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Brasil: ¿Salvará el capitalismo a la humanidad?

¿Salvará el capitalismo a la humanidad?

Frei Beto

Nuestra era puede definirse como el capitaloceno. Hoy día, el poder del capital habla más alto que el derecho a la vida de los seres humanos y la naturaleza

El año comenzó con una noticia estremecedora. En 2021, en pleno auge de la pandemia, la fortuna de las 500 personas más ricas del mundo creció en más de un billón de dólares. Al cambio del 3 de enero del nuevo año, ese monto equivalía a 5,57 billones de reales.

Para tener una idea de lo que esto significa, basta saber que, en 2020, el PIB de Brasil –la suma de todos los bienes y servicios de una población de 212 millones de personas– fue de 7,5 billones de reales.

Si sumamos el patrimonio líquido de ese selecto club de 500 supermillonarios, el resultado es de 8,4 billones de dólares (49,9 billones de reales), superior al PIB de cualquier país del mundo, salvo Estados Unidos y China.

De los 500, diez son casi 2,15 billones de reales más ricos. Ellos son:

1) Elon Musk (Estados Unidos), 50 años. Su fortuna es de 270 000 millones de dólares. En 2021 esta creció en 114 000 millones. Es inversionista y fundador de Space x, una empresa que fabrica naves espaciales y tecnología de punta; de la The Boring Company, dedicada a la perforación de túneles y la infraestructura de la construcción; y de la mayor fábrica de autos eléctricos del mundo. Nació en Sudáfrica, pero tiene la nacionalidad estadounidense. Quiere privatizar el espacio.

2) Jeff Bezos (Estados Unidos), 57 años. Su fortuna es de 192 000 millones de dólares. En 2021 ganó 2,04 mil millones. Es dueño de medios de comunicación, inversionista, ingeniero en computación y, al igual que Musk, busca la privatización del espacio y promueve el turismo espacial. Es dueño de la compañía Amazon.

3) Bernard Arnault (Francia), 72 años. Su fortuna es de 178 000 millones de dólares y ganó 63,6 mil millones en 2021. Es inversionista y coleccionista de arte, controla la lvmh-Louis Vuitton s.a., que produce artículos de lujo, incluidas bebidas selectas como champán y coñac.

4) Bill Gates (Estados Unidos), 66 años. Su fortuna, de 138 000 millones de dólares, creció en 6,39 mil millones el año pasado. Es uno de los dueños de Microsoft.

5) Larry Page (Estados Unidos), 48 años. Su fortuna, de 128 000 millones de dólares, se incrementó en 46 000 millones en 2021. Especialista en ciencias de la computación, es cofundador de Google.

6) Mark Zuckerberg (Estados Unidos), 37 años. Magnate de medios de comunicación y empresario de internet, fundó Meta Platforms, que controla Facebook, Instagram y WhatsApp, entre otras subsidiarias.

7) Serguei Mijailovich Brin (Estados Unidos), 48 años. Su fortuna asciende a 124 000 millones de dólares, y creció en 43 000 millones en 2021. Especialista en ciencias de la computación, nació en Moscú y tiene ciudadanía estadounidense. Fundó Google junto a Larry Page. Abandonó el control de la empresa en 2019.

8) Steve Ballmer (Estados Unidos), 65 años. Tiene una fortuna de 124 000 millones de dólares, que creció en 39,3 mil millones en 2021. Fue presidente de Microsoft (2000-2014) y es dueño de Los Angeles Clippers, un equipo profesional de baloncesto.

9) Warren Buffett (Estados Unidos), 91 años. Su fortuna, de 109 000 millones de dólares, se acrecentó en 21,3 mil millones el año pasado. Inversionista, preside Berkshire Hathaway, una compañía holding diversificada, cuyas subsidiarias operan en los campos de los seguros, el transporte ferroviario de carga, la generación y la distribución de energía, etc.

10) Larry Ellison (Estados Unidos), 77 años. Posee una fortuna de 107 000 millones de dólares que creció en 27,5 millones en 2021. Empresario e inversionista, presidió la Oracle Corporation, la segunda mayor empresa de software del mundo en ingresos y capitalización de mercado.

La mayoría de los supermillonarios controla los medios de comunicación, en especial los electrónicos. O sea, fabrican las ideas que pueblan las mentes de mucha gente. Esos diez hombres tienen también poder para detectar cada uno de nuestros pasos y registrar nuestras preferencias. Poseen más poder que casi todos los jefes de Estado.

De los diez, solo uno no vive en Estados Unidos: el francés Bernard Arnault. Y, como se sabe, Estados Unidos es hoy un imperio más poderoso que el romano de los césares, el persa de Ciro, el griego de Alejandro Magno. Tiene poder ideológico (en especial a través de la industria del entretenimiento, como el cine), económico (el dólar y el euro son las únicas monedas internacionales, exceptuando las virtuales) y bélico (acumula 3 750 ojivas nucleares).

Vale subrayar que esos nueve estadounidenses tienen un inconmensurable poder electoral, ya que en Estados Unidos se permite el financiamiento privado de las campañas políticas.

¿Y por qué esas diez personas poseen fortunas tan fantásticas?

Porque vivimos en el sistema capitalista, que instauró la naturalización de la desigualdad social, la convicción de que la naturaleza existe para ser explotada, la creencia en que todos son libres para ascender de la pobreza a la riqueza (la meritocracia), el poder de dictar leyes y monitorear gobernantes y, como explica Max Weber, el precepto de que poseer una fortuna es señal de la bendición de Dios…

De los 7,9 mil millones de personas que habitan este planeta devastado por el capital, 857 millones padecen hambre (de la cual 24 000 mueren cada día); 780 millones sobreviven en la miseria (con ingresos de apenas 320 reales al mes); 785 millones no tienen acceso a agua potable; y más de 3 000 millones viven en la pobreza (con ingresos mensuales de 938 reales como máximo).

Nuestra era puede definirse como el capitaloceno. Hoy día, el poder del capital habla más alto que el derecho a la vida de los seres humanos y la naturaleza. La apropiación privada de la riqueza se considera un mérito y un derecho, protegidos por las leyes y la policía.

Los más ricos son envidiados, cortejados, adulados y admirados, mientras que los más pobres son menospreciados, rechazados y excluidos.

Un detalle: el 84 % de la población mundial (6,63 mil millones de personas) cree en Dios… No en vano los dólares llevan impreso In God we trust (confiamos en Dios). En realidad, deberían corregir la frase para que dijera In Gold we trust (confiamos en el Oro).

Estoy convencido de que ni la humanidad ni la naturaleza tienen salvación bajo el capitalismo. Y tengo la esperanza de que, un día, la humanidad considerará que es un sistema inhumanamente abominable.

Fuente de la Información: https://www.granma.cu/pensar-en-qr/2022-01-12/salvara-el-capitalismo-a-la-humanidad-12-01-2022-20-01-57

 

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Declaración Patrimonial y de Intereses, ¿Herramienta de Persecución Fiscal al Magisterio?

Por: Juan Antonio Guerrero Orrostieta*

En la pasada entrega establecimos que éste instrumento que está siendo utilizado por las diferentes instancias de Gobierno es – como lo ha sido en otras ocasiones – ilegal, ya que ninguna ley expresa de manera explícita que las y los docentes tienen que presentar esta información.
Podemos identificar que si bien (en el magisterio), se devenga un salario que se desprende de recursos públicos, no se administran dineros del erario propiamente – en la mayoría de los casos -; se entiende que se busca poner a las y los trabajadores de la educación al nivel de una o un funcionario que recibe, administra y/o dispersa partidas presupuestales para obra, gasto corriente, infraestructura, pago de servicios o cualquier desembolso que se nos pueda ocurrir en algún espacio institucional, gubernamental o de administración pública centralizada o descentralizada, situación totalmente incoherente.
Ante los altos niveles de corrupción que existen en la administración pública, este tipo de “estrategías” que buscan prevenir e identificar los actos que puedan constituir un delito son importantes, siempre y cuando sean utilizados de manera adecuada, dirigidos a quienes manejan los dineros provenientes de nuestros impuestos, sobre todo gestores de las cuentas públicas.
La información que se solicita en la Declaración Patrimonial y de Intereses, se habrá de transparentar – según establecen las leyes de acceso a la información – y, cualquier persona, tendrá acceso a la misma, por lo cual representa un serio riesgo para quienes estén obligados a presentar datos detallados acerca de sus ingresos, posesiones, bienes, créditos e incluso, joyas y animales de compañía, de cónyuges y dependientes económicos, ésto en el contexto de altos índices delictivos que se vive en la actualidad en el país, por lo cual, se deben generar una serie de medidas de seguridad que garanticen la salvaguarda de información personal (para quienes están obligados y obligadas a presentarla por la naturaleza de sus funciones).
Ahora, pone en la mira otro serio riesgo para la seguridad, como ya es de mala costumbre, en cuanto a que las bases de datos puedan ser “otorgadas” a entidades privadas externas por parte de los Gobiernos o funcionarios (municipal, estatal o federal), ya sea a cambio de algún favor político o simplemente al recibir alguna contraprestación económica, caso plenamente comprobado y que sucede con la Banca Privada en México, ya que cuentan con toda nuestra información como dirección, teléfono, celular, correo electrónico y seguramente, la carátula de nuestra credencial del IFE o INE, referencias que en teoría, solo este organismo descentralizado debería tener. Otro ejemplo es el caso de las encuestadoras que miden las preferencias electorales antes o durante algún proceso, empresas como Parametria, Mitofsky y muchas otras, ya cuentan con la información de los votantes, sus datos personales, teléfonos y el distrito en que se encuentran, antecedentes que simple y llanamente tienen en su poder gracias a la facilidad con la que es obtenida nuestra información personal.
Otro elemento que puede ser tomado en cuenta es que en el caso del Magisterio, la Declaración Patrimonial y de Intereses es una especie de complemento a la Declaración Anual de Impuestos, en la lógica de esta administración, lo que busca es verificar que la recaudación fiscal que se está haciendo a las y los trabajadores del Sistema Educativo es la correcta – desde su perspectiva -, buscando obtener de manera ilegítima, información que les pueda engrosar las arcas públicas a través de los impuestos que puedan estar pasando por alto al desconocer en su totalidad las posesiones de las y los asalariados.
Por último, debería ser prioridad del Gobierno recabar información acerca de las necesidades que se tienen en los distintos espacios formativos, desde la falta de una correcta infraestructura, materiales e insumos hasta las carencias que tiene no solo el personal que labora en las escuelas, también las y los alumnos y sus familias que no cuentan con lo necesario para hacerle frente a la ardua labor de aprender en el contexto de pandemia que se vive en la actualidad.


  • Juan Antonio Guerrero OrrostietaMilitante Activo de la Sección XVIII de la CNTEMichoacán

Fuente de la informaciò:  Insurgencia Magisterial

Fotografía: Profelandia.com

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Praxis emancipadora congelada

Son muy extensas y diversas las bibliografías especializadas; son incontables las convenciones, asambleas y convenios internacionales; abundan las reuniones nacionales, las leyes y los acuerdos… se ha dicho mucho, muchísimo. Una y mil veces ha quedado de manifiesto la importancia y la trascendencia de garantizar el derecho de los pueblos a una Cultura y Comunicación libres, diversas y soberanas; se ha advertido el peligro de la dependencia y la infiltración en estructuras de la vida social tan sensibles y estratégicas y se ha subrayado la prioridad política acuciante que va expandiéndose geopolíticamente tratándose de la expresión de los pueblos genuina, compleja y multicolor. Y sin embargo crece la monopolización de las herramientas de producción y de las semánticas. Crece el control sobre los canales de distribución y sobre las instituciones educativas. El modelo odioso del “discurso único” ha dado pasos agigantados desde el final de la Segunda Guerra Mundial y lo que debiera haberse consolidado como derecho inalienable, se ha reducido a mercancías. Sálvense todas las excepciones.

Algunos países mantienen posiciones “intermedias” y tratan de avanzar con modelos de cultura y comunicación fragmentados, poco duraderos y generalmente decorativos. Otros países han liberado el terreno para que las industrias mediáticas y culturales hagan de las suyas al antojo del “mercado”. Y, los menos, han comprendido la responsabilidad de garantizar a sus pueblos una producción cultural soberana, coherente con la soberanía económica, tecnológica y política. Algunos ejercicios jurídico-políticos han elaborado leyes y reglamentos de gran valor para asegurar la libertad y genuinidad de la Cultura y la Comunicación como productos de la democracia participativa.

Pero ni con los mejores aportes se ha conseguido fundar una corriente mundial en defensa de la Cultura y la Comunicación emancipadoras y, todo lo contrario, nuestros atrasos en tales materias hoy constituyen una de nuestras más grandes debilidades y derrotas. Estamos entregando “malas cuentas”.

Ha proliferado un número enorme de buenas ideas. La UNESCO hace informes periódicos sobre iniciativas diversas y no son pocos los frentes de militancia que, aún minoritarios, se esfuerzan por impulsar un movimiento de acción directa para luchar contra la manipulación simbólica que se ejerce en los territorios de la Cultura y los latifundios mediáticos. Aquí y allá hablan los expertos, los profesores y los estudiosos. Hay discursos históricos y poemas emocionantes. Hay documentales, series televisivas y podcasts con materiales inéditos y con hallazgos estremecedores. Pero la realidad no se transforma como debiera ni en su semiosis, ni en su extensión, ni en su velocidad.

Tenemos dificultades teóricas y metodológicas. Algunos frentes fijan como meta de coyuntura la “resistencia”. Otros, más golpeados (o colonizados), abogan por la supervivencia individual y se amoldan a los subsidios, las becas, las prebendas o las canonjías. Algunos aguardan, hegelianamente, que el gobierno de los ilustrados derrame sapiencia y eso ennoblezca al pueblo. Otros francamente se entregan a la Cultura y la Comunicación de élite (como Octavio Paz y su palafrenero Vargas Llosa) y descreen en la fuerza de los pueblos como motor, incluso cultural y comunicacional, para su emancipación. No faltan los teóricos muy atentos al mundillo de las parrafadas doctas y muy indiferentes a la realidad cruda de un mundo donde sólo el 20% de los seres humanos posee la riqueza que produce el 80%. Estas “posturas”, cada una o combinadas, constituyen algunas de las “políticas” que priman en el escenario de las condiciones objetivas y subjetivas. Y a eso hay que añadir los tintes de las modas que una vez son adoradoras de las “artesanías” o de las “riquezas culinarias”; otras veces aman con pasión a las tecnologías y frecuentemente se deslumbran con la obra de algún artista o intelectual bien cotizado en los mercados. Y le llaman amor a la Cultura y a la Comunicación. Algunos elegidos cuentan con becas para lustrar sus “políticas culturales” reformistas, tarde o temprano.

De las condiciones reales de existencia de los trabajadores de la Cultura y la Comunicación, poco o nada se interesa el aparato burocrático, ni las iglesias, ni el voluntariado empresarial “culto”. No les interesa si los productores de Cultura y Comunicación ejercen plenamente sus derechos laborales o si cuentan con coberturas jubilatorias, médicas o recreativas. Si tienen apoyo para elevar los niveles semánticos, técnicos o estéticos. Si hay oportunidades y condiciones para sindicalizarse y defender, además de sus intereses laborales, los intereses de la clase trabajadora. En suma ascender al punto en que el productor de Cultura y Comunicación se conciban como clase trabajadora. Todo lo contrario la concentración monopólica en Cultura y Comunicación, como extensión práctica de la ideología de la clase dominante, se esmera puntillosamente en impedir, bloquear, disuadir o destruir toda forma de organización; en todo terreno. Eso también se ha vuelto cultura dominante.

Esto es un campo problemático, estructural y super-estructural, de primera importancia y son abundantes las advertencias sobre los peligros y las consecuencias de seguir manteniendo parque jurásico de monopolios parásitos que nos agobia y que, además de costosísimos, operan con espejismos e ilusionismos anestésicos para que las víctimas, además de financiar las máquinas de guerra ideológica del enemigo, aprenda a aplaudirles sus victorias alienantes. El colmo de los colmos. Hay “fundaciones culturales” que los gobiernos neoliberales entregaron al neoliberalismo bancario, y las usan para todo tipo de desfalcos intelectuales y financieros. Abominable.

Urge un mapa de las fuerzas en lucha por una Cultura y Comunicación emancipadoras. Urge un frente único que nos una en una batalla de trascendencia y complejidad enormes. Nos urge lo mejor de nuestra praxis pero organizada, puesta en rumbo de acción para desmantelar el aparato demencial de colonización capitalista que está atacando desde las raíces de nuestras identidades hasta formatearnos conductas, gustos serviles a la explotación económica, política, cultural y emocional. Nos urgen organización eficaz y eficiente, con instrumentos político-científicos para una Revolución Semiótica. Para la emancipación de la semiosis y la democratización de las herramientas de producción de sentido.


Dr. Fernando Buen Abad Domínguez
, Director del Instituto de Cultura y Comunicación y Centro Sean MacBride Universidad Nacional de Lanús. Miembro de la Red en Defensa de la Humanidad. Miembro de la Internacional Progresista. Rector Internacional de la UICOM. Miembro de REDS (Red de Estudios para el Desarrollo Social)

Fuente: https://rebelion.org/praxis-emancipadora-congelada/

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Formación continua de docentes: ¿va en serio?

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

«Los programas de formación continua representan acciones casi olvidadas de las políticas públicas educativas…»

El Diario Oficial de la Federación publicó el pasado 13 diciembre de 2021, el documento “Criterios generales de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente, y para la valoración de su diseño, operación y resultados en educación básica y media superior.” (CGPFCDPD-2021).

Los criterios tienen como objetivo definir las bases para formular programas de formación continua y desarrollo profesional docente (así como de directivos escolares y asesores técnicos) en educación básica y media superior, y para valorar su diseño, operación y resultados, con el fin de que sean relevantes y pertinentes a las características y condiciones de los docentes, las escuelas, las zonas y sectores escolares, regiones y entidades federativas, señala el documento de referencia.

La pertinencia y oportunidad de generar criterios que guíen el diseño, operación y evaluación de dichos programas, es un acierto de la actual orientación general establecida en el Artículo Tercero Constitucional y leyes secundarias en materia educativa (actualizados en 2019), en el sentido de definir las bases técnicas y crear condiciones adecuadas para fortalecer los programas nacionales y locales de formación continua y de desarrollo profesional, dirigidos a dichas figuras educativas, como un derecho pleno de las y los trabajadores.

Digo esto porque los programas de formación continua y de desarrollo profesional, dirigidos a docentes, directivos escolares y asesores técnicos de la educación básica y media superior, en servicio, han representado históricamente ámbitos o acciones casi olvidados de las políticas públicas educativas.

Cabe resaltar esta cuestión porque, en algunos casos, los recursos públicos originalmente destinados hacia estas tareas estratégicas (la formación continua o permanente de docentes), han sido subvalorados o, en caso extremos, han sido desviados hacia otros ámbitos de la administración pública federal (me refiero de la SEP), a partir de criterios discrecionales administrativos, no educativos ni académicos.

Existe el hecho, documentado, de que durante el ejercicio de la administración de la SEP de la época de Aurelio Nuño (2015-2017), la dependencia realizó un subejercicio de los recursos destinados hacia la formación continua de las figuras educativas, mientras que el gasto ejercido en el área de comunicación social, aumentó.

En la actualidad, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación es la institución encargada, de acuerdo con la ley, de emitir dichos criterios para el diseño, operación y valoración de los programas de formación continua y desarrollo profesional de docentes, directivos escolares y asesores técnicos de educación básica y media superior.

En uno de sus párrafos, el documento de Criterios, indica: “El artículo 113, fracción VIII, de la Ley General de Educación establece que, en el caso de docentes de educación básica, corresponde a la autoridad educativa federal regular dicho sistema sujetándose a los lineamientos, medidas, programas, acciones y demás disposiciones generales que resulten de la aplicación de la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros.”

En la primera parte de la cita anterior, cuando se habla se “sistema” se refiere al Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización al cual deben tener acceso las maestras y los maestros tanto de educación básica como de media superior.

“El artículo 92 de la Ley General de Educación mandata que las autoridades educativas, en sus respectivos ámbitos de competencia, constituirán el Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización, que… será retroalimentado por evaluaciones diagnósticas para cumplir los objetivos y propósitos del sistema educativo nacional…”

En otra parte del documento se señala: “Para garantizar el derecho de las maestras y los maestros a acceder a un sistema integral de formación, de capacitación y de actualización, el artículo 12, de la Ley Reglamentaria del Artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de Mejora Continua de la Educación, define que las autoridades de educación media superior, las autoridades educativas de los Estados y de la Ciudad de México y los organismos descentralizados, ofrecerán programas de desarrollo profesional y cursos, de conformidad con los criterios que emita la Comisión, bajo la coordinación de la Secretaría a través de sus áreas competentes…”

El documento de criterios está organizado por los siguientes apartados principales: Definiciones (artículo 3); Criterios generales de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente. (artículos 4 al 8); Intervenciones formativas (artículos 9 al 20); Criterios para la valoración del diseño, operación y resultados de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente (artículos 21 al 24) y De los Consejos de Formación Continua y Desarrollo Profesional Docente (artículos 25 al 46).

También en el documento se define a la formación continua como un proceso amplio que incluye a la formación inicial de las figuras educativas. Es “el proceso institucional, intencionado, sistemático y permanente que abarca etapas que van de la formación inicial y la inserción laboral en distintas funciones, a la formación en el servicio y hasta el final de la vida laboral. La formación continua contribuye al desarrollo profesional docente, aunque no lo agota, ya que el fortalecimiento de saberes, prácticas y autonomía profesional de maestras y maestros depende también de factores institucionales y sociales que lo posibilitan o impiden.”

En el documento así mismo se establece un marco de referencia de saberes y conocimientos docentes para la formación continua (por cada una de las figuras educativas), y referentes y medios para la valoración del diseño, operación y resultados de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente.

Los primeros programas de formación continua y desarrollo profesional docente formulados conforme a los criterios que se emiten, iniciarán su operación en el ciclo escolar 2022-2023, por lo que deberán estar diseñados en su totalidad de manera previa (tercero transitorio).

Será conveniente que estos criterios se conviertan en realidad y no se queden en letra muerta. Además, sería deseable que tanto las autoridades educativas federales como estatales den a conocer los montos de financiamiento que anualmente se destinarán a la operación de los programas de formación continua. ¿Cuánto invertirá el Estado mexicano en la formación continua de sus docentes, directivos escolares y asesores técnicos, al año, de aquí en adelante? ¿Esto va en serio? Porque las experiencias institucionales anteriores en esta materia, son deplorables. ¿Cuáles serán los compromisos explícitos al respecto y qué instancias garantizarán que se haga efectivo este derecho esencial de las y los trabajadores de la educación?

Fuente consultada:

(1) Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación. Criterios Generales de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente, y para la valoración de su diseño, operación y resultados en educación básica y media superior. CGPFCDPD-2021. DOF, 13 de diciembre, 2021.

Juan Carlos Miranda Arroyo en Twitter: @jcma23

Correo electrónico: jcmqro3@yahoo.com


Publicado en SDPnoticias

Fuente: https://profelandia.com/formacion-continua-de-docentes-va-en-serio/

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Todos los niños deberían ser hiperactivos

Por: Educación 3.0

Apostar por el movimiento y la actividad física y mental de los menores es clave para su desarrollo cognitivo. Esta es la opinión de Ainhoa Sarmiento, experta en educación y desarrollo de la creatividad a través del movimiento.

Los menores, en toda su etapa de desarrollo, tienen una tendencia natural hacia el movimiento que les impulsa a experimentar la movilidad de su cuerpo de todas las formas posibles. Ese impulso natural, instintivo, tiene una finalidad y es la de desarrollar conexiones neuronales y con ello impulsar el desarrollo cerebral y cognitivo. Aunque nos cueste admitirlo, resulta que el cerebro no se creó para pensar, sino para permitir el control del movimiento. En realidad el cerebro no nos diferencia de los animales sino de las plantas.

El cerebro nace para permitir el control motor, que a su vez hace posible el movimiento. Solo se desarrolla en los seres vivos que se mueven a voluntad, de manera que la principal función de nuestro cerebro es la de posibilitar el movimiento del cuerpo, y de hecho más del 90% de la actividad cerebral se destina al funcionamiento del cuerpo y no a las funciones cognitivas. Y para que el cerebro del niño se desarrolle y dentro de él se generen las sinapsis o conexiones neuronales necesarias para que pueda aprender, es imprescindible que el menor se mueva mucho. Es imprescindible que el niño sea ‘hiperactivo’.

El sexto sentido es en realidad el primero

hiperactivos

El sistema vestibular, que hace referencia a ese ‘sexto sentido’ que nos permite mantener el equilibrio, es el primer sistema sensorial que se desarrolla en la fase prenatal. Entra en funcionamiento desde el nacimiento y participa en el control motor pero también en el desarrollo cognitivo y la regulación de los estados de ánimo.

Podríamos decir que los primeros aprendizajes del bebé, que son los que empiezan a organizar su cerebro, se relacionan con la percepción de su propio cuerpo y del movimiento. Y este proceso continúa durante toda la infancia. El sistema vestibular es, además, el que organiza las percepciones de los demás sentidos, como la vista, el oído, el olfato y el tacto. Y es por ello que sin un correcto funcionamiento del sistema vestibular los niños podrían presentar dificultades de aprendizaje. La mejor manera de estimular la maduración y el correcto funcionamiento de este sistema es permitir que los infantes se muevan libremente durante el máximo tiempo posible.

El movimiento es algo instintivo y natural en los bebés, no necesitamos enseñarles a patalear, a girar la cabeza, a intentar incorporarse, a sostenerse sentados, etc. De hecho, las revisiones de los pediatras en los primeros años de vida observan con cuidado los movimientos y los reflejos de los bebés como un indicador de que su evolución es la correcta. Todos estos movimientos instintivos están generando nuevas conexiones entre las neuronas del cerebro, y  cuando mayor sea la gama de movimientos que el niño experimenta, practica y llega a dominar, mejor será el desarrollo de su cerebro y mayor el número de sinapsis o conexiones entre las neuronas.

Mantenerse activo para desarrollar las capacidades cognitivas

todos los niños deberían ser hiperactivos

Es imprescindible mantener la actividad física y el movimiento libre durante toda la etapa de desarrollo si no queremos mermar las capacidades cognitivas y de aprendizaje de los niños. Pero también es importante inculcar un estilo de vida activo para mantener la salud del cerebro a lo largo de toda la vida.

Existe la falsa creencia de que para estudiar, para aprender, hay que estar sentado, quieto y callado. Y a pesar de los muchos avances en neuroeducación y el desarrollo de múltiples estrategias didácticas basadas en el aprendizaje activo y manipulativo, hay un elemento que sigue invadiendo las aulas: las sillas. Y otro que sigue desterrado: el cuerpo en movimiento. Cuando el cuerpo no se mueve, el cerebro se relaja y sus niveles de atención disminuyen exponencialmente. El Instituto Tecnológico de Massachusetts demostró en una investigación que la actividad cerebral de un estudiante que permanece quieto, escuchando en clase, es la misma que cuando hace zapping en la televisión.

El movimiento es una de las pocas actividades que estimulan y desarrollan simultáneamente el sistema nervioso central y el periférico. Es decir, que el movimiento es lo único que activa todas las regiones cerebrales y con esta activación mejora la atención. Para mejorar los procesos de aprendizaje también debemos tener en cuenta que toda la estructura cerebral está íntimamente ligada al sistema locomotor y los sentidos. Las investigaciones desarrolladas en el ámbito de la neurociencia han dejado claro que el aprendizaje, el pensamiento, la creatividad y la inteligencia no son procesos que pertenezcan únicamente al cerebro, sino a todo el cuerpo.

Incentivar el movimiento del alumnado como labor docente

Las conexiones neuronales que se establecen cuando el cuerpo se mueve son las que van a propiciar el aprendizaje. Es imposible saber cuánto tiempo permanecerán en la memoria los contenidos que los niños aprenden en el colegio, pero sí se puede demostrar científicamente que las conexiones neuronales que se establecen y fortalecen gracias al movimiento perduran toda la vida, y que estas conexiones o sinapsis son las que van a posibilitar el aprendizaje de los contenidos. De manera que nuestra responsabilidad como educadores es la de generar un tejido nervioso amplio y fuerte, y la vía más directa y efectiva para lograrlo es dotar al niño con una gran amplitud motriz.

Por otra parte, el movimiento favorece la segregación de una serie de sustancias bioquímicas que generan un estado de ánimo óptimo para el aprendizaje y que favorecen la motivación. Todos los organismos internacionales responsables de la salud advierten de los peligros y los aspectos negativos del sedentarismo en la infancia. En los colegios y en sus casas los niños mantienen periodos de sedentarismo prolongados que ponen en peligro su salud y su desarrollo. Y sin embargo maestros y padres siguen ‘quejándose’ de que los niños no paran quietos.

La hiperactividad es una cuestión cuantitativamente subjetiva que solo puede considerarse como trastorno o rasgo negativo en el caso de que genere dificultades para la salud, el aprendizaje o la relación social. Por eso, conociendo la gran importancia que tiene el movimiento para la salud, física, mental y emocional de los niños, y sabiendo que para garantizar su desarrollo cognitivo y aumentar su rendimiento escolar los niños necesitan moverse mucho, deberíamos desear que nuestros niños fuesen todos hiperactivos, en el mejor sentido de la palabra.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/ninos-hiperactivos/

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Saquemos la Filosofía a la calle para pensar la pandemia

Por: Héctor Rodríguez Cruz

Promover una  amplia reflexión filosófica sobre la COVID-19 constituye un elemento esencial para fortalecer las estrategias de prevención, contención y mitigación de la pandemia.

El monstruo de la COVID-19 no se ha ido. No ha muerto. Ante esto, no sólo es necesario aprender a vivir en medio de él, sino aprovecharlo como una oportunidad de humanizarnos. La invitación nos incluye a todos. No hay categorías de excluidos ni exonerados.

La pandemia nos igualó y nos amenazó a todos por igual. No respetó clases sociales, burbujas ni escondites. Nos convirtió a todos en candidatos a una muerte con epitafios improvisados y en herederos de una vida con esperanzas, sueños e ilusiones arrebatados.

Como “sobrevivientes” estamos  obligados  a aprender y enseñar las lecciones que deja la pandemia. Hay que realizar una obligada reflexión filosófica acerca qué somos, dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos en este nuevo escenario de la vida.

En los momentos difíciles surgen esas preguntas que se constituyen en el punto de partida de la filosofía para explicar el sentido de la vida del hombre. De esa manera, la “reflexión filosófica” puede aportar mucho en las actuales circunstancias pandémicas.

En primera instancia el ejercicio reflexivo pudiera motivarse con el texto siguiente:“Ojalá que con esta pandemia hayamos aprendido que somos seres que sentimos el dolor propio y el de los otros. Que sufrimos, lloramos, reímos, nos indignamos, temblamos de placer y de miedo. Quizás en este (re)descubrimiento hallemos el primer paso para una nueva humanidad, porque ese proceso de vernos igualados, nos permitirá, a su vez, entablar relaciones sin jerarquías y basadas en la común dignidad que compartimos”. (Octavio Salazar. 2021. “La Vida en Común: Los hombres que deberíamos ser después del Coronavirus”).

Afrontar debidamente la pandemia impone rescatar la idea de “conversión”, resumida en dos palabras griegas: metánoia (cambiar de opinión, arrepentirse, cambiar de modo de ser) y epistrophé (volver la mirada atrás para darnos cuenta de lo que hemos venido haciendo), para que se pueda vivir mejor y construir un mundo más humano y solidario.

De acuerdo con Paulette Dieterlen Struck, investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, “los humanos sí hemos hecho muchas cosas mal que han contribuido de manera definitiva para que ahora nos encontremos amenazados como especie por la COVID-19”. ¡Cargamos con la deuda moral de enmendarlas!

Por tanto, no se trata de cátedras, conferencias, lluvias de ideas de filósofos e intelectuales.  Ni de sermones,  peñas y cafés filosóficos sobre la pandemia. Se trata de un “filosofar-pensar-decir-actuar”  ligado a la vida, sentimientos y necesidades de cada persona y de cada comunidad amenazada o abatida directamente o indirectamente por la COVID-19.

La importancia de la reflexión filosófica se expresa en la disposición para hacer frente a los múltiples desafíos que se plantean al mundo en cada momento. Invitando, en particular, a reflexionar sobre el significado, efectos e impactos de la pandemia de la COVID-19.

Viene al caso lo expresado por Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO: “Si la crisis sanitaria pone en tela de juicio varios fundamentos de nuestras sociedades, la filosofía nos ayuda a avanzar mejor, estimulando la reflexión crítica sobre los problemas que ya están presentes pero que la pandemia está llevando a su punto culminante. En un momento en que el extremismo y la rapidez de las grandes turbulencias del mundo a veces nos confunden, la filosofía nos permite al tiempo cambiar de perspectiva y ver más allá, mirar el horizonte sin perder de vista el presente”.

Durante y después de la pandemia asumamos el deber y el derecho de filosofar con lucidez sobre la pandemia procurando ir más allá del simple hábito  de describir, comentar y repetir el pensamiento pensado. Es necesario “pensar-filosofar” desde nuestra realidad.

Promover una  amplia reflexión filosófica sobre la COVID-19 constituye un elemento esencial para fortalecer las estrategias de prevención, contención y mitigación de la pandemia. ¡Saquemos la filosofía a la calle para pensar la pandemia!

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¿Regresar a las escuelas o regresar al encierro y al confinamiento?

Por: Miguel Ángel Pérez

El contexto de la pandemia apenas nos dejó respirar un poco y sus amenazas regresan justo al final de las vacaciones invernales. Los anuncios políticos no son claros ni tampoco generosos. De nuevo se anuncia un regreso a la escuela sin escuelas, los aparatos volverán a encenderse y al otro lado de las pantallas estará la voz y las imágenes de los sin rostro junto con las y los de docentes.

Esta historia que ya la vivimos recientemente, en pleno corazón de la pandemia y sirvió para muy poco, solo nos demostró que nos hace falta mucha imaginación e inventiva para encontrar mejores alternativas para atendernos escolarmente.

En este país los bares, los antros permanecen abiertos mientras se decide cerrar las escuelas, esa es la peor paradoja que nos deja el actual contexto pandémico. En cambio, con la decisión de mantener las escuelas abiertas, las cosas han demostrado que se vive mejor, los alumnos y las alumnas encuentran a sus pares, se ven y platican cara a cara. En estos momentos la socialización y la convivencia es mucho más educativa que los contenidos curriculares formales.

El asistir a la escuela tiene un alto valor simbólico, por la legitimidad de los aprendizajes, por el encuentro cara a cara entre docente y estudiantes y por la ratificación que los espacios de riesgo pueden ser cualquiera, menos las escuelas.

A las escuelas se les concibe o se les debiera concebir como espacios seguros, cuyo cuidado está en los propios actores que asisten a ella: docentes, alumnos y alumnas, directivos y padres de familia (cuando así sucede).

Poco se ha difundido en cuanto a los ámbitos más riesgosos para el contagio, y en ello valorar a las escuelas como espacios seguros que garantizan la protección de sus usuarios, debería ser al concebir a dichas instituciones como espacios blindados que garantizan la interacción social y la sana convivencia.

Cerrar las escuelas nuevamente en este momento, es cancelar la posibilidad de diseñar y construir alternativas educativas para el uso de los espacios escolares abiertos y también en la contraparte se desmitifica el uso de la virtualidad como alternativa única y los supuestos grandes beneficios que ofrece.

En todo caso, es importante recuperar la experiencia anterior, darle la palabra a maestras, maestros y padres de familia y también a los escolares para conocer cómo nos fue, qué representa tomar las clases desde el hogar, qué representa asistir a la escuela y valorar cuál es el ámbito que garantice mayores y mejores beneficios en términos educativos.

Regresar a las escuelas sin escuelas es demostrar que la lección de la fase anterior no la aprendimos satisfactoriamente.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/regresar-a-las-escuelas-o-regresar-al-encierro-y-al-confinamiento/

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