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Dime cuánto mides y te diré quién eres (extrañas variables en el desempeño escolar)

Por: Andrés García Barrios

La formación por hileras y estaturas es parte de un conjunto de tácticas de control que dio comienzo a finales del siglo XVIII, cuando el filósofo alemán Jeremy Bentham desarrolló el concepto de panóptico, presente hasta la actualidad en prisiones, hospitales, y por supuesto, en escuelas.

Hace algunos meses prometí en este mismo espacio que escribiría sobre la relación de la pedagogía con el giro de las perillas en las puertas de los consultorios médicos. Era un chiste, claro está. Un chiste hecho sólo con la intención de reafirmar que la educación tiene que ver con todo lo que existe en este mundo. Sin embargo, en ese momento no imaginé que un día, entre mis artículos, vendría éste que escribo ahora, y cuyo título original podría ser parte de la misma lista que aquél: La estatura de los estudiantes como determinante de su desarrollo escolar. En este caso, no era un chiste.

El asunto empieza con la siguiente anécdota.

Hace no mucho me hallaba platicando con un par de amigos de la primaria en una reunión de generación escolar. Los tres rebasábamos el uno ochenta de estatura.

.─ ¿Se dan cuenta ─dijo uno de ellos, Gonzalo─ de que nosotros tres seguimos siendo amigos cercanos porque hace cincuenta y tantos años, el día en que entramos a la preprimaria, la maestra formó a nuestro grupo por estaturas, y nosotros tres quedamos hasta atrás de la fila, juntos?

Nunca lo había pensado. Gonzalo y Alan, el tercer amigo, fueron en efecto dos de los compañeros con los que mantuve más comunicación durante aquellos años de primaria y secundaria, y unos de los que más marcaron mi desempeño escolar. Conocí a sus familias, frecuenté sus casas y nuestra amistad tuvo que ver con casi todo lo que me ocurrió en el colegio en aquellos años.

Todo por ser altos.

El hecho de coincidir en las filas puede parecer azaroso, pero tiene su historia. Formar a los niños y niñas en hileras por estaturas no es sólo la útil ocurrencia de alguien. A todos nos parece lógico y hasta natural que la directora desee dominar con la vista a cada uno de los estudiantes; incluso sin problema podemos imaginar a nuestros ancestros primitivos recurriendo a esta tipo de estrategias al dirigir grupos. Pero no. Hasta donde entiendo, la formación por hileras y estaturas es parte de un conjunto de tácticas de control que dio comienzo a finales del siglo XVIII, cuando el filósofo alemán Jeremy Bentham concibió un modelo de prisión en el que los guardias ocupaban un puesto central desde el cual podían vigilar a los presos, ubicados en celdas a su alrededor. El concepto se llamaba panóptico y de ninguna manera fue algo trivial. Como modelo de prisión se llevó a la práctica escasas veces, pero como concepto de vigilancia y control materializó una mentalidad omnipresente en la época, la cual se extiende hasta nuestros días. Según el filósofo francés Michel Foucault el concepto/modelo de Bentham está presente en la sociedad moderna en prisiones, hospitales psiquiátricos, cuarteles y por supuesto, escuelas, pero también de forma oculta en todas nuestras concepciones del mundo (los foucaultianos actuales no vacilan en estudiar el fenómeno de Google y las redes sociales con este mismo enfoque, delatando la hipervigilancia a la que todos somos sometidos por un poder tan objetivo como interiorizado).

Suena exagerado (y seguramente lo es, como toda posición filosófica), pero al menos yo puedo aceptar la agudeza de este pensamiento con sólo imaginar lo siguiente: es el inicio del día en una primaria de gobierno como todas; la directora da un anuncio a niñas y niños, no desde un sitio central y en alto sino desde cualquier lugar del patio, a ras de piso, mientras los chavitos la escuchan, no formados en filas ni por estaturas sino acomodados a su antojo en pequeños o grandes grupos, de pie o sentados, dondequiera. Todos ellos están atentos, escuchando ─o al menos en silencio─, y cuando la maestra acaba de hablar, se encaminan a sus clases.

Fin de la fantasía.

En esta utópica imagen todo es igual a nuestras escuelas de hoy, salvo que en ella la directora no ha tenido a la vista a todos y cada uno de sus estudiantes; ahora bien, ese solo detalle es tan determinante que, para mí, sólo podría ocurrir en una sociedad por completo distinta a la nuestra: calles distintas, casas distintas, transporte distinto, personas relacionándose de maneras distintas, vistiendo incluso ropa diferente, y por supuesto, todo ello en tal contacto con la naturaleza que en sus ciudades proliferarían ventanas como la de ese edificio de la ciudad de México de la que emerge un árbol.

El orden escolar actual tiene sus fortunas, como la mía de haber coincidido con aquellos dos amigos. Pero no podemos negar que, a muchos estudiantes, la rigidez de “detalles” como el de las estaturas les afecta duramente. Hablo de “detalles” y por el momento sólo me estoy refiriendo a la planeación logística y dejando de lado otros órdenes más hondos que influyen en los satisfactores básicos de los niños (si la formación por estaturas determina tantas cosas, no quiero ni pensar las consecuencias de haber nacido en cierto medio social, de asistir a ciertas escuelas, de tener acceso a ciertos alimentos, de vestir de determinadas formas…).

Sin tener que entrar todavía en estas profundidades, puedo extenderme un poco y platicarles otra anécdota que deja ver cómo esto de la mirada panóptica crece hasta invisibles horizontes. Para hacerlo, es momento de comentar un rasgo del modelo original de Bentham, que no mencioné antes: resulta que en éste, las ventanas del puesto del vigilante están hechas de un material que le permite a él ver a los presos sin que ellos lo vean, e incluso sin que sepan si en realidad se encuentra en su puesto, observándolos, o si ha abandonado el lugar para irse a casa. De esa manera, el vigilante se convierte en una especie de mirada omnisciente que los presos interiorizan y que cargan siempre sobre sí (además, como el vigilante puede o no estar ahí físicamente, el panóptico significa un gran ahorro en sueldos de personal para la institución carcelaria).

Pues bien, mi segunda anécdota, que tiene que ver con esto, es la siguiente. Resulta que en mi escuela, como en tantas otras, los niños éramos divididos en grupos que se identificaban con letras, en mi caso AB y C. Todos sabíamos que los alumnos del A eran los más aplicados y mejor portados (puedo decir que en mi recuerdo eran también los más peinaditos); en el otro extremo, los del C éramos los más inquietos, los menos aplicados e incluso los menos dotados académicamente (y claro, los menos preocupados por permanecer peinados); los del B eran un nivel intermedio entre ambos. Está de más decir que cuando se trataba de concursos académicos entre los tres grupos, ganarles a los del A e incluso a los del B, significaba para los del C (o para mí, al menos) sobreponernos a una especie de humillación siempre latente.

Pues bien, no hace mucho tuve la oportunidad de platicar con uno de los directores de aquellos años. Para mi enorme sorpresa, me contó que los grupos siempre habían sido conformados al azar, sin que mediara ninguna característica personal en las decisiones: nada de mayor capacidad intelectual, ni medios sociales distintos, ni diferencias de comportamiento: ¡nada! Todo eso era ─me dijo─ una especie de mito que corría de forma inevitable entre los estudiantes y que los hacía autoclasificarse de esa manera, provocando conductas como las que describo.

¡Quién sabe cuántas cosas habrá determinado aquel “detalle” en nuestras vidas! Debo decir que todavía mantengo un chat de amigos con aquella generación, y en él aún aludimos a esas diferencias. Lo hacemos con humor, pero hay amigas y amigos que recuerdan, por ejemplo, su paso por el grupo A como una experiencia angustiante, de competencia feroz, depresión y estrés constantes. Por otra parte, si doy mi testimonio como alumno del C, debo confesar que no puedo dejar de asociar esta letra con ser flojo y un poco tonto (lo cual, por otra parte, siempre me abrió grandes oportunidades de diversión).  La mirada omnipresente del panóptico foucaultiano sigue de alguna forma dentro de mí.

*

¿Cuántas arbitrariedades como esas unen y separan a los niños? ¿Por cuáles caminos prestablecidos llegan a conocerse unos a otros, o a desconocerse? ¿Cuántos prejuicios operan para que decidan a quién quieren acercarse y a quién no, configurando no sólo el universo social que los acompañará por largo rato sino distorsionando el sentido mismo que tiene y tendrá en sus vidas el tomar decisiones? Una tercera historia personal me permitirá darles la vuelta a estas preguntas e intentar responderlas de forma positiva, buscando una salida a esas rutas inconscientes que determinan nuestras relaciones y comportamientos. Se trata de un ejercicio que un grupo de personas llevamos a cabo hace muchos años en una escuela de la Ciudad de México. Formaba parte de un amplio proyecto llamado Taller de Integración, que habíamos creado con la simple intención de apoyar la convivencia entre estudiantes de cuarto y quinto grados de primaria, y de explorar prácticas de comunicación e inclusión. Mediante charlas, juegos y dinámicas de grupo, aspirábamos a aportar nuevos canales de encuentro entre niños que se mantenían separados entre sí por motivos de los que ellos mismos no eran conscientes.

El ejercicio en cuestión consistía en trazar una raya al centro del aula, con los niños colocados en torno. Los maestros hacían una pregunta: “¿A quién le gusta la música?”, y en vez de decir “A mí”, los niños debían colocarse sobre la raya. Era una forma de crear efímeros grupos con quienes estaban unidos por esa característica. Si bien al principio las preguntas convocaban a un montón de niños a ir a la línea, poco a poco apuntaban hacia inclinaciones menos comunes (¿a quién le gusta pintar?, ¿a quién le gusta tener momentos de soledad?) hasta aludir a condiciones íntimas (¿quién ha perdido a un ser querido?, ¿quién siente enojo con frecuencia?). Los niños sobre la raya formaban ahora grupos más reducidos, y teníamos la esperanza de que algunos pudieran identificar coincidencias que los unían con compañeros que no eran sus amigos, o a los que rechazaban, o incluso con quienes tenían una relación de bullying. Recuerdo bien que una de nuestras principales dudas era hasta dónde podíamos llevar las preguntas sin violentar la intimidad de nadie.

Años después tuve la fortuna de ver repetido este ejercicio ─que, por cierto, no habíamos inventado nosotros─ en un experimento social en el que ocurría lo mismo, sólo que con mayor cantidad de gente, toda adulta. El objetivo era evidenciar las coincidencias que había entre habitantes de distintas zonas de una ciudad conflictiva. En un inicio los participantes formaban seis o siete grupos, unidos por edad o por medio social, no recuerdo. Comenzadas las preguntas, los grupos se iban disolviendo para formar otros con nuevas características (los que eran hijos únicos, los que habían perdido un hermano, etc). Resultaba conmovedor ver a toda aquella gente desplazándose por el gran salón para formar conjuntos con nuevas e inesperadas diversidades. De todo aquello tengo dos recuerdos entrañables: la imagen de un motociclista gigantón, vestido de cuero oscuro y con todo el cuerpo tatuado, agachándose para recibir el abrazo de una anciana de aspecto tímido y conservador, y llorando juntos por haber coincidido en no sé qué pregunta. La otra imagen conmovedora fue la de un chico que recorrió el escenario, él solo, para colocarse tímidamente al centro, único participante que respondía a la pregunta: “¿Quién de ustedes es bisexual?”

Creo que es un ejercicio que todos deberíamos hacer en nuestras comunidades. La educación que yo quiero lo incluye definitivamente. No sé a ciencia cierta si esta interacción puede abrir ventanas oxidadas en nosotros y hacernos pensar y actuar distinto. Quiero creer que la anciana y el motociclista nunca volvieron a ser los mismos después de aquel abrazo; que al verse uno reflejado en otro, ambos derrumbaron grandes prejuicios sobre sus diferencias. Quiero también pensar que alguno de nuestros estudiantes del Taller de Integración se dio la oportunidad de acercarse a algún compañero “desconocido” después del juego aquel. Quiero creer que dinámicas como ésta pueden abrir vías de solución a problemas, por ejemplo, al bullying, el cual presumiblemente opera cuando una persona no se quiere ver reflejada en otra.

Tal vez este ejercicio no sea suficiente para revelar a los participantes que llevan dentro de sí una mirada vigilante que los persigue y los induce a creer ciertas cosas. Para mí, bastaría con que les permitiera vislumbrar que nuestros atributos y experiencias están más repartidos de lo que creemos, y les dejara sospechar que los seres humanos estamos más unidos unos con otros que con ese deber omnisciente que se la pasa vigilándonos.

Quisiera, en última instancia, volver al inicio de este texto y pararme frente a aquellos niños de mi preprimaria para gritar con voz tierna y firme: ¡Rompan filas! Algunos de ellos se quedarían con sus amigos recién conocidos, pero otros seguramente se irían a rondar por ahí, atraídos por una mirada, una sonrisa o una estatura diferentes.

Todos se sentirían súbitamente libres. En nuestro mundo hipervigilado, eso resultaría un respiro insondable.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/el-modelo-panoptico-en-las-escuelas/

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Los libros de texto más revisados de la historia

Por: Abelardo Carro Nava

 

Considero que los libros de texto gratuitos de la Nueva Escuela Mexicana han sido los más revisados de la historia

En esta primera semana de actividades del ciclo escolar 2023-2024, tuve la oportunidad de visitar diversas escuelas primarias para dialogar con directivos y maestros sobre algunos temas relacionados con la formación inicial de estudiantes de las escuelas normales; el diálogo, tan rico como lo es con quienes viven a diario las bondades y vicisitudes de nuestro intricado Sistema Educativo, favorece el intercambio de puntos de vista sobre los diversos acontecimientos, en este caso, de la educación básica. Destaco tres momentos que me parecieron importantes, a propósito de los tan comentados, revisados y analizados Libros de Texto Gratuitos (LTG) de la Nueva Escuela Mexicana (NEM).

En primer lugar, retomo algunas ideas de la conversación sostenida con una maestra a la que, en este ciclo escolar, le asignaron tercer grado; desde luego, el intercambio de miradas me permitió comprender el tránsito que paulatinamente se irá dando pues, de un libro de texto totalmente prescriptivo que les era entregado a los profesores, la posibilidad de generar otras propuestas me sigue pareciendo bastante, pero bastante pertinente.

Recuerdo con claridad que la profesora hablaba de una lectura contenida en el Libro Múltiples Lenguajes titulada “El ki de Zamná”. Hago un breve paréntesis para señalar que este texto se encuentra en la página 28, su autor es Omar Alfredo Nieto Arroyo y, entre otras cosas, narra lo que sucedió cuando la niña Yolanda ve a un compañerito suyo, Zamná, en el mercado de artesanías de Mérida, Yucatán, pues los papás de este último eran artesanos y se dedicaban a la venta de tapetes, bolsas, zapatos, hamacas y sombreros de fibra de henequén. Con este referente, esta maestra describía la forma o manera en que desarrollaría un proyecto con sus alumnos pues, como ella misma lo reconoció, había cosas que desconocía, por ejemplo, cómo es que se producía el sisal y cómo es que éste terminaba en un accesorio que a veces usamos; también, que en Yucatán el henequén es conocido como ki porque así se dice en maya, y que éste también puede producir combustible para los autos; aunado a que también desconocía que había una historia de un dios llamado Zamná que fue herido con una espina de henequén. En fin, el que no conociera a profundidad sobre tales cuestiones la había llevado a indagar más sobre el tema, por ejemplo, en qué región de Yucatán se trabaja el henequén y cuál era su ubicación geográfica, si éste era originario de ahí o en qué otros países se producían sombreros, bolsas u otros accesorios a partir del ki, si éstos eran exportados y cuál era su costo, y si la historia del dios Zamná tenía otras aristas o diversas interpretaciones entre los lugareños, etcétera, etcétera, etcétera. Y bueno, como decía, el proyecto ya lo tenía en mente, solo faltaba trabajarlo para que en su momento lo pudiera desarrollar con sus alumnos.

Otro momento, un tanto similar al anterior, lo recogí de un diálogo muy interesante que se estaba dando en un colectivo docente sobre un tema y dos proyectos contenidos en los Libros Proyectos de Aula y Comunitarios de primer grado. La conversación giraba en torno al vínculo que se podía o no establecer entre dos proyectos, uno denominado Nombrario de grupo (Proyectos de aula) y el otro Nuestras manos hablan (Proyectos comunitarios). Hago un paréntesis para señalar que, el primer proyecto tiene como finalidad que los alumnos conozcan más sobre la escritura de su nombre, su significado y las letras que lo componen; mientras que en el segundo se plantea que los estudiantes elaboren un fichero de frases en lengua de señas mexicana, que podrían ser compartidos con la comunidad. Y bueno, retomando la conversación, recuerdo que los profesores brindaban sus puntos de vista sobre los Contenidos y Procesos de Desarrollo de Aprendizaje del Campo Formativo de Lenguajes y, como parece el obvio, sobre el vínculo que podría realizarse con los LTG; sin embargo, lo que me pareció más interesante fue la intención de vincular los proyectos contenidos entre estos dos libros de texto, cuyas actividades podrían ser ajustadas para que, por un lado, los niños trabajaran la escritura de su nombre, pero también, el conocimiento del abecedario en lengua de señas mexicana y la enorme posibilidad de comenzar a identificar las letras de su nombre a través de las manos a partir de la escritura de las letras que lo componen para, finalmente, exponerlo a los padres de familia y/o colocarlos en algún lugar en la entrada de la escuela para que cualquier persona de la comunidad que caminara por ella se detuviera a observar el material elaborado por los pequeños.

Un momento más que, desde luego me pareció interesante, fue el diálogo que observé y escuché entre el colectivo docente de otra escuela primaria; la conversación versaba sobre la incertidumbre de trabajar siempre por proyectos en las aulas, sin considerar otras alternativas desde las cuales, a decir de los profesores, se podría hacer énfasis en una disciplina y no en el proyecto como tal. Obviamente yo esperaba que el director, en ese momento, señalaría que en lo sucesivo se trabajaría por proyecto, porque así lo mandataba la NEM, el Plan de Estudios o LTG, pero craso error de mi parte, sucedió lo contrario, y no solo eso, recomendó varios materiales u otras alternativas para reforzar algunas áreas del conocimiento que era necesario profundizar para atender lo que el mismo diagnóstico iría arrojando durante la primera y segunda semana. Esta apertura desde luego que me pareció bastante pertinente porque, precisamente, un elemento fundamental para el desarrollo del trabajo docente parte de los resultados del diagnóstico y no de la imposición a rajatabla de una propuesta educativa que, por ejemplo, puede ser extraordinaria, pero que no lo podría ser tanto si es que no se parte del conocimiento de los alumnos, su contexto, etcétera. En consecuencia, el emplear o no los LTG dependería de las actividades que diseñaría o planearía el maestro para sus alumnos.

Sí, considero que los LTG de la NEM han sido los más revisados de la historia, al menos, de la historia de mis poco más de 25 años de servicio; en consecuencia, pienso que la revisión más importante es la que he descrito en párrafos anteriores, donde cada uno de estos agentes educativos que tienen la enorme responsabilidad de coordinar el proceso de enseñanza y aprendizaje, como parece obvio, tienen la última palabra; desde luego que esto no significa que lo narrado sea una generalidad que ocurre en todo México, lo que estoy diciendo es que estos actores son quienes toman decisiones previa valoración de ciertos factores que intervienen en dicho proceso. Entonces, ¿por qué no confiar en las maestras y los maestros?, ¿por qué denostar y menospreciar el trabajo que han hecho en los LTG?

Sí, considero que los LTG de la NEM han sido los más revisados de la historia, al menos, cada semana leo, veo y escucho una cantidad importante de conversatorios, foros, notas o artículos en las redes sociales, lo cual me parece extraordinario, porque en unas semanas subió el promedio de lectura nunca antes visto en nuestro país, y eso que desde la derecha se quejan que no se lee mucho en México. Vaya, hasta ellos han conocido un libro de texto gratuito, lo cual me parece doblemente extraordinario porque, sin duda, podrán arengar su quema o no distribución en las escuelas, pero de que los han leído los han leído; bueno, eso espero.

Sí, considero que los LTG de la NEM han sido los más revisados de la historia, y qué bueno… qué bueno.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Los libros de texto y las patas de la cama

Por: Luis Hernández Navarro

Si Carlos Monsiváis viviera, con toda seguridad la cita ocuparía un lugar en su columna Por mi madre, bohemios. Ante la presión de las organizaciones de padres de familia que en Tabasco objetan los libros de texto, Carlos Manuel Merino, gobernador de Tabasco, dijo que los materiales se entregarán en las escuelas de la entidad, y será decisión de los progenitores permitir que sus hijos los usen o se ocupen para aguantar las patas de la cama (https://shorturl.at/foBI4).

El piloto aviador que despacha como mandatario interino en el Edén, añadió: Si alguien no quiere usarlo porque ya estudió el contenido y tiene un juicio de valor ya justificado, pues que lo guarde en su biblioteca.

Cuando en Villahermosa los padres de la escuela primaria Alfonso Caparroso levantaron firmas para evitar la distribución de los volúmenes, el mandatario les espetó: Creo que tenemos una oposición destructiva y sin sentido.

No es esta la única expresión de descontento sobre este asunto con la que el capitán Merino se ha topado. Denominaciones evangélicas que proliferan en el estado y objetan la ideología de género marcharon el 6 de agosto y entonaron cánticos en el municipio de Cárdenas contra el aborto y los libros de texto. En sus discursos, defendieron proteger la vida desde el momento de la concepción y garantizar el acceso a una educación basada en principios morales y religiosos.

Apenas hace unos días, los mentores de la escuela Ponciano Arriaga, también en Cárdenas, decidieron desechar los materiales y tirarlos afuera de la dirección escolar.

Hay quienes los rechazan desde el catolicismo. Fredy Lanestosa Contreras, delegado nacional de padres de familia, anunció: Hemos decidido en el sureste que no vamos a respaldar la entrega de los libros escolares porque traen datos y temas nocivos contra los niños, que van a hacerles daño. Pidió regresarlos a la Secretaría de Educación en Tabasco (Setab), e incluso, cerrar escuelas.

Aunque los ejemplares ya se entregaron en la entidad, según el dirigente de la Alianza de Familias por Tabasco, Raúl Álvarez Constantino, la jueza sexta de la Ciudad de México, falló a favor de su asociación suspender su distribución porque las autoridades educativas no cumplieron con los procedimientos para la elaboración de planes y programas de estudio.

Expresiones del descontento de grupos confesionales pueden encontrarse también en centros escolares de otras entidades del sureste. El 1º de septiembre, un grupo de padres de familia y habitantes de la comunidad de Yalentay San Joaquín, municipio de Zinacantán, Chiapas, ingresaron a la primaria Primero de Mayo de esa localidad y le prendieron lumbre a los libros del diablo.

En Kantunilkín. Quintana Roo, los padres del plantel Héroes de Chapultepec devolvieron los volúmenes porque corrompen la integridad de las familias, al fomentar otras preferencias sexuales. Según Juan Ismael Chi Cab, un papá, normalizan el homosexualismo, el lesbianismo y hasta ciertas actividades rituales que atentan contra la religiosidad de las personas. En Tulum, los de la escuela Juana de Asbaje, regresaron 200 libros con contenidos inapropiados. En Chetumal protestaron frente a la Secretaría de Educación en rechazo de los contenidos.

En Campeche, la comunidad evangélica levantó la voz. El presbítero Alfonso Durán Moo advirtió que no pueden permitir que se corrompan los correctos momentos de enseñanza, pues los niños no deben estar al tanto de la actividad de una prostituta heterosexual y una transgénero, o hacer llamados a Satán, como se hace en los libros (https://shorturl.at/dgBT6).

Existe descontento también en Nuevo León, escenario de una intensa batalla jurídica, política y mediática entre organismos civiles, religiosos y empresarios, que ha pasado por diferentes etapas entre estos actores y el gobierno local, que tiene en contra una abrumadora crítica social por sus malabares para rechazar clara y tajantemente los materiales. El desenlace provisional apunta a una negociación, con resultados que se justifican como producto de una mesa de trabajo con expertos que revisó el tema desde junio.

Pese a que la Unión de Padres de Familia aseguró que el Poder Judicial le otorgó un amparo que obliga a usar los libros del ciclo escolar pasado, el gobierno estatal dio a conocer los nuevos lineamientos a través de la secretaria de Educación, Sofialeticia Morales, y del secretario de Gobierno, Javier Navarro. Los funcionarios anunciaron que no se entregará el material didáctico que corresponde a los maestros –que son los que determinan el plan de estudios–, pero sí se repartirá el destinado a los niños.

Según los secretarios, hay que proporcionar los libros a los menores porque es una obligación legal hacerlo y no se debe retrasar su trabajo. Y se retienen los de los profesores, presentes en Libro sin recetas, debido a que contienen un mayor contenido ideológico o adoctrinante. En sustitución de éstos, se pide a los docentes que usen el del ciclo escolar pasado y se guíen por su conocimiento, hasta en tanto no se refuercen las orientaciones didácticas y pedagógicas y se acuerde suprimir las referencias históricas que no tuvieran un contexto real o estuvieran equivocadas.

La batalla fuera de las aulas por la distribución y el uso de los libros de texto gratuitos está lejos de dirimirse. Los ejemplos reseñados son una pequeña muestra de lo que sucede en el país, y que van del nivel micro de escuelas y regiones al de la definición de políticas de gobiernos estatales, muestran la subsistencia de una problemática, política y religiosa, diversa y compleja. Como decía Yogi Berra: Esto no se acaba hasta que se acaba.

Fuente de la información:  https://www.jornada.com.mx

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Nuevos rostros de la barbarie patriarcal en el capitalismo. El cerco a la coeducación

Por: Conversación sobre historia

Nuevos rostros de la barbarie patriarcal en el capitalismo. El cerco a la coeducación.

Los sistemas educativos son un componente clave en la arquitectura de las sociedades modernas cuyas bases se encuentran en el contrato social y en contrato sexual, pactos que, de facto, institucionalizan la subordinación de las mujeres, la mitad de la humanidad. El acceso a la producción y distribución del saber ha sido, por tanto, hasta época reciente, una atribución privativa de los varones y, como institución inserta en la sociedad, el artefacto educativo no es ajeno ni a la lógica patriarcal ni a la capitalista. La coeducación secuestrada, crítica feminista a la penetración de las ideologías transgeneristas en la educación, analiza cómo el ideario transgenerista forma parte de la embestida del exitoso tándem patriarcal-capitalista en el siglo XXI.

Maria  Engracia Martín Valdunciel
Universidad de Zaragoza
villares-galicia-libro

Patriarcado y androcentrismo

Inicialmente, como es ya sabido, la educación fue privilegio de élites (masculinas); no hay más que recordar, por ejemplo, la casta de los escribas, la paideía griega o la tradición escolástica. La instrucción, tal y como la conocemos hoy, fue incluyendo a diferentes capas sociales en los albores de la modernidad capitalista para responder a las necesidades políticas y productivas de los países. Pero más allá de transmisión de conocimiento y valores que sostienen las sociedades, la formación y la construcción de saber implica relaciones y posiciones diferenciadas entre sujetos y grupos sociales. Estamos ante un auténtico bastión de los sistemas de poder, entre ellos, el primigenio, el patriarcal. ¿Qué ha ocurrido con la educación de las mujeres? El patriarcado conceptualizó y situó aquellas en el ámbito de la naturaleza y de la sinrazón; las mujeres fueron definidas como no-sujeto y por tanto excluidas como colectivo —hasta época muy reciente y aún hoy en muchos países— del logos y de los espacios públicos. Así, la definición del mundo y sus relaciones ha sido producto de una élite de varones, aunque esa circunstancia no ha impedido que el conocimiento sesgado y parcial generado en diferentes ámbitos de saber se haya calificado, erróneamente, de “neutro”, “objetivo” o “universal”, constituyendo un entramado ideológico-político que reproduce y legitima el patriarcado. La falta de formación, así como su alejamiento de los ámbitos de conformación de ideas, ha jugado como factor clave de opresión de las mujeres: ha dejado a la mitad de la humanidad sin posibilidad de tomar conciencia de su estatus subordinado, huérfana de genealogía y referentes y, al mismo tiempo, sin sentido de su capacidad y fortaleza para hacer propuestas intelectuales y políticas mas justas. Por consiguiente, el acceso al saber y la posibilidad de conceptualizar ha sido, es, una reclamación constante en la historia feminista como medio de lograr autonomía intelectual y base para proponer proyectos políticos. Así ocurrió, explícitamente, desde M. Wollstonecraft —referente polémico del misógino fundador de la pedagogía moderna, JJ. Rousseau — o el movimiento sufragista.

Han pasado varios siglos y el contexto social y político ha cambiado. Sin embargo, en pleno siglo XXI el libro La coeducación secuestrada, crítica feminista a la penetración de las ideologías transgeneristas en la educaciónpublicado por Octaedro en noviembre de 2022llama la atención sobre las nuevas estrategias que adopta el patriarcado en el actual capitalismo desbocado para seguir subordinando y explotando a la mitad de la humanidad, centrando su atención, especialmente, en los procesos relacionados con la producción, distribución y acceso al saber.

Invitadas a espacios de saber-poder patriarcal

A lo largo de los siglos XVIII y XIX la educación pasó por diferentes procesos y etapas. Pero se mantuvo, y mantiene, vigente una “doble verdad” que afecta a las formas de concebir la convivencia y la educación: lo que es adecuado para los niños no lo es para las chicas. Y viceversa. En consecuencia, la escuela segregada que inaugura la modernidad implicó espacios  y conocimientos diferenciados para los dos sexos: instrucción, autonomía y prestigio para ellos y moralidad, servidumbre y falta de reconocimiento para las niñas. Mientras los niños conocían temas relacionados con la producción o la organización de la esfera pública las niñas aprendían tareas domésticas. La escuela mixta actual, que acoge a ambos sexos, chicos y chicas, tomó cuerpo ya avanzado el siglo XX y cuenta con un único currículum, el masculino, el conocimiento prestigiado. De forma general, la academia ignora la investigación feminista, no le concede crédito, y la selección de contenidos en la cultura escolar sigue haciendo, aún hoy, caso omiso de la historia de las mujeres, y de aquellos saberes asociados históricamente al sexo femenino, deslegitimando, de hecho, su sentido y utilidad y, por ende, el estatus de las mujeres —más de la mitad de la humanidad—  como sujeto político. Como parte de la sociedad, la institución escolar no ha permanecido ajena ni a la lógica neoliberal ni a la “reacción patriarcal” que se viene desarrollando desde el último tercio del siglo pasado, como  señalaba Susan Faludi.

Vindicación de los derechos de la mujer. 1792 Mary Wollstonecraft defendió ya en el siglo XVIII, frente a JJ. Rousseau, que sólo existe una naturaleza, una razón, una virtud… por tanto, debería haber una única educación para los dos sexos.

El currículum oculto

Es preciso recordar que los organismos educativos, como la sociología crítica ha puesto de manifiesto, son complejos, pueden reproducir el statu quo o bien propiciar pensamiento crítico y transformación social, o ambas cosas. Porque la escuela no es una burbuja ajena al mundo, forma parte de la sociedad, supone un campo de fuerzas en el que los sujetos pueden articular, debatir, confrontar, etc., formas de entender, organizar y habitar el mundo. Aunque el acceso a la educación es, sin duda, un logro importante para las mujeres —de hecho, es conocido que en la actualidad sus resultados académicos son superiores a los de los varones—  la investigación feminista ha evidenciado desde el siglo pasado que la escuela es un artefacto cuyos presupuestos históricos, epistemológicos, pedagógicos y socioeducativos coadyuvan a reproducir (entre otras) la desigualdad entre los sexos  ¿Cómo reproduce la escuela la jerarquización entre varones y mujeres? Mediante mecanismos diversos: desde la persistencia de un currículo androcéntrico, que falsea los contenidos en su conjunto e invisibiliza la aportación y las experiencias históricas de las mujeres, hasta la socialización sexista, la organización de los tiempos y los espacios escolares, la diferente interrelación entre profesorado y alumnos y alumnas, las desiguales expectativas respecto a unos y otras, etc., etc. De ahí, que desde el feminismo se hayan reclamado propuestas coeducativas más justas e igualitarias entre los sexos para hacer frente a uno de los pilares del poder patriarcal: desde la denuncia del androcentrismo del saber-poder académico —y por tanto la necesidad de reformular y repensar desde sus cimientos los campos  de conocimiento o los textos escolares— a propuestas que permitan abordar las formas de relación sexista y organizar tiempos y espacios para no subordinar —repetimos—a más de la mitad de la sociedad.

Un mundo de subjetividades desbocadas

En el momento presente el totalcapitalismo triunfante supone la hegemonía de la racionalidad económica a todas las esferas de la vida ya que afecta a las relaciones sociales o la comprensión del propio yo. Los potentes procesos civilizatorios neoliberales tienden a exacerbar la individualidad, el narcisismo, el sujeto deseante sin límites, ajeno a propuestas de emancipación colectiva. Al mismo tiempo, conocemos bien cómo afecta esa lógica a los Estados, la merma de servicios sociales o la privatización del derecho de la mano de organismos como la OMC o corporaciones que sustentan el orden económico global,  tecno-ciencia, Big Pharma, GAFA, etc. Insisten en que nos encontramos en el mejor de los mundos posibles y no cabe sino adaptarse y ser flexibles. Sin embargo, la actual gobernanza y aséptica gestión liberal, basada en mitos, como la libertad de elegir, o el consentimiento, no cuestiona la correlación de fuerzas, por tanto es funcional a los intereses del capital y del patriarcado. Por otro lado, la racionalidad crítica o el pensamiento reflexivo se perciben  como amenazas mientras el capitalismo subraya e incentiva la subjetividad de las personas. No es casual: la emocionalidad es modulable y útil a la lógica y necesidades del capital y del patriarcado. Todo ello impele a los sujetos, ayunos de análisis estructurales, a comprenderse y comportarse no en función de sus condiciones materiales de existencia, de la posición objetiva en las relaciones de poder económico, político o social, sino en relación con su subjetividad. Si acordamos con ciertas perspectivas y análisis sociológicos que el producto mejor elaborado por el capitalismo —y, desde antes, por el patriarcado— es el sujeto podremos comprender hasta qué punto pueden resultar peligrosas para la convivencia democrática propuestas basadas en sentimientos o deseos. En esta línea, la lógica que se nos propone para entender y habitar el mundo, por ejemplo, es que una mujer prostituida nada tiene de objetable porque, supuestamente, ha elegido o consentido su situación de explotación / esclavitud.

Material sobre “identidad de género” en escuelas de infantil y primaria. La coeducación secuestrada…(réplica, p. 104) Fuente imagen: Contra el borrado de las mujeres

Privatización del derecho

En la lógica neoliberal, como apostillaba la señora Thatcher, no existen armazones y condicionantes sociales, sólo hay sujetos, únicos responsables de sus éxitos o fracasos. Por supuesto, en el marco del presuntuoso relativismo cultural y moral dominante no caben análisis de las estructuras de dominación patriarcal / capitalista y menos aún invocar el cumplimiento de universales, como los  derechos humanos, o apelar a la ética pública o a la justicia sexual y social para problematizar los sistemas de explotación —porque, desde esas posiciones papanatas, responderían a inadmisibles perspectivas esencialistas y colonialistas—.  Así nada tiene de extraño que el extractivismo suicida del capitalismo y del patriarcado apenas encuentren obstáculos para expandirse e intenten legitimarse mediante políticas que privatizan, en realidad, el derecho. Ocurre, por ejemplo, cuando el histórico privilegio de los varones de violar mujeres y menores se blanquea, de facto, como derecho cuando se propone la regulación del sistema prostitucional o cuando no se acometen medidas para su abolición —que no prohibición— ;  también, cuando el deseo de ser padres o madres permite reglamentar el derecho a la explotación reproductiva de mujeres y la compra -venta de criaturas.  Lo propio acontece con el Movimiento de Orgullo Pedófilo que intenta blanquear y, en su caso, legalizar, la explotación sexual de menores. Y sucede cuando la minoría transgenerista pretende que el sexo sentido (signifique eso lo que signifique) sea convalidado jurídicamente, invocando para ello acuerdos carentes de validez jurídica  (Principios de Yogyakarta) que no son vinculantes para los países. Estamos ante un nuevo y peligroso ensamblaje de derechos promovido por organismos internacionales y lobbies de “industrias” de la explotación humana, a menudo en conexión con redes criminales, que no encuentran resistencia dentro de los Estados y que, no por casualidad, afectan específica y negativamente a las niñas y mujeres comprometiendo la agenda de igualdad. Constituyen los nuevos rostros de la barbarie patriarcal capitalista que el feminismo impugna de forma radical. En esta línea,  La coeducación secuestrada…supone una denuncia valiente y oportuna que viene a arrojar luz sobre las implicaciones de la doctrina transgenerista en el contexto educativo.

La coeducación secuestrada…

La obra es resultado del trabajo colectivo de DoFemCo, un grupo de docentes formado en julio de 2020 a partir de la “preocupación compartida por el avance de las ideas contrarias a los derechos de las mujeres” y su impacto en la educación.  Sus integrantes organizaron entre el 19-21 de noviembre 2021 el primer Congreso DoFemCo que tuvo una repercusión notable, síntoma de que la inquietud y sensibilidad por los temas tratados eran compartidas por diferentes profesionales relacionados con el mundo educativo.  La coeducación secuestrada…es fruto pionero de todo el esfuerzo de formación, difusión  e investigación desarrollado por el colectivo a lo largo de estos años.

Con la finalidad de comprender el fenómeno transgenerista, las autoras rastrean en el primer capítulo la genealogía del ideario: su caldo de cultivo no es otro que el tardocapitalismo patriarcal y la infraestructura tecnológica que lo sostiene: plataformas electrónicas, videojuegos, “redes sociales”, influencers, youtubers, etc.,  han resultado factores clave a la hora de canalizar ideas irracionales presentadas como transgresoras — tales como que se puede nacer en un cuerpo equivocado—  y un medio idóneo de captación de chicos y chicas, analizan las autoras. Los mantras que se divulgan en redes, en los media, en la industria del entretenimiento… constituyen un “prêt à porter” de uso corriente, cuyos fundamentos teóricos se encuentran en posiciones del posestructuralismo francés y el desarrollo de los “estudios de género” de la academia anglosajona. Los presupuestos de Judith Butler relativos al origen construido tanto del sexo como del género, —ambos performativos— y, por tanto, su posibilidad de intercambio, se encuentran entre sus conjeturas más exitosas. El discurso transgenerista confía en la teatralidad y en la capacidad performativa de un neo-lenguaje  mágico e irracional  (“infancia trans”, “mujeres con pene”, “varones embarazados”) para desafiar la realidad contrastable al tiempo que propone nuevas etiquetas normativas (cis /trans) o tergiversa conceptos como género.

Género, categoría analítica.

Ocurre que en la política, en los medios de comunicación o en el ámbito educativo se está  asociando o identificando—errónea e interesadamente— feminismo / transgenerismo cuando tanto la historia, la teoría política o la agenda feminista, por un lado, y los presupuestos y objetivos de las minorías transactivistas, por otro, son abiertamente divergentes. El feminismo es una ética y política de transformación social que lleva siglos trabajando por sociedades más justas, cuestionando, por tanto, el patriarcado y el capitalismo. Por su parte, el transgenerismo es un ideario centrado en el individuo, la diferencia, las identidades, el deseo o las “disidencias sexuales” (queer) cuyas propuestas están resultando muy funcionales a ambos sistemas de poder.  Por tanto, se está despistando insidiosamente a la profesión docente y a la ciudadanía. La coeducación secuestrada … intenta arrojar luz sobre esa engañosa ceremonia de la confusión. En ese proceso de desorientación, el falseamiento de conceptos como género es relevante.

Para la teoría feminista, género es una categoría analítica clave ya que ha permitido, y permite, identificar los mandatos, los roles sexuales,  etc., que el primer sistema de dominio — el masculino— impone a varones y mujeres a partir de su sexo. Hablamos, por tanto, de una construcción social y cultural que —esto es importante— constituye un medio para subordinar y escamotear derechos y recursos a las mujeres. En otras palabras: para el feminismo la diferencia biológica entre machos y hembras de la especie humana no debe traducirse socialmente en merma de derechos y oportunidades para las mujeres.  Por consiguiente, un objetivo feminista ha sido y es erradicar esos mandatos y roles sexuales (no existen “juegos de niños y juegos de niñas”, por ejemplo) para promover el libre y pleno desarrollo de la personalidad tanto de mujeres como de varones.

¿Qué entiende por género el ideario transgenerista? Algo completamente diferente y, además, contradictorio: una identidad innata (identidad de género) y, al mismo tiempo, cambiante, en cualquier caso, elegible. Desde supuestos confusos e incompatibles el transgenerismo defiende los roles sexuales, el sexismo y neurosexismo más rancio, —por ejemplo, la existencia de “cerebros rosas y azules”; “juegos de niños y juegos de niñas”— reclama libertad de elegir,  —libre autodeterminación de sexo— y exige que este deseo cuente con aval jurídico. Esta posición resulta muy problemática por cuanto choca con la arquitectura legal actual y es especialmente dañina para los derechos de las mujeres y para la infancia, amén de que tiene profundas repercusiones en la ética sanitaria o el sistema educativo, como se examina y alerta a lo largo de las páginas de La coeducación secuestrada…

Rachel Levine, doctora “transgenero”, Subsecretaria de Salud en el gabinete de J. Biden (foto: La Vanguardia)

Oscurantismo y negacionismo.

Como se ha avanzado, en pleno siglo XXI el saber poder patriarcal apenas se cuestiona —tanto en la academia como en la escuela— mientras la socialización sexista acumula nuevos formatos— como la normalización de la misoginia pornográfica, la cosificación de niñas y mujeres, por citar un fenómeno que afecta a la población escolar desde la infancia—.  Las declaraciones de igualdad ante la ley entre varones y mujeres son, de facto, un espejismo que opaca una realidad de jerarquía y poder masculino, como se hace evidente en las crecientes desigualdades que el desorden del capital y del patriarcado están generando; ante esta situación, parece lógico pensar en nuestras sociedades en una imprescindible reactivación de políticas sociales y educativas que puedan abordar el machismo.  Sin embargo, como previene La coeducación secuestrada… , lejos de esa posibilidad, se ha producido desde la última década el aterrizaje de las ideas transgeneristas en todos los niveles del medio educativo — colonizado por las políticas del management y la calidad y muy sensible a las leyes del mercado —que están ocupando espacios propuestos por el feminismo para abordar desde la pedagogía la desigualdad entre los sexos y tergiversando el sentido y la finalidad de la coeducación.  Hablamos de un discurso uniforme y global que florece tanto en sociedades liberales como en países conservadores, en USA o España como en Israel o Irán. No deja de ser, cuando menos, sospechoso, se señala en la obra, que países como EEUU, que no garantizan derechos básicos — hogar, salud o educación— a niñas y niños defiendan, sin embargo, un supuesto derecho de las criaturas “a autodeterminar su sexo”.

Las autoras explican cómo la ambigüedad y la contradicción son tónica dominante en el ideario transgenerista. Empezando por el acrónimo que lo identifica, lgtbi+,  que engloba —equívocamente— realidades muy diferentes y que reduce, definitivamente, a un borroso discurso. La obra deja patente el problema intelectual y político que supone un ideario negacionista de realidades empíricas, como la existencia del sexo biológico, para avalar ideas como, por ejemplo, que el género o el sexo pueden autodeterminarse. Advierten las autoras del libro de que su incursión en las aulas —procedente de otros medios, como el contexto sanitario— implica, primero, que se legitime el delirio y la irracionalidad y, además,  suponga un medio a través del cual se difundan al conjunto social ideas contrarias a la igualdad entre chicos y chicas.

Por supuesto, en modo alguno, se niega en el texto que nos ocupa la atribución de chicos o chicas a la construcción libre de la personalidad. En ningún caso se desecha la idea de que en sociedades profundamente sexistas y desiguales los y las jóvenes puedan tener problemas relativos a su ser y estar en el mundo. Lo que se defiende rotundamente en el libro es que, en su caso, los posibles desórdenes deben contar con asistencia especializada,  seguimiento, con información rigurosa a padres o madres, etc., no con un ideario mágico y confuso que atenta contra la salud de menores. No por casualidad —en sociedades profundamente machistas— el ideario trans afecta mayoritariamente a las niñas y a las chicas (tres de cada cuatro casos).

Manifestación en Madrid contra la «Ley Trans» (Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI) (foto: Alberto Di Lolli/El Mundo)

Por la puerta de atrás

Hay un hecho relevante que se analiza a fondo La coeducación secuestrada… y es el hecho de que el ideario transgenerista se viene incrustando en el medio educativo “por la puerta de atrás” —un modus operandi que es tónica dominante en otros países— sin apenas conocimiento, debate o reflexión del personal docente. Desde el conocimiento del medio, denuncian las autoras que las normas que se han implementado no responden en modo alguno a una demanda social prioritaria y se han elaborado sin los preceptivos  —por ley— análisis de impacto de género; por otra parte, tratándose de temas de igualdad, no resulta de recibo que se haya prescindido de las aportaciones de organizaciones feministas.

El ideario se ha extendido con rapidez asombrosa a través de cursos y programas de sensibilización para profesorado o equipos directivos con materiales de difusión elaborados por entidades con intereses transgeneristas. Añadamos, leyes, normativas y protocolos de obligado cumplimiento en centros y departamentos, tema al que se dedica un exhaustivo capítulo tercero. Medidas relevantes, advierten, porque afectan a toda la organización de la institución: formación de docentes, organización de espacios y tiempos escolares, currículo, tutorías, relación con familias, sanciones administrativas, etc.  El libro dedica varios capítulos a tratar ampliamente las implicaciones que tal ideario, y los protocolos que lo acompañan, tiene para diferentes protagonistas del espacio educativo y de la sociedad en su conjunto, especialmente, docentes, alumnado o padres y madres.  La educación secuestrada … deja patente la sospechosa facilidad, rapidez y multiplicidad de vías de acceso a diferentes niveles educativos que ha tenido y tienen las ideas transgeneristas camufladas bajo marbetes progresistas como “innovación”, “igualdad”  o“ampliación de derechos humanos”. En relación con esto último, señalan en el texto, resulta, cuando menos, un planteamiento chocante: los Derechos Humanos son universales, incluyen a todas las personas por el hecho de serlo: todos los seres humanos son titulares de esos derechos… independientemente de como se sientan. Paradójicamente, tal y como se expone en La coeducación secuestrada… leyes, protocolos e ideas transgeneristas suponen, de facto, una amenaza a la salud de la infancia, atentan contra la patria potestad de padres y madres o cuestionan la libertad de expresión y pensamiento del profesorado.

Por qué el ideario transgeneristas es contrario a la coeducación.

Veamos, de forma sintética, algunos puntos que la obra desarrolla:

* Porque es irracional, rechaza la realidad, como cuando niega el dimorfismo sexual de la especie humana y confunde conceptos y categoría como sexo y género. El género, como se ha indicado, no es una identidad  —como propone el transgenerismo— sino un sistema de jerarquización sexual contrario a una educación igualitaria, o sea, no sexista.

*Porque las ideas y normas transgeneristas, al invalidar la categoría sexo, dificultan la toma de datos de forma desagregada, cuestión fundamental para medir la opresión que genera el orden patriarcal sobre—no lo olvidemos— la mitad de la sociedad.

* Porque refuerza los roles sexuales que cosifican y deshumanizan a las mujeres; por ejemplo, al no nombrarlas o borrarlas (“cuerpos gestantes”,“personas sin próstata”, “útero portantes”, “personas menstruantes”) ; a través de discursos y prácticas como la publicidad sexista, la pornografía, la prostitución o la explotación reproductiva. Prácticas misóginas que  los grupos transactivistas apoyan.

* Porque al enfatizar las “identidades diversas” vela y enmascara la comprensión de la desigualdad estructural entre mujeres y varones y por tanto las formas de abordar el sexismo y la explotación. La “fluidez de identidades” no anula la jerarquía sexual, antes al contrario.

* Porque desde sus presupuestos no incide en la parcialidad intelectual, el androcentrismo,  baluarte del patriarcado, que lastra y falsea todo el conocimiento: de nuevo, invisibiliza y sustrae referentes a la mitad de la humanidad.

* Porque obstruye la práctica coeducativa al hacer depender medidas y proyectos igualitarios no de realidades contrastables, como el sexo de las personas, sino de sentimientos o deseos cambiantes.

* Porque da curso libre y resulta netamente funcional al capitalismo patriarcal más salvaje, a la experimentación, explotación y mercantilización de las personas. En otras palabras, legitima el lucrativo supermercado de la vida que sustenta el transhumanismo.

El dominio patriarcal no se equivoca

Llama la atención, sin embargo, que, frente al desvarío de discursos transgeneristas, la política sexual del patriarcado no se equivoca: cuando los miles de asesinadas en México son mujeres, cuando no dejan nacer a las niñas en Asia, cuando a quienes se impide ir a la escuela en Afganistan son niñas…No se confunde de sexo cuando explota y subordina a las mujeres: la brecha salarial, los techos de cristal, las dobles jornadas, la violencia sexual, los asesinatos, la pervivencia del sistema prostitucional, la precariedad en el empleo, etc., recaen, inequívocamente, sobre las hembras de la especie humana.

¿Hay que recordar que, en nuestro país, el terrorismo patriarcal ha segado la vida de más de mil mujeres entre 2003-2022 …? Sólo en lo que va de año llevamos 54 asesinatos… ¿Cuánta gente conoce que más de 40.000 mujeres viven actualmente en España con protección debido a la violencia machista.…? ¿Cuántas mujeres son violadas legalmente en el sistema prostitucional…?

Sin embargo, la doctrina transgenerista, que está suplantando los objetivos de la coeducación, vela esta feroz explotación y contribuye a su normalización. Así, propone arbitrar no una propuesta educativa democrática que combata esa violencia estructural, que se dirija a luchar por la equiparación de derechos y libertades entre chicos y chicas  —a ampliar los marcos de la convivencia democrática— sino que su objetivo es abordar la discriminación … según la “identidad o expresión de género” (signifique eso lo que signifique). Es decir, estamos ante propuestas involucionistas y antidemocráticas basadas en un ideario neoplatónico de almas y cuerpos que ceba un “sentido común” irracional, amén de una perspectiva sexista, individualista y mercantilista (identidades a la carta) sobre la realidad. Y, esto es relevante, bajo etiquetas como “diversidad” o “inclusividad” mantiene indemne o acrecienta la desigualdad sexual.

“La Iglesia ama a las personas trans” Boston, Mass. EEUU. Abril, 2023 (foto de la autora)

Por una educación pública, laica y feminista.

La coeducación secuestrada … es un audaz trabajo que llama la atención sobre cómo las normas transgeneristas han cosechado un sospechoso consenso político y mediático, tanto a escala global como en nuestro país. El discurso transgenerista cuenta con el apoyo de fuerzas progresistas como de iglesias y comunidades conservadoras. En España, como se analiza ampliamente en la obra que comentamos, se han aprobado este tipo de normas tanto en CC.AA gobernadas por el PP como por el PSOE —con el decidido apoyo de diferentes organismos y sindicatos—. Se trata de leyes que chocan de forma radical con la Constitución, con Convenios internacionales que velan por la equiparación de derechos de las mujeres, —y son de obligado cumplimiento para nuestro país—como CEDAW, 1979, la propia Ley 3/2007 o el Convenio de Estambul, 2011. Pero, además, atacan derechos de la Infancia y de padres y madres. Normas que se han publicado sin debate público, sin que la ciudadanía sea consciente de sus implicaciones y que — al penalizar la crítica vía administrativa, calificándola de “odio” o “fobia”— suponen una amenaza a la libertad de expresión, fundamento ineludible en sociedades democráticas.

En el horizonte, DoFemCo vislumbra algunas luces:  en primer lugar, las autoras destacan todo el trabajo intelectual y político que viene desarrollando el feminismo para impugnar el orden del patriarcado y salvaguardar el espacio democrático, tanto a escala nacional como internacional. Entidades como  Women’s Declaration Internacional (WDI), Confluencia Movimiento Feminista, o Alianza contra el borrado de las Mujeres lo corroboran. También señala el colectivo feminista como esperanzador el hecho de que algunos países, como Suecia, Noruega, Finlandia o UK  hayan empezado a revertir las políticas basadas en el ideario transgenerista — en este sentido, han resultado clave las críticas y  denuncias de las víctimas de las “reasignaciones de sexo”—de forma que su ejemplo de cordura quizá pueda cundir y verse secundado en nuestro país.  

 La obra, en definitiva, propone un reto, difícil pero necesario, al profesorado de cualquier nivel educativo: abrir y articular espacios de racionalidad crítica y de reflexión democrática —o sea, no sexista— en la institución tecnocrática y mercantil actual. Pero, además, La coeducación secuestrada… es un indispensable y documentado alegato a favor de libertades fundamentales  —expresión, pensamiento, cátedra— que no atraviesan hoy por su mejor momento.

Bibliografía básica

Ballarín Domingo, P. (2011). La educación de las mujeres en la España contemporánea (XIX-XX). Síntesis.

Bilek, J. (12 junio, 2023) La industria del género es preparación corporativa para el transhumanismo.  El Viejo Topo

 Cobo Bedia, R. (1995). Fundamentos del patriarcado moderno. Jean-Jacques Rousseau. Cátedra.

Con-Ciencia Social. (2023). Monográfico. Teoría, praxis feminista y educación crítica. N. 6

De Miguel. (2021). Ética para Celia, contra la doble verdad. Penguin Random House.

Estévez Araújo, J.A. (2016). La privatización de la regulación. Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, 135, 65-75

Faludi, S. (1993). Reacción, la guerra no declarada contra la mujer moderna. Anagrama.

Feminicidio.netInformes y cifras.

Lerner, G. (2019). La creación de la conciencia feminista, de la E. Media a 1870. Katacrak.

Spender, D., Sarah, E. (1993). Aprender a perder. Sexismo y educación. Paidós.

Subirats, M. y Brullet, C. (1988)Rosa y azul. La transmisión de los géneros en la escuela mixta. Instituto de la Mujer

Wollstonecraft, M. (2000).  Vindicación de los derechos de la mujer. Cátedra.

Reseña del libro  Carrasco, S. (Ed.) (2022). La coeducación secuestrada. Crítica feminista a la penetración de las ideas transgeneristas en la educación. Octaedro

Fuente: Conversación sobre la historia

Portada: HR Magazine

Ilustraciones: Conversación sobre la historia

Fuente de la información e imagen:  https://conversacionsobrehistoria.info

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El régimen de Boluarte continúa con la represión del movimiento popular de Perú

Por Enric Llopis

Entre las plazas Dos de Mayo y San Martín de Lima se produjeron, el pasado 30 de agosto, movilizaciones contra el ejecutivo de Dina Boluarte, informó el corresponsal de teleSur Ramiro Angulo.

Boluarte accedió a la Presidencia de la República de Perú en diciembre de 2022, como consecuencia del golpe derechista perpetrado contra Pedro Castillo (maestro rural de izquierdas que venció en los comicios presidenciales de junio de 2021).

Los manifestantes pidieron la dimisión de Boluarte Zegarra, una constitución nueva (la actual fue aprobada en 1993) y justicia para las personas represaliadas (las protestas comenzaron a finales de 2022 y se han prolongado durante 2023).

Además, en la marcha de Lima, “se están condenando los abusos policiales y militares que se han cometido en las últimas manifestaciones”, destacó el reportero de teleSur.

El medio comunitario peruano Wayka presentó el 15 de  agosto el informe Vivir con más de 80 perdigones: el proyectil prohibido usado en las protestas; el audiovisual de 15 minutos muestra ejemplos de su utilización –por ejemplo el 19 de julio-, pese a que las autoridades negaran este extremo; “el uso de perdigones injustificado e indiscriminado (por parte de la policía) ha causado muertes y heridos de civiles (…)”, explica el vídeo.

Uno de los casos detallados es el de estudiante de 22 años Rosalino Flórez Valverde, de Cusco, quien falleció en marzo de 2023 tras el disparo de 36 perdigones de plomo por la espalda; o el del puneño de 35 años Gabriel López, conductor de carga pesada y otros oficios, asesinado en enero con proyectiles de plomo (en su cuerpo se hallaron 72 orificios); también el de Armando Quispe, de 34 años, trabajador de la minería artesanal, quien sobrevive con 80 perdigones en su cuerpo.

El régimen de Boluarte reconoció, a finales de julio de 2023, el fallecimiento de al menos 63 personas durante las protestas (otras fuentes elevan la cifra de víctimas mortales –entre diciembre de 2022 y marzo de 2023- a 77); el periódico La República apuntó que Rosalino Florez era la víctima mortal número 61.

En un reportaje publicado en La República por Gloria Purizaca, se detalla que de las 61 personas muertas, “la represión policial les arrebató la vida a 49 de ellos a punta de proyectiles e impactos de bombas lacrimógenas” (No son sólo una cifra. Las vidas de los 49 civiles asesinados en las protestas contra Dina Boluarte, actualizado marzo 2023).

Además este año se cumple el 20 aniversario del Informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Perú (CVR), de 2003,  sobre el conflicto armado interno durante el periodo 1980-2000; fue, según el documento de conclusiones, “el episodio de violencia más intenso, más extenso y más prolongado de toda la historia de la República” (69.280 víctimas mortales).

Una de las notas relevantes es la relación entre pobreza, exclusión social y la posibilidad del impacto por la violencia; así, según la CVR, en el departamento de Ayacucho (región andina), se produjo más del 40% de las  desapariciones y muertes.

En otros términos, el 79% de las víctimas computadas residía en el ámbito rural y más de la mitad –el 56%- tenía un empleo en el sector agrícola y ganadero; asimismo la población indígena resultó afectada especialmente por la violencia: el 75% de las personas fallecidas tenían como lengua materna el quechua u otras lenguas originarias.

Al cumplirse dos décadas del Informe, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) de Perú –de la que forman parte organizaciones de la sociedad civil- hizo público un pronunciamiento titulado Continuidades que matan (28 de agosto 2023); las ONG condenaban, entre otros puntos, “el autoritarismo y la violencia que estamos viviendo, con 49 ejecuciones extrajudiciales y masacres que enlutan a nuestro país”.

En cuanto a las situaciones de impunidad, añade el pronunciamiento, “demoras, complicidades y pactos de silencio caracterizan la justicia; si bien en un centenar de casos se ha dictado sentencia, son hechos que ocurrieron hace 30 ó 40 años, como la violencia sexual contra las mujeres (de los distritos) de Manta y Vilca (…)” perpetrados por el ejército peruano entre 1984 y 1998.

Ejemplo de esta tendencia a largo plazo es el Informe de la ONG Global Witness El ambiente mortal de Perú (2014), que recoge el asesinato de al menos 57 defensores ambientales y de la tierra en el periodo 2002-2014; el reporte calificaba entonces a Perú como “el país más peligroso del mundo” para los defensores; la mayor parte de las muertes tenía relación con los conflictos por la tierra, la tala o la minería.

En las últimas fechas se han producido novedades, asimismo, respecto a las denuncias por esterilizaciones forzadas en Perú; así, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó el 18 de agosto sobre la presentación ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos del caso de Celia Edith Ramos Durand; murió como consecuencia de una esterilización “sin consentimiento”, en el contexto del denominado Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar (PNSRPF).

Los hechos se retrotraen al verano de 1997, durante la dictadura fujimorista; la Comisión detalla que la mujer fallecida –quien vivía en el Caserío La Legua, en el departamento de Piura-, fue “sometida a esta intervención y experimentó complicaciones médicas” que derivaron en la muerte; el mismo 3 de julio, el Ministerio de Salud esterilizó a 15 mujeres en el citado caserío, en la ciudad de Catacaos.

Una sentencia relevante tuvo lugar el pasado 12 de agosto; la Corte Superior Nacional condenó a dos oficiales y 16 soldados por el asesinato de 39 campesinos, en la conocida como masacre de la comunidad de Cayara (departamento de Ayacucho), sucedida el 14 de mayo de 1988 durante la presidencia de Alan García Pérez.

Las penas a los autores del delito de homicidio oscilaron –según los casos- entre los ocho y los 15 años de cárcel; los militares formaban parte de dos patrullas cuyos efectivos desplegaron el llamado plan Persecución, diseñado por el Estado Mayor de la Segunda División del Ejército con sede en la provincia de Huamanga (Ayacucho), informó Resumen Latinoamericano citando a La República.

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FAO lanzó un plan para hacer frente a El Niño en América Latina

FAO lanzó un plan para hacer frente a El Niño en América Latina

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha puesto en marcha un plan de respuesta y acción con el fin de recaudar 36,9 millones de dólares para implementar una estrategia de apoyo a las comunidades vulnerables en América Latina ante el posible impacto del fenómeno climático conocido como El Niño.

En el contexto del Mes de la Asistencia Humanitaria, celebrado oficialmente el 19 de agosto, se ha anunciado un plan con el propósito de brindar ayuda a 1.16 millones de personas en Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú y Venezuela.

Según la agencia, desde junio de este año se han implementado medidas para reducir los posibles efectos negativos del fenómeno El Niño en la agricultura y la seguridad alimentaria en Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala. Nuestro objetivo principal es disminuir la dependencia de la ayuda humanitaria y fortalecer comunidades más resistentes.

Durante los próximos meses, se dará apoyo a las familias productoras en riesgo, especialmente a comunidades indígenas de Colombia, Bolivia, Ecuador y Venezuela. Esta ayuda busca garantizar su sustento y promover el desarrollo sostenible en estas regiones.

El plan propone diversas medidas para abordar la problemática de la sequía. Entre ellas se encuentran la entrega de semillas resistentes a la sequía, apoyo para el almacenamiento y gestión del agua, asistencia económica, capacitaciones en la gestión de recursos hídricos y acciones destinadas a proteger el ganado, pesca artesanal y cultivos.

Se necesita más apoyo

El plan recientemente anunciado tiene como objetivo aumentar el respaldo a los esfuerzos actuales para expandir estas intervenciones, proporcionando ayuda a más hogares afectados y fortaleciendo la seguridad alimentaria de las poblaciones.

“La situación en América Latina y el Caribe requiere una respuesta conjunta y apremiante. Instamos a los gobiernos, organizaciones no gubernamentales y sector privado a unirse para proteger la seguridad alimentaria y los medios de vida de las familias rurales más vulnerables ante el crítico escenario que nos presenta el Niño”, declaró el subdirector general y representante regional de la agencia en América Latina y el Caribe.

Mario Lubetkin añadió que estos esfuerzos “no solo disminuirán el potencial impacto de este fenómeno, sino que permitirán construir resiliencia para enfrentar el cambio climático que hoy también azota a la región”.

Este plan de respuesta es parte de un esfuerzo global para recaudar fondos y abordar los impactos del fenómeno de El Niño. Además de América Latina, también se incluyen países de otras regiones como África y Asia Pacífico. La meta es obtener una suma total de 88,9 millones de dólares para poder ofrecer ayuda a aproximadamente 2,6 millones de personas.

El Niño pone en riesgo la seguridad alimentaria

Durante el año 2022, se reportó que aproximadamente 17,8 millones de personas en la región experimentaron altos niveles de inseguridad alimentaria, llegando incluso a situaciones de “crisis” o “emergencia”, lo cual significa que sufrieron de hambre. Estos datos se derivan del Reporte Global de Crisis Alimentarias. En efecto, la situación del hambre ha empeorado en la región y está relacionada con una disminución de los medios de subsistencia y un ciclo de vulnerabilidad que puede sumir a las personas en la pobreza.

La agencia ha emitido una advertencia preocupante para aquellas personas, mayormente habitantes de zonas rurales, ya que cualquier nuevo incidente relacionado con El Niño podría tener consecuencias devastadoras.

Gracias a la implementación del Sistema de Información de Datos en Emergencias, respaldado por una agencia de la ONU, se ha logrado obtener información precisa sobre la situación de los productores agrícolas en el Corredor Seco. Se ha constatado que la mayoría son pequeños agricultores que enfrentan serias dificultades para acceder a alimentos básicos y enfrentan desafíos para acceder a insumos agrícolas y veterinarios, así como para comercializar sus productos.

Con información de nodal.am

 

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/paises/fao-lanzo-un-plan-para-hacer-frente-a-el-nino-en-america-latina/

 

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Guatemala: La invisibilidad de los pueblos

La invisibilidad de los pueblos

Carolina Vásquez Araya

Los abusos constantes de los grandes poderes corporativos, con la abierta complicidad de un sistema neoliberal disfrazado de desarrollo, han transformado a la política internacional en un siniestro juego de poder en donde la vida humana ha dejado de existir como un factor en la toma de decisiones. Este marco, cuyos límites se reducen a la búsqueda incesante de concentración de la riqueza, ha convertido al planeta en un campo de batalla en el cual se impone una estrategia de exterminio. El fenómeno de las migraciones, en este contexto, no se reduce a huir de la violencia o a la búsqueda de mejores oportunidades -como algunos pretenden creer- sino a la urgente necesidad de conservar la vida.

Los Gobiernos, especialmente de los países más desarrollados, pretenden criminalizar a las enormes caravanas de seres humanos desplazados de sus territorios. Los culpan por escapar de guerras que esos mismos países han provocado, sin otra excusa que el saqueo de sus riquezas. Los satanizan por tener la audacia de proteger a sus familias contra la perversa invasión de sus territorios y la destrucción de su hábitat. Esos países desarrollados que acumulan privilegios con la mano derecha mientras devastan continentes enteros con la izquierda, han invisibilizado a los pueblos y les han quitado su dignidad.

Los derechos humanos, a pesar de todas las convenciones, tratados y discursos mediante los cuales se pretende proteger una idea abstracta y caduca como el de su respeto irrestricto, se violan a destajo bajo un sistema aparentemente legal cuyo objetivo es convertir al mundo en un territorio abierto al saqueo y a la exclusión de las grandes mayorías. En este planeta, la vida y la supervivencia cuelgan de un hilo fino; la codicia imparable de grupos de poder -tales como la industria farmacéutica, las industrias minera y petrolera, las compañías que se han apoderado del agua y de los océanos- han transformado a la Humanidad en un recurso o en un obstáculo, dependiendo de sus mezquinos intereses, escatimándole el protagonismo que le otorga su naturaleza.

Con el mayor de los cinismos, pretenden hacernos creer en la legitimidad de sus supuestos derechos y que los nuestros -como pueblo que somos- no existen más. Nos inoculan virus para desarrollar vacunas que engrosarán sus ya abultadas arcas, nos convencen de que migrar es ilegal, nos quieren sometidos y callados a fuerza de represión y, gracias a todo eso, van definiendo un mundo a su conveniencia. Los países más desarrollados gracias a nuestro patrimonio -África y América- desprecian nuestra cultura, nuestro color y nuestro derecho a vivir libres de sus invasiones y lejos de su industria bélica.

Nos condenan por constituir un estorbo para sus planes de explotación y plantan en nuestros Gobiernos a seres corruptos y criminales, individuos dóciles capaces de entregar a sus naciones a cambio de sobornos. Para ello, asesinan a líderes cuya conciencia se oponga a sus intenciones. De ese modo, hemos transitado por una historia cargada de pérdidas; una línea de tiempo que nos ha dejado cicatrices profundas y miedos tan acendrados que paralizan el espíritu y lo condicionan. Estos pueblos, invisibles para los grandes poderes económicos y políticos, son la fuerza viva indispensable para enderezar el rumbo.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/La-invisibilidad-de-los-pueblos-20230730-0001.html

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