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Educar con valores

Por: Francisco Massó

La tradición socrática, Sra. Celaá, determina que educar consiste en sacar a la luz aquellos valores que, potencialmente, contiene todo educando. No se trata de instruir, que es término marcial, ni de adoctrinar como, posiblemente, hicieron con usted las Teresianas, ni de catequizar adeptos para la causa progresista de quienes disponen de palacios en Neguri.

Educar es descubrir el poder del discípulo y acompañarlo en el proceso de hacerlo efectivo, igual que el gemólogo talla el brillante y saca de él iridiscencias insospechadas, convirtiéndolo en un diamante. Como indica la etimología de la palabra diamante, “adamatos” en griego, es alguien duro, que no puede ser vencido. Sólo un diamante puede tallar a otro, que permanecerá incólume, fiel a la forma recibida al ser tallado. No podemos llevar la metáfora muy lejos, porque el ser humano no es un carbón, está vivo y es un proceso estocástico, de esos en los que, si cambia alguno de sus elementos, cambia todo el conjunto, como ocurre con el caleidoscopio.

La educación sienta una base de sustentación del desarrollo posterior de la persona, crea formas y destapa valores que van a labrar el carácter, los hábitos, la manera de estar en el mundo y de dialogar con los demás, que hacen a cada ser humano singular, único, diferente incluso al proyecto constructivo que pudiera tener en mente el educador.

Pongamos un ejemplo próximo: durante la Dictadura, los niños recibíamos clases de catecismo en la escuela; pasábamos de ser Cruzado de Cristo Rey a Congregante Mariano y las niñas Hijas de María, desde la primera comunión; veíamos películas látigo negro o censuradas; habíamos de participar en misiones (no precisamente pedagógicas) o, una vez adultos, en cursillos de cristiandad, etc. Todo esto lo puso en solfa El Florido Pensil de Sopeña.

Con independencia que la pretensión de ser perfectos es siempre una apuesta en pro de la neurosis, aquello era una formación reactiva que aspiraba a convertir a la sociedad en una especie de noviciado. En definitiva, una forma de locura trazada por una mente cuartelera, que terminó estrellándose, afortunadamente.

Por la ley del péndulo, tras el destape, la “movida” y el desarrollismo económico, los ideales actuales de un amplio sector de la juventud están circunscritos al consumo de estímulos, el hedonismo y la prisa urgente. Hoy “estamos en el ir”, como dijera Julián Marías. No sabemos hacia dónde, ni a qué; pero vamos, gregariamente, en la barahunda del mogollón, a tontas y a locas, a empellones y risotadas, entre espasmos sexuales y efluvios etílicos.

Como quiera que cualquier generalización es injusta, me referiré a una parte de la juventud de hoy, constituida por antiguos “niños-verdugo”, que ha crecido en medio de cosas y soledad. El niño-verdugo suele desconocer dónde y en qué trabajan sus padres; esto es, carece de referentes; ha pasado su niñez en un almacén de cosas que exigía, porque todos sus amigos las tenían; igual que demandaba las zapatillas deportivas y ropa que habían de usar de la marca precisa; ha peregrinado por infinitas actividades extraescolares, donde andaba aparcado, al no haber conciliación familiar. En resumen, este niño ha sido educado en un frenesí de estímulos y caprichos, entre antojos ocasionales sin límites y demandas impositivas absolutas, sin mentores, ni guías.

Mientras, los padres trabajaban y también hacían horas extraordinarias, porque habían de pagar la hipoteca, el préstamo del coche, las vacaciones en el mar y comprar cosas. Todo esto ocurría antes que llegara la informática y el teléfono portátil, que son los referentes de ahora.

Cuando ha llegado la pandemia, la falta de auto-contención, la indisciplina, el consumo voraz de estímulos, el hedonismo, las urgencias del sexo y las de “estar en el ir”, la insolidaridad, el egocentrismo y el “a mí, plin, o ahí me las den todas”, son los aliados de la propagación de la enfermedad.

Aquel ascetismo de Franco era un despropósito. El resultado de una educación sin valores es el botellón, salir a la madrugada, coger el punto etílico y “mojar”, no importa con quién. A continuación, o entremedias, rayarse, sin que tampoco tenga importancia con qué. A estas bacanales le llaman “socializarse” y tienen intermitencia semanal, entre ir a Tarifa, a coger el viento fresco del Estrecho y, de paso, bajarse al moro, o subir a Astún o a La Molina, también a coger el fresco, si hay nieve y polvo blanco. Todo son estímulos y pretextos de consumo para “estar en el ir”.

Sin embargo, el diamante va por dentro. No lo supieron descubrir. O, tal vez, no hubo otros diamantes que lo tallaran. Tampoco hay culpables. El fracaso es del sistema social, en su conjunto. El ordenamiento también ha de ser sistémico, de la familia y el colegio, si queremos conseguir algo diferente a un ser humano epicúreo, pantagruélico e incontinente.

De las instituciones políticas, que se dedican a la educación, no cabe esperanza alguna de recibir ayuda para “educere” en sentido socrático, porque ellas están en “inducere”, invadir con su ideología y pseudo-valores, para crear “masa crítica” a la que manipular con facilidad. A ellas no les interesa la individualidad; prefieren la grey, el mogollón, y cuánto más acéfalo, mejor, aun cuando termine siendo una horda a merced de sus impulsos.

El diamante brilla por sí mismo, por su geometría, por sus características idióticas. Y cada uno somos uno, tallado, o sin tallar.

Fuente: https://www.diariocritico.com/opinion/francisco-masso-educar-con-valores

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Basta de desalojos

Por: Claudio Katz, Eduardo Lucita, Julio Gambina

Repudiamos desalojo y represión en Guernica

En la madrugada de hoy unas 1450 familias que ocupaban desde hacía meses un predio en la localidad de Guernica, buscando poder alcanzar alguna vez una vivienda digna de ser habitada, fueron violentamente desalojadas por miles de policías de la bonaerense –los mismos que hace pocas semanas rodearon armados la casa del gobernador Kicillof primero y luego la quinta residencial donde se aloja el Presidente de la Nación, sin que se los penalizara. Balas de gomas y gases lacrimógenos a granel utilizaron para avanzar, pertrechados como robocops, contra familias humildes, quemando sus modestas casillas, impidiendo que retiraran sus pocas pertenencias, con un saldo de 37 personas detenidas y otras golpeadas y lesionadas.

El censo puso fin a las dudas sobre la cantidad de familias involucradas, también mostró el origen de las mismas. Familias en situación de calle por no poder pagar los alquileres por pérdida de ingresos, familias hacinadas o que convivían en edificios inhabitables, mujeres con niños/as que huyeron de la violencia de género incrementada por el confinamiento.

Se trata de personas en situación de vulnerabilidad, pobres de toda pobreza que forman parte del 10.5% de indigentes y de los más de tres  millones y medio de familias carentes de vivienda según los registros oficiales. Sin embargo el ministro Berni no dejó de declarar haciendo gala de su eficiencia “Ya está todo desalojado”, como si hubiera vencido en una batalla entre iguales.

El desalojo cortó las negociaciones entre responsables del gobierno provincial y la comisión de delegados de los cuatro barrios organizados en el predio, que ya habían elevado, al juez y al ministro Larroque, por medio de  la Gremial de Abogados, una propuesta realista y posible de ejecutar que no fue considerada. Los funcionarios prometieron una solución alternativa que contemplara las necesidades de las familias, la misma terminó consistiendo en sumas de dinero mensuales a cambio de desalojar los terrenos. En el medio maniobras para desgastar y dividir a los ocupantes hasta que se cumplieran los tiempos fijados por el juez para ejecutar el desalojo por la fuerza.

Es inevitable no destacar que el gobierno nacional y los provinciales no tienen la misma actitud con por ejemplo con la apropiación de Lago Escondido por parte de Joe Lewis (el amigo del ex presidente Macri); con la usurpación de tierras de la escuela Agrotécnica por la familia Etchevehere o con la estafa y fuga de capitales en el caso Vicentín; tampoco con la evasión de sectores acomodados, 100 mil lotes y 50 mil viviendas terminadas en 590 barrios cerrados, clubes de campo y countries que figuran como baldíos o pagan impuestos como tierra rural. Nada hacen con quienes retienen exportaciones buscando forzar una devaluación que agravará la actual crisis humanitaria, nada contra los desmontadores de bosques nativos o  los desarrolladores inmobiliarios que no respetan los humedales o los especuladores que compran tierras a precio vil para revenderlas. En estos casos no hay desalojos, los desalojos solo son para los pobres.

El desalojo violento de la toma de Guernica sienta un delicado precedente ante futuras ocupaciones, también una advertencia para que el intento del Proyecto Artigas no se multiplique. Es una concesión frente a la oposición derechista, la clase dominante y la presión de los grandes medios de comunicación.

Tenemos que ser claros: toda familia que ingresa en un terreno vacío y ocioso lo hace por necesidad. No hay ninguna otra explicación. Son víctimas, no culpables. Llamarlos usurpadores y delincuentes es una bajeza moral y una claudicación ideológica.

Afirmamos que donde hay una necesidad nace un derecho, no un delito. Rechazamos toda criminalización de las demandas sociales. La acción de estas familias no es delito sino denuncia. Es el grito de los excluidos por la avaricia de los poderosos.

Desde el 2001 las necesidades de acceder a una vivienda digna crecen sin parar, esto se ha agudizado bajo la administración Macri y más aun en medio de la pandemia. Es una obligación moral  de todo gobierno dar tierra y techo a quién lo necesite. No otra cosa que amparar a los desamparados.

Basta de represión y desalojos.

Solidaridad con todas las familias desalojadas.

Tierra para vivir.

Bs.As. 29.10.2020 Claudio Katz / Julio Gambina / Eduardo Lucita

Adhesiones a: declarac…@yahoo.com.ar

Fuente e imagen: https://contrahegemoniaweb.com.ar/2020/10/30/basta-de-desalojos/

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OPINIÓN: Por las familias jornaleras: Alianza Campo Justo

Por:  Tlachinollan

Es muy triste ser jornalera agrícola. Yo empecé a trabajar desde los 11 años, porque en ese tiempo le ayudé a mi abuelita en lo que más necesitábamos, que era la comida. Hasta la fecha sigo como jornalera, sufriendo todo el tiempo, porque es un trabajo donde entregas la vida y hasta pierdes a tus hijos. Yo perdí una bebé de 20 días de nacida, cuando íbamos en el camión del estado de Sinaloa a Baja California. Siempre vamos apretados. En los dos asientos van de tres a cuatro personas, y muchos parados. Nosotros íbamos hasta atrás. El autobús no estaba en buenas condiciones y no llevaba aire acondicionado. Se calentaba. Es un lugar donde el sol te quema todo el tiempo. La bebé ya no pudo respirar con tanto calor que hacía. Gritamos al chofer, pero no nos escuchó. Ya no pudimos salir por tanto apretujón. Me duele mucho recordar que en mis brazos murió mi bebé. Al bajar en Santa Ana, Sonora, el chofer nos dijo con coraje, cuando les reclamamos de que no se paró: “Aquí ustedes tuvieron la culpa”, yo le respondí: “¿Qué voy hacer si vamos encimados, con muchas personas que van paradas, y nosotros hasta atrás?”. Nos ignoró y ahí nos dejó.

Llegando a Santa Ana, todavía corrimos al centro de salud, pero mi hijita ya no resistió. Lo único que hicimos Felipe y yo, fue ponernos a llorar. Estaba cerca una iglesia, donde la gente nos ayudó a sepultar a nuestra bebé. Nos apoyaron como si fuéramos su familia, porque nos dieron de comer, y hasta pagaron nuestros pasajes para llegar a Tlapa.

Cuando trabajamos en el campo nuestros demás niños, casi hacen lo mismo, la única diferencia es que nosotros recibimos un sueldo y ellos nada. Nos ayudan a recolectar frutas, verduras, tomate, chile, lo que sea, pues no hay guardería para ellos, no hay escuela y no hay quien los va a cuidar. No nos queda de otra, solo que estén con nosotros en el campo. Es muy difícil trabajar con nuestros hijos en el surco. Las niñas cuidan a sus hermanitas, o si no, la mamá carga a su bebé para que siga trabajando.

Hace 15 días estuvimos trabajando en Arandas, Jalisco y así lo hicimos. Cargamos a nuestros hijos en el trabajo, porque no hay donde dejarlos. Así andamos, y como ellos no pueden estudiar, es imposible que lleguen los maestros hasta nuestra comunidad. Estamos sin información, no sabemos cuándo van a reiniciar las clases. Por eso, nos llevamos a nuestros hijos, que nos ayudan a sacar el trabajo del patrón, quien gana más y nosotros seguimos igual. Por ejemplo, un kilo de tomatillo está valiendo 15 pesos en la tienda y la cubeta de 20 litros la están pagando en 5 pesos; una arpilla pesa 35 kilos y ganamos entre 20 o 22 pesos. Llegamos a sacar como máximo 10 arpillas con todo y nuestros hijos.

En Arandas, no hay agua para bañarse, no hay una casa que esté en buenas condiciones para rentar. Más bien, no lo quieren hacer porque nos discriminan. Solo hay bodegas para almacenar fertilizante o guardar maquinaria. En estos lugares nos rentan con un precio de 4 mil a 5 mil pesos. Como son bodegas, nos conviene porque entramos más familias y nos repartimos el pago. Lo malo es que no alcanza el agua para bañarse ni para echarle a la taza. Cerca de ahí hay un río, donde escurre el agua del drenaje, donde muchas familias lavan sus ropas y se bañan. Para la comida tenemos que comprar botellones. Ahora que me acuerdo, hace diez días una señora que estaba trabajando, tuvo el dolor de parto. Ahí mismo, se alivió porque ya no hubo oportunidad de llevarla al hospital. Además, no hay dinero para que la atienda un médico. Y no vas a creer, al siguiente día, como no había quien se quedará con ella, se tuvo que ir al campo y ahí reposó debajo de una camioneta. A los tres días, empezó a trabajar.

En estos años, también he visto que muchos niños han muerto por accidentes en los campos. Lo que pasa es que como padres, al tener varios niños chiquitos, la más grandecita cuida a sus hermanitos, pero no es lo mismo. Porque al jugar no se dan cuenta que la máquina, que anda en los surcos, los puede atropellar. También se han dado casos donde los niños se intoxican con el veneno que les ponen a las ratas. Como juegan con la tierra y ven que hay alimento tirado lo agarran y se lo comen. Hay varios niños que han muerto, por intoxicación y por accidente. El patrón en lugar de ayudarlos se enoja y nos reclama “¿Por qué trajiste a tus hijos? Eso es culpa tuya”. En una ocasión, a punto estaba de morir una de mis niñas, tenía ocho meses. En esa ocasión estaba con mi esposa en Colima. Como siempre lo hacemos, llevamos a nuestros hijos al campo. Mientras andábamos en los surcos, le picó el alacrán. Nos dimos cuenta cuando nos avisó su hermanita de cinco años. Ese día tuvimos que pagar 2 mil 500 pesos por la inyección, aparte lo del taxi. Dios es muy grande, porque la niña se salvó. En cambio, he visto dos casos, donde un niño perdió la pierna cuando la pipa entró a rociar el campo y lo atropelló. Ese niño tiene como 20 años, y se quedó discapacitado. En León, Guanajuato, una niña estaba en la orilla del surco, y de repente un camión pasó encima de ella. Era el segundo del patrón, y como todos vimos, no les quedó de otra que pagar. Solo recibió 5 mil pesos por parte del chofer y no hubo de otra que sepultar a la niña en un panteón de León. Ese dinero no alcanzó ni para los gastos de la sepultura.

Son dos relatos de Felipe y Rosalba, un matrimonio de la comunidad Na’Savi de Joya Real, municipio de Cochoapa el Grande, quienes desde hace 20 años deambulan con sus hijos, como jornaleros agrícolas en varios estados del país. Su precaria situación la comparten cerca de 3 millones de personas que trabajan en el campo, de las cuales, el 99% viven en condiciones de pobreza, marginación y desigualdad social y económica, a causa de su bajo nivel de ingreso.

El trabajo agrícola es por naturaleza físicamente demandante, ya que implica largas jornadas laborales en las que las personas trabajadoras del campo están de pie por largos periodos de tiempo. Además, los riesgos de accidentes aumentan con la fatiga, el terreno difícil en los que laboran las personas jornaleras, así como por la exposición a plaguicidas y la falta de acceso a servicios de salud básica. Aunado a esto, la mayoría de las y los jornaleros trabajan de manera temporal, sin contrato, y por estaciones, lo que conlleva a una constante movilidad y migración entre estados, generalmente de familias enteras. Además de asentamientos de población jornalera locales en diferentes entidades. En los trabajos del campo, también hay un importante número de niñas, niños y adolescentes, así como mujeres y mujeres jóvenes con menores de edad.

Este año, la pandemia por Covid-19 visibilizó a nivel global la relevancia de las y los trabajadores esenciales, quienes no tuvieron oportunidad de parar ante la crisis sanitaria y económica, como es el caso de las personas jornaleras y trabajadoras agrícolas, quienes siguieron trabajando para que los alimentos llegaran y sigan llegando a nuestros hogares. Asimismo, la pandemia, evidenció también la triple vulnerabilidad a la que esta población está expuesta por la falta de garantía a sus derechos, por las condiciones de desigualdad permanente en la que viven y por la falta de reconocimiento de su trabajo como esencial para la vida humana y supervivencia.

En este contexto hemos emprendido una campaña nacional que tiene como objetivo, lograr la aprobación de un salario mínimo profesional para las y los jornaleros agrícolas de México, por parte de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), dependiente de la Secretaría del Trabajo. Para ello, nos hemos coordinado con personas jornaleras promotoras de derechos humanos, la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas (REJJA) y Fundar, Centro de Análisis e Investigación, para conformar la Alianza Campo Justo. Se trata de exigir a las autoridades que garanticen los derechos de las familias y personas jornaleras, en particular la exigencia puntual de un salario mínimo profesional, que permita dar un primer paso en el reconocimiento de los derechos de las personas jornaleras y la garantía de condiciones dignas de vida.

Por ello, exhortamos al Consejo de Representantes de la CONASAMI, para que incluyan la propuesta de fijación de un salario mínimo para personas jornaleras en sus sesiones de este año, y de esta forma se dé cumplimiento a la obligación establecida en el artículo 280 Bis de la Ley Federal del Trabajo que se reformó desde mayo del 2019.

Resulta urgente que las políticas públicas orientadas a la población jornalera y a sus familias aseguren y garanticen sus derechos humanos, pues las estrategias implementadas hasta ahora, no han logrado revertir las desigualdades estructurales en las que laboran. Desde la Alianza Campo Justo hacemos un llamado al gobierno de México, de pasar del dicho al hecho, y reconocer los derechos de las personas jornaleras, que con su trabajo llevan alimento a millones de familias en nuestro país y el extranjero. Es urgente reducir la brecha de la desigualdad social y proteger a las familias más vulnerables en este tiempo de la pandemia. No podemos permitir que los trabajadores esenciales, sean mal pagados y que a costa de sus vidas las familias de las ciudades tengan alimentos, mientras ellas y ellos siguen cercados por el hambre.

Fuente: Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”

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A punta de fusil y bala de goma.

Por: Francisco González Tejera

Las autoridades no pueden soportar que les echen en cara su nefasta actuación por tratar el problema de los okupas a palos, y permitir en cambio que una serie de canallas con nombre y apellidos (los especuladores) campen a sus anchas». Pepe Rubianes

Hace algunos años utilicé esta imagen de noviembre de 2012 en Plasencia, donde se ejecutaba el desahucio de Rufina, una mujer sin ingresos que vivía con sus seis hijos, el mayor de 14 años y la pequeña de poco más de un mes. Esta realidad no solo se ha erradicado en el estado español sino que se ha multiplicado, miles de familias son expulsadas de sus casas sin una alternativa por parte de los sucesivos gobiernos. No es lo mismo quien se mete en la propiedad de una familia obrera a la fuerza amparándose en las leyes y en los eternos procedimientos judiciales, que familias como la de Rufina, que por ocupar una vivienda social, por no poder pagar una hipoteca o un alquiler sufran toda esta violencia. Niñ@s que no deberían pasar por una situación que probablemente les dejara secuelas psicológicas de por vida. La rescatada banca tiene cientos de miles de viviendas vacías que se podrían utilizar para estos casos, es imperdonable que un gobierno deje en la calle como hace un par de semanas en La Laguna, Tenerife, a una señora en silla de ruedas sin darle ninguna salida, pero cuando hay niñas y niños la cosa es todavía más cruel. El sistema con sus recortes y las políticas neoliberales de los gobiernos conducen a millones de familias al empobrecimiento extremo, si de verdad se analiza la realidad de los desahucios se descubre que todo está generado por un círculo vicioso, por una serie de medidas destinadas, según ellos, a paliar los efectos de la crisis, cuando en realidad se trata de arrasar por los derechos y las vidas de la clase trabajadora. No tiene perdón esta imagen, ni los policías vestidos con armaduras y armados hasta los dientes, no tiene perdón que no se hayan creado vías para solucionar este gravísimo problema, tampoco lo tiene la pasividad y el desinterés de la mayoría sobre personas que sufren en carne viva todo el horror del capitalismo.

Fuente e imagen: https://viajandoentrelatormenta.com/a-punta-de-fusil-y-bala-de-goma/

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Después de la bofetada al poder y al neoliberalismo chilenos, ¿ahora qué?

Por: Aram Aharonian

No cabe duda que los jóvenes fueron quienes encabezaron el arrasador triunfo del Apruebo y Convención Constitucional en Chile. Algunos de ellos votaban por primera vez y lo hicieron junto a aquellos ya mayorcitos que desafiaron las amenazas y la pandemia que deja más de 14 mil muertos en el país, para consolidar la ruta de salida del neoliberalismo.

Fue el repudio popular a cuatro décadas de un ordenamiento nacido de la más dura represión y, quizá, el inicio de un pasaje ordenado y moderado a la siguiente etapa, sin rupturas radicales con estas tres últimas décadas de gobiernos constitucionales pero no democráticos ni populares.

Tras el plebiscito, desde Chile y desde fuera, llegan los balanceQuiénes son los jóvenes manifestantes que mantienen las protestas en Chile? | Internacional | Noticias | El Universos (como éste). Muchos quieren imponer el imaginario de que Chile cambió nuevamente gracias a un lápiz y un papel –por la vía institucional y republicana-, en recuerdo nostalgioso y romántico del gran logro del plebiscito de 1988 que derrotó a la dictadura. Desde el gobierno, señalan que “la gran mayoría del país decidió un camino por la vía institucional”.

La falacia omite la realidad, ya que el famoso lápiz y papel fue el final –entonces y ahora- de un largo proceso que se inició en 1983 con paros y protestas y cientos de muertos, muchos de ellos de la resistencia del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. (FPMR).

Hoy intentan olvidar o minimizar el largo proceso de un año de movilizaciones continuas, muertos y mutilados, y quieren imponer el imaginario que esta historia terminó con el voto y es hora de abandonar la calle, regresar a casa y dejar todo en manos de los “expertos” de las elites. Expertos en traiciones, como lo demuestra la historia chilena de dos siglos.

El domingo 25 se abrió la ventana para la necesaria renovación de la elite dirigente, una imprescindible oxigenación generacional, de liderazgos y de ideas, pero son los mismos de siempre, los traidores con historia, que comenzaron a candidatearse para ser constituyentes el año próximo. Y lo que se necesita son nuevas voces que transmitan las necesidades del Chile real, ese que no aparece en la televisión ni en los medios.

Si bien el proceso constituyente surge de un acuerdo entre los partidos de la burguesía frente al escenario impuesto por la movilización popular, existen enormes vacilaciones y vacío programático en la clase dominante para resolver sus pugnas, ante el deplorable estado de los aparatos ideológicos (Iglesia, cúpulas sindicales, sistema de educación).

Trabajadores de Chile demandan mejores salarios y estabilidad laboral - Tarapacá NoticiasLa clase obrera venía aumentando sus niveles de actividad desde el año pasado, especialmente a raíz del estallido social del 18 de octubre: las huelgas aumentaron en un 68% en 2019 con respecto a las registradas en 2018. Debería la izquierda encauzar la acción política de la clase obrera frente a la encrucijada puesta por la burguesía, como actor autónomo e independiente con programa propio.

Lo relevante es que pese a las vacilaciones de la burguesía, el aparato de Estado propiamente tal no se ha quebrado: las fuerzas represivas siguen aglutinadas en torno al gobierno y clases populares no han sido capaces de levantar un contrapoder capaz de llevar a cabo dicho quiebre.

La nueva-vieja izquierda

Hoy se habla de una nueva izquierda, con el surgimiento del Frente Amplio en 2017 (conquistó el 20 por ciento de los votos), y del renacimiento del Partido Comunista, de la mano de  Daniel Jadue, alcalde de Recoleta. Pero las formas son las mismas: en lugar de hablar de encauzar la Constituyente, de la renovación radical de la vida política con la elección de una nueva generación de representantes, comenzaron a negociar las candidaturas presidenciales.

Mientras, el presidente Sebastián Piñera hizo un llamado a la unidad de Chile Vamos, coalición a la que solicitó preparar una lista única de candidatos a la Convención Constitucional y a todas las contiendas del nutrido calendario electoral de 2021.Daniel Jadue y Beatriz Sánchez dan gesto de unidad tras holgado triunfo del Apruebo - La Tercera

El referendo cambia el escenario político chileno, profundizando la crisis de los partidos tradicionales, tanto los de derecha, como los de izquierda, inclusive de la Convergencia Social (escindidos del Frente Amplio), abriendo espacio para una renovación. No sería raro que algunos progresistas y centristas, ausentes o expulsados de las movilizaciones populares, trataran de reflotar la vieja Convergencia Democrática, de socialistas y demcristianos, como alternativa para la derecha light y el centrismo.

Han recorrido un largo camino, muchachos

El estallido social de octubre de 2019 fue el corolario de los levantamientos de rebeldía que se han sucedido desde 2006, cuando los estudiantes secundarios (los pingüinos) mantuvieron una prolongada huelga para exigir el fin de la Ley Orgánica Constitucional de Educación.

A esto le siguieron movimientos ambientales contra megaproyectos energéticos y de reivindicaciones de regiones apartadas afectadas por el centralismo, movilizaciones populares que tuvieron sus puntos altos en 2011 con la lucha por “una educación pública libre y gratuita”, en 2017 con el propio Movimiento No Más AFP (fondos privados de pensión) y en mayo de 2018 con la Rebelión Feminista contra el patriarcado.

La Ley de Pesca, fraudulentamente tramitada en el primer gobierno de Piñera (2010-2014) y los posteriores escándalos de financiamiento ilegal de campañas, conocidos como Caso Penta y Caso SQM (Sociedad Química y Minera), revelaron una corrupción empresarial transversal a los partidos y a varios de sus parlamentarios.

La Iglesia católica, otra institución valorada por su defensa de los derechos humanos bajo la dictadura, perdió influencia y credibilidad en la población con el destape de episodios de pedofilia encubiertos por algunos de sus jerarcas, y durante el estallido social no tuvo protagonismo alguno.

El ciclo creciente de protestas,2016: un recuento de los casos de corrupción interrumpido por la pandemia del covid-19, obligó al Parlamento a aprobar una ley para que la Asamblea Constitucional -que se elegirá el 11 de abril próximo- sea absolutamente paritaria en su composición entre hombres y mujeres, que no solo reconoce a las mujeres el derecho a participar en igualdad de condiciones, sino también a escribir una nueva Carta Magna con enfoque de género.

¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución? era la pregunta de la segunda papeleta de votación del Plebiscito. Chile tendrá una Convención Constituyente para elaborar la Constitución, formada por 155 ciudadanas y ciudadanos elegidos por voto popular el 11 de abril próximo.

Marco Enríquez-Ominami, excandidato presidencial y líder del progresismo , señaló que  “no es eficiente tener dos Congresos, más aún cuando el árbitro está en contra”. Detalló que “cuando uno elige una Constituyente y tiene un Congreso al mismo tiempo, va a haber una disputa de hecho y de derecho y, por tanto, lo mejor es que tengamos un solo Congreso Constituyente”

La calle ganó el plebiscito

No se trata de una concesión de la clase política, sino de una lucha sin cuartel, donde las víctimas pertenecen a las clases populares, que durante 47 años fueron ninguneados por quienes aceptaron el pacto de transición con las fuerzas armadas. Son los mismos que desmovilizaron a la sociedad civil, traicionaron el espíritu del No en el referendo de 1988 y en 1990 se hicieron con el poder, recuerda el analista chileno Gustavo González.Los estudiantes: los protagonistas de la revolución en Chile

Por eso es imprescindible impedir que las fuerzas de la derecha logren una influencia determinante en la Convención Constitucional, y para ello los movimientos sociales y las fuerzas políticas de la renovación, gestoras del fin de la institucionalidad pinochetista, deben alcanzar una hegemonía que se traduzca en una constitución realmente democrática que signifique la superación del neoliberalismo.

Chile vive un proceso político caracterizado e impulsado por la calle, por la movilización popular, donde los púberes y jóvenes han tomado la batuta y expuesto sus vidas. Pero la amenaza latente de que el gobierno y la derecha podrán revertir su derrota si logran controlar la Constituyente.

Resulta imposible que Chile se consolide como un Estado democrático de derechos sociales, plurinacional y pluricultural, con reconocimiento de sus pueblos originarios, de igualdad de géneros, con plena vigencia de los derechos humanos en sus más amplias acepciones, sin romper con las preceptivas neoliberales del Estado subsidiario y de las instituciones que lo sustentan.

Hace más de cuatro décadas, Salvador Allende había señalado que “no es desde arriba, sino desde las raíces mismas de su propia convicción de donde debe nacer la Carta Fundamental que le dará su existencia como pueblo digno, independiente y soberano”. De eso se trata, de hacer una Constitución democrática desde abajo.

El domingo 25 se registró la mayor participación ciudadana en una elección: casi el 51 por ciento del padrón de electores, de 15 millones. La abstención se puede explicar por el  temor a la pandemia, insuflado desde la aprensa hegemónica y del gobierno, pero también por la desconfianza y rechazo a los desprestigiados partidos políticos.

Por eso se hace imprescindible el debate de los contenidos de la nueva Constitución y promover los candidatos independientes, desde las bases, que en abril del 2021 conformarán la Convención Constitucional. Aquellos comprometidos, sin ambigüedades, con la voluntad de cambio..Muere Aylwin, el presidente que devolvió la democracia a Chile

No hay que dejar de considerar la fuerza que aún tiene el polo conservador, que desde el fin de la dictadura retiene cerca del 40% electoral. El 20 por ciento logrado por el rechazo proviene de una derecha poderosa en lo financiero, político y militar, dispuesta a todo y que nunca ha dudado en derramar la sangre del pueblo cuando vieron comprometidos o amenazados sus intereses. Un nueva Constitución es la peor amenaza para la ultraderecha recalcitrante, el militarismo, los oligarcas.

Lo maravilloso de las elecciones es que el pueblo puede dar una bofetada y nadie puede responder. Mientras Piñera obtuvo el 26% del país para ser Presidente, el Apruebo obtuvo el 40%. Como votó la mitad del país (7.562.000 de 15 millones), ese 40% se transformó en 78%. El Rechazo obtuvo apenas el 11% del país, destacó Marta Lagos, directora de Latinbarómetro.

A nosotros, los que escribimos sobre “la bofetada”, también nos ha llegado un pedazo, por no haber sido lo suficientemente claros en decir las cosas por su nombre, añadió.

El domingo 25 el pueblo chileno comenzó a cavar la sepultura de la Constitución pinochetista y es la oportunidad para que los jóvenes de hoy se preparen para gobernar e ir definiendo su propio futuro. Su caudalosa participación en el plebiscito -en especial los de las comunas populares- parece clara señal de aceptación de esa responsabilidad. ¿Se los permitirán?

Obviamente hay que comenzar a construir el necesario movimiento político-social que destierre sectarismos, pero las primeras manifestaciones de los grupos políticos de la izquierda y de la centroizquierda no se ven muy proclives a intentar la unidad de acción, y mucho menos  a actualizar doctrinas y cambiar métodos de organización y lucha.

“En Chile las instituciones funcionan” señalaba permanentemente el expresidente socialdemócrata Ricardo Lagos al inicio del milenio, el siglo y la década y era un elogio a la moderada transición dirigida por los partidos de la Concertación por la Democracia, y un implícito reconocimiento a la fortaleza de la institucionalidad heredada de la dictadura cívico-militar que encabezó Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.

Los mismos que hace un año salieron a las calles para poner fin al oprobio neoliberal son los que hoy alertan: “Desconfía de quienes nos llamen a detenernos, a desmovilizarnos, de los que llaman a la moderación, nos quieren amarrar de manos para que seamos obedientes en su cocina constitucional. El pueblo exigió, logró y votó Nueva Constitución y el Pueblo Manda”.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2020/10/29/despues-de-la-bofetada-al-poder-y-al-neoliberalismo-chilenos-ahora-que/

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Los muchos mundos de la música del mundo

Por: Mary Farquharson Y Eduardo Llerenas

Los muchos mundos de la música del mundo

Era muy joven cuando Eduardo empezó a escuchar y buscar el son mexicano y los soneros de diferentes regiones del país. Al mismo tiempo, escuchaba percusiones africanas en los discos de Ocora /Radio France, igual que la música clásica del sur de la India. Las diferentes sensibilidades cupieron dentro de él. También fue el caso mío y el de mis papás ingleses que bailaban ‘rumba de salón’, y el de mis abuelos que escuchaban en secreto a los primeros dioses del jazz de ‘Nueva Orleans. En los 80, una combinación de factores permitió que los gustos de mucha más gente se abrieran a los fandangos, a la exaltación de los sufís, a los cassettes con versos improvisados de una topada en Xichú. En los 80 conocimos el genio musical de los gitanos de Rumanía, a los del sur de Francia y de Hungría; la magia de los coros de mujeres campesinas de Bulgaria. Nos contagió el soukous, o rumba africana, medio siglo después de crearse y empezar a contagiar a gran parte de África. Nos dimos cuenta de que los barrios africanos de París producían músicas exquisitas con un pie todavía en la tierra natal y el otro en Europa. Escuchamos el blues del desierto de Mali y Mauritania y nos preguntamos si Ali Farka Toure había inspirado a John Lee Hooker o viceversa. Escuchamos la salsa de Nueva York, décadas después de que Johnny Pacheco había invadido África con su guaguancó de salón y Guillermo Portabales con sus deliciosos guajiros. Es una impertinencia unir tanta tradición, tanta cultura y tanta creación nueva bajo una sola etiqueta simple. Lo intentamos en Londres en 1987 y nos criticaron, correctamente, desde aquel momento. El término ‘world music’ era inapropiado, pero ayudó en aquel momento a difundir muchas músicas que merecían un lugar en el escenario mundial. Así que el vocho blanco se detiene un momento, para poder compartir algo de lo que hemos aprendido de estos grandes maestros que hemos grabado y presentado en vivo. Si quieren saber más de esto, les invitamos a participar en cuatro talleres que ofreceremos sobre el tema, en una plataforma de la UNAM en diciembre próximo. Mas detalles al final de este texto.

Una hora después de haber cautivado al público que llenó la Sala Nezahualcoyotl de la UNAM, Salif Keita se hincó en el pasto de nuestro pequeño jardín en la Colonia Portales, frente a nueve mariachis que le cantaban ‘Bésame mucho.’ La música encuentra su casa, nos dijo el mismo Salif. Algunas músicas viajan fácilmente, otras con más trabajo y la creación del término ‘world music’ ayudó a que artistas como Salif lograran que su enorme talento se reconociese, aún parcialmente, en gran parte del mundo. Sin entender la letra, públicos nuevos sentimos la fuerza y la belleza de su arte ancestral, de la gloriosa voz de Salif Keita. Sentimos una sensibilidad diferente y esto nos dio placer.

Hay músicos brillantes que no quieren sonar fuera de la comunidad que es su inspiración y su referencia. Pero Salif no se cuenta entre ellos. Cuando niño, se enseñó a gritar en los llanos que se extendían desde su casa hasta el río y más tarde este grito se convirtió en el canto que la gente de diferentes países identifica como ‘la voz de oro’. (Escribir estas frases me hace pensar en la voz de Raquel Palacios Vega que proviene de los llanos de Veracruz, así como en los cantantes de los llanos de Venezuela y Colombia y en Chogo Prudente, que cantaba de niño a gritos en los llanos de la costa de Oaxaca para ayudarse a olvidar que era huérfano).

La música cautivó a Salif Keita desde joven. Cuando pudo tocar la guitarra, no la soltó nunca. A los 18 años, su papá le echó de casa, porque la tradición de su cultura enseña que los Keita no cantan, sino que son los griots o djelis que les cantan a ellos. Estos trovadores hereditarios alaban la historia de familias que son descendientes directos del gran emperador Sunjiata Keita quien, en el siglo 13, fundó el enorme imperio mandinga.

El reino de los Keita lo acabó la colonización europea, pero su cultura sigue viva en su canto épico, en sus danzas, en sus máscaras y en otras tradiciones que podrán ser también estrictas y restrictivas. La familia de Salif vivía modestamente en su casa de lodo en el pueblo de Djoliba, pero su padre era el jefe de todos los cazadores y esto son palabras mayores. Su mamá también tenía el apellido Keita, lo que le brinda una importancia doble en la comunidad. Con más razón los djeli’s llegaban a cantarles de su noble historia familiar.

Salif cree en la tradición, pero también considera que cada generación debe de mirarse en la realidad de su propio momento. Su realidad es que, además de nacer noble, nació albino, y así enfrentó una infancia y juventud de rechazo y de superstición. Cuando aceptó abandonar su guitarra, como exigía la tradición, fue echado de su casa. En Bámako, la capital, se refugió entre la gente del mercado. De noche cantaba en los bares y cuando regresó con algunos billetes dentro de su guitarra, un hombre supuestamente ‘loco’ le tendía su cama en una bodega y lo cuidó. Nunca hablaron entre ellos, pero Salif dice que lo salvó.

A los 20 años, Salif empezó a cantar con el Rail Band de Mali, un grupo que mezclaba ritmos, melodías y cuentos del pueblo, con guitarra eléctrica, percusiones africanas y un sabor muy cubano, con algo de reggae y de funk. El Rail Band fue la cuna artística no solo de Salif, sino de otro grande de la música africana: Mory Kante.

Después de tres años en el Rail Band, Salif fue invitado a cantar en la legendaria orquesta maliense, Les Ambassadeurs del Motel de Bamako, y con esto había llegado a la cima de la música popular de su propio país. La voz de Salif entretejía el ritmo y la melodía de su pueblo con lo ‘universal,’ que es la palabra que usa él para referirse al reggae, a la música afrocubana y al funk y el rock. Como dice Salif, toda esta música proviene de alguna manera originalmente de África.

Salif acompañó a Los Ambassadeurs a Abidjan, capital de la Costa de Marfil, de donde se lanzaron en toda África Occidental. En 1984 se mudó al barrio africano de París y ahí, al lado de Mory Kante, Manu Dibango, Papa Wemba y otros, se creó una música que combinaba diferentes raíces del Occidente y Centro de África, con lo que sonaba de la música de los Estados Unidos y Europa. Esta música que alimentaba la nostalgia de los emigrados dio fama a Salif Keita. Tres años después, en 1987, grabó su propio disco, el legendario ‘Soro’, que llegó a los oídos de un grupo de melómanos londinenses. Harto del post punk y los boy bands, escuchamos a Cheb Khaled de Argelia, a las Estrellas de Dakar, al llanto glorioso de los qwalli de Pakistán y al guajiro son del centro de Cuba.

Este grupo de melómanos, al cual tuve la fortuna de pertenecer – incluía al editor de Folkroots, a Charlie Gillett, un maravilloso productor de radio, a la académica fuera de serie, Lucy Durán, a Nick Gold, flamante productor de World Circuit que después crearía el concepto de Buena Vista Social Club, y a gente de Womad, entre otros productores de uno que otro disco delicioso. El único músico entre nosotros, si me acuerdo bien, fue Ben Mandleson, y fue él quien nos convocó con la idea de juntarnos para defender nuestros pequeños proyectos contra la llegada de las disqueras transnacionales después del éxito de ‘Gracelands’, disco de Paul Simon con los sudafricanos Ladysmith Black Mambazo.

Para este grupo tan dispar, la voz de Salif fue la gloria y el punto de lanza para convencer a un público más grande de lo mismo. No fue difícil y el público por el ‘world music’ creció rápidamente. Dos años antes, el equipo de Peter Gabriel había lanzado el primer festival WOMAD, pero fue hasta 1987 que lograron cubrir sus costos y no tener que pedirle a Gabriel que ofreciera varios conciertos de rock para saldar las deudas.

Esto no es mito, es la verdad. La idea de que hubo grandes productores ingleses atrás de la creación de la World Music es falso. Escogimos el término ‘world music’ en petit comité, en un cuarto arriba del pub, ´La emperadora de Rusia´, en el Noreste de Londres. Siendo ingleses, uno de nosotros tomó apuntes y ahí está, todo documentado, igual que el enorme crecimiento de público que resultó.

Contemos esta historia en más detalle, no tanto para defender nuestra utopía musical en contra de la mercadotecnia globalizadora, sino porque será la oportunidad de hablar de otros grandes artistas similares a Salif Keita. Todavía falta reconocer el enorme valor artístico de muchos artistas africanos, árabes, asiáticos y latinos. Escucharlos a ellos es como descubrir la narrativa de Kawabata o ver la película ‘Underground’ de Emir Kusturica, o saborear la mezcla de clavo, canela, pimienta, mejorana, ajo, tomillo y bastante chile guajillo.

En cuatro talleres virtuales, contaremos con grandes artistas como Nusrat Fateh Ali Khan, los tremendos gitanos de Rumanía, Taraf de Haidouks, los viejos soneros de Santiago de Cuba, Los Jubilados y los niños estrellas del internet, Isaac et Nora, que están reviviendo el viejo repertorio romántico de Latinoamérica. Para más información : mary@corason.com

Fuente: https://desinformemonos.org/los-muchos-mundos-de-la-musica-del-mundo/

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El rol del entrenamiento docente para una educación inclusiva

Por: Paola Villafuerte


Nuevo reporte de la UNESCO resalta la importancia de preparar a las profesoras y profesores para la implementación del aprendizaje equitativo en el aula.

Los períodos de crisis suelen acentuar las grietas de desigualdad que están presentes en nuestros círculos sociales. Ocurre ahora en el sistema educativo, donde la pandemia ha tenido repercusiones delicadas en el balance equitativo del aprendizaje. Desde la diversidad de género, familias, nacionalidades, religiones, discapacidades y lenguajes de nuestros estudiantes, las instituciones deben asegurarse de ofrecer métodos de docencia que aseguren aulas inclusivas.

La UNESCO explica que una educación con estas características significa que “todos los estudiantes, sin importar quiénes sean, pueden aprender juntos en la misma escuela”. Conceptos como este se tornan trascendentales a la hora de ofrecer una currícula de calidad que aborde contextos sociales distintos, como para los miles de estudiantes que no cuentan con una red a internet eficaz o para quienes el apoyo de tutores no es una opción disponible.

El artículo, Teaching, Learning and Inclusive Education: The Challenge of Teachers’ Training for Inclusion, menciona que esta pluralidad de circunstancias “requiere una atención educativa adecuada, […] por lo que se debe volver hacia la diversidad como tema clave para la educación de todos los estudiantes”.

Un aprendizaje de este tipo necesita profesoras y profesores capaces de identificar estos elementos para, a partir de ahí, ofrecer un rango abierto de opciones educativas para cada alumno. Esta preparación requiere de instituciones dispuestas a ofrecer un entrenamiento constante y retroalimentación valiosa que permita integrar nuevas habilidades pedagógicas al salón de clases.

“Si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una catástrofe educativa”, explica la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, en el comunicado donde se afirma que “para reforzar la resiliencia del profesorado en tiempos de crisis, todos los docentes deberían adquirir las competencias digitales y pedagógicas necesarias para enseñar a distancia”.

El papel de la formación docente en la educación inclusiva

A pesar de lo indispensable que es la formación docente, expertos aseguran que entre directivos instituciones de países de ingreso medio y alto, se dedica menos de la cuarta parte del tiempo a tareas y reuniones relacionadas con los planes de estudio y la docencia. La Hoja informativa sobre el Día Mundial de los Docentes 2020, informa que el porcentaje más alto se registra en Shanghái (China), con un 27 %, y el más bajo en los Países Bajos, con un 11 %. Además, se conoce que son pocos los casos en los que a los profesores de estos países se les otorgue un mentor.

Recordemos que estos y muchos otros países se comprometieron en el 2015 a la Agenda  2030 impulsada por las Naciones Unidas, que establece en su cuarto ODS (objetivo de desarrollo sostenible) asegurar sistemas de educación inclusivos. Aunque se han logrado culminar algunos objetivos, aún hay un largo camino por recorrer. Si las instituciones desean hacerle frente a la brecha equitativa que se ha aventajado durante la crisis sanitaria de este año, es primordial secundar sistemas que sean un soporte sólido para nuestras profesoras y profesores.

“Si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una catástrofe educativa”.

El pasado 5 de octubre, la UNESCO publicó el nuevo documento ‘Enseñanza inclusiva: preparar a todos los docentes para enseñar a todos los alumnos’. Aquí se afirma que sólo cuatro de 10 países tienen políticas que aseguren una capacitación a sus docentes en materia de inclusión, por lo que se exhorta a los directivos acoplarse a medidas necesarias para avanzar en estos índices.

Además, dentro de aquellas instituciones donde sí existen estas políticas, suele no mencionarse a profundidad el tipo de prácticas que se llevan a cabo para asegurar un aprendizaje equitativo: el análisis realizado para el Informe de seguimiento de la educación en el mundo 2020 basado en PEER afirma que sólo un tercio del 10 % de los países mencionados anteriormente, cuentan con recursos informativos sobre este entrenamiento.

Este seguimiento es incluso menos accesible en aquellos países donde muchos docentes no han recibido ni siquiera un entrenamiento básico. Es bajo estas circunstancias que otros factores menoscaban aún más el rendimiento de las y los profesores.

En Madagascar, por ejemplo, se afirma que la proporción de alumnos por docente es de 240:1. Un hacinamiento en las aulas de tal grado no permite un acercamiento personal y hace aún más difícil la unión en el aula. “La elevada proporción de alumnos por docente calificado, que da lugar a clases con gran número de alumnos, disminuye  la capacidad de  los docentes al reducir el tiempo dedicado a cada alumno”, explica el documento de la UNESCO.

Por otro lado, la inclusión educativa en las instituciones no debería reducirse a un número limitado de entrenamientos especializados en uno o dos grupos estudiantiles particulares, sino acoplarse como un fundamento docente. Incluso cuando esta herramienta suele enfocarse en abordar el aprendizaje de alumnos con discapacidad, se afirma que “los estigmas persistentes, el diseño escolar poco propicio y la falta de formación docente y materiales de aprendizaje adecuados sobre educación inclusiva dificultan aún más su acceso a la escuela y al aprendizaje”.

No obstante, la UNESCO hace una mención pertinente a los avances realizados para la implementación de políticas y programas educativos centrados en la equidad e identidad de género. En países latinoamericanos como Chile, Colombia y Ecuador se han elaborado contenidos transversales de esta materia dentro de sus políticas para el entrenamiento docente.

Mecanismos de apoyo

Un desarrollo como el anterior es sólo posible si los cuerpos de profesoras y profesores cuentan con un respaldo activo de directivos e instituciones. Los marcos jurídicos y normativos que las integran deben ser cimentadas en un apoyo pedagógico inclusivo. Además, es imperativo que las aulas estén equipadas con material de aprendizaje diversificado para las necesidades de los estudiantes.

El mismo documento mencionado hace hincapié en el rol crucial que ejercen los auxiliares docentes, directores y coordinadores para su desarrollo profesional. Su colaboración dentro de un ambiente educativo que propicie la inclusión también en estas áreas representa una herramienta unificadora para el mismo tipo de clima que se desea trasladar al aula.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/entrenamiento-docente-educacion-inclusiva

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