Oscar Alberto García Rivas/18/04/2016/ mundoacademico/ Fuente eltubazodigital
La educación venezolana hoy más que nunca es motivo de interesantes debates entre diversos sectores del país. Una de las cuestiones planteadas es la referida a la calidad de la educación y a los fines que ésta persigue.
Sin embargo, es importante para argumentar y comprender mejor la realidad educativa actual, revisar un poco -a la manera del dios Jano de la mitología romana-, la evolución histórica del sistema educativo venezolano y específicamente el aspecto concerniente al cambio nominal o semántico de los términos.
Es así como en Venezuela durante más de un siglo se utilizó el términoinstrucción para referirse a todos los procesos de la enseñanza, incluyendo los instrumentos jurídicos, el ámbito administrativo y en general a las acciones del Estado.
Ejemplos del carácter nominal de la instrucción los podemos observar tanto en las palabras de Simón Rodríguez y Simón Bolívarrespectivamente.Consideraba Rodríguez que los Jefes de Estado deben estar persuadidos que “nada conseguirán si no instruyen”.
Por su parte, Bolívar sostenía que la instrucción es el complemento esencial del hombre, instando a los gobiernos a jugar un papel fundamental en el sostenimiento de la misma. Debido a la importancia dada a la instrucción, la Constituyente de Cúcuta de 1821 se proponía crear la instrucción pública, otorgando al Estado la responsabilidad de crear escuelas y brindar la enseñanza a la población.
De esta manera, el lento proceso de la evolución del sistema educativo, en su aspecto nominal, el término instrucción se mantuvo vigente hasta el año de 1936 del siglo pasado cuando éste cambia al nombre deEducación. Ahora bien, antes de proseguir y para apreciar la importancia de estos cambios terminológicos es necesario referirnos aunque someramente a cada uno de ellos:
La instrucción, según el diccionario de la Real Academia Española (del latíninstructio-ónis) presenta dos acepciones: caudal de conocimientos adquiridos; y primera enseñanza, la que se da en establecimientos sostenidos por el Estado, comprende la primera y segunda enseñanza, las facultades, las profesiones y las carreras especiales.
En el caso de la educación (del lat.Educatio,-ónis) igualmente ofrece dos acepciones: crianza, o enseñanza que se da a los niños y jóvenes así como la instrucción por medio de la acción docente. Podemos observar que ambos términos se refieren al proceso de enseñanza como una de las funciones del docente; pero entre cada término existe marcada diferencia.
Cuando se habla de educación, se amplía la cobertura de esta acción puesto que incluye un nuevo aspecto como lo es el de la formaciónconcepto que permite pensar más en la integralidad del ser humano como fenómeno complejo donde no sólo es la capacidad de acumular algún tipo de conocimiento práctico sino la posibilidad de aprender, autorrealizarse y relacionarse social y culturalmente en un contexto determinado.
De vuelta a nuestra consideración histórica de la terminología, podemos considerar que durante el siglo XIX, y en la primera etapa del XX, las políticas educativas marcaron énfasis sobre la enseñanza en su acepción de instrucción debido al contexto social y cultural, la mayoría de la población era analfabeta.
Pero es a partir de 1936 cuando se hace el cambio semántico. Si bien es cierto que aún existía un alto índice de analfabetismo, las influencias externas permitidas por el avance de la democracia hacen posible tal cambio de término.
En tal contexto, las políticas educativas se enfocan no sólo hacia la enseñanza de la lectura y la
Mariano Picón Salas
escritura sino también hacia la formación en valores ciudadanos. La justificación del cambio de nombre lo realiza a través de un comunicado la Superintendencia de Educación Nacional que para el momento se encontraba a cargo del ilustre intelectual Mariano Picón Salas.
Para el año 1940, cuando esta nueva denominación es llevada a la Ley, el Ministerio de Instrucción pasa a llamarse Ministerio de Educación Nacional el cual se simplifica hacia los años 50 adquiriendo el nombre de Ministerio de Educación; para este momento se apreciaban indicios de concepciones tecnocráticas.
Para 1999, el cambio político que opera en Venezuela, ejerce nuevamente un giro nominal, el ministerio cambia a Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y más recientemente por la denominación de Ministerio del Poder Popular para la Educación.
En este sentido, observamos que el término educación en su concepción filosófica y teleológica de formación integral del ser humano seguirá su largo viaje acompañada de tendencias y concepciones políticas; pero que en definitiva lo que se busca con ella es el modelo político y social.
En la actualidad, la Ley orgánica de Educación de 2009 en su artículo 14 destaca la función formadora de la Educación como un proceso integral sustentándose en tres pilares doctrinarios: el ideario de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y en el Humanismo social. De igual manera, en el artículo 15 muestra los fines que persigue la Educación Bolivariana.
Hecho este recorrido, podemos darnos cuenta que en el desarrollo de nuestro sistema educativo los cambios nominales son de gran importancia para intentar entender el complejo proceso educativo; conocer como ha sido la evolución conceptual es entender el presente y vislumbrar el futuro educativo del país.
La educación es un proceso complejo y nuestro sistema educativo no escapa a ello es por eso que la constante reflexión y acción podrá fortalecer tal proceso, quizá en materia educativa sería bueno plantearse las tres preguntas de un famoso cuadro del Pintor francés Paul Gauguin:¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿A dónde vamos?.
Autor: Esp. Oscar Alberto García Rivas
9.888.405
Facilitadora: Dra. Luz Mijares
Unidad Curricular Sistema Educativo Venezolano
Doctorado en Ciencias de la Educación
Universidad Nacional Experimental de los
Llanos CentralesRómulo Gallegos
Fuente de la noticia: http://www.eltubazodigital.com/noticias-de-venezuela/el-sistema-educativo-venezolano-de-la-instruccion-la-educacion-bolivariana/
Reflexión crítica respecto a características esenciales de un trabajo socio-educativo de calidad
Inspirado por anotaciones desde el pensamiento complejo, promovido por Edgar Morín[1], por reflexiones de Eduardo Galeano y Mario Benedetti, por aportes teórico-prácticos desde una pedagogía crítica y una educación alternativa popular posible[2] en Nuestramérica, y principalmente por comentarios de estudiantes sobre sus ‘clases’, comparto unas ideas que me cuestionan en mi quehacer docente, en mi quehacer socio-educativo. Al mismo tiempo de cuestionarme, estos aportes y comentarios también me motivan a superar y a trabajar diferente.
Pretendo que el cambio que anhelo (mayor calidad en el aprender, ya sea en espacios escolarizados, institucionales en general o más bien comunitarios) inicia por un cambio en mí mismo (un trabajo, facilitador del aprender, alternativo popular orientado al aprender juntas/os a mis estudiantes, a las personas entre quienes trabajamos).
¿Me sigues en esta travesía?
Juntas/os, sin duda alguna, caminaremos mejor y más lejos.
Aquí 8 puntos sobre las i-es, en cuanto a la esencia de nuestro trabajo socio-educativo:
Compartir
Aprender a compartir implica aprender a inter-cambiar, es decir desarrollar una actitud abierta hacia la otra persona, una actitud caracterizada por ternura. Es difícil compartir, de verdad, con alguien a quien no queremos mucho, con alguien a quien no respetamos profundamente, con alguien de quien no disfrutamos su ser diferente, con alguien a quien hacemos referencias negativas, aún en su ausencia (¿ocurre no?), con…
Se trata de una actitud éticaprofunda, esenciada por un sentir compartido de ‘SER parte juntas/os’ y de ‘TOMAR parte juntas/os’ (“com-partir” justamente es eso, ¿no?), activamente.
Compartir e intercambiar son acciones de doble vía, no se trata de simplemente ‘dar’ (clase) y de ‘recibir’ (clase), sino de compartir e intercambiar de verdad. ¡Qué interesante la palabra ‘inter-cambiar’: cambiar como personas involucradas a partir de nuestra inter-acción. Entonces vale la pregunta: En cada encuentro con estudiantes, ¿qué cambios han provocado en mi propia persona? Si yo, como docente, no cambio, desde cada encuentro, entonces tampoco hubo ‘inter-cambio’, ¿no? Y si no hay intercambio, entonces lo que hay es imposición. Y la imposición no es parte de una educación alternativa popular, no es liberadora, no es concienciadora.
¿Todas/os nuestras/os estudiantes realmente son parte activa de la construcción de cada nueva oportunidad de aprendizaje? ¿Qué papel juego para contribuir a que de verdad lo sean? ¿En qué medido lo facilito o en qué medida lo obstaculizo? ¿Qué piensan y sienten mis estudiantes al respecto?
¿Cómo auto-valoro mi disposición y voluntad a compartir, tanto con estudiantes como con colegas?
Comprender
¿Qué implica comprender? Por ejemplo: comprender a quien no entregó la tarea a tiempo, comprender a quien está distraída/o durante el encuentro, comprender a quien tiene otras prioridades momentáneas que estar en clase, comprender que alguien tiene otro punto de vista, comprender ese otro punto de vista aún sin compartirlo, comprender… Esta lista es interminable, colega. ¿Y qué tal los pre-juicios? ¿Qué tal estos juicios que nos formamos aún sin conocer, sin saber, sin comprender? En muchas ocasiones nuestros pre-juicios más bien nos impiden poder comprender. ¿Cómo y qué hacer para liberarnos y desprendernos de nuestros pre-juicios?
Para aprender a comprender, es una condición necesaria e indispensable ejercer el arte de escuchar. ¿De verdad, escuchamos a las y los demás? ¿Escuchamos para comprender o nos quedamos en la escucha para responder? ¿Y nuestras evaluaciones, las hacemos para comprender las respuestas a las preguntas o más bien las hacemos para juzgar? ¿Y en las jornadas científicas, nos apostamos a comprender lo que se expone y comparte o apuntamos solamente a juzgar desde nuestro propio punto de vista considerándolo como único válido?
También aprender a comprender implica ‘apertura’, implica no basarnos en ‘modelos’ cerrados, sino en ‘referentes abiertos y dinámicos’, implica no proyectar una actitud cuadrada, sino una actitud abierta y dinámica, con disposición al cambio, desde mi propio SER.
¿Cómo auto-valoro mi disposición a la escucha orientada a la comprensión (y no a la respuesta)?
Trabajar constructivamente con ‘incertidumbre’
De hecho, nunca todo lo podemos prever. Después de 35 años de experiencia docente, te confieso que antes de iniciar un nuevo encuentro no me dejan de hacerse sentir los nervios, provocando muchas preguntas: ¿cómo será el grupo? ¿Qué intereses compartirán? ¿Qué experiencias ya habrán tenido? ¿De dónde serán? ¿Cómo me percibirán? ¿Lograré establecer una comunicación sincera? …. Y muchas preguntas más. Me satisface que estos nervios, aún después de 35 años, siguen siendo parte de cada nueva experiencia a construir juntas a otras personas. Son nervios que no me inhiben, ni me molestan, sino indican una capacidad de apertura hacia lo nuevo, lo inesperado, lo ‘no sabido’, lo creativo, lo único,… Todo un reto, y nada fácil.
Es indispensable saber calcular riesgos responsablemente y saber enfrentar los riesgos calculados con el mismo sentido de responsabilidad. Me refiero, además, a una responsabilidad compartida, desde el mismo proceso de la visualización inicial de estos riesgos.
El saber enfrentar situaciones de incertidumbre debe caracterizarse por una expresión de esperanza, construyendo juntas/os un ambiente de confianza, de confianza profunda en cada una de las personas integradas como ‘SERes EcoPerSociales’. Una pedagogía de la esperanza debe acompañarse de una Pedagogía de la significación: construir juntas/os significados pertinentes que nos permitan ir avanzando en la calidad de nuestro aprender.
¿Cómo auto-valoro mi capacidad de enfrentar constructivamente situaciones caracterizadas por cierto nivel de incertidumbre?
Identidad
Promover el cambio, iniciando con sí misma/o, es muy difícil si no ‘sentimos’ identidad en diferentes niveles. Este sentir de identidad, de pertenencia, la debemos construir muy conscientemente, debe ser parte esencial de nuestra planificación diaria, del diseño metodológico de todo encuentro.
Entre los niveles de identidad a construir no podemos dejar de mencionar:
. La identidad como ‘SER EcoPerSocial’, que implica nuestra integración esencial ecológica-social-personal, una unidad inseparable, una identidad terrenal. Es decir: ‘somos, en esencia, Madre Tierra – Pachamama’.
. La identidad como SER vivo y como SER humano, muy relacionado e inseparable de la identidad como ‘SER EcoPerSocial’.
. La identidad comunitaria: somos parte de una comunidad, somos parte de varias comunidades (desde el hogar, como estudiante, como trabajador/a, desde mis espacios de participación espontánea u organizada,…). No solo somos parte, también tomamos parte, conscientemente. Nos integramos en la medida que desarrollamos esta identidad.
La construcción de identidad contribuye sustancialmente al surgimiento del sentir de esperanza y nos facilita el proceso de ‘significación’, ya que contamos con un referente identitario, el cual nos toca seguir construyendo colectivamente como responsabilidad compartida y desde un enfoque, fundamentalmente, EcoPerSocial.
¿Cómo auto-valoro mis aportes en procesos de construcción colectiva de identidad positiva, desde el hogar, entre colegas, entre estudiantes?
Aprender a identificar lo pertinente
Todo aprender se construye desde un contexto singular y particular. Singular porque este mismo contexto es interpretado (significado) por un SER ‘EcoPerSocial’ y particular porque es compartido con otros SERes, también EcoPerSociales. En este sentido el reto planteado está en construir el aprender, en todo su complejidad, desde los contextos singulares y particulares justamente para trascenderlos. Este saber trascendente debe permitirnos volver a concretarlo en nuevos contextos singulares y particulares.
Solo con esta dinámica, tal como lo describí en el párrafo anterior, podremos construir conciencia respecto a los límites de su validez y la esencia de sus interrelaciones (entre todo y partes). Lo que no es pertinente, no se aprende, sino provoca rechazo, no se integra en nuestro saber, sino es aislado y ‘temporalizado’ (= consciente por un tiempito como cuando memorizamos para un examen, no para aprender de verdad).
¿Cómo auto-valoro la pertinencia de lo que aprendemos en mi trabajo socio-educativo? ¿En lo singular – cada quien, incluyéndome? ¿En lo particular – a nivel de identidad colectiva?
Curiosidad – Criticidad
¿Dónde está el asombro en nuestro quehacer socio-educativo? ¿Cómo lo puedo provocar? ¿Cómo lo provoco? ¿Con qué frecuencia? El asombro se relaciona íntimamente con lo pertinente. Solo lo pertinente me puede provocar asombro. Solo lo pertinente me provoca curiosidad.
La curiosidad, como condición básica para una actitud investigativa, me lleva a descubrir, me lleva a buscar datos. No todos los datos que encuentro necesariamente son válidos para mi contexto (pertinencia). Por lo mismo es indispensable una actitud crítica constructiva, una actitud crítica que me permite valorar la validez de dichos datos, procesarlos para construir una información pertinente que, en el mejor de los casos, provoca asombro, que es satisfacción y valoración de lo nuevo, siempre pertinente.
¿Cómo auto-valoro mis aportes en la provocación del asombro, de la curiosidad y de la criticidad constructiva.
Actitud emprendedora de calidad creciente
Desde el asombro y con una dosis de pensamiento divergente (creatividad) surge la idea, surge lo inédito sensible, lo que no es sino podría ser (hay potencia(lidad) para ser – ‘es en potencia’). En este primer paso se trata de una intuición fundamentada, una concepción inicial, de una idea: un sueño.
Al compartir la idea, al reflexionarla conscientemente, al desarrollarla (ampliarla y profundizarla) se convertirá en lo inédito viable (Paulo Freire), lo que será posible: el sueño a concretar juntas/os.
A partir de allí nos toca concretar el sueño y podemos identificar tres pasos fundamentales: (1) la concreción planificada y contextualizada; (2) la concreción continuada (permanente con mejora continua); (3) la concreción sistematizada (aprender de la experiencia para la construcción colectiva de nuevos saberes y nuevas experiencias relacionadas).
En el tercer paso, si lo hacemos bien surgirá necesariamente, no como producto, sino como parte esencial del proceso, el asombro, la curiosidad ante lo imprevisto y la incertidumbre, tal que tendremos nuevos caminos por andar, siempre juntas/os, bajo responsabilidad compartida y una interdependencia positiva.
¿En qué medida facilito y promuevo espacios para la iniciativa, tanto a nivel del inédito sensible, como a nivel del inédito viable y su concreción (3 pasos)?
Cooperación Genuina
A partir del reconocimiento profundo de la realidad ‘EcoPerSocial’, la interacción social contextualizada se convierte en base para todo aprender. “No aprendo sin vos, no aprendo sin las y los demás.” El aprender es esencialmente un fenómeno de actuación colectiva.
Y al hablar de un aprender (colectivo) de calidad debemos referir al carácter ético, es decir a la equidad y justicia social. No se trata de una calidad en el aprender para una élite, para unas cuantas personas, sino se trata de aprendizaje de calidad para todas y todos, sin exclusión alguna.
Para lograr lo anterior, es indispensable establecer una base firme de ‘cooperación genuina’. En el siguiente gráfico visualizo a qué me refiero:
Cooperación genuina, Herman Van de Velde, ABACOenRed
La lógica planteada en este esquema implica que el trabajo socio-educativo debe orientarse a un mejoramiento continuo, es decir a la transformación del escenario apuntando a mayor calidad de vida creciente para todas las personas involucradas, sin excepción alguna.
Partimos del hecho que debe construirse un ambiente caracterizado, esencialmente, por confianza, tanto auto-confianza como confianza en el equipo. La construcción de confianza irá acompañada, necesariamente por una disposición y capacidad creciente de crítica y auto-crítica constructiva.
En este tipo de ambiente, la participación activa de cada quien desde su propio rol, estará también caracterizada por el ejercicio del arte de la escucha, empezando con el o la profesional del trabajo social. La escucha intensa permitirá interpretar las experiencias que se viven, ya sean positivas o negativas, no solo desde un punto de vista propio sino también desde el punto de vista ‘de la otra persona’, con el debido y profundo respeto.[3]
‘Experienciar’ implica vivir una experiencia y aprender de ella y para eso es importante saber interpretar, no para juzgar sino para comprender. Solo una comprensión respetuosa de la situación que se presenta me permitirá concienciar, es decir: construir mi propia conciencia respecto a lo que estamos viviendo.
Otro pilar fundamental en el trabajo social, desde una óptica de ‘cooperación genuina’, es la voluntad de compartir, saber compartir, saber comunicarse, con la debida actitud ética, el respeto, y el disfrute de la diversidad.
La sistematización es un eje esencial del trabajo social e implica un proceso de reflexión crítica que lleva a la comprensión y a la construcción colectiva de aprendizajes que apuntan, desde la integración, a una transformación orientada a mayor calidad de vida en el escenario que nos toca. La sistematización nos facilitará la decisión del compromiso, la identificación con el papel que me toca como trabajador o trabajadora social, tanto por el proceso mismo de sistematización (integración) como por los aprendizajes resultantes.
Sea esta breve referencia al sentido y significado de nuestro enfoque principal ‘la cooperación genuina’, una guía para nuestro quehacer socio-educativo.
¿En qué medida mis estudiantes reconocen que les escucho atentamente? (¿Se lo has preguntado a ellas/os?)
Cada uno de estos ejes y de estos pilares, así como ambos ambientes, ¿en qué medida están presentes en los encuentros que me toca facilitar?
¡Pongamos unos puntos sobre las i-es!
Vale, no la pena, sino el esfuerzo, ya lo verás.
Herman Van de Velde, abril 2015
herman@abacoenred.com
[1] Morín E. (1999), Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. París: UNESCO. Internet: http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/humanas/mtria_edu/2021082/und1/anexos/sietesaberes.pdf
Nosotros somos un grupo de militantes, dirigentes, pensadores que soñamos con el socialismo en Brasil. Y estamos en la lucha de clases, entre el primer y el segundo tiempo de un partido de un campeonato que no terminó. Estamos en el vestuario analizando las próximas jugadas.
Es evidente que Brasil vive una grave crisis, una crisis de proyecto. Va mucho más allá del gobierno. La crisis que estamos viviendo es semejante a la del 29, del 60, del 80. Y en estas crisis históricas del país las salidas tardan. Exige una reorganización de las clases. Y es eso lo que está en juego.
Del otro lado, ellos sólo tienen una salida: el regreso del neoliberalismo. Por qué en una crisis – que es una crisis del modo capitalista – necesitan limpiar el terreno para volver a aumentar sus ganancias, acumular y hacer crecer su economía. Pero para eso, tienen que destruir los derechos de los trabajadores, tienen que apropiarse de nuestras riquezas como el petróleo, la minería, el agua, la biodiversidad, los ríos para las hidroeléctricas, para fortalecer así el capital y volver a controlar nuestra economía, subordinándola – como ellos dicen públicamente – a la economía de los Estados Unidos. Ese es su proyecto histórico.
En esta batalla decidieron que para limpiar el terreno, tenían que librarse de algunas trabas. La primera: el gobierno de Dilma (Rousseff), que aunque no sea una gran traba, aún así no les permitía ganar 7 a 1. Además, tenían que desmoralizar a Lula, porque Lula es el fantasma de la clase trabajadora.
Para conseguir esos objetivos armaron un equipo con 3 actores fundamentales. Primero, el poder económico. Hay un enorme poder de los capitalistas que operan a través de sus porta-voces mediáticos. Como dijo Paulinho da Força Sindical (sindicalista y diputado) en su ingenuidad: “Esta sobrando dinero para financiar el impeachment”. Es el capital que compra obispos, jueces, la Red Globo. Hay mucho poder económico en disputa y ellos están moviéndose aunque tienen sus diferencias. No están unidos. ¡Gracias a Dios y a la Dialéctica!
Parte de ellos no acepta la vuelta el neoliberalismo porque empresas como Friboi (de producción de carne) dependen del mercado interno y saben que solo van a recuperar su tasa de ganancia si el pueblo mejora. Esas diferencias entre el poder económico nos benefician.
El segundo equipo son los parlamentarios. Es el equipo más sucio. Están entrando sin calzoncillos a la cancha. El origen de la elección de estos parlamentarios es ilegal, ilegítima.
Y tercer equipo, es el núcleo ideológico donde está la dirección política del proyecto. Hay en ellos una mezcla. Una mezcla de la derecha del Ministerio Público, la Policía Federal y la Justicia, en alianza con la Red Globo. Usaron la excusa de la corrupción pero también tienen contradicciones: “¿Vamos a sacar a Dilma y después qué hacemos con Cunha? (Eduardo. Presidente de la Cámara de Diputados, investigado por corrupción, segundo en la línea de sucesión presidencial)
¿Del otro lado – el pueblo trabajador – quién tiene a su lado? El gobierno de Dilma que nosotros elegimos y que se pasó dos años haciendo goles en contra. Nosotros ya lo hemos dicho: ¡Basta de hacer goles en contra! Hay que cambiar la política económica a favor del pueblo. Por suerte, ella cambió de entrenador y puso Lula. Y eso ya anuncia nuevas señales.
Del lado de los trabajadores también está la sociedad. Fue la que mejor jugó en estos tiempos. El día que intentaron detener a Lula, en más de 1500 ciudades hubo plenarias de militantes que dijeron “no”. Una sociedad independiente de los partidos, que fue por su propia cuenta. El equipo de la sociedad está jugando bien.
El tercero actor son las calles, donde hemos tenido partidos importantes. Ellos salieron el 13 y nosotros se la devolvimos saliendo el 18 y quedó en un 2 a 2. Pero aún no estamos ganando en las calles. Porque la gran masa aún no salió. Todavía está sentada esperando. Está asustada. El desafío que tenemos en las calles, como militantes, es mostrar para esta masa que el problema no es Dilma, ni la corrupción y si, lo que está en juego, es un proyecto del país. Eso es lo que el pueblo tiene que entender. En las calles, aún no ganamos pero hay elementos que pueden cambiar eso. El sábado por la mañana Lula estuvo en Fortaleza y llevó a 100 mil personas a la calle. Ahí está el pueblo. El Sindicato del ABC (en San Pablo) hizo una asamblea con 8 mil trabajadores de las plantas de automóviles. Ahí está el pueblo.
Este es el esfuerzo que tenemos que hacer: salir del vestuario e ir a la cancha con el pueblo. ¡Combinemos una fecha y que la favela ocupe las playas de la Zona Sur, en Río!
Por último, aún tenemos muchas tareas que hacer. Votarán el impeachment. Nosotros tenemos la obligación de frenar el golpe y exigir al gobierno que haga una limpieza en los ministerios, reconocer nuestros errores y mostrarle al pueblo que es un gobierno del pueblo y para el pueblo.
Hay que mantenerse en las calles pero esto no es suficiente. Si el problema de fondo es un proyecto, tenemos que ir delineándolo. Porqué en el 2018 hay elecciones. ¿Cuál es nuestro proyecto? ¿Es solamente Lula 2018? Tenemos que tener un proyecto de país. Y este proyecto de país – en la tradición de izquierda – lo construyen los intelectuales orgánicos de la clase trabajadora, que son ustedes. Empiecen a discutir este proyecto. Es necesario desde ahora ir cambiando la rueda de bicicleta mientras esté en movimiento. Es decir, mientras frenamos el golpe, tenemos que ir pensando en un proyecto de país, hablar con el pueblo y discutirlo con el pueblo, porque el pueblo no es bobo.
Ya estamos organizándonos. El Frente Brasil Popular y el MST, vamos a acampar en Brasilia para frenar el golpe. Son campamentos lúdicos, de reflexión donde discutiremos un proyecto de país. Les diremos: “aquí no pasarán”.
Y voy a provocarlos con una decisión que ya tomamos en la Asamblea del Frente Brasil Popular en Río Grande do Sul, donde haremos un campamento de legalidad en frente al Palacio Piratini (sede de gobierno), en homenaje a Leonel Brizola. Ustedes en Río de Janeiro, acampen en la Plaza de la Candelaria. ¡No tengan miedo! Tenemos que ser firmes, resistir, hasta sacar del escenario esta estupidez de intento de golpe. Organicémonos para crear un proyecto de país y seguir alerta en las calles.
¡Bienvenidos a la lucha de clases!
El occidente de Honduras es una región extremadamente montañosa de bellos y exuberantes bosques de pinos. Está habitada por la población de origen lenka, descendientes de Lempira, quien fue gran antecesor de la independencia de América Latina. Por otra parte, es una de las regiones de Honduras con mayores retos de desarrollo en la actualidad. Sus tasas de pobreza son mayores a las del resto del país, lo cual se relaciona con el escaso logro educativo de su población. Los jóvenes de 20 años solo cuentan con un promedio de siete años de educación, lo que significa que uno de cada dos niños que acaban sexto grado se matricula en séptimo. Es decir, en total, cada año aproximadamente 14.000 niños de 12 y 13 años interrumpen su proceso educativo.
Frente a ello, el gobierno de Honduras decidió adoptar medidas rápidas a través de su Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social, la coordinación y empuje de la Secretaría de Educación y el apoyo del BID. A pesar de la intención de actuar velozmente, surgieron una cantidad de interrogantes: ¿Debemos instalar colegios en dichas comunidades? ¿Qué tipo de escuelas se podrían construir? ¿Debemos darles a los estudiantes un bono de transporte? ¿Vendrán los alumnos? ¿Estudiarán?
Se tomaron decisiones difíciles.
Se acordó, en una primera fase, atender áreas con una gran población graduada de sexto grado, pero que no continuaba en séptimo por falta de oferta educativa local. O, por otra parte, enfocarse en aldeas, centros poblados o ciudades cercanas accesibles durante todo el año.
Debido a los escasos recursos, se decidió emplear la experiencia del Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT), el cual es un programa de educación secundaria alternativa que ofrece instrucción de 7mo a 12vo grado a jóvenes que viven en comunidades rurales aisladas en cinco países de Latinoamérica.
De esta manera, se brindaron servicios educativos a través de instructores que utilizan materiales en distintas materias para guiar el aprendizaje de los alumnos. También se empleó el conocimiento local y el entusiasmo del Instituto Hondureño de Educación por Radio (IHER). La experiencia fue lanzada a comienzos del 2014, creando oferta educativa en 100 aldeas rurales.
Dada la importancia del proyecto para el desarrollo de esta zona de Honduras, tuve la oportunidad de visitar algunas escuelas del área en Octubre de 2014. Una de mis visitas me llevó a la Escuela José Trinidad Cabañas de la comunidad El Portillón del municipio San Marco, en el departamento de Intibucá. Para llegar a esta escuela, desde la capital departamental, primero tomamos un camino consolidado. Luego, pasamos a uno también asentado, pero mucho más angosto e irregular, un camino de herradura. Las lluvias de la época le añadieron un poco de emoción al viaje: por seguridad, tuvimos que descender del vehículo que nos transportaba en varios puntos del camino.
Nota: mapa elaborado en Google Earth. La línea morada representa el camino de herradura; la línea roja, representa la línea recta.
La comunidad cercana, San Marco de la Sierra, se encuentra aproximadamente a cinco kilómetros en línea recta y a diez kilómetros por el camino de herradura. La vía directa tiene varias montañas en su camino, con una pendiente promedio de 24 grados y con picos que pueden llegar a 45. En época seca, les tomaría a los alumnos caminar dos horas de ida para llegar a la escuela y dos de vuelta para regresar. Por otro lado, el camino de herradura les tomaría a los estudiantes 30 minutos en transporte. Sin embargo, este camino se cierra en época de lluvias, lo que afecta la asistencia a las clases. Cabe acotar que la pendiente promedio de esta vía es de 14%, dificultando así que los alumnos se trasladen en bicicleta.
NOTA: Perfil de elevación del terreno en base a GoogleEarth
Al final del camino, llegamos a la escuela. El viaje (y el dolor de espalda) fue gratamente recompensado al ver un aula que, si bien, se encontraba en condiciones muy precarias, estaba llena de estudiantes ¡estudiando! Los alumnos, acompañados por un instructor totalmente comprometido, estaban avanzando de acuerdo al plan educativo. Debido a nuestra visita, la mayoría de los padres estaban presentes, extremadamente agradecidos por la oportunidad de la que disfrutaban sus hijos. Como gesto de gratitud, nos ofrecieron un manjar de la zona: una rica sopa indígena de gallina.
El éxito del programa no solo se ha registrado en esta aldea. En total, se matricularon más de 2.500 estudiantes en 100 centros educativos en 2014. La deserción durante el año fue mínima. Las escuelas han empezado clases en el 2015, atendiendo nuevos alumnos en séptimo grado y a aquellos que fueron promovidos de séptimo a octavo grado. El gobierno, en coordinación con el BID, está evaluando alternativas para potenciar el modelo, mejorando las condiciones de prestación del servicio educativo e incluyendo tecnologías de información.
Adicionalmente, el gobierno de Honduras está consciente de que hay muchas escuelas que están en áreas aún más remotas, donde no llega ni el camino consolidado, ni el camino de herradura. Es por esto que, en cooperación con el BID y otros organismos locales e internacionales, se está en proceso de identificar otras soluciones creativas para mejorar el desempeño educativo de la zona y potenciar su crecimiento sostenido.
Cuando se dice “Umberto Eco”, ¿de quién se habla: de un escritor, de un semiólogo? “Yo estudié filosofía. Por lo tanto me considero un filósofo, sobre todo porque considero que la semiótica es la única forma de filosofía posible en este momento – todo el resto es literatura”, se define a sí mismo, y provoca, el autor de El nombre de la Rosa y El péndulo de Foucault, nacido en Italia en 1932. Y enseguida refiere a su otra vocación, la literatura: “Yo soy un filósofo que hace filosofía de lunes a viernes y que, los fines de semana, escribe novelas… desde la edad de 48 años”.
Es un joven novelista… La editorial de Harvard va a publicar conferencias que di en Atlanta sobre la forma en que escribo. El título es Confesión de un joven escritor . Sí, me considero un joven escritor de 30 años.
En una entrevista afirmó: “Internet es el escándalo de una memoria sin filtro, donde no se distingue el error de la verdad”.
En el futuro, la educación tendrá como objetivo aprender el arte del filtro . Ya no hace falta enseñar dónde queda Katmandú o quien fue el primer rey de Francia, porque eso se encuentra en todas partes. En cambio, habría que pedirles a los estudiantes que analicen quince sitios para determinar cuál es para ellos el más confiable. Habría que enseñarles la técnica de la comparación .
En 2010, publicó “Nadie acabará con los libros”, con Jean-Claude Carrière (Lumen). Si leí bien, hay un objeto de perfección que es el libro, el libro de papel tal como lo conocemos. ¿Por qué? Es hasta el momento la manera más segura de conservar y transmitir la información. Por tres razones. En primer lugar, creo que es el más práctico para leer, aunque ahora haya jóvenes que dicen: “No, yo leo mejor en el iPad”. Después, está el amor por el objeto. Si voy a mi sótano y veo mi “Pinocho” de cuando tenía 8 años y en el que había escrito cosas, me vuelven emociones que no encuentro en un disco que contiene el texto de Pinocho. Por último, teniendo en cuenta mi edad y si hubiera existido, no podría recuperar el disco de Pinocho porque se habría desmagnetizado. Eso es un problema: las computadoras cambian tanto que no sabemos cuál es la vida útil de un disco… ¿Considera que el saber y el conocimiento siempre se difundirán a través de lo escrito, o que en cambio la cultura de la velocidad, la de Internet, terminará afectando nuestra capacidad de juicio? Creo que es necesario restablecer una cultura de monasterios, que en algún momento –yo ya me habré muerto, quizá– los que sigan leyendo tendrán que retirarse a grandes falansterios, al campo quizá, como los Amish de Pensilvania. Allí, se conserva la cultura y el resto, que flote como pueda flotar. Con 6 mil millones de habitantes en el planeta, no se puede pretender que haya 6 mil millones de intelectuales. Debemos ser un poco aristócratas desde ese punto de vista.
¿En qué cree usted hoy? ¿En la escritura, en los libros, en la cultura? En el punto de interrogación. En la investigación. Mire, los primeros, en el siglo XIX, que tomaron en serio el espiritismo no fueron los místicos sino los hombres de ciencia. Encontré a matemáticos y lógicos que de noche iban a hacerse leer las líneas de la mano. Cuanto más se desarrolla un trabajo científico, más se necesita otra cosa. Hay políticos que piden su horóscopo. Bush por ejemplo… ¿En Italia también? Actualmente, prefieren salir con chicas jovencitas.
¿Qué relaciones tiene con las traducciones de sus libros a otros idiomas, en la medida que, precisamente, usted habla esos idiomas? En lo posible, trabajo mucho con mis traductores. Pero hay que confiar. Es imposible seguir todo. Para cada libro, envío siempre a los traductores un legajo muy rico donde aclaro que una palabra o una frase determinada es “una alusión a”, que se podría decir de tal o cual manera. Por ejemplo, en La isla del día de antes (Editorial Lumen), todos los capítulos tenían el título de un libro del siglo XVII. Y esos libros existían en todas partes. Entonces les di la lista a los traductores.
Es lo que usted quería decir al escribir ese libro que se titula “Decir casi lo mismo” (Editorial Lumen). ¿Lo que importa es el “casi”? No, lo que importa es el “casi”, el “decir” y “lo mismo”. ¿Qué es lo que se traduce? ¿La superficie literaria o el sentido profundo? Un ejemplo trivial: hay un personaje imbécil que hace un juego de palabras, una ocurrencia que demuestra lo imbécil que es. El problema no es traducir ese juego de palabras literalmente, sino encontrar un juego de palabras imbécil en su propio idioma. En ese caso, lo importante no es el juego de palabras, sino el hecho de que el tipo es un imbécil.
¿Ya sintió la tentación de escribir en otro idioma que no sea el suyo? Sí, he escrito muchos ensayos en inglés. Directamente en inglés. Sucede vez más. Todos los científicos escriben en inglés.
TRADUCCION CRISTINA SARDOY
Por Por Eric Fottorino
Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/educacion-debera-ensenar-comparar-Web_0_352764926.html
Frecuentemente escuchamos decir en nuestras ciudades que tenemos “la flota de taxistas y de vendedores mejor educados”. Justamente, hace un tiempo en Lima, un amigo taxista decía, no con poca picardía: “¡pero Doctor, si aquí los taxistas estamos más cultivados que un yogurt!”.
Y las estadísticas confirman que a ese amigo no le falta razón. En Perú, la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) revela que el 25% de los trabajadores cuya ocupación es “conductores de vehículos motorizados” cuenta con estudios terciarios, concluidos o no. ¿Es necesario tanto estudio para ser conductor? Bueno, entre los conductores que tienen estudios terciarios, uno de cada cuatro estudió mecánica. Es posible argumentar que en este caso los estudios y la ocupación están alineados. Pero, ¿cuál es la segunda profesión más común entre los conductores con estudios terciarios? De la respuesta a esta pregunta se trata precisamente esta entrada de blog conmemorativa del Día Internacional del maestro. Uno de cada siete conductores de vehículos motorizados con estudios terciarios pasó por una facultad de pedagogía.
No lo dijimos explícitamente, pero el párrafo anterior se refiere solo a trabajadores hombres. ¿Qué pasa con las trabajadoras? La ocupación “comerciante” acoge a muchas mujeres trabajadoras calificadas en diversas ramas, dentro de ellas la más común es enfermería. Y esto de alguna manera puede explicarse porque muchas enfermeras trabajan en farmacias. Pero, ¿cuál es la segunda profesión más común entre las comerciantes con estudios terciarios? Nuevamente: la docencia. Una de cada cinco comerciantes con estudios terciarios pasó por una facultad de pedagogía.
Miremos esto desde otro ángulo. ¿Cuántos trabajadores, de ambos géneros, que estudiaron pedagogía se desempeñan hoy en ocupaciones distintas a las del sector educativo (profesores, directores, auxiliares, etc.)? Este dato es quizás el más sorprendente: uno de cada dos.
Pero, ¿por qué una persona que estudia pedagogía decide después dedicarse a una actividad distinta a la educativa? Para esto le hicimos preguntas adicionales a la ENAHO. ¿Será porque en esas otras ocupaciones tienen mayores ingresos? No, los ingresos no son mayores, ni medidos en términos mensuales ni por hora trabajada. ¿Será porque en otras ocupaciones consiguen mejores condiciones laborales? No, tanto la afiliación a un sistema de pensiones como la probabilidad de recibir gratificaciones en julio o diciembre es menor entre los que se dedican a otras actividades.
Los datos de ENAHO también nos dicen que un grupo importante de los trabajadores de 60 años o más cae dentro de este grupo de personas que estudiaron pedagogía, pero trabajan en otras ocupaciones. Es probable que dentro de este grupo de trabajadores algunos ya hayan ejercido como profesores y se hayan jubilado para luego dedicarse a otras actividades. Pero otro mensaje que se desprende de los datos es que esta discrepancia estudios-ocupación es cada vez más marcada entre los más jóvenes. La expansión reciente de los estudios terciarios ha llevado cada vez a más gente a estudiar pedagogía, pero no todos terminan desempeñándose como profesores.
Son muchos los que pasaron por la educación terciaria en pedagogía y se desempeñan en ocupaciones no afines a su educación. Esto nos afecta a todos pues, como sociedad, estamos invirtiendo en la formación superior de un grupo importante de futuros profesores. De hecho, el Censo Universitario del 2010 revela que más de 50 mil jóvenes estudian pedagogía. Si la tendencia se mantiene, la mitad de ellos no utilizará la formación recibida y se desempeñará en ocupaciones diversas. ¿Es este el mejor uso de los recursos? ¡No estamos para esos lujos!
¿Qué se puede hacer?
Elevar los estándares de admisión. Pedagogía es una de las carreras más populares entre los jóvenes. Una razón para ello es la relativa facilidad con que se puede ingresar a ella en la universidad o en los institutos pedagógicos. Por ende, elevar los estándares de admisión puede ser un camino.
Informar mejor a los jóvenes. En años recientes se ha mostrado que los jóvenes toman decisiones sobre sus carreras y futuras ocupaciones con muy poca información. Contar con información apropiada en el momento adecuado puede ser útil para todos. Aquí (solo en inglés) un buen ejemplo de ello a partir de un estudio hecho por nuestros colegas del BID.
Mejorar la oferta académica de las facultades de pedagogía. Algo debe estar pasando en las facultades de pedagogía, si solo la mitad de quienes ingresan sale desempeñándose como profesor. Sobre esto estamos trabajando actualmente. Tendremos más novedades pronto.
Recientemente, leí un estudio nuevo y fascinante publicado por la OCDE: Skills for Social Progress: The Power of Social and Emotional Skills (2015). Este estudio sustenta empíricamente mucho de lo que he estado escribiendo en entradas pasadas y provee un material considerable para la reflexión. Esta entrada resume algunos de sus hallazgos más importantes.
Como dijo el ganador del Nobel, James Heckman: Las habilidades generan más habilidades. Las habilidades diferentes tienen distintos impactos en diversos resultados.
Desde una perspectiva transnacional, tres habilidades socio-emocionales (aquellas asociadas con capacidades de cumplir metas, trabajar con otros y manejar emociones) mejoran más consistentemente los resultados sociales y económicos. Estas habilidades están estrechamente relacionadas con las cognitivas, y el éxito en la vida y en la escuela demandan de ambas. No puedes tener una habilidad establecida sin la otra. Las habilidades cognitivas pueden introducirte a una buena universidad o un buen trabajo, pero las habilidades socio-emocionales son las que te mantienen en la carrera y te ayudan a alcanzar la satisfacción en la vida.
Resulta difícil deshacer la relación entre las habilidades cognitivas y las socio-emocionales. Es aquí donde el reporte realiza contribuciones innovadoras. Hay una realmente interesante: las habilidades socio-emocionales pueden activar las habilidades cognitivas. Por ejemplo, en Corea, un niño en el decil más alto de habilidades socio-emocionales es de 7 a 8 puntos más productivo en generar futuras habilidades cognitivas que su igual en el decil más bajo. Mientras más alto es el nivel de habilidades socio-emocionales a los 14 años de edad, mayores son las ganancias en sus habilidades cognitivas y socio-emocionales a los 15 años. Los niveles actuales de las habilidades socio-emocionales (en este caso, en los muchachos de 14 años en Corea) tienen más peso que los actuales niveles de habilidades cognitivas en el desarrollo de futuras habilidades cognitivas a la edad de 15 años. “Los muchachos que son más seguros de sí mismos, responsables y creyentes en su capacidad de influenciar el futuro son más propensos a alcanzar niveles académicos más altos que aquellos que ya son inteligentes de por sí”(página 74).
Las habilidades socio-emocionales generan resultados a lo largo de un gran número de dimensiones (académica, social, económica) si se forja el comportamiento y el estilo de vida. Tiene sentido. Miremos de nuevo lo académico: Las habilidades socio-emocionales se aprovechan de las capacidades cognitivas permitiendo a los individuos tomar más ventaja de las oportunidades de aprendizaje. Los niños inteligentes, pero emocionalmente inestables o aislados socialmente, puede que no logren adaptarse a la escuela. Y es este un importante lugar en donde las primeras impresiones se establecen y las trayectorias de aprendizaje se empiezan a trazar.
Los niños que son calmados, respetuosos y emocionalmente estables son más capaces de sentarse, prestar atención y comprometerse con su aprendizaje. Estos niños reciben “mayores inversiones en aprendizaje” de sus padres y maestros. Es como el caso de la rueda chirriante a la que le ponen aceite pero aplicado a la educación: los niños que muestran interés, prometen y están motivados a aprender reciben más inversiones. Y si estas inversiones incluyen tiempo extra de los maestros, recursos para aprendizaje adicional u oportunidades de los padres, ¿cuál sería el resultado final? Más escolaridad y mejores notas.
Hay más. Como mencioné en entradas pasadas, las habilidades socio-emocionales son más maleables que las cognitivas. A pesar de que las evidencias se mantengan escasas, los déficits tempranos en habilidades socio-emocionales pueden ser más rápidamente compensados en los siguientes años que los déficits tempranos en las habilidades cognitivas. Las habilidades socio-emocionales son particularmente maleables desde la infancia temprana hasta la adolescencia y pueden ser enseñadas por escuelas, familias y comunidades. Los programas más prometedores comparten algunas características para el niño: secuencial, activo y concentrado en la vida real. Adicionalmente, como aclaran algunos resultados de otros proyectos (como PRIDI), un ambiente de hogar favorecedor, en el que se establecen relaciones de calidad entre adultos y niños, también importa.
La evidencia se va apilando. Solo necesita ser más consistente para ser puesta en práctica.
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