecho, respetando la belleza holística que yace en la geografía de la Pachamama, fuimos programados de fábrica para destruir todos los recursos naturales, y luego fuimos reprogramados para trastabillar en la cornisa de la ignorancia, de la mediocridad y de la indiferencia.

Nunca se nos olvida comer a diario, pero siempre se nos olvida reciclar la basura. Nunca se nos olvida dormir por la noche, pero siempre se nos olvida ahorrar la energía. Nunca se nos olvida vivir la vida, pero siempre se nos olvida meditar en la vida.

Meditar sobre nuestro perverso estilo de vida, implica reconocer la apatía que existe sobre la Educación Ambiental, y para reconocer la existencia de esa clásica antipatía, no hay que gastar una fortuna en clases de yoga, no hay que vestir de blanco durante las 24 horas del día, no hay que contratar los servicios de un trepidante detective, y no hay que gritar aleluya detrás de la ambulancia.

Tan solo debemos reorientar la interacción del trinomio Hombre-Medio-Sociedad. Un Hombre que todo lo quiere, un Medio que todo lo sufre, y una Sociedad que todo lo permite.

La parafernalia que se oculta en ese desequilibrio ecológico, obliga a pensar que estamos muy lejos de alcanzar la sustentabilidad global, el crecimiento endógeno, y la mancomunidad de la ciudadanía.

Es importante destacar que la Educación Ambiental NO debe nacer, crecer y morir, en las cuatro paredes del pasivo salón de clases. No necesitamos la frialdad de una toga y un birrete, sino el calor de las manos y las piernas. No necesitamos el ego de las maestrías y los doctorados, sino el esfuerzo de sembrar y cosechar. No necesitamos el éxtasis de los bombos y los platillos, sino la euforia de los capullos y las rosas.

De allí que nos preguntamos ¿Es posible lograr un cambio radical de mentalidad a favor del planeta Tierra?

Sabemos que en los colegios de Japón, los estudiantes se encargan de limpiar los baños de sus centros educativos. Sabemos que en Suecia se ha tenido que importar la basura de otros países europeos, para reciclarla y producir energía. Y sabemos que en Etiopía los desnutridos etíopes, son capaces de sacrificar sus vidas por una bendita gota de agua potable.

Sabemos que usted es incapaz de higienizar una sala sanitaria. Sabemos que usted es incapaz de separar los desechos sólidos. Y sabemos que usted es incapaz de ahorrar el agua potable.

En términos meramente ecológicos, somos la máxima expresión de la incapacidad humana. Somos la carroña ensangrentada, que alimenta a los chacales del reino animal. Y somos la consecuencia de un Mundo, que le dio la espalda a la Educación Ambiental.

Un Mundo muy moderno pero muy analfabeto. Un Mundo con mucho dinero pero con poco espíritu. Un Mundo lleno de la guerra y vacío de la paz. Un Mundo de tontos e incomprendidos. Un Mundo donde la serotonina de la Santa Inquisición, sigue siendo el pan de los pobres, la medicina de los enfermos, y el voltímetro de los inocentes.

Cansados de tanta injusticia socio-ambiental, explicaremos los 5 obstáculos que bloquean la entrada de la Educación Ambiental, en el sistema respiratorio de los pueblos latinoamericanos.

El primer obstáculo, es el déficit de lectura en las personas, y la falta de contenidos ecológicos en las escuelas. Nos da terror, flojera y rabia, leer las páginas santificadas de un libro. Somos loros parlanchines llenos de incultura, que NO proyectamos el discernimiento, la introspección y el sentido común en nuestras vidas.

Es como ver a un fanático que asiste al partido de fútbol, para apoyar a su idolatrado equipo local, pero luce la camiseta y grita los goles del equipo visitante. Pueden reírse por su torpeza, pueden abuchearlo por su desatino, o pueden lincharlo por su atrevimiento. Esa incongruencia entre lo dicho y lo hecho por la gente, es un veneno letal que castiga el buen juicio de las comunidades.

El segundo obstáculo, es el gran apego a lo material por la cultura del consumo. Estamos obsesionados con poseer cosas materiales. Codiciamos, envidiamos y anhelamos, tener un nuevo automóvil, un nuevo teléfono celular, una nueva televisión de alta definición, un nuevo reloj de oro, y hasta un nuevo cáncer de la muerte.

Pero jamás codiciamos, envidiamos y anhelamos, que nuestro parque sea más verde que una hoja de árbol, que nuestros océanos sean más azules que un ángel del cielo, que nuestra abundancia no sea la tentación de la gula, y que nuestra vida sea mucho más altruista y mucho menos ateísta.

El tercer obstáculo, es la glorificación de la violencia urbana. Dicen que los Seres Humanos son violentos por naturaleza, y que todos somos capaces de asesinar, robar y secuestrar a nuestros semejantes, porque la desesperación, las necesidades económicas y las carencias afectivas, siempre afloran sentimientos de odio, venganza, y traición en los agresivos habitantes.

Vivimos peleándonos y matándonos por cualquier tontería, y es la Madre Tierra quien siempre se queda con nuestra peor imagen, con nuestros bajos instintos, y con la mayor antipatía ambiental de sus hijos bastardos.

El cuarto obstáculo, es la distorsión de la realidad causada por las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). El infranqueable desarrollo tecnológico del siglo XXI, ha enfatizado la estupidez humana hasta los confines del ciberespacio, y viene premiando con caritas felices la antífona de sus lacayos.

La mayoría de los medios de comunicación privados, que decodifican sus ecocidios en la radio, en la televisión, en la prensa y en la Web, solamente se dedican a desinformar a los radioescuchas, a los televidentes, a los lectores y a los internautas, con la feroz estampida publicitaria, con la vulgaridad del sexismo y con el entretenimiento anglosajón, que acrecienta el gran proceso de Transculturación en los territorios de América Latina.

No necesitamos navegar de madrugada en la Deep Web, para que las cebollas nos hagan llorar con tanta miseria espiritual, procreada por la eterna herejía de la raza humana. No podemos quedarnos ciegos, sordos y mudos, mientras en el fondo de la botella somos unos demonios vestidos de santos.

Y lo peor de todo, es que la pornografía infantil, la venta ilegal de armas y drogas, la usurpación de identidades, los degollamientos por capricho, y el salvaje maltrato a los animales, sigue siendo un clandestino tema tabú para la Iglesia Católica, para los gobiernos de turno, para las colectividades, y para los iluminados dueños del siglo XXI.

Tal vez en la fosa de las Marianas ubicada en el Océano Pacífico, se esconda un secreto de misericordia que nos salve del caótico infierno planetario. Quisiéramos creer que dentro del oscuro abismo Challenger, hay un poquito de luz divagando en el lugar más profundo de la corteza terrestre, que no dependa de direcciones IP, de hackers profesionales y de niveles de accesibilidad, para que el maldito emporio bizarro se transforme en un bendito imperio de amor.

El quinto obstáculo, es el conformismo de la gente que vive dentro de entornos full contaminados. ¿Para qué reciclar la basura, si otro irresponsable ensuciará las calles con esa misma basura? ¿Para qué ahorrar la energía eléctrica, si otro irresponsable malgastará esa energía con su aire acondicionado? ¿Para qué reducir el consumo del agua potable, si otro irresponsable malgastará esa agua lavando sus cenizas?

Con ese lamentable pensamiento en boga, nos convertimos en monstruos plenamente inconscientes, y vivimos totalmente flemáticos a la práctica conservacionista. No obstante, hasta el más terrible de los delincuentes, tiene el derecho de arrepentirse por sus pecados, y tiene el deber de reconectarse con el laico abrazo de Gaia.

¿Quieres demostrarle tu inteligencia a la Humanidad? El próximo 26 de enero reúne a todos tus familiares, amigos, colegas y vecinos, y pregúntales lo siguiente: ¿Saben qué efeméride se celebra hoy? Te aseguro que el 99,9% de los encuestados se quedarán calladitos, o te inventarán una festividad intrascendente. He allí el momento idóneo para revelarles el gran secreto. Diles que el 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, y prepárate para ser reconocido como el hombre o la mujer más inteligente de tu comunidad. ¡Enhorabuena!

Sin embargo, ese gran título honorífico necesita de hechos concretos y NO de palabras bonitas. Recuerda que para ayudar a la Madre Naturaleza, para ayudar a tus seres queridos, y para ayudar al prójimo, primero debes sentirte bien con tu propia existencia.

Si estás atragantado con tantas culpas en la garganta, si no bendices tu sagrada presencia en el Universo, si te da miedo llorar las penas del alma frente al espejo, si la sensación de infelicidad te hace cometer graves errores, y si no te decides a cambiar la nube negra por un soleado amanecer, pues NO habrá juramento hipocrático que desintoxique tu golpeada autoestima.

Yo sé que después de los excesos y de las locuras de diciembre, el mes de Enero suele avivar conflictos emocionales en los individuos, que incluyen el temor, la desesperanza, el estrés, la inseguridad, y la preocupación de enfrentar nuevos desafíos en el presente año.

Pero te vamos a regalar una reflexión muy sencilla, para que no caigas en la desgracia. Si tu carro presenta fallas mecánicas en la carretera, y te deja varado en el más oscuro de los desiertos. ¡No maldigas al carro! ¡No te vuelvas loco! ¡No lo llames mala suerte! Mejor piensa en TODAS las veces que ese mismo carro, te llevó puntualmente hasta tu destino, sin averiarse los neumáticos, sin quedarse sin gasolina, y sin oponer ninguna resistencia.

Si el plan previsto para hoy, no salió como usted quería que saliera, reconfórtese pensando en TODAS las veces que ese mismo plan, si salió como usted quería que saliera. Agradécele al Cosmos por estar vivo, no te des por vencido, y aplica la magia del perdón, para ganar nuevas experiencias, nuevas enseñanzas y nuevos retos.

Es así como TODOS podemos aferrarnos a esa nueva actitud positiva, para cotejar cualquier situación desfavorable de la vida, ya sea un desamor, una enfermedad, una pérdida de trabajo, una dificultad en los estudios, o una tendencia auto-destructiva.

Por eso, deberás vencer todos los obstáculos de la jungla, y luchar contra las adversidades del destino, practicando la regla de las 3RS (reduce, reutiliza y recicla), ejerciendo la Eficiencia Energética en la casa y en la oficina, ahorrando hojas de papel al imprimir documentos en la computadora, cantando bajo la lluvia, usando más los pies y menos el volante, adoptando un perro o gato de la calle, evitando comer carne, sembrando árboles frondosos en tu ciudad, enamorándote de la vida al rojo vivo, y viviendo cada día como si fuera el último aliento del hotel California.

El objetivo principal del artículo presentado, es que los maestros, los directores de las instituciones educativas, los padres y representantes, los organismos públicos y la empresa privada, no se olviden que el 26 de enero se festeja el Día Mundial de la Educación Ambiental.

Es vital que los niños y adolescentes que laten con el corazón latinoamericano, aprendan a reconocer la importancia de la Educación Ambiental, mediante la realización de exposiciones, juegos lúdicos, talleres artísticos, comparsas, carteleras didácticas, proyecciones audiovisuales, jornadas de reciclaje, y actividades de comprensión lectora.

Estamos seguros que la práctica del Conservacionismo, será el mejor alimento para forjar una nueva generación de jóvenes, llenos de valores éticos, morales y ecológicos, que los ayudarán a viajar con sabiduría por el viaje de la vida.

Publicado primeramente en: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Educacion-Ambiental/Los-obstaculos-de-la-Educacion-Ambiental

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Analfabetismo y alfabetismo: ¿de qué estamos hablando?

Rosa Maria Torres

Alfabetismo «Habilidad para leer y escribir, con comprensión, un enunciado simple relacionado con la propia vida cotidiana. Incluye un continuo de habilidades de lectura y escritura, y a menudo aritmética básica».
UIS-UNESCO, Global Education Digest 2010, Glossary (nuestra traducción del inglés, p. 264)

 

El campo del analfabetismo es particularmente confuso, caracterizado por terminologías y definiciones variadas e incluso ad-hoc. La falta de consenso sobre el tema, y los continuos cambios en términos y nociones, se dan no solo en América Latina y el Caribe sino a nivel mundial.

En primer lugar, existe una confusión generalizada entre los términos alfabetismo yalfabetización. Dicha confusión proviene entre otros de malas traducciones del término «literacy» en inglés (literacy equivale a alfabetismo; literacy education equivale aalfabetización). Alfabetización se refiere al proceso de adquisición de la lectura y la escritura.Alfabetismo se refiere a la condición o grado de manejo de la lectura y la escritura que tiene una persona, un grupo o un país. Deberíamos hablar, por tanto, de tasa de alfabetismo, no de tasa de alfabetización.

Algunas diferencias tradicionales vinculadas a los diferentes usos de los términosanalfabetismo/alfabetismo/alfabetización tienen que ver con:
▸ la usual asociación de estos términos con jóvenes y adultos, versus alfabetizaciónentendida como concepto abarcativo que incluye a todas las edades, dentro y fuera del sistema escolar;
▸ la inclusión o no del cálculo dentro del concepto de alfabetismo y de los programas de alfabetización;
▸ la alfabetización entendida como un período o un programa, o bien como un proceso y un continuo que se prolonga más allá de cierto número de años de escolaridad o de un determinado programa;
▸ el alcance de la alfabetización. Esta se entiende usualmente como básica, inicial o elemental. Esta visión estrecha y antigua contrasta con una comprensión de la alfabetización como apropiación de la cultura escrita – en todas sus variantes y soportes, incluidas las modernas tecnologías y las que sigan apareciendo – y el uso de la lectura y la escritura con fines diversos en la vida diaria;
▸ en algunos casos se especifica la lengua o lenguas a considerarse en la definición de una persona como alfabetizada (por ejemplo, creole en Haití u holandés en Surinam).

El término alfabetizaciones, en plural, ha sido introducido en los últimos años por académicos vinculados a la corriente llamada New Literacy Studies.

Otros preferimos ampliar el concepto de alfabetización y de alfabetismo para incluir en éste las nuevas y cada vez más amplias demandas puestas a la lectura y la escritura y a la cultura escrita en general, en la actualidad, incluyendo el mundo digital, que se ha incorporado de lleno a los requerimientos y competencias vinculados a la lectura y la escritura, a la información y el conocimiento.

Asimismo, los términos analfabetismo y alfabetización se vienen usando de manera cada vez más laxa, para indicar respectivamente ‘desconocimiento’ y ‘conocimiento básico’ de prácticamente cualquier campo (analfabetismo/ alfabetización científica, analfabetismo/ alfabetización ambiental, analfabetismo/ alfabetización en salud, analfabetismo/ alfabetización digital, etc.). Esto refleja entre otros el viejo prejuicio que asocia analfabetismo con ignorancia y alfabetismo/alfabetización con conocimiento.

Persisten las dicotomías tradicionales analfabetismo/ alfabetismo, analfabetismo ‘absoluto’/  ‘funcional’. No obstante, el conocimiento sobre el campo ha avanzado considerablemente en las últimas décadas, mostrando la obsolescencia de este pensamiento dicotómico. La alfabetización es un continuo y existen diversos niveles de dominio de la lengua y de la cultura escrita, en sus diversos formatos y soportes, como se reconoce hoy ampliamente. [1]

El término ‘alfabetización funcional’ fue oficialmente aprobado en 1978 en la Conferencia General de la UNESCO, entendiéndolo como la habilidad de una persona para “involucrarse en todas aquellas actividades requeridas para funcionar de manera efectiva en su grupo o comunidad, así como para permitirle continuar leyendo, escribiendo y calculando, para su propio desarrollo y el de su comunidad” (Glosario, Informe de Seguimiento de la EPT 2006:La alfabetización, un factor vital. Nuestra traducción del inglés).

Lo ‘funcional’ ha venido dando lugar a dos interpretaciones:
(a) lo ‘funcional’ entendido como el manejo efectivo de la lectura y la escritura, y éste asociado con determinado número de años de escolaridad, y
(b) lo ‘funcional’ entendido como el vínculo entre alfabetización y capacitación vocacional, trabajo o actividades generadoras de ingresos.

Ambos usos están presentes en América Latina. La tendencia dominante hoy es asociar ‘analfabetismo funcional’ con menos de cuatro años de escolaridad (la noción de ‘educación incipiente’ propuesta por el SITEAL) [2]. No obstante, la idea de que cuatro años de escolaridad aseguran ‘alfabetismo funcional’ ha sido desafiada, probada empíricamente desde los 1980s y crecientemente reclamada por el Caribe anglófono. Como ratifican los informes mundiales de la Educación para Todos y de los Objetivos de Desarrollo del Milenio,cuatro años de escuela – buena o mala – son hoy claramente insuficientes para aprender a leer, escribir y calcular de manera autónoma en la vida real, fuera del aula de clase y los textos programados de instrucción. (Ver: El fracaso alfabetizador de la escuela).

Un estudio pionero sobre ‘alfabetismo funcional realizado por la UNESCO-OREALC a fines de los 1990s en áreas urbanas de siete países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Paraguay y Venezuela) aportó evidencia empírica que confirmó la insuficiencia de cuatro años de escolaridad; mostró, además, que importa no sólo el número de años que alguien permanece en la escuela sino la calidad de dicha escuela y del contexto (Infante, 2000). Por muchos años la CEPAL ha venido afirmando en esta región que se necesitan al menos 12 años de escolaridad para que el alfabetismo alcanzado sea ‘funcional’ y pueda hacer una diferencia en la vida de las personas.

[1] Hay varias propuestas de clasificación de niveles y competencias de alfabetismo (para un breve recuento internacional, ver Letelier, 2008). La IALSS (International Adult Literacy and Skills Survey– Encuesta Internacional de Alfabetización y Habilidades de Adultos) la cual mide alfabetismo, cálculo y habilidades para la resolución de problemas, identifica cinco niveles de manejo. Ver IALLS/Statistics Canada  Ver también el LAMP (Literacy Assessment and Monitoring Programme-Programa de Evaluación y Monitoreo de la Alfabetización) desarrollado por el UIS en base a la IALLS y a la IALS (IALS- International Adult Literacy Survey-Encuesta Internacional de Alfabetización de Adultos).
[2] En Paraguay, el Censo de 2002 definió como analfabeta a la persona de 15 años o más que no ha terminado el segundo grado de la escuela. (Informe de Paraguay para CONFINTEA VI, 2008).

* Texto tomado y adaptado de: Rosa María Torres, «De la alfabetización al aprendizaje a lo largo de toda la vida: Tendencias, temas y desafíos de la educación de personas jóvenes y adultas en América Latina y el Caribe», Informe Regional preparado para la VI Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos – CONFINTEA VI (Belém-Pará, Brasil, 4-6 dic. 2009). Ver: CREFAL y UIL 

Este articulo fue publicado originalmente en el blog de la autora:   http://otra-educacion.blogspot.com/2010/12/analfabetismo-y-alfabetizacion-de-que.html

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En estos días de celebración de la tierra:Vigencia de la Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos

La conocí antes de cumplir los 10 años, en medio de las protestas contra la mina de Cerro Colorado. Creo que fue mi madre la que me pasó una revista donde estaba publicada esa carta. Debo confesar que aunque me pareció un poema bonito, no entendía su significado en conjunto. Cuando estudiaba la maestría en Estados Unidos la volví a encontrar en su inglés original. Me explicaron que había sido muy popular en las décadas de 1960 y 1970, y que fue leída en público durante la celebración del Primer Día de la Tierra, el 22 de abril de 1970.

En esa fecha, millones de estadounidenses salieron a protestar contra la guerra, el racismo y la contaminación ambiental. Ese gran movimiento social produjo que fuera creada la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, pero este avance fue mermado con la creación del estudio de Impacto Ambiental (EIA), como mecanismo para obligar a las comunidades a aceptar actividades contaminantes, supuestamente porque habían estudios técnicos y medidas de mitigación.

La historia de la carta es sumamente interesante. En 1854, el presidente de Estados Unidos Franklin Pierce le solicitó a una de las tribus “piel roja”, del noroeste del continente, que le vendiera las tierras bajo su control. Implícitamente, la solicitud indicaba que podía haber otras formas de conseguir esas tierras, si los originarios no aceptaban la oferta. En 1855, el jefe Seattle le respondió al Presidente de Estados Unidos con esta bellísima carta. Pudiera parecer que la misma fue escrita hoy, o que incluso se le pudiera aplicar a conflictos como los de Barro Blanco o Matusagaratí.

A continuación el texto de la carta:

“El Gran Jefe Blanco de Washington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Washington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras.

¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña.

Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja.

Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.

Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.

La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.

Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque soy un salvaje y no comprendo.

No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.

¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago? Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.

El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre- todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, él debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.

Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.

¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos.

Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas las cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo.

Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.

La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.

Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.

Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.

¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.

¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.

La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.”

Curiosamente, la mayoría de la gente que recuerda al presidente Pierce, lo hace por la carta del jefe Seattle, cuyo nombre fue utilizado para bautizar una de las ciudades más innovadoras y comprometidas con la protección del ambiente en el mundo. Hoy en día sabemos que el jefe Seattle tenía toda la razón, y estamos pagando muy caro por no haberle hecho caso.

Fuente del artículo:  http://www.prensa.com/blogoterapia/Dia-Tierra-Carta-Jefe-Seattle_7_4466623294.html#sthash.z3nuoLSU.dpuf

Fuente de la imagen: http://images.prensa.com/roberto_cisneros/Dia-Tierra-Unidos-America-aniversario_LPRIMA20160421_0201_26.jpg

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Círculo vicioso en la educación

Celia Rosado Romero

Es un hecho, ante la aprobación de la Cámara de Diputados, que cada plantel educativo podrá ajustar su calendario escolar, en el nivel básico y normal. Tal propuesta fue provista por el Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, como una nueva estrategia para cumplir los lineamientos que establece la dependencia, en relación a los múltiples factores, tanto climáticos como burocráticos, que reducen el ciclo escolar.

Las políticas educativas han sufrido infinidad de cambios, sobre todo desde la época de Luis Echeverría, siempre buscando cumplir con el mínimo de horas 185, a un máximo de 200, y al mismo tiempo, abatir el rezago educativo y el alfabetismo que a la fecha no se cumple.

Muy a pesar de que el Presidente Enrique Peña Nieto felicitó a los legisladores por apoyar la iniciativa, en donde los Consejos Escolares de Participación Ciudadana, puedan opinar al respecto, no es una acción que dé como fruto mejora en la enseñanza.

La llamada flexibilidad del calendario escolar bajo el esquema de mayor autonomía dentro del Plan de Nueva Escuela, fue pensada en la localización de los planteles. Sobre todo en regiones con climas adversos, resulta con posibilidades de ser aplicable en beneficio de la salud de los infantes, pero, la experiencia demuestra que es complicado juntar las opiniones de padres de familia y los docentes.

Superando los obstáculos que presentaba la Ley General de Educación, en un debate con resultado de 364 votos a favor, 10 abstenciones y 59 en contra, pasó a manos del Ejecutivo de la Nación para ser publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Para las zonas donde los disidentes que no aceptaron la Reforma Educativa, podría ser la salida para retomar el programa y sacar adelante a los alumnos, cumpliendo las horas que se marcan como necesaria para la enseñanza del grado.

Sin embargo, el reto que enfrenta México para dar calidad en la educación, requiere no sólo cambios de horarios, sino de afrontar el desafío económico social para brindar a la población estudiantil calidad de vida.

Un alumno al que no se le proporciona lo elemental: alimentación, vivienda, salud, lo básico para su crecimiento, es la razón que las estadísticas proporcionadas por la OCDE, en su evaluación, arrojen datos en sus habilidades de insuficientes. La mitad de los jóvenes de 15 años de edad no alcanzó el nivel básico 2 de PISA. Y en lo referente a la educación media superior, un alto porcentaje de jóvenes no la termina.

Bajo ese esquema, México necesita desarrollar una estrategia educativa a largo plazo para garantizar un nivel general de habilidades y conocimientos más altos, lo que facilitará el crecimiento económico y mejores condiciones de vida para todos los mexicanos, es una de las propuestas de la OCDE.

Señalar la flexibilidad de los horarios no es la mejor estrategia. Se requiere además apoyo a las escuelas, directores y docentes para mejor los resultados de las escuelas y los estudiantes

Fortalecer los multifactores que incentivan a mejorar el nivel, van desde la eficiencia escolar, liderazgo, gestión y participación social. Mientras, sólo las autoridades escolares se apropien de las políticas y no acepten recomendaciones de los actores que influyen en la enseñanza, no habrá cambio.

El sistema educativo mexicano, a pesar de los resultados del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educativa –INEE-, cuyo objetivo fue retomar la evaluación con el sentido de mejorar la calidad educativa, sino es acompañada del crecimiento económico del país, no funciona.

Existe una reflexión colectiva de la sociedad sobre la expectativa de encontrar la explicación del porqué no se logran lo estándares educativos y mantienen al país en el rezago, sobre todo en entidades como Oaxaca, Chiapas, Yucatán y Veracruz donde se concentra el 46.9 por ciento de la población indígena del país, según informa el INEGI.

Ellos, los indígenas, cuya oportunidad de ingresar al sistema básico y medio superior, es menor, y ni siquiera considerar el nivel superior.

Es de meditar lo que los datos del XII Censo de la Población y Vivienda del 2000 señalan como ingreso per cápita anual de escasos 3 mil 500 dólares en las zonas marginas; en comparación a lo percibido por los habitantes de la Ciudad de México que es de 22 mil dólares.

Una diferencia que refleja la existencia de calidad de las clases sociales, con una desigualdad que se imprime en toda América Latina.

Por eso no extraña que las mejores escuelas y los maestros mejor capacitados están destinados a las familias e ingresos medios y altos, con lo que no se cumple lo que establece el Artículo Tercero de la Constitución Mexicana, circulo vicioso que debe romperse.

Habrá de entender que una política eficaz e integral es la verdadera solución al problema educativo.

Fuente del articulo: http://www.cambiodigital.com.mx/mosco.php?columna=10075

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