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Poderosa pedagogía de los perversos funcionarios y políticos peruanos

Algo compungido y pesimista, escribo este artículo, a pesar de mi fe en la humanidad. Es común que las instituciones educativas eduquen al ser humano, sin embargo, la educación más poderosa proviene de los malos funcionarios y políticos de cualquier país. Con sus perversas acciones y torpes ejemplos que son transmitidos en tiempo real y replicados a escala global por los medios de comunicación, dan lugar a la visión de la ciudadanía como si eso es lo correcto para ser imitado.

Estas poderosas actitudes son practicadas desde hace tiempo, y lamentablemente, una parte de la población lo ha asumido como una forma de vida en el Perú. Durante el año 2022, según la defensoría del pueblo, el 81% de los gobernadores elegidos se encontraban involucrados en casos de corrupción en proceso y otros delitos. Lo más triste, el candidato con arresto domiciliario de Tacna fue elegido gobernador por una ciudadanía que deja mucho que pensar. Esto es un escándalo social, digno de estudios de tesis doctorales.

La extraña novela no termina aquí. El Poder Legislativo, quienes deben elaborar leyes que impulsen el desarrollo del país, están delinquiendo en masa.  De acuerdo con el informe de la Procuraduría General del Estado (PGE), de los 130 congresistas de la República, en la actualidad, 47 de ellos están siendo investigados por Fiscalía de la Nación. Lo peor de todo, en vez de legislar, estos majaderos se pasan el tiempo defendiéndose y por supuesto, tienen sobradas razones para mantenerse en el poder hasta 2026.

Por otra parte, respecto al Poder Judicial, entidad encargada de impartir la justicia salomónica para el buen vivir, en julio del 2020 esto publicaba la Procuraduría Anticorrupción, “334 magistrados, entre jueces (151) y fiscales (183), se encuentran involucrados en presuntos actos de corrupción a nivel nacional, entre los que se registran 42 sentenciados por delitos…”. Estimados lectores, la lista es interminable y ni que escribir del Poder Ejecutivo, basta con observar a casi todos los expresidentes vivos investigados por casos de corrupción y tres de ellos están presos.

Con esta casta de funcionarios y políticos, como diría Javier Milei, el virtual presidente argentino: ¿es posible soñar con un Perú desarrollado?, ¿existe justicia equitativa?, ¿habrá agua y alcantarillado para todos?, ¿habrá una educación de calidad?, ¿hay gobernanza con oportunidades para todos? Sin pecar de pesimista, eso es imposible por ahora.  Es como si en la prisión hayamos asignado como guardián de los presos al jefe de la banda.

A finales del siglo pasado, Manuel Gonzales Prada afirmó que el Perú era un organismo enfermo donde se pone el dedo, salta el pus. A esto se añaden las palabras de Jorge Basadre, quien señalaba, que nuestro país padecía un abismo social y de malos funcionarios. En la actualidad, estas afirmaciones son reales y vemos asombrados, de cómo esta pandilla de bellacos nos conduce a la bancarrota, mientras junto a su entono se enriquecen, como se evidenció en el caso del Fondo Mivivienda en el gobierno de Castillo.

Este cáncer social tiene un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos, lo que a su vez echa por tierra el esfuerzo pedagógico de los educadores. Para colmo, estos mafiosos gozan de un sinnúmero de entrevistas en los medios de comunicación y desde esa plataforma, con descaro descomunal, refuerzan sus defensas apelando a argumentos basados en leguleyadas y oscuras componendas.

La lucha y extirpación de la corrupción en el Perú es un desafío colectivo e histórico a cargo de la ciudadanía con aspiraciones de un país próspero. No podemos perderlo, de lo contrario estaremos condenados al eterno subdesarrollo, bajo el liderazgo de rufianes políticos y funcionarios corruptos.

Fuente de la información:  https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: Huachos

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Por el derecho irrestricto de vivir en paz

Por: Silvia Ruiz Maruri y Eleticia Rincón Velazco

Las situaciones derivadas de los conflictos armados afectan principalmente a los niños por su vulnerabilidad.

Por cuarto año consecutivo, tenemos el Encuentro Internacional de Niñas, Niños y Adolescentes del 04 al 08 de diciembre del presente año. Este proyecto nació en el contexto de la pandemia del SARS-CoV-2 (covid 19), durante el 2020, con la finalidad de  hablar en torno al tópico, en el justo momento que nos estaba azotando la enfermedad y contagio a escala global. A la fecha ha continuado exitosamente el Encuentro Internacional de niñas, niños y adolescentes quienes tienen mucho que decirle al mundo.

Durante el primer Encuentro 2020 el tema principal: La pandemia, en el 2021 Voces por la Madre Tierra, en 2022 el tópico sobre el que giró: “Los derechos humanos”. Y en este 2023 el tema que les ocupa es La Paz, por los conflictos bélicos que actualmente tenemos en el mundo.

Lamentablemente, si se quiere hablar de Paz, es menester hablar de su antagonista: La guerra.

Un tema profundamente doloroso, álgido, triste y muy vergonzoso, porque representa el fracaso de la razón, del diálogo, del entendimiento humano y pone en entredicho la evolución, así como la inteligencia, porque la guerra es el lado más oscuro de un sistema patriarcal que se fundó hace miles de años en la dominación y violencia. Y el hecho de que prevalezca hasta nuestros días, nos indica que el pulso de los tiempos no está bien, porque la guerra es la ruptura de la comunidad, el lenguaje del odio, el desconocimiento del amor, la antítesis del derecho irrestricto de vivir y convivir en paz .

El más grave infortunio es que la infancia y adolescencia son la parte más afectada por la vulnerabilidad que les caracteriza, y a quienes les ha tocado vivir en espacios geográficos donde hay conflictos bélicos padecen hambre, orfandad, abandono, separación, abusos de todo tipo, explotación y muerte. En zonas de guerra los derechos de las niñas, niños y adolescentes se diluyen en el espanto, horror y tragedia.

Actualmente los conflictos más sentidos son los que están ocurriendo en Gaza y Ucrania, empero los conflictos armados han sido una constante del sistema mundo en el que habitamos a lo largo de la historia. La ONG Humanium reporta que durante los últimos 10 años, el número estimado de niños muertos como resultado de la guerra es de unos 10 millones. Las situaciones derivadas de los conflictos armados afectan principalmente a los niños por su vulnerabilidad. Solos e indefensos a causa del caos reinante, algunos son reclutados a la fuerza en milicias y otros explotados. Los derechos fundamentales de estos niños son descaradamente ignorados, en beneficio de actos bárbaros y crueles. Muchos de ellos acaban profundamente traumatizados, malheridos e incluso discapacitados. Los niños en conflictos bélicos. (2023)  (https://www.humanium.org/es/enfoques-tematicos/violencia/ninos-guerra/)

Son inevitablemente crímenes que se quedan en la impunidad, de ahí la decisión de nuestros niños, niñas y adolescentes de lanzar un grito desesperado por la paz del mundo.

Una de las dinámicas que caracteriza a dicho Encuentro, en el que convergen niñas, niños y adolescentes de diferentes latitudes de México y el mundo, es poner sobre la mesa temas de interés y preocupación para la infancia y adolescencia, es por ello que cada año se somete a consenso la temática a tratar, con base en los tiempos que estamos viviendo.

Temas que a menudo las personas adultas, creemos equivocadamente, que a las niñas, niños y adolescentes no les preocupan o que no se percatan de ellos, y por ende, creemos que no tienen la facultad ni de resolver ni de opinar. Sin embargo, hacen una lectura de lo que les rodea, porque no son entes aislados los problemas, pero tampoco las y los niños y adolescentes, porque desde que son parte del mundo comienzan a relacionarse y a interactuar con el entorno natural y social, por ello, no debemos pasar por alto ni su lectura del mundo o interpretación, ni su sentipensar expresado a través de su lenguaje. Tal vez, haya cosas que no alcanzan a comprender en su totalidad, pero según su edad, así como lo vivido y aprendido, les dan elementos para hacer una lectura de sus entornos con sus respectivos acontecimientos para formarse un punto de vista digno de tomarse en cuenta.

Todas las personas tenemos la necesidad de expresar nuestros temores, percepciones, reflexiones, emociones, sentimientos y pensamientos en general, por ser parte de la condición humana y por ser importante dialogar sobre la realidad presente y buscar mejores alternativas y soluciones para tener una vida mejor en nuestra estancia en el mundo.

Hoy, a tres años del primer encuentro y en el marco de la pospandemia, las Niñas, niños y adolescentes de diversas partes del mundo se han dado cita para dialogar e intercambiar sus puntos de vista sobre la necesidad y el derecho de vivir en Paz, como dice en su canción el gran Victor Jara.

El tema que las niñas, niños y adolescentes han puesto sobre la mesa en esta ocasión, nos debe llevar a reflexionar a profundidad respecto a nuestro hacer en el mundo, pensar y repensar el tipo de ciudadanos que somos, si no sabemos vivir ni convivir en ambientes de paz, será necesario plantearnos múltiples interrogantes sobre el quehacer humano y la dirección que debe tener la humanidad para definir su futuro.

Sin duda alguna nuestras infancias, adolescencias y juventudes serán los ciudadanos del mañana, de ahí la importancia de que comiencen a pensar en la necesidad de modificar la ruta de autodestrucción que estamos llevando y la necesidad de reinventar la humanidad con su ser y estar en el mundo.

No hay justificación alguna para la violencia, pero lamentablemente, la violencia a nivel mundial es un reflejo del capitalismo patriarcal voraz, por la insaciable acumulación y ganancia a través de las guerras, la producción en serie en la industria mortífera de armas, la competencia, la extracción de los recursos naturales de los paises llamados “pobres”, la esclavitud que no acaba de abolirse cambiando camaleonicamente de color y forma, reacomodándose a las circunstancias y a los momentos históricos para que los grandes ricos resulten victoriosos, es decir, un número reducido de personas mantiene el control de la economía mundial, mientras que las mayorías quedan por debajo de ese orden en pobreza extrema, endeudados por decenas de años para construir un patrimonio.

Como diría Eduardo Galeano: las guerras mienten, porque ninguna guerra tiene la honestidad de confesar: yo mato para robar. Las guerras siempre invocan nobles motivos, matan en nombre de la paz, en nombre de dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia y si por las dudas, tanta mentira no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero. Galeano, E. (2017, 01 de junio) Las guerras mienten (560) Eduardo Galeano las guerras mienten – YouTube .

En las últimas semanas, hemos atestiguado la injusticia que padece Palestina por la imposición, opresión y ataque de Israel en contubernio con Estados Unidos y Alemania, países que desconocen la piedad, la solidaridad, el respeto y el amor que son sinónimo de paz.

Esa agresión infame da una idea de los intereses mezquinos y la falta de humanidad por los asesinatos cometidos en contra de ese pueblo indefenso, dejado a la deriva por las organizaciones internacionales como la ONU, porque se han quedado mudas ante la vileza de los actos perpetrados.

¿Qué toca hacer para sensibilizar a la ciudadanía de nuestro continente, y en específico de México, para garantizar la seguridad y los derechos de nuestros niños y niñas? ¿Cómo empatizar con esos niños y niñas en desgracia? Sin duda, tenemos un contexto mundial agraviado por hechos inmundos de parte de Israel y sus aliados.

Y no podemos ni debemos omitir el contexto nacional, donde existe la presencia de carteles de narcotráfico, que se han apoderado de los pueblos y los mantienen presos con salvoconductos para poder ingresar o salir de los poblados, porque no hay derecho de libre tránsito, ya que tienen controlados los caminos.

Y no satisfechos con ello, están los robos a mano armada, mientras que la poca actuación de las autoridades militares y policiacas se ha visto superada por esas bandas del crimen organizado.

Los niños y niñas saben que su maestra o maestro no llegó porque no se lo permitieron los grupos criminales, o porque hubo una balacera y tienen que protegerse en sus casas. Es tan difícil y complicado enseñar la cultura de la paz desde estas circunstancias tan contradictorias y hostiles, porque lamentablemente se trastocan todos los ambientes incluido el familiar.

Un ambiente familiar armónico se caracteriza por un espacio donde las necesidades básicas de alimento vestido, calzado y techo están resueltas, la comunicación activa y permanente de afectividad garantiza la identidad propia para que los hijos e hijas sientan que se les escucha, considera, respeta y se les impulsa a crecer en todos los aspectos, además de tener el reconocimiento, cuidado y protección de quienes son responsables de atender su estabilidad física, mental y emocional. En un ámbito donde la estancia se disfruta, se organizan los tiempos para comer en familia, se comparten los roles y las tareas hogareñas son resueltas en colectividad, todo eso en conjunto, otorga las pautas para formar una cultura de comunidad, armonía y paz.

No obstante, existen hogares donde la madre y el padre trabajan fuera de casa y por esta razón, el niño o niña es recluida en guardería, porque la prioridad adulta es la resolución de las necesidades básicas y de consumo que ha generado el sistema capitalista en el que vivimos. Y en un medio así, el dinero no alcanza para pagar el consumo de necesidades creadas como las cuentas por la pantalla del televisor, el carro, los teléfonos celulares, y todo ese cúmulo de deudas que van empequeñeciendo el espacio afectivo amoroso que tiene que ver con la simbiosis del ecosistema familia, y que se requiere para crecer como sujetos con un sano desarrollo.

Lo lastimoso es cuando la necesidad de acompañar a las niñas, niños y adolescentes es sustituido por videojuegos, aparatos y dispositivos electrónicos y otros distractores u objetos materiales, porque sus progenitores han generado otras prioridades a las que le dan mayor importancia. Y eso representa un gran error, porque la prioridad de toda madre y padre de familia debe ser el sano desarrollo de sus hijos o hijas, y de no ser así, el costo social que se paga puede llegar a ser alto y doloroso, porque el descuido, ausencia, abandono y la violencia ejercidas al interior del hogar, gestan inconformidad en la infancia que lo padece, lo que ocasiona que se conviertan en adolescentes con insatisfacción, vacíos y con una gran vulnerabilidad a ser presas fáciles por la delincuencia o el consumo de drogas. Es posible que sus necesidades básicas hayan sido cubiertas, pero las emocionales se dejaron de lado, porque los adultos no supieron cómo gestionar ni enseñar a superar esas serias crisis existenciales.

Últimamente se exhibe a través de las redes sociales y medios masivos de comunicación, a adolescentes que en algunas escuelas han golpeado a sus maestras o maestros, a otros compañeros y compañeras, pero esto no surgió por generación espontánea, sino que tiene que ver con ese descuido familiar que padeció en su etapa inicial infantil. Sin embargo, el sistema parece que nos insensibiliza, atrapa y aliena de manera tan sutil y seductora que cuando nos percatamos, ya hemos causado daños difíciles de subsanar.

Rosa Luxemburgo decía: “socialismo o barbarie”, y en este momento que estamos viviendo, surge la necesidad de promover el socialismo y quehacer en comunidad, porque de otra manera el capitalismo descarnado, salvaje y voraz, cuyo fin es la destrucción tanto de la naturaleza como de la sociedad, nos mete en su infinito espiral de destrucción, guerra y muerte.

Es terrible que este sistema nos cause cegueras tan perversas que no nos percatamos de la tremenda explotación de la fuerza de trabajo que a diario viven hombres y mujeres, mientras se alienan con sus dispositivos de última generación, para evadir la brutal realidad que estamos viviendo.

Es por ello, que el Encuentro Internacional de niñas, niños y adolescentes en su edición 2023, es una ¡Revolución de Alegría! tal como los describió y propuso un pequeñito del nivel preescolar de Sahuayo para este maravilloso Encuentro.

Indudablemente la magia de sus palabras resulta esperanzadora para hacer realidad la Paz en el mundo.

Fuentes

Los niños en conflictos  bélicos. (2023) (https://www.humanium.org/es/enfoques-tematicos/violencia/ninos-guerra/)

Galeano, E. (2017, 01 de junio) Las guerras mienten (560) Eduardo Galeano las guerras mienten – YouTube .

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Libros de Texto Gratuitos: momentos de reflexión para el 2024

Por: Abelardo Carro Nava

Pensar que el docente no requiere de un proceso de formación continua es ignorar el proceso educativo y lo que en éste sucede.

El 2023 se termina, y parece bastante pertinente reflexionar sobre los diversos acontecimientos que en el ámbito educativo se presentaron a lo largo del año. Es obvio, la inquietud que antecede a un periodo de descanso, trae consigo momentos de reflexión y/o análisis de lo que en nuestra vida sucede, ya sea en lo personal o en lo profesional. En cualesquiera de los casos, insisto, parece conveniente reflexionar sobre algunos temas que nos ocupan y preocupan, sobre todo por la posible incertidumbre que despiertan.

Creo, desde mi perspectiva, uno de los temas que sigue causando controversia es el de los Libros de Texto Gratuitos (LTG) de eso que han llamado Nueva Escuela Mexicana (NEM); no es para menos, el giro vertiginoso que implicó plantear una propuesta diferente a la que se conocía por varios años, movilizó a ciertos sectores conservadores, empresariales o de académicos e investigadores a plantear lo que, desde su visión, significaba implementar en las escuelas de educación básica unos materiales que, si bien podrían tener un carácter prescriptivo, no satisfacían lo que desde su punto de vista debían contener para que se generara el aprendizaje en las escuelas.

Las reacciones fueron diversas, hubo quienes emprendieron una intensa campaña de desprestigio a través de medios de diversos medios de comunicación, como Tv Azteca, hasta quienes mesurada y razonablemente expusieron sus argumentos en razón de las áreas de oportunidad que observaban, por ejemplo, en matemáticas. Del lado contrario, hubo quienes a capa y espada defendieron a ultranza su elaboración e implementación, hasta quienes con diversos argumentos vieron la posibilidad de emprender un camino diferente, donde la autonomía profesional y curricular colocara al centro el quehacer docente para la generación de aprendizajes y no a los LTG.

En todo caso, me parece que la discusión en torno a estos materiales abrió una puerta que, hasta hace algunos años era impensable, pues rara vez eran cuestionados los libros de texto y, mucho menos, a quienes se encargaban de elaborarlos, imprimirlos y distribuirlos. Con ello, pienso, se evidenció lo que muy probablemente se murmuraba en pasillos: más allá del contenido de los LTG (que desde luego puede ser debatible), dichos materiales representaban un negocio millonario para ciertas empresas y empresarios.

Por lo que corresponde a su contenido, me pareció bastante pertinente leer o escuchar a diversos especialistas en cada una de las ramas o disciplinas en las que se desenvuelven; su experiencia y conocimiento creo es, y ha sido, importante y necesaria para comprender las diferentes miradas que hay en torno a diversos temas que se abordan en las escuelas de educación básica. Los foros, conversatorios o conferencias aportaron eso, una mirada que probablemente fortalece la formación inicial o continua que recibieron las maestras y maestros en alguna etapa de su trayectoria académica y profesional. Sin embargo, considero que hubo voces que, por diversas cuestiones, no expusieron las razones que los llevaron a plantear ciertas actividades en los LTG; como parece obvio, me refiero a los docentes que en ellos participaron. Ciertamente, esta participación a partir de una convocatoria, abrió otra puerta que antaño no se abría para todos.

Luego entonces, pienso que esto fue favorable en la medida en que los actores que viven a diario las múltiples aristas que se desprenden del proceso de enseñanza y de aprendizaje, aportaron algunos elementos valiosos que pudieran enriquecer el trabajo de sus compañeros en las instituciones educativas cuando estos materiales llegaran. Claro que su expertise la han adquirido del día a día con sus alumnos y en las escuelas, pero, no por ello, otras voces, de otros especialistas no tendrían cabida en este proceso para lograr un avance significativo en esta materia. Por ello, tal y como lo he señalado en otros escritos, si bien es cierto que desde su aparición los LTG no han sido perfectos, éstos pueden mejorarse en la medida que haya la apertura para escucharnos y dialogar porque, en medio de toda esta discusión, se encuentran las alumnas y alumnos que cursan sus estudios en educación básica.

Menospreciar la participación de maestras y maestros, desde mi punto de vista, es negar que su valía se encuentra en cada aula de las escuelas mexicanas o… ¿acaso no podemos ubicar en un mismo plano a los maestros y a los especialistas?, ¿qué los hace diferentes o iguales?, ¿qué los hace uno mismo, pero con diferentes áreas de desarrollo personal y profesional que cubren en diferentes espacios?

Hace algunos días leía o escuchaba con atención que el actual gobierno, con sus respectivas autoridades educativas, se han venido quejando de lo prescriptivo que era el plan de estudios y LTG de anteriores sexenios, sin ver que dichos LTG y plan de estudios que propusieron eran prescriptivos, y en parte esto es cierto porque, por ejemplo, en los libros de texto se encuentran proyectos con pautas de actuación y/o desarrollo para ser trabajados en las aulas, por los maestros y alumnos. Sin embargo, algo que estas críticas no están considerando, es que la autonomía profesional y curricular brinda otra posibilidad para no seguir pie juntillas esos materiales, no obstante, coincido en que no se ha trabajado lo suficiente para que el docente pueda sentir esa autonomía ampliamente comentada, escasamente comprendida y difícilmente puesta en marcha por el desmedido burocratismo del Sistema.

Esperemos que para el siguiente año – cosa que dudo mucho porque en la SEP ya se viven momentos electorales –, se planteen esquemas de formación que apoyen a las maestras y maestros en este proceso o transición que, como al inicio decía, planteó un giro vertiginoso en el ámbito educativo.

Pensar que el docente no requiere de un proceso de formación continua es ignorar el proceso educativo y lo que en éste sucede.

¿Por fin esta Secretaría se pondrá a hacer su trabajo o seguirá con su división interna que poco o nada abona al terreno educativo que dice dirigir?

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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A propósito de los 200 años de la Doctrina Monroe

Franklin González*

“El objetivo final de la estrategia a escala planetaria, es derrotar en el terreno de las ideas las alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos”. (El arte de la inteligencia» de Allen W. Dulles en 1953).

A propósito de haberse cumplido, el 01/12/2023, 200 años de la llamada Doctrina Monroe, realizaremos unas reflexiones, tomando varias fuentes bibliográficas y hemerográficas, sobre un tema que tiene más vigencia que nunca. Se trata del comportamiento, en política exterior, por parte de Estados Unidos.

Su política exterior ha estado concentrada en los valores que los “poderes fácticos” y el “estado profundo” defienden al interno de esa nación y, por extensión, también lo hacen en el resto del mundo. Revisar su Declaración de Independencia (1776), la constitución de 1787 y el texto El Federalista de 1787 y 1788, significa encontrar, como fundamentales, los valores de la Libertad y la Dignidad humanas y éstas dentro del marco de la Democracia, entendida como representativa y de pesos y contrapesos.

A los anteriores valores desde 1943 el término “seguridad nacional” empezó a utilizarse de manera amplia y el 26 de julio de 1947 el Congreso de EEUU aprobó la ley que, entre otras cosas, creaba el Consejo de Seguridad Nacional, a cuyo frente se puso al presidente del país, con el objetivo de coordinar la política exterior y de defensa y conciliar responsabilidades y procedimientos tanto diplomáticos como militares.

A partir de entonces cada presidente ha puesto en desarrollo su política de seguridad nacional, pero siempre supeditada a los valores antes mencionados, particularmente al valor “sagrado” de la libertad.

Sin embargo, a partir de los atentados terroristas del 2001 y con los gobiernos de George Bush y Barak Obama, se puso en ejecución la política de la “seguritización” que permite a las élites estadounidenses definir la seguridad nacional, a partir del poder social del lenguaje de construir amenazas por el mero hecho de declararlas discursivamente. Para ello, se aprobó La Ley Patriota (2001), que amplió los poderes policiales del Gobierno de Estados Unidos y desde entonces el valor de la libertad quedó supedito al hecho de que cada ciudadano es sospechoso de “terrorista”, y si estos lo son, con mucha más razón los son todos los habitantes del planeta Tierra, incluyendo a todos los jefes de estados, que puede tener sus comunicaciones intervenidas.

En mayo de 2010, el gobierno del presidente Barak Obama presentó su “Estrategia de Seguridad Nacional” en la cual define las orientaciones fundamentales de la política de seguridad interna y externa de EEUU y sin mayor pudor establece que “el gobierno de Estados Unidos no tiene mayor responsabilidad que proteger al pueblo “estadounidense. Sin embargo, “nuestras obligaciones no terminan en nuestras fronteras” y “adaptamos nuestras responsabilidades para garantizar la seguridad internacional ya que sirve a nuestros intereses.”

Debe agregarse también el tema de los derechos humanos como otros de los valores que Estados Unidos, dice, está obligado a “defender” en el mundo, aunque ese país lo viola sistemáticamente en la aplicación de la justicia penal, así como en sus políticas migratorias y de seguridad nacional.

La necesidad de tener siempre un enemigo

En el transcurrir de su historia en política exterior, Estados Unidos ha operado con lo que, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, llamó en “Dialéctica del amo y el esclavo”, del libro Fenomenología del espíritu, la “identidad negativa, esto es, que la identidad de uno de los dos viene dada por la negación de la del otro.

Esa “identidad negativa” no se refiere a su contenido malo sino más bien a su contenido reactivo. La identidad negativa, dijo Hegel, es aquella que se construye por oposición a algo o a alguien. Permite desarrollar fronteras del ego muy sólidas, siempre en conflicto con el enemigo; pero como se forma por oposición, en realidad no tiene ningún contenido.

Como resultado, aparenta ser fuerte, pero en realidad es débil, porque su propia definición está totalmente supeditada a una relación con algo más. ¿Qué sería un amo, pregunta Hegel, sin el esclavo? Eliminemos al esclavo y el amo no tiene nada más que lo defina.

Desde el periodo colonial, los norteamericanos han desarrollado una identidad nacional a partir de lo que no son, siempre rechazando otra cosa, por ejemplo, el Viejo Mundo, la nobleza, etc. El problema con este tipo de identidad, es que no te permite ver qué realmente eres. Ese precisamente es uno de los problemas fundamentales de la política exterior de los Estados Unidos, pues ésta ha estado basada en la percepción ideologizada que los norteamericanos tienen de sí mismo y no un examen crítico de lo que realmente son.

Esta ideología, que es religiosa y secular, se fundamenta en el rechazo a la disensión camuflado de patriotismo (un americano de verdad no critica a su país y menos en tiempos de guerra); en un fuerte sentido de misión divina, de una necesidad de propagar por el mundo la democracia y las bendiciones de la sociedad norteamericana (de hacer cumplir la voluntad de Dios); en el desarrollo de una identidad nacional que no está basada en un historia común, sino en un compromiso moral y religioso con el país; en una visión maniquea que reduce la realidad a una lucha entre el bien (los Estados Unidos) y el mal (sus opositores); en la idea de una bondad e inocencia innatas que guían las acciones norteamericanas; y en la creencia en la universalidad de los valores y la forma de vida norteamericana (Usa way of life).

Samuel Huntington en su texto: El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, dirá: “Sabemos quiénes somos sólo cuando sabemos quiénes no somos, y con frecuencia sólo cuando sabemos contra quiénes estamos”.

Originada en el siglo XVII por los puritanos creadores de la idea de ciudad sobre una colina, esta religión secular ha evolucionado a lo largo de la historia norteamericana convirtiendo a los Estados Unidos, en una nación peligrosa. A los niños desde la escuela primaria, se le inculca la idea de la excepcionalidad norteamericana y eso ha tenido consecuencias desastrosas, pues ha llevado a los Estados Unidos a perder de vista los colores de espectro luminoso y adoptar una política exterior sin matices y profundamente ideologizada.

Lo anterior lo describe muy bien el escritor estadounidense Morris Berman en la conferencia dictada en la Southern Utah University, el 6 de marzo de 2007, titulada: “Localizar al enemigo: mito versus realidad en la política exterior de los Estados Unidos”, donde sostiene que este país ha tenido una identidad por lo que no es y, además, combatiendo contra ese “enemigo”. Y siempre haciéndolo “por sus intereses, sus creencias y sus ambiciones”. Primero, contra los que se oponían a su independencia en 1775, por “el honor y el comercio” en 1812, por territorio en 1846, por humanidad, expansión e imperio en 1898, por “el derecho a la neutralidad” en 1917 y por la seguridad nacional en 1941.

Y a partir de 1945 contra el comunismo, a través de la contención y la disuasión, que significó lo contrario a la “democracia y la libertad” occidental. Luego, ante la ausencia del “comunismo soviético”, los sucesos del 11/09/2001 hicieron surgir uno nuevo, difuso, sin rostro, sin aposento nacional, pero que le produjo mucho daño en sus propias entrañas: el terrorismo. Ahora, con una variante, escapada de su control, según ellos mismo afirman: el estado islámico.

Según Berman, la política exterior de los Estados Unidos ha estado basada en la constante búsqueda de un enemigo a quien enfrentar representándole “como una gran fuerza unificada” con la que no se razona, sino se enfrenta, se combate.

En palabras de Berman,

“El resultado fue la incapacidad de entender los movimientos nacionalistas, las guerras de liberación o las guerras civiles, porque todo lo que se desviara de nuestra visión del mundo, se definía ahora como malvado. El nacionalismo a menudo se confundió con el comunismo y repentinamente nos hicimos responsables de casi cualquier evento político que tuviera lugar en el planeta, y a todos se les asignaba la misma importancia en términos de nuestra seguridad.”.

Por eso, siempre, en su Política Exterior, han puesto en ejecución la doctrina del Destino Manifiesto (Manifest Destiny), la cual debe considerarse desde dos puntos de vista: A lo interno, como un elemento in¬trínseco del modo de ser del anglosajón, la base para preser¬var la continuidad política y garantizar el goce de derechos y libertades democráticos y desde lo externo, como la idea de poseer un derecho sagrado a intervenir en otras naciones.

Dentro de ella confluyeron diferentes elementos, con un cariz teológico inicial, pero que poco a poco se fueron secu¬larizando hasta convertirse en verdades políticas.

De esta manera, la religión y la política fueron elementos que se en¬cuentran entrelazados estrechamente en el modo de ser y de actuar del pueblo estadounidense.

De allí que se sostiene con mucha pertinencia y propiedad que, las diferencias en la política exterior de demócratas y conservadores, son de forma, nunca de contenido.

El instrumento de la guerra como gran desiderátum

Estados Unidos, en política exterior, pone el énfasis en el instrumento de la guerra y lo hace porque se consideran los elegidos para plagar de libertad y democracia al mundo y también se consideran los defensores de los derechos humanos por doquier, pero, además, porque su economía no crece sino lo hace a partir de las empresas de armas y por eso tiene bases militares por todos los continentes y es el promotor número uno de las guerras que deben tener incendiado al mundo precisamente para vender esas armas

Al respecto, Larry C. Johnson, exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), hace, en octubre de este mismo año, la siguiente afirmación. “Tenemos que continuamente estar peleando contra alguien para que nuestras industrias de defensa sigan en pie, porque la economía de EE.UU. depende de eso”.

Esa afirmación la realizó durante una entrevista en un programa televisivo en el que el tema central era el conflicto en Ucrania y el papel de Estados Unidos en el financiamiento a Kiev.

Johnson dijo que Estados Unidos se ha convertido en un actor constante de los conflictos militares en todo el mundo y para eso realizó la siguiente comparación: “Mientras Rusia, desde 1991, ha participado en cinco operaciones militares afuera de su territorio, todas en sus fronteras, incluyendo la operación militar especial en Ucrania, EEUU, desde ese mismo año, ha estado involucrado en 215 intervenciones militares en otros países” y ejemplificó con Afganistán o Irak,

Más claro, imposible.

Por tus actuaciones os conoceré

En la novela Tiempos Recios, el escritor Mario Vargas Llosa, cuenta varias historias, ocurridas en distintos momentos históricos, que se arman como un rompecabezas hasta revelar lo que fue la vida y la política en Guatemala desde que la ilusión democrática y reformista dio paso a las presiones autoritarias.

En esa novela, Vargas Llosa, con posiciones política bien claras, a favor del capital, relata con visos de ficción una serie de conspiraciones políticas que llevaron a Carlos Castillo Armas al poder en Guatemala (1954-1957) después de un golpe militar orquestado por la CIA para derrocar al presidente Jacobo Árbenz, que era acusado de comunista.

Así que, lo que a continuación describiremos, son una muestra de las actuaciones en política exterior por parte de Estados Unidos, que no constituyen nada nuevo bajo el Sol.

Sanciones por doquier

Christopher Sabatini, investigador principal para América Latina en Chatham, en un artículo publicado, el 24 de julio de este año, en la revista Foreign Policy, escribe sobre la empecinada política de hostigamiento de Washington contra muchos países y sostiene que las sanciones se han convertido en la herramienta de política exterior de los gobiernos occidentales, encabezados por Estados Unidos.

Por eso y desafortunadamente, se recalca en ese artículo, que es poco probable que los políticos estadounidenses reconsideren seriamente su relación amorosa con las sanciones en el corto plazo, en tanto su aplicación es fácil, barata y menos peligrosa que la amenaza de una acción militar”.

Allí, precisa cuáles son los países que integran la infame lista negra. Entre ellos se menciona a Rusia, Myanmar, Cuba, Irán, Corea del Norte. Siria, Venezuela. Mientras que 17 países más están sujetos a sanciones selectivas, entre ellas China, fundamentalmente sujeta a controles de exportación y también se mencionan a Afganistán, Bielorrusia, República Democrática del Congo, Etiopía, Irak, Líbano, Libia, Malí, Nicaragua, Sudán y Yemen.

Sabatini, con datos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, destaca los siguientes elementos: Para 2021, EE. UU impuso sanciones a más de 9.000 personas, empresas y sectores de las economías de países objetivos.

En 2021, el primer año en el cargo del presidente estadounidense Joe Biden, su administración agregó 765 nuevas designaciones de sanciones en el orbe, incluidas 173 relacionadas con los derechos humanos.

En total, los países sujetos a algún tipo de sanciones estadounidenses representan colectivamente un poco más de una quinta parte del PIB. China representa el 80 por ciento de ese grupo.

Las conspiraciones

Mencionaremos algunas de ellas.

a) Pakistán

A través de una moción de censura, el para ese entonces, abril de 2022, gobernante de ese país, Imran Jan fue destituido de su cargo. Ante lo cual este ex primer ministro, hizo una denuncia pública ante el mundo y acusó a Estados Unidos de organizar una conspiración que finalmente condujo al derrocamiento de su gobierno, lo que fue el resultado de desafiar la política estadounidense.

De hecho, los estadounidenses se molestaron mucho con su política exterior independiente y con su visita a Rusia antes de que este último iniciara la “operación especial militar en Ucrania”.

En este marco, Jan afirmó que las fuerzas políticas dentro de Pakistán intentaron presentarlo como un enemigo de Estados Unidos porque siempre acusaba a Occidente de doble rasero y defendía su propia política; “luego me llevaron como si fuera el terrorista más grande de este país”.

“Si no estás de acuerdo con la política exterior de Estados Unidos, te vuelves antiestadounidense” y remarcó: “Realmente no estoy tan preocupado por mi propio destino. Lo principal es el futuro de Pakistán, que es lo que me preocupa. Porque realmente temo que ahora este camino por el que estamos siendo llevados no tenga más que oscuridad por delante. Porque, aparte de todo lo demás, se está desmantelando toda nuestra democracia”.

b) Venezuela

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló sobre Venezuela y lo hizo de manera transparente. En este sentido, criticó las políticas de la administración de Joe Biden con respecto a la situación en nuestro país. En su primer discurso público, tras su imputación por cargos federales, afirmó que ahora “hacen más rico” a Nicolás Maduro, al comprarle el petróleo que necesita la nación estadounidense.

El líder republicano agregó: “ahora, se lo compramos al dictador y lo hacemos más rico”. Esto, en una obvia referencia a Nicolás Maduro, sancionado en julio de 2017 por el Departamento de Estado de EE UU.

“Cuando dejé la presidencia, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiésemos quedado con todo ese petróleo. Ahora, se lo compramos al dictador y lo hacemos más rico”

Ante este cambio de políticas, Trump reafirmó a sus seguidores la necesidad de un cambio político en Estados Unid. Consideró que, de lo contrario, “no nos va a quedar un país”.

“Recuerden que yo hacía campaña y decía que vamos a terminar siendo Venezuela con esteroides. Y eso es exactamente lo que le está pasando a nuestro país, se está yendo al infierno”

Igualmente, en enero de 2019, su administración fue de las primeras en reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, luego de que la Asamblea Nacional 2015 desconociera las elecciones de mayo de 2018, en las que Nicolás Maduro resultó reelecto.

Y pensar que este señor aspira ser presidente de ese país nuevamente.

c) Colombia

Quienes ya tuvieron éxito con los derrumbes de gobiernos no afectos a sus intereses están a la ofensiva en Colombia y decididos a sacar a Gustavo Petro, Es así como en los últimos meses, este gobierno ha enfrentado diversos escándalos que van desde los choques institucionales, acusaciones contra miembros de su equipo y crecientes denuncias de intentos de derrocamiento por vías no militares. Lo último tiene que ver con los presuntos delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito contra su hijo Nicolás Fernando Petro Burgos, quien habría confesado a la Fiscalía que, durante la campaña presidencial de su padre en 2022, recibió financiamiento irregular de varias fuentes, incluidos personajes con antecedentes cuestionables.

El presidente de Colombia se ha desvinculado de cualquier acción irregular y ha negado haber solicitado a sus hijos involucrarse en delitos o financiar campañas.

Al parecer estamos en presencia de otro caso donde la “guerra híbrida” y el “Lawfare” o “golpe suave” está en pleno desarrollo y cualquier cosa puede ocurrir en Colombia.

El mismo presidente Petro declaró: “Yo creo que yo hablaba de Pedro Castillo, pero ya pasaron la frontera, mucho más allá. Nos van a seguir atacando más y más para romper la relación entre el Gobierno y el pueblo, para derribar el Gobierno”.

Así que, con estos datos en pleno desarrollo, hay que estar mosca.

d) Guatemala

Bernardo Arévalo, obtuvo la victoria en la segunda vuelta de elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de agosto, en Guatemala, con el 58% de los votos con la promesa de una lucha decidida contra la corrupción. Debe asumir el cargo el 14 de enero de 2024, reemplazando a Alejandro Giammattei, lo que marcaría el fin de un periodo de 12 años de gobiernos de derecha.

Sin embargo, los nubarrones están en el ambiente y el presidente electo ha denunciado un plan de “golpe de Estado” para evitar que asuma el cargo tras ganar el balotaje.

“Existe un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niegan a aceptar este resultado y ha puesto en marcha un plan para romper el orden constitucional y violentar la democracia”, ha afirmado, después de que su partido, Semilla, fuera inhabilitado por la justicia.

Debido a la inhabilitación de Semilla, el partido no puede llevar a cabo ninguna actividad, como hacer declaraciones, recaudar fondos o aumentar su número de afiliados. Además, los 23 nuevos diputados del partido tendrán limitaciones en sus facultades, ya que no podrán formar un grupo parlamentario, presidir comisiones, participar en la elaboración de la agenda del Congreso ni tener asesores remunerados.

Arévalo ha señalado a la fiscal general y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, a un juez penal y a la Junta Directiva del Congreso, liderada por el partido oficial, como los responsables del plan de “golpe de Estado”.

“Estas acciones constituyen un golpe de Estado, que es promovido desde las instituciones que deberían garantizar la Justicia en nuestro país”, ha advertido.

A su juicio, el “golpe de Estado” se está llevando a cabo de manera gradual, a través de acciones fraudulentas, ilegítimas e ilegales en diferentes instituciones, con el objetivo de impedir que las autoridades electas, incluido el presidente, asuman el cargo.

La presidenta hondureña, Xiomara Castro, se pronunció y dijo: “El golpismo y el crimen amenazan nuestras democracias, solo defendida por la legitimidad de la soberanía del pueblo en las calles y en las urnas”.

Por otro, lo hizo el Grupo de Puebla, quien advirtió que el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, enfrenta una “guerra jurídica” que podría derivar en un “golpe de Estado”.

Finalmente, decimos, con la locución latina acuñada a Julio César al pasar el Rubicón: álea iacta est, esto es, la suerte está echada o, de otra forma: las cartas están echadas sobre la mesa.

*Sociólogo (UCV). Doctor en Ciencias Sociales (UCV). Profesor Titular. Ex director de la Escuela de Estudios Internacionales (UCV). Estudios Posdoctorales en la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”. Autor de doce libros (12). Profesor de postgrado en la UCV, en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual”, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Investigación y Postgrado de la Escuela Nacional de la Magistratura. Fue embajador en Polonia 2005-2006, Uruguay (2027-2010) y Grecia (2012-2013) y Decano de Postgrado de la Unerg. Conferencista en eventos científicos y políticos, nacionales e internacionales y articulista de periódicos y revistas.

 

 

 

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‘Generación Porno’: La consecuencia de abandonar la educación

Por: Loola Pérez

¿Qué efectos tiene el consumo de pornografía en la adolescencia? ¿Debería limitarse o prohibirse? Según la sexóloga y educadora sexual Loola Pérez, la ficción no es un problema, lo que es un problema es que no exista una alternativa educativa dirigida a los jóvenes.

Bajo la apariencia de un periodismo ‘comprometido’ o un activismo ‘atrevido’ se está proyectando una radiografía trivial, estereotipada y sesgada sobre la juventud y su relación con el porno. Revitalizar algunos pánicos morales en relación a este grupo social no es nuevo. Stanley Cohen señaló en los años 70, en su obra Folk devils and Moral Panics, que en determinados momentos las sociedades definen una condición, episodio, persona o grupo como una amenaza para los valores e intereses sociales. En la actualidad, el discurso de combate contra la pornografía ha servido para responsabilizar a la industria para adultos de la existencia de una supuesta ‘Generación porno’. La lucha contra el porno, que busca establecer un orden social y sexual a favor de la ciudadanía, fracasa por un motivo muy concreto: se realiza en términos ideológicos y moralistas, ignorando la racionalidad, los hábitos de consumo y la cultura sexual de toda una generación, la cual trasciende el contenido pornográfico.

Es cierto que una parte considerable de las y los jóvenes consumen pornografía y que el contacto con este contenido se inicia cada vez en edades más tempranas. El informe #DesinformaciónSexual. Análisis sobre el consumo de porno en adolescentes y el impacto en sus relaciones y desarrollo de Save the Children ya adelantaba en el año 2020 que casi 7 de cada 10 adolescentes consumen pornografía, a la que acceden por primera vez alrededor de los 12 años. Internet y las redes sociales facilitan el acceso a un material sexualmente explícito, de carácter gratuito y que, a menudo, reproduce los tradicionales estereotipos de género. Algunos acceden a ese contenido con la misma inquietud que un adulto: esto es, para masturbarse y obtener placer.

El deseo sexual no implosiona cuando una persona cumple la mayoría de edad. Si superamos determinados moralismos, podemos afirmar que el porno puede ser un recurso muy útil para explorar fantasías o preferencias sexuales de forma segura, sin necesidad o intención de que se conviertan en una vivencia real; disfrutar de nuestra sexualidad sin exponernos a determinados riesgos o a un posible rechazo (ya sea porque no tenemos mucha experiencia, nos interesan prácticas no normativas y con mayor dificultad para compartir, o porque sentimos que nuestro cuerpo no es deseable).

Para mirar (e incluso comprender) el porno tiene que existir una mirada crítica, la cual permita separar el sexo real de la representación ficticia del mismo

Otros lo hacen por curiosidad y para aprender. Quieren saber cómo es el sexo (el que se hace) y conocer cómo pueden satisfacer a una pareja. Es decir, lo utilizan como escuela, como una mala pedagogía. Como hemos insistido en otras ocasiones, aquí reside gran parte del problema: para mirar (e incluso comprender) el porno tiene que existir una mirada crítica, la cual permita separar el sexo real de la representación ficticia (y lícita) del mismo. La ficción no es un problema, lo que es un problema es que no exista una alternativa educativa dirigida a los jóvenes, que les capacite en el conocimiento de la sexualidad, que reconozca sus derechos y su capacidad de agencia.

Desde mi experiencia como sexóloga y educadora sexual, me atrevería a decir que la mayoría de las y los jóvenes son capaces de distinguir la ficción de la realidad. Si bien, al igual que ocurre con series como Élite o La que se avecina, el porno contribuye a que los jóvenes interioricen muchos estereotipos y complejos, ya sea con respecto a la apariencia de su cuerpo, su desempeño sexual, las relaciones o sus actitudes eróticas. Asimismo, el porno empobrece en muchas ocasiones la propia biografía erótica, pues los gustos sexuales vienen condicionados por lo que «se ve» y no por lo que «»se experimenta».

En el caso de algunos jóvenes, hay quien lo consume para alardear y creerse un «machote». Mientras que la iniciativa sexual continúa levantando sospechas en las mujeres y utilizándose para cuestionar su moralidad o reputación, en el caso de los varones sigue siendo una forma de reforzar su rol y estatus social. Por supuesto, hay menores que son expuestos a estos contenidos sin ni siquiera estar interesados en ellos. Los banners sobre pornografía mientras se usa un juego online, los stickers sexuales en un chat de Whatsapp o una inocente búsqueda en Google son buenos ejemplos de cómo se puede estar involuntariamente expuesto a esos contenidos. Esa exposición, más allá de incentivar la curiosidad, puede desatar otro tipo de reacciones como el asco, la culpa o el rechazo. Es una responsabilidad social educar también contemplando esas cuestiones y no solamente creyendo que la necesidad de la educación sexual debe estar motivada por el pánico.

Sin un acompañamiento de la sexualidad durante la adolescencia y la juventud, la pornografía puede generar expectativas sobre el placer, el sexo seguro, el consentimiento o lo que se tiene que esperar de mí como hombre o de mí como mujer en la intimidad. Es obvio que el porno puede reproducir relaciones de poder, pero son las mismas relaciones de poder que ocurren día tras día en nuestra cotidianeidad: sexismo, racismo, capacitismo, relaciones sexuales no consentidas, violencia estética, etc. La demonización de la pornografía no permite erradicar ninguna de las relaciones de poder ni opresiones estructurales que existen en nuestra sociedad. Al igual que ocurre con las drogas, inocular emociones como el miedo o la angustia no parece tampoco una buena estrategia para decir «no al porno».

Además, las propuestas de restricción de la pornografía tampoco van acompañadas de mejorar los programas e iniciativas en educación sexual. El prohibicionismo del porno tiene efectos perversos en cuanto a la libertad de expresión y nunca resuelve o evita los principales problemas y riesgos con respecto a la sexualidad: la mala (o nula) educación sexual, el aumento de las infecciones de transmisión sexual o la violencia sexual. El prohibicionismo se articula a través del control de la demanda y la oferta, pero no contempla ninguna acción que mejore la libertad sexual y la vida de las personas. En definitiva, la reducción de riesgos ante el consumo de pornografía no parece ni eficaz ni ética ni verosímil promoviendo su censura.

La educación es la única forma de frenar la influencia del porno en la vida sexual de los jóvenes

La educación es la única forma de frenar la influencia del porno en la vida sexual de los jóvenes. Paralelamente, también facilita una mirada pragmática y exenta de carga moral a la hora de reconocer que hay jóvenes que recurren al porno como curiosidad, referencia o para disfrutar de su sexualidad. Lo peyorativo ante el consumo solo contribuye a preocupar y estigmatizar a los aludidos (y conmovidos por el moralismo), pero rara vez supone un rechazo frontal al porno (o sus malestares). En relación a la responsabilidad de los adultos, es evidente que estamos fallando en abordar la educación sexual al margen del tabú y nuestras ansiedades sociales. No solo es que los jóvenes tengan derecho a recibir educación sexual científica, continuada y de calidad, también tienen derecho a conocer su cuerpo, gozar y desarrollar su sexualidad con bienestar, al margen de las presiones de género y sin temer al deseo o la expresión del mismo.

https://ethic.es/2023/12/generacion-porno-la-consecuencia-de-abandonar-la-educacion/
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Brasil: Educación, sociedad y pobreza: entre miradas y quimeras

Educación, sociedad y pobreza: entre miradas y quimeras

Ivonaldo Leite

Fuentes: Rebelión [Imagen: Aula escolar en una aldea en Pará. Créditos: Germano Lüders/EXAME.com]

En este artículo el autor reflexiona sobre la estrecha relación entre sociedad, educación y pobreza, sosteniendo que favorecer el acceso a la escuela de la población sin recursos, sin intervenir en otras esferas, nunca será la solución a la pobreza.


En general, la expresión “lo social” tiene dos acepciones. En sentido amplio, significa la sociedad en su totalidad y se utiliza al comparar la sociedad con la naturaleza, la forma social de movimiento de la materia con la biología. En sentido estrecho, el término expresa la presencia de relaciones sociales entre las personas.

Las relaciones sociales son los vínculos de interacción de los individuos y grupos de individuos que persiguen determinados objetivos sociales en condiciones concretas de tiempo y espacio. En documentos gubernamentales, junto con el desarrollo cultural, político y económico de la sociedad, se habla del desarrollo social y de la política social. Se utilizan expresiones como “esfera social”, “justicia social”, “aspectos sociales”, etc.

Sin embargo, el desarrollo social y la política social, si bien se estimen primarios al nivel de las relaciones sociales y del sistema social, no pueden considerarse como “del mismo orden” que la economía, la política y la ideología. En este sentido, es necesario discutir la relación entre educación (escolaridad) y pobreza. Por ejemplo, es importante preguntarse lo siguiente: ¿hemos de ubicar la carencia de educación como una consecuencia de ser pobre? ¿El no educado será pobre mientras no se eduque? ¿Es acaso posible que no exista relación entre educación y pobreza?

En términos generales, se entiende por pobreza la falta de acceso o dominio de los requisitos básicos para mantener un nivel de vida aceptable. Ello significa que una persona es pobre si no tiene suficiente comida o si carece de acceso a una combinación de servicios básicos de educación, atención de salud, agua potable, sistemas de saneamiento adecuados y un lugar de residencia seguro. Tradicionalmente, los economistas utilizan el ingreso como medida representativa de la pobreza, porque brinda los medios para asegurar la atención debida a las demás necesidades básicas.

De este modo, la mayoría de las estrategias para combatir la pobreza debieran dedicar suma atención a la generación de ingresos como la principal solución del problema. No obstante, es notable cómo, en los últimos tiempos, la preocupación está en proporcionar compensaciones a quienes se ubica por debajo de la “línea de pobreza” mediante programas muy amplios de focalización de los “pobres”, a fin de entregarles algún tipo de ayuda compensatoria. Por otro lado, se considera la pobreza como un fenómeno que ocurre porque las personas no han adquirido las habilidades cognitivas básicas para ser exitosas en el mundo. Así que basta con educarlas, darles acceso a la escuela o proporcionales compensaciones educacionales, y por lo tanto se disminuirán al mínimo las posibilidades de recaer en la pobreza.

Esta perspectiva ha sido adoptada tanto por gobiernos de derecha como de izquierda, pero es una falacia. Como ya he subrayado al principio, el desarrollo social y la política social, si bien se estimen primarios al nivel de las relaciones sociales y del sistema social, no pueden considerarse como “del mismo orden” que la economía, la política y la ideología. No se puede ignorar, por ejemplo, que los contenidos curriculares (y también, muchas veces, la práctica docente) son diferentes según la clase social de los alumnos, lo cual reproduce la desigualdad, y más aún, la legitima, aún que no se lo quiera así.

Tal perspectiva hace de la igualdad de oportunidades el centro de la política educativa para superar la pobreza, pero tiene dificultades para explicar el por qué de la existencia de la desigualdad. Como se pregunta el investigador mexicano Miguel Bazdresch Parada, ¿por qué, si la política educativa trata de ofrecer “educación para todos”, persiste la desigualdad de oportunidades? La respuesta tiene que ver con la imposibilidad de ofrecer a desiguales sociales una oportunidad igual a la de otros grupos cuyo “capital cultural” es de entrada diferente y con perspectivas de futuro también diferente. Es la lógica operativa del sistema social.

La formación económico-social que mueve dicho sistema se caracteriza por la acción de algunas regularidades. Destaco dos: las regularidades estructurales relacionadas con el funcionamiento de los distintos aspectos de la actividad vital de la sociedad y las regularidades genéricas relacionadas con el desarrollo de la sociedad. Si la relación entre educación y pobreza no se concibe teniendo esto en cuenta, la tendencia es que los enfoques desarrollados al respecto se limiten a la superficialidad y las falacias.

Además, considerar la función de las regularidades en la reproducción de las estructuras del sistema es una condición indispensable para pensar en proyectos de cambio social. En este sentido, conviene recordar las palabras del “red doctor”, en El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte: los hombres, o mejor dicho, los seres humanos hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.


Ivonaldo Leite es profesor en la Universidad Federal de Paraíba (Brasil).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/educacion-sociedad-y-pobreza-entre-miradas-y-quimeras/

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Guayana Esequiba: Geoeconomía de una ocupación

Guayana Esequiba: Geoeconomía de una ocupación

Irene León

Se trata de un territorio y mar que Inglaterra ambicionó desde el Siglo XIX, ulteriormente Estados Unidos lo colocó en el eje de la doctrina Monroe y ahora está desplegando una embestida conjunta con sus corporaciones, buscando legitimar una situación de ‘hechos cosumados’ que se ha intensificado desde 2015.

Un aire de bonanza ha empinado las proyecciones de la corporación Exxon Mobil, que obtuvo en 2022 cerca de 414 mil millones de dólares, ingresos inéditos en su historia, que representan 44.8 por ciento  más que el año precedente y un incremento gigantesco si se compara con su crisis de 2020, cuando sus pérdidas llegaron a poner en jaque su lugar en la bolsa de valores. Asimismo, de la mano de esa corporación estadunidense, se dice que Guyana podría convertirse “en el país que produce más barriles de petróleo por habitante en el mundo, superando a Kuwait, en ese caso, al medir la riqueza per cápita de sus 800 mil habitantes, pasaría a ser un país rico, pues en 2021 su PIB se incrementó en 57.8 por ciento y en 2022 en 37.2 por ciento”.

No obstante, en ambos casos, la bonanza proviene principalmente de la explotación petrolera y gasifera que esa corporación y país han activado en la región Esequiba en controversia e incluso en aguas venezolanas. Se trata de un territorio y mar que Inglaterra ambicionó desde el Siglo XIX, ulteriormente Estados Unidos lo colocó en el eje de la doctrina Monroe y ahora está desplegando una embestida conjunta con sus corporaciones, buscando legitimar una situación de ‘hechos cosumados’ que se ha intensificado desde 2015.

Se trata de una incursión multiforme, pero con la modalidad invariable de “licencias” otorgadas por Guyana, principalmente a la corporación estadunidense Exxon Mobil, pero también a la Chevron, que registra igualmente importantes ingresos por esa arremetida. Otras corporaciones como la española Repsol o la británica Tullow, reportan pingües réditos por proyectos upstream en el Alto Esequibo.

Con las facilidades otorgadas por la liberalización económica, las corporaciones privadas han multiplicado sus dividendos, es más, además de la conocida habilidad de las transnacionales para eludir la fiscalidad de los países, estos terminan ‘indemnizandolas’ a través de exenciones adicionales en zonas francas, de modo que las corporaciones recuperan su inversión en menos de 5 años y pasan a percibir ganancias netas, por lo general de hasta 80 por ciento de los beneficios, mientras los países productores apenas colectan el saldo.

En el caso de Guyana, apenas 25 por ciento de los beneficios se quedan en el país y se evidencia una irrisoria redistribución de ese ingreso, al punto que en 2019 su índice de desarrollo humano fue el más bajo de Sudamérica, a la vez, la pobreza extrema atañe al 35.1 por ciento de la población, mientas el índice de emigración alcanza un 55 por ciento y hasta el 80 por ciento de personas con estudios superiores vive fuera del país. A todas luces, “la creación de un entorno económico liberal, basado en normas” y la cesión de soberanía de Guyana beneficia principalmente a las corporaciones estadounidenses y a otras empresas transnacionales.

En esas condiciones, la ExxonMobil ha llegado a asumir como propio el litigio territorial que Guyana mantiene con Venezuela y también con Surinam, pues en el primer caso, una política energética soberana obliga al Estado a operar en función del bien común y no en base a los intereses corporativos. Eso explica la movilización comunicacional, jurídica y política que posiciona la entelequia de que Venezuela quiere confiscar hasta dos tercios del territorio Guyanés.

Las cosas han ido tan lejos en el posicionamiento de ese relato, que Guyana ha acudido a la Corte Internacional de Justicia -CIJ-, para deslindarse del reconocimiento de la controversia limítrofe existente y eludir el imperativo del consentimiento de ambas partes para delinear los mecanismos de resolución, como está consignado en el Acuerdo de Ginebra, al contrario sustenta la vigencia del ‘Laudo de Paris’ (1899), impulsado por William McKinley, presidente estadounidense de la época, sin la participación de Venezuela. Aún mas, Guyana intentó que la CIJ se inmiscuya en la política interna venezolana y suspenda la consulta popular que ese país ha convocado para que el pueblo se pronuncie sobre esta problemática, la CIJ no lo hizo, lo que constituye una ganancia para la soberanía.

Por su parte, Venezuela aduce que este no es solo un asunto de soberanía nacional y energética sino una problemática que atañe a la geopolítica regional, toda vez que involucra de modo directo la pretención de hacer prevalecer los intereses corporativos frente a la certificación histórica de un Estado. Según el presidente venezolano, Nicolas Maduro, “…más que Guyana, son la Exxon Mobil y el Comando Sur que pretenden tomarse el mar que le pertenece a Venezuela”, de ahí su llamado al dialogo al vecino país.

La Exxon Mobil, corporación emblemática de Estados Unidos, con los ojos puestos en unas reservas de unos 11.000 millones de barriles de petróleo, abundante gas y ecosistemas con alta proyección para la producción de energías limpias, ha asumido como suya la estrategia de judicialización que ha emprendido “Guyana”, entre las evidencias figura el pago de unos 15 millones de dólares para la defensa jurídica de Guyana.

Es un caso de interés regional, entre otros, porque pone en evidencia los escenarios de disputa entre la tesis del poder corporativo: el “orden internacional basado en normas” frente a a legislación internacional y la legitimidad histórica, de cuya fuente Venezuela sustenta su defensa. Estados Unidos, perdón Guyana, está llevando esta decisión a un escenario de hechos consumados y no a la resolución de derecho internacional, a sabiendas de que en los llamados tribunales de arbitraje, que son instancias creadas por las corporaciones para coaxionar a los Estados, las corporaciones ganan el 90% de veces. Según el historiador venezolano Omar Hurtado, en 1899 el arbitraje se hizo entre potencias, sin Venezuela. Y sin Venezuela, el Laudo de Paris otorgó a Gran Bretaña (ahora Guyana) el 90% del territorio en disputa, sin la concurrencia de elementos jurídicos probatorios.

Latinoamérica epicentro de una “nueva” geopolítica petrolera

Proyecciones empresariales especializadas hablan de una nueva geopolítica petrolera para 2028, en cuya cúspide figuran: Brasil (Presal), Guyana (Esequibo) y Argentina (Vaca Muerta) en ese orden, a la vez que vaticinan un relegamiento de México, Venezuela, Ecuador y Colombia, aduciendo la disminución de su producción, como también la gestión a través de empresas públicas comprometidas con la economía nacional y no con una transnacionalización apátrida en beneficio de las corporaciones. En todos los casos, el epicentro de esa prospectiva petrolera es latinoamerica y el Caribe.

El historiador Pedro Calzadilla interrelaciona el laudo arbitral de Paris (1899) con el despunte de la aplicación concreta de la doctrina Monroe (1823), en tanto la formula del laudo arbitral y la demostración de fuerza militar estadounidense, no sólo marcó la exclusión de Europa, sino que definió la zona hemisférica que Estados Unidos considera hasta ahora como su área de influencia: “América para los Americanos”. Este hecho, evidencia que con la doctrina Monroe, despuntó la consolidación del proyecto geopolítico estadounidense para erigirse como hegemón.

Este enfoque del hecho es muy relevante ahora, cuando se evidencia la maduración de la interrelación entre el poder corporativo y el proyecto militar de Estados Unidos, que actúan como articuladores del proyecto de restauración del capitalismo. Justamente, en el caso de la Guayana Esequiba la Exxon Mobil entra sin mediaciones en la disputa territorial, además la arremetida iniciada en 2015 coincide con una ofensiva de presiones económicas, principalmente la aplicación de las medidas coercitivas unilaterales que Estados Unidos inflige a Venezuela.

Desde hace 140 años, la ahora llamada Exxon Mobil, se construye a través de un proceso de fusiones monopólicas, en cuyo caminar figura la Standard Oil Company (1870) creada por Rockefeller y asociados. La historia de esta corporación está estrechamente relacionada con la de su país sede, más aún, surge como una pieza del poder estadounidense, Steve Coll, autor de Private Empire: Exxon Mobil and the American Power (2013) enfatiza en que estas son dos piezas indivisibles de un todo: «Es un Estado empresarial dentro del Estado americano que tiene sus propias reglas de política exterior» y un proyecto de controlar los recursos energéticos a escala mundial.

Esa asociación es perceptible en distintos episodios estratégicos tales como las incursiones militares cometidas por Estados Unidos, en Iraq por ejemplo y de manera más amplia en Oriente medio, la ExxonMobil resultó ser el máximo proveedor del Pentágono (1999 – 2005). También, en las proyecciones energéticas que el país norteamericano exhibe, esta corporación aparece incluso entre las más importantes para el manejo en curso y futuro de energías limpias, aún si su campo de especialidad es la explotación de combustibles fósiles. No obstante, aún en el contexto de las transiciones energéticas planteadas, se estima que la demanda de crudo tiene significativas proyecciones económicas futuras. La AIE estima que hacia 2028 la producción petrolera global se incrementará en un 5.8 millones de barriles diarios y que una cuarta parte de la oferta será latinoamericana.

La Exxon Mobil, es muy conocida como autora de los más emblemáticos desastres ecológicos, por su postura negacionista del cambio climático e incluso por acusaciones de manipular informaciones sobre riesgos climáticos y afectar a inversionistas. Pero también ha sido denunciada por tener una relación privilegiada con el gobierno, según OMAL “La historia de esta corporación petrolera que forma parte del Complejo Militar Industrial Financiero y Comunicacional norteamericano, es una historia que está cargada del despojo, evasión de impuestos, la injerencia, las agresiones al medio ambiente y las violaciones sistemáticas del derecho internacional, además está íntimamente ligada a al Departamento de Estado y los sectores de ultraderecha norteamericana”. Ese es el perfil del entorno de actores geoeconómicos que maniobran para consumar una apropiación territorial de gran magnitud en la región latinoamericana y caribeña.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/opinion/Guayana-Esequiba-Geoeconomia-de-una-ocupacion-20231203-0021.html

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