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Hasta aquí llegó mi amor

Por: Raúl Zibechi

TENSIÓN ENTRE BOLSONARO Y LOS GENERALES

La semana comenzó con una rotunda derrota del presidente brasileño tras la renuncia de su canciller, el más ultra de sus ministros. Pero el epicentro de la crisis se trasladó enseguida al campo militar.

«El cerco del Congreso, los tribunales superiores, los diplomáticos, los médicos, los enfermeros, los ambientalistas, los economistas, los abogados, los banqueros y los grandes empresarios, generó un grito unánime en Brasilia: ¡Basta! Basta de desgobierno, basta de delirios ideológicos y amenazas golpistas, basta de hundir a Brasil en el escenario internacional», escribió este martes la columnista especializada en asuntos castrenses Eliane Cantanhêde en el diario más conservador del país (O Estado de São Paulo, 30-III-21). Todos los analistas coinciden en que el presidente Jair Bolsonaro intentó subordinar a las Fuerzas Armadas a una iniciativa propia en contra del orden constitucional. Incluso el general Sérgio Etchegoyen, jefe del Gabinete de Seguridad Institucional en el gobierno de Michel Temer, fue enfático en distanciarse del oficialismo en una entrevista a Radio Gaúcha, este martes, en la que declaró que «las Fuerzas Armadas están maduras y no serán un factor de inestabilidad».

Según la columnista Thais Oyama, «lo que hizo al presidente Bolsonaro pedir la cabeza del comandante del Ejército, Edson Pujol, fue la negativa del general a manifestarse contra la decisión judicial que anuló las condenas del expresidente Lula a principios de mes» (UOL, 30-III-21). El excapitán y actual mandatario exigía, de ese modo, una iniciativa militar similar a la que tuvo el comandante del Ejército Eduardo Villas Boas en 2018, cuando, en vísperas del pronunciamiento del Supremo Tribunal Federal sobre un habeas corpus que podía haber habilitado a Lula a presentarse a las elecciones, tuiteó que el Ejército «repudiaba la impunidad», en una presión castrense a la Justicia para que vetara al dirigente del Partido de los Trabajadores.

En la ocasión actual, el general Fernando Azevedo e Silva, ministro de Defensa hasta este lunes, se negó a seguir el libreto de Bolsonaro y alinear a sus pares, incluido Pujol, detrás de los designios del presidente. El problema, como señala Cantanhêde, es «la manía de Bolsonaro de exigir sometimiento incondicional» a sus ministros y cargos de gobierno, que ahora parece haber encontrado un límite preciso.

RECHAZO MILITAR

Azevedo insiste en su carta de despedida: «Durante este período [al frente de la cartera de Defensa] preservé a las Fuerzas Armadas como instituciones del Estado». Es un mensaje indirecto a lo que no habría hecho el presidente al querer usarlas para su proyecto político personal. De hecho, en la mañana del martes 30, los tres jefes de las Fuerzas Armadas entregaron su dimisión al nuevo ministro de Defensa, el general Walter Braga Netto. Según afirma O Globo, con base en fuentes castrenses, se trata de un mensaje del alto mando militar de que «no cederá al golpismo» (O Globo, 30-III-21). Para la columnista Cantanhêde, Braga Netto «encuentra el ambiente militar contaminado por la política, dividido y polarizado». Pero la duda mayor, estima, radica en saber si el general (que se desempeñaba hasta ahora como jefe de gabinete de Bolsonaro) asume el cargo «para hacer el juego sucio que su predecesor tuvo la dignidad de rechazar».

Lo cierto es que al presidente la soledad lo llevó a buscar apoyos donde no debía hacerlo. No ha tenido otro camino que aceptar la reforma ministerial que abre aún más las puertas de su gobierno al centrão (formalmente, el centro político del Parlamento, pero, realmente, lo que los brasileños llaman «diputados de alquiler», que se prestan a cualquier alianza con tal de asegurar sus cargos). Dos de los nuevos ministros vienen directamente de ese sector, pero al menos cinco de los seis recambios ministeriales de esta semana forman parte de una necesaria conciliación de un presidente que asumió cargando contra la vieja política, pero que a mitad de su mandato debió rendirse a ella. «La reforma ministerial refleja el debilitamiento político del presidente Bolsonaro, que aumenta la dependencia del centrão y pierde el apoyo militar», estima el analista Kennedy Alencar (Folha de São Paulo, 30-III-21).

Algunos estiman que esta crisis representa el fin del gobierno de Bolsonaro, ya que no podría lidiar con tantos adversarios al mismo tiempo, en particular con los militares. La renuncia simultánea de los tres comandantes no tiene precedentes en Brasil, lo que refleja la profundidad de los desacuerdos. Divergencias que, en rigor, se arrastran desde noviembre, cuando una reunión de los ministros militares con el vicepresidente Hamilton Mourão provocó la ira del presidente.

Enemigo de las cuarentenas generales, Bolsonaro afirmó el 19 de marzo: «Mi Ejército no va a cumplir el lockdown ni por orden del papa». Fue cuando se lo consultó sobre la posibilidad de que la tropa auxiliara a los gobernadores y alcaldes para reforzar las medidas sanitarias de restricción de la movilidad (El País, 30-III-21). Ahora, los uniformados decidieron bajarle el pulgar.

CHINA, EMPRESARIOS Y SOCIEDAD

«A los chinos no les interesa que los países mantengan su libertad, ya que no la tienen allí», espetó hace dos años el canciller Ernesto Araújo en una entrevista para la revista Piauí. Durante su gestión al frente de Itamaraty, mantendría esa retórica anti-Beijing. Pero el ministro más ideológico del gabinete de Bolsonaro debió renunciar el lunes 29 ante la presión del Parlamento y, sobre todo, de representantes del poder económico, lo que muestra los nuevos vientos que soplan en Brasil y en todo el mundo.

Según la edición brasileña de El País de Madrid, Araújo es un «fervoroso anticomunista y trumpista, considerado el mayor responsable de que el país no haya conseguido comprar dosis suficientes para una vacunación en masa que permita vislumbrar un horizonte para una recuperación económica» (El País, 29-III-21). A la crisis causada por el desborde de los hospitales y las salas de urgencia se sumó la pasada semana que diez senadores pidieron su renuncia y que el fin de semana circuló una carta apoyada por 300 diplomáticos de carrera que pedían su dimisión.

Araújo no actuaba como canciller, sino como propagandista, como estiman buena parte de los analistas brasileños. Su rechazo a China llegó al extremo de denominar el coronavirus como «comunavirus», en la misma sintonía con que Donald Trump lo llamaba «virus chino». Dado que China es el principal mercado de las exportaciones de Brasil y su principal socio comercial desde 2013, la ideología de Araújo se convirtió en un obstáculo para la economía brasileña. La presión empresarial resultó ser la más pesada para su sobrevivencia. El 21 de marzo se difundió una carta firmada por más de 1.500 economistas, líderes empresariales y banqueros que señala que es ilusorio imaginar una economía en auge con la pandemia fuera de control. La misiva fue decisiva para la renuncia de Araújo.

La carta exige respeto por la ciencia y una adecuada gestión gubernamental, sugiere un cierre de la actividad no esencial y el paso a una toma de decisiones coordinada «para poner fin al deterioro que está experimentando la nación» (El País, 21-III-21). El punto central del documento es el rechazo al dilema entre el cierre y el mantenimiento de la actividad económica: «De hecho, los datos preliminares sobre muertes y desempeño económico sugieren que los países con el peor desempeño económico tuvieron más muertes por covid-19. La experiencia ha demostrado que incluso los países que inicialmente optaron por evitar el bloqueo terminaron adoptándolo, de diversas formas, ante el agravamiento de la pandemia», señalan –citando el caso de Reino Unido– los líderes empresariales y economistas afines.

Fuente e imagen: https://brecha.com.uy/hasta-aqui-llego-mi-amor/

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¿Regresar a la escuela como si nada?

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz* 

Pareciera que regresar a clases presenciales es tan fácil como abrir los portones de las escuelas. Se mencionan plazos para reactivar las labores educativas presenciales sin que, de por medio, se den a conocer planes específicos para un reto tan grande como el que se viene. Sin afán de desestimarla, se alude a la vacunación del personal educativo como la llave para el regreso a la “normalidad” de las escuelas, eclipsando a muchas otras aristas de la reanudación presencial de las actividades escolares. ¿No habrá que planear algo más que la implementación, sin duda importante, de medidas sanitarias? Da la impresión de que bastaría que el alumno llegue a su butaca y reanude, como si nada, las actividades escolares presenciales que dejó pausadas desde el año pasado.

Recientemente, el Banco Mundial publicó el documento “Actuemos ya para proteger el capital humano de nuestros niños: los costos y las respuestas ante el impacto de la pandemia de COVID-19 en el sector educativo de América Latina y el Caribe”. No es que sea tan necesario voltear a ver el informe de un organismo internacional para advertir los inminentes estragos educativos que dejará a su paso la pandemia. No debería ser lo señalado en el texto motivo para adoptar acciones de entornos ajenos al mexicano, ni mucho menos para exigir el regreso a clases sin la mínima mesura. Sin embargo, el conjunto de experiencias y recomendaciones referidas en el texto llevan a preguntarse si en nuestro país se ha preparado suficientemente el regreso a clases, cuando sea que éste se vaya a dar.

El debate sobre el regreso a clases se ha centrado, sobre todo, en temas como la vacunación del personal educativo o la infraestructura escolar; nadie podría regatear su importancia, pero acaparan la atención en detrimento de otros asuntos igualmente relevantes. Desde luego que no es deseable que las decisiones para el retorno escolar sean enteramente centralizadas, pero hay medidas importantes que sin duda corresponden a la autoridad federal y, hasta el momento, no hay mayores detalles sobre ellas.  Otras decisiones, concernientes a los gobiernos locales o incluso a las autoridades educativas y escolares, parece que no han sido suficientemente discutidas.

Poco o nada se ha dicho, por ejemplo, de la necesaria simplificación del currículo, que ya en otros países, como Chile, se enfoca fundamentalmente en ciertas áreas prioritarias: si se ha de salvar algo, que sea lo más importante. No hay claridad sobre mecanismos de apoyo adicionales para aquellos alumnos con mayores afectaciones de aprendizaje durante la pandemia: en Reino Unido se optó por reincorporar voluntariamente a docentes retirados para actuar en programas de remediación. Tampoco se ha explicado suficientemente cómo va a funcionar el modelo híbrido ni sobre qué referente se aplicará la evaluación diagnóstica que, en la reapertura, deberán realizar los docentes. Si bien debe considerarse la autonomía de gestión de cada centro escolar, ¿asuntos como los mencionados quedarán sujetos sólo a las posibilidades de cada escuela? ¿Seguiremos apelando al compromiso y esfuerzo particulares de docentes y escuelas para sortear el reto que se viene?

Es pues necesario enriquecer el debate sobre el regreso a clases: no sólo poner el acento en el cuándo, sino también en el cómo y en el para qué. No sólo escuchar a los políticos, académicos y líderes de opinión, sino también a los maestros, padres de familia y alumnos. Debemos evitar una discusión que se esfuerce por señalar los riesgos del trabajo educativo a distancia, pero soslaye simultáneamente las condiciones actuales de las escuelas.  No debemos regresar a las aulas como si nada, creyendo que un cubrebocas es suficiente para reanudar y recuperar lo que hace un año se detuvo. Sería una desgracia que, cuando se llegue el momento, fingiéramos volver a una escuela, como esa que está en la mente de la Secretaría de Educación Pública, en la que nueve de cada 10 alumnos aprendieron en casa.

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía.  

 

Fuente: http://www.educacionfutura.org/regresar-a-la-escuela-como-si-nada/

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La comida, un derecho humano esencial

Por: Sergio Ferrari

Próxima Cumbre sobre Alimentación debatida en el Consejo de DDHH de la ONU

A escaso medio año de la fecha prevista para la realización de la Cumbre Mundial sobre Sistemas Alimentarios, el rol esencial de los campesinos y la agroecología fueron tematizados durante la 46 sesión del Consejo de Derechos Humanos que culminó el 24 de marzo en Ginebra, Suiza.


Vía Campesina y el Centro Europa-Tercer Mundo (CETIM), ONG progresista observadora ante la ONU, presentaron la posición de trabajadores rurales, pequeños productores y centenas de ONG y actores solidarios. Es esencial que los Estados protejan las zonas rurales, así como la cooperación multilateral internacional para resolver esta crisis (https://www.cetim.ch/wp-content/uploads/Dec_o_derecho-alimentacion-1.pdf), enfatizaron.

Advirtieron que los poderes políticos y económicos dominantes apuntan a “desmantelar los espacios multilaterales”, para privilegiar al sector privado de la alimentación en lugar del interés general de los pueblos.  En relación a la Cumbre alimentaria de las Naciones Unidas prevista para el último trimestre del 2021 denunciaron que “los lobbies empresariales que defienden los intereses del agronegocio están influyendo y capturando los preparativos”.

Los Estados y la ONU, insiste Vía Campesina, deben garantizar que las y los campesinos, los pueblos indígenas y otras personas que trabajan en las zonas rurales, estén en el centro mismo de atención de ese evento internacional. (https://viacampesina.org/en/wp-content/uploads/sites/2/2020/12/LVC-Position_ES_UN-Food-Summit_2020_LowRes2.pdf ). Y recuerda que la Declaración sobre los Derechos Campesinos, aprobada en la Asamblea General de la ONU de diciembre del 2018, debe ser la “hoja de ruta común” a favor de sistemas alimentarios y agrícolas equitativos y justos, que defiendan la vida de los pueblos y no el interés privado. (https://undocs.org/pdf?symbol=es/A/RES/73/165 ).

Destapar oídos sordos

Vía Campesina y el CETIM, siguen de cerca los preparativos de la Cumbre considerándola “un evento tan crucial como controvertido”, afirmó Melik Özden, director del Centre Europa-Tercer Mundo en entrevista con este corresponsalla última semana de marzo.

“Constatamos la injerencia y la influencia indebida ejercida por las empresas transnacionales del agronegocio, con el fin de utilizarla la Cumbre en su propio beneficio”. Lo que no es una sorpresa, según Özden. Esas multinacionales están presentes en las instancias de negociación de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), así como en otros espacios multilaterales, que se ven cada vez más afectados por esta presión transnacional. A través de estos métodos, los monopolios pretenden asegurar su control sobre los organismos internacionales donde se toman las decisiones importantes, enfatiza.

Vía Campesina y CETIM decidieron intervenir en el Consejo de Derechos Humanos para llamar la atención de los participantes (Estados, instituciones multilaterales, ONG) sobre el riesgo de interferencia e injerencia que sufre la preparación de la Cumbre.   Y advertir sobre la repercusión negativa que dichas presiones pueden tener sobre la alimentación y el campesinado familiar. Melik Özden reivindicó como trascendente el reciente informe de Michael Fakhri, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación durante la sesión del Consejo de DDHH ( https://undocs.org/es/A/HRC/46/33)

El Relator de la ONU habla claro

Fakhri, profesor de Derecho de la Universidad de Oregón, en Estados Unidos, presentó en esta 46 sesión del Consejo de Derechos Humanos un informe sobre la situación actual del Derecho a la Alimentación. El mismo analiza el impacto de la pandemia en la actual crisis inminente del hambre; los sistemas alimentarios y la gobernanza mundial; las semillas y los derechos de los agricultores; y el derecho a la alimentación en los conflictos armados y las crisis prolongadas.

Tema esencial del informe, también, la preparación de la Cumbre de la Alimentación de la ONU. “Dicho con pocas palabras: inicialmente los derechos humanos fueron excluidos de los preparativos de la misma; aunque ya han sido incluidos, aún permanecen en los márgenes”, subraya Michael Fakhri. Quien recuerda que más de 500 movimientos sociales de agricultores, sindicatos de trabajadores de la alimentación y activistas de derechos humanos plantearon su preocupación a la ONU que los intereses empresariales acaparen la política alimentaria mundial. “Los primeros materiales de preparación de la Cumbre reflejaban los términos y el marco del proyecto del Foro Económico Mundial (ndr: de Davos) para transformar el sistema alimentario”. De hecho, en el primer año de los preparativos de la Cumbre no se mencionaron los derechos humanos, lo cual no era coherente con la misma convocatoria a la misma, afirma.

Fakhri también señala en su documento que “debido a la marginación constante de los derechos humanos durante la preparación de la Cumbre”, el Mecanismo de la Sociedad Civil y Pueblos Indígenas -que representa a 300 millones de afiliados- decidió impugnarla. Y agrega: “la Cumbre parece estar todavía muy sesgada a favor de un tipo de enfoque de los sistemas alimentarios, a saber, las soluciones basadas en el mercado”. En contraposición, el enfoque de los sistemas alimentarios basado en los derechos humanos, prioriza los seres humanos a los beneficios económicos.

Y su crítica directa revela argumentos conceptuales esenciales: aunque el título de la Cumbre parece indicar que deberían coexistir los múltiples sistemas alimentarios, “en la actualidad los preparativos están dando prioridad a un tipo de conocimiento, a saber, la ciencia experimental, y a un tipo de política, a saber, la agricultura intensiva sostenible, también conocida como la nueva revolución verde”.

Agroecología, apuesta esencial

Y reivindica –escuchando a los movimientos sociales como Vía Campesina- la agroecología, que “supone un enfoque diferente y actualmente está ausente de los preparativos de la Cumbre”. El Relator sostiene: “la agroecología es una disciplina científica que incluye conocimientos experimentales centrados en la ecología de los entornos agrícolas. Su objetivo principal es imitar en la medida de lo posible los procesos ecológicos y las interacciones biológicas para concebir métodos de producción basados en reunir cultivos, animales, árboles, suelos y otros factores en sistemas espaciales/temporales diversificados” que permitan a las explotaciones agrícolas generar una fertilidad del suelo, una protección de los cultivos y una productividad propias”.

Con la claridad extrema del rigor científico y ético, el Relator Especial evalúa que “la Cumbre no solo no da ninguna cabida a la agroecología, sino que también deja de lado los conocimientos experienciales o tradicionales, lo que tiene el efecto grave de excluir a los pueblos indígenas y sus conocimientos”. Y recuerda que el mismo Secretario General de la ONU recientemente subrayó que “los pueblos indígenas constituyen menos del 6 % de la población mundial pero, sin embargo, son los guardianes del 80 % de la biodiversidad mundial en tierra”.

El Informe de Michael Fakhri, relevante en cuanto a sus fundamentos científicos y sensibilidad social, concluye con una serie de constataciones y recomendaciones. En cuanto a la Cumbre se ha propuesto transformar los sistemas alimentarios del mundo…  Sin embargo, nada puede transformarse adecuadamente con toda una población enferma, cansada, pobre y hambrienta; la mayoría de los Estados ya no son capaces de gobernar adecuadamente durante la crisis. Los Estados deben velar por que la máxima prioridad de la agenda internacional permita confrontar la crisis de hambre inminente y las consecuencias de la pandemia de COVID-19”.

Enfatiza, además, que la Cumbre debe estar intrínsecamente definida por los derechos humanos y el multilateralismo, lo que significa, en la práctica, frenar el intento de las transnacionales de apropiarse de ese evento para sus intereses. Y subraya la necesidad que los resultados se expresen en procesos multilaterales, por ejemplo, vía el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial y que en la misma “predominen las discusiones en torno a la agroecología”.

Concluye la sesión de Ginebra de marzo, se baja el telón, y el debate alimentario transita otro nivel. La voz de los movimientos sociales, coincidente con el Relator especial de la misma ONU para el tema de la alimentación, entró en el espacio simbólico de la catedral de los derechos humanos. Los graves problemas políticos que encierra la convocatoria de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios están sobre la mesa. Muchos Estados hacen oído sordo y miran para otro lado. Sin embargo, la sociedad civil internacional pone la cara, critica, denuncia y exige rectificaciones. Nada es banal. Lo que está en juego es la alimentación en un mundo que vio duplicarse la cantidad de hambrientos en el último año a causa de la pandemia. Hambre en aumento, comida chatarra transnacional o alimentación agroecológica, éste es el debate.

Fuente e imagen: https://rebelion.org/la-comida-un-derecho-humano-esencial/

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“Dark kitchen”: El oscuro negocio que toma fuerza en los barrios

Por: Oriol Sabata

El capital no descansa nunca. Está constantemente ideando nuevas formas de explotación para maximizar sus beneficios. Y lo hace, como siempre, a costa de la clase trabajadora. Buen ejemplo de ello son las llamadas “dark kitchen” o “cocinas fantasma”, un nuevo modelo de negocio que está desembarcando con fuerza en España y que consiste en instalar grandes cocinas industriales dedicadas exclusivamente a la producción de comida para su reparto a domicilio.

La irrupción de este nuevo modelo de negocio ha puesto en pie de guerra al movimiento vecinal. No solo por las molestias que pueden ocasionar los olores, los ruidos, los humos, la ausencia de horarios comerciales o el vaivén de bicicletas y motos que reparten. Otro de los aspectos que preocupa, y mucho, es la precariedad que hay detrás de todo esto.

¿Quién hay detrás?

Foto: The Spoon

Por lo general, detrás de este tipo de cocinas se encuentran las grandes empresas de reparto como DeliverooGlovoUber Eats o Just Eat, quienes ahora quieren controlar toda la cadena de negocio, desde la producción hasta el reparto de la comida. Y para ello, estas “start ups” del sector “delivery” han creado sus filiales. Deliveroo, por ejemplo, tiene “Editions” [1]; Glovo compró “Instamaki” [2] y Travis Kalanick, uno de los fundadores de Uber, ha creado “Cooklane” [3].

Estas empresas han sido denunciadas en reiteradas ocasiones por los sindicatos por tener a sus trabajadores como falsos autónomos y por lo tanto sin legislación laboral que los proteja [4]. En septiembre de 2020, el Tribunal Supremo admitió que los repartidores operan como falsos autónomos y que en realidad son trabajadores asalariados. La sentencia contra la compañía Glovo afirmaba que esta empresa no actúa como “mera intermediaria en la contratación de servicios entre comercios y repartidores” y que es la que fija “las condiciones esenciales para la prestación del servicio”. Además, asegura que Glovo se sirve de repartidores que no tienen una organización empresarial “propia y autónoma” [5].

Este es el método que usa el capital para implantar el “trabajo bajo demanda”. El llamado “coworking” o “economía colaborativa” supone, en definitiva, un mayor grado de explotación: trabajo temporal, peor pagado y con menos derechos.

Vecinos en pie de guerra

Foto: Christyan Martos

En Barcelona, los vecinos y vecinas del barrio de Sant Martí han alzado su voz contra las “dark kitchen”. En una nave de 565 metros cuadrados adyacente al mercado quieren instalar 20 cocinas industriales. Al enterarse comenzaron a correr la voz y a organizarse colectivamente [6]. En el barrio de Les Corts el vecindario también está tratando de poner freno a 40 cocinas repartidas en dos plantas que suman 1.500 metros cuadrados [7]. Detrás de estos proyectos se encuentra la compañía británica Cooklane, de Travis Kalanick, fundador de Uber, y que también está construyendo otra cocina fantasma en el madrileño barrio de La Prosperidad donde cuenta con un amplio rechazo por parte de los residentes [8].

En todas estas obras los ayuntamientos de Barcelona y Madrid han concedido la licencia argumentando que dichos proyectos se “ajustan a la normativa vigente”. Sobre las molestias que pueden ocasionar decenas de hornos encendidos las 24 horas del día, chimeneas con alturas de hasta siete pisos y el ajetreo constante de cientos de vehículos, parece que la administración no tiene nada que decir. Y sobre la precariedad laboral que se deriva de todo ello tampoco. Hace unas semanas, el Regidor de Sant Martí, David Escudé (PSC), afirmaba en una rueda de prensa que no es competencia del Ayuntamiento de Barcelona “valorar si un negocio es legítimo o no” [9]. Pues claro que lo es. Y también la de intervenir la economía si es necesario por el bienestar de la ciudadanía y de la clase trabajadora. Y más un Ayuntamiento que dice fomentar el “comercio de barrio y proximidad”.

En este sentido, la organización de los vecinos y vecinas está siendo clave. En Barcelona, las concentraciones de protesta, las caceroladas y las asambleas que se han llevado a cabo hasta ahora han forzado al Ayuntamiento a tirar adelante una ordenanza municipal para regular esta actividad. Así lo ha confirmado la teniente de alcalde Janet Sanz [10]. Sin embargo, esta es una lucha que no ha hecho más que empezar. El movimiento vecinal se enfrenta a grandes corporaciones sin escrúpulos y con enormes intereses económicos que no dudarán en presionar y corromper al poder político para alcanzar sus objetivos de mercado. Y solo la conciencia y la organización lograrán poner freno a esta nueva amenaza.

Oriol Sabata

Notas:

[1] https://foodscene.deliveroo.es/restaurantes/cocinas-exclusivas-deliveroo.html

[2] https://www.lavanguardia.com/economia/20191213/472202414614/glovo-instamaki-sushi-compra.html

[3] https://www.merca20.com/kalanick-el-ex-ceo-de-uber-y-su-startup-secreta-de-cocinas-fantasmas/

[4] https://www.expansion.com/economia/2020/10/25/5f95bd52468aeb7e5c8b45dc.html

[5] https://www.lavanguardia.com/economia/20200923/483635906954/riders-repartidores-tribunal-supremo-autonomo-glovo.html

[6] https://www.metropoliabierta.com/distritos/sant-marti/sant-marti-cocinas-fantasma_37634_102.html

[7] https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2021-03-18/cocinas-fantasma-barcelona-crisis-ayuntamiento-normativa_2996243/

[8] https://www.telemadrid.es/programas/buenos-dias-madrid-om/denuncia-vecinos-Prospe-cocinas-fantasma-9-2310758908–20210202122125.html

[9] https://twitter.com/oriolsabata/status/1369911642004283393

[10] https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20210317/barcelona-estudia-ordenanza-nuevas-macrococinas-11584062

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/dark-kitchen-el-oscuro-negocio-que-toma-fuerza-en-los-barrios/

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Cuatro consecuencias de la Fatiga de Zoom y cómo combatirla

Por: Fernanda Ibáñez

Un estudio realizado por la Universidad de Stanford ha identificado cuatro consecuencias de la fatiga de Zoom y sugiere algunos cambios que las personas pueden implementar fácilmente para evitarla.

El término burnout puede sonar familiar para estudiantes o profesionistas de “alto rendimiento.” Gracias a la alta demanda de distanciamiento social debido a la pandemia, miles de instituciones se han visto obligadas a sustituir sus conferencias presenciales con sesiones virtuales en video a través de plataformas digitales. Desde alumnos, profesionistas o docentes, hoy en día muchas personas pueden pasar horas observando una pantalla llevando a cabo las tareas cotidianas de su jornada escolar o laboral. Aunque el teletrabajo generalizado y la “escuela Zoom” son productos de la pandemia, las constantes horas frente a una pantalla ya están causando estragos en las personas dando paso a un fenómeno que se conoce como Zoom-fatigue, o fatiga de Zoom, que se deriva de las largas horas frente a la computadora en reuniones virtuales. Se le dio este nombre por la popularidad que la plataforma Zoom ha recibido, sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Stanford, confirma que la Fatiga de Zoom es solamente una referencia al boom que la plataforma ha visto recientemente, y que esta fatiga puede derivarse de la exposición excesiva a cualquier plataforma de videoconferencias.

El profesor Jeremy Bailenson, fundador del Laboratorio Virtual de Interacción Humana de Stanford, examinó las consecuencias psicológicas que puede traer el pasar horas en este tipo de plataformas. En su artículo publicado en la revista Technology, Mind and Behaviour (Tecnología, mente y comportamiento) en febrero de este año, el profesor ha identificado cuatro consecuencias de la fatiga de Zoom, y también establece que su propósito no es antagonizar al uso de las plataformas de videoconferencia, ya que hasta él mismo las utiliza frecuentemente, pero resalta los pequeños errores que presentan estos programas y sugiere algunos cambios que los mismos usuarios pueden implementar fácilmente para evitar esta fatiga. 

La Fatiga de Zoom: cuatro problemas y soluciones

1. Problema: El contacto visual en exceso es altamente intenso 

Bailenson comienza describiendo que la cantidad de contacto visual que involucramos en las videoconferencias es antinatural. En una conferencia presencial el ritmo de nuestra mirada sería muy diferente, ya que observamos nuestras notas, la persona que se encuentra hablando, la pantalla, el reloj, entre otros. Por lo que las conferencias o reuniones presenciales suelen ser menos agotadoras, pero en las conferencias virtuales nuestra mirada se encuentra todo el tiempo en los integrantes que vemos en la pantalla. El Dr. Bailenson dice que “un escuchante es tratado como un hablante” y el nivel de contacto visual aumenta dramáticamente. Y Bailenson lo compara con la ansiedad social, que es una de las fobias que más existen en la población, el miedo de hablar en público sabiendo que todas las miradas están puestas en ti, es una experiencia de alto estrés.

Otra fuente de estrés es el tamaño de la ventana donde se muestra a la persona, dependiendo del monitor de cada quién. Las caras en las videoconferencias suelen aparecer mucho más grandes de lo que en realidad son y pierden un sentido de comodidad. Cuando se simula una conversación física entre dos personas, se ve a la otra persona a un tamaño que simula el espacio personal que estás resguardando de ella, y cuando se ve a una persona en una pantalla grande, simula el tamaño en el que ves a una persona se percibe mucho más íntima. Finalmente, cuando una persona está a corta distancia de nosotros nuestros cerebros lo interpretan como una situación intensa que llevará al apareamiento o al conflicto.

Solución: La recomendación que se da es evitar el modo de pantalla completa, reducir el tamaño de la pantalla de las personas y utilizar un teclado independiente del monitor, para crear más espacio entre nosotros y la pantalla.

2. Problema: admirarse a sí mismo durante conferencias es altamente agotador

El admirarse a sí mismo en tiempo real es una experiencia antinatural. Bailenson lo compara con la situación de tener a alguien siguiéndote con un espejo todo el tiempo, mientras hablas, discutes, tomas decisiones, das o recibes retroalimentación; sería algo que nadie elegiría experimentar. De igual manera, hay estudios que demuestran que cuando uno está en presencia de su reflejo, te vuelves más crítico de ti mismo, y al ver nuestro reflejo por horas en videoconferencias está teniendo sus repercusiones en nosotros mismos. Además, hay muchos estudios que comprueban que ver tu reflejo por tanto tiempo tiene consecuencias emocionales negativas en ti mismo.

Solución: El profesor propone que las plataformas deshabiliten la función del reflejo de la persona en la conferencia, que el canal solo necesita ser hacia afuera. O que también se puede utilizar la función de deshabilitar la cámara para lograr el mismo efecto.

3. Problema: movilidad habitual reducida

Las reuniones presenciales le daban más espacio a una persona para moverse y caminar, pero dentro de las videoconferencias las cámaras solamente tienen un solo ángulo, por lo que la persona se ve obligada a mantenerse dentro de cuadro con poco espacio alrededor. El movimiento de la persona se ve limitado en formas que no son naturales, en este sentido, Bailenson asegura que investigaciones recientes destacan que las personas muestran mejores resultados cognitivos cuando se encuentran en movimiento.

Solución: Concientizarse acerca del espacio en donde hacen su trabajo y llevan a cabo sus videoconferencias, cómo está posicionada la cámara, añadir elementos adicionales como ratón o teclado, para crear flexibilidad.

4. Problema: mayor carga cognitiva

La comunicación no verbal es mucho mayor en encuentros personales y en las plataformas de videoconferencia esto se elimina por completo. Cuando hay este tipo de comunicación, cada persona interpreta naturalmente los ademanes o señales subconscientemente, por lo que en videoconferencias tenemos que trabajar un poco más duro para mandar estas señales o recibirlas. Bailenson describe que hemos transformado algo tan natural para los humanos, como lo son las conversaciones, en algo que requiere de mucho esfuerzo mental. Este lenguaje no verbal nos aligeraba mucho las conversaciones, porque podía reducir nuestras palabras a una simple mirada o ademán, y cuando éstas se tratan de traducir al contexto virtual pueden llegar a significar algo completamente diferente.

Solución: Cuando se encuentren en medio de reuniones largas, tomar descansos apagando la cámara y solamente usar el audio. De esta manera, dejamos de estar no verbalmente activas por unos momentos y dejamos que la mente se tome un descanso, de esta manera, e el cuerpo descansa un tiempo de la pantalla.

De igual manera, la BBC publicó un artículo en abril del año pasado, justo cuando el pico de las conversaciones por videollamada estaba sucediendo, y comparan muchas de las situaciones sociales que se han visto comprometidas por este nuevo sistema y cómo nos están afectando inconscientemente. Cuando normalmente nosotros consideraríamos una llamada con nuestros amigos un tiempo de relajación, la profesora Marissa Shuffler de la Universidad de Clemson, se dio cuenta de que las llamadas largas se pueden sentir performativas, porque es como si estuvieras viendo la televisión y la televisión te estuviera viendo a ti. También menciona que no importa si lo llamamos una reunión con amigos, cuando la misma herramienta se usa para el trabajo, hay una alta probabilidad de que tenga los mismos efectos en nosotros cuando es una actividad que no queremos hacer voluntariamente.

Algunas de las soluciones que propone la profesora Shuffler es limitar las videoconferencias a solamente las que sean estrictamente necesarias, tomar descansos en donde se apague la cámara, o solamente se opte por usar el audio. Mover el posicionamiento de la cámara, a un lado o donde no la podamos ver, para que se pueda mantener la concentración, especialmente en llamadas grupales grandes. Hacer un tiempo de check-up al inicio de las conferencias, para ver cómo se encuentra el bienestar de las personas, antes de entrar al tema de la junta, ya que es una manera de reconectarnos con el mundo, comenzar a recobrar confianza y reducir el cansancio y la preocupación.

Con todo esto nos podemos dar cuenta que, definitivamente, nuestros cuerpos no están diseñados para pasar largas horas observando una pantalla en una sola posición, por lo que nos hace extrañar aún más las convivencias de persona a persona. Sin embargo, es algo que no nos debería detener, porque el ser humano es bueno para adaptarse, y tanto Bailenson como Shuffler nos han dado claves para corregir pequeños detalles que pueden estar consumiendo nuestra energía. Con el objetivo de poder aprovechar nuestro trabajo, educación o propuestas al máximo y poder seguir saliendo adelante adaptándonos a la situación actual que estamos viviendo.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/fatiga-zoom-estudio

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Construyendo, también, sindicalismo decolonial

Por: Unai Oñederra  

Un total de 37 días de huelga. Una subcontrata de la multinacional Michelin que a su vez es otra multinacional, Ferrovial. Trabajadores migrantes. Una lucha de David contra Goliat ganada en la llanada alavesa que ha pasado totalmente desapercibida.

Un total de 37 días de huelga. Una subcontrata de la multinacional Michelin que a su vez es otra multinacional, Ferrovial. Trabajadores migrantes (Marruecos, Mauritania, Ghana, Benin, Nigeria, Mali, Senegal, Togo), precariedad absoluta. David contra contra Goliat y Goliat en la llanada alavesa; más concretamente, en Araia. Un sindicato: ELA. 37 días de huelga, y victoria (incrementos salariales de más de 3.600 euros en cinco años, conversión de todos los contratos parciales a tiempo completo, 14 horas anuales de libre disposición remuneradas, mejoras en los pluses, abono al 100% de las bajas laborales, etc).

No sé a ti, pero me parece una pasada. La victoria en un conflicto como este, con estos protagonistas y en las condiciones que estaban, es un ejemplo que en los tiempos del “esto es lo que hay”, del miedo y de contratos de unas horas por salarios de centavos, debería correr como la pólvora por toda Euskal Herria, por todo el estado y por todo el mundo. Pero nadie se ha enterado.

Seguramente, una vez resuelto este, la persona y el equipo que ha llevado el conflicto estará metido en otro, respondiendo al día a día, haciendo. Y ¿lo de comunicar lo que se hace? Pues se le habrá pasado, seguramente, tampoco le dará tanta importancia a eso…

Los trabajadores en huelga han conseguido incrementos salariales de más de 3.600 euros en cinco años, conversión de todos los contratos parciales a tiempo completo, 14 horas anuales de libre disposición remuneradas, mejoras en los pluses y abono al 100% de las bajas laborales

Un error, sí. Pero prefiero este error al contrario. Me gustan más los que hacen y no dicen, que los que dicen y no hacen. Eso no quita que sea fundamental comunicar las luchas y las victorias, porque esto que se ha conseguido en Araia, se puede replicar en cualquier otro centro de trabajo infectado de precariedad.

Esta lucha ganada por los trabajadores de Ferrovial, con gran cantidad de personas racializadas, me ha recordado la de las camareras de piso de los hoteles NH y Barceló-Nervión de Bilbao (47 días de huelga y victoria), la lucha de Navarpluma en Iruñea (41 días de huelga y victoria), la de los trabajadores de las obras del puerto de Bilbao y los de las obras de remodelación del estadio de Anoeta en Donostia (victorias sin huelga pero con afiliación y organización), todas ellas protagonizadas por trabajadores y trabajadoras migradas. Y me pregunto: ¿Cómo se construye un sindicalismo decolonial? Con teoría y debate, sí. Con ideología y formación, sí. Con discurso y alianzas, también. Pero no es suficiente.

Lo más importante para construir un sindicalismo decolonial es la praxis. Se construye sindicalismo decolonial, haciendo sindicalismo decolonial: afiliando, construyendo colectivo, organizando, luchando, haciendo huelgas en los centros de trabajo más precarizados, más racializados. El sindicalismo decolonial se construye de la misma manera que se construye el sindicalismo feminista: desde la práctica.

Se hace camino al andar, aunque nunca se llegue a la meta; lo importante es el proceso. El caso de la sindicalización de sectores feminizados es más conocido, sobre todo, por la famosa huelga de las residencias de Bizkaia (378 días de huelga y vitoria). Pero también por las victorias sindicales contra la brecha salarial en limpieza de comisarías y juzgados de Gipuzkoa (9 meses de huelga y victoria), en limpieza del ayuntamiento de Elorrio (5 meses de huelga y victoria), en limpieza del ayuntamiento de Zarautz (esta vez victoria sin huelga, gracias a una huelga exitosa anterior), y la victoria en plena pandemia de las trabajadoras de Lidl. Tampoco hay que olvidar las tres huelgas de cuidados que hemos realizado desde otoño en Hego Euskal Herria, las huelgas de las trabajadoras de residencias de Gipuzkoa (247 días ya), Araba y Nafarroa, las huelgas de las trabajadoras de servicio de ayuda a domicilio…

El capitalismo, el patriarcado y el racismo nos atraviesan tan profundamente que siempre los llevaremos dentro; nuestro sindicalismo siempre se quedará corto, siempre tendrá fallos, seguirá siendo sobre todo blanco y varón; nos costará decir algún día, “ya está, ya tenemos el sindicalismo feminista decolonial”. Como decía Galeano, cuando creamos alcanzar el horizonte se nos escapará, la utopía sirve para avanzar, paso a paso, desde la praxis, lucha a lucha, victoria a victoria, por pequeña que sea. Así se avanza, poniéndole al conflicto de clase, también, rostro de mujer o de persona racializada. Y una buena noticia: las buenas prácticas y los buenos resultados se contagian.

Es complicado, ya sé. La situación es difícil, tantas son las necesidades de los y las trabajadoras que vienen de países empobrecidos en busca de una vida mejor, y ¡tantos son los empresarios ávidos de aprovecharlas para sacar tajada! Por eso es tan importante comunicar cada lucha, cada victoria. Desde la humildad, sí; desde lo minúsculo de lo conseguido, sí; pero que se sepa, que se vea. Que alumbre. Que se reproduzca.

Fuente e imagen: https://www.elsaltodiario.com/opinion/sindicato-ela-construyendo-tambien-sindicalismo-decolonial

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Israel sigue sometiendo a fuego al pueblo palestino

Por: Víctor Arrogante

El pueblo palestino sigue sufriendo. Más de setenta años han transcurrido y sigue sometido a los designios del estado judío de israel.

«Palestina es como Auschwitz», dijo José Saramago. Lo que está pasando contra los palestinos, es un crimen contra la humanidad. Los palestinos son víctimas de crímenes cometidos por el gobierno de Israel, con el aplauso de su pueblo y el apoyo de EEUU. Parece que no hay forma de frenar a Israel. La comunidad internacional y la propia ONU, desde el principio del «conflicto» no han sido capaces, ni con guerras ni con paces, de frenar la agresión sistemática de Israel contra el pueblo palestino

Hace unos días, la ONU expresó su preocupación por la continuada expansión de los asentamientos israelíes en territorios ocupados y urgió una vez más a las autoridades del país a detener inmediatamente estas actividades. «Reitero que los asentamientos no tienen validez legal y constituyen una violación flagrante de la legislación internacional«, señaló el enviado de la organización para Oriente Medio, Tor Wennesland, en una intervención ante el Consejo de Seguridad.

El pueblo palestino sigue sufriendo. Más de setenta años han transcurrido y sigue sometido a los designios del Estado judío de Israel. Hace más de dos mil años, quien estaba sometido al Imperio Romano era el pueblo judío. Roma ejercía su poder a través de un gobernador, quien exigía tributos para el mantenimiento de las tropas de ocupación y envío de remesas a la cosmópolis romana. Lo sobrante, como dicen en la vida de Brian, era para el «alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos». Hoy es el Estado de Israel quien somete a fuego al pueblo palestino. Siento dolor y vergüenza por ello.

Mucho ha sucedido desde que Naciones Unidas aprobase el Plan para la partición de Palestina en 1947. Con supuesta buena fe, se pretendía dar respuesta al conflicto entre árabes y judíos en Palestina. La presión de la comunidad judía internacional y la mala conciencia de los actores —por no haber hecho todo lo necesario para parar y evitar el Holocausto judío, cuando todavía era posible—, hicieron que el plan fracasara; como todos los acuerdos, pactos y hojas de ruta, desde entonces. Se apoyó a los judíos y se dejó en el desamparo a los palestinos. En algún momento tiene esto que finalizar.

Palestina sigue siendo protagonista, no por los sucesos de hace más de dos mil años, ni por la partición de 1947. Palestina es miembro de la Corte Penal Internacional. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina Abu Mazen, abrió la vía de la justicia internacional, para denunciar los crímenes de guerra cometidos por Israel en los territorios ocupados, en la guerra de 1967. Con el apoyo de EEUU, Israel pidió al organismo, que rechazase la petición, porque la Autoridad Palestina no es un Estado. Pero todo ha sido en vano. El Estado palestino es el miembro 123 de la CPI. Ahora existe la posibilidad de que se juzguen los crímenes de guerra cometidos en los territorios palestinos ocupados. Todo es imposible.

Como todos los meses, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas se reunió para repasar los últimos acontecimientos en el conflicto palestino-israelí, centrándose en esta ocasión en la implementación de la resolución 2334, que entre otras cosas exige a Israel que detenga la construcción de colonias. La resolución fue aprobada a finales de 2016 gracias a la abstención de Estados Unidos, entonces bajo el Gobierno de Barack Obama, después de que durante años Washington protegiese a su aliado gracias a su derecho de veto. La decisión fue muy criticada por el Ejecutivo de Donald Trump, que estaba a punto de asumir el poder y que reforzó la alianza estadounidense con Israel.

Durante los últimos años la autoridad israelí ha seguido ignorando los acuerdos de la ONU y han continuado con la expansión de los asentamientos y con las demoliciones y confiscaciones en tierras palestinas. La ONU, frente al sistemático incumplimiento de Israel sobre el conflicto con Palestina, debería tomar otro tipo de decisiones, como sanciones que afectaran directamente a los intereses israelíes, que favorezcan la posibilidad de crear un Estado palestino contiguo y viable.

En la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel conquistó la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, la península del Sinaí y los Altos del Golán en Siria. La guerra de Yom Kipur en 1973, fue iniciada por Egipto y Siria, para recuperar los territorios ocupados en los Seis Días, pero no lo consiguieron. Después de tantas operaciones militares, intifadas, ataques indiscriminados, innumerables resoluciones de la ONU, conferencias internacionales, acuerdos y pactos, las principales cuestiones siguen pendientes: la soberanía de la Franja de Gaza y Cisjordania; la formación un estado palestino; el estatus de la parte oriental de Jerusalén, Altos del Golán y Granjas de Shebaa; el destino de los asentamientos israelíes; y la situación de los refugiados palestinos. Israel, sistemáticamente ha incumplido todo.

Gaza sigue asediada. 1.500.000 de personas permanecen encerrados, en un territorio de 365 Km2. Confinados entre muros, la mayor prisión del mundo. Los ataques por tierra, mar y aire, no discriminan objetivos militares de los civiles. Los palestinos son considerados combatientes; los niños y las mujeres también. Los bombardeos se han cebado con ellos. Son los daños colaterales. Son crímenes de guerra, cometidos por un Estado, que dice hacerlo en su defensa.

La Fiscalía de la Corte Penal Internacional ha dado luz verde a una investigación en Palestina después de que los jueces confirmasen el pasado febrero que el tribunal tiene jurisdicción para juzgar supuestos crímenes de guerra presuntamente perpetrados por todas las partes en conflicto en los territorios ocupados por Israel. «La investigación abarcará delitos de la competencia de la Corte que presuntamente se han cometido desde el 13 de junio de 2014«.

La partición de la zona en dos estados, no contentó a ninguna de las partes. La Liga Árabe aprobó otra resolución que rechazó frontalmente la de la ONU, en la que advertía que, para evitar la ejecución del plan de partición, emplearía todos los medios a su alcance. Reino Unido abandonó Palestina el 15 de mayo de 1948, un día después de que David Ben Gurión declarase la independencia de Israel. Todo fue un desastre. Una historia sin fin, que ha dejado a su paso demasiadas muertes.

Por aquel entonces, los judíos celebraron la independencia y la creación del Estado judío, pero criticaron el plan, que dividía en tres zonas separadas el territorio asignado; poco viable y de difícil defensa. Los líderes árabes se opusieron al plan, por violar los derechos de la población árabe, que representaba el 67% de la población total, criticando que el 45% de la superficie de todo el país se adjudicaba al Estado judío, que representaba tan solo el 33% de la población. Agravio sobre agravio.

El pueblo palestino sufre las consecuencias de la política internacional desde hace demasiado tiempo. La economía palestina estubo al borde del colapso. Dejó de recibir más de 500 millones de dólares, por parte de Israel, lo que llevó a la ANP, que administra Cisjordania, a reducir los sueldos de casi todos sus empleados en un 40%. Israel hace una guerra total contra Palestina. Ya había tomado medidas similares en 2006, 2007 y 2008, haciendo que la economía en la zona dependiera de los donantes internacionales, a quienes pone todas las trabas posibles para su gestión humanitaria.

Los palestinos son reducidos a números y en el peor de los casos al olvido, bajo la sospecha que siempre persigue a las víctimas: «algo habrán hecho». Los crímenes se cometan con demasiada impunidad. Israel se ha convertido en el árbitro moral: decide lo qué debe ocurrir y lo qué no es posible hacer en Palestina; mientras sigue ocupando la tierra ocupada en la guerra y en la paz. Pero no hay solución militar posible «porque a pesar de todo, Palestina y los palestinos existen«. La única solución pasa por poner fin a la ocupación, a los asentamientos y a la exclusión; por justicia.

La zona sigue siendo un polvorín, aunque Israel tiene tratados de paz vigentes con Egipto y Jordania que garantizan su convivencia. Así mismo, tiene tratados de alto el fuego firmados con el Líbano, Siria y Arabia Saudí que, si bien no reconocen la existencia de Israel, sí han supuesto un mecanismo eficaz para el cese de las hostilidades. También existe un complejo acuerdo provisional con Palestina, que supone el establecimiento de una especie de protectorado israelí y un alto el fuego parcial.

El conflicto palestino, se ha cobrado demasiadas vidas humanas, las estimaciones oscilan desde los 51.000 fallecidos (35.000 árabes y 16.000 israelíes desde 1950 hasta 2007, hasta los 92.000 fallecidos (74.000 militares y 18.000 civiles) entre 1945 y 1995. Demasiado sufrimiento, que si en la edad moderna es insufrible, en otras épocas, que la Biblia como buen best seller, cuenta en primera personas, no lo fueron menos.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no ha alcanzado con sus potenciales socios la mayoría de 61 diputados de los 120 del Parlamento necesarios formar gobierno. El bloque de partidos opositores tampoco rebasa el mínimo suficiente, en las elecciones del 23 de Marzo. Netanyahu había prometido la construcción de 3.500 viviendas en una polémica zona que amenaza con dividir Cisjordania e impedir su continuidad territorial. En un acto de su campaña electoral anunció que había ordenado poner en marcha el proyecto urbanístico en el denominado sector E-1, situado al este de Jerusalén en territorio palestino ocupado desde 1967. Pese a los resultados y las declaraciones, parece que tampoco en esta ocasión se va a resolver el problema.

No se habla lo suficiente sobre la Palestina de hoy, sometida a la dictadura de la guerra sin cuartel por el Estado de Israel. Debería haber llegado la hora de frenar a Israel en su acoso contra Palestina; todo representa una vergüenza que la humanidad no es capaz de solucionar. El Estado de Israel somete a fuego, al pueblo palestino. Siento dolor y vergüenza por ello.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/israel-sigue-sometiendo-a-fuego-al-pueblo-palestino/

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